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LASOCI
Ágora
Arte
La creatividad en
los años oscuros
En la España de Franco, el arte de vanguardia era
considerado pura instrumentación y poco más
lluís
utrilla
Tendemos a pensar que las
artes visuales tal como las
vemos hoy comenzaron con
la Transición, que se inicia
en 1975 con la muerte del
dictador, y ello no es exactamente
así. Terminada la guerra y pasados unos años muy
difíciles en todos los ámbitos de la cultura, poco a poco nacieron
diferentes movimientos, galerías, equipos e individualidades
que conformaron un panorama bastante exitoso
con relación al resto de vanguardias europeas.
En España, los artistas se reflejaban en las grandes figuras
del arte de los años treinta que bien en el exilio o en el
propio país continuaban el arte con la admiración y el respeto,
por lo menos, de la crítica y los historiadores del arte
de todo el mundo.
Teníamos museos y galerías, salas de exposiciones públicas
y privadas, y, a la vez, artistas que cultivaban la abstracción
y el realismo. Se puede ver la instrumentación que el
Gobierno español hacía de las artes plásticas por la selección
de artistas que invitaba a participar en el Pabellón español
en la Bienal de Venecia... Y éste es sólo un ejemplo.
Cuando en 1954 Franco inauguró la Exposición Iberoamericana
en Barcelona, cuenta la anécdota que, mientras
el dictador contemplaba algunos de los grandes cuadros abstractos,
sonrió y dijo: “Si estos artistas tienen que hacer la revolución,
puedo estar tranquilo”...
Éste era el respeto que los gobiernos de la época tenían por
el arte de vanguardia, pura instrumentación y poca cosa más.
que nos permite una cierta autonomía
a las diferentes regiones
y países del Estado español.
La autonomía permite trabajar
en diferentes campos de la
política de una manera autónoma
y al mismo tiempo un
cierto poder de autonomía financiera.
Un paso adelante
El poder económico de las autonomías
nunca superó en el
campo de la cultura el 1% del
presupuesto de cada comunidad
y, a pesar de ello, con la ayuda
puntual del Gobierno central, las ayudas europeas y las
colaboraciones de entidades y empresas en estos años se
han abierto muchos museos y también grandes proyectos
expositivos.
Muchos de los proyectos han significado un paso adelante
para el mundo del arte en nuestro país. Proyectos que, en
la mayoría de los casos, han tenido un final feliz y que, sobre
todo, han sido útiles para los ciudadanos, que los hemos podido
disfrutar.
Buen balance
A pesar de todo, hay que tener en cuenta que en la Transición
iniciada en 1975, se tuvo que trabajar mucho, improvisar,
redactar una Constitución y crear muchas infraestructuras
de todo tipo, no solamente culturales, y utilizar tangencialmente
los beneficios resultantes de la creación de un
país democrático.
En cualquier caso, el resultado es que en España existen
espléndidas exposiciones y muestras. Los grandes museos
que ya teníamos, han seguido con su trabajo serio y muchas
exposiciones de carácter internacional de producción española
han viajado por todo el mundo siendo muy bien valoradas,
igual como lo son los muchos profesionales que dirigen
las instituciones culturales españolas y que son reclamados
en todo el mundo.
Barcelona y Madrid
En aquellos años oscuros, surgieron grupos como Dau al Set
en Barcelona o El Paso en Madrid, el Museo de Arte Abstracto,
que Zobel instaló en las Casas Colgantes de Cuenca, galerías
de arte que apostaban por las vanguardias, alguna exposición
temática importante y siempre el trabajo de Joan Miró,
Salvador Dalí y Picasso. Poco a poco se creyó que apostar por
la cultura visual, la pintura, la escultura y el cine nos permitía
competir con las otras vanguardias extranjeras. Se empezaron
proyectos arquitectónicos que se convertían en estructuras
culturales, y se transformaban antiguos y polvorientos
museos en decentes y útiles equipamientos culturales.
Muerto el dictador, se inicia la Transición, se legalizan
los partidos políticos y se redacta una nueva Constitución
‘Mujer de noche’, Joan Miró (1970).
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Revista de la associació del personal de ”la caixa”