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Dragon Army Chronicles

Dragon Army Chronicles, Israel Alcalde

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Dedicatoria<br />

Dedico esta obra a todas aquellas personas que influyeron<br />

en cada parte de mi vida para crearla. Sobre todo a mi primo<br />

Eduardo Rangel Valdez por su gran cooperación, contribuciones<br />

al proyecto y su gran apoyo.


ÍNDICE<br />

Prólogo<br />

Capítulo 0. “Terras”<br />

Capítulo 1. “Marte”<br />

Capítulo 2. “Portales”<br />

Capítulo 3. “Los Fólter”<br />

Secretos de Lord Pénril<br />

(Referencias)<br />

7<br />

13<br />

51<br />

85<br />

125<br />

169


Prólogo<br />

Año Terrestre: 2002<br />

Cuatro aviones de combate F–22 Raptor volaban sobre las<br />

nubes a velocidad supersónica logrando así no ser detectados,<br />

mientras el líder de ellos hablaba por la radio en clave:<br />

– Dark Shadow 1 a Central. Tenemos contacto de radar con el<br />

objetivo.<br />

– Central a Dark Shadow 1. Confirmado. Inicie operación al<br />

alcanzar rango de ataque.<br />

– Afirmativo, Central. –Terminaba la transmisión. Mientras<br />

uno de sus subordinados comentaba :– Según las imágenes de<br />

satélite, parece un F–14, pero se ve más grande.<br />

El líder preguntó: – Número 3, ¿acaso los conoce a la<br />

perfección?<br />

Inseguro respondió: – Vi uno hace varios días y se parece<br />

mucho. –Otro de los integrantes habló de inmediato–. 3 tiene<br />

razón, se ve que tiene unas modificaciones, pero no hay duda que<br />

se trata de un F–14 Tomcat.<br />

Indignado el otro replicó: – Personalmente considero que<br />

es una falta de respeto a nosotros. Mandar cuatro aviones de<br />

avanzada tecnología a derribar un viejo Tomcat, deben de estar<br />

bromeando.<br />

El número 2 le contestó: – Los reportes indican que todas<br />

las fuerzas de tierra fueron repelidas por ese avión de combate.<br />

Somos los únicos que pueden dar apoyo aéreo, así que…<br />

Su líder los interrumpió antes de que siguieran hablando: –<br />

Rango de ataque alcanzado, fuego a discreción.<br />

Los cuatro aviones ya estaban en formación de combate, y<br />

dispararon al mismo tiempo. Sus misiles se dirigían velozmente<br />

al Alpha 1 , un avión de combate superior creado por un grupo de<br />

científicos. Éste empezó a advertir sobre el peligro a Lord Pénril,<br />

8


el líder del grupo de científicos y encargado principal del mismo<br />

proyecto, quien se sorprendió por la forma de ataque que recibía.<br />

Entonces ubicó en su cabina los misiles que provenían de arriba<br />

a cincuenta grados al frente. Se acercaban rápidamente, en tan<br />

solo unos segundos lo impactarían. Por lo que sin perder tiempo<br />

accionó el propulsor principal del Alpha, logrando que éste se<br />

elevara con un impulso impresionante, al mismo tiempo que giraba<br />

45 grados hacia arriba para quedar en posición vertical, y con esto<br />

encender las turbinas y duplicar la velocidad. Los misiles que<br />

venían descendiendo no alcanzaron a subir a tiempo quedándose<br />

muy abajo y perdiendo por completo el objetivo, continuaron su<br />

camino hasta explotar en el suelo. Lord Pénril activó el escáner<br />

especial de ondas electro–magnéticas implementado en el Alpha<br />

y toda la cabina se puso de color verde, enseguida pequeños<br />

puntos rojos aparecieron, creciendo lentamente. Se trataba de la<br />

posición exacta de los cuatro aviones de combate, los cuales eran<br />

marcados con dos líneas que formaban una cruz. Después que<br />

la cabina regresó a la normalidad aceleró para encontrarse frente<br />

a ellos, cosa que impactaba aún más en los asombrados pilotos<br />

enemigos:<br />

– ¡Evadió los misiles, increíble!<br />

Su amigo le respondió: – Tranquilízate, Dark Shadow 4, tenía<br />

mucho tiempo para lograrlo.<br />

El líder del escuadrón ordenó a sus compañeros: – Ese Tomcat<br />

es muy sospechoso, no lo subestimen. Fuego, segundo ataque.<br />

Nuevamente los Raptor dispararon sus misiles en contra del<br />

Alpha, a pesar de que tuvo muy poco tiempo para reaccionar,<br />

Lord Pénril logró apuntar automáticamente sus armas y disparó<br />

a los cuatro misiles haciéndolos explotar segundos antes que se<br />

pudieran impactar contra su aeronave. Logrando mantener su<br />

ruta en contra de sus agresores, éstos se percataron que había<br />

descubierto sus posiciones por lo que realizaron maniobras<br />

defensivas. Dos de ellos ganaron altura manteniendo una gran<br />

distancia, otro más sería el señuelo quedándose en posición de<br />

ser atacado. Mientras el líder se dirigía a un lado para poder<br />

interceptar al Alpha cuando éste decidiera atacar a su compañero.<br />

Lord Pénril reconoció de inmediato el plan de sus agresores<br />

9


y se dirigió en contra del señuelo de la trampa. Los otros tres<br />

combatientes giraban para quedar en la retaguardia del Alpha y de<br />

esta manera derribarlo fácilmente. Sin embargo no contaban con<br />

que el Alpha poseía una velocidad superior y logró colocarse justo<br />

detrás de su contrincante y apuntarle con los misiles especiales<br />

MITSA 2 , creados también por los Terras. Estos eran más pequeños<br />

y potentes que los sidewinder, equipados en los F–22. El piloto de<br />

la nave que hacía de carnada apuraba a sus compañeros:<br />

– ¡Lo tengo justo detrás de mí! ¿Qué demonios esperan para<br />

derribarlo?<br />

Entonces el piloto al percatarse que estaban muy lejos sus<br />

compañeros para recibir apoyo, ejecutó una maniobra muy<br />

arriesgada que sólo los aviones de combate Raptor podían<br />

realizar. Se trataba de frenarse en el aire, levantando la trompa<br />

del avión y bajando la parte trasera, el avión se elevaba varios<br />

metros reduciendo drásticamente su velocidad para quedar casi<br />

suspendido en el aire por unos segundos, para así lograr que<br />

su agresor pasara por debajo de éste y enseguida incorporarse<br />

y derribarlo. Lord Pénril observó como el avión de combate<br />

enemigo quedó suspendido en el aire justo arriba de él, y sin<br />

sorprenderse mucho, giró el Alpha a la izquierda en su propio eje<br />

horizontal, quedando el ala derecha arriba y la izquierda abajo, de<br />

manera que el misil que apuntaba hacía el frente, girara en su base<br />

y apuntara hacia atrás, disparando rápidamente para impactar en<br />

