ACÁ 7
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8 www.eldiariodelaregion.com.ar Resistencia, 17 de diciembre de 2017<br />
<strong>ACÁ</strong><br />
ESAS “SILUETAS DE MARGARITA”, EN elDIARIO DE LA REGIÓN<br />
Memoria que grita en las<br />
Esta semana se cumplieron<br />
41 años del fusilamiento clandestino<br />
por parte del terrorismo<br />
de Estado a una veintena<br />
de detenidos y detenidas por<br />
razones políticas el 13 de diciembre<br />
de 1976, en cercanías<br />
a la localidad de Margarita Belén.<br />
La Cooperativa La Prensa<br />
Ltda, editora de elDIARIO de<br />
La Región y del suple <strong>ACÁ</strong><br />
participó en el programa cultural<br />
de actividades organizado<br />
desde la Comisión Provincial<br />
por la Memoria para la<br />
conmemoración del hecho con<br />
una intervención de Siluetas<br />
de la Masacre de Margarita<br />
Belén en la fachada de la sede<br />
de La Prensa (José Hernández<br />
280), junto con la Subsecretaría<br />
de Cultura e Identidad Local<br />
del Municipio de Resistencia,<br />
en la tarde del martes.<br />
El periodista, escritor y exdetenido<br />
político Miguel Ángel<br />
Molino, alma máter de las<br />
emblemáticas Siluetas, junto<br />
con integrantes de la cooperativa<br />
estamparon las imágenes<br />
en homenaje y recuerdo a los<br />
y las militantes asesinados a<br />
quemarropa y extenuados por<br />
paredes de la ciudad<br />
la tortura, por un grupo de militares<br />
y policías según el plan<br />
criminal pergeñado por los altos<br />
mandos de la última dictadura<br />
para encubrir la Masacre<br />
en un enfrentamiento durante<br />
un intento de fuga.<br />
Estas siluetas, realizadas<br />
a mediados de los ochenta,<br />
son el primer graiti político<br />
sobre el terrorismo de Estado<br />
en el Chaco, cuando todavía<br />
la masacre de Margarita Belén<br />
no iguraba en las agendas<br />
políticas y lo que imperaba<br />
en buena parte de la sociedad<br />
era el silencio cómplice<br />
o bien la ignorancia respecto<br />
de lo ocurrido sobre la base<br />
del olvido y la tergiversación<br />
de la verdad histórica. La Argentina<br />
comenzaba a sacudirse<br />
a tientas, todavía aturdida,<br />
de la larga noche militar. Y<br />
para aportar a develar el crimen<br />
del 13 de diciembre de<br />
1976, apartando ese manto<br />
de impunidad es que la ciudad<br />
amanecía con sus muros poblados<br />
por siluetas de varias<br />
personas maniatadas y agonizantes<br />
acribilladas a balazos,<br />
con gestos que recuerdan el<br />
alarido de El Grito de Edvard<br />
El escritor y ex detenido políico Miguel Ángel Molino pintó las siluetas en el muro de elDIARIO de la Región.<br />
FOTOS: JORGE FLORES<br />
Munch.<br />
Al respecto, Molino comentó<br />
que el dibujo “surge a<br />
ines de 1983, cuando nos permitían<br />
dibujar en la cárcel, lo<br />
hacía en cuadernos y papeles<br />
sueltos, luego surge años<br />
después en pintadas. A veces<br />
pintábamos más de treinta siluetas<br />
por noche. La idea era<br />
hacer algo simple para que<br />
pudiese ser reproducido por<br />
cualquiera”, siempre a los<br />
apurones. Eran tiempos en los<br />
cuales pintar las siluetas no<br />
era gratis, más bien suponía<br />
la certeza de represión.<br />
A 41 años del horror, ponemos<br />
en primer plano a este<br />
icono del Juicio y Castigo a<br />
los genocidas que conjuga<br />
ese impulso y esa urgencia<br />
militante con el minimalismo<br />
como santo y seña para lograr<br />
mucho con poco, “atando con<br />
alambre” y haciendo de la<br />
necesidad una virtud ante la<br />
precariedad de recursos y las<br />
hostilidades varias del ambiente.<br />
Siluetas que interpelan<br />
a todos y a todas “desde<br />
esa imprenta de los pueblos”<br />
que son las paredes y los muros<br />
de la ciudad.<br />
Ser Hijo<br />
“Tu recuerdo me impulsa a escribirte, a<br />
vos, compañero, que aquí ya no estás,<br />
por causas de lucha, por causas de vida,<br />
por causas que buscan nuestra libertad”.<br />
Por Juan Carlos Fernández<br />
Así empezaba Eduardo “Lalo” Fernández su poema<br />
“A vos, Compañero”, cuando era apenas un joven llegando<br />
a los 20 años de edad. “Hoy, a 37 (*) años de<br />
su desaparición, y a 30 de que nuestro pueblo venció<br />
