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Rasca Cielos 20190203

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Masacre en el Estadio | Lluvia, cerveza y sangre en San Sebastián | Revolución de la noche<br />

El talismán de Chijini | Fiesta en cada bocado. Bocados de cada fiesta | Ojo al parche<br />

05|19<br />

Domingo 3 de febrero ro de 2019. La Paz, Bolivia. Año 2.<br />

un año de<br />

HISTORIAS<br />

BIEN CONTADAS


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www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19


li<br />

vi<br />

a. Añ<br />

eb<br />

re<br />

05|19domingo 3 de febrero de 2019. Año II.<br />

Masacre en el Estadio | Lluvia, cerveza y sangre en San Sebastián | Revolución de la noche<br />

El talismán de Chijini | Fiesta en cada bocado. Bocados de cada fiesta | Ojo al parche<br />

Domingo 3 de febrero ro de 2019. La Paz, Bolivia. Año 2.<br />

05|19<br />

un año de<br />

HISTORIAS<br />

BIEN CONTADAS<br />

Hacer escuela<br />

DISEÑO DE PORTADA:Ariel Chuquimia, estudiante<br />

de la carrera de Diseño Gráfico y Comunicación<br />

Visual de la UCB.<br />

<strong>Rasca</strong>cielos y la carrera de Diseño Gráfico de la Universidad<br />

Católica Boliviana se unen para el diseño de las<br />

portadas de esta revista. Coo rd in ad or : Sergio Vega.<br />

Estudiantes en pasantía: Ericka Vargas, Marcos<br />

Luna, Sergio Salazar, Josefina Rojas, Ariel Chuquimia y<br />

Adiba Rojas.<br />

E d i to ra : Cecilia Lanza Lobo.<br />

Asistente de edición: Adriana de la Rocha. C o o rd i n a -<br />

d o ra : Claudia Daza. Redes: Fabiola Gutiérrez e Isabel<br />

N av i a . Diseño editorial: Edmundo Morales. Fo to gra -<br />

fía: Cecilia Fernández, Víctor Gutiérrez, Freddy Barragán,<br />

Sara las Aliaga cuatro estaciones<br />

LAS CUATRO ESTACIONES<br />

del partido de y Agencias.<br />

DEL PARTIDO DE<br />

Publicidad revista <strong>Rasca</strong>cielos: Alejandra CARLOS Mejía. PALENQUE<br />

Teléfonos: (591) 2-2611746 - 70177767<br />

Directora : Isabel Mercado Heredia. Subdirectora : Mer y<br />

Vaca Villa. Jefe de Redacción: Alcides Flores Moncada.<br />

Jefe de Informaciones: Juan Carlos Véliz Morejón.<br />

Presidente del Directorio: Raúl Garáfulic L.<br />

Vicepresidente Ejecutivo: Carlos Saravia. D. G e re n te<br />

C o m e rc i a l : Nadia Diab Linale. Distribución : M a rc o<br />

Téllez. Distribución nacional: Douglas Azurduy.<br />

I m p re s i ó n : Papel Principal S.A.<br />

EN PERIODISMO, los retos son como los afrodisiacos.<br />

Las dificultades nos preparan para el disfrute y cuanto<br />

más nos cuesta algo más lo disfrutamos y valoramos. Y<br />

así, la vida se nos va persiguiendo/alcanzando quimeras.<br />

Para Página Siete, la revista <strong>Rasca</strong>cielo s es una de esas promesas<br />

preciadas. Se ha pensado y soñado tanto tiempo con una<br />

revista de domingo que reúna estas condiciones de fondo y<br />

forma; se ha cuidado y se cuida tan bien cada detalle, que<br />

además de ser el plato fuerte de la oferta dominical de nuestro<br />

periódico, es una escuela de narración y de diseño.<br />

Durante todo este (primer) año, RC ha convocado a cronistas<br />

de todos los rincones del país y algunos de más allá de nuestras<br />

fronteras –hemos tenido un menú de relatos sobre temas<br />

que van desde la crónica policial hasta el fútbol–y ha empezado<br />

a ser el referente del periodismo narrativo del país.<br />

Se ha hablado de política, de cultura, de sexo y hasta del<br />

agua. Pero no sólo son buenos textos y buenos narradores lo que<br />

ofrece nuestra revista. Parte de la quimera ha sido romper<br />

esquemas de diseño y estética y este objetivo ha ayudado a<br />

formar otra escuela.<br />

Esta es una revista de equipo, de colaboraciones, de pasiones<br />

compartidas. Es un producto de comunidad para un lector<br />

que también se vuelve parte de esta familia. Va, luego de un año<br />

de aventura y adrenalina, nuestro agradecimiento a las alianzas<br />

que hacen posible semanalmente nuestra revista. Y va la<br />

promesa de seguir adelante. Empezamos nuestro segundo año<br />

de vida con el mejor de los regalos, la convocatoria al I Premio<br />

Nacional de Crónica, que también es producto de alianzas y<br />

apuestas conjuntas. Gracias a nuestros lectores, a nuestros<br />

narradores y todos los que nos impulsan a seguir/perseguir este<br />

sueño.<br />

Isabel Mercado<br />

Directora de Página Siete<br />

Compañía Editora Luna Llena S.A.<br />

Nº de Depósito Legal: 4-3-25-10<br />

D i re c c i ó n : Achumani, Calle 9 N°6, La Paz. Te l é fo n o s :<br />

Central: (591) 2-2611700; C o m e rc i a l : (591) 2-2611731<br />

- 2611707 - 2611709.<br />

Suscripciones: (591) 2-2611734.<br />

We b : www.paginasiete.bo - La Paz, Bolivia<br />

Revista <strong>Rasca</strong>cielos @ rev i sta ra s c a c i e l o s @ Rev i sta RC i e l o s<br />

i s s u u . c o m / rev i sta ra s c a c i e l o s<br />

DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19<br />

www. p a g i n a s i e te. b o<br />

3


05|19domingo 3 de febrero de 2019. Año II.<br />

ROBERTO NAVIA es periodista de El Deber.<br />

Su crónica Tribus de la inquisición le valió<br />

varios galardones, entre ellos el premio<br />

Ortega y Gasset del diario El País de España<br />

y el I Premio de Crónica de El Deber.<br />

6<br />

7<br />

8<br />

10<br />

IDENTIKIT / La esquina de las chicas /<br />

Claudia Daza<br />

CRÍTIC A / En el Olimpo del<br />

periodismo y de los lectores / Roberto<br />

Navia Gabriel<br />

AG E N DA LaEscobaEscultural /<br />

Claudia Daza<br />

A N I V E R SA R I O /I Premio Nacional<br />

de Crónica Bartolomé Arzáns Orzúa y<br />

Vela. Crónica, crónica, crónica ¡Uf! /<br />

Cecilia Lanza Lobo<br />

GABRIEL MAMANI MAGNE estudió derecho<br />

en la UMSA, aunque nunca ejerció<br />

–ni ejercerá, espera–la abogacía. Cursó<br />

una maestría en Literatura en la Universidad<br />

Federal de Río de Janeiro. Obtuvo<br />

el Premio de Cuento Franz Tamayo<br />

2 01 8 .<br />

LUIS RAIMUNDO QUISPE FLORES es<br />

egresado de la carrera de Literatura de<br />

la UMSA, maestro panadero y orgulloso<br />

vecino alteño.<br />

12<br />

14<br />

17<br />

21<br />

24<br />

26<br />

28<br />

30<br />

32<br />

34<br />

D O C U M E N TA L /Masacre en el<br />

E s ta d i o / Sergio Antezana<br />

CRONIQUITA / Lluvia, cerveza y<br />

sangre en San Sebastián / Raimundo<br />

Quispe Flores<br />

CRONIQUITA / Revolución de la<br />

noche / Gabriel Mamani Magne<br />

CRONIQUITA /El talismán de Chijini /<br />

David Aruquipa Pérez<br />

ZONA VERDE /El llamado de la<br />

s e lv a / Sergio Ballivián Zamorano<br />

DISEÑO Y COMUNICACIÓN<br />

V I S UA L / Un texto, una imagen /<br />

Sergio Vega Camacho<br />

ZONA A LA CARTA /Fiesta en cada<br />

bocado. Bocados de cada fiesta /<br />

Marcela Araúz Marañón<br />

RETR ATOS /La tribu / Cecilia Lanza<br />

OJO AL PARCHE /Se viene el<br />

estallido / Adrián Nieve<br />

CONVOCATORIA al I PREMIO<br />

NACIONAL DE CRÓNICA de<br />

R ASCACIELOS<br />

* <strong>Rasca</strong>cielos abre este espacio a la buena crónica, perfil, historieta, diario de<br />

viajes, testimonio, fotografía, fotoreportaje y otros vicios. Pueden enviar sus<br />

aportes a: rascacielosrevista@gmail.com. Las publicaciones estarán sujetas<br />

al criterio del comité editorial que se comunicará con la autora o autor.<br />

DAVID ARUQUIPA es administrador de<br />

empresas, especialista en estudios de<br />

género. Apasionado por la fiesta popular,<br />

ha visibilizado creaciones y aportes<br />

de la diversidad sexual en las fiestas pop<br />

u l a re s .<br />

SERGIO BALLIVIÁN ZAMORANO es fotógrafo<br />

profesional. Apasionado por los<br />

viajes, es un nómada en busca de<br />

aventuras, que se dedica a viajar por el<br />

mundo promoviendo la protección de la<br />

n at u ra l ez a .<br />

MARCELA ARAÚZ MARAÑÓN hace periodismo<br />

y comunicación, pero ante todo<br />

es rock y sazón. Fue periodista y editora<br />

de medios escritos nacionales y es la<br />

creadora del blog Visceral, sobre periodismo<br />

gastronómico.<br />

SERGIO ANTEZANA escribe canciones,<br />

canta tregua y baila catala, es comediante<br />

por Facebook y en su tiempo libre<br />

estudia arqueología del desarrollo.<br />

CECILIA LANZA LOBO es periodista, magíster<br />

en Estudios Culturales. Hizo televisión<br />

y videoperiodismo. Fue subdirectora de<br />

la primera revista boliviana de periodismo<br />

narrativo Pie Izquierdo. Autora de varios<br />

textos de crónica. Dirige <strong>Rasca</strong>cielos.<br />

4<br />

www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19


DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19<br />

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Texto y foto Claudia Daza<br />

