22.10.2017 Views

Cincuenta sombras de Grey - E. L. James

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

mía, tendrías que agra<strong>de</strong>cérmelo. Limítate a aceptar lo que te compre, porque<br />

me complace que lo hagas.<br />

—Aún no era tu sumisa cuando lo compraste —susurro.<br />

—No… pero has accedido, Anastasia.<br />

Su mirada se vuelve recelosa.<br />

Suspiro. No me voy a salir con la mía, así que pasamos al plan B.<br />

—Entonces, ¿es mío y puedo hacer lo que quiera con ello?<br />

Me mira con <strong>de</strong>sconfianza, pero ce<strong>de</strong>.<br />

—Sí.<br />

—En ese caso, me gustaría donarlo a una ONG, a una que trabaja en Darfur<br />

y a la que parece que le tienes cariño. Que lo subasten.<br />

—Si eso es lo que quieres hacer…<br />

Aprieta los labios. Parece <strong>de</strong>cepcionado.<br />

Me sonrojo.<br />

—Me lo pensaré —murmuro.<br />

No quiero <strong>de</strong>cepcionarlo, y entonces recuerdo sus palabras. « Quiero que<br />

quieras complacerme.»<br />

—No pienses, Anastasia. En esto, no.<br />

Lo dice sereno y serio.<br />

¿Cómo no voy a pensar? Te pue<strong>de</strong>s hacer pasar por un coche, ser otra <strong>de</strong> sus<br />

posesiones, ataca <strong>de</strong> nuevo mi subconsciente con su <strong>de</strong>sagradable mordacidad.<br />

La ignoro. Ay, ¿podríamos rebobinar? El ambiente es ahora muy tenso. No sé qué<br />

hacer. Me miro fijamente los <strong>de</strong>dos. ¿Cómo salvo la situación?<br />

Deja la botella <strong>de</strong> champán en la mesa y se sitúa <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> mí. Me coge la<br />

cara por la barbilla y me levanta la cabeza. Me mira con expresión grave.<br />

—Te voy a comprar muchas cosas, Anastasia. Acostúmbrate. Me lo puedo<br />

permitir. Soy un hombre muy rico. —Se inclina y me planta un beso rápido y<br />

casto en los labios—. Por favor.<br />

Me suelta.<br />

Vay a, me susurra mi subconsciente.<br />

—Eso hace que me sienta ruin —musito.<br />

—No <strong>de</strong>bería. Le estás dando <strong>de</strong>masiadas vueltas, Anastasia. No te juzgues<br />

por lo que puedan pensar los <strong>de</strong>más. No malgastes energía. Esto es porque<br />

nuestro contrato te produce cierto reparo; es algo <strong>de</strong> lo más normal. No sabes en<br />

qué te estás metiendo.<br />

Frunzo el ceño, tratando <strong>de</strong> procesar sus palabras.<br />

—Va, déjalo ya —me or<strong>de</strong>na con <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za, cogiéndome otra vez la barbilla<br />

y tirando <strong>de</strong> ella suave para que <strong>de</strong>je <strong>de</strong> mor<strong>de</strong>rme el labio inferior—. No hay<br />

nada ruin en ti, Anastasia. No quiero que pienses eso. No he hecho más que<br />

comprarte unos libros antiguos que pensé que te gustarían, nada más. Bebamos<br />

un poco <strong>de</strong> champán. —Su mirada se vuelve cálida y tierna, y y o le sonrío

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!