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<strong>Biblia</strong><br />
<strong>Profana</strong><br />
Silvia Rivas
BIBLIA PROFANA<br />
Silvia Rivas<br />
Ilustración de portada:<br />
“La noche del espantapájaros”<br />
Autor: Oscar Ávila (artista plástico argentino<br />
contemporáneo)<br />
Contacto con la autora: palindramo@gmail.com<br />
Edición de la autora. Noviembre 2015.<br />
República Argentina.<br />
Se permite ‐y agradece‐ la reproducción o<br />
incorporación a bibliotecas digitales y difusión<br />
parcial o total por cualquier medio, citando la<br />
fuente.
<strong>Biblia</strong> <strong>Profana</strong><br />
Silvia Rivas
Entre la bala que impulsó mi ojo<br />
y su muerto reciente:<br />
La caída del mundo en una calle,<br />
el giro de una rueda de un carro<br />
atravesando el día.<br />
El último tren alejándose a la muerte.<br />
Carlos Eduardo Gallegos
Números<br />
Como si en la ciudad de los bandidos<br />
y los jazmines arcangélicos Los números fuera<br />
el inicio del desastre.<br />
María Melleck Vivanco
Dios no alcanzó a llorar.<br />
LEÓN GIECO<br />
PROFECÍAS<br />
Sol ambiguo.<br />
Pájaros de silencio.<br />
El olvido numera días de futuros fuegos.<br />
En la carta,<br />
barro caliente,<br />
al ras de la carne,<br />
del afán,<br />
del arma tardía,<br />
inútil.<br />
Sol ambiguo.<br />
Pájaros de silencio.<br />
Numerados para el olvido.
Corazón sin dios, dame un lugar.<br />
WALTER GIARDINO<br />
BALDÍOS<br />
Anda Dios<br />
de fango y de ceniza,<br />
sangrando muertes olvidadas.<br />
Porque ya no quedan guerras.<br />
Y el tiempo<br />
es un sueño que otros inventaron para<br />
nombrar el dolor.<br />
Abril ha perecido con el último loco.<br />
Sin pecadores.<br />
Sin asombro.<br />
Nadie sabe de esos barcos que nacen baldíos<br />
en los brazos de un profeta despoblado.
Ya no hay fábulas en la ciudad de la furia.<br />
GUSTAVO CERATI<br />
SUICIDIO<br />
Son de olvido las vísperas del espejo.<br />
Bajo los robles,<br />
un hombre pierde alondra y alba<br />
pero nada cruje detrás de la mira.<br />
De estopa,<br />
una luna amarillenta<br />
silencia el despojo.
¿Qué pasa en la tierra que el cielo cada vez es más<br />
chico?<br />
FITO PÁEZ<br />
COTIDIANO<br />
Amarillos falaces<br />
profanan la siesta<br />
de otro día sin rumbo.<br />
La primavera<br />
exhausta<br />
perece de gemas cautivas,<br />
pero nadie lo ha notado.<br />
Extraviada<br />
en los anzuelos de sus pasos solitarios,<br />
la humanidad<br />
olvida los cántaros y el cielo.
Pero hay dos manos que el hombre hace tiempo ya<br />
olvidó.<br />
ROBERTO SÁNCHEZ<br />
MORADA<br />
Alguien se pregunta<br />
donde queda la puerta de Dios.<br />
La busca entre jardines,<br />
navidades y escrituras.<br />
Pero no la halla.<br />
Y es que Dios<br />
desanda los pasos de los locos<br />
para llegar a un lugar<br />
en donde nadie espera.
Pero es mejor ser muerto que número que viene y va<br />
CHARLY GARCÍA<br />
UN LOCO<br />
Tocar locura, olvidar las manos del mendigo<br />
y seguir,<br />
olvidando los contornos.<br />
Los del hombre,<br />
los del mar,<br />
los de los días que golpean en la miseria<br />
de la mísera noche<br />
que hace a los convictos.<br />
Y seguir olvidando.<br />
Olvidar la verdad enlutada,<br />
la miserable,<br />
la que se pone a mendigar en las veredas<br />
como cristos deshabitados.