P E R S O N A J E<br />

La esquina de las chicas<br />

LOS DOMINGOS en la mañana tienen ese no sé qué,<br />

¿viste? Sales con chancletas, casi en pijama, y detrás<br />

de su puestito está Cristina Flores o una de sus hermanas,<br />

que apostaron por el lector dominguero de periódic<br />

o s.<br />

Conociendo muy bien a sus lectores, Cristina tiene listo<br />

el periódico, te saluda y te pasa el pliego que sabe perfectamente<br />

leerás; tiene el cambio preparado y una sonrisa, por<br />

s upuesto.<br />

La esquina de la 6 de Agosto y Belisario Salinas les pertenece<br />

sólo a las chicas: a la que vende periódicos, a la que<br />

vende pan, a la que vende tucumanas, a la señora que vende<br />

chompas y a la que infaltablemente vende llauchas. Sin<br />

embargo, los domingos, la esquina es sólo de lectura y crucigrama.<br />

Las otras se dan permiso. Dormirán, tendrán otros<br />

negocios, pero Cristina y sus hermanas no, porque saben que<br />

el domingo habemos quienes románticamente compramos<br />

papel, a pesar de la competencia digital y los tiempos de<br />

calentamiento global.<br />

El puesto es alquilado, pero se gana. Cristina y sus hermanas<br />

se levantan muy temprano para recoger los periódicos<br />

de la avenida Camacho y Colombia, a las 5:30 de la<br />

mañana. Recogen diez ejemplares por periódico y cuando<br />

algún casero no llega temprano, se lo guardan, sabiendo que<br />

sino lamentará perderse las noticias del día.<br />

Cristina lee algunas notas, sobre todo de política, para no<br />

estar perdida, dice. La casera del periódico, la que lee las<br />

noticias, la que hace crucigramas, la que ordena sus portadas<br />

de acuerdo a los titulares. La fiel y silenciosa aliada de la<br />

prensa escrita.<br />

6 www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19


CRÍTICA<br />

Roberto Navia Gabriel<br />

En el Olimpo del periodismo y de los lectores<br />

La revista <strong>Rasca</strong>cielos de Página Siete<br />

irrumpió en el Olimpo de los lectores<br />

como lo hacen las obras periodísticas<br />

que están dispuestas a convertirse en un artículo<br />

de primera necesidad, en un compañero<br />

inseparable que llega a casa los fines de<br />

semana y que uno la espera para ponerse a<br />

conversar, atizando el fuego de la palabra<br />

bajo la sombra de un árbol familiar o quizá<br />

también amparado en alguna esquina de una<br />

soledad necesaria, para enterarse sobre la<br />

vida y también sobre los fantasmas misteriosos<br />

del más allá, sobre héroes inmortales y<br />

sobre seres anónimos que son elevados al<br />

mundo de los visibles por algún periodista<br />

rebelde que no se conforma con la pirámide<br />

invertida ni con el egoísmo de las conferencias<br />

de prensa, sino, que hurga entre las calles<br />

y entre la selva, que se arremanga las mangas<br />

de la existencia para tocar un montón de<br />

puertas con el único fin de contar algo diferente<br />

y algo de verdad. Para contarlo como se<br />

debe, para contarlo bien.<br />

La revista <strong>Rasca</strong>cielos llegó a mi vida,<br />

primero, por comentarios de varios colegas.<br />

Hablaban de ella como la última novedad del<br />

buen periodismo. Decían que había nacido un<br />

producto muy interesante, que tenía agenda<br />

propia y que estaba bien escrito, que su<br />

editora era Cecilia Lanza: periodista y escritora<br />

de narrativa privilegiada, cronista de sangre<br />

que este mundo necesita. También decían que<br />

<strong>Rasca</strong>cielos contaba con un buen número de<br />

colaboradores a los que fui conociendo tras<br />

cada número que empecé a buscar con urgencias<br />

de domingo en la plaza cruceña donde<br />

llegan casi puntuales todos los diarios del país.<br />

Me gusta <strong>Rasca</strong>cielos. Me gusta -para<br />

empezar- cómo se presenta al público: como<br />

la revista dominical de crónicas, ciudad,<br />

cultura popular y otros vicios. Me gusta<br />

porque creo devotamente que la crónica es el<br />

gran género para narrar este mundo tal como<br />

es, como está y como lo soñamos, porque la<br />

crónica es una expresión noble que utiliza las<br />

palabras para que el periodismo no sea un<br />

género menor de la literatura. Me gusta<br />

porque en sus páginas palpita la ciudad -las<br />

ciudades-, como un corazón que no se rinde,<br />

que se despereza para contar sus recuerdos,<br />

que camina con la gente que no se rinde y<br />

que anima a levantarse a quienes habían<br />

caído en los canales de la desidia porque en<br />

esta vida no hay mejor cosa que leer. La<br />

rev i sta <strong>Rasca</strong>cielos hace del acto de narrar la<br />

cultura popular su ADN, porque en ella están<br />

la hiel y la miel de la mismísima vida. Me<br />

g u st a <strong>Rasca</strong>cielos porque leerla se ha convertido<br />

en un buen vicio al que uno cae rendido<br />

porque las historias que en ella se cuentan,<br />

vaya donde uno vaya, lo acompañan siempre.<br />

Este primer año de <strong>Rasca</strong>cielos, es un<br />

primer año que Bolivia y el periodismo boliviano<br />

deben celebrar para que vengan<br />

muchos más, para que todos los domingos<br />

que vengan sean para tocar el cielo, leyendo<br />

bien.<br />

TAPA DE LA PRIMERA REVISTA RASCACIELOS, 28 DE ENERO, 2018<br />

DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19<br />

www. p a g i n a s i e te. b o<br />

7


A G E N D A<br />

LA ESCOBA esCULTURAL<br />

Claudia Daza<br />

Píntame de mago<br />

Querido Vincent:<br />

Aquí en La<br />

Paz la hemos<br />

estado pasando<br />

más o menos, te<br />

habrás enterado.<br />

En todo caso,<br />

a h o r a n o s<br />

e s t a m o s<br />

poniendo algo más entusiastas con el<br />

arte, apuntándonos a todo evento que<br />

nos parezca interesante.<br />

Por ejemplo, estoy pensando seriamente<br />

en inscribir a mis sobrinos a un<br />

nuevo lugar de danza que se abrió en<br />

Achumani. Se llama Elevé Estudio de<br />

danz a. Me han dicho que darán clases de<br />

ballet clásico y danza jazz con tres bailarinas<br />

profesionales. Allí enseñan C a ro -<br />

lina Mercado, primera bailarina de<br />

Bolivia, Katherina Rehfeldt, destacada<br />

maestra y bailarina de ballet y danza jazz,<br />

yJudith Alfred, bailarina con amplia<br />

experiencia en enseñanza del ballet.<br />

Por mi lado, no puedo olvidarme de la<br />

literatura. Hice de todo para apartarme,<br />

pero no se puede, es demasiado bella. De<br />

paso, me he enterado que la poeta<br />

Mónica Velásquez va a dictar por<br />

quinta vez el Curso de teoría literaria<br />

en el nuevo edificio de la Fundación<br />

Simón I. Patiño. ¡Qué alucinante! No me<br />

lo quiero perder porque habrá toda una<br />

reflexión sobre la diferencia entre autor y<br />

autora, sobre la masculinidad y lo femenino.<br />

Ya he reservado espacio, porque<br />

será todos los miércoles desde el 6 de<br />

febrero hasta el 5 de junio.<br />

Y si no lo logro, me queda el teatro<br />

para el desquite. He visto en el feisbuk<br />

8<br />

T ROVA Negro y Blanco en concierto /LA PAZ /9 de febrero / 19:30 /<br />

Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez / c. Genaro Sanjinés.<br />

que la compañía Tabla Roja se presenta<br />

en El Desnivel el 8, 9, 10 de febrero. Se<br />

prese ntará La Bestia, el duende de la<br />

magia. Aunque no entiendo bien de qué<br />

se trata, sé que es un mago payaso o un<br />

payaso mago; en fin, un excéntrico que<br />

fija me va a conquistar con algún poder<br />

cl own. Sé que te encantaría pintarlo, estoy<br />

seg ura.<br />

Lo que sí tengo más que asegurado es<br />

el concierto del dúo Negro y Blanco en<br />

el Teatro Municipal para el 9 de<br />

feb rero, ya que cumple 20 años de trayectoria.<br />

Me han contado que en la<br />

primera parte van Christian Benítez y<br />

Mario Ramírez en solitario, pero en la<br />

segunda parte entran en juego musical<br />

Teresa Morales, Mauricio Montero,<br />

Roxana Torres, Diana Azero, Andy<br />

Burnett y Bernardo Arancibia. Ya tengo<br />

mi entrada.<br />

Y así, mi querido Vincent. Aquí te<br />

seguimos mirando en las noches estrelladas.<br />

Siempre pensando en arte, en los<br />

artistas, en lo loco y tormentoso que debe<br />

ser cargar contigo tanta maravilla.<br />

Prometo volver a escribirte contándote<br />

alguna de mis andanzas. Espero verte<br />

algún día.<br />

Tuya, Claudia.<br />

www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19<br />

FOTO MILTON ARELLANO


OTROS ANTOJOS<br />

PARA VIAJEROS<br />

FOTO JAVIER ISHINO<br />

LA PAZ<br />

Marathon jazz / 8 de febrero / 8:00 a<br />

24:00 / Centro Cultural Thelonius / Final<br />

San Jorge.<br />

Como parte de un febrero lleno de<br />

música interminable, se presenta Marathon<br />

Jazz, jazz Maniacs versus Laura Ede y<br />

Diego Gómez.<br />

No hay nada más divertido que perderse<br />

en una ciudad nueva y conocer su<br />

arte y, además, aprovechar fechas importantes<br />

o exposiciones novedosas, no sólo<br />

para el viajero, sino también para aquellos<br />

que acostumbran ir a sus museos.<br />

DESSAU –ALEMANIA<br />

DA N Z A Clases permanentes /<br />

LA PAZ / Elevé estudio de danza /<br />

Achumani c.12 esq. Manuel Chinquilla<br />

N° 310 / Info: 76904170.<br />

LITER ATUR A Curso de teoría litera<br />

r i a /LA PAZ /6 de febrero al 5 de<br />

junio / Edificio Nuevo Simón I. Patiño /<br />

Av. Ecuador esq. Rosendo Gutiérrez /<br />

Info: 2413530, 2418249.<br />

CREACIÓN MUSICAL POR VADIK<br />

BA R R Ó N /del 5 al 8 de febrero / Quipa<br />

Meeting / Edif. Ballivián piso 13 of. 10 /<br />

c. Mercado entre Loayza y Colón /<br />

Info: 71293861.<br />

El objetivo del taller es lograr una<br />

aproximación básica y práctica a la creación<br />

musical a partir del estudio, la experiencia<br />

comparativa y cotidiana, y la relación<br />

práctica de los participantes con la<br />

canción.<br />

REUNIÓN Y DEBATE DEL LIBRO Í N T I M AS<br />

DE ADELA ZAMUDIO /9 de febrero /<br />

17:30 / Retrato Café / c. Víctor Sanjinés<br />

N° 2633.<br />

Club de Lectura La Paz se reúne para<br />

analizar la novela de Adela Zamudio. Se<br />

trata de una obra epistolar ambientada a<br />

principios del siglo XX.<br />

SUCRE<br />

EXPOSICIÓN INVISIBLE PLACES, CENTE-<br />

NARIO DE BAUHAUS /desde el 26 de<br />

abril / Calles de Dessau / Info: Bauhaus<br />

Dessau Foundation / Gropiusalle 38 /<br />

+49 340 6508 250.<br />

Mientras caminas por la ciudad de<br />

Dessau en el año del centenario de la<br />

Escuela Bauhaus, puedes experimentar<br />

toda su historia. La exposición al aire libre<br />

Invisible Places lleva a edificios y espacios<br />

donde Bauhäusler vivió entre 1925 y 1932.<br />

Los propios Bauhäuser nos contarán<br />

muchas historias.<br />

MADRID<br />

T E AT RO La bestia, el duende de<br />

la magia / LA PAZ /del 6 de febrero al<br />

5 de junio / Edificio Nuevo Simón I.<br />

Patiño / Av. Ecuador esq. Rosendo<br />

Gutiérrez / Info: 2413530, 2418249.<br />

DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19<br />

JAZZ AND BLUES JAM /3 de febrero /<br />

16:00 / Café Florín / c. Bolívar N° 567.<br />

La cuestión es elegir la canción del<br />

cancionero disponible y podrás disfrutar<br />

de la música que sigue conquistando el<br />

alma de los solitarios.<br />

VAN GOGH ALIVE /hasta el 26 de febrero /<br />

Círculo de Bellas Artes, planta 2 / c. Alcalá<br />

42, 28014 / Tiempo de visita: una hora.<br />

La exhibición consiste en la proyección<br />

de animaciones, imágenes en movimientos,<br />

luz y música que crean una<br />

atmósfera introspectiva sobre las etapas<br />

de Van Gogh comprendidas entre 1880 y<br />

1890. Allí se puede ver de distinta manera<br />

aquellos bocetos, dibujos y retratos que<br />

se despliegan en las paredes y el suelo.<br />

930 lienzos y 1100 dibujos en 30 minutos.<br />

Una experiencia muy especial.<br />

www. p a g i n a s i e te. b o<br />

9


A N I V E R SA R I O<br />

Cecilia Lanza Lobo<br />

I Premio Nacional de Crónica Bartolomé Arzáns Orzúa y Vela<br />

Crónica, crónica, crónica ¡Uf!<br />

De la importancia de contarnos el mundo desde la calle, no desde el balcón.<br />

