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Revista Papel Blanco - Páginas para la paz - Tercera Edición 2017

A diario oímos hablar, en Colombia y en el mundo, del PAPEL de los actores en los diferentes conflictos - palabra que, por repetida, termina por decir poco-, actores que somos todos. El llamado, entonces, está ahí y nos invita a pasar de la retórica a la acción, un llamado a tomar un lugar activo como actores no violentos y como agentes de transformación social, es decir, blanco. Ése es el papel de la Iglesia Católica, de FICONPAZ y el de cientos de líderes que formamos, acompañamos y animamos para que sean constructores de nuevas realidades: El Papel Blanco que es la metáfora de todos los colores unidos. Compartimos la tercera edición de nuestra revista institucional Papel Blanco – Páginas para la Paz, en la que hacemos un recorrido por las experiencias de construcción de paz y reconciliación que hemos impulsado en varias regiones de Colombia y en otros países. También hacemos eco de las voces de quienes, desde los diferentes procesos que hemos impulsado, son testimonio de construcción de paz en sus territorios. Agradecemos al Proyecto FortaleSCiendo por el apoyo brindado para la publicación de esta esta edición.

A diario oímos hablar, en Colombia y en el mundo, del PAPEL de los actores en los diferentes conflictos - palabra que, por repetida, termina por decir poco-, actores que somos todos. El llamado, entonces, está ahí y nos invita a pasar de la retórica a la acción, un llamado a tomar un lugar activo como actores no violentos y como agentes de transformación social, es decir, blanco.

Ése es el papel de la Iglesia Católica, de FICONPAZ y el de cientos de líderes que formamos, acompañamos y animamos para que sean constructores de nuevas realidades: El Papel Blanco que es la metáfora de todos los colores unidos.

Compartimos la tercera edición de nuestra revista institucional Papel Blanco – Páginas para la Paz, en la que hacemos un recorrido por las experiencias de construcción de paz y reconciliación que hemos impulsado en varias regiones de Colombia y en otros países. También hacemos eco de las voces de quienes, desde los diferentes procesos que hemos impulsado, son testimonio de construcción de paz en sus territorios.
Agradecemos al Proyecto FortaleSCiendo por el apoyo brindado para la publicación de esta esta edición.

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2


EDITORIAL<br />

A lo <strong>la</strong>rgo de 20 años, FICONPAZ ha desarrol<strong>la</strong>do<br />

una línea de formación y acompañamiento que<br />

promueve una pedagogía <strong>para</strong> hacer de <strong>la</strong> <strong>paz</strong> una<br />

vivencia personal que se proyecte en los demás.<br />

Han sido dos décadas en <strong>la</strong>s que hemos aportado<br />

a <strong>la</strong> consolidación de experiencias locales de<br />

transformación social con <strong>la</strong> muy valiosa acogida<br />

de líderes parroquiales y comunitarios que nutren<br />

de esperanza <strong>la</strong> misión de una Iglesia comprometida<br />

con <strong>la</strong> fraternidad. También nos acompañan jóvenes<br />

soñadores que construyen espacios diversos <strong>para</strong><br />

celebrar <strong>la</strong> vida, niños y niñas que dibujan con<br />

sonrisas los colores de <strong>la</strong> unidad e instituciones y<br />

grupos que con su presencia solidaria y amorosa<br />

hacen de <strong>la</strong> común - unidad el lugar <strong>para</strong> todos.<br />

Tantos y tantos rincones de una patria donde<br />

hemos aprendido que en medio de <strong>la</strong> guerra, <strong>la</strong> fe<br />

estuvo viva y habita en los corazones de quienes<br />

con esfuerzo y compromiso acogieron el l<strong>la</strong>mado a<br />

ser fuente de esperanza.<br />

Sembradores de Paz, Jóvenes Animadores con<br />

una Fe Transformadora – JAFET y Constructores<br />

de Paz son algunos de los procesos que hemos<br />

desarrol<strong>la</strong>do <strong>para</strong> promover una Pastoral <strong>para</strong> <strong>la</strong><br />

Paz en c<strong>la</strong>ve de derechos humanos, transformación<br />

de conflictos e impulso de p<strong>la</strong>taformas sociales<br />

que forjan espacios de participación ciudadana y<br />

transformación social.<br />

Constructores<br />

de una nueva historia<br />

Nuestros aportes y experiencias pedagógicas<br />

también han sido portadores de esperanza en tierras<br />

ajenas que, al igual que en Colombia, construyen<br />

alternativas <strong>para</strong> enfrentar <strong>la</strong> violencia. Animadores<br />

de México, Haití, Honduras y Ecuador siembran en<br />

sus países semil<strong>la</strong>s de un fruto que nos es común a<br />

todos: <strong>la</strong> vida.<br />

El fin del conflicto armado interno y el trabajo común<br />

por un país reconciliado son ahora los escenarios en<br />

los que se p<strong>la</strong>ntean los nuevos retos pedagógicos<br />

de FICONPAZ y lo asumimos como <strong>la</strong> oportunidad<br />

<strong>para</strong> escribir una nueva historia <strong>para</strong> cada uno<br />

de los colombianos, en <strong>la</strong> que <strong>la</strong> guerra no tenga<br />

cabida y donde <strong>la</strong> apuesta sea <strong>la</strong> construcción<br />

fraterna de proyectos <strong>para</strong> abonar un futuro entre<br />

todos y <strong>para</strong> todos, cuidando <strong>la</strong> vida en todas sus<br />

manifestaciones.<br />

Como constructores de una nueva historia,<br />

acogemos <strong>la</strong> invitación que nos hace el Papa<br />

Francisco en <strong>la</strong> celebración de <strong>la</strong> 50 Jornada Mundial<br />

de <strong>la</strong> Paz: “Comprometámonos con nuestra oración<br />

y acción a ser personas que aparten de su corazón,<br />

de sus pa<strong>la</strong>bras y de sus gestos <strong>la</strong> violencia, y a<br />

construir comunidades no violentas, que cuiden de<br />

<strong>la</strong> casa común. Nada es imposible si nos dirigimos<br />

a Dios con nuestra oración. Todos podemos ser<br />

artesanos de <strong>la</strong> <strong>paz</strong>.”<br />

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C o n t e n i d o<br />

3<br />

6<br />

8<br />

11<br />

16<br />

18<br />

23<br />

Retos de animar una Pastoral <strong>para</strong> <strong>la</strong><br />

Paz en el contexto del posacuerdo<br />

FICONPAZ al tablero<br />

Creer y crear <strong>para</strong> construir una nueva<br />

historia<br />

En <strong>la</strong> mira de <strong>la</strong> <strong>paz</strong><br />

Constructores de <strong>paz</strong> y reconciliación<br />

Dejando huel<strong>la</strong><br />

El suelo bajo nuestros pies<br />

PAPEL BLANCO - <strong>Páginas</strong> <strong>para</strong> <strong>la</strong> Paz. <strong>Revista</strong> de <strong>la</strong> Fundación Instituto<br />

<strong>para</strong> <strong>la</strong> Construcción de <strong>la</strong> Paz - FICONPAZ • <strong>Edición</strong> No 3 • Septiembre de<br />

<strong>2017</strong> • DIRECTOR Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria • DIRECCIÓN EDITORIAL<br />

Departamento de Comunicaciones de FICONPAZ • REDACCIÓN David Rico y<br />

Carlos Henao G. • COLABORADORES Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria, Rosa Inés<br />

Floriano Carrera, Hernán Restrepo Mesa, Juan Mosquera Restrepo FOTOGRAFÍAS<br />

Archivo FICONPAZ • DIAGRAMACIÓN, DISEÑO E ILUSTRACIONES Andrés Caro<br />

Lagos - Mega Estudio • COMITÉ EDITORIAL Xiomara Hernández , David Rico y<br />

Carlos Henao G. • INFORMACIÓN Internet http://www.ficon<strong>paz</strong>.com / Facebook<br />

FICONPAZ • Dirección: Calle 16 C N° 24 A – 43 Sur, Barrio Restrepo, Parroquia<br />

Nuestra Señora de La Valvanera, Bogotá, Colombia – Teléfono: (57 1) 6953542 –<br />

Móvil (57) 3142933751 • Esta publicación se realiza con el apoyo del Programa<br />

FortaleSCiendo del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana<br />

• Los textos pueden ser reproducidos citando <strong>la</strong> fuente.<br />

4


Retos de animar una<br />

Pastoral <strong>para</strong> <strong>la</strong> Paz<br />

en el contexto del posacuerdo<br />

Por: Rosa Inés Floriano Carrera<br />

Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana<br />

Construir una <strong>paz</strong> estable y duradera no solo es<br />

el sueño de <strong>la</strong> gran mayoría de los colombianos y<br />

colombianas sino que se hace una tarea necesaria<br />

y cotidiana <strong>para</strong> caminar como nación hacia una<br />

nueva historia. En <strong>la</strong>s siguientes líneas me propongo<br />

p<strong>la</strong>ntear algunos de los retos <strong>para</strong> quienes desde <strong>la</strong><br />

Iglesia Católica en Colombia animamos <strong>la</strong> Pastoral<br />

<strong>para</strong> <strong>la</strong> Paz en <strong>la</strong> actual coyuntura nacional de <strong>la</strong><br />

implementación de los acuerdos.<br />

El agente de <strong>la</strong> Pastoral <strong>para</strong> <strong>la</strong> Paz en <strong>la</strong> Colombia<br />

de hoy debe ser una persona que cree en <strong>la</strong> <strong>paz</strong>,<br />

