CIELOS: a terra incógnita
Breves poesías que acompañaron las fotografías "CIELOS a terra incógnita" de MAITÉN REYNOSO. La misma fué elegida para participar del programa "Argentina, pinta bien (Jujuy)", organizado por el Centro Cultural Recoleta en el año 2006.
Breves poesías que acompañaron las fotografías "CIELOS a terra incógnita" de MAITÉN REYNOSO. La misma fué elegida para participar del programa "Argentina, pinta bien (Jujuy)", organizado por el Centro Cultural Recoleta
en el año 2006.
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<strong>CIELOS</strong><br />
a <strong>terra</strong> <strong>incógnita</strong>
Las fotografías pertenecen a MAITÉN REYNOSO<br />
(a quien agradezco autorizarme el uso),<br />
las mismas, en conjunto con estos textos son<br />
parte de la muestra “Cielos: a <strong>terra</strong> <strong>incógnita</strong>”.<br />
La misma fué elegida para participar del<br />
programa "Argentina, pinta bien (Jujuy)",<br />
organizado por el Centro Cultural Recoleta<br />
en el año 2006.
seguro el sueño<br />
de ser lágrima profunda
las lenguas de fuego<br />
enmudecen en rastros secos
en mil pedazos<br />
los ojos dicen<br />
haber quedado
el vientre helado<br />
dice años<br />
entre las luces
ojos / manos / respiros / todos indican hacia allá... arriba...
yo no juego en las oscuridades<br />
simplemente me disparo<br />
a la inmensidad
y si acostumbro a mirar<br />
soy página húmeda,<br />
y mi pecho se reseca
supuse un beso<br />
creí avistar la tarde.<br />
me quedé con un poco de agua,<br />
en los labios
amantes.<br />
de piernas abiertas<br />
subrayan su aliento
pude ver en tu torso<br />
cómo el sol se posó sereno
lamo el torso/<br />
indico furias/<br />
se me escapan de la boca<br />
sorbos cálidos
aún no he vuelto<br />
aún no he dicho<br />
aún respiro
acércame<br />
al capullo de plata<br />
donde lato pequeño
salieron caminando<br />
yo los ví<br />
él le hablaba al oído
sonrío<br />
con los colores erróneos<br />
y la boca chueca
el oasis<br />
hacia donde las huellas indican
una escalada que inclina<br />
el labio puro
gajos devueltos<br />
con voces<br />
sin bocas
esiste la tentación<br />
de ya no ser mas ése
la fémina recostada<br />
esta ebria de tanto aliento
salieron caminando<br />
yo las ví<br />
él le hablaba al oído
el cielo dijo: “basta”<br />
y atacó sin piedad