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Carlos Ivan Castillo Herrera
Con olor a Juncia
La quema de un cohete me
puso en alerta, acomodé la cámara,
me vestí como pude y
salí a toda prisa. Al llegar a la
plazuela del barrio, los carros
alegóricos desfilaban por la calle
principal llamando la atención
por esos detalles bien
elaborados.
Seguí mi camino, observé, casas
adornadas, palmas, flores
de papel, festones, cadenas (
también muchos vecinos apresurados,
de seguro la prisa era
por ajustar sus trajes)
Los muchachos presumian sus
máscaras,
muy espántosas, ¡Vaya que
asustarián a más de uno!
Siempre me dio alegría ver,
la participación de niños y de
niñas, pues sus rostros contagian
ese fervor, esa algarabía,
la misma que me pone los pelos
de punta cuando escucho
a la marimba tocar piezas de
antaño, esas que mis abuelos
disfrutaron y bailaron.
Algo me dice el olor de la juncia:
¡el barrio está de fiesta y
hoy es el anuncio de su celebración!
Todos participan y se involucran
para recorrer las calles del
pueblo, llenando de asombro
a todas las personas que se encuentran
en su camino.
¡ Ahora las campanas repican
al vuelo ! Y todos se sorprenden
Repican con tal fuerza porque
el santo ya fué colocado en su
carro alegórico, con muchas
flores naturales, parece un jardín.
La banda de viento toca una
“ Diana “ después de que una
vecina grita eufórica: “ Viva
San.... “ .
Toda la gente está emocionada;
se queman cohetes y estallan
en esté tan peculiar cielo
azul coleto; formando nubes
blancas de humo que por un
momento desaparecen entre
el montón de papelitos de colores
que le lanzan a su Santo
Patrón.
El carro alegórico principal ya
se mueve y el anuncio comienza,
la banda toca una canción
cumbianchera, el baile de los
disfrazados me atrae y me
acerco a ellos para comenzar
porfin a tomar mis fotografías.
Bellas, muy bellas son las tradiciones y fiestas en mi San Cristóbal de las Casas