Profetas<br />
A cada cual su fe pequeña,<br />
su regocijo de agua breve en la<br />
continua inmensidad de páramo.<br />
Gustavo Romero Borri
PRIMER PECADOR<br />
I<br />
En círculo,<br />
caen lluvias extraviadas<br />
de otras muertes.<br />
Ausente la piedra.<br />
Ausente el sudario.<br />
Los maderos, verdes.<br />
II<br />
Un rostro de incienso<br />
lo atraviesa en apocalipsis.<br />
Hay luces de purgatorio.<br />
El ángel oscuro<br />
prueba su última máscara.<br />
III<br />
Lo reconozco de a vértices,<br />
de a carne inconclusa,<br />
de a espartos.<br />
Por su sangre olvidada<br />
y su nativa intemperie.<br />
Ese hombre trabajó; quién escribirá su historia.<br />
ADRIÁN ABONIZIO<br />
IV<br />
Siempre por el revés del sol,<br />
para burlar la ira de las piedras.<br />
-Los náufragos,<br />
cantan por voces de una tempestad-.
V<br />
Para beber,<br />
una encrucijada y una criba.<br />
Mas...¿Quién es capaz de morir por heridas de la<br />
lluvia?<br />
VI<br />
Enarenados de éxodo,<br />
hombres polvorientos<br />
regresan a sus máscaras.<br />
Sin ocasos.<br />
Sin huesos.<br />
Sólo de sombras.<br />
VII<br />
Suenan muertes distantes, antiguas.<br />
Pero la escritura separa aguas<br />
para multiplicar el pan.<br />
-No puede entender las armas de esta guerra-.<br />
VIII<br />
Se quiebra de palomas,<br />
de trémulas voces que reclaman arcilla.<br />
Desata el jagüel<br />
y empieza a preguntar por los locos.<br />
IX<br />
¿Es que ya nadie fabrica balsas?<br />
-Nadie conoce a los pecadores.<br />
Ni a sus tinieblas-.
X<br />
Respira por esos peces, que,<br />
de barro,<br />
va inventando de sus heridas.<br />
No aprende a morir de olvido.<br />
XI<br />
La memoria es de paja,<br />
a orillas de aldea y de mirra.<br />
XII<br />
Quedan de polvo las marionetas.<br />
Del otro lado del mundo.<br />
Como piedras vacías.<br />
XIII<br />
Y él, sin aprender a morir.<br />
Sigue creciendo,<br />
de barro,<br />
para ser del mar.<br />
Pescador.<br />
Y profeta.<br />
XIV<br />
...Pero las manos de un judas<br />
siguen traicionando el agua.
DELATOR<br />
Cuervos en el péndulo.<br />
Días despiertos en astas.<br />
Casta de circo:<br />
arena imperturbable,<br />
un hombre desnudo<br />
y nada.<br />
Hay muecas de un reloj<br />
en números de sangre ajada.<br />
Y un ángel de fuego<br />
secando barro.<br />
-Nadie ve a ese falso labriego caer en la tentación-.<br />
Nada más que escombros en la plegaria,<br />
rancios,<br />
de tanto perforar el vacío de las ruinas.<br />
Se auscultan migajas huérfanas,<br />
como si no hubiese muerte más exquisita que la<br />
de la víspera.<br />
-Para aprender a beber, se anudan de par en par las<br />
cuencas-.<br />
Son monedas sin fondo<br />
las que purgan esas borras de mentido incienso.
Dos pociones para el sacrificio;<br />
y arrojado,<br />
el fruto de la serpiente.<br />
Y en la tentación,<br />
monedas sin fondo.<br />
Fosas,<br />
que, con creces,<br />
se ahogan de cuervos.
