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Historas de amor
by Beatríz Nájera Ph.D.
Las emociones... Tan inasibles, tan inefables y
definitorias de nuestro carácter humano, por
muchos siglos, fueron consideradas rasgos de
debilidad humana, preferiblemente ocultables, y
más identificadas con la naturaleza femenina. Sin
embargo, ¿no es acaso la cólera de Aquiles, la emoción
fundamental de la gran obra épica la Ilíada? ¿O el
amor de Marco Antonio hacía Cleopatra capaz de
cambiar el rumbo de una gran cultura? ¿Y no fue
acaso el amor por su patria lo que llevó a Gandhi,
a la revolución no violenta y a la independencia de
la India? ¡Ah las emociones! Tan traídas y llevadas,
pero inevitablemente humanas, han tenido un lugar
fundamental en la historia de nuestro mudo, ni más ni
menos importante que la razón.
La pasión, dama dilecta del romanticismo, logró dar
su voz y reivindicar su lugar en la historia humana
occidental que por mucho tiempo logró acallarla.
Queremos hablar enesta oportunidad de una
historia y de un tipo de emoción, las historias
de amor. Cabe entonces la interrogante, siempre
hecha y mal respondida, sobre: "De qué hablamos
cuando hablamosde amor?". Raymond Carver, en
su maravilloso libro que lleva el título de la pregunta
antes dicha, nos diría que el amor es una emoción
mortal, delirante y hasta cierto punto destructiva; otro
sin embargo, como el autor del libro "El buen amor"
Arcipreste de Hita, diferenciaría entre un bueno y un
mal amor, marcado por una moral espiritual de corte
cristriana, que recoge la idea del amor occidental.
Como vemos, mucho se ha intentado y en muchas
épocas, dar cuenta de que es el amor y como todo lo
hemos experimentado, podríamos convenir que es
una emoción intensa, a lo que le llamamos amor, que
nos sacudde, que nos transtorna y que nos transforma.
Por tanto, en este humilde artículo, no vamos a hacer
un tratado definitorio de lo que es esa emoción,
mucho menos discutir si es afecto o pasión; solo
queremos discurrir sobre los efectos más sublimes a
los que puede conducir y a la necesidad humana de
inmortalizar, esos recuerdos como manifestación de
una de las experiencias más grandiosas por las que
vale la pena vivir.
Cuando pensamos por qué queremos vivir, buscamos
razones, para justificar emociones, por lo tanto, razones
y emociones que conducen a lo más sublimedel ser
humano y que hacen a la vida "vivible" es lo que
entendemos como amor inteligente. Es esa emoción
que conduce a un bien mayor, que saca lo mejor de
nostros, que nos hace mejores personas, que nos
descentra del ego, y que por tanto, teje modos de vida
sublimes.
Ese amor inteligente es el que caracteriza por compartir
y ser feliz al hacerlo. Es el que se dona y disfruta en la
entrega, es el que hace al que recibe más rico y el que
entrega más y se vuelve dichoso.
A esas historias de amor, les podríamos llamar,
usando un lenguaje del argot actual "buenas prácticas
amatorias".
Son las que nuestro socio Love Stories disfruta
inmortalizar. Esas buenas prácticas que fluyen ocultas
en los diferentes ámbitos de nuestra sociedad y que se
expresan en pequeños gestos, como un cálido beso de
la mañana, una sonrisa a tiempo, un perdón indulgente
o una siemple taza de café, hacen grandes diferencias
que alimentan la épica vital del amor, en tiempos de
relaciones humanas frías y electrónicas.
¿Tienes tú una historia así?
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"Amores que dan de hablar"
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