Kaikan N° 54 - Febrero 2011 - Asociación Peruano Japonesa
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ISSN 1 995-1086 | Año XVI Nº <strong>54</strong> <strong>Febrero</strong> <strong>2011</strong><br />
Centenario<br />
feliz<br />
La historia de vida<br />
de Tsuyo Toyama vstone<br />
<strong>Kaikan</strong> Zoom 1<br />
Revista de la Asociación <strong>Peruano</strong> <strong>Japonesa</strong>
2<br />
Zoom <strong>Kaikan</strong>
Estimados amigos<br />
Irasshaimase<br />
En nombre del Consejo<br />
Directivo 2010 – <strong>2011</strong> de la<br />
Asociación <strong>Peruano</strong> <strong>Japonesa</strong>,<br />
quiero agradecer a cada una de<br />
las personas e instituciones que<br />
colaboraron e hicieron posible<br />
que podamos cumplir las metas<br />
y objetivos propuestos en<br />
nuestra gestión.<br />
Próximamente, el 10 de<br />
marzo, asumirá funciones un<br />
nuevo Consejo Directivo, que<br />
estamos seguros continuará<br />
implementando mejoras y<br />
avances en nuestra institución,<br />
manteniendo su esencia e<br />
identidad.<br />
Ha sido un año de desafíos,<br />
que asumimos con total<br />
compromiso, y que culminamos<br />
con la satisfacción de las metas<br />
cumplidas. Tarea, por cierto,<br />
imposible sin el apoyo de todos<br />
los directivos y colaboradores<br />
de la APJ. A todos, ¡muchas<br />
gracias! Doomo arigatoo<br />
gozaimasu.<br />
Teodoro Tsuja Yara<br />
Presidente<br />
Asociación <strong>Peruano</strong> <strong>Japonesa</strong><br />
Historia centenaria y<br />
ejemplo de vida. La<br />
obaachan (abuela)<br />
Tsuyo Toyama, a<br />
sus cien años, sigue<br />
contagiando alegría.<br />
Foto: Álvaro Uematsu<br />
sumario<br />
<strong>Kaikan</strong> Zoom 3<br />
4<br />
INSTITUCIONAL<br />
El Policlínico<br />
<strong>Peruano</strong> Japonés<br />
cumple 30 años.<br />
18<br />
MATICES<br />
El centenario de la risueña<br />
y memoriosa obaachan<br />
Tsuyo Toyama.<br />
10<br />
PERSONAJE<br />
Carlos Carlín nos<br />
habla de su nueva<br />
aventura televisiva.<br />
Asociación <strong>Peruano</strong> <strong>Japonesa</strong><br />
Dirección: Centro Cultural <strong>Peruano</strong> Japonés, Av. Gregorio Escobedo 803,<br />
Residencial San Felipe, Jesús María, Lima 11 - Perú, Teléfonos: (511) 518-7450,<br />
518-7500, E-mail: info@apj.org.pe, Web: www.apj.org.pe<br />
<strong>Kaikan</strong> informativo N° <strong>54</strong> – febrero <strong>2011</strong><br />
Revista mensual de la Asociación <strong>Peruano</strong> <strong>Japonesa</strong> editada por el Departamento<br />
de Prensa e Imagen Corporativa, teléfono (51 1) 518 7450 anexos 1022, 1023,<br />
1061, e-mail: kaikan@apj.org.pe, web: www.apj.org.pe/kaikan.<br />
Director: Juan Antonio Adaniya Higa. Editora: Harumi Nako Fuentes.<br />
Coeditor: Enrique Higa Sakuda. Colaboradores en esta edición: Fernando Cid<br />
Lucas (España), Víctor Nishio Yasuoka, Enrique “Junior” Martínez<br />
Publicidad: Ana Shimabuko. Diseño y diagramación: Break Up.<br />
Impresión: Gráfica Lima. ISSN 1995-1086. Depósito Legal: 98-3235
4<br />
Institucional <strong>Kaikan</strong><br />
Policlínico<br />
<strong>Peruano</strong><br />
Japonés:<br />
Un reto iniciado hace<br />
30 años y que continúa<br />
siendo un desafío<br />
Contribuir al bienestar de la comunidad ha sido desde<br />
siempre uno de los objetivos de la Asociación <strong>Peruano</strong><br />
<strong>Japonesa</strong>. Por ello, crear un centro que permitiera ofrecer<br />
servicios de salud fue un sueño compartido por muchos y<br />
que animó la gestión del Policlínico hace tres décadas.
Desde que se forjara en 1977 la idea de<br />
su creación en el directorio Rijikai de los<br />
Consejeros de la Sociedad Central <strong>Japonesa</strong><br />
del Perú (hoy Asociación <strong>Peruano</strong> <strong>Japonesa</strong>),<br />
el Policlínico <strong>Peruano</strong> Japonés ha contado con el trabajo<br />
comprometido de directivos y médicos, el constante<br />
apoyo del Gobierno del Japón, así como de empresas e<br />
instituciones nacionales y extranjeras, y el significativo<br />
aporte de muchas personas. Todo este apoyo se ha<br />
materializado en una institución médica reconocida<br />
entre las mejores que existen en nuestro país.<br />
El 21 de marzo de 1981, tras un año de labor<br />
voluntaria de un grupo de médicos nisei en el Centro<br />
de Asistencia Social, se inaugura la primera etapa del<br />
Policlínico <strong>Peruano</strong> Japonés, que empieza su funcionamiento<br />
con una importante donación de equipos médicos<br />
por parte del gobierno de Japón.<br />
A partir de aquel día, el Policlínico no ha dejado<br />
de crecer y mejorar en sus servicios, siempre bajo la<br />
El Curso Internacional que<br />
organiza desde hace 20 años<br />
el Policlínico es una de las<br />
actividades imperdibles del<br />
calendario médico.<br />
premisa de contribuir con el bienestar de nuestra comunidad<br />
a través de un equipo de 205 médicos y 370<br />
colaboradores, entre personal administrativo, técnico,<br />
tecnólogo y asistencial, que da lo mejor de sí cada día.<br />
Servicios<br />
En estos 30 años el Policlínico ha ido creciendo, mejorando<br />
y diversificando sus servicios, superando con<br />
creces aquella cifra inicial de 20 pacientes diarios, realizando<br />
hoy en día, en promedio, 2.300 atenciones diarias.<br />
Así también, las cinco especialidades que ofrecía<br />
inicialmente se han multiplicado a 34, como Gastroenterología,<br />
Ginecología, Oftalmología, Otorrinolaringología,<br />
Cardiología, Neurología, Medicina Interna,<br />
Odontología, Neumología y Pediatría, entre otras.<br />
Parte importante de los servicios del Policlínico se<br />
realiza en el Centro Terapéutico, que brinda unas 100.0000<br />
atenciones anuales y cuenta con servicios de integración<br />
sensorial, terapias de aprendizaje y lenguaje, estimulación<br />
temprana, evaluaciones psicológicas y psicomotricidad<br />
para niños, gimnasio, laserterapia, fisioterapia.<br />
Asimismo, el Laboratorio Clínico atiende a 380 pacientes<br />
diarios y realiza 1.750 exámenes al día, se brindan<br />
además los servicios de Farmacia, Óptica y Ortopedia.<br />
Capacitación, investigación y docencia<br />
A fin de actualizar constantemente los conocimientos<br />
adquiridos y estar a la par de los avances tecnológicos<br />
<strong>Kaikan</strong> Institucional 5<br />
Shozo Kitsuta fue uno de los pioneros y gestores de la construcción e<br />
implementación del Policlínico. Junto con Elena Kohatsu y otros directivos<br />
de la APJ impulsó la concreción de este sueño.
6<br />
Institucional <strong>Kaikan</strong><br />
que benefician la labor médica, la Oficina de Capacitación,<br />
Investigación y Docencia del Policlínico organiza<br />
desde hace 20 años el reconocido Curso Internacional<br />
que reúne entre sus expositores a los más destacados<br />
médicos a nivel mundial.<br />
Con el apoyo de universidades del país, así como<br />
de instituciones, sociedades médicas, la industria farmacéutica<br />
y empresas de prestigio, este curso cuenta<br />
con 900 asistentes en promedio, y ya es parte de la<br />
agenda de capacitación para médicos y estudiantes de<br />
medicina, que encuentran innovadoras propuestas y<br />
avances en la medicina.<br />
Labor social: el amor nos lleva al servicio<br />
Como parte de este compromiso, además de la propia<br />
labor brindada a través de un servicio de calidad, el Policlínico<br />
realiza periódicamente campañas, despistajes<br />
gratuitos, exámenes médicos en colegios e instituciones<br />
y charlas, con el valioso apoyo voluntario de los<br />
médicos del Policlínico y los equipos de última generación<br />
que los ayudan en su labor.<br />
Un reto hecho realidad paso a paso<br />
1980<br />
El 10 de abril el embajador del Japón, Hiroshi Nagasaki<br />
y su esposa, Kiyoko Nagasaki, colocaron la<br />
primera piedra del Policlínico.<br />
Local central<br />
El Policlínico realiza<br />
diariamente 2.300 atenciones.<br />
Centro Terapéutico<br />
Ubicado a 200m del Policlínico<br />
e inaugurado en 1990, realiza<br />
anualmente 100.000 atenciones.<br />
1981<br />
El 21 de marzo se inaugura el Policlínico <strong>Peruano</strong><br />
Japonés teniendo como padrinos al ministro de<br />
Salud, Uriel García y a Kiyoko Nagasaki, esposa del<br />
embajador japonés. El local contaba con cuatro<br />
consultorios equipados con los equipos médicos<br />
donados por el Gobierno del Japón.
