Libro Jaime y Pilar PEDIDO

Jaime Alemán y Pilar Arosemena • Se encuentran en el tiempo
Veraguas y David, sobre todo. Veremos, asimismo, gentes, aún más
numerosas, que vivieron en el siglo XX y no pocos que existen hasta
principios del siglo XXI, en nuestros días, que han sido nuestros
contemporáneos, que todavía están haciendo su hoja de vida, que más
que un pasado tienen un futuro, especialmente los de menor edad.
Estas páginas nos abren en realidad un vasto mundo lleno de gentes
que existieron y algunos que todavía están entre nosotros. Un mundo
de personas que podemos conectar con otras que surgen de estudios
genealógicos que han proliferado en fecha relativamente reciente en
Panamá. Investigaciones al fin serias, realizadas por estudiosos de
gran integridad y que no tratan, como se hacía antes, de encontrar
las “familias perfectas”, verdaderamente míticas, que surgían,
naturalmente, de una presunta aristocracia colonial, hispánica del siglo
XVIII en la mayoría de los casos, aunque algunos se inventaran también
antepasados entre la elite de conquistadores del siglo XVI y hasta en
la nobleza europea más elevada. Gentes perfectas, todas productos de
una educación impecable, de un matrimonio eclesiástico feliz y de una
pureza racial absoluta, es decir caucásica, fue la ficción que algunos
seudo historiadores fabricaron en el pasado sobre algunas familias
panameñas, generalmente las propias o de sus protectores, esfuerzo
que no resiste la más mínima investigación honesta y, en cuanto a los
comportamientos y la personalidad, al análisis simplemente de los
hechos de la condición humana. Son las llamadas, sin recato, “grandes
familias de Panamá”, cuando su única grandeza sería, acaso, la abultada
dimensión de su descendencia.
Los apellidos y las familias que estudiamos en esta obra no son, como
algunos incautos o impostores pretenden, representantes de una
aristocracia, que tampoco existe ni existió en Panamá en su acepción
europea que implica un estamento histórico que ostenta títulos
nobiliarios –en Panamá hay, cuanto más, una alta burguesía-. Aquí,
al contrario, vemos una serie de familias verdaderas, muchas de la
cúpula económica y social es cierto, pero que son realmente de carne y
hueso, de gente que existió y que fue el resultado de una acumulación
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