<strong>la</strong> hace su opción de vida y trabaja por el<strong>la</strong> en el<br />

nombre de Jesús que es el Príncipe de <strong>la</strong> Paz.<br />

Reconoce que no es el protagonista de una causa<br />

meramente humana ni ideológica y se asume como<br />

embajador de <strong>la</strong> reconciliación porque actúa en<br />

nombre de Cristo, llevando mensajes de fraternidad<br />

y recordándonos que compartimos <strong>la</strong> misma<br />

dignidad que nos ha sido heredada del Padre y que<br />

por eso, el destino de nuestras re<strong>la</strong>ciones debe ser<br />

<strong>la</strong> comunión entre nosotros, con <strong>la</strong> casa común y<br />

con Dios.<br />

El anhelo de <strong>la</strong> <strong>paz</strong> se convierte en el horizonte<br />

que nos pone en camino contra <strong>la</strong> corriente<br />

de <strong>la</strong> po<strong>la</strong>rización, del odio, de <strong>la</strong> confrontación<br />

permanente, de <strong>la</strong>s múltiples formas existentes de<br />

violencia que agudizan el escepticismo y <strong>la</strong> falta<br />

de fe en otra sociedad posible. Desde el bautismo,<br />

estamos l<strong>la</strong>mados a caminar con el pueblo de<br />

Dios, como Moisés, hacia <strong>la</strong> tierra prometida, pero<br />

dicho caminar ha de estar lleno de esperanza,<br />

animándonos los unos a los otros y generando<br />

espacios <strong>para</strong> promover y valorar <strong>la</strong>s propuestas<br />

de los niños, niñas, jóvenes, mujeres y hombres<br />

sembradores de <strong>paz</strong> que saben que “no habrá quién<br />

recoja mañana, si no existe quién siembre hoy”.<br />

En esta etapa de posacuerdo, son muchos los<br />

desesperanzados, otros tantos los escépticos e<br />

incrédulos y algunos sencil<strong>la</strong>mente interesados en<br />

que <strong>la</strong> sociedad siga sumergida en el miedo, <strong>para</strong><br />

seguir viviendo y haciendo del binomio violencia –<br />

seguridad, el mejor y más rentable de los negocios.<br />

Hoy, <strong>la</strong> transición de <strong>la</strong>s FARC de ser un grupo<br />

guerrillero a <strong>la</strong> vida política y ciudadana y el proceso<br />

de diálogos del gobierno con el ELN, ocurre en medio<br />

de estos sentimientos, mientras el mundo entero<br />

cifra sus esperanzas en el éxito de estos procesos y<br />

retoma <strong>la</strong>s metodologías empleadas <strong>para</strong> replicar<strong>la</strong>s<br />

en otros conflictos existentes en <strong>la</strong> humanidad.<br />

En medio de ese panorama, un primer reto <strong>para</strong><br />

promover una Pastoral <strong>para</strong> <strong>la</strong> Paz está en reconocer<br />

que a muchos colombianos y colombianas les<br />

resulta difícil imaginarse otra forma de convivencia,<br />

no mediada por <strong>la</strong> fuerza como condición <strong>para</strong><br />

sobrevivir. Esta realidad tiene una raíz histórica que<br />

explica el trasfondo de muchas de <strong>la</strong>s violencias<br />

que se hacen cotidianas en <strong>la</strong> geografía nacional: al<br />

menos el 70 por ciento de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción nació y creció<br />

en un país en guerra, <strong>la</strong> padeció y se acostumbró a<br />

convivir con el<strong>la</strong>.<br />

Los acuerdos no son los ideales, son apenas un<br />

paso significativo y una oportunidad <strong>para</strong> el país,<br />

sin embargo, son sumamente frágiles al estar<br />

atrapados entre intereses económicos y políticos<br />

y bajo <strong>la</strong>s amenazas emergentes en los territorios<br />

que fueron escenarios de <strong>la</strong> guerra.<br />

5


Los colombianos y <strong>la</strong>s colombianas necesitamos<br />

con urgencia soñar colectivamente y trabajar por<br />

<strong>la</strong> sociedad que queremos, y en ese escenario se<br />

p<strong>la</strong>ntea el segundo reto de una Pastoral <strong>para</strong> <strong>la</strong><br />

Paz: reunir, animar y cuidar ese anhelo colectivo,<br />

haciéndolo horizonte y a <strong>la</strong> vez camino porque<br />

desde <strong>la</strong> fe, <strong>la</strong> <strong>paz</strong> es <strong>la</strong> Promesa del Reino y<br />

como bautizados estamos l<strong>la</strong>mados a construir<strong>la</strong>,<br />

convencidos que es un bien común que nos implica<br />

trabajar <strong>para</strong> fortalecer re<strong>la</strong>ciones fraternas y<br />

solidarias y por <strong>la</strong> transformación de <strong>la</strong>s armas en<br />

herramientas de trabajo (Cfr. Isaías 11, 6-9 y 2, 2-5).<br />

La transformación de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones en una<br />

sociedad como <strong>la</strong> nuestra, cuyo tejido social se<br />

encuentra roto y <strong>la</strong>stimado y donde <strong>la</strong> violencia<br />

ha sido aprendida e incorporada en los patrones<br />

re<strong>la</strong>cionales, validada por <strong>la</strong> cultura y asimi<strong>la</strong>da en<br />

los procesos de supervivencia, es otro de los retos<br />

de una Pastoral <strong>para</strong> <strong>la</strong> Paz. Superar esta condición<br />

permitirá establecer capacidades y posibilidades en<br />

<strong>la</strong> base social del país <strong>para</strong> construir una <strong>paz</strong> estable,<br />

soportada por re<strong>la</strong>ciones basadas en <strong>la</strong> confianza<br />

y <strong>la</strong> cooperación, con espacios <strong>para</strong> debatir ideas,<br />

respetando <strong>la</strong> diversidad y fortaleciendo <strong>la</strong>s vías<br />

<strong>para</strong> tramitar y transformar tensiones y conflictos<br />

sin violencia, haciendo posible <strong>la</strong> convivencia<br />

cotidiana aún con el adversario.<br />

Una nueva Colombia requiere que haya colombianos<br />

y colombianas que se re<strong>la</strong>cionen desde <strong>la</strong><br />

fraternidad y <strong>la</strong> esperanza, y esa es desde ya una<br />

tarea cotidiana que nos invita a pasar del discurso<br />

de <strong>la</strong> <strong>paz</strong> a <strong>la</strong> artesanía de <strong>la</strong> <strong>paz</strong> en lo personal y<br />

familiar, en <strong>la</strong>s colectividades y en <strong>la</strong>s comunidades,<br />

estableciendo espacios seguros <strong>para</strong> el diálogo<br />

profundo de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra desarmada y aprender allí a<br />

desmontar todo lo aprendido, a vivir en el día a día<br />

el desaprendizaje de <strong>la</strong> violencia, del odio, del miedo<br />

y de <strong>la</strong> desconfianza, <strong>para</strong> abrir paso al aprendizaje<br />

solidario de <strong>la</strong> convivencia, del sano debate, del<br />

consenso y el disenso respetuoso y sincero que<br />

nos permita pasar de vernos como enemigos a<br />

abrazarnos como hermanos. Allí, en el barrio, en<br />

6


<strong>la</strong> comuna, donde confluyen <strong>la</strong>s víctimas de <strong>la</strong><br />

violencia con los excombatientes que fueran sus<br />

victimarios, allí en forma tan concreta, hoy tenemos<br />

<strong>la</strong> necesidad de transitar de categorías como<br />

víctimas y victimarios a vecinos.<br />

La transformación de <strong>la</strong>s armas en herramientas<br />

de trabajo, es otro reto <strong>para</strong> darle solidez a <strong>la</strong> <strong>paz</strong><br />

y será <strong>la</strong> motivación <strong>para</strong> transformar <strong>la</strong>s causas<br />

estructurales que en su momento sirvieron de<br />

pretexto <strong>para</strong> desencadenar una lucha armada que<br />

se prolongó por más de cinco décadas, sin lograr su<br />

propósito y que solo sirvió <strong>para</strong> agudizar <strong>la</strong>s brechas<br />

de pobreza y desigualdad en el país. Hoy, más que<br />

nunca, está c<strong>la</strong>ro que el bien común debe volver a<br />

<strong>la</strong> centralidad de <strong>la</strong> comprensión del desarrollo. Se<br />

hace urgente revalidar <strong>la</strong>s políticas económicas,<br />

sociales y ambientales <strong>para</strong> hacer posible <strong>la</strong> vida<br />

querida por <strong>la</strong>s comunidades, que cuenten con sus<br />

culturas, su cosmovisión, sus p<strong>la</strong>nes y posibilitar así<br />

que cada territorio se haga viable desde acuerdos<br />

que contemplen el protagonismo de quienes hasta<br />

ahora solo <strong>la</strong>s han padecido en detrimento de su<br />

dignidad y en beneficio de una c<strong>la</strong>se minada de<br />

corrupción. En esa transformación, una Pastoral<br />

<strong>para</strong> <strong>la</strong> Paz debe animar <strong>la</strong> participación protagónica<br />

y organizada de <strong>la</strong> sociedad civil, el control social y<br />

<strong>la</strong> vincu<strong>la</strong>ción directa a <strong>la</strong> construcción de lo que<br />

hoy parece más un discurso y moda l<strong>la</strong>mada “Paz<br />

territorial”.<br />

La Pastoral <strong>para</strong> <strong>la</strong> Paz no es <strong>la</strong> del sí o <strong>la</strong> del no, es<br />

una acción continua que contribuye a <strong>la</strong> formación<br />

de artesanos del perdón y <strong>la</strong> reconciliación y que<br />

invita a <strong>la</strong> instauración de <strong>la</strong> <strong>paz</strong> de Cristo que es<br />

ca<strong>paz</strong> de encarnarse en un contexto de posacuerdo.<br />

Como Iglesia debemos convocar espacios <strong>para</strong> vivir<br />

en <strong>la</strong> cotidianidad <strong>la</strong> participación consciente, libre<br />

e informada, con sentido crítico y hacer del bien<br />

común y de <strong>la</strong> fraternidad el lugar de encuentro <strong>para</strong><br />

reunir los anhelos de una Colombia que se abraza<br />

en <strong>la</strong> esperanza por un futuro posible <strong>para</strong> todos y<br />

<strong>para</strong> todas.<br />

7


FICONPAZ al tablero<br />

Un mismo camino que reúne muchas historias que se entre<strong>la</strong>zan<br />

desde el corazón y el compromiso de ser constructores de <strong>paz</strong>.<br />