1982<br />
El 12 de junio se inaugura la segunda etapa del Policlínico,<br />
gracias al aporte de importantes firmas japonesas<br />
y la colaboración de la colectividad nikkei.<br />
Apadrinaron el acto el embajador del Japón Eijiro<br />
Noda y su esposa Masako de Noda.<br />
<strong>Kaikan</strong> Institucional 7<br />
El Policlínico, hoy<br />
Laboratorio<br />
Construido gracias a la Fundación<br />
Sasagawa en un área de 584 m²,<br />
recibe 380 pacientes diarios y realiza<br />
1.750 exámenes al día.<br />
1986<br />
Se culmina la tercera etapa del Policlínico gracias a<br />
la valiosa colaboración de Ryoichi Sasagawa, presidente<br />
de The Japan Shipbuilding Industry Foundation.
8<br />
Institucional Actualidad <strong>Kaikan</strong><br />
PlanEtario MUtsUMi ishitsUka, El MEjor sitio Para vEr las EstrEllas<br />
La piel del cielo
En Lima el cielo se ve mejor desde el<br />
distrito de Ate. Ahí se encuentra el<br />
Planetario Nacional <strong>Peruano</strong> Japonés<br />
Mutsumi Ishitsuka.<br />
Inaugurado en 2008, el planetario recrea<br />
el cielo a través de un domo de 7,5 m de<br />
diámetro que permite observar 3.500 estrellas,<br />
eclipses, fases de la luna y galaxias, entre<br />
otras maravillas que regala el firmamento.<br />
Su público objetivo son los niños y<br />
jóvenes. Delegaciones de colegios lo visitan<br />
asiduamente. El ingeniero Antonio Dalmau,<br />
encargado del planetario, explica que su<br />
meta no es que los menores necesariamente<br />
se conviertan en astrónomos, sino inculcarles<br />
la afición por la naturaleza y la ciencia.<br />
La experiencia para los niños es aleccionadora,<br />
pues contemplan las estrellas<br />
como pocas veces se puede en Lima. Además,<br />
se divierten con las figuras que forman<br />
las constelaciones.<br />
El planetario, el único que funciona de<br />
manera perenne en Lima, es un espacio para<br />
que los peruanos disfruten de un espectáculo<br />
astronómico que les ofrece ciencia, cultura<br />
y entretenimiento.<br />
¿Sabías que?<br />
<strong>Kaikan</strong> Actualidad 9<br />
El planetario fue implementado gracias a una donación<br />
del gobierno de japón y lleva el nombre del astrónomo<br />
japonés Mutsumi ishitsuka, radicado en nuestro país<br />
hace más de 50 años.<br />
junto con su hijo, josé ishitsuka, Doctor en astronomía,<br />
realizan investigaciones en radioastronomía.<br />
Para ir…<br />
Fotos: Fernando Yeogusuku<br />
El Planetario está ubicado en las instalaciones del<br />
instituto Geofísico del Perú: calle Badajoz 169,<br />
Mayorazgo, ate.<br />
Está abierto de lunes a viernes, de 9 a. m. a 5 p. m., para<br />
colegios y grupos grandes (previa reserva). los sábados<br />
y domingos, de 10 a 6, atiende al público en general.<br />
la entrada cuesta 8 soles para adultos, 6 para<br />
estudiantes universitarios y 4 para niños. las personas<br />
mayores de 65 años no pagan.<br />
Mayor información: teléfono: 317-2323.<br />
sitio web: http://planetario.igp.gob.pe/<br />
Foto: Archivo <strong>Kaikan</strong>
10<br />
Personaje <strong>Kaikan</strong><br />
Carlos Carlín no sE la CrEE y MantiEnE los PiEs soBrE la tiErra<br />
“Tener un<br />
programa de<br />
televisión<br />
no te hace<br />
diferente”<br />
El actor Carlos Carlín habla de su regreso<br />
a la televisión y de cuánto se divierte<br />
haciendo La noche es mía, que calienta<br />
la antena de Frecuencia Latina de lunes<br />
a viernes a las 11 de la noche.<br />
Por: Enrique Higa. Fotos: Álvaro Uematsu<br />
¿Estás satisfecho con la acogida<br />
que ha tenido tu programa?<br />
Sí, estoy contento. Es la respuesta<br />
al trabajo del equipo<br />
de producción, que es muy eficiente<br />
y sobre todo trabaja con mucha<br />
buena onda, que es básico para un<br />
programa como este.<br />
¿Tú te diviertes haciéndolo?<br />
Yo me vacilo haciéndolo.<br />
¿La respuesta de la gente ha rebasado<br />
tus expectativas?<br />
Sí. Los primeros días me quedé<br />
sorprendido con las respuestas,<br />
ahora la cosa se va estabilizando en<br />
cuestiones de rating. Pero me gusta<br />
mucho más la respuesta de la<br />
gente en la calle, el saludo y las felicitaciones<br />
por el programa, porque<br />
les divierte, porque la pasan bien. Y<br />
ese es el objetivo.<br />
Una vez escribiste en tu blog,<br />
antes de regresar a la televisión,<br />
que te ilusionaba tener una foto<br />
gigante al lado de la de Mónica<br />
Delta en el frontis de Frecuencia<br />
Latina. Se te hizo.
Si hablamos en términos de la foto<br />
sí, la foto es enorme.<br />
Esa vez negociabas para entrar al<br />
canal, pero llegó Bayly y no salió.<br />
La satisfacción será doble ahora<br />
que pudiste retornar a la televisión.<br />
Sí, claro, aunque no me la creo, porque<br />
conozco este trabajo y sé que<br />
es un estrés diario. Mi energía no<br />
puede bajar, por lo menos desde<br />
las 11 hasta las 12 que acaba el programa<br />
tengo que estar con la energía<br />
arriba. Pero me gusta.<br />
¿Sientes que estás haciendo el<br />
programa que siempre habías<br />
querido hacer?<br />
Creo que todavía no puedo decir<br />
eso, a pesar de que me estoy divirtiendo<br />
mucho. Un programa de<br />
televisión madura y crece con el<br />
tiempo, estamos cuajándolo, y yo<br />
creo que voy en camino a eso.<br />
Protagonizas obras teatrales exitosas,<br />
haces radio, tienes un programa<br />
de televisión, ¿estás en el<br />
mejor momento de tu carrera?<br />
Podría decir que sí, porque estoy<br />
haciendo lo que me gusta, en distintos<br />
soportes: radio, voy a hacer<br />
teatro en setiembre, tengo la productora<br />
(Raquel en Llamas), televisión<br />
ahora. Podría decir que estoy<br />
en un buen momento, no sé si en el<br />
mejor, uno no debe saber cuál es el<br />
mejor momento porque no sabes<br />
qué vendrá en el futuro.<br />
¿Prefieres un medio sobre otro?<br />
No.<br />
Son cosas totalmente distintas.<br />
Totalmente distintas. No podría pre-<br />
<strong>Kaikan</strong> Personaje 11
12 Personaje <strong>Kaikan</strong><br />
ferir una sobre otra. La respuesta que<br />
tengo en la radio es inmediata, la televisión<br />
te exige una energía distinta,<br />
el teatro una energía mayor. Estar<br />
parado en el escenario del (Teatro<br />
<strong>Peruano</strong>) Japonés por ejemplo es<br />
alucinante, y voy a extrañar esa sensación<br />
hasta setiembre, en el que voy<br />
a estar con un espectáculo actuando.<br />
Me voy a volver un poco loco.<br />
No te va a dar tiempo.<br />
Voy a terminar la función y voy a correr<br />
acá (el canal) como un demonio.<br />
¿Qué tal la experiencia en la radio?<br />
Estoy dentro de una radio informativa<br />
(Capital) y puedo tener una<br />
entrevista ligera, por ejemplo con el<br />
Grupo 5, y recibir una llamada de un<br />
accidente a la mitad, como me pasó<br />
recibir en vivo la llamada de un transeúnte<br />
que estaba cerca del Banco<br />
Continental el día del secuestro (en<br />
Gamarra). Tener que narrar minuto<br />
a minuto qué estaba pasando con<br />
ese banco era complicado, porque<br />
es mucha responsabilidad.<br />
¿Crees que por tu trabajo en la radio<br />
la gente te puede ir viendo, sin<br />
que tú te lo propongas, como un líder<br />
de opinión o un referente y ya<br />
no tanto como actor o conductor?<br />
La gente puede verme como quiera,<br />
el problema es que yo no me vea<br />
como. Para mí es claro que yo soy un<br />
comediante, soy un actor, soy un comunicador.<br />
En el momento en que<br />
me adjudique el título de líder de<br />
En el Teatro <strong>Peruano</strong> Japonés<br />
Carlos Carlín ha puesto en escena<br />
varios montajes con su productora<br />
Raquel en Llamas. El escenario elegido,<br />
el Teatro <strong>Peruano</strong> Japonés. Obras como<br />
Chancho Amor, La mujer del idiota,<br />
Una Gran Comedia Romana, La Jaula de<br />
las locas y su reciente unipersonal El País<br />
de Carlín se han presentado en exitosas<br />
temporadas. Para abril, la productora alista<br />
La tía de Carlos.<br />
opinión creo que fui, voy a empezar<br />
a hablar en tercera persona como<br />
Lucía de la Cruz.<br />
¿Cómo haces para no creértela, para<br />
mantener los pies sobre la tierra?<br />
Vengo de formación de teatro, entonces<br />
soy muy exigente conmigo<br />
mismo, trato de no creérmela. Eso<br />
me hace aterrizar un poco.<br />
El éxito te agarró con Pataclaun<br />
a los veintitantos. ¿Cuán diferente<br />
es cuando te agarra casi a los<br />
cuarenta, como ahora?<br />
Yo conocí el tema de firmar autógrafos<br />
y que no me cobren en los colectivos<br />
cuando hacía Los de arriba y los<br />
de abajo, entonces ya para mí no era<br />
novedad que me reconocieran en la<br />
calle cuando hice Pataclaun. Sin embargo,<br />
el éxito de Pataclaun fue muy<br />
grande, tanto que hasta hoy dura.<br />
Mientras sepas qué es lo que estás<br />
haciendo –trabajas en televisión,<br />
por tanto la gente te reconoce– y no<br />
creértela, eso me garantiza que no<br />
voy a ir por la calle atropellando personas<br />
y creyendo que soy inmune a<br />
ser un humano normal solamente<br />
porque tengo un programa de televisión.<br />
Tener un programa de televisión<br />
no te hace diferente.<br />
Hay quienes dicen que la televisión<br />
es una jungla, una selva donde todos<br />
se despedazan, ¿sientes eso?<br />
Yo no sé si sea una jungla, no lo veo<br />
así. Yo lo veo como un espacio donde<br />
me voy a divertir, porque ese es mi tra-<br />
bajo. Yo no voy a salir a matar a nadie.<br />
Lo mío es divertirme. Si yo no me divierto<br />
estoy frito, porque la gente está<br />
esperando que yo me divierta y que<br />
los divierta. Ahora, puede ser una jungla<br />
en la medida en que te levantas<br />
al día siguiente y quieres saber cómo<br />
estuvo tu rating inevitablemente.<br />
No entiendo mucho la competencia<br />
cuando trata de disminuir al otro, creo<br />
que hay público para todo el mundo.<br />
¿Una jungla en que todo el mundo se<br />
va a matar? No lo creo. Aparte de que<br />
probablemente quienes digan eso no<br />
tienen a dónde volver, pero yo siempre<br />
tengo el teatro.<br />
Tienes otra vida, digamos.<br />
Siempre tengo la radio.<br />
Por el rating no sacrificarías lo<br />
que te gusta hacer.<br />
No. ¿O sea poner calatas, o yo calatearme?<br />
No, porque no va conmigo,<br />
sería falso.<br />
Te estarías traicionando.<br />
Sí, y no funcionaría, porque la gente me<br />
rechazaría, porque está acostumbrada<br />
a verme de determinada manera.<br />
¿Hacia dónde apuntará tu programa<br />
más adelante? ¿O prefieres<br />
disfrutar del día a día?<br />
Sí. Que apunte a donde está yendo,<br />
a la diversión. Como me dijo una señora<br />
en la radio “te odio porque mi<br />
hijo se está riendo en la noche y no<br />
me deja dormir”. Eso, un programa<br />
donde la gente se divierta.