el F–22 quien no pudo hacer ni un movimiento más para evitar<br />

explotar estrepitosamente. El Alpha se incorporó y continuó<br />

acechando a los tres restantes. Sus enemigos no daban crédito a<br />

lo que veían:<br />

– Shadow 1, ¿viste eso?, ¡el Tomcat disparó hacia atrás!<br />

Su compañero complementó: – ¡Eso es imposible!, ¿cómo<br />

demonios lo hizo?<br />

El líder, después de salir del pequeño trance les ordenó: –<br />

Extremen precauciones, ese Tomcat no es un avión de combate<br />

normal, disparen en cuanto tengan oportunidad con todo lo que<br />

tengan. –Y le respondieron:– ¡A la orden señor!<br />

El líder de los Raptor aprovechó su ventaja y se colocó detrás<br />

del Alpha, Lord Pénril estaba al tanto de sus movimientos y<br />

10


en cuanto escuchó el sonido de alerta de misil, giró 360° hacia<br />

arriba, en una maniobra imposible para los aviones de combate<br />

existentes, colocándose justo detrás de su enemigo en tan solo un<br />

segundo y ahora era él quien apuntaba al enemigo. Éste último se<br />

llenó de pánico al no saber qué hacer y aceleró su nave, aplicando<br />

la máxima velocidad posible que podía desarrollar. El Alpha no<br />

se despegaba, manteniendo la misma distancia, para asombro<br />

de los pilotos enemigos. Desesperado por seguir con el combate,<br />

Lord Pénril aceleró aún más dándole alcance al líder y disparó a<br />

la nave ráfagas de balas, ocasionando que se partiera en pedazos,<br />

mientras que intensas llamas rodeaban la nave y una espesa nube<br />

de humo negro trazaba su recorrido a estrellarse.<br />

Lord Pénril sabía que no tenía tiempo que perder, por lo<br />

que decidió actuar de inmediato contra sus agresores, quienes le<br />

habían arrojado nuevamente una descarga de misiles hacia la ruta<br />

que llevaba el Alpha, sin embargo no contaban con que éste diera<br />

un repentino giro en 180°, cambiando de dirección abruptamente,<br />

dejando a los misiles sin objetivo que perseguir y a los pilotos<br />

enemigos, estupefactos.<br />

Nuevamente el Alpha tomó la iniciativa y se dirigió en contra<br />

de uno de los pilotos, quien al verlo se fue en picada, mientras<br />

su último compañero se ponía en posición de ataque para darle<br />

apoyo de inmediato. El Alpha se colocó entre los dos aviones<br />

de combate y disparó su arma principal, un cañón láser no muy<br />

potente. Aunque al principio no parecía hacer daño alguno, el<br />

continuo haz del disparo inmediatamente comenzó a hacer un<br />

agujero en la parte trasera justo en la unión de una de las alas, lo<br />

que provocó que ésta se desprendiera y la aeronave perdiera el<br />

control y fijara su rumbo hacia tierra, en medio de fuego y humo.<br />

El otro piloto disparó dos misiles en contra de Lord Pénril, quien<br />

instantáneamente esquivó los misiles girando bruscamente hacia<br />

su derecha y dejando atrás cargas explosivas que los destruyeron.<br />

El último avión de combate no pudo cambiar su trayectoria<br />

rápidamente para evitar ser alcanzado por la explosión de<br />

dichas cargas, ocasionando que se dañara seriamente y diera<br />

veloces giros, dejando una estela negra de humo, en su camino<br />

a estrellarse. Al observar que ambos pilotos se eyectaban de su<br />

11


espectivo avión, se dirigió al laboratorio secreto para completar<br />

rápidamente el último cargamento que iba a realizar antes de ser<br />

atacado.<br />

Justo cuando despegó para retirarse del lugar, nuevamente<br />

más aviones de combate aparecieron en su radar. Eran 16 en total,<br />

sabía que le era imposible otro enfrentamiento, no por quedarse<br />

sin energía, sino por lo delicado del material que recién había<br />

cargado, por lo que decidió escapar a toda velocidad del lugar.<br />

Varios aviones de combate lo comenzaron a perseguir pues<br />

pensaban que ya no tenía mucho combustible, y por lo mismo<br />

evitaron dispararle para así cumplir las nuevas órdenes que eran la<br />

de capturar lo más intacto posible el extraño Tomcat. Justo cuando<br />

el Alpha sobrevolaba en pleno océano, observando el contorno de<br />

la tierra que parecía unir el cielo con el mar, comenzó a descender<br />

planeando cual estuviera a punto de estrellarse. Instantes después<br />

se precipitó en el agua y se hundió. Sus perseguidores comenzaron<br />

a dar vueltas en el lugar del impacto, mientras esperaban grupos<br />

de rescate. Horas después de intensa búsqueda, con radares,<br />

barcos y buzos, se determinó que no había restos del misterioso<br />

Tomcat.<br />

Sin embargo, desconocían que el Alpha era capaz de viajar<br />

debajo del agua mucho más rápido que un submarino. Miles de<br />

Kilómetros más adelante, en medio de la nada, el Alpha emergió<br />

del agua lentamente y emprendió de nuevo el vuelo, con sus<br />

sistemas antirastreo activados. Era sin lugar a dudas el vehículo<br />

completamente todo terreno con el que siempre había soñado Lord<br />

Pénril, y justo en ese momento llegaron a su mente las imágenes<br />

y recuerdos de todos los momentos vividos y acciones que había<br />

tenido que hacer para lograr cumplir ese anhelado sueño.<br />

12


Capítulo 0.<br />

“Terras”<br />

Lord Pénril, creador y líder de los Terras, nació en el año<br />

de 1975. Desde su infancia poseía una capacidad intelectual<br />

impresionante y un ingenio inmenso, aprendió a hablar antes del<br />

primer año de edad, así como una facilidad para las matemáticas<br />

que provocaban el asombro de sus maestros.<br />

A la edad de trece años, debido a problemas familiares,<br />

comenzó a trabajar ayudando a cambiar llantas en una<br />

vulcanizadora o haciendo las tareas de sus amigos de la escuela.<br />

Un día llegó la oportunidad para Lord Pénril, un señor que<br />

observaba su dedicación, le ofreció empleo en su fábrica de<br />

ensamblaje de automóviles, lleno de entusiasmo debido a su<br />

gran fascinación por ellos y con muchas esperanzas, aceptó de<br />

inmediato, imaginándose todas las cosas que iba a aprender y<br />

conocer la fabricación y ensamblaje de automóviles.<br />

De manera cautelosa lograba entrar de incógnito a esas áreas<br />

y observar todo lo que podía, tratando de identificar que hacían<br />

cada una de las máquinas e imaginándose su funcionamiento. En<br />

ese tiempo conoció a Marcel, un joven muy inteligente de veinte<br />

años encargado de los diseños de automóviles, con el que se<br />

