Los Indoamericanos en Cuba

o¡(vsua
OI'dVN31N3:>18
~
JlUJS~Jd IC
SOlJJ!qc SO!PUlS3:
VHfl:) Na
SONV:)nIaWVOONI SOl

FELIPE DE JESÚS PÉREZ CRUZ (La Habana, 1955). Doctor en Ciencias
Pedagógicas (2001), especialización en Estudios Latinoamericanos
(1986), Licenciado en Educación en Historia y Ciencias Sociales
(1979). Profesor Titular de la Universidad de Ciencias Pedagógicas
"Héctor Alfredo Pineda Zaldívar", Investigador Titular del Grupo
de Estudios Cuba, Teoría y Sociedad del Instituto de Filosofía. Presidente
de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (UNHIC) en
La Habana. Miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Miembro de Grupo (Comisión) Nacional del Bicentenario de la República
de Cuba. Directivo de la Sección de Políticas Educativas del
Latin American Studies Association (LASA) de los Estados Unidos.
Profesor de la Escuela Pedagógica Latinoamericana de Lima, Profesor
Invitado en universidades y centros de investigación de Cuba, América
Latina, Estados Unidos, Canadá, Francia, Qatar y la República
Popular China. Miembro del Consejo Asesor de la Revista Calibán,
en Cuba, del Consejo de Redacción Internacional de la Revista de
Educación y Cultura. Docencia, con sede en Lima, y del Consejo
Asesor de la Revista de Historia de la Educación Latinoamericana,
Colombia. Es autor de nueve libros, coautor de otros veinte.

LOS INDOAMERICANOS
ENCUBA
Estudios abiertos
al presente
Felipe de J. Pérez Cruz
( Coordinador)
C5
EDITORIAL DE CIENCIAS SOCIALES, LA HABANA, 2014

Edición: Lili Chi
Corrección: Addis Alarcón
Diseño del perfil de la colección: Rafael Lago Sérichev, Axel Rodríguez García
y Adolfo Izquierdo Mesa
Diseño de cubierta: Alexis Rodríguez Rodríguez
Título de la obra: Orígenes
Realización de cubierta: Ariadna Boris Cobas
Técnica: Acrílico sobre lienzo
Realización: Yuleidys Fernández Lago
Composición computarizada: Madeline Martí del Sol
© Felipe de Jesús Pérez Cruz, 2014
© Sobre la presente edición:
Editorial de Ciencias Sociales, 2014
ISBN 978-959-06-1504-7
Estimado lector, le estaremos muy agradecidos si nos hace llegar su opinión por
escrito, acerca de este libro y de nuestras ediciones.
Colección ALBA BICENTENARIO
EOITORIAL DE CIENCIAS SOCIALES
Instituto Cubano del Libro
Calle 14, no. 4104 e/41 y 43, Playa, La Habana, Cuba
editorialmil@cubarte.cult.cu

"Estos tiempos no son para acostarse con el
pañuelo a la cabeza, sino con las armas de
almohada... Trincheras de ideas valen más que
trincheras de pi(!dra ... La historia de América, de
los incas acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque
no se enseñe la de los acontes de Grecia.
Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no
es nuestra. Nos es más necesario".
José Martí: Nuestra América, 1891.

íNDICE
Nota al lector / XIII
Prólogo/XV
El hombre antiguo de América V sus artes primitivas / 1
JOSÉ MARTí PÉREZ
itos indoamericanos en Cuba? Actualicemos el tema / 6
FELIPE DE J. PÉREZ CRUZ
Tema marginal / 8
¿Prehistoria e Historia? / 12
¿Cuba primitiva? / 15
¿Cómo denominar a los primeros habitantes de Cuba? / 16
¿Lo indoamericano? / 21
¿Se extinguieron los indígenas en Cuba? / 24
Paradoja y reencuentro / 26
Opías de nuestro presente/ 29
El medio geográfico de la Cuba prehistórica / 31
FERNANDO ORTEGA SASTRIQUES, GERARDO IZQUIERDO DíAZ, EFRÉN JAIMEZ SALGADO
y ANTONIO LÓPEZ ALMIRALL
El poblamiento de América / 31
El clima pleistocénico de Cuba / 33
Paleoecología del período wisconsiano / 36
Las llanuras, tierras onduladas y montes bajos con clima semiárido / 36
Los arenales de la plataforma emergida con clima desértico o
estepario / 39
Los takires de las llanuras desérticas IBW) / 40
Las zonas montañosas / 42
- VII-

El fin del período glacial / 43
Paleoecología de la transición al Holoceno / 46
La situación ambiental del pretribal temprano en Cuba / 48
Durante el tránsito climático al Holoceno / 53
Durante el Óptimo Climático Postglacial OCP / 54
Criterios de búsqueda para sitios arqueológicos / 56
Cuba: migración e intercambio sociocultural en el Caribe / 60
ALFREDO PÉREZ CARRATALÁ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
El Caribe / 60
Etapa de la economía de apropiación. Formación económica social
de los Apropiadores pretribales del período temprano / 64
Apropiadores pretribales del período medio / 66
Apropiadores pretribales del período tardío / 67
Los productores tribales / 68
Tras las huellas de las puntas de un proyectil / 69
Cuba isla de intercambio / 70
Los primeros descubridores de Cuba y las Antillas / 72
ALFREDO PÉREZ CARRATALÁ
Las evidencias arqueológicas / 73
Migración y transculturación / 75
Los protoagrícolas / 78
Transculturación / 80
Reflexiones sobre economía, cultura y naturaleza
en la historia más antigua de Cuba / 81
ENRIQUE M. ALONSO ALONSO
Más sobre el poblamiento de Cuba. De Canímar Abajo
a Caridad de los Indios / 89
ANTONIO J. MARTíNEZ FUENTES, ISABEL MENDIZÁBAL y DAVID COMAS
Las poblaciones latinoamericanas y caribeñas actuales / 89
¿Cuándo y de dónde vinieron los primeros habitantes
de nuestro archipiélago? / 92
Una historia mal tratada y maltratada / 98
El estudio genético en poblaciones contemporáneas / 104
Arqueología y género: la mujer aruaca en el Caribe antiguo / 110
LouRDEs S. DOMíNGUEZ GONZÁLEZ
Estudio zooarqueológico sobre la dieta aborigen / 122
ALFONSO CÓRDOVJ\ MEDINA
Los materiales y métodos / 123
- VIII-

Resultados y discusión / 123
Un alto aprovechamiento de la dieta / 125
El caracol en las culturas aborígenes / 126
GRISElDA HERNÁNDEz RAMíREZ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
La concha en la cosmogonía indígena / 128
El viaje al caracol / 133
La arqueología en el estudio de la religión y el arte
en el Caribe prehispánico / 136
LouRDEs S. DOMíNGUEZ llONZÁLEZ
Hablemos de arte y religión / 140
Hablemos de religión y arte / 142
La mitología en el dibujo rupestre de la caverna de Patana / 150
RACSO FERNÁNDEZ ORTEGA
La Caverna de Patana / 152
Cuatro eran los hijos de Itiba Cahubaba / 153
La trascendencia del número 4/ 160
Figuras antropomorfas de arqueros en el arte rupestre cubano /161
OIVALDO GUTIÉRREZ CALVACHE, RACSO FERNÁNDEZ ORTEGA, JOSÉ B. GONZÁLEZ TENDERO
Las representaciones de arqueros en el dibujo rupestre cubano /
163Solapa del Arquero o de Cojímar, Habana del Este / 164
Cueva de Las Avispas o Montané, Uuivicán / 165
Cueva del Toro, Guara, San José de las Lajas / 165
Otras evidencias en Cuba vinculadas a la presencia del arco
y la flecha / 167
Las Antillas: El arco y la flecha en las Crónicas de Indias / 171
La filiación cultural de las grafías: una difícil tarea / 175
Legado en peligro / 190
La guerra omitida. La guerra digna / 192
JosÉ JIMÉNEZ SANTANDER
Preludios de la invasión / 194
Tratamiento bibliográfico a la Guerra Digna / 200
La alevosa matanza de Caonao / 204
Casiguaya /210
JESÚS ORTA RUIZ
Villa San Salvador. Los titubeos de Diego Velázquez / 213
LUDíN B. FONSECA GARCíA
-IX-

Un encuentro de rebeldías: las relaciones interétnicas
entre las culturas aborígenes y africanas / 226
OSCAR PEREIRA PEREIRA
Los primeros esclavos africanos / 228
Las primeras rebeldías y rebeliones esclavas / 230
Las relaciones interétnicas entre las culturas. Criterios / 239
Aproximación sociológica a la conquista / 241
JORGE ULLOA HUNG
La conquista de las grandes antillas y la mentalidad europea / 244
La conquista: Su expresión doctrinal y económica / 245
Las encomiendas y la élite colonizadora / 248
Sociedad colonial santiaguera: el pueblo indio de San Luis
de los Caneyes /251
JUAN MANUEL REYES CARDERO
Fundación del pueblo indio de San Luis de los Caneyes / 251
El pueblo indio y la administración colonial / 258
El despojo de los terratenientes santiagueros / 262
San Pablo de Jiguaní un "pueblo de indios" / 264
LILlAN PADRÓN REYES
En la región de Bayamo / 265
Devoción india y sincretismo en la Virgen de la Caridad / 273
JosÉ A. MATOS ARÉVALO
Un personaje desconocido en nuestra historia nacional / 282
JosÉ ANTONIO GARCíA MaLINA
Los textos de estudio de historia de Cuba para la enseñanza
en general / 283
Las obras históricas y el pensamiento del siglo XIX cubano / 287
Breve reflexión final / 295
El siboneysimo: Hatuey y Guarina / 299
JUAN CRISTÓBAL NÁPOLES FAJARDO
Instrumentos musicales y mitos. Propuesta para el ejercicio docente / 305
GRISELDA HERNÁNDEZ RAMíREZ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
Estructura del texto / 308
Instrumento musical: Maracas / 310
Instrumento musical: Guajey o güiro / 311
Objeto sonoro: Carapacho raspador /312
Cordófonos / 313
Objeto sonoro: Arco musical / 313
Instrumento musical: Cítara /314
Aerófonos / 314
-x-
•

Instrumento musical: Flauta /315
Instrumento musical: Silbatos / 315
Legado aborigen a la cultura cubana / 321
JESÚS GUANCHE PÉREZ
La lengua / 323
La vivienda / 324
Instrumentos de trabajo / 325
Costumbres / 326
El ajuar doméstico / 327
La alimentación / 329
Artes de pesca / 330
Aporte al español actualmente hablado en Cuba / 333
SERGIO O. VAlOÉS BERNAl
Algunas comparaciones fono-lingüísticas del taíno V el quechua / 343
ALFREDO AlBERDI VAllEJO
Aspectos comparativos fono-lingüísticos / 344
El camino del conocimiento / 349
Dos propuestas para la escuela cubana / 350
UUSES M. GONZÁlEZ HERRERA, ENRIQUE M. ALONso, GERARDO IZQUIERDO DíAZ
y GRISElDA HERNÁNDEZ RAMíREZ
La situación de partida / 352
Las Comunidades Aborígenes en la Historia de Cuba /359
Sobre la plataforma conceptual / 361
Cuaderno de Historia aborigen de Cuba. Un enfoque dirigido
a la enseñanza básica / 364
Perspectiva de los estudios arqueológicos actuales vinculados
a la docencia / 366
Vigencia precolombina para la cultura cubana actual / 371
AVEuNo VíCTOR COUCEIRO RODRíGUEZ
Las expediciones de Manuel Rivera de la Calle a Yateras 1964-1986/402
LOHANIA J. ARUCA ALONSO
Problemas historiográficos / 404
Recordemos la historia ... /406
Criterios de Rivero de la Calle /415
Conclusiones / 415
La genética: un novedoso camino hasta nuestros ancesfros / 418
BEATRIZ MARCHECO T ERUEl
El parecido entre los seres humanos de diferentes regiones
del mundo / 422
-XI-

Las nuevas tecnologías de la genética / 423
Año 2007: Primer estudio en cubanos /424
Características generales de las personas estudiadas / 425
Metodología utilizada para el estudio del mestizaje étnico / 426
Hallazgos de la investigación / 426
Otros hallazgos / 427
La percepción del color de la piel / 428
¿Cuánto nos parecemos "genéticamente" los cubanos
a nuestros vecinos? / 432
2012: Segundo estudio realizado en todas las provincias del país / 432
Gran Cerní de Patana: el ídolo ausente / 437
MIGUEl LOZANO ALEMÁN
Las conmemoraciones de las primeras villas / 442
WILKIE DELGADO CORREA
¿Encuentro de civilizaciones? / 450
FELIPE DE J. PÉREZ CRUZ
¿Encuentro? / 451
Encuentro de civilizaciones y culturas / 455
La historia de la conmemoración del 12 de octubre / 457
Una visión distinta / 460
El 12 de octubre de 1992 / 461
Nuestra raíz se multiplica /463
Día de la Resistencia, Dignidad, Rebeldía y Lucha / 466
Anexos/469
Vocabulario / 477
Bibliografía / 493
-XII-

NOTA AL LECTOR
Hace dos siglos, los hacendados criollos, campesinos, artesanos, indígenas
y esclavos del llamado Nuevo Mundo, iniciaron el movimiento
independentista contra la dominación impuesta por las potencias
conquistadoras europeas. En la penúltima década del siglo XVIII,
los descendientes de los pueblos originarios, fueron pioneros del
esfuerzo emacipador. Túpac Amaru y Túpac Katari, desafiaron a los
colonialistas españoles en Perú y el Alto Perú (hoy Bolivia), retomaron
las armas y dieron aliento a las batallas precursoras de
la primera indpendencia de América Latina y el Caribe. En Brasil,
una conspiración letrada trató de abolir la monarquía portuguesa
y la servidumbre, pero fueron los antiguos esclavos de la colonia
francesa de Haití quienes promovieron una revolución radical que
proclamó, el1ro. de enero de 1804, la primera república de negros
y mestizos en el Hemisferio Occidental.
La invasión napoleónica a España y la formación del movimiento
juntista, desembocó en la guerra de independencia de Hispanoamérica
(1810-1826), un vasto proceso de insurrección popular anticolonial
liderada por Hidalgo, Morelos, Miranda, Bolívar, Sucre, Nariño,
José Camilo Henríquez, O'Higgins, San Martín, Mariano Moreno,
Artigas, Rodríguez de Francia y muchos otros. El saldo de aquel
gigantesco empeño de liberación continental, no exento de errores
ni contradicciones, fue la creación de un puñado de repúblicas independientes
en lo político, pero conservadoras en lo social y sometidas
en lo económico al dictado de Gran Bretaña y los Estados Unidos.
El sueño bolivariano de alcanzar una federación de naciones libres
- XIII-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
y solidarias fue frustrado por la intromisión de potencias foráneas.
Por eso, a finales del siglo XIX, José Martí afirmaría con justicia que
"Bolívar tiene qué hacer en América todavía".
En este dilatado proceso, surgió también un pensamiento social
avanzado y una literatura con rasgos propios, que reflejó las realidades
sociales del continente e incorporó sus sueños de justicia al
imaginario compartido por las jóvenes naciones americanas. Desde
Alonso de Ercilla y La Araucana, la poesía de Sor Juana, el romanticismo
y el modernismo, pasando por el Martín Fierro y las llamadas
novelas de la tierra, hasta llegar a los grandes maestros del siglo xx
(Neruda, Vallejo, Rulfo, Borges, Paz, Cortázar, Carpentier, Lezama,
Arguedas, Roa Bastos, Mistral, Asturias, García Márquez, Onetti,
Fuentes, Cesaire), la estructuración de un discurso cultural autóctono,
los debates sobre la identidad nacional, así como las expresiones
ideológicas y estéticas propias de la diversidad cultural de América
Latina y el Caribe, han sido temas insoslayables de la reflexión y la
creación literaria.
En lo que va del siglo XXI, una nueva época de cambios democráticos
y transformaciones sociales recorre la América Latina,
con procesos de hondo contenido popular, indigenista y progresista
en varios países; y la unidad continental es cada vez más una
aspiración compartida, para poder hacer frente al hegemonismo
imperialista. En este contexto ve la luz la colección ALBA Bicentenario,
un valioso catálogo de libros acerca de la cultura y la historia
de América Latina y el Caribe, pensado como un homenaje a los
más de doscientos años de luchas y desvelos emancipadores, y como
una contribución, profunda y diversa, al conocimiento de nuestros
países y sus tradiciones gloriosas. Este ejemplo de soberanía cultural
rinde tributo a la aspiración bolivariana y martiana de juntar en un
solo haz a las naciones hermanas desde el Bravo a la Patagonia.
-XIV-

PRÓLOGO
En 1992, la líder indígena Rigoberta Menchú, recibió en Suecia el
premio Nobel de la Paz. En su discurso por la ocasión expresó: "No
debemos olvidar que cuando los europeos llegaron a América, florecían
civilizaciones pujantes. No se puede hablar de descubrimiento
de América porque se descubre lo que se ignora o se encuentra oculto.
Pero América y sus civilizaciones nativas se habían descubierto a sí
mismas mucho antes de la caída del Imperio romano y del medioevo
europeo. Los avances de sus culturas forman parte del patrimonio de
la humanidad y siguen asombrando a sus estudiosos".
El presente libro nos llega en un momento crucial en la historia del
país, donde las ciencias sociales y humanistas y en particular la historia
tienen la deuda y el reto de repensar nuestro proceso de construcción
cultural. Prologar esta obra es tarea difícil, sobre todo, por tratarse de
la historia de Cuba. Sin embargo, negarme sería no corresponder al
esfuerzo de un colectivo de autores empeñados en asumir una historia
crítica que encuentra como sostén el análisis de una importante etapa
de nuestra historia desde los marcos del Caribe a partir de estudios
multidisciplinarios, lo que facilita una comprensión holística de los
procesos que se tratan.
Es también saldar la deuda con las advertencias de José Martí en
su ensayo Nuestra América, de 1892, cuando con una visión preclara
enfatizaba entre otras ideas: "Ni el libro europeo, ni el libro yanqui,
daban la clave del enigma hispanoamericano; Nuestra Grecia es preferible
a la Grecia que no es nuestra, nos es más necesaria".
-xv-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
El enfoque de los trabajos presentados por los autores se enmarcan
en el necesario proceso de descolonización de los saberes, que en
nuestro caso no es solo de los referentes y paradigmas de la historiografía
creada desde la perspectiva de la modernidad, sino también del
marxismo dogmático que a través de los manuales nos llegó a varias
generaciones de cubanos. También se insertan dentro de las corrientes
historiográficas latinoamericanas que vienen tratando de hacer
una historia crítica, que nos permita, al decir de Fernando Martínez
Heredia, pensar a contracorriente, pensar con cabeza propia. En
ese propósito las obras de Edgardo Lander, Aníbal Quijano, Néstor
Carda Canclini, Martín Barbero, y otros son referentes teóricos y
metodológicos en tal empeño.
La lectura de los trabajos mueve a la reflexión y el debate en torno
a la condición humana, a su esencia cultural, lo cual no minimiza la
especificidad biológica de la especie; todo lo contrario, inserta esta
en la dimensión que la posibilita y magnifica: la cultura.
Se trata de indagar sobre nuestros pueblos originarios, penetrando
en su mundo mitológico, simbólico, mítico y ritual, expresión de una
cosmogonía universal. Lograr desde la perspectiva histórica esa visión
holística solo es posible cuando convergen en un mismo objetivo diversas
miradas, que desde la arqueología, la etnología, la antropología,
la lingüística y la politología, penetran en el objeto de estudio para
revelarnos el proceso de construcción cultural y sistemas de valores
y creencias que establecen y desarrollan los grupos humanos en sus
relaciones sociales en armonía con su medio natural.
Asumir tal enfoque permite a los autores comprender que cada
sociedad produce sus propios saberes y prácticas. Esto nos aleja de la
historia elaborada y contada a partir del legado teórico y conceptual
que se gesta y desarrolla bajo la colonización del conocimiento por
fuerzas foráneas, lo que explica por qué durante tanto tiempo calificamos
a nuestros pueblos aborígenes de inferiores, con bajo nivel de
las fuerzas productivas, atrasados técnicamente, de oscurantistas, y
solo asumimos en el presente sUs prácticas y saberes desde el rótulo
de lo folklórico.
Considero muy acertado iniciar el libro con el texto de José Martí
y a continuación el trabajo del doctor Felipe de J. Pérez Cruz, que
nos introduce desde un profundo análisis teórico y conceptual a entender
por qué hablamos de repensar desde un sentido crítico nuestro
proceso histórico.
La primera parte, con once Artículos, aborda el poblamiento del
archipiélago cubano y la presencia humana en este, desde un acerca-
-XVI-

PRÓLOGO
miento al medio geográfico, las migraciones e intercambios socioculturales
en el área, los modos de vida, las economías, culturas
materiales y cosmovisiones que les caracterizaba. Con enfoques
no siempre coincidentes -lo que resulta un valor adicional de
la entrega que se realiza-, Fernando Ortega Sastriques, Gerardo
Izquierdo Díaz, Efrén Jaimez Salgado, Antonio López Almirall,
Alfredo Pérez Carratalá, Enrique M. Alonso Alonso, Antonio J. Martínez
Fuentes, Isabel Mendizábal y David Comas, Lourdes S. Domínguez,
Alfonso Córdova Medina, Griselda Hernández Ramírez, Racso
Fernández Ortega, Divaldo Gutiérrez Calvache, José B. González
Tendero, profundizan sobre los primeros descubridores de Cuba
y de las Antillas.
José Jiménez Santander, Josué Sánchez, Ludín B. Fonseca Garda,
Oscar Pereira Pereira, con el aporte del poeta insigne Jesús Orta
Ruiz, con un acucioso dominio de las fuentes históricas exponen el
momento de la llegada de los europeos y el genocidio y etnocidio que
estos desataron, con el propósito de apoderarse del territorio y las
riquezas del "Nuevo Mundo". Los artículos mencionados abren lo que
es orgánicamente la Segunda Parte del libro, que en quince Artículos
tiene como propósito sustentar la pervivencia histórica del aborigen,
su continuidad y permanencia. A tales fines, se reunieron trabajos
de Jorge Ulloa Hung, Juan Manuel Reyes Cardero, Lilian Padrón
Reyes, José A. Matos Arévalo, José Antonio Garda Molina, Griselda
Hernández Ramírez y Gerardo Izquierdo Díaz, Jesús Guanche, Sergio
O. Valdés Bernal, Alfredo Alberdi Vallejo, Avelino Víctor Couceiro
Rodríguez, Ulises M. González Herrera, Enrique M. Alonso, Beatriz
Marcheco Teruel, Miguel Lozano Alemán, Wilkie Delgado Correa, y
Felipe de J. Pérez Cruz.
En conjunto los trabajos citados que completan la obra, permiten
al lector una visión totalizadora de nuestros pueblos originarios, revelando
al igual que el Gran Caribe la existencia de un chamanismo
central, que aún hoy mantiene rasgos de las culturas precedentes,
incluso en aquellos que aceptaron el cristianismo, pero que escondieron
en él, visiones y rituales ancestrales para poderlas salvar. De igual
manera, acontece con el pensamiento mítico de etnias y culturas de
origen: yekwana, piaroa, wayú, yanoama, guajibo, warao, taínos,
chibchas y otros que mantienen rasgos de las sociedades comunitarias,
destacándose las actividades de subsistencia y otras representaciones
culturales, unidas al conocimiento de su universo mítico y simbólico
que poco o nada tienen que ver con la cultura impuesta. Se trata de
- XVII-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
abandonar las posiciones de muchos positivistas que ven este pensamiento
como pre filosófico y cuya superación es interpretada como
progreso necesario de los humanos. Recordemos que el pensamiento
mítico constituye un modelo de las acciones y decisiones humanas. Da
sentido, legitima las relaciones sociales, actúa a partir de! consenso, es
un soporte fundador. Es la expresión de cómo estos grupos humanos
captan la realidad del universo del cual se sienten parte, junto a todo
lo que existe en su entorno, por esa razón el saber deviene proceso
regulador de su actuación.
A decir del teólogo brasileño Frei Betto ... "Todos los pueblos indígenas
viven la intuición de una totalidad que abarca todo lo existente.
Para ellos, lo divino es la interrelación íntima del ser absoluto de la
totalidad con la comunidad que cuida de la vida de cada uno de sus
miembros y de la vida de todos".
Los ensayos que se exponen pueden ser leídos por separado y en
cualquier orden, aunque en la secuencia que aparecen en el libro
nos parce la más indicada, en tanto permite la comprensión de las
características de los pueblos originarios de la Isla desde la mirada e indagación
desde múltiples saberes, que al integrarse nos ofrecen esa
visión holística y necesaria que solo desde el enfoque sociohistórico
y cultural podemos lograr.
La Resolución aprobada por la sesión habanera del XXI Congreso
Nacional de Historia, como propuesta ul plenario del Congreso, que
se anexa, completa el aporte de ciencia y conciencia del libro. Es sin
duda un documento de política científica, entendida esta, como e!
arte de concretar las verdades probadas por el estudio, en acciones de
formación y desarrollo educacional y cultural. Hora es de remover
los mitos colonialistas y las falsas asepsias que persisten en nuestro
medio y, en tal misión, la asociación habanera de historiadores desbroza
el camino.
Finaliza la obra con un vocabulario que será muy útil no solo a
quienes se introduzcan en los textos sin un dominio de las epistemologías
específicas de las ciencias desde las que trabajan, también lo será
para todos los que acompañen este esfuerzo que intenta trascender
las fronteras disciplinares en búsqueda de una total integración de
saberes y generalización cultural.
Los autores defienden sus puntos de vistas con rigor, objetividad
y honestidad intelectual, lo que expresa que cada investigación sea
asumida como fenómeno cultural.
Espero que este texto sea útil a maestros y profesores que tienen
e! encargo de enseñar la historia de la nación, la que siempre sería
- XVIII-

PRÓLOGO
incompleta si desconocemos a nuestros primeros pobladores, si nos
olvidamos de dónde venimos, y a qué mundo realmente pertenecemos.
Los estudiantes que deseen profundizar su conocimiento, encontrarán
en las páginas que le siguen un interesante reto de aprendizaje y
sobre todo de reflexión. Los colegas de las instituciones académicas,
culturales, y de investigación en el campo de las ciencias sociales,
apreciarán una manera inteligente y certera de construir consenso
desde el debate multidisciplinar. No es esta una simple agrupación de
artículos, se trata de una articulación de saberes, que en su interacción
nos acercan a la totalidad.
Aprecio que el libro, además de ser relevante para quienes están
en la esfera de la educación y la producción del conocimiento científico,
resultará interesante para el más amplio público lector, que no tendrá
dificultad para adentrarse en los textos que se presentan. Como
incentivo adicional, podrán emprender la aventura de aprenderdesaprendiendo,
pues en no pocos temas los autores rompen lanzas
con lo que tradicionalmente se ha afirmado.
DANIEL FELIPE FERNÁNDEZ DÍAZ
Jefe del Departamento de Historia
Escuela Latinoamericana de Medicina
La Habana, marzo de 2014
-XIX-

EL HOMBRE ANTIGUO DE AMÉRICA
Y SUS ARTES PRIMITIVAS1
José Martí Pérez
Cazando y pescando; desentendiéndose a golpes de pedernal del
tigrillo y el puma y de los colosales paquidermos; soterrando de una
embestida de colmillo el tronco montuoso en que se guarecía, vivió
errante por las selvas de América el hombre primitivo en las edades
cuaternarias.
"José Martí", actor Roberto Albellar, La Habana, 2014.
La América, Nueva York, abril de 1884.
- 1-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
En amar y en defenderse ocupaba acaso su vida vagabunda y azarosa,
hasta que los animales cuaternarios desaparecieron, y el hombre
nómada se hizo sedentario. No bien se sentó, con los pedernales
mismos que le servían para matar al ciervo, tallaba sus cuernos duros;
hizo hachas, harpones y cuchillos, e instrumentos de asta, hueso
y piedra. El deseo de ornamento, y el de perpetuación, ocurren al
hombre apenas se da cuenta de que piensa: el arte es la forma del
uno: la historia, la del otro.
El deseo de crear le asalta tan luego como se desembaraza de las
fieras; y de tal modo, que el hombre solo ama verdaderamente, o
ama preferentemente, lo que crea. El arte, que en épocas posteriores
y más complicadas puede ya ser producto de un ardoroso amor a la
belleza, en los tiempos primeros no es más que la expresión del deseo
humano de crear y de vencer. Siente celos el hombre del Hacedor
de las criaturas; y gozo en dar semejanza de vida, y forma de ser
animado, a la piedra. Una piedra trabajada por sus manos, le parece
un Dios vencido a sus pies. Contempla la obra de su arte satisfecho,
como si hubiera puesto un pie en las nubes. Dar prueba de su poder
y dejar memoria de sí, son ansias vivas en el hombre.
En colmillos de elefantes y en dientes de oso, en omóplatos de
renos y tibias de venado esculpían con sílices agudos los trogloditas
de las cuevas francesas de Vezere las imágenes del mamut tremendo,
la foca astuta, el cocodrilo venerado y el caballo amigo. Corren,
muerden, amenazan, aquellos brutales perfiles. Cuando querían sacar
un relieve, ahondaban y anchaban el corte. La pasión por la verdad
fue siempre ardiente en el hombre. La verdad en las obras de arte es
la dignidad del talento.
Por los tiempos en que el troglodita de Vezere cubría de dibujos
de pescados los espacios vacíos de sus escenas de animales, y el
hombre de Laugerie Basse representaba en un cuerno de ciervo una
palpitante escena de caza, en que un joven gozoso de cabello hirsuto,
expresivo el rostro, el cuerpo desnudo, dispara, seguido de mujeres
de senos llenos y caderas altas, su flecha sobre un venado pavorido y
colérico, el hombre sedentario americano imprimía ya sobre el barro
blando de sus vasijas hojas de vid o tallos de caña o con la punta de
una concha marcaba imperfectas líneas en sus obras de barro, embutidas
a menudo con conchas de colores, y a la luz del sol secadas.
En lechos de guano cubiertos por profunda capa de tierra y arboleda
tupida se han hallado, aunque nunca entre huesos de animales
cuaternarios ni objetos de metal, aquellas primeras reliquias del
-2-

JOSÉ MARTí PÉREZ
hombre americano. Y como a esas pobres muestras de arte ingenuo
cubren suelos tan profundos y maleza tan enmarañada como la que
ahora mismo solo a trechos deja ver los palacios de muros pintados
y paredes labradas de los bravíos y suntuosos mayapanes, no es dable
deducir que fue escaso de instinto artístico el americano de aquel
tiempo, sino que, como a nuestros ojos acontece, vivían en la misma
época pueblos refinados, históricos y ricos, y pueblos elementales y
salvajes. Pues hoy mismo, en que andan las locomotoras por el aire,
y como las gotas de una copa de tequila lanzada a lo alto, se quiebra
en átomos invisibles una roca que estorba a los hombres, hoy
mismo, ¿no se trabajan sílices, se cavan pedruscos, se adoran ídolos,
se escriben pictógrafos, se hacen estatuas de los sacerdotes del sol
entre las tribus bárbaras? No por fajas o zonas implacables, no como
mera emanación andante de un estado de la tierra, no como flor de
geología, pese a cuanto pese, se ha ido desenvolviendo el espíritu
humano. Los hombres que están naciendo ahora en las selvas en medio
de esta avanzada condición geológica, luchan con los animales,
viven de la caza y de la pesca, se cuelgan al cuello rosarios de guijas,
trabajan la piedra, el asta y el hueso, andan desnudos y con el cabello
hirsuto, como el cazador de Laugerie Basse, como los elegantes
guerreros de los monumentos iberos, como el salvaje inglorioso de
los cabos africanos, como los hombres todos en su época primitiva.
En el espíritu del hombre están, en el espíritu de cada hombre, todas
las edades de la Naturaleza.
José Martí como Chac Mool a partir de su autorretrato.
-3-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Las rocas fueron antes que los cordones de nudos de los peruanos,
y los collares de porcelana del Arauco, y los pergaminos pintados
de México, y las piedras inscritas de la gente maya, las rocas altas
en los bosques solemnes fueron los primeros registros de los sucesos,
espantos, glorias y creencias de los pueblos indios. Para pintar
o tallar sus signos elegían siempre los lugares más imponentes y
bellos, los lugares sacerdotales de la naturaleza. Todo lo reducían a
acción y a símbolo. Expresivos de suyo, no bien sufría la tierra un
sacudimiento, los lagos un desborde, la raza un viaje, una invasión el
pueblo, buscaban el limpio tajo de una roca, y esculpían, pintaban o
escribían el suceso en el granito y en la siena. Desdeñaban las piedras
deleznables. De entre las artes de pueblos primitivos que presentan
grado de incorrección semejante al arte americano, ninguno hay que
se le compare en lo numeroso, elocuente, resuelto, original y ornamentado.
Estaban en el albor de la escultura, pero de la arquitectura,
en pleno medio día. En los tiempos primeros, mientras tienen que
tallar la piedra, se limitan a la línea; pero apenas puede correr libre
la mano en el dibujo y los colores, todo 10 recaman, superponen,
encajean, bordan y adornan. Y cuando ya levantan casas, sienten daño
en los ojos si un punto solo del pavimento o la techumbre no ostenta,
recortada en la faz de la piedra, o en la cabeza de la viga, un plumaje
rizado, un penacho de guerrero, un anciano barbudo, una luna, un
sol, una serpiente, un cocodrilo, un guacamayo, un tigre, una flor de
hojas sencillas y colosales, una antorcha. Y las monumentales paredes
de piedra son de labor más ensalzada y rica que el más sutil tejido de
esterería fina. Era raza noble e impaciente, como esa de hombres que
comienzan a leer los libros por el fin. Lo pequeño no conocían y ya
se iban a 10 grande. Siempre fue el amor al adorno dote de los hijos
de América, y por ella lucen, y por ella pecan el carácter movible,
la política prematura y la literatura hojosa de los países americanos.
No con la hermosura de Tetzcoutzingo, Copán y Quiriguá, no con
la profusa riqueza de Uxmal y de Mida, están labrados los dólmenes
informes de la Ga1ia; ni los ásperos dibujos en que cuentan sus viajes
los noruegos; ni aquellas líneas vagas, indecisas, tímidas con que
pintaban al hombre de las edades elementales los mismos iluminados
pueblos del mediodía de Italia. ¿Qué es, sino cáliz abierto al sol por
especial privilegio de la naturaleza, la inteligencia de los americanos?
Unos pueblos buscan, como el germánico; otros construyen, como
el sajón; otros entienden, como el francés; colorean otros, como el
italiano; solo al hombre de América le es dable en tanto grado vestir
como de ropa natural la idea segura de fácil, brillante y maravillosa
-4-

JOSÉ MARTí PÉREZ
pompa. No más que pueblos en cierne, -que ni todos los pueblos
se cuajan de un mismo modo, ni bastan unos cuantos siglos para
cuajar un pueblo-, no más que pueblos en bulbo eran aquellos
en que con maña sutil de viejos vividores se entró el conquistador
valiente, y descargó su poderosa herrajería, lo cual fue una desdicha
histórica y un crimen natural. El tallo esbelto debió dejarse erguido,
para que pudiera verse luego en toda su hermosura la obra entera y
florecida de la Naturaleza. ¡Robaron los conquistadores una página
al Universo! Aquellos eran los pueblos que llamaban a la Vía Láctea
"el camino de las almas"; para quienes el Universo estaba lleno del
Grande Espíritu, en cuyo seno se encerraba toda luz, del arco iris
coronado como de un penacho, rodeado, como de colosales faisanes,
de los cometas orgullosos, que paseaban por entre el sol dormido y
la montaña inmóvil el espíritu de las estrellas; los pueblos eran que
no imaginaron, como los hebreos, a la mujer hecha de un hueso y
al hombre hecho de lodo; sino a ambos nacidos a un tiempo ¡de la
semilla de la palma!
-5-

¿LOS INDOAMERICANOS EN CUBA?
ACTUALICEMOS EL TEMA
Felipe de J. Pérez Cruz
Recientemente asistimos a un boom de estudios y preocupaciones
sobre la cuestión afrocubana. Muy necesaria y justa es esta reivindicación.
Sin embargo, el tema indoamericano continúa padeciendo de
desatención y subvaloración en nuestra vida cultural, en el sistema
educacional y en la comunidad académica. Considero que si vamos a
tratar de identidad étnica, raza y nación, resulta imprescindible abrir
el espectro de análisis al proceso histórico que acredita un poblamiento
y construcción societal de más de siete mil años 1. Y este no es un
criterio de ocasión. He insistido en su pertinencia desde mis primeras
incursiones en estos estudios (Pérez Cruz, 1988). La recuperación del
legado aborigen en Cuba, pasa por la solución de varias problemáticas
eminentemente culturales, científicas e ideológicas.
Un grupo multidisciplinario de especialistas dirigidos por el doctor Roberto Rodríguez
Suárez, investigador auxiliar del Museo Antropológico Montané, de la Facultad
de Biología de la Universidad de La Habana, participó entre los años 2004 y 2007 en
cuatro campañas de excavaciones en el sitio arqueológico denominado Canímar Abajo,
. en Matanzas, período durante el cual hallaron y exhumaron más de 100 esqueletos de
antiguos pobladores aborígenes. Las pruebas de fechado por la técnica de carbono 14,
aplicadas a muestras obtenidas en el terreno, con la colaboración de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM). confirmaron que los grupos preagroalfareros
habitaban el área hace más de 7 000 años. Además de tener ahora la primacía de ser el
sitio arqueológico más antiguo de Cuba, los estudios apuntan a que probablemente
lo sea también para toda el área de las Antillas Mayores. La evidencia más antigua
de humanos en el Caribe está en el sur de Trinidad, en Banwari Trace donde se han
encontrado evidencias también con 7 000 años de antigüedad.
-6-

FELIPE DE .. JEsus PÉREZ CRUZ
-;;?
El Gran Caribe, Cuba y las Antillas Mayores.
La historia blanca, racista, urbana y capital-céntrica, que ha persistido
en nuestro país, los academicismos de herencia positivistas,
los tránsitos infelices hacia y desde un marxismo anquilosado y
dogmático, y la recurva neopositivista que se aprecia en buena parte
de nuestra producción, han creado barreras para penetrar en la
complejidad pluricualitativa del mundo indoamericano.
Permanece un criterio ahistórico que resta valor o menosprecia
el legado indígena. Hablar de nuestros aborígenes se reduce, por
generalidad, al exotismo de lo ignoto.
Lo "prehistórico" y antiguo se aprecia tan lejano como devaluado e
inoperante para nuestra época cibernética. Un mito de la modernidad
eurocéntrica a vencer, está en preguntarnos si ¿¡os aborígenes indoamericanos
que habitaban las Antillas eran realmente primitivos ... ?
No tenemos realmente incorporada un noción clara y definitiva
sobre la Cuba que encontraron y poblaron nuestros antepasados. Ni
siquiera tenemos un consenso establecido sobre cómo denominar a
los primeros habitantes de Cuba. Un problema está en la necesidad
de trascender y rearmar el imaginario asentado tradicionalmente en
nuestra cultura, según el cual, no quedaron "indios". 2
2 El Almirante Cristóbal Colón (1446-1506) pensó llegar a la India y se encontró el Nuevo
Continente. Aún después de constatar que estaba en un lugar distinto al que le narraban
sus fuentes, mantuvo por interés y tozudez su declaración inicial. Nuestra región fue
inicialmente conocida como "Yndias" -según la ortografía de la época-, en la corte
española, y después como Indias Occidentales, para diferenciarla de las orientales. Este
fue el término preferido por los cronistas españoles para titular sus obras sobre América,
-7-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
TEMA MARGINAL
Lo "aborigen" ha sido un tema marginal para la historiografía y en
general la ciencia social cubana. El descubrimiento y poblamiento
original de nuestro archipiélago y la Ohistoria que le es consustancial
y común al Caribe antillano, antes y después de la irrupción del
colonialismo europeo, solo ha ocupado a un reducido círculo de
especialistas. Afortunadamente quienes dedicaron sus esfuerzos a
desbrozar el más ignoto pasado, lo han hecho bien, muy bien. Desde la
época colonial a la actualidad hombres sabios -y varias damas insignes-,
vencieron todo tipo de dificultades materiales, entuertos burocráticos
y desestímulos, para forjar un sólido conocimiento multidisciplinar.
Este ha sido patrimonio casi exclusivo de los arqueólogos y antropólogos,
y a ellos les debemos el mayor cúmulo de resultados y
sistematizaciones (Hernández Godoy, 2010).
Al triunfo de la Revolución en 1959, y la creación de la Academia
de Ciencias de Cuba y del Departamento de Antropología adscrito
a la misma,l los estudios arqueológicos en Cuba cobraron una significación
nunca antes vista. Esto permitió organizar y sistematizar el
trabajo a escala nacional, de manera tal que se vertebró con las universidades
y otras instituciones afines la tarea de rescate y estudio del
pasado más remoto, sobre bases superiores tanto en recursos técnicos
como en enfoques teóricos (La Rosa, 2000). Con la formación por
primera vez en el país de historiadores en las universidades e institutos
pedagógicos,4los estudios aborígenes recibieron un sustantivo impulso,
a las que se refieren como Historia de las Indias. En tal criterio los pobladores del continente a
la llegada de los invasores europeos, recibieron el calificativo de "indios", vocablo que pervivió
en la población hasta el presente, sobre todo en aquellos países que, como Cuba, al no tener
una fuerte presencia indígena, carecieron de movimientos de reivindicación étnica e idiomática.
3 Por la ley 1011, de 20 de febrero de 1962, se creó la Comisión Nacional de la Academia
de Ciencias de Cuba, que en 1971 recibió el nombre de Academia de Ciencias de Cuba.
Entre 1964-1965 se consolida la formación del Departamento de Arqueología, que sería
de matriz de las instituciones que hoy existen.
4 EllO de enero de 1962, fue promulgada la Ley de la Reforma de la Enseñanza Superior y
entre las treinta y tres carreras que nacen, surge por primera vez en la docencia superior
cubana la carrera de Historia. Las Universidades de La Habana y de Oriente acogen esta
carrera. En 1972 para hacer frente a la formación de los sucesivos contingentes del Destacamento
Pedagógico Universitario "Manuel Ascunce Domenech", se amplió la carrera
profesoral de historia en los Institutos Superiores Pedagógicos y las filiales universitarias
que se multiplicaron en la geogr.afía del archipiélago.
-8-

FELIPE DE JESÚS PÉREZ CRUZ
pero en escala comparativa en el conjunto de las ciencias sociales,
siguió pesando la subvaloración y desatención. La historia blanca,
urbana y capital-céntrica, que ha persistido en nuestro entorno, los
academicismos de herencia positivistas, los tránsitos infelices hacia
y desde un marxismo anquilosado y dogmático, el debilitamiento
en la formación universitaria, dominio y desarrollo de esta teoría y
metodología científica, junto con la asunción mimética de "nuevos"
paradigmas, el eclecticismo reduccionista y la recurva neopositivista
que se aprecia en buena parte de nuestra producción; han creado
barreras adicionales para penetrar en la complejidad pluricualitativa
del rpundo indoamericano. El tema además continúa sufriendo de
"invisibilidad" en los medios de comunicación social. Tal escenario
hace que el estudio del legado aborigen perviva solo como espacio
exclusivo de especialistas, en momentos en que no casualmente las
disciplinas que estudian el tema, se caracterizan por su crecimiento
cienciológico y solidez de resultados.
Hoy estamos en condiciones de dar un salto en la multiplicación
del saber social sobre el mundo aborigen en Cuba. La acumulación
de experiencia teórica y metodológica y los resultados obtenidos
en los últimos veinte años, dibujan una situación cualitativamente
superior. El Departamento de Arqueología, del Instituto Cubano de
Antropología, y el Departamento Centro Oriental de Arqueología,
ambos adscritos al Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente
(CITMA), las delegaciones de este ministerio en varias provincias con
áreas específicas como el Grupo de Arqueología del Centro de Estudios
y Servicios Ambientales de Villa Clara, radicado en Sagua la Grande, el
Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de la ciudad de
La Habana, y las oficinas de historia y conservación de las principales
ciudades del país, han consolidado una planta de investigadores, y
una cantera de especialistas en distintos momentos de formación.
La labor de investigación y el desarrollo de la museología aborigen
se han fortalecido en el sistema del Consejo Nacional de Patrimonio
Cultural. Novedosas propuestas como la de la sala de paleopatología en
el Museo Memorial El Morrillo, de Matanzas y el Museo del Chorro de
Maíta, en Holguín y el Museo Arqueológico Cueva del Paraiso en Baracoa,
reconfiguran las posibilidades de investigación, estudio y promoción
científica. El Museo Antropológico Montané de la Universidad de La
-9-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Habana, 5 ha liderado con éxito, las excavaciones y aportó un nuevo
fechado para la presencia aborigen en Cuba.
En los últimos años han tomado un singular impulso los estudios
antropológicos, nunca abandonados por un reducido grupo de patriotas
de la ciencia, 6 que abren cursos en varias universidades del
país, y se ha creado una red universitaria. La Cátedra de Estudios
del Caribe de la Universidad de La Habana, fundó en 2008, un Aula
especializada pionera de este tipo de cursos libres y de posgrados. El
Instituto Superior de Arte (ISA) imparte desde el 2008 la asignatura
de arqueología en las carreras de danza y artes plásticas y el Colegio
Universitario San Gerónimo de La Habana, institución adscrita a la .
Universidad capitalina, incluyó la arqueología en su currículo. En las
maestrías en curso de las especialidades de Historia y Desarrollo
Cultural han incorporado módulos dedicados al estudio de la
herencia aborigen.
Las publicaciones y el intercambio en soporte digital dan nuevo
impulso a la socialización profesional. Lo propiamente gubernamental,
se potencia con la irrupción de colectivos e iniciativas de
investigación y promoción desde la sociedad civil a lo largo de toda
la geografía del país, como la veterana Sociedad Espeleológica de
Cuba; la Fundación Antonio Núñez ]iménez de la Naturaleza y el
Hombre; el Grupo de Trabajo Permanente Expediciones, Explora-
5 Institución adscrita a la Facultad de Biología, que realiza una desatacada labor
científica, docente y de promoción patrimonial. Creado en 1903, lleva el nombre
de Luis Montané Dardé (1849-1936), eminente profesor e investigador cubano,
fundador de la Cátedra General de Antropología y Ejercicios de Antropometría
de la propia Universidad. Expone piezas arqueológicas excepcionales de las
culturas aborígenes. Está situado en el centro del conjunto arquitectónico de
la universidad habanera, junto a la plaza que recuerda al héroe independentista
Ignacio Agramonte y Loynaz (1841-1873). en la planta alta del edificio que lleva
el nombre del sabio naturalista habanero Felipe Poey Aloy (1799-1891 ), hoy sede
de la Facultad de Matemáticas.
6 Entre 1960 y 1970 la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana formó especialistas
en antropología. No obstante, no existía en el país una cultura del perfil de este
profesional por lo que muchos graduados fueron ubicados en puestos que nada tenían que
ver con su formación académica. En los años ochenta del siglo xx la formación de antropólogos
en el país se realizó por medio de cursos de postgrado para egresados de Biología
y disciplinas afines. En 1990 se fundó la Sociedad Cubana de Antropología Biológica y se
creó en 19941a Cátedra Honorífica de Antropología Luis Montané de la Universidad de La
Habana. En 1998 se abrió una maestría en Antropología con dos menciones: Antropología
física y Antropología sociocultural.
-10 -

FELIPE DE .JESÚS PÉREZ CRUZ
ciones y Viajeros en el Caribe; el Grupo Cubano de Investigaciones
de Arte Rupestre; el Grupo Kaweiro; la Sociedad Arqueológica de
Baracoa y la Unión Nacional de Historiadores de Cuba, entre muchas
otras asociaciones. Estos esfuerzos también dibujan una contribución
a los actuales procesos de integración cultural Nuestroamericana. Y
se refuerza la perspectiva de los estudios regionales y de investigaciones
comparadas.
Sin duda, las ciencias que han acumulado resultados en el estudio
del legado aborigen, tienen sus propios retos internos, pero en opinión
de este autor la problemática del entorno, las relaciones con
los sistemas de las ciencias sociales, la educación y la cultura, y las
disarmonías con los articuladores y los que toman decisiones gubernamentales,
conforman un ámbito de incidencias que interpenetra
todo el quehacer disciplinario.
Un problema que lastra a nivel social es el avance de los estudios
académicos referentes al tema aborigen, está en la débil gestión de
publicación e introducción de resultados investigativos. Hay numerosos
y destacados estudios geográficos, arqueológicos, antropológicos,
y lingüísticos, que desbrozan el universo de nuestros primeros
pobladores, que no han hallado la oportunidad de su publicación, o
lo lograron en una tirada reducida que no satisface las necesidades
de la formación escolar y la educación ciudadana.
La Historiografía no ha prestado suficiente atención a la falacia
sobre la desaparición de los aborígenes, y sigue repitiendo los prejuiciosos
esquemas heredados. No nos hemos librado aún de las
visiones eurocéntricas y en particular de los hispanismos a ultranza.
Mientras, faltan estudios multi, inter y transdisciplinarios que permitan
profundizar aún más, y emerger la complejidad del mundo
impactado por el genocidio de la conquista europea.
Una dirección del trabajo debe estar en el enfoque por descalificar
las ideas estereotipadas que tienden a minimizar la esencia, y el
verdadero desarrollo cultural alcanzado por las primigenias sociedades.
Hoy está plenamente probado que las comunidades aborígenes
fueron las verdaderas protagonistas de los primeros capítulos de
nuestra historia, y desarrollaron sistemas económico-sociales complejos,
que les permitieron vivir en armonía con su entorno físico
y biológico, preservando su innato potencial de recursos. Un nudo
fundamental está en el tema de la identidad cultural. La identidad
cubana, no comenzó a forjarse en el siglo XIX -tampoco a fines
del XVIII como también suele afirmarse en los programas de estudio y
-11 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
la bibliografía que están al alcance de los estudiantes y el público en
general-, sino que se inició de forma palpable en el mismo siglo de
la invasión española: en el siglo XVI, cuando los pueblos aborígenes
primero, y estos junto con los africanos después, se rebelaron frente
a los esclavistas peninsulares, y buscaron en la profundidad del
territorio, con el cimarronaje, un proyecto de vida alternativo frente
a la dominación europea.
Las debilidades historiográficas, las deudas de la publicación
científica y el desencuentro de los que toman decisiones, colectivos
metodológicos, autores de textos escolares e investigadores, impactan
en el ámbito escolar y universitario. En la escuela, la presencia de los
sujetos históricos que descubrieron y habitaron nuestro archipiélago y
el área caribeña conjuntamente, carece d.e una concepción holística
y sistémica para su estudio.
La madurez investigativa y el aumento del conocimiento científico
que ha fundamentado su alcance, precisan del encuentro con el
conjunto de las ciencias y la cultura nacionales, con el propósito de
validar, en el mundo escolar y universitario, el enriquecimiento y
realimentación de los saberes populares.
¿PREHISTORIA E HISTORIA?
La división artificial mediante la presencia o no de escritura, entre
"prehistoria" e "historia" posee una larga tradición en occidente. La
idea de una prehistoria, con un amplio espacio de tiempo antes de
la invención de la escritura, fue una ruptura radical en su momento,
y aportó definitivamente a la fundación misma de la Arqueología
como ciencia moderna, pero hoy este concepto resulta cada vez más
cuestionado? No supera la visión segregada del pasado, que nos
aleja, en gran parte, del estudio del cambio cultural a largo plazo,
especialmente en contextos multiculturales como los que caracterizan
la evolución histórica del hombre y la mujer americanos. ¿Por qué
considerar que lo acontecido antes de la invención de la escritura es
anterior a la historia? ¿y si existieron otras formas de representación
y comunicación que hacían la función de la escritura? ¿y si las pic-
7 La Arqueología hoy se percibe como un campo de investigación interesado en la cultura
material con independencia de la existencia o no de textos.
-12 -

FELIPE DE JESUS PÉREZ CRUZ
tografías ocultas en una escritura y no solo fueran representaciones
estéticas y mágico religiosas?8 Sin embargo, lo fundamental es que
sin la larga etapa de las sociedades sin escritura, no se hubiera llegado
a la nueva etapa de las civilizaciones con escritura. En tal punto
coincido con quiénes afirman que lo que se denomina Prehistoria
es parte inseparable de la Historia. Puede afirmarse que la ciencia
arqueológica ha aportado durante los últimos doscientos años,
conocimientos suficientes para probar que esas dos grandes etapas,
antes y después de la invención de la escritura, forman parte de un
mismo proceso, que no son independientes una de otra, ni están
separadas en la realidad. 9
La historia americana es resultado de un largo proceso civilizatorio,
desplegado a lo largo de milenios, que comenzó hace más
de 20 000-35 000 años -con la presencia de cazadores-recolectores
a fines del Pleistoceno 10_ y que, durante los cinco milenios que
preceden a nuestra era, alcanzan una complejidad mayor con la
paulatina instauración de la economía agrícola,11 el desarrollo de
los modos de vida sedentaria, y expresiones políticas y culturales
cada vez más complejas e interconectadas, incluida la escritura en
Mesoamérica. En esta parte del mundo surgieron estados e imperios
que se forjaron también mediante la opresión y explotación de los
pueblos más débiles,12 tanto así que muchos de esos pueblos se
8 La primera vez que se planteó esta cuestión fue al analizar una pieza escultórica de magnífica
talla en marfil: el León de Sthadel, datada en el Paleolítico Superior y que muchos
han asumido como la primera escultura del ser humano. La perfección de la talla en
contraposición a las rudimentarias herramientas que poseía el ser humano del Paleolítico
Superior, llevó a pensar que este tendría suficientemente desarrollado el intelecto como
para, no solo hablar, sino escribir.
9 Lohania Aruca Alonso: ¿Se alarga la historia? Entrevista al arqueólogo e historiador Gabino
La Rosa, Cubarte, 2005, http://www.cubarte.cult.cu
10 Los arqueólogos han logrado fechados de 16 000 años para los hallazgos de Meadowcroft
Rockshelter (Pennsylvania). de 13 000 años para los de Monte Verde (Chile) y 11 500
años en Clovis (Nuevo México).
11 La instauración de una economía agrícola constituye una condición sine qua non para el
desarrollo de sociedades complejas.
12 En los Andes se identificó el foco civilizatorio más antiguo de América, la cultura de Caral (Perú),
con una fecha inicial superior al3 000 (Antes del Presente). Esta región andina fue considerada
como uno de los focos civilizatorios a nivel mundial, aliado de Egipto, Mesopotamia, China, e
India. Cuando se construía en Egipto las pirámides de Keops y florecían las ciudades sumerias
de Mesopotamia, hacia los 2 550 años (AP) en Perú se edificaba el centro urbano monumental
en Caral, la ciudad más antigua del continente. En Mesoamérica se dio la formación de sociedades
más complejas a partir de 1 500 (AP), donde aparecen las primeras formas de escritura
y las grandes civilizaciones clásicas como la de los olmecas, mayas o los moche. Los mayas
-13 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
unieron a los europeos para luchar en contra de sus opresores, sin
saber que adelantaban un peor destino. Paradójicamente la llegada
a la región de una "civilización con escritura" fija el momento de
mayor barbarie, de genocidio, etnocidio y regresión.
El silencio sobre el aporte universal de los pueblos indoamericanos,
la insistencia en su "atraso", sustentan la pretendida dicotomía entre
barbarie y civilización, y en tanto, en la construcción del mito colonialista
que glorifica la victoria de la "civilización" sobre la "barbarie",
base de las actuales teorías racistas y etnocéntricas del occidente
capitalista: Los hombres "blancos" traían consigo el adelanto de la
modernidad capitalista: la economía mercantilista, la pólvora, las
armas de fuego, los instrumentos de navegación, el hierro, la rueda,
variedades de semillas, más eficientes instrumentos y animales de
trabajo, y sobre todo tenían "la Biblia". Los indígenas mal vivían
en los bosques, lucían sus tocados de plumas en la cabeza, eran tan
ignorantes que no conocían el valor del oro, y profesaban religiones
bárbaras. Parabienes para la victoria del progreso, aunque esta se haya
hecho sobre ríos de sangre, tras la destrucción y criminalización de
las culturas autóctonas. Si desde las perspectivas de la antropología,
la historia y en general la cienciología humanista esta lectura es falsa,
en el orden ético resulta cínica, inaceptable.
Para todos los tiempos José Martí Pérez (1853-1895) precisó:
No hay batalla entre la civilización y la barbarie, sino entre la
falsa erudición y la naturaleza. El hombre natural es bueno, y acata
y premia la inteligencia superior, mientras esta no se vale de su sumisión
para dañarle, o le ofende prescindiendo de él, que es cosa que
no perdona el hombre natural, dispuesto a recobrar por la fuerza el
respeto de quien le hiere la susceptibilidad o le perjudica el interés.
Por esta conformidad con los elementos naturales desdeñados han
subido los tiranos de América al poder: y han caído, en cuanto les
hicieron traición. *
*
podían escribir gramaticalmente frases mediante un sistema logosilábico. Aún no tenemos
pruebas de que la escritura náhuatl y mixteca hubiesen llegado a tal grado de desarrollo, y se
piensa que utilizaban únicamente la escritura para escribir distintos términos como topónimos,
antropónimos, ciclos de tiempo, cargos, mientras que el resto de la información la plasmaban
de un modo iconográfico. Parece probable que el ciclo mitológico del texto maya Popol-Vuh
ejerció un fuerte influjo en las Antillas.
José Martí: Obras Completas, t. VI, p. 21.
-14 -

FELIPE DE JESÚS PÉREZ CRUZ
¿CUBA PRIMITIVA?
El concepto de comunidad primitiva, ha devenido en la codificación
del pretendido "atraso" en que vivían nuestros antepasados, desde la
unilateralidad de la concepción que privilegia el avance civilizatorio
solo a través de un progreso lineal donde el "crecimiento económico"
y "tecno-científico" resultan unilateralmerite decisivos. En el enfoque
se minimiza el nivel de organización social, la capacidad intelectual y
la importancia de los aportes de los pueblos indígenas a la humanidad.
Quizás les sea pertinente el concepto de antiguos como propuso
el antropólogo y ensayista puertorriqueño Ricardo Alegría (1921-2011),
pero no prehistóricos. ¿Primarios, ancestrales, tal vez?
El término apropiado debe ser el de sociedades comunitarias,
como afirma Daniel Felipe Fernández Díaz (Fernández, 2014), y a
partir de sus rasgos y esencia poder hacer un análisis holístico de
la conservación de los grupos humanos que todavía hoy mantienen
esas formas de organización en espacios diversos.
¿Hasta dónde había avanzado la revolución neolítica en Cuba y
el Caribe? Una pista de la real situación, la encontramos en el momento
histórico del contacto de los europeos con los indígenas de las
Grandes Antillas. Sin lugar a duda existía un fuerte despliegue económico
social entre los pueblos taínos, de cuyos avances productivos y
culturales se valieron primero los "descubridores europeos", que se
apropiaron de los saberes y las prácticas de producción y ocupación
territorial de los aborígenes (conocimientos sobre la geografía, el
clima, la flora y la fauna, la agricultura y pesca, cerámica, técnicas
de navegación marítima y fluvial, uso del tabaco, etcétera), lo que
les permitió sobrevivir, levantar la primeras villas e incluso progresar,
aunque no lo reconocieron en su época la inmensa mayoría de
los cronistas, y aún lo nieguen los actuales herederos de la empresa
expoliadora colonialista. 13
13 La cultura taína clásica en su máxima extensión incluía la mayor parte del sur de La Española
y el occidente, centro y sur de Puerto Rico (Rouse, 1992). La cultura taína clásica se
conecta con una cultura más temprana y difundida, a veces llamada subtaína (Harrington,
1935). Esta cultura básica ahora frecuentemente recibe los nombres de taína lucaya (en
las Bahamas), taína occidental (en el centro de Cuba). taína jamaicana (en Jamaica).
una posible taína oriental para el este de Puerto Rico y las Islas Vírgenes (Rouse, 1992)
La Taíno 'básica' del norte de República Dominicana a veces se conoce como meillac o
macoryx (Veloz Maggiolo, 1992).
-15 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
La introducción forzosa de africanos, su esclavización y manejo, 14
marcó aún más la polarización de la sociedad colonial, sustentó el
discurso de la pigmentocracia -la ideología racista- y profundizó
la conflictividad social. En el descubrimiento africano de América,
miles de hombres y mujeres transitaron un traumático curso de
aprendizajes, adaptaciones y rebeldías. Frente al antagonismo del
conquistador europeo devenido en esclavista, fueron los indígenas
quienes proporcionaron a los africanos sus conocimientos y tradiciones
de adaptación y relación con el medio antillano.
En no pocos documentos de la época e investigaciones contemporáneas
se sustenta la hermandad establecida entre los indígenas
y los esclavos negros, cuando se "cimarroneaban" (Rey, 2003:84),
unión influenciada no solo por que luchaban contra el enemigo común,
sino también por tener experiencias de organización social más
cercanas. En los montes, libres de la explotación de los españoles,
se formaron pueblos donde vivían en paz y colaboración, indígenas
y negros. Al calor de estas relaciones materiales objetivas, se realizó
un significativo encuentro de civilizaciones y culturas. ¿Responde
esta historia a la imagen subvalorativa del primitivismo de nuestros
antepasados aborígenes?
¿CÓMO DENOMINAR A LOS PRIMEROS
HABITANTES DE CUBA?
La primera dificultad -como afirma el colega Avelino Víctor Couceiro
Rodríguez, uno de los autores de este libro-, que se detecta al
abordar este tema es, precisamente, su denominación: ¿cómo llamar
aquellos grupos tan diversos y que sin embargo, se nos unen desde la
distancia que parece abismal, de la macro-historia? Sabemos que no
nos referimos a hombres y mujeres autóctonos de este continente.
, En definitiva todos los pueblos del mundo son originarios de
Africa, que fue donde evolucionaron los primeros horno sapiens.
Está -como precisa nuestro maestro Gavino La Rosa Corzo-, es la
única originalidad. 15 Allí surgió el hombre y la mujer esencialmente
aborigen, la Eva mitocondrial, según las comprobaciones genéticas
(Cann, Rebecca, 1987). Todo lo demás son migraciones y raíces.
14 En Cuba, los primeros esclavos llegaron con la conquista y colonización comandada por
Diego Velázquez (1465-1524) a partir de 1510.
15 Gavina La Rosa Corzo, intercambio epistolar, La Habana, 29 de junio 2012.
-16 -

FELIPE DE JESÚS PÉREZ CRUZ
-
Hace 35.000-25.000 años
Hace 150.000-
100.000 años
Hace
1.500
años
Gran migración de la humanidad.
El llamar a los habitantes del archipiélago "indios" no responde
más que al equívoco de aquellos empresarios capitalistas europeos,
que buscaban las Indias, y eran desconocedores de esta otra realidad,
que luego llamarían ''América''.16 La misma polémica cabe al
llamarles amerindios.
Los primeros pobladores, no pueden ser considerados cubanos,
puesto que Cuba como país y el concepto de "lo cubano" en tanto la
nacionalidad, si bien "arranca" con las resistencias y luchas de estos
primeros pobladores frente al colonialismo europeo, no se formaría
sino hasta vísperas e inicios del siglo XIX. Se trata a lo sumo del territorio
que luego sería Cuba y donde cuajaría "lo cubano". No resulta
acertado entonces llamarles, indocubanos. Este fue un término típico
de la arqueología y antropología cubana de matriz nacionalista de
los años treinta del pasado siglo xx.
Por la precedencia a la época que marcaron los viajes "de descubrimiento",
hay quienes llaman a los primeros habitantes prehispánicos o
16 El territorio y los océanos que hoy constituyen el llamado hemisferio occidental ha tenido
cerca de cuarenta nombres a lo largo de su historia, a partir del momento en que se dedujo
su existencia por estudios astronómicos en la antigüedad griega o por viajes marítimos
en la China clásica. Zuania es el primero, de extracción caribeña, que se conoce para
todo el continente, y así lo consignó, el 5 de noviembre de 1493, Hernando Colón en la
biografía de su padre. Abya-Yala, Anahuac y Tawantinsuyu son otros tantos nombres
que los habitantes de Nuestra América referían. La palabra América fue propuesta por
el canónigo impresor alemán Gaultier Ludd, y sus compatriotas el cartógrafo Martín
Waldseemüller y el joven humanista y poeta Matías Ringman, quienes el 25 de abril de
1507 propusieron con éxito el nombre del continente, en un titulado cuya traducción al
español es Introducción con aquellos principios de Geometría y Astronomía necesarias
a este fin, además de las cuatro navegaciones de América Vespucci, pequeño folleto de
escasas 52 páginas y del que hoy existe un solo ejemplar. (Ardao, 1980).
-17-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
precolombinos ... ¿pero acaso esta partición por el eje de la irrupción
colonialista, tiene alguna validez cultural o cienciológica para el
estudio de comunidades y pueblos que acumulaban varios miles de
años de existencia antes de iniciarse la constitución de las entidades
estatales hispanas. Precisamente estas monarquías logran consolidar
sus Estados Nacionales con el aporte económico y político de los
"descubrimientos", con las guerras de rapiña contra los pueblos indígenas
en América, Asia y África, y las empresas militares de conquista
y colonización!7 de estos territorios.
Tras el concepto prehispánico, se esconde el ya referido mito
colonialista de la victoria de la "civilización" sobre la "barbarie". La
referencia precolombina, se orienta en el mito no menos fraudulento
que defiende a un Cristóbal Colón (1446-1506) representante de esa
"civilización", cuyo valor personal, destreza física e inteligencia, lo
llevó a descubrir los misterios del océano y a encontrar pueblos que
vivían en el atraso y la ignorancia, para luego ser objeto de engaño
y maltrato, y morir en el olvido. Esta imagen edulcorada, evade
mencionar el contrato comercial de las Capitulaciones de Santa Fe,18
y la obsesión de riqueza que llevó al Almirante a escribir 139 veces
la palabra oro en su Diario de viaje (Colón,1984). La "desmemoria"
también olvida las campañas militares de tierra arrasada, que
personalmente comandó contra el cacique Caonabo y los indígenas
rebeldes de Haití. "
17 Fue el reinado de Juan el que consolidó la independencia portuguesa tras derrotar al reino
de Castilla en la batalla de Aljubarrota (1385). Con Juan y su hijo Enrique "El Navegante",
Portugal comienza un siglo de descubrimientos, conquistas y colonizaciones para convertirse
en uno de los mayores poderes coloniales del mundo. Se considera que la historia
moderna de España comenzó con el reinado de los Reyes Católicos (1474-1516). en cuyo
período se avanzó de forma decisiva hacia la integración, bajo un único soberano, de los
diversos reinos y territorios en que se había dividido la vieja Hispania romana.
18 EI17 de abril de 1492 se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, o contrato que estipulaba
el reparto de poder y ganancias que Cristóbal Colón recibiría de los Reyes Católicos de
cumplir la misión de abrir una nueva ruta comercial con el oriente, entre otros, el
cargo de virrey y gobernador en todo lo que él descubra o gane, y el 10% de todas las
ganancias que se envíen a los monarcas.
* Entre los historiadores dominicanos, no existe consenso respecto del vocablo Haití para
denominar a la isla en su conjunto. Hay quienes se inclinan por la tesis de que el nombre
primitivo era solo Haití la parte oriental era nombrada como Ouisqueya, que equivalía a
"madre de la tierra". Ouisqueya voz indígena, la tildan de apócrito y que fue una invención
del cronista Pedro Martír de Anglería.
-18 -

FELIPE DE JESÚS PÉREZ CRUZ
Aborígenes, es el término más utilizado por los especialistas cubanos.
Se trata de un concepto acuñado desde el siglo XIX, que proviene
del latín ab origine, y significa "desde el comienzo" o "desde el
principio". Los especialistas en estas cuestiones saben que el término
aborigen es un convenio, que no significa que son originarios de ese
lugar, sino los primeros pobladores. Reconocido en los círculos académicos
internacionales, el concepto se ha validado en los resultados
de las investigaciones arqueológicas, antropológicas e históricas
realizadas en el país en los últimos veinte años.
El término indígena se utiliza más en los estudios del área continental
americana. Es un término que, en un sentido amplio, se
aplica a todo aquello que es relativo a una población originaria del
territorio que habita, cuyo establecimiento allí precede al de otros
pueblos o cuya presencia es lo suficientemente prolongada y estable
como para tenerla por oriunda de un lugar. Con el mismo sentido se
utiliza, como término equivalente el de nativo, presente en expresiones
"idioma nativo". También es habitual utilizar los términos como
pueblos nativos americanos, naciones nativas o aborígenes. Todas
estas denominaciones parten del presupuesto de la antigüedad en la
ocupación del territorio americano, de su pertenencia a tradiciones
organizativas anteriores a la aparición del Estado capitalista moderno,
así como de la resistencia de las culturas que sobrevivieron la
expansión planetaria de la civilización burguesa occidental.
Tanto "lo aborigen" como "lo indígena", hace referencia a una
antítesis de la cultura hegemónica en la denominada modernidad
occidental capitalista, por su carácter eminentemente colonialista,
racista y excluyente. 19
El indigenismo, en tanto corriente de la intelectualidad latinoamericana
y caribeña concentrada en el estudio y valoración de las
culturas indígenas, y en el cuestionamiento de los mecanismos de
discriminación y etnocentrismo en perjuicio de los pueblos indígenas,
dio su aporte a la reivindicación del concepto indígena. lO Su principal
legado estuvo en que estableció la polaridad indígena versus no
19 Punto de vista al que también se adscriben la mayoría de las naciones indígenas que sobrevivieron
el genocidio y etnocidio de la expansión capitalista en los Estados Unidos, Canadá y Australia,
y en la propia Europa, como es el caso de los lapones del norte de Viejo Continente.
20 El indigenismo, en un sentido amplio, abarca varios siglos de pensamiento, producción
cultural y actividad política.
-19 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
indígena, como expresión de la polaridad latinoamericano versus
no-latinoamericano. Al ser la realidad latinoamericana concebida
como lo indígena, se transitó hacia una representación más propia
y profunda de nuestra realidad; con lo que se superó el arielismo
latinista que había marcado los años anteriores,21 con la polaridad
latino-sajón, a lo que suma que lo propiamente culturalista cede frente
a lo social. Pero más allá de la buena voluntad de los intelectuales
nacionalistas y humanistas, definitivamente fueron los movimientos
propiamente indígenas surgidos en el siglo xx, los que han conferido
un significado distinto a las palabras indio e indígena.
El inicio del tránsito conceptual puede constatarse al evaluar la
propuesta realizada por antropólogos y humanistas cristianos, en
la Primera Declaración de Barbados: Por la liberación del indígena
de 1971,22 en relación con la Segunda la Segunda Declaración de
Barbados, simposio que, en 1977, logra ya la presencia indígena
en los debates. 23 Se trata de que los movimientos indígenas fueron
ganando en cohesión ideológica, y en tanto se pronunciaron a favor
de la utilización de términos identificativos más radicales, con mayor
capacidad para subrayar la autoafirmación de su historia, y a tal
propósito fueron coherentes expresiones como primeras naciones,
y se fortaleció el concepto de "pueblos originarios". Y quizás sea
este de pueblos o naciones originarias, el término más exacto a que
21 La idea de Latino-América se origina en Francia durante el régimen de Napoleón 111, quien
entre 1861 y 1867 intervino militarmente en México para sustraer las antiguas colonias
españolas de la cada vez más poderosa influencia inglesa y estadounidense. Esta idea de
la "latinidad" de la América, al sur del río Bravo, tuvo una acogida dispar en su tiempo,
pero el creciente enfrentamiento de los Estados independientes del Sur con las apetencias
primero británica y luego estadounidense, inclinaría la balanza a su favor. Encontró su
curso de mayor trascendencia en la repercusión de la obra Ariel (1900) de José Enrique
Rodó (1871-1917). con su visión de los Estados Unidos como imperio de la materia o reino
de Caliban, donde el utilitarismo se habría impuesto a los valores espirituales y morales.
A los liberales del área, la propuesta de Rodó les permitió distinguir entre un continente
"anglosajón" y otro "latino" que además excluía a indígenas y negros. No es hasta muy
avanzado el siglo xx, en particular con el impacto de la Revolución Cubana en la región (y
la primera y segundas Declaración de La Habana en 1960 y 1962) que el término América
Latina -y el propio concepto de Caliban- se reconceptualiza para incorporar lo indígena
y lo afroamericano (Retamar, 1979).
22 La Primera Declaración de Barbados se realizó en la isla caribeña que identifica el documento,
el 30 de enero de 1971, durante un simposio de antropólogos convocados por el
Consejo Mundial de Iglesias (World Council of Churches).
23 La Segunda Declaración de Barbados se realizó el28 de julio de 1977, en un nuevo evento
también convocado por el Consejo Mundial de Iglesias, al que además de antropólogos,
asistieron dirigentes indígenas de doce países americanos.
-20-

FELIPE DE JESÚS PÉREZ CRUZ
se haya arribado, pues los pueblos y naciones que se estructuraron
a lo largo de siglos de trabajo y vida comunal, en interacción con
la biota y la geografía americanas, fueron esencialmente entidades
nuevas, pueblos y naciones originarias de las circunstancias históricas
particulares en que se auto formaron y evolucionaron.
Muchos pueblos que antes se identificaban genéricamente como
indígenas, ahora lo hacen como originarios y recurren directamente a
etnónimos tradicionales o en sus lenguas vernáculas. En este escenario
el término Indoamérica, ha vuelto a ocupar notoriedad, y hoy ha
ganado un reconocimiento sustantivo entre numerosos antropólogos,
lingüistas, historiadores y politólogos. En tanto es el concepto
que consideramos para titular el presente libro, resulta necesario
detenernos en su origen, presencia y alcance.
¿LO INDOAMERICANO?
Es cierto que cualquier vocablo con la raíz indo, nos está remitiendo
etimológicamente al erróneo concepto de Colón, pero tal pertenencia
se ha superado en la historia de la cultura y del pensamiento político
latinoamericano y caribeño. Desde los momentos iniciales de las luchas
por la primera independencia, la apelación a los orígenes 24 pobló
el imaginario de la intelectualidad continental más comprometida con
la emancipación humana, suscitando muchas adjetivaciones sobre la
base del racialismo de raíz indo, lo que, más que con la antropología
culturalista anglosajona, tradujo las deudas con la filosofía positivista
evolucionista de Herbert Spencer (1820-1903) y la sociología de
Wilfredo Pareto (1848-1923).
24 El abogado y revolucionario bayamés, Joaquín Infante (1780?- ?) autor de la primera
Constitución separatista cubana, en 1812, ideó un escudo y una bandera para una Cuba
independiente, que incluía el emblema de la América bajo la figura de una indígena, y el
de la Isla en particular con la de la planta de tabaco. No deja dudas de la existencia de
una voluntad de reparación indígena, la declaración de la independencia de las Provincias
Unidas de Suramérica, el 9 de julio de 1816, publicada simultáneamente en tres idiomas:
castellano, quechua y aymará, y hasta hubo una versión en la escritura jeroglífica de los
pueblos de Tihuanako. Tal posición queda confirmada con el llamado Plan Inca, de Manuel
Belgrano (1770-1820). que buscaba autentificarse con un monarca Inca, de la estirpe
de José Gabriel Condorcanqui (1738-1781). Para esto se pensó en Juan Bautista Túpac
Amaru, el hermano menor de Gabriel, único sobreviviente de las masacres que siguieron
tras la derrota de la rebelión de 1781. Con este Plan simpatizó, José de San Martín.
-21-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Después de la muerte de Simón Bolívar (1783-1830), y otros líderes
revolucionarios, y la derrota continental del proyecto unitario
y revolucionario bolivariano, la oligarquía logra apoderarse de los
destinos de las recién inauguradas repúblicas, e impone su ideología
conservadora y racista. Lo indígena fue despreciado por las repúblicas
oligárquicas y sus élites burguesas reasumieron la plataforma genocid
a y etnocida del colonialismo europeo. Entonces recomenzó para
los indígenas una nueva operación de exterminio físico y cultural,
que no tuvo el merecido repudio en la sociedades de la época, sigue
impune y aún hoy se continúa, tanto en las masacres perpetradas,
como a través del genocidio silencioso, que llega hasta nuestros días
en forma de explotación y exclusión social.
A partir de la Revolución Mexicana de 1910, el nacionalismo
continental a través de la ensayística filosófica y política, abrió una
nueva primavera de los discursos del rescate de lo indígena y el bosquejo
de una "nación mestiza". A contracorriente de la atmósfera
conservadora internacional proclive a las ideologías de la exclusión,
que devinieron en ideología fascista, la izquierda intelectual latinoamericana
y caribeña comenzó a mirar más hacia el interior de la
región y apartarse de la dependencia del colonialismo cultural que
pervivió tras la época de la primera independencia. 25
En México los fundamentos ideológicos de este proyecto de
sociedad se sintetizaron con el concepto del Indohispanismo, que
tuvo su expresión más conocida, aunque de ninguna manera la más
coherente, en la visión de la "raza cósmica" de José Vasconcelos,
en 1925. A partir de 1927, el General de Hombres Libres Augusto
César Sandino (1895-1934) asumirá lo indohispano como parte de
su plataforma antimperialista en Nicaragua. 26 También se utilizó el
término Indo/atina, presente en la discursiva de la diplomacia del
presidente mexicano Venustiano Carranza (1859-1920), y América
India, asumida en 1929 por una corriente aztequista dirigida por R. J.
Durán. Negrindia en los años veinte, sería una re elaboración caribeña,
creada en oposición al movimiento Regreso a África del jamaicano
Marcus Garvey (1887-1940). En este panorama, desde la izquierda
de inspiración marxista, surge el término Indoamérica, siendo sus
25 La cual atribuía un papel privilegiado en el desarrollo social, político y cultural. a las
relaciones entre la región y Europa. Esto se manifestaba en calificativos que ponian en
primer plano elementos idiomáticos comunes como Latinoamérica e Hispanoamérica, o
que remitían al lugar geográfico de las metrópolis coloniales, en tal caso Iberoamérica.
26 Para Sandino la sangre india en sus venas, encerraba el misterio de ser patriota leal y
sincero (w. Ramírez, p. 3).
-22 -

FELIPE DE JESÚS PÉREZ CRUZ
máximos exponentes Víctor Raúl Haya de la Torre (1895-1979) y
José Carlos Mariátegui (1894-1930).17
El término de Indoamérica se refirió desde su aparición a los pueblos
indígenas americanos, desde Alaska hasta el Cabo de Hornos,
aunque por razones de las circunstancias históricas en que aparece, y
su coexistencia ideológica con el desarrollo de la ideología antimperialista,
potenció y legitimó los indigenismos que en los años treinta
y cuarenta se dieron al sur del Río Bravo. Además de sus principales
promotores peruanos, la categoría Indoamérica logra puntuales elaboraciones
en Ecuador, con Luis Monsalve Pozo (1934); en Chile,
con Alejandro Lipzchütz (1937), y en México a través de Ángel M.
Corzo (1938). También fueron objeto de una ensayística política
peculiar los conceptos de Indohispana (Teysser, 1943) e Indoíbera
(Tejera, 1943), pero sin duda el concepto de indoamérica fue el que
más impactó en el panorama cultural y político de la región. Su fuerza
radicó en su densidad semántica al reafirmar el espacio continental,
pero también por apoyarse en la proyección intelectual y política de
sus autores y propagandistas.
Después de la trágica etapa de las dictaduras militares que se inició
con el golpe de Estado en Brasil en 1964, al calor de la efeméride
del Quinto Centenario de la llegada de los conquistadores españoles
en 1992, resurgió el concepto de Indoamérica, frente a las propuestas
recolonizadoras que portaba la plataforma iberoamericana. En
aquellos momentos, en México, con similar propósito reivindicativo
se propuso la categoría alternativa Amerindia, marcada con fuertes
tonos etnicistas, pero frente a la generalización del término indo a­
mericano, esta otra categoría quedó como término marginal. Tras
la emergencia de las movilizaciones indígenas en América Latina
durante los años ochenta y noventa del siglo xx (Bengoa, J., 2000),
y con el actual protagonismo del nuevo nacionalismo indígena que
enriquece el movimiento sociopolítico y cultural actual, el término
que se aprecia como más consensual es el de Indoamérica.
Sobre la base del paradigma de la diversidad etnocultural, se ha
intentado cuestionar el etnicismo del concepto. Nada más lejano al
planteamiento de matriz de Indoamérica. A tal efecto Haya de la
Torre precisó: Las invasiones de las razas sajonas, ibéricas y negras,
como las asi4ticas y el resto de Europa, que nos han llegado, nos llegan
y llegarán, han contribuido y contribuyen a contextuar la América
27 El reconocimiento simbólico de la herencia indígena lo expresó Mariátegui dando el nombre
de Amauta a la revista que fundara en 1926, lo que en quechua del altiplano andino,
significa «sabio)) o «maestro)),
- 23-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
nueva. Empero, pervive bajo todas ellas la fuerza de trabajo del indio ...
Con la raza india se fundirán muchas otras, pero nuestra América encontrará
su definición y su camino antes que esos setenta y cinco millones de
indígenas hayan desaparecido (Haya de la Torre, 1961: 26-27).
La naturaleza inclusiva y propositiva del concepto indo américa
tendrá su máxima expresión en la propuesta de Mariátegui en 1928,
de un socialismo indoamericano: No queremos, ciertamente, que el
socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica.
Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio
lenguaje, al socialismo indo-americano. (Mariátegui, 1979: 249).
Lo indoamericano en Víctor Raúl Haya de la Torre (1895-1979), y
definitivamente en José Carlos Mariátegui (1895-1930), asume una
voluntad y anhelo por transformar la sociedad latinoamericana, en
la construcción de una ética de justicia social, junto con una estética
de ritmos y colores propios, que constituye hasta hoy un decisivo
método de acercamiento a la realidad.
El mundo indo americano en su apertura cultural es por demás
espacial y universal, nos une y convoca con el inmediato entorno
caribeño, por el Norte con los pueblos que habitaron la Florida, y
definitivamente con México, Centro y Sur América. Todos compartimos
la abrupta y cruel irrupción de los soldados y capitanes del
Almirante invasor Cristóbal Colón, heraldo del capitalismo mercantil,
y en tanto del egoísmo y la criminalidad del capital.
¿SE EXTINGUIERON LOS INDíGENAS EN CUBA?
El padre fray Bartolomé de las Casas (1484-1566), en su noble
intento de detener el genocidio, insistía en su época, en que ya no
quedaban más aborígenes ... cuando en verdad, huían a refugiarse
en los más intrincados rincones de la geografía isleña y sus cayos
adyacentes. No logró convencer el buen padre a los encomenderos.
que una y otra vez organizaron expediciones para capturar a los
aborígenes en rebeldía, y someterlos al trabajo forzado en las minas
y en la producción de alimentos. La afirmación de Las Casas si fue
muy conveniente para esconder y "limpiar" los linajes nacidos de
la esclavización sexual de las mujeres aborígenes. Muy lejos de su
interés humanista, Las Casas sirvió a la operación de blanqueamiento
de la nueva aristocracia encomendera y sus descendientes mestizados.
reconocidos pronto como criollos.
-24-

FELIPE DE JESÚS PÉREZ CRUZ
No casualmente los primeros historiadores coloniales confirmaron
la desaparición de los indígenas cubanos, y ellos, y no Las Casas,
contribuyeron a que perviviera hasta hoy en la conciencia colectiva,
la falsa idea de la desaparición física del sujeto aborigen. Así la real
extinción de la población aborigen cubana se produjo definitivamente
en los textos de Historia y cultura cubana, y en los círculos
intelectuales generalmente orientados pensar en una Cuba "blanca",
desde los intereses racistas de la oligarquía de impronta burguesa, y
los ismos y modismos de las escuelas y agendas foráneas.
En su diferencia, la sociedad pigmentocrática colonial hizo que
todo trabajador y campesino pobre que tuviera rasgos indígenas,
fuera clasificado como indio o mestizo. Con la carga de racismo
que lleva implícita, escuchamos decir que una mulata o un mulato
son "aindiados".
La llegada a mediados de la década del cincuenta del pasado siglo,
desde el territorio estadounidense de la televisión y la cinematografía
masiva, con la plataforma ideológico cultural de Hollywood y el
cine "del oeste", tuvo entre sus propósitos el inundar el imaginario
de los cubanos y cubanas, con las batallas épicas de los valerosos
vaqueros yanquis, que se enfrentaban a la maldad de los bárbaros
"indios" apaches, cheyenne s y sioux, y también a los mexicanos,
negados a que "la civilización" abriera sus cauces en los entonces
ignotos territorios al oeste y sur de los Estados Unidos. Este paquete
mediático re sustentó en el país la subvaloración del mundo aborigen
y calificó las tesis colonialistas. La impronta de tal campaña no solo
fue ideológico-cultural, también impactó a nivel de la psicología
colectiva, y en particular provocó en buen aparte de la población,
un vaciamiento de la memoria histórica sobre la presencia entre
nosotros de las culturas aborígenes caribeñas.
Medio siglo después, a tres lustros del inicio del siglo XXI, ni la
educación escolarizada ni la que se ofrece por los medios masivos y
los proyectos culturales en Cuba, han logrado reincorporar al universo
visual contemporáneo, la imagen de los aborígenes caribeños.
Cuando una escuela o proyecto cultural comunitario, convocan a un
concurso de plástica, al diseñar el vestuario para una representación
teatral, los niños y jóvenes artistas, sus maestros, instructores de arte,
padres y madres, generalmente recurren a la imagen hollywoodense
del indígena norteamericano, fenómeno que se evidenció de forma
muy sostenida en un reciente concurso realizado en el país. 28
28 El autor presidió el jurado del Concurso "Presencia de las culturas indígenas en Cuba" organizado
por la embajada de la República de Guatemala en Cuba y el Grupo Ecologista "Cubanos en la
Red", en e12013. Se presentaron un total de 220 trabajos, 121 correspondientes a las catego-
-25 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Las clases y textos de Historia de Cuba y de la cultura cubana,
cuando más, mencionan a los primeros pobladores, y le dedican lo
que no parece sino un prefacio, que no suele trascender al genocidio
y etnocidio que contra ellos cometió la conquista y colonización española.
Se han publicado libros para la enseñanza de la historia que
precisamente comienzan "la historia" con la llegada del Almirante
Cristóbal Colón.
Recién leímos un estudio actual sobre la historia de la literatura
cubana que critica a los poetas siboneyistas de mediados del siglo XIX,
por llegar al extremo de inventarse un pasado aborigen, casi de ficción,
al tratar de describir e historiar la vida de los habitantes originarios
del archipiélago cubano. Tal crítico no se percató del sentido de
pertenencia que hoy debemos rescatar.
PARADOJA Y REENCUENTRO
No toda la población aborigen en Cuba sucumbió al etnocidio de la
guerra y la asimilación. Núcleos significativos perduraron hasta el
siglo XIX, para constituirse en el grueso del primer campesinado cubano.
Los terratenientes que dominaban los cabildos y la impartición
de justicia, tratarían una y otra vez de arrebatar las tierras realengas 29
que les fueron otorgadas a los indígenas sobrevivientes a raíz de decretarse
el fin de las encomiendas en 1542. 10 El robo y la injusticia,
pueden hallarse en los archivos que guardan los documentos más
antiguos de la jurisdicción habanera de Guanabacoa. Esta situación
rías infantil y juvenil. y 99 a obras de adultos, pertenecientes a las provincias de Pinar del Río,
Mayabeque, La Habana, Matanzas, Villa Clara, Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín, Santiago
de Cuba y Guantánamo, y el municipio especial de Isla de la Juventud.
29 Realengo era la calificación jurisdiccional que tenían los lugares dependientes directamente
del rey, y sobre los que este tenía la potestad de dar en señorío (por merced o venta).
Tras el fin de las encomiedas parte de estas tierras le fueron otorgadas a las comunidades
indígenas. Este otorgamiento motivo de conflictos ante las ambiciones de los hacendados
y las autoridades españolas, pues el rey colocó en manos de los propios oligarcas y
funcionarios coloniales, la responsabilidad de velar porque se cumpliera la protección de
las tierras entregadas en usufructo.
30 Las autoridades de la Corona en la Isla, el Cabildo, y las dignidades eclesiásticas, estaban
tan comprometidas con el sistema de encomiendas, que las mantuvieron aún después de
promulgada su desaparición en 1542. Solo en los años 1552 y 1553, se le dio la libertad
a todos los aborígenes y se les compulsó a vivir en pueblos de indios, con el incentivo de
otorgarles algunas tierras realengas.
-26 -

FELIPE DE .JESÚS PÉREZ CRUZ
se hizo crítica para los avecindados en San Luis de Los Caneyes, lo
que los llevó a rebelarse en 1758 (Portuondo, 1981). La continua
y explosiva situación, provocó que el rey Carlos IV interviniera, en
1796 a favor de los indígenas de San Luis, momento en que se censura
al llamado protector de indios, por ser ese funcionario cómplice de
los hacendados santiagueros.
Los conflictos con los terratenientes continuaron'! y la paradoja
de ser el rey, quien "protegiera" a los indígenas del acoso de los
terratenientes criollos, sin duda estuvo en la base de las relaciones
clientelares que se establecen entre los indígenas, algunos campesinos
peninsulares -como el líder oriental realista Pedro Garrido-, y la
Corona española. Esta situación explica la alineación de los "indios"
en el bando colonialista al iniciarse la contienda independentista,
fenómeno que también se produce en otras regiones de América
Latina durante las guerras de la primera independencia.
Los padres de la patria, se fueron a la manigua en 1868, enarbolando
el recuerdo de los caciques insurrectos Hatuey y Guamá y
los rebeldes que les siguieron a los montes, pero la mayoría de los
indígenas desconfiaban de aquellos hijos de la misma clase terrateniente
con la que había estado contendiendo por años. En la excelente
entrega del serial histórico televisivo Duaba: La Odisea del Honor, 32
muchos compatriotas conocieron de las unidades militares irregulares
de indígenas, organizadas por el mando español reiniciada la
guerra de Independencia en 1895, y la oposición que realizaron
estos combatientes al Lugarteniente General del Ejército Libertador
Antonio Maceo Grajales (1845-1896), ya los expedicionarios que
desembarcaron por Duaba.
Fue precisamente Antonio Maceo, con su certero sentido de la
unidad nacional, quien se propuso recolocar a los indígenas frente
a su propia historia. Consciente de la trascendencia más que militar,
política, de la alineación junto con los colonialistas de los descendientes
31 Ver en este texto: Juan Manuel Reyes Cardero: "En la sociedad colonial santiaguera: el
pueblo indio de San Luis de los Caneyes".
32 Duaba la Odisea del Honor serie de quince capítulos, dirigida por Roly Peña, y escrita por
Eduardo Vázquez, sobre la base del libro La Expedición de Honor, acuciosa investigación
del coronel Hugo Crombet Bravo sirvió de base para la realización del material audiovisual,
se transmitió entre agosto y diciembre de 2013. Narra la llegada el1 de abril de 1895, por
playa Duaba, en Baracoa, provincia de Guantánamo, de la expedición que trajo a Cuba a
los generales Antonio y José Maceo Grajales, y al general Flor Crombet, para incorporarse
a la guerra independentista desatada por José Martí y el Partido Revolucionario Cubano,
el 24 de febrero de ese año.
-27 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
de los pueblos aborígenes, el jefe mambí pidió a varios de los insurgentes
que mantenían relaciones con familias indígenas, trabajar en
la incorporación de estos a las filas independentistas. Cristína Pérez,
una criolla casada con Ramón Ramírez, un cacique menor, logró
convencer a quienes estaban luchando en el bando equivocado. 33
El éxito de tan brillante operación política, de profundo contenido
ético, se concretó en la formación del Regimiento Hatuey, al que se
integró un contingente mayoritario de los mismos indígenas que estaban
en las filas de la corona españolas. Ya el 31 de agosto de 1895,
un centenar estaba incorporado al regimiento, y el valor y destreza
militar de sus integrantes decide la batalla de Sao del Indio. Estos
combatientes terminaron la contienda insurrecta y legaron la leyenda
que hasta hoy habla de los "guapos de Yateras" (Lozano, 2011).
Los descendientes de nuestros aborígenes, arribaron al siglo xx,
con una presencia que fue documentada por cientistas del calibre
de Manuel Rivero de la Calle (1926-2011) (Rivero, 1978, 1981 y
1984). Hoy están entre nosotros, abriendo el nuevo milenio de retos
y confirmaciones. Los he visto y disfrutado en pueblos de leyenda y
heroicidad como ]iguaní, Yateras o El Caney, están en el honrado
hacer del campo, en los seres emancipados y cultos de la Revolución,
entre maestros y médicos, constructores e ingenieros, en la sonrisa
alegre de niños y niñas, trigueños, de cuerpos robustos y bellos,
vivaces, felices, en cualquier pueblo o ciudad.
En 1997, el gobierno de la provincia de Guantánamo aprobó,
luego de consulta popular, que el Cerní de Gran Tierra fuera a partir
de entonces el símbolo de la provincia. Réplicas de la efigie -en
pequeño formato- se entregan cada año a personalidades con una
contribución importante al desarrollo de este serrano territorio, con
las más ricas plazas arqueológicas de Cuba. El Comandante en jefe
Fidel Castro fue el primer merecedor del reconocimiento que luego
le fue otorgada al actual presidente de los Consejo de Estado y de
Ministros General de Ejército Raúl Castro Ruz. Entre otras destacadas
personalidades hoy la ostentan el general de Brigada Arnaldo Tamayo
Méndez, primer cosmonauta latinoamericano, y Félix Savón, multicampeón
olímpico y mundial de boxeo. La feliz iniciativa confirma
que avanza la apropiación de la identidad indo americana, a su ,"ez
33 Cuenta la tradición que Cristina Pérez era muy respetada como líder espiritista y en una
sesión, convocado el espíritu de Guamá, le reclamó a sus vecinos y amigos por la incorporación
a las fuerzas independentistas.
- 28-

FELIPE DE JESÚS PÉREZ CRUZ
la excepcionalidad de este símbolo autóctono en el concierto de la
tradición premial revolucionaria, nos alerta de la marcha lenta de
tal autorreconocimiento identificativo.
Noticias acerca de este tesoro arqueológico -histórico culturalaparecen,
de cuando en cuando, en nuestra prensa plana, radio y en
la televisión nacional. Pero la promoción cultural y patriótica que
debe existir en torno a estos lugares, casi sagrados, no es suficiente;
sobre todo si se trata de instruir y educar en el trascendental tema del
cuidado y la preservación de estos sitiales de la patria, en la formación
de la tan publicitada cultura general integral, que aspira a un modo de
actuación ciudadano sustentado en una bien nutrida memoria histórica.
OPíAS DE NUESTRO PRESENTE
Lo indígena más allá de las debilidades de la propuesta escolar y
universitaria, de la asistemática labor promocional y la miopía académica,
ha pervivido como sujetos de la Cuba contemporánea, en
el físico de unos y en la genética, la gestualidad y la idiosincrasia de
todos, el idioma, la toponimia y alimentación, la cosmogonía religiosa,
las sensibilidades colectivas. La presencia aborigen aún anida
en reductos fértiles de la memoria y la praxis colectiva, como huella
tangible, misterio, tradición e historia, orgullo y reafirmación, dando
hondura a lo criollo, al mosaico transculturado de la cubanidad. Está
en el color y la imagen, en la obra de talento que inspira, en nuestro
universo musical y audiovisual, en la fuerza de una representación
teatral, en el entusiasmo y el aprender de colectivos infantiles, en
escuelas y hogares comprometidos con profundas tradiciones y prácticas
culturales, en la recuperación de la medicina alternativa, de la
cerámica, la artesanía y la cocina campesina, en importantes proyectos
comunitarios. El reto está en dar a conocer todos esos valores, en
dignificarlos y multiplicarlos. Vale esta presencia además, para avivar
a escala social polémicas útiles sobre la importancia de los saberes
ancestrales acumulados en las tradiciones populares.
Para las cubanas y cubanos el reencontrase con una de las matrices
de su constitución nacional, resulta una invitación a mirar el tiempo
y el espacio como quizás nos lo proponen las enigmáticas pictografías
de Punta del Este, en la Isla de la Juventud: Un movimiento circular,
con un presente que se enriquece en una dialéctica de continuidad
-29-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. E STUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
histórica, donde el pasado y el futuro se articulan. El pasado está
por delante y el futuro está por venir y también está atrás, porque en
mucho somos consecuencia. Aquí nos auto reconocemos como hijos
e hijas del sol -del cosmos- , de la Madre Tierra y de la historia:
Desde esos entes venimos y a ellos regresamos.
Pictografía de Punta del Este. Foto de Racso Fernández.
Está muy arraigada la idea de que los espíritus de los indígenas
cubanos masacrados por los colonialistas siguen en el éter y se comunican
con los actuales pobladores. Estos espíritus son sabios y
velan por la Isla y por sus gentes a través de vínculos en ocasiones
individuales. De este modo, los aborígenes cubanos, que denominaban
opías a los espíritus de sus muertos son, a su vez, opías de
nuestro presente.
-30-

EL MEDIO GEOGRÁFICO DE LA CUBA
PREHISTÓRICA
Fernando Ortega Sastriques,
Gerardo Izquierdo Díaz,
Efrén Jaimez Salgado y
Antonio López Almirall1
El conocimiento del medio ambiente resulta fundamental para entender
la época del descubrimiento y ocupación de Cuba por sus
primeros habitantes. A tal interés resulta importante conocer las
últimas concepciones evaluadas en nuestra comunidad científica,
sobre las condiciones ecológicas del archipiélago cubano a finales
del Pleistoceno. Estas apreciaciones 2 no solo son útiles para evaluar
la posibilidad de la hipotética entrada del hombre en Cuba y brindar
herramientas para la búsqueda de los posibles sitios arqueológicos
de esas primeras culturas.
EL POBLAMIENTO DE AMÉRICA
Durante mucho tiempo se consideró que la entrada del hombre en
América fue muy tardía pues, se decía, que solo pudo ocurrir después
de la retirada de los glaciares que cerraban el paso a las migraciones
Fernando Ortega, Doctor en Ciencias Biológicas. Fue Investigador Titular del Centro Nacional de
Calidad del Agua. Profesor Titular de la Universidad de La Habana; Gerardo Izquierdo Díaz, doctor
en Ciencias Históricas. Investigador Auxiliar. Subdirector del Instituto Cubano de Antropología;
Efrén Jaimez, Doctor en Ciencias Geográficas. Presidente del Grupo Espeológico Pedro A.
Borrás. Investigador. Titular del Instituto de Geofísica y Astronomía; Botánico. Ingeniero Forestal.
Antonio López, Doctor en Ciencias Biológicas. Museo Nacional de Historia Natural.
2 Se debe tener en cuenta que una gran parte de lo expuesto en este trabajo, a pesar de que se
apoya en datos factuales, son inferencias que se deben ir precisando y comprobando a medida
que se realicen nuevas investigaciones específicas paleoecológicas y arqueológicas.
-31-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
desde la Península de Alaska, 3 por eso se puso en duda -y aún hoy
hay quienes recelan- del fechado de 38 000 años AP (Antes del
Presente) del sitio Lewisville, en Texas. 4 Pero desde entonces los
fechados pleistocénicos de sitios arqueológicos de América se han
multiplicado (MacNeish, 1971, 1978; Dolujanov, 1972; Gagliano,
1977; Lavallée, 1985, 1990; Toyne, 1999; Mabry, 2000). Aunque
muchos especialistas dudan de los fechados más tempranos, aún los
más acérrimos contrarios a una entrada muy temprana del hombre
en la América se ven precisados a hacer remontar este evento hasta
el Pleniglacial o Wisconsin IV, para poder explicar sitios en los Andes
(MacNeish, 1971) o México (MacNeish, 1978) con fechados
indiscutibles de hasta 20 000 años.
Existen otras propuestas de vías migratorias hipotéticas, que en
alguna medida pudieran justificar los fechados más tempranos de
Norte y Suramérica como son: en viajes épicos a través del Pacífico
para llegar a América del sur, arribando a la Patagonia y otros puntos
más al norte -Chile, Argentina, Bolivia, Perú- a partir de Japón,
Las Polinesias y Australia. También la "teoría marítima del Atlántico"
saliendo de Europa bordeando los hielos del norte hasta llegar al
territorio del noreste Norteamericano, con los sitios tipos Meadowcroft
Rockshelter y Río Wacissa (± 20000 años AP). Otra ruta sería
saliendo de Eurasia navegando por todo el Pacífico norte con puntos
intermitentes pasando por Isla de la Reina Carlota, Channel Islands
y otros puntos de la geografía centro y sudamericana hasta llegar a
la Patagonia sitio Monte Verde I (± 30000 años AP).
Los estudios del ADN mitocondrial de las poblaciones de los aborígenes
de América y de la diversidad lingüística existente sugiere
que la antigüedad de esas poblaciones es de 20 000 a 30 000 años
(Greenberg, et al., 1986); la escasez de evidencias arqueológicas de
estas primeras poblaciones, sobre todo en la zona tropical de América,
se ha explicado por la baja densidad demográfica (Kozlov, 1988),
por los hábitos migratorios de los pueblos cazadores de especies de
gran tamaño y por el uso más frecuente de la perecedera madera que
de la piedra en la confección del ajuar. Lo más importante para la
arqueología cubana es aceptar que el llamado paleoindio andaba por La
Florida tras caza mayor a finales del Pleistoceno hace, al menos, 14 000
3 Ver: Bryan, 1969.
4 Crook y Harris, 1958.
-32 -

COLECTIVO DE AUTORES
años (Mitanich y Fairbanks, 1980). La mayor parte de los arqueólogos
cubanos aceptan estas fechas algo más antiguas de entrada
del hombre en América (Tabío, 1988, 1991).
Algunos prestigiosos arqueólogos, como Rouse (1964), consideran
que el apropiador pretribal temprano no pudo poblar las islas de
las Antillas porque no podía navegar, aspecto que no compartimos
y que abordaremos en un próximo escrito, y porque en las islas no .
encontrarían recursos cinegéticos de importancia, lo que refutaremos
en este trabajo.
Otros, como Rey y García (1988) y Tabío (1991) no ponen en
duda la entrada temprana a las Antillas desde el Norte. Las evidencias
apuntan que los primeros pobladores de Cuba procedían de las
Bahamas, aunque la escasez de pruebas no ha permitido que los investigadores
se hayan aventurado a remontar el momento de la llegada
más atrás que el debut del Holoceno: 8 000 años (Febles, 1994).
Ante la posibilidad de que los primeros pobladores, que González,
et al. (2008) denominaron apropiadores pretribales tempranos de
Cuba, arribarán durante la última fase del período glacial (Wisconsin
IV o Pleniglacial) y que, con seguridad, se puede decir que vivieron
durante el llamado Óptimo Climático Postglacial, consideramos útil
una actualización de las últimas ideas elaboradas sobre el paleoclima de
esos períodos y aventurarnos, en este trabajo, en relacionar el factor
climático con la vegetación y otros aspectos del entorno en el cual se
debió desarrollar la actividad del hipotético primer poblador que habitó
este territorio. Para identificar a los grupos humanos tempranos
involucrados en estos escenarios de reconstrucción paleoclimáticas,
emplearemos la propuesta de Alonso, Izquierdo y González (2010),
de comunidades apropiadoras pretribales tempranas.
EL CLIMA PLEISTOCÉNICO DE CUBA
El último período glacial conocido como Wisconsin en Norteamérica
y Würm en Europa Occidental comenzó hace unos 82 000 años, la
apoteosis glacial tuvo su inicio hace 22 000 años y terminó de forma
bastante abrupta hace solo unos 19 000 años, cuando comenzó
el deshielo acelerado de los glaciares, hasta que ocurrió el abrupto
calentamiento final que dio paso al último período interglacial o
Período Holocénico hace 8 000 años (Furon, 1972).
-33 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
En el período glacial, los glaciares llegaban a cubrir al subcontinente
norteamericano hasta el Estado de Wisconsin en los Estados
Unidos, más de 25° al sur que en el presente; en consecuencia, los
centros anticiclónicos también estaban desplazados más al sur, la
circulación general de la atmósfera era diferente y por tanto la distribución
regional de las precipitaciones era otra; las fajas climáticas
estaban desplazadas hacia el sur (Fairbridge, 1965) comprimidas en
dirección al ecuador.
El desarrollo de las ideas sobre el clima que imperaba en Cuba
durante este período glacial puede encontrarse en la literatura nacional
(Ortega, 1984a), aunque hay varias hipótesis contradictorias
(Kartashov y Mayo, 1976; Peñalver, et al. 2001), la que considera
que Cuba atravesó durante la glaciación de Wisconsin un largo
período árido (Ortega y Arcia, 1982; Ortega, 1984a) es la que está
en concordancia con lo reportado más tarde en otras áreas del Caribe
(Schubert y Medina, 1982; Schubert, 1988; Bradbury, 1997).
Recientemente el prestigioso geólogo cubano M. Iturralde (2003,
2004/2005) aceptó esta hipótesis.
Ortega (1984a) tomó como base esta hipótesis para construir un
esquema de la distribución de los climas en Cuba durante la glaciación
de Wisconsin. La nueva información acumulada desde entonces· y la
profundización de las concepciones teóricas sobre la relación del clima
con los suelos, sedimentos y la fitogeografía permitieron precisar más
la visión que se tenía en 1984, las bases de esta nueva reconstrucción se
encuentran en Ortega y Jaimez (2007) y Ortega, et al.
Clave Clima
Dw Frio, lluvias de verano
Cw Templado, lluvias de verano
CI Templado, sin época de seca
es Templado, lluvias de invierno
ess Clima estepario, verano seco
BSh Clima estepario, calido
BWs Clima desértico, calido
A Clima tropical
- 34 -

COLECTIVO DE AUTORES
En las llanuras cubanas, en las regiones onduladas y montañas bajas
predominaban climas secos esteparios (BS), a veces mediterráneo (Cs)
en las laderas septentrionales: la región occidental era más fría por
la mayor influencia de los vientos polares, y más húmeda Qaimez,
2008), con inviernos muy fríos y brumosos por la frecuencia de las
lluvias frontales y las nieblas y lloviznas constantes asociadas a la
interacción de los vientos polares con la cálida corriente del Golfo.
Tabla 1. Tipos de clima de Cuba durante la glaciación de Wisconsin.
Clasificación de Koppen. 1914
Clave
Dw
Cw
Cf
Cs
BSs
BSh
BWh
A
Tipo de clima
Frío, lluvias de verano
Templado, lluvias de verano
Templado, sin época seca
Templado, lluvias invernales
Clima estepario, verano seco
Clima estepario, cálido
Clima desértico, cálido
Climas tropicales
En los sistemas montañosos del oriente y occidente el clima era
húmedo, templado, con inviernos fríos e incluso muy fríos en el
occidente. El área de clima húmedo en las montañas de la región
central estaba más restringido que en los otros sistemas montañosos,
reducido a las partes más altas de la cordillera de Guamuhaya.
La mayor parte de las costas eran muy secas, incluso desérticas,
con clima BW. Esta zona desértica era más notable en la plataforma
sur, expuesta en esos momentos, en la depresión Cauto-Nipe y en
el Valle de Guantánamo.
La costa norte de Pinar del Río en el verano gozaba de un agradable
clima mediterráneo, aunque con inviernos muy fríos (Cs) con lluvias
pertinaces y nieblas casi constantes.
La costa norte de la actual provincia de Guantánamo tenía un
clima tropical húmedo no mucho más frío que el actual. La costa al
sur de la Sierra Maestra, protegida por esas montañas, mantenía un
clima tropical, posiblemente más húmedo que el actual.
Durante ese período el promedio de lluvias en la Cuba Pleistocénica
era aproximadamente 50 % menor que el actual (Ortega y Arcia, 1982).
Los climas imperantes durante el Wisconsin diferían en algo de
sus análogos modernos; los vientos zonales eran más fuertes y persistentes
que en la actualidad (Ortega, et al.), debido al aumento del
gradiente de presiones entre la zona de convergencia ecuatorial y las
centros anticiclónicos. El descenso del nivel del mar dejó expuestos
-35 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
enormes territorios cubiertos de arenas y limos carbonatados alrededor
de Cuba (plataforma insular cubana, Banco de las Bahamas,
Banco de Cayo Sal, Banco de Campeche), cuyos materiales podían
ser movidos con facilidad por los fuertes vientos imperantes, lo que
provocaba frecuentes tormentas de arena y polvo sobre todo el
territorio emergido.
Existen evidencias en el paisaje y suelos que sugieren que ocurrió un
aumento violento de las precipitaciones (Ortega et al.) durante el tránsito
al Holoceno. La temperatura también ascendió de manera abrupta
(Pajón, et al., 2001). El tránsito violento hacia el Período Postglacial u
Holoceno no fue un fenómeno exclusivo de Cuba, se ha constatado en
otras regiones (Hughen, et al., 1996; McManus, et al., 1999).
PALEOECOLOGíA DEL PERíODO WISCONSIANO
El tipo de vegetación en función del clima, y a su vez, la vegetación es
el factor predominante de los ecosistemas. La estrecha dependencia
de los ecosistemas respecto al clima nos permite intentar vislumbrar
algunos aspectos de la paleoecología de los principales ecosistemas
que debieron existir en Cuba, deducidos a partir del cuadro paleoclimático
cuyos rasgos más generales se expusieron anteriormente.
LAS LLANURAS, TIERRAS ONDULADAS
Y MONTES BAJOS CON CLIMA SEMIÁRIDO (BS)
La vegetación de las llanuras y terrenos alomados de Cuba, con
climas BS, debió ser un monte arbustivo abierto, con un estrato
herbáceo ralo casi carente de gramíneas, lo que podría explicar el
bajo endemismo de estas en la flora cubana (López, et al., 1989). La
extensa franja con clima semiárido, que recorría a Cuba de oriente
a occidente, presentaba un marcado gradiente de temperatura; la
influencia de los vientos polares durante gran parte del año en el
occidente era notable al menos hasta el límite de Matanzas con Villa
Clara (Ortega et al.); la persistencia de esos vientos del norte se
evidencia por la presencia de dunas eólicas costeras desde el Cabo
de San Antonio (Zenkovich, 1969) hasta la Jenínsula de Hicacos
(Shanzer, et al., 1975).
-36-

COLECTIVO DE AUTORES
Consideramos que los vientos que formaron las grandes dunas eólicas
fósiles que se encuentran en el Archipiélago Sabana-Camagüey,
por ejemplo la formación Cayo Guillermo (Cabrera, s.a.) fueron los
alisios y no los polares; es probable que los materiales de ellas fueran
acarreados desde el Banco de las Bahamas.
De acuerdo con el esquema de Whittaker (1970), que aparece en la
parte oriental de esas estepas debían predominar los montes arbustivos
espinosos, mientras que hacia el occidente la vegetación pudo ser menos
xerofita. La transición entre la vegetación correspondiente a la estepa
fría y la caliente parece coincidir con la frontera entre los subsectores
geobotánicos 112 y 115 (Censu Alfonso, 1970).
La vegetación de la región de clima BS al este de la depresión
Cauto-Nipe se desarrolló durante los largos períodos glaciales de
manera bastante independiente del resto de la región central, ya que
se encontraba una franja desértica que atravesaba la Isla de costa a
costa lo aislaba del resto de la Isla. Este hecho se evidencia aún hoy
en las diferentes florísticas que permiten separar la zona al este de la
depresión Cauto-Nipe como un distrito geobotánico: Cuba Oriental
(Alfonso, 1970; Samek, 1973). Durante todo el período glacial esta
franja de clima BS funcionó como un corredor para especies de la flora
amazónica (López y Cejas, 2000) y serpentinícola (Berazaín, 1981).
Los persistentes vientos reforzaban la transpiración de las plantas,
por ese motivo en las zonas onduladas las cumbres, más expuestas a
los vientos que las quebradas, en ellas la vegetación era más abierta,
incapaz de proteger con eficacia al suelo de los agentes erosivos,
lo cual se refleja en las características de la estructura actual de la
cubierta edáfica de estas regiones. Estas condiciones climáticas han
sido las dominantes en Cuba al menos desde el Pleistoceno Medio,
lo que ayuda a explicar la dominancia de elementos xeromorfos de
hojas pequeñas, esclerófilas o espinosas en la flora y la vegetación
(Borhidi, 1996).
El valor nutritivo del follaje de esta vegetación no es muy elevado,
pero los consumidores primarios de metabolismo lento podían
encontrar sustento adecuado. Entre los vertebrados de mayor talla
capaces de prosperar con estos recursos alimenticios se encuentran
los quelonios terrestres como los testudos (Geochelone sp.) lo que
explicaría la aparente abundancia de esas especies en la fauna pleistocénica
cubana (Izquierdo, et al., 2003). Las características de la
fauna de herbívoros estaba condicionada por las posibilidades de
aprovechamiento de esta vegetación; solo fue posible la adaptación
-37 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
y especiación de mamíferos de talla media de metabolismo lento
(e dentada) como: Megalocnus rodens, Parocnus browni, Neocnus
gliriformis y Acratocnus antillensis o de especies pequeñas como:
Nesophontes micrus, Solenodon cubanus (A1miquí), pero sobre todo
se destacaban los roedores (Capromys pilorides, Mysateles melanurus,
Mysateles prehensilis, Mesocapromys angel cabrerai, Boromys offella,
Boromys torrei, Mesocapromys sanfelipen sis, Garrido, Mesocapromys
nanus, Mesocapromys auritus), aunque no sabemos si alguna de
estas especies son estrictamente arborícolas, incapaces de habitar
terrenos abiertos. Al menos algunas de las especies de simios que
habitaron la Isla en el Pleistoceno no eran arborícolas (Gutiérrez
y jaimez, 2007), posiblemente habitaban las regiones alomadas de
Cuba Central débilmente arboladas; el fuerte desgaste de los dientes
de estas especies (Silva, et al., 2007; Gutiérrez y jaimez, 2007) pudo
estar condicionado por la dieta de estos animales que pudo incluir
en la dieta hojas coreáceas de la vegetación esclerófi1a ~- de las zonas
semiáridas de Cuba P1eistocénica.
Entre los reptiles, además de los testudos ya mencionados, se
deben destacar a las iguanas (Cyclura nubila), por su posible importancia
en la dieta de los habitantes tempranos. Se han hallado
restos de muchas de estas especies en algunos sitios arqueológicos
excavados, preferentemente en solapas y cuevas, en asociación con
evidencias arqueológicas en estratos antropogénicos muy tempranos,
así en el sitio Cueva de la Masanga de Ho1guín, se ha comprobado
una cronología relativa de 3 740 ± 200 años de antigüedad (Pino y
Castellanos, 1985), también existen similares reportes en la Cueva
de los Niños de Cayo Salinas, Sancti Spíritus.
Todo parece indicar que aquellos hombres del Ho10ceno Medio
pudieron utilizar esas especies como parte de su dieta; de la misma
manera pudieron haberlo hecho los hombres del Pleistoceno Tardío
cubano. No obstante, con frecuencia los reportes de estas asociaciones
no están del todo bien establecidos en los contextos.
Por otra parte, en prospecciones realizadas en varias oquedades cársicas
rellenadas con co1uvios terrígenos en la región central de Cuba
(Izquierdo, et al., 2003), aparecen mezclados restos de fauna extintas
y evidencias líticas arqueológicas de pobre elaboración. Se debe tener
en cuenta que los movimientos de co1uvios son muy restringidos en
los paisajes forestados, debemos suponer que las oquedades cársicas
se rellenaron durante el período glacial, o aún más probable, en el
* G. Silva Taboada: Comunicación personal, Museo Nacional de Historia Natural, la Habana, 2009.
-38-

COLECTIVO DE AUTORES
momento del violento tránsito hacia el Holoceno -que trataremos
más adelante- cuando hubo importantes movimientos de materiales
terrígenos. Por lo planteado, esa mezcla de restos de la fauna extinta y
ajuar arqueológico al menos indica que aquellos primeros pobladores
convivieron en tiempo y espacio con ese tipo de fauna en épocas, al
parecer, tempranas (al menos 10000-6000 años AP).
Algunas plantas xerofitas desarrollan tubérculos y otros órganos
subterráneos de reserva, por ejemplo: las zamias (Zamia angustifolia,
Z. multifoliata); las ipomeas (Ipomea heptaphilla); las maranta
(Maranta arandinacea, M. zebrina). Los animales cavadores pueden
utilizar estas plantas como fuente de alimentos, en especial los
roedores pequeños y medianos como Nesophontes micrus. Algunas
especies de edentados como Megalocnus rodens y Parocnus browni,
al abandonar los hábitos arborícolas en estos ambientes más abiertos
pudieron emplear las garras para cavar en busca de estos recursos
alimentarios. En efecto, a diferencia de los perezosos de América
del Sur, que tienen las garras en forma de garfio propias para colgar
de las ramas al tiempo que le impedían o dificultaban la marcha,
las garras planas de los edentados cubanos le permitían la marcha
por terrenos despejados; por otra parte, el estudio de las garras de
fósiles de estas especies muestra signos de claro desgaste producto
de la práctica de la excavación. 'f
En la flora arbustiva y xerofita existe un notable número de especies
que producen pequeños frutos, como los del cactus del género
Opuntia, de los cuales puede nutrirse una avifauna variada; entre ellas
predominaban las especies adaptadas a la vida en espacios abiertos
no boscosos (Pregill y Olson, 1981).
LOS ARENALES DE LA PLATAFORMA EMERGIDA
CON CLIMA DESÉRTICO (BW) O ESTEPARIO (BS)
Durante la época glacial el nivel del mar descendió hasta 120 m del
nivel actual (Lambeck, y Chappell, 2001). La extensa plataforma
insular cubana, cuya profundidad suele ser menor de 15 m, se convirtió
en tierra firme. Los sedimentos, acumulados durante el período
interglacial anterior, quedaron expuestos a los agentes atmosféricos.
* Osvaldo Jiménez: Comunicación personal. Gabinete de Arqueología, GHCH, nov., 2009.
-39 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
No existe ningún argumento que obligue a considerar la posibilidad
de que durante el interglacial Sangamon la sedimentación en la
plataforma fuese diferente a la actual, por lo que se puede decir que
la mayor parte de la plataforma insular expuesta estaba cubierta por
potentes capas de arenas y limos calcáreos en lo esencial o arenas
cuarcíticas en las cercanías de los macizos de esquistos o de rocas
ácidas e intermedias, tal como ocurre hoy (Yunin et al., 1976b; Avello
y Pavlidis, 1986).
En las zonas costeras, donde los procesos convectivos son más
débiles, las lluvias son más escasas que en el interior del territorio;
el clima que prevalecía era desértico o bien las variantes más áridas
del clima estepario. Las lluvias, de por sí escasas, se infiltraban con
rapidez a través de las arenas y del substrato pre Cuaternario carsificado
subyacente; el bajo aprovechamiento de las precipitaciones
acentuaba aún más la aridez del paisaje. La vegetación era muy
escasa, es posible que solo algunas suculentas lograran mantenerse,
o arbustos capaces de desarrollar un sistema radical muy profundo
en un tiempo breve.
Este tipo de paisaje desértico debía estar especialmente extendido
en el actual Golfo de Batabanó. La gran aridez actuó como una barrera
que no permitió la migración de especies mesófitas desde Pinar
del Río hacia la Isla de la Juventud; ni siquiera el encino (Quercus
sagraeana) planta bastante tolerante al estrés hídrico pudo migrar
hacia el sur; los pinos sí superaban esa barrera gracias a la posibilidad
de transporte de sus semillas por los fuertes vientos reinantes. La
extrema pobreza de la flora y la aguda escasez de agua solo permitían
la supervivencia de animales especialmente adaptados a estos
ambientes, como son las iguanas, capaces de suplir sus necesidades
de agua con los fluidos vegetales.
Por todo lo anterior, se puede decir que la presencia humana de
estos parajes debió limitarse a la línea costera en sitios de ocupación
temporales.
LOS TAKIRES DE LAS LLANURAS
DESÉRTICAS (BW)
La vertiente norte de la Sierra Maestra, la oeste de la Sierra de Nipe y
la sur de las Alturas de Maniabón desaguan hacia la depresión Cauto-
-40-

COLECTIVO DE AUTORES
Nipe donde predominaba un clima desértico. Las corrientes al llegar
a las planicies y, por tanto, disminuir su fuerza cinética, descargaban
los sólidos que trasportaban, en lo esencial, arcillas.
Aunque, gracias a las lluvias orogénicas, las montañas de la Isla de
Cuba se mantuvieron húmedas durante el período glacial, las precipitaciones
fueron menores que en la actualidad, al menos las partes
central y oriental del país, en consecuencia el caudal de agua que
descendía de las montañas era menor que el actual. La mayor parte
de los ríos, que debían atravesar extensas llanuras con clima desértico
agotaban su limitado caudal por evaporación e infiltración sin
lograr alcanzar el mar -ni siquiera el río Cauto lo alcanzaba, lo que
se sabe por la inexistencia del cañón fluvial (Yunin et al., 1976) en la
plataforma hoy sumergida- las corrientes fluviales se estancaban,
atrapadas entre los propios sedimentos que depositaban formando
lagunas temporales poco profundas donde se evaporaban las aguas,
con lo que aumentaba la concentración de estas provocando la
precipitación de la carga soluble producto del intemperismo en las
montañas (Ortega, 1986).
La precipitación de las sales fácilmente solubles provocó la aparición
de extensos saladares, a estas regiones llegaban cantidades
importantes de sílice proveniente del intemperismo de las rocas
magmáticas de las montañas, así como una gran cantidad de magnesio
de la alteración de las ofiolitas (Buguelsky y Formel, 1973); en los
fangos de las lagunas salobres, esos elementos pueden transformar las
esmectitas y arcillas caoliníticas en palygorskita (Viani et al., 1983;
Henning y Storr, 1986; Monger, y Daugherty, 1991), mineral arcilloso
fibroso que aumenta aún más la plasticidad y propiedades vérticas
de los suelos y sedimentos terrígenos. A partir de estos sedimentos
fluvio-lacustres se forman los takires ("playa" en la literatura de Estados
Unidos), que no son más que arcillas muy plásticas cuando se
humedecen, pero que al secarse se contraen y agrietan separándose
en bloques muy densos, impenetrables para las raíces de las plantas
(Belnap y Lange, 2001).
El mismo cuadro recién descrito existió en la llanura norte de las
provincias centrales, la diferencia esencial que los materiales eran
depositados por corrientes fluviales efímeras, que depositaron extensos
abanicos proluviales-coluviales (Liliemberg, 1970).
Sobre los takires las angiospermas son raras, solo los arbustos capaces
de desarrollar un sistema radical profundo de una manera muy
rápida pueden instalarse en ellos. En la temporada seca la superficie
- 41 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
de los takires queda prácticamente desnuda, sobre los saladares ya
abandonados por las aguas temporales se desarrollaría una vegetación
muy dispersa de halofitas con especies como Batis marítima y otras
plantas suculentas.
En la época de lluvias, se rebosaban las lagunas con el agua llegada
desde las alturas, esto brindaba la oportunidad de desarrollo temporal
abundante del fitoplancton y de algunas plantas hidrofitas. Una
parte de esta flora, al ser consumida directamente, era el primer eslabón
de una cadena trófica, pero la mayor parte de la biomasa, al caer y
descomponerse en el cieno lacustre, se convertía en el alimento del
zooplancton base de una importante cadena trófica (Lenz, et al.,
1986; Alongi, 1990) en la cual las aves zancudas ocupan uno de
los eslabones más altos (Grear, 1992). En la cúspide de esa cadena se
encontrarían los saurios. A lo largo de las corrientes fluviales debían
existir bosques de galería con ambientes propicios para los asentamientos
humanos. En los bordes de las lagunas y cursos bajos de los
ríos, el bosque de galería podía ser remplazado por una estrecha banda
de bosque de manglar.
LAS ZONAS MONTAÑOSAS
En las zonas montañosas de Cuba se ha descrito una clara zonación
vertical de la vegetación (Hernández, et al., 1971; Borhidi, 1996).
Durante el período glacial las mismas zonas bioclimáticas o sus
variantes más xéricas descendieron gracias a la disminución de las
temperaturas y al aumento del gradiente vertical de esta (Schubert
y Medina, 1982; Bush, et al., 2001). En el occidente, donde la temperatura
fue cerca de 8 o 9°C inferior a la actual con un gradiente
cercano a 1°/100m, se puede pensar en un descenso teórico de cerca
de 800 m.
En el macizo de Guamuhaya, en el centro de la Isla, donde la temperatura
debió ser algo más elevada que en el extremo occidental,
mientras que el gradiente vertical de esta a causa de la sequedad del
aire se elevaba, el descenso teórico de las zonas bioclimáticas debió
ser semejante al valor del extremo más occidental. Sin embargo, se
debe tener en. cuenta que en este período, las montañas del centro
de la Isla estaban muy alejadas de la costa noroccidental humedecida
por la evaporación de la corriente del Golfo, fuente de humedad
de las montañas de Pinar del Río; tampoco era alcanzada por los
-42-

COLECTIVO DE AUTORES
vientos alisios que humedecían a las montañas orientales. Privada
de las dos principales fuentes de humedad, las montañas centrales
fueron especialmente secas, los climas templados húmedos (C) no
podían ocupar territorios muy extensos como en los extremos de la
gran isla de Cuba.
En la Sierra Maestra, el descenso de las zonas bioclimáticas se
debió más al aumento del gradiente vertical de temperatura que a
la media anual, solo algo más fría que la actual. Es muy posible que
en las cumbres más elevadas el clima llegara a ser incluso polar (E)
-como ocurrió en La Española (Schubert y Medina, 1982)- y se
formara una vegetación de páramo seco. Los climas predominantes
en las montañas eran templados y húmedos que permitía el desarrollo de
una importante vegetación forestal. Los pinares pudieron descender
hasta las llanuras en las regiones donde la escasa humedad les permitía
competir con la vegetación arbustiva y herbácea incluso en suelos
ricos en nutrientes; junto a los pinos descendieron otros árboles
típicos de las montañas como la sabina (Bery, 1913) que ahora se
encuentra en las montañas orientales y en las costas arenosas (Roig,
1975). La fauna debió ser variada y abundante, sobre todo en las
montañas del oriente del País -con clima más benigno que el del
occidente- lo cual contrasta con el limitado registro fósil de esa
zona en comparación con la gran cantidad de hallazgos en la zona
occidental (Gutiérrez y ]aimez, 2007). Esta contradicción tal vez
pueda explicarse por el mayor desarrollo del carso en el occidente
que en el oriente del País (Núñez, et al., 1984); el carso favorece
la formación de espeluncas, las que han funcionado como trampas
donde se pueden acumular restos faunísticos con más facilidad que
en las zonas no cársicas o con carso cubierto. Las zonas montañosas
de Cuba Central y Oriental, en lo general, carecen de la cobertura de
rocas carbonatas carsificables.
EL FIN DEL PERíODO GLACIAL
La última etapa del período glacial (30 000 a 19 000 años) se caracterizó
por un frío extremo reflejado en el máximo avance de los
glaciares con el consiguiente descenso del nivel del mar hasta 120 m
con respecto a la cota actual (Fairbridge, 1963; Chapell, 1974). Esta
etapa en extremo fría terminó de forma abrupta, el calentamiento
hizo que los glaciares comenzaran a deshelarse provocando una
rápida elevación del nivel del mar (Chapell, 1974; Clark, 2004).
-43 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Aunque el deshielo y la elevación del nivel del mar han sido procesos
constantes durante los últimos 19 000 años, en tres ocasiones
hubo un aceleramiento notable de la descarga de agua dulce al océano
(Melt Water Pulses o MWP), correspondientes a temperaturas
planetarias marcadamente elevadas, estos momentos fueron: 1) el
comienzo del deshielo hace 19 000 años; 2) hace unos 14500 años
(fin del Oldest Dryas y comienzo del B011ing-Allerod); 3) hace unos
11 300 años, fin del Younger Dryas.
El comienzo de estos episodios cálidos ha sido abrupto, en pocos
siglos, o incluso decenios, la temperatura media del planeta se eleva
varios grados (Dansgaard, et al., 1989). La mayor evaporación
potencial incrementa la velocidad del ciclo hidrológico por lo que
aumentan las precipitaciones a escala global.
La curva de paleotemperaturas obtenida a partir del las relaciones
0 16 /0 18 en una estalagmita del extremo occidental de Cuba (Pajón,
2006) refleja un calentamiento continuo de esa región desde el
comienzo del deshielo. La edad máxima de la sección tomada de
la estalagmita es de 15 300 años, por lo que se puede asumir que
durante el período glacial anterior el régimen hidrológico imperante
en el extremo suroccidental de Pinar del Río no alcanzaba a desencadenar
procesos cársicos enérgicos, ya que la disolución y posterior
deposición de calcita en la estalagmita no ocurría en esos momentos;
hubo que esperar el aumento de las precipitaciones que acompañó a
la desglaciación planetaria. El aumento del calor a escala planetaria
no fue tan manifiesto en Cuba por dos razones; el manto Laurentino
aunque perdió mucho de su espesor continuaba cubriendo superficies
muy extensas, manteniendo el mismo albedo de la época glacial lo
que reducía el calentamiento del subcontinente norteamericano,
mientras que el movimiento de los vientos polares hacia el sur era
favorecido; por otra parte, el deshielo de los glaciares de América
del Norte aportaba un volumen muy grande de agua dulce gélida,
la cual, en lo esencial, se evacuaba por el río Mississippi para llegar
hasta el Golfo de México (Brown, et al., 1999), que de esa manera
se cubría por la termoclina cuyas aguas se helaban con facilidad en
cada invierno.
El MWP correspondiente a el fin del Oldest Dryas provocó una
avalancha de agua gélida en el Golfo de México que hizo descender .
algo la temperatura en Cuba Occidental (ver Pajón, 2006: 7); (Leyden,
et al., 1994) constataron en Yucatán un período frío y seco concordante
con este MWP.
Una gran parte de las aguas del deshielo de los glaciares de Norteamérica
se detenía en el inmenso lago Agassiz que existió al sur de
-44 -

