Valores+_23

silentium -ausencia de todo sonido
o ruido (Diccionario Enciclopédico
Larousse, 2001)- valorado
en términos de mudez
(Moratalla, 2006), el mensaje
que me motivó para buscar
una manera de transmitirlo
fue lo que llamé (después de
hacer numerosos ejercicios
mentales) silencio reflexivo: un
tipo de comunicación no verbal
donde el silencio es activo, es
dinamismo que nos entrena
para saber escuchar, además
de que, “nos permite descubrir
Foto por: Brenda Ochoa
que dialogar es algo más que
intercambiar frases, ideas o expresiones”
(Moratalla, 2006).
A través de la observación
participante y cuatro entrevistas
realizadas a mis alumnos,
donde se utilizó la técnica de la
“deriva” (Herrera, 2009), pude
adentrarme un poco más en la
realidad que viven los adolescentes
y en su concepción que
tienen en relación al silencio
de clase; descubrí que existía
confusión e inseguridad respecto
al tipo de silencio que
quería transmitir: un silencio
relacionado implícitamente con
la virtud de la escucha y con el
valor del respeto (Saint-Onge,
2000), que puede ser conceptualizado
como un tipo particular
de intervención pedagógica
en una actitud de reflexionar
(Ferreiro, en Lerner, 2001),
que valora la palabra y el saber
(Saint-Onge, 2000), que es
parte de la acepción que tiene
Fernando González Rey sobre
la comunicación-educativa
cuando destaca “el carácter
activo del proceso comunicativo,
la significación de la comunicación
no verbal” (Amayuela,
2003); es decir, un silencio
reflexivo que podría ayudar a
“componer” o construir armónicamente
la comunicación en la
clase de música. Todo esto es
lo que quería comunicar a mis
estudiantes y por eso primero
eche un vistazo a su realidad.
Luego de haber reflexionado
en los datos observados, el curriculum
de música en secundaria,
las entrevistas y algunos
autores que han abordado un
poco el tema, como Saint-Onge,
Moratalla y Ferreiro (entre
otros); elaboré una estrategia
didáctica-comunicativa que
ayudaría a comunicar la importancia
del silencio en la “composición”
de la clase musical,
la denominé: ejercicio de silencio
reflexivo. Dicha estrategia
fue aplicada con éxito, a través
de un reto-actividad (que en
esencia) fue de silenciamiento
para 49 adolescentes de tercero
de secundaria, seguida
de un diálogo entre los alumnos
y el profesor e inspirada
en un poema de Octavio Paz
llamado: Silencio. Se logró que
los estudiantes construyeran
una “composición” armónica
de la clase de música; es decir,
durante la clase cada alumno
contribuyó para que la sesión
se desarrollara en completo orden
comunicativo donde se experimentó
de forma dinámica y
vivencial el silencio reflexivo.
El mensaje comunicado a los
alumnos de un grupo de tercero,
sí logró llegar a través de un
canal no verbal -en principio- y
luego, se reforzó al expresar
su opinión de forma escrita y
oral. Además no sólo llegó por
llegar, se asimiló, tomó sentido
y significado de manera vivencial,
se reflejó en lo que escribió
y dialogó cada alumno, se
manifestó competentemente
en el resultado general de haber
superado el reto que exigió
concentración y entrega en
medio del silencio.
El aprender a guardar silencio
reflexivo se hace ejercitándolo
y por eso, este documento es
un trabajo limitado y no terminado
que hace una sencilla
aportación a la idea de que “el
silencio es una herramienta
educativa” (Moratalla, 2006).
En este mismo sentido, es necesario
diseñar más actividades
de silencio reflexivo, que
den seguimiento al proceso de
formación de hábitos competentes,
relacionados al “saber
escuchar con atención” en la
escuela.
Finalmente, haber ensayado
en relación al callado tema del
silencio, ha sido producto de
ese “otro silencio” del que habla
Octavio Paz en su poema
y que aquí se denomina: un silencio
reflexivo que brota de la
música enmudecida donde se
encuentra el fondo del simple
silencio; haber ensayado silenciosamente
a través de ese
“otro silencio”, me ha enseñado
a ordenar y escribir un poco
mejor mis ideas, a estar atento
a lo que hablan los autores
en el silencio de los textos, a
manejar los “sonidos del silencio
interior”, los “sonidos” de la
percepción, la sensibilidad y
la creatividad -habilidades del
pensamiento artístico- (SEP,
2006).
Foto por: Rodolfo Sánchez López
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REFERENCIAS:
• Educación básica. Secundaria.
Artes. Música. Propósitos
del primer grado en: Programas
de estudio 2006, SEP, pp.
14, 15, 19, 25, 35, 110, 117,
118.
• Moratalla, Agustín Domingo
(2006), El valor educativo
del silencio, artículo en
internet:http://www.lasprovincias.es/valencia/prensa/20061209/opinion/valoreducativo-silencio_20061209.
html , España, Sábado, 9 de
diciembre de 2006.
• Lerner, Delia (2001), Prólogo
en: Leer y escribir en la
escuela: lo real, lo posible y
lo necesario, FCE, Espacios
para la lectura, México, p. 10.
• Saint-Onge. (2000), Primer
postulado en: Yo explico, pero
ellos… ¿aprenden?, FCE/SEP
(Biblioteca para la actualización
del magisterio), México,
pp. 27, 37, 32, 61.
• Herrera, Miguel Angel
(2009), Sesión antropológica
en: Clase impartida a alumnos
de maestría en educación,
UMQ, 28 de marzo del 2009,
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• Amayuela, Georgina (2003),
“Comunicación educativa
en el contexto universitario”,
DIDAC, no. 41, México, primavera,
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p 4.
• Paz, Octavio (sin año), Silencio
en: La máquina del tiempo,
una revista de literatura,
sin número, marzo del 2009
Director: Hernán Alejandro Isnardi,
www.lamaquinadeltiempo.com/poemas/paz.htm
• Diccionario Enciclopédico
Larousse, 2001.