Pequeños escritores. Nuestros primeros cuentos.
Cuentos breves escritos por los alumnos de Sexto A del C.E.I.P. Virgen de Olmacedo de Ólvega (Soria) en el curso 2019/2020.
Cuentos breves escritos por los alumnos de Sexto A del C.E.I.P. Virgen de Olmacedo de Ólvega (Soria) en el curso 2019/2020.
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EL BARRIO TENEBROSO<br />
Había una vez un grupo de amigos : Carlos, Lucía, Manuela, Ariadna y Enzo.<br />
Horas después de tocar los timbres de todas las casas del barrio, decidieron adentrarse en el<br />
barrio prohibido en el que decían que una vez entras ya no salías. Enzo, que era el más<br />
valiente, le dijo a sus amigos que todo eso eran mentiras, que solo lo decían para que nadie<br />
les molestara la noche de Halloween. Ni timbres, ni niños molestos, solamente poder bañarse<br />
tranquilamente y relajarse mientras los demás se fastidiaban perdiendo tiempo en comprar<br />
chuches. Manuela, que estaba coladita por él, decidió convencer a los demás diciendo que era<br />
verdad que no pasaba nada por entrar y que tampoco se los iban a comer los hombres lobos.<br />
Pero Lucía, que tenía gran interés, le dijo:<br />
• Que estés coladita por él no significa que siempre tenga la razón.<br />
Manuela suspiró y dijo:<br />
• ¿Y qué quieres?, ¿que entremos?<br />
• Pues sí, le contestó Lucía.<br />
Entonces decidieron entrar. Era todo oscuro y no se veía a nadie, se escuchaban todos los<br />
televisores y todas las luces estaban encendidas y eran de color rojo. Entre casa y casa había<br />
callejones muy oscuros con contenedores y gatos rondando.<br />
Todos estaban muy asustados y no sabían qué hacer, así que decidieron irse antes de que<br />
pasara algo aún más extraño. Pero cuando se dieron la vuelta se fueron apagando los<br />
televisores y las luces de las casas. Estaban muy asustados y, como de costumbre, Manuela<br />
abrazaba a Enzo mientras él andaba hacia atrás para despegarla. En ese momento pisó algo:<br />
era como un moco gigante. Todos echaron a correr, pero un hombre mayor se paró delante de<br />
ellos. Estaban muy asustados, hasta que Ariadna, que le gusta ser amable con todo el mundo,<br />
le preguntó qué en qué podíamos ayudarle. Él se metió la mano en el bolsillo y sacó una llave.<br />
Los llevó a un refugio de animales y los encerró. Ellos no sabían qué hacer hasta que Carlos<br />
vio una llave en una estantería vieja y con polvo.<br />
Aitor que era literalmente como un palillo logró salir. Intentaba coger la llave y sin querer tiró<br />
una jarra de cerámica. Rápidamente cogió la llave, les abrió y se fueron corriendo del barrio a<br />
la vez que se prometieron entre ellos que nunca jamás volverían a entrar.<br />
Por Cecilia Calvo Villar<br />
<strong>Pequeños</strong> <strong>escritores</strong> de Sexto A.<br />
<strong>Nuestros</strong> <strong>primeros</strong> <strong>cuentos</strong><br />
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