COLECTIVO DE AUTORES
los actuales Grandes Lagos, cubría desde el actual estado de Illinois
hasta Minnesota y Dakota del Norte (Smith y Fisher, 2003). Este lago
se veía forzado a drenar solo hacia el sur a través del Mississippi ya
que por el oeste las Rocallosas cierran el paso hacia el Pacífico
y los posibles pasos hacia el Océano Atlántico estaban cerrados
por los hielos del manto Laurentino.
Llegó el momento en que los hielos del manto Laurentino dejaron
de actuar como un dique natural, esto ocurrió hace 12900 años. El
lago Agassiz se vació de forma abrupta vertiendo sus aguas directamente
en el Atlántico del Norte a través del canal del actual río San
Lorenzo. Durante una década este océano recibió un enorme caudal
de agua dulce que cubrió su superficie, lo que trastornó la circulación
general oceánica; se desencadenó un enfriamiento planetario conocido
en la literatura como Younger Dryas (Broecker, et al. 1989).
El enfriamiento general del hemisferio norte se reflejó en Cuba
en un moderado descenso de la temperatura media, no fue un descenso
tan pronunciado como lo fue en Europa ya que el volumen
de agua fría que descendía por el Mississippi se redujo al mínimo,
es posible que desde entonces el Golfo de México dejara de helarse
en los inviernos. La oscilación anual de la temperatura en Cuba dejó
de ser muy marcada.
El tercer MWP se correspondió con el fin del Younger Dryas hace
11 300 años, la temperatura del planeta ascendió de forma brusca.
Este último calentamiento elevó la temperatura del occidente de Cuba
en unos 10°C, el calentamiento no fue esta vez amortiguado por las
aguas del deshielo, ya que habían dejado su curso hacia el Golfo de
México para desaguar directamente en el Atlántico del Norte.
Este evento suele considerarse como el hito que marca el inicio
del Holoceno.
Los climas predominantes del planeta, fríos y secos, se transformaron
en cálidos y muy húmedos, tras una breve oscilación la temperatura
alcanzó valores muy elevados que se conservaron durante
varios milenios. La apoteosis de este período cálido y muy húmedo
es conocido en la literatura paleoclimática como Óptimo Climático
Postglacial (OCP), comenzó hace 8 000 a 9 000 años atrás, se extendió
hasta hace solo 3 500 a 4 000 años, cuando ocurrió rápido,
aunque no profundo enfriamiento planetario, que quedó marcado
por el avance de los glaciares europeos (avance Rotmoos 1, hace
3 500 a 3 000 años AP; Chaline, 1972).
En reStimen, de manera general se puede decir que en Cuba durante
la transición del período glacial al Holoceno ocurrieron dos episodios
-45-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
cálidos de mediana a pequeña envergadura, tal vez continuación de
los eventos Dansgaard-Oeschger del período glacial (Schulz, 2002).
La transición a los episodios cálidos ocurre de manera abrupta
(Dansgaard, et al., 1989; Uriarte, 2003). El inicio del Holoceno
quedó marcado por un tercer evento cálido coincidente con el fin
del Younger Dryas, en esta ocasión la elevación de la temperatura
en Cuba occidental además de abrupta fue de gran envergadura. Los
súbitos calentamientos planetarios en Cuba estuvieron acompañados
por un dramático incremento de las precipitaciones. El comienzo
de la formación de las estalagmitas, ya visto anteriormente, es
una de las evidencias; existen otras evidencias edáficas (Ortega,
et al.), geomorfológicas (Acevedo, 1976, 1986) y sedimento lógicas
(Dzulynski et al., 1984).
PAlEOECOlOGíA DE lA TRANSICiÓN
Al HOlOCENO
Los súbitos aumentos de la temperatura y de las precipitaciones, así
como la alteración del ciclo anual de las estaciones debió afectar el
ciclo biológico de numerosas especies animales y vegetales, lo cual
suele reflejarse en una disminución drástica de la productividad
biológica de los ecosistemas.
Es posible que el impacto mayor se produjera hace 19 000 años
por el aumento de las precipitaciones, más que por el moderado
aumento de la temperatura. Estas primeras lluvias torrenciales cayeron
en un paisaje con una cubierta vegetal dispersa o poco densa
arbustiva, que no protegía adecuadamente al suelo contra la erosión
hídrica (Ortega, et al.). La red fluvial era adecuada para el drenaje
de las limitadas precipitaciones del período glacial, pero no fue
apropiada para evacuar el incremento de lluvias, coincidente con los
eventos Dansgaard-Oeschger, por esta causa surgieron numerosos
lagos y humedales; ejemplo de esto son la Laguna de Ariguanabo y
las lagunas que aún persisten en la llanura al norte del poblado de
Aguacate, todas en la provincia Mayabeque, donde el sistema
de drenaje no ha llegado a completarse.
Estas lagunas fueron un hábitat muy favorable para el florecimiento
de una abundante fauna dulceacuícola. Los frecuentes hallazgos de
restos de esta fauna (McPhee, et al., 2007; Gutiérrez y]aimez, 2007)
fue uno de los factores que impulsaron, en los años sesenta y setenta
-46-

,
COLECTIVO DE AUTORES
il
del siglo xx, a postular la coincidencia del período glacial con un
pluvial en Cuba (Furrazola, et al., 1964; Acevedo, 1971; Mayo y
Peñalver, 1972; Kartashov y Mayo, 1976; Gradusov, et al., 1976).
La vegetación abierta de regiones secas fue paulatinamente sustituida
por una densa vegetación forestal, los animales especializados
en el consumo de plantas herbáceas y tubérculos deambulando por
espacios abiertos vieron restringido su hábitat a las sabanas edáficas
y costas más pedregosas y secas, mientras que los nuevos bosques
brindaban nuevas oportunidades a los roedores y mamíferos de talla
pequeña.
Las nuevas especies de moluscos terrestres que habían especiado
por deriva genética en las aisladas montañas orientales durante el
prolongado período glacial, comenzaron su muy lenta difusión (Ortega
y Arcia, 1982).
La ascensión del mar al cubrir extensas áreas costeras creó superficies
muy extensas de piélagos someros en los cuales ampliaron su
hábitat gran cantidad de crustáceos y peces.
La extensión de la vegetación de manglar estuvo restringida durante
el período glacial a algunas zonas deltaicas debido a que los climas
áridos no son favorables para su desarrollo (Scholl, 1968; Marius,
1976; Boivin, et al., 1986), a lo que se debe sumar la estrechez de la
franja de marea durante el período glacial a causa de la aguda pendiente
del veril de la plataforma insular hasta el cual había descendido
la línea costera; pendiente que, a su vez, hacía difícil la acumulación
en la línea de costa de sedimentos blandos imprescindibles para el
enraizamiento eficiente de la vegetación del manglar.
Los manglares tuvieron oportunidad de expandirse desde las zonas
deltaicas hacia el resto de la franja costera cuando el nivel del mar
alcanzó la superficie de la actual plataforma insular, que por lo general
no tiene más de 20 m de profundidad. Esto pudo ocurrir a fines del
Allemd, hace unos 13 000 años o después del Younger Dryas, 11500
años AP, fechas dependientes de la pendiente y cota del tramo de la
plataforma considerada, así como de los movimientos neotectónicoso
Según los fechados realizados por la firma holandesa Nedeco,
las turbas en los alrededores de la Laguna del Tesoro comenzaron
a formarse hace 11 000 años (Furrazola, et al., 1964), coincidente
con lo expuesto.
Dado el importante papel de los manglares como productores
primarios en la zona litoral, su aparición estimuló los procesos biológicos
de la plataforma, con seguridad aumentó el número de especies
- 47-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
y de individuos de la plataforma, en especial crustáceos y moluscos
que viven directamente o se reproducen entre las raíces del manglar.
La barrera de mangle protege la línea costera de la erosión del
oleaje, la aparición de los manglares litorales debió reducir la turbidez
de las aguas costeras, lo que permitió el mejor desarrollo de los
corales. Las barreras coralinas de Cuba no sobrepasan los 20 a 25 m
(Yunin, 1967), lo que significa que comenzaron a formarse solo en el
Holoceno Temprano (Yunin, 1967), o sea no antes del evento Allerod,
hace unos 13 000 a 12 000 años. Las barreras coralinas son en sí
un hábitat especial donde se multiplican innumerables especies de
peces, moluscos y crustáceos.
LA SITUACiÓN AMBIENTAL DEL PRETRIBAL
TEMPRANO EN CUBA
Al sur del manto glaciar Laurentino -que comenzó a derretirse hace
19 mil años, hasta desaparecer hace solo 8 000- hasta las orillas
del Golfo de México existieron distintos escenarios ecológicas que
condicionaron diferentes vías adaptativas de los antiguos pobladores.
En las grandes planicies del sur, fuera de las zonas recién arboladas
de los Apalaches y Rocallosas, predominaban ambientes abiertos,
cubiertos de vegetación herbácea, más o menos densa de acuerdo
con la humedad o sequedad del clima; en esos ambientes pululaban
mamíferos de gran talla, en especial cérvidos, y bóvidos que fueron
cazados por el paleoindio (Cannon y Meltzer, 2004). La caza de estos
animales requería de armas penetrantes lo que estimuló el perfeccionamiento
de la industria lítica en busca de puntas cada vez más
agudas con superficies lo más lisas posible (desarrollo secuencial de
los complejos Clovis, Folsom, Sandía y Plano).
Al mismo tiempo, la línea costera brindaba una oportunidad dietaria
diferente. La baja temperatura del Golfo de México favorecía la
abundancia de mamíferos marinos como las focas cuya reproducción
se lleva a cabo en tierra firme donde podían ser cazadas con facilidad.
Con igual facilidad podían ser atrapados los quelonios durante
el desove estival. La baja temperatura del agua también favorecía la
proliferación de moluscos marinos que debieron ser una parte importante
de la dieta al igual que lo fueron para los recolectores marinos
posteriores de las costas de Virginia y las Carolinas (Waselkov, 1982).
-48 -

COLECTIVO DE AUTORES
La posibilidad de desarrollo de comunidades especializadas en la
caza de estos animales unida a la recolección y tal vez la pesca no se
puede descartar. Sus asentamientos y sitios de tránsito debían estar
muy cerca de la orilla del mar, por lo que dado al continuo incremento
del nivel del mar hoy deben estar bajo las agua (Gagliano, 1977).
Estas últimas comunidades no tenían necesidad de perfeccionar
las puntas líticas para confeccionar armas penetrantes, la escasa
movilidad en tierra de los animales que cazaban les permitía obtener
mejores resultados con armas contundentes. Como apunta Baker
(2004), aunque la industria lítica grosera pudo evolucionar a las
puntas Clovis, ambas industrias pudieron coexistir en el tiempo, y
evolucionar de manera independiente. Este hipotético cazador de
focas se debió desplazar a lo largo de la costa norte del Golfo de México
hasta llegar a La Florida, aunque en esta península solo se conocen
dos sitios (Litde Salt Spring y Alexon) de pobladores tempranos sin
que se pueda establecer una relación clara con la apropiación de
vertebrados (Cannon y Meltzer, 2004). Se debe tener en cuenta que
esto es comprensible si se tiene en cuenta que la costa occidental
de la Península de La Florida está a unos 200 km de la línea costera
actual. No obstante Rouse y Cruxent (1969) sostienen que el hombre
de "Mordán-Barreras" cazaba animales grandes, sobre todo manatíes
y focas apoyados con evidencias de las Antillas.
La escasez de sitios arqueológicos no hace más que reforzar la idea
de que fueron habitantes de la línea costera y que sus lugares de habitación
quedaron bajo las aguas debido a la transgresión holocénica.
Es muy probable que la entrada del hombre apropiador pretribal
temprano en las Antillas Mayores fuera desde Norteamérica a través
de las Bahamas (Rey y Garda, 1988; Febles, 1994). Durante casi todo
el período glacial, las Bahamas formaron un archipiélago de grandes
islas con costas muy irregulares extremo norte del Archipiélago de
las Bahamas durante el período wisconsiano). Las aguas que bañaban
este archipiélago eran 4°C más frías que en la actualidad (Lynts y
Judd, 1971), mientras que en el Golfo de México, aún en el extremo
oriental, alejado de la influencia del Mississippi, la temperatura era
hasta 7 oC inferior a la actual (Emiliani, et al., 1975). Esto pudo significar
que además de las focas, los sirénidos fueran más frecuentes
en este archipiélago que en la costa norte del Golfo de México y
que el gélido delta del Mississippi.
La caza de estas presas, sumada a las tortugas terrestres -que
poblaban las Bahamas hasta tiempos bastante cercanos (Berman,
1994)- debió ser el factor principal que atrajo al hombre temprano
hasta las Bahamas.
-49 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Si se acepta la posibilidad del cruce del Estrecho de La Florida por
estas poblaciones, el paso del Canal Viejo de Bahamas para alcanzar
a Cuba Central era mucho más sencillo, por la distancia de menos
de 20 km y por la tranquilidad de esas aguas. Queda preguntarse
qué factores pudieron atraer a esos pueblos a Cuba.
Se debe tener en cuenta que la costa norte de Cuba, posiblemente
a partir de la Península de Hicacos hasta la Bahía de Nipe, era muy
seca, rocas desnudas o arenales casi desprovistos de vegetación, los
ríos de corriente constante no alcanzaban el mar en esa costa.
Casi a todo lo largo de esa costa hay frecuentes manifestaciones
superficiales de sílex y calizas silicificadas (Elvers, 2006); el sílex
se encuentra en la superficie del terreno, es fácil de localizar en las
superficies rocosas desarboladas (Ortega y Zhuravliova, inédito).
Las poblaciones más tempranas de Cuba emplearon estos materiales
(Elvers, 2006), los instrumentos líticos que se elaboraban eran incluso
llevados a las Bahamas (Febles, 1991) hasta hace unos 1200 años atrás
(Berman, 1993). La exploración del territorio en búsqueda de estas
materias primas, inexistentes en las Bahamas y raras en la Península
de La Florida, puso en contacto al hombre recién llegado con otros
ambientes más favorables en el interior de la Isla y, en especial, en las
costas y terrenos premontanos de la costa norte de la parte oriental
de Cuba desde Nicaro, donde el clima era cálido y húmedo. En esta
región se ha encontrado la industria lítica más primitiva atribuida a
estos apropiadores tempranos (Febles, 1986; Izquierdo, 2008); este
ha hecho pensar que la entrada a Cuba de estas poblaciones ocurrió
por la costa del extremo más oriental de Cuba. Sin embargo, se debe
tener en cuenta que la isla bahamense más cercana a esa costa de Cuba
es Creat Iguana, situada a más de 100 km hacia el nordeste y que
esta a su vez no forma parte de Banco de Las Bahamas, del que está
a una distancia de más de 130 km. Sin corrientes marinas favorables
en esa travesía, para vencer esas distancias debieron perfeccionar el
uso del remo y por tanto de embarcaciones capaces de surcar el mar
o haber descubierto el uso de la vela para aprovechar los vientos
alisios, favor-ªbles para la travesía hacia Cuba.
Por el contrario, el cruce del Canal Viejo de Las Bahamas debió
ser fácil, la distancia entre el Banco de las Bahamas y la costa norte
central era inferior a los 20 km, 17 km en el lugar más estrecho, la
costa de Cuba era visible desde la otra orilla. Sin embargo el ajuar
lítico de estos primeros pobladores, encontrados en el centro de Cuba,
a simple vista, es menos elaborado que el de la región oriental, pero
esto no obedece a un fenómeno temporal, por lo que plantean que son
- 50-

COLECTIVO DE AUTORES
•
l'
sitios más tardíos. Así el alto grado de pragmatismo en la elaboración
de los artefactos pudiera identificar el surgimiento de la economía del
pretribal medio toda vez que facilita un mayor aprovechamiento de
los recursos contenidos en la naturaleza, sobre todo de las materias
primas, por tal razón parece ser el marco propicio en que debemos
ubicar estas piezas de la región central, sin que tengamos que considerarlas
como tipos de herramientas originales ni desiguales desde
el punto de vista tecnológico a las ya conocidas y estudiadas en el
Complejo Cultural Seboruco (Martínez, et al., 1994).
En realidad el arcaísmo en los artefactos no implica una extrema
antigüedad; la razón esencial radica en la calidad de las materias
primas en unos y otros lugares y es lo que provoca, en esencia, estas
aparentes diferencias. Queda demostrado que en el aspecto tecnológico
no existen realmente discrepancias con la tradición lítica
del Complejo Cultural Sebo ruco, observada con claridad en todos
los lugares de la región central, en ocasiones con particularidades
específicas en algunos solares arqueológicos, pero manteniendo la
generalidad tecnológica de la tradición Seboruco. (Izquierdo y Sampedro,
2001). Todo indica que esta industria lítica es posterior a la
observada en el complejo cultural en Mayarí, debido a que los solares
arqueológicos presentan un alto porcentaje de lascas y herramientas
de medianas dimensiones lo cual es un índice que, por lo general,
aumenta en la medida que las estaciones son más tardías, por lo
que pudiera tratarse de grupos provenientes del tronco Mayarí y
que se encuentran en un franco proceso de cambios hacia estadios
superiores. Sin descartar, por supuesto, contactos e intercambios
intercomunales en su largo peregrinar por diferentes territorios con
grupos de otras filiaciones culturales.
Tampoco descartamos la posibilidad de que sean grupos de apropiadores
del pretribal temprano algo más evolucionados, que arribaron
en etapas más tardías a Cuba, por la zona noroeste de Villa
Clara procedentes de los llanos continentales de los Estados Unidos
de América (Febles, 1990). Otros especialistas han considerado la
posibilidad de una procedencia a partir del territorio centroamericano
específicamente Belice, (Wilson, Iceland and Hester, 1998), debido
entre otras cosas a las similitudes tecnotipológicas en el materiallítica
de estos lugares con lo hallado en Sebo ruco, Cuba y en Mordán,
República Dominicana. Así como fechados que según estos autores
pudieran llegar a ser los más tempranos del Caribe, y no han faltado
quienes consideran su probable origen suramericano.
- 51 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Se debe tener en cuenta que estos ajuares se han encontrado en
el norte de Villa Clara, en lugares que en ese entonces se debían
considerar como territorios interiores, alejados unos 25 km de la
línea costera pleistocénica. Las evidencias más tempranas de estos
pobladores deben buscarse en la cayería norte del Archipiélago
Sabana-Camagüey, posiblemente bajo o entre las capas de eolianitas
de la formación Guillermo (Sensu Cabrera y Peñalver, 2001).
En los territorios con clima estepario que predominaban en el
interior de la Isla existía una fauna de vertebrados de talla mediana
fáciles de cazar sobre todo tortugas terrestres y varias especies de perezosos
(Rodríguez y Vento, 1989; Diaz, 2001: Condis, et al., 2008).
Los espacios abiertos facilitaban el desplazamiento de estos primeros
pobladores y favorecían la caza. La sequedad del clima les
facilitaba el empleo del fuego en la cacería de especies de pequeña y
mediana talla en espacios abiertos, tal como se practicaba en África
sahariana desde el paleolítico (Foresta, 1990), o en las Antillas Mayores
todavía a la llegada de los conquistadores (Las Casas, siglo XVI).
Se puede pensar que, siguiendo el ejemplo de los animales de los
espacios abiertos, estos primeros hipotéticos habitantes conocieran
a las zamias, marantas y nopales como recursos alimenticios de
importancia. En la zona desértica alcanzada por corrientes fluviales
de las montañas se formaban lagunas temporales más o menos
salinas en las cuales debía vivir una rica fauna de aves y crustáceos,
coexistiendo con sus depredadores, en especial los cocodrilos. Este
es un entorno que debió, también, ser atractivo para estos primeros
pobladores que casi con seguridad escogerían como sitio de campamentos
estacionales los cercanos bosques de galería existentes en las
márgenes de los ríos provenientes de las montañas.
En las húmedas montañas debió existir una importante fauna de
vertebrados, de menor talla que en las estepas, incluyendo diversas
especies de edentados, pero no es posible afirmarlo, en especial con
respecto a las montañas del centro y oriente de la Isla, debido a la escasez
de registros existentes hasta el momento (Condis, et al., 2008).
A pesar de la benignidad del clima, las montañas no debieron estar
muy pobladas; en los bosques montanos de la Cuba Pleistocénica los
recursos alimenticios eran limitados; la obtención de proteínas por
medio de la caza no era muy productivo en el medio forestal (Cross,
1975; Fainberg, 1988), por otra parte, la flora autóctona arborícola
cubana no se distingue por la presencia notable de especies de abundante
producción de frutas comestibles. En los encinares y bosques
mixtos es posible que se recolectaran las bellotas y los piñones como
- 52-

COLECTIVO DE AUTORES
un recurso relativamente abundante en la temporada de fructificación.
Grupos poco numerosos del apropiador temprano debió y pudo habitar
estas regiones y establecer campamentos temporales al menos
en las alturas más bajas. Los sitios de estancia debieron situarse en
la segunda terraza fluvial, fuera del alcance habitual de las crecidas
y no muy alejado de la corriente de agua.
DURANTE EL TRÁNSITO CLIMÁTICO
AL HOLOCENO
,
Como vimos anteriormente, en el período comprendido desde el
comienzo del deshielo hace 19 mil años hasta el establecimiento del
clima holocénico, hace 8 mil años, ocurrieron elevaciones súbitas
de la temperatura, vinculadas con el fin de los eventos Oldest
y Younger Dryas. Los abruptos calentamientos planetarios -o al
menos uno de ellos- estuvieron acompañados por un aumento muy
importante de las precipitaciones. Por otra parte se debe tener en
cuenta que el tránsito de" un sistema climático a otro muy diferente
no se realiza de manera regular, sino a través de un período de gran
inestabilidad e irregularidad de los procesos climáticos.
Estos importantes cambios climáticos y la inestabilidad se reflejaba,
por fuerza, en la vegetación; la floración y fructificación de muchas
especies se trastornaba, desaparecían especies en determinados ecotopos
con más rapidez que la colonización por otras más adaptadas
a las nuevas condiciones. Como resultado sobreviene un período de
hambre generalizada para toda la fauna terrestre. Como respuesta
aumenta la presión de los depredadores sobre sus presas. Los animales
carnívoros debían depredar una fauna depauperada. Este hombre,
al ver reducirse las fuentes vegetales de alimentos debió aumentar la
presión sobre los animales que había cazado habitualmente, e incluso
consumir otras especies que antes despreciara por la baja eficiencia
que se lograba con su caza. Si se acepta que en el hemisferio occidental,
durante el Cuaternario, ocurrieron cuatro glaciaciones y que en
cada tránsito al interglacial debió ocurrir eventos climáticos similares, la
extinción masiva de la fauna pleistocénica solo puede ser explicada por
la aparición de un nuevo factor: la presencia del hombre temprano como
máximo depredador. Muchos consideran que la aparición del hombre
fue un factor decisivo en la desaparición de gran parte de la fauna de
- 53-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
vertebrados pleistocénicos en la América del Norte (Anon, 2005), Cuba
no tiene que ser una excepción a esa regla.
Las abundantes lluvias de este período caían en un paisaje cuya
red de drenaje no estaba adecuada para evacuar esos volúmenes de
agua, que triplicaban los del período anterior. Los sitios de habitación
cercanos a las orillas fueron barridos o cubiertos con los lodos
provenientes de la erosión masiva de las aún desarboladas lomas.
Solo los sitios arqueológicos situados en algunas terrazas fluviales
altas de las regiones montañosas pudieron preservarse.
Los arrastres provocados por estas precipitaciones, mientras que
destruían o sepultaban los posibles sitios arqueológicos, colmaban
las cuevas y depresiones cársicas con materiales continentes de
evidencias paleontológicas y arqueológicas (Condis, et al., 2008).
El período de transición debió ser dramático para las poblaciones
humanas que pudieron existir en ese momento; el hambre y las enfermedades
asociadas debieron ser fenómenos frecuentes. Las lluvias
y el drenaje deficiente de los territorios favorecieron la aparición
de grandes áreas de espejos de agua y humedales donde debió establecerse
con bastante rapidez una cadena trófica dulceacuícola, con
predominio de aves zancudas y la presencia de cocodrilos. Este es
un medio que el apropiador temprano de Cuba pudo aprovechar en
este momento de crisis. La abundancia de recursos pudo estimular
el cambio del modo de vida de estas poblaciones favoreciendo la
estancia más o menos prolongada en sitios de habitación con cierta
estabilidad, dada las condiciones de los humedales es de esperar que
se establecieran en las orillas elevadas, también cabe la posibilidad de
que hubieran adquirido la habilidad de construir alguna estructura
del tipo "palafitos" pero muy primitiva, algo así como una plataforma
sobre las raíces de los mangles.
DURANTE EL ÓPTIMO CLIMÁTICO
POSTGLACIAL OCP
I
1
j
I
Como vimos, el Holoceno Temprano se destacó por ser más cálido y
húmedo que los tiempos presentes; es difícil darle una fecha general
al fin de esta etapa ya que el enfriamiento y desecación del clima fue
paulatino, lo que hace difícil establecer un umbral definitorio preciso,
así como a las diferencias regionales notables; por esas causas se han
- 54-

COLECTIVO DE AUTORES
1
i
~
dado fechas de culminación de esta etapa cálida y húmeda que fluctúa
entre 6 mil y 3 mil años AP (Lamb, 1963; Buchner, 1980; Chaline,
1985; Eddy Y Bradley, 1991; Faure, 1997).
Los fechados radiológicos más tempranos de sitios arqueológicos
cubanos son muy cercanos a los 6 mil años AP (Tabío, et al., 1976;
Febles, 1986). Por otra parte, los estudios basados sobre las características
tecnológicas y tipológicas del ajuar lítico rescatados en las
cuencas de los ríos Sebo ruco y Levisa en la parte oriental de Cuba
hicieron suponer una antigüedad que los investigadores han remontado
hasta 10 mil años AP (Kozlowski, 1974, 1975; Trzeciakowski y
Febles, 1981), estos investigadores llamaron "protoarcaicos" a estas
primeras poblaciones de Cuba. El sitio Melones 1 O se ha considerado
igualmente antiguo (Febles y Rives, 1983: Febles, et al., 1985).
Algunos arqueólogos cubanos (Tabío, 1984; Febles, 1991) han
vinculado al protoarcaico de Cuba con las culturas conocidas como
"Western Lithic Tradition" (Davis, et al., 1969) que habitaban el
suroeste de los actuales Estados Unidos por esos tiempos. Por todo
lo expuesto no se debe dudar que los primeros habitantes de Cuba
ya poblaran estas tierras durante el Óptimo Climático Postglacial y
que sea casi seguro que los habitantes de los sitios Seboruco, Levisa
y Melones 10, y sus cercanos descendientes, sufrieran algunos de
los abruptos cambios climáticos y ambientales que dieron paso al
Holoceno.
Las abundantes lluvias que caracterizaron el inicio de esta etapa
disminuyeron paulatinamente; al mismo tiempo se desarrollaba una
red de drenaje adecuada a las nuevas condiciones y las depresiones
del terreno se llenaban con aportes coluviales o aluviales; como
consecuencia, los lagos y humedales del interior del territorio fueron
desapareciendo, las plantas hidrófilas e higrófilas eran remplazadas
por mesófitas en la mayor parte de los paisajes terrestres.
La fauna dependiente de esos humedales se desplazó a las zonas
costeras donde había comenzado a aparecer amplias zonas de humedales
salinos o salobres: marismas, ciénagas costeras, albúferas y
manglares. En estos nuevos ecotopos se desarrolló una abundante
fauna donde predominaban los crustáceos y moluscos. Las albúferas
y la trama radical de los manglares son refugio y lugares de
reproducción de numerosas especies marinas. Estos humedales son
ecosistemas de alta productividad biológica, a partir de la gran masa
orgánica sintetizada se desenvuelven importantes cadenas tróficas en
los mares de la plataforma insular adyacente; este factor, unido
- 55-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
a la aparición de las barreras coralinas, hizo aumentar los recursos
piscícolas en disposición de los primeros habitantes de la Isla.
La mayor parte de los vertebrados terrestres de mayor talla ya
habían casi desaparecido, la caza se veía cada vez más constreñidas
a presas de talla pequeña. La nueva vegetación clímax se impuso;
en 10 esencial era una vegetación forestal densa donde la caza era
dificultosa, sobre todo para presas de tamaño pequeño -contrariamente
a la idea general, se conoce que la obtención de proteínas de
origen animal en la Amazonia no es una tarea muy ventajosa (Cross,
1975; Fainberg, 1988), a pesar de tener una importante fauna de
animales de tamaño medio. Si, además, se tiene en cuenta que entre
las especies arbóreas mesó filas e higrófilas hay pocas que se distingan
por la producción abundante de frutos apetecibles por el hombre,
por todo esto, debemos considerar que el apropiador temprano del
Óptimo Climático debió preferir habitar las cercanías de las costas,
por el acceso a los recursos marinos y mayor facilidad para cazar en
los bosques más abiertos de las costas más secas. La menor eficiencia
de la actividad cinegética obligó a ocuparse más de la recolección.
Por otra parte en las costas llueve menos que en el interior y mucho
de los suelos de las zonas costeras son de textura ligera, ideales
para el crecimiento espontáneo de la maranta (Kay, 1997) y algunas
zamias (Herrera, 1996) o bien son suelos calizos pedregosos donde
se encuentran otras especies de zamia (Herrera, 1996). Estas plantas
fueron consumidas hasta por las culturas productoras tribales de Las
Antillas (Cassá, 1974) a pesar del amplio empleo de la yuca por esas comunidades.
Hay evidencias que las sociedades apropiadoras del estadio
medio y tardío de Cuba también usaban esos recursos vegetales (Pershall,
en 1995, encontró fitolitos de maranta en sedimentos arqueológicos del
sitio apropiador medio Río Chico, Camagüey).
CRITERIOS DE BÚSQUEDA PARA SITIOS
ARQUEOLÓGICOS
El hombre temprano tuvo oportunidad de llegar a Cuba poco después
de haber poblado a La Florida hace 12 000 a 14 000 años (Mitanich
y Fairbanks, 1980) a través de Las Bahamas. La caza de mamíferos
marinos pudo ser el factor principal que impulsó la expansión por
el Banco de Las Bahamas.
-56-

COLECTIVO DE AUTORES
iI
;1
I ¡
~
"
~
t
Las primeras incursiones en Cuba de este hombre recolectorpescador-cazador
debió ser por la costa norte central de Cuba, posiblemente,
en busca de sílex inexistente en Las Bahamas, sin embargo
esta región era poco atractiva para establecerse por su gran aridez y
la ausencia de corrientes fluviales permanentes.
Los restos arqueológicos de estas primeras sociedades habrían estado
en las cercanías de las costas, por lo que quedaron sumergidos
por la transgresión holocénica. La mayor posibilidad de encontrar
sitios de este hombre más temprano debe estar en las terrazas abrasivas
marinas o fluvio marinas situadas en los bloques hórsticos de
la costa norte desde las provincias habaneras hasta Holguín.
La exploración del territorio cubano puso al pretribal temprano en
contacto en el interior de la Isla con paisajes esteparios secos donde
existía una fauna de vertebrados de tamaño medio fáciles de cazar,
lo que, de ser cierta la entrada muy temprana, permitió la irradiación
rápida del apropiador temprano por toda la Isla, en especial
la zona central, más cálida que las alturas del ~xtremo occidental y
más húmedas que las llanuras de la zona oriental.
Los sitios campamentos de estos aborígenes debieron estar en las
márgenes de los ríos, que en este período árido pudieron tener un
caudal muy débil, circulando por valles fluviales poco desarrollados.
Los posibles sitios más tempranos de las partes más bajas de
los cursos debieron estar cubiertos por sedimentos fluviales (como
se estaba desde 19 000 años AP, en una fase transgresiva del mar,
la labor geomórfica de los ríos era la formación de valles fluviales
acumulativos) además estar la mayor parte bajo el nivel actual del
mar. Los sitios algo más tardíos situados en las riberas más alejados
de la costa debieron ser barridos o sepultados por las crecidas y
aluviones vinculados con el abrupto cambio climático que marcó el
tránsito al Holoceno.
La mayor oportunidad de encontrar sitios arqueológicos de esta
segunda etapa de ocupación temprana del territorio debe estar en las
terrazas fluviales erosivas de los ríos fuertemente encajonados que
atraviesan territorios más elevados, donde es posible que las crecidas
no hubieran sobrepasado la cota de la terraza; si bien en las zonas
montañosas debieron ser muy escasos por los limitados recursos que
brindaban los bosques, que predominaban en los sistemas montañosos,
a los grupos de apropiadores tempranos. El área arqueológica
de Charcón, en Quemado de Güines, provincia Villa Clara, reúne
esas características.
-57 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
El abrupto tránsito a las condiciones climáticas holocénicas trastornó
el funcionamiento de las cadenas tróficas lo que provocó la
disminución de las poblaciones de vertebrados terrestres, lo que
unido al aumento de la presión de la caza condujo a la extinción
de muchas especies que fueron el sustento principal de las primeras
poblaciones humanas. La relación entre la extinción de gran parte de
la fauna pleistocénica y la aparición del poblamiento humano durante
el Holoceno Temprano se ha postulado por varios autores, tanto en
Cuba como en otros ámbitos americanos (Cannon y Meltzer, 2004;
McPhee, et al., 2007).
Una de las consecuencias del cambio climático fue la aparición de
espejos de agua y humedales al interior de la Isla, donde encontraron
un medio muy favorable las aves, moluscos y crustáceos posibles de
cazar o de recolectar con facilidad.
La estancia humana en estos humedales debió ser por necesidad en
las orillas elevadas, la permanencia temporal repetida en los mismos
sitios o la ocupación por períodos más o menos estables tiende a
elevar la cota del lugar por las deposiciones reiteradas de la basura
arqueológica (Interagency Archaeological Service, 1977).
Un ejemplo de montículo arqueológico en un humedal, aunque
en este caso apropiador pretribal tardío, es el sitio Cayo Jorajuría
(4 110 ± 50 años AP) en el municipio Martí, norte de la provincia
de Matanzas (Herrera, 1970). La vegetación que crece sobre estos
montículos, aún en el caso de que estén bajo sedimentos holocénicos
más recientes, es diferente a la del humedal que lo entorna, por lo
que pueden ser detectados en las fotografías aéreas.
No es posible descartar la posibilidad de que estos pobladores
pudieran construir, en las márgenes de los paleo lagos, palafitos o
plataformas provisionales de troncos, que al podrirse colapsaban sin
dejar más huellas que restos dietarios y algún ajuar lítico abandonado
en el lugar. La búsqueda de estos posibles sitios debe pasar por la
localización de los hipotéticos paleolagos y desaparecidos humedales
por medio de la interpretación geomorfológica y sedimento lógica.
Es de esperar que, en su mayoría, estén cubiertos por sedimentos
coluviales o aluviales y que los restos dietarios sean escasos dado la
poca estabilidad de los huesos de aves que debieron ser parte importante
de la dieta.
La desaparición paulatina de los humedales y lagos de agua dulce
al interior de la Isla fue simultánea con el comienzo de la formación
de la barrera de mangle litoral y de los humedales costeros en general,
ambientes ricos en recursos alimenticios.
- 58-

.
COLECTIVO DE AUTORES
Los sitios desde donde se puede tener acceso a la costa fueron los
preferidos para el asentamiento en esta etapa. Deben buscarse en las
terrazas de los ríos. ¿ Cómo el nivel del mar ascendió algo desde el
final del Óptimo Climático Postglacial? estos sitios pueden haberse
. cubierto por las aguas o por sedimentos recientes, pero otros puede
que hayan escapado a esa suerte, ya sea por haber estado en cotas
algo superiores o por una ligera elevación neotectónica de la región.
Desde hace solo unos 5 000 a 3 500 años se estableció el clima actual,
con sus oscilaciones de menor envergadura que no son objeto
del presente trabajo .
,
- 59-

CUBA: MIGRACiÓN E INTERCAMBIO
SOCIOCULTURAL EN EL CARIBE1
Alfredo Pérez Carratalá*
y Gerardo Izquierdo Díaz**
El mar Caribe, desde su formación ha tenido una gran importancia
en cuanto a la circulación de las aguas, influyendo en el clima del
planeta, y facilitando el intercambio biótico entre las tierras próximas,
incluyendo la distribución e intercambio de los seres humanos. Este
fue el escenario natural del descubrimiento del archipiélago cubano
por las comunidades indo americanas y con esto de un proceso de
migraciones e intercambios socioculturales que se extendió por siglos.
EL CARIBE
El proceso de formación y evolución de este mar se puede considerar
en dos etapas: Triásico tardío -jurásico y cretácico- Eoceno Superior;
con la facturación de Pangea hace unos 205 millones de años,
propició la formación de una red de grandes valles. En el Jurásico,
continúa este proceso y se formaron dos continentes hermanos:
Laurasia (los continentes del norte) y Gondwana (los continentes
Publicado por primera vez con el título: "Cuba. Intercambios socioculturales en el período
aborigen con el Caribe", Cuba Arqueológica, año 111, no. 2, 2010.
* Doctor en Ciencias Históricas. Profesor Auxiliar, Facultad de Ciencias Sociales de la
Universidad Central de Las Villas.
** Arqueólogo. Doctor en Ciencias Históricas. Subdirector del Instituto Cubano de
Antropología, Cuba.
-60-

ALFREDO PEREZ CARRATALÁ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
del sur). Esto permitió que el mar del Tethys se extendiera hacia el
oeste, hasta que se formó un canal oceánico que separaba ambos
continentes y unió el Tethys con el Pacífico. Durante el resto del
Jurásico el mar Caribe siguió ensanchándose.
FORMACiÓN DEL CARIBE
Formación del Caribe.
En el inicio del Cretácico y hasta el final del Eoceno, entre 135 y
35 millones de años procesos tectónicos y volcánicos, provocan que
el Caribe aumente su amplitud, junto a la apertura y expansión del
Atlántico Sur. En general continúa el flujo de la corriente Circum­
Tropical hacia el oeste.
Los núcleos más antiguos de las actuales islas surgieron del fondo
del mar hace unos 40 millones de años, y mediante sucesivos cambios del
nivel del mar y los movimientos del terreno (tanto horizontales como
verticales), se alcanzó la configuración actual. Un momento importante
de este proceso tuvo lugar entre 35 y 33 millones de años, cuando
se estableció una comunicación terrestre entre América del Sur y las
Antillas primitivas. Dicha península se ha denominado GAARlandia
(lturralde-Vinent, 2002).
Durante la última glaciación -Wisconsin- el nivel del mar fluctuó,
en dependencia de los diferentes estadios interglaciales, desde
100 m por debajo del nivel actual hacia los 18 000 años AP, hasta
-61-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
alcanzar el nivel actual hace unos 1 000 años, solo teniendo una leve
variación del oren de los O, 50 m (Ortega y Arcia, 1982).
Un aspecto de gran interés lo constituye la dirección e intensidad de
las corrientes marinas, en el área. Es conocido que uno de los medios
de transportación de los organismos vivos, que potencialmente les
permite trasladarse y cruzar una barrera marina, son las corrientes
marinas superficiales. Las trayectorias principales de las corrientes marinas
del Caribe actual y cómo eran en el pasado, son importantes
a la hora de valorar las posibilidades potencias de intercambio de la
biota y del tránsito humano.
La evolución de las corrientes marinas del Caribe tuvo una estrecha
relación con los cambios de la paleogeografía (Iturralde-Vinent
2003). Las direcciones preferentes del flujo marino han cambiado con
el tiempo, y que el patrón actual de flujo tiene apenas 2, 5 millones
de años. (lturralde-Vinent 2004) por lo que cualquier influencia en
el movimiento humano, este es el patrón que debemos considerar.
Muchos autores le conceden a este aspecto de las corrientes marinas
una importancia capital, pero es sin duda el factor decisivo la
capacidad y el dominio de las técnicas de navegación por las comunidades
aborígenes que habitaron el marco del área circuncaribe.
Thor Heyerdall, famoso navegante y antropólogo noruego, sostenía
que el mar no separaba, sino que unía, porque servía de vía de comunicación,
el criterio de que solo se podía navegar a favor de las
corrientes, sostenido por muchos colegas, nos parece inexacto toda
vez que existen técnicas ancestrales que permiten navegar contra la
corriente -en zigzag- o de forma tangencial, no sin gran esfuerzo
pero sí con efectividad.
Un caso a tener en consideración de dominio de alguna técnica de
navegación muy temprana lo constituye el poblamiento australiano.
La primera especie biológica en cruzar la llamada "Línea de Wallace", en
el estrecho de Lombock, entre Indonesia y Australia, fue el hombre.
Han sido halladas herramientas fechadas entre los 60 000 y 75 000
años AP, en Australia. Por las características de este paso, solo pudo
atravesarse con algún medio de navegación (Gore, 2000).
Es una constante en la discusión de la comunidad científica, atribuir
un papel determinante a las fluctuaciones glacioeustáticas, en
cuanto al poblamiento del continente americano y del área del Caribe
en particular, con independencia de que al bajar el nivel del mar y
dejar considerables extensiones de tierra, pudo facilitar los procesos
migratorios y de intercambio, es sin duda que el factor decisivo lo
constituye también al igual que el caso de las corrientes marinas,
-62-

ALFREDO PÉREZ CARRATALÁ y GERARDO IZQUIERDO D iAZ
la capacidad y dominio de la navegación, para la ocupación y el
intercambio humano en las ínsulas caribeñas.
El Caribe en el cretácico
Otro aspecto a considerar es el concepto de intercambio sociocultural,
entendido este en un sentido dialéctico integrador, que no
se limita por las fronteras obsoletas que un día se impusieron a las
ciencias sociales, especialmente en cuanto estos conocimientos van
dirigidos a promover y proyectar acciones interventivas no reducibles
a las intervenciones individuales o a las macrosociales, donde lo
cultural se convierte en vía y clave de realización de la intervención.
Por tanto el intercambio, en el sentido amplio comporta la transferencia,
en el marco de la intervención, de todos los elementos
considerados culturales, donde los aspectos socioeconómicos en
última instancia tienen un papel preponderante, por lo que comporta
mucho más que la simple transferencia de materia prima y objetos,
consideraciones enarboladas tradicionalmente.
Además, es necesario tener en consideración el concepto de espacio,
conque operaremos en este trabajo: que entendemos como
estructura y dinámica de las interrelaciones en el espacio geográfico,
como la posibilidad de "identificar la naturaleza del espacio y encontrar
las categorías de análisis que permitan estudiarlo ... supone
encontrar aquellos conceptos, asociaciones y aplicaciones que puedan
operar sobre la dinámica social" (Santos, 2000).
La ocupación del espacio y la formación de territorios, en el marco
de la formación social del paisaje, se atribuye a una cadencia de 25 km
por generación, según el modelo de avance en oleadas. (Artehistoria,
- 63-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. E STUDIOS ABIERTOS A L PRESENTE
2008) Cada comunidad delimitaba su territorio, entendido como
dimensión de poder, aún con límites difusos o imprecisos_ Para las
comunidades aborígenes, que intercambiaron en el área, con independencia
de la apropiación de su territorio en específico, el Caribe
fue su espacio_ Este será, por tanto, el escenario donde se desplegaron
las fuerzas productivas de las comunidades aborígenes_

.
ALFREDO PÉREZ CARRATALÁ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
de procedencia de estas comunidades y muchos autores los asocian
con la denominada Western Litic co-tradition, en asociación con la
similitud de rasgos similares entre esa industria de la piedra tallada
y la presente en lo sitios cubanos. (Kozlowski y Guinter, 1975).
Este investigador polaco, asocia el mismo ciclo industrial al que
llama Seboruco-Mordán, a esta industria de macroláminas y lascas,
con alto índice de arcaísmo y muy masivas (Febles, 1987).
El fechado más temprano para estos hombres, se encuentra en el
área de Canímar Abajo hace más de 7 000 años.' Antes de los hallazgos
de Canímar el reporte más antiguo lo tenía Levisa 1, Mayarí,
Holguín, con 5140 ± 170 años AP (ajustado por dendrocronología
a 6 000 años AP). En el sitio Mordán, Barreras, Azúa, República
Dominicana, se han obtenido fechados del orden de los 4580 ± 80
años AP, para una industria similar. (Tabío, 1988).
En los últimos diez años, se han encontrado varios sitios, con similares
características en Cuba Central, principalmente en el norte de Villa Clara
y norte de Matanzas, también se han reportado sitios con un componente
cultural asignable a esta industria, en la sureña provincia de Cienfuegos.
(Rodríguez Matamoros, comunicación personal).
El sitio más temprano reportado en el área circuncaribe es Banwari
Trace, en Trinidad y Tobago, con 7180 ± 80 años AP; pero el ajuar
allí descrito corresponde a piedra en volumen, para nada similar a
los anteriores. Al parecer la hipótesis de poblamiento temprano a Las
Antillas, desde el sur de La Florida, parece la más probable, en una
fecha inmediatamente próxima al óptimo climático, quizás no más
allá de los 8 000 años AP.
Es significativo que casi todos los sitios reportados en todas las
áreas, en Cuba, correspondan a paraderos y talleres en áreas despejadas
fundamentalmente, esto nos hace suponer que la llegada a Cuba
ocurrió cuando ya el clima en nuestro país era tropical húmedo de
sabana, según Koppen. Estas comunidades no muy numerosas, en
3 Un grupo multidisciplinario de especialistas dirigidos por el doctor Roberto Rodríguez Suárez,
investigador auxiliar del Museo Antropológico Montané, de la Facultad de Biología de
la Universidad de La Habana, participó entre los años 2004 y 2007 en cuatro campañas de
excavaciones en el sitio arqueológico denominado Canímar Abajo, en Matanzas, período
durante el cual hallaron y exhumaron más de cien esqueletos de antiguos pobladores
aborígenes. Las pruebas de fechado por la técnica de carbono 14, aplicadas a muestras
de carbón obtenidas en el terreno, con la colaboración de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM), confirmaron que los grupos preagroalfareros habitaban el área
de Canímar Abajo hace más de 7 000 años. Además de tener ahora la primacía de ser
el sitio arqueológico más antiguo de Cuba, los estudios apuntan a que probablemente lo
sea también para toda el área de las Antillas Mayores.
-65 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
el contacto con el nuevo medio a explotar, fueron cambiando sus
estrategias subsistenciales y reduciendo considerablemente su ajuar,
a la vez que experimentaron con otros tipos de materia prima. En tal
criterio, las hemos asumido como formaciones económico sociales
específicas para denominarlas como:
• Apropiadores pretribales del período medio.
• Apropiadores pretribales del período tardío.
• Productores tribales.
APROPIADORES PRETRIBALES
DEL PERíODO MEDIO
Los sitios más tempranos correspondientes a este período, los encontramos
en Cuba en Cueva Funche, Pinar del Río con 4000 ± 150 años
AP, Victoria 1, Camagüey con fechado de 2255 ± 80 AP Y Vega del
Palmar, Cienfuegos con 960 ± 60 años AP (Tabío, 1988).
Recientemente, el análisis de ADN mitocondrial en restos humanos
pertenecientes a tres sitios del occidente de Cuba, asignables a este
período, con fechados que van desde 4 000 a 1 600 años AP, donde se
obtuvo una muestra de 47 individuos, arrojó que las altas frecuencias
de los halogrupos C y D (60 % Y 33, 3 % respectivamente) sugiere
que el lugar de origen de estos hombres puede situarse en América
del Sur, (Martínez, et al., 2003). Resulta curioso, que en la costa de
la península de Yucatán, México; existan conchales, con similares
herramientas y modo de extraer el molusco para su consumo, que los
encontrados en Cuba, especialmente en la cercana provincia de Pinar
del Río. (Roberto Rodríguez, cómunicación personal).
Si observamos que la distancia entre ambos lugares no excede
los 210 km es muy posible que los sitios mencionados de aquí y
allá, correspondan a los mismos hombres. Si tenemos en cuenta la
limitante de las corrientes marinas que dificulta el trénsito desde
Yucatán a Pinar del Río, bien pudo ser al contrario y los conchales
yucatecos, sean el producto de la actividad económica en función de
la subsistencia de grupos de este período, llegados desde Cuba. Sería
necesario que se estudiaran bien estos conchales en el hermano país
azteca, para poder validar nuestra hipótesis.
- 66-

ALFREDO PÉREZ CARRATALÁ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
APROPIADORES PRETRIBALES
DEL PERíODO TARDío
En este período en Cuba se conocen sitios en casi todas las provincias
del país, aunque hay una mayor profusión en la región oriental
y Cuba Central, hasta Matanzas. Desde la década de los cuarenta
en Cuba se han descubierto sitios arqueológicos que presentan un
contexto asignable a los apropiadores del período medio y muestran
la presencia de una cerámica tosca muy simple y sin decorar, destacándose
la ausencia de burenes, característica típica de las comunidades
productoras ceramistas de procedencia aruaca.
En 1972, ]anusz K. Kozlowski, sobre la base del estudio de la
industria de la piedra tallada de estos sitios, les presupone un origen
continental sudamericano asegurando que los elementos presentes en
Cuba llegaron como difusión desde la cultura Momil de Colombia.
Esta aseveración -aún sin confirmar- ha sido aceptada y repetida
por casi todos los autores que han incursionado hasta hoy en el tema.
El investigador cubano Ernesto Tabío Palma, en su proyecto de
nueva periodización para las culturas aborígenes de Cuba, incluye
los sitios con las características descritas en la etapa protoagrícola,
aduciendo la asociación de causa-efecto, presuponiendo que el
surgimiento de la agricultura tiene generalmente como respuesta
la producción de tiestos de cerámica con la finalidad de cocer los
productos vegetales (Tabío, 1988).
Recientemente, durante las investigaciones que se realizan en el
sitio Canímar Abajo, Matanzas, en una capa antropogénica fechada
ca. 3 000 años AP se aislaron gránulos de almidón en herramientas
molederas, que corresponden a maní, maíz y boniato, lo que demuestra
que los hombres que habitaron el lugar, conocían, al menos, los
rudimentos de la agricultura. (Roberto Rodríguez, comunicación
personal).
Situación similar se reporta en sitios de República Dominicana,
como por ejemplo, Musiepedro, que arrojó un fechado absoluto
de 2255 ± 80 (Tabío, 1988).
Teniendo en cuenta la dirección de las principales corrientes marinas
entre el Caribe colombiano y el centro-sur de Cuba, no se puede
descartar esta posibilidad.
Por otra parte, el sitio arqueológico Dorado 1, muy próximo a
la desembocadura del río Sagua la Grande, al norte de Villa Clara,
Cuba; presenta una industria de la piedra tallada microlítica, similar
a Playitas, Canímar y Aguas Verdes, considerada como complejo
- 67-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Canímar-Aguas Verdes (Kozlowski, 1975) y patrón de reducción bipolar
Ueske, 1992), siendo una curiosa característica que no aparece
asociada a cerámica, contextos similares se aprecian en la provincia
de Pinar del Río (Enrique Alonso, comunicación personal).
Esta situación no es nueva en la dinámica de los grupos humanos
del llamado "período formativo" en nuestro continente donde, al
parecer, la reducción de las herramientas de la piedra tallada hacia
formas micro líticas, respondía a la necesidad de formar útiles complejos
para enfrentar la nueva actividad económica -la agriculturasiendo
la producción de vasijas de cerámica una actividad posterior,
muy tardía en algunos casos. (Lumbreras, 2006),
Por lo que es muy probable que el momento inicial del comienzo
de la Revolución Neolítica, puede estar representado en el registro
factual, primero por la industria micro lítica. En el área circuncaribe,
además de lo ya mencionado, se reportan sitios con un contexto
similar, en La Florida y Bahamas.
El sitio Poverty Point, en La Florida, probablemente sea una
influencia proveniente del Cuba norcentral (Febles, comunicación
personal) y en el caso de Las Bahamas, sitios como Three Dog Site,
son considerados como resultado de un proceso de colonización,
expansión desde el nororiente cubano ocurrido hacia el 700-800 AC.
(Keegan, 1992) (Berman, 1993). La materia prima utilizada por estas
comunidades aborígenes en Las Bahamas se ha identificado como
proveniente de formaciones geológicas "del norte de las provincias
orientales cubanas y Camagüey. (Berman, 1993), por lo que es factible
suponer un intercambio frecuente entre ambas áreas caribeñas.
LOS PRODUCTORES TRIBALES
Durante esta etapa, el sitio más temprano conocido es Damajayabo, en
la costa sur de la región oriental, con 1120 ± años AP (Tabío, 1988).
Es bien conocido, que la producción de casabe a partir de la yuca
(Manihot sculenta) y la tradición cerámica, parte de la selva amazónica,
en fechas tan tempranas como 5 000 años AP, que luego se fue
trasladando grdualmente a través del arco de las antillas.
Este movimiento demográfico -de tribus de origen aruaco- al
parecer se produjo por oleadas sucesivas y graduales, separadas
más o menos en el tiempo, pero que con independencia del nivel
de desarrollo de las fuerzas productivas, que fueron alcanzando,
-68 -

ALFREDO PÉREZ CARRATALÁ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
no perdieron totalmente los vínculos entre sí, eso lo demuestra las
menciones que hace Colón y otros cronistas de contacto, entre comunidades
de diferentes islas. Un caso significativo lo constituye, la
actitud del cacique de Quisqueya Hatuey, al venir a Cuba a luchar
contra el invasor español, en la época de la conquista.
Durante los años 1987-1988, la expedición multinacional "En
canoa del Amazonas al Caribe", liderada por el científico cubano
Antonio Núñez Jiménez, demostró la factibilidad del uso de la canoa
monóxila, en la transportación por el área caribeña.
Un experimento anterior, realizado por otro grupo de investigadores
cubanos, había demostrado las condiciones marineras de estas
rústicas embarcaciones, al navegar con éxito desde Batabanó -al sur
de las provincias habaneras- hasta la Isla de la Juventud.
TRAS LAS HUELLAS DE LAS PUNTAS
DE UN PROYECTIL
En nuestro país las comunidades aborígenes desarrollaron industrias
de la piedra tallada, teniendo como característica tecnotipológica
la talla de puntas de proyectil unifacial, es decir por una sola cara,
fundamentalmente la cara dorsal. Tras las huellas de esta pieza del
ajuar de los primeros pobladores de Cuba, se pueden hallar evidencias
de su movimiento migratorio.
No obstante, han sido reportadas -hasta el presente- tres puntas
foliáceas con talla bifacial. Una en la zona de Yaguajay cerca de
Banes, Holguín, otra en Nibujón, también en la región oriental y
una última, se encuentra en la colección del Museo Antropológico
Montané, de la Universidad de La Habana, sin que se haya podido
precisar la localidad de procedencia. De estas piezas, ha dicho el
mencionado científico polaco, que las puntas aparecidas en Yaguajay
(Banes) y Nibujón, muestran una influencia meso americana,
posiblemente de México, que data del primer milenio de n.e, o de
los últimos siglos a.n.e. (Kozlowski, 1975). Por otra parte, la punta
bifacial, triangular de base rectilínea que se encuentra en la colección
del museo antropológico Montané, posee una similitud con las
puntas del tipo Belle Glade y denota una influencia en nuestro país
desde La Florida; en tiempo inmediatamente anteriores a la conquista
española. (Kozlowski, 1975).
-69-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
La cuarta punta foliácea, con talla bifacial que se reporta en Cuba,
fue hallada en 1967 en la zona de Guaní, Caibarién, y hoy forma
parte de la colección del Museo de la ciudad de Remedios.
La punta, fabricada en una preforma de lámina, presenta una
elaboración bifacial con retoques superficiales, sus lados son curvos
y convergentes en un extremo distal puntiagudo, que aunque no
muestra una simetría perfecta denota una planta lanceolada.
La base es recta, aunque algo oblicua, el talón es sencillo, preparado
y con una inclinación de 90°, no hay presencia de espiga. (Pérez
Carratalá, 2003).
El hallazgo de cuatro puntas foliáceas bifaciales, en Cuba, nos hace
pensar en contactos prehispánicos con otras áreas caribeñas donde esa
tecnología lítica fue desarrollada, siendo los lugares de mayor probabilidad
de procedencia, el sur de Norteamérica y América Central.
CUBA ISLA DE INTERCAMBIO
Otra situación curiosa se relaciona con la tribu calusa, del extremo
sur de La Florida, la cual huía de los ataques de las tribus aliadas a los
ingleses de Carolina del Sur entre 1704 y 1760. Los más beligerantes
eran los yamasee y los creek. Fueron armados por los británicos
para capturar a otros aborígenes, a fin de desarrollar el comercio
de esclavos que los europeos establecieron desde 1659 en Virginia.
(Tamayo León, 2004).
El doctor John Worth, quien ha estudiado las tribus aborígenes
del sur de La Florida, considera, que la mayoría de los sobrevivientes
calusas emigraron a Cuba durante el siglo XVIII.
Hay referencia de su asentamiento en los alrededores de Guanabacoa,
La Habana, fue durante una época breve y con muy pocos
individuos, (unos 500) es poco probable que dejaran una influencia
visible, sin embargo, su sangre aún puede correr por las venas de
algunos guanabacoenses (Tamayo León, 2004).
Un caso que pudiera tener relación con este proceso migratorio de
una comunidad aborigen en la época colonial, se refiere la existencia
de un petroglifo, en una pequeña gruta al sur de cayo Ensenachos,
conocida como la "Cueva del Muñeco".
Esta manifestación parietal en cuestión está realizada con una
técnica y un estilo, para nada similar a los empleados por los grupos
aborígenes cubanos y presenta un asombroso parecido con las caretonas
cal usas, confeccionadas en madera.
- 70-

ALFREDO PÉREZ CARRATALÁ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
Por otra parte se ha podido conocer que en 1703 aún vivían allí,
comunidades aborígenes que se dedicaban al comercio de trueque de
mariscos con los habitantes de la Villa de San Juan de los Remedios
sirvienqo además de vigías ante la presencia de barcos enemigos y
merodeadores, estos grupos que habitaban la cayería norte de Villa
Clara, en época tan tardía, eran protegidos por las autoridades de la
villa, tal como lo refiere una carta enviada por el alcalde mayor remediano,
a las máximas autoridades españolas en Cuba, pidiéndole que
interviniera para evitar que un vecino de allí continuara molestando
a los "indios cayos", que eran pacíficos ... (Martínez-Fortún, 1963).
La ubicación geográfica del archipiélago cubano, propició que
fuera lugar de obligado paso o estancia, de las comunidades aborígenes,
que habitaron el Caribe, en todos los períodos de desarrollo
de los procesos migratorios en el área. Teniendo en cuenta la evolución
paleogeográfica del Caribe y las dataciones más tempranas
de ocupación humana, cualquier tránsito desde o hacia Cuba, tuvo
que hacerse mediante el empleo de de medios de navegación, aunque
fueran elementales y rústicos. Frecuentemente se aprecia a nuestro
archipiélago como un "agujero negro", en cuanto a los procesos
migratorios e intercambios humanos. Erróneamente se piensa que
una vez llegados a Cuba, los grupos humanos aborígenes, no salieron
más del territorio. Existen evidencias contrastables -en el registro
arqueológico- que demuestran que los intercambios socioculturales.,
durante la época prehispánica, entre las tierras aledañas caribeñas y
nuestro país, ocurrió de forma multidireccional, es decir hacia Cuba
y desde Cuba. Al menos durante la etapa de apogeo de la Formación
Económica Social de los productores tribales, el intercambio sociocultural,
entre Cuba y las tierras aledañas, fue un hecho frecuente,
documentado por los cronistas hispanos, durante el descubrimiento
y la conquista.
- 71 -

LOS PRIMEROS DESCUBRIDORES
DE CUBA Y LAS ANTILLAS
Alfredo Pérez Carratalá*
Hoy se acepta, por hechos ya probados, inferencias e hipótesis fundadas
y contrastables, que los primeros pobladores de Cuba, arribaron
entre los 6 500 Y 10 000 años AP (antes del presente), portando una
industria de piedra tallada de grandes dimensiones, como tradición
tecnológica, que se le ha llamado por algunos autores seborucoide,
por el sitio Seboruco, en el municipio Mayarí, provincia de Holguín,l
donde fue por primera vez identificada. Este es el indicador arqueológico
fundamental, que ha sido utilizado para identificar su
presencia en nuestro país; encontrándose sus sitios en sectores del
extremo oriente y norte-centro de Cuba, lo que ha motivado que
sea en esas regiones donde se ubique sus posibles áreas de arribo,
(presumiblemente del sur de Norteamérica).
Tradicionalmente se ha considerado el proceso de "neolitización"
en América dentro de los períodos ''Arcaico'' (final) y "Formativo"
(temprano) teniendo como características socioeconómicas principales
la domesticación de plantas y/o animales, la sedentarización
y el surgimiento de la alfarería como respuesta a la incipiente agricultura.
La historia de Cuba y las Antillas comienza precisamente
en esta época de desarrollo de la humanidad, como consecuencia de
las migraciones, los descubrimientos y los nuevos asentamientos en
busca de mejorar el entorno medioambiental de desarrollo de estas
comunidades.
" Alfredo Pérez Carratalá. Doctor en Ciencias Históricas. Profesor Auxiliar en la Facultad
de Ciencias Sociales, Universidad Central de Las Villas. Arqueólogo, del Departamento de
Estudios Socioculturales.
Ver Guarch, 1987.
-72-

ALFREDO PÉREZ CARRATALÁ
Cráneo mesolítico (suroriental).
Trabajos de glotocronología realizados por los investigadores
estadounidenses Julian Gramberry y Gary Vacelius, han formulado
una hipótesis de un modelo de poblamiento de las Antillas Mayores,
basados en datos arqueológicos y en la toponimia, que supone una
migración de origen Waroide, desde el subcontinente suramericano
muy temprana (hacia el 4 000 AP) por el occidente cubano, una
oleada de procedencia Tofana, desde Centroamérica, un poco más
tarde y por último los Araucohabfantes que ingresaron por el arco
de las Antillas. 2 Por su parte el doctor José M. Guarch, sostiene que
la población antillana respondió a diferentes tradiciones culturales,
provenientes de varios puntos y direcciones extracaribeñas, con
tecnologías y cronologías distintas. 3
LAS EVIDENCIAS ARQUEOLÓGICAS
En Cuba, más específico en Cuba Central,4 apareceR sitios con un
ajuar lítico y de concha, muy similar al de grupos preagroalfareros,s
2 Ver: Gramberry y Vacelius, 2004.
3 Ver: Guarch, 1987.
4 Espacio geográfico de los estudios arqueológicos del autor.
5 También nombrados en la literatura como arcaicos, ciboneyes, mesolíticos, mesoindios,
apropiadores pretribales del estadio medio.
- 73 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
los cuales presentan fundamentalmente, en las capas antropogénicas
más tardías, restos de una cerámica simple y sin decorado. Es significativo,
que al menos cinco de esos sitios estudiados, la industria
de la piedra tallada transita de un patrón tecnológico de reducción
lineal, a un patrón de reducción bipolar, proceso identificado por
Janusz K. Kozlowski (1975), Berman y Pearshall (2009), Jorge Febles
(1985) y otros, como indicativo de los protoagricultores. 6 Mary Berman
considera, que los sitios con esta industria en Las Bahamas, son
productos de una difusión cultural desde el centro-oriente cubano.?
En los cinco sitios antes mencionados, las capas con cerámica
coinciden con la industria microlítica producida por el patrón de
reducción bipolar, así como el alisado de las paredes de las gubias
de concha. Estas capas suceden inmediatamente a las más tempranas,
donde aparece un contexto correspondiente al llamado preagroalfarero
medio, mesolítico, mesoindio (Arcaico final) pretribal del estadio
medio, con un "Modo de vida recolector mixto", sin evidenciarse
ningún estrato estéril, típico del proceso abandono-ocupación posterior,
por lo que desecho la posibilidad de una superposición cultural.
Otro caso muy curioso, es el sitio Dorado-l, en las proximidades de
la desembocadura del río Sagua la Grande, en Villa Clara, que en las
capas superiores muestra el mismo cambio del patrón tecnológico
en la industria de la piedra tallada, pero sin elementos de alfarería.
Está bien probado, tanto en América como en otras partes del mundo,
que la alfarería no es un indicador imprescindible para el proceso
de la "neolitización".8 Al parecer el cambio tecnológico responde a
la necesidad de buscar herramientas capaces de darle repuesta a la
nueva actividad económica (la agricultura). Este cambio de patrón,
es la "llave" para la comprensión del inicio del proceso. Desde hace
algunos años investigadores del área caribeña han observado estos
procesos, que se muestran a nivel del registro arqueológico, donde
se puede observar elementos que son propios de disímiles tradiciones
arqueológicas. El objetivo fundamental de la tradición, es en esas etapas
del desarrollo social del hombre, transmitir las soluciones a los problemas
y la superación de las dificultades con los cuales tropieza el
hombre en la labor cotidiana. 9
6 Ver: Janusz K. Kozlowski (1975), Berman y Pearshall (2009), Jorge Febles (1985).
7 Ver: Berman y Pearshall, 2009.
8 Ver: Bates 2003, Marcos 2001, Lumbreras 2006, Lavallée, 2006.
9 Ver: Guarch 1987.
-74-

ALFREDO PÉREZ C ARRATALÁ
Mesolítico temprano
MIGRACiÓN Y TRANSCULTURACIÓN
Las primeras comunidades indígenas que descubrieron y se asentaron
en Cuba, no muy numerosas, una vez llegadas a nuestro archipiélago,
en el contacto con el nuevo medio ambiente a explotar, fueron
cambiando sus estrategias subsistenciales, interactuando con los
ecosistemas más productivos -como es el bosque de manglar- y
reduciendo considerablemente las dimensiones de su ajuar, a la vez
que experimentaron con otros tipos de materia prima. 10
Para el doctor Enrique Alonso, el mesolítico, mesoindio, arcaico,
ciboney cubano, o apropiador pretribal del estadio medio, es la imbri-
10 Ver: Izquierdo Díaz y Pérez Carratalá, 2010.
-75 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
cación biológica y cultural, de inmigrantes que ingresaron a territorio
nacional por el occidente de Cuba, hacia los 4 000 años AP que se
supone su más probable origen en la región de Manicuare, península
de Araya, Venezuela, portadores de una tradición tecnológica que
llamamos Tradición Manicuaroide, caracterizada por la elaboración
de vasijas, gubias y otros artefactos de conchas, con otros pequeños
grupos aborígenes, procedentes también de la actual Venezuela, que
entraron por la región oriental trayendo una industria de piedra en
volumen, conocida en el Caribe como Ortoiroide o Bawaroide llamada
así por el sitio Bawari Trace en la isla Trinidad, donde aparece
con su mayor antigüedad (7 000 años AP), y arqueológicamente es
identificable por la técnica de elaborar artefactos líticos con simetría
bilateral y cierto pulimento que se habían desplazado durante algunos
siglos de isla en isla hasta llegar a Cuba procedentes del actual Haití.
Con el tiempo, estas tradiciones llegaron a extenderse y "mezclarse"
por toda Cuba, aunque, como se ha explicado, con aparentes
"focos" en los extremos occidental y oriental, y siempre insertadas
en contextos arqueológicos correspondientes al nivel mesolítico,
mesoindio, arcaico (Ciboney) (Alonso, 2003).
Es de suponer y a falta de otras evidencias que prueben lo contrario,
los encuentros entre aquellos pequeños grupos de inmigrantes
y los que ya estaban aquí, fueron fundamentalmente incruentos, puesto
que ambos estaban necesitados y ansiosos de recibir información
económica sobre lo que había más allá de su área de influencia, e
igualmente urgidos de recibir nuevo material genético que ya habían
identificado como remedio contra los desastres de las uniones consanguíneas
(Alonso, 2003). Esos encuentros propiciaron la incorporación
de los recién llegados a las comunidades locales, mediante alianzas
matrimoniales y sistemas de parentescos, que les permitiera el acceso
a los recursos subsistenciales y el control territorial.
El doctor Ernesto Tabío, les llama a los sitios, donde hay una
"mezcla" de tradiciones tecnológicas, sitios "híbridos" y presume
que fue la consecuencia de un proceso de "mezcla", iniciado hacia
el 2 000 a.n.e. (antes de nuestra era) ("" 4 000 AP) en el Caribe,
de grupos llegados a las islas por diferentes rutas y desde distintas
regiones del área Circum Caribe, con desigual grado de desarrollo,
que se fueron adecuando a los disímiles nichos ecológicos insulares, e
incorporaron a su ajuar algunos de los artefactos de otros grupos,
que habían arribado con anterioridad (Tabío, 1988).
El doctor José M. Guarch, las diferentes tradiciones culturales que
llegan a las Antillas, sufrieron cambios debido al medio ecológico y
a procesos históricos en que los factores transculturales aportan en
-76 -

..
ALFREDO PÉREZ CARRATALÁ
ocasiones significativos resultados. En otros casos, ciertos grupos permanecieron
largos períodos de tiempo evolucionando internamente,
con pocos elementos de transculturación o préstamo. 11
En la obra -muy poco conocida por cierto- Arqueología de
Cuba. Materiales de estudio, los doctores Estrella Rey, Haroldo Dilla
y José M. Guarch, afirman que en el área antillana, "no podemos
pensar encontrar sitios puros, ajustados a los esquemas preconcebidos
tradicionalmente, en realidad los pobladores preagroalfareros de las
Antillas, sufrieron un fuerte proceso de simbiosis debido a los préstamos
e intercambios de técnicas y otras modalidades culturales ... "
(Rey, Dilla y Guarch, 1977).
Por otra parte, la ubicación geográfica del archipiélago cubano,
propició que fuera un lugar de obligado paso o estancia, de las comunidades
aborígenes, que habitaron el Caribe, en todos los períodos
de desarrollo de los procesos migratorios en el área.
Teniendo en cuenta la evolución paleogeográfica del Caribe y las
dataciones más tempranas de ocupación humana, cualquier tránsito
desde o hacia Cuba, tuvo que hacerse mediante el empleo de medios
de navegación, aunque fueran elementales y rústicos, no obstante, el
conocimiento que poseían las sociedades aborígenes que poblaban en
entorno Circum Caribe, de las corrientes marinas, el comportamiento
del tiempo durante las estaciones del año y en general de la geografía del
área, facilitaba estos movimientos (lturralde, 2002 y 2004).
Frecuentemente se aprecia a nuestro archipiélago como un "agujero
negro", en cuanto a los procesos migratorios e intercambios humanos
en el período aborigen. Erróneamente se piensa que una vez llegados
a Cuba, estos grupos humanos, no salieron más del territorio.
Existen evidencias contrastables -en el registro arqueológico-,
que demuestran que los intercambios socioculturales, durante la
época prehispánica, entre las tierras aledañas caribeñas y nuestro
país, ocurrió de forma multidireccional, es decir hacia Cuba y desde
Cuba. 12 Otros investigadores afirman también que este tránsito fue
recurrente teniendo en cuenta el conocimiento de la geografía del
Caribe que poseían estos hombres, la relativa proximidad de las
tierras, la necesidad socio económica y cultural de comunicarse,
así como el desarrollo alcanzado, desde muy temprano en técnicas
de navegación (Berman y Pearshall, 2009), (Callaghan, 1998),
(Rodríguez y Pagán, 2007).
11 Ver: Guarch, 1987.
12 Ver: Pérez Carratalá e Izquierdo Díaz, 2010.
-77-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
LOS PROTOAGRíCOLAS
Como antecedentes, de lo que se ha llamado protoagrícola o protoagroalfareros
tenemos que, desde principios del siglo xx en Cuba se han
descubierto sitios arqueológicos que presentan un contexto asignable a
las culturas preagroalfareras (caza-pesca-recolección) (mesolítico, mesoindio,
arcaico o ciboney cubano) y muestran la presencia de una cerámica
"tosca muy simple y sin decorar", destacándose la ausencia de burenes,
característica típica, en el Caribe, de las comunidades agro alfareras de
ascendencia aruaca (Pichardo Moya, 1990). Felipe Pichardo Moya, los
califica como Siboneyes con cerámica y deslinda claramente a la identidad
cultural de su factura con respecto a la aruaca, lo que para muchos es un
hecho: No son iguales.
Ernesto Tabío Palma, en su proyecto de periodización para las
culturas aborígenes de Cuba, incluye los sitios con las características
descritas en la etapa protoagrícola, aduciendo la asociación de causa-efecto,
donde el surgimiento de la agricultura tiene generalmente
como respuesta la producción de tiestos de cerámica con la finalidad
de facilitar la cocción de los productos vegetales (Tabío, 1984).
Por su parte José M. Guarch, los denomina Fase Protoagoalfareros
(incluyendo la alfarería como factor fenoménico en cuanto a la
agricultura) y los incluye en la Etapa de Economía de Apropiación dividiendo
esta en dos Variantes Culturales I-Canímar, (menos desarrollada)
y II-Mayarí (más desarrollada) (Guarch, 1990).
En otras revisiones de las clasificaciones de las culturas aborígenes
cubanas se modifica el aparato conceptual en un intento de lograr
una mejor comunicación internacional y se denomina a este grupo
cultural como Mesolítico Tardío (Domínguez, Febles y Rives, 1990) y
comunidades Protoagroalfareras con tradiciones neolíticas incipientes
(Domínguez, Febles y Rives, 1994). Los investigadores del Centro
Oriental de Arqueología en Holguín los han llamado Apropiadores
con cerámica (Dlloa y Valcárcel, 2002); a su vez, Milton Pino y Alfonso
Córdova del ICAN, Mesolítico con cerámica (Pino y Córdova,
2004). En la reciente clasificación para la obra científica "Historia
de los aborígenes de Cuba", propuesta por el ICAN los enmarcan
dentro de la Formación Económico Social (FES) de apropiadores
pretribales, en el estadio tardío (González, et al. 2010). Información
aportada por trabajos de paleobotánica realizados en Cuba, han
demostrado que esas comunidades, consideradas como protoagrícolas
poseían una economía mixta, donde la producción de cultivos
-78-

.
ALFREDO PÉREZ CARRATALÁ
como el boniato (Hipomoea batata), las malangas (Xanthosoma
sp.) los Ñames (Dioscorea sp.) el maíz (Zea mays), el maní (Arachis
hypogaea) y diferentes especies de leguminosas (frijoles), aportaba
considerable fuente de alimentos a esas poblaciones. (Delgado, et al.
1997) (Rodríguez Suárez, 2011).
En Puerto Rico, se reporta, junto al Boniato (que allá le llaman
batata) yel maíz, en los sitios de Puerto Ferro y Maruca, ñames y malangas,
con una antigüedad de más de 3 000 años AP (Pagán, 2009).
Aquí en Cuba, han encontrado gránulos de almidón de Dioscoreaceas
y Xanthosoma sp en herramientas molederas excavadas a 90
cm de profundidad, en el sitio Canímar Abajo, con una antigüedad
de 2 515 ± 75 (C-14) Laboratorio UNAM D.F. México. Además
se encontró, también en una herramienta del complejo trituración
molienda (percutor-majador) del sitio Aguas Verdes (Guantánamo),
gránulos de almidón de Dioscorea trifida y Xanthosoma sp., sitio
considerado tradicionalmente como protoagrícola, que no ha sido
fechado aún, pero por la tecnotipología de su industria microlítica, casi
todos los investigadores cubanos, le conceden una data hacia el O de n.e
(Rodríguez Suárez, 2011).
De igual forma, las evidencias de objetos dedicados al ceremonialismo
(esferolítias, gladiolítos y anillos lítico) y otros de uso corporal,
como pendientes y otros adornos corporales, nos hace pensar que
una vez que se produce toda la gama de artefactos, digamos, de alguna
superestructura, creo que pasamos esa etapa pretribal y llegamos a
una sociedad tribal incipiente, donde hay algún culto organizado y
por lo menos rangos en la sociedad, y a lo mejor Big Men, aunque
falte la estratificación social estricta, estos tránsitos, está bien probado,
fueron lentos y dilatados en el tiempo.
Es de mi opinión que en el estadio de desarrollo protoagricultor,
es donde se manifiesta con más nitidez este fenómeno, de "mezcla" o
"simbiosis", evidenciado a nivel de registro arqueológico, con la presencia
de una industria de la piedra tallada, que tiende a las pequeñas
dimensiones, a veces microlítica (menor de 3 cm), pero con géneros
y tipos que no se diferencian de la industria Seborucoide, esferolítias,
gladiolitos, anillos líticos, objetos funcionales de piedra, tales como
majadores con simetría bilateral y buen acabado por pulimento de la
superficie, diversificación y ex!-}uisitez en la factura de artefactos de
concha y la inclusión además de la cerámica más temprana para Las
Antillas -Cayo Jorajuría con 4000 años AP- Oouravleva, 2002).
En realidad los llamados protoagrícolas o protoagroalfareros, no
fueron una oleada diferente, eran las mismas comunidades ya mezcladas,
producto de eventos difusivos, originados por el incesante inter-
-79 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
cambio multivectorial existente en todo el Caribe, así como procesos
internos de evoluciones locales, colaterales (Meggers, 1985); donde
las claves de la cultura extendida le debieron otorgar un significativo
matiz, en un espacio geográfico limitado -en cuanto a territoriopero
extenso en cuanto a posibilidades de comunicación -por el
mar Caribe- estaban transitando, de la economía de apropiación a
la economía productora, lo que en otras latitudes se ha considerado
como proceso de neolitización o Revolución Neolítica.
TRANSCULTURACIÓN
Tradicionalmente, en la arqueología cubana, se ha visto sola la transculturación,
como el proceso originado en los sitios de contacto indohispánico
fundamentalmente del oriente cubano,13 es decir cuando
convivieron dos grupos humanos portadores de culturas diferentes
aborígenes y españoles e intercambiaron conocimientos, modos de
hacer, herramientas, materias primas, tradiciones culinarias, etcétera.
Con respecto a la llamada "hibridación", no creo que sea el término
más adecuado para denominar este proceso, pues biológicamente un
híbrido es el resultado del cruzamiento de dos individuos de distintas
especies ¿dando lugar a un ser incapaz de procrear? para dar lugar
a otra de características mixtas. Llamarle "simbiosis" o "mezcla" es
navegar por un campo inespecífico de definición, por lo que también
las considero inadecuadas. La mejor manera de denominar a este rico
y complejo proceso que tuvo quizás sus inicios en las áreas continentales
Circum Caribeñas, pero que indudablemente se intensificó
en el área insular, es transculturación, en la definición primigenia
de Fernando Ortiz, o sea, que la interacción de dos o más culturas,
producen a una nueva, con elementos de las que le dieron origen,
pero cualitativamente diferente a aquellas.
Es de señalar, que los aborígenes, aunque tenían un fenotipo biológico
generalmente similar, el grado de desarrollo de esas comunidades
era diferente, así como sus etnias, tradiciones culturales, tanto en la
cultura material-evidenciada en el registro arqueológico- como en
la cultura espiritual, que solo conocemos por evidencias indirectas, todo
esto como resultado de las adaptaciones socioculturales a los diferentes
ecosistemas en los que interactuaban y el acceso a los recursos, mediados
por el trabajo humano, en función de la gestión subsistencial.
13 Ver: Tabío y Rey, 1979.
- 80-

REFLEXIONES SOBRE ECONOMíA,
CULTURA Y NATURALEZA EN LA HISTORIA
MÁS ANTIGUA DE CUBA1
Enrique M. Alonso Alonso*
El "fenómeno diferencial" que ha indicado a los estudiosos de los
aborígenes de Cuba en todas las épocas la existencia de diferentes
culturas, fases, aspectos, complejos o variantes culturales dentro de
lo que hoy llamamos etapa de la economía de apropiación, tiene una
esencia más compleja de lo que se ha estimado hasta hoy. Coincidimos
con los estudios más avanzados al respecto en que, sin duda, para esa
etapa hay un intenso movimiento de intercambio de rasgos culturales
componentes de varias tradiciones que llegaron a nuestro archipiélago
entonces. La intensidad de los fenómenos de intercambio cultural se
incrementa con el arribo de tradiciones agrícolas y alfareras -portadas
por aruacos antillanos- a un territorio ya entonces poblado
totalmente por gente con otro nivel de desarrollo y distinta cultura.
Pero, por otra parte, sobre todo durante el largo período que duró
el proceso de poblamiento total del archipiélago por cazadores y
pescadores-recolectores (protoarcaico, arcaico) debieron producirse
tendencias regionales que, al sedimentarse, dieran lugar al establecimiento
de modalidades con rango de tradiciones locales, motivadas
esencialmente por la necesidad de producir lo que Guarch (1988)
* Arqueólogo. Doctor en Ciencias Históricas. Fue investigador Auxiliar del Instituto Cubano
de Antropología, ECOVIDA, CITMA, Pinar del Río.
Publicado originalmente en Cuba Arqueológica, 19 de octubre de 2006, www.cubaarqueologica.org.
- 81 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
llamó "reajustes acicateados por el medio", porque la eficiencia de la
gestión subsistencial, sobre todo para el nivel de la economía de apropiación,
no es compatible con recetas rígidas: los reajustes de mecanismos
y elementos socioculturales, en función de la más eficiente gestión
apropiadora de los recursos naturales, como proceso de orden social
y carácter activo, son factores del movimiento en la esfera social y
garantía de éxito para la producción y la reproducción de la vida
en esa etapa, en especial para grupos recién llegados a territorios
desconocidos en función de pobladores.
Obra de José Martínez.
Así, grupos humanos de "igual grado de desarrollo económico
y por descontado de relaciones de producción y de etnias iguales"
(Guarch, 1988) no pudieron vivir exactamente del mismo modo
junto al curso bajo del río Cauto que en el corazón de la llanura
cársica de Guanahacabibes, digamos por expresarlo con un ejemplo.
Como se puede apreciar, concedemos gran importancia a aspectos
de la esfera de lo que Guarch denominó "variantes productivas",
entendiendo que la mayor parte de los fenómenos diferenciales que
venimos observando tienen explicación, en primera instancia, en
términos económicos.
No obstante, es evidente que elementos tales como la gubia de
concha, los entierros secundarios coloreados, las bolas y dagas líticas,
las industrias de talla de roca§.. silíceas al estilo de Seboruco,
tienen carácter de componentes de tradiciones culturales, técnicas o
estilísticas introducidas en Cuba por portadores de diferente origen.
-82 -

ENRIQUE M. ALONSO ALONSO
Hasta dónde y cómo estas se difundieron aquí en procesos transculturales
o evolucionaron a tiempo en un espacio son cuestiones que
se conectan con factores cronológicos, por el momento imprecisos
y con otras incógnitas aún por descifrar. Sin embargo, hay algunas
observaciones que pudieran contribuir a arrojar un poco de luz sobre
ciertos aspectos, en la medida en que introducen el factor "naturaleza",
tan frecuentemente olvidado, en el problema de interpretar el
registro arqueológico con fines etnohistóricos: Hasta donde sabemos
hoy, las rocas silicificadas de las variedades minerales que han sido
materia prima fundamental o exclusiva de la industria macrolítica
de piedra tallada asignada a la "fase Cazadores" o "Protoarcaico de
Cuba" pueden ser encontradas en núcleos de tamaño y consistencia
apropiada en la naturaleza de algunas zonas de las actuales provincias
de Holguín, Sancti Spíritus, Villa Clara, Cienfuegos y Matanzas; es
posible que también aparezcan en zonas de otras provincia orientales
y centrales. No aparecen en absoluto en otras zonas de esas mismas
provincias y en ningún punto de las provincias La Habana, Mayabeque,
Artemisa y Pinar del Río. Probablemente tampoco aparezcan en la
geología de la Isla de La Juventud.
En la naturaleza de estas últimas regiones, las variedades minerales
incluibles en el sílex arqueológico no son de iguales tipos ni se presentan
en grandes núcleos. Predominan allí el pedernal y las cuarcitas,
en ocasiones opalizadas, y se presentan en guijarros que no podrían
ser convertidos en herramientas de más de 40 mm de longitud. Este
hecho, unido a las características de la fractura de estas variedades,
resulta un factor de índole natural, que tiene que haber contribuido
a la llamada desespecialización macrolítica que, sin duda alguna se
observa a partir de cierto "momento" histórico en todo el archipiélago,
pero que es absoluta para el extremo occidental del mismo,
cuestión que ha venido explicándose en términos exclusivamente
"culturales" y cronológicos. Porque, con independencia del, por el
momento ignoto, lugar o lugares de arribo a Cuba de los portadores
de aquella tradición técnica que identifica la llamada "Industria
Seborucoide", es absolutamente absurdo interpretar que cuando se
agotó la capacidad de sustentación de los territorios donde existía
la materia prima imprescindible para ponerla en práctica, aquellas
comunidades se hayan extinguido. Es mucho más racional pensar
que se dieran a explotar otros territorios, practicando otras formas
para obtener los necesarios artefactos de cortar, raspar, tajar y aserrar.
La necesaria flexibilidad de estructuras actualmente aceptada para
la Comunidad Primitiva significa, para los grupos de referencia, el
-83-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
establecimiento de los campamentos más o menos estables o poblados,
junto a las fuentes de materia prima o los recursos a explotar
en un momento específico; de aquí que no cabe esperar abundancia
de objetos confeccionados con materiales lejanos en lugar alguno,
o abundancia de cierta herramienta en sitios donde no podía ser
usada intensamente, o construida, según el caso. De esta índole son
los reparos que encontramos a la práctica de asignar mecánicamente
valor definitivo como indicador "cultural", a una relativa abundancia
en un sitio de ciertos objetos líticos con respecto a los de concha o
viceversa, o de gubias, o de vasijas de concha, o de piedra tallada,
sin tener en cuenta los marcos de referencia que proporciona el
enfoque antes citado.
Obra de José Martínez.
Por su parte, la migración estacional, la dispersión o integración
sistemática de la comunidad, el desprendimiento de grupos con
objetivos económicos, la existencia de un territorio con iderado
patrimonio comunal y la rotación de territorios, son cuestiones que,
al nivel actual de conocimientos, hay que dar por ciertas y probadas
- 84-

ENRIQUE M. ALONSO ALONSO
para la etapa de economía de apropiación en Cuba, al menos en sus
fases media y tardía. No obstante, esos fenómenos no debieron producirse
de la misma forma ni con igual intensidad en todas partes.
La distribución espacial y temporal de los recursos marinos costeros
con respecto a los recursos del bosque semideciduo, también sujetos
a ciclos de abundancia y escasez, de los abrigos rocosos, del agua
potable y de otras materias primas en los diferentes territorios y
regiones, debió condicionar distintas modalidades en su explotación.
Así, desde campamentos permanentes enclavados en el bosque
semideciduo de la llanura cársica de Guanahacabibes, junto a fuente
de agua potable y abrigo rocoso utilizable como refugio eventual,
nunca a más de 10 km del mar, una comunidad de recolectorespescadores-cazadores
podía explotar alternativamente, con sus
fluctuaciones estacionales, los recursos del bosque y de la costa con,
a lo sumo, algunos paraderos para grupos económicos destacados
para cumplir ciertos objetivos dentro del territorio común. Tal es el
sistema de asentamiento que observamos en esa región, el que puede
asimilarse a lo que Guarch (1988) llamó una "variante productiva".
A aquellas evidentes ventajas de la región venía unido el inconveniente
dado en la inexistencia de rocas que no sean coralinas
o calizas recientes en la geología de la Península. Todas las rocas
silíceas, ferruginosas, bauxíticas y de otras variedades que aparecen
como componentes del ajuar arqueológico observado allí fueron
introducidas por el indio, bien mediante prolongadas expediciones
de grupos por objetivos, o a través del intercambio.
Teniendo en cuenta esta información ¿cabría esperar en esa región
ricas y abundantes manifestaciones de piedra tallada o en volumen,
o un predominio del material lítico sobre el de concha? Por supuesto
que no. Cabe esperar precisamente aquellos rasgos que perfilan lo
que Guarch llamó Variante Cultural Guanahacabibes -es decir, al
Guanahatabey o Ciboney Guayabo Blanco o Preagroalfarero mediorasgos
que podrán ser encontrados con igual pureza, hasta donde
sabemos hoy, en la Ciénaga oriental de Zapata y en el sur de la Isla
de La Juventud, regiones que presentan muy semejantes características
naturales desde el punto de vista de la economía de propiación.
Para el resto del distrito físico geográfico de Pinar del Río, se presenta
una situación natural y arqueológica más compleja: un espinazo
montañoso, compuesto en su porción occidental por elevaciones
calizas con valles intramontanos, poblados originalmente por el
bosque semideciduo, rodeadas de alturas pizarrosas con vegetación
de pinares, circundadas por llanuras costeras con vegetación
-85 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
original de sabana combinada con áreas boscosas. El sector oriental
de la Cordillera, formado por alturas calizas de diferente morfología
sustentó originalmente, al igual que los tramos de llanura costera que
le corresponden un bosque mayormente semideciduo. Al parecer,
ningún río de la región pudo admitir la navegación primitiva con el
fin de enlazar la Cordillera con el mar.
Ambos sectores descritos conforman la región arqueológica de
Guaniguanico. Los estudios realizados indican que en la región se
practicó un sistema de asentamiento ajustado a la particular distribución
de los recursos y a las características de las condiciones naturales,
es decir, campamentos de reunión de cada comunidad enclavados en
sectores bajos de las llanuras costeras de sus respectivos territorios,
ocupados solamente durante la estación seca para explotar principalmente
los recursos del mar, de los que se desprendían grupos
con objetivos económicos que eventualmente acampaban por breve
tiempo en lugares propicios. También se ha encontrado evidencia de
campamentos de reunión en sectores de la ancha llanura sur enclavados
junto a ríos que permitían el enlace rápido con la costa, en los
que se combinaba la explotación de los recursos marinos, fluviales
y lacustres en igual estación.
Este sistema incluía la dispersión de cada comunidad en grupos menores
que se asentaban en campamentos ubicados en la Cordillera, al
abrigo de accidentes negativos del relieve, durante la estación lluviosa
y temporada ciclónica, para explotar los recursos del bosque que se
encontraban entonces en sus ciclos anuales de mayor abundancia.
Para esta región en conjunto se observa la tendencia del predominio
de los materiales de concha sobre los líticos en el ajuar que aparece
en los sitios más costeros, con situación inversa en los sitios de tierra
adentro y la Cordillera, sin que esto indique, de modo alguno, diferencias
culturales entre los habitantes de ambos tipos de sitio, que
se consideran poblados por las mismas gentes.
Dentro de los componentes líticos del ajuar recuperado en los
sitios de la región, y también de Guanahacabibes, se suele encontrar
bolas y dagas líticas, sin que esto, por lo general, vaya acompañado
de abundantes manifestaciones de una industria de talla de piedra
en volumen. Consideramos esta presencia como muestra de la difusión
de rasgos de la tradición "Banwaroide", de la que se estima
portadora, según Guarch (1988) la "Variante Cultural Guacanayabo"
-o Ciboney Cayo Redondo o Preagroalfarero tardío- lo que no
implica que los pobladores de aquellos sitios deban ser catalogados
mecánicamente como "pertenecientes" a esa variante o aspecto.
-86-

ENRIQUE M. ALONSO ALONSO
El sistema de asentamiento propio de la región arqueológica de
Guaniguanico, también pudiera asimilarse a una variante productiva
de esencia económica, cuyas manifestaciones cabe esperar en otras
regiones del país en las que se presenten semejantes esquemas de distribución
de los recursos naturales, siempre y cuando fueran pobladas
en algún momento por comunidades de igual nivel de desarrollo.
Es posible sugerir tentativamente, entre otras, las regiones que unen
las costas próximas con las alturas del noreste y el noroeste de
Las Villas, con la Sierra del Escambray y las alturas de Sancti
Spíritus, con las Sierras de Najasa y de Cubitas, con las alturas
de Maniabón, con la Sierra Cristal y Cuchillas del Toa, así como
la cuenca de Guantánamo.
Con respecto a una región como la del Valle del Cauto, en especial
la que riega este río en su curso bajo, puede pensarse en un
sistema de asentamiento consistente en campamentos permanentes
ubicados tierra adentro, con enlace directo con los recursos marinos
y los de una amplia área boscosa mediante la navegación fluvial,
con los correspondientes paraderos o campamentos temporales de
grupos por objetivos diseminados por cada territorio, cuestiones que
explicarían las características de los sitios aqrqueológicos que hoy
encontramos allí y, en cierta medida, algunos de los rasgos de carácter
económico que perfilan la Variante Cultural Guacanayabo propuesta
por Guarch. En adición a todo esto, habrá de tenerse en cuenta que
con economía de apropiación, no es posible el sedentarismo absoluto
para un grupo humano. La "capacidad de sustentación" que brindan
los recursos disponibles en un espacio dado tiene límite, de modo que
el impacto humano sostenido tiende a agotarlos, en razón directa con
el tamaño del grupo y con la eficiencia de sus medios de trabajo. De
tal manera, la anteriormente mencionada "rotación de territorios"
con frecuencia supra anual, así como el retorno a territorios explotados
anteriormente cuando los recursos más sensibles se hubieran
recuperado de aquel impacto, son factores clave a tener en cuenta
en la comprensión de lo sucedido en aquel pasado.
Como síntesis de todo lo expuesto hasta aquí muy abreviadamente,
se pudiera expresar esta afirmación de carácter hipotético: "Hallaremos
tantas 'variantes productivas' como poblamientos aborígenes
de igual fase hayan existido en diferentes regiones naturales, y tantas
'variantes culturales' como coincidencias temporales se hayan producido
entre esos poblamientos y las áreas de dispersión de rasgos
concretos y arqueológicamente identificables de tradiciones culturales,
las que podrán ser más claramente definidas en la medida en que
-87 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
se localicen en espacio y tiempo más cerca de los focos de aquella
dispersión, así como, en general, en época más temprana".
Dilucidar los límites espaciales y temporales de esas influencias y
variantes parece ser una necesidad cognoscitiva importante en este momento,
que podrá ser cubierta mediante la interpretación centralizada
de un mayor número de estudios regionales de adecuada profundidad
y sentido, tarea en la que estamos enfrascados en la actualidad.
- 88-

MÁS SOBRE EL POBLAMIENTO DE CUBA.
DE CANIMAR ABAJO A CARIDAD
DE LOS INDIOS1
Antonio J. Martínez Fuentes*,
Isabel Mendizábal**
y David Comas
En este artículo pretendemos acercamos al poblamiento precolombino
de nuestro archipiélago, así como a la sobrevivencia del legado
aborigen desde la perspectiva de la antropología biocultural. Para
realizarlo, tomamos en consideración los recientes descubrimientos
y el desarrollo de novedosos métodos de investigación que ha incorporado
esta ciencia.
LAS POBLACIONES LATINOAMERICANAS
Y CARIBEÑAS ACTUALES
Las poblaciones latinoamericanas y caribeñas actuales se caracterizan
por presentar proporciones variables de ascendencia amerindia, africana,
europea y asiática. Esta variabilidad se manifiesta en diferencias
* Profesor Titular. Grupo de Antropología, Departamento de Biología Animal y Humana, y Cátedra
de Antropología "Luis Montané", Facultad de Biología. Universidad de La Habana, Cuba.
** Profesores de la Unidad de Biología Evolutiva, departamento de Ciencias Experimentales
y de la Salud. Universidad Ponpeu Fabra, Barcelona, España.
Síntesis de Informe.
-89 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
inter e intra-poblacionales a lo largo del continente. Las diferencias
entre poblaciones reflejan principalmente diferencias en el tamaño
y en la "sustitución" de las poblaciones indígenas originarias, en
el grado de introducción de esclavos africanos, asiáticos, y en los
aventurados inmigrantes europeos y de otras partes del planeta que
aquí convergieron y mixturaron. Por otro lado, las diferencias en el
grado de mestizaje entre individuos de una misma población se deben
a la estructuración genética presentes en estas poblaciones, que se
mantiene mediante otros procesos como el flujo genético continuado
o al apareamiento selectivo.
La población cubana no escapa a esta característica de nuestra
región, somos algo más de once millones de personas, que hablamos
la misma lengua y compartimos la misma cultura, con sus variaciones
regionales como es de esperar, pero con una diversidad biológica
muy compleja derivada del amalgamiento de los diversos grupos
humanos que llegaron al archipiélago cubano, algunos desde hace
miles de años, en diferentes momentos de su historia, pero mucho
se ha repetido acerca del exterminio temprano de los pobladores
primigenios del archipiélago por el látigo, las enfermedades y la
espada de los colonizadores, y una gran parte de nuestra población
ignora los hechos que muestran el legado aborigen en los aspectos
biológicos y culturales.
Según García 2 "La tesis del «exterminio» de la población aborigen
de Cuba (similar a la sostenida para la población indígena de Puerto
Rico y de La Española, entre otras), tiene una larga y lamentable
historia. Aunque hoy sabemos que la mayor parte de la población de
los indocubanos (calculada en varios cientos de miles a comienzos
del siglo XVI) no fue capturada ni esclavizada, sino que escapó
de los conquistadores españoles y huyó hacia los montes tupidos,
hacia las montañas, hacia las ciénagas y la extensa cayería que rodea
a nuestra isla, a donde los escasos españoles de entonces no tuvieron
acceso, no obstante, muy otra fue la interpretación que los primeros
historiadores de Cuba le dieron a los reportes que sobre esta situación
había redactado el fraile Bartolomé de Las Casas".
Prosigue el autor: "Este [Las Casas] le escribía al rey, alarmado
y protestando a causa de los abusos físicos que los conquistadores
cometían con los aborígenes a quienes lograban someter como esclavos.
Y aunque se refirió en ocasiones a los muchos indígenas que
2 J. A. García, (on line) (título) http://vocescubanas.com/indocubanos/, consultado el 30
de agosto de 2012.
- 90-

ANTONIO J. MARTINEZ FUENTES, ISABEL MENDIZÁBAL Y DAVID COMAS
escapaban del alcance de los españoles huyendo de su presencia, no
era este el hecho más importante para denunciar al rey, sino los muchos
otros que morían o eran mutilados por la violencia de aquellos
primeros encontronazos".
El padre Las Casas describió patéticamente la forma en que fueron
diezmados los indígenas cubanos. En una' parte de obra, publicada
en 1552 Brevísima relación de la destrucción de las Indias relata:
Después de que todos los indios de esta isla fueron puestos en
servidumbre y calamidad de los de la Española, viéndose morir y
perecer sin remedios todos, comenzaron unos a huir a los montes,
otros a ahorcarse de desesperados y ahorcándose maridos
y mujeres y consigo ahorcaban a los hijos, y por las crueldades
de un español muy tirano que yo conocí, se ahorcan más de
doscientos indios. Pereció de esta manera infinita gente ... '
Informes de 1520 refieren que los indios escapaban a la montañas
para huir del trabajo esclavo y en un informe oficial de 1543 se refiere
a ellos por primera vez como "indios cimarrones".
El desconocimiento del pasado indígena en Cuba es un gran
desacierto cuando se lucha por la preservación de la cultura, la
identidad y la propia historia. Pedro Pablo Rodríguez 4 al escribir
sobre el proceso formador del pueblo cubano se refirió a que los
" ... componentes derivados de los indígenas originarios tienden, por
cierto, a olvidársenos sistemáticamente".
Hoy lo cubano debe ser visto como un complejo proceso histórico
de múltiples mestizajes biológicos y culturales.
El número 8 de la revista Catauro 5 está dedicado "a uno de los
campos del conocimiento más reconocidos de la antropología cubana:
los estudios arqueológicos con énfasis en el legado cultural
indígena" ,pero contrariamente a lo que se opina en el editorial del
referido número, considero que estamos lejos aún de haber superado
las ideas que subestimaron la significación y la actualidad de la
herencia aborigen y que es necesario, como se afirma en el mismo
editorial: "renovar el debate y especialmente motivar a las nuevas
generaciones para profundizar en la herencia aborigen en la cultura
cubana, no como algo exclusivo de la arqueología, sino como savia
3 M. Rivera de la Calle (1966): Las culturas aborígenes de Cuba, Editora Universitaria, La
Habana, 1966.
4 P. P. Rodríguez (2012): "Raza y color a debate". La Gaceta de Cuba, no. 3: 2-4, 2013.
5 M. Bamet, (2003): EditOíial, Revista Catauro, no. 8: 4-5.
- 91 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
nutricia de la cultura nacional y como parte ineludible de la historia
de América".
Como se expresa en uno de los artículos de la referida publicación
y escrito por Robaina jaramillo, Celaya González y Pereira Pereira. 6
"El siglo XXI en Cuba nos reclama promover opciones y medidas
que garanticen la identidad y la herencia histórica de nuestro pueblo
para el futuro".
¿Qué hubiera sido de los europeos y africanos en nuestro archipiélago,
para seguir sustentándose y reproduciéndose, sin la presencia
y saberes milenarios de nuestros primigenios habitantes, sobre el
ecosistema insular? Para entender lo que es ser cubano, hay que
estudiar además de su cultura, su biología.
¿CUÁNDO Y DE DÓNDE VINIERON
LOS PRIMEROS HABITANTES
DE NUESTRO ARCHIPIÉLAGO?
El lingüista cubano Sergio Valdés BernaF nos dice en uno de sus
escritos: " ... tras arriesgada travesía por del Mar de las Tinieblas,
como llamaban los árabes a lo que posteriormente fue conocido el
Océano Atlántico, Colón y sus acompañantes arribaron a unas islas
posteriormente identificadas como "Bajamar", hoy Bahamas en
inglés. Sus habitantes se autodenominaban lucayos u 'hombres de
lo cayos', de luku, 'ser humano', y cayo, quienes hablaban lenguas
muy parecidas a las que se utilizaban en Cuba. Estas eran de origen
amazónico y pertenecían a la gran familia de lenguas denominadas
aruacas por los estudiosos del tema, término que se deriva de arua,
'jaguar', y --ca, sufijo con significado totémico en estas lenguas. Colón
se comunicó con los lucayos mediante el lenguaje gestual y diciendo
algunas palabras. Con el transcurso de los días, su oído se fue adaptando
a la lengua de estos aborígenes y creyó entender que más al sur
había una tierra muy rica llamada Colba, como escribió originalmente.
6 J. R. Robaina Jaramillo, M Celaya González yO. Pereira Pereira, O. (2003) ''La arqueología en la
construcción de un discurso sobre identidad cultural en Cuba", Revista Catauro, no. 8: 47-61.
7 Sergio Valdés Bernal, (2012) ¿y nuestro abuelo indio dónde está? Antropológicas, no 36,
disponible en http://intranet.uh.cu/servicios-de-informacion/publicaciones-de-nuestrauniversidad/antropologicas-publicacion-semanal.
-92-

ANTONIO J. MARTiNEZ FUENTES, ISABEL MENDIZÁBAL Y DAVID COMAS
Pero a partir del 23 de octubre de 1492 recogió correctamente el
nombre de Cuba, a cuya costa oriental arribó la noche lluviosa del
27 de octubre de 1492, por lo que dejó el desembarco para el otro
día en la mañana. La belleza de la naturaleza le hizo decir la famosa
frase «Esta es la tierra más hermosa que ojos humanos vieran». Para
nuestra suerte, a pesar de las disposiciones reales, el nombre indígena
de nuestro país se preservó, Cuba, que en las lenguas aruacas
significa 'tierra cultivada', vocablo utilizado por los monjes para
significar el 'paraíso', el 'edén' en las traducciones que se hicieron de
la Biblia a diversas lenguas aruacas suramericanas. Por tanto, había
comunicación e intercambio comercial entre Cuba y las Lucayas,
ya que estos indios conocían la existencia de nuestro archipiélago".
Según el propio autor: 8 " .. .lucayos, ciboneyes, taínos y caribes
insulares hablaban lenguas aruacas, como se desprende de las anotaciones
de los cronistas y otros documentos, como lo evidencia la
rica toponimia prehispánica preservada hasta el presente, y como
destacan los lingüistas y arqueólogos que se dedican al estudio del
pasado precolombino antillano y bahamense".
Los más recientes estudios realizados en el importante sitio arqueológico
Canímar Abajo, Matanzas, por antropólogos y diferentes
especialistas de la Universidad de La Habana, con la colaboración de
otros centros del país, han demostrado que Cuba tiene una presencia
humana que data de más de siete mil años de antigüedad. 9 Otros sitios
arqueológicos de notable antigüedad para Cuba son, por ejemplo:
Cueva Funche, 4700 años AP y Levisa, 5 140 años Ap'lO
En la actualidad el poblamiento precolombino de las islas caribeñas
sigue siendo una cuestión controvertida. Evidencias geográficas,
arqueológicas y lingüísticas fueron durante muchos años los argumentos
esgrimidos para discutir sobre las posibles rutas migratorias
hacia Cuba, las frecuencias de las migraciones y sus puntos de partida.
8 S. O. Valdés Bernal (2010): "El poblamiento precolombino del archipiélago cubano y su
posterior repercusión en el español hablado de Cuba", Contextos, estudios en humanidades
y ciencias sociales, no. 24: 115-129, 201 o.
9 R. C. Rodríguez Suárez, Arredondo, A. Rangel, J. G. Martínez, Y. Chinique de Armas, y
S. Hernández Godoy (2009): "Aportes a la arqueología y la antropología física de Cuba
y Las Antillas: sitio arqueológico Canímar Abajo, Matanzas, Cuba", Premio Anual de la
Academia de Ciencias de Cuba.
10 Ramón Dacal Moure, y Manuel Rivero de la Calle (1996): "Art and archaeology of pre­
Columbia n Cuba", University of Pittsburg Press, Pittsburg.
-93 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. E STUDIOS ABIERTOS A L PRESENTE
Cráneo encontrado en Canímar Abajo. Matanzas.
Excavación en Canímar Abajo. Matanzas.
La investigación sobre los primeros habitantes de Cuba, origen y
antigüedad fue algo que apasionó y apasiona a muchos científicos
de diversos campos. El Padre de la Antropología cubana, Juan Luis
Epifanio Montané (1849-1936) y el incansable maestro, Manuel
Fermín Rivera de la Calle (1925-2001) dedicaron mucho tiempo
de sus indagaciones a este tema y entre ambos hicieron importantes
aportaciones.
-94-

ANTONIO J. MARTíNEZ FUENTES, ISABEL MENDIZÁBAL y DAVID COMAS
Canimar Abajo: 7,600 AP
"
j,C.-. ~(!'~"C-)
;e.Co8yo~
3.,C-,,!,o~~

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
afirma que si ambas conclusiones son correctas 'los guanahatabeyes
debieron pertenecer a los ítsmidos más bien que a los amazónicos';
esto de acuerdo a la nomenclatura popularizada por J. Imbelloni ... ".
"Los arauacos, tardíos pobladores de las Antillas, son clasificados
por la mayor parte de los antropólogos como amazonidos, por tanto
debemos buscar sus ancestros hacia el valle del Orinoco y la cuenca
del Amazona.
"Para Rosue (ob. cit.) aquellos que apoyan la teoría del modelo
circuncaribe de Steward -que sitúa el origen de los taínos en Venezuela
y Colombia, pero derivados de la zona andina- tienen también
razón y, de acuerdo con su criterio, tanto esta tesis como la de los
amazonistas se complementan".
Concluye Rivero de la Calle " ... no existe un consenso sobre el
poblamiento aborigen del Caribe en la etapa preagroalfarera y, aun
con respecto al mismo origen de los arauacos, existen todavía discrepancias
aunque indudablemente la fuente de estos últimos pobladores
hay que buscarla en el continente sudamericano".
Con relación al origen del pueblo de los primeros habitantes de
Cuba, debo señalar que en los últimos tiempos se han realizado importantes
estudios desde la osteometrÍa morfofuncional y geométrica
tridimensional empleando modernos métodos de análisis multivariado.
Ann Ross12 antropóloga panameña, realizó un estudio comparativo
por medio de la geometría tridimensional, con cráneos taínos de
Cuba, Puerto Rico, Jamaica, y La Española, y grupos pre-contacto
de México, Venezuela, Colombia, y La Florida. La autora concluye
que los taínos cubanos difieren del resto de los otros grupos taínos
del Caribe, lo cual sugiere la existencia de ancestros diferentes, es
decir que no tienen un origen común.
Para la autora, la similitud morfológica entre las muestras de los
taínos de Puerto Rico, Jamaica y La Española, no es sorprendente,
mientras que la disimilitud entre los taínos cubanos y el resto de los
taínos del Caribe resultó inesperada y sugiere que este grupo tuvo
un origen diferente.
Para ella sus resultados, aún preliminares y sujetos a futuros análisis
y pruebas, sugieren al menos dos rutas migratorias separadas. Una
procedente de América del Sur, que evidencia la cercana afinidad de
los taínos del Caribe, excluyendo Cuba, y los grupos suramericanos.
12 A. H. Ross (2004): "Cranial evidence of pre-contact multiple population expansions in the
Caribbean", Canbbean Journal of Science, 40(3): 291-298, 2004.
- 96-

ANTONIO J. MARTíNEZ FUENTES, ISABEL MENDIZÁBAL Y DAVID COMAS
La otra posible es de América Central que da lugar a la diferenciación
del taíno cubano.
Por otra parte, tenemos que el desarrollo alcanzado en el campo
de la antropología molecular permitió, a principios del presente
siglo, llevar a cabo estudios en algunos países del Caribe a través
del análisis del ADN mitocondrial en restos óseos preagroalfafreros
de Cuba 13,1\ 15 así como en poblaciones contemporáneas, que han
permitido hacer nuevas aportaciones que apuntan a un modelo
complejo del movimiento poblacional en nuestra región en tiempos
precolombinos.
No obstante, debido a la disposición consecutiva de las islas del
Caribe, siempre ha sido plausible considerar una cadena migratoria
desde Sudamérica. Para Lalueza-Fox y colaboradores 16 el primer movimiento
migratorio se habría producido hace unos 7 000 años por
parte de grupos cazadores-recolectores, seguidos posteriormente
por migraciones de agricultores. Genoveva Keyeux 17 , antropóloga y
genetista colombiana, considera que "el collar de islas caribeñas de
las Antillas Mayores y Menores que unen a La Florida con la región
oriental de Venezuela y Guyana empieza a demostrar el papel que
estas jugaron como puente de canotaje o navegación entre unas y
otras, haciendo posible el desplazamiento de los pobladores desde
y hacia Sudamérica, posiblemente desde épocas tan remotas como
5 000-10 000 años atrás". Hoy está más consolidada la idea de
que el poblamiento del Caribe tuvo un carácter multidireccional
y se basó en sucesivos movimientos migratorios.
13 C. Lalueza-Fox, F. L. Calderón, F. CalafelL B. Morera, J. Bertranpetit J.: MtDNA trom extinct
Tainos and the peopling ot the Caribbean, Ann Hum Genet, 65: 137-51, 2001 .
14 C. Lalueza-Fox, M. T. Gilbert, A. J. Martínez-Fuentes, F. Calafell, J. Bertranpetit: Mitochondrial
DNA trom pre-Columbian Ciboneys trom Cuba and the prehistoric colonization ot the
Caribbean, Am J Phys Anthropol., 121: 97-108,2003.
15 A. J. Martínez-Fuentes, C. Lalueza-Fox, M. T. Gilbert, A. Lazo Valdivia, F. Calafell, J. Bertranpetit
(2003): "El poblamiento antiguo del Caribe. Análisis del ADN mitocondrial en
preagroalfareros de la región occidental de Cuba", Catauro, 8: 62-74.
16 Ob. cit.
17 G. Keyeux (2004): "Indígenas de la región andina de Colombia y su relación con rutas
migratorias en América del Sur: huellas del pasado y del presente". En M. Vidal, A. Struck
y D. Castro (compiladoras) Actas del VIII Congreso de la Asociación Latinoamericana de
Antropología Biológica "Doctora Adelaida de Díaz Ungría", Caracas, Venezuela, 2004,Depósito
Legal no. If25220043012989.
-97 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
UNA HISTORIA MAL TRATADA Y MALTRATADA
Las primeras descripciones de que se tienen noticias sobre las características
de los indígenas cubanos provienen del Almirante don
Cristóbal Colón en octubre de 1492, y que aparece registrada en su
diario. Estas dicen: " ... de hermosos y lindos cuerpos y muy buenas
caras, los cabellos gruesos cuasi como cerdas de cola de caballos y cortos;
los cabellos traen por encima de las cellas, salvo unos pocos por
detrás, que traen largos, que jamas cortan. Dellos se pintan de prieto, y
ellos son de color canarios ni negros ni blancos, y dellos se pintan de
blanco, y dellos de colorado, y dellos de lo que hallan; dellos se pintan
las caras y dellos los cuerpos, dellos solo los ojos, y dellos solo la nariz;
ellos no traen armas, ni las cognosen, porque les amostré espadas y
las tomaban por el filo y se cortaban con ignorancia ... Ellos todos a
una mano son de buena estatura de grandeza, y de buenos gestos, bien
hechos ... " "[ ... ] "Todos de buena estatura, gente muy hermosa, los
cabellos no crespos, salvo correníios y gruesos, y todos de la frente
y cabella muy ancha, y los ojos muy hermosos, y no pequeños, y
ninguno negro, salvo de a color de los canarios, .. .las piernas muy
derechas, todas a una mano, y no barrigas, salvo muy bien hechas ... " .18
Las informaciones provenientes del siglo XVI comenzaron a sustentar
la hipótesis del exterminio casi total del indígena, esta tomó
tal fuerza que ha llegado hasta nuestros días a pesar de estudios
que muestran lo contrario, falacia que se ha repetido a lo largo del
tiempo. Así el indo cubano se convierte en el gran ausente de nuestra
historia 19 • En los últimos tiempos, diferentes enfoques históricos y
aportes antropológicos, vienen contribuyendo a mostrar una perspectiva
más cercana a la realidad.
Distintos trabajos realizados por investigadores cubanos y foráneos
ofrecen valiosos datos antropológicos (métricos, morfológicos, genéticos,
etcétera) de los descendientes de los primigenios habitantes de
nuestro archipiélago, estudiados en los siglos XIX y XX en la región
oriental, especialmente en la provincia de Guantánamo hallándose
también en las provincias de Santiago de Cuba y Granma, lo que
contribuye además a desprejuiciarnos de la aseveración según la cual
los indios cubanos fueron totalmente exterminados.
18 M. Rivera de la Calle: Las culturas aborígenes de Cuba, Editorial Universitaria, La Habana, 1966.
19 J. A. García Molina (online) http://librinsula.bnjm.cu/secciones/278/nombrar/278_nombrar_4.html,
consultado el 16 de septiembre de 2012.
-98-

ANTONIO J. MARTiNEZ FUENTES, ISABEL MENDIZÁBAL y DAVID COMAS
Según Rivero de la Calle: 20 esta población fue reportada, por primera
vez, por el geógrafo español Miguel Rodríguez Ferrer (1815-1889)
en 1847, y décadas más tarde, en 1875, el etnólogo alemán Adolph
Bastian realizó estudios antropométricos en algunos de sus miembros
en la zona de El Caney, provincia de Santiago de Cuba.
En el año 1892 Luis Montané y Dardé visita la entonces provincia de
Oriente, motivado por el interés de conocer acerca de la supervivencia,
después de cuatro siglos, de los caracteres indígenas. Allí conoció de
un indio llamado José Almenares Agüello, que manifestaba tener 108
años, y decía que sus antecesores eran del mismo lugar. 21
Montané realizó el estudio antropológico correspondiente y lo presentó
en el Congreso Internacional de Buenos Aires celebrado en 1911.
Montané consignó la "Supervivencia en Cuba del tipo étnico indio
precolombino", y destacó: "Este trabajo provoca un interesante
cambio de ideas y opiniones, todas encaminadas a la conclusión,
unánimemente aceptada, de que no debe descuidarse la ocasión algo
apremiante de recoger esas tan útiles e interesantes supervivencias
en los pocos individuos, o en las pocas familias de descendencia
india todavía existentes en los campos de Cuba" (citado por Guas
Llansó, 1968).22
De acuerdo con Rangel Rivero 2l en 1900 el norteamericano
Stewart Cullin, organiza una expedición a Baracoa, con el objetivo
de encontrar "indios salvajes", y en 1902 publicó "The Indians of
Cuba", donde escribió sobre las características somatoscópicas indígenas
que presentaba la población que allí residía, sus tradiciones
y el utillaje prehispánico que poseían como legado.
Cullin dejó "constancia fotográfica de la población y en particular
del señor José Aleonares Agüello, quien fue bautizado por Montané
como el último cacique taíno de la región. Montané lo trajo a La
Habana, donde falleció a la edad de 105 años. 24
Otro norteamericano, Mark Harrington, visitó diversos lugares
de Cuba entre 1915 y 1919. Harrington entró en contacto con los
20 M. Rivero de la Calle: Antropología de la población adulta cubana, Editorial Científico­
Técnica, La Habana, 1984.
21 A. Guas Llanzo: "Cien años de antropología física en Cuba (1868-1968)". Serie Cien Años
de Lucha, Cien Años de Ciencia, no. 4, Academia de Ciencias de Cuba, 1968.
22 A. Guas Llanzo: Ob. cit.
23 A. Rangel Rivero: "El Museo Antropológico Montané y el desarrollo de la arqueología en
Cuba entre 1902 y 1960", Catauro, no. 8: 19-35, 2003.
24 A. Rangel Rivero: Ob. cit.
- 99-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
descendientes de los indígenas cubanos, y llevó además abundante
material arqueológico a los Estados Unidos de América, así como
una buena colección de fotos de los habitantes del lugar donde se
aprecian sus características somatoscópicas y actividades derivadas del
legado aborigen. Estos materiales se conservan aún en la Smithsonian
Institution en Washington, y fueron examinados recientemente por el
arqueólogo cubano Daniel Rodríguez Etayo.25 Harrington encontró
descendientes no solo en Santiago de Cuba, pues relató también
de un grupo que vivía en el extremo oriental, en Maisí en la región
del lago Patana.
Según Pospisil,26 en 1941, Antonio Núñez jiménez realizó una
expedición geográfica por la región norte de Guantánamo y en su
informe declara que no tuvo éxito inspeccionando el área de Felicidad
de Yate ras, porque su expedición tuvo que huir ante un ataque por
indios que vivían allí y a quienes él llamó él "Yaterenses salvajes". La expedición
fue atacada porque ellos fueron tomados por agrimensores
gubernamentales que venían a poner límites a sus tierras.
PospisiF7 incluye también otro reporte de Núñez jiménez, aparecido
en su libro "Geografía de Cuba" publicado en 1959, describe
una familia que vivía el flanco sur de la Sierra Maestra e incluso
da sus fotografías. De esto está claro que por lo menos la madre es
indiscutiblemente de linaje indio.
En 1952 el genetista estadounidense Rugles R. Gates,28 demostró
la existencia de estos descendientes, y su mestizaje con blancos, negros
y chinos, en una época en que muchos investigadores negaban
su existencia Gates realizó sus estudios en la zona de El Caney, en
Caridad de los Indios, en Baracoa, en Yateras cerca de Guantánamo
yen Preston, utilizando, fundamentalmente, características somatoscópicas,
en especial el color y forma del cabello, color de la piel, los
párpados y forma y tamaño de la oreja. Realizó, además, mediciones,
en esta parte del cuerpo.
En 1964, los departamentos de antropología de la Universidad
de La Habana y la Academia de Ciencias de Cuba, organizaron una
expedición antropQlógica a los entonces municipios de Yateras y
25 D. Rodríguez Etayo: Comunicación personal, 2012.
26 M. Pospisil: "Indian remnants from the Oriente province, Cuba", Comenius University in
Bratislava, 1976.
27 M. Pospisil: Ob. cit.
28 R. R. Gates: "Studies in race crossing. The indians remnants in Eastern Cuba". Genteic,
no. 27: 65-96, 1954.
-100 -

ANTONIO J. MARTíNEZ FUENTES, ISABEL MENDIZÁBAL y DAVID COMAS
Guantánamo, en la que participaron además científicos extranjeros
del extinto campo socialista. El propósito de ese trabajo fue realizar
un amplio estudio de los descendientes de los aborígenes de Cuba en
la referida zona. Los resultados de estas investigaciones fueron dados
a conocer en diversas publicaciones realizadas en los años siguientes.
Se estudiaron 203 individuos, distribuidos en 48 adultos masculinos,
60 femeninos, 52 niños y 43 niñas. Los estudiosos visitaron una parte
de las familias que fueron estudiadas por Gates, además del estudio de
otras de campesinos, también con características indias de las zonas
de San Andrés, Monte Verde, Palenquito, Caridad de los Indios,
La Escondida y La Chivera.
De acuerdo con Rivero de la Calle (1966)29 el estudio realizado
mostró que dichas familias están constituidas por individuos que presentan
un tipo físico bien definido, distinto del resto de la población
que les rodea y que: "La combinación de todas se corresponden con
las del tipo físico de la gran raza mongólica o asiático-americana.
Estas mismas características las encontramos en el tipo amazónicos
de Imbelloni o brasílidos de Eicksted".
El profesor aclara además, "que el tipo físico de estos descendientes
difiere completamente de otros tipos mongoloides llegados a Cuba en
migraciones posteriores como los chinos, por ejemplo, y los indios
yucatecos y sus descendientes que viven en la región de Madruga".
En 1968, el Museo Antropológico Montané de la Facultad de
Biología de la Universidad de La Habana continúa con el estudio
de estos grupos, realizando expediciones que se extienden hasta la década
de los setenta. Con posterioridad investigadores de diferentes
dependencias han ejecutado diversos estudios con el fin de conocer
las características morfológicas, fisiológicas, bioquímicas, genéticas,
sociales, culturales, etcétera de estos.
En un resumen elaborado por el profesor Rivero de la Calle,30 con
fecha no definida pero que obedece al estudio realizado en Yateras
en 1973; señala: "Se concluyó que la población se encuentra muy
mestizada y que no existen diferencias significativas entre los que se
denominaron «puros» y los mestizos de estos con los europoides. Se
pudo conocer también que la población es bastante homogénea por
29 M. Rivero de la Calle: Las culturas aborígenes de Cuba, Editorial Universitaria, La Habana, 1966.
30 M. Rivero de la Calle: "Resumen del trabajo de los indios de Vateras". Expediente Vateras.
Documentos del Grupo de Antropología, Facultad de Biología, Universidad de La Habana, 1973.
-101 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
tratarse de un grupo que se mantuvo aislado hasta una fecha relativamente
reciente". "El estudio serológico demostró que los genes indios
alcanzan aproximadamente 30 OJo en la población. No obstante este
mestizaje, el tipo morfológico que hemos considerado como indio
ofrece en sus parámetros antropométricos y características somatoscópicas,
una gran similitud con los que se conocen de las poblaciones
americanas del norte de Venezuela ... " "Pudo conocerse también por
el estudio histórico realizado que esta población es descendiente en
su mayoría de la antigua comunidad del Caney, y que no se trata de
descendientes de yucatecos como habían señalado algunos autores".
En 1973 el doctor Rivero de la Calle 31 elaboró un documento que
explica el trabajo de genealogías realizado en familias con rasgos
aborígenes del municipio Yateras. Se efectuaron 127 genealogías a
familias de Caridad de los Indios, La Sierra, Lagunitas, La Ranchería,
Curialitos, Bernardo, La Redonda, Palmar de Güines, Las Coloradas, La
Escondida, La Cobrera, San Andrés, Pinar de Ceiba y Misceláneas.
Realizaron también estudios de tipo histórico sobre el poblamiento
de la zona con entrevistas realizadas a diversas personas, entre
ellas a Antonio Lescaille Ramírez (91 años) de Felicidad de Yateras
y Ladislao Ramírez Rojas, quien contaba con 110 años de edad
aproximadamente. Se entrevistaron además con tres de sus hijas, y
pudieron conocer que esa sola familia con estirpe aborigen tenía 22
hermanos, 140 nietos y más de 25 O bisnietos. Consultaron además
los archivos de los juzgados de Jamaica y Felicidad de Yateras, donde
revisaron los libros de nacimientos de 1884 y 1895 y de defunciones
de principios del siglo xx.
Existe otro documento depositado en nuestros archivos, confeccionado
por Rivero de la Calle 32 de fecha 2 de marzo de 1981, donde
se detallan los resultados del viaje con fines antropológicos llevado
a cabo a la provincia Granma realizado entre el 23 al 28 de febrero
de ese año. Describe el profesor que en Yara se localizaron 5 familias
con "caraceristicas indias" y que posteriormente en el Caney de
las Mercedes, en el centro escolar Camilo Cien fuegos, donde había
casi seis mil niños, " ... comprobó que las áreas donde aparecen más
31 M. Rivero de la Calle: Informe sobre el trabajo de genealogías realizado en familias con rasgos
aborígenes del municipio Yateras, Oriente, agosto, 1973. Expediente Yateras, documentos del
Grupo de Antropología, Facultad de Biología, Universidad de La Habana, 1981.
32 M. Rivero de la Calle: "Informe del viaje realizado con fines antropológicos en la provincia
Granma", Expediente Yateras, documentos del Grupo de Antropología, Facultad de Biología,
Universidad de La Habana, [s. a.].
-102 -

ANTONIO J. MARTiNEZ FUENTES, ISABEL MENDIZÁBAL y DAVID COMAS
descendientes de indios, de acuerdo a los 68 muchachos que se localizaron
son: Cienaguilla, en Campechuela y Minas de Frío, Frío de
Agua, San Lorenzo, y]iguaní, aunque hay descendientes esparcidos
por casi toda la provincia, pero especialmente hacia las regiones que
quedan hacia la Sierra Mestra".
De acuerdo con Dacal Moure y Rivero de la Calle,33 el grupo que
conserva más puras sus características aborígenes, y a la vez el más numeroso
se encontraba viviendo en Yateras, Guantánamo. "Se ha calculado
que más de mil personas de esta región presentan estas características y
en algunas son tan evidentes los rasgos de nuestros aborígenes, que se
les conoce como "indios" y nadie duda de quiénes son estas personas".
"Sus rasgos morfológicos se resumen de la forma siguiente: son de muy
baja estatura. 1,52 m para los varones y 1,41 m para las hembras. En
estas últimas se han encontrado individuos tan bajos como de 1,32 m.
Son de tórax mediano, sus hombros y caderas son estrechos. Predominan
en ellos los individuos de cabezas medianas y altas, tienen mandíbulas
estrechas en relación con la cara, y son de narices anchas. Su pilosidad
facial y corporal es muy escasa. El pelo es lacio y muy negro, casi todos
los conservan hasta edad muy avanzada".
"Algunos poseen el llamado epicanto (repliegue que se puede producir
en el borde interno o externo del ojo, y que es más frecuente en
los pueblos mongoloides) a veces hay una oblicuidad moderada
en los ojos, que es más marcada en las mujeres, el color del iris es
de castaño oscuro, los arcos superciliares son fuertes, tanto en un
sexo como en otro. Los labios son comúnmente de espesor mediano,
con eversión moderada. Las regiones glúteas en ambos sexos tienen
poco desarrollo y la pelvis sin la marcada curvatura, con respecto a la
columna vertebral, que se observa en otras razas. Son en general, de
pies muy pequeños y piernas delgadas. Su piel es de color carmelita
claro, con tendencia a rojiza en algunos individuos".
Los estudios realizados por Rivero de la Calle 34 en el material óseo
de la población aborigen precolombina, muestran también la baja
estatura de estas poblaciones, y que es estimada en 1,58 m para los
hombres y en 1,44 m para las mujeres, y que resultaron muy bajos
en relación con otros del continente. El autor explica que el hecho
33 R. Dacal Maure y M. Rivera de la Calle: Arqueología aborigen de Cuba, Editorial Gente
Nueva, La Habana, 1986.
34 M. Rivera de la Calle: Antropología de la población adulta cubana, Editorial Científico­
Técnica, La Habana, 1984.
-103 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
de que la población prehistórica sea ligeramente más alta, puede
deberse a que fue calculada la estatura en una muestra muy pequeña
(7 especímenes masculinos y 9 femeninos).
En un artículo de Tejedor Álvarez l5 se notifica sobre los habitantes
de ascendencia indígena, que viven dispersos en algunas zonas de
Guantánamo, en él podemos leer acerca de la existencia de núcleos
de marcados rasgos autóctonos y cuyos apellidos son solo dos: Ramírez
y Rojas, con un simple linaje que data del siglo XVI cuando Manuel
Rojas, sobrino de Diego Velázquez y encomendero en la zona de
Baracoa, contaba con dotaciones de esclavos "indios" y Miguel
Ramírez, primer obispo de Santiago de Cuba, y protector de los
indios, realizara los primeros bautizos masivos en la región y durante
los cuales otorgaba su propio apellido. Esta característica había sido
ya señalada por Gates.
Según García Molina 36 una de las razones que explica la permanencia
casi única de esos apellidos es lo intrincado del área, que
lleva consigo la escasez de vías de comunicaciones y la tradicional
endogamia practicada por las familias del lugar.
EL ESTUDIO GENÉTICO EN POBLACIONES
CONTEMPORÁNEAS
Los estudios con material genético humano han permitido encontrar
en poblaciones del norte, sur y centro América autóctonas, en las
llamadas poblaciones amerindias, un conjunto de variantes genéticas
con altas frecuencias, que se han podido comprobar que tienen origen
asiático. Estas variantes génicas se han agrupado en cuatro linajes de
origen materno denominados haplogrupos A, B, C y D.
El creciente número de estudios en poblaciones amerindias, especialmente
de los países que hasta ahora habían permanecido inexplorados
como los del Caribe insular, está arrojando cada vez con más
claridad, una idea de la complejidad de los patrones de migración y
asentamiento que en muchas ocasiones tiende a desdibujar la visión
existente hasta el momento.
35 O. Tejedor: "Permanencia del aborigen cubano en nuestra población", Inicios, 2(3): 30, 1987.
36 J. A. García Malina: "Los aborígenes cubanos: leyenda de una extinción", Temas, no. 7: 28-36,
1996.
-104 -

ANTONIO J. MARTíNEZ FUENTES, ISABEL MENDIZÁBAL y DAVID COMAS
Los resultados de Cuba,n,lH y República Dominicana 39 muestran
que algunas secuencias genéticas (C y D) hacen plausible la hipótesis
del poblamiento a través del Arco del Caribe. Pues estos haplotipos,
presentes en los preagroalfareros cubanos y también en los taínos
dominicanos son típicos de la América del Sur, por lo que apunta a
una similitud entre caribeños y suramericanos, especialmente con los
indios Yanomami (del Brasil), e indica la probable fuente geográfica
de las mencionadas secuencias genéticas.
Esta evidencia, y las obtenidas en otros estudios, permiten considerar
que el modelo más probable para explicar el poblamiento
del Caribe insular es el de sucesivos movimientos migratorios. Que
tuvieron como punto de partida la zona del río Orinoco, sin embargo,
el hallazgo del haplotipo A en muestras de preagroalfareros cubanos
-descrito anteriormente en Norteamérica y Centroamérica- hace
que no pueda descartarse la presencia de influencias genéticas provenientes
de estos lugares.
Pero estos mismos resultados genéticos hacen más complejo el
panorama de los movimientos migratorios en el Caribe, un estudio
publicado en Puerto Ric0 40 concluye que la mayor parte del haplogrupo
C de Puerto Rico, tiene un origen amazónico y podría representar
el componente mayor de la migración agroalfarera que llegó a Puerto
Rico hace poco más de 2 000 años. Pero cuando los comparan con
los resultados de Cuba se obtiene que existe un fundador común para
el preagroalfarero de Cuba y el grupo taíno puertorriqueño, y que
la mayor diversidad del cubano, apunta a un origen más antiguo y
una dirección migratoria de Cuba a Puerto Rico.
En un estudio realizado en el ADNmt de la provincia de Pinar del
Rí041 se obtuvo que 50 % de los linajes maternos de la provincia eran
europeos, 46 % africanos y solamente 4 % era de origen amerindio.
37 C. Lalueza-Fox, et al.: Ob. cit.
38 A. J. Martínez-Fuentes, et al.: Ob. cit.
39 Lalueza-Fox: et al., Ob. cit.
40 J. C. Martínez Cruzado, et al. "El uso de ADN mitocondrial en poblaciones contemporáneas
para estudiar las migraciones pre-colombinas al Caribe que dieron origen a los taínos". En
M. Vidal, A, Struck y D. Castro (compiladoras): Actas del VIII Congreso de la Asociación
Latinoamericana de Antropología Biológica "Doctora Adelaida de Díaz Ungría", Caracas,
Venezuela, 2004. Depósito Legal no. If25220043012989.
41 A. Torroni, M. D. Brown, M. T. Lott, N. J. Newman, D. C. Wallace: "African, Native American,
and European mitochondrial DNAs in Cubans from Pinar del Rio Province and implications
for the recent epidemic neuropathy in Cuba", Cuba Neuropathy Field Investigation Team,
Hum Mutat 5: 310-7, 1995.
-105 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Una investigación sobre el sistema HLA realizado en la población
cubana por Alegre y colaboradores 42 encontraron alelos amerindios
típicos (DRBl"0403, DRBl *0404, DRBl"0407, BRBl *0411,
DRBl "0802 Y DRBl *0809).
Mientras que Mendizábal y colaboradores 43 encuentran que 45 % de
las secuencias del ADNmt halladas en Cuba son africanas, 33 % de origen
nativo-americano, y 22 % de origen del oeste de Europa. Resulta
muy importante que en la fracción de origen amerindio se encontró
que el haplogrupo A es el principal componente nativoamericano
en Cuba, siendo un 67 % del total del acervo genético amerindio.
En cuanto a los haplogrupos del cromosoma Y del ADN, 79 % de
los cromosomas analizados pueden ser derivados del componente
genético de Europa occidental, mientras que la fracción africana
cuenta 20 % de los linajes cubanos.
Esto pone de manifiesto la disparidad de las historias maternas
y paternas de Cuba: Los colonizadores europeos eran sobre todo
hombres, de las mujeres esclavas (amerindias y africanas) no pocas
solían ser domésticas y era habitual que tuvieran descendencia con
sus amos, mientras que los hombres esclavos aun siendo muchos,
tenían tasas de mortalidad muy alt~s y desfavorable proporción
hombre/mujeres.
El origen de los nativos americanos del Caribe es un tema controvertido.
A pesar de que la hipótesis más aceptada asigna un origen
suramericano (Valle del Orinoco) a estas poblaciones. De todos
modos, una contribución genética desde las penínsulas de Yucatán
o La Florida no se puede ignorar. Los resultados demuestran que las
frecuencias del ADNmt amerindios descritos en Cuba son bastante
diferentes a la composición de haplogrupos de las muestras de estudios
de ADN antiguo de ciboneyes y taínos.
Es posible que los taínos de Cuba, Puerto Rico y la República Dominicana
tuvieran una composición de haplogrupos diferente debido a
la deriva génica. Considerando la hipótesis de la primera colonización
42 R. Alegre Moscoso, J. Martínez-Laso, J. Martín-Villa M., Suárez J., Moreno A., Serrano-Vela,
J.I., Vargas-Alarcón G., Pacheco R., Arnaiz-Villena, A.: HLA genes in Cubans and
the detection of Amerindian al/eles. Mollmmunol44: 2426-35, 2007.
43 1. Mendizábal, K. Sandoval. G. Berniell-Lee, A. Martínez-Fuentes, D. Comas D (2007):
"Mezcla genética y asimetría sexual en los linajes materno y paterno en Cuba", en Nieto
Amada, J. L., Obón Nogués, J. A. Y Baena Pinilla, S. (editores): "Genes Ambiente y enfermedades
en poblaciones humanas", Prensas Universitarias de Zaragoza.
-106 -