SIN COORDENADAS<br />
Voy sin atavíos, liviano de huesos, con sólo<br />
la orilla de un río por memoria.<br />
Busco un pueblo de hombres que los mapas<br />
no han acertado a habitar,<br />
no sé si por desdén o por espanto.<br />
Voy sin enseres, ya desaté las acequias.<br />
El agua cabe en las cuencas de las manos.<br />
Hay una colina<br />
donde no se conoce el tiempo de la prisa<br />
porque las vertientes van abiertas,<br />
siempre tribales, hacia el mundo.<br />
Voy sin aposento. Un racimo<br />
no es más que un palmo de sol a la siembra.<br />
No llevo calendario. Todas las vidas<br />
invocan el mismo rastro del espejo.<br />
Voy al pueblo de los hombres sin mapa.<br />
Quiero aprender a andar con los pies desvelados.
Hay un siempre para la batalla y la razón que te demora.<br />
GUSTAVO NÁPOLI<br />
DE ARENA Y SIEMPRE<br />
Cada vez, llegas más a la herida, al pudor,<br />
al desenfado.<br />
Olvidando al culpable y al pecador.<br />
Porque ya lo has inventado tantas veces....<br />
Has creído que eras el vencedor,<br />
que eras el vencido, el devoto, el hereje...<br />
Y hoy no te reconoces ni en el espejo ni en el revés<br />
de los astros.<br />
¿Eres tú acaso? ¿Has sido alguna vez?<br />
Quieres volver a la sangre pura, abierta,<br />
quieres quebrar la mala fe de este ocaso.<br />
Y solamente hallas un pájaro endeble<br />
que te pregunta por el paraíso.<br />
A ti, que lo has demorado tantas veces,<br />
seguro de tenerlo justo a la altura<br />
de tus dos o tres certezas...<br />
Te recuerdas en batallas, en palacios, intemperies...<br />
todos, dando a la arena...<br />
Y siempre el sueño termina al sol,<br />
de alba o de ocaso.<br />
Pero abierto.<br />
Y siempre juras que no habrá otra vez.<br />
Que te has quedado sin huesos, y sin razones para<br />
buscarlos en las ruinas.<br />
Seguro de que la arena sigue allí...<br />
porque –sólo una vez másnecesitarás<br />
volver a ella.
Qué ves cuando me ves, cuando la mentira es la verdad.<br />
RICARDO MOLLO<br />
QUÉ VES<br />
Te vas cansando de tu locura,<br />
de esa brevedad que te has adivinado,<br />
que puede sostener apenas tus últimos fantasmas.<br />
Y ahora,<br />
te parece feraz el océano,<br />
y ese sol,<br />
incalculable.<br />
Ahora,<br />
todos los barcos están ahorcados en la cruz<br />
de esa moneda irredenta.<br />
Y vuelves a mirar tu mapa por el cerrojo de un<br />
calendario inútil.<br />
Y aquellos titanes que hicieron a la gloria de tus<br />
osadías,<br />
te miran para burlar el trofeo,<br />
para reclamarte el barro, para vaciar el plinto.<br />
Ya te es inverosímil ese rostro en el espejo.<br />
Y reclamas tu mapa al letal océano.<br />
Y vas por tu lluvia en las corolas...<br />
Pero del tiempo no quedan más que fauces<br />
de geometrías oscuras,<br />
y cascos de palomas acribilladas.<br />
Ahora<br />
la quilla pende de una efigie.<br />
Y tú<br />
de tus fantasmas.
Proverbios<br />
Algo muere, y por necesidad se busca otra<br />
ceniza<br />
Diego Radío
Si tu moneda hablara más de la cuenta<br />
CARLOS SOLARI-EDUARDO BEILINSON<br />
MÁSCARAS<br />
Otra vez, equivoca el profeta su coartada.<br />
-O acaso finge,<br />
para inventar el dios de otra era de máscaras.<br />
Para cremar la rosa,<br />
la indefensa, la vulnerable, la de inocencia posible-<br />
En cada artesanía,<br />
hay algo de redención y de pecado.<br />
¿No se desangra el barro bajo el rostro la arcilla?<br />
¿No se olvidan las corolas<br />
en la estación de arándanos?<br />
También los ángeles caen en la tentación.<br />
También los apóstatas caen con su cruz.<br />
¿Qué río invoca el profeta<br />
cuando se anudan las aguas?<br />
¿Qué rostro revela el sol<br />
cuando lo acuña la espada?<br />
En cada artesanía, hay algo de redención<br />
y de pecado.<br />
¿Dónde queda el redimido? ¿Dónde el pecador?<br />
Solamente conocemos sus máscaras.
