22.10.2017 Views

Cincuenta sombras de Grey - E. L. James

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

enteraría por Kate. La i<strong>de</strong>a me enfurece. Se ha visto obligado a invitarme. El<br />

pensamiento me resulta triste y <strong>de</strong>primente. Mi subconsciente asiente, sabia, con<br />

cara <strong>de</strong> « por fin te has dado cuenta, boba» .<br />

—La cena está casi lista —dice Grace saliendo <strong>de</strong> la habitación <strong>de</strong>trás <strong>de</strong><br />

Mia.<br />

Christian me mira y frunce el ceño.<br />

—Siéntate —me or<strong>de</strong>na, señalándome el sofá mullido, y y o hago lo que me<br />

pi<strong>de</strong>, cruzando con cuidado las piernas.<br />

Él se sienta a mi lado pero no me toca.<br />

—Estábamos hablando <strong>de</strong> las vacaciones, Ana —me dice amablemente el<br />

señor <strong>Grey</strong> —. Elliot ha <strong>de</strong>cidido irse con Kate y su familia a Barbados una<br />

semana.<br />

Miro a Kate y ella sonríe, con los ojos brillantes y muy abiertos. Está<br />

encantada. ¡Katherine Kavanagh, muestra algo <strong>de</strong> dignidad!<br />

—¿Te tomarás tú un tiempo <strong>de</strong> <strong>de</strong>scanso ahora que has terminado los<br />

estudios? —me pregunta el señor <strong>Grey</strong>.<br />

—Estoy pensando en irme unos días a Georgia —respondo.<br />

Christian me mira boquiabierto, parpa<strong>de</strong>ando un par <strong>de</strong> veces, con una<br />

expresión in<strong>de</strong>scifrable. Oh, mierda. Esto no se lo había mencionado.<br />

—¿A Georgia? —murmura.<br />

—Mi madre vive allí y hace tiempo que no la veo.<br />

—¿Cuándo pensabas irte? —pregunta con voz grave.<br />

—Mañana, a última hora <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>.<br />

Mia vuelve al salón y nos ofrece sendas copas <strong>de</strong> champán llenas <strong>de</strong><br />

Prosecco <strong>de</strong> color rosa pálido.<br />

—¡Por que tengáis buena salud!<br />

El señor <strong>Grey</strong> alza su copa. Un brindis muy propio <strong>de</strong>l marido <strong>de</strong> una<br />

doctora; me hace sonreír.<br />

—¿Cuánto tiempo? —pregunta Christian en voz asombrosamente baja.<br />

Maldita sea… se ha enfadado.<br />

—Aún no lo sé. Depen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> cómo vay an mis entrevistas <strong>de</strong> mañana.<br />

Christian aprieta la mandíbula y Kate pone esa cara suy a <strong>de</strong> metomentodo y<br />

me sonríe con <strong>de</strong>smesurada dulzura.<br />

—Ana se merece un <strong>de</strong>scanso —le suelta sin ro<strong>de</strong>os a Christian.<br />

¿Por qué se muestra tan hostil con él? ¿Qué problema tiene?<br />

—¿Tienes entrevistas? —me pregunta el señor <strong>Grey</strong>.<br />

—Sí, mañana, para un puesto <strong>de</strong> becaria en dos editoriales.<br />

—Te <strong>de</strong>seo toda la suerte <strong>de</strong>l mundo.<br />

—La cena está lista —anuncia Grace.<br />

Nos levantamos todos. Kate y Elliot salen <strong>de</strong> la habitación <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l señor<br />

<strong>Grey</strong> y <strong>de</strong> Mia. Yo me dispongo a seguirlos, pero Christian me agarra <strong>de</strong> la mano

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!