ANTONIO J. MARTíNEZ FUENTES, ISABEL MENDIZÁBAL Y DAVID COMAS
del Caribe a partir del poblamiento consecutivo de las islas desde el
valle del Orinoco, la deriva génica pudo tener un importante papel
en la determinación de las diferentes composiciones genéticas en las
islas, especialmente en el caso de las islas que se encuentran en el
extremo de la cadena de colonización, como es el caso de Cuba. Si
esto fuera así, los taínos de la República Dominicana podrían no ser
representativos de la diversidad taína de Cuba.
Según Lalueza-Fox y colaboradores,44 la escasez del haplogrupo
A y la predominancia de los linajes C y D en el Caribe, apuntarían
a Suramérica como el origen tanto de taínos como de ciboneyes.
El haplogrupo A supone 53 % Y 63 % en Norte y Centroamérica
respectivamente, mientras que en Suramérica es menos frecuente.
Sin embargo, la alta frecuencia del haplogrupo A en la Cuba actual
(67 % de los linajes amerindios) no está en concordancia con las frecuencias
que esperaríamos si consideramos el Valle del Orinoco como
ei lugar de origen más plausible de los linajes amerindios cubanos.
Dos hipótesis no excluyentes podrían explicar esta discrepancia:
los estudios de ADN antiguo pueden estar sesgados o el origen del
sustrato amerindio, no se puede situar únicamente en Suramérica. El
número limitado de muestras analizadas mediante métodos de ADN
antiguo podría no ser representativo de la variación total de la
población extinguida. Además, tenemos que considerar también
la posibilidad de que en este tipo de estudios se puedan muestrear
individuos estrechamente emparentados
Como consecuencia, si Suramérica es el origen de ambos grupos
nativos, el aporte genético de otras poblaciones de Centro y Norteamérica
podría explicar el incremento del haplogrupo A. Así,
no se puede excluir el flujo genético desde la península de Yucatán
o Florida. En este libro el lector podrá acceder a la más reciente
investigación realizada en Cuba 45 con el empleo de marcadores
genéticos informativos para el origen ancestral.
44 M. T. Lalueza-Fox, M. T. Gilbert, A. J. Martínez-Fuentes, F. Calafell, J. Bertranpetit: ob. cit.
45 B. Marcheco Teruel: "La huella del mestizaje en el ADN y la pigmentación de la piel de los
cubanos", Antropológicas, no. 47, 2012, disponible en http://intranet.uh.cu/servicios-deinformacion/publicaciones-de-nuestra-universidad/antropologicas-publicacion-semanal.
-107 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
LA NACiÓN COMENZÓ A PLASMARSE
HACE UNOS 500 AÑOS
Según Guanche: 46 "El proceso histórico producido a causa del encuentro
mutuo entre indígenas y españoles se manifestó, desde el
punto de vista étnico, como un proceso de asimilación étnica forzada,
que en el presente caso consistió en la disolución, por muerte y por
mestizaje biológico-cultural, del grupo de menor nivel de desarrollo
(pero mayoritario) en el grupo dominador desde el punto de vista
tecnológico y socioeconómico".
"Por esto en el caso de Cuba, la desaparición o eliminación física
de la mayoría de los portadores de la cultura aborigen no implicó,
necesariamente el exterminio de su herencia cultural". " ... esta ha
estado presente en la lengua, la vivienda, las costumbres, en diversos
utensilios del ajuar, la alimentación y otros".
No obstante, se constata con mucha frecuencia que en nuestro país
hay un gran desconocimiento e ignorancia antropológica, histórica
y cultural del legado indocubano. La ausencia de grandes grupos
poblacionales de origen amerindio e Cuba actualmente, ha dado
por sentado que la extinción de las poblaciones nativas de Cuba fue
completa, lo que es completamente erróneo. Los datos recopilados
en el presente trabajo hablan a favor de que, a pesar de siglos de
mezcla entre individuos de diferentes continentes, el sustrato biológico
amerindio está todavía presente en la población cubana actual.
Es evidente que la población cubana no ha sido bien explicada a
partir de sus componentes principales (indígenas, europeos, africanos
y asiáticos) ni desde el punto de vista bioantropológico ni sociocultural.
No miramos integralmente nuestras raíces, es innegable
la existencia de una gran escuela de pensamiento que se polariza,
que se dicotomiza, a favor de considerar casi exclusivamente a los
descendientes de europeos y africanos subsaharianos, dejando a un
lado u obviando el resto de los componentes étnicos y biológicos.
García Molina 47 consideró que alrededor de setecientos mil aborígenes
habitaban Cuba al comenzar su ocupación Diego Velázquez
46 J. Guanche: "Componentes étnicos de la nación cubana", Colección Fuente Viva, Fundación
Fernando Ortiz, Ediciones UNiÓN, La Habana, 1996.
47 J. A. García Molina (online): "El indígena en la identidad cultural cubana", disponible en
http://librinsula.bnjm.cu/secciones/278/nombrar/278_nombrar_4.html. Consultado el16
de septiembre de 2012.
-108 -

ANTONIO J. MARTíNEZ FUENTES, ISABEL MENDIZÁBAL y DAVID COMAS
y SUS trescientos soldados. De acuerdo con el autor: "Se calcula que
la mayor parte de los nativos logró evadir la esclavitud en aquellos
primeros años aciagos de las encomiendas, y por eso no corrió la
misma suerte de quienes sí fueron esclavizados. De estos últimos se
sabe que fueron diezmados por el hambre, las enfermedades, los
suicidios colectivos, los maltratos y otras calamidades. Al extremo de
que a muy pocos años de vivir en Cuba, los esclavistas se quejaban
al rey porque ya no quedaban "indios" para hacerlos trabajar, pues
muchos se alzaban o morían; y que para continuar la explotación
de la colonia era necesario que autorizara importarlos de tierras
vecinas, o traer esclavos de África. Pero de aquella gran masa -la
mayor parte- que no fue sometida a la esclavitud, apenas se tiene
noticias. Solo se sabe que huyó, en grupos más o menos numerosos,
hacia los montes altos y espesos a donde les era muy difícil acceder
a los españoles; que se escondieron también en los manglares de
las costas; en los cayos, en las ciénagas y en otras zonas apartadas y
abruptas. Así vivieron a lo largo de todo el archipiélago, alejados de
los pocos asentamientos españoles durante muchos años, sin llegar a
tener noticia, por mucho tiempo, de que la esclavitud indígena había
sido abolida a mediados del siglo XVI".
Independientemente de la desigualdad entre el aporte de esos tres
principios culturales y biológicas diversos, lo que hoy constituimos
como nación cubana, es el resultado de una amalgama que comenzó
a plasmarse hace unos qunientos años pero donde aún hoy está
arraigado el criterio absurdo de la muerte biológica y cultural del
indígena cubano. En el estudio antropológico de la nuestra población
es indispensable contemplar el aporte indoamericano, donde está
nuestra raíz primera. Saber quiénes somos y de donde venimos contribuye
a otorgar, evidentemente, un mayor sentido a nuestras vidas.
Como expresó patentemente don Frenado Ortiz es necesario
" ~ .. penetrar más hondamente en las entrañas naturales de los pueblos
para ajustar con ellas los ideales del futuro, es decir, la integración
de la vida".
-109 -

ARQUEOLOGíA Y GÉNERO: LA MUJER
ARUACA EN EL CARIBE ANTIGU01
Lourdes s. Domínguez González*
El género ha sido y es un tema poco abordado en la historia más
antigua del Caribe, el papel representado por la mujer aborigen
en su medio cultural antes de la llegada del europeo conquistador es
pocas veces reconocido y mucho menos el rol desarrollado por ella
durante el proceso de la conquista y la colonización, en la que sin
lugar a duda fue parte integral y sobre todo imprescindible en la
transculturación inevitable ocurrida en nuestras tierras caribeñas,
también la metodología arqueológica nos permite descifrar este discurso
olvidado. Estos son los aspectos que trataremos de exponer,
pretendiendo dar algo de luz a esta época prácticamente perdida en
la literatura histórica actual.
¿Qué pueblo de América Latina o del resto del Mundo no reconoce
como sus verdaderas raíces a los que habitaron sus territorios en
los tiempos más antiguos? Para las tierras caribeñas, los verdaderos
descubridores (Ortiz, 1972), son los ancestros aruacos. Para una gran
mayoría estos orígenes son mostrados con gloria y fervor, por esta
razón no podríamos olvidar a nuestro apóstol José Martí, cuando dijo
"Ud. ve cómo con el mismo golpe que se paralizó al indio, se paralizó
a la América, y hasta que no se haga andar al indio, no comenzará
Trabajo realizado con el apoyo FAPESP, en el Núcleo de Estudios Estratégicos, Universidad
Estadual de Campinas, Brasil.
Académica, doctora en Ciencias Históricas. Investigadora Titular del Gabinete de Arqueología
de la Oficina del Historiador de La Habana. Doctora Honoris Causa del Centro de
Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe.
-110 -

LOURDES S. DOMíNGUEZ GONZÁLEZ
a andar bien la América", Maní, 2001. El simbolismo martiano es
brillante, hay que conocer nuestra historia antes que la de Grecia o
Roma, nuestros aborígenes antes que a los arcontes; es ilógico dar
primacía a lo foráneo cuando no se conoce lo propio.
Varela 111, en Gabinete de Arqueología de la oficina del Historiador, Banes.
El golpe que paralizó a esta civilización, no puede envarar nuestro
pensamiento, ni nuestro desarrollo, no se pretende revitalizar e imponer
una cultura que vivió hace quinientos años, como tampoco se
trata de que godos y africanos vuelvan a sus tierras de procedencia,
sino simplemente entender que lo nuestro es nuevo, y cuáles son
nuestras verdaderas raíces formadoras y aceptar tácitamente que
nuestro origen es multicomponente, pero también estar claros en
que no podemos darnos el lujo de obviar y olvidar al indio, porque
ellos están ahí todavía.
La supuesta desaparición física de los pobladores de la etnia aruaca,
no determina la pérdida de la posibilidad de ser parte integrante de
una nueva cultura, porque la cultura precolombina quedó subyacente,
utilizada por el colonizador para sobrevivir, por el negro, porque
- 111 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
era similar a la de él en África, por tener el mismo estadio socioeconómico
y por el propio indio, para no perderla (Guanche, 1996).
Son aceptables los procesos de asimilación indo hispánica, aunque
estemos seguros de que este proceso sociológico resultó por ambos
lados, una especie de "toma y daca" como diría Fernando Ortiz,
para centrar la transculturación (Ortiz, 1968) y que no es otra cosa
que el surgimiento de algo nuevo, como una simbiosis que abarca
lo existente y lo que llega.
De acuerdo al etnólogo ruso Y. Bromley, es la familia la reproductora
del carácter étnico específico en la vida cotidiana y en donde se
dan"los cambios y el surgimiento de los nuevo, eso nuevo ha dado
en llamarse: criollo y podemos asegurar que lo criollo fue "un producto
del proceso sociológico transcultural en toda América Latina"
(Bromley, 1986).
En esta primera etapa hay una clara idea de la autoconciencia
étnica, lo que sucede es que los "vencidos" en el Caribe no dejaron
nada escrito, las Crónicas ... las hicieron después, los vencedores,
imbuidos de sus conceptos ya que nunca entendieron a la cultura
aruaca, ni les interesó entenderla, de aquí la poca información que
se consignó en estos documentos. (Marrero, 1972). No hay lugar a
duda que la madre de los primeros criollos fue la mujer indígena,
la que tuvo a su cargo la crianza de esta nueva generación nacida en
América y quedó bajo su abrigo y tutela, cuando el padre partió, a
buscar nuevas tierras para conquistar y engrandecer la heredad. Bajo
la mano firme de la mujer indígena se desarrolló la enseñanza de esos
hijos "nacidos de sangre" en el Nuevo Mundo (Dávila, 1979) los
cuales en su gran mayoría no pisaron jamás tierra europea. (Evans­
Pritchard, 1975). Aparentemente se "españolizó" rápidamente, a la
fuerza o a partir de la inteligencia, solo utilizó el ritual del bautismo
cristiano para la adquisición de un nuevo nombre, pero jamás perdió
su lengua, su religión, sus destrezas y sus costumbres, estas cosas no
entraban en su juego.
El espacio Caribe, históricamente conformado y no geográficamente
determinado, existe, es un concepto espacial sustentado desde los
tiempos más antiguos, mucho antes de la llegada del europeo (Wood,
1989) que se presenta en una región con homogeneidad visible. Por
ser el Caribe el primer territorio descubierto y colonizado, es donde
se decide el destino de América, esta catástrofe lo llevó a uno de los
procesos de colapso demográfico más injusto dentro del genocidio
cultural y físico que se perpetró en los albores del siglo XVI, poco
juzgado por la historia. (Bagú, 1987). La balcanización y atomización
-112 -

LOURDES S. DOMíNGUEZ GONZÁLEZ
de esta región, que era considerada desde sus orígenes como una sola,
un sin fin de cronistas y viajeros atestiguan su unidad originaria, (Du
Puis, 1652, Pellepart, 1655, Rochefort, 1666, Du Tertre, 1667, De
la Borde, 1674, Labat, 1693-1705 y Bretón, 1892) y, mantienen la
idea a partir de los avatares del establecimiento de un orden diferente
por parte de los conquistadores del espacio y un "dejar hacer" por
parte de los conquistados. (Farr, 1999), (Morales Padrón, 1996).
La idea de un desarrollo local lo prueba la arqueología, así como
también las Crónicas ... iniciales o clásicas para el Caribe como son
las de Bartolomé de Las Casas, Fernández de Oviedo y Mártir de
Anglería, las cuales queriendo o no, atestiguan la existencia de un
pueblo, étnicamente definido, con lengua, cultura y territorio homogéneo
que nos hace inferir una sociedad unificada culturalmente
(Casas, 1965, Fernández de Oviedo 1959, Mártir de Angleria, 1944).
El primero que acotó que la gente que moraba en este lugar era de
"una misma calidad y costumbre" fue Cristóbal Colón en su primer
viaje, diciendo además: "toda la lengua es también una y todos amigos"
(Colón, 1961); era tan ostensible que desde el primer momento
así lo anotó en su diario de viaje (Trincado, 1997).
Hemos decidido demarcar cronológicamente una etapa bien polémica
y de la cual se posee poca información escrita, los finales de
la etapa precolombina y el inicio del siglo XVI ya que nuestros aborígenes
no dejaron memoria escrita, por esto sustentamos su historia
a partir de la arqueología en gran parte. Es también real el hecho de
la casi inexistencia de trabajos investigativos sobre la etapa, también
lo es de la mujer en los tiempos prehispánicos y mucho menos en los
primeros años de la conquista, se habla en realidad de las mujeres
de rango pero nunca de las que conformaban el pueblo aborigen
que vivía en estas islas, también fue así con las pocas europeas que
vivieron en estos tiempos de la colonización y de estas solo se hace
notificación escueta y de las que poseían alta alcurnia. (Rostowski,
1987) (Muriel).
Lo que pudo ocurrir entre 1492 y 1542 en que se promulgan
las Leyes Nuevas (Morales Padrón, 1979) en nuestros territorios
antillanos fue un verdadero ensayo de la vida y para la vida que
continuaría en lo sucesivo, ya que ni en América se vivió como en
Europa, ni en Europa se quiso saber cómo se vivía en América (Vincent,
1975). En los casi cincuenta años que median entre una fecha
y otra, prácticamente una generación, se conformó un modo de vida
nuevo, teniendo en cuenta sus lógicas variantes, fue el preámbulo de
la gesta americana de la conquista.
-113 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Obra de José Martínez.
Esto le valió al Caribe ser el que recibiera el choque frontal del
proceso que comenzó en los albores del siglo XVI (Ladero, 1992).
Lo que se ha podido saber de la mujer india es a partir de la vida
material que descubre y descifra la arqueología o que se infiere por
la etnología comparada, de igual modo por las notas cronicales,
asimismo por los estudios sociológicos que explican algunos procesos
de ese modo de vida antiguo; de lo que aconteció después de la
llegada de los europeos, da fe el hecho real del mestizaje inicial, un
rasgo que caracterizó a la población oriunda de estos cincuenta años
americanos, el mestizo, hijo de español e india, (el criollo), indicaba
la unión y por tanto la valoración de la mujer aborigen como hembra
reproductora a la falta de la goda por excelencia. A la vez y solo debido
a las circunstancias se le permitió y se entendió que era madre,
maestra y hasta conservadora del caudal adquirido, no había otra
opción. Este. primer momento de beligerancia es el que no se recoge
en los documentos, se soslaya, porque no era propio que se supiera en
España, pero representó la única forma de adueñarse de lo poco que
le quedaba a los indios, dueños aún de algunas tierras asimismo la
única forma de sobrevivir en este medio (Olachea Labayen, 1992).
Para poder esclarecer el verdadero status femenino en este período,
tanto la mujer india, como la poca europea que llegó, hay que hacer una
verdadera proeza analítica e inferencial de las Crónicas, de la Legislación
de la época y como es lógico limpiar en el buen sentido de la palabra el
corpus escrito de tanto pensamiento discriminatorio, de tanta injuria al
género y sobre todo de tanto silencio (McEwans, 1971).
-114 -

LOURDES S. DOMíNGUEZ GONZÁLEZ
La estructura familiar en las comunidades agro alfareras más evolucionadas
en el Caribe en el momento de la conquista, reconocía
la descendencia por línea hereditaria matrilineal, pero no se puede
decir que se presentaba entre ellos la figura sociológica del matriarcado
como tal. (Potrony, 1985), existían una serie de aspectos que se
mantenían éticamente dentro del grupo como el hecho de no tomar
a la hermana como esposa, la sucesión jerárquica de mando era por
la vía materna, todo lo que nos lleva al producto de un posible matrimonio
por grupo. (Guanche, 2001). Los europeos implantaron e
impusieron un tipo de familia que tenía en sus entrañas un sin fin de
contradicciones que el indígena obviamente no entendía y no podía
explicarse a partir de su propio pensamiento al respecto, para el español
el matrimonio era una institución jurídico económica con una
pantalla religiosa inmutable al servicio del status financiero familiar,
para el indio era una manera de sobrevivencia natural.
El ideal femenino europeo era similar al implantado por la religión
cristiana, en que la mujer virgen, capaz de ser madre de Dios, totalmente
fuera de la idea de sexo -la mujer debía, para ser respetada,
desconocer la expresión de la sexualidad- de esta forma lo que se
encontró en la sociedad arauca era todo lo contrario, la mujer aborigen
no era considerada objeto, sino parte de la comunidad en que
vivía, cualquiera que fuere su posición o status (Herrem, 1991), y
sus ideas sobre el manejo del sexo tan naturales como la vida misma.
Coincide con la representación gráfica de la mujer arauca un poco
más entrado el siglo XVII, que es bien esclarecedor, ya que la pintan a
partir del ideal clásico, de la belleza helénica y la representación de la
pareja monógama, como lo entendían en Europa, forzando una visión
del indígena a su manera. (Tomado de Alain Yacou, 1993). Si exceptuamos
la obra de Bartolomé de las Casas, en ninguna comunicación
se habla de lo cotidiano, y mucho menos de su actuación como parte
del grupo, ni de lo que verdaderamente representó la mujer india
para aquel solitario hombre de guerra, venido a menos en su tierra
y que llegó de un Mundo Viejo para quedarse. (Domínguez, 2001).
No hay lugar a duda que el universo aruaco o taíno, como en toda
sociedad agrícola, la mujer por su capacidad reproductora ha estado
asociada simbólicamente a la tierra y al proceso de producción, en
especial a la producción humana, la más importante y la más necesaria
en ese momento. Qué rolle tocó jugar a esta mujer en ese momento
tan crucial, es uno de los puntos menos tratados en la historiografía
actual, en que solo predominan reseñas contemporáneas y estudios
-115 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
de género (Haviser, 1992), (Arroyo, 1988). Tuvo a su cargo tareas
imprescindibles en la economía, sobre todo en las faenas agrícolas,
tanto en la siembra como en la recogida de los frutos, en especial con
el cultígeno de la yuca (Manihoe Seu lenta Grantz) exigidos por sus
creencias y no trasladables a nadie más del grupo igualmente en la
preparación y en la preservación de los mismos y en la realización de
artesanías y la producción alfarera, esto puede ser considerado como
un segmento del poder tribal (Sued Badillo, 1979) (Cassá, 1992).
Podemos consignar al enfrentarnos a este tema, que la información
que se recibe del corpus textual de la crónica se puede considerar
casual en lo que corresponde a la actuación de la mujer aborigen,
menospreciada su figura ya que de esa raza sometida "solo se quieren
los brazos para el trabajo y a las mujeres para concubinas" (Pichardo
Viñals, 1966). La profunda desigualdad de sexos, la dependencia
servil, la desproporción y el antagonismo que regía en las relaciones
sociales medievales, tocante a este tema en el mundo, trajo por
consecuencia este olvido voluntario de un ser tan importante como
lo fue la mujer aborigen en la conquista y colonización del Caribe
y del Nuevo Mundo en general (Larguía y Doumoulin, 1983),
(DiZerega, 1995). No adentrarse en la verdadera realidad de este
momento histórico se debe a una razón muy clara y bien definida
y que es el pobre concepto de género, tan limitado en esa época
que solo es parte de una hechología casuística. Algunos cronistas
tuvieron críticas acérrimas a la mujer, como por ejemplo Fernández
de Oviedo que decía de ellas" ... son las mayores bellacas e más
deshonestas y libidinosas" (Fernández de Oviedo, 1959) pero no creo
que esto fuer,! real en verdad, parece solo un mal entendimiento de
las costumbres aborígenes, en cuanto a forma de vida, y sobre todo
en el comportamiento sexual o un problema personal del cronista.
Los españoles en esta temprana época, pocas veces repudiaron
la unión con las mujeres aborígenes y en más de una Real cédula se
autorizó y propició el matrimonio legal entre las dos partes (Pichardo
Moya, 1945); en el Caribe el favorecimiento de estos enlaces
estuvo relacionado con la imposición legal de la herencia a la forma
de las Leyes Españolas, incluidas la supresión de las obligaciones de
tipo avuncular (Potrony, 1985) resultando de esta forma muchas
uniones entre conquistadores ya radicados como colonos y mujeres
indias, que eran parte de los grupos de jeraquía que quedaron con
sus tierras, como pudo ser el caso de Vasco Porcallo de Figueroa, en
Cuba, el cual fundó una extensa familia mestiza, con lo que adquirió
al mismo tiempo y producto de esto, grandes riquezas y un extenso
-116 -

LOURDES S. DOMiNGUEZ GONZÁLEZ
patrimonio en tierras, por sus uniones matrimoniales, que favorecían
el engrandecimiento de sus caudales, debido al entronque de linajes
con la mal llamada "nobleza aborigen" (Rojas, 1947).
La mujer europea en este momento se presenta en cantidad ínfima
pero estaba expuesta también a una profunda desigualdad, creada
por las condiciones sociales de dependencia y de antagonismo que
regían en sus relaciones de clases y a la ineliduble propiedad de los
medios de producción, acrecentada además por la no-adaptabilidad
al medio, ya que se veía solo como un objeto, teniendo en cuenta
algunas excepciones muy especiales (Friede, 1966).
Entre 1497 y 1498 en los viajes de Cristóbal Colón, de acuerdo con
los documentos, solo llegaron 30 mujeres españolas, posiblemente en
el tercer viaje, lo que vinieron a hacer en tan temprano momento, la
documentación no lo consigna, son prácticamente inexistentes, hay
una idea de para qué sirvieron muchas de ellas, pero como es lógico
no es motivo para consignar en ningún documento oficial (McEwans,
1991). Vale plantear que en los inicios del XVI o tal vez un poco más
tardíamente, la herencia de bienes por vía materna, no solo se asociaba
a las sociedades gentilicias sino que en muchos casos este tipo
de sucesión era también la usada por el conquistador y colonizador
y en algunos casos perduró estrechamente vinculada a la propiedad
territorial, dados los índices de emigración masculina tan elevado
con relación a las mujeres europeas (Pérez de la Riva, 1946).
Hay una serie de ejemplos que ilustran este estudio realizado con
los documentos del Archivo de Protocolos de la Habana, expuesto
en el Archivo Nacional de Cuba donde se observa y se ve reflejada
esta problemática numéricamente representada, en la transición de
bienes y caudales por vía materna en casi todo el siglo XVI (Domínguez
Rives, 1993).
El reconocimiento del pasado más antiguo, donde la mujer aborigen
se hizo valer a partir del papel fundamental que tuvo, permite
llegar a la convicción de que se poseía una autoconciencia étnica
(Guanche, 1996) por tanto se dio paso al proceso de transculturación
francamente en este momento inicial de nuestra historia, aunque se
piense que fue fallido (Domínguez Rives, 1993). Por lo menos en los
centros poblacionales que generaron documentación protocolar
los enlaces se hacían a la manera europea, es decir teniendo en cuenta
la transmisión de apellidos y la herencia de bienes, generalmente por
vía paterna, pero hay rasgos de supervivencia de sucesión matrilineal
como lo expresa S. Culin, en 1902 al estudiar los poblados de Yara,
Yateras y Caridad de los Indios en Cuba, donde el mantenimiento de
formas jurídicas matrilineales estaban vivas aún (Rives, Domínguez,
Pérez, 1991).
-117 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Atabey madre del Ser Supremo, señora de las aguas dulces.
La rápida desarticulación de las comunidades primitivas que
existían en el Caribe al contacto entre aborígenes y europeos, según
algunos estudiosos representó la posibilidad de una total extinción
de los indoantillanos, otros investigadores plantean que no necesariamente
en este proceso se perdieron tan drásticamente los elementos
culturales de persistencia étnica, sino que estos se enmascararon,
y que se puede hablar de procesos tempranos de transculturación
(Guanche, 1983) y se asegura que existen descendientes amerindios,
o naturales de la tierra hasta muy entrado el siglo XIX (Salas, 1960).
No ponemos en duda que la mayoría de la referencia histórica
más antigua del Caribe se determina por la arqueología, el estudio
de los elementos materiales exhumados dentro de las áreas de acción
humana, son la expresión material de esos pueblos y de su quehacer
cotidiano, a partir de estos se infiere su modo de vida.
El mundo de sus creencias religiosas y su mitología ha sido bien
reflejados en la obra del primer etnólogo de América, Fray Ramón
Pané quien en 1493 por órdenes de Cristóbal Colón rescató el pensamiento
cosmogónico de los aruacos, el cual con algunas adiciones
-118 -

LOURDES S. DOMiNGUEZ GONZÁLEZ
fue también expresado en la obra de los Cronistas de Indias. En esta
obra se dedica un espacio limitado a la mujer indígena, pero si se
hace hincapié en la figura femenina en el discurso mítico religioso.
(Arrom, 1989), (Fariñas, 1995), (Pané, 1990). Igualmente la arqueología
nos ha proporcionado testimonios seguros y expeditos en el
estudio de la mujer aborigen, representado plásticamente en su ajuar
a la figura femenina a partir de sus cánones de belleza y a sus estatutos
plásticos a todo lo largo del territorio caribeño (Domínguez,
1986), Dacal, 1972, Dacal, Domínguez, 1988) indicando con esto
la posición prominente de la mujer en el discurso mítico antillano
(Pastor, 1983) y que no es otra cosa que el reflejo de su sociedad
(López Baralt, 1985).
Atendiendo a estos planteamientos podemos tomar como ejemplo
la representación del cerní divino de Atabeira madre del Dios
principal Yocahú, del cual Pané indica " ... tiene madre, más no tiene
principio y a este llaman Yucahu, Bagua, Maorocoti y a su madre
llaman Atabey, Yermano, Guácar, Apito y Zuimaco, que son cinco
nombres" (Pané, 1990); la cantidad de nombres responde a un mecanismo
de diferenciación social, la madre tiene cinco nombres y el hijo,
a pesar de ser tan principal, solo tienes tres (Stevens-Arroyo, 1988).
También encontramos en el relato mítico la intervención de la mujer
en la representación de Guabonito, la mujer que sale del mar, la que
cura la sífilis o el "mal de bubas" y la de Itiba Cahubaba, la madre
del bien, la que murió de parto al traer a la vida a los gemelos violentadores
de las nuevas pautas culturales en su mundo cosmogónico
(Sued Badillo, 1986) y Gubancex la dueña de los vientos y las aguas
violentas, que representa los males que podían traer consigo las
catástrofes como por ejemplo los huracanes, muy bien utilizada por
Fernando Ortiz en su obra Huracán así como también Caguana, la
madre procreadora por excelencia (Guarch, Querejeta, 1993),
Arrom, 1989, Rodríguez, 1982).
De todo este panteón aruaco o taíno encontramos, gracias a la
investigación arqueológica, con una buena cantidad de manifestaciones
plásticas, en diferentes géneros, que nos permiten valorar la
tecnificación alcanzada por sus artífices para la exposición de sus
ideas, infiriendo así el desarrollo de las fuerzas productivas y por
tanto sus relaciones de producción y dentro del cual el arte, como
forma de la conciencia social refleja la base económica que permite
esa producción artística acorde con el discurso cosmogónico reflejado
en la obra de Pané y de otros Cronistas. (García Arévalo, 1988).
-119 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Dentro del estudio de las manifestaciones del arte aborigen cubano
y caribeño encontramos la representación de la figura femenina
abundantemente con diferentes expresiones y variantes tanto en
forma, diseño y material, así como en la utilización y en contenido,
fenómeno poco estudiado en la plástica caribeña (Pons, 1980), Dacal,
1972, Domínguez, 1986, Valcárcel, 2000).
La arqueología hace especial hincapié en el estudio de la producción
cerámica aruaca, tanto en la producida para la vida cotidiana
como la de ejemplos de excepción dedicados al ritual religioso. El
proceso tecnológico de la cerámica indica que hay excelencia en el
mismo y esto a su vez manifiesta un mayor desarrollo social. Sued
Badillo, 1979), (Domínguez, 1986). La productividad de los enseres
cerámicos es uno de los quehaceres principales de la mujer y esto
como es lógico la reafirma en su posición relevante en el grupo, además
por que ella tendrá otras tareas asociadas de gran envergadura
como son la siembra, la confección de alimentos, la preparación
medicinal cotidiana con el conocimiento de la flora, el cuidado de la
prole, su enseñanza del idioma y de los deberes comunales y la más
importante la procreación misma, sin la mujer no hay grupo humano.
De cerámica son hechas en su gran mayoría las figurinas o estatui­
Has femeninas, moldeadas en barro y cocidas posteriormente, piezas
exclusivas de los ritos agrarios (Dacal, 1972), también usadas para el
proceso de gestación y sobre todo para el parto, ya que sus creencias
planteaban que con ellas puestas en el vientre de la parturienta
se desenvolvía bien la operación de traer un ser a la vida, aspecto
de mucha importancia en estos grupos humanos (Arrom, 1989,
Petigean -Roget, 1988).
Cuando se efectúan excavaciones arqueológicas en lugares con
características mortuorias de estos grupos aruacos, hemos podido
constatar que hay un marcado uso de objetos suntuarios tanto en
los entierros masculinos como en los femeni-nos, se entierra con los
atributos que corresponden a su posición social y a sus costumbres,
Ejemplo de esto lo podemos ver en los trabajos arqueológicos realizados
en el sitio Chorro de Maíta, cementerio aruaco de grandes
proporciones en el oriente de Cuba en el cual se presentan entierros
de mujeres con abalorios de especial elaboración como son cascabeles
de oro, pequeñas placas de oro martillado, dijes del mismo
material y la figura de un pájaro sofisticado hecho en láminas de oro
martillado e hilos de oro como decoración (Guarch, 1995).
De acuerdo con las circunstancias que dieron motivo a la ruptura
de la continuidad étnica del aborigen en el Caribe, las relaciones de
-120-

LOURDES S. DOMiNGUEZ GONZÁLEZ
parentesco y familia permitieron que se mantuviera una toma de conciencia
de la ascendencia india, la que claramente se ve aplicada en
la documentación generada protocolarmente en el siglo XVI temprano
y simultáneamente debió desarrollarse una tendencia resultante de
la asimilación de técnicas y costumbres de una parte y de otra del binomio
inicial de la conquista, en todas ellas la mujer indígena desempeñó
su más grande e importante papel en esta historia en esto la evidencia
arqueológica en los objetos materiales los cuales sensiblemente
transformados llegan y se incorporan al proceso de transculturación,
por ejemplo el burén, el consumo de alimentos netamente aborígenes
como el casabe, el maíz, en otros aspectos como son la toponimia, que
ha llegado hasta hoy por los mantenimientos de formas idiomáticas,
las creencias que se entrelazan en la formación de religiones de origen
africano y que viven en la actualidad como elemento netamente
americanos, los lazos familiares y su necesaria persistencia para la heredad,
lo que argumenta la persistencia de elementos de la organización
gentilicia muy entrado el siglo XVI en el Caribe (Carda, 1978).
La mujer aborigen no ha sido estudiada en su marco originario,
dicen que es imposible hacerlo, esto que hemos expuesto es solo un
preámbulo para lo que en verdad puede ser una verdadera investigación
que ayudaría a los estudios de género en América Latina.
-121 -

ESTUDIO ZOOARQUEOLÓGICO
SOBRE LA DIETA ABORIGEN1
Alfonso Córdova Medina*
Los restos faunísticos colectados por los arqueólogos, mediante el
estudio zooarqueológico permiten reconstruir la fauna que le fue
contemporánea a nuestros antepasados. Me referiré a los hallazgos
realizados al excavar el sitio agricultor ceramista Río Hondo, municipio
Cumanayagua, provincia Cienfuegos.
Muy cerca de Río Hondo se encuentra la Solapa de la India, que
fue excavada por el arqueólogo Alfredo Rankin en la década de los
setenta, exhumando un enterramiento de una india, que hoy está
expuesto en el Museo Guamuhaya de Trinidad, provincia de Sancti
Spíritus. En aquella ocasión Rankin, junto con el también arqueólogo
Gabino La Rosa, apreciaron variados restos de fauna en dos áreas de
la solapa, lo que les aconsejó realizar una intervención arqueológica
en el lugar. Se excavan los Pozos 3A y 3B, el primero de 0, 00 hasta
0,80 m de estratigrafía artificial y el pozo 3B de 0, 10 hasta 1, 00 m.
A lo aportado por Ranki y La Rosa, se suman los criterios y observaciones
que también aportó el profesor Osear Arredondo eminente
paleontólogo, quien valoró la fauna extinta del asentamiento.
Sobre la base del informe inédito del autor en la expedición dirigida por la doctora Lourdes
Domínguez González en el sitio agricultor ceramista Río Hondo (Cumanayagua, Cienfuegos):
Informe sobre la clasificación faunística de la Solapa de la India, 1990, Fondos
Departamento Arqueología ICAN-CITMA.
-122 -

ALFONSO CORDOVA MEDINA
"Nimbo de sueños". Autora Dagmara Barbieri López.
LOS MATERIALES Y MÉTODOS
Los materiales objeto de estudio se corresponden con restos faunísticos
colectados en la excavación realizada en el mencionado residuario
aborigen. La metódica empleada fue la desarrollada por M.
Pino (1980), que consiste en la clasificación de especies, establecer el
NMI (Número Mínimo de Individuos), evaluar las especies extintas
y actuales de la fauna exhumada, así valorar otras características que
presentan estas evidencias y se constatan como parte de la cualidad de
este material para su valoración zooarqueológica. Se realiza el conteo
de cada resto y se asigna a que actividad subsistencial pertenecen, si
se obtienen mediante la caza, la pesca y la recolección.
Se estudiaron 8 niveles estratigráficos del Pozo A y 9 niveles del
Pozo B colectándose solo restos de la fauna.
RESULTADOS Y DISCUSiÓN
Se apreciaron dos momentos de ocupación del residuario, un primer
momento temprano que el Pozo 3 A va desde 0,50 hasta 0,80 m de
-123 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
profundidad y en caso del Pozo 3B de 0,30 a 1,00 metro. Se observan
gran número de especies extinguidas de rodentias e insectívoros,
mientras que las actividades de subsistencia caza de aves, pesca y
recolección casi son vestigiales.
En los niveles tardíos Pozo 3A de 0,00 a 0,50 m y en Pozo 3B
de 0,10 a O, 30 m desaparecen la obtención de especies ya
extintas de jutías y de insectívoros, se aprecia una variedad de actividades
de subsistencia, recolección de moluscos marinos, terrestres,
caza de aves, obtención de crustáceos, pesca. La caza de mamíferos
disminuye ostensiblemente en esta tardía ocupación.
Mamíferos Extinguidos
Boromys offella
Boromys torrei
Capromys minimus
Geocapromys columbianus
Geocapromys pleistocenicus
Nesophontes micrus
Nesophontes major
Capromys pilorides
Capromys sp
Rattus rattus
Individuos contabilizados
38
366
472
2
33
259
5
4 individuos
18 individuos
12 individuos
En total se obtuvo en este trabajo 23 especies faunísticas que
corresponden a 7 mamíferos extinguidos y 4 actuales, 4 moluscos
marinos, 2 quelonios marinos, 2 reptiles, 2 aves, 1 rana y un crustáceo.
La aparición de la especie Rattus rattus en varios niveles puede
estar dado porque este especimen cava galerías como parte de su
hábitat, o que tal vez sirvió de sustento a las lechuzas (Tyto alba
furcata) y pudieron entremezclarse con el resto de las evidencias, nos
parece menos probable esta última valoración.
No hay otros elementos en los pozos, solo evidencias faunísticas
propias del consumo realizado por quienes convivieron en la solapa.
Se observa la presencia de egagropilas de lechuza (Tyto alba furcata)
al parecer la solapa sirvió de refugio a esta especie la cual se alimentó
de ejemplares más pequeños, al respecto el paleontólogo Oscar
Arredondo señala aves de muy corta talla, al parecer ya extintas, las
que no pudo identificar.
-124 -

FELIPE DE JESÚS PÉREZ CRUZ
UN ALTO APROVECHAMIENTO DE LA DIETA
El estudio zooarqueológico demuestra la riqueza faunística y el alto
aprovechamiento de la dieta por parte de los indocubanos en su
permanencia en la solapa, sus preferencias alimentarias por mamíferos
obtenidos mediante la caza, sin desdeñar otras actividades de
subsistencia lo que eleva a 23 las especies colectadas en el residuario.
Gran cantidad de individuos de rodentia e insectívoros ya extinguidos
colectados Boromys offella y torrei, Capromys minimus, Grocapromys
pleistocenicus y columbianus, nesophontes micrus y major.
Se aprecian dos momentos históricos de ocupación de esta solapa,
el más temprano donde primó la caza de insectívoros y rodentias
extinguidos y un segundo momento, más tardío, donde se observan
las demás actividades subsistenciales recolección de moluscos, pesca,
caza de aves, etcétera).
La presencia de egagrópilas de Tyto alba furcata están antes y
después de la presencia humana por lo que es significativa la abundancia
de aves muy pequeñas, quizás ya extintas como señalara
Osear Arredondo.
El Rattus rattus, mamífero postcolombino fue colectado en niveles
estratigráficos, quizás a que cava galerías en el terreno o por el acopio
que hizo la Tyto alba furcata (lechuza) quedando en contextos
zooarqueológicos.
-125 -

EL CARACOL EN LAS CULTURAS
ABORíGENES
Griselda Hernández Ramírez*
Gerardo Izquierdo Díaz**
Los moluscos y sus conchas provenientes de los mares y cuencas
fluviales, fueron aprovechados por el hombre desde hace milenios.
Sus carnes formaban parte de su dieta. Testimonios de la actividad
económica de recolección, han quedado como amontonamientos
de ellas en diversas latitudes del planeta siempre en relación con
espejos de agua. En ocasiones, en lugares muy remotos y alejados .. del
mar, como sucede en Centroamérica y en el Estado de Guerrero, en
México. En esta región, se reportan importantes talleres de canchal
para confeccionar artefactos relacionados con la superestructura de
esas sociedades.
Para los arqueólogos es necesario, al analizar el material de concha,
tener presente lo señalado, toda vez que puede aportarnos no solamente
informaciones sobre las pautas del comportamiento humano,
sobre la población y su n~trición, sino que también nos permite la
* Doctora en Ciencias sobre el Arte. Profesora de Psicología en la Universidad de las Artes,
La Habana.
** Arqueólogo. Doctor en Ciencias Históricas. Subdirector del Instituto Cubano de Antropología,
Cuba.
La concha es un material, que el hombre valoró atendiendo a dos aspectos fundamentales,
su resistencia y dureza. Lo que determina que existan conchas más o menos perdurables.
Incluso en una misma concha, podemos encontrar vigores variables, ya que no todas las
partes del material calcáreo presentan el mismo grosor y por tanto la misma fortaleza. Otro
aspecto importante para trabajar con este material, está determinado por la dirección y
sentido en que sea elaborado y use el artefacto. Estos elementos indican, que el aborigen
aprendió a trabajar con esta materia prima a través del ensayo-error y, posteriormente,
mediante la oralidad fue transmitiendo a las subsiguientes generaciones estos saberes.
-126 -

GRISELDA HERNÁNDEZ RAMiREZ y GERARDO IZQUIERDO D iAZ
reconstrucción del medio ambiente en etapas tempranas de nuestra
historia. En el hecho mismo del proceso de estudio del uso de los
materiales de concha por el hombre, resulta preciso por tanto, realizar
una correcta identificación genérica y clasificación tipológica de la
muestra, para aproximarnos a interpretar lo que desde hace siglos
formó parte de su ajuar doméstico y lo acompañó en sus noches de
infortunio ante la agreste naturaleza.
Caracoles marinos principalmente Strombus sp, extraídos
y vueltos a depositar en un nicho ecológico
en Guanahacabibes, Pinar del Río.
La concha, como material orgánico puede aportarnos una gran
cantidad de datos en extremo interesantes, pues de acuerdo con su
uso, puede caracterizarse la forma en que un grupo social se distingue
de otro; así como la organización de la sociedad. Los grupos apropiadores
tempranos de Cuba, por ejemplo, al parecer, no la utilizaron
como industria -según la evidencia arqueológica-, con la misma
-127 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
profusión que si lo hicieron los medios y tardíos. Aspecto que indica,
que en la medida que este ser humano alcanzó una mayor dimensión
cultural de su desarrollo, fue capaz de manipular de modo diferente,
los diversos elementos que halló en el medio natural.
El hábitat de los moluscos nos proporciona datos de mucho interés
sobre el hombre que los colectó, mientras más escasos, eran más valiosos,
o sea su valor aumentaba de acuerdo a su presencia en el medio. Estos
nichos ecológicos nos permiten saber de donde y cómo el hombre obtuvo
los ejemplares y si utilizó medio auxiliar alguno, el paciente trabajo
de los malacólogos se hace imprescindible para los estudios arqueológicos
y cada vez es más necesaria la investigación interdisciplinaria.
LA CONCHA EN LA COSMOGONíA INDíGENA
Resulta evidente que la concha versus agua fue portadora de un significado
mítico-religioso. En el mito que explica cómo se resuelve
el tabú del incesto Guahayona 2 se deshace de Anacacuya su cuñado,
instándolo a mirar un cobo que se hallaba en el fondo del mar. Ardid
que le propicia llevar a todas las mujeres a Matininó. 3 Ya desde
el propio mito se devela como un símbolo, el caracol-agua dado
no solo por su asociación con ella, como elemento devenido del
ciclo vida-muerte-vida. Sino que él como objeto sirve al ardíd que
terminará con las relaciones endogámicas. Es probable que el mito
asociado a la concha-agua determinara en alguna medida que estas
fueran consideradas como, entidades mágicas. Conjuntamente con
su uso como materia prima en la confección de artilugios asociados
a la hechicería como las Guaízas.
Las conchas fueron utilizadas como adornos corporales por algunos
grupos humanos en épocas precolombinas y en menor cuantía en
grupos aborígenes actuales, que aún habitan en Suramérica y otras
partes del mundo. 4 Desconocemos si esto se debe a razones de índoles
económicas o míticas.
Z Ver: Pané en Arrom, 1990, capítulo V, p. 26.
3 Es probable que Matininó fuera lo que hoy se conoce como Islas Mujeres. Este sitio trajo
consigo que los españoles desarrollaran muchas leyendas de Amazonas en toda América.
4 Según (Voss, 2003), fue usada en Francia hace 300 000 años, en Sudáfrica hace 130000,
en España 50 000, en Viet Nam 33 000, en Australia 35 000, en Perú 10 575, en California
10 300, en Nueva York 7 000 Y en Brasil 5 250. Independientemente de la significación que
el ser humano pudo dar a la concha, vemos como a través de la invención independiente
fue manipulada en culturas distantes desde hace algunos milenios.
-128 -

GRISELDA HERNÁNDEZ RAMíREZ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
El valor de uso de las conchas también guardan relación con el
agua y estuvo signado por la utilización que hicieron y hacen de ella
los pueblos aborígenes, como instrumento musical o como utensilio
sonoro, para comunicarse entre sí en algunos lugares apartados.
Además, la concha triturada era empleada como fertilizantes, desgrasantes
en la elaboración de los ceramios y en el siglo XVIII como
componente básico en la pasta para elaborar porcelana; también de
algunas especies obtenían tintes. Se ha podido comprobar a través de
la historia, que tiene para el hombre, un profundo sentido simbólico
y categórico dentro de los horizontes culturales universales más
tempranos de la humanidad. En nuestros días, se observa, formando
parte del sistema de adoración en religiones africanas al relacionarse
con deidades que viven en las profundidades de los mares y otros
cuerpos de aguas como Yemayá dueña y señora de las aguas y las
profundidades. Es símbolo a su vez, de muchos dioses en la mitología
del continente americano. En ocasiones, pudo establecerse como un
emblema de la personalidad y rango distintivo. El imaginario social
la asocia como un elemento detentador para la buena suerte.
En México por solo citar un ejemplo, fue interpretada como
símbolo de alguna de las tantas deidades meso americanas. Se usó
además, en la actividad comercial inter comunal ya que adquirió entre
otros, un valor de uso y de cambio. Por esto, sus nichos ecológicos
pudieran considerarse como posibles puntos de rutas comerciales. En
la actualidad muchas especies son tasadas en altas sumas monetarias
y comercializadas entre coleccionistas particulares o no. Conocemos
que existió un gran comercio de intercambio entre los pueblos del
Caribe y los del interior de México (Izquierdo y Baena, 2004).
Llama poderosamente la atención como: "[ ... ] a la concha directamente
conectada con el agua se le encuentra asociada con deidades,
creencias religiosas y muchas veces deidificada ella misma. Unida al
agua y símbolo de ella se atribuyen a la concha poderes sobrenaturales
derivados de su origen" [ ... V
Suárez L (1998), asocia los univalvos y la concha en general con
la muerte, y el más allá, el agua y el nacimiento. Asevera, que su
relación aparece por lo menos, desde el clásico temprano. Así las
conchas aparecen reflejadas según (Suárez, Ibídem) en el códice Ríos
como atavío de los dioses, y es símbolo de alguno de ellos. Se halla
dentro de escenas simbólicas y remata el agua con pelecípodos y
5 Suárez, 1998, p. 295.
-129 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
gasterópodos. En el Códice Florentino,6 ampliamente representado,
forma parte de glifos fonéticos o es ella misma glifo. Se utiliza como
adorno de los dioses, símbolo de deidades, participa en escenas rituales,
es instrumento musical y representa el agua.
En el grupo de códices conocidos como Borgia, se le encuentra
como símbolo lunar, como atributo de los dioses, dentro de escenas
rituales y como trompetas en ceremonias. En el códice Cospi, es
adorno en el atuendo de dioses, en el Fejévary-Mayer, forma parte
de escenas religiosa o es trompeta. En los grupos de Oaxaca, aparece
abundantemente en el Nuttall, en el que adorna a los númenes, en su
atributo, los acompaña en escenas rituales, es instrumento musical y
se asocia a numerosas representaciones del agua.
Nos argumenta Lourdes Suárez que:
... Los moluscos aparecen la mayoría de las veces con todos sus
elementos y, aunque el dibujo está a veces estilizado, en muchos
casos se distingue bien la espira, el ápex, el cuerpo y la decoración
de los univalvos, así como el umbo, las valvas y la charnela de
los bivalvos, pudiéndose establecer muchas veces su taxonomía
biológica ...
.. . Las representaciones de trompeta hechas de gasterópodos
como el Busycon, el Strombus o la Fasciolaria son abundantes
en los códices y las tenemos acompañando todo tipo de ceremonias,
fiestas, sacrificios, procesiones y entierros ... 7
De acuerdo con múltiples interpretaciones, en los procesos de reconstrucción
etnohistóricas de las comunidades aborígenes, no solo de Cuba,
sino de otras áreas del mundo, se ha podido llegar al consenso de que
fue usada, en la actividad comercial de trueques intercomunal.
Según Percy A. Morris (1951) entre lo\cayos de Las Bahamas y de
La Florida, existió en épocas precolombinas un enorme intercambio
de moluscos de diversas especies, sobre todo de Strombus gigas. Fue
tan valorada por las sociedades precolombinas, que en diferentes
6 Durante la segunda mitad del siglo XVI, el fraile franciscano Bernardino de Sahagún se dio
a la tarea de aprender la lengua e investigar la cultura de los indígenas del centro de la
Nueva España. Producto de su obra de investigación escribió el Códice Florentino, esta
icónica representación de la cultura e historia azteca que se conserva en la Biblioteca
Medicea Laurenziana de Florencia, Italia, regresó al Nuevo Mundo después de más de cuatro
siglos de ausencia, con motivo de la exposición "El panteón azteca y el arte del imperio" (en el
J. Paul Getty Museum en la Getty Villa del 24 de marzo al 5 de julio de 201 O). Ver sitio vvvvw.
getty.edu. Máynez p. J. R. Romero (2009).
7 SUáffi~ 1998,p.332.
-130 -

GRISELDA HERNÁNDEZ RAMíREZ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
especies de concha de univalvos, elaboraron un aerófono, el Botuto.
Esto pudiera indicarnos por qué no es casual que sea uno de los instrumentos
musicales que más encontramos en Cuba, otras regiones
del Caribe y en Suramérica.
¿Qué significado pudo tener el botuto para los indígenas? En
nuestro criterio, el caracol y su relación con el agua metaforizó la
vida, la fecundidad y el sonido atrapado en él como primera expresión
de la existencia humana en el universo. El papel protagónico,
que desempeñó el caracol de mar estuvo dado por la utilización del
molusco como fuente de alimentación, y para solucionar el tabú
del incesto. Es el instrumento musical más abundante hallado en
Cuba; tanto en grupos apropiadores como productores.
El mar-agua por invención independienteS ha sido un elemento
muy significativo para las más diversas sociedades que lo re-significaron
como fuente de vida, u origen de esta. El agua para los aztecas
representaba, todo a lo cual el hombre debía adaptarse y amoldarse
según las circunstancias. También lo asociaban con la volatilidad de
las emociones. 9 Es posible, que los grupos humanos que poblaron
Cuba en épocas pretéritas, de algún modo, reverenciaran a través
de algún mito las fuerzas ocultas en las aguas. 10 El caracol pudo
obrar como vehículo entre los misterios que atesoraban el mar y su
utilización por parte del hombre. Así el sonido que persiste en ellos
aún después de extraído de su medio, tuviese para este ser humano
algún sentido mágico-religioso.
Según S. Martí [ ... ] "la trompeta es la aristócrata de los instrumentos
de viento y su timbre autoritario y brillante, o lúgubre en el caso
de las trompetas de caracol, siempre asociado a la clase dominante.
Al principio tal vez sirvió solo como medio de comunicación, mas
con el tiempo se volvió indispensable en las batallas, celebraciones
y ceremonias. Su potente voz hace escuchar su mensaje de alarma,
paz o amenaza en las selvas y montañas de todo el mundo"[ ... ]Y
8 Invención independiente: Según Kottak (1997) no es más que el desarrollo del mismo rasgo
o patrón cultural en culturas separadas como resultado de necesidades y circunstancias
comparables.
9 Scofield y Córdova, 1996.
10 Pané no hace referencia a algún mito en específico sobre el caracol.
11 S. Martí, 1968, p. 67.
-131 -

Batuta en Cassis madagascariensis con orificio lateral para
modular el sonido.
Botuto.

GRISELDA HERNÁNDEZ RAMíREZ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
En el caso de Cuba los objetos confeccionados con el material
de concha quizás, no fueran asociados con divisiones de clases. No
obstante es conocido que las guaízas,12 eran portadas por individuos
significativos dentro de la comuna, como un elemento distintivo.
En el caso de los batutas, somos más proclives a pensar, que su uso
estuvo dado por las características sonoras del instrumento y las
relaciones de tipo alimentarias y mágico-religiosas que el aborigen
logró establecer. El caracol habría representado para estos hombres,
el obsequio que obtenían del mar y que en sus más variados usos le
servían para mejorar su calidad de vida.
Algunos estudiosos de la temática como Mireca Eliade esgrimen
que debido a la semejanza de la apertura de algunas especies de caracolas
con la vulva de la mujer, el caracol y ciertas especies de ostras
se consideran preservativos contra cualquier tipo de magia, ya sea
de tipo de jettatura o de mal de ojO.13 Del mismo modo se estimó
que los collares de caracoles, pulseras o amuletos adornados con
caracoles de mar, y con sus imágenes o representaciones, protegían
a las mujeres, niños y al ganado contra la mala suerte, enfermedades
y la esterilidad.
Los antiguos pobladores en Cuba lo utilizaron como resguardo
o amuletos protectores. Sin embargo, nos inclinamos a pensar que
al constituir -el molusco- una fuente tan valiosa de sustento,
fortalecieron, sus virtudes, y de ahí la razón de la abundancia de las
conchas en la gran mayoría de los asentamientos.
EL VIAJE AL CARACOL
Si observamos la morfología del caracol nos percataremos, que su
crecimiento se realiza en espiral hasta formar la columela, dentro de
la cual, se desarrolla una criatura que permanece todo el tiempo en
su interior -el molusco- y que luego es consumido. Los aborígenes,
para alimentarse con el molusco lo tenían que extraer de su casa
vientre. Al analizar externamente un caracol, podemos percatarnos,
que posee labio externo e interno, que en muchas especies como el
Cassis sp, posee una apertura estrecha y alargada con labios fuertes
12 Guaísas: en Ulloa aparece como goeiz en Las Casas guaycas, no son más que representaciones
de caras con un aspecto cadavérico confeccionadas en conchas.
13 Mireca Eliade en S. Martí, 1968.
-133 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
y gruesos con aspecto triangular, color rosa en su interior y castaño
oscuro en su exterior sobre todo, en la parte de la apertura.
Estas formas del caracol, transfiguradas en imágenes iconográficas,
aparecen en algunas estatuillas a modo de cemíes, que pudieron ser
relacionadas con la fertilidad. Este hombre también pudo asociar
morfológicamente al caracol con la vulva de la mujer y su vez,
coligado con la fertilidad que provenía del agua como fuente de
riqueza incalculable. Un ejemplo de esta representación la hallamos
en la figura encontrada en Ventas de Casanova, Holguín y relacionada
icónicamente por diferentes arqueólogos como Atabey.14 En la figura
se exageran los órganos genitales, las glándulas mamarias y el vientre
a la manera de las llamadas Venus adiposas. La protuberancia de los
labios pudendos mayores, se asemejan notablemente con los labios
externos e internos de diferentes especies de caracoles pero específicamente
el Cassis sp., que posee la sugerente forma de una vulva.
El simbolismo sexual del caracol, probablemente estuvo asociado
con el segundo nacimiento. Razón por la cual, encontramos botutos
asociados a ritos funerarios como en los sitios Corrales de Ojo del
Toro, en Granma, Damajayabo, en Santiago de Cuba y Cueva de los
Bandoleros en Mayabeque, entre otros. Pues en su viaje a Soraya,
la morada de los muertos, este hombre se hizo acompañar de este
instrumento musical portador de una importante carga simbólica.
Sin embargo, es significativo que Atabey entregara, según el mito,
la música a los hombres a través de un idiófono, -la maraca- y no
del botuto. Esto nos sugiere, que probablemente, esto ocurrió por
dos razones: o bien porque se detentó a través de este idiófono de
sacudimiento, una relación de género, o porque la figura iconográfica
no representa el cerní. No podemos obviar, el origen mítico del mar
donde se detenta lo masculino.
Invariablemente el mito nos conduce a la música y viceversa. El
botuto tuvo que ser un instrumento muy preciado en la cotidianidad,
si tenemos en cuenta que se han hallado botutos con agujeros para
ser transportados. Independientemente que se halla confirmado que
este instrumento se utilizaba para hacer música y comunicarse, era
portador de un alto sentido simbólico.
Otra probable asociación pudiera estar dada, en las formas sigmoideas
representadas en pinturas rupestres y el crecimiento del caracol
en sus formas de levógiro y dextrógiro. Aunque muchos estudiosos,
dentro de los que se hallaban Fernando Ortiz, asociaron estas formas
14 Atabey madre del Ser Supremo, señora de las aguas dulces, que enseñó a los hombres
los misterios de los cemíes.
-134-

GRISELDA HERNÁNDEZ RAMíREZ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
en las pinturas rupestres con los ciclones. Sea cual fuere la relación
que este hombre pudo hacer, lo cierto es, que fue un objeto muy
preciado para estas sociedades.
Fenómenos similares se observan en países como México, Martí
(1968) hace alusión: al gran sarcófago de piedra tallada del gran señor
de Palenque, en la Pirámide de las Inscripciones, que fue coronada
con una estructura con grandes cantidades de bivalvos, jade y caracoles.
Así en Guatemala y el propio México, se encuentran trompetas
de caracoles esgrafiadas y policromadas. En Copan, Monte Albán y
Teotihuacán hay santuarios con pirámides de caracoles, como la de
Quetzalcóatl y el templo de la Agricultura en Teotihuacán, que están
cubiertos con representaciones simbólicas de bivalvos y caracoles:
... En la ciudad de Teotihuacán, Quetzalcóatl aparece en la pirámide
de su nombre como la serpiente emplumada, recostada
sobre conchas y caracoles ... Y precisamente, es en esa misma
ciudad donde fue el nacimiento de los dioses, lugar de creación,
en el recién descubierto Palacio de las mariposas, hay en las pilastras
la reiterada imagen en alto relieve y colores, de formidables caracoles
marinos con embocadura y adornos de plumas de quetzal indicando
que se trata del quetzaltecciztli: caracol divino, que con su
sonido debió presidir la creación de los dioses que gobiernan el
Quinto Sol, la quinta era que estamos viviendo ... 15
En la entraña del caracol y su sonoridad, el aborigen pudo representar
el soplo divino que tomó expresión en el sonido del botuto. El hombre
articuló sonidos y nació la palabra y de esta la génesis de la melodía, que
reverenció a través del caracol y el rito de la creación. Así pudo surgir el
mito del segundo nacimiento en su viaje por la tierra.
15 Ob. cit., p. 77.
-135 -

LA ARQUEOLOGíA EN EL ESTUDIO
DE LA RELIGiÓN Y EL ARTE EN EL CARIBE
PREHISPÁNICO
Lourdes S. Domínguez González*
Las naciones del Caribe heredaron de sus primeros pobladores un
importante patrimonio artístico y religioso. Piezas de notable belleza
como el Cerní de Gran Tierra Maya, descubierto por dos campesinos
a principios del siglo xix en la Meseta de la Gran Tierra, terraza
marina ubicada en Maisí, provincia de Guantánamo, en el extremo
más occidental de Cuba, confirman el tesoro cultural que poseemos.
Sin embargo, han sido pocos los estudios sistemáticos sobre religión
y arte en la comunidad aborigen caribeña, ya que son pocas las obras
que se encuentran en la historiografía actual sobre esta temática.
Podríamos citar algunas, como las realizadas por José Juan Arrom,
(1975), que parte de los manuscritos del fraile Ramón Pané y que
posee un excelente análisis de esta crónica; las realizadas por Manuel
Antonio García Arévalo (1989), con apreciadas valoraciones
teóricas sobre las colecciones del Museo del Hombre Dominicano
y las colecciones del Museo de la Fundación García Arévalo, ambos
en República Dominicana; las del doctor don Ricardo Alegría
(1978), pionero, en estas cuestiones en Puerto Rico y el Caribe; y
las del doctor José Manuel Guarch, Ramón Dacal y esta autora, que
se han desarrollado a partir de las colecciones cubanas, analizadas
conjuntamente con las caribeñas.
Académica. Doctora en Ciencia Históricas. Investigadora Titular. Asesora de Arqueología
de la Oficina del Historiador La Habana. Doctora Honoris Causa del Centro de Estudios
Avanzados de Puerto Rico y el Caribe.
-136 -

LOUDES S. DOMINGUEZ GONZÁLEZ
Cemí de Gran Tierra. Museo Antropológico Montané.
(
La sistemática de esta investigación, como toda producción que
se interesa por la religión o el arte, debe objetivarse en las manifestaciones
de una cultura, en este caso se hará sobre la cultura aruaca
insular y se efectuará a partir de metodologías específicas expuestas
en las obras de Mirimanov (1980), Kagan (1989), en el caso del arte
y de Mircea Eliade (1959), Levi-Strauss (1972), Houtart (2006),
para la religión. Como veremos en la bibliografía de consulta hemos
tomado criterios de otros autores, los cuales estarán señalados
convenientemente.
Estos grupos humanos tienen su espacio en el llamado Caribe Insular,
que se conforma de las llamadas Antillas Mayores y Menores,
partiendo de una cronología que oscila en unos 3 000 años antes de
nuestra era, provenientes de América del Sur, de las llamadas Tierras
Bajas, que conforman hoy el norte de Colombia, Venezuela y Brasil,
además de las Guyanas (Alegría, 1984).
-137 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Cuando los descubridores y colonizadores europeos llegan a
nuestras playas caribeñas los grupos agro alfareros de origen aruaco
poblaban estas tierras de forma sedentaria, practicaban la agricultura
como principal actividad económica y poseían un lenguaje y una
cosmogonía concreta. Obras recientes, coinciden en plantear que
las fuerzas productivas de estos grupos se habían desarrollado a un
grado relativamente considerable, lo que nos permite valorar sus
muestras religiosas y artísticas, a partir de un prisma más ventajoso.
Los arqueólogos a partir de las evidencias materiales encontradas
y que se han conservado, siempre han observado manifestaciones de
carácter artístico en la investigación de esta sociedad; pero, como
consecuencia de las técnicas propias de la profesión, se han analizado,
en especial, a partir del estudio de los materiales, de las formas de
construcción, y su distribución espacial, sin entrar en el análisis metódico
de factores de importancia que permitan la verdadera comprensión del
arte y la religión, en la iconografía de este Caribe antiguo.
De todas formas la labor realizada ha permitido a los especialistas
acumular cierta cantidad de información, lo que hace posible
distinguir el estilo de la plástica agroalfarera de distintas zonas de
Cuba, tales como Maisí, o la cerámica de las Lomas de Maniabón
en Holguín, o de Morón o de la costa sur de la isla de Cuba, entre
Casilda y Cienfuegos; igualmente, los petroglifos y pictografías que
se agrupan por áreas y por etapas de confección en la comunidad
aborigen de todo el Caribe, atendiendo, también a sus diversos estilos
y diseños. Así como áreas especiales dedicadas posiblemente al culto
como la del Centro Ceremonial de Caguana en Puerto Rico, o los
bateyes de Tibes, también en esta isla. De este tipo también encontramos
zonas como las de Higuey y de Altos de Chavón en la isla de
La Española, o sea República Dominicana. O también materiales muy
específicos como lo son las cerámicas de excepción de Altos de Chavón
en República Dominicana, o los materiales de Hacienda Grande en
Puerto Rico o la cultura Iganeri en la Isla de Vieques, expresiones
todas de las Antillas Mayores o Menores de este llamado Caribe.
(Dacal y Domínguez, 1998).
En general, estas obras pueden estar confeccionadas en los siguientes
materiales, la concha de caracol marino, huesos humanos o de
animales, piedras de diferentes conformaciones, madera procedente
de árboles preciosos, y en el barro, el cual posee gran versatilidad.
También pueden aparecer en grabados y pintadas en paredes y formaciones
secundarias de múltiples espeluncas. Todas estas manifestaciones
consideradas como arte, se están empleando como elementos
-138 -

LOUDES S. DOMíNGUEZ GONZÁLEZ
definitorios y característicos de esta actividad en las comunidades
primitivas del Caribe.
No se trata de que el arqueólogo desconozca que hay arte en algunas
de las evidencias materiales que colecta y estudia, en realidad
la arqueología inicia su camino, inmersa en obras de arte, en Pompeya
o Herculano, en Altamira o Lascaux, en Bonampak o Sechin,
impusieron e imponen esta vertiente, pero los avances internos de
la disciplina arqueológica, los métodos que le aportan otras ciencias
y las características propias de la Comunidad Primitiva que habitó
el Caribe, han inclinado la balanza hacia estudios tecnotipológicos,
ecológicos y socioeconómicos (Guerra, 2006).
Es necesario agregar que, en buena parte del Caribe, la influencia
de arqueólogos norteamericanos han sido notables, entre ellos Irving
Rouse, sobre todo por sus iniciales trabajos en Haití en 1938, que
orientaron por muchos años los estudios cerámicos hacia el método
empleado por él; James A. Ford con su cronología cultural de 1962,
que no solo llegó a Cuba, sino a extensas áreas de la América del
Sur, Betty Meggers y Clifford Evans que desarrollaron el método
Ford y le impusieron un matiz biológico. Además de estos, hay que
contar con Gordon R. Willey, cuyos estudios en el Perú, publicados
en 1953, con sus ideas sobre patrones de asentamiento, han tenido
una gran ascendencia sobre distintos investigadores caribeños. Estos
trabajos dieron un pensamiento y una acción a la investigación
arqueológica inicial, que se estaba realizando en el Caribe antes de
1966; pero hace algún tiempo que se ha comprendido las limitaciones
de sus métodos, especialmente en su aplicación en la esfera
de la interpretación histórica, por cuanto no sobrepasan los marcos
impuestos por el positivismo filosófico, pero no negamos sus aportes
(Dacal y Rivero, 1986).
Por todo lo anterior, creemos que, al considerar la vida en la
Comunidad Primitiva en general y en particular la de las Antillas,
desde el punto de vista del materialismo histórico, se tiene que ver
a esta como producto y consecuencia del trabajo del hombre, de su
modo de producción, y del desarrollo de sus sociedades y lo que estas
conforman, teniendo en cuenta sus diversas manifestaciones, una
de ellas el arte, reflejo de su mundo, lo que unido a las formas más
tempranas de la magia y mito, constituyen la base de las incipientes
ideas religiosas.
En realidad, no solo los arqueólogos relegaron el arte más antiguo
de Cuba y de las otras islas del Caribe, también poco frecuente ha
sido su estudio en los medios especializados, es ahora que vienen a
-139 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
ocupar un lugar en la concepción general de la plástica caribeña y
todavía tiene sus olvidos. ¿y qué podemos decir del estudio de las
religiones más antiguas y mucho menos las del Caribe? Son muchos
los libros, los estudios de este tema, pero en casi su totalidad están
realizadas las investigaciones en otras partes del mundo y muy pocos
en América, y dentro de ella siempre las llamadas grandes Culturas
y sus descendientes actuales son los que han recibido el beneficio de
la investigación.
HABLEMOS DE ARTE Y RELIGiÓN
Si tomamos las consideraciones del especialista Vladimir Mirimanov
(1980) que plantea que a la validación del arte en las etapas
más tempranas, en el manejo del mismo puede llamársele complejo
sincrético cultural primitivo, con lo que, debemos tener en cuenta y
además se demuestra, la existencia de un tiempo libre, que propicia
las condiciones indispensables para la creación artística, lo que unido
con las creencias religiosas, ya que estas son las impulsoras, de cierta
manera se estimula esta clase de actividad superestructural.
Hay que entender el arte en esta etapa a partir de funciones, ya que
estas obras poseen varios planos funcionales que reflejan el carácter
sincrético de la cultura prehistórica que se estudia y como ya dijimos
su valor funcional. De esta manera se puede proceder a una función
ideológica y educativa, lo que puede llevar a formas de conducta. La
función social puede ser también comunicativa-memorial, permite
al hombre expresar sus criterios y sus ideas, es la primera y la más
evidente al igual que el lenguaje, sencillamente es la necesidad de
comunicarse con los otros hombres (Kagan, 1989).
Cuando la función que realiza el arte es mágico-religiosa es totalmente
cognoscitiva. Todo este arte primitivo posee indiscutiblemente
una función y un principio estético, donde el estilo, el diseño y la
funcionalidad se expresan claramente, dándole posibilidades a este
hombre aruaco de representar visualmente sus creencias y dejarlas
plasmadas para sus generaciones futuras. El arte como forma de la
conciencia social, refleja la base que lo sustenta, así como el grado de
desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción
que permiten su ejecutoria. Estos aspectos, a su vez, nos ayudan a
valorar el desarrollo artístico que alcanzaron nuestras comunidades
precolombinas, resultante caribeña que es bien ostensible en Museos
--: 140 -

LOUDES S. DOMíNGUEZ GONZÁLEZ
y Colecciones en muchos espacios del Caribe, y América en general,
así como también en Europa. Estas manifestaciones de la plástica
aborigen a que nos referimos y que son considerados objetos de arte,
en su gran mayoría se encuentran diseminados, como ya dijimos, en
el mundo, lo que nos permite pensar que estos hombres, que fueron
capaces de crearlos llegaron a tener una tecnificación excelente, por
lo que nos hace concluir que no puede ser una creación fortuita,
esporádica o pasajera. Estos testimonios del arte son exponentes
fehacientes que al valorarlos reflejan la destreza de artífices avezados
y sobre todo a la existencia de formas preestablecidas que se reiteran
sistemáticamente como si existiera un canon de producción, rígido
y certero para materiales y formas, generalmente movidos por una
idea religiosa, ya que es muy difícil encontrarnos, a este nivel socioeconómico,
el arte por el arte.
Por ser pueblos alfareros de larga tradición ancestral, utilizaron el
barro abundantemente, aprovechando la enorme posibilidad expresiva
que permite este material y que en muchas ocasiones se reiteran
en el tratamiento en otros materiales como por ejemplo, la piedra,
tanto blanda como dura, la concha de caracol, generalmente marino,
el hueso tanto humano como de animales, la madera con el sinfín de
especies preciosas de su medioambiente, la cestería, y los metales,
especialmente el oro. El arte aborigen existe con independencia del
conocimiento que se tenga de él, y son las miles de piezas arqueológicas
en las que quedaron registradas las concepciones estéticas e
ideológicas de nuestros antecesores caribeños, lo que obligan a considerarlo
como parte del estudio histórico de esas culturas arqueológicas.
En ellas está reflejado el panteón que se requiere conocer para
realizar una la valoración religiosa. En algunos casos, su arte nos lleva
a una aproximación del pensamiento mítico, en otro, a partir de las
imágenes creadas, a inferir cuestiones de su vida socioeconómica; al
mismo tiempo, al asociarlo con otras informaciones dentro del proceso
de investigación, es posible adentrarnos en detalles cronológicos
y de distribución espacial. (Renfrew y Bahn, 1996).
Por otra parte, el análisis de estas manifestaciones permite aseverar
que existe una marcada homogeneidad en el estilo y en el contenido
de las obras, sobre todo en aquellas plasmadas en el barro en que
podríamos decir, que estas obedecen a concepciones tradicionales
formadas durante un largo período, que abarca a la vez una vasta
región (las Antillas) y una agrupación étnica, (los aruacos) con un
mismo idioma, lo cual ya ha sido planteado por varios autores, entre
ellos el profesor José Juan Arrom (1973).
-141 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
ídolo en piedra. Museo de Historia Natural, Santiago de Cuba.
Las piezas ejecutadas en los materiales que hemos mencionado,
pintadas o grabadas sobre piedra -yen casos muy especiales elaborados
en barro- son a nuestro entender, la expresión del principio
colectivo, en las que se ha dejado las huellas de la mitología tradicional,
y en cierto grado, las necesidades de organización requeridas
por la comunidad agroalfarera, dentro de un proceso de evolución,
a una sociedad más compleja, cuyos rasgos se observan con bastante
claridad en las informaciones de los cronistas y en la investigación
arqueológica.
HABLEMOS DE RELIGiÓN Y ARTE
Si examinamos las ejecuciones más importantes del arte agroalfarero
de las Grandes y Menores Antillas, veremos que muestran, con relativa
fidelidad, los elementos mitológicos que nos relatan las fuentes
primarias, especialmente Fray Ramón Pané en su escrito "Relación
acerca de las antigüedades de los indios". Si tomamos al propio
fraile, este nos explica con sus propias palabras, qué entendían estos
hombres que se llamaban taínos a sí mismos, y qué entendían
-142-

LOUDES S. DOMíNGUEZ GONZÁLEZ
del mundo: " ... ellos hablan de sus propias fábulas, como no saben
escribirlas, las cuentan y las repiten ... ". (Pané, Ibídem).
El conquistador europeo, con una visión peyorativa valoró las
creencias de nuestros pueblos y sobre todo de sus prácticas religiosas.
Nunca las tomó en consideración, por tal razón se plantea que
los aruacos insulares eran pobres en cultura espiritual. En la obra
de Antonio Steven Arroyo (1988) este nos dice que estos hombres
tenían una religión conformada de acuerdo con su estadio social en la
que la representación de "numen" era bien considerada o sea tenían
dioses con funciones y personajes que cumplían con lo necesario para
su existencia espiritual.
Si tomamos en consideración los planteamientos de Curet sobre
cómo el trabajo arqueológico se sustenta con las crónicas, y llevando
a un análisis minucioso, podríamos considerar el escrito de Pane
como ·una fuente primaria de excelente comparación con la realidad
que nos brinda la adquisición de elementos exhumados por el trabajo
de la Arqueología. Esta es la primera crónica de América, hecha en
el momento mismo del encuentro y podríamos considerarla fresca
o no contaminada o por lo menos muy poco contaminada con los
criterios partidistas de los restantes cronistas (Curet, 2006).
Desde la existencia de los grupos más antiguos, arqueológicamente
se encuentra el entierro, tanto primario como el secundario, así
como también las prácticas funerarias, los tributos funerarios y los
abalorios de posesión del muerto, lo que hace inferir que hay concepciones
de la muerte de forma compleja, a veces simbólica, otras veces
animistas o mágicas. Estas formas especiales de tratar a los muertos
han sido estudiadas por algunos arqueólogos, pero no ha pasado de
una explicación de cómo fueron enterrados, su posible orientación y
algunas otras premisas de estos entierros, en cada uno de los estadios
culturales de los indios de Las Antilllas (La Rosa, 2002).
Colón dijo en su segundo viaje al territorio antillano: " ... A unos
dioses les tienen más devoción que a otros ... " (Colón, 1980).
Lo que implica un panteón diferenciado, con una explicación,
como después Pané logró exponer toda esta historia acompañado de
ideas cosmogónicas diversas. (Robiou Lamarche, 1990).
Como ya expresamos en el trabajo investigativo de La Cueva de
jagua, de Stevens Arroyo, no s6lo se concreta una idea acerca de la
expresión numinosa, la cual se desarrolla dentro del contexto social
de los aruacos, sino de su representatividad en la mitología y en su
arte, todo está concatenado, para poder ejercer su función. Su génesis
-143 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
se basa, como en casi todas las religiones a partir del mito de creación,
expresado consistentemente y bien ordenado a pesar de que Pané nos
diga todo lo contrario.
Siguiendo los planteamientos de Eliades (1959) lo sagrado se manifiesta
como una reacción a lo profano, totalmente diferente a la
realidad natural, este es el mundo religioso en que se desenvuelven
los representantes de la etnia aruaca en el Caribe insular. Estamos
conscientes de que el mundo espiritual aruaco es mucho más rico que
su mundo histórico, que hasta ahora es tan cerrado del cual, aunque
se han sacados muchas conclusiones, pensamos que es mucho más
elevado del que conocemos, hasta el presente. Analizando su panteón
nos enfrentamos a dioses o deidades, algunos de la talla del Padre
primigenio Yaya, representante del principio, de la esencia, la causa
primera de la vida, es el innominable, su nombre era tabú. Su representación
iconográfica expresa el temor al infortunio, signado por la
tragedia de haber matado a su hijo, Yayael. El personaje secundario
es Yayael, se nos presenta el mito acuático del diluvio, la representación
del mar y los océanos y además los bienes comestibles que de
él se sacan, primordiales a estos hombres marineros de excelencia,
pescadores y recolectores marinos.
En orden de importancia se encuentra la pareja divina, Atabey,
madre Tierra, Señora madre del Supremo, que por ser tan importante
tiene cinco nombres. Y Yucahú, que tiene solo tres, y que es el Señor
de la simiente que posibilita la fertilidad y que representa una alta
jerarquía. Es además el Señor del la yuca, (Manihoc sculenta Grantz)
principal alimento de este grupo étnico aruaco. Se nos presenta así,
la dualidad, la unidad de los contrarios, fuente de acción que posibilita
el desarrollo.
El Deminán Caracaracol, es la línea descendiente de Yayael en
importancia y es coincidente con la descripción de Pané y que artísticamente
se le presenta con la joroba contentiva de la jicotea-mujer
que les permitirá la procreación. La expresión plástica dominicana
lo presenta en una excelente potiza de cerámica que se encuentra en
el Museo del Hombre Dominicano. 1
Institución dedicada al estudio y promoción de la historia de la cultura dominicana. Fue
inaugurado el 12 de octubre de 1973 y está adscrito a la presidencia de la República. En
sus fondos, posee la más importante colección de piezas arqueológicas halladas en la
isla y el Caribe. El Museo realiza una sistemática labor de promoción a la investigación
científica y tiene una importante gestión editorial.
-144 -

LOUDES S. DOMíNGUEZ GONZÁLEZ
Al encontrarnos con los petroglifos y tallas labradas en las espeluncas
de la Cueva de la Patana en la región de Maisí, Cuba, podemos
apreciar a Mácocael, deidad que representa al guardián convertido en
piedra en una de las entradas de la cueva y la gente que lo acompaña,
en su guardia, representada en movimiento, como si fuera una fila
saliendo por la boca de la cueva, no podemos menos que recordar el
mito sobre el origen de la humanidad de los aruacos antillanos que
aparece en la propia Relación, de Pané. Así nos dice el propio Fraile:
La Española tiene una provincia llamada Caonao, en la que está
una montaña que se llama Cauta, que tiene dos cuevas llamadas
Cacibajagua una y Amayauma la otra.
De Cacibajagua salió la mayor parte de la gente que pobló la
isla. Esta gente estando en aquellas cuevas, hacía guardia de
noche, y se había encomendado este cuidado a uno que se llamaba
Mácocael, el cual, porque un día tardó en volver a la puerta, dicen
que se lo llevó el Sol. Visto pues, que el Sol se había llevado a
este por su mala guardia, le cerraron la puerta, y así fue transformado
en piedra.
De esta manera, queda expuesta parte de la tradición de los agroalfareros,
narrada a Pané en la Española y convertida en antillana
al estar grabada en la piedra de una cueva en el oriente de Cuba.
Encontramos los ídolos con rostros que muestran, claramente, seres
vivos, o aquellos que no dejan duda sobre la visión de la muerte;
los ojos, dentaduras, orejas, tobillos, columna vertebral, y el ombligo,
que confirma la presentación antropomorfa con vida. Las piezas en
que se mezclan el hombre y los animales, y los propios animales de
diversas especies entre sí en una misma pieza. Todos están hechos
con maestría y no cabe duda sobre su empleo colectivo, además de
la sólida preparación técnica del artista que ejecutó la obra y, a la
vez, el conocimiento que tenía el artesano-artista de los elementos
que debían componerla, o sea poseía el conocimiento y la visión del
mito, representada por algún objeto, con un determinado sentido o
función obedecida, todo respondiendo a una necesidad social.
Es posible plantearnos que la comunidad contaba con artistas que
recibían una información específica sobre las formas que correspondían
con el pensamiento mítico, tanto de los sacerdotes o de los behíques,
o con la posibilidad que fueron ellos los autores de este arte. Una
prueba histórica de esta última aseveración está en la narración de
Pané acerca de cómo se hacen y se guardan los cemíes de madera,
-145 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Escribe, el clérigo:
.. .los de madera se hacen de este modo: cuando alguno va de
camino dice que ve un árbol, el cual mueve la raíz y el hombre
con gran miedo se detiene y le pregunta quién es, y él le responde
llámame a un behíque y él te dirá quién soy. Y aquel hombre,
ido a susodicho médico, le dice lo que ha visto. Y el hechicero o
brujo corre enseguida a ver el árbol de que el otro le ha hablado,
se sienta junto a él y le hace la cohoba como antes hemos dicho
en la historia de los cuatro hermanos. Hecha la cohoba, se pone
de pie y le dice todos sus títulos, como si fuera un gran señor y
le pregunta: Dime quién eres, y qué haces aquí, y qué quieres
de mí y por qué me has hecho llamar. Dime si quieres que te
corte, o si quieres venir conmigo, y cómo quieres que te lleve,
que yo te construiré una casa con una heredad. Entonces aquel
árbol o cerní hecho ídolo o diablo, le responde diciéndole en
qué quiere que lo haga. Y él lo corta y lo hace del modo como
la ha ordenado ... (Pané, 1990).
En realidad los pocos trabajos que se han hecho sobre el panteón
Aruaco del Caribe Insular no ha pasado de una inicial relación de
deidades y personajes, con algo de los mitos, los cuales fueron expuestos
a partir de sus cortas historias bien simples, ya que la fuente
originaria en este caso, es la relación de Pané, la cual es bien exigua.
Algunos cronistas, como Las Casas, Mártir de Anglería u Oviedo
han aportado algunos datos más y alguno que otro elemento, que ha
aumentado el conocimiento mitológico. Como es lógico no puede
exigirse más, ya que ese no fue el objetivo de Pané, ni de los otro
cronistas.
Como resultado del análisis de las formas, del estilo y de la información
histórica, es posible -y nosotros así lo creemos- que nos encontramos
ante un arte con un largo proceso de desarrollo, en el cual como expuso
el autor de Breve historia del Arte, V. Mirimanov (1980) .
... El carácter sincrético de la cultura prehistórica y las formas
específicas del arte prehistórico permiten suponer que aún antes
de que se formaran las concepciones religiosas, el arte cumplirá
ya parcialmente algunas funciones que solo más tarde construirán
determinados aspectos de la actividad mágico-religiosa.
El arte aruaco no es el arte de una clase, pues estas no están todavía
formadas, pero es la expresión de las ideas e intereses que se están
-146 -

LOUDES S. DOMfNGUEZ GONZÁLEZ
gestando dentro de la Comunidad Primitiva en desarrollo y que se
encamina a formas más avanzadas en zonas de las Antillas Mayores.
(Wood, 1989 y Tabío, 1988).
"Cosmogonía aborigen". Victor Cue Villate.
Es oportuno, en esta disertación, da una designación de arte y de
religión que indique su enfoque, sobre todo en su estudio particular;
no obstante, tememos que sea un término poco feliz y pueda crear
confusión y esto no nos ayudaría en la investigación que es preciso continuar,
por lo tanto, solo dejaremos sentada su existencia.
Otro aspecto del arte de los agroalfareros aruacos caribeños, es
el referido a las manifestaciones populares creadas en las vasijas de
barro. En ellas se encuentra reflejado un mundo más complejo, más
libre; tal como planteó M. Kagan (1989) en su trabajo El arte en el
sistema de la actividad humana que concibió:
... EI arte puede ser una forma del conocimiento de la realidad
y no pertenecer al mundo de la conciencia; puede, además, ser
una forma del conocimiento valorativo, sin constituir una rama
de la ideología, puesto que el arte es como un tercer elemento:
la apreciación artística del mundo.
-147 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Dentro de la plástica aborigen, se observa, además del arte qJe
los caciques y behíques indican, que representan una rama de la
ideología, expresiones que contienen infinitos elementos, unos como
parte de la tradición y otros como reflejo de artistas del pueblo, que
en un proceso de creación, o con mayor movilidad se lleva a efecto con
materiales más resistentes y difíciles de trabajar, y nos dejaron en
cambio en el barro, un mundo más influido por la personalidad del
creador, que responde a su agrupación social, y los marca sin lugar
a duda, y se conecta con la artesanía. (Dacal y Domínguez, 1998).
Como los restos de las vasijas de barro resultan un elemento
abundante en los sitios agroalfareros, y los arqueólogos caribeños
tienen sistemáticas para este tipo de trabajo, su estudio posibilita una
aproximación mayor al desarrollo histórico de estas comunidades
y lo más importante, los artefactos que pueden crearse a partir de
conocer esta materia prima, las técnicas de su preparación, construcción,
forma, ornamentación y cocción, entendiendo así que son parte
destacada del trabajo de los grupos aborígenes que son estudiadas
por los arqueólogos antillanos.
En cuanto al arte, en ellos se exponen, como ya dijimos, sus manifestaciones
aunque sean más limitadas; entendiendo así que dentro
de un conjunto de fragmentos colectados en trabajos de campo,
en general solo un porcentaje pequeño muestra aspectos artísticos.
Esta situación cuantitativa hace que, habitualmente el estudio sobre
el arte en las vasijas de barro no se efectúe en el conjunto de las
investigaciones de un solo sitio arqueológico sino en colecciones
amplias que representen una serie de sitios, en una región, y así se
puede detectar motivos de arte que presentan influencias míticas
más o menos conocidas, la mayoría de las veces estas influencias
se pierden y no se logra nada más que un estudio cuantitativo, que
solo lleva a frecuencia de una determinada industria, en esta caso la
industria cerámica.
El barro, ya sea en asas modeladas, en motivos aplicados o en
incisiones, nos lleva a piezas donde el artesano-artista aborigen,
dejó infinidad de formas que, aparte de mostrarnos peculiaridades
locales y temporales especialmente, puede hacernos comprender
mejor los procesos internos del arte agroalfarero arauco, en general.
Por ultimo, pensamos que en el arte aruaco Insular de esta etapa se
dan dos ritmos de expresión, uno mágico, ritual, estable, obediente
a necesidades de la jerarquía de caciques y behíques que fue lento
en sus cambios; el otro, influfdo por los mitos, pero actuando sobre
-148 -

LOUDES S. DOMíNGUEZ GONZÁLEZ
objetos que tenían una vida limitada por su uso, en cuya ejecución
de tipo masivo intervenían más de un artista, una colectividad de
fabricantes, de ambos géneros, que obró con cierta libertad al no estar
su obra en función sistemática de las necesidades de la organización
social, por lo que la expresión personal podía dar lugar a variantes
en la tradición y formas nuevas. Creemos que esta investigación, a
partir de estos conceptos expresados, que pueden ser novedosos,
está comenzando; la continuidad sería un reto.
-149 -

LA MITOLOGíA EN EL DIBUJO RUPESTRE
DE LA CAVERNA DE PATANA
Racso Fernández Ortega*
La caverna de Patana es conocida en el mundo antropológico desde
la· segunda década del presente siglo. A partir de esta fecha y en
sucesivas expediciones se han reportado nuevos descubrimientos
de arte parietal. En la actualidad suman diez los petroglifos que se
conocen en el contexto de la citada formación cársica, entre los que
se encuentra la presencia de un mural petroglífico. Actualmente en la
caverna solo disponemos de la base de la estalagmita en la cual fuera
tallado el llamado Gran Cerní que en 1915 fue cortado y llevado a
los Estados Unidos por el arqueólogo Mark Raymond Harrington
(1882-1971), y hoy se encuentra en los fondos del Centro de Recursos
Culturales (Cultural Resources Center) en Suitland (Maryland),
entidad de conservación e investigación del Museo Nacional de los
Indígenas Americanos (National Museum of the American Indian,
en inglés) del Smithsonian Institution. 1
* Máster en Antropología Socio Cultural. Ingeniero Industrial. Investigador Auxiliar del
Instituto Cubano de Antropología. Vice Coordinador del Grupo Cubano de Investigaciones
de Arte Rupestre.
La expedición de Harrington fue financiada por George Gustav Heye (1874-1957), coleccionista
estadounidense que creó en 1916 el Museo del Indio Americano en Nueva York. En 1989 la
colección de piezas arqueológicas cubanas resultante de las expediciones del citado arqueólogo
(entre1915 y 1919). junto con los fondos del Museo del Indio Americano, fueron traspasadas
al Instituto Smithsonian (Smfthsonian Institution) entidad oficial autónoma del Gobiemo de los
Estados Unidos creada en 1846 para el ámbito cultural y científico. Entonces se creó bajo la
rectoría del Smithsonian en el propio año 1989, el Museo Nacional de los Indígenas Americanos
(National Museum of the American Indian, en inglés). El objeto del Museo es la preservación y
el estudio del legado y las culturas vivas de los aborígenes de Norteamérica y América Latina.
El Museo posee tres grandes conjuntos, el Museo preexistente en Nueva York, un nuevo y
modemo Museo construido en Washington, y el referido Centro de Recursos Culturales (Nota
de Felipe de J. Pérez Cruz).
-150 -

R ACSO F ERNÁNDEZ O RTEGA
Expedientes de Harrigton Caverna de Patana.
Foto del Cerní de Mark Raymond Harrington, 1915. Cortesía del Museo Nacional de
los Indígenas Americanos (Cultural Resources Center, Maryland, 2014).
-151 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Apoyados en diversas fuentes, ya sean históricas, Crónicas de Indias
y Mitología aborigen, o, de carácter propiamente físico: mediciones
espeleométricas, meteorológicas, astronómicas, así como filológicas;
amen del estudio de otras expresiones del arte aborigen como la cerámica
y la piedra en volumen, se aventuran algunas hipótesis acerca de
la vinculación de determinados personajes mitológicos, identificados
en los grabados, con el sentido ritual particular de la mencionada
caverna de Pata na en un afán por continuar trascendiendo los tonos
descriptivos que marcaron los reportes conocidos del arte parietal
de esta espelunca hasta finales de la década de los noventa.
Un estudio comparativo de esta forma de arte lítico, en el contexto
de la Isla y de las Grandes Antillas, nos han permitido establecer
algunas conclusiones preliminares que se consideran interesantes
para los estudiosos del tema.
LA CAVERNA DE PAlANA
La caverna de Patana también es conocida en la zona bajo los nombres
de cueva de Los Bichos, del Cerní y del Agua (Harrington, 1935); con
tres niveles de desarrollo ordenados de forma ascendente de forma
tal que se inicia con la Cueva de Los Bichos, que se encuentra al nivel
del propio farallón que le da origen; El Jagüey, que se desarrolla a
10m sobre la anterior y, finalmente, la Galería Superior.
Según la tradición oral de los pobladores del área, por mucho
tiempo se han servido de esta obra de la naturaleza como única fuente
de abasto permanente de agua ya que el área carece en la actualidad
de recursos hídricos estables.
Esta especificidad, entre otras, convirtió a este accidente geográfico
en un "Centro Ceremonial" para nuestros primigenios pobladores.
Ello es palpable por el conjunto de petroglifos que adornan sus formaciones
secundarias, así como por las numerosas evidencias que
han aparecido en sus galerías y salones vinculados a los grupos agricultores
que se asentaron en el extremo oriental del país (Fernández
y González, 2001b).
Hasta el momento se conocen en total siete petroglifos y el Gran
Mural en la cueva de Los Bichos y, dos en el niyel de la Cueva del
Jagüey. Todas las obras parietales están elaboradas sobre la base de la
-152 -

RACSO FERNÁNDEZ ORTEGA
misma técnica ejecutiva de rayar y percutir la poco deleznable roca
de las formaciones secundarias de la caverna.
El Gran Mural, posee 2 m de largo y sus extremos superiores alcanzan
una altura desde el suelo de 0.53 m, el derecho, y de 0.38 m,
el izquierdo. Presenta una alta complejidad simbólica y lo conforman
varias representaciones geométricas como cuadrados, rectángulos,
semicírculos y otros, amén de un evidente rostro antropomorfo que
denota sus ojos y boca bien definidos (Fernández y González 1999) .
.
CUATRO ERAN LOS HIJOS DE ITIBA CAHUBABA
Centrando la atención en un detalle de las imágenes que aparecen
esculpidas en la concreción calcárea portadora del Gran Mural.
Se aprecia en su porción centro izquierda, el rostro circular de un
homínido que presenta los dos ojos y la boca. Esta imagen al mismo
tiempo está soportada por lo que se podría considerar el cuerpo,
consistente en una figura de forma rectangular con dos segmentos
de recta verticales que en la porción central la dividen en tres.
Es presumible que siguiendo un orden lógico en la deducción, se
logre identificar que en el mural se hayan ejecutado diversas imágenes
de los personajes involucrados en los pasajes mitológicos del
grupo del tronco lingüístico Aruaco, que gracias a su disposición y
asociación permiten reconstruir los relatos en forma anecdótica. Aún
cuando es posible tener respuesta para varios de los grabados, el estado
actual de la investigación no permite presentar hoy los resultados
y por ello se concentrará la atención en la grafía ya mencionada.
Cuatro eran los gemelos nacidos del vientre de Itaba Cahubaba,
según relata el misionero Ramón Pané, que siguiendo las instrucciones
del Almirante Cristóbal Colón recopiló los interesantes relatos
mitológicos de los indios de la Española y las islas antillanas habitadas
todas, en su generalidad, por grupos pertenecientes al tronco
común Aruaco.
Llegaron cuatro hijos de una mujer, que se llamaba Itiba Cahubaba,
todos de un vientre y gemelos; la cual mujer, habiendo
muerto de parto, la abrieron y sacaron los cuatro dichos hijos, y el
primero que sacaron era caracaracol...el cual caracaracol tuvo por
nombre [Deminán]; los otros no tenían nombre (Arrom, 1990).
-153 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESEN TE
Resulta sumamente interesante el hecho que de este trágico y sangriento
parto, que culminó provocando la muerte de la infeliz madre,
nacieran cuatro criaturas. Debe recordarse que este es el número que
ha sido reconocido como sagrado en las mitologías de los primeros
pueblos del continente americano. Es bueno anotar que el número
4 tuvo un papel mágico importante para los aborígenes que habitaron
Las Antillas, por ejemplo, en la mitología taína no pocos mitos
refieren su presencia como es el caso del siguiente pasaje tomado de
Pané. (Arrom, 1990):
Dijeron al cacique que eran cuatro (los seres asexuados) y así
llevaron cuatro hombres que eran caracaracoles. Después que
las hubieron cogido, tuvieron consejo sobre cómo podían hacer
que fuesen mujeres, puesto que no tenían sexo de varón ni de
hembra" (Arrom, 1990) (el paréntesis es nuestro).
Vista general del Gran Mural. Grabado en un
manto estalagmítico.
Más adelante en el Capitulo número VII de su "Relación acerca de
las antigüedades de los indios", Pané relata otra anécdota donde también
se expresa la concepción mitológica de la misma cifra al decir:
"Hubo un hombre llamado Yaya, del cual no saben el nombre; y su
hijo se llamaba Yayael, que quiere decir hijo de Yaya. El cual Yayael
queriendo matar a su padre, este lo desterró, y así estuvo durante
cuatro meses ... " (Arrom, 1989).
Todo lo anterior hace pensar que esta tradición perdida en la
memoria aborigen de América pudo ser la fuente que permitiera a
los pueblos prehispánicos tempranos de las grandes Antillas asociar
el número mágico, cuatro, con las veces que se repiten los cinco dedos
en el cuerpo humano o las fases del satélite artificial del planeta
Tierra, la luna.
-154 -

RACSO FERNÁNDEZ ORTEGA
Es preciso recordar además, que los Taínos al igual que otros
pueblos originarios del continente americano poseían un sistema
primario de conteo vigesimal; de forma tal que para contabilizar
el número cinco decían "mano", par'a el diez "dos manos" y para el
veinte "hombre" asumiendo que todos, por lo general, poseen veinte
dedos entre las manos y pies. 2
La presencia del número cuatro en estos pasajes mitológicos nos
reafirma la tradición mágica americana de los cuatro vientos, los
cuatro puntos cardinales o las cuatro direcciones principales, la salida
y puesta del Sol y los vientos templados y calientes relacionados
con las estaciones del año marcadas por los solsticios y equinoccios.
Como se ha planteado por el autor en otras publicaciones todos
estos períodos o ciclos pudieron haber sido inicialmente aprendidos
de la observación y conteo del firmamento y su relación con los mismos
" ... es indiscutible la relación existente entre estos fenómenos y
la posición que ocupa el sol en el firmamento en las distintas estaciones
del año, así como la vinculación de estos con el ciclo lunar y
cada una de sus fases en particular ... " (Fernández y González 2000).
Realizada esta reflexión resultará mucho más fácil comprender
porque el behique o shaman seleccionó precisamente ésta y no otra
sección del manto estalagmítico cuya longitud aproximada es de 7 m
y se ubica en un área donde penetra la luz solar una buena parte del
día, además de que permite el paso de las lluvias benefactoras a través
de la gran dolina de desplome en el techo de la bóveda cavernaria.
Justo en ese espacio del salón del Gran Cemí, que recibe los fertilizadores
rayos del astro rey en las primeras ho'ras de la mañana, la
naturaleza con su prodigiosa sabiduría creó una fuente de grandes
proporciones en la que se acumula el preciado líquido en cantidades
volumétricas en dependencia de la estación del año, fenómeno que
también debían haber observado los aborígenes que ejecutaron estas
grafías y seguramente lo valoraban en gran medida considerando
que esta regiográfica es la más árida del país con reportes de tan solo
789 mm de precipitaciones promedios al año.
La debida elección del espacio cavernario para la ejecución de la
gráfica rupestre era una de las responsabilidades más importantes
2 En este sentido podemos consultar a Raymon Breton: "Dictionnaire caraibe-fran

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
del hacedor pues de la correcta ubicación de la deidad o numen
dependía que pidiese cumplir con sus atributos y funciones sociales
(Fernández et al., 2009b).
Por ello la imagen debía ser esculpida en el sitio en que era fácilmente
apreciable el traslado y la ubicación del astro rey por el
firmamento coincidiendo con las distintas épocas del año, secreto
este que los cuatro gemelos representando a cada uno de los puntos
cardinales les habían permitido reconocer; hecho que además se
hacía sumamente evidente con los cambios del volumen de agua
contenida en la fuente sobre la cual se encuentra la imagen como se
ha explicado.
Al mismo tiempo no se puede olvidar la existencia de aquellos elementos
-como lo demuestran las múltiples evidencias arqueológicas
halladas- que hacen distintivas a las imágenes de cada uno de los
personajes mitológicos aruacos. Ello implica que para cada numen
se habían seleccionado rasgos específicos; tales atributos distintivos
introducen, asimismo, criterios de diferenciación en las representaciones
iconográficas (Fernandez et al., 2009).
De esta manera el behique o hacedor-hechicero durante sus labores
de creación elaboró un sistema de símbolos que le permitía tanto a
él, como al resto de los miembros de la comunidad, identificar cada
uno de sus númenes sin dificultad y sin la necesidad explícita de que
fuesen cuatro las imágenes representadas.
No debe ser difícil para los entendidos recordar una serie de amuletos
ejecutados por este grupo cultural entre los que aparece representado, en
una sola pieza, un personaje bicéfalo acuclillado con los brazos mostrados
al frente, muy bien definidos, como si estos descansaran sobre sus rodillas.
Más allá de lo anterior -presente por demás en múltiples idolillos
aruacos-, lo que motiva su mención es que estos son precisamente
bicéfalos y sus rostros exactamente iguales.
El sistema de códigos establecido por los aborígenes era muy sencillo
pero no por ello menos expresivo, de la misma manera que era
muy concreto y sus mensajes eran directos y de fácil reconocimiento
para todos aquellos que dominaran sus claves.
Un análisis simplista conduciría al error de pretender localizar a
los hijos de Itiba Cuhababa representados mediante cuatro rostros
orientados en distintas direcciones o a cuatro homínidos tomados de
la mano y así sucesivas variantes que conducirían a intentos fallidos
de interpretación en este caso específico.
-156 -

R ACSO F ERNÁNDEZ O RTEGA
Los gemelos míticos. Museo Antropológico Montané.
Si se regresa al relato de Pané se comprenderá que la clave para la
identificación de los personajes en cuestión esta en la información
que el fraile proporciona; " ... el cual caracaracol tuvo por nombre
[Deminán]; los otros no tenían nombre" (Arrom, 1990), o lo que
es decir con el rostro y el nombre de uno, se puede identificar a los
demás porque eran "todos de un vientre y gemelos" (Arrom, 1990)
sus rasgos los hacían parecer iguales y por lo tanto confundibles uno
con otros.
De esta manera se articulaban las claves ideadas y empleadas por
los behíques para representar a sus deidades, sencillas, directas y con
atributos distintivos que introducen asimismo, criterios de diferenciación
en un código lineal de fácil identificación para los miembros
del grupo cultural (Fernández, R. y J. B. González, 2003).
Es muy probable que esta sea la imagen que aparece representada
en el Gran Mural y en la que se ha centrado la atención en estos
últimos párrafos. En ella se muestra un único rostro -Deminán,
que era el identificable por su nombre- del cual descienden cuatro
segmentos de recta -cada uno en correspondencia con el número
de hermanos- constituyendo la idealización de sus cuerpos. Por
último todos unidos por una recta en el nivel inferior de la figura
probablemente en alusión directa al vientre común, al único embarazo
y al dramático parto que les permitió la vida en que fallece la gran
paridora del mundo mítico aruaco.
-157 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Estos legendarios personajes jugaron un papel fundamental en los
procesos de sedentarización y del dominio de la agricultura y el fuego
para los grupos humanos que habían elegido este Centro Ceremonial
para venerarlos y perpetuarlos por toda la eternidad (Fernández,
R.; González, J. B., 2001); es oportuno recordar que no son pocos
los autores que identifican al mítico Deminan Caracaracol como el
héroe cultural, el "Prometeo" de los Aruaco.
Por suerte para los estudios rupestrológicos un petroglifo similar
al de la Caverna de Patana, parece haberse identificado y aislado en
varias estaciones rupestres de la República Dominicana como son las
Cuevas Borbón 4, La Trituradora y del Paredoncito. Hay reconocer
que existe la posibilidad de que esta hipótesis se vea modificada o
rechazada con los estudios a profundidad in situ y la realización de
una buena documentación y registro de estas estaciones puesto que
nuestras observaciones en las dos últimas estaciones mencionadas
se fundamentan en fotos y dibujos aparecidos en publicaciones
especializadas.
Llama la atención que esta imagen al igual que la de Patana siempre
se encuentra ejecutada en grabados -hasta ahora nunca pintada- y
aparentemente están realizadas por la técnica del rayado y percutido
sobre los mantos estalagmíticos formados en salones que dan entrada
a la espelunca y rodeados de otros motivos y diseños que aún están
por estudiar.
Se debe reconocer además, que después de una búsqueda incesante
de los diseños empleados en la cerámica reconocida como Taína, en
la bibliografía publicada del oriente del país, R. Dominicana, P. Rico,
el arco de las Antillas y el área amazónica del continente no se ha
logrado identificar este código simbólico.
Al mismo tiempo se puede admitir que es posible haber aislado
una variante con características similares al signo analizado por unos
instantes en varias decoraciones de la cerámica localizada en sitios
arqueológicos de la región oriental de Cuba, pero que lamentablemente
no se ha logrado ubicar en las ilustraciones estudiadas de la
República Dominicana y otras islas del Caribe; no obstante un estudio
acucioso probablemente permitira su identificación.
En esta variante iconográfica es posible observar una decoración
incisa paralela al borde que siempre aparece rodeando a las vasijas
de manera que se aprecian cuatro segmentos de recta paralelos verticales,
limitados a ambos lados, por un segmento de recta horizontal.
Durante el proceso de la creación simbólica el hacedor --el behíquedebía
lograr una versión del signo similar al conocido y que fuese
-158 -

RACSO FERNÁNDEZ ORTEGA
capaz de transmitir a todos los miembros de la comunidad, el mensaje
implícito en las acciones rituales que permiten la manipulación de lo
numinoso por intermedio de sus símbolos (Fernández, et al., 2010).
Imagen en la que se representa a los cuatro
gemelos míticos.
Es necesario tener presente que en los ritos mágicos en los cuales
se manifiesta la transferencia de cualidades juega un papel primordial
la elección, clasificación de los símbolos y los objetos utilizados con
preferencia a otros, para operar las transmutaciones de propiedades
-en esta ocasión la vasija cerámica-, pues como han explicado
varios autores que abordaron este interesante tema, la eficacia del gesto
simbólico radica en los poderes del mago y en la fe que él suscita (Cazeneuve,
1971).
En este sentido los cuatro segmentos de recta paralelos verticales
parecen hacer una franca alusión a los cuatro personajes mitológicos,
como mismo se emplea en el diseño de los petroglifos. Por su
parte, el segmento de recta horizontal que los limita a ambos lados,
pudiese recordar el parto único que les dio origen y por consiguiente
la relación de consanguinidad que los identifica, sustituyendo así la
línea recta que los une en el borde inferior en los petroglifos.
-159 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
LA TRASCENDENCIA DEL NÚMERO 4
La trascendencia del número 4 para los pueblos agricultores que poblaron
Las Antillas, se refleja en los pasajes mitológicos que reafirman
la tradición mágica americana de los cuatro vientos, los cuatro puntos
cardinales o las cuatro direcciones principales, la salida y puesta del
Sol y los vientos templados y calientes relacionados con las estaciones
del año marcadas por los solsticios y equinoccios.
Es presumible que la imagen que aparece representada en el Gran
Mural, en la que se muestra un único rostro del cual descienden cuatro
segmentos de recta constituyan la idealización de los cuerpos de
Deminán y a sus hermanos, si se asume que el rostro antropomorfo
representan al único héroe cultural que podía ser identificado por
su nombre "Deminán caracaracol".
-160 -

FIGURAS ANTROPOMORFAS
DE ARQUEROS EN EL ARTE RUPESTRE
CUBAN01
Divaldo Gutiérrez Calvache, *
Racso Fernández Ortega**
José B. González Tendero***
Agradecemos el aporte de José Martínez, Elvis García y Omar Diepa, miembros del Grupo
de Ecología "Jorge Ramón Cuevas" de la Sociedad Pronaturaleza (ONG); por su gentileza
al poner en nuestras manos todos los resultados obtenidos por ellos en sus investigaciones
de la Solapa del Arquero. Al doctor Gabino La Rosa por la revisión del original y sus
acertados comentarios, así como por su obra y dedicación, inspiradora de este trabajo;
a la licenciada Aída Martínez, por sus enseñanzas y colaboración permanente. Al doctor
Abelardo Jiménez Lambertus, del Museo del Hombre Dominicano, por poner en nuestras
manos todos los datos referentes al diseño de arquero en el dibujo rupestre en la hermana
República Dominicana; a la licenciada Clenis Tabares, también del Museo del Hombre
Dominicano y al licenciado Efrén Jaimez Salgado del Instituto de Geofísica y Astronomía
del CITMA, por su amistad y estimulo diario a nuestro trabajo, a Ana María Hernández
Abreu del Grupo Hotelero Gran Caribe, por facilitarnos el tiempo y los medios necesarios
para la culminación de esta obra. Finalmente al licenciado Jorge Betancourt por la siempre
valiosa revisión del original y sus acertadas correcciones.
* Máster en Ciencias y Técnicas. Ingeniero en Obras Subterráneas. Coordinador General
del Grupo Cubano de Investigaciones de Arte Rupestre adjunto al Instituto Cubano de
Antropología.
** Máster en Antropología Socio Cultural. Ingeniero Industrial. Investigador Auxiliar del
Instituto Cubano de Antropología. Vice Coordinador General del Grupo Cubano de Investigaciones
de Arte Rupestre.
*** Instructor de buceo. Sección de Arqueología de la Sociedad Epeleológica de Cuba. Miembro
del Grupo Cubano de Investigaciones de Arte Rupestre.
-161 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
El arco y la flecha, a juzgar por los numerosos registros arqueológicos
encontrados en el mundo, fue un instrumento de vital importancia para
la supervivencia del ser humano. Gracias a su invención durante miles
de años el hombre lo utilizó para protegerse de los grandes predadores
y al mismo tiempo le permitía obtener presas de mayor tamaño.
Esta útil arma-herramienta, perfeccionada a partir de la experiencia
acumulada durante centurias, se materializaba en alcances superiores
a los 175m, con una velocidad aproximada de 30 mis y una fuerza
de penetración de 3,5 kg; concediéndole al hombre la capacidad de
matar a distancia con un riesgo menor para su vida -por ser más
eficaz que la lanza arrojadiza- lo que representaba un constante
aporte de alimento para su grupo.
El arco y la flecha apareció en el Paleolítico Superior entre los
35 000 y 10 000 años a.n.e. pues algunos estudios así lo sugieren;
a juzgar por algunas puntas arrojadizas encontradas en yacimientos
arqueológicos de los períodos Perigordiense y Solutrense con fechados
que oscilan entre los 28 000 y 17000 a.n.e. como las puntas de
piedra de unos 21 000 años de antigüedad encontradas en la Cueva
de Parpalló, en España, lo cual indica que estamos ante los primeros
indicios de la utilización del "arco y la flecha". Este hecho ha quedado
confirmado con la reciente presentación del arco más antiguo
del mundo (17 600 años) en el Museo Reiss Engelhom de la ciudad
de Mannhein, en Alemania; la reconstrucción del arma basada en
un fragmento de madera de pino de unos 0,40 m hace pensar a los
arqueólogos que su longitud total fuese de 1,10 m.
También está suficientemente documentado que sobre este trascendental
útil giró buena parte de la tecnología del Mesolítico europeo
entre los 10000 y 5 000 a.n.e.
La perfección formal de los arcos mesolíticos sugiere que
no fue posible su súbita aparición en el acervo cultural y
tecnológico de uno o varios grupos humanos, sino que más
bien, es el resultado de una evolución gestada en momentos
anteriores y producto de un largo proceso de experimentación
(Muñoz, 1999: 29).
Otros arcos conservados en la actualidad. datan del 8 000 a
6 000 a.n.e. como el encontrado en 1991 por arqueólogos austriacos
junto al "hombre de Otzi"; en los Alpes. entre las fronteras
de Austria e Italia que es el más conocido.
Para los estudiosos del tema, existen numerosas representaciones
en el dibujo rupestre levantino español; del );"one de Europa y en
-162 -

COLECTIVO DE AUTORES
Baja California, México; donde aparecen figuras antropomorfas que
hacen uso de esta tecnología o aparecen flechados con antigüedades
calculadas de 20 000 Y 9 000 AP. Lo que demuestra que el arco y la
flecha constituyeron uno de los principales avances tecnológicos de
los que disfrutó el hombre en esas regiones.
En Cuba la arqueología ha recuperado y acumulado evidencias
que al parecer indican la presencia del arco y la flecha en la vida
cotidiana de algunos de sus pobladores tempranos, sin embargo
los investigadores han sido, hasta hoy, muy cautelosos a la hora de
interpretar estas evidencias.
¿Fue el arco y la flecha un instrumento utilizado con frecuencia
en la paleohistoria de Cuba?; ¿Qué grupos humanos dominaron esta
técnica en nuestro país?; ¿De dónde procede y en qué momento llegó
el arco y la flecha a territorio cubano?
En este trabajo, pretendemos hacer un primer acercamiento a la
presencia, al menos en el occidente de Cuba, de un número no despreciable
de grafías rupestres que representan figuras de arqueros,
en un caso, solo portando su arma-herramienta y en otros en plena
faena de caza. Para este fin nos apoyaremos en todas las demás evidencias
tanto artefactuales como etnológicas, las que nos permitirán
responder algunas de las interrogantes que marcaron el objetivo
inicial para este tema de investigación.
LAS REPRESENTACIONES DE ARQUEROS
EN EL DIBUJO RUPESTRE CUBANO
Los sitios que nos ocupan se conocen por los nombres de Solapa del
Arquero o de Cojimar, la Cueva de Las Avispas o Montané y la Cueva
del Toro. Todas se encuentran relativamente cerca unas de otras,
aunque existen entre ellas evidentes diferencias morfo-tecnológicas
en la ejecución del motivo "arquero" en las grafías.
Para este estudio hemos creído oportuno emplear el término
"motivo"2 acuñado por el doctor José Manuel Guarch (1987:67) por
2 "El «motivo)) es una abstracción y, como categoría, corresponde a la idea del hacedor
dentro de la estética del grupo; representa la unidad básica del diseño". (Guarch, 1987,
p. 67); años más tarde Juan Guarch y Lourdes Pérez presentan una monografía donde
adoptan, para los petroglifos, el concepto establecido por el doctor Guarch para el estudio
de las pictografías (Guarch y Pérez, 1994, p. 10).
-163 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
permitirnos representar la unidad básica del diseño como concepto
ideográfico de lo que se pretendió expresar por el hacedor.
Ubicación geográfica de las estaciones rupestres.
SOLAPA DEL ARQUERO O DE COJíMAR,
HABANA DEL ESTE
El internacionalmente conocido poblado de Cojímar, sitio desde el
cual partía cada mañana el inmortal escritor norteamericano Ernest
Hemingway en busca de una buena pesca, nos vuelve ahora a convocar,
pero por motivos muy diferentes.
Ya en la década de los setenta durante las labores de prospección
arqueológicas en la costa norte de La Habana y Mayabeque, desarrolladas
por el Departamento de Arqueología del Instituto de Ciencias
Sociales se tuvo conocimiento de la existencia de una pictografía de
"un hombre con un arco" en una solapa o abrigo rocoso en el poblado
de Cojímar, pero fueron infructuosos los esfuerzos por ubicarla
(Aída Martínez, como per.).
No es hasta iniciado el Tercer M.ilenio que esta pequeña solapa fue
reubicada por los miembros del Grupo de Ecología "Jorge Ramón
Cuevas" de la Sociedad Pronaturaleza, lo cual nos fue notificado por
ellos en el mes de septiembre de 2003.
Esta solapa se encuentra ubicada en la margen occidental del Río
Cojímar en la ladera oriental de la Sierra Urria; esta cavidad es de
escaso desarrollo y presenta una longitud de 10 m de ancho y una
profundidad máxima de 3 m aproximadamente. El puntal alcanza
-164 -

COLECTIVO DE AUTORES
apenas los 6 m por lo que la pictografía se localiza en la pared sobre
un pequeño promontorio en el extremo sur.
CUEVA DE LAS AVISPAS
O MONTANÉ, QUIVICÁN
Esta cueva de unos escasos metros de longitud está formada por una
pequeña colina cuyo piso lo integran las rocas del propio derrumbe
que le dio origen. Esta presenta su mayor desarrollo en el eje este-oeste.
Se localiza cerca del poblado de Quivicán, en Mayabeque y según
reportes consultados, fue visitada por primera vez por el Grupo
Espeleológico José Martí en 1964, momento en el que se reporta el
petroglifo antropomorfo de 0,22 m de altura que se ubica en su pared
sur. Unos meses más tarde vuelve a ser visitada, esta vez por el Espeleo
Club Universitario en el cual participaba el espeleólogo Federico
Sulroca antiguo miembro del espeleogrupo "José Martí"; en ambas
oportunidades fueron entregados informes de exploración, primero
en el Departamento de Antropología de la Academia de Ciencias de
Cuba y en la segunda ocasión en el Museo Antropológico Montané
de la Universidad de La Habana (Tabío, 1970).
Varias décadas después, la gruta es nuevamente visitada por los
arqueólogos del Centro de Antropología y el Grupo Espeleológico
Combate de Moralitos de la Sociedad Espeleológica de Cuba (SEC),
con el objetivo de analizar e intentar definir su filiación cultural
-a lo cual nos referiremos en otro tópico de este trabajo- y a su
definitiva inclusión en el Censo Arqueológico Nacional. También se
procedió a realizar el calco del petroglifo lo que permitió completar
la visión que se poseía de este (La Rosa, 1992).
CUEVA DEL TORO, GUARA,
SAN JOSÉ DE LAS LAJAS
Las Cuevas de La Charca o Guara (El Aguacate, Los Muertos, Los
Matojos o del Plátano, La Jía y del Toro) se localizan a unos escasos
4 km del poblado que les da nombre y a unos 18 km de la costa
-165 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
meridional de la provincia de Mayabeque, en el municipio de San
J osé de Las Lajas.
La cueva presenta varias entradas formadas por cuatro dolinas
de derrumbe. La primera, conocida como Alta, es pequeña y
conduce directamente al Salón de Las Pinturas; la segunda, que
es la mayor, se denomina Principal y divide a la espelunca en dos
sectores comunicados a través de corredores y gateras hasta la cuarta
o de las dos Casas que separa al último salón del anterior; la tercera o
de las Palmas, también de pequeñas dimensiones, se localiza paralela a
las galerías que conducen al final de la gruta.
Por todo lo anteriormente explicado, aún cuando geomorfológicamente
estamos ante la formación de una sola espelunca, coincidimos
con la apreciación del doctor Núñez Jiménez al denominar a cada uno
de los sectores como estaciones rupestres independientes -Cueva de los
Matojos, Cueva de la Jía y Cueva del Toro-- es decir que las dolinas, al
mismo tiempo que delimitan, dan acceso a cada una de las estaciones. 3
Para nosotros lo más trascendente de las pictografías en negro de
estas espeluncas lo constituyen, sin lugar a duda en estos momentos,
las "escenas de caza" que se repiten en dos de ellas -El Toro y El
Aguacate- y en particular el motivo del "arquero" en plena faena
de su actividad cotidiana, como expresión de la responsabilidad
contraída con el colectivo humano al que pertenecía.
El motivo al que hacemos referencia, se localiza en el Salón de
Las Pinturas que agrupa a cinco de ellas. En el mural, aparecen
dos figuras antropomorfas una de las cuales blande en su mano un
arco cuya cuerda parece estar distendida y su otro brazo totalmente
hacia atrás. Esta escena se ha descrito de la siguiente forma al decir
de Arrazcaeta y García "un arquero le lanza su flecha a una posible
ave en vuelo" (Arrazcaeta 4 y García, 1994); por su parte el doctor
Núñez Jiménez en su trascendental obra Cuba: Dibujos rupestres
(1975) señala: "la figura de la izquierda posee un arco, en su brazo
derecho" (Núñez, 1975).
3 Los autores Arrazcaeta y García en su trabajo "Guara: Una región Pictográfica de Cuba"
(1994, p. 23) al referirse a la Cueva de Los Matojos o del Plátano exponen: " ... Ia denominada
Dolina Principal, que divide a la misma en dos sectores que se comunican a
través de corredores y gateras, lo que hizo creer a Núñez Jiménez que los susodichos
sectores eran tres cuevas independientes (Cueva de Los Matojos, de La Jía y del Toro)";
lo cual desde el punto de vista espeleológico es real, pero no inhabilita la propuesta ya
comentada del doctor Núñez Jiménez.
4 Le cabe a este autor el mérito no solo de ser uno de sus descubridores, sino además, de
haber escrito el artículo más completo relacionado con estas interesantes estaciones.
-166 -

COLECTIVO DE AUTORES
OTRAS EVIDENCIAS EN CUBA VINCULADAS
A LA PRESENCIA DEL ARCO Y LA FLECHA
Algunos colegas nos han sugerido que puede parecer innecesario
para el fin propuesto y sus objetivos, nuestro marcado interés por
dejar probado que las culturas aborígenes de Cuba utilizaron el arco
y la flecha. Sin embargo, nada más lejos de nuestra percepción del
problema enfrentado en este trabajo, pues gran parte de la nebulosa
que rodea a la ubicación crono-cultural de los motivos de arqueros
del dibujo rupestre cubano, está dada precisamente por la poca atención
que se le ha prestado a las evidencias que sugieren la presencia
de esta arma-herramienta dentro de la industria aborigen del país.
Es por tanto que, a partir del criterio antes expuesto y atendiendo
a la experiencia internacional, así como basados en la nuestra sería
oportuno dedicarle mayor atención y tiempo al estudio experimental
y traceológico de las "puntas de proyectil" (de impacto, choque o
percusión, de penetración y mixtas)5 de concha y lítica de los grupos
humanos que habitaron las regiones oriental y occidental del país,
con dimensiones que alcanzan escasamente entre los 0,02 y los 0,06
m de longitud, lo que las convierte en especiales candidatas para
"puntas de flechas".
Esta cuestión que puede parecer lógica e incluso estar implícita en
la denominación con que se catalogan "puntas de proyectil", hasta la
fecha no ha sido expresada categóricamente en la generalidad de las
monografías publicadas en el país (Tabio y Rey, 1985; Dacal & Rivero
de la Calle, 1986 y Moreira, 1999).
Por solo citar dos ejemplos, en la importante obra Arqueología
aborigen de Cuba de los destacados investigadores doctores Ramón
5 En nuestro país en la literatura especializada las puntas de proyectil de concha han recibido
la clasificación apuntada según su morfología (Izquierdo y Argüelles 1988, p. 225 y Dacal
1978, p. 26 y 27; 1996, p. 36) y según la tecnología para su producción en Punta: a- de
strombus, b- de percusión de strombus, c- triangular de manto de strombus, d- de manto,
con parte de sutura, de strombus (Dacal 1996, pp. 36 y 38) y de la columela (Izquierdo
y Argüelles 1988, p. 225). En lo que corresponde a la piedra tallada las micropuntas en:
a- simple tipo Canímar, b- doble tipo Canímar, c- microlítica triangular de base recta y
d- microlítica triangular de base cóncava (DacaI1983, p. 51 y Febles 1987, p. 127) y las
puntas en: a- Yaguajay, b- Nibujón, c- Cuba y d- Levallois de la primera serie (Febles 1987,
pp. 58, 59, 72 y 73; Febles et al., 1995, p. 8).
-167 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Daca1 y Manuel Rivero de la Calle (1986), al mencionar las industrias
líticas y de concha de los grupos "pretriba1es y tribales",
se reconoce la presencia de estos útiles instrumentos -las puntas
de proyecti1- en las labores cotidianas y de subsistencia, pero
al mencionar las actividades económicas y en particular la caza
no se hace referencia a las técnicas empleadas omitiéndose así el
posible empleo del arco y flecha:
Como cazadores, recolectores y pescadores, los hombres de esta
etapa capturaban y consumían más o menos las mismas especies
que los preagroalfareros" (Daca1 y Rivero de la Calle, 1986) ...
La industria de la piedra tallada de esta etapa posee gran número
de puntas ... la industria de la concha de estas comunidades está
representada con suficiente amplitud dentro de los sitios por
gubias, puntas ... (Daca1 y Rivero de la Calle, 1986).
Más recientemente, en el excelente texto La Sociedad Comunitaria
de Cuba de la doctora Li1iam Moreira (1999) sucede algo similar
al abordar la temática de los medios empleados para el aprovisionamiento
de alimentos por parte de los grupos antes mencionados:
Los métodos que utilizaron para capturarlas (las aves)6 debieron
ser muy variados: trampas, nudos corredizos, imitación de sus
cantos y otros ingenios del intelecto humano" (Moreira, 1999) ...
Practicaron la caza sistemática de la jutía y de otros roedores,
de iguana y de algunas aves (Moreira, 1999).
La relación de estas "puntas de proyectil" con el uso del arco y la
flecha en nuestro pasado, solo ha sido admitida por los investigadores
Gerardo Izquierdo y Lorenzo Argüelles en su artículo "Los instrumentos
y artefactos de concha en la pesca y la caza del sitio arqueológico Punta
de Macao", aparecido en el Anuario de Arqueología (1988), donde al
comentar la cuantiosa presencia de este importante útil en el yacimiento,
tanto en los niveles de ocupación pretriba1 como tribal, apuntan:
Las puntas llamadas de penetración, dadas sus condiciones aerodinámicas,
resultan igualmente ideales para la caza con arco y flecha, por
ejemplo, de diferentes especies de aves u otros animales terrestres
como la jutía (Izquierdo y Argüelles, 1988).
6 El paréntesis es nuestro.
-168 -

COLECTIVO DE AUTORES
Para más adelante agregar lo siguiente:
Por su forma, consideramos que las puntas debieron ser enmangadas
quizá de una forma determinada o, más bien, engastadas
en varas, astiles, arpones, flechas, mangos, etcétera, con el
objeto de hacerlas más efectivas a la hora de su utilización en
la obtención de cada especie" (Izquierdo y Argüelles, 1988).
En este momento del análisis, y olvidándonos de las evidencias
factuales como las puntas líticas y de concha antes comentadas, nos
parece también oportuno recordar el hallazgo realizado en la primera
década del siglo xx en la Laguna de Malpotón en Pinar del Río. En
el' recorrido que realizara el destacado arqueólogo norteamericano
Mark R. Harrington por ese terfitorio en 1915, recuperó una flecha
de madera:
La única flecha aborigen que vimos en Cuba está igualmente
hallada en el lago. Con una extensión de 3 pies 5,2 pulgadas,
tiene un diámetro máximo de media pulgada y termina en una
punta cónica que presenta vestigios de haber sido alisada ... el resto
de la flecha, que es de una madera dura y negra ... la entalladura
para colocarla en la cuerda del arco es muy ligera y en el extremo
inferior de la fleches apenas si hay lugar para hacer presión con
los dedos (Harrirtgton, 1935).
Según la opinión reconocida de este investigador tanto la flecha
como el resto de los utensilios de madera, así como los artefactos de
piedra recuperados en las lagunas de Malpotón y de Los Indios en
Remates, Pinar del Río, pertenecen a la cultura más primitiva que
ocupó este territorio (Harrington, 1935).