En el 2015 tuve <strong>la</strong> oportunidad de conocer el trabajo que realizan ustedes<br />

y me encantó, de tal manera que estamos en Acapulco tratando de hacer<br />

otro tanto con los niños y <strong>la</strong>s niñas de diferentes parroquias. El proceso<br />

con FICONPAZ me cambió <strong>la</strong> perspectiva de lo que se requiere <strong>para</strong> que<br />

tengamos una mejor sociedad, y con los niños y niñas lo vamos a lograr.<br />

El trabajo que ustedes realizan nos alienta a seguir en esta tarea.<br />

Amelia Vega Salcedo, Comunidades Eclesiales de Base - Acapulco, México.<br />

En 2016 tuve <strong>la</strong> dicha de conocer el trabajo que FICONPAZ ha venido<br />

desarrol<strong>la</strong>ndo en Colombia con orientación hacia <strong>la</strong> niñez y <strong>la</strong> adolescencia<br />

en aras de reconstruir <strong>la</strong> <strong>paz</strong> y <strong>la</strong> cohesión social. La experiencia de<br />

FICONPAZ y Sembradores de Paz me motiva, me inspira y me da muchas<br />

esperanzas por el hecho de saber que no todo está perdido y que podemos<br />

transformar poco a poco nuestra sociedad. FICONPAZ ha dejado en mí el<br />

deseo de ser parte de una nueva historia de vida en Honduras y cómo yo<br />

puedo ser un instrumento <strong>para</strong> que después de conocer el valioso trabajo<br />

que realizan y los buenos resultados obtenidos, poder aplicarlos en el<br />

entorno en el que vivo, comenzado por mi familia, mi barrio y luego con los<br />

jóvenes, los niños y los adultos.<br />

Balwin Donald Galeas, Cáritas Honduras.<br />

Los procesos vividos con FICONPAZ me han servido <strong>para</strong> ser una persona<br />

más segura y me ha dado soporte <strong>para</strong> diseñar e implementar efectivamente<br />

acciones de formación y acompañamiento a niñas, niños, jóvenes y adultos<br />

en <strong>la</strong>s Comunidades Eclesiales donde he tenido <strong>la</strong> maravillosa oportunidad<br />

de replicar todos los aprendizajes y <strong>la</strong>s vivencias que FICONPAZ me aportó.<br />

Iris Buelvas Castro, Animadora de Comunidades Eclesiales, Arquidiócesis de Cartagena.<br />

Pertenecer a FICONPAZ fue <strong>la</strong> oportunidad de ampliar mi mirada del país<br />

y asumirme como un agente de cambio, reconociendo que <strong>la</strong>s acciones<br />

locales tienen impacto a nivel global y viceversa; por ello, entendí que es<br />

indispensable ser un ciudadano que aporte a <strong>la</strong> transformación de vidas,<br />

basado en <strong>la</strong> construcción de <strong>la</strong> civilización del amor, reconociendo <strong>la</strong>s<br />

diferencias y procurando <strong>la</strong> inclusión en todas <strong>la</strong>s pob<strong>la</strong>ciones y territorios.<br />

Carlos Augusto Patiño Molina, director general, ACJ-YMCA Medellín - Asociación Cristiana de Jóvenes.


FICONPAZ al tablero<br />

Un mismo camino que reúne muchas historias que se entre<strong>la</strong>zan<br />

desde el corazón y el compromiso de ser constructores de <strong>paz</strong>.<br />

Constructores<br />

de <strong>paz</strong><br />

FICONPAZ ha aportado a mi vida algo muy bello: reconocerme no solo como una<br />

persona igual a <strong>la</strong>s demás, en derechos y deberes, y verme como una constructora<br />

de <strong>paz</strong> desde <strong>la</strong> cotidianidad de mi vida, ca<strong>paz</strong> de contagiar a los otros, a mi familia,<br />

vecinos y sobre todo a los estudiantes, niños y niñas de mi comunidad, <strong>para</strong><br />

que también sean constructores de <strong>paz</strong>. Aprendí a ser positiva, a pesar de <strong>la</strong>s<br />

circunstancias adversas que puedan existir al alrededor. Ahora soy ca<strong>paz</strong> de decir<br />

que sí se puede construir <strong>paz</strong>.<br />

Marinel<strong>la</strong> Margarita Mendoza Rodríguez<br />

Docente y Animadora de Sembradores de Paz, Caucasia, Antioquia<br />

FICONPAZ, ha compartido una metodología y pedagogía creativa, activa y muy<br />

valiosa e importante <strong>para</strong> mi vida. Me ha ayudado a potenciar conocimientos que<br />

a lo mejor ya tenía pero que con su aporte se renovaron y mejoraron. Incorporé<br />

nuevas herramientas y técnicas a partir de lo que pienso, de lo que siento, de mis<br />

reacciones, de mis limitaciones y de mis potencialidades. En cuanto al aporte en<br />

los procesos, es enriquecedora e innovadora <strong>la</strong> metodología porque enseña a<br />

los niños valores a través del juego y brinda actividades de interés <strong>para</strong> ellos, los<br />

ayuda a mejorar su forma de actuar, a promover espacios de armonía, a hacer<br />

de <strong>la</strong> práctica de los valores una vivencia, sobre todo a ser agentes de <strong>paz</strong> en su<br />

familia, en <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> y en <strong>la</strong> comunidad.<br />

Marcia Luzmi<strong>la</strong> Ortiz Melville<br />

Animadora de Sembradores de Paz, Esmeraldas, Ecuador.<br />

El trabajo de <strong>la</strong>s Juanistas en Colombia, República Dominicana y México siempre<br />

ha sido enfocado con mujeres y jóvenes, pero aquí en Haití, los niños son los<br />

protagonistas de nuestra misión. Acompañar a estos niños me ha enseñado otra<br />

realidad. No hay nada y hay mucho. Su alegría y su cariño me dan esperanza. Y<br />

los colores de este país me llenan los ojos. FICONPAZ me ha enseñado a llevar<br />

esta misión con valentía, con esperanza y con deseo de vivir <strong>la</strong> entrega total.<br />

Hna. Alexandra Bonil<strong>la</strong> Leonel.<br />

Misionera de San Juan Evangelista – Haití.<br />

Desde hace diez años que vengo participando en el acompañamiento de<br />

FICONPAZ, he sentido <strong>la</strong> presencia permanente de un grupo de amigos y amigas<br />

que apoyan todo lo que tenga que ver con <strong>la</strong> convivencia personal y grupal. En<br />

mi caso, he fortalecido los <strong>la</strong>zos de fraternidad y espiritualidad con todos los<br />

que comparten en mi vida familiar y <strong>la</strong>boral, hasta al punto de alcanzar una <strong>paz</strong> y<br />

tranquilidad que se permea en todos los aspectos de mi vida. Gracias a todos los<br />

que han acompañado estos procesos, ya que se evidencia una transformación<br />

real y contundente en cada uno de los que han sido favorecidos.<br />

Profesor y facilitador Alfredo Centeno. IED<br />

Clemencia Holguín de Urdaneta – Bogotá.


Creer y crear<br />

<strong>para</strong> construir una<br />

nueva historia<br />

Hernán Restrepo Mesa<br />

Corporación Con <strong>la</strong> Gente<br />

Despierta tu heroísmo<br />

“En Colombia los héroes sí existen”, decía un mensaje<br />

publicitario referido a los soldados, exaltando su<br />

<strong>la</strong>bor de proteger militarmente <strong>la</strong> soberanía y <strong>la</strong><br />

vida de los colombianos. Sin embargo, analizando<br />

un poco más, sabemos que allí se nos vende un<br />

estereotipo de valentía basado en <strong>la</strong> fuerza y el<br />

poder de un fusil, que, aunque legal, no reconoce<br />

otras expresiones igualmente heroicas en hombres<br />

y mujeres de todas <strong>la</strong>s edades.<br />

Existen otras formas de heroísmo. Un héroe, decía<br />

el músico y poeta Bob Dy<strong>la</strong>n, “es quien entiende<br />

<strong>la</strong> responsabilidad que conlleva su libertad”. No se<br />

trata pues de actos sobrehumanos o excepcionales,<br />

y mucho menos violentos; en <strong>la</strong> cotidianidad, en<br />

lo sencillo, en aquello que hacemos consciente<br />

y coherentemente, están los verdaderos actos<br />

heroicos.<br />

Consciencia y coherencia son dos c<strong>la</strong>ves.<br />

Consciencia del ‘<strong>para</strong> qué’ o del ‘por qué’ de lo que<br />

hacemos y coherencia entre ‘el <strong>para</strong> qué’ y los<br />

medios que utilizamos. A todos y todas nos mueven<br />

razones y emociones <strong>para</strong> actuar ¿Qué tal si nos<br />

proponemos cambiar el mundo? Sé que suena cursi<br />

y utópico, pero detengámonos a analizar.<br />

La primera idea que viene posiblemente a nuestra<br />

mente es que ese tipo de tareas son solo <strong>para</strong><br />

grandes líderes de <strong>la</strong> humanidad, gente como Gandhi<br />

o el Papa Francisco. Cuando Jorge Mario tenía 21<br />

años –ese es el nombre de pi<strong>la</strong> del Papa Francisco-<br />

seguro no se imaginaba quién llegaría a ser y se<br />

hubiera reído a carcajadas –como también lo hace<br />

ahora- si algún motivador le hubiera dicho que iba<br />

a ser el Papa. A lo mejor habría respondido aquel<strong>la</strong><br />

frase con <strong>la</strong> que nos animan a elevar nuestros<br />

ideales <strong>para</strong> luego bajarlos de un tirón: “hay que<br />

aspirar a ser Papa <strong>para</strong> llegar a ser monaguillo”. De<br />

todos modos, podemos seguir pensando y con<br />

sensatas razones, que <strong>la</strong>s probabilidades de ser<br />

en el futuro presidentes, senadores, alcaldes o<br />

gerentes de una multinacional, son escasas. Pero<br />

estamos hab<strong>la</strong>ndo de cambiar el mundo, no de<br />

ganarse sueldos multimillonarios.<br />

Existe un bloqueo mental que nos impide creer que<br />

uno de nosotros, gente de a pie, pueda cambiar<br />

el mundo, se l<strong>la</strong>ma <strong>la</strong> indefensión aprendida.<br />