llevaba muy bien. Gracias a él conoció un poco de su trabajo y lo<br />

observaba atentamente cuando terminaba los diseños en su casa,<br />

ya que en la empresa les estaba prohibido juntarse.<br />

También gracias a él se pudo involucrar en carreras de autos,<br />

a las que asistía Marcel como espectador. Pocos meses después<br />

descubrieron que Lord Pénril era un conductor muy bueno, al<br />

grado que Marcel le confió su automóvil para iniciarse en las<br />

carreras. Era un carro deportivo de color negro, el cual había<br />

sido modificado por Marcel dándole un aspecto de automóvil de<br />

carreras, con varios aditamentos extras.<br />

14


Al principio no ganaba, sin embargo nunca le hizo daño<br />

al automóvil. Marcel y Lord Pénril se dedicaron a modificar<br />

mecánicamente el vehículo para incrementar su potencia y<br />

rendimiento. En poco tiempo logró convertirse en un gran<br />

corredor y ganar competencias gracias al gran desempeño del<br />

automóvil y de la habilidad de su conductor. Fue en ese entonces<br />

que empezó a llamarse a sí mismo con el nombre de Lord Pénril,<br />

ocultando su verdadero nombre. Todos lo conocían como: Pénril,<br />

el relámpago negro.<br />

El año era 1990, con apenas quince años, ya era todo un piloto<br />

de carreras callejeras, y no obstante eso, le encantaba estudiar<br />

todo lo relacionado con la fabricación de automóviles así como<br />

con su diseño. Con ayuda de Marcel y con información que<br />

recolectaba de la basura y de sus observaciones secretas en el área<br />

de ensamblaje, a la cual aún tenía prohibido entrar, comenzó a<br />

elaborar proyectos de automóviles. Tenía un prototipo viable de<br />

un automóvil eléctrico el cual muy pronto tuvo la oportunidad de<br />

presentárselo a su jefe, quien lo rechazó de inmediato sin siquiera<br />

prestarle atención.<br />

Durante su juventud, cuando comenzaba a acostumbrarse a<br />

una vida normal, en la que se ganaba la vida diaria de manera<br />

honesta y en conclusión, a punto de pasar a ser un ciudadano<br />

común que se agregaría a los millones ya existentes. Formar<br />

una familia, trabajar la mayor parte de su vida, jubilarse e irse a<br />

descansar y finalmente envejecer; todo esto era el plan de vida que<br />

poco a poco iba borrando los sueños difusos e imaginativos que<br />

vivían en su interior. Fue entonces cuando sus pequeños proyectos<br />

científicos caseros lo llevaron a asociarse con colegas y amigos<br />

que conocía para formar un pequeño grupo de investigación<br />

y desarrollo, con fines de mejorar la vida de los demás y como<br />

consecuencia, mejorar la de ellos mismos.<br />

Desafortunadamente era muy poco el tiempo que invertían<br />

cada uno de los miembros de esa asociación aún sin nombre, así<br />

como el limitado capital con el que se contaba. Pese a algunas<br />

bajas voluntarias de los miembros, la sociedad se consolidó y se<br />

estrecharon los vínculos interpersonales. Todos estaban ahí porque<br />

amaban el conocimiento, poseían una sed insaciable de explorar<br />

15


y descubrir los secretos, y no sólo lo hacían por la esperanza de<br />

lograr mejorar sus vidas, sino por la pasión y el amor que sentían<br />

por la verdad, por el descubrimiento y el conocimiento en muchas<br />

de sus ramas. Lord Pénril, aunque joven, era el encargado de<br />

controlar todo aquel desorden y mar de sentimientos, lograr unir<br />

todos los esfuerzos, motivarlos y encausarlos en un rumbo común,<br />

definir objetivos claros, tales como lograr innovar un producto<br />

o servicio que se convirtiera en una necesidad, o mejorar algún<br />

producto existente para obtener recursos necesarios y continuar<br />

alimentando el sueño de todos.<br />

Poco después de un tiempo, Lord Pénril, a la edad de dieciséis<br />

años, buscaba obtener más fondos para sus desarrollos. Gracias a<br />

un cliente de la empresa donde laboraba, logró conocer y asociarse<br />

con gente que apoyaría su grupo de investigadores, gente que<br />

usaría su ingenio para sus propios fines, fines que se catalogarían<br />

como malvados y no éticos. Se trataba de un grupo de la mafia<br />

que financiaría sus investigaciones con la condición de que<br />

desarrollara y aplicara avances tecnológicos para la realización de<br />

actividades ilícitas. Gracias a su gran madurez y a las influencias<br />

del cliente de la empresa, Lord Pénril habló personalmente con el<br />

líder del cartel, Benji Genzo:<br />

– Es un honor conocerlo señor Genzo –le dijo respetuosamente.<br />

– Toma asiento, Pénril –le ordenó–. El señor Yamazaki habló<br />

muy bien de ti, dice que eres un inventor con muchas capacidades.<br />

Modestamente complementó: – Somos un grupo de<br />

científicos ansiosos por innovar. Quiero pedirle que nos apoye<br />

económicamente. –Genzo levantó una ceja y se quedó serio,<br />

mientras Lord Pénril seguía:<br />

– Sé que estará pensando que estoy demente por pedirle<br />

esto…<br />

Genzo interrumpió ágilmente: – Es correcto.<br />

Entonces Lord Pénril con una ligera sonrisa continuó:<br />

– Pero a cambio de su apoyo, nosotros le proporcionaremos<br />

los resultados de nuestras investigaciones, las cuales serán<br />

enfocadas principalmente al desarrollo de armamento, blindajes<br />

y herramientas que puedan ayudarlo a usted y su organización.<br />

16


Benji Genzo juntó sus manos entrelazando sus dedos y<br />

mirando fijamente a Lord Pénril, le preguntó:<br />

– Se oye interesante tu oferta pero, dime, ¿qué has hecho?,<br />

¿con qué me puedes probar que eres capaz de hacer armamento?<br />

–Lord Pénril sabía que algo así iba a pasar y le respondió de<br />

inmediato:<br />

– Hasta este momento sólo hemos trabajado en investigaciones<br />

de uso familiar o para empresas, y para adentrarnos en el<br />

ambiente militar necesitamos más recursos. Sin embargo hemos<br />

desarrollado un aparato muy rudimentario que es capaz de<br />

detectar armas de fuego a pocos metros de distancia. Podría ser<br />

usada para su propia seguridad.<br />

Genzo abrió los ojos impresionado y le cuestionó de inmediato:<br />

– ¿Y en verdad funciona ese aparato? –Tras la respuesta afirmativa<br />

prosiguió: – Vamos a probarlo y si funciona como tú dices,<br />

entonces podría darte una oportunidad para hacer negocios.<br />

Escondieron unas armas dentro de unos vehículos y el detector<br />

