Rasca Cielos 20180708

Domingo 8 de julio de 2018. La Paz, Bolivia.
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UNA NOCHE CON
GLORIAOH
Amor en la mina | Las Gladys se trasnochan en La Paz | La armónica del afilador | Sin cachos para India |
El poder (sobrenatural) de los hinchas | Fast food gourmet: un oxímoron posible | Chocolatín | Días de cine

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IDENTIKIT /La armónica del afilador /
Cecilia Lanza Lobo
Días y noches
de gloria. Oh.
Si Gloria Oh, “la Bomba tucumana”, literalmente encandila
y menea sus atributos como nadie en el Universo. Si
se come ese Universo a grandes tragos y con el cuerpo
entero; si es una extraña especie de transformista de su mismo
sexo; si te sorprende en la esquina menos esperada y sientes la
gloria en tu punto G. ¿A quién le importa?
Cambiemos la pregunta por muchas otras. ¿Asistiremos
alguna vez a una noche de espectáculo supremo donde se
pasean, compiten, seducen, devoran las drag queen arge ntinas
de sexo sorpresa? ¿Alguna vez en la vida seremos testigos del
proceso de transformación de una oruga en monarca humana?
¿Podríamos horadar tamaña intimidad? ¿Miraremos algún día,
con nuestros propios ojos, cómo la historia de la humanidad
fluye, gira, cambia, vuelve, se transforma ella misma en manos
de quienes la amasan? ¿Cómo podríamos no sólo saber sino
comprender y más aún sentir, aunque sea por un momento, que
las drag queen (aquellos hombres que se visten de mujer acentuando
farandulescamente los rasgos y atributos femeninos)
repolitizan y se apropian de aquella prohibición del teatro isabelino
del siglo XVI, que impedía a las mujeres actuar y por lo
tanto eran los hombres quienes interpretaban los roles femeninos?
¿Podremos alguna vez filtrarnos en esos recovecos donde
se juegan las pasiones humanas?
Probablemente no. Y si no es en cuerpo que sea en alma.
Así, nuestra única posibilidad de hacerlo en esa entera dimensión
será el goce de una buena crónica. He ahí la apuesta de
Rascacielo s por esa escritura total, cabal, mucho más compleja
que la escritura urgente, mucho más desafiante que la
escritura ficcional. La crónica. Bienvenidas entonces las historias
de Tucumán Z, portal web de periodismo narrativo del
norte argentino. Y valga el pretexto para continuar celebrando,
con yapa, la diferencia y la libertad.
Cecilia Lanza Lobo
* Rascacielos abre este espacio a la buena crónica, perfil, historieta,
diario de viajes, testimonio, fotografía, fotoreportaje y otros vicios.
Pueden enviar sus aportes a: ra s c a c i e l o s rev i sta @ g m a i l . c o m
Las publicaciones estarán sujetas al criterio del comité editorial que se
comunicará con la autora o autor.
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DESDE EL MARGEN / Cuerpos con
pluma y lentejuela /Christian Daniel
Egüez
AG E N DA LaEscobaEscultural /
Claudia Daza
MÚSICA / Las Gladys se trasnochan en
La Paz / Lucía Camerati
VIAJES / Colores / Karen Román
FUTBOLÍN /El poder (sobrenatural)
de los hinchas /Adriana Gutiérrez / Sin
cachos para la India /Iadov Quiroga
CRÓNICA /Una noche con Gloria Oh /
Exequiel Svetliza / Diego Aráoz
ZONA TRANS /Amor en la mina /
Karen Gil
DISEÑO Y COMUNICACIÓN
V I S UA L / Camisetas en Rusia 2018 /
Sergio Calderón
ZONA A LA CARTA / Fast food
gourmet: un oxímoron posible /
Isabel Navia
RETRATO / Chocolatín /
Marjorie Castillo Crespo
CARTELERA / Días de cine /
Isabel Navia
34 HISTORIETA / CINIC ’S por CAÍN
Editora : Cecilia Lanza Lobo. Coordinadora : Claudia Daza. Redes : Fabiola Gutiérrez,
Isabel Navia. Diseño editorial: Edmundo Morales. Fotografía : Víctor Gutiérrez,
Freddy Barragán, Sara Aliaga y Agencias. Ilustraciones : Abel Bellido Córdova.
DISEÑO DE PORTADA:Sergio Vega, D G R- U C B.
Rascacielos y la carrera de Diseño Gráfico de la Universidad
Católica Boliviana se unen para el diseño de las portadas de
esta revista.
Compañía Editora Luna Llena S.A.
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w w w. f a c e b o o k . c o m / rev i sta ra s c a c i e l o s
@ Rev i sta RC i e l o s
Presidente del Directorio: Raúl Garáfulic L. Vicepresidente Ejecutivo: Carlos
Saravia. D. Gerente Comercial: Nadia Diab Linale. Distribución : Marco Téllez.
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DIEGO ARÁOZ, 40 años, tucumano,
reportero gráfico,
fotodocumentalista y coleccionista
de fotografía. Editor
de la revista Tucumán Zeta.
Forma parte del staff de fotografía
del diario La Gaceta.
Colabora con UNICEF Arg
e nt i n a .
ADRIANA GUTIÉRREZ
AMPUERO es periodista de
a pie a tiempo completo,
amante de la investigación y
la crónica. Apasionada por
la papiroflexia y los rompecabezas.
Premio nacional de
periodismo, medalla Huáscar
Cajías.
IADOV QUIROGA es psicólogo,
músico, escritor y dibujante
amateur. Amante
de los Beatles y Charly García.
Los libros y el mosh son
sus únicos cables a tierra.
ISABEL NAVIA es comunicadora
social de oficios
variados y promotora del
hedonismo de bajo presupuesto.
Exploradora consuetudinaria
de variedades
de café, tanto como de películas
que aún puedan sorp
re n d e r.
CHRISTIAN DANIEL EGÜEZ
es marica y activista de la
disidencia sexual. Exintegrante
del Centro Cultural
San Isidro en Santa Cruz de
la Sierra. Entre sus herramientas
de lucha están la
escritura, la gráfica y la intervención
pública bajo el
personaje Marica y Marginal.
COLABOR ADORES 24 | 1 8
EXEQUIEL SVETLIZA, 35
años, tucumano y maradoneano.
Doctor en Letras,
cronista, editor y becario
postdoctoral de CONICET.
Integrante del Consejo de
Redacción de la revista digital
de periodismo narrativo
Tucumán Zeta (www.tucum
a n zet a .co m ) .
KAREN GIL es periodista independiente
y actriz. Trabajó
y colaboró en importantes
medios escritos y digitales
de Bolivia. Su libro de
crónicas periodísticas Te n g o
otros sueños se publicará en
b reve.
MARJORIE CASTILLO e st u -
dia comunicación social. Es
hoster en el restaurante
Gustu y quiere seguir formándose
en el manejo de
restaurantes y coctelería. Le
apasiona la fotografía.
KAREN ROMÁN viajera y
boliviana en el alma. Ferviente
estudiante de lo invisible.
Intenta ir por la vida
bailando flamenco y cree
firmemente que una buena
charla con el Illimani lo cura
to d o.
SERGIO CALDERÓN es diseñador
gráfico, docente
del taller de p a c ka g i n g de
la Carrera de Diseño Gráfico
y Comunicación Visual
de la Universidad Católica
Boliviana
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IDENTIKIT
Texto y foto de Cecilia Lanza Lobo
La armónica
del afilador
Edwin Coronel Lima
C. LANZA © 2018
Él viene con música. Él es la música
de su armónica. Sin armónica no
hay afilador de cuchillos. Digo afilador
y la memoria oye una armónica hace
años, los años dorados. Esta de aquí es
grande y tiene los colores de la bandera: rojo,
amarillo y el verde lo pone él. Le pido una
foto y rápidamente saca un enorme cuchillo
que tiene guardado entre sus herramientas:
“no es así nomás”, dice y sonríe como su
armónica. Luego la toca: Truiiiiiiru, truiiiiiiru
La heredó de su papá. Con él aprendió el
oficio aunque en la vida hizo de todo un
poco: fue lustrabotas, dulcero, albañil, minero
y hasta librero, aunque leer no le guste
mucho, pa’qué mentir, dice y de vuelta la
boca de armónica. Sonríe. Luego comenta
seriamente que lo suyo es caminar y caminar,
truiiiiiiru, truiiiiiiru. Pasear no. No le gusta.
Tiene suficiente con andar y desandar la
ciudad, particularmente la zona Sur, distintas
rutas.
Esta mañana recogió su afilador allí
donde le hacen el favor de guardarlo en la
calle 18 de Calacoto, y comenzó su recorrido
hasta La Florida, siguió hasta Mallasa y luego
a Jupapina. 10,8 kilómetros. Hace mucho
calor, protesta, y entonces doy un paso y piso
caca; le digo que es buena suerte. ¡Cómo
pues!, ríe y me cuenta que buena suerte tuvo
él aquella vez que volvía apenado a su casa
con tres miserables pesos y se encontró 50
bolivianos en el suelo. Así es él, Edwin
Coronel Lima, 36 años, vecino de Panticirca,
en Pura Pura. Música y pura buena suerte.
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DESDE EL MARGEN
Christian Egüez / Marica y Marginal
Cuerpos con pluma
y lentejuela
En varias partes del país ya
hemos celebrado el día
de las diversidades
sexuales y de género con marchas,
desfiles y una agenda políticomediática
que pone en evidencia
las deudas pendientes que tiene el
Estado, la sociedad y la vida con la
“m a r i co n a d a ”boliviana.
La primera marcha fue el año
2000, en la ciudad de Santa Cruz.
Los activistas de la sexualidad
(gais, travestis y las pocas lesbianas
visibles de ese entonces) se
enfrentaron a la violencia homofóbica.
Piedras, huevos, botellas e
insultos marcaron el inicio del
movimiento LGBT organizado. La
idea de luchar por los derechos de
maricones y lesbianas se instalaba
en el país gracias al coraje de
aquellos activistas que –cansados
de la clandestinidad–empezaron a
exigir una fecha para salir a la calle
y festejar la diferencia.