a la dictadura que se lo llevó, recuperando deinitivamente<br />
la democracia, hago mías sus letras tratando<br />
de relexionar sobre esta historia reciente, esta historia<br />
tan nuestra, tan fuerte, tan viva, que diiculta<br />
muchas veces separar lo personal de lo militante y de<br />
lo profesional.<br />
Perseguir mi vocación fue una de las principales<br />
razones que me trajeron al Chaco desde Goya, donde<br />
pasé gran parte de mi infancia y toda mi adolescencia,<br />
donde vivía con mi familia y de donde era la<br />
familia de mi Viejo. A estos seres queridos tengo que<br />
agradecer el hecho de nunca haberme ocultado que<br />
él estaba desaparecido... Ahora bien, ¿qué signiica<br />
ser hijo de un desaparecido? Es una pregunta siempre<br />
actual, que va encontrando algunas respuestas y<br />
otras no, y lleva siempre a otras preguntas. Una cosa<br />
es segura: forma parte de mi Identidad. Y es, creo<br />
yo, la búsqueda de esas respuestas, de esa Identidad,<br />
lo que me llevó a ser quien soy, hacer lo que hago y<br />
hablar hoy de Margarita Belén.<br />
Mis primeros contactos con “Margarita” fueron en<br />
las vigilias desde el año 2000 más o menos, también<br />
como resultado de que los H.I.J.O.S. se propusieron<br />
acercar a los que andábamos desparramados por ahí.<br />
En ese entonces yo sabía, por palabras de mi vieja,<br />
que a mi viejo posiblemente lo habían matado en la<br />
masacre de Margarita Belén. Así que por historia personal,<br />
por inquietudes y por ganas de aportar desde<br />
mi profesión (soy ingeniero en Sistemas de Información)<br />
de a poco, muy de a poco, fui participando cada<br />
vez más, colaborando con la sistematización de esos<br />
datos sueltos que se tenían principalmente en los<br />
organismos, y que se pudieron empezar a organizar<br />
institucionalmente caon la creación de la Comisión<br />
Provincial por la Memoria y el Registro Único de la<br />
Verdad. Y fue desde esa participación, que intentó<br />
transformarse en militancia, que aprendí a reconstruir<br />
una historia de vida, tratando de devolverle a<br />
esa persona desaparecida la identidad que quisieron<br />
robarle. Desde ese lugar pude hacer propio el sentimiento<br />
contradictorio del duelo postergado luego de<br />
restituir a sus familiares los restos de Alcides Bosch y<br />
Lucho Díaz; con esas ganas y esa necesidad de justicia<br />
me alegré porque un tribunal determinó que era<br />
verdad todo lo que ya sabíamos sobre la masacre y<br />
condenó a sus ejecutores directos.<br />
Pasaron 37 años. El camino recorrido no fue fácil,<br />
y el que queda por recorrer tampoco lo es. Los logros<br />
no fueron pocos. Pero todavía deben ser juzgados<br />
los cómplices civiles y los autores intelectuales de<br />
la masacre. Todavía estamos buscando los restos de<br />
los que, como Lalo, continúan desaparecidos. Y tal<br />
vez, para seguir ese camino, el incentivo más fuerte<br />
es justamente conocer y reivindicar sus luchas,<br />
entender por qué no están y hacer que su ausencia<br />
tenga un sentido, que se releje en nuestro trabajo,<br />
en nuestros logros como sociedad, en nuestros hijos”.<br />
HOY<br />
Creo que cada tanto es bueno re-leernos, para<br />
re-pensarnos, y buscar así, de ser necesario, re-inventarnos…<br />
Hoy, en 2017, releer las palabras de mi<br />
Viejo y lo que yo pensaba y hacía hace cuatro años<br />
me trae a los compañeros y seres queridos que ya no<br />
están, me trae sus ideas y sus ideales, sus palabras,<br />
sus recuerdos, sus ejemplos. Y es algo urgente y necesario.<br />
Un 2017, y desde los últimos dos años, cargado<br />
de retrocesos en lo político, lo social, lo económico,<br />
lo cultural, de una manera que, creo, no imaginábamos<br />
que podía pasar. El último 13 en Margarita, junto<br />
a los compañeros, estabas más presente que nunca,<br />
marcándonos el camino con la fuerza y la alegría con<br />
la que te conocieron. Por eso Viejo, Tu recuerdo me<br />
impulsa a escribirte, a vos, compañero, que aquí ya<br />
no estás, por causas de lucha, por causas de vida, por<br />
causas que buscan nuestra libertad, por mis hijos, tus<br />
nietos, y por la búsqueda de Tu Verdad.<br />
(*Este tramo fue publicado en 2013 en la Revista La<br />
Negra, editada por Colectivo Nacional).