CALENDARIOS<br />
Un caminante de polvo<br />
se ha puesto a habitar mis pasos para cobrar<br />
destino.<br />
A ahuecar la marea<br />
donde pájaros invisibles enmudecen<br />
de infinitud, o acaso, trivialidad<br />
y empiezan a trazar las lluvias de otro calendario.<br />
En todas las vidas del sol, siempre amenazan<br />
borrajas<br />
pero no he de consentir ese color para una muerte.<br />
Ninguna que absuelva iras, piedades o asombros.<br />
¿Es del mismo velero la cruz<br />
cuya sombra vuelve a caer de naufragio?<br />
¿Es que hemos inventado tantas máscaras<br />
nada más que para amarrar los mares?<br />
No hay fondo en la tentación, la intemperie o el<br />
olvido.<br />
¿Cómo anudar el pecado, las lágrimas?<br />
Ya encendidos, ya rupestres,<br />
habremos de ir desnudos cada vez,<br />
y volver al ras del día,<br />
cuando agua y sangre puedan reconocer las mismas<br />
voces en el río.
TRAVESÍAS<br />
Siempre regresamos por la última muerte,<br />
la que creíamos eterna.<br />
Pero breves a las derivas, nos perdemos entre<br />
máscaras,<br />
equivocamos jagüel, numeramos piedras,<br />
mientras el olvido va doblegando nuestra amapola<br />
cardinal.<br />
Breve es la carne y la sed<br />
del tiempo que aprendimos a medir con cábalas.<br />
Ni tan siquiera al desguace de un ocaso podemos<br />
pertenecer.<br />
Somos sólo de olvido.<br />
Con esa herejía de ignorar el color que asume la<br />
lluvia entre los pinares,<br />
y correr,<br />
huir de la balsa,<br />
por no abrir la sangre, bestial o sumisa,<br />
-y nunca atreverse a saber-.<br />
Frente al río, otra vez, perder orilla. Ignorar el<br />
álgebra de la corriente.<br />
No entender del viento el olor a sal,<br />
y sólo poder repetir al otro lado del espejo,<br />
que hubo alguna vez un naufragio.
DESPUÉS DEL DESIERTO<br />
Al decir de los plebeyos,<br />
son pocos los huesos que caben en la muerte de un<br />
hombre.<br />
Pocas lluvias bastan<br />
para borrar del polvo la última puerta.<br />
Sólo aprendemos a amonedar la sed.<br />
A ir en caravanas para vaciar el desierto.<br />
Y en la partida cuando entendemos definitivamente<br />
el juego,<br />
nos sorprende que la hogaza supiera siempre<br />
a aquel color...<br />
Y cuando el dios de trapo nos mira desde el<br />
mendrugo<br />
escondemos la mano<br />
que separa las zarzas de la espiga.
ANTIGUAS ESCRITURAS<br />
Todos inventamos un dios para nombrar la ceniza,<br />
para quedar, de piedra o de naufragio,<br />
como sueño de algún arcángel.<br />
Todos regresamos, de a soles,<br />
hasta esa primera luz,<br />
donde la vida nos cabe en una sola lágrima.<br />
Pero arrancamos libertades a flores de escaparate<br />
sin atrever el poema que perece de acostumbrada<br />
catástrofe<br />
en el fondo de los días.<br />
Si saliéramos a buscar ese nombre,<br />
el que se fue con el río,<br />
tal vez hallemos en las ciénagas una visión de<br />
arcilla<br />
y empecemos a acampar en las piedras,<br />
a recobrar de los caminos<br />
las puertas donde siempre queda golpeando la<br />
lluvia.<br />
Acaso entonces, hallemos al forastero que venía de<br />
la madera,<br />
y podamos comprender el mensaje en las cenizas.<br />
Acaso seamos menos mortales, menos breves para<br />
leer el agua.