El segundo año lanzaron un
gas lacrimógeno que impidió que
se hiciera el recorrido. Pero luego
de unos años, con la presión política
y un activista que amenazó
con hacer pública la orientación
sexual de varios políticos, el desfile se trasladó
a la Plaza 24 de Septiembre.
Actualmente la marcha es un evento
masivo y alegre. Este año en Santa Cruz fue
encabezada por las compañeras lesbianas,
con su potente batucada y voz feminista.
Las manifestaciones no siempre tienen
que ser escenas de martirio y sufrimiento. La
diversidad y la disidencia sexual se las
expresa bailando, riendo y coqueteando, con
las convicciones políticas intactas y el espíritu
festivo. Esto se traduce en cuerpos empapados
de brillo, plumas, lentejuelas y
colores. Los gais caminan de la
mano con sus parejas y las trans
lucen sus vestimentas más glamorosas
y atrevidas.
Quienes todavía rechazan la
marcha utilizan a los niños para
justificar sus propios prejuicios y
se escandalizan ante un beso entre
hombres, un torso desnudo o un
baile sensual. Se coloca el cuerpo
en el plano de la perversión no
apta para menores. Sin embargo,
los colegios están repletos de
manifestaciones de violencia de
las que nadie se escandaliza, por
ejemplo las fechas cívico-patrióticas
donde se obliga a los niños y
niñas a desfilar con réplicas de
armas y uniforme militar, ni qué
decir de los concursos de belleza
estudiantil avalados y fomentados
por profesores y padres de familia.
Urge construir otras formas de
mirar el cuerpo, sin hipocresía,
aceptando la existencia de una
multiplicidad irreductible de morfologías
sexuales y afectivas. Hay
que des-identificarse de manera
crítica del modelo de sociedad
vigente, ampliar la mente y reñirse
con la moral cristiana. Hay que pensar la masculinidad
y la feminidad no como verdades
anatómicas, sino como espacio de libertad.
Como activistas no podemos permitir
miradas conservadoras sobre nuestras luchas,
libertades y sueños. ¡Que viva la mariconada!
FOTO: PIXABAY
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A G E N D A
LA ESCOBA esCULTURAL
Claudia Daza
Nos dibujamos de julianas
CHOMPITAS Y
ABRIGUITOS por
todo lado, gente
buscando calor,
pensando ya en las
teas, en la verbena y
el desenfreno de
nuestras fiestas. Pero con calma nomás,
calmate nos dirán, todavía no es aniversario;
pero parece pues. Parece porque
tanta actividad hay en La Paz que nos
confunden. A ver, saquen sus celulares y
anótense, anótense bien, cuidado se
estén confundiendo.
Primero, 130 actividades le están cascando
en la Capital Iberoamericana de
las Culturas. Como preste siempre.
Vamos a tener que elegir entre tanto, pero
de cabeza nos vamos al teatro porque se
viene el Patunka Suxtani Enkuentro
de Teatro Breve y Dramaturgia de sd e
este 11 al 30 de julio enelTeatro de
Cámara del Municipal.
Y para los que andan alucinando con
las historietas, cómics e ilustraciones,
aquí les llegó su fiesta principal, porque el
12 de julio arranca el XVI Festival Internacional
de Historietas organizado por
Viñetas con Altura. Charlas, clínicas,
exposiciones llenarán las tres salas principales
de la Casa de la Cultura, además de
otros salones en nuestra ciudad. El festival
congregará a 18 artistas de Brasil, Colombia,
Bolivia, Dinamarca y Perú.
Entre estos salones destaca el salón
Tinta Seca de obras realizadas por tres
niños talentosos en el ámbito de la ilustración
boliviana.
Se anuncia también la llegada de Max
Aguirre quien publica la tirada diaria
Genio y figura en el matutino La Nación,
además de publicaciones de historieta
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H I STO R I E TA FESTIVAL INTERNACIONAL DE HISTORIETAS /del 12 al 20
de julio /LA PAZ / Casa de la Cultura, av. Mariscal Santa Cruz esq. Potosí / Espacio
Simón I. Patiño, av. Ecuador Nº 2503 / Café Typica, av. 6 de agosto / info: fb de
Viñetas con Altura.
infantil para la revista Billiken. También
se tiene previsto un homenaje al periodista
y caricaturista tupiceño Clovis
Díaz Oropeza quien hizo ilustraciones en
Brasil, México y, en Bolivia, para El
Diario, donde creó uno de sus personajes
más emblemáticos: La Justina.
Entre las serenatas especiales para
paceños y no paceños, gracias a la voz de
Teresa Morales oiremos las canciones de
Gladys Moreno en el Teatro Municipal:
taquiraris, carnavalitos, valses,
cuecas y canciones del oriente. La cita
será el 12 de julio, sin duda una demostración
del cariño que tanto se le tiene a la
embajadora de la canción boliviana.
Pero para que no se enojen y digan que
nosotros los paceños nos lo agarramos
todo, desde Santa Cruz nos envían una
noticia maravillosa. Y es que comienzan
los cursos de la Escuela Taller Preparatorio
de Teatro, un entrenamiento
intensivo de cuerpo, voz y espacio. Cabe
subrayar con marcador que este taller
sirve como prerequisito para el ingreso a
la Carrera de Técnico Superior en Teatro
y/o Licenciatura en Arte Dramático. El
encuentro, todos los sábados.
Y así nos vamos preparando con más
euforia, ya que estas actividades cubren
casi todo nuestro mes. Entonces tenemos
muchas salas y teatros que nos esperan
con el abrazo de un té con té, de casera
confidente y chukuta fiestero, bien centrado
y entregado siempre a la puesta
maravillosa del arte.
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LA PAZ
OTROS ANTOJOS
Se presenta el mejor repertorio de
Pepe Murillo con canciones como Bolivia
en mi corazón, Somos morenos, Negra
samba, Cueca del caminante y otras. Lo
acompaña Eleonora Cardona.
PARA VIAJEROS
T E AT RO ENKUENTRO DE
TEATRO BREVE /del 11 al 30 de
julio /LA PAZ / Teatro de Cámara / c.
Genaro Sanjinés esq. Indaburo / 19:30.
T E AT RO TALLER PREPARATO-
RIO DE TEATRO / todos los sábados /
SANTA CRUZ/ Ciudad de la Alegría /
Plan 3.000 casi parada 36 amarilla / de
9:00 a 15:30.
Dúo de piano y quena /14 de julio /
Teatro Municipal Alberto Saavedra /
c. Genaro Sanjinés esq. Indaburo / 19:30 /
info: 72560958
Diego Ballón y Marcelo Peña unen su
talento para la interpretación de instrumentos
en un acuerdo musical que
fusiona melodías bolivianas y latinoamericanas.
Presentación del CD Reflejos.
O RU R O
Piraí Vaca y Carlos Fischer /11 de julio /
Club Oruro / c. 6 de octubre esq. Adolfo
Mier / 20:00.
Dos de los más grandes músicos de
Bolivia en un dúo histórico. Íconos de la
guitarra y del jazz fusión, unen su virtuosismo
para el público orureño.
CO C H A BA M BA
Épocas festivas, vacaciones, invierno
y verano en los hemisferios, cómo no
encontrar lugares especiales donde el
arte flota como el amor y la nostalgia.
PA R Í S
FESTIVAL PARÍS L’ETÉ / alrededores de
París y los municipios de Nanterre,
Aubervilliers, Pantin / del 14 de julio al 4
de agosto.
Miles de espectadores se dejan
seducir a mediados de verano, por los
espectáculos que forman parte del Festival
Paris l'été. La capital y municipios cercanos
reciben en sus teatros, jardines,
plazas y monumentos a multitud de compañías
de teatro de calle. 70 representaciones
de danza, teatro y música.
SA N T I AG O
CO N C I E RTO SERENATA A LA
PAZ DE GLADYS MORENO /12 de
julio /LA PAZ / Teatro Municipal Alberto
Saavedra / c. Genaro Sanjinés esq. Indaburo
/ 19:30.
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Conversando con Edmundo Paz Soldán /
11 de julio / Centro Simón I. Patiño /
av. Potosí Nº 1450 / 10:30.
El proyecto Encuentro con el Autor,
en esta oportunidad presenta al escritor
cochabambino Edmundo Paz Soldán, con
quien se leerá, conversará y habrá firma
de autógrafos en la sala de cursillos.
SANTA CRUZ
Serenata a La Paz con Pepe Murillo /14
de julio / restaurante Mi Collita / av. Roca
esq. Coronado casi 3er Anillo / 20:00 /
info: 70483095
CONCIERTO DE GOT7 /17 de julio /
Movistar Arena / av. Beaucheff Nº 1204
El concierto de la agrupación de K-
Pop visitará por primera vez Latinoamérica,
como parte de su tour de 3 meses
que comenzó el 4 de mayo en Seúl,
Corea, y que recorrerá 17 ciudades de
Europa, Asia, Norteamérica y Sudamérica.
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MÚSICA
Lucía Camerati
Las Gladys se trasnochan en La Paz
FOTO: JUAN MANUEL RADA
Gladys Moreno sólo hay una, multiplicada por todas nosotras en la voz de Teresa Morales.
CUANDO UNA MUJER VIEJA
fuma, te mira, se toma un whisky y te
habla con una voz gruesa y sofisticada,
no queda otra que aceptar que
es la matriarca, la jefa máxima, la
verdadera autoridad en tus tierras, y
más aún si te trae el mejor taquirari
para subirte en un carretón con la
luna oculta dentro del teatro.
Gladys Moreno por siempre, serenata a La Paz, nos dicen los
avisos, y quién sino para hacerlo que Teresa Morales. Ya lo hizo
en el Teatro Nuna a inicios de este año y vaya cómo se llenó de
10
señoras, todas esperando aquellas canciones que las acunaron,
que les hicieron recuerdo que también la luna era una
niña. Nos enteramos las que queremos aseñorarnos pero no es
tan fácil llegar a esas esferas; hay que ser de las que entienden
la soledad con los labios rojos y el peinado de peluquería.