“<br />

AMÉRICA LATINA se hizo a golpe de<br />

c r ón i c a s”, cierra y abre, Martín Capar<br />

rós.<br />

Y creo yo que no fue sólo porque los<br />

cronistas –de Indias–al describir<br />

maravillados el Nuevo Mundo lo<br />

hubiesen creado al modo en que las palabras crean, hacen,<br />

inventan mundos. América Latina se hizo, sí, a golpe de crónicas.<br />

Pero también porque América Latina, ese universo en sí<br />

mismo, su erupción incesante, no pudo nunca caber solamente,<br />

únicamente, en la novela, por ejemplo. De ahí que el<br />

realismo mágico, tan nuestro, nunca haya sido únicamente<br />

ficción. América Latina desbordó, desde siempre, al propio<br />

género. De ahí que la crónica, ese modo de contar las cosas tan<br />

particular, tan ancho, tan sin fronteras, le cupiese mejor, o al<br />

revés: América Latina no podría caber mejor sino en la generosidad<br />

de la crónica. Un modo de narrar que permite múltiples<br />

registros. Un modo de contar caótico para contar el propio<br />

caos. Un modo a semejanza de su propia cuna.<br />

Más todavía. Porque el momento de constitución de las<br />

naciones, allá por el siglo XIX, no sólo coincidió con la modernidad<br />

que erigía ciudades y quebraba certezas; sino que el<br />

momento político tras el parto de esa América Latina, luego de<br />

sostenerse en el sesudo ensayo (género), acabó por desmenuzarse,<br />

vivirse y sentirse en la crónica, ese modo de escritura<br />

que investiga, analiza y cuenta un hecho de múltiples<br />

maneras, más allá del recuento de datos. Así, la crónica es el<br />

género latinoamericano por excelencia y es, cómo no, una<br />

escritura básicamente política. (Me gusta recordar a Pedro<br />

Lemebel cuando decía que la ficción le resultaba insuficiente<br />

para sus necesidades de realidad, de denuncia y de biografía, y<br />

que la crónica le vino como anillo al dedo). Y sí. América Latina<br />

se fundó en la crónica.<br />

La crónica fue, desde siempre, un género bastardo. Digo,<br />

así lo trataron quienes ajustados a las etiquetas no podían<br />

aprehender esa escritura distinta, compleja. Una escritura<br />

que por si fuera poco se ocupa de aquello que el poder desdeña,<br />

cree menos importante. Y el poder no es el gobierno, es el<br />

poder en todos sus espacios –incluido, por supuesto, el propio<br />

period ismo–. De ahí que la crónica sea una escritura profundamente<br />

política porque no le habla a la gente desde el balcón<br />

10<br />

sino que es la voz de la propia gente.<br />

Y la gente quiere escucharse, quiere saber qué le pasa a otra<br />

gente y así entender –si acaso–los enredos de este mundo.<br />

¿Chatarra? ¿El público pide chatarra?<br />

Esa es la apuesta de <strong>Rasca</strong>cielo s. Porque en un mundo saturado<br />

de datos, necesitamos parar y pensar, digerir. Hacer política<br />

desde ese lugar ninguneado que es la vida cotidiana, la vida<br />

de los “nad ies”. Quizás entonces lo que hacemos es, como dice<br />

Caparrós, un periodismo “contra el público”en el sentido de<br />

que alguien plantó la idea de que el público pide banalidades<br />

–las supuestas demandas del público–. Así: “Los editores<br />

siempre tuvieron la ansiedad de satisfacer a su público; nunca<br />

tuvieron, como ahora, tantas técnicas para determinar qué<br />

quiere. / Basura, muchas veces, gentileza del famoso círculo: te<br />

doy basura, te entreno en la lectura de basura, te acostumbro a<br />

la basura, me pides basura, te la doy”.<br />

Si es así, en <strong>Rasca</strong>cielo s practicamos precisamente ese<br />

periodismo “contra las supuestas demandas del público”,<br />

porque creemos en el público a contrapelo. Creemos en ese<br />

lector que exige y merece calidad. Y creemos que si allende las<br />

fronteras o los mares se producen envidiables contenidos en<br />

magníficas revistas, en Bolivia es hora de hacerlo. Es hora de producir<br />

contenidos nosotros, no sólo de reproducirlos, no sólo de<br />

apelar a los maestros, sino de seguirlos y, ojalá, de renovarlos.<br />

Ha sido una apuesta arriesgada porque en Bolivia no<br />

tenemos una larga tradición de cronistas contemporáneos<br />

como sucede en Argentina, México o Colombia. Precisamente<br />

por eso <strong>Rasca</strong>cielo s se propone como una escuela. Aquí<br />

aprendemos escritores, periodistas, estudiantes, pero<br />

también fotógrafos, diseñadores, técnicos, impresores y, por<br />

supuesto, los lectores. Todos.<br />

Ganamos todos<br />

Todas aquellas buenas intenciones, sin embargo, no<br />

hubiesen llegado muy lejos en un periódico pequeño –me<br />

gusta decir, además, valiente–como es Página Siete, si no<br />

fuese con creatividad. Por eso planteamos un proyecto colaborativo<br />

que no necesariamente implica gratuidad sino beneficio<br />

mutuo. Así se sumaron personas e instituciones, entre<br />

ellas la carrera de Diseño Gráfico de la Universidad Católica,<br />

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Retrato hecho<br />

por el pintor<br />

Tomás Achá<br />

(1998), que<br />

imaginó así a<br />

Bartolomé Arzáns<br />

Orzúa y Vela, el<br />

m o n u m e nt a l<br />

cronista de la<br />

Co l o n i a , que da<br />

nombre al Premio<br />

Nacional de<br />

Crónica de<br />

<strong>Rasca</strong>cielos.<br />

que suelo señalar como ejemplo de este trabajo colaborativo<br />

pues inició con firmeza pero con poca gente: algunos docentes–diseñadores<br />

que harían las tapas de <strong>Rasca</strong>cielo s, pero que<br />

pronto se convirtió en proyecto de la misma carrera en el que<br />

ahora participan sólo estudiantes en pasantía luego de postular<br />

a través de un taller previo de más de 20 aspirantes, de los<br />

cuales seis son seleccionados para el proyecto <strong>Rasca</strong>cielo s.<br />

Esa iniciativa pedagógica se puede replicar en distintas áreas.<br />

Bienvenidas sean las propuestas a la revista.<br />

DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19<br />

Un Premio Nacional de Crónica, con nombre y apellido<br />

Y precisamente porque <strong>Rasca</strong>cielo s se afirma como<br />

espacio para el ejercicio de este tipo de escritura, queremos<br />

alentar su práctica. Por eso, junto con la Fundación para el<br />

Periodism, la Cámara Departamental del Libro de La Paz y la<br />

empresa VIVIA, convocamos ahora mismo al I Premio Nacional<br />

de Crónica Bartolomé Arzáns Orzúa y Vela (las bases de la<br />

convocatoria están alojadas en los portales de las instituciones<br />

convocantes).<br />

No podíamos sino sostenernos en ese tronco que es<br />

nuestro, esa raíz de la crónica latinoamericana nacida en las<br />

entrañas de la Bolivia colonial, en la Historia de la Villa Imperial<br />

de Potosí, la monumental obra que Arzáns Orzúa y Vela le dio al<br />

mundo. El cronista potosino no escribió sus crónicas por<br />

encargo de rey alguno, cuestionó más bien el orden colonial,<br />

contó como nadie y abundantemente lo visto, oído y vivido.<br />

Construyó así el imaginario de algo así como una nación antes<br />

de la nación.<br />

Si las ciudades se fundan en las letras, si América Latina o<br />

la idea de América Latina salió del puño y letra de los cronistas<br />

coloniales, Bartolomé Arzáns Orzúa y Vela es nuestro fundador.<br />

Rindámosle entonces homenaje porque razones sobran.<br />

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11


D O C U M E N TA L<br />

Sergio Antezana<br />

Masacre en<br />

el Estadio<br />

ReMaste red es la serie de ocho documentales<br />

de Netflix dedicados a contar la muerte<br />

de músicos de la talla de Bob Marley,<br />

Robert Johnson o Víctor Jara. Nuestro<br />

chileno, Jara, nos conmueve.<br />

Masacre en el Estadio<br />

En enero de 2019 se estrenó Masacre en<br />

el Estadio, documental sobre Víctor Jara,<br />

(Quiriquina, Chile, 28 de septiembre de<br />

1932), su vida, su legado y su asesinato. El<br />

documental cumple el objetivo de<br />

aportar información sobre la muerte de<br />

Jara pero no es suficiente para conocerlo.<br />

Para conocer a Víctor Jara es recomendable<br />

comenzar por el libro escrito por su<br />

viuda, Joan Jara, Víctor Jara, un canto trunca<br />

d o.<br />

Masacre en el Estadio claramente se<br />

divide en tres partes: la vida de Víctor; el<br />

golpe de Pinochet y la búsqueda de justicia.<br />

Desmenucemos el documental, si nos<br />

permite, y si no, es porque “usté, no es ná,<br />

no es chicha ni limoná”.<br />

Paloma quiero contarte<br />

La narración de una joven Joan Jara<br />

nos permite conocer la infancia rural<br />

cargada de pobreza en que creció Víctor<br />

Jara, hecho que, a mi juicio, otorga a Jara<br />

autoridad moral frente a otros cantantes<br />

de música protesta (social o de propuesta<br />

o como quiera llamarle). Porque Víctor<br />

cree en el socialismo como solución para<br />

la gente de su condición; él ha vivido el<br />

hambre y ha recogido agua de un pozo,<br />

nadie se lo ha contado. Lo mismo ocurre<br />

respecto del arte, pues su madre es<br />

cantora en fiestas populares y llena la<br />

12<br />

casa de música; el arte popular está en su<br />

vida, no tiene que aprenderlo, solo<br />

sacarlo de los recuerdos infantiles.<br />

“Éramos seis hermanos y muy pobres.<br />

Cuando comíamos carne era una fiesta.<br />

Mi padre era analfabeto y no quería que<br />

nosotros fuéramos al colegio para que<br />

pudiéramos ayudarle, y así desde los seis<br />

o siete años íbamos a trabajar con él al<br />

c a m p o.<br />

Pero mi mamá sabía leer algo; insistió<br />

para que por lo menos aprendiéramos las<br />

letras. Mi mamá era cantora y cada vez<br />

que tenía que ir a alegrar una fiesta o un<br />

velorio, allá partía con el más chico de los<br />

seis, que era yo” (Víctor Jara. Un canto<br />

tr uncado)<br />

Este repaso por su vida se alimenta de<br />

testimonios de algunos colegas que<br />

aportan anécdotas sobre el Jara artista y<br />

el Jara militante político que son casi la<br />

misma cosa. Están, por ejemplo, integrantes<br />

de Inti Illimani y de dos conjuntos<br />

para los que Jara fue vital como<br />

creador y participante: Quillapayún y el<br />

conjunto Cuncumén. No se dice mucho<br />

del importante rol de Jara en ambos, pero<br />

quienes sabemos de dichas relaciones<br />

podemos tener una lectura más profunda<br />

de esos testimonios. Tampoco se habla de<br />

la influencia de su hermana Violeta en la<br />

música de Víctor –reconocida por él<br />

mismo –, comprensible pues no es el objetivo<br />

del documental. La idea, en esta<br />

primera parte, es mostrar que Jara era un<br />

cantor popular con una opción política<br />

explícita que lo lleva a apoyar abierta y<br />

decididamente a Salvador Allende en las<br />

elecciones presidenciales de 1970.<br />

Deja la vida volar<br />

La figura de Jara y la de varios otros<br />

artistas crece de la mano de la popularidad<br />

de Salvador Allende. Se mira. Ellos<br />

hacen canciones, teatro, obras pictóricas;<br />

ellos aportan, desde la creación, a la can-<br />

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didatura de Allende quien desde lo político<br />