Este p<strong>la</strong>nteamiento lo hizo Martín Seligman, <strong>para</strong><br />

describir aquel<strong>la</strong> condición de quien ha aprendido<br />

a comportarse pasivamente, con <strong>la</strong> sensación<br />

interior de no poder hacer nada y, por lo tanto, no<br />

actuar, aunque existan oportunidades reales de<br />

cambiar una situación. Una especie de virus mental<br />

que nos introdujeron desde niños y que resulta muy<br />

útil <strong>para</strong> que todo siga tal cual.<br />

Consciencia es <strong>la</strong> primera c<strong>la</strong>ve, darme cuenta del<br />

enorme valor de mi pensamiento y acción. Saber,<br />

con <strong>la</strong> mente y el corazón que tú y yo tenemos<br />

algo que solo cada uno, cada una, puede aportar.<br />

Como decía el famoso historiador Howard Zinn: “Si<br />

<strong>la</strong> gente pudiera ver que el cambio se produce como<br />

resultado de millones de pequeñas acciones que<br />

parecen totalmente insignificantes, entonces no<br />

dudarían en realizar esos pequeños actos”.<br />

10


Se trata de cambiar el mundo, no de salvarlo. Ahí<br />

hay una gran diferencia. Desde una perspectiva<br />

sistémica, basta con que una parte del todo cambie,<br />

<strong>para</strong> que todo cambie. Gandhi lo tenía c<strong>la</strong>ro cuando<br />

afirmaba que <strong>la</strong> única persona a <strong>la</strong> que quería cambiar<br />

era a él mismo, y sabía lo difícil que era lograrlo.<br />

Cambiar el mundo no es otra cosa que participar en<br />

el mundo, haciendo <strong>la</strong> mejor contribución día a día.<br />

Cuando uno descubre el poder de uno, viene <strong>la</strong><br />

parte más interesante: ejercerlo en <strong>la</strong> cotidianidad<br />

con coherencia y humildad. Saber que cada acto<br />

suma, que cada sonrisa cuenta, que un apretón de<br />

manos multiplica <strong>la</strong> esperanza, nos lleva a vivir los<br />

actos más sencillos con <strong>la</strong> mayor consciencia y<br />

compromiso. Nada se puede subestimar.<br />

Si coincidimos en creer que <strong>la</strong> corrupción es una<br />

de <strong>la</strong>s raíces más hondas de nuestros males<br />

como país, esa consciencia sirve de poco, si nos<br />

co<strong>la</strong>mos en una fi<strong>la</strong>, si al momento de hacer una<br />

diligencia en una dependencia gubernamental<br />

pagamos <strong>para</strong> agilizar<strong>la</strong>; o si elegimos al candidato<br />

que nos embauca con su oferta de favores o con<br />

sus promesas caudillistas. La coherencia supone<br />

convicción y firmeza. Es un verdadero acto de<br />

valentía, pues implica muchas veces renunciar<br />

a beneficios inmediatos <strong>para</strong> lograr objetivos<br />

superiores.<br />

La red ha sido tejida silenciosamente por el amor, del<br />

cual hemos nacido. El amor, como afirma el biólogo<br />

Humberto Maturana, es <strong>la</strong> experiencia fundante de<br />

lo humano, es un rasgo de nuestra historia evolutiva<br />

sin el cual no habríamos podido sobrevivir. Pero el<br />

miedo, que es <strong>la</strong> duda frente al sentirse amados, <strong>la</strong><br />

desconfianza frente al amor de otros, rompe <strong>la</strong> red.<br />

El miedo engendra en nosotros el prejuicio, <strong>la</strong> idea de<br />

superioridad o inferioridad frente al otro; el prejuicio<br />

nos lleva a <strong>la</strong> deshumanización, el otro ya no es otro<br />

como yo, lo idealizo o lo ridiculizo hasta humil<strong>la</strong>rlo;<br />

<strong>la</strong> deshumanización nos arrastra al sometimiento<br />

-por manipu<strong>la</strong>ción o por imposición-, a <strong>la</strong> violencia,<br />

a <strong>la</strong> marginación. El otro, si se asume superior nos<br />

deslumbra, opaca nuestro propio brillo y tiende a<br />

enceguecernos. Si se asume inferior, equivocado o<br />

anormal, lo excluimos o eliminamos.<br />

Pocas cosas son como son, porque así tenían que ser.<br />

La inequidad, el empobrecimiento y <strong>la</strong>s violencias,<br />

por ejemplo, no son fatalidades inevitables de<br />

nuestro destino, son consecuencias del modelo<br />

social, económico, político y cultural que por acción<br />

u omisión hemos construido. Creámoslo o no, hay<br />

un enorme poder en los actos de los ciudadanos<br />

comunes y corrientes.<br />

Mira de nuevo, mira más allá<br />

Las gotas de rocío van llenando, una a una, <strong>la</strong>s<br />

intersecciones de <strong>la</strong> discreta red tendida entre <strong>la</strong>s<br />

ramas del chaquiro. En esta especie nativa, conocida<br />

también como pino colombiano, hay cientos de<br />

redes tejidas silenciosamente por un diminuto<br />

insecto. Al observar con detenimiento aquel<strong>la</strong><br />

interconexión de gotas de rocío, podemos notar que<br />

<strong>la</strong>s unas se reflejan en <strong>la</strong>s otras. Esta imagen inspiró<br />

una visión del mundo que se p<strong>la</strong>smó por escrito<br />

hace unos cinco mil años. Es una cosmovisión en<br />

<strong>la</strong> que cada ser humano es una de esas gotas cuya<br />

historia y experiencia se refleja en <strong>la</strong>s demás. La<br />

metáfora va más allá y afirma que cada gota es una<br />

piedra preciosa, única en sus formas y colores, que<br />

dispersa sobre <strong>la</strong>s demás, <strong>la</strong> luz que recibe de lo alto.<br />

11


“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en<br />

dignidad”, reza el preámbulo de <strong>la</strong> Dec<strong>la</strong>ración de<br />

los Derechos Humanos, que surgió como el gran<br />

aprendizaje de los horrores de <strong>la</strong>s guerras mundiales<br />

del siglo anterior. Las redes humanas se empiezan a<br />

reconstruir cuando nos miramos de nuevo y, como<br />

en <strong>la</strong>s gotas de rocío, vemos al otro en nosotros<br />

mismos y comprendemos que <strong>la</strong> dignidad de uno es<br />

<strong>la</strong> dignidad de todos.<br />

Se requiere valentía <strong>para</strong> tender hacia el otro un<br />

hilo que nos permitan acercarnos, escucharnos y<br />

comprendernos; <strong>para</strong> superar esa reacción básica<br />

que nos atrinchera en nuestros miedos y salir al<br />

encuentro del otro, haciéndonos conscientes de<br />

<strong>la</strong>s fibras vitales que nos unen a un mismo destino<br />

como miembros de <strong>la</strong> especie humana. Vencer el<br />

vértigo de <strong>la</strong>nzarnos al vacío de <strong>la</strong> incertidumbre,<br />

pendiendo del hilo de <strong>la</strong> esperanza, <strong>para</strong> tejer una<br />

realidad nueva.<br />

Desarmar nuestro corazón sanando nuestros odios,<br />

desmovilizarnos de <strong>la</strong>s fi<strong>la</strong>s de quienes se creen los<br />

buenos y los dueños de <strong>la</strong> verdad, firmar nuestro<br />

propio acuerdo de <strong>paz</strong>, reafirmando el valor invio<strong>la</strong>ble<br />

de <strong>la</strong> vida y el compromiso solidario con <strong>la</strong>s víctimas<br />

y los excluidos; disponiéndonos al reconocimiento<br />

de <strong>la</strong> verdad de los hechos que han golpeado<br />

nuestra dignidad <strong>para</strong> que jamás vuelvan a ocurrir.<br />

Abriéndonos al perdón, tejiendo <strong>la</strong> reconciliación.<br />

El Hombre Araña, un héroe de pelícu<strong>la</strong>, nos hace una<br />

invitación <strong>para</strong> que desde lo más sencillo, seamos<br />

héroes cotidianos: “si puedes hacer algo bueno por<br />

los demás, tienes <strong>la</strong> obligación moral de hacerlo”, y<br />

es que en cada colombiana y en cada colombiano<br />

hay heridas, dolores del pasado y temores por lo<br />

que sucederá, pero tanto si pensamos en nosotros<br />

mismos, en los que vendrán o incluso, en aquellos<br />

a quienes <strong>la</strong> violencia nos arrebató, nuestro desafío<br />

está en creer y crear, ejerciendo <strong>la</strong> capacidad<br />

individual y colectiva de construir una nueva historia.


En <strong>la</strong> mira de <strong>la</strong> <strong>paz</strong><br />

Encuentros, vidas, esperanzas y sueños que se hacen memoria viva. La<br />

construcción ciudadana de <strong>la</strong> <strong>paz</strong> se teje desde muchos puntos cardinales.<br />

Niñas, niños, mujeres, jóvenes y adultos se forman <strong>para</strong> ser testimonio cotidiano<br />

de fraternidad y compromiso social.<br />

2011 - 2015 • Apoyo a proyectos<br />

pastorales <strong>para</strong> <strong>la</strong> reconstrucción de Haití<br />

Con <strong>la</strong> coordinación del Secretariado Nacional de<br />

Pastoral Social – Cáritas Colombiana, FICONPAZ<br />

asesoró y acompañó a <strong>la</strong>s comunidades religiosas<br />

colombianas de <strong>la</strong>s Lauritas, Hermanas de San<br />

Juan Evangelista – Juanistas, Hermanas Dominicas<br />

de <strong>la</strong> Presentación y a <strong>la</strong> Comisión Vocacional<br />

de <strong>la</strong> Arquidiócesis de Puerto Príncipe en obras<br />

de reconstrucción y en el diseño y ejecución de<br />

proyectos sociales luego del violento terremoto de<br />

2010.<br />

Igualmente, se impulsó el Movimiento de Niños y<br />

Niñas Sembradores de Paz Haití como una acción<br />

pastoral <strong>para</strong> <strong>la</strong> protección y <strong>la</strong> generación de<br />

factores protectores contra <strong>la</strong> trata y el tráfico de<br />

menores de edad.<br />

2015 • Seminario sembrando esperanza<br />

- Formación <strong>para</strong> el impulso de un<br />

movimiento de protección a <strong>la</strong> infancia en<br />

Centroamérica con base en <strong>la</strong> metodología<br />

de Sembradores de Paz<br />

Realizado en Morelia, Michoacán con equipos<br />

pastorales de México y Honduras. “Vivimos<br />

en fraternidad <strong>la</strong> alegría de ser Animadores y<br />

Animadoras y pintar con los niños y <strong>la</strong>s niñas un<br />

país multicolor, en el que puedan jugar y correr,<br />

sentirse amados y felices, en el que todos y todas<br />

con nuestras diferencias ayudemos a que germinen<br />

<strong>la</strong>s semil<strong>la</strong>s de <strong>la</strong> solidaridad, <strong>la</strong> justicia y <strong>la</strong> <strong>paz</strong>”.<br />