de armas 3 logró encontrarlas con mucha precisión, provocando<br />

el asombro en todos los presentes. Entonces Genzo le comentó a<br />

Lord Pénril: – Estoy impresionado, tengo que admitir que siento<br />

curiosidad por saber qué tipo de inventos puedes llegar a crear si<br />

te apoyo, pero tienes que saber que si quieres mi ayuda, tendrás<br />

que unirte a mi grupo y participar. Si veo que eres confiable y<br />

aportas tus inventos, tus recursos serán más de lo que te puedes<br />

imaginar.<br />

Lord Pénril pensó muy seriamente la situación. Resolvió<br />

platicar con sus compañeros, y hacer una decisión entre todos, al<br />

fin y al cabo, era un grupo de varias personas, no estaba solo.<br />

– Agradezco profundamente su oferta, señor Genzo, y estoy<br />

dispuesto a aceptar, tan solo deme oportunidad de hablar con mis<br />

compañeros.<br />

Genzo le respondió con una extraña sonrisa: – Tienes un día<br />

para resolver, Pénril.<br />

Como era de esperarse, la decisión no llegó de inmediato,<br />

examinaron todos los puntos buenos y malos, unos pocos no lo<br />

pensaron y dieron un rotundo desacuerdo por tal proposición,<br />

otros más, como su amigo Marcel, lo apoyaban. Pronto la mayoría<br />

17


aceptó el trato y comenzaron a hacer investigaciones, dos<br />

miembros abandonaron el grupo ya que no estaban de acuerdo<br />

con el medio que utilizarían, ni mucho menos el posible fin al que<br />

podrían llegar. Lord Pénril estaba completamente angustiado por<br />

la idea de que sus investigaciones y desarrollos se utilizarían de<br />

la manera incorrecta, ya que poseía un gran sentido de justicia,<br />

una justicia relativa, pero era muy intensa. No obstante, se dejó<br />

llevar por el placer del conocimiento, la posibilidad de aplicar sus<br />

conocimientos y poder inventar, un sentimiento que le erizaba<br />

la piel y a todos los miembros, acto seguido, denominaron a su<br />

nuevo grupo de investigación como Terras.<br />

Los días pasaron y éstos trajeron a los meses, y poco a<br />

poco vinieron los años, el grupo de los Terras se dio a conocer<br />

ampliamente por su gran capacidad de desarrollo científico. Se<br />

adentraron completamente en el ambiente militar, en proyectos<br />

como aleaciones de acero más resistentes y ligeras para blindajes,<br />

mejoramiento de armamento de mayor alcance y potencia,<br />

dispositivos de comunicación, localización, seguridad y<br />

transporte. Aunado a eso también aplicaban sus conocimientos<br />

para desarrollar nuevas tecnologías de combustibles, la<br />

implementación de energía de tipo nuclear, mejora de vehículos<br />

terrestres y desarrollo de transportes aéreos.<br />

Dentro de la ideología de Lord Pénril, estaba el proveer a sus<br />

inversionistas con la tecnología necesaria para que continuaran<br />

dándoles apoyo. Sin embargo mantenía en secreto algunos<br />

desarrollos que él consideraba como una terrible acción dejarla<br />

en manos de personas equivocadas, ya que éstas causarían gran<br />

destrucción o muerte de muchas personas. Ya era suficiente<br />

con saber que eso era lo que estaba haciendo, y no deseaba<br />

incrementarlo. También tenía en mente la creación de un vehículo<br />

completamente de todo terreno, incluso que viajara al espacio<br />

exterior, ya que su primer fascinación era el espacio y todo lo que<br />

estaba fuera del planeta, creía ciegamente que no estamos solos<br />

en este universo, por ello quería que su vehículo fuera capaz de<br />

viajar en cualquier parte del mundo y fuera de él.<br />

A la edad de veinte años comenzó con el proyecto denominado<br />

Alpha y el modelo en el que comenzó a implementar las mejoras<br />

18


fue en un avión de combate dañado que lograron adquirir a un<br />

precio muy bajo y con recursos del cártel que se hacía más fuerte<br />

cada día.<br />

Tiempo después el Alpha ya era capaz de despegar<br />

verticalmente con ayuda del electromagnetismo, tenía celdas<br />

solares para darle mayor cantidad de energía, alas dobles ajustables,<br />

entre otras mejoras, así como un prototipo de arma láser no muy<br />

potente, todo esto permanecía oculto a los narcotraficantes.<br />

A los 22 años, en 1997, Lord Pénril se reunió con una división<br />

del cártel, los Yakuza, y gracias a esto conoció al líder de los<br />

mismos, llamado Eikichi Hashimoto, y a su hermano Eddy<br />

Hashimoto. Ambos eran pertenecientes a la mafia japonesa, con la<br />

que tenía fuertes vínculos el grupo al que pertenecía Lord Pénril.<br />

Estos hermanos de apariencia tranquila, cabello alborotado, ojos<br />

negros, ligeramente rasgados, portaban ropas muy peculiares;<br />

Eikichi una gabardina negra con unos cintos de color blanco en<br />

la parte del pecho, que la sujetaban, y Eddy simplemente una<br />

playera con un cuello muy alto y una bufanda muy larga de color<br />

púrpura. Ambos con la insignia particular de los Yakuza: una letra<br />

japonesa llamada Kanji de color rojo cuya última línea se unía a<br />

otra figura más simple con un fondo de color negro. Esta insignia<br />

estaba impresa en su espalda y en la de todos los integrantes de<br />

esta banda.<br />

Eddy le enseñó a Lord Pénril muchas cosas, técnicas de<br />

espionaje, de combate e incluso le contó algunos secretos que<br />

había aprendido durante su estancia en la fuerza aérea japonesa<br />

antes de abandonarla. Todo esto fue de gran ayuda para él, ya que<br />

el señor Benji Genzo, líder del cartel, le ponía algunas pruebas<br />

muy duras para demostrar sus avances científicos, a pesar de que<br />

no deseaba participar en ninguna actividad criminal, era obligado<br />

para así seguir contando con el apoyo y confianza ciega del líder.<br />

Varias de estas misiones las hizo al lado de su compañero<br />

Eddy, quien aceptaba la regla de Lord Pénril de no matar a nadie,<br />

utilizando armas diseñadas por los Terras para inutilizar a las<br />

personas sin herirlas gravemente, aunque en ocasiones Eddy<br />

utilizaba más fuerza de lo normal y lograba herir de gravedad<br />

a varias personas. El haber salvado en varias ocasiones a Lord<br />

19


Pénril ocasionó que su amistad fuera muy fuerte. Él diseñó un<br />

chaleco antibalas extremadamente ligero y muy resistente para<br />

Eddy pero ante la condición de que lo usaría si todos los Yakuza<br />