EXTRAÑA LUZ<br />
Extraña luz la que aquieta las sombras...<br />
La que puede nombrarnos con la voz de ese<br />
arcángel que se nos disolvía en la niebla<br />
que se hacía naufragio<br />
antes del temporal,<br />
de la barca,<br />
antes de la brújula.<br />
Extraña luz,<br />
que conjura los metales del sol<br />
y recuerda de las piedras,<br />
capullos que aún no abren su pudor a las espinas.<br />
Siempre buscando la marejada,<br />
para abrir el agua<br />
hasta la carne, la madera.<br />
Extraña luz no tocada por las guerras…
ESPEJOS<br />
Visten con esa flor que nos inventa rastros en el<br />
polvo.<br />
Nos intuyen vidas que aún no presentimos,<br />
o que ya habíamos olvidado.<br />
Habitan palabras que ceñimos en las sombras;<br />
se elevan de sus endebles osamentas.<br />
Regresan a viejas muertes ensayando nuestras<br />
máscaras.<br />
Nos anudan en marionetas para prodigarnos un<br />
creador de astros y de ríos,<br />
y aguardarnos en las ruinas de un paraíso<br />
conjurado.
Epístolas<br />
Toco el filo de un ángel y sangro pájaros<br />
hacia lo incierto.<br />
Marcelo Fredes
Y no hay ningún zoológico de gente<br />
CHICO NOVARRO<br />
CACERÍA<br />
I<br />
Tigre nutrido de sombras,<br />
desnuda tus cruces, como yo, abre tu sangre.<br />
Desafía con tus certezas mi fe avara.<br />
Dispone a voluntad de mis armas en herrumbre.<br />
Vístete con mis huesos, tan olvidables<br />
que no serán polvo a ningún tiempo.<br />
Atrévete a ese cazador que nadie conoce tanto<br />
como mis vigilias,<br />
porque somos el mismo par de fugitivos.<br />
No dejes de agazapar la geografía de mis pasos;<br />
sabes como nadie dónde se ciñen nuestros acechos.<br />
Desata ira sobre mi carne; soy el más mortal<br />
bajo esta vida.<br />
Guarda en un escaparate mis rastrojos.<br />
Para no volver sobre mí, más trofeo que tu olor<br />
untado de batalla.<br />
II<br />
Fatigado por el sol y por la lluvia,<br />
un poste,<br />
tibio de ira, aún,<br />
clavado en el centro de la tierra.<br />
Y yo,<br />
olvidado de mi nombre y sus guaridas,<br />
sin poder regresar a ninguna muerte.
MORTAL<br />
Le crees al número de esa muerte<br />
marcada en la mira de tu acecho<br />
y pierdes vigilias que nadie ha descubierto<br />
en el revés de las fieras.<br />
Lejos te quedan cacerías o fronteras...Muy lejos...<br />
¿Puedes acaso reconocer el camino de la lluvia<br />
virgen?<br />
¿Le has pedido a la oscuridad nada más que un olor<br />
para seguir,<br />
como se siguen las orillas de los ríos?<br />
Tu horizonte atreve algún astro,<br />
mapas sin sentido, cierto calendario.<br />
Pero la carta que no conoces queda detrás del cielo.<br />
Y te agitas en este mundo,<br />
y lo ciñes en coordenadas<br />
para nombrarle solamente cuatro o cinco estrellas.
Pido un poema de hierros y de filos de hombres sin<br />
sueños, altos, sin sombras...<br />
PIDO UN POEMA<br />
JOSÉ CAMPUS<br />
Pido un poema de hierros y de filos de hombres<br />
sin sueños,<br />
altos, sin sombras,<br />
desterrados de sus árboles de infancia.<br />
Pido un poema de hierros y trincheras de carne<br />
tibia,<br />
sin maderos ni sudarios,<br />
altos, anónimos, sin regreso.<br />
Pido un poema de filos y sangres de lodo<br />
harapiento,<br />
de batalla invisible y castrada sed,<br />
pertrechados, altos, sin rostro.<br />
Pido un poema de hombres sin sueños,<br />
inocencias herrumbradas en flancos ambiguos,<br />
consumibles, fugaces, sin profetas.<br />
Pido un poema de hombres.<br />
Pido un poema.