14<br />
Sabores <strong>Kaikan</strong><br />
lUis otani, DE las CanChas a la CoCina<br />
Un<br />
lobo<br />
de mar<br />
en santa<br />
Catalina<br />
Fotos: Fernando Yeogusuku
su vida era el deporte. Formó parte del cuerpo técnico de las<br />
selecciones peruanas que pelearon un cupo para los Mundiales de<br />
1986 y 1990, y dirigió a Deportivo AELU en primera división. Además,<br />
enseñó educación física en el colegio La Unión durante quince años.<br />
Un día Luis Otani tuvo que alejarse del fútbol y decidió incursionar en<br />
el negocio culinario; no le era ajeno, pues sus siete hermanos estaban en él.<br />
En 1989 abrió su primer restaurante en Pueblo Libre. Sobrevivió al<br />
cólera y los paquetazos de fines de la década de 1980 y principios de la<br />
siguiente, y logró que el negocio despegara.<br />
Ya en el nuevo siglo, un amigo le dijo que tenía un local libre en Santa<br />
Catalina y no lo pensó dos veces: lo tomó para abrir su segundo restaurante.<br />
¿Por qué? La zona era tranquila, albergaba varios negocios de comida,<br />
tenía un amplio estacionamiento, y se acercaba a numerosos clientes<br />
de distritos como San Borja o Surco que ya no tendrían que viajar hasta<br />
Pueblo Libre para disfrutar de sus platos.<br />
“La historia cambió totalmente”, asegura Luis Otani. En Santa Catalina<br />
creció la fama de su restaurante, al que acuden empresarios, futbolistas,<br />
dirigentes deportivos y personajes del mundo artístico.<br />
El de Pueblo Libre tuvo que cerrarlo. La gente dejó de ir porque él ya no<br />
estaba allí. Más aún, muchos de esos clientes comenzaron a ir a Santa Catalina.<br />
Aniversario, la especialidad de la casa<br />
Lobo de Mar Otani tiene más de cien platos, de los cuales unos veinte son<br />
fusión (mezcla de cocina peruana y japonesa). El que más salida tiene es el<br />
tacu tacu con crema de mariscos, que fue inventado por un hermano de<br />
Luis Otani y que él ha intentado mejorar.<br />
Otro que tiene fuerte demanda es “Aniversario”, una entrada que<br />
creó tras probar un plato español que sintió que podía mejorar. Reinventó<br />
el plato, llamó al amigo que lo había invitado a degustar comida española,<br />
y a éste le pareció mejor que el original, tanto así que le pidió que lo pusiera<br />
en su carta. Lo nombró aniversario porque salió un 28 de junio, día en<br />
que se casó (si quiere saber de qué va, visite el restaurante).<br />
Un plato que también tiene mucha pegada es la tortilla de camarones,<br />
que según un conocido empresario –cuyo nombre Luis Otani revela<br />
pero prefiere que se mantenga en reserva– es el número uno de Lima.<br />
En 2002, el programa La Divina Comida de RPP eligió su cebiche<br />
como el mejor de la ciudad.<br />
A quienes trata por primera vez, les pregunta: “¿Conoce mis platos?”. Luego<br />
sugiere algunos para iniciar a sus nuevos clientes en su mundo culinario.<br />
Una rica comida no siempre alcanza para<br />
que un restaurante sea exitoso. Por eso Luis<br />
Otani departe con sus clientes, aun cuando el<br />
tiempo escasee. El contacto personal, directo,<br />
es fundamental.<br />
“Me siento bien, sobre todo cuando la<br />
gente se va satisfecha”, afirma. “Estoy agradecido<br />
a las circunstancias”, añade, recordando que<br />
incursionó en el negocio culinario espoleado<br />
por su retiro del fútbol.<br />
Sin embargo, lo extraña. Mucho. Pero la<br />
cocina le ha dado algo que tal vez no hubiera logrado<br />
con el fútbol: estabilidad económica. Gracias<br />
a ella, pudo costear los estudios universitarios<br />
de sus tres hijos. Además, con la comida se<br />
goza, no se sufre (como con el fútbol peruano).<br />
<strong>Kaikan</strong> Sabores 15
16<br />
Sabores <strong>Kaikan</strong><br />
Soba<br />
saltado<br />
Ingredientes<br />
• Verduras orientales<br />
• Lomo fino<br />
• Fideos soba<br />
• Salsa de ostión<br />
• Aceite de ajonjolí<br />
• Azúcar<br />
Preparación<br />
1 2 3 4 5<br />
Picar el lomo fino. Freír la carne. Saltear las verduras. Flamear la carne<br />
y las verduras.<br />
Agradecemos a:<br />
Lobo de Mar Otani<br />
Jr. Rodolfo Beltrán<br />
208 Urb. Santa<br />
Catalina, La Victoria<br />
Teléfono: 225 - 5895<br />
con lomo fino<br />
Agregar fideos,<br />
salsa de ostión, aceite<br />
de ajonjolí y azúcar.
