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Alejandro Haddad y Leandro Albani<br />
de estas escuelas y dieciséis academias, cuatro de ellas exclusivas<br />
para mujeres. Cada año, la guerrilla recibe a dos mil militantes de las<br />
cuatro regiones kurdas. Economía, historia y políticas son los temas<br />
que tratan, muchos de ellos dictados por los propios comandantes.<br />
Como la mayoría de los guerrilleros y guerrilleras del PKK,<br />
Harun comenzó su militancia desde niño. Y como sucede de forma<br />
repetida entre combatientes, su adolescencia y juventud estuvo<br />
marcada por la cárcel: quince años prisionero en Turquía por<br />
reclamar los derechos del pueblo kurdo.<br />
Explica Harun:<br />
“Tenemos muchos puntos comunes con los movimientos<br />
guerrilleros de América Latina y las revoluciones democráticas<br />
como en Venezuela, Ecuador y Bolivia. Ellos también como nosotros<br />
tienen principios de ser independientes, buscan el socialismo, pero<br />
sobre todo la soberanía de América Latina. Nuestros ejemplos son el<br />
Che y Cuba, que eran aliados de la Unión Soviética, pero igualmente<br />
criticaban el socialismo real. El ejemplo del Che no ha expirado”.<br />
En 1998, el PKK realizó su sexto Congreso, en el cual redefinieron<br />
su carácter socialista y optaron por una ideología propia que<br />
denominaron confederalismo democrático. Recuerda Harun:<br />
“En otros lados del mundo, cuando cayó el Muro de Berlín<br />
muchas organizaciones de izquierda dejaron la lucha, pero América<br />
Latina y nosotros seguimos. En otros países, los socialistas y<br />
comunistas se integraron al sistema, mientras que el PKK resguardó<br />
su característica revolucionaria”.<br />
4. La camioneta rueda por un camino de ripio y abismos. Volvimos<br />
de la frontera con Irán en las montañas de Kandil. En el campamento<br />
nos recibió un grupo de guerrilleros y después de algunas reuniones,<br />
volvimos acompañados por uno de los comandantes máximos de<br />
la guerrilla. Pasamos puentes y pobladores. Al costado del camino<br />
un grupo de niños saludan y gritan “¡Viva el presidente Apo!”. El<br />
comandante nos mira y dice: “Cuando estamos acá siempre les<br />
regalamos chocolates, por eso nos saludan”. En la camioneta, que se<br />
mueve como una coctelera, todos nos reímos.<br />
Apo será la palabra repetida en campamentos y poblados. Así lo<br />
llaman a Abdullah Öcalan, fundador del PKK, teórico principal del<br />
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