Animadora de Sembradores de Paz – México.<br />

13


2015 • Formación en <strong>la</strong> Diócesis de<br />

Ipiales <strong>para</strong> el impulso del Movimiento de<br />

Niños y Niñas Sembradores de Paz<br />

En un ambiente de fraternidad y esperanza<br />

participaron equipos parroquiales de <strong>la</strong> Diócesis<br />

de Ipiales de los municipios: Ancuya, Sotomayor,<br />

Samaniego, La L<strong>la</strong>nada, Tabiles, Linares, Guachaves,<br />

Providencia, Cumbitara, Ipiales y Túquerres y<br />

también equipos de <strong>la</strong> Diócesis de San Juan de<br />

Pasto y de <strong>la</strong> Diócesis de Tumaco.<br />

2015 • Amigas y Amigos <strong>para</strong> <strong>la</strong> Vida<br />

Agentes de pastoral, líderes comunitarios, gestores<br />

municipales de deporte y cultura, maestros,<br />

funcionarios públicos y entidades del orden<br />

municipal de Ituango y Belmira - de <strong>la</strong> Diócesis de<br />

Santa Rosa de Osos - y de Medellín, se congregaron<br />

en torno a <strong>la</strong> promoción de niños, niñas, adolescentes<br />

y familias como protagonistas de <strong>la</strong> transformación<br />

social y como sujetos capaces de proponer y<br />

desarrol<strong>la</strong>r acciones locales de <strong>paz</strong> y reconciliación.<br />

Con el apoyo de UNICEF.<br />

2015 • Escue<strong>la</strong>, memoria y <strong>paz</strong><br />

La Secretaria de Educación Distrital de Bogotá<br />

y FICONPAZ se articu<strong>la</strong>ron <strong>para</strong> favorecer <strong>la</strong><br />

reconstrucción de <strong>la</strong> memoria histórica del conflicto,<br />

de <strong>la</strong> violencia política y de <strong>la</strong>s luchas sociales<br />

del país, y desarrol<strong>la</strong>ron en conjunto un proceso<br />

de formación en instituciones educativas de 19<br />

localidades de <strong>la</strong> capital colombiana. Participaron<br />

mujeres víctimas del conflicto armado, lideresas de<br />

procesos organizativos y sociales, organizaciones<br />

de víctimas, jóvenes líderes de comunidades e<br />

instituciones de Bogotá y Medellín que nutrieron<br />

con sus conocimientos y experiencias los espacios<br />

de aprendizaje.<br />

14


2015 – 216 • Semilleros de Vida y<br />

Reconciliación<br />

Con el apoyo de Cáritas Españo<strong>la</strong>, Animadores<br />

y Animadoras de <strong>la</strong> Arquidiócesis de Bogotá y<br />

de <strong>la</strong> Diócesis de Girardota fueron formados y<br />

acompañados <strong>para</strong> impulsar <strong>la</strong> organización y <strong>la</strong><br />

participación de los niños y <strong>la</strong>s niñas como gestores<br />

y promotores experiencias de <strong>paz</strong> y reconciliación<br />

en sus comunidades.<br />

2015 – <strong>2017</strong> • Empoderamiento y<br />

participación de los niños y <strong>la</strong>s niñas en <strong>la</strong><br />

promoción de sus derechos y en <strong>la</strong> siembra<br />

de <strong>la</strong> <strong>paz</strong><br />

Consolidar acciones locales <strong>para</strong> que niñas, niños<br />

y adolescentes se reconozcan como sujetos<br />

de derechos, desarrollen capacidades <strong>para</strong> su<br />

autoprotección frente a formas de violencia, abuso,<br />

explotación, incluida su posible vincu<strong>la</strong>ción a grupos<br />

armados irregu<strong>la</strong>res. Esta iniciativa, que contó con<br />

el apoyo de Die Sternsinger - Kindermissionswerk,<br />

se desarrolló en <strong>la</strong> Arquidiócesis de Bogotá y en <strong>la</strong>s<br />

Diócesis de Girardota y Santa Rosa de Osos.<br />

FICONPAZ 1996 - 2016 / 20 años<br />

construyendo cultura de <strong>paz</strong> en Colombia<br />

En octubre de 2016, celebramos en Bogotá los 20<br />

años de <strong>la</strong> Fundación con un encuentro nacional<br />

de intercambio de experiencias. Delegados de<br />

iniciativas que FICONPAZ acompaña en <strong>la</strong>s Dócesis<br />

de Santa Rosa de Osos, Girardota, Manizales,<br />

Pereira, La Doradas – Guaduas, Facatativá, Soacha<br />

y Bogotá, se reunieron no solo <strong>para</strong> celebrar el<br />

aniversario de <strong>la</strong> Fundación, sino también <strong>para</strong><br />

conocer el trabajo en construcción de <strong>paz</strong> que<br />

realizan <strong>la</strong>s instituciones y grupos que desarrol<strong>la</strong>n<br />

procesos pastorales con niños, niñas, jóvenes y<br />

adultos en diferentes contextos y culturas.<br />

15


2016 • Fortalecimiento del Movimiento de<br />

Niños y Niñas Sembradores de<br />

Paz – Colombia<br />

Un proceso que impulsó <strong>la</strong> organización y<br />

participación de los niños y <strong>la</strong>s niñas como gestores<br />

y promotores de experiencias de reconciliación,<br />

participación y prevención del reclutamiento<br />

ilegal, desarrol<strong>la</strong>do en <strong>la</strong> Arquidiócesis de Bogotá y<br />

Manizales y en <strong>la</strong>s Diócesis de Soacha, Girardota, La<br />

Dorada – Guaduas, Santa Rosa de Osos, Facatativá<br />

y Pereira, con el apoyo de Adveniat.<br />

2016 • Formación en Honduras <strong>para</strong><br />

el impulso de un Movimiento de protección<br />

a <strong>la</strong> infancia con base en <strong>la</strong> metodología de<br />

Sembradores de Paz<br />

Invitados por Pastoral Social – Cáritas Honduras,<br />

realizamos un seminario <strong>para</strong> fortalecer a los<br />

equipos locales en capacidades pedagógicas y<br />

metodológicas <strong>para</strong> el impulso de iniciativas de<br />

construcción ciudadana de <strong>la</strong> <strong>paz</strong> desde <strong>la</strong> formación<br />

y el acompañamiento a niños, niñas, adolescentes y<br />

familias.<br />

<strong>2017</strong>• Sembrando Esperanza - Formación<br />

en pedagogía y metodología de<br />

Sembradores de Paz en Ecuador<br />

En una alianza con el Secretariado Nacional<br />

de Pastoral – Cáritas Colombiana, FICONPAZ,<br />

promovió en Ecuador el impulso de un movimiento<br />

de apoyo, protección y solidaridad con los<br />

niños, <strong>la</strong>s niñas y adolescentes que resultaron<br />

afectados en el terremoto del 2016, contribuyendo<br />

al fortalecimiento de equipos pastorales de<br />

Animadores que acompañan los nuevos proyectos<br />

de vida de <strong>la</strong>s comunidades afectadas.<br />

16


2016 – <strong>2017</strong> • El Movimiento de Niños<br />

y Niñas Sembradores de Paz como<br />

alternativa <strong>para</strong> acoger a <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción<br />

infantil en un escenario del posacuerdo<br />

Formación y acompañamiento a Animadores y<br />

Animadoras de <strong>la</strong> Arquidiócesis de Bogotá <strong>para</strong><br />

impulsar <strong>la</strong> organización y <strong>la</strong> participación de los<br />

niños y <strong>la</strong>s niñas como sujetos transformadores,<br />

con capacidad <strong>para</strong> incidir y ser interlocutores<br />

válidos en favor de <strong>la</strong> <strong>paz</strong> y <strong>la</strong> reconciliación. Este<br />

proceso contó con el apoyo de <strong>la</strong> Conferencia de los<br />

Obispos Católicos de los Estados Unidos.<br />

2016 – <strong>2017</strong> • Formación a agentes de<br />

pastoral – multiplicadores<br />

Con el apoyo de Cordaid, agentes de pastoral<br />

de <strong>la</strong> Arquidiócesis de Bogotá fortalecieron sus<br />

capacidades <strong>para</strong> formar y acompañar a niñas y<br />

niños Sembradores de Paz en <strong>la</strong> promoción del<br />

perdón, <strong>la</strong> reconciliación y <strong>la</strong> re<strong>para</strong>ción como<br />

camino hacia <strong>la</strong> <strong>paz</strong>.<br />

2013 – <strong>2017</strong> • Educación en desarrollo y<br />

<strong>paz</strong> <strong>para</strong> jóvenes vulnerables a <strong>la</strong> violencia<br />

urbana<br />

Desarrol<strong>la</strong>do en Bogotá y en Medellín en alianza con<br />

el Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas<br />

Colombia, con el apoyo de Cáritas Noruega, se ha<br />

ejecutado en tres fases orientadas a consolidar una<br />

propuesta organizativa juvenil que desde <strong>la</strong> fe, <strong>la</strong><br />

pedagogía, el arte y <strong>la</strong> acción <strong>para</strong> <strong>la</strong> transformación<br />

de <strong>la</strong>s múltiples formas de violencia. El Movimiento<br />

de Jóvenes Animadores con una Fe Transformadora<br />

– JAFET es uno de los frutos de este proceso y<br />

se convierte en un escenario de encuentro de<br />

grupos juveniles que lideran desde sus territorios<br />

propuestas de construcción de <strong>paz</strong> y reconciliación.<br />

17


Constructores<br />

de <strong>paz</strong> y reconciliación<br />

Por Mons. Héctor Fabio Henao.<br />

Director de FICONPAZ.<br />

FICONPAZ es una organización que tiene identidad<br />

de Iglesia, y por ende, promueve <strong>la</strong> reconciliación, el<br />

perdón y <strong>la</strong> misericordia entre todos los colombianos<br />

y colombianas.<br />

Debido a <strong>la</strong> situación actual del país, <strong>la</strong> Fundación<br />