integra a campesinos y obreros<br />

logrando apoyo popular. Jara era una de<br />

las figuras más importantes de dicho<br />

movimiento por su carisma, tenía una<br />

“sonrisa ancha”, una voz que no mentía y<br />

una raíz muy popular. Al momento del<br />

golpe trabajaba en la Universidad de<br />

Chile y desde ahí tenía llegada a múltiples<br />

esfe ras.<br />

Los resultados finales de la elección<br />

mostraron un país dividido. Allende:<br />

36,36%, Alessandri: 35,29% (la oposición)<br />

y Tomic: 28,8%. En Bolivia diríamos:<br />

empate técnico o triple empate. En<br />

Chile, Tomic, del Partido Demócrata<br />

Cristiano, debía decidir las elecciones en<br />

el congreso y apoyó a Allende pese a las<br />

abiertas amenazas de los “mand amases”<br />

y los insultos que los habitantes de las<br />

“casitas del barrio alto” gritaban a las<br />

marchas populares.<br />

Ya antes de las elecciones, la CIA<br />

había parado las orejas, pero luego del<br />

anuncio del nombramiento de Allende se<br />

organizaría una estrategia con el objetivo<br />

de “dif icultar”el gobierno del primer presidente<br />

abiertamente socialista electo<br />

democráticamente. El documental<br />

muestra testimonios de agentes de la<br />

CIA, pero si a usted eso no le basta, puede<br />

buscar los archivos desclasificados de la<br />

época. No hay duda del involucramiento<br />

del gobierno norteamericano en el golpe<br />

de Pinochet. El Mercurio, por ejemplo,<br />

serviría como uno de los principales<br />

mecanismos para aportar fondos a la<br />

oposición que eventualmente encontraría<br />

en Pinochet la combinación perfecta<br />

de ambición y sed de sangre.<br />

El golpe del 11 de septiembre de 1973<br />

tomó por asalto varias instituciones<br />

afines a Allende. Las primeras noticias<br />

daban cuenta de ello. Jara –todavía en<br />

c as a –escuchaba las noticias en la radio<br />

cuando le dijo a Joan que debía ir a su<br />

fuente de trabajo (“vuelvo en cuanto<br />

pued a”, contó Joan que le dijo, en una<br />

entrevista en 2013). Fue la última vez que<br />

ella lo vio vivo. Jara llegó a la Universidad<br />

sabiendo su destino y fue llevado al<br />

Estadio Chile junto con muchos otros<br />

jóvenes, algunos incluso de 14 años. Más<br />

de cinco mil personas entraron a ese<br />

estadio. Ahí, en la fila, Jara fue reconocido<br />

y humillado; le golpearon las manos, las<br />

muñecas y le dijeron “¡canta ahora!”. El<br />

documental contiene relatos de presos<br />

que estuvieron junto a Jara incluyendo<br />

aquél que llegó a sacar el último texto<br />

escrito por su propia mano. No se lo<br />

pierda: “Ay, canto, qué mal me sales<br />

cuando tengo que cantar espanto.<br />

Espanto como el que vivo, como que<br />

muero, espanto”.<br />

El derecho de vivir/morir en paz<br />

Joan Jara fue a la morgue a reconocer<br />

el cadáver de su esposo: estaba ensangrentado,<br />

hinchado, baleado, con las<br />

manos y muñecas destrozadas. En<br />

Joan Jara<br />

algunas esquinas del lugar se podía<br />

encontrar regueros de personas muertas.<br />

Se estiman más de 3.000 personas asesinadas<br />

en ese período, aunque algunos<br />

indican que fueron más de 5.000 en los 17<br />

años de dictadura de Pinochet. Desde ese<br />

momento Joan asumió el legado de su<br />

esposo como único propósito de vida y<br />

desde entonces ha buscado dos cosas:<br />

que se reconozca el carácter sangriento<br />

del gobierno de Pinochet, y justicia para<br />

la muerte de su esposo. Lograr aquello<br />

hoy parece simple pero no lo fue en los<br />

años setenta, menos aún con la CIA involucrada,<br />

y menos cuando Chile apoyó a<br />

Inglaterra en la guerra de Las Malvinas,<br />

consiguiendo mayor impunidad para sus<br />

gober nantes.<br />

Quienes investigaron los hechos prefirieron<br />

apelar a aquellos que iniciaron su<br />

servicio militar en los primeros años de la<br />

dictadura. Esa estrategia tuvo éxito pues<br />

dieron con un nombre: Pedro Pablo<br />

Barrientos Núñez, un militar que –co mo<br />

muchos otros–prefirió “fugar ”a Estados<br />

Unidos el momento en que Pinochet<br />

perdió el plebiscito de 1988. Barrientos<br />

vive en Florida como muchos militares<br />

chilenos que dejaron Chile a finales de los<br />

años ochenta.<br />

Te recuerdo Amando/Amanda<br />

Certezas. ¿Se puede amar tanto como<br />

para sostener el legado del amado hace<br />

cuarenta años? Por supuesto. Aguante<br />

Joan. Segunda: Si bien la justicia tarda,<br />

llega. Tuvieron que pasar décadas para<br />

que se juzgue a los responsables de las<br />

torturas y asesinatos de aquella oscura<br />

época; no sólo en Chile, también fuera de<br />

ese país. Tercera. Mejor “voy a hacerme<br />

un cigarrito, acaso tengo tabaco…” mej or<br />

“envuélvete en mi cariño, deja la vida<br />

volar, tu boca junto a mi boca, paloma,<br />

pa lo mit ay ”, mejor “levántate y mira la<br />

m o n t a ñ a”, mejor “aprieto firme mi mano,<br />

y hundo el arado en la tierra”. Mejor creer,<br />

aunque hoy en día sea ficción, creer en esa<br />

ingenuidad bañada de esperanza que<br />

dice: “Nosotros somos porque existe el<br />

amor y queremos ser mejores porque<br />

existe el amor…y el mundo gira, crea y se<br />

multiplica porque existe el amor. Nosotros<br />

–a los que nos dicen cantantes de<br />

protesta, con lo cual no concuerdo<br />

porque no considero que sea un término<br />

válido, por lo menos para mí–c r ee mo s<br />

que el amor es lo fundamental, el amor y la<br />

relación del amor de hombre con una<br />

mujer, una mujer con un hombre, o del<br />

hombre con sus semejantes, con su hijos,<br />

con su hogar, con su patria, con el instrumento<br />

que trabaja…es vital, es la esencia<br />

de la razón de ser del hombre, por eso es<br />

que el amor no puede estar ausente de la<br />

temática de un cantor popular”( Víctor<br />

Jara, Lima, julio 1973, dos meses antes de<br />

mor ir).<br />

FOTOS ALDO NOVICK / FLICKR.COM<br />

DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19<br />

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13


C R O N I Q U I TA<br />

Luis Raimundo Quispe Flores<br />

Lluvia, cerveza y sangre<br />

en San Sebastián<br />

¿Qué significa pertenecer a algún lugar?<br />

Hacerse barro. Agua, licor y sangre se<br />

revuelven con las gentes en día de fiesta.<br />

He aquí la teoría de un danzarín.<br />

LA PERTENENCIA, el sentimiento que se<br />

tiene hacia el lugar en que se vive, yo la entendía<br />

de un modo parecido al que se expresa en<br />

Cien años de soledad;“uno pertenece a un lugar<br />

cuando tiene un nacido y un muerto allí”.<br />

Esto fue hasta hace unos ocho años, hasta el<br />

momento en que asistí por primera vez a la<br />

fiesta de San Sebastián, cuando bailé con la fraternidad Fu s i ó n<br />

Pr im os y los vecinos de aquel barrio que me hizo tanto<br />

recuerdo al mío. Desde entonces entiendo la pertenencia<br />

como un lodo en que los hombres y la tierra en que viven se<br />

mezclan; como un barro que se renueva con el agua, el licor y la<br />

sangre que corren, especialmente los días de fiesta.<br />

La urbanización San Sebastián pertenece al distrito 8 de El<br />

Alto, un distrito que tiene como columna vertebral la carretera<br />

(ahora doble vía) La Paz –Oruro y que hace unos 20 años<br />

no existía, al igual que muchos otros barrios. Esta reciente<br />

existencia que caracteriza a todo El Alto, pero que se presenta<br />

de manera paradigmática, fue lo que me llamó la atención la<br />

primera vez que llegué a ese barrio. Había ido para completar<br />

un trabajo de universidad con Ever Benito, mi mejor amigo.<br />

Llegar a su casa fue como hacer un viaje en el tiempo. Me quedé<br />

en Puente Vela y desde allí caminé entre las calles, todas de<br />

tierra, y entre casas, todas de adobe. Me recordaban esa<br />

14<br />

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extraña sensación de nacimiento y decadencia que llenaba las<br />

calles de villa Oro Negro, el barrio donde nací y crecí, en sus<br />

primeros años. Había menos de cinco kilómetros entre éste y<br />

el barrio de mi amigo, pero más de 20 años de diferencia. No lo<br />

puedo negar, más que nostalgia, sentí tristeza aquella primera<br />

vez; y, sin embargo, esa sensación cambió luego de unos meses<br />

cuando volví para participar en la fiesta del barrio.<br />

El agua<br />

Ever me invitó a la fiesta aniversario de San Sebastián, el 20<br />

de enero. No a asistir, sino a bailar en la entrada folklórica integrándome<br />

