ORQUESTA SINFÓNICA

OSCYL: PRESENTE Y FUTURO [ 51 ]
podemos constituir un activo atractivo e importante para la compleción de
un buen modelo de educación. Sin embargo, estamos muy lejos aún de percibirnos
como un activo imprescindible para el sector educativo. Y no debemos
olvidar que la música y la enseñanza de la música en España
constituyen un déficit histórico que no deberíamos permitir que siga creciendo.
Ni tampoco olvidar que el futuro siempre hunde sus raíces en el
presente.
Por eso es necesario, imperativo, lograr ese pacto entre las políticas educativas
y políticas culturales. Un pacto a medio/largo plazo que equipare la
música con asignaturas como las matemáticas, la lengua o las ciencias sociales.
La música –es un hecho probado– es una herramienta valiosísima en el
desarrollo de las personas. Es evidente que los planes educativos y la difusión
y promoción cultural deben perseguir la idea del progreso social y
humano. Y la música, sin duda, ha de contribuir a ello y a lograr la excelencia
en los proyectos educativos, sin dejar de dar respuestas a preguntas clave
como el qué, el porqué, y el cómo. Esta última planteada desde la vivencia
y la participación directa.
Interpretando la
Sinfonía 13 de
Shostakovich