Pequeños escritores. Nuestros primeros cuentos.

dijo que quería irse, pero todos le dijeron que se fuera sola; pero ella no quería, así que decidió
quedarse.
Empezaron a avanzar hacia delante y de repente, se quedaron inmóviles al ver un punto verde
en el techo del pasillo. Renata dijo que no sería nada, que podría ser una mancha de pintura o
algo por el estilo.
Al llegar al final del pasillo vieron una puerta; con una mano llena de sangre, pero Hugo insistió
en entrar. Iba a girar el pomo cuando… ! Escuchó un ruido de un cuchillo afilándose. Todos se
asustaron. Cuando estaban dudando en irse o en quedarse, vieron una sombra de una mujer
afilando el cuchillo y todos empezaron a correr hacia la puerta. Llegaron a la puerta, pero no
abría y se empezó a oír una voz diciendo: Niños, venid a jugar conmigo. Todos se pusieron a
chillar como locos, así que, de tanto empujar y empujar, Ernesto abrió la puerta y comenzaron
a correr hacia el centro del pueblo.
Fueron a contárselo a sus padres pero no les creían. Les dijeron que fuesen a comprobarlo y
cuando fueron la casa había desaparecido. Los niños no se lo creían, así que no sabían cómo
reaccionar a esta situación. Empezaron a creer que era un sueño, pero todos a la vez y
justamente el mismo era totalmente imposible. Llegaron a un acuerdo: investigar si había
ocurrido en otros pueblos o ciudades y, sobre todo, comprobar si al año siguiente volvía a
ocurrir lo mismo.
CONTINUARÁ…
Por Neus Sánchez Tejero
Pequeños escritores de Sexto A.
Nuestros primeros cuentos
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