tenían uno, entonces fabricó chalecos para todos los integrantes.<br />

El resultado de las misiones que les encomendaba era muy<br />

satisfactorio para Benji Genzo, sin embargo no estaba muy<br />

contento con las técnicas utilizadas, la sangre fría que corría por<br />

sus venas lo obligaba a que todas sus misiones encomendadas se<br />

cumplieran con la mayor cantidad de bajas enemigas posibles y<br />

siempre le recriminaba a Lord Pénril por sus métodos suaves. Sin<br />

embargo la gran efectividad del mismo en el objetivo de la misión<br />

le proporcionaba un trato especial y complacía bastante al señor<br />

Genzo.<br />

Año Terrestre: 2000<br />

Ese día Lord Pénril, acababa de recibir una orden directa de<br />

Benji Genzo para llevar a cabo una misión muy importante y<br />

delicada, para la cual le había dado libertad absoluta de recursos<br />

y personal. En ese momento él ya tenía todo preparado, y<br />

comenzaría a explicar todo a su gran amigo Eddy, el cual ya estaba<br />

presente después del llamado urgente para el que fue invocado.<br />

– Caballeros, la situación es la siguiente: el Lic. Gerald Santini,<br />

un muy respetado miembro del gobierno, y dueño de un prestigioso<br />

colegio privado de alta seguridad, ha estado pasando información<br />

a un contacto de un gobierno de otro país. Normalmente estos<br />

asuntos no nos competen, sin embargo entre esa información, se<br />

encuentra comprometido el Sr. Genzo. El problema radica en que<br />

no tenemos pruebas para lograr acusarlo y que lo destituyan, por<br />

lo que se convenció a un alumno de ese colegio privado para que<br />

cooperara con nosotros y así lograr tener dichas pruebas. Este<br />

espía nos informó el día de hoy a las 1230 horas, que después de<br />

varias semanas, ya había logrado grabar la información suficiente<br />

en una memoria USB, y a las 1300 horas volvió a hacer contacto<br />

indicando que lo estaban buscando, revelándonos la ubicación<br />

donde ocultó la memoria. A las 1330 horas tenía que haber hecho<br />

contacto, y al seguir sin contactarse dos horas más, el Sr. Genzo<br />

ordenó su inmediato rescate.<br />

20


Después de escuchar muy atento a Lord Pénril, Eddy, muy<br />

serenamente, le dijo: – A juzgar por la hora es lógico que ya tienes<br />

un plan, por lo tanto, ¿qué es lo que tenemos que hacer nosotros?<br />

Lord Pénril observó fijamente a su amigo, y después de asentir<br />

con la cabeza continuó explicando: – Hace una hora exactamente<br />

logramos infiltrarnos en su base de datos escolar y agregamos<br />

información falsa de un alumno, el cual tiene que pasar por su<br />

certificado de bachillerato, y hace unos minutos terminamos su ID<br />

card, para que pueda entrar. Debido a la edad que debería tener<br />

el supuesto alumno, he asignado a Gabriela Celes, para que lleve<br />

a cabo esta misión.<br />

Gabriela, de 17 años, se encontraba presente y al escuchar esto<br />

se puso un poco nerviosa, dio un paso al frente y preguntó: – ¿Qué<br />

es lo que tengo que hacer Lord Pénril?<br />

Lord Pénril, ayudado por una pequeña presentación digital<br />

que había preparado, comenzó a explicarles el plan:<br />

– Dos miembros del Yakuza Clan se ocultarán en una camioneta<br />

especial que hemos adaptado para este tipo de misiones, Gaby<br />

conducirá la camioneta haciéndose pasar por una estudiante de<br />

ese colegio. Irá acompañada de una escolta, pero ya que el acceso<br />

es restringido al plantel, sólo Gaby entrará, usando la ID Card que<br />

hemos clonado. Una vez adentro del estacionamiento del plantel,<br />

no podrá acceder a las instalaciones debido a que usan un sistema<br />

de huellas y de voz para identificar a los alumnos, por lo que<br />

antes de que llegue a ese punto, fingirá estar enferma tratando<br />

de llamar la atención de los guardias de seguridad. De lograrlo<br />

emitirá una señal a los miembros Yakuza para que puedan salir del<br />

vehículo e infiltrarse en la escuela. Enseguida Gaby abandonará<br />

el estacionamiento y esperará cerca del plantel, a que yo le dé la<br />

señal para volver a entrar al mismo.<br />

Eddy observó a Gabriela, notando rápidamente su<br />

nerviosismo, y entonces preguntó de nuevo a Lord Pénril: – ¿Y si<br />

algo sale mal?<br />

Lord Pénril se mordió suavemente el labio y le respondió: – Si<br />

detectan que la ID card es falsa, no van a permitirle el acceso, y<br />

procederemos al plan B, que consiste en entrar a la fuerza creando<br />

una distracción para llamar la atención de los guardias, sin embargo<br />

21


esta es la última opción. Si la dejan pasar, y algo comienza a salir<br />

mal, confío plenamente en que Gaby solucione la situación, ella es<br />

muy inteligente y además es muy hábil. –Mientras escuchaba esto,<br />

un ligero tono rojizo dibujaba el semblante de Gabriela–. Nosotros<br />

estaremos en las cercanías del lugar, listos para intervenir si las<br />

cosas se ponen más complicadas. Gaby tendrá un dispositivo<br />

diminuto de comunicación de largo alcance, implementado en un<br />

pequeño reproductor de música, ninguna seguridad lo detectará.<br />

Lord Pénril siguió dando los detalles de la misión, entonces<br />

prosiguió a mostrarles el vehículo que utilizarían. Una camioneta<br />

de color plata con unas estampas de flores rosas recién puestas, la<br />

cual lograba dar la impresión que era de alguna chica.<br />

– Esta camioneta parece normal pero está completamente<br />

blindada, y cuenta con un motor eléctrico muy potente. El espacio<br />

donde supuestamente van los tanques de gasolina y el escape,<br />

son compartimientos secretos, en los cuales viajarán ocultos los<br />

Yakuza. Tendrán un poco de calor y el viaje no será muy cómodo.<br />

Lord Pénril miraba a su amigo Eddy, quien con cara de<br />

disgusto observaba el pequeño compartimiento donde se<br />

ocultaría, y entonces dijo: – Me gustaría más ir en un asiento para<br />

niños.<br />

Varios miembros Yakuza rieron ante la supuesta broma de<br />

Eddy, mientras que Lord Pénril, cruzado de brazos, sonreía y<br />

movía su cabeza negando la posibilidad. Enseguida continuó<br />

dando indicaciones:<br />

– Ahora bien, este radio oculto en el reproductor, transmitirá<br />

continuamente, por lo que yo podré escuchar en todo momento<br />

lo que pase con Gaby. –Dirigiéndose a ella:– Para que tú puedas<br />

recibir transmisiones debes de introducir el código secreto.<br />

