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Doña María salió triste de la iglesia, con un presentimiento extraño,
como si le fuera a pasar algo a su nieta.
Al llegar a la casa, doña María se dirige al cuarto de su nieta, ella
le pregunta:
-¿Cómo te sientes mi niña? -Pero no le contesta.
La anciana, atemorizada, la coge de la mano y la siente un poco
fría, pues la niña ya estaba muerta, doña María suelta en llanto
por lo sucedido y mira una carta en la cual decía: “Abuela, vino
un señor hermoso, de vestimenta blanca y me dijo que era hora
de partir, pero que no te preocuparas porque no ibas a quedar
sola, pues este mismo señor estaría contigo”.
Doña María sintió un gran vacío por la muerte de su nieta y a la
vez se sentía tranquila, porque su niña ya no podría sufrir más,
desde ese momento la anciana decidió ir a la misma iglesia en la
que había hecho la petición y así Dios obró en ella.
Una ninfa enamorada
(Brenda Vargas)
Él era el tipo de idiota encantador y también embaucador con
el que te gustaría cruzarte para darle una lección. Los humanos
pueden ser tan tontos y miserables, pero debo admitir que me
encantó desde que lo vi.
―Mucho gusto, soy bla bla bla bla bla ―sí, me perdí, horriblemente
me perdí, jamás me había acercado tanto, pero, para ahí,
esa presentación no fue para mí, él no podía verme a menos que
yo dejara que lo hiciera.
No se me estrese, ya sabemos cómo el hombre ha contado nuestras
historias desde hace miles de años, como ha encontrado en
las ninfas algo más que una belleza sublime y nos ha convertido
a eso que eleva su sexualidad, y ya me cansé de ello.
Me había convertido casi que en la típica humana, aun siendo
ninfa: desadaptada, aburrida y hasta depresiva, ya no quería seguir
siendo vista del mismo modo por todos, el sentido se pierde
cuando sabes lo fácil que es que te amen o finjan amarte por
disque, nuestra mayor virtud, la belleza.
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Él venía cada fin de semana, esos aires bélicos y tan sin sentido
me hacían sudar, bueno, realmente no sudamos, pero es una
naturalidad humana que he visto en los amantes que visitan mi
jardín, amantes locos y hasta bestiales, así que, lo adapté para
entenderme.