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Sin embargo, este suceso no es el único de su tipo que registra la
arqueología cubana, pues hace unos años fue reportado por el colega
Julio A. Amorin, el hallazgo de una flecha, al parecer aborigen, en
la década del sesenta de la pasada centuria en la Laguna del Tesoro
de la Cienaga de Zapata, Matanzas:
Diversos objetos colectados en zonas de turba o suelos fangosos
que le sirvieron de protección atestiguan: Una flecha de cuaba
de 5 O cm de largo, hallada cuando se construyo la zanja de Venero
Prieto. Una vasija navicular, tres bastones de mando, azagayas
y un cucharoncillo, en la Laguna del Tesoro (Amorin, 2003).
En la arqueología debemos ser muy cautos en nuestros planteamientos
así que tenemos que pisar con pie firme cuando lanzamos
una hipótesis de trabajo, lo cual no está divorciado con la idea de que
se realicen acercamientos a un tema determinado o se analicen un
conjunto de variables, que nos permitan adelantar propuestas y nos
enfrenten al fenómeno estudiado o, como ha sucedido, prefiramos
seguir ignorándolo o reconociéndolo a distancia.
Creemos que en esto radica la posición asumida hasta ahora por
los arqueólogos cubanos, en este sentido, han preferido no adentrarse
en el tema, asumiendo que los cronistas no visitaron prácticamente el
occidente del país y por tanto, los comentarios sobre sus habitantes
son bastante escasos y no se menciona este útil. Por el contrario para
la región oriental, donde estos son más profusos, no existe una sola
mención al herramental que nos ocupa.
Sin embargo, para Cuba, la evidencia está ahí y no debemos seguirla
ignorando después de cuarenta años; resulta interesante que de
las 206 estaciones rupestres reportadas en el país, sea en tres, donde
único se han reportado imágenes que ilustran a un arquero y que
precisamente estén localizadas en las provincias habaneras donde los
elementos aportados por la arqueología también lo sugieren, como
lo hemos comentado, pues fue una región habitada por grupos de
sociedades pretribales que basaban su economía en la apropiación
de la pesca, la caza y la recolección pero, para muchos, supuestamente
carentes de esta importante y eficien'te tecnología.
-170 -

COLECTIVO DE AUTORES
LAS ANTILLAS: EL ARCO Y LA FLECHA
EN LAS CRÓNICAS DE INDIAS
Llama poderosamente la atención el hecho de que los relatos de las
Crónicas ... de los europeos en el primer viaje de descubrimiento, no
mencionen la presencia de este importante útil durapte el recorrido
realizado por las Islas Lucayas o Bahamas -Guanahaní, Turcos y
Caicos, Inagua, etcétera-, el sector oriental del territorio nacional
-Bariay, Baracoa y MaisÍ- y la costa norte de La Española -Isla
Tortuga, Punta Isabélica, Puerto Plata, etcétera - hasta que al llegar' a
la Bahía Escocesa en la Península de Samaná, es reconocido y descrito.
Según Colón y los hombres que lo acompañaban en 1492 al visitar la
zona geográfica que hoy conocemos por las Islas Lucayas, Cuba y la porción
noroccidental de La Española, sus pobladores solamente empleaban
como medios para la defensa las azagayas, hachas de piedra, una especie
de maza y las "macanas" --como una espada de madera dura- que los
registros arqueológicos se han encargado de confirmar con las distintas
evidencias recuperadas.
OC¡:ANO
ATLÁNTICO
Área geográfica ocupada por los grupos culturales que dominaban la técnica
del arco y la flecha en las Antillas según 19S cronistas.
-171 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Aunque desde los primeros encuentros con los nativos que habitaban
las islas al norte de Cuba se hace referencia a las azagayas que
estos portaban,? vamos a referirnos concretamente al comentario
realizado por el Almirante sobre lo que vio en la región de Baracoa
el día 27 de noviembre tal como lo relata en su bitácora:
viniendo así por la costa á la parte del sueste del dicho postrero
río halló una gran población, la mayor que hasta hoy haya
hallado, y vido venir infinita gente á la rivera de la mar dando
grandes voces, todos desnudos con sus azagayas en las manos
(Colón, 1961).
El diario de Colón es muy rico en comentarios y descripciones
relacionadas con la manera en que él percibió la forma de ser y
pensar de los aborígenes que encontró en el primer viaje, así el día
3 de diciembre refiere:
Que diez hombres hagan huir á diez mil: tan cobardes y medrosos
son que no traen armas salvo unas varas, y en el cabo de
ellas un palillo agudo tostado (Colón, 1961).
Sin embargo, como ya hemos apuntado en párrafos anteriores,
resulta interesante que entre los días 13 al 15 de enero de 1493
finalizando el viaje y particularmente durante su estancia en la zona
noreste de Quisqueya (La Española) próxima a la Bahía de Samaná,
poblada por los Ciguayos -según Las Casas- el Almirante comenta
que vieron muchos indígenas con arcos y flechas, algunos de los
cuales fueron intercambiados por la tripulación que lo acompañaba:
Detrás de la cabeza traían penachos de plumas de papagayos
y de otras aves, y cada uno traía su arco. Descendió el indio
en tierra, é hizo que los otros dejasen sus arcos y flechas, y un
pedazo de palo que es como un 8 muy pesado, que traen en lugar
de espada, los cuales después se llegaron á la barca, y la gente de
la barca salió a tierra, y comenzáronles á comprar los arcos y
flechas y las otras armas (Colón, 1961).
7 El sábado 13 de octubre de 1492 comenta cómo llegaron a la playa muchos aborígenes
llevando "ovillos de algodón filado y papagayos, y azagayas" (Colón, 1961 l.
B En el original este espacio permanece vacío.
-172 -

COLECTIVO DE AUTORES
Así el martes 15 de enero compara los arcos de los nativos y describe
la forma y partes que componen las flechas:
Los arcos de aquella gente dizque eran tan grande como los de
Francia é Inglaterra. 9 las flechas son propias como la azagayas
de las otras gentes que hasta allí había visto, que son de los
pimpollos de las cañas cuando son simiente, que quedan muy
derechas y de longura una vara y media, y de dos, y después
ponen al cabo un pedazo de palo agudo de un palmo y medio,
y en cima de este palillo algunos le injieren un diente de pescado
y algunos y los mas le ponen allí yerba, y no tiran como en
otras partes, salvo de una cierta manera que no pueden mucho
ofender (Colón, 1961).
Ya en el segundo viaje la presencia de los arcos y flechas, así
como de "los flecheros", tienen un protagonismo importante en los
sucesos que transcurren entre los días 13 al 18 de noviembre de 1494
en que visitan las Islas de Guadalupe e Islas Vírgenes hasta arribar a
Borinquen (Puerto Rico); por lo que a continuación expondremos
algunas citas a modo de ejemplo:
Con mucha osadía (los Caribes)!O pusieron manos á los arcos,
también las mujeres como los hombres; é digo con mucha osadía
porque ellos no eran mas de cuatro hombres y dos mujeres, é
los nuestros mas de 25, de los cuales firieron dos, al uno dieron
dos flechadas en los pechos é al otro una por el costado (Álvarez
en Portuondo, 1977).
9 Los galeses inventaron el "arco largo" hacia el 1200. Tenía más de 1,80 m de longitud
y disparaba flechas de 0,90 m un hábil arquero podía lanzar una flecha a 230 m y a un
máximo de 300 m. Su gran eficacia lo hacía más ventajoso que la ballesta, el arco largo
podía disparar hasta 10 flechas por minuto. Además, como se podía disparar de perfil,
el número de arqueros podía ser muy grande en una extensión pequeña de terreno. El
tensado del arco largo requería gran fuerza y un gran entrenamiento, ya que se le debía
aplicar una fuerza de 40 a 45 kg para tensarlo. Estos arcos le dieron una gran ventaja a
Inglaterra sobre las otras naciones durante el siglo y medio que siguió, ya que ninguna
otra nación adoptó esta arma.
10 El paréntesis es nuestro.
-173 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
En otra ocasión en la carta dirigida a Jerónimo Annari comentándole
el atribulado segundo viaje Miguel de Cúneo, el navegante
saonés amigo de Colón, apunta:
Además, llevan arcos muy gruesos (Los Caribes), parecidos a
los arcos ingleses. Las cuerdas son de la antedicha hierba, las
flechas son de junco, el hierro es de madera fortísima, hecho a
manera de huso, el cual meten dentro de dicho junco y lo atan
fuertemente, y las plumas son de alas de loro; con esas flechas
logran una gran pasada (De Cúneo ell'Portuondo, 1977).
Por su parte otro destacado cronista Gonzalo Fernández de Oviedo,
en su Historia General y Natural de Las Indias al referirse a los
indígenas que ocupaban la región Noreste de La Española, señala
que los ancestros de los ciguayos procedían de algunas de las "islas
cercanas a los flecheros" (Fernández de Oviedo, 1851).
De particular relevancia resulta la referencia realizada por el
padre Las Casas sobre una ceremonia o festividad que se le dispensó
a Bartolomé Colón por parte del Cacique Behechio -señor
del cacicazgo de Xaraguá y hermano de Anacaona- durante la visita
efectuada a la región centro occidental de La Española, cercana a la
hoy ciudad de Port-au-Prince, al decir:
... tuvieron concertado en la plaza del pueblo hacerle otras
muchas maneras de fiestas, así llevaron al D. Bartolomé Colón
y cristianos a verlas. Estando en ella salen, súbitamente dos
escuadrones de gente armada con sus arcos y flechas, desnudos
empero, y comienzan a escaramuzar entre sí. *
Ante toda esta evidencia hay que dejar establecido que los cronistas
presenciaron y describieron el uso del arco y la flecha en
nuestra región; arco y flecha que como refiere de Cuneo (De Cuneo
en Portuondo 1977), eran de buena y efectiva terminación, lo que
supone un largo proceso de aprendizaje y perfección de esta armaherramienta
dentro de estos grupos culturales.
Para concluir la descripción de todos los elementos que hemos reunido
a favor de que el arco y la flecha fue un arma-herramienta utilizada
con cierta generalidad por los grupos aborígenes de Cuba y las Antillas
* Las Casas: Ob. cit., t. 1, cap. CXIV, p. 456.
-174-

COLECTIVO DE AUTORES
Mayores, baste señalar que la arqueología de la región se ha encargado
de demostrar que el caso cubano no es una individualidad.
También es conocida la evidencia pictográfica que muestra un arquero
en una estación del Parque Nacional del Este en la República
Dominicana, hallada en los años ochenta del siglo xx por el doctor
Abelardo ]iménez Lambertus; lo curioso de este caso, es que al igual
que en la Cueva del Toro, la primera impresión de un observador
es que dicho arquero intenta derribar un ave en vuelo, aunque en
este caso ambas representaciones (arquero y ave) se encuentran dibujadas
en columnas litogenéticas con varios metros de separación y
en planos diferentes lo que nos hace recordar los árboles del bosque.
A partir de la información brindada por los cronistas, procedimos a
la ubicación geográfica tentativa de los grupos humanos portadores
de la tecnología que nos ocupa, para poder analizar sus posibles relaciones
étnicas y así, de este modo, intentar reconstruir la dispersión
geográfica del arco y la flecha en la región.
LA FILIACiÓN CULTURAL DE lAS GRAFíAS:
UNA DIFíCil TAREA
Hasta aquí hemos ilustrado al lector sobre todas las evidencias que
hemos logrado reunir las que de una forma u otra apuntan hacia la
presencia y dominio del arco y la flecha, por alguno o algunos de los
grupos humanos tempranos de nuestro archipiélago; sin embargo,
aun cuando los elementos analizados sust~ntan esta hipótesis, la definición
cultural, origen, establecimiento, evolución y cronología de
los diseños rupestres del motivo arquero; en las condiciones cubanas
sigue siendo una tarea difícil para la interpretación arqueológica.
Aun así, la evaluación de las características estilísticas, morfológicas,
tecnológicas y espaciales del dibujo rupestre referible al motivo
del arquero, pueden ser un vehículo que nos acerque a la realidad
histórica de nuestro pasado, de ahí que, en las próximas líneas, intentaremos
buscar respuestas a esta problemática.
En las tres imágenes asociadas a este motivo, tenemos representaciones
distintas de una misma acción, que es el reflejo de una
economía que utilizaba la caza como una manera complementaria
de propiciar el alimento necesario, aunque también esta depurada
técnica era empleada como medio de defensa ante la presencia de
un agresor foráneo.
-175 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Si bien, como hemos señalado en párrafos anteriores, se reconoce
cada vez más, que desde épocas muy tempranas las sociedades
pretribales habían alcanzado esta invención, también constituyó una
característica básica de las sociedades tribales del tronco lingüístico
aruaco en nuestra propia área geográfica y muy similares -al menos-
a los pobladores de la región oriental del país, sustentadas
en una economía productora de alimentos. Al mismo tiempo, la
etnología ha demostrado que en los grupos tradicionales actuales,
del propio tronco lingüístico, los niños desde edades muy tempranas
se inician en el complejo mundo de los arcos y las flechas; su dominio
les permitirá no solo la caza de una presa en movimiento, sino
la pesca, minimizando el efecto óptico conocido como refracción,
que es producido por el cambio de la visualización del objetivo del
medio aéreo al acuático.
Según hemos podido apreciar, existen algunas similitudes en el
patrón de selección de los espacios donde se ejecutaron los motivos
en las tres estaciones. Las Cuevas del Toro y Las Avispas son de
pequeñas dimensiones y los arqueros se localizan en salones cuyo
desarrollo mayor se produce en el eje Este-Oeste, y accedemos a ellas
directamente a través de una dolina; en ambos casos las imágenes se
encuentran en áreas de penumbra. Por su parte la Solapa de Cojímar
también es pequeña, y alcanza una profundidad de 3 m. El dibujo se
ubica en la pared con orientación al norte permaneciendo iluminado
prácticamente todo el día.
Al realizar el análisis morfo-tecnológico y conceptual de los tres
"arqueros" este nos permite obtener los siguientes elementos: En
primer lugar, llama poderosamente la atención el hecho de que mientras
en la Cueva del Toro "el arquero" ocupa una posición central
dentro de la escena representada, en los otros dos casos, permanece
en solitario como único representante del mensaje que se pretendió
transmitir. ¿Estaremos acaso frente a un marcador de los "espacios
y fronteras territoriales"? Lamentablemente esta será una de las interrogantes
que tendrá que esperar por investigaciones posteriores.
En segundo, la observación detenida de los tres motivos con el ánimo
de analizar morfológica y dimensionalmente a los arcos, tomando
como referente las descripciones de los cronistas y los ejemplares que
de ellos se conservan en las otras áreas del continente vinculadas, nos
permite apuntar que en los tres casos la figura del arco se corresponde
proporcionalmente con la mitad del cuerpo del arquero.
-176 -

COLECTIVO DE AUTORES
En tercero, para dibujar el motivo de la Cueva del Toro se empleó
una tintura,11 en el caso de la Solapa de Cojímar aparentemente se
realizó por aplicación directa del carbón al soporte, sin embargo,
en la Cueva de Las Avispas la figura se ejecutó mediante el rayado de la
pared de la dolina.
y en cuarto, aún cuando todos los motivos están ejecutados de
manera muy esquemática, la forma del primero -siguiendo el mismo
orden del párrafo anterior- es de factura muy simple, sus trazos
son cortos y las extremidades superiores e inferiores se indican por
segmentos de recta donde el arco se presenta de manera simétrica
con líneas curvas o por un óvalo, además de que el hacedor demuestra
no tener preocupación por las proporciones y la imagen parece
descansar de la tensión psicológica que produce la actitud de acecho
a la presa, extendiendo el brazo hacia atrás al romper la inercia. La
ejecución del segundo, muestra mayor dominio de la anatomía humana,
al dejar bien establecidas las articulaciones tanto de los brazos como
de las piernas y también se destacan los ojos y la boca en el rostro,
mientras parece afinar la puntería o se encuentra presto para realizar
el flechazo. Finalmente el tercero alcanza un gran nivel de detalle,
aun cuando utiliza segmentos de recta para la representación. Los
brazos se muestran extendidos a ambos lados del cuerpo y las piernas
abiertas, al mismo tiempo que se indican las manos y los pies -la
mano que sostiene lo que parece ser el arco con flecha, presenta dos
dedos-, dando la impresión de que sostiene tranquilo y sin aparente
preocupación al arco. El rasgo más distintivo de este personaje es,
que a diferencia de las anteriores grafías, presenta en el rostro además
de los ojos y boca, varias marcas que lo hacen singularmente
interesante, detalle que discutiremos más adelante.
Por otra parte, desde el punto de vista de las propuestas cronoculturales
hechas hasta hoy hay que decir que en relación a la Cueva
de las Avispas el doctor Ernesto Tabío, que la da a conocer al mundo
académico, ubica su ejecución en el período precolombino, pero deja
abierta la posibilidad de que sea de origen africano:
Lo más interesante de la cueva es la presencia de un petroglifo, al
parecer aborigen pues tiene ciertas semejanzas con el encontrado
por el Opto. de Antropología de La Academia de Ciencias de
11 Un grupo de muestras de pigmentos de las pictografías de las cuevas de la zona de Guara
fueron sometidas a análisis por microscopía electrónica de barrido, microfluorescencia
de rayos X, saponificación microscópica y cromatografía gaseosa acoplada a un espectrómetro
de gases lo que dio como resultado la presencia de carbón de leña mezclado
con un aglutinante orgánico de origen vegetal (Arrazcaeta y García, 1994, p. 30).
-177 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Cuba, en Maffo, Oriente. Según datos que se han podido reunir
por parte de miembros del grupo (espeleológico) indican que
la zona fue habitada por negros esclavos durante los siglos
XVIII y XIX, por lo que pudiera existir también la posibilidad de
que el petroglifo fuera de origen negroide (Tabío, 1970).
Por su parte, tras la visita efectuada a Las Avispas en la década de
los noventa, la primera opinión del doctor Tabío pierde fuerza y es la
segunda la que parece tener mayor sustentación aunque su autor, al
igual que su predecesor, deja abierta la posibilidad de confirmación
a través de investigaciones más precisas:
Por la técnica y morfología el petroglifo de las Avispas tiene
posibilidades de ser resultado de la obra de un artífice de origen
africano, las tres marcas en el carrillo derecho de la figura
y la presencia de un arco confieren cierto simbolismo a la representación.
De igual forma las evidencias materiales pueden
ser resultado de un refugio de cimarrones. Pero la asociación
definitiva de las evidencias arqueológicas requiere aún de más
amplios estudios (La Rosa, 1992).
Con respecto al planteamiento anterior queremos establecer las
siguientes reflexiones pues, si bien es verdad que los africanos traídos
como esclavos huyeron de las haciendas convirtiéndose en cimarrones
y también lo es el hecho de que existen referencias históricas a que
emplearan el arco y las flechas como medio de protección o vía para
lograr el sustento, evidencia que quedó reflejada en el Legajo 141,
no. 6907 del Real Consulado y Junta de Fomento que se conserva
en el Archivo Nacional de Cuba, donde según La Rosa (1989) se puede
leer lo acontecido con una cuadrilla de cimarrones que operaba en
los montes de Sibanimar, al Este de La Habana:
Cuando el encuentro se produjo (6 de noviembre de 1801),12
los cimarrones salieron corriendo en diferentes direcciones,
mas a uno de ellos los perros lograron darle alcance. El cimarrón
en cuestión logró librarse de las fieras y al enfrentar a sus perseguidores
cayó abatido. Al registrársele, se le encontró: '" un
machete calabozo de cinco cuartos y un cuchillo de punta de los
que prohíbe la ley, seis flechas con su arco, unos chusos se cogieron
de dicho lance este y otro negro cargador de flechas y chusos y
los demás escaparon (La Rosa, 1989).
12 El paréntesis es nuestro.
-178 -

COLECTIVO DE AUTORES
Al mismo tiempo, resulta que ante todos estos elementos, el
análisis detallado del planteamiento del doctor La Rosa (1992) no
es comprensible en todo su alcance, pues no define concretamente
los rasgos a los que se refiere al decir: Por la técnica y morfología el
petroglifo de las Avispas tiene posibilidades de ser resultado de la
obra de un artífice de origen africano ... (La Rosa, 1992).
Si desde el punto de vista tecnológico realizamos una mirada retrospectiva
a los petroglifos realizados por medio de la incisión de
diferentes anchos y profundidades en Cuba, comprobamos que se han
estudiado un total de 56 estaciones en 11 de las 16 provincias del
país, lo que representa que esta técnica está presente en el 28 % de
la gráfica rupestre. Así las cosas, la cual aparece asociada a contextos
precolombinos como en la Caverna de Patana (Gutiérrez, Fernández
y González, 2003: 104), La Cueva de los Petroglifos (Gutiérrez,
2002) y la Cueva de la Cachimba (Arrazcaeta y Navarrete, 2003),
por citar solo algunos ejemplos.
Por otra parte, la morfología del petroglifo de la Cueva de las Avispas
es típica de muchos diseños antropomorfos del dibujo rupestre
cubano y antillano, donde la figura humana se ha representado totalmente
de frente, con las piernas separadas y los brazos extendidos
perpendiculares al cuerpo.
1: f~t+
B e o E F
~ ~ -t..".~\
A G H J K
Diseños antropomorfos con la característica morfológica
de piernas separadas y brazos extendidos perpendiculares
al cuerpo. (A) Cueva de las Avispas, Quivicán y (B) Cuevas
de Guara o de La Charca, San José, Mayabeque; (C) Cueva
Grande de Punta Judas, Sancti Spíritus; (O) Cueva de
Ambrosio, Cárdenas, Matanzas; (E) Cueva de Los Niños,
Sancti Spíritus; (F) Cueva de Matías y (G) Cueva de los
Generales, Sierra de Cubitas, Camagüey; (H) Cuevas de
Guara o de La Charca, San José, Mayabeque; (1) Cueva de
La Virgen, La Habana; (J) El Maffo, Santiago de Cuba y (K)
Cueva del Agua, San José, Mayabeque.
-179 -

11/
Diferentes modelos de Marcas. (A 1) Figurilla aborigen
elaborada en piedra de la colección extraída de Cuba por Mark
Harrington hoy en el Cultural Resources Center del Museo de
los Indigenas Americanos en Smithsonian Institution, Maryland;
(Harrington 1935); (A2) Figurilla aborigen elaborada en piedra
de República Dominicana, Colección Sala de Arte Prehispánico,
Fundación García Arévalo, Santo Domingo, según Arrom (1975);
(A3) Marcas tribales de los africanos según Dechamps (1969).

COLECTIVO DE AUTORES
A nuestro modo de ver en el petroglifo que nos ocupa solo las
marcas en los carrillos o malares dan al mismo alguna singularidad
dentro del contexto rupestrológico cubano; sin embargo de la observación
y análisis minucioso de estas marcas que se aprecian en
ambas mejillas -tres en la derecha y dos en la izquierda- podrían
asumirse tres consideraciones:
• Es una clara evidencia de la pintura corporal empleada por
los aborígenes que poblaron nuestra ínsula lo cual está muy
bien referido en las Crónicas de Indias.
• Son referencias a la pintura corporal de aborígenes de otras tierras
cercanas introducidos en Cuba, lo que como se verá más adelante
esta ampliamente documentado en nuestra historia.
• Son marcas que identifican alguna etnia entre los grupos de
origen africano introducidos en el país para trabajos forzados
en la agricultura.
En este sentido, el poder establecer la filiación cultural de esta
grafía a partir de las marcas presentes en el rostro de este diseño, es
una tarea ardua y difícil, lo que se hace extensible también para los
otros motivos de arqueros, como se podrá constatar al apreciar
las opiniones expresadas por numerosos autores.
Al respecto, hay que decir que entre los hombres y mujeres traídos
forzosamente desde África durante los siglos XVI al XIX, vinieron
varias etnias que tenían por costumbre marcarse el rostro con incisiones
aplicadas a la piel; a diferencia de la tradición aborigen de
lograr el mismo efecto mediante la pintura corporal. Se ha documentado
bastante bien esta tradición para Cuba entre los miembros de
los grupos denominados como congo s loangos, carabalíes, macuás,
minas y lucumíes (Deschamps, 1969). También debemos destacar
que en el arte de la escarificación facial, las marcas tribales tenían
sus particularidades según el grupo cultural.
Si admitimos la posibilidad de que el petroglifo de la Cueva de las
Avispas fuera de factura africana, existen a nuestro entender dos alternativas
posibles; primero que los autores de esos motivos fueran esclavos
africanos en proceso de transculturización y que, como tal, están vinculados
al naciente complejo cultural ''Afrocubano'', por lo que entonces
la representación de la Cueva de las Avispas podría tener relación con
algunas de las deidades de origen africano que conforman la Regla de
-181 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Ocha, entre las que el arco y la flecha tienen determinado papel simbólico
en sus representaciones, como son los casos de:
• Como símbolo de Oshóosí: Esta imagen es la representación
del dios de la caza. Puede estar construida de hierro forjado.
como conservación directa de la herencia cultural yoruba;
pero además se encuentran algunas hechas de acero, madera
o simplemente de la rama de una planta atribuida a la deidad,
en forma de arco, tensada por un cordel, y otra rama recta
atravesada y atada al centro, en forma de flecha; estas últimas
como aporte contemporáneo de la creación popular a la referida
representación simbólica (Guanche y Campos, 2000).
• Como atributo de Eleguá: Se han encontrado aunque de manera
muy escasa, imágenes de arcos y flechas representadas
en una lámina de hierro u hojalata, junto con otras piezas
que lo caracterizan como guerrero. El arco y la flecha van
colocados sobre la estructura cefalomórfica que constituye
la representación del oricha, y sustituye o acompaña a una
pequeña lámina puntiaguda de hierro que se le incrusta comúnmente
en el mismo lugar (Guanche y Campos).
• Como atributo de Oggún: Se coloca una imagen que puede
ser, indistintamente, símbolo de Oshóosí y atributo de Oggún,
por ser un arma de guerra. Aquí, como en el caso anterior, la
misma imagen posee la doble función planteada al principio:
de caza y de guerra. Debe estar construida siempre de hierro,
por ser el metal que se le atribuye a la deidad (oricha herrero,
dios de la forja y la guerra) y se le adosa una cadena, también
de hierro, a manera de larga cuerda, tensada a la flecha o no,
lo cual es un atributo propio de este oricha, pero que se llegó
a emplear en los tres. También cuando el avatar o camino de
la deidad es conocido por Oggún Achibiriquí -el guerrero
-, el arma que lleva en la parte superior es un arco con flecha
(Guanche y Campos, 2000).
• Como atributo de Oyá: Se le atribuye a la diosa dentro
del conjunto de nueve piezas que cuelgan de su corona. En el
presente caso, están construidos en cobre, por ser el metal
atribuido a la deidad, lo que también los diferencia de todas
las demás representaciones, junto con otra variación de tipo
formal. En algunas de estas piezas, la flecha tiende a ondular
hasta convertirse en un pequeño ofidio-serpiente o majá.
Según los informantes, el cambio simbólico se debe a que
este animal se le atribuye a la deidad, que lo emplea como
-182 -

COLECTIVO DE AUTORES
arma de guerra, y al mismo tiempo se relaciona con la forma
cilíndrica y alargada de la flecha, cuya punta fue transformada
en la cabeza del ofidio, y las plumas, en la cola (Guanche y
Campos, 2000).
Sin embargo es muy importante considerar que en estas religiones el
antropomorfismo era y es empleado en muy limitadas deidades y que
generalmente las representaciones de estas se realizaban mediante imágenes
o símbolos de animales, armas o herramientas.
Por otra parte somos de la opinión, conociendo los sistemas de
establecimiento y diseminación de las religiones populares "surgidas"
en nuestro país entre los siglos XVIII y el XIX, que existe poco margen
cronológico para que las representaciones de sus deidades queden
atrapadas en las paredes de una cueva, pues como se ha podido comprobar
en la casi totalidad de los casos, para no pecar de absolutos,
el simbolismo del arco y la flecha, no se representa mediante una
figura antropomorfa si no a través de su símbolo por excelencia: "el
arco cargado con una flecha".
En este sentido, de cumplirse la generalidad de la regla, el mensaje
que el hacedor tenía marcado interés en representar y transmitir con
la imagen de la Cueva de Las Avispas era, sin lugar a duda, a través
del personaje con el arco, al cual le dedicó tiempo y maestría para
resaltar cada detalle de su rostro y extremidades -observemos que
se indican pies y manos, una de las cuales incluso muestra los dedos -
y no así a su herramienta en particular, pues por sus dimensiones y
poco detalle en su ejecución, denota que este se encontraba en un
segundo plano entre las prioridades del ejecutor.
Diferentes atributos con los que se simboliza el arco y la flecha en las culturas
. afrocubanas.
-183 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
En segundo lugar, está la posibilidad de que el petroglifo de la
Cueva de las Avispas fuera ejecutado por esclavos africanos convertidos
en cimarrones y que para algunos investigadores podrían ser
individuos "de los primeros momentos, donde todavía estaba presente
el pensamiento puro africano" (La Rosa, Como Pers.).
En nuestra opinión, el inicio del proceso de transformación de la
cosmovisión y el pensamiento simbólico del africano traído como
esclavo a la América, comenzó desde el momento del encuentro
con los hombres blancos, bien armados, que los transportaban en
enormes navíos desconocidos para ellos, encadenados, dominados
con el arcabuz, el látigo y vendidos en alguna de las Villas de la Cuba
hispana; eventos estos que marcaron profundamente el proceso de
adaptación a su nuevo contexto. En este sentido creemos que esos
"primeros momentos de pensamiento puro" se perdieron quizás en las
costas occidentales del continente africano, quedando como opción
para los primeros cimarrones africanos un mundo lleno de nuevas y
desconcertantes experiencias que influyeron definitivamente en su
pensamiento y actitud ante la vida.
Aun así, hay que reconocer que, para el caso tratado, las escasas
evidencias arqueológicas obtenidas hasta hoy, parecen confirmar el
uso de esta cueva por los cimarrones, ya que en ella se encontraron
pipas de fumar, hormas de azúcar y algunas piedras de chispa (La
Rosa, 1992); pero sin lugar a duda, la Cueva de Las Avispas continúa
esperando por excavaciones arqueológicas extensas que aporten
alguna luz a esta problemática.
Finalmente, para dejar claro que las marcas en los carrillos presentes
en el petroglifo de la Cueva de Las Avispas no pueden ser de
ninguna manera admitidos como marcadores culturales, baste señalar
que para algunas tribus indígenas contemporáneas de Suramérica la
pintura corporal tiene un papel preponderante en los rituales asociados
a la caza, de tal forma que estas se extienden fuera de las fronteras de
los hombres cazadores para formar parte también de los atributos de los
animales que participan de estas faenas como el perro.
Es precisamente, por todo lo anteriormente planteado, que según
nuestro criterio, la opción propuesta por algunos investigadores de
la posible factura africana no está bien sustentada y en la actualidad
a partir de los elementos antes comentados, el petroglifo de la Cueva
de Las Avispas puede ser un fuerte candidato como representación de
los grupos aborígenes. No está de más recordar que no son pocas las
estaciones rupestres en Cuba y fuera de sus fronteras, en las que no se
han rescatado evidencias artefactuales vinculadas a los realizadores.
-184 -

COLECTIVO DE AUTORES
Ejemplar de canino cazador suramericano con pintura facial
similar a la del petroglifo de la Cueva de Las Avispas.
Ahora centraremos nuestra atención en el caso particular de la
Cueva del Toro, en este sitio sucede un hecho similar con la definición
del origen de sus pictografías pues mientras el doctor Núñez ]iménez
asume que son de factura aborigen, no logra definir cronológicamente
su período de ejecución:
... sería de extraordinario interés realizar cuidadosas excavaciones
en las Cuevas de Guara o en sus cercanías para tratar
de descubrir los elementos líticos de la cultura que trazó las
enigmáticas pictografías aquí tan brevemente descritas, no
solo para identificar a sus autores, sino también para lograr el
posible hallazgo de los restos óseos de los animales cazados,
junto a manifestaciones culturales de los grupos aborígenes que
ocuparon estas espeluncas 13 (Núñez, 1975).
Agregando más adelante la siguiente idea: "Cabría también pensar
que los dibujos fueren, si bien aborígenes, posteriores a la conquista
de Cuba por los hispanos ... " (Núñez, 1975).
13 Ya en la década de los ochenta de la pasada centuria en la estación se practicaron algunas
excavaciones arqueológicas en las que participaron los especialistas del Departamento de
Arqueología del Centro de Antropología apoyados por miembros de los grupos de la Sociedad
Espeleológica de Cuba, Combate de Moralitos y Alejandría, que arrojaron al menos dos niveles
con presencia antrópica. El más temprano con evidencias aborígenes y el tardío con elementos
culturales propios de la ocupación por cimarrones de origen africano.
-185 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Por su parte, los investigadores Arrazcaeta y García coinciden con
la filiación aborigen, pero favorecen y refuerzan la propuesta de que
fue realizada durante el período de transculturación, provocada por la
creación de los "Pueblos de Indios". 14 Todo esto apoyado en documentos
históricos de los siglos XVI, XVII Y XVIII que atestiguan que los indígenas de
Guanabacoa ocuparon gran parte del territorio habanero:
Partimos del supuesto de la contemporaneidad cronológica
y cultural de estas pictografías, apoyados en la seguridad que
brinda el argumento estilístico y temático, para atribuirles una
datación probablemente postcolombina, quizás relacionadas
con los aborígenes que fueron concentrados en la reserva de
Guanabacoa o Pueblo de Indios de Guanabacoa (Arrazcaeta y
García, 1994).
Volvemos en este caso a otro planteamiento que deja lagunas en su
definición teórica, pues no se logra comprender en todo su alcance
el planteamiento de Arrazcaeta y García (1994:31), al decir: " .. .la
seguridad que brinda el argumento estilístico y temático, para atribuirles
una datación probablemente postcolombina ... ".
No existe para Cuba una metodología de síntesis detallada, ni
si quiera un presupuesto filosófico seguro que permita establecer
relaciones, y mucho menos definiciones crono-culturales a partir de
criterios estilísticos en el dibujo rupestre, pues estos fueron tratados
históricamente de manera muy superficial en la arqueología cubana
(Gutiérrez y Fernández, 2005).
Si bien los temas representados en la pintura rupestre de las Cuevas
de la Charca son en esencia de escenas de caza, pesca, círculos
concéntricos, etcétera, no comprendemos cómo estos con toda su
variedad pueden ayudar a esclarecer su ubicación crono-cultural; a
no ser que se utilice para tal fin, la controversial opinión de que las
figuras de cuadrúpedos indeterminados presentes en esta localidad
son representaciones de ganado mayor llegado a nuestro país en
épocas postcolombinas.
Ante toda esta realidad, aun lo sugerido por Arrazcaeta y García
(1994, p. 31) es una interesantísima propuesta, a la cual queremos
14 Por acuerdo de la reunión del Ayuntamiento de la Villa de San Cristóbal de La Habana,
efectuada el12 de junio de 1554 se decide agrupar, en Guanabacoa, a todos los aborígenes
que habían sido liberados al ser suprimidas las leyes que amparaban las encomiendas y
su esclavitud; los que hasta ese entonces se encontraban deambulando por la ciudad.
-186 -

COLECTIVO, DE AUTORES
agregar otra posibilidad, también confirmada por documentos históricos,
que acredita el emplazamiento, en La Villa de San Cristóbal de
La Habana, de aborígenes traídos de otras tierras del Nuevo Mundo.
A principios del siglo XVIII y finales del XIX (1725 -1886) llegaron
varios grupos procedentes del norte de Méjico, que eran comercializados
para las labores en la urbe y trabajos en el campo como parte
de la política asumida por la metrópoli de la que también fueron
víctimas los indios yucatecos y campechanos durante las "Guerra
de Castas".
De la "Gran Chichimeca" llegaron del hoy Estado de Chihuahua,
los tarahumaras, los llamados chichimecos, guachinangos y los conocidos
por apaches I5 (1789-1810) (Domínguez y Merrill1992a:3
y 1992b:5), mientras que del actual Estado de Coahuila se importaron
indígenas chizos, cocoyones 16 y apaches (doctor Carlos Manuel
Valdés, Como Per.).
También es conocido que desde las tierras al sur de La Florida
llegaron los Calusa entre 1704 y 1711 17 período durante el cual
eran asediados por los guerreros creek y yamasee que los utilizaban
como" mercancía en el comercio de esclavos con los colonizadores
británicos; así también llegaron en 1763 grupos cristianizados en
las misiones franciscanas del norte de La Florida integrados por
timucuanos, yamasees y guales (Tamayo, 2004).18
15 El término "apaches" no se corresponde con la denominación de ningún grupo cultural
pero fue acuñado por los misioneros franciscanos italianos que se asentaron en la Gran
Chichimeca o Nueva España y proviene de la expresión con que ellos denominaban a los
indígenas que no les daban descanso nocturno por lo cual no tenían paz; estos aborígenes
por el día realizaban sus labores en las misiones y por las noches vestían sus atuendos típicos
y le hacían la guerra a los colonizadores, de ahí la expresión "a paz" (sin paz), "apache"
(Domínguez y Merrill, 1992a, p. 3),
16 Chichimecos: Las culturas chichimecas se desarrollaron en el altiplano potosino, en el
territorio conocido como el Gran Tunal (zacatecos, copuces, guamares, jo naces, huachichiles,
y otros). Tarahumaras: Este grupo habitaba en el suroeste del Estado de Chihuahua
y forman parte del grupo opata-cahita. Chizos: Los chizos probablemente vivieron a lo
largo de la ribera del Río Grande y cerca de donde se une con el Río Concho. Cocoyones:
Indígenas que poblaron la parte oriental de la antigua provincia de la Nueva Vizcaya, hoy
extremo norte del Estado de Durango, también se denominaba "Mapemes".
17 En la primavera de 1711 fueron transportados a San Cristóbal de La Habana unos 270 indígenas
calusa que fueron asentados en las áreas que hoy ocupa la fortaleza de San Carlos de La Cabaña
y que más tarde pasaron a Guanabacoa; a lo largo de todo el siglo XVIII.
18 Calusa: Poderoso grupo pretribal que habitaba al suroeste de La Florida, basaba su economía
en el marisqueo y la pesca; timucuanos: Habitaron el norte de La Florida permaneciendo bajo
dominio español hasta 1760; yamasees: pertenecientes a la rama de la lengua de muskogean
-187 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Históricamente todos y cada uno de los grupos anteriormente
citados han sido reconocidos como guerreros o belicosos que dominaban
con habilidad y destreza la tecnología que nos ocupa; no
podemos olvidar que el conquistador Juan Ponce de León, en 1513,
durante los primeros intentos por conquistar La Florida en busca de
la fuente de la Juventud, murió víctima de la herida propinada por
una flecha envenenada de los cal usas.
Al mismo tiempo, aún cuando fuera real la posibilidad de que estos
grupos foráneos venidos del norte fueran los autores de las grafías
que han centrado nuestra atención en este artículo, nos cuesta mucho
trabajo aceptar que la única evidencia arqueológica dejada por
ellos en el país sean precisamente los tres motivos que nos ocupan
y algunas de las conocidas leyendas de los desmanes causados por
algunos de estos indígenas en los campos del occidente de Cuba y
fundamentalmente en el área comprendida entre La Habana (como
unidad geográfica) y Pinar del Río. 19
No es ocioso recordar que el propio Harrington al analizar la
flecha de la Laguna de Malpotón apuntaba que:
Según la tradición popular los últimos indios del distrito del
Cabo de San Antonio, de los cuales unos pocos sobrevivieron
hasta bien entrado el siglo XIX, fueron expertos arqueros. 20 Se dice
que precisamente los últimos que de ellos quedaban, debieron
su exterminio a su costumbre de matar el ganado de los colonos
con sus flechas (Harrington, 1935).
Desafortunadamente, en la actualidad, no conocemos ninguna
investigación relacionada con el tema y el hecho particular de que
los aborígenes que menciona Harrington sean sobrevivientes de los
pobladores que encontró en Cuba el Almirante, o si eran grupos
aislados de los indígenas traídos de otras tierras del continente como
ya hemos expresado.
del tronco lingüístico Hokan-Siouan, habitaron al sur de Georgia y al norte de La Florida; guales:
habitaron la costa de Georgia permanecieron bajo dominio español hasta 1760.
19 Las leyendas de "Indio Grande e Indio Chico", en alusión directa a las características
físicas de estos aborígenes, podría en alguna medida reforzar nuestra propuesta pues la
estatura es un indicador antropológico para diferenciar los grupos culturales. Recordemos
también al "Indio Bravo", que según la tradición provenía de Pinar de Río, considerado
un diestro arquero que sembró el terror en la jurisdicción de Puerto Príncipe iniciado el siglo XIX
según las crónicas de la época.
20 El resaltado es nuestro.
-188 -

COLECTIVO DE AUTORES
Finalmente debemos exponer que en el sitio Solapa del Arquero de
Cojímar las evidencias arqueológicas apuntan a una ocupación aborigen
pues en superficie solo se aprecian restos de ceniza, crustáceos
y moluscos marinos y del área de manglar vinculados a la cercanía
de su ubicación a la margen del río.
Hasta aquí hemos analizado las posibles opciones para definir la
filiación cultural de los motivos de arqueros en el dibujo rupestre.
De esta exposición se pueden obtener algunos elementos importantes,
en primer lugar las evidencias arqueológicas no han permitido
la definición cultural de alguno de estos diseños, pues en la áreas de
distribución de los mismos han aparecido indistintamente tanto elementos
arqueológicos aborígenes como de la cimarronería africana en
los campos cubanos; en segundo lugar los rasgos morfológicos no han
permitido ninguna vinculación cultural, pues el supuesto indicador
de los trazos en los carrillos presente en el petroglifo de la Cueva de
las Avispas; como se vio con anterioridad, podría representar esta
costumbre tanto en aborígenes como en las etnias africanas.
Al llegar a este punto pensamos que los elementos expuestos coinciden
en apuntar como los ejecutores de tales grafías a los aborígenes
cubanos; pues si bien esto no ha podido ser demostrado, las evidencias
históricas y arqueológicas demuestran que el arco y la flecha fue
un arma-herramienta utilizada por las culturas prehispánicas de Las
Antillas, y para Cuba la abrumadora presencia de puntas de impacto
en todo el espectro indocultural, así como la flecha de la Laguna
de Malponton y la de la Laguna del Tesoro, nos permiten afirmar
que es consecuente admitir que nuestros aborígenes pintaran en las
paredes de sus lugares de culto y refugio al personaje "El Arquero",
el que sin lugar a duda tuvo un importante papel en la econoSlía y
protección de estos grupos.
Los argumentos anteriores toman valor y se contraponen al hecho
real de que aunque existen referencias históricas sobre la presencia
del arco y la flecha en el menaje defensivo d~l cimarronaje africano
en Cuba, la arqueología no ha podido demostrarlo, pues no ha
aparecido hasta ahora ninguna evidencia material que lo confirme.
A pesar de lo anteriormente expuesto y considerar como de factura
aborigen estas grafías, su ubicación cronológica es todavía un
problema a resolver. ¿Qué grupo cultural y en qué etapa del largo
período de ocupación aborigen de nuestro archipiélago fueron ejecutadas
estas grafías? Estas preguntas permanecen sin respuestas,
-189 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
pero guardamos la esperanza de que investigaciones futuras puedan
arrojar alguna claridad sobre este tema.
LEGADO EN PELIGRO
Como es bien conocido, tanto las pictografías como los petroglifos
están sujetos al lógico envejecimiento de sus soportes y de los pigmentos
o aglutinantes, lo que los hace vulnerables con el tiempo, pero sin
lugar a dudas, la experiencia nacional demuestra que la afectación
antrópica, voluntaria o no, es la mayor fuente de las agresiones irreversibles
sufridas por esta manifestación (Fernández, González, 2001)
situación a la que no escapan las tres localidades estudiadas en este
trabajo, por lo que los imprescindibles estudios futuros que aclaren
muchas de las interrogantes que todavía permanecen sin respuestas,
requieren de la urgente necesidad de proteger con efectividad estos
registros rupestres de Cuba en su contexto medio ambiental.
Un hecho de gran preocupación lo constituye la Solapa del Arquero
la cual presenta un importante y acelerado deterioro de su entorno,
lo que ha provocado en pocos años la desaparición casi total de la
pictografía que le da nombre a la localidad.
Otro tipo de agresión a las estaciones rupestres lo constituye el
relleno de las cavidades con piedras, desechos industriales y de las
cosechas, basura doméstica, etcétera, que son retirados de los campos
a roturar y de múltiples actividades realizadas por las empresas
agropecuarias y poblados cercanos, situación que está presente en
el caso de la Cueva Montané o de Las Avispas, lo que ha provocado el
deterioro del petroglifo en cuestión.
Por último, tenemos el caso de la Cueva del Toro donde las inscripciones
pintadas y rayadas por el hombre moderno es el daño más
abundante en esta localidad; esta situación también se aprecia en la
Cueva de Montané o de Las Avispas.
Todo lo anterior demuestra que estamos ante la eminente necesidad
de garantizar la protección y conservación de esas estaciones de
la gráfica rupestre, y aunque todo el legado rupestrológico cubano
debe ser protegido y preservado para las futuras generaciones, los
diseños o motivos que nos ocupan en este trabajo revisten una singular
importancia debido a su papel en el esclarecimiento, análisis y
estudio del nivel de desarrollo tecnológico de los grupos que en las
condiciones de nuestro país, pudieron hacer uso del arco y la flecha
-190 -

COLECTIVO DE AUTORES
como instrumento cotidiano; realidad histórica bastante ignorada
en la reconstrucción arqueológica y etnológica de nuestro pasado.
El deterioro y falta de protección de las estaciones rupestres y las
grafías aquí estudiadas ponen en peligro este legado para futuros
estudios, por lo que se hace imprescindible acometer con urgencia
acciones que garanticen su conservación.
-191 -

LA GUERRA OMITIDA. LA GUERRA DIGNA
José Jiménez Santander*
Durante los cuatro siglos de horrible coloniaje (1515-1898) el gobierno
español no escatimó recursos, esfuerzos, ni una atroz represión
para tapizar de mentiras la verdadera historia de los sucesos ocurridos
en el archipiélago cubano durante lo que se ha dado a llamar
simplemente como: La conquista.
Pero; heconocemos los cubanos de hoy, a esto que en la historia
hemos denominado "la Conquista" como la primera guerra de
los habitantes de Cuba contra la dominación colonial?1 Tuvo todos los
ingredientes: ocupación de territorios bajo fuerza, toma de ciudades
y esclavización de sus habitantes, aplicación del trabajo forzado,
reconcentraciones, persecución y asesinatos de los líderes, matanzas
colectivas, hostigamiento y castigo de los sublevados, destrucción
de la economía, refundación de villas, imposición de la cultura de
los agresores (lengua, religión, costumbres, leyes), manipulación
informativa sobre los sucesos etcétera.
Bajo esta óptica se realizaron cuatro guerras contra la dominación española:
la Guerra Digna: (1511-153?), la Guerra Grande: (1868-1878),
la Guerra Chiquita: (1879-1880), la Guerra Necesaria (1895-1898).
Los cronistas de la época dicen, denuncian, dejan entrever, en ocasiones
se contradicen o se les escapan informaciones sobre la verdad de
* Máster en Conservación del Patrimonio Cultural. Investigador Auxiliar del Instituto Cubano
de Antropologíá.
Felipe de J. Pérez Cruz, en vísperas de la conmemoración del llamado Medio Milenio"de
la llegada de Cristóbal Colón a América, "del encuentro de las Culturas", como se le llamó
en Cuba, abordó este tema, pero su libro y enfoque, quedó sepultado ante la avalancha de
agasajos "hispanoamericanos" y ponencias netamente culturológicas. Ver: Los primeros
rebeldes de América, Editorial Gente Nueva, La Habana, 1988.
-192 -

JOSÉ JIMÉNEZ SANTANDER
los acontecimientos; a pesar de que las obras fueron escritas por los
"vencedores" y de tener que enfrentar la inhumana y nada celestial
censura y represión de la mayoría de los funcionarios del alto clero
católico español, ideólogos y participantes directos, junto con la corte
y la corona española como institución aglutinadora y cabeza visible
del genocidio.
"Hatuey no fue asesinado por no aceptar los dioses
blancos, fue por defender su derecho a la libertad,
y en Caonao no fueron decapitados, las espadas
cortaron por cualquier sitio". (Monumento a Hatuey
en Baracoa).
En todas las obras escritas se evidencian elementos de lo que fue la
Guerra Digna entre los pechos desnudos de los aborígenes y el metal
y la pólvora de los asesinos. Fueron terribles los acontecimientos, pero
heroica la decisión de enfrentar un poder militar hasta ese momento
desconocido por ellos. Las obras españolas, la mayoría de las veces
-193 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
de man.era premeditada y otras de forma ingenua, -cual de las dos
más peligrosas- emplearon vocablos para "fabricar" la imagen de
unos aborígenes como ellos necesitaban que fueran vistos en Europa
para cumplir sus objetivos; comenzando con vocablos idílicos como:
débiles, mansos, pacíficos, humildes; para ir arribando a otros que ya
implicaban menoscabo, y descrédito como cobardes, sumisos, poco
osados, vagos, inconstantes, ingratos, borrachines, viciosos, bestias,
traidores, crueles, desleales, hechiceros [terrible para la Europa de
esa época], incrédulos, impíos.
El maléfico diseño sustentó el sistema de leyes represivas aplicadas
por la corona española en América, todas para "evangelizar y salvar"
estas almas del "infierno" en que vivían y convertirlas al cristianismo;
pero los conversores no creían en el Cristo de Nazareno ni en su
ejemplo ni en su obra. Esta posición española de finales del siglo xv
y principios del XVI, y la actitud asumida por el alto clero católico
no es difícil de comprender en nuestros tiempos, es familiar para
el siglo XXI con gobernantes que "hablan con Dios" y para "salvar"
la democracia internacional contra "el terrorismo" atacan deliberadamente
a otros países y luego desarrollan campañas mediáticas
arrasadoras demostrando lo noble, lo bueno y lo salvadores que son
contra aquellos "bárbaros".
También se conoce muy de cerca las posiciones asumidas por
muchos de los cleros nacionales y el apoyo de Roma a quienes,
nada timoratos, porque si de verdad creyeran en el regreso de Jesús
no lo hicieran, apoyan a las "logias oligárquicas" de América, y los
ejemplos sobran.
PRELUDIOS DE LA INVASiÓN
Los enfrentamientos entre los aborígenes de la isla de Cuba y los
conquistadores españoles no comenzaron en el año 1511 con la mal
llamada fundación de Baracoa; ese año comenzó la invasión militar
y la ocupación; o lo que ellos dieron en llamar -y muchos aun sostienen
en celebrar-, la fundación de las primeras villas.
Muy poca, y muy dispersa, es la documentación que existe sobre
aquella época histórica, restringida a las obras escritas por los Cronistas
de Indias, o diarios, cartas, leyes de algunos de los participantes
en la contienda.
A pesar de la censura institucional, de la autocensura generada por
el miedo, y de la propia ideología conquistadora; estos documentos
-194 -

.JOSÉ .JIMÉNEZ SANTANDER
dejan escapar entre líneas el verdadero motivo de la conquista y los
terribles acontecimientos acaecidos durante aquellos tristes años de
la historia de Cuba.
El propio 28 de octubre de 1492, cuando las tropas conquistadoras
españolas hollaron por primera vez tierra de Cuba, fray Bartolomé
Las Casas, tomó del diario de Cristóbal Colón esta cita: "fue la
gente a la tierra [...] hallaron grandes poblaciones y las casas vacías,
porque eran todos, de miedo de los cristianos, desque vieron los
navíos, huídos".2 Lo que no aclaró Las Casas es que según el propio
Diario de Navegación del Almirante "Surgió dentro, dizque a tiro
de lombarda".3
Conocía Colón muy bien la distancia de un tiro de lombarda, ¿Se
estaba refiriendo solo a la distancia; o la tiraría ese día? Obvio que
debe haberla lanzado, era bueno comenzar ablandando a los habitantes
con un fuego y ruido ensordecedor que amedrentara; surgir
a tiro de lombarda, y además lanzarla para que cayera sobre tierra.
Estr~endos, "canoas gigantes", hombres peludos, con inmensas
naguas y penachos brillantes y sin plumas; ropajes, cascos, disparos.
Más que comprensible la huída.
Un mes más tarde, el 27 de noviembre, se describe el primer enfrentamiento
entre los europeos y los habitantes de Cuba -el primero
en el continente americano-o Reálcese este acontecimiento de la
Historia de Cuba y de América. Es muy digno de conmemoración.
Así de escueto y muy maquillado describió Colón el suceso:
Vido venir infinita gente a la orilla de la mar dando grandes voces,
todos desnudos con sus azagayas en la mano. Deseó hablar
con ellos y amainó las velas, y surgió [ ... ] Los indios hicieron
ademanes de no los dejar saltar en tierra y resistillos. Y viendo
que las barcas se allegaban más a tierra, y que no les había miedo,
se apartaron de la mar. [ ... ] En fin, dieron todos a huir. 4
¿Por qué razón vuelven a huir?; y ya no la comunidad, ahora
los guerreros dispuestos para el combate; si el bueno de Colón no ha
utilizado las lombardas para matar, "Vido venir infinita gente", "dando
voces" "con azagayas en la mano", y cuando las barcas llegaron a tierra
y los "valerosos conquistadores" los que nunca temieron llegaron a la
2 Bartolomé de Las Casas: loc. cit. 1. t. 1, p. 352.
3 Cristóbal Colón: Diario de Navegación, p. 59.
4 Ibíd., p. 87.
-195 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
orilla; los guerreros aborígenes salieron a huir. ¿No huele a rancio?
¿Les recuerda esto a alguien o a algunos en la historia de este propio
siglo XXI?
Pero todavía hubo más. Seis días más tarde, unos kilómetros más
al oriente de aquel puerto se repitieron las acciones, pero aún con
mayor fuerza:
Uno de ellos [de los guerreros aborígenes] se adelantó en el río
junto con la popa de la barca, e hizo una grande plática que el
Almirante no entendía, salvo que los otros indios de cuando en
cuando alzaban las manos al cielo y daban una grande voz. Pensaba
el Almirante que lo aseguraban y que les placía de su venida;
[engreído] pero vido al indio que consigo traía demudarse la cara y
amarillo como la cera, y temblaba mucho, diciendo por señas quel
Almirante se fuese fuera del río que los querían matar, y llegó se
a un cristiano que tenía una ballesta armada, y mostróla a los
indios, y entendió el Almirante que los decía que los matarían
todos, porque aquella ballesta tiraba lejos y mataba. También
tomó una espada y la sacó de la vaina, mostrándosela diciendo
lo mismo, lo cual oído por ellos dieron todos a huir, quedando
todavía temblando el dicho indio de cobardía y poco corazón,
[ ... ] No quiso el Almirante salir del río antes hizo remar en
tierra hacia donde ellos estaban, que eran muy muchos, todos
teñidos de colorado y desnudos como su madre los parió, y
algunos dellos con peñachos en la cabeza y otras plumas, todos
con sus manojos de azagayas. s
Ni Las Casas, ni el rey, ni el propio Colón, debieron haber creído
aquella "heroica" acción de las invencibles tropas españolas, y mucho
menos usted y yo. Lanzarse en una playa, de una tierra desconocida,
donde hay hombres "bárbaros" armados, desnudos, pintados de
rojo hasta los cabellos y en posición de ataque, lo que no cuenta el
Almirante fue ¿qué hizo en realidad para hacerlos huír?; eso a estas
alturas de los acontecimientos no es un secreto. Ya establecido en La
Española, el día de Pascuas le escribía a los reyes:
Y digo que es verdad que es maravilla las cosas de acá y los
pueblos grandes-de esta Isla Española. [Haití y República Dominicana]
Que así la llamé [ ... ] y todos de muy singularísimo
trato amoroso y habla dulce, no como los otros [los de Cuba]
5 ídem.
-196 -

JOSÉ JIMÉNEZ SANTANDER
que parece cuando hablan que amenazan". 6 Pero no relató lo
acontecido; sentiríamos gran placer -si fuera posible-leyendo
la historia contada por el otro bando.
y todo esto aconteció dos décadas antes del comienzo de la invasión,
unido a otros sucesos descritos por Colón durante su segundo
viaje por el sur de la Isla en 1494, y otros muchos que no llegaron a
nosotros, qué pena que no existan obras escritas por los aborígenes;
la historia que contamos hoy fuera diferente.
El comienzo de la colonización en La Española, en 1494 y del
recrudecimiento y desarrollo de importantes acciones de guerra
contra los españoles a finales del siglo xv y las dos primeras décadas
del siglo XVI convirtieron aquella isla en un infierno desolador para
ambas partes; pero vencieron los que contaban con las mejores armas.
Aquellos acontecimientos tuvieron una alta incidencia en la zona
oriental de la isla de Cuba, en Jamaica y en Boriquen.
Muchos grupos de aborígenes de aquella isla atravesaron el Paso de
los Vientos y se establecieron en Cuba, y se reportan casos de arribo
de embarcaciones españolas a las costas de Cuba antes de 1512, la
mayoría de ellas obligadas por tormentas o desperfectos técnicos;
los muy conocidos sucesos de Matanzas, los de Valdivia, y Ojeda,
entre otros, unos fueron recibidos, en otros hubo enfrentamiento.
La bibliografía cubana trata estos hechos con algunas impresiciones,
sobre todo por la utilización y reutilización de citas anteriores que
no remiten a documentos fidedignos.
Los sucesos de Matanzas son tratados como respuesta al error de
que Hatuey había sido el primer rebelde de Cuba, han defendido
con justicia, y con mucho orgullo que el ajusticiamiento de más de
diez conquistadores españoles en su región había sido anterior al
asesinato de Hatuey; y es real, pero vuelven a generar una nueva
errata al plantear que esta había sido la primera acción bélica en la
Isla. Al respecto Las Casas describe:
Queriendo pasar los españoles a la otra parte, metiéronse con los
indios en ciertas canoas, y en medio del lago anegáronlas; como
sabían poco nadar se ahogaron, y con los remos los ayudaron a
salir de esta vida, solas estas dos mujeres, por ser mujeres, conservaron;
siete españoles que supieron nadar salieron a tierra
nadando, con sus espadas, que nunca desmampararon, y salidos
6 Ibíd., p. 126. Los aclarados en corchetes son del autor.
-197 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
del agua fueron a un pueblo, y el Cacique ó señor dél, díjoles
que dejasen las espadas, dejadas, luego de un grande árbol que
se llama ceiba [ ... ] los mandó a ahorcar. 7
Siguiendo la lógica descrita por Las Casas, los aborígenes viraron la
canoa, y una vez en el agua, con los najes [pequeños remos] mataron
a los españoles; y los que llegaron a tierra no tuvieron la posibilidad
de utilizar sus armas, quizás por la cantidad de guerreros que había
ya en tierra y fueron desarmados, obligados a entregar las armas y
ajusticiados, era costumbre entre los aborígenes antillanos no matar
las mujeres e incluirlas en la comunidad.
Una de las páginas Web más visitada en Matanzas se refleja: "El
primer hecho significativo de la historia local sucede en 1510
[ ... ] El hecho adquiere singular relevancia [ ... ] esta temprana acción
rebelde adquiere el mérito de la primacía a la par que, por su repercusión
sangrienta, dio nombre al paraje, MATANZAS";8 volviendo
sobre la' primacía del hecho.
Oswaldo Morales Patiño en su obra La Rebeldía de los indocubanos
en 1946, identifica los hechos de Matanzas como el primer hecho
rebelde en Cuba: "Las primeras noticias sobre conflictos y peleas con
los indios de Cuba se refieren a dos sucesos ocurridos antes de la
conquista y son estos: el naufragio, matanza de españoles y aventuras
de García Mexía y dos mujeres por la costa norte y el naufragio de
Alonso de Ojeda, en Jagua, y su penoso recorrido por la costa sur
hasta Macaca";9 obviando las descripciones de Colón durante los
dos primeros viajes.
Posteriormente, en 1985, Jiménez Pastrana en su obra Guamá,
toma la información de Morales Patiño, pero no lo cita textualmente,
lo parafrasea. "García Mexía, con treinta y seis hombres y dos
mujeres sufrieron penalidades, atacados, por el cacique Yuguacayex
fueron muertos sus compañeros en las orillas de Matanzas y solo
García Mexía y las dos mujeres lograron salvarse".lO Asumiendo
también estos hechos como los primeros.
Lo sucedido con García Mexías y sus confesiones a Narváez y a
Velázquez son confusas y están llenas de inexactitudes, entre ellas
asocia el naufragio con Francisco Pizarro, de quien dice que también
7 Bartolomé de Las Casas: loe. eit. 1, t. IV, p. 31.
8 Página Web http://www.radiohe.cu/espanol/turismo/provineias/matanzas1.htm. 2007.
9 Oswaldo Morales Patiño: La Rebeldía de los Indocubanos, p. 5.
10 Pastrana, Jiménez: Guamá, p. 16.
-198 -

.JOSÉ .JIMÉNEZ SANTANDER
viajaba en ese bergantín,11 y que había perdido la vida, mucho antes
de su conocida historia en el Perú. En la ya mencionada carta de
Diego Velázquez dice:
Ocho ó diez días después que los cristianos llegaron al dicho
pueblo del dicho cacique Yacagüex, se partieron y fueron
calando la tierra y asegurando los indios, é aportaron á
una casa de un cacique principal de la dicha isla, que se dice
Habaguanex, donde estava el cristiano que con las muge res
avia venido de Tierra Firme, que se dice García Mexia, y
sabido por él y por el dicho cacique que los cristianos iban,
los salieron á recibir hasta diez leguas del dicho pueblo,
[ ... ] é los toparon en los montes, ribera de un rio, donde
todos ovieron mucho placer, y despues se fueron al pueblo
del dicho cacique, que es en la costa del Norte, á esperar si
el dicho vergantin parescia. 12
Aún persisten inexactitudes sobre los sitios exactos de habitación
y las áreas de influencias de los mencionados caciques Yaguacayex y
Habaguanex, na actual matanzas; la actual Habana?, pero sin duda
estos acontecimientos se desarrollaron en la zona entre la bahía
de Matanzas y la de El Mariel. El personaje de García Mexias, es
también una incógnita que no hemos podido resolver.
Durante estos mismos años se producen otros desembarcos que
fueron enfrentados por los habitantes de Cuba como los de Valdivia
y Colmerares y Caicedo, descritos por Pedro Mártir de Anglería
para la zona sur de la Isla.
La muerte de Valdivia en tierras cubanas es tratada por Mártir de
Anglería, cuando hace referencia al desembarco de Colmenares y
Caicedo en 1512 13 y deja muy claro que los aborígenes los enfrentaron
y no les permitieron establecerse y como al parecer la carabela
había quedado destrozada y al no poder retirarse los mataron
a todos: "Arribaron a aquella playa [en el sur de Cuba], que había
desembarcado también Valdivia [ ... ] Los habitantes de Cuba, cuando
aportó, le mataron con todos sus compañeros sin dejar uno, y dejaron
11 Ver: Relación de la conquista de Cuba. Carta de Diego Velázquez al rey, en Documentos
para la Historia de Cuba de Hortensia Pichardo.
12 Relación de la conquista de Cuba. Carta de Diego Velázquez al rey, en Documentos para
la Historia de Cuba de Hortensia Pichardo, pp. 69 y 70.
13 Pedro Mártir de Anglería: Ob. cit., p. 132.
-199 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
destrozada en la playa la carabela [ ... ] Por dos isleños que cogieron
supieron la muerte de Valdivia". 14
Ambos recorridos debieron ser por el sur de Cuba, el del Valdivia
y el de Colmerares y Caicedo, porque más adelante el propio Mártir
de Anglería asocia estos sitios con el viaje y naufragio de Ojeda:
"Que había pasado por aquellas costas una vida desdichadísima" .15
El recorrido de Ojeda si está bien descrito por Las Casas, incluyendo
el buen recibimiento que le hicieran en Cueyba, 16 hoy en el sur de la
provincia de Las Tunas o Camagüey.
TRATAMIENTO BIBLIOGRÁFICO
A LA GUERRA DIGNA
Las acciones posteriores a 1512 se han tratado de forma general en la
bibliografía; algunos ejemplos: En la Historia de Cuba de la Dirección
Política de las FAR se expresa: "Algunos meses en las montañas de
Oriente duró la primera fase de la lucha contra la ocupación española.
Los pacíficos indios de Cuba, sin experiencia guerrera, no supieron
aprovechar al máximo el territorio abrupto y la naturaleza salvaje
de los bosques".17
Limita a "algunos meses" lo que denomina "Primera fase" de lucha,
asume la seguidilla de que eran pacíficos, le agrega que "No tenían
experiencias de guerra", quizás para enfrentar armas de fuego y de
metal, pero los guerreros antillanos eran experimentados militares
para su época y su tiempo. Y sí hubo mucho cimarronaje aborigen en
las montañas y los bosques, fue en ellos donde se evitó la extinción.
Un artículo del año 2007 de La ¡iribilla, bajo el nombre de: "La
mayor vergüenza del mundo", es un poco más desafortunado: "Muy
pocos ofrecieron resistencia al régimen de explotación a que fueron
sometidos, resultando el indio Hatuey una excepción entre los
aborígenes, así como aquellos que habitaban en una aldea llamada
Caonao. El destino, tanto de Hatuey como el de los residentes
en la aldea, es muy conocido: Hatuey fue quemado vivo en una
hoguera por no aceptar el dios de los blancos, mientras en Caonao,
en menos de dos horas, fueron decapitados".lH
14 ídem.
15 Ibíd., p. 133.
16 Bartolomé de Las Casas: loe. cit. 1, t. IV, p. 19.
17 Dirección Política de las FAR: Ob. cit., p. 24.
18 Magaly Cabrales: "La mayor vergüenza del Mundo", La Jiribilla, 2007, p. 2.
- 200-

JOSÉ JIMÉNEZ SANTANDER
Si en realidad como se expresa en el artículo, si muy pocos hubieran
ofrecido resistencia, la población aborigen no se hubiera diezmado
en tan poco tiempo, los abusos y la gran represión fueron una represalia
contra la rebeldía, y la posición aborigen de no resistirse a ser
esclavos. El caso de Hatuey y los sucesos de Caonao no fueron una
excepción, fue la norma, cientos de caciques fueron asesinados en
todas las islas del Caribe, incluyendo Cuba, y otras muchas comunidades
eran tomadas y asesinado los guerreros que se enfrentaban,
apresando a los niños, los ancianos y algunas mujeres.
Hatuey no fue asesinado por no aceptar los dioses blancos, fue por
defender su derecho a la libertad, y en Caonao no fueron decapitados,
las espadas cortaron por cualquier sitio.
En su Historia elemental de Cuba, Ramiro Guerra expresó: "Muchos
de ellos [de los indios] cuando podían reunirse con sus mujeres y
sus hijos, se iban a los bosques y se mataban todos juntos, ahorcándose
en los árboles, para no sufrir tanta,s calamidades",i9
El suicidio en estas comunidades no puede juzgarse como un acto de
cobardía, en su cultura era pasar de un estado material a uno espiritual
ambos muy cercanos, incluso pudiera evaluarse como una manera de
rebeldía; muchas comunidades se suicidaban de manera colectiva.
Esta es una acertada cita de Ramiro Guerra: "Las luchas que
entonces se comenzaron con los indios durante cerca de 20 años,
porque aun los conquistadores los vencían, ellos volvían a sublevarse
de nuevo, cada vez que tenían una oportunidad favorable".20
En la obra: Baracoa, apuntes para su historia, se reconoce la figura
del héroe como el centro de la sublevación, se ignora la rebeldía en
toda la Isla, y se toma el asesinato de Hatuey como el más importante
hecho de los enfrentamientos, como si fuera la última gran
batalla donde se perdió la independencia y lo que él llama "la raza
india", cuando en un párrafo absolutamente desafortunado expone:
"La hoguera que consumió al cacique Hatuey, fue el ara sangrienta
donde pereció sacrificada la libertad y la existencia de la raza india
en Cuba. Muerto el héroe [ .. ,] se allanó la provincia de Maisí y las
otras confinantes, sin que hubiese nadie que osase hacer rostro, antes
muchos voluntariamente iban a obedecer",2I
19 Ramiro Guerra: Ob. cit., p. 35.
20 Ibíd., p. 65.
21 José Ignacio Castro. Baracoa. Apuntes para su historia, p. 35.
- 201 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Estatua de Guamá, ubicada en La Punta, Baracoa.
El Cacique Guamá no aparece referenciado en ninguna de las
Crónicas de Indias, solo en escasos documentos de la época citados
por Juan Jiménez Pastrana, por su importancia para esclarecer este
período se le dedicaran unas líneas.
Los medios de difusión masiva han tenido mucha más incidencia
en vincular a Guamá con acciones de guerra que la propia bibliografía,
se ha llegado tan lejos como para publicar, sin ningún sostén
científico, que han aparecido los restos mortales de Guamá, y que
se exponen en un museo en Baracoa,22 o como traerlo hasta Bayamo
en 1522 "Otras sublevaciones notables: la de Guamá, que rozó la
región de Bayamo después de 1522",23
Las informaciones en el libro de Jiménez Pastrana sobre Guamá
son muy escasas y hacen referencia solamente a que los que viven
en aquella villa, que debe ser Baracoa, corren mucho riesgo porque
"él" estaba alzado allí, o protestando porque se le iban los indios
y que ellos suponían, no estaban ni seguros, se unían a Guamá, u
orientando que una vez apresado sus bienes fueran subastados; estas
son las citas: "Los que viven en la dicha villa corren mucho riesgo
[",] viendo que aquel [debe ser Guamá] esta allí alzado e revelado e
22 Ariel Soler: "Museo en la caverna", en Venceremos, Guantánamo, 16 de diciembre de
2007.
23 Osviel Castro Medel y Aldo Naranjo: "Ciudad india y rebelde", en La Demajagua, Sayama,
16 de diciembre de 2007.
-202-

..JOSÉ ..JIMÉNEZ SANTANDER
no van en seguimiento suyo". 24 "Cada día, vemos que se nos van e no los
hallamos e creemos que se juntan con el dicho guama [sin tilde]".25
"Que lo que se tomare del dicho guama e los que con estan se venda
en almoneda". 26
Más adelante, en un documento del Archivo Nacional que -según
jiménez Pastrana- se hace referencia a que es el propio hermano de
Guamá quien lo mata; pero el fragmento de cita que toma no respalda
sus afirmaciones: ''A trayción [¿Quien?] con un hacha estando durmiendo
[¿quien estaba durmiendo?] e que ansy fue publico entre los
yndios del dicho Rancho [¿Qué rancho?] e que el dicho ha andado
con el dicho Fernando de guama [¿Quién es Fernando de Guama?]
fasta agora a que se llama guamayry (guamayry está enmendado)
que agora capitán de los otros cimarrones e que sto es la verdad" Y
y finalmente habla de una supuesta mujer [con categoría de esposa]
que Guamá había arrebatado matando a su antiguo "esposo" ; uno
de sus seguidores; y esta es la cita que aporta: "E que la llevó un
yndio que se desya aloncico que hera de JUan de madroña marido de
esta dicha yndia e que al dicho marido lo mato el dicho guama por
amor de ella por tomalla para sy e que después de muerto el dicho
alonsyco la tomo mujer el dicho guama e la tuvo en su poder fasta
que se murio e que esta es la verdad". 28
Se aportan otros elementos que se hacen insostenibles si no se
referencian como que "En el año 1525 Guamá atacó repetidamente
a los colonos causando la muerte de algunos y la de muchos indios
de paz",29 o este otro: "Guamá tuvo conexiones muy positivas con
los alzamientos de indios que surgieron en varios lugares de la isla,
durante los años 1527 y 1530",30 o que ''Así, pues, en el año 1522, el
joven cacique de Baracoa".J1 ¿Por qué 1522?, aquí se le incrementa
lo de joven, y se sostiene lo de cacique.
24 Archivo Nacional. Archivo General de Indias. Caja 56, signatura 636, en Guamá, ob. cit.
25 ídem.
26 Archivo Nacional. Archivo General de Indias. Si mancas. Secular 5-1-4. Academia de la
Historia de Cuba, caja 31, signatura 298, en Juan Jiménez Pastrana: ab. cit., p. 33.
27 Archivo Nacional. Academia de la Historia de Cuba, Caja 29, signatura 233, en Juan
Jiménez Pastrana: ab. cit., p. 36.
28 ídem.
29 Juan Jiménez Pastrana: ab. cit., p. 26.
30 Ibíd., p. 28.
31 Ibíd., p. 23.
- 203-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Se plantea además, sin referenciar que: "En febrero de 1532, un
grupo de colonos se lamentaba de la ineficacia de sus cuadrillas ante
la ágil y certera acometividad de Guamá".32
Durante toda la obra se realizan asociaciones de hechos, e interpretaciones
que al no estar sustentadas sobre una base documental,
se hacen insostenibles como que: "Guamá fue un cacique taíno";33
no se sabe si fue cacique, quizás fue un indio que se puso al frente de
los alzados, pero que nunca había sido cacique antes de la conquista.
No existen referencias para decir que Guamá era un "cacique taíno"
Se abusa de peligrosas inferencias como "tal vez",34 "No sabemos si en
conexión o no con ... ",35 Y así juega con lo documentado y lo supuesto.
En Los Aborígenes de Bayamo, Ángel Lago expresa: "Guamá, el
más activo de los caciques rebeldes, se mantuvo combatiendo en la
región de Baracoa. Con la muerte de Guamá, en 1532, concluye
la primera serie de insurrecciones aborígenes". 36 En este hace referencia
al artículo de Jorge Ibarra: Aproximaciones a Clío, pero no
deslinda lo que es de él o de Jorge Ibarra.
Ramiro Guerra lo lleva a la conducción nacional de un supuesto
movimiento insurreccionaP7 y Eduardo Torres Cuevas en Historia
de Cuba le asigna una resistencia efectiva hasta 1503. 38
LA ALEVOSA MATANZA DE CAONAO
Uno de los hechos más tristes de la Guerra, de entre lo conocidos,
realizados por los llamados "conquistadores" en Cuba se realizó en
las márgenes del extenso río Caonao; que hoy divide las actuales
provincias de Camagüey y Ciego de Ávila (DPA, 1976).
En un sitio que el padre Fray Bartolomé de Las Casas definió
como "Un pueblo grande llamado el Caonao [ ... ] donde se hallo
mucha gente que tenían aparejada mucha comida [ ... ] tenían junto
32 Ibíd., p. 29.
33 Ibíd., p. 23.
34 Ver Guamá de Juan Jiménez Pastrana, pp. 23 Y 28.
35 Juan Jiménez Pastrana: ob. cit., p. 26.
36 Ángel Lago: Los aborígenes de Bayamo, p. 23.
37 Ramiro Guerra: ob. cit., p. 65.
38 Eduardo Torres-Cuevas: ob. cit., p. 67.
-204-

JOSÉ JIMÉNEZ SANTANDER
un gran río y también cerca la mar".39 Así describe el fraile los hechos
acontecidos:
Estaban en una plazuela, obra de 2 000 indios, todos sentados
en coclillas, porque así lo tienen todos de costumbre, [ ... ] súbitamente
saco un español su espada, en quien se creyó que se le
revistió el diablo, y luego todos ciento sus espadas, y comienzan
a desbarrigar y acuchillar y matar de aquellas ovejas y corderos,
hombres y mujeres, ninos y viejos, que estaban sentados,
descuidados, mirando las yeguas y los españoles, pasmados, y
dentro de dos credos no queda hombre vivo de todos cuantos
alii estaban". Entran en la gran casa, que junto estaba, [ ... ] y
comienzan lo mismo a matar a cuchilladas y estocadas cuantos
allí hallaron, que iba el arroyo, de la sangre y como si hobieran
muerto muchas vacas. 40
Una vez culminado el asesinato en masas pregunta al padre el "benemérito
asesino" Pánfilo de Narváez: "¿Que parece a vuestra merced
destos nuestro españoles, que han hecho?"41 y el clérigo respondió:
"Viendo ante sí tantos hechos pedazos, de caso tan cruel muy turbado:
que os ofrezco a vos y a ellos al diablo".42 Más adelante define
a Narváez como el máximo responsable de lo ocurrido; y escribe:
"Estaba el descuidado Narváez siempre viendo hacer la matanza, sin
decir, ni hacer, ni moverse más que si fuera un mármol, porque si él
quisiera, estando a caballo, y una lanza en las manos, como estaba,
pudiera estorbar los españoles que diez personas no mataran".43
Hasta el momento no ha podido identificarse el sitio donde estuvo
asentado aquel pueblo de Caonao, algunos historiadores lo asocian
con el actual Caonao ubicado en el municipio de Esmeralda, en
Camagüey, algo que creo poco probable. Estimo, aun sin elementos
sólidos, que el sitio debió estar mucho más hacia el interior de la
actual provincia de Camagüey siguiendo el curso del propio río,
quizás a la altura de la confluencia de los ríos Caonao y Plátano en
los límites de Florida y Carlos Manuel de Céspedes; todo esto considerando
un sitio más cercano a Cueyba.
39 Bartolomé de Las Casas: Historia de las Indias, t. IV, p. 22.
40 ídem.
41 ídem.
42 ídem.
43 ídem.
-205 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
44 Bartolomé de Las Casas: loc. cito 1, t. IV, p. 326.
45 Ibíd., t. 111, p. 326.
46 Ibíd., t. 111, p. 73.
47 Bartolomé de Las Casas: loc. cito 1, t. 111. p. 79.
La guerra fúe cruenta, en 1516, en plena guerra afirma Las Casas
"No olvidaban los españoles que tenían cargo de consumir la gente
[ ... ] de la isla de Cuba, de procurar ir a despoblar otrás comarcas y
lejanas, [ ... ] se les iban muriendo los que allí oprimían". 44
El tratamiento español con los prisioneros reconcentrados -léase
encomendados-- fue tan inhumano y horrible como no lo sufrió
pueblo alguno jamás así lo describió ese observador: "Tratábanlos
[ ... ] [de] modo tan inhumano, que no parescía sino que eran los
ministros del infierno [ ... ] Dábanles de palos o varazos, de bofetadas,
de azotes, de puntilladas, nunca oyendo dellos otra más dulce palabra
que perros [ ... ] sin resollar sufrían, y con tener por cierto que nunca
dellos habían de salir, sino en ello de morir, como veían que sus vecinos
y compañeros morían". 45
Cientos de citas en crónicas y documentos sobre los hechos acaecidos
en los enfrentamientos entre 1492 y 1530 en todo el Caribe,
y en Cuba a partir de 1412, conmueven el alma, y muestran cómo
aprovechando la desmedida superioridad militar, los conquistadores
impusieron en cada disparo, en cada espada, e incluso en cada cruz,
el furor satánico, la crueldad, el rencor y odio desmedido contra
hombres y mujeres cuyo único delito fue negarse a ser esclavo, a
trabajar, o a ser más productivo, y luchar cada día por su libertad.
Téngase por seguro que un pueblo dócil, manso, cobarde no asume
esta posición, y entonces los conquistadores los hubieran esclavizado y
exigido cada vez más, sin necesidad de exterminar su cultura. Tengamos
el convencimiento de que no tenían vocación de esclavos.
Estas son algunas descripciones sobre lo sucedido directamente en
Cuba; "Los hacía amarrar a un poste [ ... ] y dábales tantos de azote y
tan crueles [ ... ] hasta que por muchas partes le reventaba la sangre
y lo dejaban por muerto";46 "Cuando algunas veces los dejaban ir
a su tierra [ ... ] no hallaban vivas a sus mujeres ni hijos, ni hacienda
alguna de que comiecen". 47
En las cacerías de aborígenes -manadas para ellos- en comunidades
alejadas de las villas españolas mataban a todos los que se
resistían o intentaban huir, los perros entrenados hacían su parte, y
mataban -como buena cacería- a quienes se les antojaba o a los
ancianos que no le sirvieran para el trabajo, o a los niños que impe-
-206-

JOSÉ JIMÉNEZ SANTANDER
dían el fácil regreso de su madre. He aquí una descripción realizada
para Cuba: "Y donde quiera que hallaban manada de indios, luego,
como daban en ellos, mataban hombres y mujeres, y [ ... ] niños, a
estocadas y cuchilladas, los que se le antojaba". 48
Gonzalo Fernández de Oviedo, fiel servidor, y servil personaje de
la conquista, entre veneno y veneno se le van detalles del genocidio,
él achaca la exuberante cantidad de aborígenes muertos a dos causas,
en primer lugar a las enfermedades,49 y la otra, desde su posición de
confundir a los conquistadores por dioses expresó: "E así los ha cuasi
acabado Dios, por sus vicios e delitos e idolatría". 50 Para Oviedo, los
españoles hicieron en América la obra de Dios.
En 1525, este gran señor lanza un llamado a la conciencia para
que "esté sobre aviso para tratar como a prójimos"51 al que "indios
tuviere", porque ya casi no quedan indios en todo el Caribe isleño,
él mismo lo reconoce cuando dice: "Poco hay que hacer en esta isla
y en las de SanctJuan [Borinquén], e Cuba, e Jamaica".52 ¿Por qué, si
lo que había exterminado a los aborígenes eran las enfermedades, ahora
estaba apelando a la conciencia y a que sean tratados como prójimos?
Las armas de combate más poderosas utilizadas por España en la
guerra, estuvieron encabezadas por la utilización de la pólvora, las armas
de fuego, la espada, el cuchillo y la ballesta, así como la protección
directa con la utilización de cascos, escudos y petos. Se emplearon
además con mucha frecuencia y efectividad los perros y los caballos.
Barcos artillados, utilización de técnicas de construcción avanzadas
para la fabricación de las fortalezas, utilización de grilletes etcétera.
Las armas empleadas por los aborígenes en Cuba eran la lanza, el
arco y la flecha, macanas, hicos o cordeles, piedras, utilizaban además
las canoas para el traslado y los guamos para avisos.
La guerra resultó desigual en extremo, en detrimento de los que
portaban las armas menos ofensivas; pero el elemento vital para su
desenlace fue la inexistencia de un sentimiento de unidad contra un
enemigo común que a la larga los afectaría a todos por igual.
La corona española no se enfrentó a un país, sino a un alargado
territorio fraccionado en pequeñas tribus y cacicazgos independientes
o con una alta independencia; y célula a célula, desde oriente hasta
occidente, fue necrosando el sistema tribal de la Isla.
48 Bartolomé de Las Casas, t. IV, p. 2.
49 Ver: Gonzalo Fernández de Oviedo, Historia general y natural de las Indias, t. 1, p. 68.
50 Gonzalo Fernández de Oviedo: ob. cit., t. 11, p. 116.
51 Ibíd., t. 1, p. 68.
52 ídem. Las aclaraciones son del autor.
-207 -

Los INDOAMERICANOS EN C UBA. E STUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
El arqueólogo doctor José Manuel Guarch
Amriscal Guarch con una azagaya localizada
en una cueva de la región de Baracoa,
Guantánamo, Cuba.
Hacha lítica, Demajayabo.
- 208 -

JOSÉ JIMÉN EZ SANTANDER
Hacha petaloide. Guamá.
Una vez tomado el territorio, sus habitantes fueron arrancados de
sus milenarias zonas de hábitat y concentrados y obligados a trabajar
en cárceles a las que los ocupantes dieron en llamar encomiendas.
Terminadas las acciones bélicas de conquista, tomado todo el territorio
de la Isla, empleando los métodos menos ortodoxos, desde el
cristianismo hasta el fascismo, el colonialismo español casi extermina
la población de Cuba y sus cayos, pero nunca pudo doblegar la rebeldía
aborigen; en las profundidades de los montes, en los lugares
más intrincados de nuestras sierras, se refugiaron aquellos primeros
rebeldes.
-209 -

CASIGUAYA
Jesús Orta Ruíz*
La memoria histórica ha rescatado en leyendas y relatos numerosas
descripciones de la resistencia que protagonizaron muchos de nuestros
aborígenes frente a la guerra de rapiña de la corona española.
Cuentan que Casiguaya, compañera del cacique Guamá, continuó
en resistencia después de morir el cacique rebelde. Hecha prisionera
por los conquistadores, fue condenada junto con otras cuatro indígenas
a la horca. Cuando se fue a ejecutar la sentencia, Casiguaya
le propuso al padre fray Pedro Trujillo que oficiaba en la ejecución,
que si le permitían abrazar y besar a su hija, ella renunciaría a sus
dioses y aceptaría al dios de los cristianos.
Al recibir a su hija entre sus brazos, Casiguaya se reclinó sobre su
cuerpo, colocó ambas manos sobre la cabeza de la niña y atrayéndola
sobre su pecho, la abrazó hasta ahogarla. Se puso entonces de pie
con su hija inmolada, y lanzó un grito de dolor y coraje, arrojando
al padre Trillo el crucifijo al rostro, y precipitándose a la horca
mientras exclamaba retadora: "iMalditos, ni la hija, ni la esposa de
Guamá serán jamás esclavas!". Cuentan que frente a sus verdugos
estupefactos, ella misma se colocó la cuerda y se dejó caer, y que
el cuerpo columpiándose en el espasmo de la muerte, aún batalló
* Introducción de Felipe J. Pérez Cruz.
- 210-

JESÚS DRTA Ruíz
acusadoramente. Inmortalizada en los versos del poeta Jesús Orta
Ruiz, el Indio Naborí, ha quedado la imagen de aquella mujer que:
Flor de Guamá, Casiguaya,
cuando muere su Guamá
empuña el arco y se va
por el monte y por la playa.
Lanza piedras, no desmaya,
parece agresiva estrella.
Dijérase una centella
sobre la inmensa rapiña
y trinchera de la niña
desnuda que va con ella.
Al fin presa es la serrana
por los hombres de arcabuz
y un cura le da una cruz
para que muera cristiana.
Toma la cruz la antillana
y esto se le oye decir:
"Solo me han de convertir
a los ritos del altar
si me dejan abrazar
a mi pequeña y morir".
Antes del crimen nefando,
le admitieron que abrazara
a su niña, que en la cara
mostraba un Guamá peleando.
La madre la fue apretando
hasta matarla de amor,
y gritó, bella de horror:
"iNi Guamá, ni su mujer,
ni su niña ... podrán ser
esclavos del invasor!"
Lanzó la cruz con bravura
de pantera estremecida,
y la cruz hizo una herida
sobre la frente del cura.
Luego, heroicamente pura,
matadme, dijo a la hispana
- 211 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
turba, que manchó de grana
la esmeralda de su Antilla,
iy de tan brava semilla
viene la mujer cubana!
JESÚS ORTA RUIZ
(El Indio Naborí)
Cortesía del Museo Amazónico de Lima, Perú.
- 212-

VILLA SAN SALVADOR. LOS TITUBEOS
DE DIEGO VELÁZQUEZ
Ludín B. Fonseca García*
Se atribuye racionalidad -que carece de fundamentación por la
historiografía- a los colonizadores hispanos en la determinación
del lugar -en la provincia del Guacanayabo- donde se fundó,
en noviembre de 1513, la segunda villa cubana, San Salvador y
desarrollar allí la producción de mercancías que abastecieran las
expediciones colonialistas continentales. Las dudas y el apremio de
tiempo incidieron de manera directa en que el Adelantado Diego
Velázquez escogiera un espacio carente de condiciones, lo cual fue
-a la larga- causa directa para abandonar el sitio fundacional. Sus
moradores se trasladaron hacia Bayamo, Santiago de Cuba u otros
lares, y la comunidad de Bayamo, en proceso de transculturación
desde 1512, asumió la vacante. La villa San Salvador del Bayamo
surgió en el segundo semestre de 1515 como nueva estructura
político-administrativa con características económicas y sociales
diferentes a su predecesora.
En 1512, Velázquez envió una carta al rey desde Baracoa, donde
solicitaba autorización para legitimar la distribución de aborígenes
y tierras, y señalaba un punto de contacto, en Guacanayabo, hacia
donde debían dirigirse las naves, con la aprobación o negativa. No le
quedaban alternativas, el lugar de referencia tenía que constituir un
nuevo espacio ocupado en la Isla, si quería convencer al monarca de
lo importante de sus gestiones y la necesidad de las autorizaciones.
* Máster en Historia. Historiador de la ciudad de Bayamo.
- 213-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Decidió que el emplazamiento estuviera ubicado en un territorio
conocido exhaustivamente, en detrimento de otras porciones.
ídolo de Bayamo. Museo Antropológico Montané.
Es notorio que Velázquez se vio carente de tiempo por la celeridad
con que trascurrían los acontecimientos, desde finales de septiembre
e inicios de octubre de 1513. En esta fecha debió conocer que las
naves se dirigían a Guacanayabo. El 4 de octubre partió desde Baracoa,
por la costa norte, y en desplazamiento ininterrumpido pasó
por Baní, Baraxagua, Guaunaya y Maizí. A finales de octubre estaba
en Bayamo, -se desconoce el tiempo que pernoctó- ya principios
de noviembre fundó la villa San Salvador. 1
Se ha aceptado tradicionalmente el 5 de noviembre como el día de fundación de la villa San
Salvador. Diego Velázquez nunca lo definió. No caben dudas de que el hecho ocurrió en la
primera quincena del mes de noviembre. En la actualidad las celebraciones fundacionales para
las primeras siete villas han tomado como fecha el día del onomástico de la villa. En el caso de
San Salvador es improcedente, porque la fecha escogida no se relaciona con su onomástico.
Su denominación fue resultado de un hecho político, no por una vocación festiva religiosa. Se
debe a un historiador la institucionalización de la fecha de fundación de la segunda villa cubana.
Para ampliar sobre la fecha de fundación. Roberto Mateizán: Cuba pintoresca y sentimental,
- 214-

LuoíN B. FONSECA GARCIA
La incertidumbre hizo que el Adelantado valorara dos propuestas
desde que "llegó á la provincia del Bayamo porque tenía pensamiento
de asentar un pueblo en ella ó en la del Guacanayabo'? La vacilación
de Velázquez se debió al beneficio que la fundación en una u
otra zona podía ofrecer al proceso colonizador. En ambas regiones
había residido en 1512. En Guacanayabo durante la captura del
cacique Hatuey, lugar donde, finalmente, lo quemó. En Bayamo en
el momento en que los aborígenes se sublevaron como respuesta al
suplicio. Aplacadas las rebeliones privilegió la zona del Cauto, en
detrimento de Guacanayabo, para iniciar el proceso de ocupación
del espacio. Cuando retorna a Bayamo, en 1513, pudo constatar
los beneficios que había reportado la utilización de la mano de obra
aborigen y el repartimiento de tierras.
Agricultura.
Tipografía Arroyo y Hermanos, Santiago de Cuba, 1935, t. 1, p. 221, quien escribió: "La villa de
San Salvador fue fundada el 5 de noviembre de 1513".
2 Hortensia Pichardo Viñals: Documentos para la Historia de Cuba, Editorial de Ciencias
Sociales, La Habana, 1973, t. 1, p. 70.
- 215-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
En 1513, Bayamo poseía mejores condiciones económicas para
fomentar una villa, pero estaba muy alejado de la costa. Esta condición
fue definitoria para excluirlo como lugar de emplazamiento,
pero aquí el Adelantado recibió las provisiones de repartidor de
tierras y aborígenes. La villa San Salvador se fundó finalmente en
un lugar indefinido de la provincia del Guacanayabo. Desde este
momento alternó su presencia entre "[ ... ] las provincias de Bayamo
y del Guacanayabo [donde] se detuvo algunos días, proveyendo cosas
necesarias al servicio de vuestra Magestad, e faciendo sacar los tres
lados de las mercedes que v.A. á él y a la isla hizo". 3
En diciembre partió para continuar el proceso fundacional de las
restantes cinco villas cubanas. San Salvador se convirtió en el segundo
espacio ocupado por los colonizadores hispanos y coexistió, junto con
la provincia (o cacicazgo) de Bayamo como núcleo poblacional. Se
fundó en un paraje distante de los núcleos poblacionales aborígenes.
Con esta determinación Velázquez evitaba fricciones. 4
Este campamento militar era una base de operaciones, estaba aislado
y tenía condiciones defensivas, porque no conocían el tiempo que
duraría el acantonamiento y cuál sería la respuesta de los aborígenes
ante su presencia. Poseía acceso al mar para recibir avituallamiento
y controlar puntos en la costa, impidiendo que el cacique Hatuey
"yéndose huyendo desta isla a aquélla por salvar la vida de muerte
y persecución tan horrible, cruel y tiránica". s
Los residentes en esta base de operaciones iniciaron un proceso de
contacto indo-hispánico; esto les permitiría conocer la ubicación
de Hatuey y obtener productos alimenticios. Esta relación quedó
interrumpida después del suplicio, cuando abandonaron el lugar.
3 Hortensia Pichardo Viñals: Documentos ... , t. 1. p. 70. La longitud de la legua tiene diferentes
estructuras. La terrestre mide 4 225 m, la marítima 5 575 m, y la posta 3 894 m.
Cualquiera que hubiese sido la utilizada por los conquistadores alcanzaba una distancia
mayor de 3 km 'h desde el punto donde se fundó San Salvador hasta la costa de mar.
4 César Rodríguez Expósito: Hatuey. El primer libertador de Cuba, Editorial Cubanacán,
La Habana, 1944, pp. 129-130. Refiriéndose a la existencia a una base de operaciones
el padre Las Casas escribió: "dándose cuanta prisa y diligencia pudieron en andar
tras él muchas cuadrillas para tomarlo, por mandado de Diego Velázquez, anduvieron
muchos días en esta demanda, y a cuantos indios tomaban interrogaban con amenazas
y tormentos, que dijesen del cacique Hatuey dónde estaba; dellos decían que no sabían;
dellos, sufriendo los tormentos, negaban; dellos, finalmente, descuidaran por dónde andaba,
y al cabo le hallaran". Bartolomé de Las Casas: Historia de Las Indias, Fondo de Cultura
Económica, México, 1992, t. 11, p. 523.
5 Ibídem.
- 216-

LuoiN B. FONSECA GARCiA
La villa San Salvador ocupó en 1513 el espacio que había sido base
de operaciones, donde se produjo el hecho inquisitorial en 1512 "y
la nombró San Salvador porque allí fueron libres los cristianos del
cacique Yahatuey".6 La zona era idónea por sus condiciones militares
y de baluarte defensivo, sin embargo, carecía de requerimientos para
fundar una villa y propiciar el desarrollo económico mercantil; aquí
encontrarían protección los enviados del rey con las provisiones; los
hombres que ejecutaban el primer proceso de ocupación del espacio
de la Isla; la logística que era necesario almacenar, así como la fundición
de oro y la Casa de Contratación. Entre una amplia franja de
terreno en Guacanayabo con posibilidades económicas escogió esta,
asignándole un rol diferente a las restantes villas cubanas. 7
Antes de establecer la población v'elázquez mandó a buscar desde
Bayamo a los caciques para que se dirigieran a Guacanayabo con el
objetivo que sus comunidades produjeran alimentos para la tropa y
"dió vecindades á los que las quisieron, para que las tuviesen".s Esta
determinación incidió en que se ampliara la zona de contacto indohispánico
y que no estuviera referida, exclusivamente, a una comunidad
aborigen. San Salvador, a diferencia de Bayamo, no se fomentaba
como resultado de una concentración de población aborigen. Se
6 Hortensia Pichardo Viñals: Documentos ... , t. 1, p. 20.
7 San Salvador fue, quizás, la única de las primeras villas cubanas que evolucionó de
enclave militar a núcleo poblacional. Este concepto de poblamiento estuvo presente en
los colonizadores hispanos, quienes habían utilizado esta experiencia en los otros territorios
conquistados en el Nuevo Mundo "La nueva ciudad de Santo Domingo, fundada
por Ovando, guarda una estrecha relación con Santa Fe, ciudad de asedio de los Reyes
Católicos en el sitio de Granada. Ambas fueron concebidas dentro de un proceso de
expansión de carácter eminentemente militar y ofensivo, y haciendo uso de la vieja
tradición romana de convertir el campamento en ciudad". Carlos Venegas Fomias: Dos
etapas de colonización V expansión urbana, Editora Política, La Habana, 1974, p. 14.
8 Hortensia Pichardo Viñals: Documentos ... , t.1, p. 70. Exaltar como prueba determinante y
concluyente, para ubicar el lugar exacto donde se fundó la Villa San Salvador la existencia
de restos de materiales de contacto indo-hispánico, sin haber realizado un levantamiento
en toda la zona que comprende los actuales municipios de Vara y Manzanillo, espacio
que debió abarcar la provincia de Guacanayabo, constituye una hipótesis endeble, porque
varios puntos deben exhibir idénticos vestigios, como resultado del tipo de relaciones
de intercambio que los colonizadores debieron de establecer, así como por la ubicación
dispersa que tuvieron las encomiendas. No se han encontrado elementos materiales
concluyentes y únicos que denoten la existencia de la villa, tales como el pozo donde se
realizaba la fundición de oro. Para ampliar la fundamentación de la ubicación, en Palmas
Altas. Valentín Gutiérrez Rodríguez: "Acerca de la fundación de la villa de San Salvador",
en Anuario El Caribe Arqueológico, no. 1, 1996, pp. 91-98.
-217 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
ubicó en terrenos de la margen oeste del río Yara,9 definidos como
meridionales. Era una zona montañosa, pedregosa, intransitable y
completamente inculta, 10 desprovista de asentamientos aborígenes.
La ubicación primigenia no se localizó en el actual poblado de
Yara, porque está en la porción boreal, al este del río, y sus terrenos
son favorables para la siembra. En este lugar no se han encontrado
vestigios aborígenes; en sus alrededores sí. ll Diego Velázquez informó
al rey que, San Salvador se hallaba a "disposición para labranzas de
yuca y ages y maíz".12 O sea, planteaba que había posibilidades para
el fomento agrícola en la vasta provincia de Guacanayabo, no que
existían. Alababa condiciones, no producciones.
Después que estableció la villa en despoblado Velázquez pudo
comprobar que no se había equivocado en relación con la actitud
que asumirían los aborígenes. Estos se mostraron afables debido a que
no se invadía su comunidad ni eran trasladados hacia otros espacios.
La determinación del Adelantado evitó una sublevación inmediata.
En carta enviada al rey reconocía que "[ ... ] halló los caciques y
indios muy servidores de V. A. y amigos de los cristianos [ ... ]".13
La ubicación dependió, además, de la tranquilidad que le pudiesen
ofrecer los aborígenes, necesaria para mantener una comunicación
continua con España.
Un enfrentamiento, como causa de la ocupación del espacio geográfico,
hubiera provocado inestabilidad, y quizás tener que desplazar
9 El origen del topónimo hidrográfico Vara aún no ha sido suficientemente estudiado. Acerca
de su procedencia existen dos hipótesis. Una señala su filiación, otra africana.
10 Jacobo de la Pezuela: Diccionario geográfico, estadístico, histórico de la isla de Cuba,
Imprenta del Banco Industrial y Mercantil, Madrid, 1863, t. IV, p. 679. César Rodríguez
Expósito: Hatuev ... , plantea una ubicación que es la que más se acerca a las exigencias
y necesidades de la misión que cumplían en Guacanayabo los colonizadores hispanos.
11 Que Vara no hubiese sido el asiento inicial de la villa San Salvador es argumento para
desconocer su existencia desde el siglo XVI. Son dos procesos diferentes. La fundación
de San Salvador está vinculada al proceso de colonización de la Isla y a las relaciones
que era necesario establecer con la metrópoli, y la colonización del resto de la Isla; Vara
es resultado de intereses endógenos, de las potencialidades que debieron desarrollar los
hombres de tierra adentro, para sobrevivir a través del comercio de contrabando. Era una
tradición hispana recogida por la legislación, ubicar los poblados en la porción este de los
ríos y mares para evitar que los efectos de la niebla y los vapores del agua se desplazaran
al amanecer sobre el poblado. En el caso de San Salvador su ubicación fue al oeste del río
Vara, y es que entre los dos accidentes que se debían evadir, el río o el golfo, se optó por
el segundo. El río resultó secundario al golfo. Cuando se levanta la iglesia en el siglo XVIII
el objetivo del poblado no era portuario, por tanto se replanteará la posición del poblado
respecto al río, ahora se ubicará en la parte este.
12 Hortensia Pichardo Viñals: Documentos ... , p. 70.
13 Ibídem.
- 218-

LUDíN B. FONSECA GARCíA
la villa. Esto traería complicaciones para el contacto con las naves,
podían no recibirse o demorarse las provisiones y las relaciones con
la tropa deseosa de adquirir aborígenes y tierras legalmente se dificultarían.
San Salvador se fundó en un período de paz momentánea
entre españoles y aborígenes. Esto no fue óbice para que aplicaran la
violencia; la armonía fue asumida como política por el Adelantado
porque la necesitaba. Este sería un momento coyuntural durante el
proceso de colonización.
El emplazamiento en Guacanayabo ofrecía mayor ventaja que
Baracoa y Bayamo respecto al itinerario que seguiría para fundar las
restantes villas en la porción sur de la Isla. La decisión de trasladar la
fundición de oro y Casa de Contratación contribuía a elevar su rango
portuario y de enclave militar. Con la fundación de San Salvador
se desconocían las determinaciones reales que estipulaban que las
villas se debían ubicar en el límite de la costa del mar. La posición
que escogió estaba próxima a las vías navegables, tanto de mar,
como de río "[ ... ] el dicho asiento é sitio se halló á legua y media
de un puerto [ ... ] y cerca de un río grande muy bueno [ ... ]".14 Para
tener acceso se debían desplazar por tierra firme. Su ubicación en
Guacanayabo dependió más de la urgencia de espe9r el arribo de
embarcaciones procedentes de la península, que de las condiciones poseídas
para fomentar un poblado o las potencialidades para desarrollar
una economía mercantil.
En San Salvador no están presentes cuatro de las características que
debían concurrir para fundar una población: presencia de numerosa
población aborigen, existencia de yacimientos auríferos, ubicación a
orillas del mar y cantidad de tierras fértiles. Estas limitantes fueron
dichas de forma indirecta al rey en la Carta de Relación, en ella
Velázquez refiere que envió por aborígenes y precisó la cercanía
de la villa al mar, el río y las minas. En el punto seleccionado no
confluía ninguna de las exigencias, escribió de forma sincera. Estaba
en posición favorable a cada una de ellas, pero estas no existían en
el emplazamiento. Dichas carencias incidirán en su desaparición,
después que dejó de ser puerto de contacto con la metrópoli, pues
no existían potencialidades económicas que explotar.
Ellanguidecimiento de San Salvador se hizo manifiesto al año de
su fundación, a esto contribuyeron determinaciones reales y de Velázquez.
En carta dirigida a este y fechada el 19 de octubre de 1514 el
rey le orientaba utilizar, para el contacto, el puerto de Trinidad, por
14 Ibídem.
- 219-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
poseer mejores condiciones geográficas, y porque allí había minas de
oro. Otro elemento que contribuyó al declive de San Salvador fue
el traslado hacia Santiago de Cuba de la fundición de oro, la Casa
de Contratación y la capital de la Isla, por decisión del Adelantado.
Perdía la segunda villa la condición que había incidido en su emplazamiento
en Guacanayabo, ser puerto de contacto con la metrópoli
y espacio principal en la comunicación marítima insular.
Desde 1513 y hasta 1515 había mantenido esta prerrogativa.
Una carta enviada por el Adelantado al rey, en 1514, denota su
especialización como villa portuaria y depósito logístico; le señala
"que las dos carabelas, que enviaron de Sevilla, llegaron á la dicha
isla, al puerto del Guacanayabo de la villa de San Salvador á 10 de
Hebrero de 514".15
La fundición de oro en San Salvador, en 1515, se efectuó por las
condiciones materiales creadas allí en años anteriores, no porque
existiera interés por mantenerla. El producto obtenido se enviaba a
la metrópoli desde el puerto de Santiago de Cuba. Ya en el segundo
semestre de 1515 San Salvad9r desapareció como villa, después del
traslado del oro hacia Santiago de Cuba.
Los hombres de Velázquez conocían en 1513 el monto demográfico
aborigen, y las facilidades que ofrecía la provincia del Bayamo
para fomentar una población española en su espacio geográfico. A
finales de 1511 y principios de 1512 la habían recorrido durante la
captura del cacique Hatuey. En ese año Pánfilo de Narváez arribó con
la misión de pacificar a los aborígenes, que se manifestaban contra
los colonizadores después del suplicio. La tropa estaba integrada por
unos cincuenta hombres, que, al instalarse, sufrió, como consecuencia
de las vejaciones cometidas, un ataque de más de 7 000 nativos. Al
conocer el Adelantado este hecho partió con veinte hombres acompañado
por Juan de Grijalva. Narváez salió a perseguir a los que se
habían fugado. Algunos retornaron, otros se mantuvieron sublevados;
los colonizadores comenzaron a convivir con los aborígenes. Este
proceso se desarrolló un año antes de fundarse la villa San Salvador,
en la provincia del Guacanayabo.
A pesar de que Velázquez no había recibido las provisiones para
entregar tierras y aborígenes en 1512 esta medida se ejecutó y así se
lo informó al rey. Esta práctica había sido utilizada en La Española.
Incluso él debió beneficiarse, porque aquí "residió algunos meses" .16
15 Hortensia Pichardo Viñals: Documentos ... , p. 73.
16 Bartolomé de Las Casas: Historia ... , t. 11, p. 527.
- 220-

LUDíN B. FONSECA GARCíA
En Bayamo, Velázquez ejecutó un conjunto de acciones que denotan
las facilidades poseídas por el lugar como centro de comunicación.
Quizás era su posición geográfica, punto de convergencia de diferentes
caminos aborígenes. Los poblados aborígenes no se encontraban
aislados, sino que interactuaban, de lo contrario habría sido imposible
reunir 7 000 hombres para atacar a los colonizadores.
Desde el primer momento Velázquez utilizó vías de comunicación
terrestre y fluvial. En Bayamo se mantenía al tanto de lo que ocurría
en los diferentes espacios geográficos de la Isla: conoció la llegada
al puerto de Jagua de un navío "por lo cual envió una canoa bien
esquifada de indios rematado res, con una carta en que les decía que
se viniesen a donde él estaba, quienquiera que fuesen", 17 Y del arribo
a Baracoa del tesorero Cristóbal de Cuéllar, con su hija María de
Cuéllar, con quién Velázquez contraería nupcias.
Antes de partir para Baracoa, a encontrarse con Cuéllar, dejó al
frente del poblado de Bayamo aJuan de Grijalva con cincuenta hombres,
en espera de Narváez. También se quedó el clérigo Bartolomé
de Las Casas, quién adquirió importantes conocimientos de la zona
y dejó testimonio de la existencia de caminos que comunicaban los
poblados aborígenes. Cuando pacificó Bayamo, Velázquez le ordenó
a Narváez partir para Camagüey. El primer descanso lo realizó en
"[ ... ] provincia [ ... ] de Cueybá, que estaba en el camino, antes de
Camagüey, 30 leguas de Bayamo".18
Al iniciar Narváez su desplazamiento hacia Camagüey, en 1512,
para reconocer este espacio, dejó en Bayamo cien infantes, de ellos
veinte jinetes, una cifra considerable en esta etapa, si la comparamos
con la cantidad que estaba acantonada. Esta tropa protegería lo que
se había conquistado. Solo así se puede comprender esta determinación.
Habían adquirido propiedades de (acto. Estos beneficios no
se podían perjudicar con la partida. Presionaría sobre los aborígenes
del núcleo poblacional, para que no se sublevasen, y resguardarían
sus propiedades ante el arribo de nuevos inmigrantes.
En Bayamo estaban creadas las condiciones, desde 1512, para
que se estableciera una villa. En ningún otro lugar de las provincias,
-Bayamo y Guacanayabo-, establecieron los colonialistas
relaciones tan estrechas con los aborígenes y tomaron resoluciones
que los vincularan al lugar. Esta convivencia consolidó un núcleo
17 ídem, t. 11, p. 530.
18 ídem, t. 11, p. 533. El resultado es del autor.
- 221-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
poblacional de nuevo tipoY En 1512 Bayamo detentaba rasgos que
se correspondían con una villa: coexistían de forma permanente
la población aborigen y española, estos utilizaban a los aborígenes
como mano de obra; se iniciaba así el proceso de transculturación
entre ambos grupos étnicos, como resultado de la cohabitación;
existían importantes volúmenes de producción; concurría una red
de caminos que la comunicaban con otros espacios; el río no solo
ofrecía alimentos, sino una alternativa de comunicación, era la salida
al mar; se estableció una institución religiosa pues el fraile Bartolomé
de Las Casas residió en el poblado varios meses; estaba acantonada
una fuerza militar; se desarrolló el proceso de exclusión y división
étnica de la sociedad bayamesa, debido a que los colonizadores se
asentaron en el primigenio y los aborígenes fueron relegados a los
poblados erigidos de Caneyes Arriba y Guaisabana Caneyes Abajo,
y se inició el trazado urbano.
Si bien es cierto que en 1512, en Bayamo no se había establecido
la estructura de gobierno que existía en Baracoa ya se había implementado
una organización económico, social, militar y religiosa; solo
faltaba la político-administrativa. Estas condiciones no existían en el
punto donde se estableció, posteriormente, San Salvador.
Los moradores hispanos residentes en Bayamo, al producirse el
abandono de la segunda villa tuvieron la posibilidad de elevar su
rango. Esta fue una aspiración materializada de inmediato. La naciente
oligarquía bayamesa no debió dar posibilidad para que otro
poblado, donde quizás se habían asentado colonizadores, lo asumiera.
En este tiempo era el núcleo poblacional más floreciente que existía
entre ambas provincias, ningún otro estaba en condiciones de disputarle
la hegemonía.
Entre ambas demarcaciones existían diferencias notables, manifiestas.
Bayamo era productor de artículos de consumo, esencialmente
agrícolas; Guacanayabo se basaba en la existencia de un puerto. Las
comunidades aborígenes establecidas en ambos espacios denotan
características culturales y niveles de desarrollo diferentes. Bayamo
era una comarca alfarera, productora esencialmente de alimentos;
Guacanayabo preagroalfareras. En Bayamo los colonizadores debían
fomentar la producción; en Guacanayabo crearla. En 1515 la línea de
19 Acertadamente plantea el historiador primigenio bayamés, José Maceo Verdecia, que
Diego Velázquez no fue el fundador de Bayamo, sino su fomentador, porque a su arribo aquí
existía un poblado aborigen, con una concentración de población. José Maceo Verdecia:
Bayamo, Ediciones Bayamo, Bayamo, 2009, p. 201. (Edición corregida y anotada Ludín
B. Fonseca García).
-222 -

LUDíN B. FONSECA GARCíA
desarrollo trazada por las autoridades españolas para los territorios
que comprendía la segunda villa, era la agrícola. Tanto Velázquez
como la corona autorizaron el surgimiento de San Salvador de Bayamo
en el segundo semestre de 1515, porque no existían perspectivas
de fundar nuevas poblaciones, en este espacio. Este proceso había
concluido. Además, el propio Velázquez estableció intereses en
Bayamo, y no iba a permitir, que el rango de villa lo asumiera otro
núcleo poblacional, porque se vería perjudicado, tanto él como sus
seguidores.
La determinación de Velázquez de abandonar San Salvador debió
ser conocida por sus compañeros. Al terminar la fundición de oro,
en el segundo semestre de 1515, debió marcar el desplazamiento de
personas hacia Bayamo y esta comunidad se fortaleció demográficamente.
Hacia allí debieron dirigirse los que ya poseían propiedades,
y se habían trasladado para efectuar la fundición, y otros atraídos
por las ventajas del lugar. Partieron "el 28 de Junio, y volviéronse
al dicho puerto de Santiago, para enviar desde allí a V. A. relación
de todo".20
Desde este momento la función de Bayamo se reafirmó. Más que
abastecedor de oro, independientemente del que pudiera aparecer,
era un centro de aprovisionamiento para las diferentes empresas colonialistas
que surgieran. En 1538 cuando San Salvador del Bayamo
tenía 23 años una parte de sus moradores pretendieron moverla del
asiento. Gonzalo de Guzmán, gobernador de Cuba, se opuso. En carta
enviada al rey decía: "Mande vuestra Magestad, sy fuere servido, que
no se muevan, porque aun para las rentas de vuestra Magestad es
dañoso, que eso poco que suelen dar de quinto, se perdera, porque
alli no llevan fyn de echar yndios a la mina, syno entender en labrar
para que vendan, y criar puercos". 21
A pesar del criterio negativo de Guzmán la solicitud fue aprobada
por el rey mediante Cédula de 21 de febrero de 1539. Los
enfrentamientos entre los moradores de la villa se manifestaron, de
seguro, intensamente ante el apoyo real. La naciente oligarquía bayamesa,
basada en los que se asentaron desde 1512, debió defender
los beneficios obtenidos durante este período. Moverla significaba
una derrota para los que habían logrado que Bayamo asumiera el
patronímico de San Salvador. Este era el lugar adecuado. El núcleo
20 Hortensia Pichardo Viñals: Documentos ... , t. 1, pp. 76-77.
21 Colección de Documentos Inéditos, Establecimiento Tipográfico Sucesores de Rivadeneyra,
Madrid, 1891, t. VI, pp. 33 Y 47.
-223 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
estaba consolidado, no se podía trasladar como resultado de los
intereses de grupo, porque significaba tener que iniciar relaciones
económico-sociales, en un nuevo espacio, lo que no resultaba atractivo.
Quizás la oleada de los que se asentaron en 1515, eran los que
fomentaban un nuevo emplazamiento. Y estos, de seguro los menos
consolidados económicamente, fueron derrotados. La propuesta,
finalmente, no se ejecutó.
Los aborígenes coexistieron en Bayamo con la población blanca,
parda y negra hasta el siglo XIX. En 1803 y 1804 las autoridades
españolas levantaron padrones del comportamiento de la población,
en la Parroquial Mayor San Salvador y en la iglesia-cementerio San
Juan Evangelista se habían inscripto 10 matrimonios, 151 bautizos
y 66 enterramientos de aborígenes. 22 Los archivos de las iglesias de
Yara y Manzanillo -en esa fecha pertenecían a Bayamo- aún conservan
libros con asientos de bautizos de esa época. El siboneyismo
(el principal representante fue el bayamés José Fornaris con su libro
Cantos del Siboney, 1855) no cantó a los primitivos habitantes de
Cuba desaparecidos, se basó en la presencia tangible de ese grupo
humano en el valle del Cauto.
El desarrollo agrícola de Bayamo, -que la privilegió ante Guacanayabo
para asumir sus funciones político-administrativas-, disminuyó
cuando se obstruyó la desembocadura del río Cauto en 1616
y fue imposible materializar proyectos de dragado para recuperar
su cauce, comenzando un languidecimiento económico que incidió
en la maduración temprana de las ideas independentistas. Los colonizadores
españoles sintieron orgullo al nombrarla San Salvador
porque -con esto- aspiraban a liberar de un pensamiento irredento
a los habitantes de la Isla sobre los restos calcinados de Hatuey,
pero Bayamo se convirtió en heredera del símbolo de rebeldía. La
Leyenda de la Luz de Yara -muy divulgada en la región del Cauto
y Guacanayabo durante la colonia y la república- cuenta que los
aborígenes recogieron, en 1512, con respeto las cenizas de Hatuey
y las transportaron para Bayamo en donde fueron depositadas.
La imagen del cacique fue retomada por los fundadores del Comité
Revolucionario de Bayamo en 1866, Francisco Maceo Osorio
escribió: "Bayamo sí que tenía sobre todos los pueblos de la Isla, el
nombre, el grito, el sacrificio y las cenizas de Hatuey unidos a su
historia y a su nombre [ ... ] entonces, arregló sus cabellos de indio
22 Archivo Nacional de Cuba: Fondo Correspondencia de los capitanes genera/es, Legajo 445,
exp.4.
-224-

LuoiN B. FONSECA GARCiA
que tenía sin lustre, ensayó sonrisas de benevolencias, habló corteses
frases, se sentó a la mesa de los festines y brindó al placer; mientras
en secreto afilaba el machete y cargaba el rifle con que había de conquistarse
un lugar en el martirologio de los pueblos libertadores". 23
Ante el San Salvador con rostro aborigen ubicado en la Parroquial
Mayor (aun hoy lo está), en junio de 1868 los bayameses dieron a
conocer, públicamente, su pensamiento independista a través de la
instrumentación de La Bayamesa. Himno patriótico cubano, devenida
en Himno Nacional de los cubanos. En 1513 se inició la institucionalización
del dominio colonial en Cuba -en Bayamo, Velázquez
recibió las provisiones de repartidor de aborígenes y tierras-; y en
186610s descendientes de los colonizadores primigenios, comenzaron
el proceso independista cubano. Una misma imagen representando
procesos diferentes.
23 Francisco Maceo Osario: "Una página de mis apuntes", en La Revolución de Cuba, New
York, 5 de abril de 1873.
-225-

UN ENCUENTRO DE REBELDíAS:
LAS RELACIONES INTERÉTNICAS
ENTRE LAS CULTURAS ABORíGENES
Y AFRICANAS
Osear Pereira Pereira*
A partir de 1492 con el inicio del descubrimiento colombino del
Nuevo Mundo, comienza un período devastador para las culturas
aborígenes de las tierras descubiertas en América y el Caribe, cuyas
costumbres sociales y religiosas fueron arrasadas mientras transcurría
a principios del siglo XVI, el proceso de conquista y colonización, en
Cuba como en otros territorios conquistados por los invasores europeos,
fueron implantadas diversas formas de dominación inhumanas
y violentas, con la finalidad de satisfacer las ambiciones auríferas de
estas legiones hispanas colonialistas.
Primero, fueron sojuzgados cruelmente los indoamericanos, obligados
a trabajar mediante los lavaderos de oro, las encomiendas, y
posteriormente en los llamados "pueblos de indios"; en segundo
lugar, fueron esclavizadas las diferentes etnias negras traídas desde
África producto del comercio de esclavos establecido en América,
impulsado por la disminución demográfica de las poblaciones amerindias,
así como, por el desarrollo de los Asientos y Licencias, de esta
forma, con la más temprana entrada a Cuba de esclavos africanos,
* Trabajó como especialista en el Departamento de Centros y Sitios Históricos del Centro
Nacional de Restauración y Museología (CENCREM) del Ministerio de Cultura de Cuba.
En la actualidad está radicado en los Estados Unidos.
- 226-

OseAR PEREIRA PEREIRA
comienzan a introducirse todas las costumbres, religiones y expresiones
artísticas, en general todos los elementos sociales y espirituales
que tales culturas concebían en el continente africano.
"Guerreros" de Jorge Luis Delgado.
Podemos suponer entonces, que esos esclavos africanos no tuvieron
otra alternativa que seguir expresando, ahora ya, en un nuevo
contexto geográfico, aquellos sistemas cosmogónicos y sociales que
conformaban sus variados modos de vida; la mayoría de los pueblos
africanos trasladados a nuestro país, como por ejemplo, el grupo de
los Lucumís, o Carabalís, presentaban un nivel de evolución tribal
y un estadio cultural similar al manifestado por los aborígenes de
culturas agroalfareras; ambos eran cazadores, pescadores yagricultores,
además de tener religiones basadas en el animismo, estaban
habituados a vivir en los montes, a obtener y aprovechar de la naturaleza
las cosas necesarias para la subsistencia, los alimentos, la
vestimenta, eran hábiles en la agricultura y en fabricar instrumentos
de trabajo, además de las armas imprescindibles para la caza; por tal
razón, es de suponer que ambas culturas, la aborigen y la africana,
hayan establecido una posible alianza en el campo de batalla y en
los refugios o palenques a principios del siglo XVl, y así, intercambiar
o compartir ideas, estrategias, creencias religiosas, y alimentos para
poder sobrevivir conjuntamente, de este modo, a través del cruce
racial se fueron transculturando mutuamente. (Bosch, 2003b).
Debido a la gran diversidad de los grupos étnicos africanos que
fueron introducidos en nuestro país, cabe presumir que fue muy
complejo el contacto socio-cultural desarrollado entre estos y los
aborígenes, ya que . eran múltiples y diferenciadas las costumbres
-227 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
y religiones desarrolladas por ellos en sus territorios de habitación en
África. Estas sociedades procedían de áreas ubicadas en la zona subsahariana,
se conocen varias denominaciones genéricas las cuales
presentan un conglomerado de etnias, por ejemplo: Ganga: (Kisi, Pepel,
Yolofe); Mandinga: (Bambará, Cono, Fulbe, Gola, Susu, Malinqué);
Mina: (Akán: Achanti, Fantt); Arará: (Ewe, Fon); Carabalí: (Ekoi, Ibibio,
Iba, Iyo, Jausa); Lucumí: (Edo, Mosi, Nupe, Wari, Yoruba); Congo:
(Ambundu, Bacongo, Bambala, Bangui, Kuba, Mongo); Macuá: (Macuá,
Malagasi). Cada uno de estos grupos étnicos participó en el proceso
de transculturación que dio origen a la formación del pueblo cubano
y de su cultura. (Fundación Fernando Ortiz, 1998). Sus aportes
culturales, que mezclados estrechamente con el legado aborigen e
hispano, están presentes en la etnogénesis cubana.
En muchas investigaciones y documentos históricos realizados
por una amplia lista de antropólogos e historiadores renombrados
es mencionada la hermandad establecida entre los aborígenes y los
esclavos negros, cuando se "cimarroneaban" en conjunción (Rey,
2003), unión influenciada no solo porque luchaban contra el enemigo
común, sino también por tener factores sociales semejantes, como
así lo expresa Felipe de Jesús Pérez Cruz: Ambos tenían similar desarrollo,
y en los montes, libres de la explotación de los españoles,
se formaron pueblos donde vivían indios y negros. A los hijos de
ambos se les llamó zambos, con desprecio; pero estos hombres, que
llevaban en sus venas la sangre de los dos pueblos, representaban lo
que los colonialistas no podían sentir: el amor y la hermandad, que
crean entre los explotados de cualquier raza la lucha común y los
ideales compartidos, (Pérez, 1988).
LOS PRIMEROS ESCLAVOS AFRICANOS
Es preciso hacer un breve esbozo histórico sobre las fechas iniciales
del ingreso a Cuba de los primeros esclavos africanos, para así poder
establecer un estimado cronológico sobre el inicio de los contactos
socio-culturales entre estos y los indígenas que habitaban Cuba.
Los primeros esclavos negros llegados a Cuba no fueron traídos
desde África sino de La Española, ya con posterioridad sí procedían
directamente del continente africano. Desde 1501 comienza la
importación de esclavos a América al dictarse las primeras disposiciones
de los reyes católicos, es un hecho bastante aceptado que La
-228-

OseAR PEREIRA PEREIRA
Española fue, si no la primera colonia americana donde se introdujeron
africanos, los habían antes de 1503, ya que su gobernador
Nicolás Ovando solicitó en ese mismo año a la corona Real que no
se enviasen a ella más esclavos negros, porque se huían y se unían a
los indígenas, a los cuales les enseñaban malas costumbres y nunca
podían ser cogidos.) (Saco, 1879).
Un primer reporte de la llegada a nuestro país de esclavos africanos
acontece desde el mismo comienzo de la conquista en 1511, cuando
algunos de los colonizadores que acompañaron a Diego Velázquez
trajeron a sus esclavos sirvientes adquiridos durante su estancia en La
Española (Ibíd. 1879). Posteriormente el 19 de junio de 1513 por una
Real Cédula, la que se considera, hasta el momento, el documento
más antiguo al respecto, se concede autorización al contador Amador
de Lares para pasar a Cuba cuatro negros, (Guerra, 1987); otro de
los documentos en donde se hace noticia al tema es la Carta de Relación
dellro de agosto de 1515 dirigida al Rey de España por el gobernador
y oficiales de la Isla Fernandina (Cuba), en donde se pedían doce negros
para ser empleados en la obra constructiva de la fortificación del puerto
de la recién fundada villa de Santiago de Cuba. (Guerra, 1879).
En 1526, para evitar el despoblamiento de la Isla, la corona
española autorizó la introducción de 1000 esclavos negros, después
en 1530 el genovés Esteban Basiñana introdujo 40 negros y otros
75 en adelante, procedentes de la colonia portuguesa de Cabo Verde;
quizás estas cantidades no hayan sido introducidas en su totalidad;
en 1532 otros 120 esclavos llegan y son notificados para esta fecha
un número de 500, pero la cifra real es imprecisa; por su parte, el
obispo Sarmiento asegura que ya habían en 1544 una cifra de 744,
entre negros esclavos e indios originales de otras partes de América.
(Torres-Cuevas y Loyola, 2001).
Se calcula que entre 1512 y 1799 hayan entrado a nuestro país
aproximadamente 146 000 esclavos africanos y una cantidad de
655 000 de 1800 a 1873, fecha esta en que fue prohibido el tráfico
legal de esclavos. Estos cálculos fueron determinados tomando en
cuenta la información contenida en fuentes relacionadas a los hacendados
habaneros y a diplomáticos o funcionarios ingleses que
radicaban en La Habana. (Pérez de la Riva, 1977).
Quizás, sea esta la primera noticia sobre el contacto entre indios y esclavos africanos
documentada en América.
-229 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Estos datos históricos nos permiten comprender cuán temprana
fue la entrada de los esclavos negros a Cuba, por tanto, cabe suponer
que posiblemente hayan ocurrido vínculos culturales entre estos
y los aborígenes desde el mismo comienzo del proceso colonizador,
los cuales fueron desarrollándose a partir de este momento, no
solo, como consecuencia de las primeras expresiones de rebeldía
que provocaron probables lazos de confraternidad entre ellos, sino
también, producto de los múltiples acontecimientos sociales que los
obligaron a convivir en comunión y a fomentar relaciones interétnicas
más sólidas.
Este proceso de contacto interétnico indo africano se desarrolló con
mayor intensidad en el período enmarcado desde 1515 hasta 1650,
fecha en que se dan por extinguidas las últimas comunidades aborígenes
conocidas debido al intenso procedimiento de aniquilamiento
demográfico, aunque existen referencias de reductos poblacionales
indios hasta el siglo XIX, ese contacto se desenvolvió partiendo de
las relaciones sociales establecidas entre el aborigen y el africano en
los lavaderos de oro, en el trabajo agrícola, mediante el mestizaje
genético (uniones consensuales) y especialmente a través del modo
de vida servil común, como encomendado y esclavo respectivamente;
aunque hasta el momento no se ha demostrado, es posible que parte
de aquellos primeros esclavos negros del siglo XVI hayan habitado,
no solo en las casas de viviendas urbanas y rurales de sus amos, sino
también en los caseríos indígenas establecidos en aquel momento, ya
que continuaron poniendo en práctica el mismo patrón habitacional.
(Domínguez, 1986).
LAS PRIMERAS REBELDíAS Y REBELIONES
ESCLAVAS
La mayoría de las sublevaciones y rebeldías esclavas están fuertemente
ligadas al fenómeno del cimarronaje, este fue practicado por aborígenes
y negros respectivamente, ya que tras protestar o sublevarse
algunos individuos se fugaban de las haciendas y encomiendas para
refugiarse en los montes donde encontraban la tan deseada libertad.
La palabra "cimarrón" fue aplicada por primera vez a los indígenas
rebeldes que huían de las encomiendas en donde eran maltratados,
esto lo confirma José Luciano Franco al citar la real Cédula Fechada
en Ocaña, el11 de mayo de 1531. También el cronista Fernández de
-230-

OseAR PEREIRA PEREIRA
Oviedo utilizó en 1535 el vocablo cimarrón al referirse a los indios
huídos hacia los montes, de la siguiente manera: "indio cimarrón
o bravo, puercos cimarrones o salvajes", dicha terminología fue
utilizada en los primeros años de la colonización española para hacer
referencia tanto a los esclavos sublevados como a los animales
montaraces y frutos silvestres. (Brancho, 2005).
Como resultado de los constantes efectos de la explotación indiscriminada,
se llevaron a cabo gran variedad de acciones antagónicas
a los modos de dominio esclavistas, en las cuales participaron exponentes
de ambas etnias, realizándolas de manera conjunta o por
separado con el objetivo de combatir las condiciones injustas a las
que eran sometidos.
Muchas maneras encontraron para resistirse, con las más pasivas
frenaban la productividad del trabajo, renunciaban al mismo y se
suicidaban y mediante la resistencia activa ponían en práctica los tres
métodos fundamentales de luchar contra la opresión: el cimarronaje
simple, que consistía en la fuga de esclavos, individualmente o en grupos
reducidos, de la hacienda o propiedad en donde eran explotados
para andar errantes por el campo; el apalencamiento, entendido por
la agrupación de los esclavos fugitivos o alzados que se reunían para
hacerse fuertes, escogiendo parajes montañosos y de difícil acceso,
allí construían sus palenques y rancherías, los primeros eran aquellos
asentamientos donde sobrevivían sobre la base de la agricultura, y
los segundos se diferenciaban del palenque ya que eran formados
por ranchos, abrigos temporales de esclavos prófugos y como tercera
categoría el cimarronaje en cuadrillas, efectuada por cimarrones armados
que se movían continuamente en zonas apartadas, habitando
ocasionalmente en ranchos, solapas o cuevas, viviendo de la caza,
pesca, captura de animales, el trueque, y en lo fundamental del robo.
(La Rosa Corzo).
Además de las manifestaciones anteriores, las rebeliones o sublevaciones
eran las más fuertes expresiones del descontento entre los
esclavos, tanto indocubanos como negros, participaron en estas, las que
fueron múltiples en numerosos momentos de nuestra historia.
Los primeros africanos que se rebelaron contra la esclavitud
pelearon unidos a los aborígenes, y fueron los cimarrones que en
las décadas (1524-1544) mantuvieron la resistencia contra los conquistadores,
el legado de lucha indígena fue ejemplo para los negros
cimarrones que se refugiaron y apalencaron en los montes desde
oriente hasta occidente. (Guanche, P. J.).
- 231-

Los '·.::::-'.MERICANOS EN CUBA. ES~UDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
El período entre 1520 hasta 1540 se considera el momento histórico
en que las rebeldías y sublevaciones indígenas presentan un
ma~'or auge, pero se tienen noticias, desde 1513 de la ocurrencia de
algunos levantamientos de caciques en Camagüey, mientras que los
caciques de Manzanillo y los conocidos como Caracamisa y Manatiguahuraguana
eran pacificados. El 1 de agosto de 1515 el rey de
España recibe una carta de Diego Velázquez afirmando su mandato
para que fueran castigados ciertos caciques e indios que habían matado
a varios españoles y que con tal propósito deberían ser llevados
a La Española. (Ibarra, 1979).
A causa de la continua persecución y conquista de los poblados
indígenas, estos eran abandonados y sus habitantes se fugaban masivamente
para ocultarse en los bosques, esto hace suponer el establecimiento
de labores agrícolas y como consecuencia, la fundación
de varios palenques. (Ibarra, 1979).
Se considera que a partir de 1520 se da inicio a un segundo período
de la lucha indígena debido a la despoblación de la colonia impulsada
por la incorporación de hombres a las huestes conquistadoras
de Hernán Cortés para invadir México, lo anterior permitió que
aumentaran los asaltos y quemas de hatos y corrales, de poblados
como Puerto Príncipe y Baracoa, donde eran ajusticiados muchos
españoles y se persuadían a los aborígenes y negros sojuzgados para
que se unieran a los grupos de alzados. (Ibarra, 1979).
Una de las primeras referencias, históricamente probadas, de las
rebeliones indígenas, se encuentra en las informaciones brindadas
por Lucas Vásquez de Ayllón en una carta enviada a Su Majestad,
aquí se reúnen varios testimonios confirmando la existencia de ranchos
o palenques de indios insurrectos en los términos de Trinidad,
Bayamo, Baracoa y Santiago, así como también, se testifica un rancho
con gran cantidad de indios, alrededor de unos 300 a 400, en La
Habana. (lb arra, 1979).
Eran comunes, para esa época los levantamientos en la zona comprendida
entre Bayazo y el río Zaza de los indios cayos, llamados así
porque se refugiaban en los cayos cercanos a la provincia de Camagüey.
Ya posterior a la muerte de Velázquez en 1524 ocurren algunas
rebeldías indias que ocasionan la muerte a varios españoles y hacen
más inseguros los caminos provinciales, uno de los perjudicados fue
Rodrigo de Tamayo, la persona designada por el gobernador para
dirigir la represión contra esas sublevaciones, cuando se efectuó un
asalto a su finca, sus pertenencias fueron tomadas y quemados dos
de sus barcos, también fue asaltada otra estancia suya La Maguana,
donde fueron incendiados todos los bohíos y el corral de los indios
-232-

OseAR PEREIRA PEREIRA
encomendados, veinte de los cuales se unieron a los cimarrones.
(Ibarra, 1979).
A veces era tanta la furia de estos indígenas cimarrones que no
solo asesinaban a los españoles en sus asaltos, sino también, a los
nativos ya pacificados, como ocurrió en 1527 cuando 30 o 40 aborígenes
se rebelaron de nuevo en los términos de Bayamo y Puerto
Príncipe, masacrando a siete españoles y a varios aborígenes pacíficos.
Exactamente el 24 de febrero y el 13 de marzo de 1528 son
mencionadas nuevas insurrecciones en las actas de dos cabildos que
llaman la atención sobre el aumento de esas acciones. Por una carta
de Gonzalo de Guzmán al rey, el 8 de marzo de 1529, encargado
por la Junta de Procuradores para emprender una expedición con la
finalidad de silenciar a los indígenas rebeldes, nos enteramos de otro
ataque en las villas de Puerto Príncipe y Sancti Spíritus, haciendo
algunos estragos, quemando estancias y matando españoles e indios
mansos. (lb arra, 1979). .
Las actas del Cabildo de Santiago de Cuba de 1529 dan testimonio
sobre un ataque efectuado por indígenas y negros causando muerte a
siete españoles, otros documentos son testigos de la presencia de varios
asentamientos de indígenas rebeldes reportados en Trinidad, en las
cercanías de Bayamo, Baracoa y Santiago, en estas comunidades
se realizaron prácticas agrícolas, lo cual indica la posibilidad de conductas
sociales sedentarias en la zona, cuyos núcleos humanos estarían
conformados por individuos de ambas culturas. (Marcano, 2001).
El auge que habían tomado las actividades rebeldes en el año 1529
se vieron debilitadas producto de una epidemia de viruelas, afectando
por segunda ocasión a la población india, lo que provocó una creciente
reducción demográfica, de esta forma se percibe una disminución
en los alzamientos en muchas provincias del país, con la excepción
de Baracoa donde el cacique Guama continuaba luchando contra el
conquistador, sus acciones eran, ahora, las manifestaciones rebeldes
más renombradas hasta 1532, año en que fue derrotado, desde esta
fecha hasta 1537 son pocas las noticias sobre las tan mencionadas
rebeldías. (Ibarra, 1979).
En una fecha tan temprana como en 1525, varios negros fugitivos se
unieron al cacique Guamá cuando este se encontraba insurrecto en las
montañas de Sagua-Baracoa, posteriormente en 1533 tras el asesinato
de Guamá siguieron apalencados y resistieron con éxito las corridas de
los rancheadores en las intrincadas serranías. (Danger, 1977).
Otro de los alzamientos se produjo en 1533 en las minas de Jobabo,
ubicada en la región oriental donde se habían fundado las primeras
- 233-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
villas de Cuba, teniendo en cuenta que la cantidad de esclavos negros
era reducida en aquella época la participación de estos era mínima en
comparación con los aborígenes existentes, por ejemplo, se conoce
que solo cuatro negros participaron en la misma; y en esa década
cuando algunos indocubanos se sublevaron en Bayamo se unieron a
ellos solo una cantidad de diez negros (La Rosa, 1991). En 1537 y
1538 vuelven a suceder nuevos alzamientos indígenas, se da un caso
en ciertas minas donde fueron asesinados 13 españoles, a más de 40
indios mansos y varios negros también. (Ibarra, 1979).
Con motivo de efectuarse la expedición del gobernador Hernando
de Soto a La Florida y como consecuencia de una nueva despoblación
de la Isla por el reclutamiento de muchos hombres para esta misión,
aumentan, una vez más, las llamadas sublevaciones indias. Son confirmados
diversos ataques a la villa de Baracoa, resultando dañadas y
quemadas las casas e iglesias por 24 indios cimarrones, otras rebeldías
sucedieron en la ciudad de Santiago. Los aborígenes de Caimanien,
los de Alcalá, los del pueblo de Caoba cometieron otras revueltas,
muchos de los encomendados se disfrazaban y pintaban sus caras y
cuerpos para parecer cimarrones y atacar a los estancieros. (Ibídem).
Con la participación de algunos esclavos negros, los indígenas se
vieron impulsados a escapar de las encomiendas y a derrotar a los
pocos españoles que quedaban en las poblaciones, escasez debida por
el gran alistamiento de hombres para abandonar la Isla con rumbo
a la expedición de La Florida, el 19 de mayo de 1538. Con el objetivo
de capturar a los rebeldes, fueron organizadas varias cuadrillas
mixtas, integradas por españoles, negros e indios, además de estas se
prepararon otras, solamente formadas por indios, las cuales eran más
efectivas ya que rastreaban, perseguían y apresaban a sus congéneres
con mayor rapidez. (Guerra, 1987).
La historia no olvida tampoco las referencias a las rebeldías de
caciques como Guruyguanico, de Pinar del Río; Anaxa, de Manzanillo
(1531); y en la zona bayamesa las de Brizuela, el cual acabó
con las vidas de varios españoles hacia 1540. (Núñez, 1987). Dos
años más tarde, en 1542, ocurre un acontecimiento que favorece
la disminución de las rebeldías indígenas pero no las negras, como
resultado de la aplicación de las llamadas Leyes Nuevas se decretan
abolidas las encomiendas haciendo libres y prohibiendo la esclavitud
de todos los aborígenes, quienes habían sido sustituidos por los esclavos
africanos en la mayoría de las labores de la servidumbre, con
la puesta en vigor de esas ordenanzas reales se alcanzó en 1550 una
-234-