Gabriela tomó el reproductor y respondió motivadamente: –<br />

¡Haré mi mayor esfuerzo para lograr completar esta misión!<br />

Lord Pénril la observó y sonrió amablemente: – Gracias Gaby,<br />

sé que lo harás.<br />

Colegio Privado de alta seguridad “Santini”<br />

7:39 p.m.<br />

Catorce minutos después de haber partido, Gabriela Celes,<br />

22


de una hermosa cabellera negra y vestida juvenilmente, llegó al<br />

colegio a bordo de la camioneta plateada, seguida de una escolta<br />

en un automóvil negro completamente polarizado, quien con<br />

mucho esfuerzo lograba seguirle el paso.<br />

Al llegar con los guardias del colegio, después de que bajó el<br />

vidrio eléctrico, le ordenaron de inmediato:<br />

– Nombre, por favor.<br />

A lo que ella muy segura les respondió: – Maritza du Mont –y<br />

les entregó la ID card que respaldaba su identidad secreta.<br />

El guardia preguntó de nuevo a Gabriela: – ¿Cuál es el motivo<br />

de su visita?<br />

Con una gran sonrisa en su rostro le contestó: – Vengo a<br />

recoger mi certificado de bachillerato.<br />

Mientras que otro de sus compañeros revisaba la ID card en el<br />

sistema de registro, el guardia continuaba interrogándola: – ¿No<br />

es muy tarde para venir a hacer trámites?<br />

Juntando sus manos como pidiendo un favor, miró fijamente<br />

al guardia de seguridad y le suplicó: – Porfa, deme permiso, me<br />

urge mucho pero se me hizo algo tardecito. Todavía tengo veinte<br />

minutos.<br />

El otro guardia regresó con la ID card y se la entregó a su<br />

compañero, diciéndole algo en clave, entonces la tomó y observó<br />

fijamente la fotografía y en seguida a Gabriela, quien al percatarse<br />

que la miraba, le regaló una amplia sonrisa. Entonces el guardia<br />

dijo:<br />

– Puede pasar señorita, más vale que se apresure para que<br />

alcance a recoger su documento.<br />

Al terminar los tres auxiliares de revisar por completo la<br />

camioneta de Gabriela, notificaron no haber encontrado nada<br />

sospechoso en el vehículo, únicamente confiscaron el teléfono<br />

celular de ella.<br />

Gabriela subió de nuevo a su camioneta y se dirigió a un<br />

lugar donde se pudiera estacionar, tratando de dejar la camioneta<br />

lo mejor oculta posible y lo más alejado del rango de visión de<br />

los guardias. Entonces tomó el reproductor y se bajó del vehículo,<br />

dirigiéndose a la entrada del plantel, en la que había otros dos<br />

guardias esperándola. Justo antes de llegar a la misma, empezó a<br />

23


tambalearse, sujetándose fuertemente el vientre comenzó a fingir<br />

que tenía un dolor muy intenso. El intencionalmente provocador<br />

atuendo de Gabriela les hacía imposible evitar concentrar<br />

su atención en ella, además de estar haciendo una perfecta<br />

actuación. Algunos minutos más tarde, cuando ya estaba oscura<br />

la zona de estacionamiento, emitió la señal y los dos miembros<br />

Yakuza, siendo uno de ellos Eddy, salieron muy velozmente<br />

del compartimiento secreto de la camioneta y deslizándose por<br />

debajo de los carros, se lograron infiltrar en el plantel, evadiendo<br />

las cámaras de seguridad que celosamente vigilaban todo el lugar,<br />

aunque no lo suficiente para evitar ser burladas.<br />

Suponiendo que había pasado el tiempo suficiente, Gabriela,<br />

con ayuda de dos guardias fue escoltada a su vehículo, alegando<br />

que ya se sentía mejor para evitar que el problema creciera de<br />

magnitud. Cuarenta minutos después de haber entrado al<br />

estacionamiento, abandonó el lugar a bordo de su camioneta y se<br />

dirigió inmediatamente al lugar donde permanecería esperando<br />

la orden para regresar por los Yakuza.<br />

Lord Pénril ya tenía ubicada la posición exacta de la memoria y<br />

con algunas instrucciones a través de sus receptores holográficos,<br />

Eddy logró recuperarla casi de inmediato. Ahora sólo restaba<br />

encontrar el lugar donde estaba el espía contratado, para lograr<br />

rescatarlo, ya que además de que podría estar en peligro su vida,<br />

podría ser torturado y delatar a las personas para las que trabaja.<br />

Lord Pénril había instalado un localizador en el reloj de<br />

mano del alumno, por lo que siguiendo esa señal, condujo a los<br />

dos miembros Yakuza al lugar donde tenían al espía. Eddy y su<br />

compañero eran demasiado hábiles para lograr moverse por el<br />

lugar sin ser detectados y para ello utilizaban cualquier espacio<br />

para ocultarse o pasar por entre los espacios libres, corriendo<br />

velozmente y saltando. Al entrar al cuarto donde estaba prisionero<br />

el espía, observaron que se trataba de una pequeña habitación<br />

donde sólo estaban las ropas y las pertenencias de él, incluyendo<br />

el reloj localizador. Eddy tomó las pertenencias más importantes<br />

y comenzó de nuevo la búsqueda. Mientras tanto en una vagoneta<br />

de los Terras, llena de muchos dispositivos de alta tecnología<br />

creados por ellos mismos, lograron infiltrarse en el sistema de<br />

24


seguridad, el cual funcionaba por medio de una red privada. Éstos<br />

encontraron inmediatamente el centro de vigilancia, ubicaron el<br />

lugar donde se encontraba siendo torturado el espía, y en cuanto<br />

rastrearon la ubicación aproximada, se les dio las indicaciones a<br />

Eddy y a su compañero.<br />

Unos pocos minutos después lograron encontrarlo, entraron<br />

rápidamente, lo único que alcanzaban a escuchar los guardias<br />

antes de morir era el zumbido de las katanas cuando cortaban<br />

el aire y terminaban con sus vidas. Al haber acabado con los<br />

guardias, liberaron al joven espía y comenzaron a preparar la<br />

huida. Justo en ese momento, los Terras y Lord Pénril estaban<br />

en la entrada principal del colegio, esparcidos en dos cuadras a<br />

la redonda y armados con rifles alterados que emitían descargas<br />

eléctricas capaces de paralizar a una persona sin matarla. Habían<br />

pagado una cantidad de dinero a unos pandilleros para que<br />

molestaran a algunos alumnos que estaban a punto de retirarse<br />

y se encontraban justo en la entrada del colegio. Los pandilleros<br />

comenzaron su trabajo, tomando desprevenidos a los alumnos,<br />

de los cuales sólo alcanzaron a regresar al plantel la mitad de<br />

ellos y los otros se quedaron discutiendo con sus agresores.<br />

