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Licda. Patricia Berríos
Psicóloga clínica y comunitaria
Teléfono: 7469-2068
Email: patylizberrios@gmail.com
Elección de pareja: ¿tengo mala
suerte en el amor?
La experta psicóloga, Patricia Berrios de la asociación, Cuiando a Quienes
cuidan y Paradigma, nos ofrece una interesante reflexión sobre tal pregunta.
Las personas como seres sociales necesitamos de otros
y otras para sentirnos completos y completas, algunas
personas se completan con amigos y amigas, familia,
hermanos y hermanas, sobrinos, diferentes relaciones,
que resultan ser nutridoras para la vida.
¿Pero qué pasa cuando la elección es de una pareja
para vivir y acompañarse?, ¿Cómo se eligen las
parejas?, ¿Acaso el encuentro con nuestra compañía
para la vida es una casualidad?, ¿Las relaciones de
pareja son cuestión de suerte?
Muchas interrogantes pueden surgir ante este tema,
por eso ahora reflexionaremos sobre esta situación;
todas las personas nacemos en el contexto de la
aportaciones de lo femenino y lo masculino y aunque
no todas las personas crecen con un padre y una
madre en una familia nuclear, todas las personas
estamos influenciadas, por papá y mamá, estén o no
presentes en nuestra vida.
De aquí surgen los modelos e imaginarios de hombre
y mujer que practicará el niño o niña que crece en
este mundo en una sociedad X. Así mismo, surgen los
modelos de relación entre las personas. Se aprende
que es una pareja en base a la relación observada en
el hogar, así una pareja puede ser concebida como: el
sostén económico, el salvador o salvadora, el refugio,
la compañía, la persona que aporta al desarrollo
personal, la persona ausente, etc. Y con esa expectativa
buscamos a nuestro compañero o compañera.
Muchas personas, en realidad la gran mayoría, eligen
a su pareja con las características de sus modelos
paternos (padre o madre), quien puede ser una
persona trabajadora, alegre, relajada, alcohólica,
ausente, responsable, tímida, solidaria, autoritaria, etc.
Y así, buscamos a la pareja, de manera inconsciente,
con esas mismas características. Los modelos de pareja
que aprendemos como “normales”, representan un
imán para nuestras vidas, pues es lo conocido y por
consecuencia “seguro”, por ello recurrimos a un mismo
tipo de pareja similar cada vez.
Por ello, cuando pienses que tienes mala suerte en el
amor, o con tus parejas recuerda revisar tu modelo
de pareja, no está mal elegir características positivas
de papá y mamá en una pareja. Pero, es de suma
importancia, no confundir el rol de nuestra pareja con
la de un padre o el de una madre; pues constituye un
modelo y proceder inadecuado, esperar que las parejas
funcionen o se comporten como lo han hecho los
responsables de nuestra crianza.
Muchas crisis de pareja se originan en una elación
inadecuada en la interpretación del rol de la pareja.
Ser conscientes del concepto de parejas que
aprendimos permite poder decidir si se desea seguir
o no ese patrón, o si se desea hacer algunos cambios
que considere importantes para “mi desarrollo”. Y de
si lo que busco en la pareja es la función de cuidador
que tuvieron nuestros progenitores o responsables para
cancelarlo. Evitemos convertir a la pareja en el padreesposo
o madre-esposa.
Así, podrán disminuir el ciclo de repeticiones de
la historia familiar en el sentido de reproducir el
dolor derivado de las separaciones por violencia
intrafamiliar, la falta de comunicación, las dificultades
en la intimidad y muchos otros conflictos. Elegir y
comprometerse en el conocimiento de nuestra historia,
de las fortalezas, necesidades, carencias y límites,
será de gran ayuda para la elección de una compañía
adecuada para tu vida.
Si ya tienes una pareja, puedes hacer el ejercicio de
conocer mejor la historia propia y asumirla, para que
se enriquezca la vida de la pareja, aportando desde el
propio conocimiento de sí, al crecimiento positivo de
cada uno y de la pareja. Las relaciones humanas son
el arte más complejo y bello al que nos enfrentamos
cada día.
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