OseAR PEREIRA PEREIRA
aparente pacificación de la población aborigen, lo cual no eliminó
por completo la existencia de palenques conformados por indios y
negros cimarrones. (Guerra, 1987).
Existen referencias sobre la integración de aborígenes y negros el
5 de febrero de 1544, expresadas en una carta dirigida al emperador
Carlos V por el obispo fray Diego Sarmiento, donde hace el comentario,
a raíz de su visita a la villa de Bayamo que: " ... hube de volverme
a proveer en un alzamiento de ciertos indios y negros con ellos, que
habían robado y muerto a otros, llevado sus mujeres y quemado el
pueblo". (Núñez, 1990), esta cita demuestra la probabilidad que
existieran palenques integrados por exponentes de ambos grupos
étnicos, ya que es lógico inferir la presencia de tales asentamientos
humanos a donde serían trasladadas esas mujeres que fueron tomadas
con el único objetivo de fomentar relaciones de pareja y de
esta forma hacer crecer esas comunidades habitacionales, ocuItas en
parajes de difícil acceso.
Realmente las Leyes Nuevas se pusieron en vigor por todos los
representantes de la alta sociedad en 1553, se conoce que personalidades
como los gobernadores de Cuba, J uanes Dávila y Antonio de
Chávez no las aplicaron cuando estas fueron promulgadas en 1542
por temor a la repercusión, que podían causar en algunos funcionarios
y hateros (Rey, 2003); por consiguiente en tal período aún existían
aborígenes que sufrían la explotación esclavista, lo cual propiciar la
persistencia de sus rebeldías más allá de 1555.
Hay que tener en cuenta, cuando analizamos la disminución de
las rebeldías indígenas, la puesta en práctica de Las Nuevas Leyes
como una de las causas fundamentales que dieron inicio a este proceso.
Las razones principales que ocasionaron cierto control sobre
estas rebeldías pueden comprenderse cuando conocemos que en los
artículos 20 al 25 de estas Ordenanzas Reales se establecieron varias
disposiciones a favor de la cultura más diezmada como la abolición
de algunos derechos, ya sean, los de esclavitud, servidumbre personal,
los trabajos pesados, las naborías y el trabajo en las pesquerías
de perlas de indios libres, de esta forma todos los indios debían ser
considerados vasallos libres y aquellos naturales que aún seguían
bajo el régimen esclavista fueran liberados, misión otorgada a ciertos
fiscales y abogados de oficio nombrados con este objetivo por
las Audiencias Reales. Como resultado, el sistema de encomiendas
quedó debilitado, ya que se producían algunas reformas, donde se
prohibía, en lo adelante, encomendar más indios a los españoles y
- 235-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
al mismo tiempo, liberar a los encomendados, así se registra en los
artículos 26 al 33 de las Leyes Nuevas. (Morales, 1979).
Según Bosch, a pesar de la aplicación de las Leyes Nuevas, los
aborígenes indoamericanos continuaron siendo esclavizados y esa
explotación basó sus métodos similarmente a los aplicados en la trata
negrera, por medio de la institución del "naboría" o "tapia", indio
sirviente a tiempo completo, al que supuestamente se le pagaba un
salario pero que en realidad solo llegó a ser un esclavo de confianza
con servidumbre casera (2003b).
Una vez conocido por los naturales la proclamación de su libertad
por estas ordenanzas, regresaron a sus vidas en los campos, abandonando
los deberes impuestos, los que no lo hicieron así se dedicaron
al servicio doméstico como "naborías". (Ibarra, 1979). Por tanto, no
puede descartarse la existencia, aún, de motivos para la ocurrencia
de rebeldías indias en la segunda mitad del siglo XVI, aunque estas, tal
vez, estuvieran representadas por fugas más individuales que grupales.
Con la disminución demográfica de la población indígena, ya
excedida a finales del siglo XVI, se percibe proporcionalmente una
reducción numérica en los campamentos rebeldes de los representantes
de las culturas indocubanas que no aceptaron ser sometidos,
y propició en tales asentamientos un aumento de negros fugitivos
que fue superando y poco a poco sustituyendo por completo a los
indo americanos en la integración de los palenques, los que seguirían
con posterioridad fundándose y protegiendo, en su mayoría, a esclavos
prófugos de descendencia africana. (Marcano, 2001). Es cierto que
a partir del período transcurrido entre finales del siglo XVI y principios
del XVIII disminuyeron los reportes referentes a las protestas y apalencamientos
de aborígenes es lógico lo sucedido, al conocer además
que la población de los naturales continuaba decayendo hasta convertirse
en la minoría, por el contrario, el número de esclavos negros iba
en aumento y se hacía más frecuente escuchar sobre los cimarrones
negros, ya que estos experimentaban las mayores repercusiones de la
esclavitud, sin embargo, los nativos recibían un mejor tratamiento, y
se les concedían ciertos derechos especiales al ser reconcentrados en
algunos poblados como los de Guanabacoa, ]iguaní, Caney, Mayarí
y Yateras para llevar una vida con mayores "libertades".
A pesar de que estos pueblos de indios fueron creados para agrupar
a los últimos descendientes de los pobladores naturales, sobrevivientes
a los efectos de la explotación hispana, y para que vivieran de
acuerdo con sus costumbres, bajo la protección de las leyes españolas,
seguían siendo víctimas de las violaciones de sus derechos en muchas
- 236-

OseAR PEREIRA PEREIRA
ocasiones, motivos por los cuales, en algún que otro caso, esta situación
desagradable les impulsara a rechazar esa forma de vida impuesta
y escoger por libre voluntad la vida cimarrona donde podían subsistir
a través de la caza del ganado cimarrón y de otras riquezas brindadas
por la naturaleza, o tal vez, un aspecto aún más hipotético, integrarse
en algún palenque para convivir en comunidad con los esclavos
negros refugiados en ellos. Estas violaciones de las leyes indias eran
comunes, por ejemplo, en el pueblo indio de Guanabacoa, fundado
el 12 de junio de 1554 con una población inicial de cien aborígenes
ya transculturados y mestizados, bajo la enseñanza de la doctrina
católica, sus principales actividades económicas se resumían en el
cultivo de la tierra, siembra del maíz y de la yuca en conucos para
la producción del casabe, como también la crianza de animales, la
ganadería. Además debían prestar servicio con su fuerza de trabajo,
mal remunerada, en la construcción de los puestos defensivos y la
vigilancia de las costas de la villa habanera contra ataques de piratas,
lo cual les restaba mucho tiempo en las labores de subsistencia, de
esta forma continuaban ocurriendo esos delitos, entre otros caben
mencionarse, además, uno de los más graves, la usurpación de las
tierras otorgadas a los indios por las autoridades españolas por parte
de los propios españoles que comenzaron a establecer sus estancias
en los alrededores de Guanabacoa; esto, perjudicaba en gran
medida el desarrollo económico y subsistencial de esos indígenas,
lo cual aumentaba la situación de pobreza de dichas comunidades.
(Rodríguez, 2002).
Es un hecho confirmado, que en la segunda mitad del siglo XVI el
cimarronaje fue practicado mayormente por esclavos negros, suceso
corroborado por las actas de los cabildos posteriores a 1555, que
contienen múltiples acuerdos relacionados con el exterminio de
estos (Guerra, 1987), estos crecieron cada vez más, impulsados por
la creación del sistema de Asientos, por Felipe 11 cuando en 1580
Portugal pasó a dependencia de España, de esta forma se crearon
situaciones ventajosas para el desarrollo de la industria azucarera y
por tanto una importación mayor de esclavos africanos a nuestro
país. Estas protestas y alzamientos continuaron produciéndose desde
el siglo XVI hasta el XIX Y la mayoría estuvieron relacionadas al
fenómeno del apalencamiento, cuyo auge, de acuerdo con las cuantiosas
noticias documentadas al respecto, tiene lugar en las décadas
iniciales del siglo XVIII y se extiende a través de todo el período de gran
-237 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
expansión de las plantaciones esclavistas; como en los siglos XVI y
XVII existen pocas referencias documentales sobre la existencia de los
palenques se deduce que los primeros fueron integrados por indios
y con cierta medida indios y negros (La Rosa, 1991). En estos siglos
el cimarronaje simple fue la forma de resistencia esclava más practicada,
podemos deducir entonces, que las cuevas fueron unos de los
principales refugios para los cimarrones aborígenes y negros, hasta
que estos dejaban de ser nómadas para asentarse en los palenques,
donde se inició una de las primeras formas de vida comunitaria y se
enriqueció aún más, el complejo proceso sincrético de la identidad
cubana. (Bosch y Sánchez).
De acuerdo con las palabras del antropólogo Argeliers León
(2001): "La primera rebeldía contra el imperio español en América
y las que se sucedieron contra los otros dominios que le siguieron,
marcarían el punto de partida más lejano de la identidad, es
decir, desde el instante que se distinguen intereses opuestos entre
los hombres de esta parte del mundo y las metrópolis europeas. Las
rebeliones tempranas pudieron apuntar hacia una futura conciencia
de identificación".
Si contextualizamos este pensamiento a Cuba en particular, como
posesión colonial, parte de ese dominio imperial español en América,
donde también se distinguieron esos intereses antagónicos entre
las clases esclavizadas y el explotador, se establecen las pautas para
fundamentar que las rebeldías indígenas, las primeras en acontecer
en nuestro país, las de esclavos negros posteriormente y aquellas en
las cuales colaboraron las dos culturas, fomentaron las bases para el
mantenimiento y supervivencia de los elementos culturales identificatorios
de ambas etnias, tanto una como la otra, defendieron sus
costumbres sociales y religiosas por encima de las del español, que
llegaba imponiendo la suya, este se encontró contra el enfrentamiento
perseverante tanto de aborígenes indoamericanos como de negros
por mantener la libertad, que en muchas ocasiones lucharon conjuntamente
y convivieron en cuevas y palenques, manteniendo comunidades
que permitían la práctica de sus modos de vida, pensamientos
y creencias, las cuales hubieran desaparecido y solo a partir de la
transculturación se mantuvieron vivas, han llegado hasta nosotros y
forman parte de nuestra cultura como cubanos.
-238 -

O seAR PEREIRA PEREIRA
LAS RELACIONES INTERÉTNICAS
ENTRE LAS CULTURAS. CRITERIOS
Si la entrada de esclavos negros a Cuba aconteció a comienzos del
siglo XVI, podemos suponer que el contacto interétnico entre aborígenes
y esclavos negros pudo iniciarse desde esta fecha. De acuerdo
con los diferentes reportes documentados en Reales Cédulas y cartas
dirigidas al rey, informando sobre los ataques y sublevaciones de
aborígenes y negros insurrectos, podemos afirmar que ambas culturas
participaron conjuntamente en esas rebeldías, como medio de resistencia
contra los métodos de dominación española. También que, a
causa de la participación conjunta de tales comunidades étnicas en
las rebeldías esclavas antes mencionadas, tanto aborígenes indígenas
como negros cimarrones pudieron haber establecido estrechas relaciones
socio-culturales, las cuales permitieron el posible intercambio
de diversos aspectos vinculados a las costumbres sociales y la religión.
Grilletes que se utilizaban con indígenas
y esclavos.
- 239 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA . ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Fumadora de tabaco.
Existe la posibilidad de que algunos aborígenes y esclavos negros
hayan convivido mutuamente, mediante la práctica del cimarronaje,
en aquellos lugares utilizados como refugios, ya sean cuevas
o palenques, donde pudieron establecer lazos socio-culturales más
estrechos. Aunque aún no esté debidamente probada la transculturación
indoafricana, ni por documentos históricos ni por hallazgos
arqueológicos, no es ilógico pensar que tal proceso antropológico
haya podido desarrollarse desde comienzos del siglo XVI, como
sucedió con la transculturación indo hispánica, la cual ha sido bien
evidenciada y demostrada.
Específicamente el origen y desarrollo del proceso de transcultu
ración indoafricana carece, en la actualidad, de investigaciones
antropológicas dirigidas a demostrar su existencia, pero no cabe
duda de que existió un contacto interétnico entre aborígenes y africanos,
en que quizás se transculturaron algunos elementos característicos de
esas culturas, que mezcladas con los rasgos hispánicos dieron origen a
la nacionalidad cubana.
- 240-

APROXIMACiÓN SOCIOLÓGICA
A LA CONQUISTA1
Jorge Ulloa Hung*
Una aproximaclOn a los aspectos sociológicos de la colonización
antillana debe tomar como modelo principal las grandes Antillas,
escenario donde se materializaron las primeras contradicciones y
mestizajes que fraguaron una nueva escala de valores que evolucionó
hacia lo criollo como fuente primaria de singular cultura. El Caribe
lo conforma una diversidad humana reunida por múltiples procesos
socioeconómicos, propiciadores de una compleja y fecunda interacción
cuyo análisis es una de las principales líneas de pensamiento
para entender la historia y cultura de sus pueblos.
Varios factores han intervenido en la creación de una imagen confusa
de esta región, desde las variadas consideraciones sobre su delimitación
geográfica o cultural, hasta las valoraciones de influencias
ejercidas por las potencias europeas creadoras de supuestas fronteras
entre un Caribe hispano, inglés u holandés.
*
Publicado en La Jiribilla, La Habana, 2001.
Historiador y arqueólogo, Máster en Estudios Cubanos y del Caribe de la Universidad
de Oriente. Es investigador de la Casa del Caribe de Santiago de Cuba y coordinador del
Anuario Caribe Arqueológico de Cuba.
- 241 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Libro de la cosmografía (1548) de Pedro Apiano.
Entre los factores enunciativos de un proceso histórico complejo
y convulso, la introducción de esclavos africanos, con su abanico de
matices y culturas, ha constituido el acontecimiento más sopesado
para definir las particularidades del Caribe de hoy. El enmascaramiento
de muchos elementos que se gestaron desde los momentos de la
conquista, o su valoración de manera superficial y esquemática, han
influido en que la mayor parte de las aproximaciones y estudios solo
expongan cuestiones económicas y culturales emergidas de algo tan
evidente como la plantación. El estudio de la plantación esclavista ha
sido el fundamento heurístico elemental para definir los basamentos
socioculturales de los pueblos caribeños, vistos como expresiones particulares
de ese fenómeno, donde ciertas similitudes han disminuido
o disimulado las diferencias gestadas desde siglos anteriores a la
instauración plantacionista. En ese sentido, algunos estudiosos
asumen la plantación caribeña como el renacimiento de un modelo
económico que ya era aplicado desde el siglo XVI por España y Portugal
en sus territorios de África e Islas Canarias, y que fue extrapolad0
2 desde épocas muy tempranas al Caribe, sobre todo la isla de
2 Autores como Francisco A. Scarano afirman que la plantación azucarera esclavista de
- 242-

JORGE ULLOA HUNG
La Española. De esta forma, cuando las colonias inglesas y francesas
-en los siglos XVII y XVIll-, y más tarde las españolas, irrumpieron
en el mercado europeo con productos derivados de la intensa explotación
plantacionista, se trataba de un sistema cuyas posibilidades se
habían calibrado con anterioridad. En esta reducción de la historia
del Caribe a la historia del modelo económico de la plantación, se
correlacionan particularidades socioeconómicas de diferentes momentos
y espacios con fases en el desarrollo de este sistema, lo cual obvia otros
elementos clave para aquilatar las características del Caribe en toda su
dimensión, sobre todo en Las Antillas. En primer lugar, hablar de un
modelo de sociedad, quizás común en cierto momento para todas
las islas caribeñas, no implica concebir sociedades estructuradas y
relacionadas de manera idéntica desde sus comienzos; es por esto
que debe partirse de las condiciones impuestas a cada territorio por
la conquista sin desdeñar las particularidades económicas, culturales
y poblacionales de los núcleos autóctonos aborígenes.
Desde ese punto de vista, existe una diferencia básica entre las
llamadas grandes Antillas y las pequeñas Antillas; las primeras, fueron
colonizadas en momentos muy tempranos, lo que dio margen a la
gestación de una población cuya idiosincrasia, ideología y cultura se
revirtieron en la plantación. Sus mecanismos de interacción sociocultural
se mantuvieron latentes como elementos secundarios dentro
de la estructura plantacionista o como principales al margen de esta,
en varios espacios de esa porción del Caribe.
Por su parte, en la mayoría de las pequeñas islas, la colonización
se inició prácticamente con un devenir paralelo a la plantación, pues
la corona española los consideraba territorios inútiles, lo que retardó
los procesos de fijación a la tierra. Las constantes incursiones en busca
de fuerza de trabajo aborigen y su desarraigo con vistas a fomentar
otros espacios colonizados, convirtieron estos territorios en especie
de pequeñas factorías con escasos núcleos de población permanente,
hasta la irrupción de otras potencias europeas.
las Antillas remonta sus orígenes a las primeras exploraciones portuguesas y castellanas
a lo largo de la costa occidental de África en el siglo xv. Según este autor, el negocio
esclavista en estas costas recibió un fuerte estímulo con la creación del complejo azucarero
portugués-canario. El impulso de la producción estimuló el consumo de azúcar en
Europa y amplió las fincas azucareras en territorios como Madeira, Sao Tomé y Canarias,
experimentos que constituyeron las primeras plantaciones esclavistas y el antecedente
de la gran plantación caribeña. Ver Francisco A. Scarano: "Estructura de la plantación
azucarera esclavista", en Del Caribe, Santiago de Cuba, nos. 16-17, 1990.
- 243-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
LA CONQUISTA DE LAS GRANDES ANTILLAS
Y LA MENTALIDAD EUROPEA
La Europa feudal dejaba atrás siglos de economía natural y básicamente
autárquica, se convulsionaba con el ascenso de los artesanos
y el comercio, como preludio de un nuevo régimen y una nueva
clase social: el capitalismo y la burguesía. Sobre la base del tráfico
mercantil se desarrollaba un nuevo tipo de hombre, en el que
florecían nuevas ideas que ponían en crisis parte de la mentalidad
y el soporte ideológico legal santificador del antiguo régimen.
No solo se rompían ataduras económicas sino también supuestas
verdades eternas, reemplazadas por un ansia de saber y el examen
abierto de la naturaleza, que corría paralelo a nuevas formas de cotidianidad
y de la organización del trabajo y de la vida. El proceso
de conquista y colonización de América, de las Antillas Mayores en
primer lugar, actuó como una válvula de escape a una situación generada
en Europa -en particular en España- por el advenimiento
de relaciones capitalistas mercantiles; no fue solo la necesidad de
circulante, superada por el oro y la plata del nuevo continente, sino
además la ruina de una masa de hidalgos y campesinos que vieron
en Las Indias una posibilidad para resarcir su situación.
Así, la conquista en su faceta inicial se nos presenta con dos procesos
de desposesión; en primer lugar, la desposesión de una masa
campesina y la ruina de una buena parte del sector artesanal español,
expropiados por la paulatina imposición de las nuevas relaciones de
producción e impulsados hacia América en buena medida; en segundo
lugar, la desposesión de las poblaciones aborígenes, la que además de
violenta fue también de alguna forma consecuencia postrera del impulso
capitalista, aunque reprodujo y readaptó algunos mecanismos
feudales como formas de organizar la nueva realidad. Los hombres
que vinieron a América, sobre t~do en los primeros momentos hacia
Las Antillas, aunque insertos en un naciente mecanismo económico
capitalista y protagonistas de una empresa con este corte, mantenían
un sistema de valores y una mentalidad permeada en buena parte por
conceptos feudales; moral e ideológicamente, aún eran parte de ese
sistema, eran consecuencia de su decadencia y en ellos se conjugaban
estos factores contrastantes. En otro sentido, los resultados de la conquista
antillana pueden traducirse en una ampliación en la conciencia
de los hombres sobre el reconocimiento de nuestra propia especie.
El mundo comenzó a configurarse en su sentido moderno, se reveló
-244 -

..JORGE ULLOA HUNG
a sí mismo, al reconocer la llamada cultura occidental una imagen
real, no mítica, del otro, que además se universalizó e inmortalizó a
través de las imágenes literarias que de él proyectaron Colón y los
cronistas de Indias.
LA CONGUISTA: SU EXPRESiÓN DOCTRINAL
Y ECONÓMICA
La radicación en los territorios colonizados por España estuvo matizada
por situaciones difíciles desde los primeros años, lo que motivó
no pocas querellas y contradicciones entre los conquistadores, generadas
en lo fundamental por las concesiones de tierras y derechos a
explotar grupos de indígenas, pasos previos para obtener la condición
de vecino, imagen social trasladada a suelo americano que pretendía
legitimar las relaciones sociales que imponía la conquista.
La emigración hacia América promovida por disposiciones legales
de la corona desde 1495 provocó no pocos problemas al romperse
las expectativas de una buena parte de la población emigrante. Para
aquellos que venían con ánimos de encontrar no pocos beneficios,
la situación se tornaba difícil al tropezar con unos predecesores
que habían distribuido las mejores riquezas e iban fomentándose
como una oligarquía. Ante esta coyuntura, funcionará una especie
de mecanismo de retroalimentación, en cuanto a motivaciones para
emigrar hacia nuevos espacios, la búsqueda de un encumbramiento
social y pasar a una posición de avanzada en los nuevos procesos
fundacionales. La forma en que se organizaban las expediciones daba
margen a estas oportunidades, al tener el carácter de verdaderas empresas
privadas, concertadas a través de contrato o capitulación, en
las que se avizoraban de antemano quiénes serían los avecindados y
mayores beneficiarios, es decir la nueva aristocracia conquistadora.
Este proceso repetitivo, es en nuestra opinión, una de las principales
causas del énfasis por descubrir nuevos territorios, a partir
del momento en que resulta una de las formas más expeditas de
encumbramiento personal con rápidas y certeras posibilidades de
reconocimiento jurídico.
A este mecanismo de emigración retroalimentado contribuyó el Caribe
antillano en su conjunto, en especial las grandes Antillas, como fuente
y base de aprovisionamiento en el paso hacia el continente; desde estos
años se fomentó un comercio que iría desde el casabe, o pan de la tierra,
-245-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
hasta la fuerza de trabajo aborigen para producirlo, lo que hacía de las
islas laboratorio y resorte para la colonización de otras regiones. Este fue
el inicio de diferentes etapas en las cuales las bases económicas esenciales
se fueron sucediendo desde la minería del oro, que cedió su primacía al
fomento agrícola ganadero, hasta determinados servicios necesarios en
la armazón y mantenimiento de las expediciones. Así, en los comienzos,
las grandes Antillas y el Caribe en su conjunto se perfilaban según los
matices que imponía la metrópoli.
La agricultura del indio transformada en principal vía para garantizar
el sustento del colono constituyó la base del primer negocio
mercantil caribeño; se vendía el producto a quienes no poseían
aborígenes ni tierras en usufructo, además de las expediciones, no
solo las generadas por el ansia de descubrir y conquistar sino también
las que regresaban a Europa. Esto explica la temprana importancia
de las islas de La Española, Cuba y Jamaica en el naciente comercio
caribeño.
Este impulso inicial hacia cierta agricultura de subsistencia, no
totalmente alejada de ánimos lucrativos, supuso la continuidad de la
explotación indígena y el uso intensivo de ciertos productos, además
del empleo de las técnicas tradicionales para su obtención, e influyó
en la concepción de las primeras vecindades antillanas, explotadas en
forma de pequeñas y medianas estancias donde las posibilidades de
exportación y comercialización de sus beneficios fueron marcando
el sentido del monocultivo.
El tráfico de esclavos indígenas fue otra de las formas económicas
lucrativas en los momentos fundacionales y otro de los elementos
dentro del naciente comercio caribeño. Este preludio de las grandes
cargazones de africanos fue, junto a la explotación minera, una de
las primeras formas para obtener utilidades en las tierras de América.
Ambas opciones corrieron muy parejas y contribuyeron a trazar y
delimitar las fronteras de la colonización en el Caribe.
Las islas, que desempeñaron un papel pasivo, propiciatorias de
contingentes de esclavos aborígenes, fueron explotadas muy intermitentemente
y en su mayoría, al irrumpir en el escenario del Caribe
otras potencias europeas, podían considerarse territorios conocidos
pero no colonizados. Desde el punto de vista ideológico, la colonización
antillana no debe entenderse como un hecho que siempre
inauguró actitudes, sino que las reinterpretó y adaptó a circunstancias
histórico-espaciales particulares. Un ejemplo muy concreto es
la inclinación hacia elementos como el oro, pues la necesidad de
-246-

JORGE ULLOA HUNG
circulante en Europa y el desarrollo del mercantilismo habían hecho
socialmente sinónimos oro y poder, mientras el Nuevo Mundo ponía
fin a los sueños de alquimia profesados desde el medioevo, que en
su espacio tomaban connotaciones de leyendas y sueños como El
Dorado. El proceso colonizador reunió dos grupos con trasfondos
culturales muy distintos, cuyos desarrollos evolutivos habían seguido
durante siglos líneas y patrones divergentes, generadores de sistemas
de valores distinguibles de manera clara a través de toda la llamada
literatura de la conquista. La visión del nativo se apocaba o resaltaba,
con virtudes o defectos, en la medida que su comportamiento era
semejante al sistema de patrones éticos, morales, religiosos o sociales
del europeo, aun cuando esas pretendidas semejanzas tuvieran solo la
apariencia externa y estuvieran muy lejos en cuanto a sus significados
reales. Las apreciaciones y valoraciones, que generalmente asumieron
un ropaje religioso, hablaban de supuestas capacidades y cualidades
para que los naturales se apartaran de prácticas paganas. Teorías
como la del "buen salvaje" pretendieron ver al aborigen como un ser
con aptitud y capacidad para ser enseñado, resaltando más las que se
consideraban virtudes que la inadaptabilidad, asumida como supuesto
vicio o defecto. La imposición de un sistema de valores considerado
occidental tuvo su trasfondo y fundamento jurídico-filosófico
en la obra de Aristóteles, sobre todo en sus concepciones sobre la
esclavitud y la barbarie. Al respecto existen importantes elementos
a través de los cuales se entronizó la consideración de subordinados
de las sociedades aborígenes, con trascendencia hacia las nacientes
sociedades criollas o mestizas; el ejemplo más claro lo recogen las
Leyes de Burgos, de 1512 donde se legisló y estipuló el comportamiento
en Las Indias y hacia Las Indias. Estas leyes enfatizaban la
inferioridad de los bárbaros de América, a quienes se les achacaba
una natural ingenuidad y pereza que los convertía en vasallos con
cierta capacidad para imitar, pero no para reflexionar. El derecho a
esclavizar al indio y apoderarse de tierras y recursos, no fue centro
de discusión jurídica ni teológica en los albores de la conquista, su
consideración en la categoría de infieles, en un primer momento,
justificó ciertas maneras y formas de proceder. A partir de 1510 se
iniciaron reflexiones profundas al respecto, algunos doctrinarios cuestionaron
que se sometiera a la esclavitud al indio sin antes realizar los
pertinentes esfuerzos para su conversión, con lo que jurídicamente
la población autóctona ganó el supuesto derecho a la predicación. La
-247 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
situación encaminó los cuestionamientos hacia ese derecho, el que
además significaba reconocer la condición humana del aborigen y lo
desligaba de la esclavitud o servidumbre por naturaleza.
Detrás de la discusión y el ropaje doctrinal existía realmente una
controversia entre grupos e instituciones, y teorías de la colonización
con matices teológicos. La Iglesia, aunque dividida en sus concepciones,
de una u otra manera justificaba la dominación del aborigen y no
se oponía a la naciente oligarquía colonial. Por su parte, la oligarquía
encomendera usaba la doctrina eclesiástica como fundamento para
explotar los recursos naturales y humanos, fundamentos de su propio
poderío. Por último, la corona quería mantener al indígena como
vasallo para disponer de él y limitar el excesivo poder que adquirían
sus representantes en los nuevos territorios.
De este análisis deriva la conclusión que aunque las principales
instituciones y sectores de las nacientes sociedades antillanas no eran
coincidentes en muchos aspectos, sí lograban confluir en torno a un
punto vital: el aborigen y su sometimiento, que era sostén del naciente
régimen colonial y parte de un entretejido social cuyos mecanismos
significativos para avalar poder descansaban, entre otras bases, en
la posesión de vasallos indígenas. De aquí que una de las principales
causas del conflicto social, de lucha entre los colonizadores, fuera
el control de los repartimientos, es decir, la base estructural de las
encomiendas y la garantía de las prebendas económicas.
LAS ENCOMIENDAS V LA ELITE
COLONIZADORA
La encomienda justificaba, desde el punto de vista jurídico, los designios
y aspiraciones de la corona, necesitada de explotar las nuevas tierras
y minas de América, donde la aplicación de otras opciones había
provocado no pocas contradicciones con la naciente oligarquía y sus
pretensiones de poder ilimitado. A esto se unían cuestionamientos
teológicos que se instauraron desde los comienzos de la esclavitud
abierta de la población autóctona. La encomienda funcionaba con
otras ópticas y en el orden legal significó un paso de avance en el
tránsito de la esclavitud a la libertad personal del indígena: fue un
compromiso inicial entre la corona y los primeros conquistadores
- 248-

JORGE ULLOA HUNG
del Caribe, un esfuerzo por resucitar con afeites una organización
social mediterránea, donde supuestamente el señor debía proteger
al siervo y hacerle justicia, a cambio de una parte de lo que este
produjera y trabajo a su servicio. A pesar de que el disfrute formal
de los encomendados se estableció mediante la obtención de cédulas
de encomienda -con restricciones y requisitos en cuanto a la
administración y traspaso de las dotaciones-, en la práctica las prohibiciones
fueron violadas, lo que dio lugar a fórmulas económicas
que con distintas variables perduraron en el decursar de la economía
caribeña posterior.
Los ejemplos refieren arrendamientos y aparcerías de los cuales
participaban encomenderos o personas poco solventes para lograr
alguna ventaja en la minería u otras empresas económicas básicas
de estos inicios. Las modalidades de aparcería y arrendamiento
combinaron con el absentismo de algunas personas influyentes que
lograban repartimientos en otras islas o territorios. En sentido general,
estas modalidades significaron la sobrexplotación del aborigen e
implicaron mayor aceleración en sus ritmos de trabajo para obtener
ganancias en el menor tiempo posible.
La transferencia de ese sistema de valores -dentro del cual
se incluye la encomienda- desde la Península al llamado Nuevo
Mundo, así como la recreación y adaptación de instituciones con
sus consecuentes transformaciones, promovieron la formación de
un tipo social original: la élite colonizadora. El poder de esta élite,
nacido de su posición en los gobiernos locales y como encomenderos,
no podía concebirse ajeno a intereses particulares, lo que propiciaba
constantes y aparentes disparidades con la corona que no cejaba en
buscar fórmulas para limarlas. Desde esta perspectiva, el vínculo
armonioso entre la política metropolitana y la insular fue siempre
un requisito indispensable para la corona y sus aspiraciones de control
social, aún cuando en ocasiones esa intención de armonía no
trascendiera las leyes escritas. Los primeros ensayos de las élites de
poder se desarrollaron en las grandes Antillas, sobre todo aparejados
al proceso fundacional de las primeras villas. La forma en que
se habían organizado las expediciones y las normas para repartir lo
conquistado desempeñaron un importante papel al respecto, pues
los primeros conquistadores se apropiaron de la tierra aun, cuando
reconocían su condición de súbditos y usufructuarios. Su posición
subalterna se redujo en ocasiones a meras declaraciones formales,
su manera de proceder estuvo cercana a un poder casi omnímodo,
que la corona trató de contrarrestar pero no liquidar del todo, ya
-249 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
que de hecho significaba la materialización de su dominio sobre los
nuevos territorios.
Esto motivó ambivalencias en este sector, expresadas en conflictos y
rechazos a representantes y enviados a los territorios de ultramar, autoridades
alrededor de las cuales se agrupaban facciones con grados de
compromiso diverso, casi siempre vinculados con favores económicos.
La ambivalencia puede ser medida, además, por la contradicción
aparente entre las estrategias económicas de este sector y su comportamiento
social. En el aspecto económico, pretendieron acaparar
tierras, minas e incluso se proyectaron por cierta diversificación de
las actividades productivas, mientras en la esfera social su tendencia
fue a mantener la tradición. La oligarquía encomendera sorteó obstáculos
para mantener su estatus económico, lo que le confirió un
carácter más dinámico y cambiante en este aspecto.
Mientras en sus afanes por mantener la posición social solo
trascendió de lo puramente individual al recurrir a mecanismos de
linaje, familias, o generaciones, que promovieron enquistamientos
o círculos cerrados como formas de preservar el nuevo patrimonio
americano. La posesión de tierras, como garantía de transmisión de
los poderes económicos, se unió a la formación de redes familiares,
que casi siempre se estructuraron o crearon dentro o muy cerca de
los cargos administrativos y formaron una madeja de relaciones que
se materializó en los cabildos, donde los vecinos más importantes
tenían facultades para legislar y tomar decisiones que condicionaban
la vida en las nacientes colonias.
Así nacieron las sociedades caribeñas impregnadas de desigualdad,
los vecinos en la cima de la pirámide social y el aborigen en su base.
La oligarquía colonizadora se acriolló paulatinamente y mantuvo su
interés por el acaparamiento de cargos administrativos, sin embargo,
el cerco de los intereses de la corona alcanzó dimensiones cada vez
más fuertes y monopólicas y provocó no pocos conflictos. Fue en
el siglo XVIII, aproximadamente, que las características psicosociales
de esa oligarquía fueron más coherentes con la formación de una
sociedad en la que por demás se conservaron no pocas actitudes de
ese período inicial.
- 250-

SOCIEDAD COLONIAL SANTIAGUERA:
EL PUEBLO INDIO DE SAN LUIS
DE LOS CANEYES
Juan Manuel Reyes Cardero*
La generalidad de los estudios monográficos sobre historias de Santiago
de Cuba apenas trata el modo de vida aborigen. Cuando más,
se logra abordar el tema en relación con los aborígenes de la etapa
prehispánica, fundamentalmente por la huella arqueológica y algunos
aportes de las crónicas, que no cuentan de manera directa para la
zona de Santiago de Cuba.
Por tales razones, este trabajo se propone el acercamiento a algunas
facetas del aborigen dentro de la sociedad colonial santiaguera, que
ejemplificamos a través del surgimiento y desarrollo de la comunidad
india del Caney. El objetivo es demostrar que el indio no desapareció
totalmente después de la conquista, sino que fue insertándose
y transculturándose paulatinamente dentro del Santiago colonial.
FUNDACiÓN DEL PUEBLO INDIO DE SAN LUIS
DE LOS CANEYES
Sobre la fundación de San Luis de los Caneyes, pueblo erigido como
reserva indígena a escasos kilómetros de la otrora villa de Santiago de
* Historiador. Investigador de la oficina del Historiador de la ciudad de Santiago de Cuba.
- 251 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. E STUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Cuba, se han hecho muchas especulaciones, desde algunas tan inverosímiles
como las que plantean su materialización antes de 1527, hasta
otras que erróneamente calculan este acontecimiento en un momento
tan tardío como 1618. 1 El criterio más aceptado en la actualidad es el
que expone que la conformación del poblado debe estar de acuerdo con
dos documentos manuscritos, aparecidos en el Archivo del Arzobispado
de Santiago de Cuba, los cuales no corresponden a la época colonial. 2
Armas del Caney, en Crónicas de Santiago
de Cuba, 1908.
Una carta de los oficiales reales, Castro y Agramante, fechada el26 de abril de 1540, daba
a conocer que de los indios que se pusieron en experiencia en Bayamo ya no quedaban
más de diez a cargo de un vecino que se sirve de ellos, quien lo amenazaba y alquilaba a
diversos precios. ¡ver: Real Academia de la Historia: Ob. cit., t. VI, no. 364, p. 139.
2 Por ejemplo en las Actas Capitulares dell o de febrero de 1664 se puede apreciar la orden
de limpiar los caminos de Juan Barón, el Cauto, el Cobre y Caimanes, con vistas a recibir
al entonces arzobispo de la Isla, la tarea le fue asignada a los naturales del Caney y a los
alcaldes de la Santa Hermandad, ver: AHMSC, Actas Capitulares, Cabildo: 10 de febrero
de 1664, foli03, 3 Vto . 4, 4 VIO, 5.
- 252-

JUAN MANUEL REYES CARDERO
Para acercarse a la idea de cuándo se produjo la fundación de este
pueblo de indios y de cómo fue insertándose paulatinamente en la
sociedad colonial, es necesario analizar, en primer lugar, argumentos
medulares del texto "Apuntes históricos del pueblo indio de San
Luis de los Caneyes", elaborado por Luis A. Baralt en el año 1847,
y que fuera recogido por Emilio Bacardí en sus Crónicas de Santiago
de Cuba. 3 Se desmiente en esos apuntes, a través de un supuesto
memorando enviado por los naturales a los soberanos, que el Caney
fuera uno de los pueblos primitivos hallados por los conquistadores,
pues se aduce que:
[ ... ] por varias razones de congruencia les destinaron los españoles
el paraje donde hoy se halla el pueblo, formándose allí
un burgo o villaje, donde asistiendo solo los de la estirpe mantuviesen
sus labranzas y tal cual crianza capaz de subsidiarles el
diario sustento, alcanzando su extensión a más de veinte leguas
de largo y diez de ancho. 4
En otra parte se relata cómo al llegar los primeros conquistadores
al lugar encontraron aborígenes, los cuales huyeron y se dispersaron
por los ásperos montes, quedándose a vivir unos pocos entre los nuevos
señores de la tierra. 5 Las informaciones suministradas permiten
definir tres cuestiones: una la constituye el hecho de que en el área
de referencia, habitaban indo cubanos dentro de un tipo de sociedad o
comunidad que no implicaba la existencia de una reducción india a
la usanza metropolitana, otra estriba en que se produce la residencia
conjunta (convivencia) entre vencedores y vencidos, cuya génesis
primaria debió ser la encomienda; y, por último, que se dan las
condiciones para crear allí con posterioridad un burgo o villaje solo
con los de la estirpe aborigen.
Es evidente que existió un primario proceso de colonización en
territorios cercanos o más inmediatos a la zona de la bahía de Santiago
de Cuba, que contribuyó a la materialización de la fundación
de la villa cubana. Consolidado este, se estructuran los mecanismos
tendentes a distribuir las propiedades de cada vecino conquistador, o
la asignación a ellos de los espacios territoriales y su correspondiente
fuerza de trabajo para la explotación. Tanto en Santiago como en
3 Emilio Bacardí: Crónicas de Santiago de Cuba, pp. 7-11.
4 Emilio Bacardí: Ob. cit., p. 9.
5 ídem.
-253 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
otros lugares de la Isla, esas encomiendas se hicieron en las zonas
más inmediatas a las villas en las que pernoctaba el indio.
Las condiciones socio históricas gestadas entonces dentro del espacio
referido, favorecieron el desarrollo de una larga vida aborigen,
extendida hasta el siglo XIX, con matices transculturales cada vez más
evidentes. A la presencia de los naturales en un territorio resguardado,
con suelos muy fértiles, se sumó una condición especial que pudo
contribuir a aunar desde los primeros momentos la fuerza de trabajo
necesaria para los nuevos dueños del territorio: el cacique de Cuba,
bautizado como Alonso Rodríguez, fue de los que no huyó ante la
irrupción conquistadora inicial y se quedó a vivir, junto con otros
aborígenes, con los españoles. 6
Ese recurso de encomendar indios bajo la tutela de su cacique fue
un medio eficaz utilizado por el español, según muestran los documentos
de época/ y fue la causa de que empezaran a reconocerse,
con el tiempo, las grandes encomiendas como pueblo de indios; por
ejemplo, en 1538 Hernando de Soto daría parte de su visita a los
pueblos de indios ubicados en las cercanías de Santiago de Cuba, un
año más tarde el licenciado Bartolomé Ortiz reclamaría la tutela de
tres pueblos de indios que pertenecían al finado Gonzalo de Guzmán,
y en 1541 una Real Cédula imponía al obispo visitar en persona a
esos pueblos. 8
Las "razones de congruencias" que existieron para fundar el pueblo
del Caney, seguramente estuvieron dadas por el cambio socioeconómico
y político generado entre finales de la década del treinta
del siglo XVI y los años cuarenta de esa propia centuria. Después
de promulgadas las leyes nuevas, la escasez de vecinos españoles e
indios, y el alzamiento de estos últimos, provocaron que la antigua
dispersión de colonos hacia territorio de los naturales cediera paso
a la ubicación de las haciendas en las cercanías de las villas. Es el
período en que muchos de los dueños se contentaban con que los
indios les cuidaran sus labranzas y monterías. 9
6 ídem.
7 En 1529 el tesorero López de Hurtado al dar cuenta al rey del mal repartimiento hecho por
el gobernador Gonzalo de Guzmán lo hace aludiendo que este entregaba a sus familiares
y amigos una determinada cantidad de indios con su cacique. Ver: Archivo de Indias:
Colección de documentos inéditos [Luis Torres de Mendoza]. primera serie, t. XII, p. 220.
8 Real Academia de la historia: Colección de documentos inéditos, relativos al descubrimiento,
conquista V organización de las antiguas posesiones de ultramar. Segunda Serie,
t. 1, no. 352, pp. 86-87 (8 de noviembre de 1839); del mismo fondo, colección y serie, t. VI,
no. 381, p. 381, (14 de marzo de 1541).
9 Julio Le Riverend: Problemas de la formación agraria de Cuba. Siglos XVI-XVIf, p. 74.
- 254-

JUAN MANUEL REYES CARDERO
Estas aclaraciones nos sirven a la vez de punto de partida para argumentar
nuestra oposición al reconocimiento de la fundación del Caney
en 1539, mucho más si se considera que esta se efectuó por Real Orden
de Carlos 1. Esta ordenanza, en realidad, constituía una viabilidad para
que el suceso fuera posible, pero no significaba una directiva que especificara
el levantamiento de este pueblo ni de ningún otro en específico.
Las órdenes del monarca se establecieron en 1523, con vistas a propulsar
el fomento de nuevas poblaciones y rigieron hasta siglos siguientes, con
modificaciones o variantes, de acuerdo con el tiempo transcurrido y los
cambios del medio geográfico. 10
Para esa época, el Caney pudo ser considerado como pueblo de
indios, al igual que otros asentamientos de la región, pero no lo era a
la manera de una reducción desarraigada de la encomienda. Es cierto
que desde la segunda década del siglo XVI los monarcas españoles,
a través de continuas reales cédulas, intentaron reducir a los indios
en comarcas e incluso a través del plan de experiencia, consistente en
entregar en usufructo las tierras a los aborígenes en favor propio y de los
reyes, pero eso tuvo un efecto bastante efímero para la zona de Bayamo,
y aquí en Santiago nada de eso se consumó.n
La coyuntura histórica vivida por esta villa en ese lapso de tiempo,
jamás pudo contribuir a la fundación de un pueblo "autogobernado"
por aborígenes en zona tan inmediata a esta, máxime en circunstancias
en que la mayor preocupación de las autoridades y vecinos de
Santiago de Cuba era defenderse de los crecientes alzamientos de
indios, arreciados entre los años 1638 y 1640, Y que incluso amenazaron
con la supervivencia de los principales centros poblacionales
de la región oriental.
A esto habría que agregar que en el período los continuos partes
enviados a la metrópoli, también se hacían eco del despoblamiento
a que estuvo sometida la ciudad, luego de la partida de Hernando de
Soto hacia La Florida. El regidor López de Hurtado comunicaba en
1638 a la realeza que esta ciudad era una aldea de veinte vecinos, I2y
10 Recopilación de Leyes de Indias mandadas a imprimir y publicar por la majestad católica
del Rey Don Carlos" nuestro señor, 1681, Libro 4, Título 7, Ley 1. Ver también Gustavo
Placer Cervera: "La participación del ejército español en la fundación de las ciudades de
Cuba. Siglos XVIII y XIX", en Revista Universidad de la Habana, no. 257, p. 150.
11 Una carta de los oficiales reales Castro y Agramante, fechada en 26 de abril de 1540, daba
a conocer que de los indios que se pusieron en experiencia en Bayamo ya no quedaban
más de diez a cargo de un vecino que se sirve de ellos, quien lo amenazaba y alquilaba a
diversos precios. (ver: Real Academia de la Historia: Ob. cit., t. VI. no. 364, p. 139.
12 Real Academia de la Historia: Ob. cit., Segunda Serie, t.1, Cédula no. 327, p. 27, 17 de
julio de 1538.
-255 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
un año más tarde se informaba al monarca que la isla estaba perdida,
que muchos indios se habían rebelado y que el temor de la gente
impedía atender minas y granjerías. 13
Por otro lado, para lograr concretar la funClación, se hacía necesario
la existencia de un condicionamiento de libertad masiva para los
indios, no de libertad casuística y aislada, como entonces acontecía.
De forma general, las autoridades de la colonia en la Isla, dígase
su mayor gobernatura, el Cabildo, y hasta dignidades eclesiásticas,
como el obispo Sarmiento, comprometidos con el sistema de encomiendas;
se impusieron festinadamente a la libertad promulgada
por los soberanos, hasta tal punto que de 1542 a 1550, durante los
gobiernos de Juanes de Ávila y Antonio de Chávez, se pasó por alto
esa disposición y solo en los años 1552 y 1553, estando de gobernador
Pérez de Angula, se le dio la libertad a todos los aborígenes,
incluido los esclavos.
Solo en ese contexto fue posible aunar los reductos aborígenes que
quedaban en Cuba y crear reservas indígenas, precisamente cuando el
mal era como una neoplasia avanzada. El sólido argumento destacado
por Hortensia Pichardo es concluyente en ese sentido: "Los indios
que quedaron libres entonces fueron recogidos en comunidades
como la de Guanabacoa en La Habana y la de El Caney en Santiago
de Cuba, de acuerdo con la cédula del 21 de marzo de 1551".14
Agrega la investigadora que otras reales cédulas dispusieron, entre
otras cuestiones, la creación de una iglesia en las reducciones, su
adecuación a lugares buenos para tener labranzas, tierras y ganado,
además de la posibilidad de elegir alcaldes y regidores indios, más
tarde se ordenó la existencia de un protector comunal.
El doctor Leví Marrero, que tuvo acceso a infinidad de documentos
de indias del siglo XVI, plasmó cómo fue que comenzaron a aplicarse
esas órdenes en Cuba:
[ ... ] al quedar libres, los indios se dispersaron y se estimó por
los vecinos españoles que su concentración en pueblos era una
solución razonable, justificada por el modo de vivir original de
los indocubanos como por las leyes dictadas para protegerlos.
13 Real Academia de la Historia: Ob. cit. Segunda serie, t. VI, p. 61. El historiador Jorge Ibarra en
su trabajo "La gran sublevación india de Cuba de 1520 a 1540 y la abolición de las encomiendas",
pp. 61-86, en: revista Santiago, no. 22, junio de 1976, nos hace un gran balance de las
sublevaciones producidas en el Oriente cubano durante los referidos años.
14 Hortensia Pichardo: "Los orígenes de Jiguaní", ob. cit., p. 81.
-256-

JUAN MANUEL REYES CARDERO
Contaban, además, con la ventaja adicional de tenerlos cerca
de sus villas, como mano de obra utilizable. 15
Puntualizó Leví Marrero, además, la consumación de esa estrategia
en la zona de Guanabacoa, cercana a La Habana, dentro de un
tiempo fluctuante entre junio de 1554, en que el cabildo habanero
hace la propuesta de la reducción, y el mes de diciembre del año
siguiente, cuando ese cabildo se reunía ya en el creado pueblo de
indios. Definió también lo que resulta ahora de más interés para
nosotros: "En ese período, además de Guanabacoa, se construyeron
pueblos indios próximos a Santiago de Cuba: El Caney y la Trinidad,
por orden del gobernador".16
Aunque no se precisa la fecha exacta de la inauguración del pueblo
del Caney, se considera que ese acto debió producirse hacia el final
de esa quinta década o con más propiedad luego de 1661 cuando,
ante la escasez de esclavos, los vecinos de Santiago de Cuba, Bayamo
y Puerto Príncipe se quejaron a la corona sobre los núcleos de
indígenas que se negaban a aproximarse a sus villas y se mantenían
aislados en palenques, acompañados de negros esclavos fugitivos,
en lugares inaccesibles.!?
Lo cierto es que para 1563 una Real Cédula autorizó el uso de la
fuerza para reducir a estos núcleos de resistencia y que la primera
referencia documental que se posee acerca de lo que se conoció posteriormente
como San Luis de Los Caneyes, data de 1569 o 1570. Se
deben los datos a la visita pastoral realizada por el obispo Juan del
Castillo, quien entonces aseguraba que [ ... ] "Santiago de Cuba solo
poseía 32 vecinos y 20 indios en el caserío de Los Caneyes, porque
muchos de sus habitantes habían emigrado hacia Bayamo". 18
Esa cantidad de habitantes y el proceso migratorio descrito, que
también se suscitó desde finales del siglo XVI hacia Tiguabos, otras
zonas de Guantánamo y Jiguaní,19 nos hacen pensar en una comunidad
poco numerosa, mal atendida, con muy pocas condiciones de
subsistencia. Se observa que se nos habla por un obispo del caserío
de los Caneyes y no de San Luis de los Caneyes, quizás esta denomi-
15 Leví Marrero: Cuba, Economía y Sociedad, t. 11, pp. 352-353.
16 ídem.
17 Ibídem, p. 354.
18 Real Sociedad Patriótica de La Habana: Memorias, no. 28, t. V, pp. 340-342, apud: OIga
Portuondo:" Las minas de Santiago del Prado y el pueblo del Caney", p. 28, en Santiago
de Cuba desde su fundación hasta la Guerra de los Diez años.
19 Regino Boti: Breves apuntes acerca de los orígenes de la ciudad (Apud: Hortensia Pichardo:
"Esbozo histórico de Guantánamo", en Facetas de nuestra historia, p. 106.
- 257-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
nación emergió a partir de de 1618, cuando se dictan las normas de
organización de los pueblos de indios, los cuales, a partir de entonces,
tendrían un alcalde entre los vecinos y de uno a cuatro regidores,
según el número de indios. Además, "[ ... ] los pueblos debían tener
comunidades de aguas, tierras y montes, entradas, salidas y labranzas
y un ejido de una legua de largo, donde los indios puedan tener sus
ganados, sin que se revuelvan con otros españoles".20
A pesar de ese status teóricamente favorable para aquellos descendientes
de aborígenes, ellos van vinculándose necesariamente a
un entramado social que venía tomando cuerpo desde la segunda
mitad del propio siglo XVI. Desde entonces, naturales supervivientes
de diferentes regiones del país se dedicaban a trabajar, según consta
en las Actas Capitulares de La Habana y escrituras del período
1576-1588, como modestos terratenientes, agricultores, estancieros,
vecinos, dueños de solares y mozos de soldada. 21
EL PUEBLO INDIO Y LA ADMINISTRACiÓN
COLONIAL
La reserva indígena de San Luis de los Caneyes, cuya población es
estimada para 1604 en 77 indios,22 comenzó a cumplir, prácticamente
desde su surgimiento, tareas específicas de apoyo a los intereses de la
administración colonial en el departamento oriental, relacionadas muchas
de ellas con la construcción de caminos,23 fortificaciones y defensa.
La defensa del territorio oriental marcó el rumbo de parte de los
originarios caneyenses, cuya labor condujo a la creación de la compañía
de indios naturales de la ciudad de Santiago de Cuba. Esta,
en 1668, bajo el mando del alférez Domingo Rodríguez, fue comisionada
para impedir los robos de los ganados del país que hacían
20 Leví Marrero: Ob. cit., t. 111, p. 21.
21 Leví Marrero: Ob. cit., t. 11, p. 532.
22 Real sociedad patriótica de La Habana, Memorias, no. 28, t. V, pp. 340-342. Vid, Oiga
Portuondo: Santiago de Cuba desde su fundación hasta la Guerra de los Diez Años, p. 28.
23 Por ejemplo en las Actas Capitulares del1 ro de febrero de 1664 se puede apreciar la orden
de limpiar los caminos de Juan Barón, el Cauto, el Cobre y Caimanes, con vistas a recibir
al entonces arzobispo de la Isla, la tarea le fue asignada a los naturales del Caney y a los
alcaldes de la Santa Hermandad, ver: AHMSC, Actas Capitulares, Cabildo: 1 ro de febrero
de 1664, folio 3, 3 Vto • 4, 4 Vto , 5.
- 258-

JUAN MANUEL REYES CARDERO
los bucaneros. 24 La misión fue cumplida a cabalidad al sorprender a los
corsarios en las proximidades de Guantánamo, darle muerte a cinco
de ellos y apresar a uno. 25
San Luis de los Caneyes. Santiago de Cuba.
Desde fecha bien temprana de la conquista, se hizo efectiva la vinculación
entre indios y españoles en áreas pertenecientes al complejo
militar del Castillo del Morro. Para 1628 el gobernador Fonseca
solicita en carta al Rey la necesidad de conformar parejas mixtas de
vigías hispanos y aborígenes, en sustitución de las hasta entonces
parejas de indios,26 estos también trabajaron en la construcción de
fortificaciones, como lo demuestran por ejemplo los levantamientos
arqueológicos realizados en la fortaleza de La Estrella: allí se encontró
cerámica aborigen, asociada a las facturadas por los colonizadores,
en contexto situado tanto por encima del nivel original de la fortaleza
como por debajo de este. Esto es reflejo, sin duda, de la etapa
de coacción económica y extraeconómica, implantada por los colonizadores
para impulsar obras como las fortificaciones militares. 27
24 César García del Pino: "Corsarios y Piratas en Santiago de Cuba", en; revista Santiago, nos. 26
y 27, junio y septiembre de 1977, Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, p. 145.
25 ídem .
26 Irene Wright: Santiago de Cuba and its District (1607-1640). Establecimiento tipográfico
de Felipe Peña Cruz, Madrid, 1918, p. 149.
27 Juan Manuel Reyes, et al. : "Reconocimiento histórico de la fortaleza de la Estrella desde
una perspectiva estratigráfica, arqueológica y arquitectónica", en El Caribe Arqueológico,
no. VI, año 2002, Casa del Caribe, Santiago de Cuba, p. 52.
-259 -
-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
A medida que se hizo necesario el plan de creación de baluartes
defensivos, la incorporación de indios y esclavos se fue haciendo
obligada, así como también reacia la actitud de ellos hacia esa política.
En 1691 otro gobernador, Juan Villalobos, se hacía eco, a través del
maestro de obras del área del Morro, de la poca disponibilidad de medios
y hombres, dado que los negros de las minas del cobre y los indios del
pueblo del Caney habían huido y seguían huyendo constantemente. 28
El vínculo entre cabreros e indios de la región oriental puede remitirse
a los primeros tiempos coloniales y, como se sabe, dio cabida
a un proceso de mestizaje y transculturación, que incluyendo a españoles,
desemboca en formas estamentales del status socioeconómico de las
clases pudientes.
En esa interrelación cultural y racial el indio tuvo una labor importante:
los aborígenes habían enseñado al africano y también al español
las ventajas del clima, de la flora y la fauna, habían enseñado al negro
a apalencarse, aprendieron con sus semejantes a subsistir. Una idea al
respecto nos la da una lista de alimentos y de medios utilizados para
elaborarlos, como se destaca en un inventario efectuado durante las
labores de explotación de las minas de Santiago del Prado. 29
[ ... ] negros e indios continuaban unidos en las labores de extracción
y fundición. El mismo inventario enumera veinte guayos
para la fabricación del casabe de yuca, veinte cibucanes, siete
cernidores de catibía, una canoa para rallar, una pared para
lavar y otra con miel, doce pares de haraganes de bejuco, dos y
medias fanegas de sal, seis mil montones de sembrados de yuca
y treinta mil de guasaburón para comer. 30
El proceso germinó y dio lugar a manifestaciones excelsas de cubanía,
como las circunscritas al orden sincrético-religioso: el cuita a
la Caridad del Cobre, con independencia de gestarse primariamente
en el área de las minas del Cobre e ir llegando secuencial y progresivamente
a otras zonas como el Caney, adonde, según se ha manifes-
28 Francisco Castillo Meléndez: La defensa de la isla de Cuba en la segunda mitad del
siglo XVII. Sevilla, Talleres de Artes Gráficas Padura, España, 1986, p. 378.
29 Los productos alimentarios que se usaban para el consumo en las minas del Cobre provenían
preferentemente del hato de Barajagua, Apud: Oiga Portuondo: Santiago de Cuba
desde su fundación hasta la Guerra de los Diez Años, p. 25.
30 AGI, Santo Domingo, Legs 451 y 1631. Vid. Oiga Portuondo. La Virgen de la Caridad del
Cobre, Agualarga Editores, Madrid, España, 2002, p.78.
-260-

JUAN MANUEL REYES CARDERO
tado, fue asumido algo avanzado el siglo XVIIY Obedece, en buena
medida, a una relación consolidada, sin grandes dificultades, entre
manifestaciones similares de negros e indios, es decir, de sus costumbres
religiosas y mitológicas, con caracteres animistas y totémicos, que se van
vinculando progresivamente con los preceptos cristianos.
La doctora OIga Portuondo, quien ha tratado en reconocidos trabajos
la historia de la advocación a la Virgen del Cobre, ha planteado
que [ ... ] la herencia primigenia, agazapada por siglos, de los tiempos
precristianos y "paganos" afloró, sin mucha dificultad, en sus lucubraciones
religiosas, que congeniaban con el ambiente prevaleciente de
la comunidad mestiza de blancos, indios y negros. 32 Se comprende,
junto a esta investigadora, que "[ ... ] la historia de la Virgen de la
Caridad, cuya imagen fue hallada en las aguas de la bahía de Nipe
por dos indios acompañados de un criollito negro a inicios del siglo XVII
-y más tarde acogida con fervor por los esclavos de las minas del
Cobre de Santiago del Prado- resulta una proyección simbólica
del legado aborigen a las sucesivas generaciones de criollos. 33
Desde el propio siglo XVII, los naturales del Caney y los cobreros
empiezan a enfrentar un mismo peligro: la geofagia de los hacendados
criollos, monopolizadores, de acuerdo con su linaje, del cabildo secular y
eclesiástico. 34 Los primeros lo harían en favor de la defensa de las tierras
realengas acreditadas a ellos por la corona y los otros, como descendientes
de los antiguos esclavos de las minas de Santiago del Prado, reclamaban
el derecho al usufructo agrario y minero de aquellas tierras.
Estarían también juntos los de las dos localidades, en fecha relativamente
temprana como 1693, en episodios de rebeldía condicionados
por las desavenencias internas de la oligarquía colonial. En aquel
año, Francisco Manuel de Roa se hizo valer de los cobreros y de los
indios del Caney para tratar de deponer aJuan de Villalobos, gobernador
del Departamento Oriental, a quien se le había mandado a hacer
residencia por ser acusado de trato ilícito y atribuciones inconsultas.
Un auto de aquella época ha dejado constancia de la participación
de negros, mulatos y de los de la Comunidad del Caney;
[ ... ] y que de los indios del pueblo del Caney vinieron Diego
de Barrios, el Berraco, Lucas de Mendoza, José T éllez, Francisco de
31 Rolando Pérez Fernández: "El culto a la Guadalupe entre los indios del Caney" en Del
Caribe, no. 29, 1999, Casa del Caribe, Santiago de Cuba, p. 64.
32 Oiga Portuondo: ''La Virgen del Cobre y la nación cubana", en Entre libres V esclavos, p. 196.
33 Ibídem.
34 Para ampliar sobre este particular remitirse al trabajo de Oiga Portuondo: Desintegración
de la agricultura feudalizante en la jurisdicción Cuba, pp. 261-275.
- 261 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Argüello, Juan Galindo del apellido de Carvajal y otros de cuyos
nombres no se acuerda [ ... ] y del pueblo del Cobre todos los
más negros y mulatos que habitan allí hijos y nietos del Diego
del Pozo [ ... ] Fernando de Espinoza protector de los indios del
Caney con ellos. 35
EL DESPOJO DE LOS TERRATENIENTES
SANTIAGUEROS
Durante el siglo XVIII la acción depredadora de los hacendados santiagueros
hacía expandir los límites de sus tierras, en detrimento de
las tierras realengas de indios, que ya quedaban reducidas en torno
al poblado. Se ha señalado que el estado del indio era más difícil
que el del negro esclavo, pues la responsabilidad de velar porque se
cumpliera la protección de sus tierras, entregadas en usufructo por el rey,
la tenían sus propios usurpadores: el patriciado criollo. 36 Por esas
razones protagonizan en 1758 una rebelión indígena que termina
sin los resultados esperados.'7 Sus continuas demandas hacen que
el rey, Carlos IV, intervenga en 1796 a favor de ellos, en momentos
en que se censuraba al protector de indios Josef Francisco Valverde,
por ser cómplice de los hacendados santiagueros. 38
Un censo correspondiente a los años 1774-1775 muestra como, a
pesar del mestizaje, todavía la raza indígena constituía en el pueblo
del Caney 92 0/0, o sea, que de los 570 habitantes, había 528 descendientes
de los naturales. Ese porcentaje disminuye para el caso del
partido del mismo nombre que entonces era de 36, 70/0, respecto al
35 AHMSC, Actas Capitulares: Extractos hechos por don Juan Bautista Muñoz de los documentos
del archivo de la villa concernientes a la isla de Cuba. Fondo Gobierno Provincial
Exp. 1, año 1693. Expediente que trata de las sesiones celebradas en el ayuntamiento de
esta ciudad el cual dispuso la prisión de Juan Villalobos. Cuadernos de Autos Generales.
Folio 146-146 Vto.
36 Oiga Portuondo: "El hombre, lugar y época. Santiago de Cuba y La Habana", p. 18, en
Nicolás Joseph de Ribera, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1986, Colección
Palabra de Cuba, pp. 5-36.
37 Oiga Portuondo: "Una sublevación de indios en 1758", en Revista de la Biblioteca Nacional
José Martí, La Habana, no. 1, enero-abril, 1981, pp. 199-204.
38 ANC, Reales cédulas y órdenes, Legajo 9, no. 22, "Acusaciones contra el defensor de los
indios del Caney" (1796).
- 262-

JUAN MANUEL REYES CARDERO
total de 645 pobladores. 39 Según análisis del etnólogo Rolando Pérez,
por aquellos tiempos estos aborígenes se dedicaban a laborar en:
[ ... ] cultivos menores, es decir frutales (guayaba, mamey, papaya),
hortalizas, viandas (como la americana y esencial yuca),
etcétera, en estancias, al prehispánico cultivo del tabaco, en
vegas; a la cría de ganado; a la pesca, en la que eran expertos los
taínos; a la confección de sombreros (por las mujeres y niñas en
particular), con empleo de técnica y material (el yarey) propios
de la cestería indígena; a la carpintería y a la zapatería; y por
último al comercio y la arrierÍa. 40
Llegarían aquellos indios al sigló XIX bajo continuos asedios y
despojos, auxiliada la administración colonial y la oligarquía criolla
bajo el falso pretexto de que estaba extinguida la raza aborigen. Primero,
le suprimieron el Ayuntamiento, fundado en 1629 y posteriormente le
quitaron el carácter legal a la comunidad. En 1850, dejaba de ser esta
considerada como tal.
39 Estos y otros porcentajes se han extraído de la obra de Rolando Antonio Pérez: "El culto a
la Guadalupe entre los indios del Caney", p. 65. Este investigador los calculó después de
analizar las siguientes fuentes: ANC, Gobierno general, Legajo 489, no. 25122, y Legajo
489, no. 25123, "Padrón General de los habitantes del partido del Caney" (año 1775).
40 Rolando Pérez Fernández: "El culto a la Guadalupe entre los indios del Caney" en Del
Caribe, no. 29, 1999, Casa del Caribe, Santiago de Cuba, p. 64.
-263 -

SAN PABLO DE JIGUANí UN ··PUEBLO
DE INDIOS"
Lilian Padrón Reyes*
La fundación oficial de "pueblos de indios" en Cuba, es un tema
poco tratado, por nuestra historiografía, que predominantemente
enfatizó que aquella población había sido exterminada o víctima
de epidemias o enfermedades que causaron su ocaso en su inmensa
mayoría. La fundación de estos pueblos se produjo a mediados del
siglo XVI, una vez abolidas las encomiendas (1553), mediante la promulgación
de las llamadas Leyes Nuevas en Cuba, por Disposición Real
de 21 de marzo de 1551. 1
El acontecimiento revelaba la existencia de comunidades indígenas,
que habían sobrevivido al "holocausto" que significó para el aborigen
cubano el proceso de conquista-colonización española. Ahora eran
reconcentrados oficialmente por Orden Real en pueblos, donde se
les otorgaban derechos, tierras y algunas prerrogativas. Como hemos
* Máster en Historia Local. Profesora de la Universidad de Oriente.
Esta señalaba: "Con mucho cuidado y particular atención, se ha procurado siempre
interponer los medios más convenientes para que los indyos sean instruidos en la Santa
Fe Católica y Ley Evangélica, y olvidando los errores de sus antiguos retos y ceremo·
nias, vivan en concierto y policía, y para que esto se ejecutase con mejor acierto, se
juntaron diversas veces los de nuestro Consejo de indias, y otras personas religiosas, en
los prelados de la Nueva España el año de mil quinientos cuarenta y seis por mandado
del señor emperador Carlos V los cuales en servicio de Dios, resolvieron que los indyos
fuesen reducidos a pueblos y no viviesen separados por montes y montañas, sin socorro
de nuestros ministros", Academia de la Historia de Cuba: Papeles existentes en el Archivo
General de Indias (AGI) relativos a Cuba y muy particularmente a La Habana (1512·1578),
t. 1, La Habana, Imprenta Siglo XX, 1931, p. 55.
-264-

LILlAN PADRÓN REYES
señalado anteriormente dichas fundaciones sucedieron a mediados
del siglo XVI; era razonable que todavía subsistiesen rastros de población
indocubana, que en su inmensa mayoría quedaban libres del
régimen de encomiendas.
El legado del maíz, Jiguaní, 2014.
Estos pueblos no fueron pocos a lo largo de la Isla, 2 algunos no
reconocidos como tales "pueblos de indios" oficiales; sin embargo,
su población indígena era relativamente numerosa. Los de mayor
connotación para la época 3 lo constituyeron Guanabacoa (La Habana)
y San Luis de Los Caneyes (Santiago de Cuba).
EN LA REGiÓN DE BAYAMO ,
Desde los primeros momentos de la conqt.iista se había constatado
que la mayor densidad poblacional indígena se concentraba en el
oriente del país. 4
2 Dígase: Guanabacoa, Ovejas, Tarraco, El Caney, Baracoa, entre otros.
3 Nos referimos a mediados del siglo XVI y principios del XVII, luego serían fundados otros
que tendrían igualo distintas características.
4 Evidenciado ello en la gran cantidad de hallazgos arqueológicos en la zona, donde convergían
distintos "cacicazgos o aldeas" según el mapa confeccionado por el geógrafo cubano
José María de La Torre. En citas de Velázquez y de Las Casas confrontamos nombres de
más de veintiséis de las que ellos llaman provincias indias que desde luego ya sabemos
que no debe creerse lo fueron conforme al concepto político de tales, pero sí regiones de
determinada importancia. José María de la Torre: Compendio de geografía física y política
de la Isla de Cuba, Imprenta Soler, 1841, p. 5.
-265 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Dentro de estas aldeas o comunidades aborígenes, el poblado
aborigen de Bayamo ocupaba un lugar prominente por su densidad
poblacional. 5 Situado en las márgenes del río de igual nombre, estaba
rodeado por la extensa llanura del Cauto-fértiles tierras -propicias
para sus cultivos, suelos arcillosos- para la confección de cerámica
y bosques cercanos para la obtención de maderas, frutos y caza de
animales. Factores determinantes en que los asentamientos florecieran
y evolucionarán llegando a alcanzar gran desarrollo económicosocial.
Dentro del extenso territorio, habitado principalmente por
grupos pre-agroalfareros y agroalfareros; siendo estos últimos los
de mayor presencia en la zona, dotada de excelentes condiciones
medio-ambientales que favorecían su permanencia y desarrollo.
Al iniciarse la conquista de Cuba durante las labores de reconocimiento
del terreno, llevadas a efecto en 1512, con vista a elegir los
mejores lugares para la fundación de las villas según la usanza hispana,
los conquistadores comandados por Pánfilo de Narváez acampan en
la aldea taína de Bayamo, donde son sorprendidos en la noche por
ataque de un número considerables de indígenas, al cual neutralizan
gracias al armamento con que contaban. Este hecho encuentra su
explicación en la crueldad demostrada por estos hacia la población
indocubana, quienes transforman en poco tiempo su carácter pacífico
y amigable de los primeros momentos; veían amenazada su tierra y la
tranquilidad de su pueblo, por hombres que solo tenían como único
objetivo, la ambición de riquezas y la pretensión de esclavizarlos
como medio para la obtención de poder.
Según refiere la historiadora Hortensia Pichardo, Velásquez en una
de sus cartas fechada en abril de 1514 relata que parte de Baracoa
en octubre de 1513 y como fin de la expedición llega a las proximidades
del poblado de Bayamo, donde encontró una numerosa
población indígena, sirviéndole de marco propicio para la fundación
de un pueblo. 6 Materializándose en la fundación de la villa de San
En la actual provincia Granma se han reportado 102 sitios arqueológicos estudiados. Cfr:
Felipe Pichardo Moya: Ob. cit, p. 18, Revista Catauro, no. 8 (2003), p. 196.
5 Según opinión del arqueólogo Felipe Pichardo Moya: "[ ... ] cuando Velázquez dispone la conquista,
y Cuba es recorrida desde oriente a occidente, a todo lo largo del territorio las columnas
expedicionarias tienen contacto con distintos grupos de aborígenes, y se habla de regiones
muy pobladas, como Bayamo y Camagüey", Felipe Pichardo Moya: Los indios de Cuba en sus
tiempos históricos, La Habana, Imprenta El siglo XX, 1945, p. 19.
6 Hortensia Pichardo Viñals: Temas históricos del Oriente Cubano, La Habana, Editorial de
Ciencias Sociales, 2006, p. 12.
-266-

LILlAN PADRÓN REYES
Salvador a fines de 1513 en el poblado de Yara, donde es trasladada
a fines de 1514, a la margen del río Bayamo tomando el nombre de
San Salvador de Bayamo.
Consideramos que tal traslado de lugar se vio motivado por la
búsqueda de condiciones geográficas más favorables, y grandes
asentamientos indígenas que sirvieran como fuerza de trabajo/ por
lo cual no es coincidencia que una vez establecido el poblado, los
indígenas fueran reconcentrados y marginados a las afueras, en una
comunidad denominada "Ovejas"8 al noroeste de la villa. Posteriormente
este será dividido por disturbios causados por los indígenas a
los habitantes del pueblo en dos fracciones: Caneyes Arriba y Caneyes
Abajo; al frente de cada uno de ellos situaron representantes de la
Corona, erigiéndose desde sus génesis, las iglesias de: Santa Ana y
San Juan Evangelista. Era necesario "adoctrinarlos en la fe católica",
para de esta forma "civilizarlos" según las costumbres españolas, y
que desdeñaran sus prácticas animistas y totémicas, consideradas
como "diabólicas y profanas". Unido a estos objetivos, se velaría
por la integridad de la comunidad, y su conducta hacia la población
hispana de Bayamo.
Junto a esta población que "mansamente" había aceptado la explotación
y la crueldad con que eran sometidos, encontramos otra que
dispersa por los campos o instalada en sitios intrincados de la geografía
cubana, huía del "sistema de esclavitud" que le era impuesto. 9
7 El historiador bayamés Enrique Orlando Lacalle, escribe acerca de su núcleo fundacional
y los motivos de su traslado: "Un año escaso había pasado desde que fundaron a San
Salvador, y Bayamo, que ya servía de residencia a los españoles desde el año anterior,
atrajo con motivo de la feracidad de su tierra, su gran riqueza y las condiciones defensivas
con que se había dotado al pueblo contra los posibles y esperados ataques de los
indígenas, a casi todos sus vecinos, así que los pocos que quedaron acordaron trasladar
la iglesia para este lugar, el que desde entonces fue bautizado con el nombre de San
Salvador de Bayamo". Orlando Enrique Lacalle y Zausquest: Cuatro siglos de historia de
Sayama, Bayamo, Imprenta El arte, 1947, p. 32.
8 Curioso nombre, que denota cómo eran considerados los aborígenes: "como ovejas
descarriadas, que necesitaban el cuidado y amparo de los conquistadores españoles".
Ante todo debían ser guiados bajo los preceptos de la fe católica para, de esta forma,
despojarlos de su identidad.
9 Muchos de estos grupos se mantuvieron durante algunas décadas de comienzos del
siglo XVI en constante pie de guerra hacia los colonizadores. Desde 1520 eran reportados
constantes levantamientos de indígenas, y rebeliones de los indios encomendados que se unían
a estos, resultado del maltrato que eran objeto y las pésimas condiciones que padecían
en los lugares donde eran encomendados. Lo anterior se reafirma según lo aportado por
el investigador Lacalle: "los indios más insumisos de toda la Isla eran los baya meses, ya
- 267-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
No lograron los colonizadores someter a toda la población indígena.
A la par de las encomiendas, existía una población dispersa por
los campos o instalada en sitios intrincados de la geografía cubana,
que huía del "sistema de esclavitud" que le era impuesto.
Haciéndose eco de este duro batallar, y buscando la vía para un mejor
entendimiento entre conquistadores y conquistados, la corona lleva
a cabo en el área de Bayamo, el llamado "plan de la experiencia", 10
ejecutado en dicho territorio por contar una población indígena
numerosa para el experime'nto, se trataba de evidenciar si los indios
podían vivir libremente como "labradores de Castilla" y demostrar
su verdadera naturaleza; continuamente considerada por algunos
como: personas brutales, estúpidas, sin justicia ni apego al trabajo,
brutales, crueles y vengativos.
Según Lewis Hanke, el deseo de aplicar principios cristianos a
los problemas del Nuevo Mundo, fue siempre una consideración
importante".l1 Desde el año 1526 el Rey ordena a Gonzalo de Guzmán,
Gobernador General de la Isla de Cuba, que sean liberados
de sus encomiendas todos los indígenas que pudieran valerse por
sí mismos en las costumbres españolas. Este no cumple tal Disposición
Real y al contrario, ayuda en su fracaso, por lo que cinco años
después es retomada la idea designando al fraile Francisco Guerrero
para ensayar el experimento en Cuba,12 con la población indígena
de las cercanías de Bayamo. Alrededor de cien nativos que habían
quedado solos por la muerte de su encomendero, estos serían enseñados
como "trabajadores de cristianos de Castilla, a cultivar algodón,
maíz, y criar pollos y cerdos como un labriego español, y del fruto
de su trabajo debían vestirse, calzar, y pagar las promesas a la Iglesia
e impuestos al Rey".13 Se les permitía ejecutar sus danzas, pero se
que constantemente mantenían en j'lque a los invasores, rebelándose y negándose, aun
sacrificando la vida con los crueles castigos a que eran sometidos, a servirles de siervos.
Desarrollando una guerra sin cuartel que ponía en peligro la seguridad comunal", Orlando
Enrique Lacalle y Zausquest, ob. cit, p. 34.
1 O El tema fue ampliamente estudiado y analizado por el investigador Lewis Hanke en su trabajo
Los primeros experimentos sociales en América en revista Bimestre Cubana, no. 45, (1950).
11 Lewis Hanke: Ob. cit., p. 79. Esta aseveración de Hanke es muy cuestionable, hay que
tener en cuenta el movimiento de intensas luchas políticas y económicas que tenía en
la superficie el debate sobre "los indios", donde se marcaban los propios intereses de la
Iglesia, y las presiones que esta ejercía sobre la corona. El paso de semi-esclavos en las
encomiendas a súbditos, representaba un real empoderamiento de la Iglesia sobre todo
frente a las grandes poblaciones del continente.
12 Este ya se había puesto en práctica años antes en La Española, sin resultados positivos.
13 Lewis Hanke: Ob. cit., p. 82.
-268 -

LILlAN PADRÓN REYES
les prohibían sus prácticas religiosas calificadas como "idólatras y
creencias de hrujería". La práctica demostró que Guerrero era un
administrador despiadado, y sus intenciones con los indocubanos no
eran las mejores. Como resultado, el fracaso de la experiencia, pues
los encomenderos no se conformaban con la pérdida de su fuerza,
iba en total desacuerdo a sus intereses.
Algunos investigadores han señalado que el hecho de la experiencia
constituye un antecedente mediato de la abolición de las encomiendas
en Cuba. En realidad, lo acontecido demuestra que la corona
española se había dado cuenta de la ineficacia del trabajo indígena
y los malos tratos a que eran sometidos por los colonizadores. 14
La realidad correspondía con la disminución de su población y los
continuos litigios por parte de los encomenderos, tal política se
materializará décadas luego transfigurada en otras acciones, cuando
sean abolidas las encomiendas y se creen oficialmente los llamados
"pueblos de indios".
En el caso particular de Bayamo, al igual que en toda la Isla de
Cuba, las Leyes Nuevas puestas en vigor once años después de su
promulgación por la corona (1553) fueron cumplidas íntegramente
por el Gobernador General, Gonzalo Pérez de Angula. Una vez
suprimidas las encomiendas, el cabildo bayamés no tuvo otro recurso
que aceptar lo dispuesto; y aprovechando que había vacado un
repartimiento considerable de indígenas hecho a Pedro de Morón,
mandó venir a su presencia a los mismos y mediante un intérprete
les hizo saber las bases de lo dispuesto. 15
14 Más bien de la ineficiencia de esos métodos para obtener ganancias y hacer producir las colonias.
Como le recomiehdo ver, es un debate que se puede constatar a través de los propios hitos del
derecho colonial Leyes de Burgos (1512), Ordenanzas de Granada (1526).
15 Estas eran: Libertad diferente a la que hasta entonces habían tenido, a fin de de que viviesen
como labradores de Castilla, sin estar encomendados como naborías ni repartimientos a
castellanos, y que para que mejor se hiciese y ellos viviesen como cristianos y tomasen
sus costumbres, se habían de ir a vivir junto a San Salvador u otra villa de castellanos,
para hacer por sí sus labranzas y tener su pueblo aparte con un Capellán que los instruyese
en las cosas de la fe, que habían de cultivar, criar ganados y sacar oro, pagando
al rey lo que le perteneciese de su tributo como vasallos y que de los que se ganasen
y multiplicase sus ganados, se habrían de vestir y sustentar, y a sus mujeres e hijos. Y
finalmente, que mientras cumpliesen esto, el Gobernador los ampararía y proveería de
lo que hubiesen menester; pero que no cumpliendo, les apercibía desde entonces que
los volvería a encomendar como habían estado antes. Herrera: Historia general de las
Indias, t. 1, Apud. Francisco Pérez de la Riva: Origen y régimen de la propiedad territorial
en Cuba, La Habana, Imprenta Siglo XX, 1946, pp. 36-37.
-269 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Una vez oída la proposición, la aceptaron de inmediato y manifestaron
querían convivir en la villa de Bayamo. Situándoles en pueblos
para su residencia y dictando las providencias para el sustento de sus
cultivos y crías, señalándoles su capellán. Posterior a estos hechos,
entre 1569-1570 durante una visita al territorio del obispo Castillo,
este recoge en sus memorias, que en la villa se manifestaba una gran
disminución de los nativos. Encontrando en el pueblo solo ochenta
indios casados, que convivían junto a setenta vecinos españoles. 16
A pesar de haberse decretado la abolición de la servidumbre indígena
en el territorio bayamés; su población indocubana prefería
internarse en el monte o sitios inhóspitos, lejos de las villas. Se
temía -debido a las atrocidades cometidas por los conquistadores,
que aún estaban frescas en sus memorias-o A pesar de contar con
Leyes Reales que amparaban sus cuidados y derechos, muchos no se
fiaban y preferían vagar por los campos, incluso en condiciones de
miseria, para seguir disfrutando el ser libres.]7 No todos corrieron
igual suerte, una porción de esta población convivió junto al español
en sus comunidades o cerca de ellas, estos fueron los que el obispo
Sarmiento señala en su visita que se encontraban empadronados en
el territorio. Aquella otra parte, que se retiró a los mismos territorios
que gozaban antes de la conquista, nunca contó en los censos oficiales
y de ellos se hablaba despectivamente como "indígenas residuales".
De esta forma, el siglo XVII bayamés concluía con la fundación
oficial del "pueblo de indios" de San Pablo de jiguaní, lugar que
desde tiempos antes de la conquista-colonización había albergado una
numerosa población indocubana; luego de este proceso, era habitado
por descendientes indígenas. Leví Marrero señalaría la significación
del hecho para el contexto de la época: "como una reafirmación de la
supervivencia perceptible y reconocida de la población indocubana,
en el año final del siglo xvII (1700), más específicamente el 25 de
enero de 1701, (inicios del XVIII) fue establecida la Comunidad de
16 Academia de la Historia de Cuba: Papeles existentes en el Archivo General de Indias (AGI)
relativos a Cuba y muy particularmente a La Habana (1512-1578), La Habana, Imprenta
Siglo XX, 1931, t.I, p. 217.
17 En este sentido, aunque ya se habían abolido las encomiendas como hemos descrito,
muchos vecinos españoles no se conformaban y abusaban de ellos discriminándoles y
arrebatándoles los derechos que le eran otorgados por la corona.
-270-

L ILlAN P A DRÓN R EYES
indios naturales de ]iguaní, 18 quienes establecieron su poblado en el
camino real que unía a Santiago de Cuba con Bayamo" .19
Descendiente.
La iniciativa de la fundación del pueblo resultó ser un caso excepcional.
Se debió a Migu e~ Rodríguez. 2o Su propósito era reunir
18 Para algunos autores, el significado de su vocablo difiere; para Antonio Bachiller y Morales
significa "arenas de oro", la misma aseveración fue asumida a su vez por la investigadora
Hortensia Pichardo; en cambio para otros autores significa "río de ángel" o "río visto desde
las alturas", nosotros realmente asumimos el primer significado dividiendo la palabra en
las silabas Ji-Guaní (moneda o pedazo de oro).
19 Leví Marrero: Cuba: Economía y Sociedad, Madrid, Editorial Playor, 1975, t. 111, p. 23.
20 El descendiente indocubano de la villa de Bayamo Miguel Rodríguez, dueño de las tierras
del corral de Jiguaní Arriba, nacido en la villa de Bayamo a mediados del siglo XVII, hijo de
Simona Rodríguez, indígena igual, junto al cacique de la aldea de Jiguaní Arriba, alcanza
con edad juvenil los créditos de jefe, y como consiguiente hijo de cacique una esmerada
educación por parte de los Padres Gerónimos; radicados en la zona desde mediados del
siglo XVI, enseñándole a leer, escribir el castellano y algunos rudimentos de la fe católica.
No representaba un natural ingenuo e inculto, todo lo contrario, conocía bien las leyes
y sus influencias, así como los deberes y derechos como descendiente indígena. Estos
conocimientos le servirían como base en la reclamación de los derechos de sus seme-
- 271 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
en un pueblo a todos los naturales que andaban diseminados en los
antiguos poblados que les habían asignado o en tierras realengas de
las villas; donde vivían en constantes vejaciones y maltratos por parte
de los españoles y sus herederos.
Miguel Rodríguez tenía una visión clara de la situación y las necesidades
de los indios, en la nueva comunidad fundada los naturales
gozarían de todos los derechos, y debían ser dueños legales de sus
tierras y labranzas, así los españoles y los ricos hacendados con pretensiones
en la zona no podrían molestarlos. Para lograrlo se valió de
los medios disponibles a su alcance. Los españoles tenían el poder; el
empleo, todos los recursos de que pudo disponer. ''Acudió una y otra
vez a la Real Audiencia de Santo Domingo, y fue oído y atendido en
cada ocasión, obteniendo las Reales Provisiones de 1703-1710 que
le concedieron las tierras necesarias para fundar el pueblo, y hacer
labranzas y monterías".n
jantes, en una sociedad donde el indocubano era marginado, y se consideraba como un
recuerdo lejano del proceso de colonización.
21 Hortensia Pichardo Viñals: Temas históricos del Oriente cubano, p. 74.
-272-

DEVOCiÓN INDIA Y SINCRETISMO
EN LA VIRGEN DE LA CARIDAD
José A. Matos Arévalo*
La Virgen de la Caridad del Cobre, devenida símbolo nacional,l fue
objeto de numerosos artículos en publicaciones periódicas católicas
y otras no religiosas. La literatura crítica o valorativa sobre el culto
mariano se limitó a pocos estudios. No es hasta finales de la década
del treinta que Rómulo Lachatañeré, 2 en su artículo "Las religiones
negras y el folclore cubano", y José Juan Arrom en su ensayo "La
Virgen del Cobre: historia, leyenda y símbolo sincrético",l estudian
el devoto relato como un hecho cultural.
*
2
3
Doctor en Ciencias Filosóficas. Investigador Titular. Fundación Fernando Ortiz.
En 1916, por solicitud de los Veteranos de la Guerra de Independencia, encabezados por
Jesús Rabí, el papa Benedicto XV proclamó Patrona de Cuba a la Virgen de la Caridad del
Cobre. Este hecho propició una mayor divulgación del culto mariano. En la zona occidental
del país, América Arias, esposa del presidente José Miguel Gómez, por su devoción a
la Virgen de la Caridad solicitó al papa San Pío X que dedicara un templo en La Habana.
Fue escogida la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe o La Salud, la que desde 1911
se denominó Nuestra Señora de la Caridad. En 1915 se bendijo y se abrió al culto. Véase
presbítero Ramón Suárez Polcarí: Historia de la Iglesia Católica en Cuba. t. 11, Ediciones
Universal, Miami, 2003, p. 282.
Lachatañeré se refiere a la cosmovisión de la santería y su relación con el culto a la Virgen
de la Caridad del Cobre y considera que existe similitud poética entre estos cultos, pues
facilita que se combine el contenido simbólico del catolicismo con la teología yorubá. Lachatañeré
sitúa los puntos de identidad entre estas dos religiones y señala que "Oshún, la
dueña de Cuba ... " y la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba ocupan un lugar en la conciencia
del cubano. Ver: Rómulo Lachatañeré: El sistema religioso de los afrocubanos, Editorial de
Ciencias Sociales, La Habana, 2001.
José Juan Arrom: "La Virgen del Cobre: historia, leyenda y símbolo sincrético", en: Estudios
Afrocubanos, Facultad de Letras, Universidad de La Habana, t. 11, 1990.
-273 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Culto a la Virgen.
En la línea de interpretación del fenómeno cultural y social del
culto mariano en la formación del cubano, el historiador y lingüista
José Juan Arrom aportó una nueva visión sobre el papel que pudieron
desempeñar las costumbres aborígenes en la formación del culto
mariano. Según su concepción, los aborígenes practicaron el culto a
la Madre de Dios. Los taínos, en su teología, contaban con Atabex
o Atabey, madre de las aguas, divinidad relacionada con la luna, las
mareas y la maternidad; deidad femenina de gran fuerza creadora.
Estas características de los cultos taínos, afirma Arrom, pudieron ser
atribuidas a la Madre de Dios cristiana, hecho que facilitó la asimilación
de los patrones religiosos cristianos. Para Arrom, la patrona
de Cuba se expresa en tres dimensiones, depende desde donde se le
mire: "la Virgen de la Caridad del Cobre es María, es Atabex y es
Ochún; es decir, una y trina".4
El préstamo o proceso de transculturación, como diría Fernando
Ortiz, entre ambas religiones, queda fuera de su estudio. Esta transición,
aunque posible, se enuncia de manera idílica, pacífica y hasta
romántica. Estos procesos debieron ser violentos e impositivos. El
cambio de cosmovisión, a partir de la similitud de cultos, es una
4 José Juan Arrom: "La Virgen del Cobre: historia, leyenda y símbolo sincrético", en Estudios
Afrocubanos, Facultad de Letras, Universidad de La Habana, 1990, t. 11, p. 295.
-274-

JOSÉ A. MATOS AREVALO
condición necesaria pero no suficiente, y menos creer que los aborígenes
asumieron la religión católica sin simulación y resistencia. El
catolicismo debió imponerse con toda la fuerza de religión dominante
durante la conquista.
Otros aspectos vinculados con los orígenes de la nación cubana
son descifrados por Arrom del relato primigenio del el capellán Onofre
de Fonseca;5 un período indiófilo, propio de la primera etapa del
desarrollo social en la Isla, que se expresa a través de dos episodios
relacionados con la imagen de Nuestra Señora entregada por los
conquistadores a caciques cubanos, al cacique de Macaca y al del
cacique de Cueiba. Estos caciques y sus episodios fueron mencionados
en los apuntes de fray Bartolomé de las Casas y del navegante
Enciso, e incluso por Pedro Mártir en sus crónicas. Los episodios son
diferentes. En la primera historia participa el conquistador Hojeda,
conocido por las atrocidades que cometió en La Española, sin embargo,
es considerado por el padre Las Casas un ferviente devoto de
la Virgen María. Cuentan que perdido en las tierras de Cuba después
de vagar durante días, desesperado por lo agreste y pantanoso del
terreno, la escasez de alimentos yagua, es salvado por el cacique
de Cueiba, y en agradecimiento, Hojeda le entrega una imagen de
la Virgen "maravillosamente pintada" al cacique.
El otro episodio se debe a un marinero que fue salvado en la inmediación
de Cabo Cruz, y de igual modo fue socorrido, y a cambio
regaló una imagen de María Santísima al cacique de Macaca. Esta
imagen se convirtió en protectora de los indios e incluso adquirió
mayor relevancia y poder que los cemíes. José Juan Arrom y Fernando
Ortiz diferencian estas historias, sin embargo, es notable la confusión
que existe sobre este tema entre otros autores.
Esta primera etapa de devoción a la Virgen, Arrom la denomina
india: "La vir"gen se identifica india cuando Cuba era india". 6 En sus
episodios y narraciones los cronistas describen el amor que profesaban
los indios por la imagen de María Santísima y en particular,
5 Las narraciones sobre la aparición de la Virgen de la Caridad del Cobre en la historiografía
cubana se difundieron a partir de las versiones de los textos originales que escribió el
capellán anafre de Fonseca en 1703, compuestos y rescatados por el presbítero Bernardo
Ramírez en 1782, y posteriormente publicados en 1829 por el sacerdote Alejandro Paz
Ascanio. Ver: anofre de Fonseca: Historia de la aparición milagrosa de Nuestra Señora
de la Caridad del Cobre, Imprenta de Loreto Espinel, Santiago de Cuba, 1829.
6 José Juan Arrom: ab. cit., p. 286.
- 275-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
testifican del proceso de sustitución del cerní! por la imagen mariana.
Los "idolillos" serán cada vez más débiles y menos milagrosos.
Arrom señala un segundo período, cuando "Cuba se vuelve criolla
y se identifica con los criollos". En esta etapa intervienen Rodrigo,
Juan Joyos y Juan Moreno, 8 dos indios que hablaban español y uno que
sabía leer. A ellos ya no se les puede considerar productos exclusivos
de la cultura taína, ni a Juan Moreno, negrito nacido en El Cobre,
resultado exclusivo de la cultura africana: todos simbolizaban la nueva
generación de criollos. Los tres Juanes en la narración de Onofre de
Fonseca expresan las relaciones interétnicas del indio, del africano
y del español, intérpretes activos del nombrado suceso.
Cuando Arrom se refiere a la fecha de los milagros de la Virgen
de la Caridad del Cobre (después de la llegada de Francisco Sánchez de
Moya [1597] y antes de 1608), sugiere otra perspectiva de análisis
de este hecho: el "hallazgo" coincide, en el tiempo y la geografía
del país, con aspectos del relato que describe Silvestre de Balboa en
el poema épico Espejo de paciencia. En ambos se descubre, no por
descendencia sanguínea, el sentimiento de criollo. Los protagonistas
participan en la conformación de esa sociedad que comienza a sentir
apego por la tierra y los valores autóctonos. Si en algo coinciden estos
relatos, y es un tema para otro momento, es en que ambos documentos
(los manuscritos de Onofre de Fonseca y Espejo de paciencia) se
difundieron a inicios del siglo XIX, en el período en que el criollismo
adquirió dimensión política.
Un paso más en el conocimiento de la historia del culto mariano
en Cuba fueron las investigaciones del historiador Leví Marrero en
el Archivo General de Indias. Marrero encontró las declaraciones
de Juan Moreno sobre la aparición de la Virgen de la Caridad en la
7 En la transición de credos sugerida en el relato de Enciso, los indios descubrieron mayor
protección en la Virgen María que en sus cemíes. Los nombres utilizados para sintetizar y
significar los objetos del nuevo mundo expresan la evolución en el registro de lo imaginario
entre las relaciones de los europeos y los indígenas. En las Crónicas de Indias fueron
cambiando los conceptos, transitando sus significados desde objetos desconocidos como
el "cemí", pasando por "ídolo" hasta transformarse en "figura diabólica". Véase Serge
Gruzinski, La guerra de las imágenes. De Cristóbal Colón a 81ade Runner (1492-2001),
Fondo de Cultura Económica, México, 1999.
8 Estos son los tres Juanes o los tres humildes pescadores, como también son considerados
por el folclore popular, que participan en el hallazgo de la Virgen de la Caridad. En la actualidad,
en las imágenes más difundidas, aparecen un hombre negro rezando y dos blancos que van
remando en un bote al encuentro de la Virgen Santísima. Pero, según la tradición de la Iglesia
Católica, los autores del hallazgo fueron dos indios y un negrito. No nos detenemos en estas
consideraciones porque el tema de la representación étnica y sus variantes en la aparición
de la Virgen de la Caridad puede consultarse en la obra de Fernando Ortiz, La Virgen de la
Caridad del Cobre: Historia yetnog!afía, Fundación Fernando Ortiz, La Habana, 2008.
-276 -

JOSÉ A. MATOS AREVALO
bahía de Nipe, único testigo ocular que participó en el hallazgo de
la virgen. Este documento que se suponía perdido, le hace pensar
a Marrero la absoluta credibilidad del relato descrito por el capellán
Onofre de Fonseca acerca de los implicados en la conocida
narración. Novedoso en su estudio es el examen de la comunidad
esclava de las minas de El Cobre, y sobre todo que demuestra, con
cifras demográficas y documentos, el rápido acriollamiento de la
población cobrera. En 1665 El Cobre contaba con 280 personas
y solo cinco son identificados como africanos. El acucioso escritor
consigna datos reveladores para comprender los sucesos históricos
de la bahía de Nipe.
El más reciente libro de análisis históric0 9 sobre este tema le
pertenece a la historiadora santiaguera OIga Portuondo, titulado
La Virgen de la Caridad del Cobre: símbolo de cubanía (1995). La
autora incluye nuevos documentos de los archivos españoles, que
no conocieron ni Fernando Ortiz ni Leví Marrero. Describe el
desarrollo social de la comunidad obrera, lo regional y particular
de este fenómeno histórico. Su estudio abarca el período desde la
aparición de la Virgen en el siglo XVII hasta las publicaciones que
se hicieron en fechas recientes. Relaciona los orígenes de la nación
cubana con la evolución y configuración del culto a la Caridad del
Cobre. Es un libro erudito en información y tiene el mérito, en la
historiografía de la etapa posterior a la Revolución Cubana (1959),
de apreciar este suceso religioso como un fenómeno histórico y cultural
sin el cual no es posible comprender íntegramente la sociedad
pasada y presente de los cubanos. La profesora Portuondo consigna
en su libro el trabajo que realiza con la papelería inédita de Fernando
Ortiz sobre la Virgen de la Caridad del Cobre.
A pesar de que existe una larga lista de autores, libros y artículos
que han tratado el tema, la obra de Fernando Ortiz La Virgen
de la Caridad del Cobre: Historia y etnografía, se distingue por su
originalidad. Ortiz indaga en la relación entre lo iconográfico y lo
real, entre la imagen (su fuerza de expresión) y los contextos en que
aparece esta imagen, entre el lenguaje metafórico y los saberes cotidianos.
Secciona el libro en diferentes estratos: en el conocimiento
9 La Academia norteamericana también ha incursionado en este tema: Thomas A. Tweed. Our llJdy
of the vdle. Oiasporic Religión at a Cuban Catholic Shrine in Miami. New York Oxford University
Press, New York, 1997 y María Elena Díaz. The Virgen. the King, and the Royal Slaves of El Cobre
(Negotiating Freedom in Colonial Cuba, 1670-1780). Stanford University Press, California, 2000.
Asimismo, el escritor mexicano Félix Báez-Jorge ha publicado un interesante ensayo titulado
"la Caridad del Cobre y la historia cubana", en Unicornio, Suplemento científico y cultural de
iPor esto!, Mérida, Yucatán, domingo 16 de julio de 2000.
-277 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
documental de la aparición de la Virgen de la Caridad del Cobre; en
el estudio comparativo entre las imágenes de la Caridad del Illescas
y la Virgen de la Caridad del Cobre, y en el estudio de los símbolos
de ambas imágenes, es decir, de los nimbos, las coronas, los brazos,
luna, el tamaño, la estrella en la frente, el color epidérmico, los milagros,
los tronos, las carrozas, la canoa, y los tres ]uanes. Relaciona
la narración con los factores hispanos, indios y negros florecidos
en el culto mariano; y finalmente, desentraña el influjo precristiano
vigente en la iconografía de la imagen de El Cobre.
Ortiz adara que su estudio recogerá y discutirá los elementos de
la historicidad de la imagen: "Así trataremos de hacer nosotros en
este escrito; pesquisa y análisis de historia y de faldar, de realidades
comprobadas o probables y de sus deformaciones por la demosofía
universal, y, en particular, por la cubana, dejando aparte el aspecto de
la causación metafísica que, como tema de pura fe, queda fuera de toda
posible labor de ciencia". Partiendo de esta concepción respetuosa
en cuanto a los dogmas de la religión, señala las posibles interpretaciones
históricas de la aparición y devoción en Cuba de la Virgen de
la Caridad del Cobre y los elementos folclóricos que se han tejido en
su devoción católica, a los cuales les llama las hebras hispánicas, cubanas,
africanas y criollas de la urdimbre folclórica de Cuba.
La Caridad del Cobre, con su pigmentación espiritual, dice Ortiz,
ha pasado de los altares de los blancos dominadores al corazón
de los humildes dominados. La cultura de los aborígenes y negros
dominados se abrió paso conquistando un lugar en la imagen de la
Caridad del Cobre. Esta transición no es casual; en ella influyó la política
eclesiástica en las posesiones de ultramar. En particular, la difusión
y práctica de la doctrina de la Santísima Virgen María. 10
10 En Las leyes de Indias anotadas por Fernando Ortiz, dice: "Don Felipe IV en Madrid a 10
de mayo de 1643. Que se celebre cada año el patrocinio de la Virgen Santísima Nuestra
Señora en las Indias, con la fiesta y novenario que se ordena. En reconocimiento de las
grandes mercedes y particulares favores que recibimos de la Santísima Virgen María
Nuestra Señora, hemos ofrecido todos nuestros reinos a su patrocinio y protección,
señalando un día en cada un año para que en todas las ciudades, villas y lugares de
ellos, se hagan novenarios, y cada día se celebre misa solemne con sermón y la mayor
festividad que sea posible, asistiendo nuestros virreyes y audiencias, gobernadores y
ministros, por lo menos un día del novenario, y haciéndose procesiones generales con
las imágenes de mayor devoción. Mandamos a los virreyes, presidentes, gobernadores,
corregidores y alcaldes, mayores de nuestras Indias, que cada uno en su distrito, ciudad,
villa o lugar, participándolo al arzobispo, obispo o vicario, celebren fiesta todos los años
el domingo segundo del mes de noviembre a la Virgen Santísima Nuestra Señora, con
- 278-

JOSÉ A. MATOS AREVALO
La literatura recoge la presencia de indios y negros en la primera
mitad del siglo XVI. Pero poco se sabe de la percepción que tuvieron
los aborígenes sobre el mundo cristiano. Debemos pensar que las
anotaciones y observaciones que realizaron hombres letrados sobre
los aborígenes, tenían como objetivo glorificar la colonización. Es
una excepción la obra del padre Las Casas, que describió los
horrendos crímenes de este hecho histórico; tal vez sea esta una
de la razones por lo que sus libros permanecieron inéditos en los
archivos españoles hasta mediados del siglo XIX.
Las Casas comentaba: "Preguntando españoles a indios (y no una
vez acaeció sino más), si eran cristianos respondió el indio: 'Sí señor,
yo ya soy poquito cristiano, dijo él, porque ya saber yo un poquito
mentir, otro día saber yo mucho mentir, y seré yo mucho cristiano'''. 11
Sin embargo, esa transición de credo, dice Ortiz, no debió ser sencilla.
Ortiz describe el dinamismo del contacto cultural, la confrontación,
el intercambio y la subversión de valores. Con el examen
del desplazamiento de la religiosidad aborigen por el catolicismo,
la transición de una cultura a otra, el cambio cultural, Ortiz está
esbozando en estas indagaciones su futuro concepto de transculturación.
12 "La religión dominante -escribe el sabio cubano- pasa a
ser la 'verdadera', y cuando se colorea intensamente por la moral,
es familiar la de los dioses 'buenos'. La religión de los dominados es
la falsa, la que, sin embargo, tiene potencias sobrenaturales ciertas
pero inferiores, rebeldes y 'malas'. Los dioses de los vencidos son
las deidades del mal, los diablos malignos, que, sin embargo, tienen
potencia sobrenatural para obrar prodigios".
Los llamados "factores africanos", expresados en el culto a la Caridad
del Cobre, Fernando Ortiz no los describe en este libro; pues
su elaboración data de finales de la década del veinte. No obstante,
realiza una búsqueda en las culturas africanas de aquellos elementos
que se expresan en el simbolismo de las imágenes católicas, como es
el símbolo lunar. También indaga cómo en Cuba el culto a la Virgen
de la Caridad se maneja en la santería y en el ñañiguismo. De sus
título de patrona y protectora como se hace en estos nuestros reinos." Véase Ley XXIV,
Título Primero, Libro Primero de Leyes de Indias, Madrid, 1841, p. 5.
11 Citado por Fernando Ortiz en La Virgen de la Caridad del Cobre: Historia y etnografía.
12 El concepto de transculturación Fernando Ortiz lo define en su libro Contrapunteo cubano
del tabaco y el azúcar, publicado en 1940. Con posterioridad se han realizado varias ediciones
de este libro. Recomendamos la edición crítica de Enrico Mario Santí. Contrapunteo
cubano del tabaco y el azúcar. Cátedra Letras hispánicas, Madrid, 2002.
-279 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
notas manuscritas tomamos la siguiente observación durante una
vista a Matanzas en 1929:
En una procesión de ñáñigos en Matanzas, hemos visto llevadas en
andas por cuatro abacuaces una imagen de la Virgen de la Caridad.
Es la única vez que hemos observado en Cuba una tan completa
forma de sincretismo entre las figuraciones de los religiosos católicos,
ñáñigos y nigeriana o lucumí. Ello prueba el arraigo creciente de
la devoción de la Virgen de la Caridad en nuestro país.
Entre sus papeles se encuentran otros datos, como una libreta
abacuá fechada del 18 de enero de 1932, que aclara: "Esta libreta
es para aprender encane del abacuá", y aquí se hace la siguiente
mención: "poco de miel de abeja i despues esta gracia a la Virgen de
la Caridad. La Virgen de la Caridad me acompañe y me cubra con
gloriosísimo manto con su hijo. Con los Santos". 13
También conserva en su archivo la receta del "Baño de la Caridad" de
los "espiritistas brujos". Estas informaciones denotan dos cuestiones:
la primera, Ortiz aún se encontraba en una etapa de recopilación
de información sobre este tema, y la segunda, no formaba parte de
su objetivo desarrollar el estudio del paralelismo de las devociones
católica y yoruba, es decir, la relación entre la advocación católica de
la Caridad del Cobre y Ochún:, a pesar de que ya había consignado
este hecho, de manera descriptiva, en 1906 en el libro Los negros
brujos. Además, en el período que escribe el libro sobre la Caridad
del Cobre, los orichas no habían adquirido la connotación social y
cultural que tienen en la actualidad. La prensa, hasta entonces, trataba
el ñañiguismo y la brujería como categorías delincuenciales y
policiacas. Según las anotaciones de Fernando Ortiz, por primera vez
en la prensa se hace alusión a una fiesta de Ochún en el año 1936.
13 Respetamos la ortografía del autor Manuel Scala (Cholt). Archivo Fernando Ortiz, Instituto de
Literatura y Lingüística, La Habana, dato facilitado por la especialista Ada Cantera Pérez.
- 280-

FELIPE DE JES US PÉREZ CRUZ
Representación típica de los tres Juanes.
Muchas ideas por ampliar quedaron en el tintero de Fernando
Ortiz. No obstante, sus conjeturas allanaron el camino para posteriores
investigaciones antropológicas sobre el culto mariano en Cuba.
Sus estudios de etnografía y mitología comparadas fundamentan la
relación histórica y cultural de la imagen de Caridad del Cobre y los
orígenes de la nacionalidad cubana; y definen lo raiga] incorporado
en la simbología religiosa universal.
- 281 -

UN PERSONAJE DESCONOCIDO
EN NUESTRA HISTORIA NACIONAL
José Antonio García Molina*
Para algunos podría parecer absurdo que uno de los temas importantes
y de notable actualidad en la historiografía cubana, tuviera su
origen nada menos que en nuestro siglo XVI. Es un tema íntimamente
vinculado a la identidad cultural cubana, la cual aseguramos que
comenzó a forjarse no en el siglo XIX -y ni siquiera a fines del XVIII,
como también suele decirse-, sino que se inició de forma palpable
en el mismo siglo de la invasión española a Cuba: el siglo XVI, cuando
indígenas primero, e indígenas junto con africanos después, se
rebelaron frente a los esclavistas peninsulares. El tema podríamos
definirlo, por tanto, como la herencia cultural indígena en los cubanos
de hoy. Es un tema que se fundamenta en la existencia de la
población aborigen cubana hasta mucho más acá de aquella etapa
denominada "conquista", hasta el siglo XIX, así como de sus descendientes
ya mestizados y presentes en nuestra contemporaneidad; pero
más importante aún que su pervivencia física, es la visible herencia de
aquellos ancestros indígenas en la formación de nuestro perfil cultural
hasta hoy. Al mismo tiempo, es un tema que la historiografía cubana
ocultó durante siglos, y de esto precisamente queremos ocuparnos
en el presente trabajo: cómo aquel personaje protagónico de nuestra
historia --que constituyó durante mucho tiempo el grueso de nuestro
* Fue nvestigador auxiliar de la Biblioteca Nacional José Martí. Bibliotecólogo. Licenciado
en estudios cubanos, Facultad de Artes y Letras, Universidad de La Habana (1914). En
estos momentos, reside en Estados Unidos.
- 282-

J OSÉ A NTONIO G A RCiA MaLINA
primercampesinado-, se hizo invisible desde los primeros textos
sobre historia de Cuba hasta hace poco, y cuánto pudo contribuir
este hecho a que fuera y sea aún para muchos, el gran desconocido
en nuestra historia nacional.
¿ Cómo comenzó ese proceso de desconocer al indígena cubano como
protagonista de nuestra historia durante siglos? ¿Puede percibirse este
fenómeno en los textos sobre historia de Cuba desde el pasado?
Obra de José Ma rtínez.
LOS TEXTOS DE ESTUDIO DE HISTORIA
DE CUBA PARA LA ENSENANZA EN GENERAL
Lo más importante que debe tenerse en cuenta en este asunto es la
premisa siguiente: la enseñanza escolar en Cuba -en todos sus niveles-
durante la mayor parte del período colonial, se mantuvo bajo
la égida ideológica de la dominante Iglesia católica, aun en el caso
- 283 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
de los colegios privados que abundaron en el siglo XIX, ya que incluso
los planes de estudio de estos estaban regidos por un sistema oficial
de enseñanza que les impedía la menor independencia. La revisión de
los planes de estudio y de los textos correspondientes, demuestra
que tanto el enfoque de aquella enseñanza eminentemente religiosa,
así como sus contenidos (gramática, filosofía, teología, en el nivel superior)
y su método, se correspondían con la corriente del escolasticismo
religioso -conservador y dogmático- propios de la tradición española
en aquella época. En el siglo XIX, cuando aparece la Historia como asignatura,
esta resultó ser una materia en la que no tenía el menor espacio
la especulación, el juicio crítico, ni cualquier otra forma de análisis.
Consistía básicamente en una relación de fechas, nombres de lugares, de
personajes y de hechos concretos, que el estudiante debía recordar
con precisión y repetir en el orden establecido, sin alterar una coma.
Con lo anterior dejamos establecido que la enseñanza de la historia de
Cuba no existió durante los siglos XVI al XVIII en nuestro país; y que esos
conocimientos quedaron, por lo tanto, a merced de la tradición oral y
de las vivencias personales de cada cual.
La llamada "instrucción pública de Cuba'~ durante el siglo XIX, en
lo referente a la Historia de Cuba, nada o muy poco exponía sobre
el pasado indígena de la colonia cubana. Puede escogerse como
ejemplos los programas de estudio y de exámenes de la segunda
mitad del siglo XIX, como: Exámenes del colegio de enseñanza primaria
y secundaria superior de "La Empresa", famoso colegio
habanero en 1860; o los significativamente denominados Programas
de estudios aprobados por Su Majestad en 26 de agosto y 11 Y 20
de septiembre de 1858 seguidos de todas las Reales órdenes para su
ejecución, aplicados en la colonia cubana y publicados en Madrid por
el Ministerio de Ultramar; o también los Programas de las asignaturas
del Instituto Superior de Segunda Enseñanza de La Habana para el
curso académico de 1863 a 1864, folleto publicado en La Habana por
la Capitanía General. Los textos escolares empleados para cumplir
esos programas enseñan que la historia de Cuba había comenzado
con la llegada de los españoles a esta tierra y con el consecuente y
feliz sometimiento de los llamados indios o naturales por parte de
los españoles, mediante la tan justa y necesaria cristianización. Ya
no la vida de las comunidades indígenas antes o durante la invasión
europea, sino ni siquiera su prolongada convivencia con los españoles
era señalada en aquella historia de Cuba. En ella solo se mencionan
los viajes de Cristóbal Colón, los recorridos de los principales jefes
- 284-

JOSÉ A NTONIO GARCíA MOLlNA
españoles por el territorio cubano, las poblaciones fundadas y otros
hechos narrados por algunos cronistas desde su óptica colonialista.
Solo esos hitos constituyen el contenido de la materia histórica.
Cuanto de bueno y noble hacían los españoles en Cuba, esa era la
historia. No podía ser otra, naturalmente, de acuerdo con los intereses
económicos y políticos de quienes la escribían. Como resultado,
la población indígena, el hombre natural, autóctono de la tierra
ocupada y, por tanto, coprotagonista principal de los hechos que se
narraban, era prácticamente ignorado. Aquel indígena que constituía
el estrato mayoritario de la sociedad colonial cubana, sobre todo en
los siglos XVI y XVII, Y que se definía ya como la masa campesina inicial
con la que poco a poco se mezclarían otros componentes étnicos
de la temprana sociedad criolla, apenas era mencionado de modo
incidental y pintoresco en aquellos textos iniciales.
Fascimilar de HIstoria de las Indias.
Lo anterior puede entenderse si se tiene en cuenta que las fuentes
documentales para elaborar los programas y los textos de historia
fueron nada menos que los escritos por cronistas como Gonzalo Fernández
de Oviedo y Valdés (Historia general y natural de las Indias
-285 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
y Tierra Firme del Mar Océano. Sevilla, 1535-1585) y Antonio de
Herrera (Historia general de los hechos de los castellanos en las Islas
y Tierra Firme del Mar Océano, escrito en 1601 y publicado en Madrid
entre 1726 y 1730), ambos henchidos del orgullo caballeresco
y guerrero español heredado de la Reconquista, lo que implicaba
además su tradicional desprecio al enemigo moro, ahora dirigido
hacia el indígena americano que le hacía resistencia. A los indígenas
cubanos los calificaba Oviedo como bárbaros infieles e incapaces.
Facsimilar de Brevísima relación de la destrucción de las Indias, 1552.
De cualquier manera, ningún otro enfoque habría sido posible
entonces dentro de la enseñanza eclesiástica en Cuba. Tampoco
era posible para los programas de estudios aprobados por el rey y
supervisados por el Ministerio de Ultramar, dirigidos a todo tipo de
enseñanza, incluso hasta la segunda mitad del siglo XIX.
Con ese tono y con las limitaciones propias del pensamiento
oficial de la época, llegaban las nociones sobre el pasado indígena a
aquellos escasos miembros de la sociedad colonial cubana que tenían
la posibilidad de cursar estudios en los niveles primario, medio y
superior. En tal situación, solo la tradición oral habría constituido
para un niño o joven adolescente del momento la única fuente de
-286 -

.
JOSÉ ANTONIO GARCíA MaLINA
acercamiento al pasado indígena cubano. En lo adelante, la otra
fuente de información posible al respecto habría de ser (solo desde
mediados del siglo XIX) la lectura literaria (narrativa y poesía) y la
literatura científica de esa época, para quien formara parte del muy
escaso número de quienes podían acercarse o dedicarse a las ciencias.
LAS OBRAS HISTÓRICAS Y EL PENSAMIENTO
DEL SIGLO XIX CUBANO
Al llegar a este punto es necesario insistir en que durante los siglos XVI,
XVII Y XVIII, la enseñanza escolar en Cuba fue escasísima; sostenida
dentro del ámbito religioso, donde predominaba el pensamiento
escolástico que imposibilitaba cualquier expresión libre fuera del
dogma establecido. Cabe destacar, que la causa esencial de ese estado
de cosas era el notablemente lento ritmo de desarrollo socioeconómico
de la colonia cubana, debido -entre otras razones- a la torpe
política de la metrópoli española al respecto, así como a los avatares
de su propia política interior y su situación respecto de otras potencias
europeas. La política de ultramar en Cuba oscilaba siempre
entonces entre el abandono y la represión, si quisiéramos resumirla
con dos palabras. Esto podemos apreciarlo no solo en el paupérrimo
desarrollo de las instituciones de enseñanza en cuanto a su número,
sino sobre todo, en el poco o nulo desarrollo de los contenidos de
aquella enseñanza a lo largo de cuatro siglos. Al arribar a la segunda
mitad del siglo XIX, las fuentes históricas para la enseñanza oficial
seguían siendo principalmente los cronistas menos interesados en
tratar de comprender al natural de estas tierras, a quien consideraban
con frecuencia enemigo o súbdito vil.
Otro hecho, no menos importante, que indirectamente impidió
durante siglos el conocimiento de nuestro pasado indígena, fue la
férrea censura que la metrópoli española impuso durante más
de trescientos años sin interrupción a la entrada en Cuba -yen la
América española en general- de lecturas que tratasen sobre materia
de Indias en cualquier tópico. La llamada Ley Primera dictada por
Felipe 11 el 21 de septiembre de 1556, es de las primeras legislaciones
que prohíbe explícitamente la impresión e incluso la venta de
cualquier libro que tratase sobre las tierras del nuevo continente; y
para el cumplimiento de lo dispuesto estaba encargado el Consejo
de Indias. Este había autorizado, en 1572 la publicación en España de
- 287-

••• _ ••____••• ___ ---- ___ o. ~ ______
Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
mil quinientos ejemplares de una Historia del Perú, a cargo de Diego
Hernández, pero con la advertencia de que no podía enviar ninguno
a América.
De 1741 es la Real Orden que impide la impresión de libros sobre
historia o estudios afines en el nuevo continente, así como el traslado
de estos a esas tierras. Y como si fuera poco, es célebre la ley de
1778 que prohibió a todo el que vivía en América -fuese español
o criollo- escribir sobre asuntos que tuviesen relación con las colonias.
Años después, en 1782, fue mandada a recoger y se prohibió la
lectura de Comentarios reales de los incas, de Garcilazo de la Vega,
a causa de la reciente rebelión de Túpac Amaru, a pesar de que esta
obra había circulado libremente en América un siglo antes.
Además de que, por supuesto, esas medidas restrictivas afectaban
también a los criollos y españoles de Cuba en el siglo XVIII, es notable
que en fecha tan tardía como 1866 el general Francisco Lersundi, al
tomar su mandato como capitán general de la isla de Cuba, dictó una
circular en la que prohibía las reuniones para leer libros y periódicos,
tanto en las poblaciones como en las zonas rurales. Es sabido que
dos años después se desató la primera guerra por la independencia
en nuestro país.
Lo anterior nos confirma hasta qué punto era consciente el gobierno
colonial español de que los conocimientos sobre historia en
particular se vinculaban con el desarrollo de la conciencia social. El
plan colonialista fue siempre -yen todas partes- borrar el pasado
de la mente de los súbditos; desarraigarlos para revestirlos con la artificial
indumentaria colonial; extirpar las raíces históricas y culturales
del pueblo subyugado; hacerlo olvidar su génesis y su formación;
su pasado, su identidad, su esencia, elementos lo que lo diferencian
del opresor, aunque su herencia haya contribuido a formar la nueva
identidad de esos súbditos. También los cubanos fuimos durante siglos
objeto de este desarraigo; desarraigo respecto de nuestro pasado
indígena y también respecto del proceso de disolución del aborigen
en la formación del criollo definitivo.
Volviendo a la segunda mitad del siglo XIX, las relaciones de
producción de corte feudal en Cuba, mezcladas con el régimen
de esclavitud de plantación (principalmente azucarera y cafetalera
entonces), daban lugar a una atmósfera de estancamiento socioeconómico
nada favorable para el desarrollo de la cultura en general. Al
menos así ocurría hasta que precisamente el inevitable aumento del
mercado azucarero devino el factor principal que precipitó en esta
colonia la aceleración de las relaciones capitalistas de producción,
-288 -

JOSÉ ANTONIO GARCiA MaLINA
con la consiguiente aparición en el escenario social de la clase de
los hacendados esclavistas, interesados -claro está- en ampliar sus
ganancias a través del desarrollo de la infraestructura de explotación.
Si bien en el plano ideológico la Iglesia católica conservaba el
dominio de la sociedad cubana en todos los aspectos, no frenó la
influencia que sobre la clase de los hacendados ejerciera tanto el fenómeno
de la revolución industrial europea como el desarrollo de las
ideas (filosóficas, científicas y sociales en general) que acompañaron
a ese hecho. Como es sabido, numerosos criollos miembros de esa
clase habían ido a Europa o a los Estados Unidos a estudiar o a pasar
temporadas de recreo, o también mantenían contactos con amigos
extranjeros de ciudades y capitales importantes del mundo; o leían
clandestinamente cierta literatura que les permitía mantenerse al
tanto del estado de ideas y de cosas en otras partes. De este modo,
aunque la enseñanza oficial de la Historia en Cuba continuó por los
viejos caminos del escolasticismo religioso, desde fines del siglo XVIII
y sobre todo a lo largo del siguiente siglo se iniciaron y publicaron
estudios sobre dicha materia en los que comienza a observarse -en
forma muy tenue al principio- la repercusión del avance de las
ciencias naturales (física, química, zoología, botánica y otras) como
lógica respuesta a desarrollo demandado por la industria y por la
agricultura; y junto con estas, la influencia de la corriente iluminista
mediante la defensa de la racionalidad del pensamiento y, más concretamente,
del método experimental para ser aplicado a todas las
ramas del conocimiento, incluida la Historia.
Así las cosas, escribir sobre la historia de Cuba con el enfoque de
las nuevas ideas era algo que no podía concretarse solo resumiendo los
relatos de los cronistas, sino que debería enriquecerse ese acervo
mediante la indagación en fuentes inéditas hasta el momento, como el
Archivo de Indias de Sevilla, los censos de población, las estadísticas
numéricas y otras. Incluso la tradicióq oral y los testimonios de la
experiencia personal habrían de ser fuentes utilizables que aportarían
nueva información. Esa fue la tendencia o dirección que comenzaban
a explorar obras como Historia Física, Política y Natural de la Isla
de Cuba, cuyo primer tomo estuvo a cargo del español Ramón de la
Sagra, publicada entre 1838 y 1857; la por mucho tiempo ignorada
Descripción de la Isla de Cuba, con algunas consideraciones sobre su
población y comercio, del profesor habanero Nicolás Joseph de Ribera
(escrita en 1760 y publicada en 1883); también la conocida obra
de José de Ignacio de Urrutia y Montoya Teatro histórico, jurídico,
- 289-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
político y militar de la Isla Fernandina de Cuba y principalmente de
su capital La Habana, que solo se conoció en 1876, así como las
obras de Antonio Bachiller y Morales (Cuba primitiva ... y otras), el
Diccionario provincial ... de Esteban Pichardo, los estudios de Juan
Ignacio de Armas (La fábula de los Caribes, Una historia de Cienfuegos
y otras), junto con numerosas obras sobre el pasado histórico de la
colonia cubana, donde se daba constancia en forma directa o indirecta
de la presencia del indígena en el escenario histórico de Cuba.
El antecedente más remoto de este tipo de obras está representado
por la conocida tríada de los José: José Martín Félix de Arrate (1701-
1765), Ignacio José de Urrutia y Montoya (1735-1795) y Antonio
José Valdés (1780-1836). El primero escribió su célebre Llave del
Nuevo Mundo, antemural de las Indias Occidentales en 1761, aunque
su primera edición ocurrió en 1830. De Urrutia, su Teatro histórico,
jurídico, político y militar ( ... ) sabemos que se publicó un siglo después
de escrito, junto con la obra de Valdés Historia de la Isla de Cuba
yen especial de La Habana (que ya había visto la luz en 1813). Las
tres se editaron en conjunto en 1876 bajo el título: Los tres primeros
historiadores de la Isla de Cuba. Sus autores habían bebido de fuentes
originales como Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés (primera
parte de su Historia General y Natural de las Indias, Islas y Tierra)
Firme del Mar Océano, 1535-1585), Antonio de Herrera (Historia
General de los hechos de los castellanos en las Islas y Tierra Firme
del Mar Océano, 1726-173 O) y de otros autores. Sin embargo, una
fuente importante de información se mantenía aún desconocida para
esos historiadores: las cartas que Cristóbal Colón y Diego Velázquez
enviaron a los reyes en aquellos meses y años iniciales del arribo a
América; material importantísimo para conocer de primera mano el
juicio de los protagonistas históricos, quienes se cuidaron menos que
sus sucesores de modificar la imagen inmediata que habían obtenido
del indígena cubano.
Aquellas cartas (conocidas después como "cartas de relación")
muestran en forma directa la presencia viva del indocubano: su real
aspecto físico, su temperamento, las virtudes de su idiosincrasia original
(con frecuencia pasadas por el tamiz prejuicioso del español),
su modo de vida, su inteligencia, su laboriosidad, su omnipresencia
en el territorio cubano y otra serie de aspectos deliberadamente
silenciados o tergiversados después en los escritos de Oviedo y de
Herrera, antes citados.
-290-

JOSÉ ANTONIO GARCíA MOLlNA
I
De igual modo, el Diario de navegación de Cristóbal Colón solo
vio la luz pública en 1858, por lo que tampoco fueron conocidas las
magníficas impresiones recogidas aquí sobre el indígena cubano. Y
también debe destacarse que la importante obra de Bartolomé de Las
Casas era, en su mayor parte, desconocida por estos historiadores
de fines del siglo XVIII y principios del XIX, ya que la Iglesia escondía
celosamente el único texto publicado entonces (Brevísima relación
de la destrucción de las Indias, 1552), y no existían ediciones de las
otras obras suyas aún más importantes (para los efectos de conocer
a los indígenas), como Historia de las Indias, que solo vio la luz editorial
en 1875-1876 y Apologética historia de las Indias, que tuvo
que esperar hasta 1909. De esta manera puede comprenderse en qué
forma se cercenó, a lo largo de todo el siglo XIX, la posibilidad de
leer algún texto que tuviera un enfoque cercano al indo americano.
Tampoco constituyó fuente para nuestros tres primeros historiadores
la valiosa obra del obispo Pedro Agustín Morell de Santa Cruz
(1694-1768), ya que su Relación histórica de los primeros obispos
y gobernadores de Cuba escrita en 1747, fue publicada en 1841; Y
la Historia de la Isla de Cuba y Catedral de Cuba que terminó de
escribir en 1760, no fue publicada sino hasta 1929.
Por otra parte, Ramón de la Sagra (español; 1798-1871), ya mencionado
como autor del tomo I de la obra Historia Física, Política y
Natural de la Isla de Cuba, publicó esta en 1838 pero con un enfoque
absolutamente colonialista.
Por lo general, en los títulos antes mencionados se hacía referencia
al primer viaje de Colón, a distintos episodios del llamado
descubrimiento, al gobierno de Velázquez, al bojeo de Sebastián de
Ocampo, a las hazañas de Hernán Cortés, a la prédica de Las Casas,
a la fundación de las villas, etcétera. El indígena era visto de manera
pintoresca, en el mejor de los casos; fuera de contexto antropológico
y cultural.
Ya entrado el siglo XIX continúa la obra de historiadores como
Jacobo de la Pezuela (1811-1882), quien llegó a Cuba desde España
en misión oficial de la metrópoli en 1842, y aquí escribió su Ensayo
histórico de la Isla de Cuba (1842) y después su Historia de la Isla
de Cuba (1868-1878). Esta es la época cuando, en la literatura histórica,
la actitud racionalista antiescolástica que sitúa al ser humano
de nuevo en el centro de la atención, vuelve su mirada al pasado
histórico, y en él otorga mayor importancia a la figura olvidada del
indígena cubano. Ejemplos de esos textos son los escritos por autores
como Antonio Bachiller y Morales (Cuba primitiva, 1838 y otras),
- 291 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
ejemplo de la generación de enciclopedistas cubanos; así como José
Antonio Saco (Historia de la esclavitud, 1882-1883), el español
Miguel Rodríguez Ferrer (Naturaleza y civilización de la grandiosa
Isla de Cuba, escrita en 1876) y el alemán Alexander Van Humboldt
(Ensayo político sobre la Isla de Cuba, 1827). Estos trabajos, de
apreciable extensión en el tema del indoamericano, unidos a textos
similares de los mismos autores y de otros, publicados en revistas y
periódicos, conforman en grueso de una literatura que comenzaba
a interesarse por conocer y divulgar el pasado cubano más remoto.
Surge entonces un interés arqueológico por el indígena y se producen
los primeros encuentros de su huella material. Nacen así los primeros
coleccionistas del ajuar aborigen cubano, entre quienes se destacan
entonces Carlos de la Torre y Fermín Valdés Domínguez, quienes
realizan varias exploraciones exitosas.
Es en este contexto de mediados del siglo XIX cuando se fortalecen
en el sector culto de la burguesía criolla las ideas políticas de libertad
e independencia, nacidas de la lucha anticolonialista norteamericana,
de la Revolución Francesa y de la independencia colonial en el
resto de América. Los cubanos, que se han retrasado en el proceso
liberador, maduran sus ideas a partir de un sector en que abundan
no solo los abogados, educadores y los políticos, sino también los
científicos como Felipe Poey, Álvaro Reynoso y Carlos de la Torre;
polígrafos como Bachiller y Morales y Esteban Pichardo y Tapia;
los poetas y narradores que forman larga lista en el denominado
movimiento siboneyista y otros. Criollos cultos con deseos de independencia
ven en la remota lucha del indoamericano contra su
esclavitud un ejemplo enaltecedor, y la imagen del aborigen cobra
matices de ensueño dorado. De tales fermentos surge una literatura
artística, de corte romántico, que se interesa por el pasado indígena,
haciendo del personaje nativo el tema central de sus creaciones, con la
clara intención de desarrollar una literatura que se identificara con
los intereses, gustos, costumbres y otras afinidades de los criollos al
emplear al indígena como la expresión más pura del alma nacional,
entendiendo que de los componentes principales del etnos criollo,
era el aborigen el único verdaderamente autóctono.
Tanto la obra de los precursores del siboneyismo (Heredia, Milanés,
Valdés Machuca y Plácido en la poesía; Santacilia, Nada y Andrés
Poey en la prosa), como sus máximos exponentes (Luaces, Fornaris y
Nápoles Fajardo) e incluso sus continuadores (Zequeira, Rubalcava,
Valdés Aguirre, Sellén, Orgaz y otros) produjeron una literatura muy
amplia sobre el tema, basada no solo en los conocimientos a partir
-292 -

JOSÉ ANTONIO GARCíA MaLINA
de los textos sobre historia de Cuba y en las lecturas especializadas
(de corte antropológico y arqueológico), sino sobre todo a partir de
la tradición oral (leyendas, relatos históricos) y de la exaltación
de las creencias y de las costumbres de raíz indígena que los autores
observaban en la gente del campo principalmente, a donde habían
ido a buscar "lo cubano".
Aunque el grueso de la obra siboneyista se produjo solo durante
algunos años de la mitad del siglo XIX, su influencia continuó a todo
lo largo de este. En el contexto de la Guerra de los Diez Años (1868-
1878), cuando el espíritu nacionalista del cubano tuvo el mayor
desbordamiento, la imagen del indígena -aun cuando idílica- se
consolidó desde entonces como símbolo de la rebeldía criolla, y
por tanto, de lo genuinamente cubano. Debido a que en la lucha
anticolonialista el problema principal de los criollos habría podido
simplificarse en la fórmula: "cubano-contra-español", todo lo que
fuera "cubano" entonces, habría de ser, en esencia, antiespañol. Así
fue cómo la imagen del indígena, con toda su carga semántica de
"individuo autóctono", "hombre de la tierra", "cultura originaria",
devino símbolo supremo del cubano. Con el nombre de "siboney",
esa imagen se consolidó como símbolo recurrente en los versos que
se repetían entre los soldados del Ejército Libertador. Así perduró
hasta la Guerra de 1895.
Para entonces, habían tenido lugar cambios sustanciales en la vida
de la sociedad colonial cubana. En el campo de las ciencias habían
surgido instituciones que, aún bajo la vigilancia colonialista, daban
frutos que enaltecían a criollos que estaban lejos de considerarse
"hijos de España". Tales fueron la Real Academia de Ciencias, la
Real Sociedad Económica de Amigos del País, la Sociedad Patriótica
de La Habana y otras de corte científico o cultural, en las cuales se
destacaron cubanos ilustres que produjeron abundantes escritos,
muchos de ellos relacionados con las huellas del pasado indígena
cubano, en publicaciones como: Memorias de la Sociedad Patriótica
de La Habana y los Anales de la Real Sociedad Económica -1841,
así como la Revista Cubana- 1885-1895. Aquí muchas veces no
se trata simplemente de un recuerdo arqueológico sobre una población
indígena desaparecida históricamente, sino que se habla de
la presencia de individuos vivos (llamados "indios puros") y de sus
descendientes devenidos campesinos; de las costumbres y formas de
vida de estos. Es el tema que podemos hallar en trabajos de José María
de la Torre, Jorge Le Roy Cassá, Luis Montané y Carlos de la Torre.
-293 -