“La novia del viento”nos convocó en plena luna llena, y se
ocultó en la silueta de Teresa que nos esperó en penumbras,
con un cigarrillo en la boca, soltando una bocanada camba con
aires de Pascana y, por supuesto, con un trago en su mesa. Más
al fondo, Nicolás Suárez y su teclado dirigiendo a un grupo de
músicos que nos sacaron el espíritu camba que todos llevamos
dentro. Trago patrón, El trasnochador, Aguilillo, Misterios del
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cora zón, fueron y son esas canciones en las que tus palmas
suenan diferente, te tomas el impulso de la brisa, te antojas un
tecito camba, quieres un refresco de la plaza, quieres ponerte
un sombrero de saó y quieres escucharlo todo desde una
hamaca para levantarte después y cantar gritando desde una
moto: Viva Santa Cruz, ¡Viva!
La Tere nos trajo toda esa magia, y le agradezco sus horas
de estudio porque versionar a la Embajadora no ha debido ser
nada fácil; y se notaba, porque había un tono especial, un registro
diferente, hasta la pronunciación de ciertas palabras
sonaban otra clase. Y lo dijo, lo dijo explicando algunas de las
canciones: que tuvo horas de ensayo hasta sacar algo que
mereciera la pena mostrar, que todo lo que sucedía allí era más
que un tributo al que estamos acostumbrados. Y es que tanto
Teresa como nuestra Gladys se han dado el tiempo para el
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Gladys Moreno por siempre, serenata a
La Paz se presenta el 12 de julio en el
Teatro Municipal Alberto Saavedra.
canto y han hecho de sus vidas horas de ensayo, conciertos
aquí y allá, grabación de discos, días y noches en el teatro.
Unas vidas aferradas a la voz.
Y destaco el trabajo de Teresa porque nos la topamos en
todo lado; si no está en algún restaurante dominguero, ya está
metida haciendo de nana en el musical de Drác ula, o de chola
borrachina en la Ópera del Compadre. Hace poco se lanzó a una
pequeña gira por Perú con su compañero de trova, Mauricio
Montero. La bióloga de la voz profunda se ha vuelto un roble
en todo escenario; se transforma, rompe en llanto, se arregla
los lentes y le mete cueca al lado del Papirri; evoca a Matilde
Cazasola y a Jechu Durán; nos entrega a Silvio junto a mujeres
de fuego en el Equinoccio y al día siguiente, fresca como
lechuga, ya te está contando dónde será su siguiente concierto.
Sin embargo, estoy segura que se trasnocha en su casa.
Cuántas veces se enredará con sus letras, solita ahí, con las
fechas de sus conciertos, con las voces que debe sacar y las
ropas que debe elegir para cada show. Y
nosotros, por supuesto, acostumbrados a
aplaudirla y gritar su nombre sin saber lo
que implica traernos tanto repertorio.
En todo caso, vuelvo al concierto que
hizo para Gladys Moreno porque logró
sacar el pañuelo de las señoras que hicieron
como un trato de eternidad con las canciones. No es pues así
nomás cantar En las playas del BenioS ole d a d como lo hacía Moreno,
más aún el Guajojó o el Sombrero de saó. Ahí ya todos perdimos la
razón porque todos tenemos un flojo sin vergüenza en nuestras
vidas a quien le vamos a dedicar esa canción. Por supuesto, tras
un Illima ni y la inmortal Lunita camba, quedó contemplar la
euforia de las señoras –este concierto está lleno de Gladys, me
dije y me acordé de mi tía, de mi mami y todas las amigas que han
padecido una gran Sed de amor cuando eran chicas–. Cómo
hubiera querido invitarles un trago y repartirles un pucho, para
que así, reunidas en la mesa, desborden de cariño y la sigan abanderando
como su embajadora personal.
Ojalá esa euforia se repita porque vuelve como regalo de la
cruceña que más amó La Paz. La serenata, supongo, nos traerá
de nuevo todo ese ensamble con esas canciones clásicas del
oriente, pero también aquellas del occidente que se pintaron
de otro color con la voz de doña Gladys. Aquí, el público que
más la quiso, tal como ella lo subrayaba, la esperará haciendo
cola en el Municipal, llevando a su mamá, a sus tías, a sus
amigas y a todas esas Gladys que no sólo se trasnochan cantando
una canción del ayer, sino también mirando la luna con
la nostalgia de matriarcas.
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VIAJES
Karen Román
Co l o re s
Mirar, oler, sentir. Eso hace
esta viajera en cada recorrido
por los rincones del
mundo ancho y ajeno. A lo
que mira, le pone un color.
ESTOY EN KAMPALA un
día caluroso, casi al
ponerse el sol. Él es joven,
delgado y vende frutas.
Tiene ojos grandes, como
si los necesitara para que
nada se le pierda. Su instrumento
es un carrito de madera estratégicamente
situado en la acera de una avenida
saturada y llena de vida, de olores, de gente
y de historias. Lleva puesta una polera roja.
En los brazos descubiertos se le notan las
venas y una especie de fuego. Parece ser una
impaciencia por hacer algo más, por hacer
muchas cosas. Sus brazos dicen que está
listo para la vida, pero la vida le dice que
espere un poco. Sus ojos negros buscan y
ven, se comen la vida desde ese puesto
minúsculo de frutas que es su trono. Ahí
está él, en Uganda, esperando a que la vida le
dé paso para reinar. Él es rojo.
Ellos caminan envueltos en batas
naranjas. Todos hombres, rapados y
flacos. Llevan los pies descalzos o usan
sencillas sandalias. Se los ve por Tailandia
entera, especialmente a tempranas
horas de la mañana cuando van por la
ciudad recibiendo ofrendas de comida de
la gente. Cada uno con un caminar liviano
y sin prisa, como si se les moviera el alma
antes que el cuerpo. Emanan vida y creación
mientras se mimetizan con los
demás residentes de Bangkok. Habitan el
naranja tan completamente, que sus ojos
serenos parecen gritar alegría. No la
alegría efímera que conocemos, sino una
alegría sabia y permanente. Ellos son
monjes budistas y son naranja.
Ella es pequeña, da la sensación de un
vino añejo. Se le notan los más de 40 años
12
Sig Sig
en la espalda. Camina, levita y sonríe iluminándose
por completo. Los ojos se le
achican al hablar y en su rostro moreno se
presencia toda una vida labrada en Indonesia.
Tiene esa mirada juguetona de la
gente que existe mucho y muy fuerte. Ella
sabe de los secretos del vivir y está en
paciente espera hasta que los demás le
den alcance. Ella es amarillo. El color del
sol, de la acción. Es el color que le vibra en
el aire al caminar y que va dejando una fragancia
potente y sutil a su paso. Incluso
con incontables responsabilidades
encima, sigue siendo la eterna joven.
Todos gravitan alrededor suyo. Al mismo
tiempo aire y tierra. Ella es Agung, es de
Bali y es amarillo.
Ellas sanan. Cada creación que realizan
con las manos no sólo es una obra de
arte, sino de sanación. Sig Sig se llama el
pueblo donde viven y trabajan la paja
toquilla en Ecuador. Me sonrieron a mí
con una picardía refrescante, como
sonríen a todo aquel que entra en su territorio.
Desde los famosos sombreros
Panamá, hasta carteras, juguetes y las
creaciones más complejas y maravillosas,
con cada trazo el alma se les va en las
manos. Creación y sanación se hacen una
sola cosa que, si hay suerte, la venden. Al
verlas, resulta imposible no divagar sobre
el recorrido de cada objeto de paja toquilla,
el origen de cada línea y las historias
detrás de esas manos. Sus creaciones le
regalan el verde al mundo. Son verde.
Clinton es azul. Su viento es azul. Es
azul cuando camina. Es azul cuando te
mira y cuando sonríe. Tiene esa fragancia
de la gente que te calma y te da paz. Vive,
junto a su esposa, en una casa de dos pisos
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Bali
de la India. Es la primera vez que salen de
donde nacieron y viajan en busca de una
vida mejor. Van solos. Sus gestos de
asombro y miedo dicen que no saben
hacia dónde los llevan; sólo saben que van
a trabajar. Nuestras vidas sincronizaron
durante algunas horas en ese recorrido
que los llevaba lejos de su espacio conocido
hacia un nuevo universo que, ojalá,
les resulte provechoso. Es fácil cerrar los
ojos y sentir esa energía indescriptible.
Con los ojos cerrados, veo los suyos
llenos de esperanza y de rencor hacia el
destino por haberlos obligado a hacer ese
India
que ha sido parte de su familia durante
décadas. Aparenta tener más de 50 años.
Lo sostiene una figura fuerte y el cuerpo
se enciende cuando habla, especialmente
de su único hijo. No acepta cumplidos
fácilmente, ya entendió que no tienen
importancia. Él pone la importancia en
otro sitio. Proyecta una mezcla de juventud
y vejez, un equilibrio. Parece saber de
lo profundo y algo dice que sabe la
verdad. Es un hombre de calor, de un
apartado tranquilo en el sur de la India.
Es el punto medio entre una ciudad bulliciosa
y avasalladora. Él tiene el secreto.
Clinton es de Kochi y es azul.
Ellos, los que no tienen nombre, son
índigo. Los vi en el trayecto de Johor
Bahru, Malasia, hacia Singapur. Todos
hombres jóvenes con equipajes diminutos.
Cada uno, de algún pueblo perdido
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Ko ch i
viaje. Ellos siguen ahí, con los sueños en
la mano, y son índigo.
Es magnífica. Sencilla y callada. Tiene
las manos arrugadas, propias de una vida
bien vivida. Lleva una pañoleta en la
cabeza y la piel pálida. No suele vestir con
colores vivos. Trabaja en un local de
comida con cinco mesas, que pertenece a
su familia hace mucho tiempo y se nota. El
lugar parece estar escondido en medio del
laberinto de calles aledañas a la plaza
Taksim en Estambul. Cuando la gente
entra, dirige la palabra a su esposo para
decirle qué es lo que desea comer. Ella permanece
detrás, arreglando las mesas,
viendo que todo esté en orden. Mirando,
siempre mirando, a cada persona que
ingresa. Habla poco, pero cuando lo hace
las paredes retumban con su voz de reina.
