Anuario 2016

Anuario 2016 Julio
Eso se hizo presente desde el primer día del encuentro. Hubo un
intento de meter presión a los delegados, para que votaran de
manera distinta a como marcaron las primarias. Pero se veía “más
que planchado” que Trump sería el candidato.
La ausencia de los expresidentes y los otros contendientes en
busca de la candidatura, puso una sombra demasiado pesada que
solo se diluyó con las continuas apariciones del millonario, algo
totalmente inusual en el protocolo de la convención.
Al ver el programa de oradores, periodistas y analistas políticos
coincidieron en que la Convención se volvería “el reality de la
familia Trump”. En plan estelar, su esposa Melania daría su primer
mensaje público. El desastre vino cuando se hizo notar las grandes
similitudes con el discurso de Michelle Obama de 2008. Y así se
confirmó.
La conclusión era evidente. Donald Trump fue nominado candidato
presidencial, con una Plataforma Política que era una calca de sus
propuestas conservadoras, limitadas, prejuiciadas y demagógicas.
El momento que se comentará durante muchos años (o se diluirá
en el caso de que Trump asuma la presidencia) es el discurso
del senador Ted Cruz, el principal rival. Nunca le dio el apoyo de
manera expresa, salió abucheado y rebajado por la presencia del
propio candidato.
La noche del jueves 21 de julio, durante más de 75 minutos, Donald
Trump volvió a imponer su retórica maximalista de una “América
grande, de nuevo”; una vocación anti inmigrante como origen de
muchos males, con la idea central del muro fronterizo y así acabar
con los enemigos del estadounidense blanco protestante. En el
centro de todo, la animadversión contra su rival Hillary Clinton. Esa
fue la Convención Republicana.
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