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Francisco López Serrano (Épila, Zaragoza)<br />
Nacido en 1960, ha publicado los libros <strong>de</strong> relatos El hígado<br />
<strong>de</strong> Shakespeare (2000), Dios es Otra (2002)y Los Hábitos <strong>de</strong>l<br />
Azar (2009) [<strong>Premio</strong> «Setenil» 2010], y las novelas El país<br />
<strong>de</strong> la lluvia (2004), Retrato <strong>de</strong>l asesino en prácticas (2005),<br />
El Prado <strong>de</strong> los Milagros (2008), El tiempo imaginario (2014)<br />
y Los Misterios (2015). Es asimismo autor <strong>de</strong> siete libros <strong>de</strong><br />
poemas publicados y <strong>de</strong> varias traducciones <strong>de</strong> poetas ingleses.<br />
A lo largo <strong>de</strong> su carrera ha obtenido numerosos premios<br />
como «José María <strong>de</strong> Pereda» y «Ciudad <strong>de</strong> Barbastro» <strong>de</strong><br />
novela; «Generación <strong>de</strong>l 27» <strong>de</strong> narrativa; «Ciudad <strong>de</strong> San<br />
Sebastián» o «Ignacio Al<strong>de</strong>coa» <strong>de</strong> cuentos, y «Luis Cernuda»<br />
y «Blas <strong>de</strong> Otero» <strong>de</strong> poesía. También ha sido finalista<br />
<strong>de</strong> importantes premios como «Azorín» y «Jaén» <strong>de</strong> novela<br />
y «Torrente Ballester» <strong>de</strong> narrativa. Es colaborador habitual<br />
<strong>de</strong> las revistas literarias Clarín y Turia y <strong>de</strong>l diario Heraldo<br />
<strong>de</strong> Aragón. Actualmente resi<strong>de</strong> en Madrid.<br />
MÉTODO INDIRECTO (Un cuento ruso)<br />
A mi querido esposo Alexsandr Alexandrovich<br />
Kozlov (llamadlo Shasa) le encantan los prianiki,<br />
unas pastas <strong>de</strong> jengibre típicas <strong>de</strong>l país. Así que el<br />
día <strong>de</strong> San Valentín preparé una enorme cesta <strong>de</strong><br />
prianiki mezclando con la harina una buena cantidad<br />
<strong>de</strong> matarratas y se la llevé a Marina Onisimova<br />
Zhdánov, una antigua amiga con la que ya<br />
apenas tengo trato y que vive en el otro extremo<br />
<strong>de</strong>l pueblo. Marina me dio las gracias por el regalo,<br />
tomamos el preceptivo té con mermelada, nos<br />
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