De lengua me como un taco

Sir Pepe
- Buenos tardes don Pepe ¿Cómo ha estado?
- Ahí vamos ¿ya le toca su corte? Pásele, siéntese.
- Gracias, Don Pepe.
- ¿Qué desea que le haga esta vez?
Lee con atención el siguiente diálogo.
- Quiero que me corte el pelo solo en las orillas.
- mmm ¿Quiere que le despunte atrás?
- No, atrás está bien.
- Cuénteme ¿cómo va la chamba?
- Pues, más o menos, ha estado muy baja. Ojalá que
mejore el próximo mes con las fiestas de noviembre.
- Sí, a todos nos conviene que haya trabajo. Y, la
verdad es que he pensado en cerrar mi negocio.
- ¿Cómo cree? Escuché que quería cerrar, pero, la
verdad es que pensé que era un chisme.
- ja ja. Rápido viaja la información. Pues eso estoy
pensando, pero vamos a ver cómo nos va este mes. La
verdad no sé qué hacer para que cambie mi situación.
- Pues, no quiero ser metiche, pero pienso que no
debería cerrarlo, usted es muy talentoso. Además, a
los vecinos nos gusta mucho que usted trabaje en el
barrio. Le recomiendo que anuncie más la peluquería.
Tal vez debería intentar hacer un feis.
- Ah no, ya estoy un poco viejo para eso. No creo
que esa sea la mejor idea. No entiendo nada de eso.
- ja ja ja. No diga eso don Pepe. Si quiere yo podría
echarle la mano. No es tan difícil. De hecho, usted mismo
podría manejar la página. Solamente necesitamos que
alguien tome fotos del lugar. Que tome buenas fotos
para que las antigüedades que tiene se vean más
viejas de lo que están. Ja ja
- Ja ja ja. Pues, no se oye tan mal ¡eh! Pero no quiero
molestarle.
- No se preocupe, no es nada. Me encantaría
ayudarle. Le sugiero que piense en otras ideas. Es
importante que resalte el lugar. Y, además, pienso que
a la gente le gustará que usted siga ofreciendo sus
servicios.
- Gracias. En verdad agradezco que me eche la
mano. Lo consultaré con la almohada … Bueno… ya
casi está listo. Voy a cortar un poquito más aquí y ¡listo!
¿cómo ve? ¿le gusta?
-Sí, perfecto. ¿Cuánto le debo?
- 80 pesos.
- Aquí tiene, Gracias.
- De nada.
- Entonces Don Pepe, paso más tarde para que
platiquemos mejor sobre su negocio.
- Claro que sí. Sólo no quiero quitarle su tiempo.
- No se preocupe, si tengo la oportunidad de ayudarle con gusto lo haré ¡Nos vemos al rato!
- ¡Sale, nos vemos!
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