¿Qué hace una navidad feliz?

DURANGO, DGO., DOMINGO 25 DE DICIEMBRE DE 2016 | 11
¡Feliz
Cumpleaños!
Por LCC Gabriel
Salas Sierra
Este 25 de diciembre los cristianos
celebramos la Navidad,
que en sentido estricto es la fiesta
de la Natividad de Jesús, el
hijo de Dios; por lo que traducido
a nuestro diario acontecer
representa el cumpleaños 2016
de Jesús de Nazaret.
Para celebrar esta fecha nos
hemos preparado con mucho
tiempo de antelación, con regalos,
comida en abundancia,
alcohol y mucho lujo, dentro
de las posibilidades de cada uno.
Nos preocupamos por el qué
haremos de cenar, qué le regalaremos
a los amigos y familiares,
con qué adornaremos la casa,
qué nos pondremos de ropa, y
muchos otros qué, pero no pensamos
en el quién.
En realidad, el sentido estricto
de la Navidad nos lleva a
pensar a quién celebramos, con
quiénes compartiremos la fiesta,
quiénes son las personas que
más amamos, quién está necesitado
de un poco de amor y de
ayuda. Ante estos quién parece
que no pensamos y… tan sencillo
que es encontrar la respuesta.
Los seres humanos nos hemos
complicado tanto la vida que
nuestro mundo gira en torno a
qué y otro gran tanto a con qué.
Pregunta aún más difícil de resolver.
Que si las prestaciones de
fin de año nos fueron entregadas
en tiempo y forma, es un gran
tema. En principio, porque no
es un “aguinaldo”, es una prestación
que los trabajadores obtienen
por un año de labores o
el proporcional si es que ya sse
cumplieron los seis meses y un
día que la ley obliga.
Que si la entrega se hace en
cheque, en depósito a su cuenta
de nómina o en vales de
despensa, ese es otro tema. Si
es cualquiera de las dos primeras
opciones no hay problema,
pero si es con vales de despensa,
entonces depende de con qué
compañía contrató la empresa
para entregar los vales, ya que
en realidad unos sí valen en muchos
negocios y otros no valen
en donde el trabajador quisiera.
Esto conlleva a que el trabajador
compre en donde el vale
sí vale aunque el precio y la calidad
del producto no sea el mejor,
pues no tiene otra opción,
o todavía más, buscará la forma
de cambiarlos con la comadre,
el vecino a alguien más que si
tenga que realizar compras en
donde le acepten los mencionados
vales.
Entonces, se pierde el sentido
de la gratificación anual por
su trabajo y se convierte en dinero
que cambia de manos de
forma muy rápida, sobre todo
en tiempos de crisis. También
se pierde la esencia de la fiesta,
pues se compran regalos para
muchas personas que supuestamente
son tus amigos, cuando
en realidad la compensación
anual debería ser para corresponder
a quienes te brindaron
la oportunidad de continuar vigente
y productivo.
Más allá de los regalos. ¿Ha
pensado que se compran regalos
para todos menos para quien
cumpleaños en esa fecha y debe
ser el principal festejado? Nos
enfrascamos en pensar en ¿con
qué recete prepararé el pavo este
año? ¿Dónde compro buñuelos
o tamales? ¿Haremos pozole o
menudo? ¿Quién llevará la sopa?
En fin, todo se cristaliza en el
mundo material, cuando tendríamos
que pensar en el mundo
inmaterial de Jesús ¿Cuál sería
su mejor regalo?
Al escribir estas letras me enteré
de un accidente automovilístico
de fatales consecuencias
para una joven de alrededor de
30 años. Ayer se hablaba todavía
de la tragedia de Tultepec, la
semana pasada asesinaron a un
hombre en un lugar céntrico
de la ciudad capital, la guerra
en medio oriente continúa. No
creo que ese sea el mejor regalo
para el hijo de Dios.
Él vino al mundo para salvarnos
y han pasado ya 1983
años desde su muerte y a los
seres humanos parece no importarnos.
Tan es así, que mucho
criticamos los movimientos de
recolección de juguetes, ropa o
comida para los más necesitados,
bajo el pretexto de “que los
mantenga el gobierno”, cuando
muchos de los duranguenses radicados
en la capital trabajamos
para el gobierno.
En conclusión. Los invito a
reflexionar sobre la verdadera
celebración de esta fecha y es
por ello que no intitulé a este
texto como “Feliz Navidad”,
sino “Feliz Cumpleaños”, porque
espero con mis amables lectores
hayan pasado una noche
llena de paz y tranquilidad en
compañía de sus seres queridos,
que a la media noche se haya
acordado de dar gracias a Dios
por todos bienes recibidos, que
estén listos para salir a la calle y
regalar una sonrisa, un dulce, un
juguete, un cobertor, una mano
amiga a quienes no la tienen…
Y no tenemos que ir muy lejos.
Aquí está.