El libro en su mundo Solange Rodríguez Pappe Se ha repetido mucho que Ecuador es un país con una marcada tradición que lo ubica dentro de la literatura realista. Desde los inicios de la época republicana, autores como Juan Montalvo, por ejemplo, o Juan León Mera, por señalar otro, han sido padres fundacionales de una nación obsesionada por la construcción de una identidad que no permitiera alienación alguna. Las primeras obras de Ecuador se escribieron, entonces, teniendo en cuenta los parámetros de la moral, la religión, el cuestionamiento insistentes por quienes somos y la denuncia social. Pero muy pocos saben que Juan Montalvo, en 1858, fue el pionero de la literatura fantástica latinoamericana con el cuento Gaspar Boldín, relato donde aparecen elementos de los cuentos de sobrenaturales del siglo XIX: vampiros, ruinas y revelaciones espeluznantes. También se conoce escasamente al personaje del doctor Moscorrofio, creado por Juan León Mera, quien era un delirante médico que se encargaba de hacer los inventos, operaciones y trasplantes más increíbles, volviéndose, tal vez, uno de los primeros escritores de Ecuador en incursionar en el tema de la ciencia ficción, buscando parodiar el boom tecnológico que existía en Europa. En otras palabras, es conocido ampliamente que en nuestro país existe una línea apegada a la reproducción de lo cotidiano, muy preocupada por denunciar, señalar y exhortar la desigualdad, pero también ha existido una tradición fantástica que ha empezado a finales del XIX , solamente que se ha mantenido durante muchos años a la sombra del canon y de los libros tradicionalísimos seleccionados por los programas de educación donde únicamente se elige repetir la lección aprendida por nuestros padres y abuelos: Ecuador es un país donde parecería no haber espacio para la imaginación. Un taller de la imaginación es importante justamente porque existe toda una línea de creación que involucra lo fantástico y la ciencia ficción, que es desconocida en nuestro territorio. Se piensa que lo que se escribe en este país y se ha escrito, en cuanto a la literatura, está mayoritariamente apegado a la realidad y eso no es exactamente cierto. La idea del taller es revisar a partir de propuestas temáticas relacionadas con el terror, lo sobrenatural, los monstruos,... cómo ese tipo de historias que solemos asociar con escrituras “extranjeras” (de extrañas), también se han dado en producciones de nuestro país a lo largo de los siglos XIX, XX y XXI. 18
ESCOMBROS DE HUMO Luis Aguilar Monsalve LA FIERECILLA DOMADA William Shakespeare