El nuevo sismo <strong>del</strong> 19 de septiembre Pese a lo anterior, en el temblor <strong>del</strong> 19 de septiembre de <strong>2017</strong>, hubo un desprendimiento intraplaca, es decir, se cayó una parte de la placa de Cocos y, al parecer, no se debió a la fricción entre las placas de Cocos y <strong>No</strong>rteamericana. Hoy la solidaridad ciudadana ha sido ejemplar. Rescatar a cualquier persona que pueda estar viva debe ser una prioridad <strong>del</strong> gobierno y de todos los ciudadanos, y no que nos reclamen por distintos medios que se quieren meter las máquinas. En el caso de México, la placa de Cocos, que está en la costa sur <strong>del</strong> Pacífico (desde Guadalajara hasta Chiapas), pasa por debajo de otra gran placa que se denomina de <strong>No</strong>rteamérica, y la fricción y rompimiento de las placas es lo que produce los enormes sismos que padece nuestro país. Y en todo el planeta existe una región que se conoce como el cinturón de fuego <strong>del</strong> Pacífico donde constantemente ocurren temblores. Las ondas que producen los temblores viajan a una velocidad aproximada de 24 mil kilómetros por hora (Km/hr) como los cohetes, mientras que las ondas de luz, como la radio y la televisión, viajan a mil ochenta millones (1,080,000,000) km/hr (no la podemos imaginar). Pero esta diferencia es lo que hace que la alarma sísmica nos de unos valiosísimos segundos para salir de nuestras casas y ponernos en un lugar seguro cuando ocurre un temblor. Cuando se produjo el temblor <strong>del</strong> 19 de septiembre de <strong>2017</strong>, la onda sísmica tardó 18 segundos en llegar a la <strong>Ciudad</strong> de México desde el epicentro, pero la estación sísmica más cercana únicamente tardaría un par de segundos en llegar a la capital. Es necesario tener el dinero para reconstruir todas las viviendas afectadas en México y hacerlo de inmediato. Y para ello, junto con millones se ha propuesto que el dinero de las campañas de los partidos para las elecciones de 2018 se destine en su totalidad a construir las viviendas, así como que los bancos y grandes empresarios (Coparmex) destinen 10 por ciento de sus ganancias de manera directa a las viviendas afectadas. Y también otorgar recursos a todos aquellos que se quedaron sin el sostén de la familia. Hacerlo nos hará más grandes. Es relevante llamar a la prevención y ésta supone que ante un nuevo sismo todos salgan a un lugar donde no les afecte la destrucción de su estancia; en la mayoría de los casos, un lugar abierto donde no se les pueda caer nada encima, así como permanecer en el triángulo de protección. Y también recordar a los grandes medios de comunicación que México abarca un poco más de la <strong>Ciudad</strong> de México, pueblos pequeños de Morelos como San Pablo Hidalgo, Ticumán, Tepalcingo y Yecapixtla, por mencionar sólo algunos que están abandonados y necesitan ayuda de todos los mexicanos. Así que en teoría tendríamos aproximadamente 15 segundos desde que sonó la alarma sísmica para desalojar nuestras viviendas y centros de trabajo. Cuando se produjo el temblor <strong>del</strong> 19 de septiembre de <strong>2017</strong>, la onda sísmica tardó 18 segundos en llegar a la <strong>Ciudad</strong> de México desde el epicentro, pero la estación sísmica más cercana únicamente tardaría un par de segundos en llegar a la capital. Así que en teoría tendríamos aproximadamente 15 segundos desde que sonó la alarma sísmica para desalojar nuestras viviendas y centros de trabajo. Es deseable que los medios nacionales no dejen de lado al resto <strong>del</strong> país y que abandonen su visión centralista de México. Un abrazo muy grande a todos los afectados por el terremoto. Un gran problema con los sismos en el caso de los edificios es que aquellos que tienen de 2 a 12 pisos son los más peligrosos para la construcción en zonas sísmicas de suelo blando en la capital, dado que entran en resonancia y es más fácil que se caigan, ya que los efectos de las ondas sísmicas se amplifican y duran más. 3 4