Anuario 2016

Anuario 2016 Septiembre
Ya en las filas de la PGR, participó en la investigación del caso
Heaven tras la desaparición y muerte de 13 jóvenes de Tepito, un
caso que mantuvo en vilo por meses a toda la Ciudad de México.
La primera gran controversia fue en la presentación y descripción
del operativo que derivó en la recaptura de Joaquín “El Chapo”
Guzmán en enero de este año. Por un lado, autoridades federales
anunciaban que se trató de un trabajo de inteligencia, mientras
otras, comunicaban que la captura se debió a una denuncia
ciudadana.
Después, en abril pasado, ocurrió el punto de inflexión. Con base
en un video, el GIEI solicitó investigar su participación en unas
diligencias ministeriales, que no figuran en la averiguación previa, en
las inmediaciones del río San Juan en Cocula, un día antes de que
fueran hallados en el afluente bolsas de plástico con restos óseos.
Las sombras de duda eran crecientes.
El gran pecado fue mantenerse con la misma versión. Argumentó
que su diligencia fue legal y que estuvo acompañado por dos
funcionarios de la ONU. Pero la organización internacional lo
desmintió y aclaró que jamás participó en esas acciones.
Luego asumió un bajo perfil hasta la discreción absoluta. Ya no
aparecía en las conferencias, ya no daba información de otros
casos. Su papel fue desplazado en los medios por Renato Sales y la
propia Comisión Nacional de Seguridad al revelar detenidos de alto
perfil.
Tal parece que tampoco se supo entender con Arely Gómez, desde
que la exsenadora asumió la PGR. Hoy Tomás Zerón de Lucio está
fuera de la dependencia, y con señalamientos de que debe aclarar
gran parte de su investigación del caso Iguala.
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