a Fusión Primos, un bloque de morenada recientemente<br />

creado por sus padres y tíos, que viven en su mayoría en<br />

San Sebastián o en zonas aledañas. La sensación que me<br />

inspiró San Sebastián cambió de manera radical cuando las<br />

trompetas y las matracas sonaron. Había cuatro bloques de<br />

morenada aquella primera vez, una cantidad que me sorprendió<br />

pues no calculé que hubiera tanta gente viviendo por esos<br />

l uga r e s.<br />

La lluvia cayó a media tarde, cayó con fuerza y tuvimos que<br />

refugiarnos con los pesados trajes de moreno en la sede social<br />

a medio construir. Allí los ánimos no caían, la gente bromeaba<br />

y charlaba y mi amigo me contó más sobre San Sebastián y el<br />

área circundante a Puente Vela. Este lugar que parecía desolado<br />

estaba lleno de vida; cada día llegaban más vecinos y cada<br />

nuevo vecino venía con fuerza y vitalidad. Cuando la lluvia<br />

amainó, salimos al grito secundado y repetido de “¡La lluvia es<br />

bendición, es buena suerte!”. Bailamos sobre el barro, con las<br />

energías renovadas por el ánimo de los asistentes que no se<br />

marchaban ni por la lluvia. Al pasar por el palco, mientras<br />

pisaba el barro y cargaba mi pesado traje de moreno, pensé en<br />

los adobes que se hacen con agua, tierra y los pies del adobero.<br />

Los vecinos morenos hacían algo semejante: con voluntad<br />

daban forma a la tierra que pisaban.<br />

El alcohol<br />

Siempre llueve los días de la fiesta de San Sebastián, pero<br />

además del agua, llueve también cerveza y de té con té,<br />

sumando al lodo de la pertenencia un ingrediente más.<br />

Al día siguiente de la entrada, como en toda fiesta de<br />

barrio, sigue el día de Diana. Los pesados trajes de moreno son<br />

cambiados por elegantes trajes de telas ligeras, siempre en<br />

domingo, y es el día donde más gente asiste, donde más suena<br />

la música y donde más corre el alcohol. Las cervezas se venden<br />

por todo el trayecto, mientras el té con té se prepara y sirve en<br />

las carpas que rodean la plaza.<br />

Después de que los bloques hacen su paso por el palco por<br />

última vez y se premia al mejor de éstos, comienza la fiesta<br />

grande que dura hasta donde uno pueda aguantar la lluvia<br />

alcohólica. Si de cantidad se habla, el correr de la bebida no es<br />

tan diferente de las fiestas similares en La Paz o en los barrios<br />

“antig uos”de El Alto. La diferencia significativa está en el<br />

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C R O N I Q U I TA<br />

16<br />

lugar, porque en barrios como San Sebastián todos son nuevos<br />

vecinos, y al beber y compartir unos con otros no solo están<br />

festejando el aniversario del lugar donde viven, sino que se<br />

están conociendo unos con otros, están consolidando el lazo<br />

con su nuevo hogar. Una buena parte de la cerveza y el té con<br />

té, que se sirve los dos días de fiesta, termina en el suelo, pues<br />

una y otra vez los bebedores challan la Pachamama, que ya no<br />

es la tierra del campo de donde vinieron sino que es la tierra de<br />

la ciudad, esa nueva ciudad que es El Alto y que es tan nueva<br />

como los vecinos.<br />

La sangre<br />

El tercer elemento que consolida y refresca el barro de la<br />

pertenencia es la sangre, pero no la que es sinónimo de violencia,<br />

sino la del lazo familiar. Esto se ve en la composición de los<br />

bloques de morenada que participan en la entrada. Los<br />

bloques están conformados por vecinos que a su vez son<br />

parientes o tienen una relación cercana a la familia, relación<br />

que se refuerza y reproduce durante la fiesta. Así pasa por<br />

ejemplo con Fusión Primos, que fue fundada por los miembros<br />

de la familia Benito, la mayoría emigrantes de un pueblo<br />

orureño llamado Soledad. Los miembros que no comparten<br />

un lazo de sangre son vecinos que se volvieron compadres o<br />

comadres, socios cercanos, yernos o nueras, o, como en mi<br />

caso, un amigo de la familia. Yo fui tratado como un pariente<br />

más, no por nada muchos de los miembros me dicen “hijo”ya<br />

algunos de ellos me refiero yo también como “tíos”o“tías”. Mi<br />

bloque, como los otros que participan en la entrada, no se<br />

compara en cuanto a fastuosidad con sus similares, por<br />

ejemplo, del Gran Poder. Sin embargo, en cuanto a calor familiar,<br />

no creo que se asemejen. Han hecho que sienta por San<br />

Sebastián y por mi ciudad una pertenencia que por mi barrio<br />

de origen queda casi solo el recuerdo y nada más.<br />

El lodo de la memoria<br />

San Sebastián ha cambiado mucho a lo largo de ocho años.<br />

Las casas ya no son de adobe y muchas empiezan a elevarse sobre<br />

los dos pisos. El enlosetado ha llegado a las calles, aunque gran<br />

parte aún son de tierra. Seguro que dentro de algunos años las<br />

losetas y el asfalto cubrirán por completo la tierra, de la misma<br />

forma que los recuerdos antiguos quedan cubiertos por los<br />

nuevos. La tierra y el barro del pasado ya no se verán, pero<br />

estarán allí, serán parte de la memoria; esa cualidad fundamental<br />

para la identidad humana, sea individual o colectiva.<br />

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C R O N I Q U I TA<br />

Gabriel Mamani Magne<br />

R EVO L U C I Ó N<br />

de la noche<br />

¿Qué hace un<br />

grupo de chicos<br />

con un paquetep<br />

bril<br />

illante lante en el<br />

baño de una<br />

fiesta de<br />

q u i n c ea ñ o s ?<br />

DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19<br />

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17


C R O N I Q U I TA<br />

La época<br />

TODAVÍA FALTABAN dos años para que los<br />

e mos dominaran el mundo.<br />

Gel, mucha gel. Nunca en la historia de<br />

la humanidad los cabellos de los changos<br />

estuvieron tan erizados. Edwin, el más<br />

mujeriego del curso, lucía una cresta a la<br />

que mimaba frente a un espejito redondo<br />

que llevaba a todos lados. Freddy, el enano, tenía el cabello tan<br />

rígido que corría el rumor de que usaba ese pegamento industrial<br />

que su viejo se robaba del trabajo.<br />

La vida del gel tenía un ciclo interesante: empezaba como<br />

algo aguanoso, endurecía cuando se encontraba en su máxima<br />

expresión y se desintegraba transformándose en puntitos<br />

blancos tipo caspa que caían sobre los hombros de los adolesce<br />

ntes.<br />

Tu merca, jodía el Gaucho.<br />

Tardarías diez años en entender el chiste.<br />

2003. Acabas de cumplir quince y tus cabellos duros<br />

pinchan la cara de tus abuelos cada vez que te besan la frente.<br />

Los pantalones anchos. Eve 6 en los audífonos. En dos años<br />

terminarás el colegio y tu cabello dejará de mirar hacia arriba<br />

y caerá sobre tu frente. Emo en su máxima expresión, aunque<br />

en aquella época no te considerarás un e mo y, de hecho, jurarás<br />

que odias a los e mos. Le pagarás veinte pesos al sastre para que<br />

comprima las botas de tus pantalones; Evo llegará al poder;<br />

moshea rás escuchando a Panda y tus amigos metaleros –q ue<br />

como vos empezaron con Linkin Park y Gorillaz–se reirán en<br />

18<br />

Un quince. Tu primer<br />

quince. Por eso:<br />

zapatos nuevos,<br />

terno made in la<br />

sastrería de<br />

confianza. Y ahí<br />

estás, con tu terno<br />

azul pastel y los<br />

condones en el<br />

bolsillo de la camisa.<br />

tu cara e incluso querrán agarrarte a palos…Pero no nos adel<br />

a n t e m o s.<br />

Es el 2003 en el que Goni escapa y, por tu peinado, algún<br />

boludo te llama tiranosaurio rex.<br />

Tu cole es el Ítalo Boliviano y pertenece a esa especie de<br />

colegios privados de barrio al que acuden todos los tirados o<br />

expulsados de lugares como el Don Bosco o el Instituto Americano.<br />

José Gómez, tu mejor amigo, viene del Inglés Catól<br />

ico.<br />

Tu pasado donbosquiano –de misas y tilinas y paseos por el<br />

Shopping V Centenario–te acercó a él.<br />

¿Prestame gel?, te preguntó aquella vez en el baño del<br />

cole gio.<br />

Sacá de las orillas, le dijiste.<br />

Fa r fá n<br />

La invitación es rosa. La guardas en el libro de inglés, ese<br />

que dominas de pe a pa y que meses más tarde lo rematarás en<br />

una caseta de la plaza San Francisco.<br />

Un quince. Tu primer quince. La chica se llama Ana y, más<br />

allá de que es una de las pocas mujeres con la que consigues<br />

hablar más de cinco minutos sin sudar como cerdo, no tiene<br />

nada de especial.<br />

Tu vieja y sobre todo tu tía lo entienden como el inicio de<br />

algo. Por eso: zapatos nuevos, terno made in la sastrería de confianza<br />

(la misma en la que reducirán a la mitad el botapié de<br />

tus jeans dos años más tarde), reunión familiar, el sobri tiene<br />

fiesta, que se bañe bien, revisen sus uñas.<br />

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FOTOS PIXABAY<br />

Y la pregunta:<br />

¿Quién lo va a llevar?<br />

Y peor:<br />

¿Quién lo va a<br />

recoge r?<br />

Son las ocho de la noche<br />

de un sábado que promete.<br />

Lustras tus zapatos, a pesar de<br />

que son nuevos, al son de los lloridos<br />

de tu hermanito de un año. Tu<br />

abuela lo carga en una manta amarilla mientras se queja de que<br />

tu mamá es una irresponsable, sin saber que tu vieja es tan responsable<br />

y preocupona que ha corrido hasta la Huyustus solo<br />

para comprar un regalo para la quinceañera.<br />

Y ahí estás, con tu terno azul pastel y los condones en el<br />

bolsillo de la camisa. Llega tu madre. El regalo está envuelto.<br />

Lo agitas para saber de qué se trata. Tu tía aparece: suerte<br />

hijito. Te abraza tan fuerte que temes que la presión haga que<br />

los paquetes de condones crujan.<br />

DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19<br />

En la puerta de<br />

calle te esperan<br />

Gaucho y José. Toman<br />

un taxi. Gaucho mira<br />

tu regalo y dice tengo<br />

una idea. José te quita el<br />

paquete con esas manos<br />

albinas que le han valido el<br />

apodo de Michael Jackson.<br />

Bien, dice mientras hace<br />

crujir el paquete. Cabalito para<br />

el trago.<br />

Gaucho le pide al chofer que se<br />

detenga en una licorería a la altura del<br />

Mercado Yungas. Se supone que es un día<br />

épico, el día en que pruebas tu primera gota<br />

de alcohol; se supone que la adolescencia es esto,<br />

lo que esperabas desde que escapaste de ese lodazal<br />

llamado Don Bosco: entrar a la noche como quien entra al<br />

cuerpo de una mujer, desvirgar el hígado, no importa cómo, ni<br />

con qué, porque del trago solo les importa el efecto, nunca su<br />

sab or.<br />

Pero estás nervioso. Demasiado. Y en lugar de disfrutar, en<br />

lugar de enmarcar esta noche y este vaso de alcohol en el museo<br />

de la memoria, tu mente se adelanta hasta la hora en que tu<br />

mamá te pedirá decir farfán.<br />

¡¿Has tomado?!<br />

Solo en el brindis.<br />

www. p a g i n a s i e te. b o<br />