está comprometida con niños, niñas, jóvenes y<br />

adultos <strong>para</strong> <strong>la</strong> construcción de un ambiente de<br />

solidaridad y respeto con todas <strong>la</strong>s personas de<br />

su entorno y de <strong>la</strong>s comunidades donde ellos<br />

desarrol<strong>la</strong>n sus procesos pastorales y comunitarios.<br />

El conflicto armado que durante 50 años padeció<br />

Colombia, dibujó un escenario de desesperanza<br />

y dolor, por eso, <strong>la</strong> apuesta de FICONPAZ es <strong>la</strong><br />

de humanizar y transformar <strong>la</strong> sociedad desde <strong>la</strong><br />

promoción de una Pastoral <strong>para</strong> <strong>la</strong> Paz. En este<br />

momento histórico de posconflicto, <strong>la</strong> sociedad<br />

colombiana necesita construir un nuevo tipo de<br />

re<strong>la</strong>ciones basadas en <strong>la</strong> protección de <strong>la</strong> vida en<br />

todas sus manifestaciones y el reconocimiento del<br />

otro como hijo de Dios.<br />

Este ha sido un ejercicio de <strong>la</strong>rgo aliento que se<br />

apoya en <strong>la</strong> consolidación de una cultura de <strong>paz</strong><br />

y de convivencia, guiada por los principios del<br />

Evangelio, que busca hacer realidad el seguimiento<br />

a Jesucristo. La Fundación se p<strong>la</strong>ntea como una<br />

propuesta de construcción ciudadana de <strong>la</strong> <strong>paz</strong> que<br />

tiene como base <strong>la</strong> participación activa, <strong>la</strong> dinámica<br />

juvenil y comunitaria.<br />

Convencidos que se puede aportar al fortalecimiento<br />

de una ciudadanía activa, a aumentar <strong>la</strong> confianza<br />

de <strong>la</strong> gente en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones sociales, promover el<br />

ejercicio de <strong>la</strong> democracia y fomentar el respeto por<br />

los derechos humanos, FICONPAZ asume con fe los<br />

desafíos de una Colombia reconciliada y en <strong>paz</strong>.<br />

Estas apuestas van de <strong>la</strong> mano con <strong>la</strong> vivencia del<br />

encuentro permanente con Jesucristo que propicia<br />

el ejercicio personal y espiritual de cada individuo,<br />

orienta <strong>la</strong> tarea de transformar <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones y<br />

aporta en <strong>la</strong> construcción del tejido social.<br />

18


Para FICONPAZ es importante enfatizar en el carácter<br />

de <strong>la</strong> solidaridad, <strong>la</strong> fraternidad y <strong>la</strong> misericordia,<br />

como bien hace referencia Santo Tomás de Aquino:<br />

“es propio de Dios usar misericordia y especialmente<br />

en esto se manifiesta su omnipotencia” 1. A partir<br />

de allí se invita a <strong>la</strong> comunidad a hacer parte de<br />

<strong>la</strong> transformación re<strong>la</strong>cional que cada uno debe<br />

alcanzar como un paso c<strong>la</strong>ve <strong>para</strong> <strong>la</strong> consecución<br />

de <strong>la</strong> <strong>paz</strong> y un nuevo entorno <strong>para</strong> <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />

entre niños, niñas, jóvenes, mujeres y hombres.<br />

En este camino lleno de dificultades es pertinente<br />

entender que <strong>la</strong> <strong>paz</strong> no se traduce en <strong>la</strong> firma de un<br />

acuerdo, en <strong>la</strong> dejación de armas o en una tregua<br />

bélica, sino en un proceso de reflexión y análisis al<br />

interior de cada persona acerca de su vida y de su<br />

paso en el compromiso <strong>para</strong> lograr <strong>la</strong> reconciliación<br />

en todos los niveles de <strong>la</strong> sociedad.<br />

Promover una Pastoral <strong>para</strong> <strong>la</strong> Paz implica una <strong>la</strong>bor<br />

de <strong>la</strong>rgo aliento, con muchos desafíos por superar<br />

en cuanto al perdón y <strong>la</strong> misericordia que deben ser<br />

traducidos en obras que transformen <strong>la</strong> manera de<br />

ver a los demás, ya no como enemigos sino como<br />

seres humanos con capacidad de rehacer sus vidas<br />

y de resignificar <strong>la</strong>s experiencias del pasado. En<br />

este camino <strong>la</strong> fuerza del encuentro con Jesucristo<br />

es <strong>la</strong> fuente que nos empuja a ser capaces de<br />

reconciliarnos.<br />

En esta nueva fase de <strong>la</strong> vida del país, FICONPAZ le<br />

apuesta a <strong>la</strong> creación de espacios de diálogo y nuevas<br />

formas de percibir <strong>la</strong> realidad propia de una Colombia<br />

reconciliada y en <strong>paz</strong>. Son los constructores de <strong>paz</strong><br />

los l<strong>la</strong>mados a ser protagonistas de <strong>la</strong> consolidación<br />

de esta etapa y también los encargados de<br />

transmitir un mensaje evangelizador donde primen<br />

pensamientos y sentimientos de misericordia,<br />

perdón, libertad y solidaridad.<br />

“La <strong>paz</strong> peligra cuando al hombre no se le reconoce<br />

aquello que le es debido en cuanto hombre, cuando<br />

no se respeta su dignidad y cuando <strong>la</strong> convivencia<br />

no está orientada hacia el bien común” 3 . Principio en<br />

el que se basa FICONPAZ a <strong>la</strong> hora de acompañar<br />

procesos pastorales y comunitarios de base <strong>para</strong><br />

<strong>la</strong> promoción de <strong>la</strong> <strong>paz</strong>, el amor y <strong>la</strong> reconciliación<br />

en sus entornos, donde comparten a diario saberes<br />

y experiencias que motivan a <strong>la</strong> fraternidad y a <strong>la</strong><br />

solidaridad.<br />

Es así como FICONPAZ promueve <strong>la</strong> construcción<br />

de <strong>la</strong> <strong>paz</strong> y <strong>la</strong> reconciliación junto con los agentes de<br />

Pastoral <strong>para</strong> <strong>la</strong> Paz de <strong>la</strong>s parroquias y comunidades<br />

que acompaña y difunde un mensaje evangelizador<br />

<strong>para</strong> <strong>la</strong> promoción de una <strong>la</strong> cultura de <strong>paz</strong> como<br />

herramienta de transformación social y vivencia del<br />

Reino de Dios.<br />

Aprender “a pensar lo que se siente y se hace, a<br />

sentir lo que se piensa y se hace, a hacer lo que se<br />

piensa y se siente” 2 tres pi<strong>la</strong>res (el obrar, el sentir<br />

y el pensar) en los que el Papa Francisco invita a<br />

todos los feligreses a llevar a <strong>la</strong> realidad acciones de<br />

perdón, misericordia y solidaridad, <strong>para</strong> el encuentro<br />

con Jesucristo y con el prójimo como parte del<br />

entorno vital de los colombianos y <strong>la</strong>s colombianas.<br />

Ejercer <strong>la</strong> misericordia y perdonar son parte de un<br />

camino que debemos recorrer. La construcción de<br />

<strong>la</strong> <strong>paz</strong> exige que se ponga en marcha <strong>la</strong> misericordia<br />

que no es otra cosa que amar entrañablemente a<br />

nuestros hermanos y hermanas, a nuestros vecinos,<br />

a aquellos con los cuales rompimos re<strong>la</strong>ciones en<br />

algún momento de <strong>la</strong> vida. Cuando se vive esta<br />

experiencia en <strong>la</strong> sociedad, damos un paso ade<strong>la</strong>nte<br />

en el camino de <strong>la</strong> reconciliación, como nos invitó el<br />

Papa Francisco en su visita a Colombia en el <strong>2017</strong>.<br />

1 Tomado de Pautas <strong>para</strong> <strong>la</strong> reflexión dominical. XVI<br />

domingo del tiempo ordinario. Julio 23 de <strong>2017</strong>.<br />

2 Papa Francisco, tomado de Pautas <strong>para</strong> <strong>la</strong> reflexión<br />

dominical. XVII Tiempo Ordinario – Ciclo A. Julio 30 de <strong>2017</strong>.<br />

3 Compendio de <strong>la</strong> Doctrina Social de <strong>la</strong> Iglesia. Pág.<br />

269. Editorial Paulinas. Lima, Perú.<br />

19


Dejando huel<strong>la</strong><br />

El camino a <strong>la</strong> <strong>paz</strong> y a <strong>la</strong> reconciliación lo recorren miles<br />

de peregrinos que con compromiso y fe, suman sus<br />

capacidades, propuestas y talentos <strong>para</strong> trasformar<br />

sueños en realidades.<br />

Desde cuatro puntos cardinales, cuatro experiencias de<br />

construcción de <strong>paz</strong> que dan testimonio de una Colombia<br />

unida en <strong>la</strong> esperanza.<br />

20


Una fe que<br />

transforma<br />

Juan Esteban Hincapié, de <strong>la</strong> Parroquia Nuestra<br />

Señora Conso<strong>la</strong>dora del Carpinelo y Eduar Alejandro<br />

García, integrante de <strong>la</strong> Comunidad Católica Juventud<br />

Viva, de <strong>la</strong> Parroquia Santo Domingo Savio, viven en<br />

sectores de Medellín donde el conflicto armado y<br />

<strong>la</strong> ausencia del Estado han producido una serie de<br />

fenómenos sociales complejos que han impactado<br />

especialmente en los jóvenes. Sin embargo, desde<br />

los procesos juveniles parroquiales locales, esta<br />

situación poco a poco está siendo parte del pasado.<br />

Los proyectos, p<strong>la</strong>nes y sueños de estos dos<br />

jóvenes contrastan con <strong>la</strong> realidad que enfrentan<br />

en los territorios en los que quieren aportar <strong>para</strong> <strong>la</strong><br />

construcción de <strong>la</strong> <strong>paz</strong> con procesos y alternativas<br />

