Boletin 3 - 2017

Córdoba
de Dios manifestado en la humanidad y en el proceder misericordioso
de Jesucristo a favor de los hombres. Los ojos y el
corazón de Ana María contemplan este misterio en su prolongación
histórica: la humanidad concreta, palpable y real
de aquellas personas a las que ella entrega por competo su
vida” (CEM 1.1 C).
Diversos son los destinatarios de nuestra misión. Sin embrago,
el Señor se manifiesta a través de cada uno haciéndonos
palpar que el ser humano está sediento de un AMOR eterno
y que su sed de Dios se expresa en esa búsqueda constante
que el hombre realiza. Nada más oportuno que las palabras
de San Agustín cuando dice: “Nos hiciste Señor para Ti y
nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en Ti”
Esta búsqueda de Dios queremos hacerla juntas como Comunidad
y el compartir la misión nos ayuda a seguir discerniendo
y pensando cómo podemos responder mejor a las necesidades
actuales desde la riqueza de nuestro carisma.
Muchas veces nos preguntamos qué más…Nos cuesta estar
en contacto con el dolor y la soledad de la gente que se acerca
a pedir, de la gente de la calle, de tantos ancianos o de los
hombres de Casa Félix que por diversas situaciones están
alejados de sus familias y se sienten “indignos” de ser ama-