Ella transforma, ella es violeta.
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13

FUTBOLÍN
Adriana Gutiérrez Ampuero
El poder (sobrenatural)
de los hinchas
No importa
el árbitro
o el entrenador.
Ni
siquie ra
importa el
partido. Lo
que verdaderamente importa es el
poder sobrenatural de alguna gente
cuando mira un partido de fútbol, sea en el
barrio o sea un Mundial. Puede cambiar
jugadas, hacer que los jugadores se tropiecen o que
sus pies terminen enredados con tan solo mirar la pantalla.
Créanlo o no. Lo importante es que ellos sí lo hacen. Le
llaman el poder de la energía.
Mi abuela, por ejemplo, cuando jugaba su equipo favorito
amarraba las patas de una silla y le ponía la camiseta
del contrario para que sus jugadores tropezaran o no
pudieran mover rápido las piernas cuando les llegara el
balón. Si su equipo perdía, dejaba amarrada la silla hasta el
próximo partido.
No sé como se diga en ruso
“chuzu, chuzu”o si allí también
crucen los dedos como mi
madre en señal de poner traba a
los jugadores, o si fumen y en
cada aspirada nombren al jugador
del equipo contrincante que está
queriendo meter los goles para que se
distraiga y no acierte.
Lo que sé es que desde que comenzó el
Mundial, en mi casa todos se visten de fútbol.
Crestina, mujer quechua más bolivarista que el
propio cantante Jorge Eduardo (quien compuso una
canción para ese equipo), cambió sus telenovelas habituales
por los partidos de fútbol mundialistas. Es más, tiene el
fixture con los horarios de cada transmisión, horarios que
son casi sagrados; así que ahora en mi casa se come más
tarde o más temprano dependiendo del horario del partido
de fútbol. Crestina ya hizo apuestas con el casero de la
tienda y dice que el Mundial Rusia 2018 lo ganará Brasil
porque así lo vio en uno de sus sueños futboleros.
FOTO: ANDRÉS PEÑALOZA LANZA
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FUTBOLÍN
Iadov Quiroga
Sin cachos
para India
La selección de
fútbol de India
irr umpió
durante los
Juegos Olímpicos
de Londres el
año 1948. No fue
precisamente por sus gambetas, sus
goles o su estilo de juego, sino porque el
equipo estaba descalzo.
El 1 de agosto de 1948, justo un año después
de que se proclamara la independencia de India del
Imperio Británico, los jugadores de esa selección fueron invitados
por la princesa Margarita para tomar té en el Palacio de
Buckingham. Celebraban algo.
El equipo había marcado un hito –o dos–pues en esa
edición olímpica, la India se presentaba por primera vez ante
el mundo como nación independiente. Pero además de ese
hecho fundamental, lo curioso fue que en el partido que disputaron
ante Francia, los miembros de aquella selección jugaron
completamente descalzos y sólo algunos utilizaron medias y
vendaje en sus pies.
Dos años después, para el Mundial de Brasil de 1950, la
FIFA decidió invitar a un equipo de Asia que le fue muy difícil
conseguir. Tres selecciones habían rechazado la invitación. De
modo que la selección de India tuvo así la oportunidad de
jugar ese Mundial. A pesar de eso, había un problema: la FIFA
les notificó que no podían participar si no utilizaban calzados
deportivos. Los indios decidieron
rechazar la invitación,
dejando de lado la única oportunidad
cercana que ha tenido
ese país de participar en la fiesta
más grande del fútbol.
Existen algunas teorías acerca
del rechazo de la India para ir a ese
Mundial. Algunos mencionan que, al
ser un país pobre, no podía cubrir los
gastos de logística que conllevaba viajar hasta
Brasil. Además, sus jugadores tenían otras fuentes
laborales aparte del fútbol, pero ni así, debido a los altos
precios de los cachos, ningún jugador había podido comprarse
un par.
Otras fuentes mencionan que el motivo real fue que en la
India no tenían mayor conocimiento sobre la Copa del
Mundo, a pesar de que la All India Football Federation (AIFF)
anunció que no asistirían por falta de práctica. Esa fue la
excusa pues se sabe que el Mundial de fútbol no era tan importante
para esa parte del planeta sino los Juegos Olímpicos.
Luego de aquellos Juegos Olímpicos de 1948 y después de
varias uñas rotas, moretones y pisotones, el fútbol en la India
iniciaría su era dorada: medalla de oro en los Juegos Asiáticos
de 1951, una buena participación en los Juegos Olímpicos de
Helsinki de 1952, y el cuarto puesto el año 1956 en Melbourne,
donde los jugadores no sólo dejaron el corazón en la cancha,
sino que también dejaron los pies.
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CRÓNICA
Texto de Exequiel Svetliza
Fotografías de Daniel Aráoz
Una noche
con Gloria Oh
¿Quién es esta diosa pagana
de la nocturnidad tucumana?
De la previa a la cama con
la famosa drag queen
mujer de la provincia.
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C
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www.
on la boca abierta de par en par y los ojos
como dos pozos oscuros, una cobra
monumental que ocupa todo el descanso
de la escalera nos recibe. La cabeza del
enorme ofidio gris de gomaespuma
espera recostada en el suelo, en la antesala
de una habitación de techo alto y
paredes gastadas pintadas con flores
negras y grandes donde una mujer se mira
al espejo. Ella es lo único que parece
mínimo en esa jungla de artificio. “No
pisen la víbora. El que la pisa no coge esta
n o c h e”, advertirá Gloria, aún a secas, sin
despegar la mirada de su propio reflejo;
sin distraerse un instante de su ser. Obedecemos,
con cautela ceremoniosa y
acaso excesiva.
Son las 20.45 del sábado y acabamos
de llegar con el fotógrafo Diego Aráoz a la
vieja casona de Barrio Norte donde la
mujer a quien en el ambiente queer vernáculo
conocen como “la drag con
conc ha”inicia su transformación. Es la
noche en la que se proclama a la nueva
reina drag queen de todo el país, en la provincia
donde hace dos siglos y un año
atrás se declaró la independencia argentina.
Coronados de Gloria vivamos
Oh juremos con Gloria…
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17

CRÓNICA
18
*****
La metamorfosis a la que asistimos
demandará casi cuatro horas ininterrumpidas
de maquillaje en las que, capa
tras capa de colores, sombras y brillos,
Gloria Ontiveros se irá diluyendo poco a
poco para dar lugar a la majestuosidad de
Gloria Oh. De la Gloria Ontiveros se sabe
nada o casi nada. Se dice (o ella dice) que
trabaja de lunes a viernes en una droguería.
Que es jujeña y la última de cuatro
hermanos. Que creció en un hogar muy
religioso donde se profesaba la fe evangelista.
Que terminó la primaria como
abanderada de la escuela Almirante Guillermo
Brown de Jujuy. Que hizo la
secundaria en la Escuela Normal Superior
General Manuel Belgrano, donde
nunca se llevó materias y de donde egresó
siendo todavía virgen. Que vino a
Tucumán para estudiar la carrera de
Artes Plásticas. Que su vida cambió para
siempre cuando conoció de cerca la mariconada,
en la víspera del 9 de julio de
2009, para la elección nacional del drag
queen en el boliche Diva. De la otra
Gloria, de la Gloria Oh que nació esa
misma noche del 2009, en cambio, se sabe
todo o casi todo. Se dice (o ella dice) que
ha sido y todavía es la única drag queen
mujer en la provincia. Que participa año a
año como jurado en la elección provincial
de la reina drag. Que baila todos los
sábados en las distintas pistas del boliche
de música electrónica La Boite. Que tiene
un culo digno de ser declarado patrimonio
de la humanidad. Que parece exudar
sensualidad y sexualidad. Que es una
especie de diosa profana de la nocturnidad
tucumana.
Gloria Ontiveros dice que tiene 38
años, pero Gloria Oh quiere tener apenas
20 esta noche.
Y su deseo es ley.
Exacerbación de la
femineidad, de la
sexualidad, del deseo,
del arte, del show y del
g l a m o u r. En Gloria Oh se
libera y amplifica en
dimensiones monstruosas.
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*****
La habitación de la vieja casona devenida
en crisálida circunstancial ha adquirido
la fisonomía del atelier de una
artista. En la mesa hay tres grandes valijas
desbordantes de maquillajes y pinceles y
polvos y ungüentos de todos los colores
imaginables. Sobre una silla, descansa
una cuarta valija parecida al cofre de un
tesoro pirata que oculta cadenas, collares,
pulseras, coronas y tiaras. En una caja
transparente, la maraña de pestañas postizas
espera como arañas barnizadas
dentro de una pequeña pecera. Se
escucha música pop, mientras Gloria,
siempre frente al espejo, se coloca con
precisión de relojero unos brillos que
acompañan el contorno de sus ojos. Usa
la mano derecha, en el espacio que hay
por detrás del pulgar y del índice, como
una paleta improvisada en la que ha
puesto un líquido viscoso, brillante y
amarillento donde ahora moja el pincel.
Me mira cómplice y hace un gesto como
de inhalar cocaína. Luego, pregunta con
tono de niña: ¿es así no? Le respondo que
no sé y me devuelve una risotada bufonesca.
Gloria Oh no consume drogas ni se
emborracha. Eso, al menos, dice ella.

El espejo en el que Gloria no ha dejado
de mirarse es redondo y giratorio. De un
lado, la cara de Gloria se refleja en su
exacta proporción. Del otro, su figura se
magnifica para arrojar una imagen agigantada
de sí misma. Me explicará luego
que el drag es eso: exacerbación. Exacerbación
de la femineidad, de la sexualidad,
del deseo, del arte, del show y del
glamour. Todo eso que encierra la esencia
de Gloria Ontiveros y que en Gloria Oh se
libera y amplifica en dimensiones monstruosas;
como la onda expansiva de una
bomba poderosa o las convulsiones
intempestivas de un tsunami.
