REVISTA xxx

NDO
TUTA
nada sirvió, mientras los minutos
corrían y la noche se hacía cada
vez más oscura un muchacho que
estaba parado junto a un poste
esperando la buseta se me quedo
viendo muy extraño a tal punto de
que no lograba disimular, así que
yo trataba de evitar tener contacto
visual no quería que pensara
que me interesaba o algo parecido
pues su mirada me intimidaba
y sentía que me desnudaba; sin
querer, en un momento nuestras
miradas coincidieron y el movio su
cabeza verticalmente varias veces
como convidándome a algún lugar,
talvez pensó que por ser mujer
y estar en una esquina ya era una
prostituta; al ver que hice caso omiso
a su llamado se fue caminando
supongo que fue tan incomodo
para él como para mí, no sé si la
gente pensaba que era prostituta
por el hecho de estar parada en
una esquina de la paz o porque me
encontraba sola a esas horas de la
noche, nunca lo sabré pero tampoco
tengo prisa en averiguarlo.
Después de este bochornoso momento
me dirigí a una muchacha
para preguntarle la hora pues solo
quería irme de aquel lugar no quería
que se repitiera la misma situación,
además el frio tan penetrante
en aquel lugar que me hacía sentir
que los huesos se me cristalizaban;
la muchacha al responderme me
dijo que eran las seis y veinte minutos
vi que era las y veinte pero
sentía como si hubiera pasado
una eternidad, mis compañeros al
poco rato llegaron en un taxi me
recogieron y nos dirigimos al bar
llamado Las Dhalias, un sitio de
dos plantas aunque la segunda,
sin terminar de paredes rojas. En
la puerta se encontraba un señor
decente de una estatura de 1.80
quien era el portero y vigilante del
lugar él ya nos distinguía pues ya
habíamos ido antes así que seguimos
con confianza por un corredor;
al entrar al sitio lo primero que
se nota es el olor a Sanpic demasiado
fuerte seguido de unos lockers
donde cada muchacha guarda sus
cosas personales como condones
y cigarrillos, por ser tan temprano
habían tantas mujeres en el lugar
así uno de mis compañeros se
dirigió a hablar con la administradora
del lugar, una mujer de baja
estatura de unos 40 años y algo
seria, ella nos dió el permiso para
poder hablar con las chicas y de
pactar citas con algunas de ellas.
Después de varios intentos fallidos
logramos encontrar a la muchacha
quien sería nuestra entrevistada,
una muchacha de aspecto jovial,
de baja estatura y piel blanca muy
carismática pero a la vez reservada
se hacía llamar Aura así que con
ella pactamos la cita para realizar
la entrevista y el foto reportaje al
final la ley de atracción funcionó.
“PensÓ que por
ser
mujer y estar en
una esquina ya
era una
prostituta”
REVISTA: CORAZÓN AL DESNUDO
19