Cecilio El Ingeniero y La Contaminación Ambiental

Prólogo
M
uy emocionada, y a la vez comprometida con la creación de las figuras de
Cecilio y el Ingeniero, que ya son íconos en estas interesantes obras para
la protección y conservación de la naturaleza y la vida en el planeta tierra,
que el Papa Francisco, en su magistral Encíclica Ambiental “Laudato Si”, llama “Nuestra Casa
Común”.
Hoy es preocupante cuando organismos internacionales, especialistas y estudiosos de
esta delicada materia señalan de que miles de millones de personas en todo el mundo sufren
una severa escasez de agua, miles de millones de niños y niñas en el mundo no cuentan con la
vital agua potable y no se alimentan bien. El consumo de agua contaminada en los países
pobres ocasiona la muerte de unos tantos millones de personas cada año.
Por igual, afecta la flora y la fauna; el vertimiento de millones de barriles de petróleo en
el Golfo Pérsico y en el Amazonía Ecuatoriana diezmó a unas cuantas miles de aves marinas, y
dejó sin vida a toda una masa vegetal marina, al ambiente y a sus ecosistemas. Son muchos los
ríos, lagos, lagunas y quebradas que han venido desapareciendo, frente a la mirada
complaciente de quienes se suponen deben cuidar a nuestra Madre Naturaleza.
Es alarmante de cómo el aire que respiramos es cada día más sucio, los gases tóxicos
que se producen abajo han alcanzado el cielo azul y la frágil capa de ozono, y con ello se
incrementa el calentamiento global; sucede el fenómeno ambiental de moda, llamado por los
expertos cambio climático, que actualmente hace estragos en sus diversas manifestaciones,