Los INDOAMERICANOS EN C UBA. E STUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
También de esa segunda mitad del siglo XIX fue el interés inicial por
los estudios filológicos del lenguaje aborigen que abordaron autores
como el fraile Peñalver, Tranquilino Sandalia Nada, Pedro Santacilia,
Esteban Pichardo, Antonio Bachiller Morales y otros. Entre ellos
deben destacarse los textos Orígenes del lenguaje criollo (1882, Juan
Ignacio de Armas), Diccionario provincial cuasi-razonado de voces
cubanas (1849, Esteban Pichardo) y Estudios filológico-históricos
para depurar las tradiciones religiosas de algunos indios americanos
(1886, Antonio Bachiller y Morales).
Puede decirse que el regreso a Cuba del doctor Luis Montané y
Dardé en 1874, es el hecho a partir del cual comienzan a consolidarse
los estudios científicos sobre el indoamericano. Con Montané se crea
la Sociedad Antropológica de la Isla de Cuba en 1877, quedando así
establecida la Antropología como ciencia en nuestro país hasta hoy.
TRAOICIONES E HISTORIA
_
lIf lAS UTIllAS MAYOIES l lAS llCA'lS.
Don Antonio Bachiller y Morales.
~ de ..... de h>Acoul..m. BaJ a. A,,¡""'" ikl B_" ¡..,
Sooi, j'f\t(¡\.!Cli o ... yU\.-_A.
f.\u.r JltL
-
t~fotrll ~>ft \ ¡~t.
1$S13.
"Cuba primitiva", de Bachiller y Morales, 188.9.
-294-

JOSÉ ANTONIO GARCíA MOLlNA
BREVE REFLEXiÓN FINAL
No obstante el salto cualitativo que se observó en la segunda mitad
del siglo XIX respecto del interés y de la posibilidad de conocer sobre
el pasado indígena cubano, puede decirse que la mayor parte de la
población en Cuba continuó ignorante respecto de ese asunto. Recordemos
que el grueso de la población cubana en el seno de aquella
sociedad esclavista, mayoritariamente campesina y por tanto aún en
gran medida sin acceso a la educación pública, continuó sin tener
la menor noción de su propia historia. Apenas una rudimentaria
lectura y una muy deficiente escritura llegaban a constituir privilegiados
conocimientos para la mayor parte de la población criolla.
Igual suerte correspondía a la gran masa empobrecida que vivía en
los pueblos y las escasas ciudades del interior. El pasado histórico
era conocidb, pues, a partir de las tradiciones orales sustentadas por
cuentos y otras formas narrativas como las leyendas. Estas, sobre
todo, cuando se hablaba de un pasado remoto, casi olvidado, de
cuando vivían "los indios".
Por su parte, el protagonista de aquel pasado, la masa campesina
de raíz indígena, había sufrido un temprano y prolongado proceso
de deculturación, durante el cual lo primero y más importante
perdido -después de su modo de vida comunitario- había sido
su idioma, el aruaco insular. De este solo quedarían clavados para
siempre innumerables sustantivos denominadores de ciertos objetos
de uso cotidiano en el hogar, o de trabajo (hamaca, catauro, batey,
coa, barbacoa, cabuya, canoa, jaba); de frutas (guayaba, guanábana,
caimito); de animales (jutía, caguama, jicotea, guabina); de insectos
(nigua, cocuyo); de árboles (jagüey, guayacán, majagua); de estructuras
constructivas (bohío, batey, barbacoa, bajareque, caney), además
de un sinnúmero de topónimos correspondientes a ríos, montañas,
cuevas, regiones, etcétera, que en total suman varios centenares de
vocablos de uso común todavía en nuestro tiempo.
Es sabido que en 1511-1512 queda establecido en Cuba (Baraca a)
el primer emplazamiento de españoles. Con él comienza a imponerse
un sistema esclavista denominado "por encomiendas", que implica la
inmediata destrucción del pacífico y bien organizado sistema comunitario
indígena, basado en lazos de consanguinidad, en el que cada
miembro tenía una función armónica en el entramado social. Junto
con la destrucción de su sistema social, el aborigen cubano perdía
también, lentamente, una de las expresiones más contundentes de
su cultura: la lengua. En forma paralela se producía el mestizaje
-295 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
biológico de indígenas con españoles primero, y más adelante, el
de indígenas con esclavos africanos. Muy pronto la fusión de estas
etnias diversas dio lugar -como lo hizo la transculturación en el
plano de la conciencia social- a un individuo nuevo; un individuo
diferente tanto del indígena como del español, y más tarde, diferente
también del africano original. Había nacido el verdadero criollo; no
un individuo acriollado por el tiempo de permanencia en Cuba, sino
nacido aquí como fruto del entrecruzamiento de pueblos con orígenes
diversos. Ese individuo nuevo, con disímiles grados de criollez en su
aspecto físico (denominado "mulato", "aindiado", "moro", etcétera),
sin embargo, no lo era tanto en su patrón cultural, pues constituía el
resultado de la mezcla de sus antecesores. Por su aspecto físico podría
parecer mulato, blanco, moro u otra variante, pero por dentro, en
lo más remoto de su conciencia, podían permanecer latiendo, a la
vez, los espíritus de los antepasados aborígenes, junto con la Santa
Bárbara católica o el Shangó de panteón yorubá, todos ya acriollados.
Aquel patrón cultural criollo del cubano se hace aún más homogéneo
al comenzar el siglo XIX, cuando ha reunido los elementos
necesarios para auto definirse como nación, y se convierte en ideal
político para buscar la independencia de la metrópoli. Pero la eclosión
del cubano y de lo cubano se produce por primera vez durante el
siglo XVI; bien temprano en ese siglo, cuando observamos la existencia
de una población mestiza, que ama la tierra donde nació y sufre la
tiranía que la desgobierna y le discrimina racialmente. Los siglos XVII
y XVIII no son más que la continuación y maduración de aquel proceso
iniciado prácticamente al inicio mismo de la ocupación española.
Proceso en el que la población indígena tuvo una participación en
gran escala, aunque silenciosa para los oídos del historiador.
Una masa de alrededor de setecientos mil aborígenes -según mis
cálculos aproximados- habitaba Cuba al comenzar su ocupación
Diego Velázquez y sus trescientos soldados. Se calcula que la mayor
parte logró evadir la esclavitud en aquellos primeros años aciagos de
las encomiendas, y por eso no corrió la misma suerte de quienes fueron
esclavizados. De estos últimos se sabe que fueron diezmados por
el hambre, las enfermedades, los suicidios colectivos, los maltratos
y otras calamidades. Al extremo de que a muy pocos años de vivir
en Cuba, los esclavistas se quejaban al rey porque ya no quedaban
"indios" para hacerlos trabajar, pues muchos se rebelaban o morían;
y que para continuar la explotación de la colonia era necesario que
autorizara importarlos de tierras vecinas, o traer esclavos de África.
Pero de aquella gran masa que no fue sometida a la esclavitud, apenas
-296 -

JOSÉ ANTONIO GARCíA MOLlNA
se tiene noticias. Solo se sabe que huyeron, en grupos más o menos
numerosos, hacia los montes altos y espesos a donde les era muy
difícil acceder a los españoles; que se escondieron también en los
manglares de las costas; en los cayos, en las ciénagas y en otras zonas
apartadas. Así vivieron a lo largo de todo el archipiélago, alejados de
los pocos asentamientos españoles durante muchos años, sin llegar a
tener noticia, por mucho tiempo, de que la esclavitud indígena fue
abolida a mediados del siglo XVI.
Con el transcurso del tiempo y la gradual incorporación del indo a­
mericano a los núcleos de población "blanca", ese individuo indígena
(o su descendiente mestizo) devino un personaje muy común -y
por tanto indiferenciado- en el conjunto de la población general
cubana de entonces. Es notable el fenómeno de asimilación de esos
individuos en el seno de la sociedad colonial cubana, el cual puede
observarse con claridad todavía en las regiones del país donde por
razones históricas la presencia de sus descendientes constituye un
hecho tan cotidiano que se pasa por alto dentro del conjunto de sus
habitantes. Son ejemplos las poblaciones de Bayamo y]iguaní, donde
se sabe por estudios arqueológicos e históricos que existía un alto
índice de población aborigen durante el siglo XVI, y al mismo tiempo
experimentaron poca o tardía incorporación de africanos y de sus
descendientes. Allí, como en muchos otros lugares de Cuba, todavía
se les dice "chino" o "china" a ciertos individuos que muestran
oblicuidad en sus ojos, entre otros rasgos del aspecto físico propio
de los indoamericanos. Sucede que muchas personas aún ignoran el
pasado indígena cubano, o cuando menos tienen sembrada en sus
mentes el concepto absurdo de la "extinción total" del indoamericano.
Por otro lado, todavía no conocen que los indígenas de América
tienen sus ancestros más remotos en antiguas poblaciones asiáticas; y
como el referente propiamente chino es históricamente más cercano
a todos, debido a la tardía presencia de este en Cuba, a él se apela
sin mayor reflexión.
El componente propiamente indígena de la población cubana,
como hemos declarado, sufre un proceso de disolución paulatina en
el seno de la sociedad criolla. Al mezclarse con los demás componentes
étnicos (españoles y africanos, fundamentalmente), el indígena
participa en un fenómeno de indiferenciación étnica de la población
criolla durante la etapa colonial, que da lugar también al olvido de
su herencia cultural aborigen. Al fundirse y refundirse el indoamericano
y su descendencia con el conglomerado étnico del resto de
la sociedad criolla, donde predomina la cultura "blanca" del sector
-297 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
dominante, aquel fue asimilado de tal modo que perdió casi por
completo el recuerdo de sus ancestros. Había funcionado en ese
proceso lo que pudiéramos calificar como un mecanismo natural de
supervivencia del aborigen, sobre todo, durante los primeros tiempos
de su convivencia en sociedad. Así el indígena inoculó su savia en el
tronco de un etnos nuevo: el cubano.
La cultura socialmente dominante le impuso al nuevo etnos el conocimiento
de un único pasado, de una única y "verdadera" historia:
la historia de España y de los hechos desarrollados por los españoles
en sus colonias. Sería esta la única historia que acaso escucharía hablar
alguna vez el criollo promedio del siglo XIX. Solo un escaso número de
criollos, perteneciente a una clase económicamente privilegiada, tuvo
la posibilidad de adquirir cierto grado de conciencia sobre el pasado
histórico y cultural indoamericano, por las vías ya mencionadas de la
labor científica o de las lecturas de otro género. Este sería, a la vez,
el mismo sector que había dado impulso y continuaría dándolo, a
las ideas de libertad e independencia nacionales.
- 298-

EL SIBONEYISMO: HATUEY y GUARINA
Juan Cristóbal Nápoles Fajardo*
Dentro del segundo romanticismo cubano y como una manifestación
de la tendencia indigenista que se desarrollaba en la América hispana,
surge el siboneyismo en nuestras letras. El romanticismo, exaltaba al
hombre natural, nativo o salvaje, pero más que un impacto literario,
el movimiento en Cuba respondía al propósito de crear una poesía
nacional, con un claro posicionamiento frente al régimen colonial
La crítica de arte fustigó al siboneyismo desde su aparición, porque
lo consideraba un hacer facilista, plagado de simbolismo ingenuo.
Hoy puede que haya quien lo demerite por lo que considera su escasa
futuridad estética. No obstante fue un movimiento cultural que
gozó de popularidad, que cumplió un importante papel movilizador
en las sensibilidades patrióticas. Alentó el amor a la naturaleza y la
insularidad cubana y sirvió para elevar el sentimiento nacionalista
cubano. 1 La vuelta hacia el pasado aborigen, la reivindicación de lo
indígena era sin duda una respuesta ideológica frente al conservadurismo
hispano. 2
*
2
Introducción de Felipe de J. Pérez Cruz.
Queda pendiente un análisis sobre la acusación de Fernando Ortiz y de Manuel Moreno,
quienes argumentaron el carácter anexionista y racista de los autores siboneyistas,
diciendo que al exaltar estos al indocubano y su pasado, ocultaban así los horrores de la
esclavitud africana Que presenciaban cotidianamente.
Julio Le Riverend: "El indigenismo en la historia de las ideas cubanas", en Islas, Santa
Clara, La Habana, (9): 53-62, mayo-agosto, 1961.
-299-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. E STUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
"Xiarawak", obra de Yoandry Machín Alemán.
El poeta bayamés José Fornaris (1827-1890) fue la máxima figura
del siboneyismo. En 1856, junto a Joaquín Lorenzo Luaces, funda
el semanario La Piragua. En torno a esta revista se desenvolverá el
movimiento siboneyista, empeñado en cantar el pasado de los primeros
pobladores del país ya desaparecidos.
El siboneyismo no solo se explica por razones literarias y políticas.
En los estudios sobre el tema indígena en la literatura cubana del siglo
XIX José Fornaris, declaró décadas después de iniciarse la corriente
literaria así denominada, que haber tomado el motivo indígena se
debía a la existencia de una semejanza de ambiente natural y de destino
histórico entre aquellos ancestros y los cubanos de su momento.
Esto da la clave para sustentar la presencia de una identidad histórica
que se expresó en mayor o menor medida -según el autor del qué
se tratara-, que reflejó la herencia cultural indígena en la conciencia
social criolla. De esa forma, aquella literatura confirmaba lo mismo
que otras expresiones de la cultura intangible: que la herencia cultural
indígena no había desaparecido, COJilO está comprobado que la
población indígena cubana tampoco fue extinguida. 3 Expresión de
3 José Antonio García Malina: Sobre el tema Indígena en Publicaciones Cubanas del siglo XIX,
http://vwvw.tainolegacies.com
- 300-

..JUAN CRISTÓBAL NÁPOLES FAJARDO
esa identidad cultural indoamericana y de su connotación política, es
el poema de Hatuey y Guarina, de Juan Cristóbal Nápoles y Fajardo
(1829-1859), más conocido como El Cucalambé.
Nápoles y Fajardo fue la figura más popular del siboneyismo. Entre
1848 y 1852 participó en varias conspiraciones contra España.
Se afirma por los críticos que es el único poeta cubano que logró
una verdadera transustanciación con el pueblo, al quedar abolida
toda frontera entre lo que escribió y lo que se le atribuye. Más que
a la letra, la poesía de El Cucalambé se liga a la voz. A diferencia
de otras naciones hispanoamericanas en las que el romance fue la
métrica popular por excelencia, el cubano se decidió por la décima.
Sin esta, casi siempre improvisada de repente, recitada o cantada al
compás de una guitarra, se hace inconcebible en Cuba, incluso hoy, una
fiesta campesina. Muchos poetas la cultivaron a lo largo del siglo XIX,
pero no cuajó totalmente hasta la aparición de Nápoles Fajardo.
Hasta entonces, dijo Cintio Vitier, faltó algo más categórico y menos
personal, un molde flexible que el pueblo adoptara como suyo, una
destilación difícil y sin embargo sencilla, que se convirtiera en norma.
Esa gota de oro fue la décima de El Cucalambé. 4
Hatuey y Guarina
Con un cocuyo en la mano
y un gran tabaco en la boca,
Un indio desde una roca
Miraba el cielo cubano.
La noche, el monte y el llano
Con su negro manto viste,
Del viento al ligero embiste
Tiemblan del monte las brumas,
y susurran las yagrumas
Mientras él suspira triste.
Lleva en la frente un plumaje
Morado como el cohombro,
y el arco que tiene al hombro
Es de un vástago de aicuje.
Aunque es un pobre salvaje
y angustia cruel lo sofoca
Desde aquella esbelta roca
4 Ver Cintio Vitier: Lo cubano en la poesía, Instituto Cubano del Libro, La Habana, 1970.
-301 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Donde gime sin consuelo,
Los ojos fija en el cielo
y a Dios en su ayuda invoca.
Oye el rumor de los vientos
En los atejes erguidos,
Oye muy fuertes crujidos
De los cedros corpulentos:
Oye los tristes acentos
Del guabairo en el corojo,
y mientras su acerbo enojo
Reprime con gran valor,
Siente a sus pies el rumor
De las aguas del Cayojo.
Un silbido se escapó
De sus labios, y al momento,
Con pausado movimiento
Una indiana apareció.
Cuando a la roca subió
El indio ante ella se inclina,
Fue su frente peregrina
El imán de su embeleso,
Oyóse el rumor de un beso
y la dijo: "iAdiós, Guarina!"
"iOh! no, mi bien, no te vayas,
Dijo ella entre mil congojas,
Que tiemblo como las hojas
De las altas siguarayas.
Si abandonas estas playas
Si te separas de mí,
Lloraré angustiada aquí
Cuando tu nombre recuerde
Como el pitirre que pierde
Su nombre en el ponasí.
"¿Qué será de tu Guarina
Sin tu amor, sin tu ternura?
Flor del guaco en la espesura,
Palma triste en la colina,
Garza herida por la espina
Del yamaquey en la rama
y cual la triste caguama
Que a los esteros se zumba,
Lloraré y será mi tumba,
-302 -

JUAN CRISTÓBAL NÁPOLES FAJARDO
La Ciénaga de Virama".
Oyó el indio enternecido
Tan triste lamentación,
Palpitó su corazón
y se sintió conmovido.
Ahogó en su pecho un gemido
La viramesa infelice,
y el indio que la bendice
y más que nunca la adora
Las blancas perlas que llora
Enjuga tierno y le dice:
"iOh, Guarina! Ya revive
Mi provincia noble y bella,
Y pisar no debe en ella
Ningún infame caribe.
Tu ardiente amor no me prive,
Mi Guarina, de ir allá,
Latiendo mi pecho está
Y mis sentidos se inflaman,
Porque a su lado me llaman
Los indios de Guapajá.
Yo soy Hatuey, indio libre
Sobre tu tierra bendita,
Como el caguayo que habita
Debajo del ajengibre.
Deja que de nuevo vibre
Mi voz allá entre mi grey,
Que resuene en mi batey
El dulce son de mi guama
Y acudan a mi reclamo
Y sepan que aún vive Hatuey.
iOh, Guarina! iGuerra, guerra
Contra esa perversa raza,
Que hoy incendiar amenaza
Mi fértil y virgen tierra!
En el llano y en la sierra
En los montes y sabanas
Esas huestes caribanas
Sepan al quedar deshechas,
Lo que valen nuestras flechas,
Lo que son nuestras macanas.
Tolera y sufre, bien mío,
-303 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
De tu fortuna el azar,
Pues también sufro al dejar
Las riberas de tu río
Siento dejar tu bohío,
Silvestre flor de Virama,
y aunque mi pecho te ama,
Tengo que ser ioh dolor!
Sordo a la voz del amor,
Porque la Patria me llama".
Así dice aquel valiente
Llora, suspira, se inclina,
y a su preciosa Guarina,
Dio un beso en la tersa frente.
Beso de amor, beso ardiente,
Sublime, sonoro y blando.
y ella con otro pagando
De su amante la terneza,
Alzó la negra cabeza
y le dijo sollozando:
"Vete, pues, noble cacique,
Vete, valiente señor,
Pues no quiero que mi amor
A tu Patria perjudique;
Más deja que te suplique,
Como humilde esclava ahora,
Que si en vencer no demora
Tu valor, acá te vuelvas,
Porque en estas verdes selvas
Guarina vive y te adora".
"iSí! Volveré, iindiana mía!",
El indio le contestó,
y otro beso le imprimió
Con dulce melancolía
De ella al punto se desvía.
Marcha en busca de su grey,
y cedro, palma y jagüey
Repiten en la colina,
El triste adiós de Guarina,
El dulce beso de Hatuey.
JUAN CRISTÓBAL NÁPOLES y FAJARDO
El Cucalambé
-304-

INSTRUMENTOS MUSICALES Y MITOS.
PROPUESTA PARA EL EJERCICIO DOCENTE
Griselda Hernández Ramírez*
Gerardo Izquierdo Díaz**
La música y los instrumentos musicales de las sociedades que poblaron
el archipiélago de Cuba, así como los nexos entre las prácticas
constructivas de idiófonos y el patrón cosmogónico de estas, han sido
objeto de nuestro estudio durante más de una década. 1 Se trata de una
investigación cuyo contenido está sustentado en los saberes devenidos
del trabajo arqueológico y de la musicología en concordancia con
una sólida revisión de las fuentes narrativas legadas por los Cronistas
de Indias, en el proceso de ¿encuentro?, conquista y colonización.
Nos proponemos, ofrecer un análisis de las prácticas constructivas
de los instrumentos musicales y sus relaciones con la mitología de las
sociedades ancestrales que poblaron el archipiélago; se explica cómo
se desarrollaron hace milenios así como su papel en la conformación
de nuestra identidad cultural, de lo cual derivaría la comprensión,
por parte del lector, de estas prácticas culturales. Asumimos que esas
propuestas coadyuvarán a una mejor comprensión del proceso de
conformación de nuestra identidad desde lo inclusivo.
* Doctora en Ciencias sobre el Arte. Profesora de Psicología en la Universidad de las Artes,
La Habana.
** Arqueólogo, doctor en Ciencas Hsitóricas. Subdirector del Instituto Cubano de Antropología.
Se trata de un largo proceso de investigación como consecuencia del cual, se ha desarrollado una producción
científica que abarca numerosos trabajos, algunos publicadOS en revistas especializadas y
otros como este libro. El proceso de pesquisa no ha concluido y genera nuevos cuestionamientos.
Estos, posibilitarán transitar hacia estadios superiores en investigaciones sobre el tema.
-305-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
La necesidad de investigar nuestra historia más temprana obró
como una poderosa razón, que permitió emprender un largo y
complejo camino en el estudio de las evidencias arqueológicas de los
instrumentos musicales aborígenes de Cuba. Este interés demandó
un intenso análisis bibliográfico. Todo esto dirigido a lograr un acercamiento
a las culturas de los pueblos asentados de la mayor de las
Antillas, para dialogar con estas. Fue una indagación encaminada a
develar el lugar que ocuparon los instrumentos musicales dentro de
estas sociedades y sus nexos con el patrón cosmogónico.
Como parte, padece del divorcio casi absoluto que se observa hoy,
entre los resultados investigativos de la arqueología y los conocimientos
que difunden los centros educacionales, con respecto a los instrumentos
musicales aborígenes, se observa que la enseñanza musical
especializada, no refleja el necesario equilibrio, entre la indagación
en torno a los instrumentos musicales aborígenes de Cuba, se inició
con el estudio de un conjunto de instrumentos musicales elaborados
por hombres, con culturas específicas, 2 distantes y abordadas desde
posturas reduccionistas hasta entonces; acontecimiento que motivó
y amplió las perspectivas de investigación.
No obstante, este hecho implicó un gran reto, y demandó re-visitar
saberes para re-significarlos. Esto permitió aportar interesantes y enrevesados
hilos a la red simbólico-cultural, que se destejió para luego,
en alguna medida, nuevamente tejer desde otra óptica. Resultado de
este proceso es este libro.
Ante la necesidad de analizar desde lo diferente y lo común aquellos
elementos, -que unían o no a los cubanos al espectro de las
culturas de los aborígenes-; se siguió el camino de la construcción
y generación de conocimientos de base 3 de esta investigación.
La búsqueda de información en torno a los instrumentos musicales
aborígenes, obligó a un reencuentro con sus culturas, a partir de la
observación de los hallazgos arqueológicos, con la dificultad de no
haberse datado todos los ejemplares. En este sentido, es importante
señalar que un número considerable de piezas fueron halladas in situ
y estudiadas por arqueólogos.
2 Véase C. Kottak: Antropología cultural: Espejo para la Humanidad, 1997, donde el autor
la define como las diferentes tradiciones culturales de sociedades específicas.
3 Víctor Yanes Córdoba: Conferencia "La construcción social del conocimiento artístico",
2009. El autor lo define como aquellos conocimientos básicos que permiten al investigador
conformar ideas sobre su tema. En la presente tesis lo constituyeron las lecturas de temas
de arqueología, antropología cultural. mitología aborigen y semiótica.
-306 -

GRISELDA HERNÁNDEZ RAMíREZ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
Del mismo modo, se intentó corroborar la existencia de las materias
primas utilizadas en la construcción de los referidos instrumentos,
a fin de establecer su relación con el contexto arqueológico nacional
o con la cuenca del Caribe. Asimismo se valoró el posible conjunto de
herramientas que los aborígenes de Cuba utilizaron en su elaboración.
Debe aclararse, que para efectos de la investigación, se desecharon
los instrumentos que tipológicamente no se habían referenciado en
el área geográfica o aparecían descritos de manera imprecisa.
De acuerdo con lo anterior, los instrumentos musicales se estudiaron
con una visión holística. La investigación fue desarrollada desde la
perspectiva de la ciencia arqueológica, que permitió ubicar dentro de
la sociedad al ser humano constructor de esos instrumentos musicales
acorde al desarrollo cultural que había alcanzado.
A esto se sumó la perspectiva organológica -propia de la Musicología-,
que posibilitó clasificar y describir cada uno de los instrumentos,
en relación con la sociedad en que fueron construidos.
Ambas ciencias, viabilizaron la concepción teórico-investigativa con
un marcado enfoque interdisciplinar.
Las lecturas de las Crónicas de Indias, fueron de crucial importancia
para extraer información bibliográfica, en fuentes redactadas por: Bartolomé
de Las Casas (1474-1566), Fernández de Oviedo (1470-1557),
fray Ramón Pané (¿? XV) Y Pedro Mártir de Anglería (145? 9-5
Granada-1526). En el análisis documental de estas, no se descartó el desconocimiento
del oficio musical en esos hombres. Por lo cual, se atendió
a las contradicciones que en ellas aparecen; dadas en lo fundamental,
porque esos documentos fueron elaborados bajo el prisma cultural e
interpretativo de cada escritor, desde una lógica de poder.
Los aspectos antes mencionados no se desestimaron en el análisis de
otra bibliografía. En lo posible, se trató de marcar un distanciamiento
de las analogías que aparecen de manera reiterada en las Crónicas,
para hacer alusión a ritmos e instrumentos conocidos por los hispanos
en su país; con el propósito de evitar interpretaciones erróneas.
La temática investigativa --dada su envergadura- no se agota con
este trabajo, pues la arqueología es una ciencia que constantemente
enriquece el registro con evidencias materiales. Estudios futuros,
ofrecerán nuevos elementos gnoseológicos que podrán enriquecer
la indagación emprendida.
Como antecedentes para la investigación, se pueden citar la obra
escrita del músico Eduardo Sánchez de Fuentes (1928) -sin perder
de vista el marcado enfoque indigenista de este autor-, así como
todos los conocimientos sistematizados por Fernando Ortiz, que en
-307 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
la década del sesenta, esclarecieron lo concerniente al aporte aborigen
4 en el contexto científico de esa época. Además se suman, los
estudios realizados por arqueólogos como Herrera Fritot (1943),
Osvaldo Morales Patiño (1948), Manuel Rivero de la Calle (1966)
entre otros, los cuales enfatizaron más en la perspectiva arqueológica,
que la musical.
En torno a la bibliografía cubana, la investigación constata que el
tratamiento de la temática en nuestro país ha sido exiguo y que no
en todos los casos se integran los diversos saberes de las ciencias
afines. Esto conduce a un reduccionismo en el análisis de las culturas
primigenias, con la consustancial pérdida de información.
De tal suerte, los múltiples hallazgos arqueológicos de la segunda
mitad del siglo xx y del presente siglo, quedaron excluidos de la
literatura histórica musical. Por lo que en este libro se asumió develar
el lugar que ocupaban los instrumentos musicales aborígenes,
dentro de las sociedades del apropiador y el productor, atendiendo
a la dimensión del desarrollo cultural que pudieron haber alcanzado
estos hombres.
ESTRUCTURA DEL TEXTO
De todos los aspectos que formaron parte de la cultura de los aborígenes
se enfatiza en los instrumentos musicales, los areítos y los
mitos; ya que todos ellos nos hablan de la cultura y de la dimensión
del desarrollo cultural alcanzado tanto por el apropiador como por
el productor. Además, porque las evidencias materiales son pruebas
que demuestran procesos de transmisión cultural que se suscitaron
desde la entrada del hombre a América y el poblamiento de las Antillas,
así como las respuestas adaptativas que tuvieron que realizar
los aborígenes, ante materias primas que diferían de las que existían
en los lugares de los cuales procedían.
Así el libro propuesto se concibe con la siguiente estructura: Introducción:
Se exponen aquellos problemas metodológicos y conceptuales
que han impedido el conocimiento del desarrollo organológico
alcanzado por las sociedades que poblaron el archipiélago de Cuba.
4 En este período, los reportes arqueológicos no brindaron gran variedad de familias de
instrumentos musicales. Posteriormente, Ortiz enfoca sus denuedos hacia el aporte
musical del africano.
-308-

GRISELDA HERNÁNDEZ RAMíREZ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
En el Capítulo I titulado: "Hombre cultura y sociedad. Instrumentos
musicales aborígenes": Se abordan las diferentes rutas
migratorias hipotéticas que utilizó el hombre para su arribo a
América, del mismo modo se explica el poblamiento de las islas
y se enfatiza en la Mayor de Las Antillas. Se describe el modo de
vida de estas sociedades, se mencionan las actividades socioeconómicas
y superestructurales y se analiza cómo era su desarrollo
sociocultural en las formaciones económicas sociales de apropiación
y producción. Se analizan los instrumentos musicales mediante el
cotejo de la información que nos brindan las Crónicas de Indias y los
hallazgos arqueológicos, a través de una síntesis descriptiva. Se recurre
a las prácticas constructivas en los grupos apropiadores y productores
para analizar estas como una expresión de los niveles de desarrollo
socioculturales de estos hombres.
Desde el punto de vista metodológico se propone un algoritmo
para la clasificación y descripción de los instrumentos musicales que
se sustenta en:.
• Analizar la materia prima y las herramientas utilizadas en la
construcción de los instrumentos.
• Entrelazar disímiles líneas de pruebas que evidencien la práctica
constructiva.
Este algoritmo debió ser elaborado porque los instrumentos musicales
no se estudiaron como objetos, -enfoque de los funcionalistas
y difusionistas que fomentaron los estudios arqueológicos desde el
análisis y la descripción de características de los artefactos- sino
inserto, en la sociedad que se construyó. De lo cual derivaron las
siguientes interrogantes: ¿quiénes?, ¿cómo? y ¿para qué? fueron
elaborados los instrumentos musicales.
Para dar respuesta a ese algoritmo se desarrollaron toda una serie
de tareas que a continuación se recogen:
Se estudió el modo de subsistencia del hombre que construyó
el objeto o instrumento musical.
Se analizó la materia prima y las herramientas S que le sirvieron
al hombre para elaborar el instrumento o el objeto sonoro.
5 Se debe hacer referencia a útiles y no herramientas si se atiende a la etimología de la
palabra. Sin embargo la comunidad de arqueólogos hace uso de ella para describir los útiles
que sirven para desarrollar una actividad socioeconómica específica. Las herramientas
pueden ser: líticas, concha, madera o hueso.
-309 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Se describió de acuerdo con su taxonomía.
Se utilizó el razonamiento en forma de cableado (Wylie y
Williams, L. 2005) para entrelazar varias líneas de pruebas.
Se brindaron comentarios sobre el instrumento u objeto sonoro
en caso de ser necesario.
Se confeccionó una tabla, donde se puede hallar el instrumento
u objeto sonoro ubicado dentro del grupo apropiador o productor.
Una vez empleado este algoritmo de trabajo se propone un sistema
clasificatorio elaborado para los instrumentos musicales aborígenes
de Cuba que requiere de:
Ubicar el instrumento musical en el contexto histórico social
que fue construido.
Entrelazar líneas de pruebas halladas en fuentes documentales,
etnográficas y evidencias materiales para corroborar prácticas
constructivas.
Explicar las posibilidades reales que tuvo el hombre para
manufacturar el artefacto atendiendo a la materia prima y las
herramientas.
Describir la evidencia material.
Clasificar sobre la base de: objetos sonoros e instrumentos
musicales.
Analizar la función social del instrumento musical dentro del
grupo apropiador o productor.
Dentro de las Conclusiones a las que se arribaron se ha podido
comprobar que los instrumentos musicales y objetos sonoros colectados
en Cuba, fueron elaborados por los grupos apropiadores
y productores que poblaron el archipiélago con materias primas
que existían en el territorio dentro de las que destacan: maderas,
semillas, conchas, piedras, silicato de alúmina, frutos de calabazas o
enredaderas, metal, carapachos de quelonios, huesos de animales
y humanos, fibras vegetales y pieles de animales; manufacturados
con: hachas, tajadores, gubias, percutores, cuchillos, raspadores y
perforadores en los cuales se aprecia un equilibrio entre la función
musical y extramusical de estos.
Este desarrollo organológico alcanzado por las sociedades que
poblaron la Mayor de Las Antillas inequívocamente corresponde a
todo un conocimiento de prácticas constructivas, que trajeron estos
seres humanos en sus trashumancias de los lugares de procedencia.
- 310-
I
j

GRISELDA HERNÁNDEZ R AMiREZ y GERARDO IZQUIERDO DiAZ
Para la Mayor de Las Antillas hasta el momento y de acuerdo con las
evidencias materiales se han podido estudiar las familias de idiófonos
y aerófonos con líneas de pruebas sostenedoras, pues los membranófonos
y cordófonos solo aparecen en descripciones de las Crónicas de Indias.
Sirvan de ejemplo la siguiente muestra seleccionada.
Instrumento musical: Maracas en maderas. Materia prima: Maderas
duras.
Herramientas utilizadas en su construcción: hachas petaloides
enmangadas, cuchillos y buriles de sílex, raspadores y alisadores
líticos y fuego controlado.
Descripción: Idiófono de sacudimiento monóxilo; construida en
guayacán (Guaiacum officinale) el cuerpo de la maraca tiene forma
ovoide, con tres perforaciones rectangulares laterales que corren de
la base a la cima, y un vástago de la propia madera que queda suelto
en su interior, el cual al entrechocar con los segmentos de las paredes
produce sonidos. Se sostiene por un mango.
Función social: utilizada en la fiesta.
Maraca de madera.
Instrumento musical: Maracas
Descripción: Idiófonos de sacudimiento elaboradas en madera dura
y esgrafiadas con diversos motivos zoomorfos, labradas bellamente.
- 311 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Ambas están ahuecadas (vaciadas) sin seccionarlas. En el vaso se
hallan varios vástagos de la propia madera, son monóxilas con un
mango por donde asirlas. Cada una posee seis aberturas o ranuras
orientadas en el sentido de su eje mayor, de abajo hacia arriba. Se
diferencian en su tamaño.
La mayor mide cinco pulgadas de alto por cinco de circunferencia,
elaborada en Júcaro amarillo o Cerillo de loma. La otra mide
cinco pulgadas de alto por dos de diámetro y fue hecha en Guayacán
(Guaiacum officinale). La mayor posee trazos que indican que fue
decorada con bajos relieves muy suaves, pero poco notable en la
actualidad.
Función social: utilizada en la fiesta.
Ambas fueron enviadas a la Exposición Iberoamericana de Sevilla,
España, en la década del treinta y no se ha vuelto a tener noticias de estas.
Instrumento musical: Guajey o güiro
Materia prima: Fruto de la Cucurbita lagenaria, L, Lagenaria vulgaris,
Siv.
Herramientas utilizadas en su construcción: Cuchillo de sílex para
hacer las estrías.
Descripción: Cuando el fruto no se había secado bien, se le hacían
estrías paralelas, posteriormente se terminaba de secar al sol.
Para tocarlo, se rascaban las estrías con una varita de madera. En la
actualidad se le practica un pequeño corte en forma rectangular que
sirve para sacar su contenido, facilitar la resonancia, y asirlo.
Función social: utilizado en el ritual y en la fiesta.
Este idiófono de raspadura con nombre de Guajey, es reportado
por Pérez, Guzmán (1992). Este autor lo adjudica a las comunidades
productoras asentadas en el sitio arqueológico Bariay, Holguín. Sin
embargo los cronistas no hacen alusión a este. Ello pudo ocurrir por
la falta de conocimientos musicales de estos historiadores. Lizardo
Fradique (1975), plantea que Fort y Roldán (1881) consideraba el
güiro endémico de Cuba. Por su parte Martí, S. (1968) lo incluye
como instrumento de origen aborigen.
- 312-

GRISELDA HERNÁNDEZ RAMíREZ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
Objeto sonoro: Carapacho raspador
Materia prima: Carapacho de un quelonio y madera para elaborar
un palito cuya función consistía en raspar.
Herramientas utilizadas en su construcción: Cuchillo de sílex para
desprender el quelonio y gubias para trabajar la madera.
Descripción: Idiófono de raspadura en forma de recipiente. El
aborigen utilizaba el carapacho de quelonios tales como: Pseudemys
sp. Oicotea), Caretta caretta (caguama) Eretmochelys imbricata (carey)
y Chelonia mydas (tortuga verde). Se usaba raspando sobre la
superficie dentada del carapacho. Este instrumento fue utilizado en
Mesoamérica. En Cuba no se reporta por los cronistas, eso obedeció
a su propia morfología.
Función social: utilizado en el ritual como objeto sonoro.
Es probable que el carapacho raspador fuese utilizado por los
grupos apropiadores medios y tardíos así como, por los productores
en los cuales los quelonios formaban parte de su dieta y tenían un
significado especial en su cosmogonía.
Cordófonos
Materia prima: Abundantes maderas duras y otras flexibles como el
mangle prieto (Avicenia nítida). Utilización de fibras vegetales y tripas
de algunas aves zancudas como la yaguasa, Dendrocygna arbórea
Linneo, la grulla, Grus, que pudieron usarse para elaborar cuerdas.
Herramientas utilizadas en su construcción: Hachas de mano para
cortar la madera. Cuchillo de sílex para horadar los extremos del ástil,
raspadores para descortezar y alisarlos todo, dirigido a fijar la cuerda.
Objeto sonoro: Arco musical
Descripción: Cordófono simple monoheterocorde, el porta-cuerdas
era flexible y curvo y la cuerda era elaborada en otro material diferente
al arco.
Función social: Utilitaria (en la caza) y como objeto sonoro en la fiesta.
- 313-

Los IN DOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Reconstrucción de cítara monocorde.
Instrumento musical: Cítara
Descripción: Cordófono simple elaborado en grandes conchas marinas
atravesado por una cuerda de otro material.
Función social: utilizado en el ritual.
El cronista Anglería hace referencia a este instrumento y Ortiz
(1965) lo describe también. Este cordófono es hipotético hasta que
la arqueología nos aporte la evidencia material, cuestión poco posible
dada la gran humedad de nuestro clima. Las excavaciones en sitios
arqueológicos aportan muchos restos del carapacho de los quelonios
pero, mayormente, muy fragmentados y sin aparentes perforaciones u
otras horadaciones.
Aerófonos
Materia prima: huesos de aves zancudas, jutias, Capromys pilorides,
pilorides say, humanos y madera.
Herramientas utilizadas en su construcción: perforadores para horadar
huesos y maderas, cuchillos de sílex para realizar cortes y raspadores.
- 314-

GRISELDA HERNÁNDEZ R AMíREZ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
Flauta, Arroyo del Palo,
Holguín. Fondos de Instituto
de Antropología.
Instrumento musical: Flauta
Descripción: Aerófono confeccionado en el hueso de un ave zancuda,
que mide 10 cm de largo, presenta dos orificios de unos 4 mm de
diámetro. De acuerdo con estudios posteriores se estima que completa
debió medir unos 12 cm de longitud. Se recuperó fracturada y
asociada al entierro de un adolescente. Esta flauta corresponde a los
grupos productores y se encontró en el sitio arqueológico Arroyo
del Palo, municipio Banes, provincia de Holguín.
Función social: utilizado en el ritual como fetiche de ultratumba.
Instrumento musical: Silbatos
Materias primas: piedra, hueso, barro, nódulo de limonita. Herramientas
utilizadas en su construcción: perforadores, percutores,
alisadores.
- 315 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Descripción: Aerófono elaborado en un material, parecido al lítico,
tiene forma de un pequeño recipiente circular. Posee dos orificios,
uno pequeño por donde el ejecutante sopla. Al producirse la corriente
de aire que choca contra el borde del orificio pequeño provoca el
sonido. La perforación mayor se tapa y destapa. Para ejecutarlo se
toma en posición horizontal. En su lado pronunciado mide 21,3 mm
y en el más deprimido 20,1 mm, su altura es de 12,5 mm; el orificio
por el cual fue vaciado mide 12,2 mm de diámetro; la profundidad
del vaciado es de 11, 1 mm; en el extremo opuesto presenta otro
agujero más pequeño de 4 mm. Es algo achatado, pulido y su color
es rojizo. Se halló en Caibarién.
Función social: utilizado en la fiesta y el juego.
Silbato.
Este aerófono fue recuperado en excavaciones arqueológicas realizadas
en el sitio de Sierrezuéla, municipio Caibarién, provincia de
Villa Clara, a una profundidad de 0,49 m, en la capa estratigráfica
correspondientes a grupos itinerantes de apropiadores tempranos.
El material en que está hecho se encuentr~ en estudio, pues algunos
especialistas creen, que la materia prima usada fue cerámica. De
confirmarse tal hipótesis habría que considerarlo como un elemento
intrusivo en el contexto arqueológico del sitio.
En el Capítulo II titulado "Instrumentos musicales en su relación
con los mitos y los ritos funerarios. El areíto", se establecen las
- 316-

GRISELDA HERNÁNDEZ RAMíREZ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
potenciales relaciones entre hombre-mitología-organología, pues se
considera que a través de esta trilogía se consigue explicar algunas
costumbres de los grupos productores. Este criterio de selección
-intencional relativo al modo de subsistencia- obedeció a que
fueron los grupos con los que se pusieron en contacto los colonizadores.
Para desarrollar esta tarea se elaboró un algoritmo de trabajo
que permitió establecer las relaciones entre los mitos, prácticas supranaturales
e instrumentos musicales. Ese algoritmo se conformó
a partir del análisis de guías de observación propuesta por el doctor
Lino Neira Betancourt (2002) y el doctor Erick Stockmann. Este
algoritmo permitió analizar determinados mitos que se relacionan
con prácticas constructivas de idiófonos tales como la maraca y el
güiro y aerófonos como los botutos.
Área de investigación
1. Mitología en sus nexos
rutas con la organología
2. Función extra-musical
Aspectos a investigar
Análisis mitológico a partir de las
migratorias emprendidas por el
hombre.
Instrumentos musicales mencionados
en mitos.
Mitos cosmogónicos y etiológicos,
nexos con idiófonos.
Mitos teogónicos, nexos con
aerófonos.
Relación entre cemíes e instrumentos
musicales.
Función social, rol del instrumento
en un conflicto humano.
Instrumento musical como ofrenda.
Función del instrumento dentro
del ritual y la fiesta.
Función comunicativa a distancia.
Del mismo modo, se analizan las prácticas funerarias y míticas de
esas sociedades para establecer los posibles nexos entre las prácticas
constructivas de instrumentos musicales, mitos y ritos funerarios. Se
realiza un análisis del areÍto como expresión del desarrollo sociocultural
alcanzado por los grupos productores tribales y la participación
de los instrumentos musicales en este evento social.
Como principales resultados se llega a afirmar que en Las Antillas y
el continente en general, aparecen mitos asociados a instrumentos
- 317-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
musicales que guardan cierta correspondencia con las rutas migratorias
-la comprobada e hipotéticas-, que utilizaron estos seres humanos
para llegar a nuestro archipiélago. Del mismo modo, se plantea que
existe una relación para las sociedades productoras entre el sonido
y el viaje a Soraya, la morada de los muertos, que se evidencia en la
asociación de instrumentos musicales a entierros.
Con respecto al areíto se plantea que era un evento antropológico
muy importante para los grupos productores no un simple baile
como se ha pretendido, pues en él confluía la cosmovisión del grupo
envestida en la fiesta y se propone una noción sobre este.
Noción de areíto: Práctica comprobada en los grupos productores,
donde de manera concatenada concurrían, expresiones vocalesinstrumentales-bailables
y dramatúrgicas que discurrían a través de
elementos de la cosmovisión del grupo que lo creaba. Formaba parte
de un evento festivo, de gran concurrencia social, que podía ser ritual
o profano y en el cual se implicaba todo el grupo. El areíto, desde
su complejidad podía tener carácter narrativo o no y tenía un papel
de cohesión dentro del grupo en particular.
Luego de un minucioso análisis documental se considera, que
dentro del evento festivo y mediante el uso del lenguaje amelódico,
se relataban mitos etiológicos, cosmogónicos y teogónicos. El canto
como recurso fue utilizado para narrar pasajes heroicos de la vida
cotidiana de algunos personajes, transmitir tradiciones y costumbres
ancestrales e invocar a los muertos. El areíto, -como práctica más
acabada desde el punto de vista musical de las sociedades productoras-,
no se observó como una manifestación musical aislada,
sino como una expresión confluyente de gestualidad y música que
podría revelar muchos elementos del desarrollo cultural alcanzado
por estos hombres.
El aborigen probablemente puso en función de la danza, la música
y los recursos expresivos que eran explotados con las sonoridades de
los instrumentos musicales. Es precisamente en los grupos productores,
donde se origina una eclosión en la construcción de idiófonos.
Este aspecto hace presumir que la música tenía un carácter más
rítmico, que melódico. Sin embargo, la ausencia de escritura lleva
a la obligada consulta de los cronistas e inferir por sus relatos, las
características de los areítos.
Del proceso investigativo se derivó que para los aborígenes, la
música constituía una praxis colectiva relacionada con la dimensión
cultural de desarrollo alcanzada por estos hombres y su capital social,
concebida con una gran creatividad e imaginación.
- 318-

.
GRISELDA HERNÁNDEZ RAMíREZ y GERARDO IZQUIERDO DíAZ
Los resultados de este trabajo investigativo, se han introducido
en la práctica social, a través de eventos científicos y publicaciones
nacionales e internacionales. Desde el curso académico 2004-2005,
se socializaron curricularmente como sistema de contenido, dentro
del programa de la disciplina Música Cubana, dirigido a musicólogos
y otros perfiles de la Facultad de Música, en el Instituto Superior de Arte.
6 Esto constituye un logro significativo de la referida Universidad de
las Artes, pues estos saberes no se imparten en niveles precedentes
de la enseñanza artística y menos aún, en el resto de la enseñanza
superior cubana.
Como resultado de la experiencia anterior, en el curso 2006 7 -2007
se asesoró desde la disciplina arqueológica a la estudiante Madai Licor
Broceta, de Composición, interesada en la temática. Así, tras un
largo período de intercambio de información, visitas dirigidas para
la observación de instrumentos musicales originales atesorados en el
Instituto Cubano de Antropología, concibió varias obras de música
étnica experimental aborigen.
Del mismo modo, se colaboró con el grupo Teatro Mediocre del
Caribe, proyecto multidisciplinario del Instituto Superior de Arte
que dirige el profesor Martín Mesa Soca, con cuyos integrantes se
realizaron trabajos de mesa y conferencia. Después de eso, la agrupación
ha elaborado reconstrucciones etnohistóricas de instrumentos
musicales aborígenes e incorporado estas, en clave de una mirada
re-visitadora y contemporánea, a su labor de experimentación teatral
en la obra Vista Subterránea.
Con esta investigación se ofrece a las comunidades de arqueólogos,
musicólogos y demás interesados en el tema, los resultados
descriptivos, analíticos y valorativos de los instrumentos musicales
aborígenes que son resultado de la investigación, para que sirvan
de base a nuevos estudios que contribuyan a un conocimiento más
profundo sobre una parte invisibilizada de nuestra cultura.
En el libro se propone un algoritmo para la descripción y clasificación
de los instrumentos u objetos sonoros y un sistema ordenatorio
para los hallazgos particulares de Cuba, así como el método de
trabajo creado para establecer la relación entre los mitos, prácticas
supranaturales y los instrumentos musicales. Se ofrece una noción del
6 Propuesta de la doctora María de los Ángeles Córdova de la Paz, por entonces jefa del
departamento de Musicología.
7 En ese año se presentó parte de los resultados investigativos al concurso de musicología
Argeliers León en el cual se obtuvo premio.
- 319-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
areíto y una definición de transculturación elaborada para fortalecer
la línea de prueba limitadora que introdujo el etnocidio.
La pertinencia social de la investigación viene dada por la necesidad
que asiste a los investigadores cubanos, de transmitir conocimientos
culturales sobre nuestra historia, concebida sin fragmentaciones,
espacios oscuros y vacíos informativos que, en definitiva, no ayudan
a reconocernos en la conformación de la identidad nacional.
A la luz de los tiempos que acontecen, se hace ineludible que se
renueve el discurso académico y la pluralidad de ideas en torno al
tema aborigen; pues permitirá brindar un conocimiento científico y
objetivo de la historia temprana de Cuba. Si no se provoca el debate
en torno a la temática se estará haciendo el juego al "colonialismo"
instaurado a nivel de pensamiento, el más peligroso de todos, pues
despoja al hombre de aquello que no legitiman los centros de poder.
Resulta importante reconocer que en el encuentro o encontronazo
se hizo fehaciente la diferencia del otro, -del aborigen-, no en su
aspecto positivo y enaltecedor, sino todo lo contrario. Cultura que fue
apreciada como un error a enmendar a través del aprendizaje de una
superior, la del colonizador. Esta superioridad cultural, -de la cual
el hombre foráneo era portador- lo convertía en un evangelizador
y representante del adelanto y la civilización. Desde este punto de
vista, el conquistador quedaba exonerado de toda responsabilidad
histórica por sus actos, que permanecerían justificados por esta misión
civilizadora. Los colonizadores además de no compartir la diferencia
-fenómeno lógico- desarrollaron toda una campaña en las cortes
para desacreditar a los verdaderos descubridores del Nuevo Mundo.
Muchos elementos de la cultura aborigen se hallan en nuestra
identidad aunque los desconozcamos y no sean reconocidos por
nosotros sirva de ejemplo la práctica constructiva de la maraca y
los raspadores. Hora es de reconocer esta herencia y trabajar por el
rescate de las sonoridades y cosmogonías que les pertenecieron
a aquellos primeros pobladores.
-320-

LEGADO ABORIGEN A LA CULTURA
CUBANA
Jesús Guanche Pérez*
En varias ocasiones he insistido en la significación y actualidad de
la presencia cultural aborigen en la formación de la nación cubana,l
no como algo exclusivo de los datos arqueológicos o de lo que,
con criterios medievales, pudieron aportar las observaciones de los
cronistas de Indias, sino como resultado de la convivencia temprana
entre los primeros pobladores hispánicos, africanos y la población
aborigen, como algo vivo y permanente en el substrato general de
la cultura nacional.
El encuentro dramático efectuado por la convivencia mutua entre
pueblos originarios e hispánicos se manifestó desde el punto de
vista étnico, como un proceso de asimilación étnica forzada, que en
el presente caso consistió en la disolución por muerte y por amplio
mestizaje biológico-cultural del grupo de menor nivel de desarrollo
tecnológico y económico (pero mayoritario) en el grupo dominador
desde el punto de vista socioeconómico.
* Académico. Doctor en Ciencias Históricas. Profesor e Investigador Titular. Fundación
Fernando Ortiz.
Véanse "Cinco siglos después del genocidio", en Revolución y Cultura, (74), La Habana,
1977, pp. 58-61; "Hacia un enfoque sistémico de la cultura cubana", en Revolución y
Cultura, La Habana, (90): 35-40, 1980; "Etnicidad cubana y seres míticos populares", en
anuario Oralidad, no. 4, La Habana, 1992, pp. 58-66; "Aspectos etnodemográficos de la
nación cubana: problemas y fuentes de estudio", en Eres (Arqueología), 4(1): 33-54, Santa
Cruz de Tenerife, 1993; y en Debates Americanos, (3): 11-22, La Habana, enero-junio de
1997; "Presencia aborigen en la etnogénesis cubana", en Revista cubana de Ciencias
Sociales, IX (27): 123-130, enero-junio, 1992; Y "Componentes étnicos indoamericanos",
en Componentes étnicos de la nación cubana, 1996, pp. 13-24.
-321 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. E STUDIOS ABIERTOS A L PRESENTE
Desecendiente, Guantánamo, 2014.
Desecendiente, fray Benito, 2004.
En el caso de Cuba, la acelerada disminución o relativa eliminación
física de la mayoría de los aborígenes no implicó necesariamente el
exterminio de su herencia cultural ni de toda la descendencia.
Durante la segunda mitad del siglo XVI!, quizá el menos estudiado
en Cuba, aparecen varias referencias a la población aborigen asentada
en la Isla. El alférez Domingo Rodríguez Galindo comandaba
la compañía "de los Yndios Naturales desta Ciudad", Santiago de
Cuba, y en marzo de 1668 el gobernador Bayona lo envía "con dies
y seis hombres de su Compañía los mas practicas desta costa", a
recorrerla para evitar los robos que los bucaneros realizaban con el
ganado y los instruyó de que si echaba "el enemigo gente a montear
degollarla y traer Vn prisionero para tomar las noticias necesarias".2
En 1682 hay referencias documentales que la población de El Caney,
según informaba el obispo García de Palacios, estaba compuesta
por "indios naturales" y lo habitaban "Sinquenta vezinos, Y dosientas
Personas con párvulos y mujeres".3
2 César García del Pino: El corso en Cuba. Siglo XVII, La Habana, 2001, p. 144.
3 César García del Pino: Carta del Obispo D. Juan García de Palacios a Carlos 11, 22 de febrero
de 1682, Ob. cit., p. 180.
-322-

-
JESÚS GUANCHE PÉREZ
En septiembre de 1688, Antonio Romero, capitán de la Armada
de Barlovento, reclama sus sueldos, pues por orden del Virrey de
Nueva España, el 6 de febrero del propio año había venido "a Asistir
y acompañar en los Viages que hiciese El Ilssmo. Sr. Obispo de Cuba
a la conversión de los Indios Gentiles de Aquellas Costas", y añade
García del Pino: "Esto prueba la existencia, en fecha tan tardía, de
indios en nuestra cayería -conjeturamos que en el grupo Sabana­
Camagüey- quienes aún no habían sido cristianizados". 4
El intenso proceso de mestizaje también condujo a la asimilación
por los que poblaron posteriormente la Isla, pero todavía en el siglo XIX
aparecen sus descendientes en algunos archivos parroquiales, como
los de San José y San Isidoro en la ciudad de Holguín 5 y hoy se les
encuentra ya muy mestizados como parte de la población cubana en
la provincia más oriental de Cuba. 6 La asimilación étnica forzada de
la población aborigen se realizó de manera efectiva pero su herencia
cultural ha estado presente en la lengua, la vivienda, instrumentos de -
trabajo, las costumbres, en diversos utensilios del ajuar doméstico, la
alimentación, las artes de pesca y otras que forman parte de la vida
cotidiana del cubano, tanto en áreas urbanas como rurales.
LA LENGUA
];
J
En la variante cubana del español hablado todavía se emplean comúnmente
muchos vocablos de origen aruaco en la designación de gran
parte de la flora y fauna, así como en los topónimos e hidrónimos.
La obra de Sergio Valdés BernaF logra clasificar 180 aruaquismos
relativos a la flora, 103 a la fauna, 46 a la cultura material, 3 relacionados
con la cultura espiritual, 19 vinculados con denominaciones del
entorno, 4 propios de la organización social y otros 20 que incluye
4 Ibídem, p. 209.
5 Véase: José Vega Suñol, René Navarro Fernández y Joaquín Ferreiro González. "Presencia
aborigen en los archivos parroquiales de Holguín", en Revista de Historia, 11 (4), Holguín,
octubre-diciembre de 1987.
6 Véase: la exposición fotográfica de Julio A. Larramendi, Legado aborigen, inaugurada
el 25 de junio de 2003 con motivo del centenario del Museo Antropológico Montané de
la Universidad de La Habana, con una muestra de los habitantes del Municipio Manuel
Tames en la provincia Guantánamo, descendientes de la población aborigen cubana.
7 Véase: Las lenguas indígenas de América y el español de Cuba, t.1, La Habana, 1991, pp. 70-72.
-323 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
como "miscelánea", es decir, 371 vocablos que forman parte del
legado lingüístico aborigen.
Uno de los más significativos es el nombre de Cuba, descifrado
correctamente por el cubano Juan José Arrom cuando refiere:
Pues bien, al manejar ese material lingüístico, encuentro que
C. H. de Goeje [The Arawack language of Guiana, Amsterdam,
1928] registra en Suriman la voz dakuban «my field" (mi campo,
mi terreno), y de investigaciones anteriores recoge las grafías a­
kuba, akúba y u-kuba, todas con el sentido de «field", ccground"
(suelo, campo, terreno). En estas transcripciones, explica el
mismo Goeje, la vocal inicial a-, u- no es parte de la raíz, sin un
prefijo que denota o anuncia el carácter general de la palabra, por
eso separa con un guión el prefijo de la raíz. Koba o Kuba debió ser
por consiguiente, la voz que Colón oiría. Yeso vendría a explicar
la vacilación del Almirante al registrarla, abriendo o cortando
la vocal de la primera sílaba, como Colba, y luego como Cuba. 8
El cotejo de la anterior referencia con la obra de Sixto Perea sobre
Filología comparada de las lenguas y dialectos arawak (Montevideo,
1942), permite identificar a Cuba con el "concepto de jardín o huerto,
pues solo conocían el conuco o zona del bosque preparada para la
siembra mediante la tala y quema. [ ... ] Por tanto, más lógico sería pensar
que Cuba significa tierra cultivada, lo que acaso indicaría también el
significado de tierra habitada (por estar trabajada)".9
LA VIVIENDA
La influencia de la vivienda aborigen en las primeras construcciones
que edificaron los europeos se hizo evidente; desde las primeras
iglesias levantadas con paredes de tabla o de yagua y techo de guano,
hasta la posterior tradición constructiva de las áreas rurales que
subsiste hoy día, pero con múltiples variaciones. La propia noción de
bohío fue transmitida y transformada de acuerdo con la diversidad
de funciones.
8 Sergio Bernal Valdés: Ob. cit. Arrom, "El nombre de Cuba", en Anuario 11, no. 27/28, La
Habana, 1996-1997, p. 158.
9 Ibídem, p. 158.
-324-

-
JESÚS GUANCHE PÉREZ
Los estudios etnográficos más recientes demuestran que el bohío
cubano actual en las áreas rurales, según una muestra nacional, presenta
cuatro subtipos de acuerdo con la morfología de sus plantas,
en forma de: 1, L, T Y paralela o doble 1. Cada una de estas posee,
a su vez, variantes que aparecen registradas e ilustradas en el Atlas
Etnográfico de Cuba: cultura popular tradicional. 10 De modo excepcional
aparece en oriente la planta octogonal como antiguo reflejo
del caney taíno. Esta denominación se aplicaba a la casa comunal
donde habitaban familias relacionadas por el parentesco.
También fue asimilada la tradición constructiva de la barbacoa en
su doble acepción. La vivienda del campesino la conservó como el
"lugar alto inmediato al techo [ ... ] cuyo piso lo forma un tablado
tosco, sin puerta regularmente, y destinado por lo común a guardar
granos, frutos"ll y otros alimentos. Igualmente se le denominó así
"al conjunto de palos de madera verde puesto sobre un hueco, a
manera de parrilla, que usaban los indios para asar carne", 12 que aún
se utiliza muy particularmente para el cerdo.
En el léxico popular contemporáneo la barbacoa también identifica
el entresuelo construido en zonas urbanas para suplir la escasez de
espacio en las viviendas de puntal lo suficientemente alto como para
dar cabida a dos plantas. De modo que el concepto se ha resemantizado
y, por así decir, urbanizado.
Algo análogo ha sucedido con la noción espacial de batey. Aunque
es un indoaericanismo persistente en español de Cuba referido
inicialmente al lugar destinado al juego de pelota, pasó al lenguaje
común para designar a cualquier lugar abierto o plaza ocupada por
fábricas, barracones, jardines, junto a los ingenios y haciendas rurales.
INSTRUMENTOS DE TRABAJO
Todavía perduran en las áreas rurales de Cuba el jan y la coa con
sus variantes tipológicas para el empleo en determinadas labores
10 Véase: Jesús Guanche, "Vivienda y construcciones auxiliares rurales", en Cultura popular
tradicional cubana, La Habana, 1999, pp. 63-75. (Este libro incluye los textos relativos
a la versión digital del referido Atlas).
11 Esteban Pichardo: Diccionario provincial casi razonado de voces [Sic.] y frases cubanas,
La Habana, 1976, p. 80.
12 Manuel Rivera de la Calle: Las culturas aborígenes de Cuba, La Habana, 1966, p. 164.
-325-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
agrícolas. Aunque perecidos por su forma, el jan es una "estaca de
madera dura, como de 6 cm de diámetro y 1,50 m de largo, con
punta no muy aguda y suficientemente fuerte como para hincarla en
la tierra, asida con las manos. Es un instrumento que se utiliza para
sembrar mediante hoyos que abre en la tierra y donde se echan las
semillas".!3 Mientras la coa es un "palo de madera dura y de un metro
o menos de longitud, aguzado en uno de sus extremos y quemada o
tostada esa punta, para darle más fortaleza. Los aborígenes la usaban
para cavar la tierra y para extraer las raíces alimenticias. Actualmente
se conserva su uso y denominación en la agricultura manual". 14
Ambos se han empleado de las maneras tradicionales o modernizadas
según las necesidades. Por eso aparece con la siguiente
clasificación:
1. Instrumentos manuales de cavar y sembrar.
1. Jan.
1. a. Sin casquillo metálico.
1. b. Con casquillo metálico.
2. Coa.
3. a. Sin casquillo metálico.
4. b. Con casquillo metálico.]5
Estos son los instrumentos de trabajos más simples identificados
en el Atlas etnográfico de Cuba.
COSTUMBRES
Aunque el tabaco ha sido uno de los rubros económicos fundamentales
de Cuba, como reconocida tradición que parte desde el propio
contacto hispánico con la Isla. El consumo del tabaco no solo ha
trascendido como hábito de fumar, con todas las implicaciones nocivas
para la salud humana, sino que se ha enraizado muy fuertemente
en la religiosidad popular. Los cultos que generalmente incluyen
ritos de sahumerio ahuman con tabaco sus altares, orichas, ngangas,
cazuelas, soperas, tinajas, personas, yerbas, piedras y demás objetos.
13 Atlas etnográfico de Cuba, Glosario.
14 Ibídem.
15 Véase: Jesús Guanche: Cultura popular tradicional cubana. Nomencladores de dos Atlas
culturales, La Habana, 2011, p. 35.
-326-

-
JESUS GUANCHE PÉREZ
Tal como ha referido Fernando Ortiz: "El humo del tabaco venía a
ser como una forma Yisible del espíritu o potencia sobrenatural [ ... ]
fecundante. El humo era la muy sutil y fugaz materialización de esa
fuerza del tabaco que se manifiesta en los fenómenos estimulantes y
narcóticos, en los medicinales y en lo genésicos que le eran atribuidos
por la magia". 16 Al mismo tiempo, y en el orden simbólico, ese
rito no deja de ser una forma de culto a los ancestros aborígenes, los
dueños iniciales de la mágica planta, quienes operaban de manera
idéntica con sus cemíes.
EL AJUAR DOMÉSTICO
,
El concepto de hamaca y su función fue heredado y transmitido,
aunque después hayan variado los materiales para fabricarla y hacer
más cómodo el descanso. En la primera mitad del siglo XIX Pichardo
la define como parte común del ajuar doméstico rural, aunque la
reconoce como voz india:
Cama colgante a estilo de cuerda floja, cuya pieza principal para
acostarse o sentarse es un cuadrilongo de lienzo fuerte, cotí, &c.
al tamaño sobrante de una persona, recogidas las dos extremidades
con muchos ojales o gazas para atar [ ... ] que terminan en
un solo ojo donde se amarra cada una de las dos sogas opuestas
firmes del techo, o de las paredes, o de árboles, &cY
Tanto Las Casas como Fernández de Oviedo relacionaron las
hamacas por su tejido reticular con las redes de pescar, tal es así
que todavía en varios países hispanohablantes suramericanos le
denominan chinchorro.
El ajuar campesino continúa usando el catauro fabricado de yagua
verde y húmeda, así como las jabas y jabucos tejidos de yarey que se
emplean para almacenar y transportar alimentos. El catauro o catáure
es descrito por Pichardo como una "Especie de caja o tablero rústico
hecho de Yagua para poner y llevar algunas cosas, como frutas, & c.",tg
16 Fernando Ortiz: Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar, La Habana, 1973, pp. 131-132.
17 Ibídem, p. 321.
18 Ibídem, p. 155.
-327 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
pero como hemos visto en los diversos números de la revista Catauro,
su empleo posterior ha sido muy variado, así como sus proporciones.J9
La jaba era identificada como:
una especie de saco tejido de Guano para guardar y transportar
cualquier cosa: le abarca un cordón de la misma materia
que sirve para llevarla o colgarla. [Mientras que el jabuco era]
más angosto por la boca que por el fondo y sin la flexibilidad
de aquella, por ser tejido como este de Bejuco, mimbre o cosa
semejante. En ellos se transportan los huevos y otras cosas, calculándose
cuarenta docenas por término medio de capacidad
de un J abuco. 20
Otros objetos del ajuar doméstico han cambiado su forma y materiales
de construcción, pero conservan el nombre aborigen y el uso
original. La pequeña pieza de la cocina que sirve para rallar, en Cuba
no se le denomina rallo, sino guayo. Este objeto, en su versión original,
perduró hasta mediados del siglo XIX, pues un contemporáneo
señala ya su modernización:
Úsase todavía en Tierradentro la tabla cuadrilonga sembrada de
piedrecitas silíceas o asperon, en que se ralla la yuca. También
se hace de Lebisa, aforrorándose la tabla con el pellejo áspero
de este pez; pero hoy generalmente se usa en toda la Isla el de
hoja de lata. 21
En determinadas zonas del país se le sigue denominando jibe al
colador o al cernidor. El referido lexicógrafo lo define como: Especie
de Cedazo o Tamiz. En Tierradentro se conserva todavía mui en uso
la voz aborigen, refiriéndose principalmente al tejido con Guano o
hecho con la tela que produce el Coco arriba. Muchos se manufacturan
de los primeros. Tiene también su acepción metafórica para
ponderar una cosa muy agujereada, cortada &c. 22
19 La revista cubana de antropología Catauro, ha dedicado varios números a especificar las
variedades y usos de este recipiente.
20 Ibídem, pp. 341 Y 343.
21 Ibídem, p. 311.
22 Ibídem, p. 354.
-328 -

JESÚS GUANCHE PÉREZ
LA ALIMENTACiÓN
En los hábitos alimentarios, tanto el uso de tostar el maíz o el boniato
entre cenizas ardientes, como el consumo del casabe,23 el empleo
popular de la yuca salcochada y el ajiaco con las lógicas variaciones
en su confección, son parte de la herencia cultural aborigen. Ya en el
siglo XIX el ajiaco se encuentra transculturado a la dieta común de la
población, especialmente del campesinado. Aparece descrito como:
Comida compuesta de carne de puerco, o de vaca, tasajo, pedazos
de plátano, yuca, calabazas &c. con mucho caldo, cargado
de zumo de limón y Ají picante. Es el equivalente de la olla
Española: pero acompañado del Casabe y nunca de pan: su uso
es casi general, mayormente en Tierradentro; aunque se escusa
en mesas de alguna etiqueta. 24
El ajiaco guarda tanta importancia para la cultura alimentaria
como en su significación simbólica de fusiones y mezclas, que sabiamente
Fernando Ortiz identificó la formación multiétnica del pueblo
cubano con ese sustancioso plato aborigen. 25 Actualmente, aunque
sigue confeccionándose el ajiaco, por la inevitable influencia de los
medios de comunicación masiva, especialmente de la TY, muchos le
denominan "caldosa" aunque los ingredientes son los mismos, pero
este último es un plato sobre cocido que pierde la posibilidad de
identificar sus ingredientes.
La producción y consumo del casabe se constata durante la elaboración
del Atlas etnográfico de Cuba: cultura popular tradicional,
tanto en el mapa dedicado a la producción, que posee un amplio
predominio desde Camagüey hasta Guantánamo, como en la diversidad
tipológica de los burenes, cuya distribución espacial coincide,
obviamente, con el área de producción referida.
La presencia actual de diversos tipos de burenes para la elaboración
del casabe ha sido identificada mediante el trabajo de campo y
clasificada de la manera siguiente:
1. Burén movible. Plancha de hierro circular y tolla movible.
2. Burén fijo con tolla fija circular.
23 Véase: Eduardo Alexandrenkov y Arístides Folgado: "El casabe", en Anuario de Etnología,
1988, La Habana, 1989, pp. 36-49.
24 Hortensia Pichardo: Ob. cit., p. 42.
25 Véase: Fernando Ortiz: "Cuba es un ajiaco", en El Nuevo Mundo, La Habana, 30 de marzo
de 1941, pp. 2 Y 7.
-329-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
2. a. Con una tolla, secadero, torre ondulada y pared adosada
a un lateral.
2. b. Con una tolla, secadero y una torre vertical rectangular.
2. c. Con una tolla, secadero y una torre piramidal.
2. d. Con una tolla, secadero y dos torres verticales piramidales.
2. e. Con dos tollas, secadero y una torre vertical piramidal.
2. f. Con dos tollas, secadero y dos torres verticales piramidales.
2. g. Con una tolla, secadero y dos torres verticales piramidales.
2. h. Con cuatro tollas, secadero y dos torres verticales piramidales.
3. Burén fijo con tolla movible circular o rectangular.
3. a. Con tolla circular, secadero de arcilla y porta leña.
3. b. Con tolla circular, secadero y torre vertical piramidal
rectangular.
3. c. Con tolla rectangular, secadero y una chimenea.
3. d. Con tolla rectangular doble, secadero y tres chimeneas. 26
En este sentido, puede interpretarse que hacia fines de la década
de los ochenta del siglo xx, la presencia del casabe y los respectivos
burenes en el resto del país se debe más a las migraciones internas
desde el oriente de Cuba que a reminiscencias de los antiguos pobladores
taínos.
El consumo habitual de frutas de estación cuyas denominaciones
son aborígenes como anón, guanábana, guayaba, mamey, papaya,
forman parte de las tradiciones alimentarias de la población, tanto
de manera natural como en la confección de postres.
Todavía se conoce, como parte de las tradiciones culinarias populares
el cusubé, denominación identificada por múltiples autores como
aborigen 27 y consiste en un "Dulce seco, hecho de harina de Yuca
(Almidón) en panecillos o porciones que llaman Bol/itos, con agua y
azúcar y a vezes [sic] amasada con huevos. Algunos dicen Cusubei".2 8
ARTES DE PESCA
Durante el estudio de campo que se efectuó en todo el territorio
nacional para la realización del referido Atlas etnográfico de Cuba, 29
26 Fernando Ortiz: Mapa de tipos y subtipos de burenes por provincia.
27 Valdés Bernal refiere diez autores, en Las lenguas ... , pp. 183-184.
28 Hortensia Pichardo: Ob. cit., p. 203.
29 Versión en CD-ROM, La Habana, 2000.
-330-

.---
JESUS GUANCHE PÉREZ
salió a la luz el empleo del arte denominado guacán o bubacán.
En 1982, el etnólogo ruso Eduardo Alexandrenkov observó en
Santiago de Cuba el empleo de una red muy peculiar para capturar
"careyes machos" que los pescadores denominaban guacán, posteriormente
Pablo L. Córdoba Armenteros observó artes similares con
el mismo nombre en Cayo Damas, municipio Chivirico, provincia
Santiago de Cuba; en Cabo Cruz y Niquero, provincia Granma; en
Santa Cruz del Sur, provincia Camagüey; en Cortés, en la Coloma
y en Arroyos de Mantua, provincia Pinar del Río, así como en Cocodrilo,
antiguo poblado de caimaneros, conocido por Jacksonville,
en la Isla de la Juventud. Este tipo de arte también se registró con
la denominación de bubacán en Salinas de Baitiquirí, municipio
San Antonio del Sur, Jauco y Baracoa, provincia Guantánamo y en
Gibara, provincia Holguín.
La pieza que apareció en Gibara fue descrita de la manera siguiente:
~
Es una red de 6 brazas de longitud y 5 brazas de profundidad,
con una sola cuerda o tralla en la parte superior, con hoyas
redondas de bagá, la que era 8 brazas mas larga que la red, a la
que se le ataba un señuelo de madera que simulara una tortuga,
con sus paticas, se le hacían conchas, y se quemaba para que
cogiera un color, y se pareciera más. A la red en su parte inferior
se le ataban 10 o 12 piedrecitas. Se sujetaba al fondo por un
solo bajante, formado por tres vientos, lo que permitiría que la
red girara con los movimientos de la dirección de las olas. Se
empleaba para la captura del carey macho. 30
Otra pieza anigua como evidencia taína'! es el corral para peces
aparecido en el puerto de Baracoa, Guantánamo en 1988. De acuerdo
con la observación realizada:
El corral está compuesto por una barrera transversal y una
trampa en forma de círculo, cuya entrada peculiar para este
30 Comunicación personal de J. Fernández a Pablo L. Córdoba Armenteros. Pesca indocubana.
De guaicanes, gua canes, bubacanes V de corrales de trata, La Habana, 1995, p. 4.
31 Recordemos que fray Bartlomé de Las Casas observó este tipo de corral en lo que actualmente es
el Puerto de Jagua en Cienfuegos cuando relataba a principios del siglo XVI: "es tanta la multitud
de pescado que en él hay, mayormente lizas [sic.], que tenían los indios dentro del mismo puerto,
en la misma mar, corrales hechos de cañas hincadas, dentro de las cuales estaban cercadas
y atajadas 20, 30 y 50 000 lizas, que una de ellas no se podía salir, de donde con sus redes
sacaban las que querían y las otras dejábanlas de la manera que las tuvieran en una alberca o
estanque", Obras escogidas, Madrid, 1958, p. 315.
- 331 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
tipo de arte, está formada a su vez por dos semicírculos. Esta
entrada se sitúa de frente a la costa. Tanto la barrera como la trampa
se construyen de restos de patabán (Laguncularia racemosa) o
mangle colorado (Rhisophera mangle) clavados en el fondo del
río o estero y una estera de rajas de caña brava (Bambusa vulgaris)
de unos 6 ó 7 mm aproximadamente de ancho cada una.
Las uniones son hechas con cordel de majagua (Ribicus elatus).
Su altura es de unos 3 m, aunque los postes principales son un
poco más altos. La longitud de la barrera varía de acuerdo con
el ancho donde se construya, mientras el diámetro de la trampa
es de unos 3 m. Posee una exclusa, que es abierta durante la
marea alta para que penetren ellobrancho (Mugil Liza), la lisa
de abanico (Mugil trichedon) y otras especies del grupo de las
lisas. La barrera impide que los peces pasen de nuevo al lado
exterior de este peculiar corral, y andan sin cesar, hasta encontrar
la entrada de la trampa, de donde son extraídos con un jamo. 32
La costumbre de cuabear como forma particular de capturar peces,
crustáceos y batracios con un trozo de cuaba 33 encendida y el empleo
del guama o cobo como medio de comunicación fueron asimilados
y empleados principalmente en el medio rural.
Estas piezas y sus modos de empleo son evidencias indiscutibles
del legado aborigen a las artes de pesca cubanos.
De manera muy resumida, la presencia de elementos aborígenes
en la génesis de la cultura cubana y en la formación inicial de su
población poseen una singular significación para el estudio etnodemográfico
de Cuba. Esta antigua herencia cultural ya forma parte de
la vida habitual de los cubanos, aunque no siempre se tenga plena
conciencia de todos sus detalles y variaciones en el tiempo.
32 Comunicación personal de Bernate Romero a Pablo L. Córdoba Armenteros, ob. cit., p. 7
33 Aunque hay varias especies del género Amyris, la que arde muy bien es la cuaba blanca
(Amyris balsamifera lin). Véase Juan Tomás Roig: Diccionario botánico de nombres
vulgares cubanos, t. 1. La Habana: 1965, pp. 332-,333.
-332 -

-
APORTE AL ESPANOL ACTUALMENTE
HABLADO EN CUBA
Sergio O. Valdés Bernal*
Daniel G. Brinton (1871) fue el primero en demostrar el nexo existente
entre las lenguas de las Bahamas y de las Antillas Mayores con la
lengua aruaca 1 de las Guayanas o lokono 2 • Por otra parte, el primero en
*
2
Doctor en Ciencias Filológicas Profesor e Investigador Titular. Instituto Cubano de Lingüística.
Los límites de la familia de lenguas aruacas fueron establecidos a principios del siglo xx. Si
bien no existen dudas respecto de la filiación de estas lenguas, todavía subsisten deficiencias
relacionadas con los vínculos genéticos intemos dentro de la propia familia y con otras lenguas.
En la actualidad, la mayoría de los estudiosos suramericanos utiliza el término aruaco
para referirse a un grupo de lenguas indudablemente relacionadas y fácilmente reconocibles
mediante pronombres prefija les como nu- o ta- para la primera persona del singular, pi· para la
segunda, el prefijo relativo ka- y el negativo ma·. Por el contrario, otros especialistas, básica·
mente estadounidenses, prefieren utilizar el términoArawak o Arawakan para referirse a lenguas
genéticamente emparentadas a un nivel taxonómico superior, y reservan el término Maipure o
Maipurean para el grupo de lenguas más afines, acota Terence S. Kaufman (1990). Nosotros
preferimos la práctica de los suramericanos, y en este trabajo utilizamos la denominación de
aruaco para referimos a las lenguas definidas como tales por su afinidad morfofonológica y
léxico básico, siguiendo a Ayron Dall'lgna Rodrigues (1986) y Alexandra Y. Aikhenwald (1999).
Dentro del conjunto de lenguas pertenecientes a la inmensa familia, podemos identificar el
grupo caribeño septentrional constituido por el taíno o aruaco insular de las Antillas Mayores,
como preferimos llamarlo, extinguido entre los siglos XVI y XVII; el iñeri o caribe insular, extinguido
en Dominica a principios del siglo xx; el garífuna o caribe negro, actualmente hablado en el
litoral de Honduras, Belice, Guatemala y Nicaragua, derivación del Caribe insular antillano y
lengua comunitaria de estas poblaciones afroamerindias originarias de las Antillas Menores,
de donde fueron deportadas por los británicos en el siglo XVIII; ellokono de las Guayanas y el
oriente venezolano; el caquetio, hablado en el litoral venezolano y extinguido en el siglo XVI; el
shebayo, hablado en la costa venezolana y extinguido a finales del siglo XIX; el goajiro o wayú
de la península de la Goajira, con gran vitalidad en la actualidad; y el paraujano o añú del Estado
de Zulia y el lago Maracaibo, hoy casi extinguido.
Lokono es el nombre de la lengua que hablan diversas comunidades que habitan actualmente
en las Guayanas (100 individuos en la Guayana Francesa, 1 500 en la Guyana
-333 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
adjudicar origen aruaco a la lengua de los llamados "caribes insulares"
de las Antillas Menores fue Lucien Adam (1879), para lo que se
basó en las observaciones de los cronistas Jean Baptiste Labat (1772),
César de Rochefort (1658) y, básicamente, en el diccionario caribefrancés
de Raymond Breton (1664-1666), lo que fue corroborado
posteriormente por Douglas Taylor (1977).
"Orígen". Yoandri Machín Alemán.
y 700 en Surinam, según W. F. H. Adelaar, 1991) y en territorios adyacentes de
Venezuela (391 individuos, según M. C. Mattei, 2006, p. 290).
-334-

SERGIO O. VALDÉS BERNAL
En fin, lo que nos interesa destacar aquí es que lucayos, ciboneyes,
taínos y caribes insulares hablaban lenguas aruacas, como se
desprende de las anotaciones de los cronistas y otros documentos,
como lo evidencia la rica toponimia prehispánica preservada hasta
el presente, y como destacan los lingüistas y arqueólogos que se
dedican al estudio del pasado precolombino antillano y bahamense.
Caso aparte es el de las comunidades pescadoras, cazadoras y recolectoras
no ceramistas de Cuba, el más complejo de los grupos de
nuestro pasado precolombino. 3 Cuando Colón entró en contacto con
los no ceramistas durante su segundo viaje en 1494, estos ocupaban el
occidente de Cuba, ya que en el resto del país fueron asimilados por los
ceramistas o se habían extinguido. Su intérprete lucayo Diego Colón no
pudo comunicarse con ellos hablando, a diferencia de lo acontecido en
los contactos con los pobladores de otras regiones de la isla. Por Diego
Velázquez, primer gobernador de Cuba, y el cronista Las Casas,4 sabemos
que estos indios no tenían trato con otros y que en las crónicas se les
identificó con la denominación de guanahatabeyes.
La barrera idiomática señalada por los cronistas y el desconocimiento
de la cerámica y la agricultura, entre otros aspectos, sirvieron
de base para identificar a los guanahatabeyes como comunidades
cultural y lingüísticamente diferentes respecto de los restantes
aborígenes cubanos, ya que los arqueólogos coinciden en asignar
únicamente origen aruaco a los ceramistas que desde el septentrión
suramericano penetraron en Las Antillas. De ahí que la mayoría de
los arqueólogos cubanos considera a los guanahatabeyes como un
grupo cultural totalmente diferente, cuyo origen pudiera encontrarse
en Centroamérica, concretamente entre Belice y Yucatán, o en Norteamérica,
en La Florida meridional.
Pero a las teorías migratorias centroamericana y floridana se
oponen la fuerza y orientación de la corriente del Golfo, así como
la distancia entre Cuba y Centroamérica, incluso de su porción más
cercana, Yucatán. Si bien existen evidencias de que hace más de 5 000
años el nivel de las aguas era mucho más bajo que en la actualidad,
por lo que emergieron porciones terrestres que hacían menores las
distancias a recorrer por mar, lo cierto es que esto triplicó la fuerza
de la corriente del Golfo y la convirtió en una barrera infranqueable para
migraciones desde Centroamérica y La Florida, según comunicación
3 Cf. R. Dacal Mouré y M. Rivera de la Calle (1986, p. 75).
4 Cf. B. de Las Casas (1875-1876, Lib. 111. Doc. 290, p. 70).
-335-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
personal de E. Tabío y Rivero de la Calle, lo que sustenta también
E. M. Alonso (1995).
Como no se ha preservado por escrito ninguna evidencia de la
lengua que hablaban los guanahatabeyes, a diferencia de la gran
cantidad de voces recogidas por los cronistas en la descripción del
entorno y la cultura de los aborígenes del resto del país, así como
en otros documentos coloniales, el único recurso con que podemos
contar para tratar de deducir la posible filiación lingüística de los
guanahatabeyes es recurrir al estudio de los nombres de lugar de su
asentamiento comprobado por las investigaciones arqueológicas. Para
esto, nos constreñimos básicamente en los topónimos precolombinos
de la provincia de Pinar del Río, ya que en esta provincia no se
hallaron yacimientos asignables a los agroalfareros o ceramistas. 5
Pero, ¿cómo podemos diferenciar un topónimo de procedencia precolombina
de otro impuesto por los españoles o sus descendientes a
partir de una voz indígena apropiada por ellos? Por ejemplo, los topónimos
Caimán,6 Barbacoas, 7 Guasimal 8 y otros que identifican lugares
en Pinar del Río y diversas regiones de Cuba, traslucen que fueron
impuestos por hispanohablantes, ya que entendemos su significado,
o sea, son "transparentes" ,9 pues están constituidos por préstamos
léxicos tomados de las lenguas aborígenes de Cuba para denotar la
existencia o abundancia de esos referentes u objetos a los que remite
el topónimo. Los nombres de lugar prehispánicos retomados por los
españoles, por el contrario, constituyen denominaciones" oscuras", 10
"no transparentes", formadas mediante morfemas léxicos y grama-
5 Cf. J. Calvera: et al., (1996, p. 60).
6 Caimán es el nombre de un estero en el municipio de San Luis y de una punta en el municipio de
Chambas, provinCia de Pinar del Río. En Cuba se aplica este nombre a una especie de cocodrilo,
Crocodylus rhombifer, ya que el C. acutus es conocido popularmente como cocodnl0.
7 Barbacoas: nombre de un canalizo en el municipio Minas de Matahambre, provincia de
Pinar de Río.
8 Guasimal, variante Guacimal: nombre de dos esteros en el municipio Los Palacios, provincia
de Pinar del Río.
9 Transparente es el término utilizado en la toponomástica o especialidad lingüística dedicada
al estudio de los nombres de lugar para calificar a los topónimos que son comprensibles
en un determinado código lingüístico, en este caso el español.
10 Oscuro es otro término utilizado en la toponomástica para calificar los nombres de lugar
cuyo significado es desconocido por proceder de lenguas que no conocemos o cuya
motivación no es evidente.
-336 -

SERGIO O. VALDÉS BERNAL
ticales que desconocemos, como son los siguientes: Bacunagua, 11
Casiguas,12 Cucaya,13 Cuyaguateje,14 Dayanigua,15 Guajaibón, 16
Guanahacabibes, ¡- Guane,18 Guaniguanico, 19 ]aimanita(s),20
]aimiquí,21 Manaca0 22 y Mani Mani. 23
El análisis morfofonológico de los topónimos oscuros de la zona
del guanahatabey nos demuestra su plena coincidencia estructural y
fónica con los topónimos oscuros del resto del país,24lo que evidencia
una similitud que trasluce un mismo origen lingüístico, además de que
a simple vista se diferencian considerablemente por sus componentes
y estructura de los de Centroamérica y La Florida. Al respecto, A.
Camps Iglesias (2003, p. 52) señaló que " ... no existen diferencias
regionales en cuanto al esquema toponímico indígena, por lo que
las observaciones de Pichardo Moya [1945] y Valdés Bernal [2003]
de que no se perciben diferencias marcadas en la toponimia que
hicieran pensar en la existencia de lenguas diferentes son válidas".
Pero, ¿por qué el intérprete lucayo de Colón no pudo entenderse con
los guanahatabeyes y sí con el resto de la población nativa? Según nuestra
opinión, esta barrera idiomática se debió al factor cronológico, o sea,
,
11 Bacunagua: nombre de un río, ensenada y embalse en el municipio Los Palacios, provincia
de Pinar del Río.
12 Casiguas: nombre de un cayo en el municipio La Palma, provincia de Pinar del Río.
13 Cucaya: cayo y punta del municipio Pinar del Río en la provincia homónima.
14 Cuyaguateje: boca, río y embalse de la provincia de Pinar del Río.
15 Dayanigua: nombre de una ensenada en la provincia de Pinar del Río.
16 Guajaibón: nombre de una loma en la provincia de Pinar del Río, así como de una playa
y de una punta en la provincia de La Habana.
17 Guanahacabibes es uno de los nombres de lugar más emblemáticos de la toponimia
pinareña y de los primeros en ser recogidos por escrito en lengua española. Aparece
documentado en la carta que envió Diego Velázquez, primer gobernador de Cuba, al rey,
en la que cuenta el proceso de conquista de la isla: "Dos provincias de indios, que en el
cabo desta isla a la vanda del Poniente estan, que la una se llama Guaniguanico é la otra
los Guanahatabibes ... ". Este es el nombre de un golfo, de una llanura y de una península
en la provincia de Pinar del Río.
18 Guane: nombre de un río, una sierra y un pueblo en la provincia de Pinar del Río.
19 Guaniguanico es otro nombre emblemático de la provincia de Pinar del Río. Denomina un
sistema montañoso. Documentado en época temprana por Diego Velázquez.
20 Jaimanitas: nombre de una playa en la costa sur de la provincia de Pinar de Río.
21 Jaimiquí: nombre de un estero en la provincia de Pinar del Río.
22 Manacao: nombre de un río en la provincia de Pinar del Río.
23 Maní Mani es la denominación indígena de un río y de un quebrado en la provincia de
Pinar del Río.
24 Lamentablemente, por limitación de espacio no podemos reproducir en este texto el
estudio comparado entre los topónimos objeto de estudio.
-337 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
divergencia entre una lengua aruaca mucho más arcaica que la otra, y no
al factor etnológico representado por elementos alógenos procedentes
de Norteamérica o Centroamérica. Si tomamos en consideración los
fechados de poblamiento de las Bahamas a partir del 600 d.n.e. por
migraciones desde Cuba, según M. J. Berman y P. L. Gnivecki (1995), se
puede inferir que la lengua aruaca dellucayo Diego Colón a finales del
siglo xv sería un medio de comunicación más cercano en su evolución
a la hablada por los ceramistas cubanos o sería la misma debido a que
mantenían un estable contacto, pero muy diferente de la de los aislados no
ceramistas de Cuba, cuyos fechados de poblamiento son muy tempranos
en comparación con los de los lucayos, o sea, de 4000 años a.n.e. para
el guanahatabey o ciboney Guayabo Blanco y de 2000 años a.n.e.
para el ciboney Cayo Redondo.
Así, pues, desde el punto de vista lingüístico, todos los pobladores
de la Cuba precolombina hablaban lenguas aruacas, aunque la mayoría
de los préstamos léxicos proceden de la lengua que hablaban
las comunidades agro alfareras o ceramistas, que, al parecer, era la
misma que se hablaba en las Bahamas, Jamaica, La Española y Puerto
Rico, independientemente de que existieran diferencias regionales,
al igual que lo que ocurre hoy con e! español cubano, dominicano
y puertorriqueño.
La etapa precolombina (6000 a.n.e.-1500 de n.e.) se caracterizó
por corrientes migratorias que poblaron e! archipiélago cubano desde
la vecina isla de Haití, por lo que a la llegada de los europeos, a
finales del siglo xv, la mayor densidad de población indocubana se
hallaba en el oriente de! país, ocupado por comunidades agricultoras
y ceramistas, identificadas en las crónicas españolas con el nombre de
taínas. El hecho de que precisamente en estas regiones sobreviviera
parte de la población aborigen hasta e! siglo XIX y que en sus zonas
más intrincadas aún se encuentren descendientes de indocubanos muy
mestizados con europoides y negroides, justificaría la preservación de
una mayor cantidad de voces aruacas insulares en el español hablado
en e! oriente cubano. 25
Es menester aclarar que los españoles, al entrar en contacto con la
población autóctona indocubana no incorporaron inmediatamente a
su idioma préstamos léxicos tomados de las lenguas de los aborígenes.
En un principio, la comunicación entre los españoles y los nativos se
realizó mediante e! lenguaje gestual, acompañado de algunas palabras,
25 Cfr. M. Rivera de la Calle, 1978, S. Valdés Bernal, et al., (1996·1997).
-338 -

SERGIO O. VALDÉS BERNAL
independientemente del hecho de que algunos españoles aprehendieron
la lengua indígena y que algunos aborígenes se apropiaron
de la española, como se recoge en las crónicas de la época. Pero al
convertirse en roce cotidiano estos contactos en las primeras villas
construidas por los europeos, primeros focos de la transculturación
indo hispánica, los españoles asimilaron no pocas palabras de los
aborígenes para satisfacer las demandas de la comunicación en el
entorno hispanohablante antillano.
En líneas generales, podemos aseverar que hoy se utilizan en el
habla cubana unos 180 aruaquismos insulares relacionados con la
flora, o sea, fitónimos como ácana,26 ají,27 bejuco,28 bija,29 caguaso,30
caimito,31 entre otros. Los nombres indígenas relacionados con la
fauna son unos 103. A modo de ejemplo, mencionamos los siguientes
zoónimos: biajaca,32 bibijagua,33 caguama,34 iguana, 35, manjuarí,36
tiburón,37 tocororo 38 y yaguasa. 39
Los vocablos relacionados con la cultura material indoantillana
son más escasos, unos 46 tecnónimos, de los que mencionamos
los siguientes: bajareque,40 barbacoa,41 burén,42 casabe,43 guayo, 44
hamaca,45 jaba 46 y maruga. 47 También heredamos varios nombres
26 Árbol: Manilkara albescens.
27 Fruto y planta: Capsicum spp.
28 Nombre aplicado a varias especies de plantas rastreras o trepadoras.
29 Planta: Bixa orellana.
30 Nombre de varias especies de plantas herbáceas que alcanzan entre 1 y 1, 5 m de altura.
31 Fruto del Chrysophyllum caimito.
32 Pez fluvial: Cichlasoma tetracantha.
33 Insecto de gran tamaño y perjudicial de la tamo Formicidae: Atta spp.
34 Quelonio marino: Caretta caretta.
35 Reptil terrestre: Cyclura nubila nubila.
36 Pez fluvial: Lepisosteus tristoechus.
37 Nombre que se aplica a varias especies de selacios.
38 Ave: Priotelus temnurus.
39 Especie de ánade: Dendrocygna arborea.
40 Construcción sumamente sencilla, hecha de hojas de palma.
41 Parrilla usada para asar carne al aire libre.
42 Plato de barro cocido que sirve para elaborar el casabe.
43 Pan hecho de la harina de la yuca, cocida sobre el burén.
44 Rallador. Instrumento para rallar la yuca.
45 Cama colgante tejida de algodón.
46 Cesta.
47 Sonajero.
-339 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
relacionados con el entorno: cayo,48 huracán,49 manigua,50 sabana, 51
entre otros.
De la cultura espiritual indocubana solamente se han conservado
tres vocablos, areíto,52 cemí,53 que se utilizan básicamente en la
literatura especializada, y jigüe,54 que se preserva en las leyendas
campesinas. De la organización tribal se conocen cacique,55 behíque,56
naboría 57 y nitaíno. 58 Estos últimos tres vocablos más bien pertenecen
al mundo literario que al del habla cotidiana de los cubanos.
Gran parte de estos vocablos, una vez enraizados en el español
hablado en Cuba, pasó por un interesante proceso evolutivo que
respondía a las necesidades de la comunicación en nuestro medio.
De esa forma, muchos de estos aruaquismos insulares dieron origen
a nuevas palabras compuestas por un vocablo indígena y un afijo o
palabra hispánica, a partir de los medios de que dispone la lengua
española para la formación de nuevas voces. Ejemplo de esto son:
boniatillo,59 bijol,60 cayerío,61 guayabal. 62 La composición o unión
de un aruaquismo insular y un hispanismo fue menos productiva.
Así, tenemos matajíbaro, 63 aguaitacaimán,64 pijinigua,65 botaguano. 66
48 Islote.
49 Tormenta de gran intensidad.
50 Conjunto espeso de hierbas y arbustos tropicales.
51 Extensión llana, de suelo arenoso y estéril, en el que crecen plantas en terrenos pobres.
52 Así llamaban a los cantos y bailes, en los que se recordaban hechos de la vida de la aldea.
53 Nombre de las representaciones de las deidades.
54 Deidad fluvial.
55 Jefe.
56 Sacerdote y curandero.
57 Sirviente, vocablo que en los documentos coloniales se utilizó para nombrar a los indígenas
que fungían como esclavos domésticos.
58 Nombre de una casta dentro de la organización gentilicio-tribal antillana.
59 Dulce hecho de boniato o /pomea batatas.
60 Colorante hecho a partir de la bija o Bixa orel/ana y que sustituye al azafrán.
61 Lugar abundante en cayos.
62 Terreno en que abunda el guayabo o Psidium guajava.
63 Comida a base de chicharrones de puerco y boniato: de matar y)ibaro, 'salvaje, agreste'.
64 Nombre de un ave zancuda, Butoroides virescens, que con su grito alerta ante la presencia
de los caimanes: de aguaitar, 'acechar', 'vigilár', verbo arcaico, y caimán; también es
llamada espantacaimán.
65 De pez>peje>piji y nigua, nombre de un insecto afaníptero, Pu/ex penetrans: significa
'muchacho pequeño y vivaracho'.
66 De botar y guano, hojas secas de palma que se utilizan para techar los bohíos; significa:
'tallo grueso y resistente que se monta sobre los extremos inferiores de las varas en los
techos de guano'.
-340 -

--
SERGIO O. VALDÉS BERNAL
Indudablemente, mucho más rico ha sido el fenómeno del cambio
o enriquecimiento del significado de los aruaquismos insulares y sus
derivados. Casos de sustitución del referente tenemos en la vigencia
de la voz güiro como denominadora de un instrumento musical hecho
originalmente de una güira, 67 denominación que actualmente se
utiliza para nombrar un instrumento similar, pero hecho de hojalata.
Originalmente, el guayo con que los aborígenes rallaban la yuca y
otros tubérculos era una tabla de madera dura y de gran tamaño
con cantidad de pequeñas piedras incrustadas; hoy llamamos con el
mismo nombre al rallador hecho de metal. El buren, sobre el que se
cocía la masa de la yuca rallada para producir casabe, en la actualidad
ha sido sustituido por burenes de metal, entre otros ejemplos.
El cambio de significado de los aruaquismos insulares debido a la semejanza
de sentidos ha sido considerable, todos ellos basados en metáforas
que parten de la similitud de apariencia, de calidad, actividad y función
o a partir del afecto perceptivo. A partir del color, se ha asociado a la
guacamaya,68 hermosa ave hoy extinguida, con un planta así llamada,69
cuyas flores rojas y amarillas recuerdan las de esta especie de loro. Otro
ejemplo tenemos en carey,70 que además de identificar a un quelonio,
se utiliza para nombrar varias especies de árboles 71 cuya madera oscura
y jaspeada, después de pulida, recuerda las placas de este quelonio. Por
eso, la lexía bastón de carey hace alusión al árbol, mientras que aretes de
carey se refiere al quelonio de cuyas placas se hacen.
Si el color y la forma de individuos de diversas especies de la flora
y la fauna dieron pie a metáforas que enriquecieron el significado de
no pocos aruaquismos insulares, la similitud de calidad, actividad y
función también generó nuevos significados de estos vocablos. La
costumbre del caimán 72 de acechar a la presa y aproximársele sin
hacer el menor ruido, sirvió de fundamento para denominar "caimán"
a la persona astuta que, mediante el engaño, logra obtener mejores
ventajas que otros. Igualmente, llamamos jutía 73 a la persona cobarde
67 Fruto de la Lagenaria clavata, que se deja secar y se le extrae la pulpa para utilizarlo como
recipiente.
68 Ara tricolor.
69 Macrocercus tricolor.
70 Erytromochelys imbricata.
71 Krugiodendron fereum, Xylopia obtusifolia, Cordia angiocarpa.
72 Reptil fluvial muy voraz y agresivo (Crocodilus rhombiferus).
73 Mamífero roedor (Capromys spp.).
-341 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
debido al comportamiento huidizo de este roedor; mientras que el de
majá 74 se utiliza para denominar a la persona holgazana, perezosa, ya
que esta especie de boa cae en un sopor cuando ingiere su alimento.
No menos interesante, entre otros, son los cambios de significado
de los aruaquismos enraizados en el español de Cuba debido a permutaciones.
A veces, la materia utilizada para elaborar un objeto es tan
conocida que, con el tiempo, su nombre se convierte en denominador
del objeto hecho con ella. Durante la colonia se llamó manatí a un
vergajo que se utilizaba para azotar a los esclavos, hecho de una tira
de la piel del manatí,75 entre otros.
Los derivados de voces indígenas antillanas tampoco escaparon a este
proceso evolutivo. Por ejemplo, nuestros aborígenes llamaban sabana a
las grandes extensiones de terreno plano, de suelo no muy fértil y con
baja vegetación. Una vez incorporado este aruaquismo insular a la lengua
española hablada en Cuba, dio origen al derivado sabanero, denominación
aplicada a los animales que habitan en las sabanas, en especial un
ave conocida con el nombre científico de Sturnella magna hippocrePis.
Pero, además, así llaman en las zonas rurales a la persona que se encarga
de reunir y vigilar el ganado. Lamentablemente, por motivos de espacio,
no podemos extendernos como hubiésemos deseado. No obstante, para
mayor información sobre la etimología y el significado de los aruaquismos
insulares en el español hablado en Cuba, consulte a S. Valdés Bernal
(1991), y en cuanto a su evolución, también consulte a este autor (S. Valdés
Bernal, 1986).
A modo de conclusión, debemos destacar que el largo proceso de
transculturación indo hispánica ocurrido en Cuba dejó una imborrable
huella en el español hablado en nuestro archipiélago, por 10 que
constituye uno de sus matices identificadores, rasgo que compartimos
en gran medida con el resto del Caribe insular hispanohablante,
constituido por República Dominicana y Puerto Rico, aunque cada
país tiene sus propias especificidades en cuanto a los vocablos de
procedencia aruaca. 76
74 Ofidio constrictor de gran tamaño (Epícrates angulífer).
75 Mamífero marino (Tríchechus manatus).
76 Para mayor información al respecto, consulte a S. Valdés Bernal y Y. Balga Rodríguez
(2007a y 2007b).
-342-

ALGUNAS COMPARACIONES
FONO-LINGüíSTICAS DEL TAíNO
Y EL QUECHUA1
Alfredo Alberdi Vallejo *
Entre las lenguas nativas prehispánicas de Suramérica y el Caribe existieron
conjunciones no solo étnico-fenotípicas sino también cognición
fono-lingüísticas. El presente trabajo aborda, por eso mismo, un análisis
comparativo entre el taíno caribeño con el quechua de los antiguos pueblos
del Perú actual. Se basa en las comparaciones fono-lingüísticas del
taíno y el quechua, ambas lenguas usadas desde tiempos prehispánicos
por los pueblos indígenas americanos, la primera del hoy llamado Caribe
o Antillas, y la otra ubicada en Suramérica, principalmente los pueblos
comprendidos en el "Tawantinsuyo"; esta geográficamente abarcaba
desde el sur de Colombia hasta el río Maule, en Chile.
Se han realizado algunos estudios de lingüística comparativa entre
el quechua y otros idiomas, por ejemplo, con el japonés pretendiendo
demostrar una afinidad de ambas lenguas 2 y las tesis que sostienen
sus semejanzas del quechua y el antiguo idioma de los faraones. 3
Tomado de Revista electrónica digital Runa Yachachiy, Berlín, 1 ero semestre, 2013.
Doctor por la "Freie Universitiit Berlin", donde es docente. Fue cofundador del Archivo
Histórico de Ayacucho, Perú. Miembro de entidades académicas tanto en el Perú, España
como en Alemania. En la actualidad dirige la Revista digital Runa Yachachiy con sede en
la ciudad de Berlín, Alemania.
2 Francisco Loayza sobre Manco Cápac, Lima, 1948, en esta obra sostiene que la palabra
"manco" no tiene significado alguno en el Quechua, pero sí en el japonés.
3 Henrique Gasparri: La lengua Oqischua y la lengua egipcia en sus tres formas: jeroglíficas,
demótica y capta, Bruxelles, 1903.
-343 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Si acaso existen, para estos investigadores, semejanzas y visibles
coincidencias numerosas entre el quechua y otras lenguas fuera del
continente americano, ¿no sería lógico pensar en las influencias entre
las mismas lenguas indígenas, por sus usos y costumbres, entre ellos,
antes de la llegada de los europeos? Se conoce perfectamente bien
que los pueblos del Área Andina comerciaban con los pueblos centroamericanos
accediendo por al Oceano Pacífico y por tierra firme
hasta más allá de Pasto (Colombia) y se relacionaban, probablemente,
con pueblos de lengua Arauak. 4
Pretendemos ahora comparar el quechua de la parte Suroeste de
lo que hoyes Colombia, lugar donde se producen, al decir simplemente,
algunos préstamos lingüísticos con el arauak y el quechua, ese
quechua que tuvo contacto e influyó posiblemente hasta el caribe, a
ese tipo de quechua que Alfredo Torero llama: "la variedad chinchay
septentrional-QII B" (quechua 11 o B). El área territorial de este tipo
lingüístico quechua está comprendido casi la totalidad del actual
Ecuador, la parte noroeste peruano y suroeste colombiano, más allá
del río Putumayo. 5
Parece sorprendente que muchas palabras del taíno y el quechua
sean fonéticamente similares, morfológicamente parecidos y semánticamente
contengan varios parónimos. Para nuestro propósito recurriremos
al uso de toponímicos y antroponímicos del taíno y luego la
compararemos con el quechua, que es nuestra lengua materna.
ASPECTOS COMPARATIVOS
FONO-LINGüíSTICOS
Iniciaremos definiendo lo qué se entiende por taíno, esto según los
testimonios cronísticos brindado por Pedro Mártir de Anglería, que
dice lo siguiente: "les salió al encuentro un hombre de arrugada frente
4 Al respecto es importante el estudio de Tschudi sobre las menciones que hace de las
influencias entre diversas lenguas y dialectos del norte y sur del Continente Suramericano,
en especial el quechua y la arawak-karibeña con los dialectos Muyska, Druit, Tunscha
pueblos que se ubican en el río Meta y el río Apure (Venezuela); asimismo indica el autor
los parecidos fono-lingüísticos entre el quechua y el arawak-guayana del dialecto Galibi,
de los dialectos Tuneka, Tschita y Sinisga que proceden del Muyska, de los pueblos que se
ubican en el río Tolima de aquellos pueblos de la actual Colombia. Cfre. J. J. Von Tshudi:
Einleitung zu Oraginismus der Khersua-Sprache, Leipzig, 1884, pp. 25-29.
5 Cfre. Alfredo Torero: Área total del Quechua, Lima, 1974.
-344-

ALFREDO ALBERDI VALLEJO
y altiva mirada, acompañado de otros ~ientos, los cuales ... gritaban
que eran taínos, o sea nobles, no caníbales". 6 Según el análisis de la
palabra taíno que hace José Juan Arrom usando el registro de C. H.
Goeje7 de la lengua "lokono o rauco", sería así:
Taí / no = taí (raíz que designa) "noble", "prudente". 8
no = sufijo que designa el plural del masculino
=>taíno = "nobles, prudentes". ,
En cuanto al quechua, diremos que el lexema propuesto existe
con una significación muy idéntica y como palabra independiente
significa algo, pero aquí citemos este ejemplo:
Tai = "constante, perseverante" + lexema Kay = "ser,
existir, este".
Taikay = "ser perseverante, ser constante".
En cuanto al sufijo "no" en el quechua, en todas sus varientes dialectales,
no existe un significado concreto; para designar el plural se
usa el sufijo "kuna". Solamente el sufijo "ni" es usado para expresar
el pasado absoluto de un acto inesperado en lo narrativo. Esta es una
partícula eufónica. Es imposible unir la palabra "tai" y la partícula
"ni", siendo en este caso palabra separada que adquiere un valor
independiente = "ni" se usa para expresar un conminativo, así:
Tay ni = "dí que eres perseverante"
En el taíno (lokono), esta acepción "tai + no" se usaba para designar
a todos los hombres de esta lengua y aquella estirpe noble. A los
no pertenecientes a este linaje, pese a considerarlos sus "semejantes"
les decían que eran de origen bajo, por ejemplo, a los habitantes de las
islas Bahamas los nominaban como "lucayos", lo que se designa así:
Lukku = "persona, ser humano",
kay, cairi = "isla"
=> "gente de los cayos".
6 Cfre. Pedro Mártir de Anglería: Décadas del Nuevo Mundo, Dec. l ra Lib, 11, cap. 5, p,
23,Buenos Aires, 1944,
7 Cfre, C. H. de Goeje: The Arawak language of Guiana, Amsterdam, 1928.
8 Es importante hacer notar que el/okono es el legítimo arauco y que la otra variante es el
arauaco "guajiro': según la propuesta de José Juan Arrom en: "Aportaciones lingüísticas
al conocimiento de la cosmovisión taína", en Revista EME EME de Estudios dominicanos
de la Universidad Madre y Maestra, vol. 11, no, 8, Santiago de los Caballeros, República
Dominicana, septiembre-octubre, 1973.
-345 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Por cuanto a todos los habitantes de las otras islas les llamaban
lokono:
loko {lukku) = "ser humano, persona",
no = sufijo del plural masculino:
loko + no = "personas, seres humanos".
Como ya hemos dicho, este atributivo correspondía a las personas
de esta lengua y a los que poseían una forma cultural parecida, no
así a los "otros"; esta misma concepción se encuentra en los pueblos
andinos que solamente los del grupo de su lengua tenían la "lengua
humana" (runa simi), así:
Runa = "hombre, ser humano, ser racional".
Sim i= "boca, habla, lenguaje":
=> "runa + simi = "habla humana".
En el quechua, a los "otros", se les designaba como "qaua simi"
= "lengua de afuera, lengua extranjera" o "wawasimi" = "lengua
infantil, inmadura, ingenua".
Volviendo a los taínos que se creían de una estirpe superior en
comparación con los "otros", tomemos lo que dice Arrom al respecto:
A los otros que vivían en estado seminómada en las cavernas y
los refugios rocosos de Guacayarima y otras apartadas regiones
de Las Antillas les llamaban ciboney, de ciba 'piedra' e igneri,
igney 'hombre'; o como si dijésemos 'hombre de piedra' o
'cavernícola'. 9
Con referencia a otros términos despectivos para aquellos primitivos
usaban macorix y ciguayo. Según Las Casas: "Macorix quiere
decir como lenguaje extraño, casi bárbaro". 10
El propio Las Casas nos dice de la palabra "ciguayo" lo siguiente:
... llamaban ciguayos porque traían todos los cabellos muy luengos,
como en nuestra castilla las Mujeres. 11
La atribución de muchos pueblos del pasado histórico a sentirse
superiores a los otros, se puede hallar casi en todo el orbe; en
Suramérica, el término despectivo "ciguayo", tiene una tremenda
coincidencia semántico y fonéticamente parónima con la palabra
9 Cfre. José Juan Arrom: Ob. cit., Ut. supra., p, 4, ídem.
10 Cfre. Bartolomé de Las Casas: Apologética historia de las indias, p. 108, cap. 3, Madrid, 1909.
11 Cfre. Bartolomé de las Casas: Historia de las indias, Lib. 1, cap. 67, p. 303, vol. 1. México, 1965.
-346 -

ALFREDO ALBERDI VALLEJO
"cipayo" que se usa en el quechua y el aymara en la región del Titi
caca. El término se aplica a los habitantes de las islas flotantes del
lago Titicaca, al grupo étnico de los Urus, porque estos no cultivan la
tierra, no construyen sus casas de piedras o adobes sino de simples
hojas de totora o anea y su lengua es reducida solamente a su isla,
se llama "uroquilla o urocipayo" de modo que:
Uro = grupo étnico y lingüístico del mismo nombre.
quilla, qilla, qella = "ocioso".
Cipayo = "primitivo, ocioso, sucio".
El término "uata" = "isla" en quechua ;;J:. a "cairi" = "isla", en taíno.
Pero con referencia a este último término en taíno, veamos la
acepción "caribe".
Con respecto a la voz caribes, Pedro Mártir dice lo siguiente: ''Afirman
que ... carib en todas las lenguas de aquellos países es lo mismo
que más fuerte que los demás; caribes lo mismo".12
Para muchos autores, la palabra proviene de caraibe y se refiere
al gentilicio de los habitantes de Las antillas, lo que Arrom dice lo
siguiente: ... en sus gritos de guerra caribe solían decir: 'Ana carina
rote' 'solo nosotros somos hombres"'. 13
Ahora bien, si la palabra Caraibe denota "guerrero valiente, hombre
fuerte", muchos autores, entre ellos Luis Cordero, basándose
en la información del doctor Martius dice lo siguiente: ... caribes,
calibuna, caribuna nombre dado, ... por las mujeres a sus esposos.14
De lo que se desprende es que "cali" o "cari" y "carai" tendrían
el equivalente de "varón" y no de "isla" = "cairi"; pero los léxicos
"ca/i" y "cara" en su contenido es semejante a la acepción quechua,
por tanto, habría la posibilidad de expresar así:
Ana = qana = "arriba".
La "q" pronunciada postalveolar, resulta "qa" que los dialectos
ayacuchacho y cusqueño del quechua admiten aquella partícula, en
otros dialectos se admite con la consonante "k" velar, y, a veces, con
la "cc" por la postalveolar "q" fricativa.
Carina = kari = "hombre + ina" = "lo que posee" (en taíno,
según Arrom).
12 Cfre. Pedro Mártir de Anglería: Décadas del nuevo mundo, p. 597, lib. VI-cap. 1 ro. Buenos
Aires, 1944.
13 Cfre. José Juan Arrom: Ob. cit. ut. supra, p. 5, ídem.
14 Cfre. Luís Cordero; "Estudios y comparaciones", en Diccionario Quichua, p, 314. Guito, 1989.
-347 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
~ "calibuna" = "caribuna", es parónimo fónico de "karikuna" =
"qarikua" = "los varones".
Sucede que "carib" = "karip" o "qarip" (quechua antiguo) con
la "p" labial-oclusiva sorda más la partícula del atributivo quechua
"pi" o "pe", daría el resultado de = "karipi" o "qaripe" = "en el
hombre", así estableciéndose la semejanza con: "caribe" o "caribi".
Pero la raíz taina es: "calibi" que se pronuncia con la "1" alveolar lateral,
que tiene igual valor en el quechua, especialmente en el dialecto "wanka",
mientras en los otros se reemplaza con la "r" alveolar vibrante simple.
Entre los antroponímicos de más uso, destacan las voces: "caonabo"
y "anacaona" a lo que Mártir, al traducir el nombre del "cacique
caonabo", dice lo siguiente: "Señor de la casa del oro" Y
En este sentido acudimos, para su esclarecimiento de esta palabra
taína, a lo que Arrom dice lo siguiente:
Cacique es como 'señor', caona equivale a 'oro' y bo parece
un apócope de 'bohío'. Ahora bien, penetrando hasta estratos
significativos más profundos, resulta que caona a su vez se
compone del prefijo atributivo ka y la base iaúna, ioúna que ya
hemos encontrado con el sentido de 'valor', 'precio', 'mérito' .16
La expresión cacique, que se extendió en casi toda América colonial,
en el quechua ha sustituído a la palabra curaca que tiene el
sinónimo de "señor" para ambas lenguas. Aunque en taíno la palabra
"ka-siqua" equivale a: "con casa" que proviene del verbo "Kassikoan"
a "tener casa", no diferente a la palabra quechua "Kuraka" = "jefe
de linaje" (de casas conocidas).
En el quechua no podemos encontrar precisamente la palabra
"caona" pero un parónimo en la palabra "qauna" (también "sauna")
quiere decir: "cabecera" o "almohada" cuya acepción no corresponde
a "aiúna, oiuna" = "valor, precio, mérito". En el taíno el lexema
"ka" = "con" o "presente en", no deja independiente el sufijo "nabo"
que es un parónimo de los dialectos Pano y Chacha donde existe
el vocablo "napo" que significa: "algo de valor mítico", en cambio
en quechua, existe el vocablo "napa" que es el nombre de un llama
mítico de color blanco que apareció después del diluvio que le sacrificaban,
posteriormente, al dios Pachacámac. Existen, en términos
generales, algunas semejanzas morfofonémicas en ambas lenguas.
15 Cfre. Pedro Mártir de Anglería: Ob. cit., ut, supra, p. 24, 1", lib. 11, cap. 6. Buenos Aires, 1944.
16 Cfre. José Juan Arrom: Ob. cit., p. 7, ídem.
-348-

ALFREDO ALBERDI VALLEJO
La palabra "anacaona" fue traducida como: "flor de oro", a lo
que Arrom ha refutado de la siguiente manera:
Debo declarar que en ninguno de los registros de voces arauacas
que me son conocidas he hallado que "flor" se diga ana. Las voces
que he hallado con ese sentido Goeje las transcribe indistintamente
como to-tokoro y to-thocolo ... y, en el manuscrito anónimo titulado
vocavolario para la lengua aruaca 'flor' se traduce por totocolo.
Por otra parte, tanto Goeje como Brinton registran la voz Annaká,
Annakán como 'medio centro'. Y el propio Las Casas afirma que
cubanacán 'cuasi al medio de Cuba', porque nacán quiere decir en
la lengua de estas islas 'medio o en medio'. 17
Por ser el tema muy extenso y de discusión bastante amplia, dejamos
apuntado hasta aquí como un breve comentario de nuestro
trabajo presentado a la cátedra de lingüística.
EL CAMINO DEL CONOCIMIENTO
Las comparaciones fono-lingüísticas hechas en el presente trabajo son
muestras palpables que lo que debería estudiarse constantemente.
La poca cantidad de información o la escasa existencia de los dicccionarios
dedicados al taíno, limita los alcances analíticos, pero en
comparación con las otras ramas de esta familia lingüística, como
el Lokono, el Cemi (en quechua se pronunciaría: "simi") y las otras
varias ramas del tronco común proveniente de una lengua caribeña
(Arawak, Chipcha, Sumo-Alua), nos invitan a realizar más exámenes
parónimos en los antroponímicos como son los casos de: "Nanku"
(¿Manko?), y los topónimos actuales como: "Ika" (¿¡ca?), "Pebu"
(¿Perú?) "Tikna" (¿Tacna?), etcétera, que incrementaría en el conocimiento
del tronco lingüístico del protoquechua y el protoaymara.
17 Cfr. José Juan Arrom. ídem. pp. 7-8. Ibíd.
-349-

DOS PROPUESTAS PARA LA ESCUELA
CUBANA
Ulises M. González Herrera, *
Enrique M. Alonso, **
Gerardo Izquierdo Díaz, ***
Griselda Hernández Ramírez****
En consideración a la importancia que reviste para la naClOn
cubana el conocimiento de los procesos socioculturales relacionados
con la génesis de la ocupación humana del archipiélago
y su devenir histórico, así como la transmisión de estos saberes
científicos en la dimensión docente, un colectivo de autores del
Instituto Cubano de Antropología, hemos trabajado en la propuesta
de dos textos monográficos para la escuela cubana. 1 Ambas
* Doctor en Ciencias Históricas 2012, Jefe del Departamento de Arqueología del Instituto
Cubano de Antropología.
** Doctor en Ciencias Históricas. Fue investigador Auxiliar del Instituto Cubano de Antropología.
*** Doctor en Ciencias Históricas. Investigador Auxiliar. Subdirector del Instituto Cubano
de Antropología.
**** Doctora en Ciencias sobre el Arte. Profesora Auxiliar de la Universidad de las Artes.
Los contenidos esenciales de ambas obras se han introducido en la práctica social a través
de la publicación de artículos en revistas especializadas, conferencias, y ponencias en
eventos científicos. Tal es el caso de la Decimocuarta Jornada de Arqueología de Holguín
(2006); Octava Conferencia Internacional de Antropología (2006); Seminario, Propuesta
de periodización para el estudio de las comunidades aborígenes de Cuba (2008); Décima
Conferencia Internacional de Antropología (2010); Vigésimo Congreso Nacional de Historia
de la UNHIC (2011); y Sexto Taller Nacional de Arqueología y Paleontología "Yaguajay 2011".
-350-

C O LECTIVO DE AUTORES
obras constituyen un vehículo introductorio de los resultados
científicos obtenidos en los últimos quince años de quehacer
investigativo, además de abrir' nuevos espacios de necesaria e
impostergable colaboración con los historiadores, pedagogos y
demás especialistas interesados en el tema.
Obra de Ana Liliam Pérez Martínez (11 años, Pinar del Río).
Obra de Beatríz Alonso Turcas (5 años. Matanzas).
- 351 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Los textos referidos llevan los siguientes títulos: Las Comunidades
Aborígenes en la Historia de Cuba (2008),2 concebido para
la enseñanza media-superior y Cuaderno de Historia Aborigen de
Cuba. Un enfoque dirigido a la enseñanza básica (2010), orientado
a la educación primaria.
Los dos libros pretenden servir como fuentes de profundización
tanto para profesores como estudiantes. Ambas obras se han actualizado
y enriquecido con los nuevos enfoques teóricos que sobre las
sociedades aborígenes de Cuba han aportado las últimas investigaciones
realizadas en el país y en el área caribeña.
LA SITUACiÓN DE PARTIDA
La enseñanza media y superior en Cuba ha contado desde la segunda
mitad del siglo XIX con diversas propuestas encaminadas a divulgar
y dosificar los conocimientos sobre los primeros pobladores del archipiélago.
Este hecho fue el resultado de múltiples condicionantes
que tienen su génesis hacia el siglo XVIII, y entre las que se deben
destacar las necesidades de mejoramiento técnico de la producción
ante el auge de la economía plantacionista, y los marcados intereses
de superación académica e intelectual de los criollos.
La fundación de importantes instituciones académicas fue un
resultado, y a la vez, una condición para los avances en el campo de
la Historia y la Antropología, creando las bases para la implementación
de los saberes generados por ambas disciplinas en las instancias
docentes. De esta manera surge la Sociedad Económica de Amigos del
País (SEAP) en 1793, la Real y Pontificia Universidad de La Habana
funda su Gabinete de Historia Natural en 1842, se crea la Real
Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana en
1861, la Sociedad Antropológica de la Isla de Cuba en 1877 y la Cátedra
y Museo de Antropología de la Universidad de La Habana en 1899.
Sin pretender agotar los antecedentes, se deben destacar algunos
significativos esfuerzos emprendidos bajo la influencia de principios
evolucionistas, del particularismo histórico, y posteriormente del
2 A la monografía le fue otorgado el Premio Academia de Ciencias de Cuba, 2012. La presentación
en este libro de nuestro artículo toma como soporte fundamental una síntesis
de la Introducción del original.
-352 -

---
COLECTIVO DE AUTORES
funcionalismo, que bajo la égida del positivismo se entronizaron
en nuestra historiografía hasta bien entrado el siglo xx. Entre los
referidos empeños contamos con el Compendio de historia antigua
de la isla de Cuba, dispuesto en forma de diálogo para uso de las
escuelas (1864), del doctor Francisco Ramón Valdés,3 y el "Discurso
de Apertura del Curso académico 1895-1896" pronunciado en la
Real Universidad de La Habana por el doctor Carlos de La Torre y
Huerta bajo el título, Primeras noticias acerca de la fauna americana
suministradas por el Almirante Colón, en el diario de su primer viaje.
4 La labor docente del referido científico se verificó además en la
elaboración conjunta del Manual o Guía para exámenes de maestros
publicado en 1901 (reeditado en 1904 y 1911), que contó con su redacción
en la parte referente a la Historia de Cuba. La Torre también
se encargaría de redactar la parte relativa a los antiguos habitantes
de nuestro archipiélago hacia 1904 en la obra Historia de Cuba, bajo
la responsabilidad de Vidal Morales. 5
En 1915 se publica Los indios cubanos. Apuntes para la historia
de Cuba, de Hipólito Garda del POZO,6 y en 1938 el documentado
Manual de Historia de Cuba, del doctor. Ramiro Guerra y Sánchez/
con toda seguridad uno de los libros más utilizados en nuestra
enseñanza superior, contando con cinco ediciones en nuestro país.
Este ejemplar expone en su Libro Primero una amplia y documentada
información acerca de nuestros primeros pobladores. La quinta
edición fue actualizada con datos arqueológicos por el arqueólogo
Ramón Dacal Mouré, así como de los hechos históricos que dan
comienzo a la formación del pueblo cubano.
Se debe señalar la labor desempeñada por el etnólogo Fernando
Ortiz, quien entre 1930 y 1947 da a conocer importantes trabajos,
algunos vinculados a la docencia, y deudores de las investigaciones
3 Francisco Valdés Ramón: Compendio de la historia antigua de la isla de Cuba. La Habana,
Impr. La Antilla, 1864.
4 Primeras noticias acerca de la fauna americana suministradas por el Almirante Colón, en el diario
de su primer viaje. "Discurso de Apertura del Curso académico 1895-1896", pronunciado en la
Real Universidad de La Habana, en "Historia de la Zoología en Cuba". Publicaciones de la Junta
Nacional de Arqueología y Etnología, La Habana, 1958, pp. 10-34.
5 Vidal Morales y Morales: Historia de Cuba. Librería e imprenta. "La moderna poesía", La
Habana, 1904.
6 Hipólito García del Pozo: Los indios cubanos. Apuntes para la Historia de Cuba. Imprenta
y papelería La Propagandística, La Habana, Cuba, 1915.
7 Ramiro Guerra y Sánchez: Manual de Historia de Cuba (Económica, social y política).
Desde su descubrimiento hasta 1868, Editora Habana Cultural S.A., La Habana, 1938.
-353 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
realizadas en décadas anteriores. Aun cuando su quehacer investigativo
es conocido fundamentalmente por los textos que legó a la posteridad
en el campo de la Etnología, colateralmente dedicó una
estimable parte de su actividad científica al estudio de las sociedades
aborígenes de nuestro archipiélago. Esfuerzo que se tradujo en
numerosas e importantes publicaciones, donde se incluyen ensayos,
artículos, conferencias, ponencias y monografías, incluyendo una
valiosa documentación aún inédita. Desafortunadamente su ocupación
en el ámbito arqueológico es una de las aristas menos valorada,
difundida, y comentada en las ciencias sociales de nuestro país.
La esmerada atención que prestara Ortiz a la enseñanza se verifica
en los diversos Cursos de Verano y conferencias que impartió en
los programas de Antropología de la Universidad de La Habana, así
como en 1933, cuando escribió, en coautoría con el pedagogo doctor
Rafael Fernández de la citada institución, la monografía titulada
Las Antillas, insertada en la Geografía Universal y publicada por el
Instituto Gallach de Barcelona, España. 8 Un año después colaboró en
una obra de carácter enciclopédico que con fines de difusión cultural
había preparado en varios tomos, al escribir el capítulo Cuba Prehispánica
y diseñar un mapa arqueológico de Cuba en colaboración
con el ingeniero Ernesto Segeth (Ortiz, 1935).9
En junio de 1934 Ortiz impartió dos conferencias en la sociedad
femenina Lyceum de La Habana, con el objetivo de exponer una
caracterización general de los aborígenes de Cuba, según las concepciones
predominantes en la época. Estas lecturas fueron dadas
a conocer, además, en forma de artículos con los siguientes títulos:
¿Cómo eran los Indocubanos?, y La Holgazanería de los Indios.
Ambos trabajos aparecieron publicados en julio del mismo año, en
el diario Ahora y posteriormente en la Revista Bimestre Cubana. lo
En 1935 el último de los títulos mencionados fue adosado como
apéndice en la obra Historia de la Arqueología Indocubana. l1
Los artículos citados constituyen complementos de un discurso
encaminado a dar a conocer al público no especializado, una reconstrucción
histórica de nuestro pasado prehispánico, teniendo en
8 Colectivo de autores: Geografía Universal en 5 tomos, Instituto Gallach de Barcelona,
España, 1928-1931.
9 Fernando Ortiz: Historia de la Arqueología Indocubana, Editora Habana Cultural S. A., La
Habana, 1935.
10 Fernando Ortiz: "La holgazanería de los indios". Revista Bimestre Cubana, vol. xxxv. no. 1,
enero-febrero 1935. pp. 42-54.
11 Fernando Ortiz: Historia de la Arqueología Indo cubana, ob cit.
-354-

COLECTIVO DE AUTORES
consideración los trabajos investigativos por un lado, y por el otro,
la imagen, a veces distorsionada, de los cronistas de Indias y de los
movimientos políticos y sociales en la conformación de nuestra
nacionalidad. Especial interés cobra el análisis que hace Ortiz sobre
el impacto de la brutal colonización hispana en las poblaciones antillanas,
y la determinada resistencia al sometimiento, muchas veces
pasiva, de nuestras comunidades aborígenes.
Cuba primitiva. Las Razas Indias, es el título de otro artículo publicado
por el mismo autor en 1937, en las páginas de Cuadernos de
Historia Habanera. 12 Este texto se insertó en un curso de introducción
a la Historia de Cuba que perseguía la difusión educativa y cultural.
Las temáticas abordadas comprenden hipótesis sobre el poblamiento,
clasificación cultural, economía, costumbres, industrias, vínculos con
otras regiones geográficas, e impacto de la colonización europea en
las comunidades aborígenes. Este año se da a conocer la obra Historia
de los Indios de Cuba, del profesor Rafael Azcárate Rosell. 13
En la segunda mitad del siglo xx, gracias a loables esfuerzos, indisolublemente
ligados a las figuras de los consagrados profesores
Arístides Mestre, Felipe Pichardo Moya, Hortensia Pichardo, Estrella
Rey Betancourt y Ernesto Tabío, se amplió considerablemente la
información sobre nuestro pasado histórico y se llevaron a la enseñanza
universitaria los saberes nacidos de un sistemático estudio que
enfrentó obstáculos de diversa índole, fundamentalmente los emanados
de carencias materiales y desentendimiento de las autoridades
estatales durante la primera mitad del siglo xx.
Después del triunfo de la Revolución en 1959, la fundación de la
Comisión Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba, y en ella
del Departamento de Antropología, constituyó un importante hito
para el paso a una nueva etapa en la Arqueología cubana.
El interés sobre el tema aborigen también ha estado matizado por
la producción de textos de heterogénea diversidad en cuanto a género
literario y tópicos tratados, la mayoría de las ocasiones escritos por
12 Fernando Ortiz: Cuba Primitiva. Las razas indias, Curso de Introducción a la Historia de
Cuba I en Cuadernos de Historia Habanera, no. 10, Ed. Molina y Cía, La Habana, Cuba,
1937, pp. 33-45.
13 Rafael Azcárate Rosell: Historia de los indios de Cuba, Editorial Trópico, La Habana, 1937;
Onelio J. Cardoso, y Modesto García: Los Indocubanos, Ed. Gente Nueva, La Habana, Cuba.
1982; Ramón Dacal Moure y Manuel Rivera de La Calle: Arqueología aborigen de Cuba,
Ed. Gente Nueva, La Habana, Cuba, 1986, Felipe de J. Pérez Cruz: Los primeros rebeldes
de América, 1988; Ottón Suárez: El día V la noche del Taíno. Las culturas aboflgenes
antillanas, Ed. Gente Nueva, La Habana, Cuba, 2001.
-355 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
autores no especializados en la Arqueología aborigen de Cuba. En esta
dirección contamos con significativos esfuerzos donde se ha abordado
nuestra historia más temprana, aunque no de forma exhaustiva. En
tal sentido se deben señalar las siguientes obras: Los Indocubanos, de
Onelio J. Cardoso y Modesto García (1982); Arqueología aborigen
de Cuba, de Ramón Dacal y Manuel Rivero (1986); Los primeros
rebeldes de América, de Felipe de J. Pérez Cruz (1988); El Día y la
Noche del Taíno, de Ottón A. Suárez (2001); Guaminiquinaje, de
Pedro Péglez (2006); y ¿Quiénes hicieron los dibujos en las cuevas?,
de Racso Fernández y Victorio Cué (2007).14
Los tres primeros títulos se dirigían a un público adolescentejuvenil
correspondiente a la enseñanza secundaria y preuniversitaria,
y utilizaron el conocimiento arqueológico y etnológico del momento,
hoy trascendidos por más de dos décadas de labor investigativa y
desarrollo cienciológico. Los dos últimos títulos, más recientes, fueron
dirigidos específicamente a niños del primer nivel de enseñanza
básica. El libro de Fernández y Cué contó con la presentación de
ilustraciones para colorear y el intercambio directo de los alumnos y
profesores con los propios especialistas en la sala de exposición del
Instituto Cubano de Antropología, lo que viabilizó la labor docente.
En el caso del cuento para niños, Guaminiquinaje, debemos destacar
que en el 2000 recibió el premio "La Rosa Blanca" de la UNEAC.
Es también necesario precisar que el texto Arqueología aborigen de
Cuba, si bien está escrito por reconocidos especialistas en la temática
que nos ocupa, expone un mensaje orientado más bien a los jóvenes,
aunque de forma amena y sencilla.
Otros trabajos publicados en revistas nacionales para niños, se han
enfocado en la creación de historietas donde se destacan personajes
y situaciones de ficción, enmarcadas en la etapa de contacto indohispánico,
tal es el caso de las revistas Zunzún y Bijirita (publicaciones
mensuales). Las referidas publicaciones, realizan una destacada labor
divulgativa encaminada al conocimiento de nuestra historia antigua,
a través de diversos artículos donde se dan a conocer resultados de
investigaciones, y reseñas del patrimonio cultural de la nación. Resulta
significativa la labor desarrollada por el guionista e ilustrador
Roberto Alfonso Cruz, Robe, en la creación del personaje Yarí. La
recreación artística de la historieta contribuye a potenciar el mundo
indoamericano en el imaginario de nuestros niños y en ello radica su
14 Ver: Racso Fernández y Victorio Cué Villate: ¿Quiénes hicieron los dibujos en las cuevas?,
Ediciones Extramuros. 2007.
-356-

