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Edición No. 17 Enero 2017

Lista nuestra edición No.17 para iniciar este año trayendo lo mejor para ti, en esta edición encontraras artículos verdaderamente interesantes no te la pierdas!!!

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87<br />

Visión Universal Magazine<br />

pero el hermoso camino a lo<br />

largo del antiguo río Betis hasta<br />

el Monasterio de San Jerónimo<br />

tenía para el autor de las musas y<br />

la ánimas una parada obligada en<br />

el Hospital de San Lázaro, leprosería.<br />

El más antiguo hospital de<br />

Sevilla desde la Reconquista por el<br />

rey Fernando III. Cercano a dicho<br />

hospital, muy probablemente<br />

justificando la cercanía de este, es<br />

donde se construye el Cementerio<br />

de San Fernando. El camposanto<br />

debió ser fuente de inspiración en<br />

ese compacto recorrido del poeta<br />

a lo largo de la rivera del antiguo<br />

Betis. Gustavo Adolfo Bécquer<br />

conoció sus primeros enterramientos,<br />

los de las víctimas de la<br />

invasión napoleónica, el monumento<br />

a los caídos en una de las<br />

guerras de África…. <strong>No</strong> conoció el<br />

de su contemporánea la escritora<br />

Gertrudis Gómez de Avellaneda.<br />

El Cristo de las Mieles del magnífico<br />

escultor Antonio Susillo<br />

no pudo ser contemplado por sus<br />

ojos de poeta cuando de los labios<br />

de la escultura emanaba la miel de<br />

un panal que le diera nombre a la<br />

extraordinaria imagen. Tampoco<br />

podría escribir una de sus leyendas<br />

de ultratumba inspirándose en<br />

el extraordinario grupo escultórico<br />

de Joselito “El Gallo” ni escribir<br />

un poema sobre la escultura de<br />

una cantaora llamada Juana Reina.<br />

El último viaje de Gustavo Adolfo<br />

a su ciudad, a la tierra de su infancia,<br />

a la madre de sus sueños, se<br />

produce en mil novecientos trece.<br />

Cuarenta y tres años después de<br />

abandonar la vida. De dejarnos<br />

sus poesías, sus leyendas, sus dibujos….<br />

Regresaba a casa para siempre<br />

de la mano de los escritores<br />

Joaquín y Serafín Álvarez Quintero<br />

y del historiador José Gestoso.<br />

Él y su hermano Valeriano, (pintor)<br />

regresaban al hogar en un día<br />

lluvioso y torrencial. Los cuerpos<br />

de ambos hermanos pasaron la<br />

noche en la Iglesia de San<br />

Vicente antes de recibir sepultura<br />

en el Panteón de los Sevillanos<br />

Ilustres. En una ciudad, en un país<br />

de gobernantes mediocres e ignorantes,<br />

fueron esos dos hermanos,<br />

escritores también, los que recuperaron<br />

sus cuerpo para el descanso<br />

eterno a la sombra de la Giralda.<br />

Gustavo hubiera querido dormir<br />

eternamente a orillas del río,<br />

siguiendo el cauce hasta el Monasterio<br />

de San Jerónimo, en un lecho<br />

bajo los álamos, sepultado por una<br />

lápida de mármol blanco y una<br />

cruz mirando hasta el cielo. <strong>No</strong><br />

fue a orillas del río donde descansa<br />

junto a su hermano, ni tampoco<br />

en el camposanto en el Cementerio<br />

de San Fernando sino en el<br />

panteón de la Universidad.<br />

Carmen Torronteras de la Cuadra.

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