19


C R O N I Q U I TA<br />

Bebes un trago más,<br />

salud, cabrones, y<br />

piensas: qué loco que<br />

hayamos tirado el<br />

peluche por la<br />

ventana del taxi.<br />

Dance dance<br />

Luego de media botella de<br />

Ron Rancherito, ser vos<br />

duele menos y José y<br />

Gaucho empiezan a<br />

hablar de mujeres.<br />

Llegan al local de<br />

la fiesta. El guardia de<br />

seguridad les cachea el<br />

cuerpo y Gaucho dice<br />

pará pibe, ahí no se toca.<br />

En la primera mesa, justo,<br />

está Ana. Mira el paquete que sostienes<br />

en tus manos. Te sonríe. Aprietas el papel de regalo y, pese<br />

a la balada que sale de los parlantes, estás convencido de que<br />

puedes oír el sonido del paquete al estrujarse. Crrr, crrr. Como<br />

un chirrido endemoniado que te descuenta puntos en el Campeonato<br />

Noche. Y José: Vamos allá. Y Ana, con su mirada que<br />

hoy cumple quince años, siguiéndote mientras te pierdes en el<br />

baño de hombres.<br />

Desgarran el papel brillante con una premura solo comparable<br />

a la del sexo. Gaucho destapa la botella, bebe un trago,<br />

eructa. Tu turno. El ron se desliza por tu garganta con una suavidad<br />

que contrasta con la dureza con la que pasó por tu<br />

lengua. Bebes un trago más, salud, cabrones, y piensas: qué<br />

loco que hayamos tirado el peluche por la ventana del taxi.<br />

La fiesta no resulta ser el reventón alcoholizado que tus<br />

amigos habían esperado, ni tampoco el mercado de cuerpos<br />

que tu yo donbosquiano prefiguraba mientras te aburrías en<br />

ese colegio de puro hombres. Todo lo contrario. Música cristiana.<br />

Mujeres tímidas.<br />

Cero baile.<br />

Y así como años<br />

más tarde una novia te<br />

confesará que pensó<br />

“me depilé en vano”<br />

aquella vez que no te le<br />

lanzaste, vos, mientras<br />

sorbes un nuevo trago,<br />

piensas: “nos pusimos<br />

tanta gel para nada”.<br />

Escapan de la fiesta<br />

antes de la medianoche. Tu<br />

mamá vendrá por ti a eso de la<br />

una, lo cual les da un margen para embriagarse en paz o hacer<br />

lo que se les venga en gana.<br />

Beben un par de latas de cerveza cerca de la calle Tiquina y<br />

la costumbre los conduce a un tilín. José pone diez pesos de<br />

Slipknot en la rockola. Gaucho corre al Street Fighter, al<br />

momento que tú insertas una moneda, la primera de tantas, en<br />

Dance Dance Revolution, el juego de baile.<br />

El nuevo día llega con vos y José bailando frente a una pantalla.<br />

Nadie más en el lugar. El encargado duerme. José zapatea<br />

con fuerza: el sudor y sus pasos hacen que su erizado se transforme<br />

en un flequillo. Gaucho putea frente a su Guile recién<br />

matado. Te quitas el saco, bailas, ganas puntos, te quitas la<br />

corbata, zapateas, zapateas, y más allá, en Miraflores, tu<br />

primera fiesta de quince acaba mientras tu mamá piensa que<br />

te han secuestrado y los e mos del mundo sufren sin saber que<br />

en un par de años sus peinados dominarán el mundo.<br />

20 www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19


C R O N I Q U I TA<br />

David Aruquipa Pérez<br />

EL TALISMÁN<br />

DE CHIJINI<br />

FOTOS ARCHIVO DE ROMMY ASTRO<br />

La historia de la festividad del Gran Poder guarda una joya de<br />

nombre Rommy Astro, esa diva transexual que en plenos años<br />

de dictadura se paseaba por las calles felizmente maquillada.<br />

DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19<br />

www. p a g i n a s i e te. b o<br />

21


C R O N I Q U I TA<br />

S<br />

Ya<br />

ENTADA EN<br />

un sillón rojo<br />

me espera<br />

Rommy Astro,<br />

hija predilecta y<br />

diva transexual<br />

del Gran Poder.<br />

Me recibe con<br />

un abrazo<br />

cálido, como<br />

quien recibe a la<br />

heredera de su<br />

legado. Ella<br />

sabe que mi<br />

vida en la fiesta es tan intensa como seguramente<br />

fue la suya alguna vez. Sabe<br />

también que busco los conectores pasionales<br />

que hicieron del Gran Poder una<br />

fiesta travesti desde los años 70.<br />

Siempre fue La Rommy, aunque<br />

durante muchos años su nombre fue<br />

Rogelio, sin ley de identidad de género<br />

que le permitiera hacer el cambio<br />

deseado. Sus movimientos delicados y<br />

cansados son notorios, pero su calidez<br />

compensa todo. Su hogar refleja su libertad,<br />

y su historia está grabada en cada<br />

centímetro de sus paredes. Me invita a<br />

sentarme y rápidamente va a su dormitorio<br />

de donde vuelve con un sobre que me<br />

entrega. Éste contiene cuatro fotografías<br />

que evidencian su historia en el barrio de<br />

Chijini. Ella acompaña mi recorrido<br />

visual por cada una de las imágenes, que<br />

son de impacto. Esa joven marica,<br />

hermosa y altiva, parece levitar al bailar la<br />

morenada, emulando a una diva sta r, con<br />

los ojos cerrados en la mayoría de las<br />

fotos. Percibo cómo la pasión por la fiesta<br />

aún la acompaña, veo el fuego en su<br />

sonrisa declarando los años que han<br />

pasado, cuando era nombrada el talismán<br />

del Gran Poder; como tal, en una de las fotos<br />

más impactantes se la ve bajando por la<br />

calle Max Paredes, delante de una tropa<br />

de morenos embelesados por su belleza y<br />

seducción.<br />

Su inicio en el baile de la morenada en<br />

los años 70 tiene que ver con su pertenencia<br />

al barrio donde nació, allí en la calle<br />

tengo mis años pero tengo esos<br />

mismos aires; soy la Rommy Astro,<br />

el talismán de Chijini.<br />

22 www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19


Sagárnaga de la zona Gran Poder. Bailó en<br />

diferentes fraternidades acompañada de<br />

La Diega, La Verónica y La Pocha. Ella<br />

enfatiza el uso del artículo “l a” pa ra<br />

nombrar a sus amigas, porque destaca el<br />

nombre elegido por cada una de ellas, que<br />

también participaron en el Carnaval de<br />

Oruro y otras festividades. Los Reyes<br />

Luminosos fue su grupo de morenada<br />

destacado y con quienes viajó a distintos<br />

lugares. Contrataban su participación<br />

pagándole muchas veces hasta con materiales<br />

como pedrería y lentejuelas que<br />

luego ella utilizaba en sus trajes; quizás<br />

era intencional para garantizar los<br />

colores y brillo que debería tener.<br />

Rommy y sus amigas fueron las primeras<br />

chinas morenas que, en delegación<br />

festiva, llegaron al Perú a inicios de los<br />

años 70 para bailar en la fiesta de San<br />

Pedro y San Pablo de Juliaca. Una fotografía<br />

ilustra este pasaje: ella está en el<br />

centro con la mirada baja (en ese entonces<br />

era menor de edad), custodiada por la<br />

poderosa “Barbarel la”, Peter Alaiza, y La<br />

Ángela. Ahora ella sonríe y se emociona al<br />

recordar cómo el pueblo enloqueció al<br />

verlas, cómo todos querían tocarlas y<br />

sacarse fotos tal como se mira en la<br />

imagen donde varias niñas las acompañan.<br />

Estaban revolucionando el pueblo.<br />

Yo me imaginaba las aventuras de las d ra g<br />

q ueens en la película Priscilla: la reina del<br />

desierto, cuando éstas atraviesan y<br />

escandalizan distintos pueblos de Australia;<br />

pero esta vez se trataba de nuestras<br />

chinas morenas en los pueblos del Perú,<br />

invadiendo las calles de Juliaca y llevando<br />

la creatividad y la moda que se implantaría<br />

desde entonces.<br />

Rommy se refiere con mucho cariño y<br />

nostalgia a Peter, suspirando con los<br />

recuerdos. Reacciona y se lamenta por<br />

cómo, siendo ellas las “c read or as ”de la<br />

china morena y habiendo llevado al Perú<br />

este personaje, ahora es mostrado como<br />

folklore peruano. “Las chinas, junto al<br />

conjunto de morenos, llevábamos trajes y<br />

bandas para bailar en las fiestas del Perú y<br />

poco a poco se fueron apropiando de<br />

DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19<br />

nuestra creatividad”, lamenta.<br />

Hace una pausa, se levanta y vuelve<br />

con un vaso de refresco para calmar los<br />

ánimos. Coge otra fotografía y me señala<br />

un traje negro cubierto de piedras y estrellas<br />

brillantes que es el que más le gusta.<br />

Se la ve imponente en el ingreso por la<br />

avenida Entre Ríos, detrás del Cementerio.<br />

La misma foto está en un recuadro de<br />

televisor (práctica muy común de los<br />

fotógrafos de la época) y da la impresión<br />

de estar efectivamente en una transmisión<br />

de TV del año 1974. Se queda<br />

mirando la fotografía, alabando su figura<br />

y la cintura que tenía esa época. Nombra<br />

algunas de sus musas como la Rosa<br />

Carmina o la María Antonieta Pons, de<br />

quienes copió junto a sus amigas los<br />

movimientos de rumbera cubana, levantando<br />

la pollerita con movimientos sensuales.<br />

Esto provocó batallas intensas<br />

con los organizadores del Gran Poder,<br />

quienes les pedían que bailasen con máscaras<br />

como en Oruro, pero su insistencia<br />

y atrevimiento hizo que mientras más les<br />

exigían cambiar, más acortaban el<br />

tamaño de la pollera, en una actitud desaf<br />

iante.<br />

La fiesta travesti. “Somo s<br />

travestis y aquí vamos a bailar”<br />

Rommy cuenta cómo el folklore ha<br />

hecho posible abrirse y hacerse visibles<br />

con su identidad; cómo pelearon para<br />

ser aceptadas en sus fraternidades<br />

ganando seguridad y valentía. El auge<br />

de las chinas morenas no solamente ha<br />

modificado las fiestas, sino también su<br />

vida cotidiana. Desde entonces ya no<br />

sólo se maquillaban para bailar, sino<br />

para vivir. Salían a las calles con libertad,<br />

maquilladas, con pestañas postizas.<br />

Aunque la represión estuvo<br />

siempre presente, insistir fue triunfar.<br />

Ella cuenta que había un grupo de ga ys a<br />

quienes cariñosamente nombra como<br />

“maricas intelectuales”que andaban<br />

camuflados (de clóset). Se reunían en el<br />

reloj de la Pérez Velasco y al verlas murmuraban:<br />

“ya vienen las pintadas”.<br />

“Nosotras pasábamos orgullosas y pintadas<br />

pues, todas locas, maravillosas”,<br />

ríe Rommy a carcajadas.<br />

El baile de Rommy Astro<br />

Su sangre está teñida por la fiesta. El<br />

baile fue siempre su gran pasión, rodeada<br />

desde temprano por eventos festivos,<br />

verbenas y en especial la fiesta del Gran<br />

Poder, donde a sus 9 años vio por primera<br />

vez a Carlos Espinoza “la Gran Ofelia”.<br />

Cuenta que escapó de su casa para ir a<br />

verla; “le he visto a ella, bella pues, y la he<br />

seguido hasta el local. La miraba atónita,<br />

era linda, tenía sus t’usus (pantorrillas en<br />

aymara) bien duros, sus botas y su media<br />

de red, ¡ay, qué hermoso bailaba! Cuando<br />

fui a Oruro a bailar, la Ofelia bailaba<br />

siempre con careta, no mostraba su cara.<br />

Su danza era una hermosura, era alta,<br />

unos pasos bellos ha dejado, yo lo digo<br />

porque era mi ídola”.<br />