COLECTIVO DE AUTORES
mérito. No obstante debemos subrayar la necesidad de una asesoría
especializada, porque en ocasiones las situaciones y personajes creados
no se adecuan a la pasada realidad histórico-social de nuestras
sociedades aborígenes, lo cual va en detrimento de la cultura histórica
del público infantil al que se dirige.
Entre las obras relativamente recientes, está Historia de Cuba.
La Colonia. Evolución socioeconómica y formación social (1994),15
e Historia de Cuba 1492-1898 (2001),16 textos que contemplan capítulos
específicos sobre nuestro pasado aborigen, donde se intenta
abordar este segmento histórico con información. Sin embargo, el
balance crítico del conocimiento que hasta ahora se brinda a los
escolares cubanos, permite sustentar que tal propuesta es aún insuficiente
y acusa una notable desactualización en el plano fáctico, y
teórico-conceptual
El universo de obras que referimos, aún en su feliz salida, apenas
desbroza el complejo e interesante mundo aborigen. Se trata en
particular, de la ausencia de trabajos de síntesis histórica enfocados
a la enseñanza de la historia antigua de Cuba y el Caribe, y ello
se verifica fundamentalmente, en el tratamiento dado a las etapas
más tempranas del descubrimiento y la colonización primigenia del
hombre en las Antillas.
Consideramos que el desbalance existente entre los aproximadamente
4 000 años de habitación aborigen que anteceden la invasión
europea hacia finales del siglo xv, pudiesen ser recogidos en una
monografía con carácter de síntesis cuyo tratamiento estuviese directamente
en manos de especialistas en Arqueología y Etnología antigua
antillana. Este planteamiento, unido a la necesaria actualización de la
información en materia de Arqueología, producto de la acumulación
de resultados en los últimos años de investigación, son los móviles
esenciales que animaron a la elaboración del texto Las Comunidades
Aborígenes en la Historia de Cuba.
En relación al Cuaderno de Historia aborigen de Cuba. Un enfoque
dirigido a la enseñanza básica, debemos destacar que no conocemos
hasta la fecha ningún manual de historia temprana de Cuba dirigido
particularmente a infantes publicado en nuestro país.
15 Colectivo de autores: Historia de Cuba. La Colonia. Evolución socioeconómica y formación
social, Editora Política, La Habana, 1994.
16 Eduardo Torres-Cuevas y Osear Loyola: Historia de Cuba 1492-1898, Ed. Pueblo y Educación,
La Habana, 2001.
-357 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. E STUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Significativo incentivo resultó la consulta de un cuaderno escolar
con similares características que el que ahora presentamos, pero
enfocado exclusivamente a la Arqueología de Bolivia prehispánica. El
texto, que lleva por título: Arqueología Escolar, del profesor Hurnérez
(1995),17 es un intento de recuperar, valorizar y difundir la obra material
y espiritual de las culturas andinas, a través del estudio de diversos sitios
arqueológicos de significativa importancia para el territorio.
Obra de Claudia Bourdelois Couso (12 años, La Habana).
Obra de Cristian Rodríguez (9 años, Santiago de Cuba).
17 Ricardo Humérez Machicado: Arqueología Escolar, Colegio Franco Boliviano, 1995.
-358-

COLECTIVO DE AUTORES
LAS COMUNIDADES ABORíGENES
EN LA HISTORIA DE CUBA
El texto que proponemos a la enseñanza media-superior parte de
la teoría materialista y dialéctica de la historia. Desde esta posición
teórica hemos decidido sustituir la anterior estructuración del esquema
de desarrollo de las sociedades aborígenes en Cuba, sobre la
base de una división en fases,18 por la definición de dos formaciones
económico-sociales (FES pretribal y FES tribal), con vínculos
temporales, la última de las cuales se disuelve, tras el proceso de
conquista y colonización hispana, para dar lugar a un nuevo período
histórico, caracterizado por nuevas relaciones de producción. Bajo
este nuevo enfoque denominaremos abreviadamente a los aborígenes
pertenecientes a cada una de las formaciones como apropiadores y
productores respectivamente. Este esquema que referimos se sustenta
en la plataforma cienciológica marxista, y en sus conceptos nodales
modo de producción y formación económico social.
Lo que conocemos hasta la fecha, sobre las comunidades aborígenes
que habitaron nuestro archipiélago, antes del arribo de los
colonizadores europeos, nos indica que estas se correspondían con
dos modos diferentes de producción. Existen fundamentados criterios
para afirmar que a la formación social descrita por los cronistas y
conquistadores europeos, de finales del siglo xv, la había antecedido
una larga permanencia (etapa histórica más extensa de nuestra
historia) de otra formación social más antigua.
En relación con las denominaciones de pretribal y tribal, conceptos
referidos a la organización social de una comunidad determinada,
e inferibles a partir del desarrollo alcanzado por sus fuerzas productivas;
se ha asumidos a partir de las definiciones expuestas por
el arqueólogo chileno Luis Felipe Bate (1998).19 Las características
esenciales de ambos niveles pueden ser definidas resumidamente,
al aplicarlas a Cuba de la siguiente manera: FES de la comunidad
primitiva pretribal:
- Falta de producción sistemática de excedentes.
18 José Manuel Guarch Delmonte: "Nueva estructura para las comunidades aborígenes de
Cuba", Revista de Historia, no. 1, pp. 30-42, Sección de Investigaciones Históricas, PCC,
Holguín, Cuba, enero-marzo, 1988.
, 9 Luis Felipe Bate: El proceso de investigación en Arqueología, Crítica, Grijalbo Mondadori,
S. A. Barcelona, España, 1998.
-359-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
- Ausencia de clases sociales.
- La propiedad se establece sobre la fuerza de trabajo y los instrumentos
de producción. Aún no se ha establecido la propiedad
real sobre los objetos naturales de producción.
- La forma de propiedad que cualifica las relaciones fundamentales
de producción es colectiva, con diversas formas de posesión
particular e individual.
- Precariedad de las fuerzas productivas.
- Organización en unidades domésticas (familias consanguíneas),
que constituyen la unidad básica de producción y consumo; dividiendo
el trabajo según sexo y edad. Esta unidad básica, para
poder resolver las carencias económicas, establece relaciones
de reciprocidad entre miembros de otras unidades domésticas;
agrupándose en bandas mínimas u hordas. Una banda mínima
(véase Service, 1973) u horda (Meillassoux, 1977) se forma por
la agrupación de cuatro a seis unidades domésticas, totalizando
unas veinticinco a treinta personas, de promedio.
FES de la comunidad primitiva tribal:
- Se mantienen las formas colectivas de propiedad, aunque esta se
convierte también en propiedad efectiva sobre los medios naturales
de producción (tierras, cotos de caza, áreas de pesca y colecta.)
- Intervención en la reproducción biológica de especies alimenticias.
- Se incrementan las relaciones de reciprocidad, en un sistema
de relaciones de mayor escala la organización de tipo tribal.
- Se organiza sobre un modelo de relaciones de parentesco, dividiendo
el trabajo según sexo y edad, aunque esta organización
es multifuncional. Los individuos pertenecientes a esta unidad
más abarcadora, no necesariamente se hallan emparentados por
vínculos sanguíneos; aunque la célula fundamental continúa
siendo la familia (unidad doméstica).
- La estructura de tipo tribal ( ... ), organiza la defensa bélica de la
propiedad comunal, y se encarga de las relaciones diplomáticas
o de intercambio con otras comunidades; pero además administra
el funcionamiento de una economía algo más compleja
[ ... ].
- Desarrollo importante de las artesanías, lo que trae aparejada
una división social del trabajo entre productores directos de
alimentos y artesanos.
- Surgimiento de una estructura firme de toma de decisiones, que
organiza la fuerza de trabajo y la circulación de los productos.
-360-

COLECTIVO DE AUTORES
La información arqueológica más actualizada y un cuidadoso
estudio de otras fuentes, tratados a la luz de la importante relación
sociedad-naturaleza, así como de la interpretación de conceptos tales
como "desarrollo", "evolución", "difusión", "transculturación" y
otros, nos permiten definir, que durante los milenios de existencia
en Cuba de la formación pretribal, se produjeron cambios que implicaron
desarrollo, tanto por la evolución como por la difusión o la
transculturación, aunque siempre dentro del modo de producción y
superestructura más generales que la definen, los que entendemos que
pueden ser conceptualizados como indicadores capaces de caracterizar
distintos "momentos" del proceso histórico en general, y de esta
formación en particular; todo lo que conduce a que consideremos
dentro de ella la existencia de tres estadios que, en atención a sus
respectivos inicios, denominamos: temprano, medio y tardío, los
cuales se trasladan en el tiempo. Durante los siglos de existencia de
la formación tribal en Cuba, sobre igual base, es posible que en un
futuro inmediato se pueda llegar a identificar convincentes indicadores
de un proceso semejante.
SOBRE LA PLATAFORMA CONCEPTUAL
No está de más explicar que, aunque con el concurso de otras muchas
ciencias, el estudio de aquel pasado en el que no quedó referencia escrita
directa de lo que sucedía, compete fundamentalmente a la Arqueología,
que tiene directamente como objeto de estudio a las evidencias materiales
remanentes de las sociedades pretéritas, aunque su objetivo final
sea el de reconstruir los procesos sociales desparecidos. Es por esto que
entendemos que el objeto de estudio de la Arqueología es la sociedad
concreta en su devenir histórico, siendo la cultura la manifestación más
particular dentro de una formación social, por lo que no compartimos
el supuesto emanado de la Antropología tradicional que define a la
cultura como objeto central de estudio de dicha ciencia, y a la Arqueología
como una rama de la ciencia antropológica, cuyo objeto
de conocimiento es el estudio de la cultura de pueblos desaparecidos.
Compartimos la definición de cultura expuesta por el arqueólogo
Luis F. Bate, que entiende a la cultura como: "[ ... ] conjunto singular
de formas fenoménicas que presenta toda sociedad real, como efecto
multideterminado por las condiciones concretas de existencia de una
formación social". (1998: 68).
- 361 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Es necesario precisar que dicha definición se expresa en una relación
directa con las categorías de formación social y modo de vida.
Desde este enfoque las expresiones culturales, tanto la producción
material como las relaciones sociales e ideológicas que la mantienen,
adquieren una forma única en su manera de expresarse; esto es lo que
distingue a una sociedad de otra. Es decir, que dentro de una misma
formación social (sociedades concomitantes en cuanto a su modelo
de desarrollo económico o modo de producción), podemos encontrar
diversos modos de vida y culturas. En resumen, de cualquier manera
no sería la cultura el factor determinante para la identificación
de segmentos socio económicos diferenciables en cuanto a nivel de
desarrollo y cronología, por todo lo cual preferimos ser cuidadosos
al emplear el controvertido término.
Creemos necesario referir brevemente cuales han sido las anteriores
nomenclaturas empleadas para designar a las comunidades aborígenes
objeto de los estudios arqueológicos en nuestro país, aunque se impone
explicar brevemente que las primeras denominaciones dadas a los
aborígenes antillanos fueron consignadas por los Cronistas de Indias
Occidentales. Estos autores los llamaron equívocamente "indios",
debido a los errores de ·cálculo matemático cometidos por Cristóbal
Colón, quien supuso durante su primer viaje a las Antillas, haber
arribado a un archipiélago perteneciente a la India en el continente
euroasiático. Luego de un primer contacto con los pobladores de
Haití, el Almirante conoció por testimonio de ellos la existencia de los
canniba o caníbales, habitantes de las Antillas Menores. Las crónicas
del siglo XVI solo registran cinco supuestos etnónimos para estos pueblos
de origen lingüístico aruaco: "macorijes" y "ciguayos" (Haití),
"siboneyes" y "guanahatabeyes" (Cuba) y "lucayos" (Bahamas). En
sentido general la gran mayoría de los cronistas solo distinguieron
entre indios e indios flecheros o caníbales (González Herrera, 2009).
Las diferencias fundamentales entre unos y otros estaban dadas
por algunas características en el aspecto físico, ciertos adornos corporales,
comportamiento ante el colonizador hispano, presencia o
no de individuos sometidos por la coacción física, prácticas rituales
relacionadas con el consumo de carne humana (antropofagia), y
empleo de dardos envenenados (en el caso de los caribes). Estas
diferenciaciones se correspondían con la localización de ambos grupos
en determinadas áreas geográficas, no muy bien precisadas en
la crónica. Las posteriores denominaciones dadas por historiadores
y arqueólogos a estos grupos humanos son totalmente arbitrarias.
-362 -

11"
COLECTIVO DE AUTORES
Los que hoy llamamos apropiadores tempranos se han identificado
históricamente con las siguientes denominaciones: paleolíticos, complejo
Seboruco Mordán, protoarcaicos, paleo arcaicos, paleoindios,
preagroalfareros con tradiciones paleolíticas, y cazadores-recolectores
de la variante cultural Seboruco.
Nuestros apropiadores medios se han denominado con anterioridad
de las siguientes maneras: guanahatabeyes, ciboneyes, siboneyes,
auanabeyes, complejo I y complejo JI, cultura de la costa y cultura
de la caverna, preagroalfareros, ciboneyes (aspecto Guayabo Blanco y
Cayo Redondo) variantes culturales Guanahacabibes y Guacanayabo
de la fase pescadores recolectores-cazadores, arcaicos, meso líticos,
mesoindios y comunidades con tradiciones mesolíticas.
Los apropiadores tardíos han recibido las denominaciones de:
grupo cultural Mayarí, formativo, protoagrícolas y fase protoagricultores,
integrada esta por las variantes culturales Canímar y Mayarí.
En cuanto a los productores, fueron denominados: taínos, subtaínos,
complejo IJI, agroalfareros, fase agricultores de la etapa de economía
productora, integrada por las variantes culturales Damajayabo, Baní,
jagua, Cunagua, Bayamo y Maisí. A modo de resumen, agreguemos
que en la concepción de la tarea que nos hemos propuesto, estuvo
siempre presente que el vehículo portador del resultado debía tener
también las características formales capaces de permitir la transmisión
del mensaje no solo a los especialistas, sino los alumnos de nivel medio
y superior de enseñanza, y fundamentalmente a los educadores cubanos
encargados de la formación integral de las nuevas generaciones.
La cronología establecida para el segmento histórico trabajado se
resume en el siguiente recuadro:
FES
Apropiadores-Pretribales
Productores-Tribales
Períodos
Temprano
Medio
Tardío
Temprano
Medio
Tardío
Cronología
4333 A.N.E-70 N. E.
70-850 N.E.
850-1500 N. E (¿?)
820-980 N. E
980-1310 N.E
1310-1785 K E.
-363 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Cuaderno de Historia Aborigen de Cuba. Un enfoque
dirigido a la enseñanza básica
Este texto ha sido redactado con un lenguaje sencillo, aunque se
han consignado los nombres científicos de las especies animales y
vegetales nombradas para que los alumnos comiencen a familiarizarse
con estos desde edades tempranas; esto les permitirá arribar
a la educación media y superior con una información básica de los
organismos biológicos que habitaron y habitan en nuestras tierras,
y de su explotación sistemática por el hombre.
El cuaderno guarda estrecha relación con la anterior obra ya referida
Los aborígenes en la Historia de Cuba, redactada con similares
propósitos para la enseñanza superior. Tras culminar esta monografía
y teniendo en consideración los breves capítulos que en los actuales
libros de texto se le dedican al segmento cronológico de mayor amplitud
en nuestro pasado histórico, nos dimos a la tarea de preparar
el presente volumen en aras de dotar a educandos y educadores de una
herramienta pedagógica y actualizada para el conocimiento de nuestra
historia aborigen. Con ese objetivo emprendimos la labor de traducir
el complejo panorama económico-social de las formaciones sociales
más antiguas para el segundo nivel de enseñanza básica.
La propuesta no solo actualiza la información sobre nuestra historia
aborigen en un lenguaje asequible, sino que expone cuáles son las
fuentes del conocimiento para el estudio de las comunidades primigenias,
y explica importantes técnicas de investigación de la ciencia
arqueológica, con el objetivo de que los estudiantes se sientan motivados
por este importante quehacer científico y encuentren numerosas
respuestas a las interrogantes que surgen al entrar en contacto con
el pasado más remoto. Es nuestro objetivo además incentivar en los
educandos la identidad con sus raíces culturales y el respeto por su
patrimonio arqueológico.
Las fichas didácticas sistematizan mediante actividades prácticas
los conocimientos sobre la relación medio ambiente-sociedad, lo que
permitirá al alumno apropiarse de hábitos y habilidades generales
intelectuales y prácticas. Del mismo modo el estudiante podrá interactuar
a través de su actividad lúdica con la experiencia creadora
que gradualmente fueron acumulando estas sociedades y permitirán
fortalecer el sistema de normas de relación con la historia primigenia
de nuestro país, que de alguna manera pudiera contribuir a fortalecer
el "saber ser" y sobre todo el "ser" en sociedad. Elementos que le
-364-

COLECTIVO DE AUTORES
confirmarán la diferencia, construir su identidad personal, desarrollar
la capacidad de trabajar en equipo, e interiorizar la necesidad
de aprender constantemente.
Mediante el trabajo con las fichas el alumno podrá identificar y
ubicar procesos sociales distantes en el tiempo, reconocer la diversidad
cultural en la dimensión espacio-temporal, procesar información
mediante procesos cognitivos como son: valorar, caracterizar, comparar,
clasificar, relacionar, sintetizar, contextualizar, entre otros. Del
mismo modo el niño mediante el juego didáctico ejercita la capacidad
de observación, exploración, y jerarquización de la información para
llegar a comunicar el conocimiento adquirido.
Como elemento didáctico adicional el cuaderno incluye el anexo
"Colorear para aprender", dibujos realizados por el artista Victorio Cué
Villate, con una serie de ilustraciones para colorear, donde se recrean
escenas de la vida cotidiana y la diversidad de instrumentos elaborados
por las comunidades aborígenes que poblaron el archipiélago en épocas
antiguas, donde el hombre es un ente importante en su interacción con
el medio ambiente. Este agregado es parte de la dinámica establecida
entre teoría y práctica en el proceso cognitivo del niño, preferentemente
el alumno de 4to. Grado, donde el dibujo se convierte en elemento
necesario para el desarrollo de habilidades manuales.
Se intercalan a lo largo del texto, bajo el título de curiosidades,
diversas notas explicativas sobre los procedimientos y técnicas empleados
en la Arqueología para llevar a cabo las investigaciones, y
que constituyen las bases para los procesos de reconstrucción social.
Con tal procedimiento, de forma muy sencilla, llegan a los estudiantes
conocimientos sobre estudios arqueo métricos, antropológicos,
biológicos, etnográficos, etcétera. Consideramos que este acápite es
fundamental en un país como Cuba, donde no existen las carreras
de Antropología y Arqueología, y se hace necesario incentivar el
conocimiento de los niños y jóvenes desde estos saberes.
Los conocimientos expuestos son el resultado de numerosos años
de investigación, donde han participado especialistas nacionales y
extranjeros de las más diversas especialidades científicas. Tal es
el caso de figuras como: Luis Montané, José A. Cosculluela, Felipe
Pichardo Moya, René Herrera Fritot, José J. Arrom, Estrella Rey,
Ernesto Tabío, José M. Guarch, Antonio Núñez Jiménez, Manuel
Rivero de la Calle, Ramón Dacal, Milton Pino, y muchos otros
educadores e investigadores que dedicaron buena parte de sus vidas
a desenterrar las huellas de los primeros pobladores de nuestras tierras.
-365-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
A los autores mencionados debemos eterno respeto y profundo agradecimiento
por sus aportes científicos, labor educativa e interés por
preservar nuestro patrimonio histórico.
El texto se ha sido enriquecido con numerosas imágenes, en que
se incluyen fotos e ilustraciones sobre reconstrucciones etnográficas
de varios ilustradores cubanos, como José Martínez, Cristina Baquez
Lasserra, Hilario Carmenate, y Modesto García; todos estos profesionales
con una gran experiencia en la reproducción detallada de
utillajes de labor y reconstrucción pictórica de nuestras sociedades
prístinas. Es importante señalar que se exponen por vez primera fotos
del patrimonio arqueológico de la nación cubana, no publicadas en
el país con anterioridad.
La obra, aunque pensada como una unidad, identifica en cada
capítulo al autor que se responsabiliza con la parte que abordó de
manera individual, aún cuando las ideas que orientaron el trabajo
son resultado de discusiones colectivas. Esperamos que este esfuerzo
contribuya a enriquecer los conocimientos sobre nuestros pueblos
aborígenes y a incentivar en los más jóvenes el respeto por el patrimonio
cultural de la nación cubana.
PERSPECTIVA DE LOS ESTUDIOS
ARQUEOLÓGICOS ACTUALES
VINCULADOS A LA DOCENCIA
No pocos retos deben enfrentar y resolver los antropólogos arqueólogos
cubanos. La ausencia en la educación superior de las carreras
de Antropología y Arqueología, ha privado a los especialistas que nos
dedicamos al estudio de estos temas de una formación adecuada para
enfrentar esta especialidad con el rigor requerido. La arqueología
profesional ha permanecido históricamente bajo la responsabilidad
de investigadores con una formación empírica,20 no académica, y de
existir esta, limitada a la especialidad de la Historia.
20 En Cuba no existe la carrera de Arqueología, la formación es autodidacta o a través de
cursos y tutores que no en todos los casos son arqueólogos. Con este perfil ocupacional
se desempeñan aquellos que fueron formados por el curso básico medio y superior de
esta disciplina en la década del setenta. Así como otros cursos, diplomados y maestrías,
junto con un reducido grupo de egresados de la antigua URSS.
-366 -

CO~ECTIVO DE AUTORES
Gracias al empeño de la Oficina del Historiador de La Habana y la
Universidad de La Habana, en el Colegio Universitario San Gerónimo,
se ha implementado la licenciatura Gestión y Conservación del
Patrimonio Histórico-Cultural, con una salida en Arqueología. Esto,
aunque no resueIYe las carencias acumuladas, redunda positivamente
en la capacitación del personal vinculado a la actividad profesional.
Debemos agregar la inexistencia de una organización académica
que permita la discusión e intercambio de ideas sobre los problemas
propios de la disciplina, y la permanencia de una errada concepción
que considera a la Arqueología como una mera "técnica" de la Historia.
La única manera de llevar los conocimientos emanados de la
investigación al personal no especializado, así como a la formación de
las nuevas generaciones, es integrar el conocimiento científico puro a los
planes de estudio de todos los niveles. El intercambio académico directo
con los profesores también debe ser entendido como una estrategia
adecuada en este sentido.
No menos preocupante resulta la situación creada durante siglos en
relación con las múltiples denominaciones con que se han conocido a
nuestros pueblos aborígenes, a tal punto, que en el propio ámbito académico
no existe un consenso sobre el escabroso tópico. Una revisión
exhaustiva del tópico en nuestra historiografía arqueológica nos expone
numerosos esquemas que, en dependencia de la posición teórica asumida
por el autor, pueden agruparse en cuatro grupos fundamentales: Esquemas
de base cultural, económica, descriptivos cronológicos, y donde se
mezclan criterios de orden cultural y económico.
El problema de la nomenclatura es parte inseparable de los esquemas
propuestos, pues las denominaciones empleadas responden
a los criterios de ordenamiento en un marco histórico-temporal.
Las divergencias esenciales pueden ser explicadas desde la teoría
sustantiva que se asuma para la explicación de la realidad objeto de
estudio. Si entendemos que los supuestos del materialismo-histórico
explican coherentemente el origen y desarrollo de las sociedades
humanas, entonces primarán los criterios de ordenamiento sobre la
base de factores económicos y sociales; sin descartar en las teorías
explicativas los aspectos concernientes a la cultura.
Desde esta perspectiva, el objeto de estudio directo es la evidencia
arqueológica, y el objetivo final es la reconstrucción de los procesos
sociales, o sea, el devenir histórico de la sociedad. Esta posición, sustentada
y desarrollada por la Arqueología Social Latinoamericana se
fundamenta en un análisis tricategorial de la realidad social que abarca
-367 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
desde lo más general a lo más simple: la formación económico-social,
el modo de vida, y la cultura. Desde otro enfoque teórico tenemos
que para la Antropología tradicional, es la "cultura" el objeto central
de estudio. Es desde esta perspectiva, asumida por la escuela normativista
norteamericana, que se enfrentaron los estudios arqueológicos en
la primera mitad del siglo xx en el área antillana. Visto de esta manera,
a los arqueólogos competería el estudio de las culturas desaparecidas en
tiempos pretéritos, y todo el análisis del material arqueológico estaría
enfocado en la clasificación cultural. Es precisamente bajo estos supuestos
que en el intento por ordenar el pasado aborigen del área, surgen diversas
clasificaciones de tipo cultural. 21
El gran mosaico de denominaciones, así como de divergencias
interpretativas que existían para los esquemas de periodización al
inaugurarse la década de los años cincuenta en la Isla, conllevó
a que se desarrollara la Reunión en Mesa Redonda de arqueólogos
del Caribe, cuyos propósitos fundamentales estuvieron encaminados
a discutir y unificar la nomenclatura que se emplearía en adelante
en los estudios arqueológicos del área. Teniendo en consideración
que la gran mayoría de los esquemas empleados hasta la fecha exponían
terminologías de difícil comprobación científica, algunas
de las cuales no guardaban relación directa con nuestra realidad
histórica, se determinó emplear como Terminología de las Culturas
prehispánicas de Cuba, la existencia de tres complejos culturales:
Complejo Cultural 1, 11 Y 111 (1951), caracterizados según una larga
lista de artefactos e instrumentos correspondientes a cada "cultura".
Si bien el intento de unificar denominaciones constituyó un paso
de avance en las investigaciones arqueológicas, ya que buscaba un
entendimiento entre los especialistas del Caribe, y a su vez la propuesta
reconocía cierta diversidad cultural existente en las Antillas en
tiempos prehispánicos, no logró su propósito en el ámbito académico.
El nuevo esquema no se proponía explicar las bases socioeconómicas
que condicionaban el devenir histórico de las sociedades objeto de
21 Ver: Jesse Walter Fewkes: Prehistoric Culture of Cuba, American Anthropologist, 1904,
vol. VI, no. 5, p. 585; Mark Raymond Harrington: Cuba antes de Colón, t. 11, 2da ed. Cultural,
S.A. La Habana, 1935; Elías Entralgo: Esquema de sociografía indocubana. Revista Bimestre
Cubana, vol. XXXIX, no. 1. enero-febrero de 1937. pp. 29-45; Irving Rouse: Archeology
of the Maniabon Hills, Cuba, p. 184, New Haven, 1942.; Fernando Ortiz Fernández: Las
Cuatro Culturas Indias de Cuba. Arellano y Cía. Editores, 1943; Felipe Pichardo Moya:
Caverna, costa y meseta. Interpretaciones de Arqueología indocubana, p. 175, vol. 37,
Biblioteca de Historia Filosofía y Sociología, La Habana, Cuba, 1945.
- 368-

COLECTIVO DE AUTORES
i
estudio, pues su perspectiva continuaba siendo la del particularismo
cultural. Este enfoque normativista del desarrollo de las sociedades
aborígenes persiste aún hasta tiempos recientes en la obra de diversos
autores.
A partir de las décadas de los sesenta y setenta del pasado siglo xx,
se inauguran novedosas propuestas interpretativas en nuestro acontecer
investigativo, sustentadas en una posición teórica que emplea
conceptos marxistas en el análisis del registro arqueológico, pero aún
con marcado énfasis en la perspectiva normativista, lo cual se manifiesta
en la nomenclatura empleada; donde las listas de artefactos son
asumidas como indicadores de "culturas". Es importante señalar que
los trabajos apuntados constituyen verdaderos referentes científicos
en toda Latinoamérica y superan los esfuerzos de reconstrucción
etnohistórica anteriores en nuestro país. Se destacan en este sentido
los aportes de Tabío y Rey (1965 y 1966), y Tabío (1984),22 quien
elabora un nuevo esquema donde abandona la terminología de tipo
cultural, y aborda el análisis del registro arqueológico haciendo énfasis
en las actividades económicas susceptibles de ser estudiadas.2.l
Con el propósito de lograr un lenguaje común en tal sentido se ha
discutido el asunto en diferentes ocasiones y espacios. En esta búsqueda
incesante han primado las más disímiles interpretaciones del registro
arqueológico, la posición teórica asumida por cada autor (o grupo de
ellos), y el conocimiento y empleo de las fuentes narrativas primarias
legadas por el coloniaje hispano. Si bien el nuevo esquema de periodización
que empleamos en la obra Los aborígenes en la Historia de Cuba
no pretende sustituir las propuestas anteriores, puede ser considerado
como una alternativa que brinda la posibilidad de entendimiento con
otras propuestas latinoamericanas en el plano teórico.
En lo que caminamos en la búsqueda de soluciones a las problemáticas
esbozadas, pensamos que la propuesta de las obras: Las
Comunidades Aborígenes en la Historia de Cuba, y Cuaderno de
Historia Aborigen de Cuba. Un enfoque dirigido a la enseñanza básica,
constituyen un modesto, pero definido aporte a la cultura y la
22 Ver: Ernesto Tabío y Estrella Rey: Sobre las comunidades primitivas cubanas, 11 parte,
Revista Bohemia, año 57, no. 16. pp. 76-77, 1965; Prehistoria de Cuba Editora Academia
de Ciencias de Cuba, La Habana, 1966, y Ernesto Tabío Palma, "Nueva periodización para
el estudio de las comunidades aborígenes de Cuba··, Islas, Separata, no. 78, pp. 35-52,
Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, mayo-agosto, 1984.
23 Ulises González Herrera: Ob. cit., pp. 6, 7 Y 8.
-369-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
educación cubanas. En los intercambios y eventos provinciales
y nacionales, en los que hemos presentado estas obras, los profesores
y metodólogos consultados se han mostrado interesados en
obtener y trabajar con ambas obras. Esperamos que el Ministerio
de Educación y el ministerio de Educación Superior en breve, las
coloquen al alcance de docentes y alumnos.
-370-

VIGENCIA PRECOLOMBINA
PARA LA CULTURA CUBANA ACTUAL
Avelino Víctor Couceiro Rodríguez*
La primera dificultad que se' detecta al abordar este tema es, precisamente'
su denominación: ¿cómo llamar aquellos grupos tan diversos
y que sin embargo, se nos unen desde la distancia que parece
abismal, de la macro-historia?l Sabemos que "indios" no responde
más que al equívoco de aquellos europeos, en busca de las Indias y
desconocedores de esta otra realidad, que luego llamarían ''América";
tampoco son originarios ni autóctonos de este continente ... es
polémico decirles "aborígenes". Según su precedencia, se les podría
llamar ciertamente, precolombinos ... ¿pero cómo conciliarlo en los
casos como ahora, que estamos valorando su vigencia? Más obvia en
unos rincones del continente que en otros, pierde sustento llamarles
precolombinos; ni mucho menos antiguos, ni primitivos ... ¿primarios,
tal vez? Fueron, eso sí, los primeros pobladores humanos de
nuestro país, como de todo el continente, culturas bien diversas y
milenarias, frente a apenas medio milenio de occidentalización. No
eran indios, pero tampoco eran cubanos, puesto que Cuba como país
y el concepto de "lo cubano" en tanto nacionalidad, no se formaría
sino hasta vísperas e inicios del siglo XIX; era a lo sumo, el territorio
que luego sería Cuba y donde cuajaría "lo cubano" de lo que indudablemente,
fueron antecedentes y raíces ciertas, en lo que estas
cuartillas profundizan. ¿Cabría entonces llamarles, indocubanos? La
misma polémica cabe con llamarles amerindios.
* Doctor en Artes, historiador. Profesor Titular de la Universidad de La Habana. Especialista
de la Dirección Municipal de Cultura en Plaza de la Revolución.
- 371 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Dado ese como el primer problema que se enfrenta al asumir estos
estudios, el otro sería un imaginario asentado tradicionalmente en
nuestra cultura, según e! cual, no quedaron "indios" en Cuba; las
clases y textos de historia de Cuba y de la cultura cubana, cuando
más, los mencionan y le dedican lo que no parece sino un prefacio,
que no suele trascender al genocidio que contra ellos cometió la
conquista y colonización española.
"Los extraños mágicos". Hansel Manuel Soto Marrero.
El padre fray Bartolomé de las Casas, en su noble intento de detener
su persecución, insistía en que ya no quedaban más ... cuando
en verdad, huían a refugiarse a los más intrincados rincones cubanos,
e iban quedando descendientes mezclados; pero logró convencer, para
bien porque se les dejó de perseguir, y por eso mismo perduran;
para mal, porque la misma convicción ha pervivido en e! imaginario
hasta la actualidad y desde siglos anteriores, cuando hablar de
aquellos indocubanos se reduce, por definición, al exotismo, y todo
aquel con rasgos precolombinos era clasificado como pardo, moreno,
mestizo, trigueño ...
Prevalece una construcción cultural que nos hemos hecho de
aquellos "indios", más acorde con los que nos llegan por los medios
-372-

AVELlNO VíCTOR COUCEIRO RODRíGUEZ
1
¡~:
de difusión masiva de otros países, sobre todo de Norteamérica, y
en nuestro imaginario, si no está semidesnudo bailando en torno al
fuego y con plumas en la cabeza, no es "indio"; si ese mismo "indio"
se corta el cabello a la usanza actual, se viste con jeans (o vaqueros o
mecánicos), pulóver y tenis y aborda una guagua hablando la misma
versión cubana del castellano que todos hablamos ... no es indio, sino
pardo, moreno, mestizo, trigueño ...
No obstante, la vigencia precolombina se patenta prácticamente
en todas las manifestaciones de la cultura cubana: así las artes, por
ejemplo, en tanto reflejo, lo evidencian, aunque como las artes son
mucho más que un reflejo pasivo de la realidad, también propician
esa tradición precolombina en nuestra cultura, totalmente vigente, si
bien salvo excepciones, suelen atarla a aquel imaginario, a falta del
sustento científico de cuyas fuentes, pocas veces beben. Las ciencias
por su parte, en su esencial acercamiento a la verdad, nos demuestran
la misma vigencia ... pero en la cotidianidad, desprovista totalmente
de exotismos: como parte indispensable de la cultura cubana de todos
los tiempos, y su socialización se lograría mucho más si las artes, al
saber cómo, partieran de tales resultados científicos para dar su obra:
es así como ha de funcionar la sociedad, en tanto sistema.
No en balde, en textos previos he planteado que hemos sido más
crueles con los indocubanos, que aquellos exterminadores, por la
torpeza de negarnos a reconocerlos acomodados al cliché, aun cuando
su vigencia se haya evidenciado tanto, y que los estudios que nos
devuelven aquellos primeros humanos que poblaron Cuba no son tan
recientes: no es casual que precisamente mientras se conformaba el
sentimiento de nacionalidad cubana, la primera mirada se dirigiera a
aquellos antiguos pobladores que subyacían en un universo de mitos
y leyendas populares, como los fantasmas sobre los que se erigía y a
quienes debía y reverenciaba, la nueva cultura; dedo acusador contra
sus asesinos, que aún se mantenían con el poder sobre aquella Cuba
colonizada.
y apenas en 1812, el abogado bayamés Joaquín Infante, conspirando
en el templo de las Virtudes Teologales con Román de la Luz
Sánchez Silveira y Luis F. Basave (1809-1810) y autor de la primera
Constitución separatista cubana, idea un escudo y una bandera para
una Cuba independiente, que incluía "el emblema de la América baxo
la figura de una india, y él de la isla en particular baxo la de la planta
de tabaco; porque aunque se dé en otras partes en ninguna es de tan
-373-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
excelente calidad'? que Gay-Calbó reinterpreta rodeada de plantas
de café; en las manos y sobre el regazo de la indígena, el cuerno de
la abundancia deposita frutas y vegetales en el suelo, y al hombro
de ella, un arco con un mazo de flechas; ¿espíritu guerrero? No era
por cierto, identidad de los "indocubanos", como tampoco la corona
de plumas, aunque sí lo es el tabaco, como bien señalaba Infante,
quien había vivido en contextos independentistas como México y
Caracas, y mantuvo amistad personal con el general venezolano
Francisco de Miranda, el cual en 1800 en el Ejército Colombiano,
proponía una bandera tricolor: negro, encarnado y amarillo, esto
es: negros, pardos e indios en su Ejército; sobre su versión que se
iza en 1806, en otro diseño de 1811 con Lino de Clemente y José
de Sata y Bussy, incluye una india con una pica o asta en su diestra;
la Cazeta de Caracas # 41, la describía sentada sobre una roca, y
en su diestra un asta rematada por un gorro frigio ... un caimán,
y diversos frutos de la tierra; bandera madre de la que derivarían las
de Colombia y Ecuador.
Escudo de Joaquín Infante.
2 Artículo 100 de esa Constitución, según Enrique Gay-Calbó en su Las banderas, el escudo
V el himno de Cuba, Sociedad Colombista Panamericana, La Habana, 1956.
-374-

AVELlNO VíCTOR COUCEIRO RODRíGUEZ
A la sazón, los miembros de la Sociedad Patriótica Venezolana
organizaron una manifestación con paños o banderas amarillas y
plumajes en sus cabezas, "a semejanza de los indios para representar
la inocente América sublevándose contra la decadente monarquía
española" (Orta, 2002): es el contexto que explica la "india" en
el escudo de Infante, si bien es una "india" que simboliza a toda la
América de tanta variedad somática, las más humildes de las culturas
precolombinas, dentro de las etnias arwacas y a la vez, con facciones
y rasgos de semejanza europoide (cráneo corto, estatura media,
etcétera) y aunque en Cuba había una incipiente industria textil, los
"indocubanos" casi no vestían más que la enagua de algunas mujeres
¿"casadas"? (sabemos que no era su cultura) ... pero nada de esto era
apenas conocido por los coetáneos de Infante, quien plasmaba su
"indígena arwaca, de piel cobriza y cubiertas sus partes pudendas
con una enagua de algodón ( ... ) entre plantas de tabaco ( ... ) la india,
como era costumbre, puede ir sentada sobre una roca al natural"
(Arista-Salado, 2006); pionera al indianismo en toda la América, y
concretamente antecedente gráfico al siboneyismo en Cuba.
Aún la arqueología era una ciencia relativamente nueva en el
mundo,3 y a ella se vincularía casi excluyente y casi hasta la actualidad,
toda referencia a la antigua Cuba, cuando la Sociedad Económica
de Amigos del País publica extractos de la obra aún inédita
entonces, Historia de las Indias, de Bartolomé de las Casas, lo que
origina toda una corriente de pensamiento prehispánico. En boga
estaba en el mundo (yen Cuba) el romanticismo, que por definición
entre otras tendencias, hurgaba en la grandeza del pasado, yen fecha tan
temprana como 1838, José María de la Torre y de la Torre completa el
primer mapa de Cuba con sus cacicazgos según los entornos geográficos
3 Tras 1755 con su Reflexiones sobre la imitación de las obras griegas en la pintura y la
escultura, es en 1762 que el alemán Johann Joachim Winck.elmann publica su Obser·
vaciones sobre la arquitectura de los antiguos, a la que continúan otras que rebasan
aquel coleccionismo de los anticuarios desde el Renacimiento y sobre todo, aquel antecedente
de Dionisio de Halicarnassos (griego que vivió en Roma en el siglo I a.n.e.) con
su Arqueología romana, que llamaríamos hoy, Historia de Roma; marcan pauta para una
nueva arqueología cuyos exponentes florecen en el siglo XIX, con nombres como el alemán
Heinrich Schliemann, así como John Frere; Sven Nilsson, quien en 1834 clasificaba a los
humanos según sus medios de subsistencia; Christian Jurgenser Thomsen, quien funda
el Museo Nacional de Dinamarca en 1807 y en 1836 establece la edad de piedra, la del
bronce y la del hierro; y entre 1839 y 1840, es que Lloyd Stephens descubre las ruinas
mayas de Copán, Palenque, Uxhmal y Chichén Itzá; nótense contemporáneos a aquella
Cuba.
-375-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
cubanos (Couceiro y Perera, 2002:37); pero de 1836 es el Diccionario
provincial de voces cubanas (Matanzas), y de 1849, su Diccionario
provincial casi razonado de voces cubanas (La Habana), ambos de
un dominicano en La Habana: Esteban Pichardo (1799-1879; ya
en 1822 tenía sus Notas cronológicas sobre la Isla). Se señala al
matancero Pedro José Patricio Guiteras y Font (1814-1890), que ya
le dedica a nuestros aborígenes varios capítulos de su Historia de
la isla de Cuba (1865-1866)4, "nuestro primer trabajo extenso de
arqueología prehispánica que se realizó sobre la base, fundamentalmente,
de la información de los cronistas de Indias" (Dacal y
Rivero, 1984: 63). En 1847 el geógrafo, erudito y arqueólogo
español Miguel Rodríguez Ferrer inicia la arqueología aborigen
en Cuba al descubrir un fragmento de mandíbula humana al sur
de la provincia camagüeyana.
El habanero Felipe Poey (1799-1891) estudiaba los cráneos taínos
en cuevas orientales, y su hijo Andrés (1853 en Transactions, de la
American Ethnological Society) publica nuestro primer estudio comparativo
con las semejanzas de algunas piezas aruacas en Cuba y en
el resto de las Antillas; Fermín Valdés Domínguez (La Habana, 1852-
1910) rastreaba evidencias del pasado en los montes de Baracoa, y
poetas como el matancero José Jacinto Milanés (1814-1863) con El
Indio Enamorado, y los habaneros, el neoclásico Ignacio Valdés Machuca
Desval (1792-1851) con sus Villancicos; y el romántico Gabriel
de la Concepción Valdés Plácido (1809-1844) con Al Yumurí y Al
Pan de Matanzas, fueron los precursores para el habanero Joaquín
Lorenzo Luaces (1826-1867), el bayamés José Fornaris (1827-1890,
figura principal, desde su libro Cantos del Siboney, 1855) y el tunero
Juan Cristóbal Nápoles Fajardo "el Cucalambé" (1829-1862, con
su libro Rumores del Hórmigo, 1856), quienes usaban voces aborígenes
(o al menos, supuestamente aborígenes) para crear-recrear
nuestro pasado, en esa corriente literaria cubana reconocida como
siboneyismo, " ... una manifestación de la tendencia indianista que se desarrollaba
en la América española" dentro del segundo romanticismo
cubano (Instituto ... 1980 tomo 11:966), que alentaba al nacionalismo
revolucionario cubano, como argumentaba Fornaris al introducir
Cantos de siboney (edición de 1888), reconociendo la ascendencia
hispana, pero hermanado con "los antiguos habitantes de Cuba" por
4 Con notas e ilustraciones; Nueva York, J.R.Lockwood, F.W.Christern, 2 volúmenes; y una 2da.
Edición con correcciones inéditas por el autor y una Introducción bibliográfica por Fernando
Ortiz; La Habana, Cultural, 1927-1928; 3 volúmenes; Colección de libros cubanos, 1-3.
-376-

AVELlNO VíCTOR COUCEIRO RODRíGUEZ
compartir entorno natural y maltratos, creyéndolos entonces nativos
americanos, sin saberlos inmigrantes también; y así, "protestar contra
el modo injusto e insolente de regir ... ".
Como todo lo genuinamente revolucionario, y a partir del juicio
adverso del crítico santanderino Marcelino Menéndez y Pelayo, el
siboneyismo sufrió la incomprensión y hasta la intolerancia racista
de antaño, y no solo por los sectores más reaccionarios y pro-colonialistas
de aquella sociedad, sino también por algunos abolicionistas
que confundieron tan loables inquietudes, con un intento de desviar
la atención y apoyo a las luchas a favor de la gran masa esclava del
momento, de raíz africana, e incluso consideraban que Hatuey como
primer libertador cubano, no era sino un mito (Manuel Moreno
Fraginals; 967). Obsérvese que recientemente (1844 ... y no por
casualidad, en la que es ejecutado Plácido, entre otros) había sido
cruelmente reprimida la llamada Conspiración de la Escalera, con
tanto desestímulo al abolicionismo; pero ya en 1856 La Piragua es
el órgano siboneyista: otra manera de continuar la lucha por los
oprimidos, que a la sazón se podían entender (y aun con un rasero
muy estrecho): negros esclavos hoy ... ¿indios, ayer? De alguna manera,
aquellos mártires enarbolados entonces, eran un grito contra
la esclavitud de todos los tiempos.
Mas la semilla sembrada de interés por los indocubanos, ramificó
según cada contexto, fuera y dentro de Cuba, y en 1878 se publica
Cuba primitiva (Antonio Bachiller y Morales, La Habana, 1812-1889);
el habanero Luis Victoriano Betancourt (1843-1885) aporta su relato
La luz de Yara sobre el holocausto de Hatuey, que aun durante la
Revolución se publicaba como texto escolar. Y casi nunca se tiene
en cuenta en estos estudios, al más universal de los cubanos: el
habanero José Julián Martí y Pérez (1853-1895) quien en 1877 en
Guatemala, al descubrir las culturas indígenas existentes y detectar
en ella unidad continental, inicia con Patria y Libertad (escrita en
cinco días para ser representada por sus alumnos en saludo al 15
de septiembre, Día de la Independencia) un "nuevo teatro" que se
aleja de los moldes europeos y no pretende ser histórico ni siquiera
indigenista, pero recurre a nuestro Hatuey como símbolo inicial de
la reconquista, y a otras grandes figuras y pueblos indoamericanas de
todos los tiempos y regiones en todo el continente ... no en balde, Rine
Leal le reconoce que por primera vez aparece el pueblo en el teatro
cubano, donde tampoco falta Anacaona, que al igual que Hatuey,
-377 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
flota legendaria entre Cuba y las restantes islas antillanas, y a la que
vuelve a citar en su discurso Gestación de Américas en contraposición
con los conquistadores españoles, mientras sobre 1 abse del poema
dramático en cinco actos Hatuey (1891), del santiaguero Francisco
Sellén (1836-1907; en 1869 en NewYork llegó a ser capitán en una
expedición independentista llamada no por azar, Los cazadores de
Hatuey, y donde ayudó a José Martí a fundar el Partido Revolucionario
Cubano en 1892) escribió Martí: "iqué no se podrá decir, hasta
que resucita por la Luz de Yara! Y la conferencia de la Luz de Yara
puede ser muy hermosa, con la pintura de los pocos grandes ... ". 6
No faltaron alusiones como esas a los indocubanos, aunque dadas
sus preocupaciones por la América del momento, son aquellos los
indígenas que principalmente regodea, para enfocarlo en la actualidad
de entonces y no como historia antigua; quizás el ejemplo cumbre
sea su drama Chac MooU Mientras, una de las tres óperas del profesor,
compositor y pianista holandés Hubert de Blanck (1856-1932)
que tanta escuela musical sentó para Cuba, incursiona en el ámbito
indocubano: Icaona.
En 1891, Luis Montané y Dardé, formado médico y antropólogo
en la Universidad de la Sorbona en París por figuras mundiales como
Paul Broca, Ernest T. Hamy y Armand de Quatefages, despega un
camino independiente para la arqueología cubana (hasta entonces
del brazo de la antropología) muy orientado por la escuela francesa
hasta 1918 con Montané y Arístides Mestre Hevia, y luego por la
escuela de Estados Unidos de América (EUA) hasta 1942; se destacaba
el doctor Carlos de la Torre y Huerta, y en 1901-1904, S. Culin (Universidad
de Pennsylvania) y el doctor J.w. Fewkes (Estados Unidos)
publican Las culturas prehistóricas de Cuba. En 1903 se funda el
Museo Antropológico Montané, que propicia colecciones como la
de Rasco; surgirá Eduardo García Feria (Holguín) y las colecciones
para el actual Museo Bani: Tibaldo Herrera, Raúl Rojas, Guillermo
5 En la velada de la Sociedad Literaria Hispanoamericana de New York el 19 de diciembre de
1889, en honor de los delegados a la Conferencia Intemacional Americana de Washington. En
Martí, 1946: 98.
6 En Patria, 10 de abril de 1892. En Martí, 1946: 1127.
7 Basado en 1879, cuando la estatua de ese dios maya, el "Rey Tigre", fue descubierta por
el arqueólogo estadounidense Le Plongeon, a quien el gobierno mexicano impidió sacarla
del país, la obra más importante de la arqueología indoamericana hasta entonces (Leal,
1982:377-384)
-378-

AVELlNO VíCTOR COUCEIRO RODRíGUEZ
Zanoletti y Manuel Pérez Pérez, con su colección en Morón y el
Grupo Arqueológico Caonao: no por azar, nombre precolombino.
En 1913 el profesor Juan Antonio Cosculluela descubre el sitio
de Guayabo Blanco en la Ciénaga de Zapata, residuario que estudia
Montané; Cuba before Columbus (1921, Mark R. Harrington,
Estados Unidos, desde 1917) establece la división en dos culturas:
ciboneyes y taínos, y ya en 1922 emplea el término subtaíno; desde
1930 hasta su fallecimiento en 1953, se destaca en Pinar del Río la
obra arqueológica del profesor doctor Pedro García Valdés, mientras
en Cienfuegos el doctor Antonio González Muñoz, del Grupo
Guamá (no en balde el nombre, explícitamente aborigen), gestaba
su colección; de 1935 es Origins of the tainan culture (Sven Loven)
y en septiembre de 1937 en el Museo Antropológico Montané, se
constituye la Comisión Nacional de Arqueología, luego Junta Nacional
de Arqueología y Etnología, que controló, organizó y divulgó
la arqueología cubana hasta diciembre de 1962 y durante 23 años,
publicó los veinte números de la Revista de Arqueología y Etnología;
en 1941 C. Osgood e 1. Rouse (Universidad de Yale, Estados Unidos)
agregan el sitio de Cayo Redondo y la hipótesis de migraciones desde
el norte,'y en 1942 se publica Cultura de las Dagas y las ]3olas, del
doctor Herrera Fritot.
Paralelamente a tal camino científico, las artes enarbolaban a los
indocubanos: el compositor, guitarrista y cantante santiaguero Sindo
Garay (1867-1968);8 el arquitecto y escultor Félix Cabarrocas Ayala
(n.1895) aporta El Cacique (1934), y su obra el compositor y pianista
guanabacoense Ernesto Lecuona (1896-1963);9 entre las zarzuelas
cubanas, Guamá;JO Los Caciques se llamaba la orquesta en que cantó
el tabaquero matancero Pablo Quevedo (1908-La Habana, 1936), y
proliferan obras de interés al tema en las diversas artes,11 reflejo del
8 Al regresar de tres meses en París haciendo programas de canciones cubanas en 1928,
con él cantaron sus hijos Guarina y Guarionex por diversas emisoras habaneras (Cuban
Telephone, Radio Salas, Mil Diez, CMZ y Cadena Azul); considerado el más alto exponente
de la trova cubana, nombró a todos sus hijos en memoria de los aborígenes.
9 Compuso El batey, El sombrero de yarey (ópera en tres actos aun sin estrenar) y la internacionalmente
conocida, Siboney, que han cantado grandes voces como Rosita Fornés
y Esther Borja.
10 Del compositor, violinista, pianista y director de orquesta Rodrigo Prats (n. en Sagua la
Grande, 1909-La Habana, 1980).
11 De 1934 es el Indio, del escultor, pintor, diseñador gráfico, grabador y dibujante habanero
Carlos Sobrino Rivero (1909-198?) Y de 1938 el Indio Kipaku (mármol negro, del escultor
habanero Fernando Boada Martín, 1902-1980); durante este segundo cuarto del siglo xx
-379 -

j
Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
profundo arraigo popular: aun hoy, "cacique" se llama a quien en
cada localismo se pretende líder absoluto.
Despuntaban los intentos de escuela cubana de arqueología entre
1942 y 1952: en 1940 se funda la Sociedad Espeleológica de Cuba,
que tuvo su sección de arqueología, cuyo exponente más destacado es el
doctor Antonio Núñez ]iménez; en Oriente se gesta el Grupo Humboldt,
y allí el doctor Felipe Martínez Arango con su Museo de Arqueología;
y en la ciudad de La Habana el Grupo Etnológico Guamá, con
los referidos Fritot, Cosculluela, Robiou, así como Felipe Pichardo
Moya, Royo Guardia y Morales Patiño. En sus Cuatro Culturas Indias
de Cuba (1943; del mismo año es Las culturas indias de Cuba, y de
1948, La música y los areítos de los indios de Cuba), el habanero
Fernando Ortiz (1881-1969; ya en 1922 había aportado Historia de
la Arqueología Indocubana y en 1923, Un catauro de Cubanismos)
reconoce la de Guayabo Blanco o Aunabey, como la primera o aborigen;
segunda, la de Cayo Redondo o Guanajatabey; tercera, la de
Bani y otros, o Ciboney, y cuarta, la de Pueblo Nuevo o Taíno. En
1945 el camagüeyano doctor Felipe Pichardo Moya (1892-1957; ya
desde 1934 aportaba El Camagüey precolombino) en Los Indios de
Cuba en sus tiempos históricos, pero sobre todo en Caverna, costa y
meseta, pretende una visión general de las culturas precolombinas
en Cuba desde los arcaicos (guanahatabey) al occidente; las costas;
y las mesetas (aruacos); y en 1956 con Los aborígenes de las Antillas,
logra una visión que trasciende a Cuba, como en efecto, eran
aquellas culturas, de una isla a otra. En 1950, en la Mesa Redonda
se oía el Septeto Abagama y la orquesta Cubanev de Pilderó, que integró el pianista, compositor
y director matancero Dámaso Pérez Prado (n.1916); Nagüe (vocablo popularizado
hasta el cliché) se llama una exitosa guaracha-rumba del cantante, bailarín, tamborero
y compositor habanero Chano Pozo (1915-1948) y entre las canciones y sones del guitarrista
y compositor tabaquero y santiaguero Manuel Poveda (n.1903), figuran Compav
calambuco, Majá pintón y Criollas del Guaso. Esculturas de entonces son de la habanera
Amelie Zell de Sánchez Araújo, Luz de Yara (1939) Y El Cemí (1941); Escultor primitivo
(piedra artificial. 1944, del escultor y profesor holguinero Mario Santi García, 1911-1988);
la cantataAnacaona, del compositor habanero Eduardo Sánchez de Fuentes (1874-1944);
Madre india (terracota, 1950) de la pinareña Lilia Jilma Madera Valiente (1915-2000); La
hamaca (1950, bronce) del escultor, dibujante y profesor habanero Alfredo Lozano Peiruga
(n.1913-Puerto Rico, 1997); el son Guagüina viraba, del bongosero y guitarrista habanero
Alfredo Boloña (1890-1964), interpretado por varias agrupaciones soneras de antaño; del
escultor, grabador y dibujante habanero Eugenio Rodríguez Rodríguez (1917 -1968) es su
Figura indoafrocubana (1.50 x 0,28 x 0,19 metros; 1967); y Cerní será apellido clave en
la novelística del habanero José Lezama Lima (1910-1976).
-380-

AVELlNO VíCTOR COUCEIRO RODRíGUEZ
-
de Arqueología del Caribe, en La Habana, el doctor René Herrera
Fritot elude las denominaciones por números en complejos 1, II Y
III, que no se emplearían, vencidas por la costumbre. Casi todos los
estudios de campo o de laboratorio en Cuba entre 1940 y 1958, se
guiaban por el curso de Antropología de América en la Universidad
de La Habana, del doctor Carlos García Robiou, formado en La
Sorbona (Francia) y en las universidades estadounidenses, sobre todo
el Peabody Museum, máximo exponente pre-revolucionario de la
arqueología en Cuba (Dacal y Moure, 1984: 35).
Bastaba para que apenas triunfara la Revolución, cuajaran proyectos
más allá de las investigaciones, y en 1960 se crea en La Habana el
Taller Guamá para realizar obras de cerámica y escultura a integrar
al centro turístico Laguna del Tesoro (de la que surgió como dependencia)
y a su Aldea Taína, y cuya dirección se le encomendó a Rita
Longa Aróstegui,12 quien entre 1961 y 1964 realiza el conjunto de
25 esculturas en piedra fundida -polvo de mármol, arena, cemento-
que fue la Aldea Taína inaugurada como museo al aire libre
en 1964 13 para "retomar los valores de las culturas autóctonas del
país"14 con el escultor, grabador y músico habanero Pedro Nolasco
Vega Francia,15 los realizadores Rudosvaldo González y Amador
Machado, y el arquitecto Mario Girona Fernández, en el Centro
Turístico Guamá, en la Ciénaga de Zapata. 16
12 Escultora y profesora habanera (1912-2000), quien expone en 1966 en ese Taller, considerado
iniciativa de Celia Sánchez Manduley y cuyo 20 aniversario festeja en marzo de
1980 en la Galería de La Habana, con palabras al catálogo de Rosario Novoa y un artículo
en el diario Trabajadores de Erena Hernández Guerra; entre otras obras de Rita Longa
alegóricas a los indocubanos, se cita en la colección del Museo Nacional de Bellas Artes,
su Siboney I (mármol, talla directa, 1,20 x 0,58 x 0,27 metros, 1970); en 1947 había hecho
la Fuente de los Mártires en el llamado popularmente Parque de los Enamorados, con sus
esculturas eróticas que remedan a los precolombinos (mártires), con el arquitecto Honoré
Colette, en el habanero Paseo del Prado; y de 1995 La Leyenda de Canimao, en cobre, de
7 metros, en el kilómetro 4 de la carretera Matanzas-Varadero.
13 Esta no es la única: otra Aldea Taína se refiere en Maitía (Holguín), llamada capital de la arqueología
cubana en cuyos círculos infantiles se juega por ejemplo, a las costumbres aborígenes.
14 Según María Begoña Aróstegui en "El Taller Guamá", mayo de 1982; en Veigas, 2005, p. 433.
15 N.1920, entre 1972 y 1978 fue escultor de este taller; entre otros materiales, trabajó el
jiquí y el carey de costa.
16 Sur de Matanzas, sobre la que Guillermo Rivas Porta escribe su "Aldea Taína" en la revista
Bohemia, 56 (17): 4-9, 24 de abril de 1964; Lino Fernández su artículo 'Aldea taína en Guamá"
en el periódico tunero Siempre es 26 el 26 de mayo de 1979, y José Mayo "Aldea Taína" en las
páginas 6-7 del habanero Granma campesino, ellO de mayo de 1978.
- 381 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Paralelamente, continuaba el proceso científico: en 1962, el doctor
Antonio Núñez Jiménez funda el Departamento de Antropología de
la Academia de Ciencias de Cuba (ACC), que entre otros objetivos,
además de hacer arqueología, formaría arqueólogos, y la nueva orientación
de la arqueología cubana se enrola al campo socialista; aún se
recuerda la reproducción del ambiente precolombino en su exposición
permanente en nuestro Capitolio de La Habana. De 1962-1966
Prehistoria de Cuba, de los doctores. Ernesto Tabío Palma (miembro
del grupo Guamá y colaborador de Fritot) y Estrella Rey Betancourt,
es el más importante recuento arqueológico en Cuba desde 1945 (del
citado Felipe Pichardo). En 1974 se publicaPreceramic Cultures in the
Caribbean, en Varsovia, Polonia, por el doctor Janusz K.Kozlowski,
profesor de la UniversidadJagiellonskiego (Cracovia, Polonia) a partir
de sus investigaciones en Cuba entre 1972 y 1973; y en 1975 Cuba:
dibujos rupestres, del doctor Antonio Núñez Jiménez (ya con resultados
desde 1939 en Mayarí). En 1979, en la IV Jornada Nacional
de Arqueología (Trinidad, Sancti Spíritus) el doctor Ernesto Tabío
y Palma presenta un proyecto para una nueva periodización en tres
etapas: preagroalfarera, protoagrícola y agroalfarera.
Continúan paralelamente, las representaciones artísticas: en 1977
se instala Elementos aborígenes en la Casa del Cucalambé (¿qué mejor
homenaje?), en El Cornito, en Las Tunas;17 del verano de 1981
son las obras de la escultora, dibujante, instalacionista y artista de
performances, la habanera Ana María Mendieta Oti (1948-1985,
residente en Estados Unidos desde 1961) en la Cueva del Águila en
las Escaleras de J aruco, 18 mientras en el otro extremo del país, en el
17 En madera ensamblada, 5 x 3,5 x 0,8 metros, 1977, obra del escultor, ceramista, pintor y
dibujante camagüeyano Herminio de la Cruz Escalona González (n.1944) El citado Pedro
Vega del taller Guamá, dejó en el motel El Comito su Columna taína (sabicú, 1976) y su
Homenaje al vara en tierra (dágame, 1978-1979).
18 Su primer viaje había sido en 1980, cuando prepara este guiada por Ricardo Rodríguez
Brey (quien enseñaba en la Casa de Cultura) V otros artistas cubanos, a los bosques de
Jaruco donde utilizando la piedra calcárea de las paredes de la cueva, esculpe su serie en
piedra de Esculturas rupestres (Rupestrian Sculptures): Marova, Ivaré, Guanaroca, Albohoa,
Bacayu, Guacar, Atabev, Guabancex, Itiba Cahubaba; siluetas que sugieren variaciones
de las Venus de Willendorf en cuevas prácticamente sin interferencia humana, por lo que
era un espacio ideal, para que la artista explicara: "La escultura que aquí presento es un
homenaje a las primeras culturas de Cuba. Usando raíces de aroma, material humilde
pero inquebrantable cuando se ensarta en las rocas de los mogotes, logré esculpir cinco
corazones que representan las cinco clasificaciones de las culturas indígenas cubanas"
(Mendieta, 1981, su texto de presentación aliado de la pieza enviada al Salón Nacional
de Pequeño Formato; en Veigas, 2005: 284).
-382 -

AVELlNO VíCTOR COUCEIRO RODRíGUEZ
valle de Damayajabo en Baconao, Santiago de Cuba, se gesta el Parque
de la Prehistoria entre 1982 y 1992;19 Y el3 de noviembre de 1985
Sergio Colina Socorro publica en el diario Juventud Rebelde (con
ilustraciones) "Indios en el Zoológico de Piedra", sobre el Zoológico
de Piedra del escultor guantanamero Ángel Íñigo Blanco (n.1935) en
su natal Yateras, algo más al norte de Baconao, que en 1989 recibe el
Premio Guama (nombre del instrumento musical aborigen) que a la
sazón otorgaba la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
Dacal y Mouré (1984), junto con los cursos de Técnico Medio en
Arqueología que impartía el Departamento de Antropología de la
ACC con Aida Martínez Gavina, Rivera de la Calle y otras de las
cumbres antes citadas (1985); Isaac Barreal; experiencias en La Habana
(1983-1986) con grupos arqueológicos como los de la familia
Arrascaeta en Batabanó; la monografía sobre la fundación sureña de
la primitiva villa de San Cristóbal de La Habana (luego solicitada
por Leandro Romero, de la Oficina del Historiador de la Ciudad), y
más tarde, los textos y postgrados impartidos por la doctora Lourdes
Domínguez y aquellos de Antropología Lingüística por el doctor
Sergio Valdés Bernal; la obra de Feijoo (1986) que daría a conocer
la rica mitología heredada por aquellos indocubanos, así como la
confluencia en eventos especializados y sobre todo en la década
finisecular con los aportes de otros expertos como José Antonio
García Malina (Biblioteca Nacional José Martf) y del máster Racso
Fernández Ortega, así como el proyecto de expediciones al Caribe
(Lohania Aruca) y los trabajos de Jorge Garcell desde San José de las
Lajas, entre otros, han sido el detonante para una línea investigativa
que conduce a estas cuartillas (Couceiro, 1998; Couceiro y Perera,
1999, 2002); y de donde se puede extraer una primera y rotunda
conclusión: la motivación de ciencias, artes, y otras ramas del saber
por nuestras raíces precolombinas, ha constituido una incesante y
saludable tradición cubana por más de dos siglos, cada vez con mayor
rigor científico y tendentes a ir demostrando cada vez más, que no
somos tan ajenos a ellos como en un inicio, se sentía, casi como un
lamento ancestral.
19 Según Toni Piñera la "Primera escultura para el parque Baconao: La corona de Jos siboneyes"
(Granma, 8 de mayo de 1988: 6; en Veigas, 2005: 485) es esa pieza homónima en
metal de 1988 (fotografiada por René Silveira) en el Prado de las Esculturas de Baconao,
obra del escultor y grabador alemán Christoph Freimann (n.1940). que luego Margarita
Pécora describía invadido por "el hombre primitivo" en Juventud Rebelde, el25 de octubre
de 1985 (con ilustraciones) por el escultor y diseñador gráfico residente en La Habana,
Dagoberto Ramos Echeverría (n.1935). Tuvo sus concursos.
-383 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
La continuidad de esas mismas investigaciones en un nivel más
profundo y a tenor de la óptica que revoluciona desde los años noventa
del siglo xx y hasta la actualidad, permite incorporar a aquellos
indocubanos como una raíz esencial para la etnogénesis y la cultura
cubana: primero nos reconocimos hispanos; luego, y desde los aportes
de don Fernando Ortiz (que vemos que también apuntó a estas
raíces precolombinas, entre otras muchas), h1S raÍCes africanas; más
recientemente, los chinos, y ahora los indocubanos, sin que con esto
se cierre el universo de fuentes imprescindibles para "lo cubano". 20
Por no salir de la Antropología Física y a pesar del resultado dogmatizado
de los nobles esfuerzos del padre Las Casas, siempre hemos
convivido con muchos descendientes de aquellos precolombinos: al
profundizar los estudios, se destaca por ejemplo, el santiaguero Miguel
Velázquez, que ya a principios del siglo XVI, se considera el primer
músico notable nacido en la Isla, hijo de india y de un castellano
familiar del Adelantado Diego Velázquez; estudió en Sevilla y Alcalá
de Henares mientras hacía la carrera eclesiástica.n Prácticamente,
ningún territorio cubano está exento de alguna huella de aquellas
culturas precolombinas; no es casual que entre "los tres Juanes" a los
que se les apareció la Virgen de la Caridad (Santa Patrona de Cuba)
en 1612, muchos citen un indio que completa, con el blanco y el
negro, la identidad racial cubana, y que tampoco falta en su coetáneo,
el monumento literario Espejo de Paciencia. En La Habana, aun
avanzado el siglo XVIII, se explicita Guanabacoa como asentamiento
indígena, y el novelista pinareño Cirilo Villaverde (1812-1894) en
La Cueva de Taganana, cita entre la historia y la leyenda, un descendiente
de aquellos precolombinos que allí (donde hoy se ubica el
Hotel Nacional) vivía durante la toma de La Habana por los ingleses
(1762). Aún en pleno siglo XX, el compositor, guitarrista y cantante
Lorenzo Hierrezuelo (n.1907) se reconoce descendiente de indocubanos.
22 Estas figuras nos trascienden por su obra, y al profundizar
20 En 1996, Couceiro y Perera aportan La Europa no española en la cultura cubana, en el XII
Simposio de la Cultura de la Ciudad de La Habana; línea que se ha proliferado en monografías
desde entonces.
21 Al regresar a Cuba, fue Regidor del ayuntamiento de Santiago, en cuya Catedral fue
canónigo en 1544; tocaba el órgano y dirigía el canto llano, fue profesor de música y de
gramática (Orovio, 1981: 427-428).
22 Su abuela era siboney; nació en El Caney (nótese el topónimo indocubanol, Oriente, y
hereda una tradición trovadoresca familiar (sus padres cantaban apoyados en el tres, a
fines del siglo XIX) y en La Habana, en el segundo cuarto del siglo xx, integró el cuarteto
Hatuey (nombre precolombino); integró con María Teresa Vera uno de los dúos más
-384-

AVELlNO VíCTOR COUCEIRO RODRíGUEZ
i
~
se develan sus raíces precolombinas, aún avanzado el siglo XX; pero
no son más que un reflejo de todos aquellos otros que no han tenido
tal tipo de trascendencia, o sí la han tenido, pero se ignoran sus
raíces, y volvemos al campo de la Antropología Física. Más allá, se
han reconocido otros que llegan a ser lo más relativamente "puros"
posible, como toda etnia en contexto tan mezclado, y todavía de
1972, Dacal y Moure (1984) recrean fotos de descendientes "puros"
en La Escondida, en el municipio guantanamero de Yateras; mucho
más allá, en diversas comunidades cercanas (y no tan cercanas, incluida
la capital cubana, lógico por las migraciones) se evidencian
características muy similares, bien sean "puras" o por mezclas con
blancos, con negros, con chinos y con otros mestizos.
Sin embargo ... trascendiendo de la Antropología Física a la Antropología
Cultural, es cuando más se percibe la vigencia de aquellos
pueblos, dado que fue de sus 10-12 milenios de experiencias en
nuestro contexto ecológico, que aquí han aprendido a vivir durante
el medio milenio que tienen, las restantes etnias del planeta, indispensables
todas para el cubano actual, más allá de las características
generales que se dice, identifican a las insularidades, tales como
tozudez, tendencias nacionalistas, vivacidad, menor estatura física y
menor tasa de natalidad, para muy ricos aunque vulnerables ecosistemas
(Couceiro y Perera, 2002:36).
Los primeros de ellos en llegar, fueron los protoarcaicos (ya en
Paleolítico Superior, hacia el año 10 000 u 8 000 a.n.e.), desde La
Florida por las costas norte-occidentales cubanas atrás de su ente
protectora, la foca tropical y otras especies halladas en Cuba, como
los Megalocnus rodens; no deben confundirse con los que luego los
Cronistas de Indias llamarían guanahatabeyes, pues este grupo no
llegó hasta entonces, pero sí llegó la foca tropical y ya incorporaban a
Cuba su cultura ambiental, su talla de piedras, las primeras formas de
religiosidad (fetiches y amuletos, totemismo, formas del animismo) y
sus artes navieras, vasta tradición absolutamente vigente y que fueron
más desarrolladas aun en sus sucesores, los preagroalfareros que ya
estaban en Mesolítico y llegarían en al menos, tres oleadas, desde
puntos diversos de la América Central desde el año 4 500 a.n.e. y
hasta el siglo XVII sobre todo por el sur occidental y central cubano,
populares de Cuba entre 1937 y 1962 que trabajarían en centros nocturnos de México,
para integrar en los años cincuenta, el dúo Los Compadres con el tresero santiaguero
Francisco Repilado y luego, con su hermano Reinaldo Hierrezuelo, con el que durante el
último cuarto del siglo representaba a Cuba en diferentes países.
-385 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
que heredan y continúan su transculturación en el entorno cubano
desde los anteriores: ya estos conforman los llamados siboneyes o
ciboneyes, y también el subgrupo que se clasificaría como guanahatabeyes;
comenzaron el culto de las cuevas para sus complejos y
significativos ritos funerarios en que consideraban las dagas como
rayos lanzados por las deidades (como el Shangó de raíz africana
ulterior); su mitología señalaba el origen del mundo y de la vida en
las cuevas; estimaban el fuego como al astro mismo, especialmente
el sol y la luna, muy venerados en las Antillas en asociación con
la fecundidad, y reflejaban toda afectación de la naturaleza como
podía ser la tromba marina o el huracán, que destruía sus bienes ...
elementos que heredarán los grupos africanos e hispanos al transculturar
sus ritos y cultos a nuestro entorno ecológico, aprendiendo
su vínculo a ese entorno y retomando muchas de tales creencias y
costumbres, que incluían sus formas tempranas de religión para la
ulterior cultura cubana.
Desde el siglo VIII d.n.e. y aún en el siglo XV, ya en Neolítico, comenzaron
a llegar desde Oriente hacia Occidente (en consecuencia,
con desigual desarrollo a lo largo de toda Cuba) en oleadas sucesivas
a través del hoy Santo Domingo y las restantes islas antillanas desde
el norte de la América del Sur, los agroalfareros (antes llamados taínos),
unidos por un tronco lingüístico común arwaco (según otros,
aruaco) cuya cultura importan a transculturar con los precedentes
antes referidos; por su contemporaneidad con los colonizadores españoles
y su mayor desarrollo, son los que más trascienden. Muchos
de los preagroalfareros que convivieron con ellos, se les aliaban en
un incipiente sistema de vasallaje beneficioso para ambas partes, que
distaba mucho todavía de una sociedad esclavista 23 y mucho menos,
de su violencia;24 con sus piedras y dagas líticas y sus más diversas
formas de hachas (petaloides, amigdaloides, dobles, bifurcas, con
figuras antropomorfas, zoomorfas y antropozoomorfas) heredan la
"piedra del rayo", hachas que los yorubas asimilaron para Shangó,
pues las suyas no pudieron traerlas de África; concepciones que irán
asimilando los descendientes hispanos, sobre todo a partir de las
condiciones meteorológicas halladas en Cuba.
23 Se dice que ya algunos estaban en tránsito pacífico al esclavismo, mientras otros mantenían
fuerte filiación matrilineal.
24 Los arwacos que hambrientos, sucedieron a estos sin encontrar tierras para asentarse
y progresar, llamados caribes cuyo nombre heredó el Mar homónimo, no habían llegado
a Cuba, al menos no todavía, ni su violencia tampoco ni su casi legendaria antropofagia,
propiciada por su necesidad de subsistencia.
-386 -

AVELlNO VíCTOR COUCEIRO RODRíGUEZ
.~
i
Cultivaban la yuca amarga, desigualmente susceptible en las diversas
regiones cubanas entonces menos cálidas, más difícil de cultivarse
en el occidente pues la semilla se perdía al bajar la temperatura a
15° C. Se dispersaron aún más con la conquista y colonización, pero
sus huellas han quedado indelebles para la cultura cubana actual,
con los poblados que llegan a mantener en distintos puntos del país
(Pichardo, 1945); su cultivo intensivo de la yuca, que desde otras
islas antillanas lograron cultivar en grandes espacios desde el norte
oriental cubano, hizo que a esta región le llamaran "cuba", esto es:
"tierra cultivada", para iniciar una larga lista de topónimos que nos
identifican sin la menor duda, hasta la actualidad: el nombre propio
del país, como otros tantos de nuestros topónimos, demuestran la
vigencia precolombina en nuestra cultura, a valorar lo que en textos
previos he llamado "la trascendencia de lo cotidiano", comúnmente
subvalorado cuando es lo que más nos define, incluso hasta el subconsciente.
Grandes navegantes y pescadores, dominaban la alfarería (otros
elementos del nuevo medio en el que tendrían que aprender a vivir
las nuevas etnias en Cuba) con un animismo muy relacionado con la
magia, si bien en Cuba no separaban el cuerpo material del alma, y
hacían aparecer los espíritus materializados y la existencia de ultratumba
del alma acompañada de su cobertura material; la incorporación
animista de los grandes espíritus cosmogónicos,25 se advierte
mejor en su mitología (Zaldívar, 1990): explicaban su propio origen
y el de los astros, la sucesión de los días y las noches, estaciones como la
seca y la lluvia, en función directa de su agricultura, amenazada también
por los fenómenos ambientales como los huracanes (palabra de origen
maya); heredaron de los pre-agroalfareros una mitología según la cual,
de una cueva salieron los hombres, el sol y la luna, cueva imaginada
como un gran claustro materno o vientre mágico de donde brotaba la
vida, todo lo cual impresionó hasta legárnoslo el considerado primer
cronista de América, Pedro Mártir de Anglería.
Por esto, a esas cuevas llevaban sus cemíes, que transculturarían
entre otros artefactos ceremoniales de aquellos amerindios, los africanos
en Cuba;26 a través de los ce míes se comunicaban con el espíritu
25 Vinculados unos a cultos agrícolas y creativos del universo y otros a fenómenos naturales
y aspectos económicos y culturales, muchos espíritus superiores y algunos pequeños
materializados en los ídolos denominados cemíes.
'
26 Las convertían en santuarios, decoraban sus paredes y techos con figuras estilizadas
reflejando a menudo la caza y la pesca que aun persistía, y se señala que las brillantes
estalactitas y las abultadas estalagmitas les sugerían ánimas o espíritus que concretaban
-387 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
mediante determinados ritos o amuletos, avance en las creencias
animistas que llegaban a dar el poder del espíritu directamente al
cerní, originando encubrir algunos a los que se les atribuía grandes
poderes, como el cerní tribal o familiarY
La alfarería es especialmente importante en la estructura de las
comunidades precolombinas en Cuba, dada la inmensa riqueza y
variabilidad de cada una de estas variantes, lo que exige cuidadosos
estudios comparativos; casi siempre era obra de sus mujeres, destinada
para confeccionar recipientes y una pequeña parte, para sus
imágenes y otros elementos superestructurales, tras una larga cadena
de producción desde que extraían el silicato de albúmina (arcilla) de
las orillas de los ríos efectuando un hueco en ellas, material que tras
varias fases devenía materia prima y luego, producto con valor de
USO. 28 Al igual que en otras comunidades antillanas, la forma para
confeccionar las vasijas se basó en el enrollado o cuerdas de arcilla, con
las que se iban levantando las paredes de los ceramios a partir de una
en su arte (Martínez, 1988: 133-134), y al igual que otras culturas del orbe en similar estado,
sus pinturas rupestres en el fondo de las cavernas e incluso superpuestas con finalidades
mágicas, buscaban incidir en el entorno ecológico, tales como estación propicia y caza
fructífera, suponiendo la influencia recíproca de lo semejante con lo semejante, según
la cual. bastaba con pintarlo para obtener presas en sus redes, tanto en grabados como
en pictografías (Frazer, 1972: 34) en concepción animista de sus ídolos o cemíes, que
mantenían el mismo orden jerarquizado de su propia sociedad, lo que también indicaba
directamente su propia valoración y necesidad del entorno.
27 Cemíes que representaban las fuerzas del bien y se desconoce si también las fuerzas
del mal. aunque algunas referencias plantean que sí les rendían culto con la finalidad de
mantenerlos satisfechos; no obstante, para ellos cualquier cemí podía hacerles daño, si
no se les atendía correctamente. Los ritos que acompañaban a todas estas creencias
y sus cultos fueron muy variados: la magia (usada por los behíques en su condición de
curanderos, adivinos) desempeñaba un papel primordial; la unción con el jugo de yuca, las
ofrendas de frutas y objetos; las danzas en sus areítos, la intoxicación por inhalación del
tabaco y algún alucinógeno, y la purificación mediante el vómito, a manera de sacrificio
en diferentes ritos, que también tenían sus ceremonias funerarias, muy acordes con sus
creencias (Zaldívar, 1990).
28 Tras eliminarle a la arcilla lo más posible los cuerpos extraños y grandes fragmentos de roca, lo
ponían a secar al sol y lo desmenuzaban con un madero hasta obtener un polvo fino mientras
molían con un gran martillo de piedra el material aditivo, previamente escogido entre las rocas
adecuadas u otros materiales muy diversos que forman parte de cada tradición alfarera singular.
A continuación lo cemían para eliminar grandes partículas, y amasaban la arcilla con el material
temperante yagua, generalmente con los pies, hasta obtener una pasta adecuada; finalmente
se amasaba de nuevo apretando el material con las manos extrayendo el exceso de agua, y
así lograban un bulto de arcilla listo para usarse.
-388 -

AVELINO VíCTOR COUCEIRO RODRíGUEZ
inicial plancha de barro que conformaba el fondo. 29 Las decoraciones
en paneles fueron muy comunes, como las incisas, los diseños muy
variados, generalmente en los respaldos de las vasijas;30 entre los
burenes, algunos son los llamados "burenes marcados": artefactos
que el diseño de una de sus caras puede ser una estilización zoomorfa
o un dibujo geométrico de cierta complejidad.
Su Ser Supremo era Yucahu-bagua-maorocoti, espíritu o ser inmortal
e invisible de las yucas, que los proveía de este tubérculo, su
alimento básico, así como espíritu del mar al que llamaban igual, y
que tenía madre pero no principio; veneraban como ente totémica, a
las caguamas, de las que se consideraban descendientes (para volver
a ella, se alargaban sus cráneos a su semejanza, produciendo esos
cráneos deformes que los identifican en los hallazgos arqueológicos
29 Con las manos húmedas se alisaban las paredes eliminando las huellas de los rolletes,
golpeaban las paredes de los ceramios para obtener mayor resistencia al expulsar el agua
de la manufactura, sirviendo a la propia mano por el interior de soporte al golpe externo,
que podía darse también con una paleta de madera. Se pulían las superficies y se incidían o
aplicaban las decoraciones, incluidas las asas; finalmente se ponían en un lugar sombreado
para que se secaran durante dos días y después, se sometían al fuego en sencillos hornos
consistentes en una hoguera alrededor de la cual se situaban los ceramios, mejorando
a veces el sistema, utilizando una pequeña hondonada para aprovechar mejor el calor,
que nunca debió sobrepasar los 1,000 0 C. Algunas vasijas, antes de ser quemadas, eran
introducidas en un baño de barro líquido a modo de pintura espesa con colorantes, que no
solo servía como elemento decorativo sino también como impermeabilizante. El grueso de
las paredes de los ceramios tiende a ser de mediano a grueso (4 a 6 mm), especialmente
la variante Maisí cuyas paredes tiende a ser hasta 8 mm de espesor; vasijas por lo regular
de tamaño mediano, entre 200 y 300 mm; más pequeñas son escasas. La textura de los
exteriores es sensiblemente pulida, aunque solo pocas veces reflejan la luz, excepto la
variante Maisí, donde este efecto es más abundante. Varían mucho los matices dentro
del pardo, sobre todo pardo oscuro y rojizo, suelen presentar una dicotomía cromática
entre sus caras exterior e interior (más oscuras en uno u otro) por el mal proceso de
cocción en hornos abiertos sin control calórico y llegan a observarse las "huellas del
flambé" donde las llamas contactaron el ceramio y queda más oscuro. Las ollas son muy
comunes, cuyas bocas tienen un diámetro mayor que la profundidad, fondos globulares,
a veces decorados y dirigidos al exterior; los cuencos y las escudillas también abundan,
con una gama muy extensa, pocas veces con respaldos, bocas muy amplias y lados en
curva abierta y continua; también hay otras vasijas propias de esa sociedad, botellas y
algunos potes (Zaldívar, 1990).
30 Como los punteados en líneas, y con diseños muy propios según cada variante cultural;
entre las decoraciones aplicadas en cintas, desta¡;an las tiras curvas y oblicuas (variante
Jagua) y diversas formas de asas: lazo, tabular con relieve, combinada, de barbotina, de
tetón, etcétera. y su tamaño tiende a ser de mediano a grande; también figuras humanas
en pequeño formato, sobre todo femeninas, y de animales (Bani, Bayamo, Jagua y Maisí),
algunas relacionadas con el culto a la fertilidad y tal vez, representando dioses y espíritus,
así como personajes y animales de leyendas y mitos.
-389-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
y en el imaginario, por sus representaciones visuales) y recordando
su propio y constante arribo por mar, donde situaban los misterios
del origen de la vida. También le llamaban Yucahuguamá o "Gran
Señor", que desde el cielo, generaba y gobernaba las fuerzas marinas
y terrestres (Arrom, 1975: 19-43) lo cual incluso, se dice fue percibido
por Cristóbal Colón según sus propias palabras, ya en 1496
(Arrom, 1975: 94)
La madre de este Ser Supremo era Atabex o Attabina o Atabey,
Madre de las Aguas, asociada con las mareas, la luna y la fecundidad, y
luego en el sincretismo (que obviamente, no se limita a lo españolafricano)
a Yemayá-Virgen de Regla, y a Obbatalá-Virgen de las
Mercedes. Guabancex era otra deidad femenina muy colérica y
vinculada también a la identidad ambiental cubana, en general benévola
y fructífera para el ser humano, pero a veces imprevisible y
devastadora como el clima en Cuba es, hasta arrancar árboles y mover
vientos yaguas en estado iracundo (Pané, cap. XXIII: 47; en Couceiro
y Perera, 1998: 10) igual que los huracanes caribeños les destruían
casas y cosechas: luego lo hará Shangó-Santa Bárbara con su doble
hacha, "piedra del rayo", de origen amerindio. Para Guabancex,
colocaban dos cemíes: Guataubá y Coatrisquie, para poder controlar
todos esos poderes.
Maquetaure Guayaba era el Señor de la Región de los Muertos; los
difuntos podían aparecer igual que los vivos, solo reconocibles por
la falta de ombligo, asociados a la fuerza y a la vitalidad, recluidos
por el día cuando comían guayaba -de ahí su nombre-, pues creían
que había un lugar cercano a sus islas llamado Coaybay "casa y habitación
de los muertos", donde el primer habitante fue Maquetaure
Guayaba, y por la noche se convertían en la fruta guayaba, "fruta de
los muertos", que desde los indocubanos, protagoniza en la cultura
cubana en que se hacían fiestas y podían aparecerse a los vivos. 3 !
31 No es casual que precisamente sea con una rama del guayabo con la que los africanos
en Cuba invocan a sus antepasados, sobre todo en la Regla Kimbisa de origen congo en
Cuba; los tambores sagrados Iyesá (de la cultura yoruba) se tocan con palos de ramas
de guayabo o de la madera llamada hueso. Son demostraciones vigentes de aquel
culto, más allá de la impronta de la guayaba en tanto identidad ambiental y en diversos
ejemplos de la culinaria cubana -de ella su nombre "timba", por la marca Timber de los
trenes ingleses que la traían procesada- en la cultura cubana actual, tanto por el barrio
capitalino Pan con Timba o "Timba" (luego "Timbita") desde fines del siglo XIX, como por
el género bailable popular así llamado, además de otros topónimos (Guayabo Blanco, El
Guayabal), la típica camisa cubana (la guayabera), el refranero a partir de la medicina
popular: "no valen guayabas verdes", nombre de la exposición colectiva de instalaciones
y dibujos (1994) en el Instituto Superior de Arte (municipio capitalino Playa) con obras
-390-

AVELlNO VíCTOR COUCEIRO RODRíGUEZ
Dominán Caracaracol -el sarnoso, sincretizado con el San Lázaro
bíblico de Betania y con el Babalú Ayé de ascendencia arará
en los yorubá- y Guahayona (del universo mágico-mítico arwaco)
eran gemelos traviesos y juguetones -a diferencia de los Ibbeyes
yorubas- e hijos de la Madre Tierra -Itiba Coahubaba-, muerta
del parto, por lo que Dominán Caracaracol participa en la creación
como intermediario entre el Ser Supremo y los seres humanos, y se
representa tratando de arrancar el secreto del fuego -cuyo espíritu
era Baya Manabo- a sus antepasados, y elaborar el casabe para la
desvalida Humanidad, por lo que se le golpea salvajemente y se le
ocasiona un tumor del que, al picársele, sale de la hinchazón una
tortuga hembra mítica procreadora de la raza humana. Dominán
Caracaracol dejó caer también una güira u con huesos de un joven
muerto por su propio padre, y que al caer originó el mar (otras
leyendas son la de ] agua para Cienfuegos, y la de la Laguna de la
Leche), y los restos humanos devinieron peces de los que comen los
gemelos; recuérdense en el rito carabalí los gemelos albinos Aberiñán
y Aberisum, con la güira donde estaba Tanze, el pez mágico sagrado.
En la tradición vigente de tocadores de güiros, se han destacado cimas
de la música cubana. 33
En cuanto a Guahayona, "el sifilítico", usaba yerbas para sus lavatorios,
que según Fernando Ortiz era tabaco mezclado con ceniza,
luego revivido en el Babalú Ayé y con paralelismo en el] ob bíblico.
entre otros, del escultor habanero Benjamín Rodríguez Rodríguez (n.1974) y del escultor,
pintor, curador y profesor santiaguero José Esterio Segura Mora (n.Baire, 1970); "el
Guayabero" se hacía llamar el tresero y compositor holguinero Faustino Oramas (n.1911),
y el compositor habanero y director de orquesta y de banda Gonzalo Roig (1890-1970)
estrenó su zarzuela La Guayabera el 5 de mayo de 1933 en el teatro Martí.
32 Árbol endémico americano de fruta redonda que usaban como vasija, costumbre que ha quedado
hasta los campesinos actuales y luego, para ingerir bebidas alcohólicas en determinados
rituales de raíz africana; así como para el conjunto instrumental cubano y para ser invocado
por la música cubana, y a pesar de la hipótesis de su posible procedencia bantú, no se puede
desechar que los amerindios hayan utilizado el güiro, percusivo, frotativo o idiófono, llamado
también calabazo o guayo, este último extendido a utensilio de cocina.
33 Entre otros muchos, el compositor, director de banda, saxofonista y clarinetista santiaguero
Rafaellnciarte (n.1909) de niño, en una orquesta típica; Abelardo Valdés en la orquesta
de Tata Alfonso, en la primera mitad del siglo xx; y Marquetti, en la de Gabriel Cisneros;
Eladio Díaz y luego, Juan Febles, en la charanga francesa de Neno González, fundada en
1926; Aurelio Valdés en la de Belisario López fundada en 1928; José Dávila en la Ideal,
fundada en 1938, y Gustavo Tamayo en la de Ernesto Muñoz; Aurelio Valdés y Félix Vázquez
en la Romeu, fundada en 1910. El güiro o guayo suele acompañar al órgano oriental
en danzones, sones, poi kas y guarachas, e integra además, el conjunto instrumental que
acompaña al punto guajiro.
- 391 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Guabonito, curandero mítico, se había curado con la hierba guayo,
lo que demuestra los antecedentes para la medicina verde en Cuba,
a la que tuvieron que recurrir las restantes etnias que luego inmigrarían,
en sus momentos más difíciles; y herencia precolombina, no
se puede obviar la cultura del tabaco (sistema de valores-antivalores
que es la cultura), universalizada con total vigencia. 34
Otros dos cemíes gemelos de piedra, opuestos con las manos
atadas, conservados en las cuevas de donde habían salido el sol y la
luna caso de Punta del Este en la hoy Isla de la Juventud, altamente
valorada por ellos y que pintaron como ente dotada de actividad
vital, según su animismo, representaban la composición seca-lluvia. 35
Construían sus bohíos con troncos y hojas del entonces abundante
arbolado cubano y que aun usan los campesinos, bien fuera circulares
34 Desde la toponimia (Santiago de las Vegas, San Antonio de las Vegas, Veguitas), la
rebelión de los vegueros al iniciar el siglo XViii V los grabados V marquillas promotoras
en el siglo XIX, toda la cultura consecuente en paisajes rurales con las vegas V casas de
tabaco, tradiciones laborales como las lecturas en tabaquerías V su trascendencia como
origen al movimiento obrero cubano; en el comercio, en los hábitos cotidianos (vinculado
a veces a la culinaria V/o a la sexualidad, descansos, etc., como colofón) e incluso, en
las afectaciones a la salud V al entorno ambiental, V las ciencias en lucha consecuente
contra el tabaquismo V sus resultados, no falta, más explícito o implícito, en ningún arte:
el Friso del Tabaco en el edificio habanero La Tabacalera (Rita Longa, 1948); del citado
Gonzalo Roig en 1944 su Canción de la veguerita (guajira), que se estrenó en CMQ Radio,
La Habana, el 2 de marzo; V de 1938, La Veguerita; en las tabaquerías de Tampa (EUA)
en 1909, inició su carrera de cantante el barítono habanero Bienvenido León (n.1888, de
regreso a Cuba en 1911); V del pintor, escultor, dibujante, ilustrador, grabador, ceramista
V diseñador gráfico español (Valencia, 1905-Varadero, Matanzas, 1969) Domingo Pío
Joaquín María Pascual Ana Ravenet Esquerdo (Domingo Ravenet) su Monumento a los
vegueros (acero inoxidable V mármol; Santiago de las Vegas, La Habana), el19 de enero
de 1958, publicitado ese día V el 24 por Rafael Marquina en Información V en Mañana.
En mayo de 1997 se destaca la exposición personal Habanos Libres y yo, instalaciones V
dibujos con palabras de Alberto Santos, en la Galería de Arte de Centro Habana (Galiano
V Concordia), del citado Esterio Segura.
35 Eran Boinavel V Marohu, el primero hijo de Berna, la serpiente parda asociada a la lluvia
-Señor de la Lluvia- V el segundo "sin nubes" o "tiempo despejado"; ambos "sudaban",
quizás por la baja temperatura alterada por los visitantes a rogarles V traerles ofrendas, pues
sus rostros se concebían para que por sus mejillas corrieran esas gotas condensadas,
cual lágrimas, al igual que en otros lugares de las Antillas de igual clima tropical, donde
comÚnmente se les llama los "llora-lluvias" (Cruz, 1978: 252) El Taguabo, "espíritu del
agua, es conservado hoy por los campesinos en una lata con agua V le ruegan cuando no
llueve" (Guarch; 1980: 109-116); mientras que en el occidente cubano la transculturación
es tal desde la conquista V colonización, que se llega a encontrar rogativos incluso a la
Virgen de las Nieves, a partir de raíces desde climas obviamente tan distantes; Macaibo,
"espíritu de la seca", fue hallado en 1925 en una cueva en Banes, Holguín.
-392-

AVELlNO VíCTOR COUCEIRO RODRíGUEZ
con cónica techumbre, o rectangulares, con techo a dos o a cuatro
aguas; siempre utilizaban para su construcción cañas o cujes entrelazados
con bejucos, enrejillado sobre el que fijaban yaguas de palma
real cuyas hojas empleaban para el techo, cuando no usaban las de
palma-cana o guano, materiales que han variado en alguna medida a
lo largo de estos últimos siglos, pero siempre sobre aquella base que
nos identifica según cada entorno ecológico cubano; había algunos
apartados para los cemíes, labrados y tallados en piedra, barro, madera,
concha o madreperla, para lo que también usaban las cuevas.
Con el rito de la cahoba o cohíba, absorbían el humo del tabaco
mezclado con ciertas plantas alucinógenas para buscar una semiinconsciencia,
lo que hacía el behíque con los nitaíno (especie de
Consejo de Tribu) para cualquier decisión importante a tomar por
la comunidad, y el dujo de dura madera sobre el que se sentaba el
propio behique para tal rito, se decoraba con figuras antropomorfas,
zoomorfas o antropozoomorfas; rito para el cual debía previamente
introducirse una espátula vómica en su garganta, algún tipo de
purgante con huesos o piedras que luego escupiría. Asimismo, ese
behíque curaba con ciertas yerbas y ritos mágicos, y los cemíes podían
ser de madera, de piedra o de algodón. 36 Continúan el culto a las
cuevas -de donde nace y a donde regresa la vida- que heredarán
los africanos, e incluso se dice que en la llamada Cueva # 1 en Punta
del Este, computaron el mes lunar con sus 28 días y noches --círculos
rojos y negros- con una gran flecha hacia la boca anunciando el
Sol naciente (Núñez, 1975: 76-79) y, como en otras culturas, el sol
se interpreta como vida, rojo, sangre, y en su ocaso, como muerte,
negro, oscuridad, por Etnología Comparada.
En las exhumaciones del Chorro de Maitía en Holguín, se encontró
una pieza de barro cocida en forma de cáliz -hallada por primera
vez en Cuba- con restos de indo cubanos y de un europoide, además
de artefactos amerindios con adornos hechos con textiles y cobres,
fragmentos de mayólica española y huesos de cerdo doméstico y de
jabalí -aportes europeos a nuestra fauna-, lo cual es harto elocuente
del proceso transculturativo en nuestro país, sobre la base de las
culturas precolombinas.
36 Entre los de piedra, los de tres puntas eran cada uno para favorecer la siembra, el parto
de las mujeres y propiciar el agua a las cosechas, y los enterraban en sus conucos o
sembrados de yuca con figuritas femeninas para fertilizar la tierra.
-393 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Estudiosos del folklore en la Ciénaga de Zapata y otras localidades
cubanas, informan que aún restan supersticiones de nuestros
campesinos con respecto a las cuevas, donde no se atreven a entrar
al considerar que allí viven espíritus de indios que las protegen, y
cabezas, imágenes y plumas se integran a las liturgias cubanas desde
aquellos amerindios, como imágenes de algodón tejido y relleno
por dentro para semejar espectros nocturnos. El jigüe o güije aparecía
y desaparecía de los ritos; el totemismo de los cubanos,37 en
el que profundiza Herrera Fritot, se evidencia en numerosas piezas
arqueológicas y pictográficas no solo antropomorfas, sino también
zoomorfas e incluso, fitomorfas, de sus cemíes. El murciélago se
vinculaba con el alma de los muertos, así como la lechuza (tema
recurrente en nuestros sonajeros, macramé, etcétera, y en las supersticiones)
y otros "bichos", y el pájaro y la paloma guanara que aparecen
en sus mitos; tortugas, ranas y sapos -a todos los cuales ven salir de
las aguas- los asocian a mitos de origen del Universo y del hombre, e
incluso podían llegar a considerarse origen protector de alguna gens en
particular, vinculados los muertos como protectores ancestrales. Toa, la
rana, era el origen de los niños, así como Yahubabo (pájaro) implicaba
el castigo, pues fueron los castigados por el sol al no haber regresado a
las cuevas; el guatana tocororo era "la flor que vuela", y Yayad, hijo de
Yaya como sumo principio vital, representaba el mar y los peces.
En sus ritos sobre la formación del mar, ya los peces no son un
totemismo puro, sino más complejizado al devenir forma temprana
de religión, por un mayor desarrollo de la comunidad gentilicia, en
estrecha relación con el animismo. Por el manjuarí sentían especial
respeto dada su rara configuración y porque los demás peces 10
seguían, y según sus leyendas, la pesca con redes 10 ofendió y por
tanto, se alejó. Refieren árboles que hablan con las personas, dotados
de espíritus o entes sobrenaturales para comunicarse: el jobo, árbol
venerado, fue castigado por haber ayudado a los hombres a salir de las
cuevas, descendiente del sol y de la luna y ya por 10 tanto, de Mautiatihual,
"Hijo del Alba".
37 Tótem (madera, 1962) del escultor, dibujante, ceramista, pintor y profesor santiaguero
Marcos Rogelio Rodríguez Cobas (n.1925); Tótem para un clan efímero (ensamblaje de
resaca, 0,30 x 0,42 x 1 metro, 1983) del escultor, pintor, orfebre y crítico de arte habanero
residente en Miami, Estados Unidos, Bienvenido Alberto Rodríguez Pérez (n.1938); la serie
Tótem, en madera, del escultor, arquitecto, diseñador de interiores, pintor y grabador
habanero residente en Pinar del Río, Eloy Enrique Pestano Rivera (n.1952); del escultor,
grabador, diseñador gráfico, ceramista y pintor camagüeyano Alberto Piloto Pedroso
(n.1951) su Tótem en el hotel Camagüey, 1985, además de su serie en madera Guama.
-394-

AVELlNO VíCTOR COUCEIRO RODRíGUEZ
Entre sus ritos para la agricultura y la fertilidad, en el caney -casa
del cacique- agradecen a los cemíes los beneficios recibidos por la
cosecha. La casa del ídolo tenían que limpiarla, pues de 10 contrario
Vaybrama les traería enfermedades, 10 que demuestra una cultura
de higiene superior a la que predominaba entonces en la "civilizada"
Europa, traumada con los dogmatismos religiosos y moralistas
incluso contra la higiene, por ello atacada por la peste con pésimos
resultados; sería otro de los choques culturales, entre los que luego se
impondrían los antiguos valores precolombinos hasta universalizarse,
como también irían en declive cada vez más, las imposiciones de 1imitantes
frustrantes en la sexualidad, incomprensibles para aquellos
indocubanos, y hoy para muchos más. Las pelotas para el juego de
batos se hacían con ciertas raíces de árboles, hierbas y resinas que
cocían y quedaba esponjosa, juego al que se atribuía el fin mágico
de favorecer la fertilidad de la tierra con movimientos siderales de
los jugadores que producirían las estaciones y las lluvias e incluso,
ambos bandos podían significar sequía y lluvia, para predecir el
tiempo según el vencedor. Su concepción de nuestras estaciones en
seca y lluvia, ha ido ganando adeptos con el tiempo, en contra de la
tradicional importada de Europa, y al margen de toda otra polémica.
Bailaban el areíto en el batey (Fernández, vol. 1, cap. 2, Libro 6: 166),
ceremonial durante el cual ofrendaban a sus cemíes casabe de la yuca
amarga y jugo de yuca a los que atribuían poderes especiales y con
los que se untaban, pues según sus leyendas, a uno de sus cemíes
quemado en una guerra, le volvieron a salir brazps, piernas y ojos al
sentarse sobre tal jugo. Entre sus instrumentos musicales, la flautilla
aborigen (cuyo único ejemplo antillano fue hallado en el oriente
cubano) se hacía de canuto, o preferentemente, de hueso de aves o
de otros animales, y el fotuto o guamo era un gran caracol marino en
forma de tubo con la espiral rota para soplar; el mayohuacán (nombre
escogido por un grupo musical actual) era un tambor xilofónico
construido de tronco de árbol ahuecado y sin cuero que tocaban los
behíques en sus areítos, durante los que también tocaban la maraca
formada por dos talles adheridos de magüey (planta también llamada
pita) con piedrecillas en su interior que evolucionaría a la maraca
cubana, protagonista de nuestros conjuntos instrumenta1es. 38
38 Entre los destacados tocando maracas, se cita a Ramón Alvarado en el cuarteto Úlna (1939, luego
representaría a Cuba en Norteamérica); el santiaguero Siro Rodríguez (n.1899), con claves; en 1933
Gonzalo Roig compone entre sus caprichos cubanos, Maraqueros, o Suena Maraquita, que se estrenó
en CMQ Radio, La Habana, el 23 de enero de 1948; el pregón Maracas, del compositor pinareño José
-395-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
OveUeiro Carvajal (1912-1962); el holguinero Alberto Caisse (n.1908) autor e intérprete de guarachas,
las toca con guitarra y entre otras obras, tiene El sijú; el compositor. pianista y director de orquesta
habanero Biseo Grenet (1893-1950) entre otras canciones, compone Curujey, y una pieza coral llamada
Maracas y bongó. El clásico llÍo tradicional cubano surgido durante la segunda década del siglo xx,
para interpretar canciones, boleros, sones y guarachas, se acompaña de guitarras y maracas, aunque
también puede ser solo tres guitarras.
39 Para los que ensartaban los pequeños caracoles univalvos llamados olivas grabados o
tallados a través de un hilo, que al entrechocar producen un agradable sonido o tintineo;
su nota dominante, ella natural, alcanza 870 vibraciones.
40 Como el hacha petaloide -así llamada por su forma de pétalo ce flor-y el hacha amigdaloide,
o piedras que grababan como adornos, y que consideraban que portaban fuerza vital.
41 Se continúan trabajando el carey de costa y el jiquí (por la escultora habanera Elia Mateu
Pérez, n.1943, que comenzó sus esculturas en 1970); gubias, trinchas y escofinas (el
escultor, grabador, dibujante y profesor pinareño Julio Omar Morales Candelaria, n.1953);
Tales areítos, según expertos como José Antonio García Molina,
constituyen el antecedente del que evolucionaría hasta la
actualidad, el espiritismo de cordón cubano: " ... es en la década del
noventa, con algunos estudios, que se demuestra su presencia (de los precolombinos
cubanos), ya sea en el llamado «espiritismo de cordón»,
o en la toponimia, la culinaria y en nuestro mismo fenotipo, aunque
muy transculturado" (López y Valdés, 1997), que agregan el mito
de la tortuga recreado" ... en los ceramios actuales, especialmente
en el grupo «Tiafuaco», proyecto con fuerte aroma precolombino e
imprescindible al hacer un estudio de la cerámica actual"; el mito
de la tortuga es el principal (no el único) presente en sus ceramios,
en vísperas del tercer milenio, cuando otros grupos de ceramistas se
sumaban a esta corriente, también en el capitalino municipio Plaza de
la Revolución, y se suponía otros grupos similares en Maisí y Banes,
respectivamente en las orientales provincias Guantánamo y Holguín.
Las olivas sonoras eran sonajeros en forma de collar usados en
ceremonias, cantos y danzas;39 según el padre Las Casas, bebían
un "vino de maíz" típico de Mesoamérica pero igual, existente en
Cuba, muy fuerte, que los embriagaba, lo que tendrían que purificar
luego de todo un día y una noche con el vómito ritual. En el
fetichismo veneraban instrumentos y artefactos que construían y
a los que conferían poderes sobrenaturales;40 igualmente, en sus
atuendos, maquillajes, collares, formas de peinarse y recogerse los
cabellos, vestimentas, y todo tipo de aparejo, el entorno ecológico
y su cultura ambiental consecuente les era inherentes a aquellos
indocubanos como a todos los demás pueblos en similar estado de
desarrollo social: de ellos heredarían a vivir en el mismo entorno
las restantes etnias desde 1492,41 y sobre esta cultura ambiental (in-
-396-

AVELlNO VíCTOR COUCEIRO RODRíGUEZ
terrelacionada de manera indisoluble con todas las restantes formas
culturales: las artes, la ética, la estética, su religiosidad incipiente, su
conciencia social en general) se levanta una rica toponimia (primer
elemento de identidad) indocubana a ríos como Toa y poblaciones
de explícita relación con las aguas (Guanabacoa, Guanabo, Baracoa
... ); Camagüey, Habana (de donde se aporta el vocablo sabana
a la lengua castellana), Jibacoa, Bacuranao, Bacunayagua, Yumurí,
Baconao, Damayajabo, Uyao, Cumanayagua, Maisí, Guane, Güines,
Güira, Los Indios ... o con respecto a su fauna y flora (Manatí, en Las
Tunas; Jicotea, en Las Villas); sobre todo lo cual hispanos, africanos
y otros muchos, construyeron desde 1492 yen especial, al alumbrarse
el siglo XIX, la nacionalidad cubana, en la que aquellos precolombinos,
luego indocubanos, mantienen un protagonismo evidente aunque
obviado durante siglos a partir de un exterminio absolutizado, y que
por fortuna no ha sido tanto así, contra un imaginario pese al cual,
supieron legamos sus herencias para la etnogénesis cubana y para
toda nuestra cultura actual.
carey de costa y piedra (el escultor y orfebre habanero Manuel Morán Mendoza, n.1950);
sabicú (el escultor, grabador, dibujante y profesor matancero que vivía en Nuevo Vedado, José
Felipe Núñez de Villavicencio Booth, 1919-1993; y el escultor, pintor, dibujante y grabador
habanero Joaquín Sagués Llorens, 1907-198?); henequén (la escultora y ceramista pinareña
Reina María Valdés González, n.1938); guayacán (el escultor, dibujante y profesor
habanero residente en Santa Clara, Alcides Miguel Rivera Hernández, n. Santiago de las
Vegas, 1952); guayacancillo (el escultor, grabador e instructor habanero Humberto Catalino
O' Farrill Torriente, n.1917); gubias (el escultor habanero Fernando Ortega Martínez, n.
1959); A golpe de gubias se tituló la exposición del escultor y profesor espirituano Diego
Hildebrando Bernal Castillo (n.1932) y el escultor y dibujante villareño Juan Vega Nicado
(n.1935) en 1995 en la galería de arte Teodoro Ramos Blanco, en el capitalino Cerro; y
Corteza de jobo la del escultor Arturo Guillermo Trujillo Abreu (n.Palma Soriano, 1925) en
1978 en el Ministerio de Justicia, en La Habana; gubia y buril (el escultor, dibujante, pintor
y profesor pinareño radicado en La Habana, Fausto Ramos Valdés, n.1911 ); de guano son
los abebé para refrescar a los orishas, y el santiaguero Salvador Adams (1894-1971) canta
a la palma y compone E/ Jilguero, como se hacía llamar el célebre cantante Inocente Iznaga,
( ... de Cienfuegos). Del compositor Félix B.Caignet (San Luis, 1892-La Habana, 1976)
es el pregón Frutas del Caney; la guaracha Jícara, del compositor, cantante y guitarrista
remediano René Márquez (n.1914); eje Gonzalo Roig Polvos de Carey, y del compositor,
violinista y director de orquesta remediano Alejandro García Caturla (1906-1940) la
canción (vocaliso) En el batey (1929); de 1950 es Hombre murciélago (bronce) de
la pintora, escultora, grabadora, dibujante y profesora pinareña Dolores (Loló) Soldevilla
Nieto (1901-1971) Y de 1955 E/ descubrimiento de América (granito, Biblioteca santiaguera
E/vira Cape) de Teresa Sagaró con el escultor, grabador, pintor y profesor santiaguero
Jaime Soteras González (n.1922) quien también en 1963 aportó Nativa (madera y estaño)
-397 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Hatuey ha sido una constante que rebosa con creces los ejemplos
citados: recuérdese la célebre marca de cerveza Hatuey, con su imagen
gráfica del indio aruaco; no pocos artistas lo reprodujeron,42 y
también el nombre Siboney rebosa a la tradición referida en estas
cuartillas,4.l así como los jigües o güijes;44 Caribes se llaman los tradicionales
Juegos Deportivos de la Universidad de La Habana, que
tenían su pulóver distintivo también con su gráfica del indio aruaco,
42 Ya del primer tercio del siglo xx, la clásica pintura No quiero ir al cielo, de Augusto
Menocal, hijo del relevante Armando, de la Academia, representa aquel martirio; pero
también del escultor y profesor villareño Osneldo García Díaz (n.1931) que además trabaja
materiales como el júcaro, el Hatuey (1956) en caoba, igual que el del escultor y pintor
habanero José Ramón Abeya Vergara (1905-1975); en madera el de 1964 del escultor,
pintor y grabador habanero Antonio Argudín Chon (n.191 O); Hatueya la hoguera, en ácana
(1990), talla directa del escultor habanero Raimundo González Ruiz, "Mundo" (n.1924),
quien también trabaja el jiquí; y fuera de Cuba, la escultora, ceramista y pintora spirituana
Thelvia Clarisa Marín Mederos (n.1922, reside en La Habana) propició sendos artículos
con ilustraciones, titulados "La presencia de Hatuey en Ecuador", uno de Lázaro Torres
Hernández, en la revista Bohemia (el 24 de mayo de 1974; año 66 # 21 :92-93); y otro
por Eloy Concepción en UPEC en febrero de 1975:20-22; y entre otras obras, nos legó
Sibucán, en ferrocemento, en el santiaguero parque Baconao, 1986. El cantante José
Marquetti (Alquízar, 1909-1967) "Cheo", fue director del sexteto Hatuey.
43 El flautista, compositor, arreglista y director de orquesta habanero Alfredo Brito (1896-1954) al
regresar a Cuba de New York, funda su orquesta Siboney, con la que partió a España, Francia y
Portugal. El cantante de son montuno, Pío Leyva (n. en Morón, 1915) se inició como bongosero
de la orquesta Siboney de Morón. En 1932, el director de orquesta, arreglista, compositor,
saxofonista y flautista habanero Arm¡mdo Romeu (n.1911), hizo una gira por Europa
como saxofonista en la orquesta Slboney. Siboney (1955), es obra del escultor y profesor
matancero residente en La Habana, Julio Manuel Fuentes Pino (1916-1986), Y Siboney se llama
una importante carretera en Santiago de Cuba, y la histórica granjita donde se hospedaron los
asaltantes al Cuartel Moneada, en julio de 1953.
44 Entre sus más destacados cultivadores se destaca el escultor, pintor y dibujante pinareño que
reside en La Habana, Ramón Haití (n.1932), que en 1980 dejó emplazada en el Parque de las
Esculturas en Nagyatad, Hungría, su obra La Mujer del Güije; otras de sus obras son El gran
güije (madera, talla directa, 1978); El jigüe en el monte (carey de costa, talla directa, 49 x 54
cm, 1982); y La sombra del güije (caoba, talla directa, 94 x 24 x 24 cm, 1983) y motivó su
exposición personal El güije y el ajedrez, en la Galería Plaza Vieja del Fondo Cubano de Bienes
Culturales, en La Habana, en enero de 1983, con palabras de Rafael Gueneditt Morales; también
el pintor, dibujante, grabador, escultor y profesor oriental Ever Fonseca Cerviño (n.Ojo del Agua,
1938, autor de la serie Rostros del monte) recurre a los güijes, no en balde Juan Sánchez Sánchez
publica en la revista Bohemia "Los güijes de Ever Fonseca" (13 de agosto de 1999: 1 O- 11,
con ilustraciones); con su estilo primitivista, el escultor, pintor, ceramista, dibujante y profesor
santaclareño José Antonio Ramírez Acevedo (n.1942); y el escultor, dibujante y profesor
cienfueguero Mateo Torriente Bécquer (1910-1966) quien además aportó Güiro y maracas en
barro; de 1948 su Fray Bartolomé de las Casas, y trabajó la güira. En los años setenta se abre
el cine Jigüe con tecnologías muy actualizadas entonces, aliado del cine América, en Centro
Habana; época asimismo de la publicación Jigüe.
-398-

A VELlNO VíCTOR COUCEIRO RODRíGUEZ
y en el complejo turístico que es Varadero, las últimas décadas se
han llenado con alusiones a nuestros indocubanos,45 mientras surge
Caguayo, fundación para la promoción cultural con topónimo de
22 km al norte de la ciudad de Santiago de Cuba, cerca del barrio
Uyao; y en La Habana, las ediciones Caujerí.
"Seremos como Hatuey y ... ", obra de
Yasmani Hassan Águila.
En 1968, el cine Radiocentro recibió el nombre precolombino
Yara en conmemoración al centenario del Grito de Yara, aun en
detrimento de las raíces e identidad local rampera; otras obras alusivas
continúan,46 aún más incentivadas con exposiciones hitos de la
plástica cubana que marcan nuevos rumbos: Pintura Fresca (1979)
45 Hoteles como el Siboney (ya en 1983), el Atabey, el Kawama y su reparto; en ellndocentro
(Las Américas) su Conjunto escultórico y Fuente (1995-1997) del escultor y dibujante
habanero Jorge Romero García (n.1 965) y Alfredo Martell.
46 Cabeza india (madera, 1975) escultor, pintor, fotógrafo y grabador habanero Jorge René
Gómez Manzano (n.1 932); etcétera.
-399 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
y sobre todo, Volumen 1 (1981);47 la llamada "generación Y" (nacidos
sobre todo en los años setenta, cuando tantos padres nombraron a
sus hijos con uso y abuso de la letra Y) coqueteaba con los nombres
indocubanos que hoy vuelven a ser comunes, si bien para esto no
era exclusiva la letra Y, y también había mucha pseudocultura con
nombres inventados y a menudo retorcidos, sin significado alguno;
valores y antivalores que apuntaban a coyunturas del momento. En
1995, en el antiguo reparto Rebollo del Carmelo en el municipio
capitalino Plaza de la Revolución, se concibe el proyecto Tiafuaco
(López y Valdés, 1997) para rescatar las técnicas precolombinas;48
47 José Bedia y José Manuel Fors se destacan por sus instalaciones ambientalistas precolombinas;
otras obras son Indio de Hantua (talla en madera, 1982) del escultor, pintor,
dibujante y profesor matancero Antonio Mederos Carballé; Bohío Cretense (fibra vegetal
y madera, 2 x 0,75 x 0.75 metros, 1990) del escultor, dibujante y pintor camagüeyano
que reside en La Habana, José Antonio Hechavarría Rivas (n.1967); exposición personal
Aruacos, cubanos V mitos, del escultor, instalacionista, pintor, dibujante y fotógrafo
matancero Saidel Brito Lorenzo (n. 1973, luego en Ecuador), en la galería de la Escuela
Nacional de Arte, en La Habana, en junio de 1992. India Tureira (restaurante del Hotel
Rancho Luna, Cienfuegos, 1992) del escultor, dibujante, pintor, diseñador teatral y gráfico
cienfueguero William J. Pérez Fernández (n.1965); exposición Cisnes, indios V otras cosas
(1995), del pintor, escultor y grabador habanero Tomás Ernesto Maceira Prego (n.1968)
con Luis Silvestre (12 de diciembre de 1995 galería L. La Rampa); Dujo (mármol, 1,50
x 2,40 x 1,75 m) en el hotel Gaviota, Nueva Gerona, Isla de la Juventud, del escultor y
ceramista camagüeyano Jorge Zayas Guerrero (n.1967); y Behíque I (vidrio, 2000) del
escultor y profesor matancero Carlos Fernando Marcoleta Castillo (n.1953).
48 Tiafuaco se llama la isla canaria Lanzarote, pues por su fuerte impronta comunitaria,
inicialmente iban a dedicarse a la cerámica canaria, hasta que en una fiesta sincrética
de iniciación, Valdés Ovide se interesó por una curiosa manilla cuyo dueño le explicó que
era reproducción de un pulso precolombino del grupo mesolítico occidental, lo que les
motivó a visitar con el dueño de la prenda, el Centro de Antropología de la Academia de
Ciencias de Cuba, donde entre otros, les asesoró Pedro Pablo Godo, quien los introdujo en
las técnicas del Carbono 14 (método para detectar la antigüedad), descubrieron literatura
especializada y ejemplos auténticos de ceramios precolombinos; participan en cursos en
el Museo de Bellas Artes y en el Gabinete de Arqueología, donde hacen su primera exposición
colectiva de ceramios con impronta precolombina, y que llaman "Artes aborígenes
en Cuba". Luego en el Museo Antropológico Montané, el especialista Armando Rangellos
contacta con la más completa colección de arte aborigen y profundizan en las técnicas de
confección y decoración de los cera mios; en 1996 el proyecto Tiafuaco se une a su vecino
comunitario "Banco de Ideas Zeta" (calle 19 esquina a 26) que interrelacionaba todos los
actores para enriquecer espiritualmente al barrio. En su propia casa (calle 28 entre 17
y 19) López y Valdés confeccionaron su horno: los niños eran escogidos por su actitud
hacia la cerámica, y tres veces por semana diseñaban, moldeaban y cuidaban las obras,
que aprendieron a hacer igual a los precolombinos, aunque sin sus imperfecciones por
ser un mejor horno. Mantienen el mito de la tortuga en primer lugar como muy recurrente
en casi toda su producción (80 % de las cerámicas de estos niños que recrean mitos, tal
-400-

AVELlNO VíCTOR COUCEIRO RODRíGUEZ
luego Tony Piñera publica sendos artículos: el 2 de julio de 1998,
"¿Guardián de los secretos aborígenes?" obre Roberto Fernández
Martínez, y el 8 de junio del 2000, sobre Juan Narciso Quintanilla
Álvarez, que "Si se piensa en los polos que definen la escultura de
Quintanilla, el rigor plástico y la imaginación que transfigura el objeto,
se advierte un acercamiento al arte precolombino. Ante todo:
una relación puramente plástica"49 y el sábado 3 de diciembre del
2011, se estrenó Los Mares y los Peces en el espacio televisivo Tren
de Maravillas, primer capítulo de una serie de dibujos animados para
niños, a propósito de la mitología aborigen (tema y ambientación
televisado mucho antes, por ejemplo en Aventuras). Estas cuartillas
aún distan mucho de ser la monografía completa que se merece; no
obstante, todo lo referido explica las raíces indocubanas que con
absoluta vigencia, como una de nuestras más auténticas tradiciones
y en todas las esferas, decidieron también, imprescindibles hasta hoy,
a la cultura y pueblo cubanos.
vez por la escasa literatura con que cuentan y a pesar de los estudios de López y Valdés,
pero los niños aun sin conocer suficientemente otros aspectos indocubanos, además del
proceso lógico de transculturación en su contexto actual cotidiano, por el que muchos de
sus temas se entrelazaban con culturas subsaharianas y europeas, más empleadas para
la necesaria comercialización que mantendría al proyecto con sus propios materiales e
implementos sin fines lucrativos, dedicaba su cerámica aborigen para los amigos y su propia
realización, con mayor nivel técnico y estético y menos del 30 % del total de su producción).
y en segundo lugar, el mito de la rana. No son fieles reproducciones de aquellos
ceramios, sino que interpretan libremente el mundo aborigen; ejecutan y decoran los
bocetos que se les muestra en una libreta, luego de hablárseles sobre los precolombinos,
sus leyendas y mitos; trabajan con barro de Pinar del Río (especialmente, de Conchita y
de Consolación) que es de yacimiento de color rojizo, con compuestos similares al que
usaban los aborígenes. En este foco incomprendido en una comunidad que lo veían como
"una fábrica", estos niños trataban no siempre felizmente, de incentivar a sus mayores
con sus ceramios.
49 Respectivamente: diario Granma: 6 (con ilustración) al referirse a este ceramista, escultor
y profesor pinareño que reside y trabaja en La Habana, n.1933; e "Impactos visuales de
Uuintanilla", en Granma; en Veigas, 2005, p. 354. Uuintanilla es escultor, dibujante y
profesor pinareño residente en la habanera Baracoa, n.1950.
- 401-

LAS EXPEDICIONES DE MANUEL RIVERO
DE LA CALLE A VATERAS 1964-1986 1
Lohania J. Aruca Alonso*
Para la aproximación al tema de las expediciones, exploraciones y
viajeros científicos que han seguido la ruta de los aruacos en el Caribe,
es imprescindible la consulta de la colección Manuel Rivero de
la Calle conservada en la Biblioteca Nacional José Martí (BNJM).
Allí encontramos informaciones sobre las visitas del doctor Rivero
al antiguo municipio de Yateras en la época republicana posteriores al
inicio de la etapa en la Revolución Cubana. Estas referencias contienen
una nueva percepción de la cuestión acerca de la persistencia
y existencia de descendencia de los pueblos aborígenes en Cuba y de
otros problemas que se relacionan con aquella. Un cuidadoso estudio
de los precedentes que tuvieron sus investigaciones de campo fue
desarrollado por el reconocido antropólogo cubano: evaluó, uno a
uno, los aportes hechos por los colegas que le antecedieron, señalando
su importancia, de acuerdo con el nivel alcanzado por sus propios
conocimientos y apreciaciones sobre el objeto de estudio.
El resultado parcial del estudio historiográfico sobre una parte de la
obra de Manuel Rivero de la Calle, realizado por la autora, en poco
más de dos meses del año 2005, se trata de explicar sintéticamente
*
Este trabajo inicialmente fue una ponencia presentada a la Cuarta Jornada Científica del Grupo
de Trabajo Permanente Expediciones, Exploraciones y Viajeros en el Caribe, 2007, en la Sala
Manuel Galich de la Casa de las Américas.
La autora es Investigadora Auxiliar, Licenciada en Historia y Máster en Ciencias sobre Estudios
de América Latina, el Caribe y Cuba. Periodista e historiadora. Profesora Auxiliar. Cátedra del
Caribe de la Universidad de La Habana.
-402 -

LOANIA J. ARUCA ALONSO
en este trabajo, unido a algunas reflexiones en torno a la importancia
histórico cultural del tema. La consulta bibliográfica -artículos, folletos,
libros mecano escritos, inéditos, o ya publicados- se detallan
aquí, y también se indican (notas y bibliografía) otras fuentes similares
de autores diversos, consultadas para fundamentar nuestra visión de
los problemas, hipótesis y criterios metodológicos que orientaron
este estudio y sus conclusiones. 2
Descendiente. Expediciones de
Manuel Rivera de la Calle.
El objetivo central fue alcanzar una visión historiográfica general,
sintética, de la obra realizada por Manuel Rivero de la Calle a la altura
del período que comprendió más de dos décadas de la segunda
mitad del siglo xx, por sus expediciones y viajes a Yate ras, provincia
de Guantánamo, y valorar sus resultados y aportes al conocimiento del
objeto de estudio debidamente enunciado.
2 Hacemos constar nuestro mayor agradecimiento a la dirección de la Biblioteca Nacional
José Martí, en especial a Eliades Acosta Matos, en aquel momento director de la institución,
y a las atentas compañeras de la sección de Documentos raros.
- 403-

Los INDOAM ERICANOS EN CUBA. E STUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Descendiente.
PROBLEMAS HISTORIOGRÁFICOS
De la revisión de documentos varios, llevada a cabo por la autora en
la Colección de documentos de Manuel Rivero de la Calle (BNJM),
. se deducen los siguientes problemas históricos de interés para el
investigador:
a) ¿ Ocurrió una extinción total de la población aborigen en toda
la isla de Cuba? 0, ¿sobrevivieron a la catástrofe de la conquista
y la primera etapa de la colonización (siglo XVI-XVII), grupos
más o menos extensos, concentrados en los "pueblos de indios",
fundados por los colonizadores, y de forma dispersa en
el territorio no ocupado directamente por los españoles, que
se fueron mezclando o mestizando por cruces raciales diversos
(con europeos, con aborígenes de otras tierras caribeñas
-404-

LOAN lA J. ARUCA ALONSO
o circuncaribeñas, africanos negros, o, blancos, guanches o
descendientes de estos, canarios ... ), hasta llegar a la actualidad
(siglo xx) su descendencia en algunas regiones de Cuba?
b) ¿Cuáles son las verificaciones realizadas de la posible identidad
aruaca de esas poblaciones en Cuba?
c) ¿Cuál es la proporción en que se encuentran esos individuos en
relación con otros grupos raciales y étnicos radicados en Cuba?
d) ¿Cuál es el grado de mestizaje racial y cultural ocurrido entre
esas poblaciones cubanas originarias y otros inmigrantes,
invalida el mestizaje la necesidad del estudio histórico de los
descendientes de aruacos en Cuba?
Premisa o inicio de partida crítico: Los descendientes de los aborígenes
de Cuba, cuya raíz lingüística es mayoritariamente aruaca
(Valdés Bernal, 2006), en el presente se hallan mestizados, pero
constituyen una parte muy valiosa de la Historia de Cuba, de nuestra
nacionalidad, nación y cultura cubanas, debida a que son consecuencia
de un proceso histórico de integración (económica, sociocultural)
altamente complejo, que hasta el momento ha sido poco estudiado
por la historiografía cubana con un enfoque sistémico, multidisciplinario,
desde una perspectiva rural y, al mismo tiempo, caribeña. 3
Los textos sobre la Historia de Cuba generalmente tienen su punto
de partida en el reconocimiento del encuentro entre culturas aruaca
y española (euroccidental), ocurrido en octubre de 1492, y dejan
resumido, cuando más, en un capítulo (ver Instituto de Historia
de Cuba, La Colonia ... , cap. 1, pp. 5-57, una excelente síntesis),
la historia antigua de nuestro archipiélago que abarcó alrededor de
siete mil años, cuyas fuentes documentales y bibliográficas proceden
de los estudios arqueológicos, antropológicos, lingüísticos, geográficos,
entre otros. Ni qué decir de la época colonial, cuando son
"asimilados" nuestros aborígenes sobrevivientes como "vasallos"
del rey de España, convertidos a la religión católica y aparentemente
"destruida" (oculta o se hace invisible por las propias víctimas) su
cultura, debido a la implacable represión de los conquistadores y
colonizadores españoles.
3 Para ampliar sobre el tema mencionado y su enfoque integral. consultar capítulos I y 11
de La Colonia ... Instituto de Historia de Cuba, 1994.
-405-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
RECORDEMOS LA HISTORIA ...
Sobre la base de una revisión bibliográfica elemental (referida al final
de este artículo p. 412), la autora ha elaborado una breve síntesis de la
historia de los pueblos aborígenes y su descendencia en la isla de Cuba,
durante los siglos XVI al XVIII, destacando ciertos aspectos que constituyen
nudos del conocimiento histórico en el que la investigación debe
profundizar posteriormente.
Las poblaciones aborígenes de la isla de Cuba fueron diezmadas
por diferentes causas durante el proceso de la conquista y colonización
española del territorio. No obstante, un historiador reconocido,
Ramiro Guerra Sánchez, subraya el carácter eminentemente pacífico
de la política de Diego Velázquez en la conquista de Cuba (Historia de
Cuba, 1921), en comparación con el proceso similar, pero extremadamente
violento y destructivo llevado a cabo pocos años antes en La
Española, 10 cual provocó, consecuentemente, no pocas penalidades
a los propios españoles.
En Cuba, el avance de la conquista provocó migraciones internas
de población aborigen y también la alteración o desaparición de la
distribución de los asentamientos de la población originaria, llamados
"cacicazgos" (derivado del término "cacique" de raíz aruaca) sobre
el territorio invadido y ocupado. Los cacicazgos, al parecer fueron
treinta, según la reconstrucción de un mapa de Cuba primitiva,
realizada en los inicios del siglo XIX por José María de la Torre,4
mencionados de este a oeste, se denominaban: (Región de Occidente
y Centro, aproximadamente) 1. Guanahacabibes; 2. Guaniguanico;
3. Marien; 4. Habana; 5. Sabana o Sabaneque; 6. Cubanacán; 7.
Hanabana; 8. Jagua; 9. Guamuhaya; 10. Magon; 11. Ornofai; 12.
Camagüey; (Región oriental, aproximadamente) 13. Cavaguayo;
14. Boyuca; 15. Maniabón; 16. Bani; 17. Barajagua; 18. Sagua; 19.
Baracoa; 20. Maisí; 21. Bayaquitirí; 22. Macaca; 23. Guaimay; 24.
Maiyi; 25. Bayamo; 26. Guacanayabo; 27. Maguanos; 28. Culiba;
30. Guaymaros.
Una vez concluida la conquista, en la segunda década del siglo XVI,
y la fundación de los primeros "pueblos de españoles" (siete villas),
se constituyeron los "pueblos de indios" (los más conocidos son
Guanabacoa, San Luis de los Caneyes o El Caney), que concentraron
4 José María de la Torre: "División territorial de Cuba antes de la ocupación por Velázquez,
según José María de la Torre", en Portuondo, 1974, p. 65.
-406 -