Quiero atrapar el sol en una pared desierta<br />
ALEJANDRO DE MICHELE<br />
AMURALLADO<br />
Y te has ceñido a esos muros;<br />
insistes en que es parodia la luz de los neones.<br />
Vas al fondo de las veredas, a hundirte en las calles<br />
para que nadie descubra tu día vulnerable.<br />
No haces más que creer en el cristo harapiento de<br />
tus pesadillas.<br />
¡Lee, por una vez, las noticias de los periódicos!<br />
Olvida ya tu mapa en el pergamino –el mundo va<br />
muy de prisa-;<br />
a nadie le queda tiempo para desafiar naufragios ...<br />
Aprovecha el sol posible;<br />
-jamás podrán atraparlo ni tu ansiedad ni tu<br />
obsesionada vigilia-.<br />
El prócer de la moneda no salva vidas,<br />
pero las demora<br />
en el cuidado de astrolabios y playas verosímiles.<br />
Para un calendario de astros sin guerra.<br />
Las paredes<br />
son relojes que, en vano, quieren enmudecer el<br />
polvo.<br />
¡No existen las paredes!<br />
¡No existen los relojes!<br />
¡Y tú ceñido a esos muros, para atrapar el sol!
Hechos<br />
La sombra de una cruz resbala,<br />
hiere la carne.<br />
El silencio, el tácito silencio lo ejecuta.<br />
Un hombre sangra y es la noche.<br />
Pablo Strika
Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente.<br />
LEÓN GIECO<br />
PAISAJE DE GUERRA<br />
La tarde<br />
se crema, sin ángelus,<br />
en el polvo de un sol ciego.<br />
Ecos sin destino<br />
dispersan la voz de un cristo solitario.<br />
Es el fin de la genista.
OTRO DÍA NOVENO<br />
Imágenes paganas se desnudan en sueños<br />
FEDERICO MOURAS<br />
Borracho<br />
de tanto apedrear el alba,<br />
de esa gula<br />
por los desguaces<br />
que dejen rendido al arcángel<br />
sin última piedad.<br />
Esa codicia de soles ácidos...<br />
Bebe del pozo amarillo.<br />
Chorrea pájaros negros,<br />
hambrientos<br />
de insistir con los rastrojos del agua.<br />
Numera calendarios de hogazas turbias.<br />
Tentado<br />
de espadas<br />
desgarra sarmientos<br />
y se pone a quemar el vino para borrarle la tierra.<br />
Famélicas,<br />
de pan agrio,<br />
circulares y oscuras,<br />
caen las horas.
Alfiles que descomponen días<br />
en sepulturas<br />
negras,<br />
blancas,<br />
blancas,<br />
negras...<br />
En el vicio, equivocan batalla.<br />
Vacían hasta los hedores de la guerra.<br />
Pero los rastrojos no cuajan.<br />
Y el arcángel,<br />
que no se rinde.<br />
Y esas piedras,<br />
que ya vacías,<br />
se derrumban de sombra.
NÁUFRAGO<br />
Nadie que sepa de mundos atados a hojarascas.<br />
De pájaros desenclavados de una ventisca.<br />
Todos equivocando el mar.<br />
-Historias hay que prodigan nombres olvidables,<br />
irreconocibles, premeditadamente absurdos-.<br />
Hombres numerados con falso norte<br />
y brújula robada a bucaneros de viejos naufragios.<br />
Sin travesía.<br />
En vano,<br />
busco el río que supo nombrar mis silencios.<br />
Todos habitando marionetas.<br />
Repitiendo antifaces.<br />
Fugitivos.<br />
Pero hubo alguna vez un arpegio que enmudecía las<br />
sombras.<br />
Un río que llevaba mi rostro.<br />
Un sol que conocía mis guerras.<br />
Pero hubo un sol.