<strong>Kaikan</strong> Opinión 17<br />
Cambiantevida<br />
Por: Víctor Nishio Yasuoka*<br />
Creer<br />
Por muchos años no he sabido en<br />
qué creer. El declararme agnóstico<br />
(para no ir contra el montón de católicos<br />
en rededor) fue una “solución”<br />
que dejó inconclusa la búsqueda<br />
por unos años mientras trataba de<br />
comprender las motivaciones de<br />
aquellos que siguen ritos y ciertos<br />
comportamientos que se consideran<br />
correctos en sociedad además de<br />
cargar ciertos fetiches a la vista para<br />
demostrar su filiación religiosa.<br />
Entonces, mientras estudiaba, en<br />
una de esas semanas depresivas<br />
y exhaustivas de tanto hacer sin<br />
obtener buenos resultados académicos<br />
(debo decir que jamás me importaron),<br />
lo que entendí me causó<br />
una alegría profunda por un par de<br />
semanas –más o menos el tiempo<br />
que duran las endorfinas del enamoramiento,<br />
semanas en las cuales<br />
el comportamiento parece torpe y la<br />
mente está en otra realidad–… entendí<br />
que Dios somos nosotros.<br />
Indistinto a las otras creencias sobre<br />
dioses, donde hay un castigador todopoderoso,<br />
un eterno misericordioso<br />
o uno que nos manda a los mármoles<br />
del infierno, esto –Dios somos<br />
nosotros– quiere decir que tenemos<br />
un pedacito de VIDA, aquella que nos<br />
dio el Universo y a la que debemos<br />
Todo, tal como Todo está conectado<br />
y debe ser respetado.<br />
Recién, después de aquello, entendí<br />
que es necesario creer en algo para<br />
tener un lazo con la Vida que nos rodea,<br />
para estimarla y cultivarla.<br />
Fue un primer paso, pequeño, porque<br />
la comprensión va muchísimo más<br />
allá de lo que creemos y nos lleva toda<br />
la vida… pero estamos aquí para eso,<br />
para disfrutar de la Vida de buena forma.<br />
Entender la Vida como un Todo<br />
(una de las pocas verdades para entender)<br />
nos lleva toda la vida y, por eso,<br />
debemos creer en ella porque somos<br />
un pedacito de la misma; debemos<br />
creer en los demás… así estaremos<br />
creyendo en nosotros mismos.<br />
* www.victor.pe
18<br />
Matices <strong>Kaikan</strong>
oBaaChan 1 CUMPlió CiEn años roDEaDa DEl aMor DE sU faMilia<br />
El centenario de<br />
tsuyo toyama<br />
Por: Enrique Higa. Fotos: Álvaro Uematsu<br />
llegar a los cien años es casi un milagro.<br />
Cumplirlos con la memoria intacta, derrochando<br />
buen humor y en saludables condiciones físicas,<br />
si no es un milagro, lo imita a la perfección.<br />
Tsuyo Toyama cumplió un siglo de vida en enero.<br />
Llegó no como el maratonista que cruza la línea de<br />
meta exhausto, sino como el fondista que aún tiene<br />
combustible para varias carreras más.<br />
Para celebrar su centenario, arribaron a Lima parientes<br />
de Japón, Brasil, Turquía y Costa Rica. Su hijo<br />
Takeshi, que reside en Okinawa, le trajo varios kimonos<br />
que ella lució en su fiesta.<br />
“Estaba bien contenta”, recuerda Tsuyo obaachan.<br />
En su fiesta pronunció un sentido discurso que ella misma<br />
escribió y que resume sus cien<br />
años, subrayando los hitos de su<br />
vida, como su llegada al Perú procedente<br />
de su natal Okinawa o la<br />
oportunidad que tuvo de conocer<br />
al emperador Akihito cuando visitó<br />
Lima siendo príncipe heredero.<br />
Tiempos difíciles<br />
Tsuyo Toyama llegó al Perú el 17 de<br />
noviembre de 1930. Tenía solo 19<br />
años. Eran tiempos de inestabilidad<br />
política y golpes de Estado. Desde<br />
entonces y durante 65 años estuvo<br />
casada con Zensei Toyama.<br />
Al repasar su vida, es imposible<br />
omitir la guerra. Época terrible.<br />
Saqueo, terremoto, deportaciones.<br />
“Sufrimos mucho”, rememora.<br />
Creyó que no sobrevivirían, que el fin estaba a la vuelta<br />
de la esquina.<br />
Sin embargo, aun en las peores circunstancias,<br />
descubrió la bondad de unos peruanos que los protegieron.<br />
“Perujin 2 bien buenos, nos defendieron”, revela.<br />
Los Toyama tenían una fonda en el distrito de La<br />
Victoria. El 13 de mayo de 1940 miles de vándalos saquearon<br />
negocios japoneses. El de ellos se salvó porque<br />
el propietario del local donde trabajaban se subió al techo<br />
y enarbolando una bandera peruana gritó “¡Aquí no<br />
tienen que atacar, somos peruanos!”. La turba se alejó.<br />
Menos de dos semanas después, el 24 de mayo, un<br />
terremoto remeció Lima. Hubo gente que creyó que el sismo<br />
fue un castigo divino por la agresión a los japoneses.<br />
Tsuyo obaachan sonríe cuando recuerda que<br />
las mujeres de la zona se molestaron con sus esposos,<br />
culpándolos de ser los responsables del terremoto por<br />
haberse plegado a los saqueos de los negocios japo-<br />
Tsuyo obaachan celebró sus cien años a lo grande.<br />
<strong>Kaikan</strong> Matices 19
20<br />
Matices <strong>Kaikan</strong><br />
neses, y que ellos se defendieron de las reprimendas<br />
(“nosotros no hicimos nada”).<br />
Para evadir las deportaciones a campos de concentración<br />
de Estados Unidos, cuenta que en varios hogares<br />
japoneses establecieron una señal dirigida al jefe<br />
de familia cuando volviera a casa: si la luz de la puerta de<br />
calle estaba prendida, debía dar media vuelta; si estaba<br />
apagada, no había moros en la costa y podía retornar.<br />
Han trascurrido siete décadas desde entonces,<br />
pero experiencias como esa no se olvidan. “Senso wa<br />
kowai desu” 3 , rememora Tsuyo obaachan.<br />
El CCPJ y los príncipes herederos<br />
Tsuyo Toyama fue testigo de primera mano de la construcción<br />
del Centro Cultural <strong>Peruano</strong> Japonés, pues su<br />
esposo, ex presidente de la Sociedad Central <strong>Japonesa</strong>,<br />
fue uno de sus gestores. Cuando los entonces príncipes<br />
herederos Akihito y Michiko vinieron a Lima en 1967<br />
para asistir a la inauguración, hubo una serie de actividades<br />
en las que los Toyama participaron.<br />
Acudieron a Palacio de Gobierno, donde el presidente<br />
Fernando Belaunde agasajó a la pareja imperial.<br />
Tsuyo obaachan confiesa que cuando a la entrada del<br />
recinto presidencial se anunció “la llegada del señor y<br />
la señora Toyama”, se sintió muy importante.<br />
El comedor era inmenso, recuerda, y había mucha<br />
comida. Cuando un embajador extranjero le dijo<br />
que la princesa Michiko era simpática y tenía una piel<br />
LA FAMILIA TOYAMA<br />
Zensei y Tsuyo Toyama tuvieron ocho hijos: Hajime, Takeshi,<br />
Mitsuru, Yasuko, Tetsuo, Hide, Adolfo y Juan. Hajime y Mitsuru<br />
fallecieron. Takeshi y Juan residen en Japón, Hide en Brasil, y<br />
Yasuko, Tetsuo y Adolfo en el Perú.<br />
Tsuyo Toyama tiene 20 nietos, 19 bisnietos (y uno en camino) y<br />
un tataranieto.<br />
Su familia está distribuida en varios países: Perú, Japón, Brasil,<br />
Turquía, Costa Rica, Italia y Australia.<br />
Zensei Toyama fue condecorado por el gobierno de Japón en 1980.<br />
bonita, como de porcelana, ella agradeció el halago.<br />
Una de los miembros de la corte de la pareja<br />
imperial departió brevemente con los issei 4 presentes,<br />
preguntándoles cuánto tiempo tenían residiendo en<br />
el Perú. 40 o 50 años, respondieron. Su interlocutor los<br />
invitó a volver a su país, asegurándoles que Japón se<br />
había transformado desde que habían emigrado.<br />
Estar en Palacio, compartir una velada y saludar<br />
a los príncipes herederos de Japón y al presidente del<br />
Perú fue como un sueño para ella. “Me sentía como en<br />
una película”, evoca.<br />
Sin embargo, Tsuyo obaachan no se ufana de ese<br />
momento mágico que tuvo el privilegio de vivir. Relata<br />
los hechos con sencillez e incluso se ríe cuando recuerda<br />
lo graciosos que se veían los hombres vestidos con<br />
esmoquin, al que no estaban acostumbrados.<br />
No fue la única vez que tuvo la oportunidad<br />
de alternar con un miembro de la familia imperial. En<br />
2009, cuando se festejaron 110 años de la inmigración<br />
japonesa al Perú, pudo intercambiar palabras con el<br />
príncipe Hitachi, hermano del emperador Akihito, en el<br />
Centro Cultural <strong>Peruano</strong> Japonés (CCPJ).<br />
Tsuyo obaachan le contó que el emperador había<br />
estado presente en la inauguración del CCPJ y le pidió que<br />
“LA VIDA ES UN SUEÑO”<br />
“En 1961 se comenzó a concretar la idea de la creación del CCPJ, y la culminación de su construcción en 1967 significó un<br />
nuevo comienzo para la colectividad japonesa. Fue muy difícil conseguir el dinero. Mi esposo Zensei regresaba todas las noches<br />
muy cansado y parecía siempre enfermo. Finalmente, pudimos juntar los fondos y comenzamos la construcción. Algunos meses<br />
después de haber comenzado el proyecto, nos llegó la grata noticia de que pronto nos visitaría la actual pareja imperial. Desde<br />
ese momento se apuró la construcción, en las mañanas comenzábamos bien temprano y en la noche terminábamos muy tarde.<br />
Mi esposo se encargaba de llevar el pollo a la brasa y el café. Luego de alentar a los trabajadores y de muchos días de esfuerzo,<br />
llegó el día de la inauguración. Fue un gran alivio para mi esposo y a la vez una inmensa alegría. Al pensar en esas épocas mi<br />
corazón late más rápido y las lágrimas no dejan de salir. La vida es en verdad un sueño”.<br />
Fragmento del discurso que pronunció Tsuyo Toyama en la fiesta de su centenario
1983. La familia Toyama completa:<br />
Zensei, Tsuyo y sus ocho hijos.<br />
le dijera a su hermano que el edificio estaba “muy bonito”.<br />
Esa vez no estuvo su esposo.<br />
Zensei Toyama murió en 1995. El día en que<br />
partió había acudido a una librería para comprar un<br />
ejemplar de Tradiciones Peruanas, de Ricardo Palma, y<br />
obsequiárselo a uno de sus nietos. Cuando regresó a<br />
casa, se echó a dormir y se fue en paz.<br />
Vivir con naturalidad<br />
Todos los miércoles, Tsuyo Toyama acude al Centro Jinnai,<br />
donde comparte el día con otras obaachan. “Estoy<br />
bien contenta”, afirma. Tejen y hacen caligrafía, entre<br />
otras actividades, y elogia a los voluntarios (“son bien<br />
educados, nos atienden muy bien”).<br />
Se ríe cuando comenta que las conversaciones con<br />
sus amigas de Jinnai tienen como leitmotiv el dolor (“me<br />
duele acá”, “me duele allá”). Y cuando le preguntan por<br />
qué no usa bastón, cómo consigue caminar erguida, qué<br />
hace para mantenerse tan bien, cuál es su secreto, contesta<br />
con naturalidad: “Yo como, camino, cuando tengo<br />
sueño duermo, cuando tengo hambre aviso ‘¡gohan! 5 ’”.<br />
Sus compañeras celebran con carcajadas su sabiduría.<br />
Le gusta cuidar su jardín, se ejercita entre quince<br />
minutos y media hora diariamente y come de todo. Sus<br />
1 Abuela. 2 <strong>Peruano</strong>. 3 “Me da miedo la guerra”. 4 Japonés inmigrante (primera generación). 5 Comida, arroz.<br />
hijos aseguran que siempre está pensando en los demás<br />
y tratando de solucionar sus problemas.<br />
Tsuyo obaachan tiene una voluntad de acero.<br />
Hace un tiempo se cayó en la calle y se rompió un hueso.<br />
Tuvo que someterse a un prolongado proceso de<br />
recuperación, pero puso todo su empeño en sanarse.<br />
Cuando su nuera le quería subir la comida a su habitación,<br />
ella replicaba: “No, yo bajo”. Huelga decir que hoy<br />
está en pie, fuerte y llena de salud.<br />
Hasta los 93 años tocaba el piano, a los 98 aún<br />
lavaba y el año pasado, a los 99, viajó a Costa Rica para<br />
visitar a unos familiares.<br />
Incluso a veces se escapa de su casa para tomar<br />
un taxi y ver a uno de sus nietos. Hasta hace dos años<br />
iba caminando.<br />
Una vez una persona se le acercó para preguntarle:<br />
“¿Usted es japonesa o china?”. “<strong>Japonesa</strong>”. Animado<br />
por la respuesta, el desconocido le contó que pudo levantar<br />
su casa gracias al dinero que un pariente le remesaba<br />
de Japón, y se lo agradecía a ella como representante<br />
de ese país que le había dado un techo propio.<br />
La gratitud es de doble vía. Gracias al Perú, Tsuyo Toyama<br />
pudo construir un hogar, una familia, una vida. Una<br />
vida de cien años que ha transcurrido como un sueño.<br />
<strong>Kaikan</strong> Matices 21<br />
<strong>2011</strong>. Tsuyo Toyama<br />
y sus nietos, varios<br />
de los cuales llegaron<br />
de diversas partes<br />
del mundo.
