Somos Davilla 123

LADO B
LADO B
Davoice
¡El ritmo corre por sus venas!
En esta oportunidad, fuimos en busca de las mejores voces de nuestra Clínica, y ¡los resultados fueron fantásticos!
A pesar de la timidez y de que ninguna se dedica profesionalmente a la música, nuestras colaboradoras Pilar Contreras,
enfermera supervisora de Centro Médico, Tatiana Vargas, asistente administrativo de Centro Médico y Roxana Riveros,
auxiliar de Hotelería, sorprendieron en nuestro concurso Davoice, con sus hermosas voces y su gran afición por el canto.
Pilar Contreras - enfermera supervisora de Centro Médico
Su amor está dividido entre la enfermería y la
música, dedica a ambas pasiones el mismo
profesionalismo, cariño y entrega. Pilar
asegura que desde que tiene memoria, la
música es parte de su vida y a pesar de
su constante lucha contra la timidez, no
puede dejar el canto, pues confiesa que
está incorporado en sus venas. Por eso,
participó en nuestro concurso “Davoice”
interpretando “Eres todo para mí”, de Ana
Gabriel.
Para todos fue una sorpresa cuando escucharon la hermosa voz de
nuestra enfermera, la que estuvo escondida muchas veces en los rincones
de nuestra Clínica, su casa y su auto. Estos tres lugares se han convertido
en los favoritos de Pilar para cantar y liberar su escondida personalidad
y adorable voz.
Su pasión por el canto comenzó en el colegio, cuando cursaba octavo
básico. Fue en ese entonces cuando decidió, junto a un grupo de
compañeros, armar una banda musical que llamaron “Señal”, donde Pilar
cumplía el rol de vocalista y compositora.
El joven conjunto musical perduró hasta el fin de su enseñanza media,
“producto de las prioridades profesionales, el tiempo y la distancia de los
integrantes del grupo, éste finalmente se disolvió”, comenta Pilar.
En el año 2009, Pilar se vino a vivir a Santiago para desempeñar su
profesión de enfermera en nuestra Clínica. Señala que a pesar de todo lo
que implica este trabajo, jamás descuidó su don de cantar, incluso quiso
perfeccionarse y tomó clases de canto para aprender a impostar su voz y
prevenir daños en sus cuerdas vocales.
El mismo año que llegó a nuestra Clínica, a dos meses de su incorporación,
Pilar participó de nuestro Concurso de Talentos Dávila´s Idol. Recuerda
que estaba muy nerviosa y que jamás imaginó que el concurso sería de
esa envergadura.
Pilar cuenta que tenía sentimientos encontrados. Por un lado estaba
muy contenta de participar, pero dice los nervios le comían la voz. “Me
apasionaba lo que estaba haciendo, pero no sabía la importancia del
concurso, teniendo como jurado a Patricia Maldonado y Leandro Martínez,
y Leo Caprile como animador del evento. Creo que para mi equipo fue una
gran sorpresa que yo cantara y me atreviera a participar, realmente fue una
entretenida y linda experiencia”, cuenta nuestra enfermera.
Asegura que la mejor medicina es la música, ya que entrega alegría y
ayuda a buscar respuestas a las cosas cotidianas que nos pasan en la vida,
“los invito a cantar y a encontrar el gustito que tiene la música”, dice Pilar.
Tatiana Vargas - asistente administrativo de Centro Médico
La música en inglés también es parte de nuestra
Clínica. Tatiana confiesa que esta gran pasión
la lleva desde muy pequeña, pues su madre
siempre le inculcó el amor e interés por
ambas cosas.
“Solo participé en “Davoice”, porque
era un concurso interno, si no me moría
de vergüenza. Desde muy pequeña que
escucho Evanescence, por lo que decidí cantar
“My Inmortal”.
Tatiana cuenta que la música forma parte de su vida y que siempre será
parte de cada proceso, “me acompaña cuando estoy feliz o triste. Sin duda,
forma parte de todos mis estados anímicos”, cuenta.