Gloria en el espejo. Gloria en la lente
de la cámara. Gloria y su imagen que se
replica obsesivamente en
todas partes. Pero la Gloria
que Diego Aráoz retrata en
estos momentos no se
parece a aquella que escandaliza
a los pudorosos con
sus fotos artísticas en las
redes sociales. Parece más
íntima, más frágil, más
desnud a.
Ahora le da las últimas
pinceladas a su rostro con la
destreza de un pintor renacentista.
Su madre, Alicia
Noemí Gutiérrez, le enseñó
a pintar cuando era apenas
una niña. Luego, Alicia
observó con temor cómo su hija fue liberándose
de prejuicios y tapujos a medida
que crecía hasta volverse un ser que
gozaba de una independencia excepcional
para su edad y su tiempo. Por entonces,
solía preguntarle con genuina preocupación
de madre: ¿por qué no sos más
normal? Pero Gloria no quería para ella
eso que los demás llaman normalidad.
Del otro lado de la puerta de la habitación,
Fernando, el dueño de casa, le da los
retoques finales a la cobra gris de
gomaespuma que es parte esencial del
vestuario que usará la drag cordobesa
Kherla Key en su show de la elección. Fernando
tiene 37 años y es diseñador de
indumentaria. Suele fabricar el vestuario
que usan las drag de Tucumán y las que
vienen desde otras provincias para el
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evento. La cabeza de la serpiente es todo
lo que pudo hacer con el tiempo y el
dinero con que contaba. Le han pagado
2500 pesos (89 dólares) hace menos de
un mes por la escultura ofídica, pero el
vestuario completo de una drag queen
puede llegar a costar 10.000 pesos (356
dólares) o más, de acuerdo con el trabajo
que requiera y de los materiales empleados.
A esa cifra se suman los gastos de
traslado de la aspirante a reina y de los
bailarines que participan de la coreografía.
Este año, muchas drag no han podido
cubrir los costos de la producción y han
tenido que apelar al ingenio y a la improvisación
para tener la chance de cumplir
su sueño de coronarse reina. “Ser maricona
hoy cuesta mucha plata y esto se
hace todo a pulmón”, sentencia el diseñad
o r.
Gloria acaba de maquillarse y sólo
restan el vestuario y los accesorios para
terminar con el montaje que la vuelve Oh.
“Mo ntar se” llaman las drags a todo el
proceso que las convierte en reinas de la
noche. Como en el cine, el montaje
supone la superposición de distintas
capas de ficción; la selección y combinación
de las diferentes piezas que dan
forma definitiva al personaje. Fernando,
Diego y yo seremos testigos privilegiados
de la fase final del procedimiento. Lo que
queda de la Gloria Ontiveros se irá junto
con su ropa de civil.
Primero, se despoja de la blusa y del
corpiño, no sin antes advertirnos que
no tendremos más opción que verla
desnuda: “banquensenlá, che”. Deja
expuestos por un instante en la atmósfera
gélida de la gran habitación los
pechos pequeños y puntudos que evidencian
el frío en la erección de sus
pezones. El nuevo corpiño está acompañado
de joyas colgantes. El cuerpo
magro se estremece al entrar en contacto
con el metal. Luego se coloca una
voluptuosa peluca de rulos platinados
a la que ella define como una “p eluca
para coger”. Por último, se quita el pantalón
dejando al descubierto piernas
fibrosas que parecen las del Maradona
adolescente de Argentinos Junior. Y el
culo. El culo-poema, el culo-monumento,
el culo-museo del
Louvre, el culo-erupción
volcánica, el culomanzana
de Adán, el culopara
dos tangas. Culo con
letras mayúsculas y luces
de neón, culo con IVA e
impuesto a las ganancias,
culo con iglesia propia y
feriado nacional, culo con
estampita y procesión,
culo con título principal
en el diario del domingo,
culo con nombre de calle,
culo con premio Nobel. El
Culo-Oh ahora luce una
bombacha nueva desde la
cual cuelgan portaligas que se balancean
en el aire como cables pelados de
alta tensión.
Gloria se ha subido a unos zapatos de
plataformas enormes y se mira en un
espejo rectangular que descansa sobre
una silla. El cuerpo ya no le tiembla de
frío, sino que vibra en un estado de
euforia que irá in crescendo.
Mueve los brazos, baila, ríe. Parece
una novia con un gran tocado blanco o
una guerrera sideral llegada de una
galaxia extraña o una virgen lasciva:
–La virgen es drag queen ¿no viste el
traje que tiene? – hace una pausa –Yo
también soy virgen. No cojo cuando estoy
montada. Nunca lo hice.
–Sí, la virgen desatacintos sos vos –
retruca Fernando.
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19

CRÓNICA
Un coro estruendoso de risas rebota
en toda la habitación. Gloria Oh abre la
boca bien grande como si fuera una loba
en celo. “En el drag es todo teatral”, me
confesará después y tiene razón: los antecedentes
del drag queen pueden rastrearse
en Inglaterra, primero en el siglo
XVI en el teatro isabelino, cuando las
mujeres tenían prohibido actuar y eran
los hombres quienes debían encarnar a
los personajes femeninos. Luego, a partir
de la segunda mitad del siglo XIX, en el
teatro victoriano, se volvió frecuente la
participación de actores disfrazados de
personajes del género opuesto para
generar un efecto de comicidad, lo que
dio lugar a formas como el burlesque y la
pa n to m i ma .
Parece que está lista para salir a
escena, pero no. Falta una parte esencial
del ritual. Entonces hace un hueco en las
manos donde vuelca un aceite y en el
aceite echa un sobre de brillantina. Se
frotará con ese polvo de estrellas los
brazos, el pecho, las piernas, la espalda y
el culo. Cuando parece que toda la extensión
de su cuerpo está cubierta de ese
halo resplandeciente entre azul y plateado,
se llena otra vez la mano de centellas
metálicas y la hunde lentamente por
20
delante, bajo la bombacha. Se detiene un
instante ahí, en las profundidades de su
ser. Gloria Oh quiere brillar. Y brilla.
*****
Los egos exacerbados
de las drag queen riñen
todo el tiempo en una
puja silenciosa donde
los celos y la
competencia son
monedas corrientes.
En la puerta del boliche Diva no hay
alfombra roja, pero Gloria Oh se mueve
como si caminara sobre un mullido lecho
de pétalos de rosas. Se escurre con
encanto entre la gente y resplandece en la
noche. La seguimos de cerca con Diego,
como un séquito de fascinada idolatría.
Adentro, la pista principal ha comenzado
a poblarse de jóvenes, unos cuantos arlequines
y algunas reinas titánicas que
arrastran sus capas larguísimas por el
suelo. Hay asistentes que van y vienen
con piezas de escenografía: un árbol frondoso,
almohadas, lo que parece ser el
gigantesco y poderoso bastón de un
superhéroe. La ficción bulle entre las
luces, mientras, ajenas a toda esa parafernalia,
tres señoras que usan los anteojos
colgados al cuello descansan sentadas en
los sillones del reservado. En el que
parece ser su hábitat natural, Gloria Oh
se saca fotos con el público y reparte
besos de fantasía con otras drag queen;
besos que no entran en contacto con el
maquillaje y, mucho menos, con la piel.
Uno por cada mejilla. Es la una de la
madrugada y Diva, hoy más que nunca, es
la maricoteca, la casa madre, la meca
queer de la que ahora es la capital del
pa í s.
Subimos al primer piso donde funciona
el vip y por donde transitan algunas
antiguas soberanas drag, las que conforman
el jurado de la elección y los invitados
especiales como Gloria Oh. Los
flashes de las cámaras rebotan en el strass
de los trajes y todas y todos posan para las
fotos en lo que parece ser una estrafalaria
pasarela. Camino obnubilado por las
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luces mientras Gloria se pierde en ese
carnaval colorido donde parece una
pequeña niña rodeada de colosos. Entre
las drag que asisten a la decimosexta
elección Drag Queen Argentina hay
algunas que son referentes de la movida
en todo el país y que han sido sus mentoras
como Hollywood Drag Queen Point,
de quien Gloria Oh se confiesa enamorada.
Los egos exacerbados de las drags
queen riñen todo el tiempo en una puja
silenciosa donde los celos y la competencia
son monedas corrientes.
“Son bichas. Si te odia una cagaste, es
peor que Polino (personaje de la farándula).
Pasa que en la noche
hay mucha sexualidad y
mucha histeria y las drags
toman eso y lo exageran”,
me había advertido Gloria
Oh. Sin embargo, ella
parece haber sobrevivido
sin mayores dificultades en
ese ecosistema hostil que
parece todo el tiempo
pronto a romperse. Tal vez
la clave está en que ella no
participa ni ha participado
nunca de la elección por no
ser una drag queen de show,
sino que pertenece a otra
categoría a la que caracteriza
como “drag de hosting”, es decir, una
especie de estrella anfitriona de la noche.
Lejos de ser rechazada por su condición
femenina, Gloria Oh ha sido acogida por
el ambiente drag que la adoptó como una
de sus hijas dilectas. Ella es un bicho raro
en ese mundo de rarezas.
La atmósfera parece saturada de
tensión sexual; un magma eléctrico a
punto de entrar en ebullición. Acodado
en el balcón del primer piso, tengo una
perspectiva casi total de ese paisaje desmesurado
y caótico. Veo calvas perfectamente
calvas y plumas de todos los
colores y cuernos alargados y coronas
llenas de brillos y sombreros exóticos y
pelucas abundantes y cetros con luces y
cuero frío y látex caliente y banderas
patr ias.
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Hay reinas y princesas y ninfas y seres
mitológicos y soldados romanos y prostitutas
y bufones y arlequines y superhéroes
y heroínas y mariposas y pavos reales
y ángeles y demonios. Personajes que
parecen salidos de Alicia en el país de las
maravillas o de la guerra de las galaxias o
de un sueño lisérgico y carnavalesco. Es
una fiesta deliciosamente exacerbada;
una orgía cromática.