22<br />
Juegos <strong>Kaikan</strong><br />
Como todo artilugio tecnológico, los controles de videojuegos<br />
han ido cambiando desde su aparición en la década de 1980.<br />
Los que recuerdan el original Joystick de Atari y su único botón rojo ahora se<br />
pueden marear con las dos palancas y 17 pulsadores que adornan el control de<br />
un PlayStation 3. Y justamente esa complejidad que espanta al jugador casual ha<br />
hecho que las propuestas para la nueva generación de videojuegos no sean solo<br />
de gráficos y sonido. Si algo probó el exitoso Wii es que la forma de interactuar<br />
con los videojuegos también pide a gritos una revolución. Y al parecer Microsoft<br />
ha apostado por irse al extremo. Su nueva cámara con control de movimiento<br />
llamada Kinect, quiere ganarse hasta al más simplón de los jugadores y hacer<br />
suya la frase que más de una vez hemos querido decir en voz alta…<br />
“alucina que…<br />
se juega<br />
sin control”<br />
Por: Enrique “Junior” Martínez
Primer movimiento<br />
Pero Microsoft no nació ayer. Y tampoco Kinect. La idea<br />
original del juego sin controles ha estado en la cabeza<br />
de varios diseñadores de software desde que salió a la<br />
venta la primera webcam. Numerosas aplicaciones para<br />
PC ofrecían la tan ansiada interactividad<br />
sin mouse o teclado, aunque<br />
todas con ciertas limitaciones. Recién<br />
en 1999 el Dr. Richard Marks de Sony<br />
Computer Entertainment R &D logró<br />
un avance significativo al desarrollar<br />
un software que detectaba movimientos<br />
y cambios de luz para permitirles<br />
a los usuarios interactuar con objetos<br />
en pantalla usando una webcam estándar.<br />
El resultado de su proyecto<br />
fue el EyeToy, una cámara USB que se<br />
conectaba a un PlayStation2 y les daba<br />
a los gamers de entonces una primera<br />
probada al juego con movimiento y<br />
sin controles. Desafortunadamente, debido a ciertas limitaciones<br />
técnicas (el EyeToy no podía usarse con poca luz)<br />
y con apenas una veintena de juegos y poco marketing,<br />
el EyeToy pasó al olvido en poco tiempo. Su versión actual<br />
para PlayStation3, el PlayStation Eye, es parte del sistema<br />
de juego con movimiento del PlayStation Move.<br />
<strong>Kaikan</strong> Juegos 23<br />
Tecnología marketera<br />
Como dijimos antes, Microsoft no nació ayer y luego de<br />
la poca acogida del EyeToy, era necesario vender el concepto<br />
del juego “sin controles” de mejor manera. Para comenzar<br />
había que mejorar la tecnología y superar varios<br />
problemas. Para esto adquirieron la empresa PrimeSense,<br />
desarrolladora de tecnología de cámaras 3-D y sensores<br />
láser de profundidad. Conjuntamente con la afamada<br />
casa de videojuegos Rare (hoy parte de Microsoft) se<br />
lanzaron a desarrollar el ya legendario Proyect Natal,<br />
nombre clave del Kinect, con el que fue presentado al<br />
público en el Electronic Entertainment Expo del 2009. El<br />
director creativo del proyecto fue Kudo Tsunoda, quien ya<br />
tenía experiencia con novedosas soluciones de control en<br />
la saga de boxeo Fight Night. Tsunoda se encargó de publicitar<br />
las bondades del Kinect en cuanto medio visual le<br />
diera cabida, con muy buenos resultados. Para mediados<br />
del 2010, el Kinect fue uno de los productos más esperados<br />
por los fanáticos de los videojuegos.<br />
¿Y funciona?<br />
Superados algunos inconvenientes, Kinect salió a la<br />
venta a fines del año pasado con un puñado de juegos<br />
de lanzamiento, la mayoría mini-juegos casuales, que<br />
nos permiten darle una probada a esta nueva tecnología.<br />
Por defecto había que competir con el Wii Sports
24<br />
Juegos <strong>Kaikan</strong><br />
así que Kinect tiene… Kinect Sports. Para los que no<br />
alcanzaron a comprar un Wii este título bien puede<br />
llenar ese vacío, con competencias deportivas emocionantes<br />
y una buena respuesta del sensor. No tan<br />
perfecto fue Kinect Adventures, juego incluido con la<br />
cámara Kinect, y que muestra cierto “lag” (o retraso) en<br />
la respuesta de los gráficos. Todos los juegos de Kinect<br />
hacen sudar, pero ninguno como YourShape Fitness,<br />
que presenta rutinas de ejercicios basados en nuestro<br />
peso, estatura y talla. Pero el juego que sí responde y<br />
además engancha es Dance Central, un simulador de<br />
baile que lee el movimiento de pies y manos al ritmo de<br />
música bailable variada que incluye temas de Fatboy<br />
Slim, Lady Gaga y Pitbull. Fue desarrollado por Harmonix<br />
(los mismos de Rock Band) y es, de lejos, el mejor<br />
producto de esta primera ventana de introducción al<br />
mundo del Kinect.<br />
Precio… y espacio<br />
Aunque Microsoft no ha lanzado el Kinect oficialmente<br />
en nuestro país, varias importadoras independientes<br />
ya lo tienen disponible en Lima a precios que van<br />
desde S/. 600 sólo por la<br />
cámara hasta S/. 1.600 por<br />
el combo con una consola<br />
Xbox 360 Slim. Lo que no<br />
viene incluido en ningún<br />
paquete es el espacio que<br />
necesitará para jugar con<br />
Kinect. Después de escanear<br />
su sala, los sensores<br />
de profundidad de la cámara<br />
le dirán qué tan óptima<br />
es su zona de juegos;<br />
pero vaya haciéndose a la<br />
idea de que necesitará al menos 2 m de distancia entre<br />
la TV y el jugador. Y ojo que mientras más jugadores,<br />
más espacio requerirá. Mover sus muebles no es un<br />
tip que le damos nosotros; el mismo Kinect se lo recomienda<br />
amigablemente en un video de presentación.<br />
Mejor vaya preparando su sala para esta nueva experiencia<br />
interactiva.<br />
Enrique “Junior” Martínez<br />
Paralax, la cultura del videojuego<br />
www.culturaparalax.com
Augusto Higa<br />
reeditado<br />
Ediciones Altazor reeditó el conjunto de cuentos La<br />
casa de Albaceleste, del escritor Augusto Higa Oshiro.<br />
Cuando apareció en Lima Que te coma<br />
el tigre, el primer libro de cuentos<br />
de Augusto Higa Oshiro, la crítica<br />
quedó deslumbrada por la potencia de su<br />
lenguaje, por la agilidad con la que el autor<br />
insertó el habla popular en su propuesta.<br />
Posteriormente, con la publicación de La<br />
casa de Albaceleste, sus lectores quedaron<br />
sorprendidos porque la carga social de sus<br />
cuentos no disminuyó su calidad, hecho que sí<br />
ocurrió con algunos de sus contemporáneos.<br />
Miembro del Grupo Narración durante la<br />
década del setenta, que reunió a escritores<br />
tan contundentes como Miguel Gutiérrez<br />
y Oswaldo Reynoso, Augusto Higa Oshiro<br />
durante su carrera ha sabido materializar su<br />
talento a través del cuento y la novela, entregándonos<br />
obras fundamentales en el proceso<br />
de nuestra literatura.<br />
La casa de Albaceleste, sin embargo, brilla sobre<br />
sus otros libros por la destreza con la que<br />
sostiene la tensión, envolviéndonos en una atmósfera<br />
donde el desencanto y la frustración<br />
sirven como puentes con ese yo social que<br />
muchas veces permanece dormido en el lector.<br />
En el volumen se incluyen siete cuentos,<br />
el que da título al libro, además de Corazón<br />
sencillo, Sueños de oro, La boba, Garrotillo, Clase<br />
media, Artista del hambre. Estas narraciones,<br />
cuidadosas en la forma, nos narran sobre todo<br />
circunstancias difíciles de la vida, tratadas a veces<br />
con ironía, con resignación, sin descuidar<br />
el enfoque sociológico y psicológico de sus<br />
personajes. Sin duda estamos frente a un narrador<br />
que permanece al acecho del abismo.<br />
Augusto Higa Oshiro<br />
(Lima, 1946) es licenciado<br />
en Literatura Peruana y<br />
Latinoamericana por la<br />
Universidad Nacional<br />
Mayor de San Marcos. Ha<br />
sido editor y responsable<br />
de publicaciones<br />
en el Ministerio de<br />
Educación. También se<br />
ha desempeñado como<br />
docente en universidades<br />
particulares. Ha<br />
publicado los libros de<br />
cuentos Que te coma el<br />
tigre (1977) y La casa de<br />
Albaceleste (1987). Las<br />
novelas: Final del Porvenir<br />
(1992) y La Iluminación<br />
de Katzuo Nakamatsu<br />
(2008), así como el libro<br />
testimonial Japón no da<br />
dos oportunidades (1994).<br />
La casa de Albaceleste<br />
Augusto Higa Oshiro<br />
ISBN: 978-6124-053-59-7<br />
13,7 x 25<br />
93 págs.<br />
Cercanía<br />
Distante<br />
<strong>Kaikan</strong> Cultura 25<br />
Hasta el 17 de marzo, la fotógrafa Liliana<br />
Takashima expone en la galería Le Carré D’Art<br />
de la Alianza Francesa de Lima la muestra<br />
“Cercanía Distante”, proyecto fotográfico que<br />
explora la conjunción de las culturas peruana<br />
y japonesa.<br />
Cercanía Distante nos da una idea del concepto<br />
cultural japonés y en el que juega un papel<br />
preponderante la búsqueda de la identidad<br />
por alguien vinculado a dos culturas que han<br />
transmitido su legado de generación en generación.<br />
De esta manera, transitaremos espacios<br />
de casas de descendientes de japoneses<br />
asentados en el Perú desde hace por lo menos<br />
4 generaciones. En ellas prevalece la mezcla<br />
de las dos culturas a través de elementos simbólicos<br />
que crean una relación estrecha entre<br />
ambas, a pesar de la distancia.<br />
En esta muestra no existe brecha generacional,<br />
es simplemente el deseo de ahondar en<br />
las razones que hacen a Takashima sentirse<br />
orgullosa de ser hija de esa unión de dos sangres,<br />
de dos razas, de dos tradiciones.
