La voz del Fray 2.0, 8. 05/2020

VERBA: CREACIÓN LITERARIA
¡Ay! -pensé-. ¡Cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma!
I
A veces nos suceden cosas que difícilmente podemos explicar. El tiempo pasa, demasiado rápido, mientras la vida
se va acabando como un soplido de viento en pleno otoño.
Tenemos la costumbre de prometernos a nosotros mismos cosas que en el fondo sabemos que no vamos a cumplir,
por ejemplo, ser felices toda la vida. Demasiadas cosas insignificantes que acaban convirtiéndose en un cúmulo
de situaciones inaccesibles.
En algún momento, todos hemos tenido un pensamiento, pero no uno cualquiera. Ese pensamiento que cuando
cubre cada milímetro de nuestra mente parece imposible. Soñamos innumerables cosas a lo largo de nuestro paso
por este mundo arcaico y a la vez subjetivo. Cantidad de sentimientos que no somos capaces de explicar, ni siquiera
con el transcurso de los años. Esto es a lo que estamos acostumbrados. A preocuparnos por cómo saldrá,
sin importar el presente. Es difícil creer que vivamos anclados en un pasado que no tiene futuro, pero que a su vez
vivimos en él. Puede parecer extraño, pero ¿y el presente? Este presente. El aquí y el ahora. El ahora o nunca...
No es importante. La humanidad lo ve como algo insignificante.
Dejamos de vivir. Si pensamos en lo que pasará sin disfrutar el ahora, no es vivir. No estamos vivos, claro que no.
Estamos muertos. Tan muertos que no sabemos valorar lo que verdaderamente es importante. Auténticos cadáveres.
Muertos en vida, vagados por la desesperación de encontrar algo que nos llene cuando ya sea demasiado
tarde.
La vida es muy corta para eso, tan corta que las golondrinas han volado tantas veces sobre ti que ni te has dado
cuenta. Tan corta para ponerse a pensar en lo que pasará y lo que no. Para sentir algo más. Para hacerse ilusiones
con algo que no es coherente. Tan sumamente corta como para enamorarse...
Y así una vez más, muestro lo que muchos no saben explicar, el temor a ser tú en un mundo de hipócritas que no
saben ver lo bonito que es el ahora con ese tú que solo tú sabes ser. Porque para ser de nadie, sé de ti... Al fin y
al cabo, eres el único que va a estar ahí, viviendo ese presente contigo.
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