Las ganas de mear me alejan del palco
de las reinas y de Gloria Oh. Veo el espectáculo
amontonado en medio del público
que seguirá desde la pista principal las
acciones en el escenario. Mientras me
acomodo para ver el show, recibo algunas
orteadas impúdicas, escucho atento las
predicciones sobre cuál de las drag se
alzará esta vez con la corona y asisto a la
discusión entre una pareja de lesbianas y
un pelado grandote de barba frondosa
que se aleja de la multitud gritando con
voz finita excesivamente afeminada:
“¿Mirá si te voy a apoyar a vos sucia,
carnera? ¿Ves? Por eso te hacen aca”. En el
escenario, el humor sexual y corrosivo de
La Bicha, la presentadora oficial, y su pa r-
te naire da pie al comienzo de la ficción
coreográfica. Desfilarán todo tipo de personajes
danzarines arrojados de forma
frenética a un show donde irán mutado a
toda velocidad frente al público. Habrá
diablos carnavaleros, un grupo de
Powers Rangers, Minions, una Pachamama
glamorosa y exaltación cannábica
con un troncho gigantesco. Catorce
drags queen candidatas al trono y sus
bailes estentóreos para alcanzar el sueño
de convertirse en la reina de todas las
reinas. Pero no alcanzaré a verlas a todas
ni a enterarme cuál es la nueva soberana.
Son las 4.45 y a Gloria Oh la noche se le
escur re.
Afuera del boliche nos espera el taxi
de Fernando, su chofer de confianza, para
llevarnos a La Boite. Y yo la sigo de nuevo,
manso, entregado por completo a sus
designios. Gloria Oh no se agota. Ni ella
ni su brillo que, ahora, invade también mi
cuer po.
*****
Irrumpe en la noche
electrónica con la vehemencia
de una furia libidinosa
que en su carrera arranca
suspiros y despierta pleitesías.
Ahora, en su propio
templo y sin otras reinas
que le disputen el trono,
Gloria Oh no hará más que
recoger ofrendas de sincera
devoción. Hay quienes le
juran amor eterno y quienes
le regalan pastillas de
colores y quienes le tocan el culo con el
dedo índice y luego se persignan en señal
de respetuosa adoración. Otros sólo la
miran pasar, atónitos en su contemplación,
mientras ella se hace camino entre
la gente que se abre como las aguas del
mar rojo ante Moisés. No tardo en perderle
el rastro entre la multitud que se
mueve excitada. Me estaciono con una
cerveza frente a la tarima del DJ, rodeado
de un grupo de adolescentes que fuman
faso (marihuana). Estoy distraído con las
figuras geométricas que Pikeitor proyecta
en la pantalla y en la repetición de
los sonidos que parecen hacerse eco
dentro de mi cabeza. Siento el cansancio
en los pies y me invade una sensación de
vejez temprana. Pienso que tal vez está
ahora en el baño de mujeres retocando las
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21

CRÓNICA
imperfecciones de unas sombras corridas
o delineando pestañas. O quizás le
brinda apoyo psicológico a una chica
borracha a quien la noche acaba de cachetear
de realidad desmoronando sus
expectativas. O hace de celestina de un
amor efímero y circunstancial que se
consuma en la estrechez del baño, mientras
ella sostiene el picaporte de la
puerta. Gloria Oh puede estar ahora en
cualquier parte o en todas o en ninguna.
Veo un fulgor blanquecino y encandilador
que se aproxima desde el pasillo que
separa a la pista de rock de la pista electrónica.
En apenas unos instantes, me
encuentro de frente con Gloria Oh zarandeando
una pequeña linterna que la baña
de luz en la penumbra del boliche. No le
digo nada, no me deja. Me abraza y embiste
con toda la potencia de su sexo. Una, dos,
tres, cuatro potentes sacudidas sísmicas;
con una fuerza que juraría imposible en un
cuerpo tan pequeño. Me coge y se va,
dejándome sólo una sonrisa como única
huella de ese placer violento y fugaz.
Al rato está montada en la tarima, de
espaldas a la gente que baila, desplegando
una vez más sus movimientos
felinos. Magnánima y todopoderosa en
22
su pedestal, vibra como una marioneta en
trance sacudida por los sonidos. Se abre
de piernas y agita los brazos. Más faraónica
que nunca, parece dirigir una
súplica al cielo. Abajo, a escasos centímetros
del balanceo hipnótico de su culo,
ahora todos parecen rogarle a ella.
Desean acaso que derrame sobre ellos
una chispa de su luz o una gota de su sexo
desbordado. Para cuando se enciendan
las luces y termine su danza ritual, Gloria
Oh ya habrá esparcido su brillo. Todos
dormiremos con ella esta noche.
h t t p : //t u c u m a n ze t a .co m /u n a -
n o c h e - co n - g l o r i a - o h /
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ZONA TRANS
Karen Gil
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Saori y Lithzi: amor en la mina
Hace unos meses
sellaron su amor con un
tatuaje en la muñeca.
Son palliris en la mina
Chojlla y andan de la
mano por las calles. Sus
vecinos las miran
confund idos.
TODAS LAS MAÑANAS
de lunes a viernes, Saori y
Litzhi esperan, pacientemente,
al frente de la
bocamina los deshechos
de mineral que los
mineros dejan tras seleccionar
el estaño o
wólfram. Reúnen entre 10
y 15 kilos de chami, restos
minerales, y lo colocan en
una chaña (cernidor de
madera). Durante dos
minutos cada una sacude
en el aire la chaña con fuerza para botar la tierra blanca inservible.
Una vez que han separado el material pesado, le echan ácido
y diésel para que se deshagan del cobre y otros minerales sin
valor. Al no contar con protección adecuada, las dos chicas
corren al menos dos metros del lugar para no respirar las sustancias
de esos componentes. Mientras esperan, si no hay gente
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FOTOS: KAREN GIL

ZONA TRANS
alrededor, se toman de las manos y se miran con complicidad. A
su retorno, encuentran el complejo (mezcla de estaño y
wólfram) listo para ser vendido.
Pero hoy domingo, Saori (21) y Litzhi (28) están lejos de la
chaña, del chami, del ácido y del diésel. Están listas para disfrutar
del fútbol.
Se conocieron en octubre de 2014, mediante un grupo de
chicas lesbianas en Facebook. A la semana, Saori —que le debe
su nombre a la personaje de animé Los caballeros del Zodiaco—se
declaró a Litzhi, quien la aceptó por su carácter dulce y
tier no.
Después de enamorar un par de meses de manera virtual,
Saori, nacida en el campamento de la mina Chojlla, en Yanacachi,
viajó a La Paz a conocer personalmente a su pareja.
Vivieron juntas dos años en la ciudad. Allí, Saori aprovechó
para concluir sus estudios secundarios, mientras que
Litzhi terminaba su carrera de electromecánica. Para mantenerse,
atendían una tienda donde vendían una variedad de
pr oductos.
Dos años después decidieron irse a la tierra natal de Saori,
a probar suerte en la mina.
***
Es una mañana de domingo de septiembre de 2017. Visten
ropa deportiva azul, tenis negros del mismo modelo; y están
en las graderías de la cancha del campamento de la mina
Chojlla —a media hora del municipio de Yanacachi—
atentas a que inicie el partido del campeonato
interprovincial de los Yungas. Se preparan para alentar al
equipo local que se enfrentará con el de Irupana.
Desde muy temprano adornaron la entrada a la cancha con
aguayos y globos de colores. Como el resto de los pobladores,
están emocionadas por esta competición que se celebrará en
este lugar tras 20 años de la anterior vez que fue sede.
—El fútbol nos ha unido—, me dice Saori.
—Además, las dos somos del Tigre—compleme nta
L itzhi.
Hace unos meses sellaron su amor con un tatuaje en la
muñeca. Saori lleva un Mickey Mouse y Litzhi, una Minnie
Mouse, que se besan cuando las chicas unen sus manos.
Amor en el campamento
Desde el ingreso al campamento de la Mina Chojlla, el olor a
ácido y otras sustancias invaden las fosas nasales de los visitantes
y es necesario caminar muy rápido para escapar del mismo y
evitar un dolor de cabeza. El fétido aroma se complementa con
las construcciones de dos por dos metros de calaminas oxidadas
que flanquean la mina, las desgastadas y sucias paredes blancas
de la administración y gerencia, y las avejentadas herramientas
para concentrar los minerales que combinan con el color ocre
del cerro pelado otrora poblado por vegetación como el resto de
Sud Yungas del departamento de La Paz.
El área habitable de la mina Chojlla está, aproximadamente,
a 300 metros de la bocamina. Casas blancas con techos
Yanacachi, Sud Yungas, La Paz
de calamina guinda, similares a las de las favelas de Río de
Janeiro, resaltan entre los árboles y arbustos. Aquí el olor que
llega de la mina se mezcla con la humedad de las hierbas y de
las construcciones.
Al centro de las viviendas, construidas en ladera, está lo que
da vida a este lugar y apasiona a sus pobladores: la cancha de
fútbol que, a modo de hacer juego con el campamento, es de tierra
plomiza y tiene baches que con la lluvia se llenan de agua.
A media hora del inicio del partido, tímidamente caen
gotas que no son sentidas por Saori y Litzhi. Ellas se entretienen
reconociendo a los jugadores de turno de la Chojlla.
—¿Ese es el profesor no?
—Está jugando el de la tienda de arriba.
Conocen muy bien a los jugadores y, en general, a casi los
1.500 habitantes, incluso Litzhi que recién está acá nueve
meses. Desde que llegaron, las dos muchachas no pasaron
desapercibidas en un lugar tan chico como la Chojlla. La gente
las veía caminar juntas todo el tiempo e ir a trabajar como
palliris (buscadoras, en aymara) en la mina.
“Las dos trabajan juntas, son pareja. Yo creí que (Saori) era
muje rcita”, me dijo ayer su madrina, una vendedora de una
pequeña tienda, a quien al mismo tiempo le agrada verlas juntas.
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“Las dos trabajan juntas, son pareja.
