infoPLC++ Numero 9
La edición número 9 de InfoPLC++ Magazine ahonda en la conectividad de la industria: estándares, protocolos, iniciativas 'open source' y soluciones de control son tecnologías que apoyan esta tendencia.
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casos de éxito<br />
y las ollas ‘Cool+’, donde la aleación de aceros<br />
permite que las asas no se calienten cuando se<br />
cocina sobre el fuego y sale vapor.<br />
En el proyecto, Andreas Groß ha podido ampliar<br />
su conocimiento experto sobre robots para<br />
el acabado y pulido de ollas y sartenes: “mientras<br />
las cacerolas ingresan a la planta desde la<br />
prensa de embutición por un lado, los modelos<br />
casi listos para la venta, perfectamente pulidos,<br />
con un acabado espejo en el interior y en el<br />
exterior, dejan la planta por el lado opuesto a<br />
intervalos de 10 segundos. Lo único que falta<br />
son los mangos, la tapa y el precio”, explica.<br />
OBJETIVO: AUTOMATIZACIÓN TOTAL<br />
Con la premisa de la calidad, WMF se planteó<br />
como meta automatizar todo el proceso para<br />
hacer un seguimiento exhaustivo de cada parte<br />
de él. Tras el proyecto ejecutado con Berger<br />
Maschinenfabrik, la planta está supervisada<br />
hoy por dos empleados y alberga 33 robots<br />
que trabajan casi sin descanso en duras condiciones:<br />
“Pulir es un trabajo sucio, la pasta<br />
de pulido salpica la celda todo el día. Pese a<br />
ello, la tecnología debe funcionar de manera<br />
confiable”, explica.<br />
La dificultad del entorno de producción fue<br />
una de las razones por las que llevó casi tres<br />
años desarrollar la planta. “Muchos empleados<br />
participaron en el diseño, en los trabajos preliminares<br />
y en la construcción”, explica Groß.<br />
Al inicio, reconoce, las cosas no funcionaban<br />
exentas de problemas, sin embargo, el máximo<br />
responsable de con Heinz Berger Maschinenfabrik<br />
cree que es lo normal ante la magnitud<br />
del proyecto. “De otra manera hubiera sido un<br />
milagro”, añade.<br />
Con una medida de 35 x 20 metros, el parque<br />
de máquinas de la planta de WMF tiene aproximadamente<br />
las mismas dimensiones que un<br />
campo de balonmano, siendo este el mayor<br />
proyecto de la empresa de Wuppertal hasta<br />
la fecha. La planta consta de tres secciones de<br />
líneas, cada una de las cuales está equipada con<br />
once robots que cooperan secuencialmente.<br />
Todos los robots están en red y procesan ollas<br />
y sartenes de forma totalmente automática. “Logramos<br />
crear una planta con ‘33 inteligencias’<br />
en red, cada una de las cuales se organiza a sí<br />
misma y puede tomar decisiones autónomas”.<br />
Groß detalla que de esto se trata la Industria<br />
4.0: inteligencias descentralizadas que procesan<br />
señales de entrada de las que se deducen consecuencias<br />
tales como cambios de herramienta<br />
cada vez que cambia la pieza de trabajo, es<br />
decir, la olla o la sartén.<br />
Es así como la planta de WMF cambia su<br />
configuración de forma totalmente automática<br />
y de manera constante. No toma más de dos<br />
minutos y medio y no se necesita ningún trabajador<br />
en la sala para girar un tornillo o presionar<br />
un botón. “Un interruptor inteligente reconoce<br />
la pieza de trabajo proporcionada. Después<br />
de una verificación, los 33 robots cambian su<br />
configuración de forma autónoma, uno después<br />
otro. La planta se prepara para la nueva pieza<br />
de trabajo, por así decirlo”, explica. De manera<br />
simplificada podría describirse como “una<br />
nueva olla, un nuevo programa”, sin embargo,<br />
no es tan simple, porque todas las piezas de<br />
trabajo que se encuentran dentro de la planta<br />
se procesan al mismo tiempo.<br />
El procesamiento y el cambio ocurren en<br />
paralelo. Además, la pieza de metal sin forma,<br />
recién extraída de la prensa y sin tratamiento<br />
alguno, no se parece en nada a los utensilios de<br />
cocina de marca. “Cualquiera que lo vea diría<br />
que hay mucho por hacer”. Es por ello, que en<br />
el proceso, cada parte es “atacada” hasta por<br />
once robots: cada olla y cuenco atraviesa una<br />
línea completamente robotizada.<br />
Los robots de la planta de WMF cambian<br />
su configuración de forma totalmente<br />
automática cuando reconocen la pieza<br />
a procesar, en paralelo con otras<br />
operaciones en marcha<br />
UNA SINFONÍA MECÁNICA Y ROBOTIZADA<br />
Las primeras seis máquinas procesan las piezas<br />
de trabajo en su cara exterior, mientras que los<br />
cinco robots restantes trabajan el interior de la<br />
pieza. Antes que el proceso pueda comenzar,<br />
el robot debe agarrar la olla correctamente.<br />
Para ello se desarrolló una pinza combinada<br />
específicamente diseñada para el mecanizado<br />
externo. Utilizando vacío, esta pinza especial<br />
se adhiere a la parte inferior interna de la olla<br />
mientras que al mismo tiempo abre una herramienta<br />
de extensión. “Es como si colocaras tu<br />
mano en el interior de la olla y extendieras los<br />
casos de éxito septiembre-octubre 2018<br />
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