26<br />
Cultura <strong>Kaikan</strong><br />
Gigaku:<br />
el arte antiguo que<br />
llegó de China<br />
Fotos: Tomadas del<br />
libro The Japanese<br />
Theatre, Benito<br />
Ortolani, Princeton<br />
University Press.<br />
New Jersey – EE.UU.<br />
1990. 375 pp.<br />
1 ORTOLANI, B., The Japanese Theatre: From Shamanistic Ritual to Contemporary Pluralism, Princeton,<br />
Princeton University Press, 1990, pp.29-39.<br />
2 No olvidemos que aún se conservan las que el bailarín Mimashi llevó desde Corea a Japón en el 612 d.C.<br />
3 Hay, por ejemplo, extraordinarias similitudes entre algunas máscaras usadas en el Gigaku y las del<br />
Talnori coreano.<br />
Por: Fernando Cid Lucas<br />
A Alfonso Falero, en agradecimiento<br />
Introducción<br />
siendo muy poco coherente con la línea<br />
cronológica que comenzamos en los números<br />
anteriores de esta misma revista, ahora quisiera<br />
tratar sobre otra de las formas antiguas del<br />
teatro japonés que influyó luego, de manera decisiva,<br />
en géneros tan conocidos como el teatro Noh, y que<br />
-si bien de forma minoritaria- aún hoy pervive por<br />
sí misma en algunas zonas aisladas de la geografía<br />
nipona, protegida y amparada por el gobierno japonés;<br />
me estoy refiriendo, claro está, al teatro Gigaku.<br />
Nacimiento del Gigaku<br />
Rastrear los orígenes del teatro Gigaku no resulta tarea<br />
fácil. Algunos teóricos, entre ellos el especialista Benito Ortolani<br />
1 , han dicho de él que tendría su nacimiento en las<br />
músicas litúrgicas llegadas a Japón desde China, en torno<br />
a los siglos VII/VIII d.C. En efecto, cuenta la tradición que en<br />
esas fechas Chih-Tsung (o Chiso, en la pronunciación japonesa),<br />
un miembro de la familia imperial china, llegó procedente<br />
del estado sureño de Wu a tierras japonesas; consigo<br />
traía varios instrumentos musicales, tratados teóricos,<br />
trajes y algunas máscaras empleadas en los rituales budistas<br />
de China. Asimismo, junto con este caudal artístico,<br />
portaba enseñanzas búdicas (sutras) y algunas estatuillas<br />
en bronce del príncipe Siddhartha. Sin embargo, la forma<br />
de ejecutar estas danzas no llegaría desde China, sino desde<br />
el pequeño reino de Paekche, en la Península de Corea.<br />
De allí vendrá en el año 612 d.C. un tal Mimashi, un bailarín<br />
de gran talento que escenificó por vez primera una danza<br />
de Gigaku en el Imperio del Sol Naciente, y quien, además,<br />
trajo con él nuevas máscaras y más vestuario.<br />
El principal mecenas de este arte, tan ligado a la<br />
religión budista, fue el mismo príncipe Shotoku (574-<br />
622), quien invitó a Mimashi a su lujosa villa de Shakurai,<br />
población cercana a la entonces capital del Imperio:<br />
Nara. Allí enseñaría a los nobles japoneses a danzar e<br />
interpretar las canciones del Gigaku, con lo que conseguiría<br />
también la propagación de la nueva fe continental<br />
a lo largo y ancho de la geografía nipona.<br />
Este nuevo espectáculo se popularizó por dicha<br />
zona muy pronto, siendo albergado en los principales<br />
templos budistas de la región, en donde, aparte de las<br />
representaciones, se preservaron sus textos teóricos,<br />
sus máscaras y sus ricos trajes, bordados todos ellos con<br />
hilos de oro y elaborados con las mejores sedas. Dos de estos<br />
templos fueron los de Tachibana y Uzumasa (éste cerca<br />
ya de Kioto), en los que nacieron las primeras compañías<br />
profesionales de Gigaku y en donde, siglos más tarde, Kannami<br />
Kiyotsugu y su hijo Zeami Motokiyo (los denominados<br />
padres del Noh) entraron en contacto con este género<br />
teatral para nutrirse y recibir importantes influencias que<br />
trasvasarían a su nuevo arte, no solo en cuanto a argumentos<br />
se refiere, sino también en cuestiones de estética.<br />
Las máscaras del Gigaku<br />
Las máscaras empleadas en la antigüedad por los actores<br />
del Gigaku son más perfeccionadas y estilizadas<br />
que las que se usaron, por ejemplo, en el Kagura. Precisamente,<br />
las dedicadas a este arte son, casi con toda<br />
seguridad, las más antiguas de cuantas se han conservado<br />
hasta nuestros días en todo el mundo 2 . Los tipos de<br />
máscaras Gigaku engloban diferentes clases de demonios<br />
o espíritus, con rasgos faciales exagerados y rostros<br />
deformes (algunas recuerdan a ciertas máscaras usadas<br />
en celebraciones y rituales balineses o coreanos 3 ); junto<br />
a estos seres sobrenaturales conviven diferentes tipos<br />
de paisanos o villanos, hombres simples a quienes sobre<br />
el escenario se extreman y condenan sus vicios morales<br />
y sus excesos, y quienes, frecuentemente, son motivo de<br />
escarnio y burla por parte de los poderosos.<br />
Como sucede con sus antecesoras y sus sucesoras,<br />
las máscaras del Gigaku se labraron en madera,<br />
empleando el dúctil cerezo casi siempre. Las técnicas<br />
del pintado y el barnizado también se perfeccionaron<br />
notablemente, apareciendo ahora colores como el dorado,<br />
el rojo, el marrón o el verde; y brillos y matices<br />
únicos que se han conservado hasta nosotros, salvando<br />
el tránsito y el rigor de los siglos.
