Revista-final

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ESCENARIOS DE LA CALLE
que al inicio le dio un poco de
miedo practicar, pero que
“gracias a Dios” nunca ha tenido
un fuerte accidente, aparte
de realizar esta actividad, Guillermo
cursa el primer año de
Derecho en la Universidad de El
Salvador.
Los artistas urbanos hacen
de las calles, autobuses y
avenidas, sus escenarios, ellos
no necesitan mucho recurso
para cautivar la atención de los
transeúntes, sus presentaciones
inigualables le ponen un color
distinto al gris que estamos
acostumbrados a ver de las estructuras
o construcciones urbanas.
El sonido de los corvos
afilados y un joven haciendo
malabares con ellos es lo que
entretiene a los automovilistas
que transitan una mañana de
mayo en los alrededores del
colegio García Flamenco, de
estatura baja, piel morena y un
chaleco negro con el que caracteriza
su personalidad, Guillermo
espera ganarse un par de
monedas en cada cambio de luz
del semáforo.
Después de su presentación
“memo”
como socialmente
conocen a este
artista, ha logrado
reunir
más de $1.25
de la colaboración
que le
dieron los automovilistas,
a él lo
acompaña su amigo
“cerebro” un joven delgado de
tez trigueña y de estatura que
no sobre pasa el metro setenta,
quien también hace malabares,
a comparación de memo, Josué
Rivera, el verdadero nombre de
“cerebro”, hace sus acrobacias
con el yoyo chino.
Ambos artistas dicen sentirse
felices con el tipo de arte
que practican, “memo” lleva
alrededor de 7 años realizando
malabares con corvos, comenta
“Son las 8 de la mañana
aún, un par de monedas
acompañan mi bolsillo,
con mucha hambre y sin
desayunar (…)“.
Josué con voz tímida y
una mirada triste, opina que
muchas veces las personas tienen
al artista urbano de menos
por su apariencia, piensan que
son personas “vagas” que no
hacen más que eso, y si bien es
cierto es una forma con la que
logran conseguir dinero y suplir
algunas necesidades, también
es una fuente de empleo, “la
mayoría de artistas urbanos
hacen estas actividades
por convicción
y gusto
personal, nadie
va a hacer
su trabajo
si no les
gusta”.
Godofredo Aguillón,
sociólogo de la
Universidad de El Salvador,
opina que el arte llena de expresiones
simbólicas y expresivas
la cultura de una sociedad,
dándole rasgos propios de una
identidad. En ese sentido, el
especialista en antropología,
Carlos Lara, afirma que más
que llenarla de identidad, el arte
ha servido como una forma
de expresión a través de las
funciones de cada una de las
épocas y civilizaciones humanas.