IMPULSA 14

En este esquema clásico de Freud, lo normal es aquello que permanece dentro
del marco teórico del desarrollo cronológico, pero si se presenta alguna falla en
una de las fases libidinales se generará una fijación y podría también generarse una
perversión y aún más grave una psicosis. Apoyando la idea, Young (2001) habrá de
reconocer que la sexualidad necesita un espacio tan amplio como el simbolismo y
no reducirse a la expresión de las necesidades instintivas, la sexualidad está dentro
del orden simbólico.
En la concepción kleiniana el autoerotismo se basa en aquellas fantasías inconscientes
relativas a la existencia de un pecho (objeto) interno bueno gratificador (pezón,
pecho), que se proyecta en una parte del bebé convirtiéndose de esta manera
en representante del pecho. Las fantasías que se tienen sobre el objeto interno
prepararán el camino hacia el objeto externo, por consecuencia, haciendo referencia
a lo dicho por Laplanche (1970), el autoerotismo no es el tiempo primordial. No es lo
mismo considerar al autoerotismo como la ausencia de objeto a considerarlo como
un segundo tiempo de pérdida de objeto. Agrega Laplanche (1970), la base de la
fantasía primordial esta en los mensajes enigmáticos que surgen del inconsciente
de la madre. Lo que se requiere para construir una fantasía se da a partir de un
trastorno producido por el contacto con la madre más que por la ausencia de esta.
El impacto de la sexualidad madura del adulto desequilibra al infante y requiere la
metabolización defensiva .
Nos ubicamos entre dos propuestas. Por un lado, aquella que señala que hablar
de autoerotismo significa pensar en un momento en que no existe el objeto, etapa
anobjetal; y por otro lado, la que sostiene que el objeto existe desde el origen y hay
un amor primario hacia ese, por lo que desde el inicio la sexualidad tiene un objeto
(Balint, 1968).
Propuesta importante es la que hacen Laplanche y Pontalis en este sentido cuando
refieren que se requiere de la ausencia del objeto para desarrollar la capacidad de
generar una fantasía autoerótica, aquí está el origen de la sexualidad. Sobre esta idea,
Braunschweig y Fain (1975) añadirían, que la ausencia de la madre da oportunidad
al bebé de construir una fantasía, a este momento le llaman el tiempo nocturno del
bebé.
Cabe señalar lo dicho por Green (1997) quien sostiene que en sus inicios el
psicoanálisis buscó reconocer la sexualidad inconsciente para entender el origen de
la sexualidad infantil, sin embargo, en la actualidad se ha perdido este interés por la
sexualidad, poniéndose mayor atención a las relaciones de objeto. Inclusive refiere
Green se llegó a interpretar que lo sexual era una defensa manifiesta contra angustias
o regresiones más arcaicas.
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