Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
desacralización de las grandes figuras de la historia<br />
americana. En uno de sus cuadros sobre Bolívar lo<br />
representa con la cabeza de García Márquez y si es<br />
así Macondo puede ser Latinoamérica.<br />
En La sonrisa maravillosa de George Washington<br />
(2000-02), serie que representa al héroe con una<br />
sonrisa injertada, que puede ser la del autor o la de<br />
cualquiera de nosotros, José Carlos camina al borde<br />
del abismo del atrevimiento irreverente. Cuando<br />
retrata a Haya de la Torre un realismo temeroso y<br />
púdico lo cohíbe: la historia reciente y familiar le ata<br />
las manos. Pero la coyuntura es mala consejera, su<br />
camino no es el de la pintura oficial, sino el de la<br />
imaginación desbocada, atrevida y desafiante.<br />
En Visión Global (2004), pareciera que buscara un<br />
pretexto para regodearse haciendo desnudos al claroscuro;<br />
no solamente eso. En esta especie de “De<br />
profundis”, donde el grupo humano de espaldas clama<br />
en la oscuridad, el artista se ha tomado un tiempo<br />
de meditar sobre la existencia del hombre que:<br />
“sin más ropaje que su piel” espera el juicio final.<br />
Luego fue el turno de Los caballos que vinieron del<br />
cielo, esculturas en plata o en bronce, un ejercicio<br />
manierista sobre el tema de los caballos (o yeguas)<br />
blancos, en cierta anera antropomorfizados en el<br />
gesto sensual siempre dispuestos a la entrega y<br />
ala cópula. Ramos echa mano aquí a un recetario<br />
Kitsch, con reminiscencias dela pintura tradicional<br />
china, a la que agregó una buena dosis de humor<br />
como los huevos fritos que pueden convertirse ambiguamente<br />
en flores decorativas. Pero esa época<br />
pasó para dar lugar a otra serie, tragicómica, de luces<br />
y sombras, pero de gran despliegue imaginativo:<br />
circo Sauer (sic)<br />
El circo que se imagina Ramos está ubicado, unas<br />
veces, en la tierra, perdido entre las montañas andinas;<br />
otras, la mayoría, nos presenta un circo sideral,<br />
en el espacio cuajado de estrellas y cometas, en un<br />
mundo suspendido, muy lejos de las contingencias<br />
terrenas, sin público, pero donde todo puede ser<br />
posible. Esta surrealidad entusiasma a Ramos que<br />
la acentúa sumiendo todo en la oscuridad: en esta<br />
noche eterna los personajes y las cosas brillan con<br />
luz propia. Saltimbanquis y equilibristas aluden a la<br />
precisión y la estática, muy lejos del caos.<br />
Los animales de su imaginada zoología son albinos<br />
y se presentan en esta ficción heráldica entre pesados<br />
cortinajes, borlas, joyas, armiños, mientras<br />
señala la ruleta con cinco puntos cardinales, como<br />
las vocales-. En Se salió el mar… (2009), un payaso<br />
quiere introducir toda el agua marina en una<br />
botella y este imposible no nos llama la atención, si<br />
comprendemos que Ramos escribe con enigmas y<br />
alude a los problemas limítrofes con vuestros veci-<br />
Boston tea coca party cocktail, Oleo sobre algodon, 180 x 360 cms 1998<br />
6 Arte y Artistas