Inmediatamente lograron llamar por completo la atención de<br />

la seguridad del colegio, haciendo más simple la huida de los<br />

Yakuza, quienes se dirigían rápidamente al estacionamiento, sin<br />

enfrentar enemigo alguno.<br />

En la entrada principal del plantel había tres encargados de<br />

seguridad contra los más de veinte pandilleros que discutían con<br />

los alumnos. Al llegar otros guardias más, uno de ellos observó<br />

cómo un malviviente le faltó el respeto a una alumna, por lo que<br />

sin pensarlo dos veces accionó su arma, hiriéndolo de gravedad<br />

en una pierna. Los demás pandilleros al observar esto, dudaron<br />

unos segundos pero terminaron escapando del lugar, dejando a<br />

su similar tirado en el piso, sin brindarle ningún tipo de ayuda.<br />

Los guardias de seguridad aprovechándose de la situación,<br />

después de reingresar a los alumnos, comenzaron a agredir<br />

al pandillero, quien indefenso se quejaba y suplicaba que lo<br />

perdonaran.<br />

25


Uno de los compañeros de Lord Pénril le dijo de inmediato:<br />

– No contábamos con que les dispararían.<br />

Lord Pénril, visiblemente serio y perturbado por aquella<br />

situación, respondió: – Ellos sabían que no iba a ser un trabajo<br />

fácil pero lo aceptaron y no es nuestra responsabilidad ayudarles.<br />

Más indignado por la respuesta, le reprendió: – ¿Nos vamos<br />

a quedar aquí parados sin hacer nada?, debemos sacar a ese<br />

muchacho de ahí, no sabemos qué tipo de cosas le vayan a hacer.<br />

Con la mirada atenta a la entrada, y pellizcándose los labios<br />

le contestó: – Nuestra prioridad es la seguridad de los Yakuza y<br />

del espía, no podemos arriesgarnos a actuar, comprometeríamos<br />

la misión. –Entonces tomó el radio y habló:– Atención todas las<br />

unidades. Mantengan posiciones, repito, mantengan posiciones.<br />

A pesar de que en su interior deseaba ayudar al pobre<br />

muchacho, el cual ya estaba dentro de la institución, sabía<br />

perfectamente que podía estropear toda la misión.<br />

En ese momento, mientras que uno de los guardias de<br />

la entrada al estacionamiento se comunicaba para saber la<br />

situación, la camioneta gris conducida por Gabriela dio un giro<br />

sorprendente mientras un rechinido de llantas llamaba la atención<br />

de los vigilantes de la entrada. El humo se deslizaba a la par de la<br />

camioneta, ésta tumbó la reja, golpeando a los guardias. Gabriela<br />

aceleró y llegó hasta donde observó a los Yakuza que también en<br />

ese instante llegaban al punto de reunión. Al detener el vehículo,<br />

Gabriela ya traía el vidrio abajo y le disparó a un guardia que<br />

había visto a lo lejos, acabando con él instantáneamente. Los<br />

Yakuza subieron a la camioneta, Gabriela aceleró hacia la salida<br />

y mientras escapaba, se percató que dos camionetas más y una<br />

motocicleta la comenzaban a perseguir, y entonces dijo:<br />

– Lord Pénril, tengo al paquete y comienzo a retirarme, tengo<br />

compañía.<br />

Lord Pénril, que sabía que la venían siguiendo, le respondió:<br />

– Enterado Gaby, utiliza la trampa de minas 4 .<br />

Gabriela, mirando por el retrovisor y en un estado de<br />

alteración emocional ante la situación en la que se encontraba,<br />

sólo respondió: – Enterada.<br />

26


Al pasar por una estrecha calle a toda velocidad, Gabriela<br />

accionó un botón en el tablero de su camioneta, el cual liberó dos<br />

pequeñas cajas en la parte posterior de la camioneta, dejando<br />

caer decenas de pequeñas trampas, que eran clavos muy gruesos<br />

doblados y unidos, con forma de esferas puntiagudas, las cuales<br />

instantáneamente dañaron los neumáticos de sus perseguidores,<br />

dejándolos inhabilitados de seguir con la persecución. Gabriela<br />

gritó de emoción ante el éxito de su trampa, mientras que Eddy<br />

observaba muy serenamente con los brazos cruzados por el<br />

retrovisor. Su otro compañero trataba las heridas del espía, quien<br />

estaba visiblemente lastimado y con marcas de golpes en todo el<br />

cuerpo. Entonces Eddy le dijo a Gabriela:<br />

– La motocicleta no cayó en la trampa.<br />

Gabriela buscaba la moto, hasta que la observó en el punto<br />

ciego de la camioneta, por lo que aceleró nuevamente intentando<br />

escapar de la misma, con gran habilidad para conducir mantenía<br />

una gran distancia. Sin embargo el motociclista, desesperado<br />

comenzó a dispararle a la camioneta, afortunadamente ésta<br />

estaba blindada pero Gabriela sabía que si continuaba disparando<br />

llamaría la atención, complicando la huida.<br />

Otras dos camionetas salían a toda velocidad del plantel,<br />

tomando el rumbo que había seguido Gabriela. Mientras que<br />

la mayoría de los Terras se retiraban del lugar, un automóvil de<br />

dicho grupo siguió a las camionetas. Justo cuando las alcanzó,<br />

chocó a la primera en la parte trasera, logrando que ésta<br />

perdiera el equilibrio y chocara contra otros carros que estaban<br />

estacionados. La que iba adelante, al darse cuenta de lo que había<br />

sucedido, se detuvo y salieron cuatro guardias de seguridad. Los<br />

Terras inmediatamente detuvieron el automóvil y comenzaron a<br />

responder al fuego, inutilizando a sus contrincantes con los rifles<br />

eléctricos, evitando las pérdidas humanas.<br />

Después de llevar unos minutos de persecución, Eddy muy<br />

serio le ordenó a Gabriela:<br />

– Reduce tu velocidad lentamente y deja que nos alcance.<br />

Gabriela sin mirarlo, le pregunta muy desconcertada: – ¿!Está<br />

loco!? No puedo dejar que nos alcance.<br />

27


Eddy completamente desesperado tomó la katana con su<br />

mano y le gritó: – ¡Haz lo que te he dicho!<br />

A Gabriela, muy asustada, no le quedó más remedio que<br />

disminuir la velocidad muy lentamente sin que su persecutor<br />

se percatara de aquello, mientras Eddy desactivaba la luz<br />

interior del vehículo, y entreabría la puerta, sin dejar de mirar<br />

atentamente por el retrovisor. Cuando la moto se encontraba<br />

a una distancia muy cercana de la camioneta, Eddy abrió la<br />

puerta en un instante y brincó muy ágilmente, cual si fuera un<br />

murciélago que emprendiera el vuelo. Con la mirada fija en<br />

la motocicleta, y sujetando fuertemente su katana, esperaba el<br />

momento justo en el que se encontrara en el rango de su ataque.<br />