ESTADO DE SITIO<br />
Tantos huesos<br />
no bastan<br />
a la sustancia de esta muerte.<br />
Por vaciar<br />
quedan yelmos, quijadas, rocines.<br />
Vaciarlos de hombres.<br />
Hasta la hembra.<br />
Vaciar el hambre.<br />
Queda.<br />
Circunvalar<br />
nanas, molinos, aldeas.<br />
Queda<br />
vaciar el sol.<br />
Hasta la liza.<br />
Vaciar la arena.<br />
Queda<br />
ceñir la luna.<br />
Hasta las rosas<br />
Vaciar desvelos, profecías, poetas.<br />
Tantos huesos,<br />
no bastan.<br />
Sustancia, son, de la tierra.
Sólo la emoción me mantiene vivo.<br />
ALEJANDRO LERNER<br />
VAGABUNDO<br />
Busco mi olvidada forma de aguardar el sol,<br />
el rastro que tenían mis silencios<br />
entre el puro transcurrir de octubre bajo las tórtolas.<br />
Busco mi rostro más antiguo, el de antes del<br />
pecado.<br />
Descienden, de vez en vez, sentencias, redenciones,<br />
patíbulos.<br />
Pero quiero frente a mí al ángel de fuego.<br />
Desafiarlo con mi cosecha prohibida.<br />
Asirlo a musgos acantilados.<br />
Y hallarle en la intemperie, un rostro blando.<br />
Sin salvadores. Sin esfinges.<br />
Y desnudarlo hasta tocar el día,<br />
ese que hace quebrar el agua bajo la carne turbia.<br />
Busco mi olvidada forma de aguardar el sol.<br />
Lejos, se va borrando cada piedra y cada sombra.<br />
Voy perdiendo hasta las cifras del caos.<br />
En esta extraña emoción, que aún me mantiene<br />
vivo...
HAMBRUNA<br />
Hoy, el acero está en el sol.<br />
Amordazada,<br />
la zafra no habrá de parir en tierra.<br />
Han ceñido las hogazas<br />
y el día se muere<br />
de semillas sin alumbrar.<br />
El pan de los niños<br />
arde<br />
en la hora que el hambre<br />
duele adentro de los huesos.
Indice<br />
Números.............................................................. 4<br />
PROFECÍAS ................................................... 5<br />
BALDÍOS ....................................................... 6<br />
SUICIDIO ....................................................... 7<br />
COTIDIANO .................................................. 8<br />
MORADA ...................................................... 9<br />
UN LOCO..................................................... 10<br />
Profetas ............................................................. 11<br />
PRIMER PECADOR .................................... 12<br />
DELATOR.................................................... 15<br />
SIN COORDENADAS................................. 17<br />
DE ARENA Y SIEMPRE ............................ 18<br />
QUÉ VES ..................................................... 19<br />
Proverbios ......................................................... 20<br />
MÁSCARAS ................................................ 21<br />
CALENDARIOS .......................................... 22<br />
TRAVESÍAS ................................................ 23<br />
DESPUÉS DEL DESIERTO ........................ 24<br />
ANTIGUAS ESCRITURAS ........................ 25<br />
EXTRAÑA LUZ .......................................... 26<br />
ESPEJOS ...................................................... 27
Epístolas............................................................ 28<br />
CACERÍA ..................................................... 29<br />
MORTAL ..................................................... 30<br />
PIDO UN POEMA ....................................... 31<br />
AMURALLADO .......................................... 32<br />
Hechos .............................................................. 33<br />
PAISAJE DE GUERRA ............................... 34<br />
OTRO DÍA NOVENO ................................. 35<br />
NÁUFRAGO ................................................ 37<br />
ESTADO DE SITIO ..................................... 38<br />
VAGABUNDO ............................................ 39<br />
HAMBRUNA ............................................... 40