Mazatlan Medical Journal

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►Por Osuna Quintero Pavel O.
Todo en la vida tiene su momento, si
nos ponemos a pensar tenemos
horarios para todo, para comer, ir a la
escuela, dormir etc. y aquí se plasma
de una manera muy interesante. Una
de las cosas que llaman la atención es
acerca de los relojes moleculares, que
gracias a ellos evitan que los procesos
metabólicos antagonistas ocurran al
mismo tiempo.
La autora de este artículo, aunque si
profundizo en varios aspectos, un
ejemplo de la autora seria que hay una
hora para cada evento de secreción de
hormonas, ya sea de crecimiento,
cortisol, testosterona, estrógenos,
melatonina etc. y gracias a esto
nosotros tenemos la etapa a la que
llamamos adolescencia y que gracias
a este mecanismo se segrega
melatonina en la noche para dormir.
Una de las cosas que la mayoría de
las personas no les toma importancia
serían los relojes internos, que estos
están alineados con los tiempos para
dormir y despertar, y están
fuertemente relacionados con algunas
enfermedades, ya sea un mal
funcionamiento de este reloj podría
ocasionar obesidad y diabetes. Sin
embargo, yo considero que hace falta
un poco más de profundidad en los
relojes de la vida, ya que es un tema
muy extenso e interesante, en el cual
las personas se pueden interesar
mucho y seguir leyéndolo.
“Hombres y mujeres están sometidos
a ritmos físicos, emotivos y
emocionales que hacen que tengamos
más ganas de tener relaciones
sexuales en determinados períodos
del año o momentos del día. Las
mujeres se rigen por el ciclo
menstrual. Durante el período de
ovulación (el día 14 de un ciclo
menstrual de 28 días) es cuando
aumenta el deseo sexual, debido a
que es el momento ideal para la
fecundación.”
La SEP habla un poco más a fondo
sobre los relojes de la vida, y como
La extracción del núcleo supra-quiasmatico en
el cerebro, altera los ritmos del organismo.
Según la OMS, la adolescencia inicia a los 10
años y termina a los 19 años, aproximadamente.