El espectáculo del Gigaku<br />
Las representaciones de Gigaku fueron y son un verdadero<br />
derroche de color y de lujo, traducido éste en los ostentosos<br />
trajes rituales que llevan sus actores o en los bellos<br />
instrumentos musicales de la orquesta. Como ya hemos<br />
señalado, casi siempre se representaba Gigaku en conmemoraciones<br />
religiosas (tales como el nacimiento del<br />
mismo Buda, o Gigakue, en japonés), a las que los nobles<br />
asistían luciendo también sus mejores galas.<br />
En cuanto a la orquesta del Gigaku, está compuesta<br />
por la flauta travesera (fue), el címbalo (dobyoshi), dos<br />
gongs y uno o varios tambores de Wu (o tambor chino),<br />
cuyo intérprete de mayor edad se encarga de dirigir al<br />
resto de los músicos. El medio en el que el Gigaku se desarrolla<br />
es muy sencillo: un simple entarimado elevado<br />
del suelo unos 60 cm, al cual se accede por unas pequeñas<br />
escaleras frontales. Bordeando el escenario propiamente<br />
dicho veremos una barandilla de unos 90 cm de<br />
altura, barnizada con un intenso color rojo. En la parte<br />
trasera de la escena (a izquierda y derecha del público)<br />
se situará la orquesta, encargada de marcar la entrada y<br />
la salida de los actores con sus intervenciones.<br />
Una obra arquetípica: Baramon<br />
Dentro del corpus de obras Gigaku que se nos han<br />
conservado (sobre todo en el libro denominado<br />
Kyokunsho) existe una especialmente famosa, la titulada<br />
Baramon (El brahmán). Baramon es una pieza cómica<br />
(muy en la línea de lo que luego sería el teatro<br />
Kyogen, compañero inseparable del Noh), en la que su<br />
protagonista es nada menos que un religioso hindú,<br />
perteneciente a la casta más respetada de su sociedad.<br />
Sin embargo, nuestro brahmán teatral resulta ser el<br />
padre de un niño al que decide -movido por la piedad<br />
filial- no abandonar y cuidar él mismo, teniéndolo que<br />
acunar, alimentar o lavar sus pañales, actos muy poco<br />
adecuados para una eminencia religiosa como él. Más<br />
allá de los ingredientes puramente cómicos, Baramon<br />
fue una advertencia a los monjes y legos del Japón de<br />
la época, ya que su autor nos presenta ante nuestros<br />
ojos a un importante religioso, con un futuro prome-<br />
4 Véase http://www.japonartesescenicas.org/teatro/generos/gigaku4.html<br />
tedor, humillado, descendido a la condición de vulgar<br />
ciudadano y casi irreconocible, debido todo esto a no<br />
haber podido frenar su lascivia y pasión sexual, por la<br />
cual ahora debe pagar. Como ya hemos visto, esta obra<br />
y otras del mismo estilo, son tremendamente coherentes<br />
con su idiosincrasia, ya que están escritas y fueron<br />
representadas por el mismo grupo social al que están<br />
también dirigidas: los nobles y los religiosos. Huelga<br />
decir, pues, que esta parte moralizante será también<br />
ingrediente importante en espectáculos teatrales posteriores,<br />
tales como el Bugaku o el Noh.<br />
Declive y surgimiento del Gigaku<br />
Tal y como autores como el ya citado Benito Ortolani<br />
o Yoshinobu Inoura 4 han indicado, el Gigaku vivió su<br />
momento de mayor apogeo en torno al siglo IX y X<br />
de nuestra era; a partir de entonces -y debido en gran<br />
parte a la llegada de nuevas formas escénicas, como el<br />
Bugaku o el Sarugaku- el Gigaku caerá en un progresivo<br />
olvido. No será hasta bien entrado el siglo XX cuando<br />
el gobierno japonés se proponga restaurar el pasado<br />
esplendor de este espectáculo, fomentando su estudio<br />
y trabajando por su recuperación histórica. Desde<br />
entonces, nuevos grupos de Gigaku se han creado, en<br />
los que hay una notable presencia de jóvenes músicos<br />
y actores, y varias han sido ya las giras desarrolladas<br />
tanto dentro como fuera de Japón. En <strong>2011</strong> podemos<br />
decir sin temor a equivocarnos que el Gigaku goza de<br />
una buena salud y que sus nuevos artífices buscan deslumbrar<br />
al público de nuestros días con su hermoso<br />
espectáculo, tal y como hicieron -hace ya más de doce<br />
siglos- los padres de este bello y delicado arte.<br />
Bibliografía<br />
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Theatre, Tokyo, Charles E.<br />
Tuttle Company, 1952.<br />
GARFIAS, R., Music of a<br />
thousand autumns: The<br />
Tōgaku style of Japanese<br />
court music, Los Angeles,<br />
California University<br />
Press, 1975.<br />
HARICH-SCHNEIDER, E.,<br />
“The Earliest Sources<br />
of Chinese Music and<br />
Their Survival in Japan”,<br />
Monumenta Nipponica,<br />
XI, 1955, pp. 85-103.<br />
MICHAEL, A., Shotoku:<br />
Ethnicity, Ritual and<br />
Violence in the Japanese<br />
Buddhist Tradition, New<br />
York, Oxford University<br />
Press, 2008.<br />
PICKEN, L., Music from<br />
the Tang Court: A primary<br />
study of the original,<br />
Cambridge, Cambridge<br />
University Press, 1985.<br />
Fernando Cid Lucas<br />
Miembro de la Asociación Española de Orientalistas<br />
de la Universidad Autónoma de Madrid. Ha editado y<br />
publicado diversos libros sobre Japón, entre los que<br />
destacan el reciente: ¿Qué es Japón? Introducción a la<br />
cultura japonesa (Servicio de Publicaciones de la UEx,<br />
2009) o la traducción de la obra de Noh Ikuta, de Zenpo<br />
Motoyasa (Institución Cultural el Brocense, 2006).
28<br />
Cultura pop <strong>Kaikan</strong><br />
Chica<br />
an<br />
CosPlayErs PErUanas intErPrEtan a sUs MEjorEs PErsonajEs<br />
Anita Quicaño, en su mejor papel: la dinámica y alegre Lima.
s imea<br />
Por: Enrique Higa. Fotos: Álvaro Uematsu<br />
ambas les gustan los anime desde chiquitas.<br />
El favorito de Anita Quicaño es Saber<br />
Marionette J. El primero que vio Thalía Quispe<br />
fue Cardcaptor Sakura.<br />
Anita, de 21 años, ya no es tan fanática de los<br />
anime como en la década de 1990, pero hace tres años<br />
descubrió el cosplay y su mundo cambió. Le encanta interpretar<br />
a personajes como Lima de Saber Marionette J<br />
o Asuka de Neon Genesis Evangelion.<br />
Thalía, de 20, aún es adicta a los anime. Habla<br />
con entusiasmo de Shiki y Elfen Lied, dos de sus preferidos.<br />
No se identifica con nadie en particular, aunque le<br />
atraen los personajes masculinos porque son “misteriosos,<br />
extraños y difíciles de comprender”. Ella también<br />
hace cosplay, le gusta ponerse en la piel de Kotonoha<br />
de School Days, pero su mejor papel es el de maid.<br />
Anita, la hiperactiva<br />
Anita estudia diseño gráfico en IPAD. De niña quería<br />
ser una mangaka. En su anuario de sexto grado figura<br />
como “creadora de manga y anime”. Incluso tiene un<br />
blog (www.anitalandya.blogspot.com) en el que ha<br />
publicado sus antiguos manga, que pergeñó cuando<br />
seguramente distaba de imaginar que lo suyo no sería<br />
construir historias sino encarnarlas.<br />
Cuando se enteró de que había chicos y chicas<br />
que se disfrazaban de personajes de anime, se propuso<br />
imitarlos. Ella misma, con apoyo de su mamá, se<br />
confeccionó un traje de Lima. Como no conocía a ningún<br />
cosplayer, acudió sola al Otakufest (convención de<br />
manga y anime) de 2008.<br />
No la dejaron en paz ni un segundo. “Me quedé<br />
en shock, como estaba sola me acosaron. Ni bien bajé<br />
del taxi me colaron en la fila, no me revisaron nada, ‘ya<br />
pasa pasa’. No me dejaban entrar al baño, ‘por favor, una<br />
foto’. Se me rompió el zapato, me voy afuerita, comienzo<br />
a arreglarlo, y en eso veo flashes. Creo que ese día no me<br />
senté. Sentí que estaba en la boca del lobo”, recuerda.<br />
Sin embargo, le gustó la experiencia. Descubrió<br />
que había mucha gente que compartía su afición por<br />
los anime (en el colegio era la única chica que los veía)<br />
y se sintió “normal”.<br />
Un año después, volvió al Otakufest, esta vez<br />
como Asuka. Su personaje impactó. Fue entrevistada<br />
por Gerardo Higa, artífice del sitio web Onigiri TV, e<br />
impresionó tanto por su desenvoltura y carisma que la<br />
convocaron para reportear en eventos.<br />
<strong>Kaikan</strong> Cultura pop 29
30 Cultura pop <strong>Kaikan</strong><br />
Thalía Quispe,<br />
la maid atenta<br />
y solidaria.<br />
Al principio era muy formalita, se cohibía, hasta<br />
que en un evento –por una mezcla de calor y sueño,<br />
asegura ella, que despertó su verdadera personalidad–<br />
se deschavó: “Correteaba a los entrevistados, los hacía<br />
que hablaran conmigo sí o sí, no podía recibir un no,<br />
parecía una loquita”, rememora.<br />
La hiperactiva Anita, que a veces parece una<br />
fuerza de la naturaleza a punto de desatarse, revela<br />
que tiene fama de loca. Por eso, aclara: “Soy muy alegre,<br />
pero no soy loca”.<br />
Ser cosplayer significa no tener vergüenza ni miedo,<br />
afirma. No es solo colocarse el traje y listo. Tienes<br />
que saber interpretar al personaje. No puedes encarnar<br />
a uno alegre y apocarte o tener roche de que te tomen<br />
fotos, explica.<br />
Para hacer un cosplay, Anita primero busca afinidad<br />
física. Como es delgada, no podría meterse en un<br />
cuerpo exuberante (“a menos que me ponga relleno”,<br />
apunta). Luego, tiene que identificarse con su personaje.<br />
No encajaría en uno callado o introspectivo.<br />
