guion cinematográfico de CARLOS BLANCO

lo otro… rascarse, comer, dormir y moverse
entre estiércol… lo hacen también los animales,
las vacas, por ejemplo.
El editor se calla. Hugo coge su carpeta y sale.
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En el camerino de Ivón, en el teatro, había todo un friso de
fotografías clavadas en el muro. Aparecía la muchacha con los
más variados trajes y en las más atractivas posturas. Los ojos
de Ivón las fueron recorriendo una por una, hasta detenerse sobre
la más sugestiva, a su entender. Se quedó contemplándola...
pero vacilante, dudando. Estaba plantada casi en el centro del
camerino, con un cigarrillo entre los labios sin pintar. Llevaba
encima un jersey cerrado hasta el cuello, que la modelaba, y un
corto pantalón de ensayo. El gesto era preocupado y nervioso.
Dio una larga chupada al cigarrillo y se aproximó a la foto, para
observarla de cerca.
De un rincón del camerino, surgió la voz de Magda:
MAGDA
¿Quieres ya dejar de admirarte?
Pero Ivón no hizo caso. Siguió contemplando la foto donde
aparecía con sombrero de copa, graciosamente ladeado, y apoyada
en un bastón con un gesto de picardía.
IVÓN
¿Me encuentras bien en esta foto?
(PREGUNTÓ SIN SEPARAR LOS OJOS DE LA FOTO-
GRAFÍA)
Magda, en el otro rincón, desvió los ojos por el espejo y
la contempló a través de él perfilándose los labios. Hizo un
gesto de burla y lo transmitió a la respuesta:
Siguió perfilándose.
MAGDA
¡Fascinante! ¡Alérgica!
Ivón volvió a hablar:
IVÓN
¿Crees que a él le gustará?
Magda detiene el lápiz y gira en la silla hasta encarar a
Ivón, con sorpresa. Ivón alarga las manos y desclava la foto.
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