El motociclista ni siquiera se había percatado del movimiento de<br />

Eddy, hasta cuando observó un pequeño reflejo de la luz de la<br />

luna en un pequeño fragmento de la hoja de la katana. Miró hacia<br />

el lugar de donde se aproximaba a toda velocidad Eddy, quien<br />

con un movimiento muy veloz desenfundó su espada y lo degolló<br />

limpiamente. El Yakuza dio un giro justo a tiempo para amortiguar<br />

su caída, rodando por varios metros en el piso. Cuando al fin se<br />

detuvo, se incorporó de inmediato, ágilmente guardó su arma, y<br />

comenzó a correr a la camioneta, la cual venía en reversa, después<br />

que Gabriela observara que la moto había caído al piso. Minutos<br />

después decenas de patrullas y algunas ambulancias acudían al<br />

plantel y en el lugar donde habían acabado con el motociclista, una<br />

patrulla se había percatado de lo sucedido y comenzó a perseguir<br />

la camioneta plateada. Gabriela ya no tenía “minas” como las que<br />

había usado anteriormente, y lo único que podía hacer era evitar<br />

ser alcanzada por el automóvil de la policía, quien trataba de no<br />

ser superado por la hábil conductora.<br />

Luego, un cercado de patrullas le impidió el paso a Gaby,<br />

quien irremediablemente se detuvo al percatarse que no podría<br />

pasar, y en ese instante varias patrullas más le bloquearon la ruta<br />

de retirada. Decenas de oficiales rodeaban el vehículo apuntando<br />

a sus pasajeros y ordenando sin cesar que se bajaran del mismo.<br />

Gabriela activó un botón y los vidrios de toda la camioneta se<br />

polarizaron rápidamente evitando que pudieran verlos. Mientras<br />

ignoraban a los oficiales, ella hablaba con Lord Pénril:<br />

28


– Nos tienen completamente rodeados, no podemos escapar<br />

y el señor Eddy está dispuesto a bajarse de la camioneta para<br />

abrirnos paso.<br />

Lord Pénril tranquilamente le respondió: – Enterado Gaby,<br />

manténganse dentro de la camioneta y no salgan. Tenemos su<br />

ubicación y estamos a punto de llegar.<br />

Sorpresivamente cuatro vehículos negros tomaron por<br />

sorpresa a los oficiales que tenían rodeada la camioneta, y después<br />

de entrar en pánico, fueron abatidos por descargas eléctricas que<br />

los dejaron inconscientes uno a uno, provenientes de los más de<br />

doce miembros Terras que bajaron velozmente de los vehículos.<br />

Sin perder un solo segundo, Lord Pénril ordenó que movieran la<br />

barricada de la policía dejando en libertad a la camioneta plateada<br />

y emprender instantáneamente la huida.<br />

Más patrullas llegaban al lugar del enfrentamiento pero ya<br />

era demasiado tarde, los Terras y los Yakuzas para ese momento<br />

se reunían de nuevo en la base Terra.<br />

Al principio la escuela se mantuvo fuera de los rumores y en<br />

operación normal después del accidente, sin embargo al salir a<br />

la luz pública las lesiones que habían recibido el alumno espía<br />

y la desaparición de uno de los pandilleros, comenzó a perder<br />

prestigio hasta que unos meses después fue clausurada.<br />

Los registros de los envíos de información por parte del<br />

Lic. Gerald Santini habían sido contundentes y fue destituido<br />

perdiendo por completo sus influencias. La información que<br />

había transmitido del Sr. Genzo no fue suficiente para ponerlo en<br />

riesgo y después de este suceso, ganó más respeto dentro del bajo<br />

mundo criminal. Orgulloso de sus dos grupos más importantes,<br />

los Yakuza y los Terras, los premió nuevamente.<br />

Lord Pénril tenía tanta confianza a Eddy, que éste era la<br />

única persona fuera de los Terras que conocía el proyecto Alpha.<br />

Inclusive también apoyaba como piloto de pruebas del mismo,<br />

demostrando su gran habilidad para manejarlo, sin duda alguna<br />

superior a Lord Pénril, al que muy emocionado le enseñaba todo<br />

lo que sabía.<br />

Curiosamente en el año 2001 se preparó el primer viaje<br />

espacial, cuando el Alpha logró completar un sinfín de pruebas y<br />

29


tener implementado un sistema de antirastreo, Lord Pénril piloteó<br />

personalmente la aeronave:<br />

– Marcel, voy a comenzar la prueba final para los diez mil<br />

kilómetros.<br />

– Enterado Pénril. Ya estoy enviando los datos para el<br />

despegue y la ruta. Conteo final para despegue en dos minutos.<br />

Lord Pénril sujetaba el mando del Alpha fuertemente,<br />

temblando por la emoción tan grande que sentía por lo que estaba<br />

a punto de realizar. Su avión secreto ya había logrado alcanzar<br />

casi 200 kilómetros sobre la superficie terrestre, pero sabía que<br />

después de eso las cosas se complicaban enormemente. El temor a<br />

que algo malo pasara a esa altura lo llenaba de preocupación, sin<br />

embargo tenía que ocultarlo. Era muy temprano y el sol apenas<br />

se asomaba por entre las montañas. Los rayos del sol acariciaban<br />

el rostro de Lord Pénril cálidamente mientras giraba su cabeza y<br />

observaba el cielo azul, perdiéndose en aquel destino inalcanzable<br />

del infinito.<br />

Le tenía una fe ciega a su proyecto, por esa razón se encontraba<br />

en ese momento a bordo, no obstante sentía el fuerte palpitar de<br />

su corazón, su respiración agitada y su nerviosismo cual niño que<br />

se encontraba a bordo de un vagón de montaña rusa a punto de<br />

comenzar. Sabía que debía mantener una actitud positiva pero eso<br />

no le impedía pensar en cosas que le hacían morderse los labios<br />

de preocupación, tales como si el propulsor central escapara de<br />

las entrañas del Alpha, haciéndolo pedazos tal y como lo haría<br />

una bala a un espejo. Entonces se tranquilizaba pensando en que<br />

todos sus compañeros habían trabajado arduamente para darle<br />

la mayor seguridad al avión. Sus cientos de pensamientos que le<br />

creaban una enorme tensión fueron esfumados instantáneamente<br />

al escuchar a su amigo Marcel:<br />

– Preparados para despegue. Diez segundos para comenzar.<br />

Lord Pénril ya estaba preparado, y respondió: – Emisores<br />

activados. Toda la potencia al propulsor central.<br />

El sonido proveniente del Alpha se incrementó gradualmente,<br />

parecido a una estación de alto voltaje, mientras se elevaba<br />

lentamente unos cuantos metros sobre el suelo al mismo tiempo<br />

que giraba para quedar en posición perpendicular con el frente<br />

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