Edición No. 17 Enero 2017

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Visión Universal Magazine
NAVIDAD BLANCA
Eran las once de la noche
un veinticuatro de diciembre,
cuando en su hogar humilde
esperaban alegres y felices
sus hermanos, su madre
y ella, la llegada del padre.
Él trabajaba fuera,
en la ciudad vecina
por lo difícil que estaba
la situación económica
en nuestro País Nicaragua
Muchos años ya tenia
laborando en Managua.
a una hora de Masaya
les visitaba cada fin de semana;
Así que la noche buena
tenían siempre su visita,
con su linda familia, pensaba,
recuerda además su carisma.
La belleza de persona y su sonrisa
¡Que les había dado Dios como padre!
las horas de espera se hacían eternas,
cada vez más lejanas,
Por otra parte, ya tenía su madre
la cena preparada y los manjares
solo esperaban sonrientes y alegres
la llegada del maravilloso hombre
Así fueron pasando las horas
y el padre, no daba señal de vida,
por lo que ni siquiera daba importancia
no hacían el mínimo caso a la cena
a la grandiosa cena Navideña.
Ya, aburridos se fueron a la cama.
navidad sin papá, no era nada
no era motivo de alegría ni fiesta.
eso pensaba la niña desesperada.
Era la madrugada casi, una y media
cuando el ruido de un coche se oía
tratando de no ser por nadie vista
miró por la abertura de la ventana,
Las luces encendidas del vehículo
lastimaban los curiosos ojos
opocaban la enrojecida vista
pero quería ver de quien se trataba,
Era un Santa Claus que llegaba
en un trineo, montado en un coche.
ella estaba asombrada eso era increíble, lo que
miraba un santa Claus de verdad había llegado a la
humilde vecindad El bajaba los juguetes en la
en la bolsa
sin importarle lo que fuera,
la niña bajó callada de la tibia
cama. Para no ser sorprendida
para esconderse enseguida.
Se metió debajo de la cama
sentía el frío intenso, de la cerámica
hasta la médula de sus huesos,
pero tenía que quedarse a verlo,
En ese momento recordó
que había olvidado algo
no había dejado el vasito
de leche con sus galletitas
en la mesa como cada año lo hacía.
Por lo cual salió corriendo
hacia la cocina y preparo todo.
“al fin entrará por la chimenea,
y no me verá”, se dijo en silencio.
Ya de regreso aún con el vasito
de leche y las galletas en la mano
la hizo reaccionar un ruido
los pasos, alguien que caminaba
eran igual a los pasos de su papá.
Miró estaba limpiando sus zapatos
en la alfombra que mamá ponía afuera
además pudo escuchar asimismo
las llaves accionado por la puerta.
Era él, para entrar se preparaba
¡Sonaban las llaves, la puerta se abría.
Era Santa Claus que entraba por ella!
No por la chimenea, miró asombrada
Quedó muda de la emoción.
era su padre, pero, ¿y Santa?
se preguntó… con alegría
y gritó --¡Papito... papito...llegaste!...
Allí comenzó la Blanca Navidad.
Llenando la vida de felicidad.
El Santa Claus que llegaba era papá
el dejaba los regalos mientras
ella dormía. ¡La inocencia
de niña y niños es maravilla
de la vida!
Poetisa: Ernestina Lumher
Managua, Nicaragua