Feria y Fiestas

1920: VILLARRUBIA DE LOS OJOS
HOMENAJE AL MANCO DE LEPANTO
No hubo contradicción en esta propuesta de
sustitución, y, desde entonces, existe en Villarrubia de
los Ojos una calle rotulada con el nombre de un ente
de ficción: don Quijote de la Mancha.
Tanto esta última calle como la dedicada a don
Miguel de Cervantes no han visto nunca cuestionada
su denominación a partir de su nacimiento, aunque la
de Cervantes fuese conocida, mucho más tarde, con el
nombre popular de calle de la RENFE (Red Nacional
de Ferrocarriles Españoles) por la apertura en ella
de una oficina para el envío y recogida de paquetes
facturados por tren en las estaciones de Alcázar de
San Juan y de Daimiel.
Pues bien, en todas las vías referenciadas
se domiciliaron pronto muchas familias de jóvenes
agricultores y artesanos, y, al mismo tiempo, sus
viviendas en perfecta alineación fueron superando la
pendiente que ofrecía el terreno en aquella zona de la
población. Tal pendiente fue el origen del lamentable
estado que casi de continuo presentaba el pavimento
de estas calles, deteriorado por los arrastres de las
aguas de lluvia. Una prueba de ello es, por ejemplo, la
instancia que, en 19 de marzo de 1936, los vecinos de
la de don Quijote dirigieron a la alcaldía solicitando
el arreglo de su firme, cuyo coste estaban incluso
dispuestos a asumir. Sin embargo, como suele ocurrir,
habrían de pasar más de treinta años hasta que se
llevara a cabo aquella deseada obra.
Más de treinta años: Un tiempo suficiente
para que, alejadas entre sí, al poniente y sur de esta
localidad, nacieran dos calles, las que rotuladas con
los nombres de Dulcinea del Toboso y de Sancho
Panza vinieron a completar en el entramado urbano
el recuerdo del Manco de Lepanto, don Miguel de
Cervantes Saavedra, a quien Villarrubia de los Ojos
homenajeó en 1920 dando su nombre a una calle, y a
quien, trayendo a la memoria este hecho, le rinde hoy
nuevo homenaje en el IV centenario de su muerte.
ISIDORO VILLALOBOS RACIONERO.