Yo creí que (Saori) era mujercita”,
dijo su madrina, vendedora en una
pequeña tienda, a quien al mismo
tiempo le agrada verlas juntas.
Como ella, muchos de los comunarios piensan algo
similar. Las miran con atención cuando caminan por las calles.
Principalmente las personas mayores, las juzgan por su elección
sexual. Un exminero de unos 60 años comentó: “hab ía n
sido como chica y chico”, y se rió burlonamente.
Esas miradas y comentarios no son percibidos por la pareja
que incluso siente que sus vecinos apoyan su relación frente a
la animadversión de la madre de Saori. Ella aún no acepta que
a su hija le gusten las mujeres y que tenga novia. Lo mismo
sucede con sus hermanos, que aunque en los últimos años no
opinan sobre ella, cuando Saori tenía 18 uno de ellos le dijo:
“Vos no eres mi hermana, vos eres lesbiana”.
A sus 13 años, Saori sabía que le gustaban las mujeres. Su
primera pareja, dos años después, fue una chica de una comunidad
cercana. Desde allí su familia sabe y no acepta su orientación
sexual. Mientras que Litzhi se dio cuenta de su gusto
por las mujeres a los 15. No tuvo parejas hasta años después.
Desde los 18 vive sola y en contadas ocasiones ve a su familia.
Dice que sus familiares evitan opinar sobre su vida.
Recogedoras de desecho
—Era penal. ¡Arbitro cobrá pues!—grita Saori, tras ver
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que un jugador del equipo contrario empujó a uno de la
Chojl la.
El partido ya está por terminar con el marcador cero a cero,
por eso las chicas están nerviosas. Sufren cada instante que el
balón está cerca de la portería de su equipo y cuando está cerca
de la otra, Saori se levanta de la emoción, pero al ver que el gol
ganador no llega se vuelve a sentar desanimada.
El fútbol es una de las actividades que les cambia el semblante
y el humor, que por lo regular están tensos. Esto principalmente
en la pequeña casa de Saori, donde ambas comparten
una misma habitación con su madre. Y donde, aunque
saben que su mamá sospecha, deben fingir que son simplemente
amigas.
Ellas, la madre de Saori y una señora de la tercera edad, son las
únicas palliris que rescatan el mineral en este campamento, en
comparación con otros centros mineros como el del Cerro Rico
de Potosí que concentra varias mujeres recogedoras de desechos
que, al igual que la pareja, subsisten con esos ingresos.
Las dos hablan tranquilas y contestan risueñas sobre su
situación económica. En una buena semana de palliris pueden
ganar 930 bolivianos por unos 15 kilos vendidos, mediante el
hermano de Saori, a la empresa que administra este yacimiento.
Pero hace dos semanas no perciben ganancias a causa
de los problemas entre la gerencia y los trabajadores no asalariados,
que exigen mejores condiciones de contrato. La falta de
dinero las pone en aprietos. Pese a eso, a las dos les gusta su
t rabajo.
Saori es palliri desde los 14 años. Aprendió de su mamá
que, tras ser abandonada por su esposo cuando su hija tenía
tres años, se dedicó a esta labor para mantenerla a ella y a sus
tres hijos. Así pudo conservar la vivienda que es exclusiva para
trabajadores. Mientras que Litzhi sigue en proceso de aprendizaje
en la recolección de mineral. Aunque ella está a la espera
de ser contratada como personal técnico en la empresa y poner
en práctica sus conocimientos de electromecánica, una vez se
solucionen las demandas de los mineros independientes.
Saori quiere reunir dinero e irse de la Chojlla, pero al
mismo tiempo le apena dejar sola a su mamá; siente que sus
tres hermanos no le harán la compañía que necesita. Lo que sí
tiene claro es que no quiere separarse de Litzhi e incluso tiene
planes, junto a ella, de ser madre de una niña.
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DISEÑO Y COMUNICACIÓN VISUAL
Sergio Calderón
Universidad Católica Boliviana
Camisetas en Rusia 2018
EN EL SIGLO XIX se empezó a jugar fútbol en
las Islas Británicas; era simplemente un juego
que después se convertiría en una pasión
mundial. A lo largo del tiempo cambiaron
muchas cosas, como las reglas, medidas,
campos deportivos etc. También cambió el
diseño de sus camisetas, las marcas, la tecnología
y la competencia que fueron las que ayudaron a mejorar
y cambiar los uniformes de los futbolistas en todas estas
décad as.
“No tiene amor a la camiseta”,“no merece vestir esa camis
e ta”, con estas frases un jugador se siente ofendido, la hinchada
le grita cuando está muy molesta pues la camiseta es
sagrada: “Lo importante del fútbol es el amor a la camiseta”
(James Rodríguez). Por todos estos motivos y otros el diseño
de una camiseta es vital. Marcas como Adidas, Nike son las
encargadas de dos tercios de las camisetas de los participantes
de Rusia 2018 y contratan todo un equipo de diseñadores para
producir las camisetas de los mundiales.
Para el Mundial Rusia 2018 los diseñadores han decido
usar modelos de anteriores mundiales: la selección de Alemania
y Colombia se basan en el diseño de Italia 90, Bélgica en el
de la Eurocopa de 1984, España en USA 94, Rusia el de los
Juegos Olímpicos de 1988.
La empresa Nike, para diseñar la camiseta de Brasil,
mando a su equipo de diseñadores al Museo de Fútbol de Sao
Paulo para revisar la antigua camiseta del equipo que conquistó
la copa mundial de 1970, con el propósito de igualar el
mismo tono de amarillo para la camiseta que usarían en Rusia
2018. La camiseta que Nike diseñó para Nigeria logró alcanzar
45.500 likes en la redes sociales, es la camiseta más comentada
del Mundial por su exclusivo diseño para el equipo africano.
El mejor diseño de una camiseta considera los aspectos
culturales e históricos de un país; como Suiza, que usa sus contornos
montañosos para crear un patrón, o Japón, que se basa
en la antigua técnica de costura de Sachiko, con los hilos
blancos y rugosos en una base añil.
Para realizar el diseño de una camiseta o cualquier diseño
profesional se necesita mucha investigación, es todo un
proceso teórico y práctico para llegar a un buen resultado.
Muchos fanáticos del fútbol se compran la camiseta de su
equipo favorito porque les gusta o les llama la atención, sin
embargo, detrás de esa “linda camiseta”hay todo un equipo de
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diseñadores que resolvieron el problema con esfuerzo y
t rabajo.
La tecnología también ha aportado mucho en este
Mundial: las telas son más livianas e incorporaron tecnología
de regulación de temperatura corporal para que a los jugadores
no les afecte en lo más mínimo cualquier posible cambio; lo
mismo que el tejido, que tiene la propiedad de transporte de
humedad, lo cual mantiene al jugador fresco y seco.
Mas allá de las telas y la tecnología, queda claro que detrás
de cada camiseta mundialista, hay todo un equipo que trabaja
para crear y diseñar la indumentaria de un país.
Los amantes del fútbol esperamos cada cuatro años esta
fiesta, y el pueblo, la gente, los países quieren tener la camiseta
de su selección, esa que va a ser sudada para ganar cada batalla
y hacer todo lo posible para ganar lo mas preciado y anhelado
por todos…la Copa del Mundo.
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ZONA A LA CARTA
Isabel Navia
Fast food gourmet: un oxímoron posible
Resulta que comer significa tanto. Que cocinar es una dimensión de infinitas posibilidades.
Q’atu, la nueva apuesta de Gustu.
QUIENES GUSTAN de
probar nuevos sabores
y se consideran perfectos
invitados porque
agradecen todo lo que
les invitan y lo aprecian
en cada bocado, no
siempre se percatan de que quien cocina
puede pasar por inenarrables procesos de
c r eac i ó n .
Cuando comenzó el proyecto de
Gustu con las escuelas Ma n q ’a, el trabajo
de construcción de una red de pequeños
productores locales y toda esa fantástica
y deliciosa revolución gastronómica que
ya está transformando tantas cosas en el
país, también diseñaron un nuevo concepto
que finalmente está en funcionamie
nto.
Se trata de comida rápida que además
puede ser sana, sabrosa y muy nutritiva.
¿Qué más podemos pedir? Son delicias
que vienen de la mano de esos jóvenes
talentosísimos de la cocina de Gustu, en
un local de nombre Q’atu, donde además
de la panadería habitual ahora ofrecen una
variedad, por demás atractiva, de sándwiches,
ensaladas, guarniciones y bebidas
“para llevar”. Todo es sabroso y todo hace
bien. Me sorprendí a mí misma saboreando
un par de ingredientes que nunca
pensé que podrían gustarme, en unos platillos
perfectamente presentados.
Entre los responsables de estas creativas
ideas está la jefa de operaciones,
Coral Ayoroa, la primera empleada de
Gustu, de quien sé que ganó su ingreso al
proyecto, hace varios años ya, entre más
de 200 postulantes. Así es Gustu. Y el
equipo de la cocina de Q’atu está integrado
por jóvenes bolivianos altamente
capacitados y con profundo conocimiento
del origen de cada producto, así
como de sus características y cualidades.
De esta manera, Gustu apuesta por un
nuevo segmento de mercado, con precios
accesibles pero con los mismos estándares
de calidad, el mismo tratamiento de
los ingredientes y las mismas hábiles
manos que preparan delicias go ur m e t ,
como el tradicional ají de lentejas transformado
en ensalada crocante con un
picante sutil y sabroso, una pequeña
zanahoria caramelizada, brotes de remolacha
y cebollitas encurtidas. El contraste
de sabores deviene en alegría total
para el paladar.
Algunas de las opciones sugeridas
son la ensalada de palta con crutones,
yogur y gajos de naranja; el sándwich de
anticucho con mayonesa de cilantro; un
pollo a la plancha con puré de coliflor y
lechuga; un croissa nt de huevo estrellado
con tocino y salsa de pollo; la trucha
curada con quinua; papas fritas pinta
boca; puré de camote con naranja; tar wi
alimonado y un sonso a la plancha con
mayonesa de cilantro.
