Alma Froebel 2018

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Por otra parte el colegio tenía graves problemas constructivos que empezaron a manifestarse con
desprendimientos de techos e importantes entradas de agua. Y ahí fue cuando, a través de un padre
que estaba en el ANPA y que me pidió si podía hacer un informe sobre el estado del colegio, me di
cuenta de que las cosas funcionan porque hay personas que hacen que funcionen. Conocí a los
padres y madres que formaban la directiva del ANPA y me quedé sorprendida de la cantidad de
cosas que hacían y del conocimiento que tenían de todo lo que pasaba en el centro y, pensé, yo
también quiero formar parte de esto. Allí estaban Ángeles, Francisco, Pepe… entre muchos otros.
Durante estos años conocí profesores y profesoras extraordinarios (y alguno que mejor olvidar, todo
hay que decirlo) que lo dan todo por sus alumnos, que se implican verdaderamente, con los que
hablando incluso llegas a pensar que conocen mejor a tu hijo que tú mismo. También conocí
madres y padres extraordinarios, implicados, responsables, cariñosos, unidos en una causa común:
la educación de nuestros hijos e hijas. Y como no, a través del ANPA y del consello escolar, también
traté con la directiva del colegio, de quienes solo puedo decir cosas buenas. Tanto con Teresa como
con Manuel al frente del colegio, la relación siempre fue cordial y sincera, dispuestos a colaborar en
lo necesario y convencidos de que somos un equipo. Elisa, una persona extraordinaria, jefa de
estudios, responsable de biblioteca y profe de música, además de experta en “Maios”. Rosa, la
orientadora, la persona que mejor conoce
a cada alumno del cole, con sus sabios consejos. También tengo un recuerdo muy cariñoso para la
profe Loli de Educación física y para Conchi de reli, cuánto cariño les disteis a mis hijas… sin
olvidarme de los “teachers” y muchos otros profesores y profesoras que no voy a nombrar por
miedo a olvidarme a alguno.
Esta etapa se cierra y comienza una nueva que, estoy segura, también será fructífera, porque la
afronto desde el convencimiento de que de la educación formamos parte todos, alumnos,
profesores y familias y que cuanto mejor sea la relación entre nosotros, mejor será el resultado. Así
que sólo me queda decir una cosa, GRACIAS FROEBEL.
Por Pilar Vence. Madre de Sara e Irene Rodríguez Vence