REVISTA xxx

diez mil pesos. Juliana aclaró que sólo
tiene relaciones sexuales con hombres y
aunque hay clientes que pagan por hacer
tríos, nunca ha tenido sexo con mujeres.
Su cabello era castaño y tenía rayitos
de color dorado, era largo y liso; por su
maquillaje y su presentación personal me
di cuenta que era una mujer bastante
vanidosa, le pregunté si alguna vez en su
trabajo la habían maltratado físicamente
y me dijo que por fortuna no se había
encontrado con ningún cliente violento
y nunca había pasado por esa situación
auque muchas de sus compañeras sí.
Me hablaba de hombres que visitaban
los bares y les daban dinero por bailar
con ellos o por la simple compañía,
para ella son clientes que despilfarran la
plata y en el bar los apodan “Marranos”
Sabía que a las trabajadoras sexuales les
hacían exámenes para verificar que se
encontraran en condiciones saludables
para ejercer su labor sin hacerle daño a
ningún cliente, procedí a preguntarle a
cerca de éstos y sin ningún problema me
dijo que cada trabajadora era responsable
de realizárselos y se los hacía cada mes,
eran cuatro: sífilis, VIH, de garganta y de
sangre, hizo énfasis en la importancia
que tenían ya que sin ellos no podían
trabajar. Después de explicarme todo
a cerca de los exámenes médicos
Juliana tuvo que interrumpir nuestra
conversación por una llamada de su
mamá, se demoró aproximadamente 10
minutos y volvió a entrar en la habitación.
Le pregunté por su hospedaje y me
comentó que en éste bar le permitían
quedarse sin cobrarle ningún tipo de
arriendo a no ser de que estuviera con
algún cliente, ella solamente se pagaba
la alimentación; quise saber de sus
sueños antes de entrar en el mundo de
la prostitución y me dijo que su mayor
sueño ya lo había cumplido pero no le
había dado los resultados que esperaba,
ella deseaba estudiar mercadeo de
ventas con la esperanza de ser una gran
profesional, pero al ejercer la profesión
se cansó de que controlaran su tiempo
y no le remuneraran económicamente
su trabajo; su sueño se convirtió en el
motivo por el cual entró a la prostitución.
Finalmente tuve en cuenta a las mujeres
que piensan en vender sus cuerpos
como única salida para sus problemas
económicos y le pedí a Juliana que enviara
un mensaje a aquellas que quieren entrar
en el mundo de la prostitución a lo que
respondió “Hay otras alternativas de vida
aparte de la prostitución, no es el mejor
camino; una de un mínimo si puede vivir
y al tomar la decisión de entrar en este
mundo toman el riesgo de quedarse en
él ya que es un vicio muy difícil de dejar
debido a la ambición que despierta en
cada trabajadora sexual. Hay cosas que el
dinero no puede comprar como la familia
y el tiempo, la prostitución las aleja de
sus seres queridos y como en mi caso les
toca dejar sus ciudades por miedo a ser
señaladas o al rechazo, así que escojan
carreras profesionales y salgan adelante
“Los labios rojos de
Juliana contaban su
historia mientras su
mente recordaba las
experiencias que había
tenido”
a través de ellas, no les aconsejo que
caigan en el mundo de la prostitución ya
que no es FÁCIL como muchos dicen”.
Agradecí a Juliana por su tiempo, por
su testimonio y por su colaboración, se
despidió muy amablemente haciéndome
saber que si necesitaba preguntar
algo más relacionado con su trabajo la
buscara, me acompañó hasta la entrada
del bar donde me esperaban mis
compañeros quienes también buscaban
material para la investigación, salí muy
feliz por el resultado de la entrevista
pero también pensativa ya que la labor
ejercida por las trabajadoras sexuales es
difícil para ellas, personalmente admiro
a éstas mujeres ya que a pesar de todos
los obstáculos y dificultades que se les
presentan en su labor logran seguir y no
se rinden a pesar de sus adversidades,
pues antes que prostitutas son mujeres.
REVISTA: CORAZÓN AL DESNUDO
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