Jorge Luis Parra, jefe de la panadería
Q’atu, me cuenta: “Trabajamos productos
artesanales, eso significa que cuidamos
la calidad al más alto nivel, cuidamos
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natural, sin diferencias respecto de la
levadura artificial y que pueda aportar el
sabor y la textura propios de la masa
madre. La diferencia es que esta masa
atraviesa por un proceso de fermentación
de 24 horas, mientras que las levaduras
comunes (de sobre) trabajan el pan en
una hora. Esto implica que el trabajo
tiene que ser mucho más cuidadoso. Te
parecerá gracioso, pero tratamos a la
masa como si fuese un bebé. Hay que tratarla
como si fuera algo tan delicado
como un ser vivo”, concluye.
Daniel Moscoso es responsable de las
bebidas, las infusiones y el café. “Esta es
una opción diferente y mejor que comprarte
una gaseosa que te va a llenar de
azúcar, los jugos calman la sed de forma
saludable. Usamos lo clásico y le añadimos
algo especial, por ejemplo al mate de
FOTOS: ISABEL NAVIA
Coral Ayoroa.
que nuestros productos sean tratados
con el respeto, cuidado y técnicas adecuadas
para que cuando lleguen a los
comensales, puedan disfrutar de las
máximas cualidades de un producto
sano, natural y 100% boliviano”.
Sobre la reconocida masa madre,
dice: “Si priorizamos el producto nacional,
hay que darle una técnica que le dé
valor agregado, en este caso es la masa
madre. Ésta aporta levaduras que permiten
que el pan se ‘l eva n t e ’de manera
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wira wira con limón, le damos un toque
refrescante y lo puedes tomar frío o
cal iente”, comenta.
Q’atu trabaja con productos de temporada,
por lo que el menú rotará periódicamente,
creando nuevas y apetitosas
propuestas. Concluyo admitiendo que
me gustó el ceviche de tar wi, así que todo
es posible en esta vida.
Q’atu. Av. Montenegro Nº 953.
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R E T R ATO
Marjorie Castillo
Ch oc ol a t í n
Tan dulce como su sobrenombre.
Me contaron que fue uno de los mejores jugadores
yungueños en la historia del fútbol. Comenzó
muy joven en The Stronguest (1984), paseó su
fútbol por Instituto de Córdova, Argentinos
Juniors, River Plate, Rosario Central, Platence
(Argentina), Everton (Chile), para luego volver a su
Tigre querido y terminar su carrera en Bolívar.
Todo lo que sé de mi papá, lo leí o me lo contaron;
pero siempre estuvo presente en mi vida y
pude palpar muy de cerca una de sus obras.
“Quiero devolverle al fútbol algo de lo mucho que
me dio, quiero que otros niños tengan la oportunidad
de jugar fútbol”. Eso le dijo un día a mi
mamá y así nació la Escuela de Fútbol Ramiro
Castillo. Abrió sus puertas en la ciudad de El Alto
a niños de escasos recursos. Entrenaban en
canchas de tierra, con frío pero con muchísimo
entusiasmo. Construyó un complejo deportivo
con piscina incluida.
Muchos niños y jóvenes pasaron por esa escuela;
hubo un tiempo en el que vivían ahí 17 jóvenes,
que además recibían educación en un colegio
que también compró para ofrecerles una formación
integral. Todos ellos venían de los Yungas;
conviví con ellos y a algunos los considero hoy
como hermanos de vida. Dos de ellos juegan
profesionalmente en Bolivia, otro es entrenador
en España.
Actualmente, el club de natación Ramiro Castillo
compite a nivel nacional e internacional. El club
de fútbol que también lleva su nombre compite
en la Asociación de Fútbol de La Paz (AFLP), en la
primera categoría.
Tenía muchos sueños que no pudo cumplir,
como el centro de formación deportiva que pretendía
construir en su Coripata natal. Identificado
completamente con su cultura afroboliviana, era
un orgulloso defensor de la igualdad de razas
porque sufrió en carne propia el racismo.
Todas las personas que se enteran que soy su
hija, siempre lo recuerdan con una gran sonrisa.
Me llena de orgullo saber que era una persona a
la que querían y admiraban. Las sonrisas llenan el
alma.
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FOTO: FAMILIA CASTILLO CRESPO
R amiro
Castil lo
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CARTELER A
#DíasDeCine
Isabel Navia
Matineé, tanda y noche
Hey, milennials, cuando su madre les dice que ya está aburrida de
pedirles que recojan su ropa del piso “matineé, tanda y noche”,
ustedes no tienen idea de qué es eso, ¿cierto? Pues anoten: eran los
nombres de las funciones que las salas de cine ofrecían hace unas
cuantas décadas. Matineé a las 14:30, tanda a las 19:00 y noche a las
21:30.
Sepan también quehubo un tiempo en que el cine fue un espacio
de entretenimiento popular y accesible para la mayoría de la gente. Las salas se creaban en
los barrios de las ciudades y los precios de las entradas eran tan bajos que de sólo recordarlos
provoca disnea suspirosa. No había candy bar y, lo mejor: las películas se exhibían en su
idioma original (¡aplausos!).
Continuamos con la nostalgia del 68 y es que la lista de producciones vitales de ese año
es muy nutrida, por eso se hizo difícil seleccionar solamente éstas:
1MINA ALASKA (Jorge Ruiz) Bolivia. Esta película fue
hecha con material grabado varios años antes y que se creía
desaparecido. Ruiz rodó escenas nuevas para completar la
trama, creando una historia de aventura y suspenso que
recorre buena parte del país. El maestro Alberto Villalpando
se hizo cargo de la música.
2EL COLOR DE LA GRANADA (Sergéi Parajánov)
Unión Soviética. Parajánov fue un cineasta rebelde y subversivo,
cuyas obras fueron censuradas por las autoridades
soviéticas. A partir de extractos de poemas del protagonista,
Sayat Nova, el director recarga cada escena con simbolismos y
elementos surrealistas. Un recorrido por la vida del poeta
armenio rebelde y la belleza de la cultura caucásica.
3TE AMO, TE AMO (Alain Resnais) Francia. Una gema del
cine experimental y, además, francés. Un viaje a través del
laberinto del tiempo como parte de un experimento científico que
se complica y deriva en regresiones y recuerdos fragmentados.
4LUC Í A (Humberto Solás) Cuba. En palabras de su
propio realizador, “Lucía es una película que transcurre
en tres períodos; 1895, durante la guerra de la Independencia;
1933, la guerra y el ‘triun fo’contra Machado y 196..., con la verdadera
revolución cubana. Se enmarca en un momento en que
para nosotros lo fundamental era la búsqueda de nuestras
raíces”. Esta obra se proyectó nuevamente en la sección de clásicos
del Festival de Cannes 2018. Un merecido homenaje a
Solás, el cubano que estuvo en Bolivia hace más de 20 años,
para dictar un taller de dramaturgia en Yungas.
5ISADOR A (Karel Reisz) Reino Unido. Es la biografía
de la bailarina y coreógrafa Isadora Duncan, cuyo estilo
único y alejado de los clásicos patrones logró cambiar el
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concepto que se tenía sobre el ballet clásico, por lo que es
considerada precursora de la danza moderna.
6LA BATALLA DE ARGEL (Gillo Pontecorvo) Italia.
Rodada en 1966, pero premiada internacionalmente el 68
y con música de Ennio Morricone, trata sobre la guerra independentista
de Argel para librarse de Francia. El protagonista,
un ladronzuelo de las calles, observa una ejecución en la
cárcel, lo que desencadena su fuga y posterior alistamiento en
el Frente de Liberación Nacional.
7EL PLANETA DE LOS SIMIOS (Franklin J. Schaffner)
EEUU. Con protagonistas como Roddy McDowall y
Charlton Heston, sobre esta obra se han hecho tantas y variopintas
versiones posteriores. Este clásico de la ciencia ficción
trasciende todos los tiempos por sus planteamientos sobre el
ser humano. Está ambientada en el futuro (1974) y parte de la
accidentada llegada de unos astronautas a un planeta gobernado
por simios de inteligencia superior, que esclavizan a
humanos que no pueden hablar.
8LAS SANDALIAS DEL PESCADOR (Michael Anderson)
EEUU. Con la actuación de Anthony Quinn, Vittorio de Sica
y Laurence Olivier, entre otros grandes nombres, la película se
basa en el bestseller del mismo nombre, escrito por Morris West.
Cuenta la historia de un cura ucraniano, que sale de la prisión en
Siberia para ir al Vaticano, donde es nombrado Cardenal.
9BONNIE AND CLYDE (Arthur Penn) EEUU. Ambientada
en los años 30, dicen que podría ser la primera película
del cine moderno de ese país. Creo que es una de las
fuentes de inspiración de Tarantino pues, como él, explota la
violencia extrema como recurso para cambiar el sistema. Es la
historia de una joven pareja de delincuentes, enamorados y
asesinos, antihéroes que roban bancos y matan policías, esos
en los que nadie creía, ni antes, ni ahora.
LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES
10 (George A. Romero) EEUU. Una cinta de bajo presupuesto
que se considera entre las mejores de ese año en los
EEUU. Podría decirse que es el filme arquetípico de las películas
de zombies, pues con ella nació el subgénero del terror
dedicado a esos horripilantes resucitados comedores de
car ne.
ÉRASE UNA VEZ EN EL OESTE (Sergio Leone) Italia.
11 Obra insignia del spaghetti western que relata la trama
alrededor de la matanza de una familia entera, en una zona alejada
y desértica en el oeste de los EEUU. Crimen, traiciones e intereses
corporativos son los ingredientes de esta magnífica película.
UFA CON EL SEXO (Rodolfo Kuhn) Argentina. Probablemente
poco conocida pero importante porque, entre
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otras cosas, nunca se proyectó en su país de origen pues fue prohibida
bajo el pretexto de ser inmoral. Relata el enamoramiento
de un chico “bie n”con una prostituta. Una mirada crítica a temas
sexuales, hecha de forma poco ortodoxa para su época.
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H I STO R I E TA
CAÍN
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