El Talismán de Chijini<br />

Rommy guarda buenos y malos<br />

recuerdos, pero al final siempre se queda<br />

con los buenos. “Aunque mis hermanos<br />

me reprochaban porque me maquillaba<br />

desde niña, mi madre tan buena me<br />

entendía. Igual me decía: ‘hijo no te<br />

pintes mucho pues, ya pareces esas putas<br />

del puerto’, porque ella viajaba a Arica a<br />

traer mercadería. Yo me preguntaba<br />

cómo serían las putas del puerto, porque<br />

no conocía ni putas ni nada. Así era antes<br />

y de esa manera yo he empezado, yo he<br />

sido una de las primeras que he empezado<br />

a mostrarme travesti. Todas se<br />

ponían calzados de varón y yo me ponía<br />

tacos, los tacos de mi madre me los chantaba<br />

y así salía chocha por las calles, muy<br />

feliz. Ya tengo mis años pero tengo esos<br />

mismos aires; soy la Rommy Astro, el<br />

talismán de Chijini”.<br />

Si es verdad que la fiesta tiñó la sangre<br />

de Rommy, no es menos verdad que<br />

Rommy y las demás chinas morenas travestis<br />

también tiñeron para siempre la<br />

fiesta con su presencia, su valor y la<br />

pasión por la vida que sueñan.<br />

www. p a g i n a s i e te. b o 23


HORMIGA CEPE (ATTA SEXDENS) CARGANDO UNA COSECHA FRESCA A SU NIDO DEBAJO DE LA TIERRA / ALBERGUE CHALALÁN.<br />

24 www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19


ZONA VERDE<br />

Sergio Ballivián Zamorano<br />

El llamado<br />

de la selva<br />

MI PRIMERA<br />

vez en la selva<br />

fue a principios<br />

de 1979<br />

cuando crucé<br />

los Andes en<br />

un camión<br />

hacia la cuenca superior del Amazonas y<br />

terminé en Caranavi, en esa época una aldea<br />

fronteriza de la selva. Más allá de las<br />

escarpadas montañas cubiertas por la<br />

selva se encuentra la cuenca amazónica,<br />

llena de ríos inexplorados de aguas bravas,<br />

animales salvajes y tribus indígenas.<br />

En 1982, después de ver una película de<br />

Jacques Cousteau sobre la exploración<br />

del río Amazonas, recorrí los caminos incaicos<br />

de Takesi, Choro y Quimsa Cruz<br />

que bajan hacia los Yungas. Después de<br />

esos viajes comencé a entender la interconectividad<br />

entre las zonas de vida.<br />

Mientras trabajaba en National Geographic<br />

(1991–1996), leí Back from the Tuichi,<br />

de Yossi Ghinsberg. Su dolorosa historia<br />

de supervivencia durante tres semanas,<br />

solo, en la selva boliviana en 1981,<br />

se convirtió en mi llamado a la aventura.<br />

Fragmento del libro Madidi, un<br />

futuro incierto, de Sergio<br />

Ballivián Zamorano<br />

DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19<br />

www. p a g i n a s i e te. b o 25


DISEÑO Y COMUNICACIÓN VISUAL<br />

Sergio Vega Camacho<br />

Universidad Católica Boliviana<br />

Un texto, una imagen<br />

Es el nombre del taller que ha permitido que estudiantes de Diseño<br />

de la Universidad Católica realicen sus pasantías diseñando las tapas<br />

de <strong>Rasca</strong>cielo s durante los últimos seis meses.<br />

RAS CACIE LOS<br />

cumple un año, al<br />

igual que el convenio<br />

que tiene con la<br />

carrera de Diseño de<br />

la Universidad<br />

Católica Boliviana.<br />

Esta complicidad hace que, semana a<br />

semana, esta revista tenga una tapa que<br />

“conte nga”, desde la imagen, la crónica<br />

principal de cada número. Esta responsabilidad<br />

recae en alumnos de segundo y<br />

tercer año coordinados por quien escribe<br />

esta nota.<br />

Durante los seis meses pasados,<br />

Sergio Salazar, Josefina Rojas, Erika<br />

Vargas, Adiba Rojas, Ariel Chuquimia y<br />

Marcos Luna han realizado su pasantía<br />

en el Refugio, estudio–taller, una de<br />

cuyas actividades ha sido revisar los<br />

textos enviados por la editora de <strong>Rasca</strong>cielos<br />

y proponer soluciones gráficas<br />

para las tapas.<br />

De esta experiencia, este año se replica<br />

el taller Un texto, una imagen, por el cual los<br />

aspirantes a esta pasantía deben pasar<br />

para ser parte del equipo. Los próximos<br />

números tendremos un nuevo grupo, que<br />

acaba de concluir el taller y tiene como<br />

premisa “traducir un texto a una<br />

image n”.<br />

Cada semana se reciben los textos, se<br />

leen, se discuten y se proponen soluciones<br />

para la tapa en diversas técnicas: fotografía,<br />

maquetas, ilustración, composiciones<br />

tipográficas, etc. Siempre en la<br />

búsqueda de la “transgresión contínua”,<br />

que en el campo del diseño significa no<br />

ser repetitivos sin perder de vista el objetivo<br />

esencial del diseño: comunicar una<br />

idea, en este caso un texto, una historia,<br />

una crónica.<br />

Esta nota pretende ser, además, un<br />

agradecimiento y un reconocimiento a<br />

estos seis estudiantes que han cumplido<br />

durante 26 semanas con entusiasmo y responsabilidad<br />

la tarea de proponer soluciones<br />

gráficas a una publicación periódica<br />

con los ritmos periodísticos propios<br />

de aquel oficio. Esto no es poca cosa, y esta<br />

experiencia sirve de ejemplo para el nuevo<br />

equipo que inicia el recorrido.<br />

El maestro Milton Glaser condensa la<br />

esencia de este aprendizaje.<br />

ILUSTRACIÓN: EDMAR ARANO, FOLIO-DGR ILUSTRACIÓN: EDMAR ARANO, FOLIO-DGR IMAGEN ARIEL CHUQUIMIA<br />

26 www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19


La duda es mejor que la certeza<br />

Milton Glaser<br />

(Tomado de: Diez cosas que he aprendido)<br />

Todo el mundo habla siempre de lo importante que es<br />

tener seguridad en lo que haces. Recuerdo que una vez, en<br />

una clase de yoga, el profesor dijo que, espiritualmente<br />

hablando, si en algún momento llegas<br />

a creer que has alcanzado la iluminación,<br />

lo único que has alcanzado es tu<br />

limitación. Creo que eso también es<br />

cierto en un sentido práctico. Hay<br />

creencias de todo tipo profundamente<br />

arraigadas que nos impiden<br />

permanecer abiertos a experiencias,<br />

razón por la cual encuentro muy<br />

cuestionable cualquier posicionamiento<br />

ideológico monolítico. Me<br />

pongo nervioso cuando alguien cree<br />

demasiado en algo o con demasiada<br />

fe. Considero que es esencial ser<br />

escéptico y cuestionar cualquier<br />

creencia hondamente arraigada. Por<br />

supuesto hay que saber distinguir el<br />

esceptisismo del cinismo, porque el<br />

cinismo supone una limitación de<br />

nuestra apertura hacia el mundo tan<br />

grande como el dogmatismo apasionado.<br />

Son una suerte de hermanos<br />

gemelos. Y además, en el terreno<br />

práctico, ser capaz de solventar un<br />

problema es más importante que estar en lo cierto o tener<br />

razón. En ese sentido, es significativo que exista tanta<br />

mojigatería autocomplaciente en el mundo del arte y del<br />

diseño. Puede que el proceso comience en el colegio o la<br />

facultad. Las escuelas de arte siempre empiezan ensalzando<br />

el típico modelo Ayn Rand de la personalidad carismática<br />

que se opone a las ideas de la cultura que le rodea.<br />

La teoría de la vanguardia es que tú, como individuo,<br />

puedes transformar el mundo. Esto es verdad sólo hasta<br />

cierto punto. Y uno de los síntomas de un ego dañado es<br />

creerse en posesión de una certeza absoluta.<br />

Las escuelas de arte y diseño alientan la idea de no comprometerte<br />

o arriesgarte y de defender tu trabajo por todos<br />

los medios. Bien, pues la cuestión clave en el trabajo suele<br />

girar precisamente en torno a la naturaleza<br />

del compromiso. Tienes que<br />

saber qué es lo que estás comprometiendo.<br />

Perseguir ciegamente tus<br />

propios intereses y excluir la posibilidad<br />

de que otros puedan tener razón<br />

conlleva obviar el hecho de que en<br />

diseño siempre se trabaja con una<br />

triada: el cliente, el público y tú.<br />

Lo ideal sería lograr, mediante<br />

acuerdos, que todos ganasen. Pero la<br />

mojigatería y la autocomplacencia<br />

suelen impedirlo. Estos rasgos, junto<br />

con el narcisismo, suelen proceder de<br />

algún trauma infantil (en el que no<br />

hace falta que profundicemos). Se<br />

trata de una dificultad que emerge<br />

constantemente en las relaciones<br />

humanas. Hace algunos años, leí algo<br />

muy reseñable sobre el amor que<br />

también puede aplicarse a la convivencia<br />

con los demás. Era una cita de<br />

Iris Murdoch que aparecía en el obituario<br />

que le dedicó The New York Times: “El amor es la<br />

comprensión extremadamente difícil de que realmente<br />

existe algo aparte de uno mismo”. ¿No es fantástico? Es la<br />

mejor reflexión imaginable sobre la cuestión del amor.<br />

IMAGEN JOSEFINA ROJAS IMAGEN MARCOS LUNA IMAGEN ADIBA ROJAS<br />

DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19<br />

www. p a g i n a s i e te. b o 27


ZONA A LA CARTA<br />

Marcela Araúz Marañón<br />

Fiesta en cada bocado<br />

Bocados de cada fiesta<br />

No se puede entender la raíz del festejo<br />

sin comida. Es el clímax. Es el rostro de<br />

la euforia y la celebración. Pero no se<br />

trasgreden fechas: hay platillos y<br />

sabores identificados, relacionados de<br />

manera casi inmediata e instintiva.<br />

Hay sabores para cada fiesta.<br />

Lechón: borrón y cuenta nueva<br />

El lechón es la entrada con paso marcial a los años que<br />

comienzan, es el platillo infaltable, cual cábala entre el 31 de<br />

diciembre y el 1 de enero. El lechón es lo más parecido al matrimonio:<br />

precisa generosas porciones de carne que deben ser<br />

sabiamente sazonadas. No es barato, requiere esfuerzo y, para<br />

colmo, engorda. Cual matrimonio, no queda duda.<br />

El lugar de origen no lo tengo claro, ya que se lo disputan<br />

los valles y La Paz, pero para mí es el purgatorio, punto intermedio<br />

entre el cielo y el fuego, donde se fiscalizan los pecados<br />

aunque exista el beneficio de la duda de que tal vez te salves.<br />

Algo así como: “sí, pequé y ¡qué puts!”.<br />

Porque al comer lechón es ineludible el parecer que<br />

pecamos de gula, que nos importa un bledo la hambruna en<br />

Uganda. Vale la pena el esfuerzo por hornear menos de 10 kilos<br />

de lomo de chancho, costillitas cuentan, y ojo con no trozar<br />

antes de la cocción. Además, en horno rústico. Mientras<br />

más rústico o de barro, mejor. ¿Por qué?<br />

No sé, deduzco que es por el halo<br />

ahumado que deja en el paladar.<br />

La cita con el porcino<br />

comienza noche antes de<br />

su cocción; se lo<br />

sumerge en condimentos<br />

a gusto, se lo<br />

deja reposando.<br />

Algunas cocineras<br />

le añaden cerveza<br />

y lo untan en colorante,<br />

que en<br />

ciertos casos da<br />

puntos extras a la<br />

sazón.<br />

El tiempo en el<br />

horno depende de la<br />

cantidad ,<br />

por 10 kilos de<br />

carne se necesita<br />

unas cinco horas más o<br />

menos, saquen cuentas. El laburo<br />

radica en no quitarle el ojo de encima, velar su<br />