de cambio social que impulsen <strong>la</strong> transformación en<br />

su comunidad <strong>para</strong> vivir en una sociedad en armonía.<br />

Animados por ser gestores de cambio, de ser<br />

partícipes de <strong>la</strong> consolidación de escenarios<br />

y re<strong>la</strong>ciones basadas en el respeto y en <strong>la</strong><br />

comprensión del prójimo, tanto Juan Esteban como<br />

Eduar, con sus colectivos, decidieron, en 2015,<br />

unirse al Movimiento JAFET (Jóvenes Animadores<br />

con una Fe Transformadora).<br />

Este Movimiento, en el que en Medellín se articu<strong>la</strong>n<br />

quince grupos juveniles parroquiales, convoca a<br />

cientos de jóvenes a participar en acciones que<br />

buscan <strong>la</strong> transformación de <strong>la</strong>s problemáticas<br />

de sus territorios desde una pedagogía <strong>para</strong> <strong>la</strong><br />

reconciliación y el perdón, con un fuerte componente<br />

de participación social y política.<br />

Para Eduar estas tres herramientas le han servido<br />

<strong>para</strong> entender mejor <strong>la</strong> realidad de su comuna y a<br />

tener una perspectiva diferente de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />

con su entorno. Para Juan Esteban, ha sido una<br />

experiencia de gran valor porque le ha ayudado a<br />

fortalecer sus habilidades como líder juvenil y a<br />

establecer nuevas alianzas con instituciones y<br />

organizaciones sociales.<br />

JAFET en Medellín se ha p<strong>la</strong>nteado el reto de<br />

consolidar proyectos con <strong>la</strong> comunidad, con <strong>la</strong>s<br />

organizaciones y con <strong>la</strong>s institucionalidad, por eso,<br />

el Equipo Base del Movimiento diseñó una iniciativa<br />

que bautizaron Somos más que eso, en <strong>la</strong> que<br />

convocaron a colectivos e instituciones <strong>para</strong> hacer<br />

visibles sus propuestas de transformación social y<br />

<strong>para</strong> mostrar <strong>la</strong>s oportunidades locales que tiene<br />

<strong>la</strong> juventud <strong>para</strong> superar <strong>la</strong>s barreras que impiden<br />

ver el amplio panorama de <strong>paz</strong>, reconciliación y<br />

participación.<br />

Ni <strong>la</strong> falta de constancia, ni <strong>la</strong> falta de empoderamiento<br />

en el proceso - dificultades que se han ido superando<br />

con éxito - han desdibujado el deseo de los<br />

integrantes del Movimiento de cambiar <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />

en <strong>la</strong> sociedad. Esta p<strong>la</strong>taforma de interacción entre<br />

jóvenes líderes, permite <strong>la</strong> autosostenibilidad, <strong>la</strong><br />

incidencia, <strong>la</strong> participación y su reconocimiento en<br />

los territorios. JAFET es una propuesta que nace del<br />

amor por <strong>la</strong> vida y es fuente de luz que impulsa con<br />

fuerza los sueños de estos jóvenes que trabajan por<br />

vivir en un ambiente de <strong>paz</strong>, perdón y fraternidad.<br />

21


Animadoras<br />

en movimiento<br />

A cuarenta y cinco minutos al nororiente de Medellín<br />

está ubicado el municipio de Girardota. Cerca de allí,<br />

en <strong>la</strong> vereda Mercedes Abrego, cada semana se<br />

reúne el Movimiento Niños y Niñas Sembradores<br />

de Paz de <strong>la</strong> Parroquia La Sagrada Familia. Liliana<br />

Foronda, coordinadora del grupo, destaca con<br />

entusiasmo sus motivaciones <strong>para</strong> acompañar,<br />

desde hace una década, a los niños, niñas y<br />

jóvenes de <strong>la</strong> región. Promover una cultura de <strong>paz</strong><br />

y solidaridad es <strong>la</strong> motivación que convoca a niños,<br />

niñas y Animadores a participar del Movimiento.<br />

Liliana, junto a sus hermanas Maribel y Carolina,<br />

tienen a cargo tres grupos que acompañan dos<br />

domingos al mes: el del sector Tusa, el del sector<br />

La Calle y el de <strong>la</strong> vereda Mercedes Abrego. En<br />

estos encuentros se tratan temas que cada<br />

grupo propone de acuerdo a sus necesidades: los<br />

derechos de los niños y niñas, el cuidado del medio<br />

ambiente y el cuidado del cuerpo han sido parte <strong>la</strong><br />

ruta pedagógica.<br />

“Ellos son los protagonistas y su voz es lo más<br />

importante. A los niños y a <strong>la</strong>s niñas hay que<br />

escucharlos (…) si no los escuchamos no sabremos<br />

cómo orientarlos”, asegura Liliana al hab<strong>la</strong>r de estos<br />

espacios que complementan con actividades como<br />

manualidades, pintura, narración de historias o<br />

compartiendo una pelícu<strong>la</strong> o un postre, hechos<br />

que se convierten en otras formas de hacer vivo el<br />

Movimiento.<br />

Para este equipo ha sido fundamental <strong>la</strong><br />

participación de FICONPAZ en los procesos que ellos<br />

ade<strong>la</strong>ntan, debido al acierto en <strong>la</strong> formación de los<br />

Animadores, del uso adecuado de <strong>la</strong>s herramientas<br />

pedagógicas que han dejado grandes enseñanzas<br />

y bases sólidas en <strong>la</strong> experiencia personal y social<br />

de los Animadores, lo que le ha aportado solidez y<br />

compromiso al grupo, a pesar de <strong>la</strong>s adversidades.<br />

Gracias al acompañamiento de FICONPAZ, Liliana<br />

y sus hermanas animan el proceso con un objetivo<br />

definido: que los niños y <strong>la</strong>s niñas asuman <strong>la</strong><br />

importancia que tiene re<strong>la</strong>cionarse con ellos<br />

mismos, con el otro y con el entorno, interacciones<br />

que promueven en <strong>la</strong> cotidianidad.<br />

Además, este espacio se ha convertido en una<br />

oportunidad <strong>para</strong> acompañar a los niños y niñas<br />

desde una formación <strong>para</strong> <strong>la</strong> vida, sintiendo el abrazo<br />

y <strong>la</strong> compañía de Jesús como el Animador de <strong>la</strong><br />

esperanza y promoviendo lecturas permanentes de<br />

contexto; es un camino que los conduce a llenarse<br />

de optimismo, alegría, creatividad y compromiso<br />

pastoral y social.<br />

“Esta <strong>la</strong>bor (…) es algo que sale del corazón y que<br />

cuando le coges mucho amor es muy difícil dejarlo.<br />

El entusiasmo de seguir como Animadoras del<br />

Movimiento ha sido iniciativa nuestra (…) esta <strong>la</strong>bor<br />

implica sacrificio y no todos están dispuestos”<br />

concluye Liliana.<br />

22


Semil<strong>la</strong>s de <strong>paz</strong><br />

y esperanza<br />

Choco<strong>la</strong>tadas, caminatas, salidas al parque, obras de<br />

teatro, proyecciones de pelícu<strong>la</strong>s, presentaciones<br />

de danzas y manualidades hacen parte de un<br />

catálogo de actividades variadas que el grupo del<br />

Movimiento Sembradores de Paz de <strong>la</strong> parroquia del<br />

Niño Jesús, del barrio Suramérica en <strong>la</strong> localidad de<br />

San Cristóbal, al sur de Bogotá, tiene pre<strong>para</strong>das<br />

<strong>para</strong> los integrantes del grupo todos los viernes<br />

en <strong>la</strong> noche. Desde hace 19 años estos espacios<br />

cobran un significado especial porque muchos han<br />

crecido en entornos violentos y con dificultades<br />

económicas.<br />

Es el caso de Nicolás, un niño de doce años<br />

proveniente de Montería. Las razones por <strong>la</strong>s que<br />

fue desp<strong>la</strong>zado de su hogar parecen inverosímiles,<br />

pero a <strong>la</strong> luz del conflicto armado, no tiene ninguna<br />

distinción. Nicolás perdió a sus padres y gracias a<br />

su tía, a su hermano menor y al acompañamiento<br />

de <strong>la</strong> hermana Fátima pudo reiniciar su vida en<br />

Bogotá. Gracias a <strong>la</strong>s herramientas que dispone el<br />

Movimiento, se ha podido desarrol<strong>la</strong>r un proceso de<br />

acompañamiento en el que el niño ha descubierto<br />

espacios de vida en fraternidad y amor.<br />

La hermana Fátima Martínez es Animadora de<br />

Sembradores de Paz del grupo desde hace cinco<br />

años y ha acompañado el proceso de Nicolás, en el<br />

que ha visto significativos avances. La re<strong>la</strong>ción con<br />

sus compañeros y con sus familiares ha cambiado<br />

positivamente a pesar de <strong>la</strong>s difíciles condiciones<br />

de pobreza y violencia que enfrenta a diario en su<br />

entorno.<br />

Sembradores de Paz en el barrio Suramérica es<br />

toda una dinámica pastoral que llega a niños,<br />

niñas y jóvenes, pero <strong>la</strong> falta de continuidad se ha<br />

convertido en una de sus grandes limitantes. Para<br />

<strong>la</strong> hermana Fátima, estos procesos deben contar<br />

con espacios más cercanos con <strong>la</strong>s familias <strong>para</strong><br />

garantizar su consolidación.<br />

Y es en esta <strong>la</strong>bor en <strong>la</strong> que FICONPAZ aporta sus<br />

saberes y experiencias en el trabajo con comunidades<br />

barriales y pastorales. Con el material pedagógico<br />

que diseña y orienta <strong>la</strong> Fundación, <strong>la</strong> parroquia ha<br />

afianzado los procesos de acompañamiento con<br />

los niños y <strong>la</strong>s niñas, y ha sido un insumo de gran<br />

valor <strong>para</strong> los Animadores, pues sienten que tienen<br />

algo propio, que pueden usar y con los que pueden<br />

expresarse libremente.<br />

Sembradores es un proceso de continuo aprendizaje,<br />

el cual se espera que sirva de motivación <strong>para</strong> otros<br />

grupos parroquiales, <strong>para</strong> que este ejemplo siga<br />

replicándose con los talentos de los niños, niñas y<br />

jóvenes y que cada uno de ellos “aprenda a vivir en<br />

sociedad y cree el deseo de reconciliación”, según<br />

<strong>la</strong> hermana Fátima quien aboga por <strong>la</strong> consolidación<br />

