Fueron otorgados los Los galardonados son

Ser, si existen miles de ejemplos individuales y colectivos en donde la mezquindad, el egoísmo y el odio se hacen
presentes? Estas preguntas no invalidan la afirmación anterior, aunque parecieran hacerlo. Si hemos nacido,
independientemente de cuál fue el motivo por el cual nos concibieron, lo hemos hecho por Amor. Por un Amor
mutuo, profesado por nuestros padres al concebirnos. O por el Amor de nuestra madre que, a pesar de las
circunstancias en las que pudiera haberse visto envuelta, decidió traernos a la Vida a pesar de todo. En cualquiera
de los casos, fue el Amor el que decidió que viviéramos. Si de él venimos, resulta entonces natural que hacia él
debemos dirigirnos para poder comprender el sentido mismo de nuestra existencia. Y el camino más directo
(aunque no el más corto ni el más sencillo) es aquél que nos conduce hacia nuestra propia esencia.
Encuentro aquí una de las tesis más importantes de todas las reflexiones que hemos hecho: nacimos como
consecuencia de un acto de Amor, y es ese Amor el que justifica nuestra existencia. En consecuencia, podemos
afirmar que el Amor es inherente a nuestra esencia, y que mayor comprensión tendremos de lo que somos en la
medida en que decidamos ir a su encuentro. Es por Amor que debemos amarnos, comprendernos y aceptarnos. Pero
es también por ese mismo Amor que debemos hacerlo con el resto de las personas. Porque en la medida en la que
las ame y me ame, más cerca estaré de entender mi origen y el sentido de mi existencia. Y la búsqueda del Amor
también nos llevará al encuentro de otros absolutos como el Bien, la Verdad, la Felicidad o la Belleza. Por eso, la
opción por el Amor tiene un doble beneficio: permite encontrarnos no sólo con lo que somos, sino que también
conduce al encuentro con otros valores y virtudes deseables para nuestra Vida.