Desde muy pequeña soñó con ejercer estas dos carreras, recuerda que le
encantaba jugar a la secretaría con sus amigos y familiares. Pero su don
de cantar lamentablemente lo mantuvo oculto tras su timidez, la que
afirma que la persigue hasta el día de hoy.
El canto sigue siendo parte de la vida de Tatiana, de una forma más
oculta, pero siempre presente en su día a día. Risueña, revela que su lugar
favorito para cantar es la ducha, pues ahí puede relajarse, olvidar la letra
de una canción, improvisar o incluso desafinar si así lo desea.
“Me gusta mucho estudiar la música, busco tutoriales que me ayuden
a encontrar los tonos que me cuestan más, aprender nuevas canciones y
descubrir programas nuevos que aporten a todo esto”, añade.
Tatiana, se refiere a la música como algo muy positivo en su vida.
Recuerda una divertida anécdota que le ocurrió para su cumpleaños nº
15, donde su familia le organizó una fiesta sorpresa en un bar karaoke: “yo
me había operado de la vista hace muy poco, por lo que recién me estaba
acostumbrando a ver todo mejor. Comenzó el karaoke y me encontraba
arriba del escenario sin saber la letra de la canción, todos me gritaban que
leyera el proyector, pero como era” piti” y no alcanzaba a ver nada, solo
atiné a tararear y cambiar la letra. Sentía que todas las miradas estaban en
mí, fueron momentos eternos”, confiesa Tatiana entre risas.
Roxana Riveros - auxiliar de Hotelería
Hace más de un año que Roxana llena de alegría los pasillos del Edificio
B, pues sus compañeras del lado norte y sur de nuestra Clínica, día a día
le manifiestan que su entusiasmo, positivismo y amor por la música, son
parte de su esencia.
Risueña, Roxana cuenta que no puede trabajar sin sus audífonos, porque
un día sin música es un día perdido, “cuando canto me embarco... y no
hay nadie que me saque de ahí. Muchas veces me olvido del mundo y del
volumen de mi voz. He pasado momentos muy vergonzosos por eso”.
Confiesa también que a los 15 años descubrió que tenía talento para la
música. Recuerda que su madre tomaba clases particulares de guitarra en
el living de su casa, pues fue ahí donde Roxana despertó su interés por
este lado artístico.
“Tengo buen oído para la música. Recuerdo
que me escondía a mirar un ratito de cada
clase, y en la noche cuando nadie me veía,
agarraba la guitarra y me ponía a practicar
lo que había visto en la tarde”, cuenta.
Toda su vida ha estado ligada a la
música. Le apasiona cantar y tocar
instrumentos como la guitarra y el banjo.
Participó en todos los concursos de canto
que el colegio realizó.
Años después participó en el coro de la Catedral Evangélica de Santiago,
donde aprendió muchas técnicas vocales y a tocar banjo.
A pesar de su gran desplante, confiesa que le daba mucha vergüenza
enviar su audio para participar en esta sección de la revista. Cuenta que
las compañeras de su piso le decían que lo enviara, que cantaba muy bien
y que no tenía nada que perder.
Se ríe al recordar que, “necesitaba imprimir una tarea para el colegio de mi
hijo, yo no tenía impresora, por lo que le pedí a una compañera del piso. Me
dijo que encantada me ayudaba, pero a cambio, tenía que cantarle por un
audio de WhatsApp y que con eso se daba por pagada”.
Asegura que se sintió muy sorprendida al ser contactada por nuestra
Clínica, y enterarse que era una de las ganadoras del concurso “Davoice”,
al interpretar la canción “Y llegaste tú” de Marysol Muguerza.
“Yo no entendía nada. Después analicé la situación y descubrí que mis
compañeras de piso se coludieron y enviaron el audio que les mandé por
WhatsApp. Y aquí estoy ahora, contando mi linda experiencia con la música
y la vida”, finaliza Roxana.
¡La vida
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