de los trabajos de inclusión y respeto por el otro en<br />

tiempos de posconflcito.<br />

23


Una Iglesia<br />

en salida<br />

“Una Iglesia que no se levanta, que no camina, se<br />

enferma”, mensaje del Papa Francisco que toman<br />

muy en serio los integrantes de Jakunen, un grupo<br />

juvenil de herencia católica con una postura social<br />

definida que imprime con creatividad y con fe a su<br />

trabajo en los barrios de <strong>la</strong> localidad de San Cristóbal<br />

de Bogotá.<br />

Jakunen, pa<strong>la</strong>bra de origen japonés que en español<br />

significa “juventud”, define el perfil de este colectivo<br />

comunitario que, desde 2012, impulsa acciones<br />

de transformación social. El grupo ha cambiado de<br />

nombre dos veces, sus integrantes han rotado más<br />

de una ocasión y <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong> parroquia se ha<br />

ido renovando, pero su apuesta sigue firme: aportar<br />

por una Iglesia en salida desde el fortalecimiento<br />

del liderazgo juvenil con un enfoque artístico en<br />

actividades como origami, fotografía, música y<br />

danza.<br />

En este sentido, el colectivo ya ha realizado dos<br />

Acciones Afirmativas (acciones que responden<br />

a <strong>la</strong> transformación de <strong>la</strong>s problemáticas de <strong>la</strong><br />

comunidad) con el acompañamiento de FICONPAZ:<br />

<strong>la</strong> primera, en 2015, en <strong>la</strong> que invitó a <strong>la</strong> reflexión<br />

del uso inadecuado del tiempo libre por parte de<br />

los jóvenes, el embarazo en adolescentes y <strong>la</strong><br />

prevención del consumo de alucinógenos; y <strong>la</strong> del<br />

2016 en <strong>la</strong> que reunieron a <strong>la</strong>s familias en el Festival<br />

de Juegos Tradicionales.<br />

Su vocación comunitaria y pastoral los ha animado<br />

a continuar a pesar de encontrar un proceso lleno<br />

de dificultades. La falta de un espacio formal ha<br />

sido una de el<strong>la</strong>s. Y así, como es su trabajo con <strong>la</strong><br />

comunidad es su peregrinaje <strong>para</strong> <strong>la</strong> realización<br />

de sus reuniones que osci<strong>la</strong> entre <strong>la</strong>s casas de<br />

<strong>la</strong>s coordinadoras y los lugares apoyados por<br />

FICONPAZ.<br />

Este colectivo integra el Movimiento de Jóvenes<br />

Animadores con una Fe Transformadora - JAFET<br />

y este proceso los ha impulsado a crear nuevas<br />

formas de re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong> comunidad y los ha<br />

motivado a llevar el mensaje pastoral desde formas<br />

alternativas y transformadoras, como <strong>la</strong> Jornada de<br />

Abrazos Gratis, realizada en 2015, en <strong>la</strong> que invitaron<br />

a <strong>la</strong> comunidad a romper con <strong>la</strong>s barreras sociales<br />

como un primer paso a <strong>la</strong> reconciliación.<br />

Su experiencia en estos años los ha fortalecido<br />

como grupo y los ha animado a seguir con su<br />

objetivo de generar un impacto social a través de <strong>la</strong><br />

formación y el fortalecimiento de sus integrantes y<br />

de su posterior proyección a <strong>la</strong> comunidad. Buscan<br />

que muchos más jóvenes integren el colectivo, pero<br />

lo que más les importa es que en ellos aprendan a<br />

crear otras formas de construir <strong>paz</strong>, sobre todo, en<br />

esta nueva etapa social y política que enfrenta el<br />

país.<br />

24


El suelo<br />

bajo nuestros pies<br />

Por Juan Mosquera Restrepo<br />

Suena el teléfono. Carlos al otro <strong>la</strong>do del auricu<strong>la</strong>r<br />

saluda, pregunta dos o tres cosas como suele<br />

suceder cuando l<strong>la</strong>ma alguien con el que hace<br />

días no hab<strong>la</strong>s y luego dice lo que venía a decir. La<br />

pregunta que hace puede servir <strong>para</strong> titu<strong>la</strong>r una tesis<br />

de varios tomos, un curso entero, una conferencia<br />

taquillera y rentable. La pregunta que comparte es<br />

“Juan, ¿cuáles son los retos de los jóvenes en el<br />

posconflicto?”<br />

Jóvenes.<br />

Retos.<br />

Posconflicto.<br />

Joven y reto son dos pa<strong>la</strong>bras que no están lejos <strong>la</strong><br />

una de <strong>la</strong> otra porque ¿qué otra cosa es <strong>la</strong> juventud<br />

sino un desafío? Sobre esto ya hay líneas y páginas<br />

y libros y libros y más libros escritos. Lo nuevo<br />

aquí es <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra posconflicto. Esto cambia toda <strong>la</strong><br />

ecuación.<br />

¿Quiénes han peleado <strong>la</strong> guerra en mayor número?<br />

Los jóvenes.<br />

¿Quiénes han puesto <strong>la</strong> cuota más alta de muertos?<br />

Los jóvenes.<br />

¿Quiénes deciden <strong>la</strong> guerra? Los viejos.<br />

Es contra natura que los padres entierren a sus<br />

hijos. Pero nos acostumbramos a ese paisaje.<br />

Lo aceptamos. Algunos por temor, muchos por<br />

indiferencia. Y eso que <strong>para</strong> muchos sucedió en <strong>la</strong><br />

pantal<strong>la</strong> del televisor siempre en el mismo horario<br />

cada noche, con <strong>la</strong> emisión de los titu<strong>la</strong>res del<br />

noticiero en horario triple A, <strong>para</strong> otros tantos<br />

sucedió en <strong>la</strong> esquina del barrio, en <strong>la</strong> fachada de su<br />

casa, en <strong>la</strong> sa<strong>la</strong> de ve<strong>la</strong>ción del pueblo.<br />

Toda <strong>la</strong> sangre derramada en décadas de<br />

confrontación tiene el color de nuestra sangre y<br />

también nuestro apellido. Porque un país también<br />

es esto: <strong>la</strong> primera pa<strong>la</strong>bra que va después de tu<br />

nombre.<br />

Puedes juntar algunos números <strong>para</strong> intentar<br />

comprender, ése es el oficio de <strong>la</strong>s estadísticas.<br />

Calcu<strong>la</strong>r los millones de jóvenes que comparten<br />

territorio, cuántos en <strong>la</strong> ciudad, cuántos en el<br />

campo, qué estudian los que estudian, cuántos<br />

están trabajando, cuántos trabajan en lo que han<br />

estudiado, cuántos son desempleados, cuántos<br />

viven apenas sobreviviendo… Puedes juntar esos<br />

números <strong>para</strong> hacer una pregunta porque todas <strong>la</strong>s<br />

cifras que puedas tener sobre un papel no hacen<br />

completa una respuesta.<br />

El país que quiere llegar a un lugar l<strong>la</strong>mado futuro<br />

debe pensar en los jóvenes hoy, pero ese mañana<br />

no es algo que llega como viento que sop<strong>la</strong> sin<br />

saberse de dónde viene. Ese futuro no es algo que te<br />

adjudican como si fuera un lote baldío esperándote.<br />

Lo hacés vos. Lo hacemos entre todos.<br />

Cuando dices posconflicto estás hab<strong>la</strong>ndo de un<br />

después ¿después de qué? Después de los acuerdos,<br />

después de <strong>la</strong>s firmas, después del desarme,<br />

después de <strong>la</strong> entrada de los excombatientes a <strong>la</strong><br />

vida civil. Pero el posconflicto no es sólo <strong>para</strong> los que<br />

ayer fueron guerreros armados de motivos y culpas.<br />

También es un después <strong>para</strong> todas <strong>la</strong>s víctimas, <strong>la</strong>s<br />

directas y <strong>la</strong>s indirectas, <strong>para</strong> vos y <strong>para</strong> mí. Para <strong>la</strong><br />

sociedad entera que ha estado en medio del fuego<br />

cruzado que sumó más de cincuenta años y que no<br />

es tan fácil de resumir como una guerra entre dos<br />

bandos.<br />

25


Vos lo sabés.<br />

Has vivido más de un día aquí.<br />

El reto de un joven está en comprender que tiene<br />

derecho a un mañana distinto, que no es suya <strong>la</strong><br />

biografía que vivieron sus padres. El reto está en<br />

entender que no debe encerrarse <strong>para</strong> protegerse<br />

como en un combate sino, por el contrario, que debe<br />

abrirse <strong>para</strong> que podamos protegernos entre todos<br />

como sucede en los lugares en <strong>paz</strong>.<br />

Nuestro país tiene tantas fronteras como cicatrices.<br />

El reto de los jóvenes está en no asustarse con lo<br />

que ve cuando Colombia se mira en el espejo. Hay<br />

una tarea por cumplir que empieza por reconocer<br />

que somos frágiles y también fuertes, que nos<br />

habita <strong>la</strong> contradicción, que no hay que guardarle<br />

miedo a <strong>la</strong> esperanza.<br />

Sólo ahora, lejos de los reflectores, muchas familias<br />

vuelven a ser familia. Solo ahora, lejos de micrófonos<br />

de radio, muchos desp<strong>la</strong>zados comienzan a pensar<br />

que pueden l<strong>la</strong>marse retornados cuando regresen<br />

al pueblo que dejaron atrás. Solo ahora, lejos de<br />

los titu<strong>la</strong>res de prensa, los barrios de <strong>la</strong>s grandes<br />

ciudades se encuentran con que tienen nuevos<br />

vecinos venidos de una guerra que solo habían<br />

visto por televisión y que también sucedió acá, en <strong>la</strong><br />

misma tierra que pisamos todos los días. En el suelo<br />

bajo nuestros pies.<br />

El posconflicto, con todo lo difícil que es y que será,<br />

es el tiempo de <strong>la</strong> más bel<strong>la</strong> oportunidad: solucionar<br />

los problemas sin matarnos es <strong>la</strong> lección del nuevo<br />

día.<br />

¿Los retos de los jóvenes en el posconflicto, me<br />

decías?<br />

El reto más grande es no heredar el odio.


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