Anita está acostumbrada a que los otaku quieran<br />
fotografiarse con ella, pero no se la cree. “Le toman fotos<br />
al personaje que interpreto, no a mí”, manifiesta. “El<br />
cosplay es la vedette del evento, es lo que más llama la<br />
atención, les ganamos a los actores de verdad”, subraya.<br />
Sin embargo, ella ha logrado ganarse un nombre<br />
en el mundo otaku. No es una más. Un día en que no<br />
tenía traje para asistir a un evento decidió ir como ella<br />
misma. Se sorprendió cuando comenzaron a reconocerla.<br />
“‘Anita, una foto contigo’. ‘Pero estoy sin cosplay’.<br />
‘No importa, te amo’. Yo estaba feliz, no sabía que esto<br />
pasaba. Me emocioné bastante”, relata.<br />
Desde esa vez, cuando no tiene nada que ponerse,<br />
ya sabe cómo vestirse: “Con el cosplay que mejor me<br />
sale: el de Anita Quicaño”.<br />
Anita siempre ha querido vestirse distinto de los<br />
demás. Incluso a veces sale a la calle en geta (calzado<br />
tradicional japonés), como si fueran chancletas. Pero no<br />
solo le gustan los personajes de anime. También quiere<br />
disfrazarse de la princesa Leia, Leeloo (Milla Jovovich en El<br />
Quinto Elemento) y Mystique (Rebecca Romijn en X Men).<br />
Thalía, la oneechan<br />
Thalía Quispe estudia geografía y medio ambiente en la<br />
Universidad Católica y trabaja en una pastelería que en<br />
ocasiones especiales funciona como maid café (restau-
ante temático, originario de Japón, en el que las meseras<br />
visten como mucamas y tratan a los clientes como amos).<br />
¿Qué es exactamente una maid? Thalía lo explica:<br />
“La maid es un personaje de anime que tiene un amo<br />
al que sirve, lo atiende, hace todo lo posible para que<br />
esté bien, para que se sienta cómodo y contento. Lo<br />
mira cuando se siente solo y triste, es como una hermana,<br />
como una oneechan, siempre está con él y le es leal”.<br />
Ella se siente identificada con el personaje: “Me<br />
parezco un poco porque me gusta preocuparme por la<br />
gente. A veces las cosas son difíciles y no tienes a nadie<br />
que esté cerca; a mí me gusta ser esa persona. Aparte,<br />
me gusta tratar con la gente, hacerla reír, es bonito”.<br />
Cuando al local acuden otaku, Thalía los recibe<br />
con el saludo característico de los maid cafés: “Okaerinasai<br />
goshujin sama” (“Bienvenido a casa señor amo”).<br />
Conversa con ellos y se divierte.<br />
No faltan clientes convencionales que al verla<br />
vestida como maid se ponen pesados, pero ella le resta<br />
importancia al asunto. “Hay de todo, gente que es más<br />
amable, menos amable, pero mientras pueda sacarle<br />
una sonrisa está bien”, afirma.<br />
Thalía, la maid, es dulce y servicial, tiene una vocecilla<br />
y parece incapaz de molestarse. ¿Cuánto hay de<br />
ella verdaderamente y cuánto del personaje? Hay de<br />
ambas, asegura. Ha estudiado teatro y le gusta no solo<br />
vestirse como el personaje que interpreta, sino también<br />
meterse en su alma.<br />
Papás, caballero nomás<br />
Los padres de los chicos y chicas otaku –o que se mueven<br />
en ese mundo– a veces no simpatizan con las aficiones<br />
de sus hijos.<br />
Anita dice que sus papás ya aceptaron que sea una<br />
cosplayer. “Qué van a hacer”, manifiesta. Al comienzo tuvieron<br />
miedo, cuando ella se hizo conocida y se convirtió<br />
en caserita involuntaria de foros virtuales. Averiguaron su<br />
teléfono, la llamaron, pero el acoso cesó cuando el impacto<br />
de su debut como cosplayer se fue atenuando.<br />
Eso sí, no les agrada que gaste en trajes. No obstante,<br />
Anita cuenta que como ella misma los confecciona,<br />
solo emplea dinero en las telas. Y en las pelucas,<br />
que normalmente le cuestan unos 35 soles (lo máximo<br />
que ha pagado ha sido 180).<br />
Los papás de Thalía son muy estrictos, pero la aceptan.<br />
“Ellos me han enseñado que yo tengo que tener mi<br />
propia forma de pensar, mis propios gustos, y que tengo<br />
que defender lo que me gusta y en lo que yo creo. Por eso,<br />
se contradirían ellos mismos si me prohibieran hacer algo,<br />
sobre todo que no es algo malo, sino sano y divertido. Mi<br />
papá es el que tiene un poco más de problemas, pero mi<br />
mamá no. Si es algo bueno, si yo estoy feliz, y no me trae<br />
ningún problema, entonces está bien”, revela.<br />
¿Otaku o no otaku?<br />
Cuando la gente se entera de que Anita es cosplayer, de<br />
inmediato cree que también es otaku. Ella aclara: “Yo no<br />
soy otaku, solo me gusta disfrazarme”.<br />
Sin embargo, los de afuera meten a todos en el<br />
mismo saco y Anita debe enfrentar los prejuicios de los<br />
<strong>Kaikan</strong> Cultura pop 31<br />
que son víctimas los fanáticos de los manga y anime:<br />
“Que los otaku son unos enfermitos, que solo ven anime,<br />
que se quieren ir a vivir sí o sí a Japón, que no salen<br />
de su infancia, que son niñitos grandotes”.<br />
Por su parte, más que como otaku, Thalía prefiere<br />
definirse como “asiatic fan” (también le gusta, por<br />
ejemplo, el pop coreano). Y dispara un breve discurso<br />
a quienes los miran como frikis: “No deberían dejarse llevar<br />
por lo que dice la gente o por la primera impresión.<br />
Deberían entender el mensaje, porque detrás del anime<br />
hay una enseñanza. Creo que todas las personas deberían<br />
ser tolerantes, que se den el tiempo de conocer”.<br />
Thalía extrae lecciones de los anime. “He aprendido<br />
muchas cosas sobre problemas que pueden tener las personas.<br />
De pronto me es más fácil darles consejo porque<br />
siento que muchas de esas situaciones ya las he visto, entonces<br />
sé más o menos qué es lo que puede pasar. Eso me<br />
sirve para poder aconsejar a mis amigos, o saber qué decirles<br />
cuando se sienten solos o tristes, o poder entender a<br />
las personas que no conozco mucho”, manifiesta.<br />
Cuando era chiquita, Anita quería ir a Japón. Le<br />
llamaban la atención cómo vestían, cómo comían y los<br />
paisajes en los anime que veía. ¿Cómo se imagina Japón<br />
ahora? Su respuesta, concisa y directa como ella: “Mejor<br />
que nosotros, todo rápido, rascacielos, harta gente”.<br />
A Thalía le gustan las bandas visual kei, y menciona<br />
a X Japan y Versailles, que hace poco tocó en Lima<br />
(“estuve en primera fila”, recuerda). También le gusta la<br />
música japonesa antigua. “Es muy bonita, no soy especialista,<br />
pero me gusta”, asegura.<br />
La comida japonesa favorita de Thalía es el maki.<br />
El plato preferido de Anita es –no podía ser de otro<br />
modo– el onigiri con sabor a manga y anime.
32<br />
Galería <strong>Kaikan</strong><br />
Homenaje<br />
El Museo de la Inmigración <strong>Japonesa</strong> al<br />
Perú inauguró la exposición temporal<br />
“Shozo Kitsuta. Un dirigente ejemplar”, en<br />
homenaje a quien fuera presidente de la<br />
Asociación <strong>Peruano</strong> <strong>Japonesa</strong> (APJ) y gestor<br />
principal del Policlínico <strong>Peruano</strong> Japonés.<br />
La muestra va hasta el 31 de marzo.<br />
En familia. Hijos y esposa de Shozo Kitsuta<br />
se hicieron presentes en la muestra.<br />
Brindis.<br />
Takako Akamine, presidenta<br />
de la Asociación Femenina<br />
<strong>Peruano</strong> <strong>Japonesa</strong>; Rosa<br />
Tsuchiya de Kitsuta; Teodoro<br />
Tsuja, presidente de la APJ;<br />
Raúl Hiraoka, subdirector del<br />
Museo; y César Tsuneshige,<br />
consejero de la APJ.<br />
En el recuerdo. Rosa Tsuchiya, viuda de<br />
Shozo Kitsuta, con retrato del dirigente nikkei.<br />
Fotos<br />
Amigos, familiares y representantes de las instituciones nikkei y la Embajada del Japón<br />
se hicieron presentes en la inauguración de la muestra Eyes by Diego Yamashiro.<br />
Apassionato<br />
Animatissimo, primer grupo<br />
de música de cámara peruano<br />
dedicado a interpretar música<br />
de anime y videojuegos, brindó<br />
un recital temático celebrando<br />
el amor y el romance bajo el<br />
concepto “Apassionato”. Temas<br />
como Hoshizora no Waltz (Kimi<br />
ga Nozomu Eien), Ai Oboete<br />
Imasuka? (Macross), Theme of<br />
Love (Final Fantasy IV), fueron<br />
parte del programa.<br />
Demostración<br />
El centro comercial Caminos del<br />
Inca fue el nuevo escenario en<br />
el que se realizó una exhibición<br />
de artes marciales. Participó<br />
una numerosa delegación de<br />
alumnos y profesores de karate,<br />
aikido, kendo y judo del dojo del<br />
Centro Cultural <strong>Peruano</strong> Japonés.
El profesor Hiroshi<br />
Ishiguro brindó<br />
la conferencia<br />
“Robótica: búsqueda<br />
de la existencia<br />
humana”.<br />
Robot RB2000 haciendo gala<br />
de sus destrezas.<br />
Los robots llegaron ya<br />
Gran expectativa generó la conferencia que el<br />
profesor Hiroshi Ishiguro, creador del famoso<br />
androide Geminoid, ofreció el 17 de febrero en el<br />
Centro Cultural <strong>Peruano</strong> Japonés.<br />
<strong>Kaikan</strong> Galería 33<br />
¿Una foto más? Atendiendo<br />
requerimientos de los asistentes.<br />
Numeroso público asistió<br />
a la conferencia.<br />
El presidente de la compañía Vstone,<br />
Nobuo Yamato realizó una demostración<br />
con varios robots jugadores de fútbol,<br />
bailarines y hasta músicos.<br />
Nobuo Yamato y Hiroshi Ishiguro, al<br />
término de la conferencia.