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Toxicología del cannabis

En comparación con otras drogas de abuso

Según el estudio “Desarrollo de una

escala racional para evaluar el daño de

drogas de abuso” publicado en 2007 por

The Lancet, el cannabis se encuentra

número 11 en la lista de 20 sustancias,

bastante detrás del alcohol, situado en el

puesto 5, o el tabaco en el 7. La heroína y

el crack/cocaína encabezan la lista en

primer y segundo puesto. Esta escala

divide el daño potencial en físico a corto

y a largo plazo, el potencial de dependencia,

psíquico o físico, o el daño social

y los costos en salud. El estudio aclara

“que en algunos casos, los daños causados

por una droga en particular puede

no ser completamente aislado de

factores asociados con un uso o estilo

particular. Por ejemplo el cannabis es

comúnmente fumado como mezcla con

tabaco, que puede haber elevado los

valores de daño físico y dependencia

entre otros”. Aún con el sesgo del daño

producido por el tabaco, cuyo uso

crónico produce una disminución

de la expectativa de vida de 10 años, 28

el consumo de cannabis mantiene en

esta clasificación un bajo nivel de

peligrosidad. El estudio del 2010

publicado también en The Lancet “Daño

por drogas en UK: análisis de decisión

multicriterio” concluye que “el alcohol

es una droga extremadamente dañina,

tanto para el usuario como para la sociedad,

calificando al máximo en ambas,

siendo la droga más dañina.

Incluso en términos sólo de toxicidad,

en razón de su seguridad, el alcohol es

más letal que muchas drogas ilícitas,

como el cannabis(…) Nuestro trabajo

coincide con los trabajos previos, confirmando

que la presente clasificación de

drogas tiene poca relación con la

evidencia de daño.

También concuerda con la conclusión

de reportes previos de expertos, en que

la intervención agresiva del consumo de

alcohol es una válida y necesaria estrategia

de salud pública”.

Incluso evaluando que la ilegalidad de

las sustancias aumentaría el daño social

devenido de su consumo, y esto aumentaría

el score para las drogas ilegales, es

claro hoy que el consumo de cannabis es

más seguro que el de otras drogas en

relación a los riesgos para la salud.

En Argentina un 7% de la población

entre 16 y 65 años la utiliza, y alrededor

de un 5% de esos consumidores desarrolla

un consumo problemático. El tabaco

tiene una prevalencia de uso de alrededor

de 50% y el alcohol de 75%, con un

30% y 15% respectivamente de consumo

problemático, es decir un potencial

adictivo notablemente mayor.

El tabaco produce más de 42.000 muertes

anuales en Argentina y el alcohol

8.000 por los efectos directos sobre el

organismo. En el caso del alcohol debe

sumarse su incidencia de alrededor de

un 50% en las fatalidades por accidentes

automovilísticos (7500 muertes al año en

Argentina), y un involucramiento en el

60% de los homicidios. Si la marihuana

tuviera la misma toxicidad que el alcohol,

morirían en Argentina 800 personas al

año por su efecto directo, y si fuera

similar al tabaco, unas 6.000. No existe

ninguna muerte por intoxicación aguda

o crónica en la historia de la medicina

atribuible únicamente al cannabis.

El índice terapéutico de las preparaciones

de cannabis es extremadamente alto

comparado con otras drogas farmacéuticas

o recreativas. El índice terapéutico o

margen de seguridad indica las veces

que hay que aumentar la dosis efectiva

en el 50% de los animales de estudio

(DE50), para producir la muerte en el

50% de los mismos (DL50).

La dosis letal, obtenida sólo en ratones,

se eleva a medida que subimos en el

árbol filogenético, sugiriendo por

extrapolación que la dosis letal en humanos

no se puede alcanzar inhalando o

ingiriendo cannabinoides botánicos, ya

que por estas vías el proceso de absorción

se va solapando con la distribución,

el metabolismo y la excreción. La vía que

permite administrar más cantidad de

compuesto es la oral, no pudiéndose

lograr una dosis letal incluso administrando

cantidades máximas.

Drogas comúnmente usadas como el

alcohol, el paracetamol o la cafeína,

tienen márgenes de 1 a 10, 1 a 33 y 1 a 45

respectivamente; es decir, el consumo de

alcohol en un lapso de una hora, de una

dosis diez veces mayor a la efectiva,

puede producir la muerte.

El cannabis, como cualquier sustancia psicoactiva, obedece al concepto griego de phármakon,

veneno o medicina dependiendo de la dosis. Su toxicidad es muy baja comparada con otras

sustancias de abuso, legales o ilegales. Se pueden desarrollar patrones de uso problemático

y de adicción, pero es baja la proporción de consumidores que los desarrolla, y los daños

potenciales son mucho menos graves que los asociados con el alcohol o el tabaco.

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