color, sus jugos, esos con los que se lo unta de tanto en tanto<br />

para que no se seque; que el cuero esté crujiente –lo que varía<br />

según su grosor y cercanía al fuego–y que la carne no esté<br />

cruda. Es como un hijo.<br />

Tras meter la carne al horno se prepara el choclo, la ensalada<br />

y la amalgama horneada de tubérculos: papa, camote y<br />

oca, redundancia gastronómica que homenajea a la angioplastía.<br />

Aquí se vino a morir, señores, hagámoslo con estilo. Y claro,<br />

con llajua.<br />

A mi familia nunca le salió<br />

menos de 300 bolivianos.<br />

Cinco per-<br />

28 www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 3 DE FEBRERO 05|19


muchos como yo, “humano, demasiado humano”, la carne es<br />

pa z .<br />

La picana es una sopa contundente como pocas, ¡llega a<br />

tener hasta cuatro carnes! Vaca, pollo, cordero y chancho. A<br />

partir de ellas, se hacen las variaciones a gusto. En casa la preparamos<br />

–en realidad, mi mami la prepara–con tres carnes<br />

desde que mi “ab u e”murió, que solía incluir cordero, que carga<br />

mucho colesterol. Lleva verduras y tubérculos, choclo infaltable<br />

y vino tinto... Mucho vino.<br />

El asunto de la picana está en la función de reunir. Hay un<br />

esfuerzo denodado en esta juntucha de texturas, una maestría<br />

no dicha: la unión de las familias alrededor del plato más<br />

grosero del año. Maestría y varias horas de cocción. Nadie dijo<br />

que el amor es fácil.<br />

s o n a s<br />

somos, quienes<br />

además queremos<br />

k oñichi (recale ntado).<br />

El lechón es la razón del “e stoy<br />

l leno”, es la ficción de bonanza, de buena<br />

fortuna. Con lechón pareciera que no hay kenche río que joda la<br />

vida. Cada bocado parece decir “Todo va a estar bien”.<br />

Picana navideña: exceso made in Bolivia<br />

La cumbre del exceso llega con el nacimiento del Redentor:<br />

la picana navideña fecundada en Bolivia atenta, paradójicamente,<br />

con al menos tres de los pecados capitales.<br />

Y esto se le debe desear en Navidad a toda buena persona:<br />

carne, mucha carne, como la tengo yo, como la tengo en él,<br />

como la tiene el plato de picana<br />

hecha por mi vieja.<br />

Porque para<br />

Oruro: cabecitas y carnaval<br />

Sólo en Bolivia un diminutivo podía bautizar un platillo en<br />

el que las hilachas de carne son desprendidas poco a poco de la<br />

osamenta de la cabeza de un animal, cocida con pelos y todo.<br />

Pues como la diablada, en Oruro es infaltable en el Carnaval<br />

or ureño.<br />

La escasa carne que recubre la cabeza es sabrosa gracias a<br />

la prolongada cocción que requiere, porque esa parte es dura.<br />

Los simpatizantes de esta receta dicen que sus vísceras son<br />

sabrosas. Y son más quienes alaban los ojos. Los ojos. ¿Cómo<br />

alguien se puede morfar a un ser que lo mira, impávido, arrasar<br />

y dejarlo en despojos? Así, inerte, silente, sin protestar. Al<br />

tenerla servida frente a mí, sentí que esa mirada me indagab<br />

a .<br />

Esa mirada es como la de esos Cristos en el cuadro barato<br />

que suele estar en la habitación de los abuelos, o paradójicamente<br />

en los cuartuchos de los moteles más baratos. La<br />

mirada del mesías ornamental, para quienes no lo advirtieron,<br />

parece perseguir donde quiera que uno va. Ahí está.<br />

Eso pasa con la cabeza de cordero: su<br />

mirada conflictúa, no sé si reprocha la<br />

certeza de que la van a digerir. A<br />

veces conmueve. Animalito<br />

del Señor, tan hervido y de<br />

vísceras apetecibles y<br />

perturbadoras, con<br />

ojitos inquisidores<br />

y de alto valor<br />

nutritivo. Y su<br />

mirada, esa<br />

mirada, es el<br />

reflejo del alma.<br />

marcearauz .<br />

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@VisceralArauz<br />

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R E T R ATO<br />

Cecilia Lanza Lobo<br />

La tribu<br />

Como los vemos cada día, junto a nosotros<br />

o en nuestra memoria, como los<br />

tocamos y los abrazamos y hablamos<br />

con ellos y nos comparten sus sueños,<br />

sabemos que son uno más de nosot<br />

ro s .<br />

Los retratos de Ra s c a c i e l o s son retratos<br />

de lo mejor de nosotros. A veces<br />

son los ancianos de nuestra tribu encarnados<br />

en un enorme cuadro de rostros,<br />

de gestos, de afectos. Otras veces son<br />

más jóvenes, los jóvenes de la tribu.<br />

Los retratos de <strong>Rasca</strong>cielos nunca han<br />

pretendido convertirse en elegía de los<br />

héroes. Son, más bien, un diálogo<br />

íntimo con aquellos que en su andar<br />

han removido el camino, nos han mostrado<br />

cosas, nos han tocado de alguna<br />

o muchas maneras. No están todos los<br />

que son, por supuesto, porque afortunadamente<br />

son muchos más y esperamos<br />

convocarlos, poco a poco, uno a<br />

uno.<br />

Este primer año han sido ellos los personajes<br />

fundamentales de este relato<br />

interminable de la vida boliviana. Son<br />

ellos a quienes <strong>Rasca</strong>cielos ha elegido<br />

para entrañarlos.<br />

FOTOGRAFÍAS DE CECILIA FERNÁNDEZ, ALEJANDRA<br />

REZNICEK, FREDDY BARRAGÁN, ROBERTO LANZA,<br />

PATRICIO CROOKER, NOAH FRIEDMAN, JOSÉ MARÍA<br />

CRIALES, VÍCTOR GUTIÉRREZ Y ARCHIVOS FAMILIARES.<br />

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CARTELER A<br />

Ojo al parche<br />

Adrián Nieve<br />

Se viene el estallido<br />

LOS ANIVERSARIOS no deberían ser un momento dedicado<br />

al pasado, al palmeo en la espalda, al “la logramos,<br />

c h e”,“fue duro pero se logró llegar”,“se sufre pero se<br />

apre nde”. No. Cualquier tipo de aniversario debería ser la<br />

oportunidad de mirar a todas partes menos al pasado. No<br />

hay que olvidar que el presente nunca muere y el futuro<br />

siempre está llegando.<br />

Hoy voy a ser un muy mal crítico. O sea, no me degradaré a<br />

decir que odio todo, siempre desde lo personal, sin perspectiva<br />

alguna; tampoco escribiré sandeces en tono jocoso, aprovechando<br />

cada párrafo para presumir todo lo que vi (o leí), mientras<br />

tiro basura. No, no seré ninguna de esas horribles personas.<br />

Seré mal crítico porque me dedicaré a hablar de lo que no<br />

he visto. Porque esta será una cartelera que especula acerca de<br />

filmes y series que se estrenarán en 2019 y porque espero lo que<br />

espero. Si ya llegamos hasta acá, empecemos a mirar hasta<br />

dónde podemos llegar, pensemos qué es lo que viene y cómo<br />

prepararnos para ello.<br />

Voy a empezar hablando de lo obvio: Game of Thrones<br />

( 20 11 –2019, David Benioff, D.B. Weiss. Acción, Drama). Una<br />

buena parte de los fanáticos están enojados con la notable<br />

bajada de calidad en la serie, otros están alucinados con todo<br />

lo que está pasando en la historia, una minoría decidieron<br />

abandonarla para no arruinarse los libros y el resto verán cada<br />

episodio en su domingo de estreno para que no se les arruine<br />

todo con el Facebook lleno de spoile rs. Sea como sea, todos<br />

están hablando de esta serie.<br />

Va a ser fuerte. Soy de los que piensa que los creadores se<br />

guardaron todo lo mejor para el final y que por eso la última<br />

temporada estuvo tan…pobre, en comparación a las anteriores.<br />

Entonces nos esperan varios minutos de drama,<br />

emoción y suspenso mientras luchamos por conseguir un<br />

lugar para ver los episodios el día de estreno, con una especie<br />

de masoquismo, pues entraremos con la uñas comidas y saldremos<br />

con los ojos rojos mientras nos enteramos cuál será<br />

el destino de los Stark, de Jamie Lannister, de Tyrion y, por<br />

supuesto, (inserte aquí nombre de su personaje de GoT favor<br />

ito).<br />

6 pelis que ya quiero que se estrenen<br />

1CAPTAIN MARVEL.2019, Anne Boden. Superhéroes.<br />

¿Caerá bien la genial Brie Larson? ¿O será víctima de la<br />

marejada de fanáticos que consideran que el mundo debe<br />

seguir siendo macho? Sea como sea, vean la película, no sus<br />

ideologías (porfis).<br />

Game of Thrones<br />

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2UNDER THE SILVER LAKE. 2019, David Robert Mitchell.<br />

Suspenso. Algo tienen los detectives casuales que<br />

me fascina y esta película promete por la trama, el elenco y el<br />

director, que ya antes nos trajo ese películon llamado It follows<br />

( 2014 ).<br />

3THE BEACH BUM. 2019, Harmony Korine. Comedia. El<br />

Harmony tiene un humor extraño e historias locas.<br />

Quiero ver cómo ha evolucionado su visión. Bonus: Matthew<br />

McConaughey y Jonah Hill. SNM.<br />

4KNIVES OUT. 2019, Rian Johnson. Suspenso. Le llovió<br />

mucha basura al pobre Rian por The Last Jedi (2018), que<br />

efectivamente es una película fallada pero de excelentes<br />

intenciones. Y como de intenciones no vive la gente, esperemos<br />

que acá brille por lo capo que es.<br />

5JOKER. 2019, Todd Phillips. Drama, suspenso. No confío<br />

en el director (aunque tiene momentos en que es brillante),<br />

no me importa quién es el productor (aunque sea excelente).<br />

En el que confío es en el actor: Joaquin Phoenix. Y solo<br />

por eso estoy emocionado.<br />

6ONCE UPON A TIME IN HOLLYWOOD. 2019,<br />

Quentin Tarantino. El bueno de Quentin es de los que<br />

cuando no es genial, es divertido. Con el elenco que se gasta y<br />

Charles Manson involucrado, pues, la cinta promete.<br />

6 series que veré en un solo día<br />

1H A P PY !. 2017–, Grant Morrison, Brian Taylor. Acción. El<br />

buen Grant hizo un genial salto de los cómics a la pantalla<br />

chica. La serie es mala ondera, divertida, mística y chistosa.<br />

Quiero ver a dónde puede llegar.<br />

2RICK AND MORTY. 2013–, Justin Roiland, Dan<br />

Harmon. Comedia. Otra bastante obvia. Los creadores<br />

no tienen prisa en hacer cada temporada pues quieren hacerlo<br />

bien, así que hay que apreciar todo lo que va llegando.<br />

3UMBRELLA ACADEMY. 2019–, Jeremy Slater. Superhérores.<br />

Basada en un cómic escrito por el cantante de My<br />

Chemical Romance, llega una serie que promete darle un<br />

nuevo aire al género de superheroes. Pero seamos sinceros, ya<br />

los atrapé con “cantante de My Chemical Romance.”<br />

4TRUE DETECTIVE.20 14 –, Nic Pizzolato. Suspenso. La<br />

uno fue brillante, la dos fue interesante en sus propios<br />

términos. La tres tiene mucho por hacer. Y eso la hace más prometedora.<br />

5<br />

¡SAMANTHA!. 2018 –, Felipe Braga. Comedia. La mala<br />

onda representada de la manera más divertida. Quiero<br />

seguir viendo qué sucede con el ser horrible que protagoniza<br />

esta chistosísima serie.<br />

6PEAKY BLINDERS. 2013 –, Steven Knight. Drama.<br />

Cillian Murphy, Tom Hardy, Adrien Brody, Sam Neil y,<br />

este año, Anya Taylor–Joy. Eso tengo que verlo.<br />

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Rick k and Morty<br />

J o ke r<br />

Peaky blinders<br />

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