LA NACIONAL | Noviembre - Diciembre| 2017

Para el año de 1910 se asociaron los campos
petroleros con la Teoría del Anticlinal formulada por el
geólogo Everette Degolyer, con esta idea también se
encontraron nuevos pozos productores, uno de ellos
es el pozo Potreo del llano 4. Pero en 1916 con la idea
de las chapopoteras se encontró el famoso pozo Cerro
Azul 4.
La refracción sísmica en la década de los años 30
ayudó a explicar la idea de la cresta “The Ridge”.
Se observó que los campos petroleros en la región
conservaban una alineación, y esta idea también
funcionó parcialmente para descubrir nuevos campos
(Figura 1).
En 1908 se
perforó el pozo
San Diego
2, primer
descubridor de la
Faja de Oro.
Para 1940 la reflexión sísmica se interpretaba a
mano y ayudó a identificar zonas caóticas que al final
produjeron hidrocarburo.
Figura 1.- Ubicación geográfica de la Faja de Oro. En la figura se puede observar el alineamiento
existente de los campos terrestres y en la porción marina.
Después, en 1960, siguiendo la alineación de la faja
de oro terrestre hacia el Este, se extendieron los
descubrimientos hacia el mar y resultó productor el
pozo Isla de Lobos 1-B.
En los tiempos modernos se usan figuras en 3D,
modelos sedimentarios detallados, la realidad
aumentada, etc...
En el futuro la exploración de nuevos plays incluirá
modelos sedimentarios y estructurales complejos.
Pero seguirá existiendo el reto más difícil de todos los
tiempos: romper el paradigma, reconocer una nueva
idea y adoptarla, enfrentar a los jefes casados con los
modelos existentes; el peor caso será convencerlos
de cambiar las ideas, así como lo hicieron a lo largo
de estos 110 años los exploradores intrépidos que
probaron nuevas técnicas arriesgando su prestigio.
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