FEBRERO 2018

Cuando los padres se separan
Cuando una pareja se separa o se divorcia los hijos son los más afectados. No sólo porque tienen que privarse de la
compañía permanente de uno de sus padres, sino porque esto puede convertirse en un conflicto emocional. Los
niños sufren al ver partir a uno de sus padres, y sienten incertidumbre de cómo será su vida más adelante. También
se preguntan si existe la posibilidad de que vuelvan a estar juntos. Se sienten inseguros, a muchos les embarga un
sentimiento de desconfianza y una sensación de abandono. EN REALIDAD LOS NIÑOS SE AFECTAN MÁS POR LA
FORMA EN QUE LOS PADRES MANEJAN LOS SENTIMIENTOS DESPUÉS DEL DIVORCIO, QUE POR EL
DIVORCIO MISMO. Aunque una separación puede ser dolorosa, los niños logran sobreponerse a ella si sus padres
siguen dedicándose a ellos.
La habilidad que los padres desarrollen para llevarse bien después de la separación contribuye a sanar las heridas
que deja en los hijos el rompimiento de la pareja. El tiempo que tardan los padres en reponerse de su propia tristeza
y concentrarse en el bienestar de sus hijos, influye en la posibilidad de que los niños superen este trance. Si un niño
puede sobrellevar de manera positiva la tensión y el cambio, logrará reforzar la imagen que tiene de sí mismo. El
amor, el respeto y la disciplina que los padres le muestren le ayudaran a aceptar las nuevas situaciones y a entender
que la vida puede seguir sin sufrimiento ni dolor.
Rosa Elba Bahena Flores
Lic. en Psicología
rosaelbabahena@hotmail.com
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