I
1
I
LOANIA J. ARUCA ALONSO
a cientos de los primitivos habitantes con sus familias cerca de las
nuevas y pequeñas villas, o de las "ciudades tituladas" (sucesivamente
pueden citarse entre estas últimas, Baracoa, Santiago de Cuba y San
Cristóbal de La Habana). Fueron los primeros cubanos, nacidos en,
o naturales de, Cuba.
Es muy probable que muchos otros pequeños asentamientos de
pobladores aborígenes se dispersaran en zonas rurales remotas (poco
accesibles para el conquistador y el colonizador), justamente a causa
de la resistencia que le hicieron una parte de los aborígenes a los
españoles, 5 aunque sus rastros arqueológicos e históricos, hasta el momento,
solamente se reconocen como pertenecientes los siglos XVII y XVIII.
Consta que en esta región de Bayamo en el 1526 la misma Iglesia
emprendió una obra de protección a los indios, fundando pueblos
de "indios vacos" (libres), a los que trasmitía la fe. Todavía en 1684
un padrón identifica varias comunidades indígenas dentro de esta
jurisdicción: Santa Ana, Guanarubí, Jiguaní de Arriba, los Quemados,
Cautillo y el Sao. De estos asentamientos en 1716 solameñte existía
el de San Pablo de Jiguaní como comunidad que había conservado
su identidad indígena. 6
Jiguaní, fue fundado por Miguel Rodríguez, bayamés, mestizo de
español e india que, en 1701, convirtió una parte de su hato Jiguaní
Arriba, en un poblado denominado San Pablo de Jiguaní, habitado
por indios maltratados de la zona de Bayamo " ... como los de Los
Caneyes Arriba, Guaisabana, Caneyes Abajo". El propio Rodríguez se
opuso a la venta de la tierra de los indios de Jiguaní abajo, ganando el
19 de abril de 1702 un pleito que iniciara poco antes en la Audiencia
de Santo Domingo. "Además, en 1703, se les otorga a los indios de
Jiguaní las vegas que se prolongan desde los ríos Cautillo y Jiguaní
hasta el Contramaestre". Nos narra el historiador Sergio Frómeta
Suárez en su obraJiguaní: imagen en el tiempo? Finalmente: "El 23
de junio de 1737, por Real Orden, se le confiere el título de "Muy
Fiel Villa de San Pablo de Jiguaní". En 1740 se crea su Ayuntamiento.
5 El historiador Jorge Ibarra Cuesta sostiene la importancia de las sublevaciones de indígenas
como indicador de la sobrevivencia de un número importante de aborígenes, e inclusive propone
una periodización de ese tipo de resistencia armada, ocurrida durante la primera mitad
del siglo XVI, ver: "Las grandes sublevaciones indias desde 1520 hasta 1540, y la abolición de
las encomiendas", en Ibarra, 1979, pp. 3-38.
6 Frómeta, 2003, p. 13.
7 José Femández Vega: "La Iglesia dentro del surgimiento y formación de Sayama", en revista
A propósito de Bayamo, Bayamo, Ediciones Simiente, Obispado Bayamo-Manzanillo,
1999, p. 3. Citado por Frómeta, 2003, p. 9.
-407 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Más tarde, en el siglo XIX, es citado Jiguaní por Francisco Arango
y Parreño en sus "Observaciones". 8 al Ensayo Político sobre la isla
de Cuba de Alejandro Humboldt:
[ ... ] y, a siete leguas de Bayamo hay todavía un pueblo de indios,
que se llama Jiguaní, que goza de los privilegios que, por las leyes
y otras Reales disposiciones, están concedidas a los indios; consta
de trescientas casas. Pero es casi seguro que desaparecerán, lo
mismo que los de Guanabacoa, por sus continuas mezclas con
blancos y negros.
En torno a la población indígena reunida en el pueblo indio de
Guanabacoa, fundado por acuerdo del Ayuntamiento de la Villa
de San Cristóbal de La Habana, el 12 de junio de 1554, Marcos A.
Rodríguez Villaamil nos relata la dramática historia de los pleitos
por tierras (del pueblo indio de Guanabacoa), recurso principal para
la sobrevivencia de poblaciones aborígenes y uno de los principales
objetivos de la ocupación colonial, que progresivamente despojó
a los habitantes aborígenes (aruacos o descendientes de aquellos)
de su espacio vital, el cual inicialmente comprendía, además de las
fincas de Guanabacoa y Tarraco, donde se instaló el pueblo indio,
otras tierras en Río Bayamo, Yamaraguas (Güines), y en las zonas de
Xiaraco, Managuana o Managua y Bacuranao.
En el siglo XVIII las investigaciones de Alejandro de Humboldt y A.
Bonpland, revelaron la existencia de grandes poblaciones indígenas y
de su cultura en América del Sur. Comenzó, entonces, a despertarse
el interés por su estudio antropológico de parte de los europeos,
y posiblemente de algunos grupos de criollos. En los viajes de A.
Humboldt a la isla de Cuba, en 1800-1801 y 1803, el naturalista
alemán descartó totalmente la sobrevivencia de esos pobladores, y
lanzó la siguiente afirmación:
Como la población primitiva de Las Antillas ha desaparecido
enteramente (los Zambos caribes, mezcla de indígenas y de
negros, habiéndose transportado en 1796 desde la isla de San
Vicente a la de Ratán), se debe considerar la población actual
de Las Antillas (2 850000) como compuesta de sangre europea
y africana. Los negros de raza pura forman casi los dos tercios;
8 Arango, 2005, vol. 11, Observación V, p. 256.
-408-

LOAN lA J. ARUCA ALONSO
los blancos 1/6 y las razas cruzadas 1/7. En las colonias españolas
del continente se hallan los descendientes de los indios,
que desaparecían entre los mestizos y zambos ( ... ); esta idea
consoladora no se presenta en el archipiélago de Las Antillas.
Era tal el estado en que se hallaba allí la sociedad al principio
del siglo XVI, que los nuevos colonos no se mezclaban ya con
los indígenas, exceptuando alguna que otra vez, muy rara, que
lo hacen en el día los ingleses del Canadá. Los indios de Cuba
han desaparecido como los guanches de Canarias, aunque en
Guanabacoa y en Tenerife se han visto renovadas, hace 40 años,
pretensiones 9 falaces en muchas familias que arrancaban al gobierno
algunas pensiones, cortas a la verdad, con el pretexto de que
circulaba por sus venas algunas gotas de sangre india o guanche.
También es oportuno recordar que a las afirmaciones concluyentes
de Humboldt sobre la extinción total de los indígenas de Cuba, se
refirió Francisco de Arango y Parreño en sus Observaciones al Ensayo
Político sobre la Isla de Cuba, escritas en 1827, sobre la primera
edición en español, cito la observación V:
Hasta ayer mañana hubo en Guanabacoa muchas familias de
indios. Yo las alcancé, y el Sr. Barón verá en la Historia de Arrate
que los indios en sus canoas eran los que proveían de agua a esta
ciudad, antes de que se hiciese la Zanja que tenemos hoy; y a
siete leguas del Bayamo, hay todavía un pueblo de indios, que
se llama ]iguaní, que goza de los privilegios que, por las leyes y
otras Reales disposiciones, están concedidas a los indios: consta
de trescientas casas. Pero es casi seguro que desaparecerán lo
mismo que los de Guanabacoa, por sus continuas mezclas con
blancos y negros.
Aquí asoma ya el argumento jurídico (linaje-sucesión-herencia)
de la total desaparición de la "raza pura" entre los descendientes de
aruacos (¿cuál es la "raza pura", atendiendo al color de piel y otrOS
rasgos del fenotipo, sobre todo en Cuba, donde, según Nicolás Guillén,
"quien no tiene de congo tiene de carabalí"?), por motivo del
cruce o mestizaje de "blancos" (españoles, u otros europeos, canarios,
e indios "naturales") con negros (directamente de origen africano o
9 Rodríguez, 2002, ver: "Pleitos por la tierra de los indios", pp. 35-57. Expone su tesis contraria
a tales afirmaciones respaldándola con una cuidadosa documentación procedente
de distintos archivos.
-409-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
descendientes criollos, a veces mestizados con etnias no africanas).
Posiblemente, esto sucedió debido al índice de feminidad decreciente
en los asentamientos aruacos de la región occidental (el secuestro
de las mujeres indígenas fue otra de las violencias que ejercieron
los conquistadores contra la población aborigen) y particularmente
entre los llamados "subtaínos" y "taínos", localizados más próximos
al oriente de la isla de Cuba.
También, con posterioridad a aquel momento se produjo un fuerte
movimiento migratorio externo, migración blanca desde la Península
de La Florida (1763), las partes francesa y española de la isla de La
Española hacia el Departamento Oriental 10 de Cuba, a consecuencia
de la Revolución de Haití (1791-1804) Y del Tratado de Basilea y sus
efectos en Santo Domingo (1795-1796).
Fue entonces (1797-1799), cuando la Real Comisión de Guantánamo
realizó en la isla de Cuba, el levantamiento de todos los realengos
existentes en Guantánamo, Sagua de Tánamo, Mayarí y Nipe con el
supuesto propósito de entregarlos a los nuevos inmigrantes blancos,
franceses y también a los desplazados españoles que deseaban mantenerse
fieles al rey Carlos IV.
Por aquellos años, se fomentó una política de incremento de población
blanca con nuevos objetivos y funciones dentro de la estructura
económica y social del Departamento Oriental, que contrapesaba la
entrada acelerada y masiva de esclavos africanos negros en el Departamento
Occidental. Los franceses, principalmente provenientes
de Saint Domingue, se dedicarían a los cultivos comerciales de café
y añil, orientados hacia la exportación, y, desde luego, utilizaban
mano de obra esclava africana. Estas nuevas actividades debilitaron,
paulatinamente, las zonas de producción tabacaleras establecidas en
las montañas.
En Bayamo, Holguín y Santiago de Cuba, ese producto, auténticamente
cubano, en el que se utilizaba mano de obra indígena, era
vendido y enviado con cierta regularidad al Real Estanco -instaurado
en La Habana desde 1717 y que poseía representación en distintas
localidades de la Isla- para la exportación de la hoja hacia Sevilla,
a través del puerto de La Habana. Desde 1760, aproximadamente,
la producción tabacalera se destinó a la factoría habanera, según
testimonian algunos especialistas en la historia del tabaco. Sin embargo,
considero que este proceso todavía no ha sido suficientemente
10 Humboldt: Población, 1960, capítulo 111, pp. 75-76.
- 410-

LOAN lA J. ARUCA ALONSO
estudiado, a pesar de su importancia porque se fomenta la aparición
de una estructura comercial a escala local, interregional, que abarcó
una parte la Isla, bajo el monopolio de la Real Hacienda, que fue
administrado de modo directo por ella, o indirecto, por diversos
agentes privados.
Los estudios históricos económicos, sociales y culturales, en torno
al Departamento Oriental, aún no son suficientemente detallados y
profundos en relación con el tabaco, su transformación en producto
de lujo, con destino al comercio intraimperial, y por este motivo, está
limitada la formulación de hipótesis más completas acerca de ¿cuál
fue la base económica de los pueblos de indios fundados por los
colonizadores españoles en la región más densamente poblada
por los taínos, los pueblos más avanzados, agricultores y ceramistas, descritos
por Cristóbal Colón? Es posible que antes de las transformaciones
sucedidas a finales del siglo XVIII, existieran, además de los cultivos de
subsistencia, alguna porción importante de tierra dedicada a la siembra
y cultivo del tabaco, al igual que a la ganadería, recientemente
asimilada por los nuevos vasallos del rey español.
Aunque, los hábitos y habilidades para la recolección de moluscos,
la pesca, el cultivo de peces, la caza de aves, la navegación costera,
etcétera, no se afirma, en parte alguna, que hayan desaparecido de
la vida cotidiana de los descendientes mestizados o no, de los aborígenes
cubanos. Habrá que desarrollar nuevos estudios centrados en
la localización, descripción y análisis de estas poblaciones dispersas
de aruacos cubanos para obtener conclusiones más sustanciosas que
las que actualmente circulan entre nosotros.
El estudio del origen y evolución del mito de la Virgen de la Caridad
del Cobre descrito por la historiadora Oiga Portuondo Zúñiga,l1
revela con pruebas documentales suficientes el proceso de transculturación
ocurrido entre culturas diversas (aruaca, española, africana)
que confluyen en un legado espiritual que trascendió las primeras
etapas coloniales, atraviesa por los difíciles años de las guerras de
Independencia, y se consolidó al inicio de la República (1918) como
11 El mito de la Virgen de la Caridad del Cobre está vinculado a los siguientes símbolos
culturales: una figura femenina sagrada (Virgen de la Caridad). flotante; a la navegación
en canoa utilizada por los aruacos, en la Bahía de Nipe, al norte de la isla de Cuba: los
protagonistas del drama son dos indígenas taínos vecinos del pueblo indio San Luis de los
Caneyes (conocedores de las rutas terrestres y marítimas); y un niño criollo descendiente
de africano negro, que es esclavo del rey en las minas del Cobre, lugar que modifica
("criolliza") la identificación de la Virgen católica originalmente española.
- 411 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
un destacado indicador de la cultura e identidad nacional, y pasa a la
historia científica como un símbolo de nuestra nación y nacionalidad.
En 1837, los descendientes de los aborígenes cubanos sufrieron un
nuevo y definitivo despojo de sus tierras, al plantearse la caducidad
de las mercedes concedidas por el soberano español a sus antecesores,
precisamente debido a la falta de pureza de su raza, ya mezclada con
otras. ¿A qué pueblo si no al cubano pertenecían los descendientes
de aruacos, cuyas raíces se hundían en un pasado de más de siete
siglos de antigüedad antes de la llegada del primer europeo, y con
este último de los inmigrantes forzados africanos y canarios?
Revisión parcial de la Colección Manuel Rivero de la Calle de la
Biblioteca Nacional "José Martí" (BNJM). Documentos, publicados
e inéditos, sobre estos problemas historiográficos que se hallan en
la colección:
Se revisó cuidadosamente los siguientes documentos, folletos y
libros de la citada Colección:
1) MANuEL RIvERO DE LA CALLE: "Los aborígenes de Cuba; estudio
histórico etnográfico", t. 1, La Habana, 1963. Paginación varia.
Texto en español del trabajo publicado en el libro Cuba, por
el historiador etnográfico Miklujo Machali de la Academia de
Ciencias de la URSS, Moscú, 1961, pp. 159-190. A la cabeza
del título: Universidad de La Habana, Facultad de Ciencia.
(Sala de Etnología, BNJM).
2) : Las culturas aborígenes de Cuba, 1966.
3) : "Los indios cubanos de Yateras", en Revista
Santiago (10), pp. 151-174, 1973; mar 73. Santiago de Cuba.
(Sala de Etnología, BNJM.).
4) : "Notas sobre la antropología aborigen de
Cuba", 1986. Exposición nacional de artesanía, La Habana,
Palacio de Bellas Artes, (Inédito).
Expediciones y exploraciones previas a 1964 estudiadas y sintetizados
sus aportes por M. Rivero de la Calle:
1) MIGUEL RODRÍGUEZ FERRER: Español, 1847, visita San Anselmo
de Tiguabos y San Andrés y otros sitios en las montañas de
Sagua Baracoa, "donde pudo conocer a los descendientes
de Esteban Rojas y Aranda, quien había comprado unos
terrenos en el hato de Tiguabos en marzo de .1798". Rodríguez
Ferrer afirma que los miembros de esta familia son restos de
la raza indígena a que perteneció este país y que por su gran
incomunicación ha sido de los más puros que he podido
- 412-

LOAN lA J. ARUCA ALONSO
descubrir y observar en mis viajes por esta Isla ... Desgajada
esta colonia del Caney y de los Tiguabos, el fundador dejó
siete hijos y una hembra, cuarenta y tres nietos y sesenta y
cuatro bisnietos que no menos afianzaban su segunda y tercera
. ~
generaclOn ".
2) HENRIY. DUMONT: Médico francés, 1868. Declara lo siguientes
"Los indios, la raza indígena que primitivamente pobló la
isla, tienen todavía algunos representantes en el interior de
la misma: pero .donde abundan con más frecuencia es en el
departamento oriental del territorio cubano, siendo más raro
sus ejemplares en la parte occidental", (p. 11.)
3) JosÉ MARTÍ y PÉREZ: Patriota cubano, escritor y poeta, mayor
general del Ejército Libertador, escritor y periodista. 1895,
"nos lo describe cuando está atravesando la zona de Yateras en
su magnífico Diario de Cabo Haitiano a Dos Ríos. 10 (...) "nos
habla de personas con características indígenas y también de
los indios de Garrido". Martí conoce bien los rasgos indígenas
de las poblaciones continentales de Centro América.
4) STEWART CULIN: Profesor de la Universidad de Pennsylvania, 1901.
Visita Yateras y describe a los descendientes de los indígenas cubanos
"(...) tienen el pelo negro, son apacibles, de color carmelita y
de complexión mediana. Sus familias son numerosas y en algunas
casas he visto tres generaciones. Tienen las costumbres de la Isla y
muchos hombres andan con el pecho desnudo y los niños andan
sin ropa". S. Culin: "The indians of Cuba" 1902, Bulletin of the
Free Museum of Science and Art, University of Pennsylvania, 3,
1902, pp. 185-226.
5) ALBERTO SOLER SUNSARREN: historiador de Guantánamo, 1938.
Describe a los indios de Yateras: "(...) medianos de estatura,
color moreno, buenas facciones, cabellos gruesos, lacios y
negros". Estas indias nosotros las pudimos conocer también
en el año 1964 y conservaban aun negros sus cabellos (M.
Rivero de la Calle, 1973, p. 155).
6) HlRAM VALDÉS BERTRAN: 1947 .... miembro de la extinguida
Sociedad Espeleológica de Cuba, que visitó la zona a mediados
de diciembre del 1940 ... calcula la cantidad de indios puros
en Yateras en unos 300-400 individuos, pasando a señalar que
"el pequeño grupo puro no mantiene relaciones con nadie y
son los que más apartados viven, rehuyendo el trato de cuantos
se les acercan ... casi todos se apellidan Rojas, Ramírez o
Pérez y muchos viven hasta edad muy avanzada. Las mujeres
-413 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
comienzan la vida sexual desde muy temprano, por lo general
de los 12 a los 13 años, y se unen lo mismo a un joven que a un
viejo. Los hombres a veces se unen a una mujer que tienen varios
hijos mayores que él". H. Valdés Bertrán, "¿Existen indios en
Cuba?". Revista Lux, La Habana, pp. 12-13. (En: M. Rivero
de la Calle, 1973, p. 155).
7) FELIPE PrcHARDO MOYA: Abogado, escritor y periodista. (Camagüey,
1892, La Habana, 1957). En su obra Los indios de
Cuba en sus tiempos históricos, 1945, analiza con detalle toda
una serie de referencias históricas sobre la existencia de los
indios en Quivicán, Yaraguas, así como en Caujerí y Yateras ...
"explica como en el año de 1826, su abuelo Francisco Pichardo
Tapia, presentaba ante la Real Audiencia de Puerto Príncipe (Camagiiey)
una exposición de los agravios de los indios del Caney,
en defensa de sus tierras". (M. Rivero de la Calle, 1986, p. 12).
8) MARK R. HARRINGTON: 1945. "Los descendientes de los indios
no son tan raros, por cierto, en la región de Baracoa, pues
en un día de viaje puede uno observar, caminando en todas
direcciones, el paso de muchas personas de rasgos acentuadamente
indios" .... "En algunos pueblos sus habitantes parecen
ser casi indios puros, como por ejemplo en el de Yate ras,
situado detrás de Guantánamo, al que Culin hizo una visita
poco satisfactoria y del que proviene Victoriana, cuyo retrato
con su esposo español puede verse en la lámina XXVI".
9) FERNANDO ORTIZ FERNÁNDEZ: Abogado, polígrafo, 1940. " ... no es
imposible que los haya más o menos mestizados por cruces con
blancos y negros. Pero lo importante es poder decir son ésos; es
decir son verdaderos descendientes de indios yucatecos que
a mediados del siglo XIX fueron traídos a Cuba". (Entrevista
de Lisandro Otero Masdeu: "Mentiras y ficciones en la
historia de los indios cubanos", en Bohemia, 40, (33): 6-10.
"Nosotros no compartimos estas ideas de Ortiz y más adelante
nos referiremos al problema de los yucatecos en Cuba". (M.
Rivero de la Calle, 1973, pp. 156-157).
10) IRVING ROUSE: "The arawak", Bulletin 143. Handbook of
South American Indians, vol. 4, Bureau of American Ethnology,
Smithsonian Institution, 1948, pp. 507-546. (Sin
comentarios. )
11) R. R. GATES: Genetista. Inglés. Dpto. de Antropología de la
Universidad de Harvard, 1952. "En nuestra opinión el mérito
- 414-

LOAN lA J. ARUCA ALONSO
del trabajo de Gates, fue que dejó aclarada, en forma definitiva,
la situación dudosa que había sobre este problema de los
descendientes de los indios. A este respecto en las conclusiones
de su trabajo afirma en forma categórica: Que los indios de
Cuba fueron exterminados alrededor del año 1600 D.c., no
es realmente cierto. Publicó Gates otro trabajo sobre los problemas
del mestizaje de los indios (cubanos) con los negros y
los chinos, donde se prueba que son posibles de verificar las
diferenciaciones específicas entre cada uno de estos cruces.
Este investigador "( ... ) trabajó fundamentalmente en la zona
de Caridad de los Indios y también en Baracoa, Yara, El Caney,
Guantánamo y Prestan (Banes, Holguín), todas localidades de la
provincia de Oriente (antes de la División Político Administrativa
1976), por lo que se pudo llevar una visión global de los problemas
étnicos de la provincia". Detectó que los apellidos Rojas y
Ramírez son muy antiguos en la zona de Yateras.
CRITERIOS DE RIVERO DE LA CALLE
Una de las causas que en el país motivó cierto escepticismo acerca de
la sobrevivencia de posibles descendientes de nuestros aborígenes,
fue el desconocimiento de toda una serie de investigaciones antropológicas
realizadas a partir de 1952 e iniciadas en esa fecha por
el genetista inglés R. R. Gates han recibido poca difusión en Cuba.
A esto se une que el polígrafo Don Fernando Ortiz, fue siempre
contrario a aceptar la supervivencia indígena y naturalmente no se
puede negar la influencia que su enorme prestigio científico ejerció
durante varias décadas en las ciencias antropológicas.
CONCLUSIONES
Consideramos de gran interés para la Historia de Cuba, el estudio
y la divulgación de los trabajos y opiniones de Manuel Rivero de
la Calle acerca de los primitivos habitantes de la Isla; en particular,
nos parece que la historia regional y local se podría enriquecer notablemente
con los mentados estudios. Inclusive, se podrían definir
genealogías de familias de ascendencia genética aruaca verificada por
- 415-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
pruebas de ADN, a partir de los acercamientos de Rivero de la Calle
a los orígenes y la evolución histórica de una parte de la población
cubana, casi siempre campesina, principalmente dispersa en los municipios
orientales, sobre todo en las montañas de las provincias de
Guantánamo y en Santiago de Cuba.
Es importante señalar y reconocer que la historia agraria y rural
de Cuba está aún "en pañales", al igual que la historia social, por lo
que no se pueden establecer con claridad hipótesis acerca del origen
y la evolución durante la colonia y la etapa postcolonial de esos
asentamientos, o localidades.
No nos parece acertado, y mucho menos científicamente válido,
continuar afirmando en nuestra historiografía contemporánea, que
en Cuba los aborígenes fueron extinguidos totalmente durante la
conquista española, en la primera mitad del siglo XVI, o, en etapas
posteriores; así como negar su presencia biológica en la población
cubana actual, mestizada, particularmente en las provincias orientales.
Los recientes estudios del genoma cubano contradicen tales ideas
concebidas y divulgadas a finales del siglo XVIII, como se ha indicado
en párrafos anteriores.
Tampoco comparto el criterio de negar, o, minimizar, la influencia
de los aborígenes cubanos y sus descendientes en la creación de la
nación y cultura cubana actual, cuando aún no se han completado
los estudios necesarios (en particular las investigaciones de campo
en zonas rurales montañosas) para llegar a tan abarcadoras conclusiones,
y por tanto no se presentan argumentos suficientes para
aceptarlas como verdades científicas. Hasta el momento, se puede
aseverar con cierto grado de corrección que los pueblos aruacos se
encuentran entre los primeros que navegaron en el Mar Caribe, y
que posiblemente ellos descubrieron y poblaron por primera vez el
archipiélago cubano, al igual que el resto de las Antillas Mayores y
Menores. Igualmente, se sostiene la afirmación de que históricamente
ellos constituyen nuestra primera raíz biológica y cultural, a la cual se
añadieron y mezclaron las que proceden de los españoles (incluidos
forzadamente, por conquista, entre estos últimos los inmigrantes
canarios), y de los africanos.
Finalmente, debo aclarar que: estimo como no fundamentada, por
tanto desacertada y desactualizada, cualquier acusación de "evasión
intelectual", o, de "discriminación racial" contra los africanos negros,
o, su descendencia criolla (mestizada), y su/s correspondiente/s
cultura/s, que se haya esgrimido en el pasado (Ortiz, Carpentier,
otros), o, que aún se esgrima contra los estudiosos cuyas investiga-
- 416-

LOANIA J. ARUCA ALONSO
ciones, de cualquier tipo, incluidas las arqueológicas, antropológicas
e históricas, tengan como objeto de estudio a nuestros aborígenes,
o sus descendientes (mestizados), su legado cultural, y considero de
la mayor importancia y valor científico tales trabajos para la más
completa definición de lo cubano y la cubanía.
No me siento inclinada, a dar crédito a comparaciones entre culturas
originarias americanas "más desarrolladas" o "altas culturas"
y otras "menos desarrolladas" (Morejón, 2005), para medirlas así,
competitivamente, a la manera occidental. Pues, cada una de ellas
tenía su particular y especial sabiduría alrededor de un ambiente
en el que predominaba y al que tenía que adaptarse desarrollando
variaciones de su esencia original. En el caso de los pueblos aruacos,
por ejemplo, el dominio de la construcción de canoas monoxilas,
de la navegación en los grandes ríos de la Amazonia y sobre las
corrientes marítimas (Corriente del Golfo) en el Mar Caribe, entre
los huracanes, así como el dominio de la geografía y la creación de
una toponimia descriptiva de la región antillana, que sobrevive hasta
hoy día en nuestro Archipiélago cubano y algunas otras islas de las
Antillas y las Bahamas (siempre y cuando no fueron modificados
por nombres en las lenguas metropolitanas), fue admirada tanto por
Cristóbal Colón y sus pilotos, como por los más contemporáneos
expedicionarios y navegantes.
Prescindiendo de prejuicios culturales o intelectuales, necesariamente
sobreseídos a esta altura del siglo XXI, debemos admitir que
todavía falta mucho por hallar, estudiar e interpretar acerca de los
pueblos aruacos, su cultura y sus variantes específicas, antes de que
lleguemos al momento de establecer parámetros científicos y criterios
valorativos que nos permitan hacer comparaciones justas.
Además, ante el volumen de evidencias y análisis aportados por el
doctor Manuel Rivero de la Calle, por sus antecesores y por quienes
posteriormente han continuado realizando y enriqueciendo sus hipótesis
y tesis en nuestro país, deben considerarse estos trabajos y sus
resultados, publicados o no, con la atención y el rigor que merecen,
sobre todo en el momento de expresarnos acerca de la Historia Antigua
de Cuba, de su descubrimiento y poblamiento original, así como
del proceso de creación de la nacionalidad, nación y cultura cubanas.
-417 -

LA GENÉTICA: UN NOVEDOSO CAMINO
HASTA NUESTROS ANCESTROS
Beatriz Marcheco Teruel*
¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? Estas han sido interrogantes
ancestrales de nuestra especie, y a tal intelección se han dedicado
buena parte de los filósofos y cientistas sociales, los biólogos y también
los teólogos. Lo realmente novedoso es que Genética hoy nos
actualiza tan decisivas preguntas, desde un punto de reflexión que
hasta ahora no habíamos podido vislumbrar. La nueva pregunta
recoloca la indagación hacia el propio sujeto humano: ¿Es posible
que podamos encontrar parte de la respuesta en nosotros mismos?
Los genes 1 son el vehículo que traslada información de una generación
a la siguiente y garantiza el parecido entre los miembros de
una especie. Mientras más genes comparten los individuos, mayores
serán sus semejanzas. Mientras más cercanas son las relaciones
de parentesco entre las personas, mayor será el número de genes en
común. Se estima que los seres humanos poseen alrededor de 25 mil
en su genoma.
Están compuestos por ADN (ácido desoxirribonucleico) y están
ubicados en el núcleo de todas las células del organismo. Si estirásemos
el ADN empaquetado en el núcleo de la célula, comprobaríamos
que mide aproximadamente 2 metros, esa es la longitud del llamado
Doctora en Ciencias Médicas. Especialista de 1 er y 2do grados en genética clínica. Doctora
en Medicina, 1994. Profesora Titular de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana.
Investigadora Titular. Directora del Centro Nacional de Genética Médica. Presidenta de la
Sociedad Cubana de Genética Humana.
Los términos técnicos de la Genética se han incorporado al vocabulario que se anexa.
-418 -

BEATRiz M ANCHECO TERUEL
"libro de la vida". Cada célula contiene la misma información genética
que se necesita para especificar todos los procesos del desarrollo
desde la formación del embrión hasta la reproducción. Hoy
se conoce que además del ADN presente en el núcleo de las células,
existe también ADN en las mitocondrias (pequeño organelo situado
en el citoplasma celular). Pero a diferencia de los genes nucleares,
los genes mitocondriales se heredan casi exclusivamente a partir del
óvulo. Por consiguiente, es una información que se recibe, únicamente
a través de la madre.
Obra del artista holguinero Jorge Luis Codina
Martínez.
AONmt molécula.
- 419-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Membrana
externa
Mitocondria.
Desde hace ya varias décadas, la antropología biológica y otras
disciplinas comenzaron a utilizar marcadores genéticos moleculares
en estudios poblacionales. Estas investigaciones permiten estimar
la frecuencia, distribución y evolución diferencial de ciertos marcadores
genéticos en diferentes poblaciones del mundo, con el fin
de responder a interrogantes específicos sobre la historia evolutiva del
género humano y su proceso de dispersión del género Horno, sus diferentes
migraciones y los procesos demográficos que contribuyeron
a conformar su estructura poblacional actual. Un trabajo pionero en
el análisis del ADN mitocondrial de poblaciones humanas modernas
fue publicado por Rebeca Cann y colaboradores en 1987, que aportó
datos sustanciales para comprender el origen del género Horno en
África y su dispersión global. Este estudio de los genes mitocondriales,
en grupos poblacionales de las diferentes regiones del mundo,
ha permitido establecer la teoría de la "Eva mitocondrial", un único
antepasado común del cual desciende el ser humano actual.
En la información genética de los cubanos es posible encontrar hoy
información sobre sus ancestros. Nuestra región geográfica -América-
ofrece un escenario ideal para estudiar el mestizaje presente en
el ADN, pues posee una población en la que la mezcla de diferentes
grupos humanos -nativoamericanos, europeos, asiáticos y africanos-
tuvo lugar en un pasado relativamente reciente. Esto hace
posible, que sus actuales generaciones cuenten con regiones en el
genoma donde la información genética se ~onserva de tal manera,
que puede estimarse en cada individuo el porcentaje de genes que
corresponde al grupo o a los grupos étnicos que le originaron. En
América Latina y el Caribe ya existen experiencias de estos estudios
-420-

BEATRíz MANCHECO TERUEL
en varios países, en particular en Argentina, México, Puerto Ric0 2
y República Dominicana. 3
Cuba, en particular, es uno de los pocos países que presenta a los
investigadores condiciones ideales para estudiar la relación entre
origen étnico y predisposición o aún protección a padecer un grupo
de enfermedades que hoy se conoce están influidas por variaciones
a nivel de los genes y que difieren entre poblaciones.
La presencia en el material genético de las actuales generaciones
de cubanos de ancestros de origen africano, europeo y nativo americano
con su influencia asiática (según se supone ocurrió con los
primeros pobladores de la región), da lugar a un mosaico étnico
único que unido al hecho de que la "mezcla" ha tenido lugar en
generaciones relativamente recientes, ofrece un escenario ideal para
trazar la relación entre variaciones genéticas humanas y su relación
con la salud/enfermedad así como dilucidar genes relacionados con
el color de la piel.
La posibilidad de realizar tales estudios genéticos utilizando el
método de "mapeo del mestizaje étnico con marcadores de ADN
informativos para el origen ancestral" no es válida en cualquier
población. Es un método que ofrece resultados solamente en aquellas
poblaciones en que la mezcla étnica ha tenido lugar durante un
período aproximado no mayor de quince generaciones.
Nuestro país ofrece un escenario particular dado el mestizaje de su
población. En la primera mitad del siglo xx, el eminente investigador
cubano Fernando Ortiz en su ensayo "El pueblo Cubano" expresaba:
Z Los estudios del especialista en genética Juan Carlos Martínez Cruzado, de la Universidad
de Puerto Rico, recinto de Mayagüez, catalogados como "preliminares", han revelado
que el 62 % de los puertorriqueños tiene herencia indígena por vía materna, 27 %
africana y el 11 % caucásica (Recent Research Contributions of Genetics to the Studies
of Population History and Anthropology in Puerto Rico, Profiles, vol. 1, no. 2, august 15,
2000, http://www.taino-tribe.org/faq2.html). Otro estudio liderado por el doctor Carlos
Bustamante, de la Universidad de Stanford, parte del Proyecto 1000 Genomas (1000
Genomes Project) plantea que en promedio, el genoma boricua es entre 10-15% indígena,
en su mayoría de origen taíno (Mónica 1. Feliú-Mójer: El mapa de nuestro gen taíno, http://
www.cienciapr.org/es/external-news/el-mapa-de-nuestro-gen-taino).
3 Está en curso una investigación similar en República Dominicana, por un equipo de investigadores
de la Universidad de Puerto Rico, recinto Mayagüez, y la dominicana Universidad Central
del Este (UCE), y que comprende un total de 1, 200 muestras en todo el país, de las que hasta
ahora se han tomado 538. Los resultados preliminares permiten sugerir que entre 15 y 18 % de
la población dominicana tiene ascendencia taína directa por línea matema. Ver: Javier Valdivia:
El estudio demuestra que parte de los dominicanos conserva genes taínos, Listin Diario, Santo
Domingo, 7 agosto 2013, http://www.listindiario.com.do
- 421 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
" ... Todas las grandes razas clásicas parece que se han dado cita para
cruzarse y entrecruzarse, formando una confusa maraña étnica que
constituye a su vez la base [numérica] de nuestro pueblo. Blancos,
negros y amarillos y, aunque en ínfima cuantía, también cobrizos; Europa,
África, Asia y América, han fundido sus razas en el crisol cubano".4
EL PARECIDO ENTRE LOS SERES HUMANOS
DE DIFERENTES REGIONES DEL MUNDO
Uno de los hallazgos más significativos en los estudios de la genética
en las poblaciones humanas, es la demostración de que la diversidad
genética es mayor entre individuos de una misma población local,
comparada con la diversidad entre poblaciones de una misma región
o con poblaciones de otras regiones geográficas.
El comportamiento de las frecuencias alélicas de marcadores genéticos
utilizados para medir la diversidad genética humana en todas
las poblaciones, muestra que 10 % de la variación tiene lugar entre las
mayores regiones geográficas (entiéndase continentes), 5 % de la
variación ocurre entre poblaciones locales dentro de una región
y 85 % tiene lugar entre individuos de una misma población local. 5
La mayor variabilidad y, por tanto, diversidad en las características
genéticas, se aprecia en poblaciones con mayor presencia de genes
de origen africano.
El color de la piel es una de las características más visibles de los
seres humanos y ha' sido ampliamente utilizada como criterio para
definir, de modo no consistente, las "razas" humanas. Las evidencias
científicas muestran que el color de la piel es un rasgo adaptativo
y está relacionado con la regulación a la radiación ultravioleta que
penetra el integumento (envoltura). La pigmentación de la piel es
un rasgo adaptativo y lábil, que ha cambiado más de una vez en el
proceso de evolución humana, y que actualmente no posee valor para
determinar las relaciones filogenéticas de los humanos modernos.
La distribución geográfica del color de la piel de los humanos
es uno de los mejores ejemplos del efecto de la selección natural
4 Fernando Ortiz: El pueblo cubano, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1992, p. 14.
5 John H. Relethford: "Apportionment of Global Human Genetic Diversity Based on Craniometrics
and Skin Color", American Journal of Physical Anthropology, USA, 2002, 118,
pp. 393-398.
-422 -

,
BEATRiz MANCHECO TERUEL
que tiene lugar a partir de una fuerte interrelación entre fenotipo
y ambiente. Las radiaciones ultravioletas tienen mayor incidencia a
nivel del Ecuador y disminuyen a medida que se distancian de este.
Las investigaciones evidencian que el color de la piel es más oscuro
en el hemisferio Sur que en el Norte, en la latitud equivalente, y se
ha explicado que estas diferencias hemisféricas están originadas por
mayores niveles de radiación ultravioleta en el hemisferio Sur, debido
a factores como la concentración de ozono, la turbidez atmosférica
y la distancia de la tierra al sol, entre otros. 6
En el campo de la genética y de las investigaciones biomédicas uno
de los problemas con el uso de la palabra "raza" como identificador
para clasificar individuos, es la ausencia de una clara definición de
este término.? Históricamente, la "raza" ha sido clasificada sobre la
base de características socioculturales y biológicas que incluyen cultura,
religión, etnicidad, origen geográfico, así como la morfología
y el color de la piel. Ahora bien, estas dos últimas no se consideran
buenos indicadores para la descripción racial, porque son el resultado
de la adaptación a condiciones ambientales y pueden estar sujetas a
evolución convergente.
Los paradigmas de la identidad humana basada en el concepto
"raza" como constructo biológico y sociocultural pueden ser cuestionados
a la luz de la información disponible sobre las variaciones
genéticas encontradas en la secuencia del genoma humano. Su
secuenciación ha mostrado que los seres humanos son idénticos
en 99, 6 % y 99, 8 % de su material genético. El 0, 2 % al 0, 4 %
restante, que indica lo diferente en cuanto a las bases nitrogenadas
que conforman el ADN, da lugar a unos diez millones de variantes
en características humanas, sobre la base de las cuales se explica la
biodiversidad de nuestra especie.
LAS NUEVAS TECNOLOGíAS DE LA GENÉTICA
Las nuevas tecnologías de la genética facilitan el estudio de la mezcla
étnica y el origen ancestral de determinadas poblaciones. Los avances
6 R. L. McKenzie and J. M. Elwood: "Intensity of solar ultraviolet radiation and its implication
for ski n cancer", N. Z. Med. J., Nueva Zelanda, 1997, 103, pp. 152-154.
7 S. Collins, Francis: "What we do and don't know about 'race', 'ethnicity', genetics and
health at the dawn of geno me era", Nature Genetics Supplement, vol. 36, no. 11, USA,
november 2004, pp. s13-s15.
-423 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
en la tecnología para el estudio del ADN han permitido incorporar
recientemente marcadores genéticos informativos para el origen
ancestral, que contribuyen a caracterizar la estructura genética de
las poblaciones y a localizar genes asociados a la susceptibilidad para
enfermedades que afectan desproporcionadamente a poblaciones
específicas, susceptibilidad que se origina a partir de las variaciones
genéticas en interacción con el ambiente y que muestran a su vez,
diferencias entre grupos étnicos y aún entre poblaciones.
Las características propias del origen de la población cubana anteriormente
mencionadas, la disponibilidad de herramientas moleculares
para abordar el ADN y la posibilidad de diseñar un estudio que
incluyera una muestra representativa de individuos cubanos, unido
a las ventajas que posee la organización del Sistema Nacional de
Salud y Sociedad en general, así como el reto de caracterizar cada
vez más el patrimonio genético de la nación y prepararnos para
abordar el reto de los problemas de salud que constituyen hoy las
primeras causas de muerte en los países de mayor esperanza de vida,
han constituido las principales motivaciones para la realización de
estudios sobre el mestizaje, a nivel de la información genética, de la
población cubana actual y su relación con el color de la piel y con
mediciones cuantitativas de la pigmentación de la piel.
Además de la utilidad que puede representar para la ciencia médica,
finalidad para la que fueron realizadas estas investigaciones, esa
información posee, en el contexto de la caracterización del patrimonio
genético de la nación, la intención de contribuir, a partir de la
evidencia científica obtenida, a diferentes estudios antropológicos,
etnológicos y socio-culturales sobre el mestizaje de los cubanos, o
a confirmar sus resultados. Intenta igualmente servir a los investigadores
de las ciencias sociales, intelectuales y personas interesadas
en el tema para continuar alimentando el conocimiento de nuestras
raíces e identidad como pueblo.
AÑO 2007: PRIMER ESTUDIO EN CUBANOS
En la medida en que aumenta la esperanza de vida de una población,
se incrementa la prevalencia de un grupo de enfermedades
que comienzan en edades avanzadas, entre ellas la demencia. Como
parte de un estudio relacionado con los factores de riesgo para el
Síndrome Demencial y partiendo de la hipótesis -basada en el hecho
-424-

BEATRiz MANCHECO TERUEL
comprobado de que esta enfermedad es más frecuente en personas
de piel blanca- de que una mayor proporción de genes ancestrales
africanos en el genoma de un individuo podría significar un menor
riesgo para padecer de demencia, fueron estudiadas 531 personas,
residentes en la ciudad de La Habana y la provincia de Matanzas,
cuyos padres y abuelos procedían de todas las provincias del país y
aun de países como España, Jamaica, China, Puerto Rico, Turquía,
Siria y Colombia.
CARACTERíSTICAS GENERALES
DE LAS PERSONAS ESTUDIADAS
La muestra estuvo compuesta por individuos de 65 y más años, que
es la edad a partir de la cual la demencia es más frecuente; 67 % de
las personas estudiadas fueron mujeres; 46 % de los participantes
tenía entre 65 y 74 años y el otro 54 % contaba con 75 o más años;
3, 2 % de los encuestados refirió no estar escolarizado, 23, 8 % no
llegó a concluir la educación primaria, 31, 4 % alcanzó ese nivel
de ~nseñanza, 24,3 % terminó la secundaria, y el resto terminó el
preuniversitario o el nivel superior. El color de la piel -según la percepción
de los médicos que participaron en la investigación- permitió
distribuir la muestra en 368 individuos de piel blanca, 69 mestizos y 101
negros. (Tabla 1).
Tabla no. 1. Características de las personas estudiadas
Género
Edad
Escolaridad
Color de la piel
Masculino
Femenino
65-69
70-74
75-79
80 Y más
Ninguna
Primaria sin concluir
Primaria
Secundaria
Medio superior y superior
Blanca
Mestiza
Negra
33 %
67%
21,9 %
24,1 %
18,2 %
35,8 %
3,2%
23,8 %
31,4 %
24,3 %
17,3 %
62,5 %
11,7%
25,8 %
-425 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
METODOLOGíA UTILIZADA PARA EL ESTUDIO
DEL MESTIZAJE ÉTNICO
El estudio del ADN (a partir de una muestra de sangre tomada con el
consentimiento de cada participante) se realizó a través de marcadores
genéticos que se han utilizado en diferentes poblaciones, porque permiten
diferenciar adecuadamente en el genoma la información que procede de
ancestros africanos, europeos y nativo-americanos. En este último caso, el
comportamiento de estos marcadores, o sea la frecuencia de sus variantes,
es muy similar a la de las poblaciones de origen asiático.
Se utilizaron sesenta marcadores que fueron capaces de rastrear el
origen ancestral en veintidós de los veintitrés pares de cromosomas
humanos. El análisis de los resultados se realizó con un programa
estadístico computarizado diseñado para estos fines, 8 que permite calcular
para cada individuo su proporción de genes de origen africano,
europeo y nativo-americano, y asimismo analiza estas proporciones
para la muestra en general. Es capaz, además, de estimar el número
de generaciones durante las cuales ha tenido lugar la mezcla que
origina las proporciones actuales de mestizaje.
HALLAZGOS DE LA INVESTIGACiÓN
El mayor hallazgo de la investigación, y el que, en nuestro criterio,
podría ser de más utilidad para los estudios antropológicos, sociológicos
y de otras ciencias sociales, es que en todos los individuos
estudiados estuvieron presentes, a la vez, genes ancestrales africanos
y genes de origen europeo.
Para la muestra en general, o sea, las 531 personas, sin distinción
de color de la piel, la proporción del mestizaje fue la siguiente: como
promedio, 73, 8 % de los genes ancestrales fueron de origen europeo,
16, 8 % de origen africano y 9, 4 % de origen nativo-americano. Según
la pigmentación epidérmica, se manifestó de la siguiente manera:
1. Color de la piel blanca
En las personas analizadas dentro de este grupo, 91 % de sus
genes ancestrales fue, como promedio, de origen europeo
8 Se utilizó el programa ADMIXMAP. basado en un algoritmo que modela la mezcla étnica
a partir de métodos bayesianos combinados con modelos de regresión logística.
-426-

BEATRiz MANCHECO TERUEL
y 5, 8 % de origen africano. Sin embargo, individualmente, la
cantidad de genes europeos va desde 24, 4 % hasta 98, 7 %,
mientras que la proporción de genes africanos oscila desde O, 7 %
hasta 72, 7 %. Resulta de interés el hecho de que once individuos
de piel blanca tienen más de 30 % de sus genes de origen
africano y, de ellos, cuatro con más de 5 O %, o sea, a pesar
de la tonalidad de su piel, la mitad de sus genes provienen del
llamado "continente negro".
2. Color de la piel negra
Los individuos de piel negra mostraron, como promedio,
que 45 % de sus genes ancestrales son de origen europeo y
49.6 % de origen africano. La proporción de genes europeos
en personas de piel negra fue desde 12, 3 % hasta 98, 7 % y
la de genes ancestrales africanos, desde O, 7 % hasta 86, 8 %.
De los 101 individuos de piel negra estudiados, 75 mostraron
más de 30 % de sus genes de origen europeo y, de ellos, diez
tienen más de 85 % de sus genes ancestrales con ese origen.
3. Color de la piel mestiza
Los individuos de piel mestiza mostraron, como promedio,
64 % de sus genes ancestrales de origen europeo y 28,6 % de
origen africano. La proporción de genes de origen europeo
en estos individuos varía desde 19,6 % hasta 96,9 % y la de
origen africano desde 2, 4 % hasta 70, 2 %. En 49 individuos
mestizos se encontró que más de 50 % de sus genes ancestrales,
son europeos.
El análisis estadístico permitió conocer que el proceso de mezcla
de genes que da origen a este mestizaje, ha tenido lugar durante siete
generaciones, lo que equivale aproximadamente a 200 años.
OTROS HALLAZGOS
La circunferencia craneana y la longitud de las extremidades mostraron
mayores valores en los individuos con mayor porcentaje de
genes de origen ancestral africano. El nivel de triglicéridos (variante
de grasa que almacena el organismo) en sangre fue menor a medida
que aumentó la proporción de estos genes, mientras que la presencia
de accidentes cerebrovasculares fue mayor.
No pudo demostrarse que una mayor proporción de genes africanos
implicara un menor riesgo para padecer demencia, como se
-427 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
había supuesto en la hipótesis de la investigación; por lo que puede
deducirse -por lo menos en la muestra estudiada-que la posibilidad
o no de padecer demencia senil en nuestra población, es similar en
personas de cualquier color de piel.
En el estudio realizado se evaluó un conjunto de variables relacionadas
con hábitos y costumbres de la vida social de los individuos. En
su análisis, se apreció la existencia de una correlación positiva entre
la proporción de genes de ancestro africano y el menor consumo
de carne en la dieta, así como el exceso en la ingestión de bebidas
alcohólicas. Tal hecho se atribuyó, en la interpretación de los resultados,
a fenómenos construidos socialmente. Es significativo que
fueron también los individuos con mayor proporción de ancestros
africanos los que estuvieron menos representados en los niveles más
altos de escolaridad.
LA PERCEPCiÓN DEL COLOR DE LA PIEL
La pigmentación de la piel en las áreas expuestas al sol puede originar
confusión en el que la define. Una de las preocupaciones de los
investigadores en el curso de estos estudios es el posible error de
clasificación del color de la piel, aun cuando se instruye de antemano
sobre este particular a los profesionales que van a describirlo, con el
propósito de estandarizar su valoración.
Como parte de la investigación, se comparó la clasificación del
color de la piel realizada por médicos y por trabajadores sociales
para 270 de las personas participantes y se analizaron estadísticamente
las discrepancias en la descripción realizada por cada equipo
de profesionales. Cuando se evaluaron los resultados, tras agrupar
a los analizados sobre la base de dos categorías: individuos blancos
e individuos no-blancos, no hubo diferencias significativas entre las
clasificaciones realizadas por ambos. Sin embargo, cuando se analizó
la descripción realizada por los dos grupos de profesionales en cuanto
a la clasificación del color de la piel para individuos negros y mestizos
(Tabla 2) pudo apreciarse -con divergencias estadísticamente
significativas-, a través de un test de diferencia de proporciones,
cómo los trabajadores sociales tienden a "aclarar" el color de la piel
respecto a los médicos.
-428 -

BEATRíz MANCHECO TERUEL
Tabla 2. Diferencias en la descripción del color de la piel entre médicos
y trabajadores sociales para 79 individuos de piel mestiza y negra
Individuos Individuos Suma de ambos
de piel mestiza de piel negra grupos
Trabajadores
Sociales 40 39 79
Médicos 29 50 79
Este resultado, que es colateral a los propósitos para los que fue
diseñada la investigación, sugiere lo subjetivo de las apreciaciones en
cuanto al color de la piel y la ubicación "racial" de los individuos.
Su interpretación requiere un análisis más detallado donde es preciso
considerar entre las variables, el propio color de la piel de los
miembros de ambos equipos de profesionales. No obstante, existen
precedentes en la literatura científica de las diferencias que pueden presentarse
entre entrevistadores y entrevistados en relación con esta
característica fenotípica de marcada heterogeneidad.
Entre 1992-1994 se estudió en los Estados Unidos la influencia
del color de la piel del investigador sobre la percepción de esta característica
en 4559 individuos. 9 Los resultados revelaron que existe
influencia del color de la piel del entrevistador en la descripción de
este rasgo en las personas entrevistadas: los investigadores con piel
blanca reportaron los tonos de piel negra de los encuestados de modo
más oscuro que los investigadores de piel negra. En cambio, los investigadores
de piel negra describieron tonos de piel más claros en
individuos blancos comparados con los investigadores de ese mismo
color. El análisis también mostró que los entrevistadores perciben
mejor las variaciones de las tonalidades de la piel entre los individuos
de su mismo color, que entre los de otro color de piel.
En los estudios epidemiológicos, la "raza" aparece clasificada a
menudo, sobre la base de características fenotípicas entre las que
predomina el color de la piel y en algunos casos se le añade el color
y la textura del pelo, y la morfología de labios y nariz. En un estudio
realizado en población brasileña, que es considerada una de las más
heterogéneas del planeta,10 se comparó la correspondencia entre la
9 Mari< E. Hil/: "Race of the interviewer and perception of skin color: Evidence from the Multi-City
study of uman inequality",Ameríean Socio/ogieal Review, vol. 67, no. 1, pp. 99-108, 2002.
10 Sandra C. Fuehs, Sylvia M. Guimaráes, Cristine Sortica, Fernanda Wainberg, Karine
O. Dias, Mariana Ughini, José Augusto S. Castro y Flavio D. Fuchs. "Reliability af
race assessment based on the race of the ascendants: a crass seetianal study",
BMe Pub/ie Health, 2002, no. 2, pp. 1-5.
-429-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
clasificación del color de la piel que realiza de sí mismo el propio
individuo con la que realiza el investigador que lo observa, y se encontraron
diferencias significativas en la definición que realizaron
ambas partes en el caso de los individuos mestizos.
Asimismo, al indagar la correspondencia entre color de la piel y
cuánto este rasgo predice el origen ancestral de una persona, un análisis
más detallado realizado en esa propia población,11 demostró que la
pigmentación epidérmica es un pobre predictor del ancestro africano
específicamente. Entre las personas estudiadas resultó interesante el
hallazgo de que individuos clasificados como negros según su piel,
tenían hasta 48 % de genes ancestrales no-africanos, y personas con
solo 45 % de genes ancestrales africanos mostraban una tonalidad
de piel más próxima al negro que al blanco. En el transcurso de ese
estudio, 173 individuos fueron examinados y clasificados según color
de la piel por dos observadores independientes y concluyeron que
en la población brasileña el color de la piel es un débil criterio para
determinar por sí solo la proporción del ancestro africano a nivel
individual. Al considerar las particularidades propias de la historia
y la estructura social de Brasil, los investigadores propusieron un
modelo que pudiera explicar la conclusión referida, que hipotetiza
sobre cómo pudieron originarse grupos diferentes en cuanto al color
de la piel y a su vez con similares proporciones de genes ancestrales
africanos. Este modelo considera el hecho de que durante décadas
se produjeron "apareamientos" entre hombres blancos de origen
europeo con esclavas africanas negras. Los descendientes de esos
matrimonios que poseían características físicas más parecidas a individuos
africanos eran clasificados como negros, mientras que los
descendientes con fenotipos similares a su progenitor europeo, fueron
considerados blancos, aun cuando en ambos casos genéticamente
poseían exactamente las mismas proporciones de genes ancestrales
africanos y europeos. En la siguiente generación aquellos individuos de
piel más clara se juntaron, como tendencia general, con parejas blancas
y de manera similar sus parientes negros seleccionaron parejas de
piel similar a la suya. La tendencia, a largo plazo, tras varias generaciones
con este patrón de comportamiento, conduce sucesivamente
11 Flavia C. Parra, Roberto Amado, José R. Lambertucci, Jorge Rocha, Carlos M. Antunes
y Sergio O. J. Pena: "Color and genomic ancestry in Brasilians", Proe Nat Aeadem Sei,
vol. 100, no. 1, pp. 177-182, 2003.
-430-

BEATRíz MANCHECO TERUEL
a la creación de un grupo blanco y un grupo negro, en ambos casos
con igual proporción de ancestros africanos.
Existen otras evidencias que muestran cómo la ubicación "racial"
de las personas en uno u otro grupo, nace de prácticas sociales que
modelan profundamente la percepción racial y entrenan para pensar
en términos de "raza" de un modo visual. Preguntémonos ¿cómo
definen la "raza" aquellos individuos que han sido ciegos toda su
vida? Se ha asumido por largo tiempo que la definición de "raza"
tiene una menor significación para personas ciegas, dado que no
pueden observar los rasgos que a simple vista originan diferencias
fenotípicas que se traducen en diferencias "raciales". Existen evidencias
que muestran que este supuesto no es cierto. Las personas ciegas
pueden tener una percepción del concepto de "raza", en la que el
aspecto visual adquiere proporciones de tanta significación como lo
tiene para sus contrapartes videntes. Este hecho fue investigado recientemente
a través de un estudio,12 que comparó las respuestas a la
interrogante de ¿cómo definen el concepto de "raza"? individuos que
han sido totalmente ciegos desde el nacimiento, con la respuesta a esa
misma pregunta realizada a personas videntes. Ambos grupos fueron
interrogados acerca de: ¿cuál es su definición de "raza"?, ¿cuál es su
primer recuerdo de "raza"?, si decidiera casarse con alguna persona
de una "raza" distinta a la suya ¿cómo reaccionarían los miembros de
su familia?, ¿por qué cree que es importante la "raza" para algunos
individuos? Los hallazgos del estudio mostraron que en opinión de
ambos grupos de participantes las diferencias entre "grupos raciales"
están determinadas por características que se aprecian visualmente.
Del mismo modo, los resultados de esta investigación reafirman COmo
"raza" y pensamiento racial están interiorizados a través de prácticas
sociales iterativas que entrenan a las personas para interpretar de
cierta manera el mundo que les rodea, y estas prácticas están tan
profundamente arraigadas que incluso las personas ciegas, de un
modo conceptual "ven" e interpretan la definición de "raza" sobre
la base de "pistas" visuales. Estos elementos sugieren que "raza" es
un concepto construido socialmente con un sistema de estratos nO
argumentado por diferencias naturales o biológicas.
12 K. Osagie Obasogie: "Do Blind People See Race? Social. Legal and Theoretical Considerations,
Law & Society Review, vol. 4, nos. 3 y 4, pp. 585-616, 2010.
- 431 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
¿CUÁNTO NOS PARECEMOS
"GENÉTICAMENTE" LOS CUBANOS
A NUESTROS VECINOS?
Estudios similares al que describimos en estas páginas, se han conducidos
en otros países de nuestra región. En Argentina, por ejemplo,
fueron estudiados 94 individuos para explorar la contribución de
ancestros europeos, amerindios y africanos a la estructura genética
de esa población. Los resultados mostraron que, como promedio, 78 %
de los genes ancestrales eran de origen europeo, 19,4 % amerindio
y 2, 5 % africano. En México fueron estudiados 561 habitantes del
Distrito Federal, y se encontró que, promedialmente, 65 % de sus
genes eran de origen nativo-americano, 30 % de origen europeo y
5 % de origen africano. 13 Individuos de Puerto Rico residentes en los
Estados Unidos mostraron como promedio 53, 3 % de genes ancestrales
europeos, 29, 1 % de origen africano y 17, 6 % amerindio. 14
Resulta lógica la mayor proporción de genes amerindios en un país
como México, o la escasa representación de los de origen africano
en Argentina; lo que llama la atención es la cercanía entre este país
y Cuba en cuanto al porcentaje de los genes europeos en las respectivas
poblaciones estudiadas. De todos modos, la comparación
indica que también en esos países existen evidencias genéticas del
mestizaje poblacional.
2012: SEGUNDO ESTUDIO REALIZADO
EN TODAS LAS PROVINCIAS DEL PAís
Un estudio concluido con el uso de estos marcadores, realizado
en 1 020 individuos cubanos de 13 7 municipios de todas las provincias
del país y que incluye a todas las generaciones de nuestra
población, ha mostrado que como promedio 69 % de los genes de
la población cubana actual son de origen europeo, 19 % de origen
13 Veronica L. Martínez-Marignac: "Admixture in Mexico City: Implications for admixture mapping
of Type 2 diabetes genetic risk factors", Hum Genet, [CIUDAD], no. 120,2007, pp. 807-19.
14 E. J. Parra, R. A. Kittles y M. D. Shriver: "Implications of correlation between ski n color and
genetic ancestry for biomedical research", Nature Genetics Supplement, ed. cit., pp. 54-60.
- 432-

BEATRíz MANCHECO TERUEL
africano y 12 % de origen nativo-americana-asiático. En el último
caso, se ha encontrado que las frecuencias alélicas de estos marcadores
son prácticamente indistinguibles en ambas poblaciones -nativos
y asiáticos-, aportando probablemente más elementos a favor del
origen asiático de los primeros pobladores de esta región geográfica.
En este segundo estudio, al igual que el anterior, pudo comprobarse
que en todos los individuos estudiados estuvieron presentes a
la vez genes de origen europeo y genes de origen africano. Ambas
proporciones variaron entre las diferentes provincias. Los territorios
de Mayabeque, Sancti Spíritus, Artemisa, Las Tunas y Holguín, mostraron
los porcentajes más bajos de genes de origen africano; mientras
que Guantánamo y Santiago de Cuba presentaron los más altos.
En personas cuyo color de la piel fue definido como blanco, la
presencia de genes africanos varió desde 1 % hasta 58 % Y el de
genes nativo-americanos desde 0, 5 % hasta 43, 4 %.
En individuos definidos como negros por el color de la piel, los
genes africanos variaron desde 3, 4 0;ó hasta 92, 9 % Y los genes
nativoamericanos desde 0, 5 % hasta 30 0/0.
En personas mestizas, los genes africanos osciló entre 1, 3 % Y 78, 8 0/0
Y el de genes nativo-americanos entre 0, 6 % Y 35, 5 0/0. Aunque se
comprobó que existe una relación lineal entre el porciento de genes
de origen africano y una mayor pigmentación de la piel, esto no es
absoluto. Existen individuos con similares porcentajes de genes de
origen africano, que fueron clasificados con las 3 variantes de color
de la piel reconocidos en el país.
Este estudio tomó en cuenta, la pigmentación de la piel en áreas
del cuerpo no expuestas al sol y en zonas expuestas, de los individuos
participantes, mediante la utilización de un dermoespectrómetro.
Este es un pequeño instrumento diseñado para medir el Índice de
melanina en la piel a partir de la luz reflejada en forma no especular
en las longitudes de onda del rojo y el verde. La estimación del índice
de melanina se realiza a partir de una relación matemática del
logaritmo sobre la base 10 de l/porciento de reflectancia del rojo. lIS
Esta medición es considerada la estimación más objetiva de la
pigmentación constitutiva de la piel humana.
El índice de melanina es un valor entre ° y 100. Las personas
de piel más clara muestran valores cercanos al 20 y este número se
15 A. Fullerton et al.: "Guidelines for measurement of skin color and erythema", Contact
Dermatitis 35, pp. 1-10, 1996.
-433 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
incrementa en la medida en que se oscurece la piel. El promedio
de índice de melanina en el presente estudio en la cara interna del
brazo, tomada como área no expuesta al sol fue de 39, 79, con un
valor mínimo de 23, 42 Y un máximo de 85, 85.
Cuando se analizan estos valores del índice de melanina y se comparan
con el color de la piel de los individuos, se aprecia un solapamiento
en su comportamiento. Existen individuos de piel mestiza
y negra con igual valor en el índice de melanina que el de personas
definidas como blancas y viceversa. ¿Cómo es posible explicar estas
diferencias en la clasificación del color de la piel entre los individuos,
teniendo en cuenta que el pigmento que define su coloración muestra
similares mensuraciones?
Si se analiza más detenidamente este comportamiento, es posible
comprobar que en las regiones del país donde existe mayor número
de personas de piel negra, un individuo definido como blanco,
posee el mismo índice de melanina que un individuo mestizo que
reside en provincias donde predominan los individuos de piel más
clara. Estos son elementos para reflexionar cuidadosamente sobre el
componente perceptivo que interviene en la definición que se realiza
del color de la piel.
Diferencias notables se aprecian en un mismo individuo de la
muestra estudiada, entre el índice de melanina medido en la cara
interna del brazo (área no expuesta al sol) y el encontrado en el dorso
de la mano, zona ampliamente expuesta a las radiaciones solares.
Tan amplias son las diferencias, que si se decidiera definir puntos de
corte basados en el valor del índice de melanina y agrupando a las
personas por color de la piel, una parte de los individuos estudiados
podrían clasificarse con color diferente de piel al observar por un
lado el dorso de la mano y por otro, la cara interna del brazo. Este
es otro elemento para reflexionar.
En la práctica médica cotidiana, generalmente se clasifica al individuo
observando el color de la piel de las áreas mayormente expuestas
al sol. En la historia clínica y otros documentos de uso médico, el
ítem "raza", por ejemplo, se describe observando el color de la piel
del paciente y generalmente esto ocurre con el individuo vestido.
El hecho de haber comprobado estas diferencias en el color del
piel en un mismo individuo, es un elemento para reflexionar sobre
una situación que quizás no se presenta en otros países, pero que en
la latitud en que se ubica Cuba, en la que la incidencia de los rayos
solares estimula ampliamente la producción de la melanina que
pigmenta la piel, se presenta un escenario particular que obliga a un
-434-

BEATRiz MANCHECO TERUEL
manejo más cuidadoso de este rasgo fenotípico. Téngase en cuenta
además que en múltiples investigaciones médicas en el país, suele
asociarse el color de la piel con la frecuencia con la que se presenta
determinada enfermedad y sus manifestaciones clínicas.
Jóvenes.
1 ro. de mayo, 2014.
-435 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
La recién concluida investigación, diseñada a la par de las que se
realizan con similares propósitos en otros países de la región geográfica
en la que se ubica Cuba, muestra a través de la información
presente en el ADN, que la historia del mestizaje de la nación, descrito
por antropólogos, etnólogos e historiadores también tiene su huella
en el material genético.
Los resultados son otra evidencia de cuánto puede ser cuestionada
la validez del concepto de "raza" y aun los criterios clasificatorios
de los individuos en blancos, mestizos y negros en un país como Cuba,
en el que más bien observamos, digamos que un espectro en este
rasgo. También resulta de utilidad en la "buena faena" a la que nos
convocó Fernando Ortíz en El engaño de las razas, para suprimir las
"razas" creadas por la sociedad humana y desvanecer los fantasmas
enemigos en que se han convertido, "doblemente inhumanos, tanto
por irreales como por crueles" .16
Aunque el propósito primario de estas investigaciones es conocer
la estructura genética de la población cubana y su relación con la
predisposición o protección ante enfermedades, sus resultados trascienden
ese objetivo y aun la ciencia médica, para proyectarse hacia
áreas socioculturales de gran importancia para la identidad cubana.
Si étnica y cultural mente somos un pueblo mestizo independientemente
del color de la piel, la presencia de genes ancestrales
europeos, africanos y nativo americano-asiáticos en nuestro genoma
es una prueba de que biológicamente también lo somos, y quizás
lo sea todo el género humano, debido a las incesantes mezclas que
se han producido desde tiempos inmemoriales. Esta investigación
participa, desde otro ángulo del asunto, de lo que Nicolás Guillén
dijo en su poesía: que en la composición étnica de Cuba, "todos somos
un poco nísperos". 17
1 6 Fernando Ortiz: El engaño de las razas, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, Cuba, 1975.
17 Nicolás Guillén: "Prólogo" (a Sóngoro cosongo), Obra poética, t. 1, Letras Cubanas, La
Habana, 2002, pp. 91-92.
-436-

GRAN CEMí DE PATANA: El íDOLO
AUSENTE
Miguel Lozano Alemán*
En el contexto de la revalorización de los aportes indígenas a la
nacionalidad cubana, en auge durante los últimos años, resalta hoy
la importancia del Gran Cerní, el mayor petroglifo vinculado a la
población precolombina de la Isla del cual se tiene conocimiento.
La pieza, originalmente ubicada en la cueva de Patana en la oriental
provincia de Guantánamo, pudo haber sido elemento clave en un
centro ceremonial que para algunos expertos fue especie de observatorio
astronómico donde los taínos determinaban los períodos de
lluvia y seca.
Esta hipótesis defendida por los investigadores Racso Fernández y
José B. González en su libro El enigma de los petroglifos aborígenes de
Cuba y el Caribe Insular contradice la creencia aceptada que atribuye
a los taínos un nivel muy inferior de conocimientos.
Desde 1915, sin embargo, el Gran Cerní fue sacado del país por
el arqueólogo estadounidense Mark Raymond Harrington (1882-
1971) Y hoy radica en los fondos del Centro de Recursos Culturales
(Cultural Resources Center) en Suitland (Maryland), entidad de
conservación e investigación del Museo Nacional de los Indígenas
Americanos (National Museum of the American Indian), uno de los
dieciséis museos que gerencia el Smithsonian Institution.
* Periodista y vicepresidente para la Información de la Agencia Prensa Latina, hoy en la
oficina de Madrid, España.
-437 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. E STUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Gran Cerní. Natianal Museum af American Indian, 2014.
El estudioso cubano Alejandro Hartman, historiador de Baracoa,
la Villa Primada de Cuba, en entrevista con la Agencia Prensa Latina
precisó que:
el ídolo es representación de una deidad, de la adoración de
los antecesores nuestros. Era el concepto de respeto espiritual,
de aquellas creencias de la época y de todo lo que representaba
para ellos. Paralelamente, el historiador asegura que el regreso
de este petroglifo a su ubicación original en la cueva es una
aspiración de los habitantes de esa zona: es un deseo de los
pobladores de Patana, subrayó.
Aunque Harrington a solicitud del financista de la expedición 1
cortó el petroglifo en cinco partes 2 y lo llevó a Nueva York, Hartman
El coleccionista estadounidense George Gustav Heye (1874-1957). fundador del Museo del
Indio Americano en Nueva York, en 1916, financió las expediciones de Harrington a Cuba.
2 El petroglifo fue sometido a un corte perpendicular desde la parte superior de la estalagmita
hasta la base, conservando todo el frente principal del Cemí (un 60% de la pieza). y cuatro
cortes a la otra mitad o anverso resultante del corte anterior. En la actualidad el Museo
Nacional de los Indígenas Americanos, conserva la mitad principal y dos de las cuatro
- 438-

MIGUEL LOZANO ALEMÁN
estima que no fue un depredador, porque todavía las cerca de mil
quinientas piezas sacadas por ese investigador se conservan en el
Museo del Indio Americano, como él mismo comprobó. 3
Recuerda que las autoridades de la época le permitieron sacar
en goletas desde Baracoa hacia Nueva York todas esas piezas. "No
robó nada, fue autorizado a hacer las investigaciones y a extraer.
Esos eran los contubernios de los gobiernos aquellos que permitían
el saqueo", explica. 4 Para el historiador cubano hay una diferencia entre
quienes roban piedras, se las llevan y las venden, y este caso: el de
un científico interesado en conservarlas.
Al mismo tiempo, considera válida la aspiración de los pobladores,
en particular de la familia Mosquera -que apoyó a Harrington en
sus investigaciones- para la devolución del ídolo, no a un museo
-dice- sino a la cueva de la cual salió.
No perdemos la esperanza -afirma Hartman- que algún día
el ídolo esté otra vez en la cueva de Patana para satisfacción de esa
familia de los Mosquera quienes lo recuerdan y añoran, y sobre todo
porque es un elemento patrimonial muy querido por las comunidades
de esa zona. 5
piezas referidas, las que corresponden y completan la parte superior de la estalagmita.
(Piezas de Cuba. Colección del Museo Nacional de los Indígenas Americanos. Pieza
No. Dl07464c, Cultural Resources Center, Maryland. Visita de trabajo de Felipe de J.
Pérez Cruz en junio del 2014).
3 De los cientos de piezas colectadas en Cuba -se piensa que unas tres mil-, Harrington
donó al Museo Antropológico Doctor Luis Montané, de la Universidad de La Habana, un
grupo de estas, que aún se conservan. (Nota de Felipe de J. Pérez Cruz).
4 Esto era coherente con la política "coleccionista" de la época, a través de la cual las
expediciones arqueológicas financiadas por instituciones de Estados Unidos, Gran Bretaña,
Francia y Alemania, con la indolencia y la complicidad de las administraciones coloniales,
llevaron a los museos de las grandes capitales imperiales, significativas riquezas
patrimoniales de Egipto, Siria, Irán, Irak, China, México, Guatemala, Perú. Bolivia y
otras naciones de historia ancestral. (Nota de Felipe de J. Pérez Cruz).
5 El Museo Nacional de los Indígenas Americanos, realiza una meritoria labor de promoción
del legado indígena y mantiene relaciones fraternales con numerosas asociaciones
aborígenes, museos e instituciones académicas en los Estados Unidos y otros países de
la región. En 2003 devolvió a la comunidad cubana de origen indígena de la Ranchería,
en La Caridad de los Indios, Yateras, en el extremo oriental de Cuba, los restos óseos
de siete aborígenes llevados por Harrington a los Estados Unidos el pasado siglo, para
que fuesen enterrados en las tierras sagradas de sus ancestros. La restitución de estos
restos humanos a Cuba a través de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza
y el Hombre, fue precedida por la repatriación de momias a Perú y cabezas reducidas a
Ecuador (Nota de Felipe de J. Pérez Cruz).
-439 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA . ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Cultural Resources Center, 2014.
Para Fernández y González, quienes realizaron comparaciones entre
muestras arqueológicas cubanas y de otros países del Caribe, ese centro
ceremonial fue creado por pobladores de Cuba llegados de Haití.
Basados en estudios de expertos dominicanos sobre petroglifos en
la Plaza de Chacuey y la Cueva de Sábila y la pictografía de la cueva
El Ferrocarril, los especialistas aseguran que en el caso del Gran Cerní
se trata de una representación del dios de la lluvia Boinayel. Entre
los elementos que sustentan su afirmación citan fotografías y descripciones
de Harrington según las cuales "se distinguen los ojos, de
los cuales penden pequeñas lágrimas que reposan sobre las mejillas".
Asimismo, esgrimen estudios realizados en 1947 por el sabio
cubano Fernando Ortiz, quien relacionó con esa deidad las figuras
"llora-lluvias" halladas en restos de cerámica y llamó la atención sobre
la existencia en el Gran Cerní de una especie de cintillo, atributo de
otros dioses "llorones". De acuerdo con las mediciones realizadas
por Fernández y González, el Gran Cerní ocupaba el lugar primordial
en el centro ceremonial de la caverna también llamada Cueva de los
Bichos, ubicada unos cien metros sobre el nivel del mar.
Según Harrington, la figura tenía una altura de 1,22 metros y
estaba ubicada de forma que parecía mirar al este 6 • En opinión del
6 Harrington se refería entonces a la altura de la pieza en su entorno natural. La pieza cortada
que se conserva en el Cultural Resources Center, en Maryland tiene 75 cm de altura
(75 cm x 47 cm x 38 cm). (Nota de Felipe de J. Pérez Cruz).
-440-

MIGUEL LOZANO ALEMÁN
estadounidense "la naturaleza la había colocado de tal manera que
a cierta hora de la mañana, por lo menos durante nuestra estancia
en junio y julio, un rayo de sol penetrando por una hendidura caía
de lleno sobre su rostro".
Fernández y González no consideran accidental la ubicación y
llaman la atención que la imagen fuera esculpida en la cara de la
estalagmita que daba al este y permitía su iluminación durante el
solsticio de verano, cuando el sol alcanza su máxima distancia del
ecuador (21 y 22 de junio).
Esta es una fecha importante pues marca el momento en que las
precipitaciones se hacen casi diarias desde el mediodía, elemento
de relevancia para una tribu agrícola en Cuba, país con solo dos
estaciones climáticas (seca y lluvia).
Debido a ello no es de extrañar que los indígenas cubanos sintieran
la misma necesidad de otras poblaciones del Caribe de venerar
un cerní que hiciera llover, ante el conocimiento limitado de la
naturaleza.
En los últimos años gana espacio la necesidad de realizar estudios
más profundos sobre nuestros primeros pobladores. En opinión de
historiadores, entre ellos Hartman, la revalorización del aporte de los
indígenas a la nacionalidad cubana desempeña un papel importante
en el fortalecimiento del orgullo de pertenencia de lo cubano y el
Gran Cerní de Patana, pese a estar ausente, es una pieza de valor
insustituible.
- 441-

LAS CONMEMORACIONES
DE LAS PRIMERAS VILLAS
Wilkie Delgado Correa*
El15 de agosto del 2011 comenzaron las conmemoraciones sucesivas
por el establecimiento de las primeras villas fundadas en Cuba. Esas
fiestas se extenderán hasta el 2015 , cuando se celebrará la efeméride
en Santiago de Cuba y Puerto Príncipe.
Fue en Baracoa, la primera villa, por donde comenzó el proceso de colonización
que tuvo un saldo nefasto para los primeros habitantes de Cuba.
Pienso, por tanto, que estos festejos deben estar presididos por un
equilibrio difícil en que se reivindique la verdad histórica por encima de
todo, y sea el momento para recordar y hacer justicia a nuestra población
indígena que fue destruida hasta en sus cimientos por una cultura avasalladora,
resistiendo o soportando el holocausto más exterminador
de la historia.
Se trata de encarar la realidad de un pasado, el primigenio, que
cuando se le sigue sus huellas en el tiempo, hasta el hoy de nuestros
días, sigue presente con sus manifestaciones en la forma de mirar
y analizar e inmiscuirse en los asuntos propios de nuestro pueblo.
Quienes necesiten ejemplos actuales o no quieran reconocerlos, olvidan
las huellas añejas y recientes, cambiantes por supuesto, pero
que tienen en común una horma distintiva y distinguible.
* Doctor en Medicina. Profesor Titular de la Universidad de Ciencias Médicas de Oriente.
-442-

WILKIE DELGADO CORREA
Estatua de madera de Hatuey en Vara.
Así que pensemos en aquel primer Almirante que puso los pies
en tierra cubana procedente de La Española, y que un día, 27 de
octubre de 1492, empezó a encontrar la realidad de una geografía y
de un grupo humano autóctono, los indios, desde Bariay a Baracoa,
en que llegaría el martes 27 de noviembre, pues
viniendo así por la costa a la parte del Sudeste del dicho postrero
río halló una grande población, la mayor que hasta hoy
haya hallado y vida venir infinita gente a la ribera de la mar
dando voces, todos desnudos, con sus azagayas en la mano.
Deseó hablar con ellos y amainó las velas, y surgió y envió las
barcas de la nao y de la carabela por manera ordenados que no
hiciesen daño alguno a los indios ni los rescibiesen, mandando
que les diesen algunas casillas de aquellos resgates. Los indios
hicieron ademanes de no los dejar saltar en tierra y resistillos.
y viendo que las barcas se allegaban más a tierra, y que no les
habían miedo, se apartaron de la mar. Y creyendo que saliendo
dos o tres hombres de las barcas no temieran, salieron tres
-443 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
cristianos diciendo que no hubiesen miedo en su lengua ... En
fin dieron todos a huir que ni grande ni chico quedó. Fueron
los tres cristianos a las casas, que son de paja y de la hechura
de las otras que habían visto, y no hallaron a nadie ni cosa en
alguna de ellas.
Dice el Almirante aquí estas palabras: "cuánto será el beneficio
que de aquí se puede haber, yo no lo escribo". " ... más yo no me
detengo en ningún puerto, porque querría ver todas las más tierras
que yo pudiese para hacer relación dellas a vuestras Altezas, y también
no sé la lengua, y la gente de stas tierras no me entienden ni
yo ni otro que yo tenga a ellos, y estos indios que yo traigo muchas
veces le entiendo una cosa por otra al contrario, ni fío mucho dellos
porque muchas veces han probado a fugir (huir).
"Así que placerá a Dios que vuestras Altezas enviarán acá o vendrán
hombres doctos, y verán después la verdad de todo. Y porque
atrás tengo hablado del sitio de una villa o ciudad o fortaleza por
el buen puerto de buenas aguas, buenas tierras, buenas comarcas y
mucha leña.
"Y digo que vuestras Altezas no deben consentir que aquí trate
ni faga pie ningún extranjero, salvo católicos cristianos, pues esto
fue el fin y el comienzo del propósito por acrecentamiento y gloria
de la Religión cristiana, ni venir a estas partes ninguno que no sea
buen cristiano".
El miércoles 28 de noviembre el relato sobre la estancia de Colón
en Baracoa, refiere que "salieron a la tierra la gente de los navíos a
lavar su ropa, entraron algunos de ellos un rato por la tierra adentro,
hallaron grandes poblaciones y las casas vacías, porque se habían
huido todos".
Otros aspectos significativos del relato de Colón son estos: "Hízolos
dar el Almirante cascabeles y sortijas de latón y contezuelas de
vidrio verdes y amarillas, con que fueron muy contentos. Visto que
no tenían oro ni otra cosa preciosa, y que bastaba dejarlos seguros
y que toda la comarca era poblada y huidos los demás de miedo; y
certifica el Almirante que diez hombres hagan huir a diez mil: tan
cobardes y medrosos son que ni traen armas salvo unas varas, y en
el cabo dellas un palillo agudo tostado, acordó volverse.
"Ellos son gente como los otros que he hallado (dice el Almirante),
y de la misma creencia, y creían que veníamos del cielo, y de lo que
tienen luego lo dan por cualquier cosa que les den, sin decir ques
poco, y creo que así harían de especiería y de oro si l¿ tuviesen".
-444-

WILKIE DELGADO CORREA
He ahí en síntesis todos los elementos esenciales recogidos en este
encuentro entre las tropas comandadas por Colón y los indígenas
que habitaban nuestras tierras vírgenes. Observen la visión de apoderamiento
de los territorios por parte de los españoles; la opinión
sobre la naturaleza noble y la actitud temerosa de los indios ante la
visita inesperada de los expedicionarios, que llegan a concebir como
venidos del cielo; el engaño temprano en el intercambio de objetos;
los planes de asentamientos futuros ante las riquezas posibles, para
lo cual no se debía permitir que extranjeros de otros países pusieran
sus plantas en los nuevos territorios" descubiertos".
Se conoce que la conquista de América, de las islas y las tierras firmes,
fue un proceso que incluyó la exploración, invasión, ocupación
y colonización y que en determinado momento participaron España,
Portugal, Inglaterra, Francia y Holanda. La conquista, tal como fue
practicada, con uno u otros tintes, fue un genocidio físico y cultural.
Téngase presente que las dos principales potencias colonizadoras,
España y Portugal, tenían juntas, en 1492, una población de apenas
diez millones de personas, y se impusieron sobre una población que
los superaba en varias veces.
Para que se tome conciencia de lo ocurrido en América, solo con
ejemplos, baste señalar que aproximadamente entre 80 y 90 % de
la población nativa murió en el primer siglo de la conquista, y que
prácticamente los cien mil habitantes indígenas que poblaban Cuba
al iniciarse la conquista fueron exterminados en ese período, y que
México, cuya población se estimaba en 25, 2 millones en 1518, disminuyó
a 700 mil en 1623. ¿Quieren un saldo más atroz del etnocidio de
un pueblo? ¿Cuánto sumaría el holocausto si incluimos los pueblos
indoamericanos de todos los territorios que hoy conforman los países
de América del Norte, Central y del Sur, y del Caribe?
Como la síntesis de la humanidad quizá sea la lucha del bien contra
el mal, o del mal contra el bien, según de qué lado empiecen las
cosas; desde los mismos orígenes se conoce que hay guerras justas e
injustas. Fray Bartolomé de Las Casas relata en su Brevísima relación
de la destrucción de las Indias, publicado en 1552, todo el espectro
de tragedias vividas por la población nativa a partir del inicio de la
conquista y colonización. Sobre las confrontaciones entre españoles
e indios, cuando la resistencia de los últimos fue legítima, señala que
" ... sé por cierta e infalible ciencia, que lbs indios tuvieron siempre
justísimá guerra contra los cristianos, y los cristianos una ni ninguna
nunca tuvieron justa contra los indios, antes fueron todas diabólicas
-445 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
e injustísimas, y mucho más que de ningún tirano se puede decir del
mundo, y lo mismo afirmo de cuantas han hecho en todas las Indias.
"Después de acabadas las guerras y muertos en ellas todos los
hombres, quedando comúnmente los mancebos y mujeres y niñas,
repartiéronlos entre sí, dando a uno treinta, a otro cuarenta, a otro
ciento y doscientos según la gracia que cada uno alcanzaba con el
tirano mayor, que decían gobernador, y así repartidos a cada cristiano
... , siendo comúnmente todos ellos idiotas y hombres crueles,
avarísimos y viciosos ... y la cura o cuidado que de ellos tuvieron fue
enviar los hombres a las minas a sacar oro, que es trabajo intolerable;
y las mujeres ponían en las estancias, que son granjas, a cavar
las labranzas y cultivar la tierra, trabajo para hombres muy fuertes y
recios. No daban a los unos ni a las otras de comer sino hierbas y cosas
que no tenían substancias, sacábaseles la leche de las tetas a las mujeres
paridas, y así murieron en breve todas las criaturas, y por estar
los maridos apartados, que nunca veían a las mujeres, cesó entre ellos
la generación, murieron ellos en las minas de trabajos y hambre y
ellas en las estancias o granjas de los mismos; y así se acabaron tantas
y tales multitudes de gentes de aquella isla, y así se pudieran haber
acabado todas las del mundo".
Sobre los abusos y crímenes existen suficientes relatos para horrorizarse
y no olvidar jamás la obra inhumana y horrenda:
Decir las cargas que les echaban de tres o cuatro arrobas, y los
llevaban ciento y doscientas leguas, y los mismos cristianos se
hacían llevar en hamacas ... a cuestas de los indios, porque siempre
usaron de ellos como bestias para cargas. Decir asimismo
los azotes, palos, bofetadas, puñadas, maldiciones y otros mil
géneros de tormentos ...
A estos nativos mansos y de cualidades nobles, entraron los españoles,
desde luego que las conocieron, como lobos y tigres y leones
crudelísimos de muchos días hambrientos. Y otras cosas no han hecho
de cuarenta años a estas parte hasta hoy, y hoy en este día no hacen,
sino despedazarlas, matarlas, angustiarlas, afligirlas, atormentarlas
y destruirlas por las extrañas y nuevas y varias, y nunca otras tales
vistas ni leídas ni oídas maneras de crueldad.
Sobre esto escribió José Martí, en su revista para niños La Edad de
Oro, lo que tal vez concibió como algo esencial para ser transmitido
y estampado indeleblemente en las conciencias de los hombres de
-446 -

WILKIE DELGADO CORREA
América, para impedir el engaño o el olvido en la memoria colectiva
de los pueblos, que el padre Las Casas
... parecía como si tuviera un gran dolor. Era que estaba escribiendo
en su libro de la Destrucción de las Indias, los horrores
que vio en las Américas cuando vino de España la gente de la
conquista. Se le encendían los ojos, y se volvía a sentar, de codos
en la mesa, con la cara llena de lágrimas. Así pasó la vida,
defendiendo a los indios.
¿Cómo nosotros, descendientes de los indios y de nuestro Héroe
Nacional, no vamos a alzar con igual lealtad la reivindicación de
nuestros primigenios hermanos sacrificados ante el altar del oro y la
barbarie personificada en seres despiadados?
Sobre la isla de Cuba debe señalarse que, el 6 de abril de 1511, los
reyes de España autorizaron a Diego Velázquez iniciar la colonización
y después de desembarcar con 300 expedicionarios en Baracoa,
fundó la villa el 15 de agosto de ese año. Y estas tropas fueron tan
cruelmente eficaces para el genocidio que fray Las Casas escribe que:
la isla de Cuba que es quizás tan luenga como desde Valladolid a
Roma (donde había grandes provincias de gentes) comenzaron y
acabaron de las maneras susodichas, y mucho más y más cruelmente,
está hoy (1555) cuasi toda despoblada. ''Aquí acaecieron
cosas muy señaladas. Un cacique y señor principal, que por
nombre tenía Hatuey, que se había pasado desde la isla Española
a Cuba con mucha de su gente, por huir de las calamidades e
inhumanas obras de los cristianos". Estando en Cuba, según
cuenta el padre Las Casas, se enteró Hatuey del desembarco de
los españoles y empezó a advertir a la población nativa de lo
sucedido en La Española. Hubo de enseñarle una cestilla llena
de oro en joya y dijo: "Véis aquí el Dios de los cristianos que
ellos adoran y quieren mucho". Luego de recomendarse hacerle
aireitos (bailes y danzas mágicas), Hatuey recomendó una opción
mejor. Mirad, como quiera que sea, si lo guardamos, para
sacárnoslo al fin nos han de matar, echémoslo al río". Y dice
Las Casas "Todos votaron que así se hiciese, y así lo echaron en
un río grande que allí estaba. Este cacique y señor anduvo siempre
huyendo de los cristianos desde que llegaron a aquella isla de Cuba,
como quien los conocía, y defendíase cuando los topaba; y al fin
lo prendieron, y solo porque huía de gente tan inicua y cruel, y se
-447 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
defendía de quien lo quería matar y oprimir hasta la muerte, a
sí y a toda su gente y generación, lo hubieron vivo de quemar.
y sigue contando que cuando un cura de la orden de San Francisco
trataba de convencerlo de la bondad de Dios y de la posibilidad de
ir al cielo si se arrepentía y disfrutar de un eterno descanso porque
si no iría al infierno a padecer perpetuo tormento y penas, Hatuey
preguntó al religioso si iban aquellos cristianos al cielo, y al responderle
el religioso que sí, "dijo luego el cacique sin más pensar, que
no quería él ir allá sino al infierno, por no estar donde estuviesen, y
por no ver tan cruel gente".
Genocidio colonialista. Grabado.
Así se expresó la rebeldía del cacique Hatuey, cuya resistencia fue
seguida en Baracoa por el cacique Guamá desde 1514 hasta 1534 en
que fue asesinado por causa intestina.
Como afirmara el padre Las Casas:
Después de que todos los indios de la tierra de esta isla fueron
puestos en la servidumbre y calamidad de los de la Española,
viéndose morir y perecer sin remedio, todos comenzaron unos
a huir a los montes, otros a ahorcarse de desesperados, y ahorcábanse
maridos y mujeres y consigo ahorcaban a los hijos ...
-448 -

WILKIE DELGADO CORREA
feneció de esta manera infinita gente ... En tres o cuatro meses,
estando yo presente, murieron de hambre por llevarles los padres
y las madres a las minas, más de siete mil niños. Otras cosas
vides espantables. Después acordaron montear los indios que
estaban por los montes, donde hicieron estragos admirables, y
así asolaron y despoblaron toda aquella isla, la cual vimos agora
poco ha, y es una gran lástima y compasión verla yerma y hecha
toda una soledad.
Frente a toda la historia de la conquista y colonización de Cuba
iniciada hace más de quinientos años, comenzada poco antes en La
Española, y proseguida después en los más vastos territorios del
resto de la América continental: ¿Cómo conmemorar estos hechos
fundacionales? ¿Con qué características y perspectivas legítimas, a
la luz de la verdad aterradora, pero que, inobjetablemente da constancia
del genocidio enfocaremos estas conmemoraciones? ¿Abriremos
un espacio reivindicador para enaltecer las virtudes de nuestras
poblaciones primitivas, para hacer justicia ante su holocausto, para
destacar su rebeldía a pesar de la abismal correlación de las fuerzas
militares y la tecnología europea, para ofrecer cátedras que agiganten
las lecciones que dieron, a pesar de su "atraso relativo de desarrollo
humano", para rendir homenaje a Hatuey y Guamá y junto con estos
a aquellos, a fray Bartolomé de Las Casas, que denunciara el crimen
y encarnó el espíritu viril del ingenioso Hidalgo don Quijote?
Es hora ya de respondernos estas preguntas para que no nos
cojan desprevenidos los acontecimientos, a pesar de los 521 años
transcurridos y la historia conocida, y se repita aquello que narró
Cristóbal Colón "mandando que les diesen algunas casillas de
aquellos resgates:" " ... Hízolos dar el Almirante cascabeles y sortijas
de latón y contezuelas de vidrio verdes y amarillas, con que fueron
muy contentos".
Es preciso que tengamos en cuenta que este asunto está relacionado
con deudas infinitas que jamás las podrán pagar. .. aunque nuestra
intención no sea cobrarlas, al menos materialmente.
-449 -

¿ENCUENTRO DE CIVILIZACIONES?
Felipe de J. Pérez Cruz
Con la raíz étnica que se reconoce como Hispanoamérica o más genéricamente
Iberoamérica, para identificar a los pueblos del Estado
español, nos sentimos los cubanos y latinoamericanos íntimamente
vinculados. N o cabe duda de que con el Reinado de España y sus
ciudadanos tenemos una relación especial. Esta historia, sin embargo,
no es la primera vez que nos la quieren contar de otra manera,
y la presentan esterilizada, con silencios y reacomodos inaceptables.
Nuestra región mucho antes, durante y después de la guerra de
conquista europea, fue territorio de encuentros civilizatorios, de encuentros
de culturas. 1 Toda la historia antigua de la humanidad, y la
americana no es excepción, prueba que los encuentros civilizatorios
y culturales, no necesariamente fueron cruentos, aunque casi siempre
la superioridad económica y militar de uno de los pueblos sobre otro,
marcó el ritmo y la dirección del movimiento histórico. El problema
está en que este concepto de encuentro de culturas o civilizaciones,
resulta insuficiente para describir, caracterizar y calificar la realidad
histórica y trascendencia del acontecimiento que se produce a partir
de la llegada de Colón al Caribe.
Se utiliza la categoría cultura como sinónimo más amplio de civilización, englobando las
realizaciones, cosmovisiones e ideologías, las creencias, los valores, las costumbres,
leyes e instituciones.
-450-

FELIPE DE JESÚS PÉREZ CRUZ
Ceremonia maya. Foro Social de las Américas, Guatemala, 2008.
¿ENCUENTRO?
A la llegada de la expedición militar de conquista al Nuevo Mundo,
su comandante, el Almirante Cristóbal Colón no salía de su asombro
ante la belleza del paisaje. El hallazgo de las primeras piezas de oro,
que los habitantes de las primeras islas a las que arribó, llevaban
como adorno, le llenó de regocijo. Refiriéndose a estas islas profetizó:
Tendrá toda la cristiandad negocio en ellas. Y en eso no se equivocó.
La invasión militar y la guerra de rapiña que conocemos como
conquista y colonización europea, provocaron el peor desastre demográfico
conocido en la historia de la humanidad, que se define
incluso como un colapso demográfico. 2 La guerra, el trabajo esclavo
y las enfermedades que los europeos trajeron consigo, consumaron
el genocidio: Según la estimación del padre Bartolomé de Las Casas,
la conquista militar, malos tratos y la esclavización de los indígenas
caribeños, produjo la muerte de casi tres millones de indígenas en
Haití, y similar cantidad en Cuba, Jamaica, Puerto Rico y las Antillas
2 Existen varias corrientes historiográficas con posturas divergentes respecto a la población
americana a la llegada de Cristóbal Colón. Asumimos el criterio que sustenta que la cifra
de pobladores estaba alrededor de los 100 millones.
- 451 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Menores. Aun si se reconoce que las cifras de Las Casas estaban dictadas
por su interés de magnificar y denunciar los crímenes europeos,
su testimonio no deja de ser valioso.
El investigador estadounidense Henry Farmer Dobbins ha
estimado en 110 millones la población de la región, de la que
afirma que 95 % murió en los primeros 130 años después de la
llegada del Almirante Cristóbal Colón (Dobbins, 1983). Por su
parte, Cook y Borah, de la Universidad de Berkeley, establecieron,
luego de décadas de investigación, que la población en México
disminuyó de 25,2 millones en 1518 a setecientos mil personas
en 1623, menos del 3 % de la población original. México solo
recuperaría la población que poseía en el siglo xv, en la década
del sesenta del siglo xx. Entre 75 % y 95 % de disminución de
población ocurrió por las epidemias (Cook y Borah, 1963). Según
Charles Mann, cuando Colón llegó a nuestras tierras antillanas,
la población de los dos reinos ibéricos que iniciaron la conquista de
América, juntas, no llegaban a diez millones de personas, y toda Europa
tenía entonces una cifra de habitantes que no excedía los setenta
millones. Solo los pueblos inca y mexica, cada uno, superaban en
población a españoles y portugueses. La conquista de México costó
la vida a más de diez millones de seres y la del pueblo inca, cerca de
diecisiete millones. Treinta años después esa población de la península
ibérica, ya superaba a ambos pueblos americanos.
Un siglo después los citados reinos devenidos en dos poderosas
naciones, tenían más habitantes que toda la población indígena
americana sobreviviente del impacto genocida de la conquista y
colonización (Mann, 2006). Primero los colonos ingleses, franceses
y holandeses en la Norteamérica de los siglos XVI y XVII, Y luego los
heraldos de la expansión capitalista estadounidense, exterminaron
a los indígenas de América del Norte. En 1990, representaba cerca
de dos millones, 0,8 % de la población total estadounidense. André
Flahaut,3 sostuvo en 2004 que en América del Norte fueron
asesinados quince millones de indígenas desde 1492, y sugirió que
el exterminio continúa hasta hoy. Aunque la cantidad de víctimas
no se puede saber con certeza, sí existen pruebas irrefutables de una
campaña deliberada de exterminación, despojo y acuituración de los
pueblos nativos, afirmó Flahaut. 4
3 Político belga, quien fuera ministro de defensa entre 1999-2007, y posteriormente presidente
de la Cámara.
4 Según declaraciones al periodista Marty Logan (Indígenas-América del Norte: Genocidio,
sí señor, Montreal, IPS, 9 de agosto de 2004).
-452-

FELIPE DE JESÚS PÉREZ CRUZ
Historiadores y demógrafos suelen coincidir en el hecho de que
tan criminal como la guerra, fue el impacto de las enfermedades infecciosas
inexistentes en América, portadas por los conquistadores y
colonizadores europeos, para las que los nativos no poseía defensas:
fiebres tifoideas, difteria y principalmente la viruela. La muerte por
enfermedades no puede ser entendida sin tener en cuenta el cruel
tratamiento a que se sometió a la masa de la población indígena
-migración forzada, esclavitud, demandas laborales abusivas, y
tributos exorbitantes- y la devastación ecológica que acompañó la
colonización.
Aun considerando cálculos conservadoras, el balance de la conquista y
colonización es brutal: ¡no menos de veinte a treinta millones de muertos!
El genocidio colonialista se extendió también a los pueblos de África
sub sahariana, donde los europeos en alianza con inescrupulosos
jefes locales, cazaron como bestias, secuestraron y embarcaron hacia
América como esclavos a unos sesenta millones de personas. De esos
prisioneros solo pudieron llegar vivos a estas tierras doce millones.
El impacto de la barbarie europea cambió drásticamente la estructura
de los modos de vida y la cultura de los indígenas. Confrontados
con formas de explotación que destruían sus lógicas productivas, forzados
en sistemas dominantes de poder social, económico y político
que les eran extraños y abusivos, que les arrebataban sus derechos
colectivos a la tierra, a la expresión libre, y a la vida misma. Sus religiones
y creencias fueron criminalizadas, sus líderes quemados en
la hoguera por herejes. La propuesta ideológico-cultural colonialista,
en su realización feudalizante, rezumará el oscurantismo clerical del
medioevo. 5 Todo eso conformó la masiva operación de etnocidio que
también fue la conquista y colonización.
Para sobrevivir, los indígenas americanos crearon un sinnúmero
de estrategias. La resistencia tuvo como expresión sustantiva el combate
frontal contra los invasores que tenían innumerables ventaja,
pues venían de las recientes contiendas de la Reconquista Española,
5 Tal realidad fue reforzada por la alianza de la corona con el papado romano. A los Reyes
Católicos (o de los Austrias) y a sus descendientes, se le otorgará por el Vaticano
el patronato sobre la Iglesia Católica en América, con lo que quedó conformada una
maquinaria ideológica, jurídico administrativa de vastas proyecciones, que establecía
un nexo espiritual esencial entre el mundo colonial y la Metrópoli. Así la identificación
concreta del contenido económico-social y la forma ideológica ético-política, del bloque
histórico procolonial, para obtener y mantener el control social, se realizará a través de
la de la fuerte coerción de las instituciones religiosas y sus ministros, en tanto cumplirán la
misión de ser funcionarios ideológicos coloniales. (Bilbao, 2008, pp. 17 y ss.).
-453 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
con armas de fuego, espadas, caballos, perros, y trampas. Tras las
derrotas militares, muchos se escondieron en comunidades aisladas,
y aquí nace el cimarronaje, al que pronto se incorporan los esclavos
africanos fugados de las minas y haciendas.
Muchos resistieron auto-blindándose con sus culturas, lenguas
y tradiciones. Otros atacaron con la desobediencia, la ineficiencia y la
negligencia ante las tareas laborales impuestas. Si el suicidio fue una
opción evasiva ante el brutal primer impacto con los conquistadores,
luego la apatía y la indolencia, hijas de la desesperación, la exclusión
y el odio, también anidaron entre las formas de resistencia. Incapaces
de entender los procesos de enajenación desatados por la propia
crueldad y codicia del sistema explotador, e interesados en promover
todo lo que devaluara a los indígenas, colonialistas, oligarcas y burgueses
se dieron a la innoble tarea de fabricar y propalar estereotipos,
animadversiones y concepciones racistas sobre los "indios".
Se consideró que los pueblos originarios de América eran una
masa ignorante, perezosa e infrahumana, y se les condenó a ocupar
los lugares más bajos de la jerarquía social. Esta actitud continúa
hoy y se multiplica con la pobreza material que sufren y las brechas
educacionales y tecnológicas que se han acumulado. En mi práctica
como docente, he constatado como aún en plena contemporaneidad
hay sectores oligárquicos y racistas en países como Guatemala, Bolivia,
Ecuador, Perú, que aún educan a sus hijos para que utilicen la
palabra indio como el mayor de los epítetos infamantes.
Al cabo de cinco siglos, la inmensa mayoría de población indígena
que sobrevivió, es víctima del más gigantesco despojo de la historia
universal. No rebasa los niveles de pobreza, sufre la usurpación de
sus tierras, y sigue condenada a la negación de su identidad. En
la región, ha sido aniquilada una tercera parte de las selvas, con la
desaparición de su excepcional biodiversidad, y mucha tierra que fue
fértil está yerma. El subsuelo fue saqueado de metales preciosos, y
ahora se intenta el despojo con el petróleo y los llamados metales
estratégicos. Las cuencas acuíferas son el último y más trascendental
recurso que se ha incorporado a la rapiña colonialista. Al principio,
el saqueo y el genocidio fueron ejecutados en nombre del Dios de los
cielos. En su diario "del Descubrimiento", Colón, escribió 51 veces
la palabra Dios o Nuestro Señor (Colón, 1984). Después en nombre
del Dios del progreso. Desde hace 500 años el Dios real es el capital.
-454-

FELIPE DE JESÚS PÉREZ CRUZ
ENCUENTRO DE CIVILIZACIONES V CULTURAS
También somos herederos de ese mundo colonial de injusticias y
explotación que forjaron los hombres que simboliza el Almirante
Cristóbal Colón. De lo que se trata es de saber a qué herencia renunciamos
y cual reivindicamos. Es necesario reconocer la impronta de
las personalidades en la Historia, y para quienes trabajamos por un
mundo mejor, resulta de particular interés estudiar el universo ético
de los sujetos de y en la historia. El Almirante Cristóbal Colón, sus
capitanes y continuadores, fueron audaces e inteligentes soldados,
líderes con la capacidad de fundar un nuevo orden de explotación
colonialista en esta parte del planeta, que a su vez impactó y reconfiguró
el mundo de entonces. En interés de ese orden, desataron
nuevas fuerzas productivas, fundaron villas, construyeron iglesias
y conventos, importaron bienes y tecnología. Desempeñó un papel
fundamental la ambición de victoria y riquezas que movía a aquellos
hombres: Son los héroes de la "civilización contra la barbarie" y la
acumulación originaria del capital, anti-héroes frente al humanismo
y la dignificación humana.
Los caciques e indígenas rebeldes emprendieron una guerra justa, y
derrocharon audacia e inteligencia como combatientes, demostraron
ser líderes con capacidad de resistencia, que además de aprestarse a
derrotar la tecnología y la experiencia militar de los invasores, tuvieron
que vencer sus propios temores y limitaciones cosmovisivas, que
si fueron malévolamente utilizadas por los europeos para aumentar
su ventaja. Estos primeros rebeldes de América resistieron la primera
guerra colonialista del proceso mundial de internacionalización y
acumulación originaria del capital; fueron héroes de los derechos
humanos, de la emancipación.
Las interesantes polémicas acerca de la llegada por uno u otro
puerto oriental de la Isla, del Almirante invasor Cristóbal Colón,
no puede dejar de significar para todos los implicados, que el 12 de
octubre de 1492, en Guanahaní 6 y luego el 28 del mismo mes en
Cuba,? se realizó el acto militar y político de toma de posesión del
6 Isla situada en el archipiélago de las Bahamas, que ese mismo dia bautizaron como San Salvador.
7 Existe una disputa sobre el puerto del primer desembarco de Colón en Cuba. Hortensia
Pichardo plantea con los argumentos de varios geógrafos, que se trata del Puerto de
Bariay, otros investigadores asumen que se trata del Puerto de Gibara.
-455 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
territorio poblado por nuestros antepasados aborígenes, en nombre
de la monarquía española, y en tanto estas fechas simboliza el momento
de la intrusión de la lógica egoísta del sistema de dominación
del colonialismo europeo en América.
En medio milenio de colonia, de la Europa ibérica no solo llegaron
los genocidas soldados de fortuna que masacraron y robaron a los
pueblos originarios, y la plaga de comerciantes, jerarcas eclesiásticos,
funcionarios monárquicos y burócratas ladrones que se enriquecieron
con las relaciones colonialistas de explotación. También arribaron
sujetos portadores de todo lo progresivo y laborioso que latía en los
pueblos del Viejo Continente, en la España que se hizo nación desde
América: campesinos y artesanos, intelectuales, maestros y artistas,
hombres y mujeres de bien -no pocos sacerdotes y religiosas que como
el padre Bartolomé de La Casas, dieron su aporte de entrega humanista
y sabiduría-, campesinos y artesanos humildes, que hicieron de estas
tierras su nuevo hogar, y con ello las convirtieron en el escenario de sus
amores, pasiones, resistencias y luchas (Márquez, 1995).
Frente a la España feudalizante, del egoísmo monárquico, frente
al anti héroe del pillaje; siempre estuvo -latente una veces, explícita
otras- la España antifeudal y antimonárquica, el héroe del trabajo
honrado y la cultura, aquellos que incluso no titubearon, para integrarse
en el siglo XIX, a la causa de la independencia nacional.
En las sociedades divididas en clases, existen al menos dos culturas,
de una parte la cultura predominante conservadora de los opresores
y sus grupos afines, y de la otra, la cultura de los oprimidos y de
aquellos sujetos que logran entender el carácter egoísta de la cultura
hegemónica (Lenin, 1979). Y el encuentro de culturas se dio definitivamente
en la sociedad colonial avanzado el siglo XVI y durante toda
la época colonial, en la relación profunda de la España humilde, trabajadora,
culta y popular, con las civilizaciones, culturas y naturaleza
americanas, con los negros esclavos y demás migrantes. En la mezcla
de las cosmovisiones, en la solución de problemas y retos comunes,
y también en sus diferencias; creció el etnos transculturado que, aún
en construcción, estallaría en vocación y necesidad de emancipación
desde finales del siglo XVIII. 8
Antes que con los soldados que siguieron a Cristóbal Colón, Diego
Velázquez de Cuéllar (1465-1524), Pánfilo de Narváez (c.1470-1528),
8 Ya hacia la primera mitad del siglo XIX los componentes hispánicos de origen se han
transformado de modo cualitativo y cuantitativo (Guanche, 2013, p. 66).
-456-

FELIPE DE JESÚS PÉREZ CRUZ
Hernán Cortés (1485-1547), y Francisco Pizarro (1476-1541),
hoy nos reconocemos en la caballería alucinante y heroica de Don
Quijote,9 en la autenticidad de los colonos, campesinos y artesanos,
hispanos emprendidos y tozudos, moros sensuales y laboriosos, ambos
valerosos peleadores, renacidos en estas tierras, con en el aporte
del indígena levantisco y el negro insumiso.
Quinientos años de resistencia.
LA HISTORIA DE LA CONMEMORACiÓN
DEL 12 DE OCTUBRE
Al conmemorarse el Cuarto Centenario del llamado descubrimiento
de América, la Corona española bajo la regencia de doña María
Cristina de Habsburgo (1858-1929), expresó en un Real Decreto
firmado en el monasterio de La Rábida el 12 de octubre de 1892,
el claro propósito de instituir como fiesta nacional, el aniversario
del día en que las carabelas capitaneadas por el Almirante Cristóbal
Colón llegaron a las Antillas. En 1913, Faustino Rodríguez-San
Pedro (1833-1925), presidente de la Unión iberoamericana, rescató
9 La clásica obra de Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616). expresión de altruismo
y el espíritu humanista de la España culta y popular, cuya primera parte fue publicada a
comienzos de 1605 con el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
-457 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
el propósito de la regente María Cristina, y pensó en una celebración
que uniese a los españoles de ambas regiones y a sus descendientes,
y eligió para esto el mencionado día de octubre. Su propuesta, generalizada
después por los gobiernos, fue la de celebrar el Día de la
Raza, y fijar en el calendario de conmemoraciones gubernamentales
una llamada "Fiesta de la raza", para exaltar a España, y "agradecer"
la hazaña de Colón.
El Día de la Raza nació como hijo natural del conservadurismo
predominante en la Unión Iberoamericana. El concepto del progreso
desde la perspectiva eurocéntrica lO , fue la tesis central de la
propuesta. La condición de barbarie e incivilización de nuestros
pueblos resultaba el corolario adecuado. Se trataba de un concepto
de "raza española", que se anteponía a la que consideraban agresiva
"raza anglosajona", y era profundamente racista frente a "las razas"
"negra", "mestiza" e "indígena". La denominación invitaba a sentir
orgullo de que fuéramos descendientes de españoles y a la vez,
vergüenza de que lleváramos sangre indígena o negra en nuestras
venas. Tácitamente proponía ignorar las violaciones cometidas por
los invasores a las mujeres indígenas, que luego concebían y criaban a
sus hijos "mestizos", que serían la nueva raza menospreciada. Era una
época de menosprecio y odio contra los indígenas, en la mayoría de
las repúblicas de "conservadores" y "liberales. Recientes estaban las
campañas genocidas de las oligarquías de Chile y Argentina contra el
pueblo mapuche, al sur,11 y en la "próspera" y "democrática" república
del Norte se consumaba el exterminio de la población indígena. 12
10 La empresa del descubrimiento fue en todos los órdenes muy positiva para Europa, y
realmente fue uno de los pilares fundamentales del proceso de acumulación originaria del
capital, lo que aseguró su despliegue capitalista. Karl Marx precisó que "el descubrimiento
de los yacimientos de oro y plata en América, la cruzada de exterminio, esclavización y
sepultura en la minas de la población aborigen, el comienzo de la conquista y el saqueo de
la Indias Orientales, la conversión del continente africano en lugar de caza de los negros
son todos hechos que señalan los albores de la era de producción capitalista" (Marx,
1973, p. 688).
11 Las llamadas en Argentina campañas "del Desierto" (1878-1885) y en Chile "pacificación" de la
Araucania" (1861-1883), fueron campañas militares que se realizan por los gobiemos de esas
repúblicas, contra los pueblos mapuches, y tehuelches al sur de sus territorios, para lograr a
finales de esa centuria apoderarse de la mayoría de los tierras habitadas por esa nación, para
dar paso a la economía exportadora agrícola y ganadera que satisfacía el apetito de Europa.
12 Las llamadas Guerras Indias finalizaron con la masacre de Wounded Knee, en Dakota del
Sur, el 29 de diciembre de 1890, cuando la caballería del Ejército de los Estados Unidos
masacró a cientos de guerreros sioux, a sus mujeres y niños.
-458 -

FELIPE DE .JESÚS PÉREZ CRUZ
Mientras España hacía su convite cuatricentenario, José Martí se
refería a los 400 años de vergüenza, y ratificaba en el ensayo "Nuestra
América", publicado en El Partido Liberal, de México, el 30 de
enero de 1891, que nuestra América ha de salvarse con sus indios.
Recomienda el Héroe Nacional cubano "a los gobernadores de las
repúblicas de indios", "aprender indio", y reacciona frene al drama
que vive en la nación estadounidense que ahoga en sangre a sus indios
(Martí, 1975).
Contra este engendro del Día de la Raza, batió lanzas tempranamente
el joven comunista Julio Antonio Mella: Necesario es -afirmaba
Mella en 1928-contrarrestar toda esta teoría que no tiene más fin
que hacerse propaganda los interesados en vivir del resto del Imperio
español ... A España no le debemos. Ella es la que está en deuda con
nosotros. Véase cualquier historia y se comprenderá ... (Mella, 1975).
La plataforma del hispanismo racista sobrevivió en América como
parte de la propuesta hegemónica de los poderes oligárquicos. En
vísperas de la llegada, en 1992, de la celebración del Quinto Centenario
o Medio Milenio del "descubrimiento", los intereses conservadores
del Estado español, ahora con la fuerza de las transnacionales,
volvieron a la carga en momentos en que los sectores sociales, las
organizaciones y movimientos de izquierda, tanto en Europa como en
América, aún no se han recuperado del doble trauma de la derrota del
socialismo soviético y la agresiva avalancha económica, ideológica y
política del neo liberalismo, por entonces en plena euforia triunfalista.
El Reino Español -yen menor proporción Portugal-, orquestaron
una amplia y multisectorial operación de relaciones públicas
internacionales, destinada a fortalecer el consenso hispanista, y
en tanto maquillar la ofensiva financiera que en esos momentos
realizaban las firmas ibéricas, con la compra de las empresas estatales
latinoamericanas privatizadas por recomendación del Fondo
Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Banco Interamericano
de Desarrollo (BID). La operación hispanista incluía
generosas invitaciones a eventos y actos en España, publicaciones,
premios, y becas artísticas y de investigaciones, con el propósito
explícito de olvidar las represiones, muertes y saqueos, y alabar el
"descubrimiento" como un hecho feliz y "civilizatorio". Impulsada
por la diplomacia española en todos los países de la región se crearon
Comisiones gubernamentales para el Quinto Centenario. Entonces,
el servilismo de algunos gobiernos del área, llegó al punto de acompañar
a la "Madre Patria" en la propuesta a la Organización de las
-459-

---------
Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Naciones Unidas (ONU), de declarar 1992 como ''Año Internacional
del Descubrimiento de América".
UNA VISiÓN DISTINTA
Los preparativos oficiales desataron discusiones y resistencias en la
intelectualidad progresista, y sobre todo las protestas de los pueblos y
movimientos indígenas. El plan del ''Año del Descubrimiento", fue refutado
con la justa demanda de un ''Año Internacional de los Pueblos
Indígenas". Las posiciones encontradas aconsejaron a los personeros
de la ONU, que no fuera en ese momento ni lo uno ni lo otro, lo que
significó de hecho la paralización del empeño colonialista. El álgido
debate que se dio, obligó además, a los organizadores peninsulares
y sus socios del continente, a cambiar la idea del "descubrimiento"
de América, por el de "encuentro de dos mundos", al que se le sumó
también el criterio del "encuentro de culturas". La confrontación
de las dos propuestas sirvió además para llamar la atención sobre
significado colonialista y racista del denominado Día de la Raza, y
comenzó a promoverse una nueva forma de ver a los conquistadores
europeos de los siglos XV-XVI. .
La denominación Encuentro de dos mundos fue presentada el 28 de
octubre de 1988, al Consejo Ejecutivo de la UNESCO por una delegación
mexicana presidida por el profesor Miguel León-Portilla, coordinador
de la Comisión mexicana del Quinto Centenario. Según esa propuesta,
unánimemente aceptada, se hizo un llamamiento a todos los países, sobre
todo iberoamericanos, para conmemorar en 1992 los quinientos
años del inicio del encuentro entre dos mundos con la llegada de las
naves españolas, al mando de Cristóbal Colón. La palabra encuentro
debía entenderse como coincidencia en un lugar, desde los primeros
contactos entre el Almirante y su tropa con los indígenas caribeños,
hasta las ulteriores luchas y enfrentamientos, así como a los intercambios
culturales, el mestizaje y la fusión de pueblos.
La resolución acordada por la UNESCO invitaba a los estados
miembros a unirse en espíritu de genuina universalidad a la citada
conmemoración. Se obviaba en este documento el carácter mercantil
de la aventura colombina y los crímenes de la conquista, queriéndose
subrayar el enfoque universalista del Quinto Centenario, con
el argumento de que a partir del 12 de octubre de 1492, todos los
habitantes del planeta comenzaron a entrar en contacto y a abrir la
puertas a nuevas y fecundas formas de acercamiento multilateral.
-460-

FELIPE DE JESÚS PÉREZ CRUZ
La plataforma del encuentro de culturas y civilizaciones, fue una
posición del Estado cubano que se propuso en respuesta de mesura,
frente a la algarada hispanista del Medio Milenio de la llegada de los
europeos, a América. La denominación del "encuentro" en lugar del
insostenible concepto de "descubrimiento", con un reconocimiento
implícito a la existencia y protagonismo de "los descubiertos" y de
que estos poseían una civilización y culturas propias, fue frente al
festín racista del hispanismo eurocéntrico, una alternativa que se
situó a la izquierda del conservadurismo prevaleciente, pero no por
esa razón fue acertada.
La Historia es una disciplina política, pero no se construye con
dictados desde la política. Y el discurso del "encuentro" efectivo
para el diálogo gubernamental, no resistía el mero debate a escala
de los estudiosos del tema, ni respondía las demandas de justicia de
los actuales descendientes de los pueblos masacrados. En aquellos
días escribí: "Se puede aceptar que la llegada de los europeos a América
técnicamente constituyó un progreso que contribuiría a forjar
la universalidad del mundo moderno y propicio el encuentro de
culturas diversas, (pero) ... nada había que justificara la rudeza y la
crueldad con que actuaron no solo los ejércitos de ocupación sino
los gobernantes y dignatarios a quienes servían. De modo brutal las
huestes de hombres sedientos de riquezas interrumpieron el desarrollo
de los pueblos aborígenes y, a sangre y fuego, destruyeron sus
sociedades y culturas forjadas a lo largo de miles de años" (Pérez
Cruz, 1988). Posición similar manifestaron otros historiadores e
intelectuales latinoamericanos.
Conmemoración de la lIe,gada del Almirante Colón,
- 46 1 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Desafortunadamente insubordinaciones intelectuales como la
que cito, quedaron sepultadas por la avalancha de publicaciones y
conmemoraciones iberoamericanas, agradables y festivas.
El12 DE OCTUBRE DE 1992
Más allá del debate intelectual, lo definitivo en las jornadas de 1992,
fue el protagonismo de los pueblos originarios. El día 12 de octubre
de 1992, en San Cristóbal de las Casas, cabecera municipal de la
mexicana Chiapas, vestidos con taparrabos, pintados sus cuerpos
con los colores beligerantes de cinco siglos de resistencia, y armados con
arcos y flechas, unos diez mil indígenas "tomaron" la ciudad real y
derribaron la estatua del conquistador Diego Mazariegos, símbolo
de la opresión en la región. Aquella acción fue la primera aparición
pública del movimiento que ya se forjaba. Por eso, dos años después,
en su Primera Declaración de la Selva Lacandona,13 el Ejército Zapati
sta de Liberación Nacional fundamentó su alzamiento, apelando a
la resistencia indígena como señal de identidad: "Somos producto de
quinientos años de luchas". Era por demás, el estallido de un nuevo
y propositivo nacionalismo indígena, que pronto se extendería por
toda la región, y hoy se ha constituido en una de las más importantes
fuerzas motrices de la Revolución continental, del nuevo curso del
socialismo en el siglo XXI latinoamericano y caribeño.
El protagonismo de los pueblos originarios que por sí y para sí
mismos, fue reclamado en el acto reivindicatorio de San Cristóbal
de las Casas, cuestionó severamente la hegemonía del pensamiento
conservador y fracturó su colosal barrera mediática. Implicó desde
la praxis rebelde de los pueblos invadidos y masacrados, el renacer
de una visión distinta de la historia y el presente que comenzó a ser
masivamente conocida.
Con la caída de la estatua del capitán español Mazariegos, se dio
un golpe demoledor a la tradición racista del Día de la Raza. Desde
entonces se reivindicó y ratificó ese día del décimo mes del año como
Día de la Resistencia, Dignidad, Rebeldía y Lucha de los oprimidos
y excluidos, de nuestros pueblos originarios, contra el colonialismo,
que pervive enquistado en las act~a1es relaciones de explotación y
13 Declaración de la Selva Lacandona. Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional (EZLN). Año 1993, http://palabra.ezln.org.mx/comunicados/1994/1993.htm.
-462-

FELIPE DE JESÚS PÉREZ CRUZ
exclusión capitalistas, que aflora en las mentalidades de los grupos
de poder y en sus círculos intelectuales.
Fue muy significativo por su impacto mediático internacional,
el otorgamiento del premio Nobel de la Paz a Rigoberta Menchú,
una destacada líder del movimiento indígena guatemalteco. Lejos
de obnubilarse con los agasajos del occidente capitalista, Rigoberta
mantuvo su dedicación a la lucha por la reivindicación de los derechos
de los pueblos indígenas.
A partir de la celebración del Quinto Centenario o Medio Milenio
del "descubrimiento", se intensificaron, en todos los países de
la región con población indígena, los "contrafestejos". El día que
evoca el Descubrimiento de América, entidades indígenas, asambleas
populares y organizaciones no gubernamentales realizan diversas
actividades -de difusión debates y publicaciones, talleres, recitales de
música autóctona y bailes- de reivindicación de los derechos, la
cultura y, especialmente, la propiedad de las tierras que pertenecieron
a los pueblos originarios.
,
NUESTRA RAIZ SE MULTIPLICA
Los pueblos que se auto-reconocen y reconocemos como aborígenes
o indígenas, representan aproximadamente 370 millones de personas
repartidas en casi 90 países. Son más de cinco mil pueblos con
su propia forma de ver el mundo, sus particularidades culturales y
lingüísticas y con una voluntad cada vez más fuerte de reivindicarlas
y de sentirse orgullosos de ellas, a pesar de siglos de opresión
y dominación cultural, política, económica y social. En América
Latina existen actualmente 522 pueblos indígenas que van desde
la Patagonia y la Isla de Pascua, hasta el norte de México, pasando
por distintas áreas geográficas como el Chaco Ampliado, Amazonia,
Orinoquia, Andes, Llanura Costera del Pacífico, Caribe Continental,
Baja Centroamérica y Mesoamérica.
Para América Latina, los datos demográficos, con todas las cautelas
que las estimaciones disponibles requieren, son elocuentes. Se identifican
más de 65 O pueblos indígenas, concentrados principalmente en
México, Bolivia y Guatemala, además de Ecuador, Perú, Colombia,
Brasil, Chile y algunos países del Caribe. En Bolivia, la población indígena
representa 66 % del total de la población y en Guatemala 40 %.
-463 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
En total se estima que unos cuarenta millones de personas en nuestra
región, 8 % de la población total sean indígenas.
Aunque los indígenas solo representan 5 % de la población total
del planeta, constituyen más de la tercera parte del segmento más
pobre a nivel mundial. En Australia y Nepal los niños indígenas
tienen una esperanza de vida de veinte años, en comparación con el
resto de los habitantes, índice que cae a trece en Guatemala. Según
estudios realizados, es en nuestra región donde existen los niveles
más altos de opresión, exclusión y discriminación de la población
indígena (Fearon y Laitin, 2003).
A pesar de las reducidas condiciones de vida de estos hombres
y mujeres contemporáneos, custodian un gran acervo de lenguas y
tradiciones; poseen una experiencia única a la hora de conciliar de
manera sostenible la diversidad cultural y la diversidad biológica, y
tienen acceso a profundas fuentes de conocimiento y creatividad.
Los pueblos indígenas que resistieron la embestida colonialista en
las zonas de desarrollo de las grandes civilizaciones americanas, y
aquellos que se replegaron a las profundidades de las selvas y sierras
antes de aceptar ser subyugados, guardan celosamente sus lenguas,
su cultura y organización social, sus formas de cultivo, su civilización
ancestral, que respeta la naturaleza y al ser humano. Estos pueblos
que se negaron a morir son historia viva.
Los pueblos indígenas reivindican los derechos de territorialidad,
económicos, culturales y políticos, que tienen en el concierto de los
estados nacionales surgidos de la primera independencia. Se pronuncian
por el respeto a la diferencia cultural, el reconocimiento de sus
culturas, idiomas, religiosidad, prácticas de socialidad y formas de
vida, demandas que encierran esencialmente el reconocimiento
de su presencia histórica. Tales derechos en el orden legal, conforman
el eje del derecho indígena. En el orden social se abre el combate
contra la discriminación, contra el racismo, y también contra la
autoexclusión. A nivel político los movimientos indígenas exigen
a los gobiernos incluir en los planes y políticas del Estado, la elaboración
de políticas públicas que incluyan la dimensión intercultural
y ambiental, que respeten la necesidad de establecer mecanismos de
consulta y negociación con los pueblos y comunidades indígenas suficientemente
amplios y democráticos. Los pueblos indígenas solicitan
la participación en todos los ámbitos y programas de desarrollo,
en el diseño de planes de vida, que potencien el autodesarrollo, con
-464-

FELIPE DE JESÚS PÉREZ CRUZ
visión de género, promoviendo la participación indígena en el diseño,
ejecución, evaluación y contraloría de estos planes.
La posición del nuevo movimiento indígena no solo es reivindicativa.
La civilización y cultura de nuestros antepasados tiene hoy
mucho que decir frente al modelo capitalista depredador del hombre
y la naturaleza. Los movimientos indígenas proponen su filosofía de
armonía con el ecosistema y socialidad solidaria. Desde la civilización
andina se refieren al Buen Vivir, frase que procede de las palabras
indígenas Suma Qamaña (en lengua aymará) o Sumak Kawsay (en
quechua), que significan vida en plenitud, en armonía y equilibrio
con la naturaleza y en comunidad, por lo que también se le llama
el Buen Convivir. El pensamiento ancestral del Buen Vivir, es un
viejo-nuevo paradigma, que propone una vida en equilibrio, con
relaciones armoniosas entre las personas, la comunidad, la sociedad
y la Madre Tierra a la que todos pertenecemos.
En contraposición con la filosofía individualista y consumista del
capitalismo contemporáneo, que se sustenta en una visión antropocéntrica
y depredadora, la búsqueda de "un buen vivir", nos enseña
el cuidado de la naturaleza y el planeta, de la Madre Tierra como
un ser vivo y participante, con conceptos como complementariedad,
reciprocidad, comunitarismo.
Cuando las cubanas y cubanos reconstruimos el pasado, aprendemos
de sus saberes, y nos autodefinimos como lo que somos, actuales
herederos de más de siete mil años de historia, realizamos un acto de
universalidad, respeto e integración solidaria a esa parte-raíz de nuestro
tiempo. Nos auto-reconocemos en los esfuerzos revolucionarios
que lideran los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua,
por recuperar la historia y el espacio, la dignidad, los derechos y
recursos, que les fueron arrebatados a los pueblos originarios que
conforman y enriquecen la vida de estas naciones.
El conocimiento de la historia de los pueblos indo americanos que
poblaron nuestro archipiélago, también nos sitúa en condiciones para
interactuar en la complejidad del momento que vivimos, libres de visiones
edulcoradas y facilismos. Entendemos por qué con frecuencia,
la imagen que muchos indígenas tienen de sí mismos es de impotencia,
miseria y abandono, lo que produce marginalidad, deterioro social
y hostilidad. Comprendemos cómo tras más de quinientos años de
opresión económica y enajenación ideológico-cultural, no está libre
el mundo indoamericano actual, de peligros de mayor desestructuración,
de arcaísmo y fundamentalismos, de la presión del mercado
y de la ideología burguesa y egoísta hegemónica.
-465-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Los pueblos indígenas tienen un nuevo presente, todas sus potencialidades
se tensan, y los peligros también acechan. La diferencia
decisiva hoy está en que su marcha de emancipación está unida al
combate anticapitalista de todos los sujetos populares: de los negros
y negras, los jóvenes, las minorías discriminadas por razones de preferencia
o identidad sexual, los intelectuales, campesinos, obreros,
trabajadores formales, por todos los que perciben la necesidad de
parar el deterioro de la vida humana y su entorno planetario.
,
DIA DE LA RESISTENCIA, DIGNIDAD,
REBELDíA Y LUCHA
Entre los ámbitos más importantes del movimiento indígena, están las
sucesivas Cumbres de Pueblos Indígenas de América, el Parlamento
Indígena de América, los congresos que se han dado en los áreas
continentales y más recientemente las articulaciones alcanzadas a
nivel hemisférico e internacional en los procesos de los Foros Sociales
mundiales y regionales y la plataforma indígena creada por la
Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de
Comercio de los Pueblos o (ALBA-TCP). En el Caribe se han activado
organizaciones neo-taínas, como la Confederación Unida de Taínos.
En Puerto Rico existe la Nación Tribal Jatibonicu Taíno de Borinkén
y la Wakia Arawaka Taína de Ponce.
El empuje del nuevo movimiento indígena obligó a los Estados
y a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a reconocer la
pluralidad cultural y étnica de las sociedades. La ONU declaró el
"Decenio de los Pueblos Indígenas" en 1995-2004, para fortalecer
la respuesta internacional a los problemas que enfrentan las poblaciones
indígenas en áreas como derechos humanos, educación, salud,
medio ambiente, desarrollo económico y social. La organización
mundial constituyó un Foro Permanente sobre las Cuestiones Indígenas,
y la Asamblea General acordó designar el 9 de agosto como
el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo. El tema es
objeto de los programas en agencias del sistema de Naciones Unidas
como la Organización para la Educación, la Cultura y la Ciencia
(UNESCO). Esta organización reconoció en 2001 en su declaración
universal sobre diversidad cultural, que las comunidades indígenas
forman parte del patrimonio común de la humanidad por su riqueza
cultural, lingüística y gastronómica.
-466-

'elanzaua/\
ap euepe/lllo9 e:J!lq~da8 'zapu~uJaH oIJo5aJ8 9S0r U9!SIII\I

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Desde el 2002, un decreto del presidente comandante Hugo Rafael
Chávez Frías, instituyó oficialmente para la República Bolivariana de
Venezuela, la conmemoración del 12 de octubre como Día de la Resistencia
Indígena, de los pueblos originarios americanos, frente a los
colonizadores europeos. En Nicaragua el Gobierno del presidente
Daniel Ortega, acordó en 2008 eliminar los festejos del Día de la
Hispanidad y en su lugar asumir la celebración del Día de la Resistencia
Indígena, Negra y Popular. Desde entonces, la celebración ha
cambiado de nombre en la región según el compromiso y la visión
de sus gobiernos, con lo que se instituyeron denominaciones como el
Día del Respeto a la Diversidad Cultural, Día de la Interculturalidad
y la Plurinacionalidad, Día de las Culturas.
En Bolivia, Perú, Argentina, Chile y México el 12 de octubre de
2013, se renovaron las voces indígenas y populares que promueven
celebrar el Día de la Resistencia Indígena. En la Unión Nacional de
Historiadores de Cuba, con el concurso de instituciones académicas,
escuelas, universidades y museos, se han iniciado movimientos a favor
de extender esa conmemoración en el país, en el que se cosecha los
primeros resultados. Abogamos porque el Estado y el Gobierno revolucionarios
de Cuba se sumen oficialmente a esta conmemoración.
-468 -

ANEXO 1
,
RESOLUCION QUE PROPONE CONMEMORAR
EL 12 DE OCTUBRE COMO EL DíA
DE LA RESISTENCIA INDíGENA EN CUBA 1
CONGRESO PROVINCIAL DE HISTORIA
La Habana 16, 17 Y 18 de enero de 2014
Frente a las ausencias y lecturas colonialistas aún prevalecientes en
la Historia Antigua de nuestra nación, los historiadores y los participantes
en el Congreso Provincial de Historia de la capital (enero 16,
17 Y 18 de 2014), ratificamos la necesidad de que la historiografía
cubana profundice en el estudio de los saberes ancestrales, y en la
sistematización y construcción de nuevos conocimientos históricos,
que incorporen los resultados producidos en los últimos lustros por
la investigación arqueológica, antropológica, lingüística y de otras
disciplinas. Asímismo, felicitamos la propuesta de debatir la presente
Resolución en el XXII Congreso Nacional de Historia a realizarse en
el 2016, en la ciudad de Holguín. 2 Proponemos que el XXII Congreso
se pronuncie y sustente:
1) El acto de justicia histórica -como ya lo hacen los gobiernos
revolucionarios y progresistas de América Latina- de conmemorar
el 12 de octubre, día que marca la llegada de la expedición militar
de conquista del Almirante Cristóbal Colón (1446-1506) al Caribe,
Alfonso Córdova Medina, presentó al Congreso Provincial esta Resolución. Investigador
Auxiliar del Instituto Cubano de Antropología (lCAN), presidente de la asociación de base
de la UNHIC en dicho instituto. Son coautores José Jiménez Santander Investigador
Auxiliar del ICAN, el profesor de Historia Eddie Quiñones Díaz de Vi llegas y Felipe de J.
Pérez Cruz. El documento original fue aprobado por unanimidad por los 315 delegados al
Congreso Provincial.
2 La Comisión Organizadora del XXI Congreso de Historia, realizado los días 24 y 25 de abril
de 2014 en Camagüey, propuso y fue aceptado, posponer el debate de la Resolución que
a tal fin elaboró el Congreso Provincial de Historia, y proyectar el tema como punto
del XXII Congreso Nacional de Historia a realizarse en el 2016, en Holguín. Hasta tanto,
se creó una Comisión que se encargaría de promover el más amplio debate historiográfico
alrededor de las propuestas formuladas. El documento que se presenta incorpora a la
Resolución original, los consensos hasta ahora alcanzados con vistas al Congreso.
-469-

Los IN DOAMERICANOS EN CUBA. E STUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
como Día de la Resistencia y la Cultura Indígena, en recordación a los
caciques Hatuey y Guamá, y a los pueblos aborígenes que se enfrentaron
al genocidio y etnocidio del colonialismo europeo, resistieron
el embate de la explotación capitalista, se hicieron simiente de la
forja de la nación cubana y nos legaron sus culturas y cosmovisiones.
2) Que los Ministerios de Educación (MINED), Educación Superior
(MES), Cultura (MINCULT), Turismo (MINTUR), Relaciones Exteriores
(MINREX), Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR),
del Interior (MININT), y el Instituto Cubano de Radio y Televisión
(ICRT), así como las organizaciones políticas y asociaciones de la
sociedad civil, instituyan la conmemoración del Día de la Resistencia
y Cultura Indígena, y en particular promuevan que este día se celebre
en todos los centros de la educación general, universidades, instituciones
culturales y turísticas, sedes diplomáticas y unidades militares.
3) Que la conmemoración también se conciba para promover nuestro
diálogo, aprendizaje, reafirmación cultural, con el actual movimiento
indígena de Nuestra América. Que el MINREX, las instituciones
estatales de servicio exterior, las organizaciones políticas y asociaciones,
estimulen el intercambio solidario y la cooperación con
nuestros hermanos de los pueblos aborígenes y sus descendientes,
de toda América.
Resistencia indígena.
-470-

ANEXOS
4) Por la historicidad del concepto expedición militar de conquista
en lugar del ambiguo, apacible e inexacto concepto de viaje de
descubrimiento, o el aún insuficiente término de expedición, para el
acontecimiento que se desató a partir de la salida del puerto ibérico
de Palos de la Frontera (o Moguer), de las naves comandadas por
Colón, el 3 de agosto de 1492. Esta expedición militar de conquista
fue, de hecho, el primer acto de guerra y de dominación del colonialismo
europeo, contra el territorio y los pueblos que vivían en la
región y, en tanto, considerar que la trascendencia de esta propuesta
epistemológica lo es también político-filosófica, ética y cultural.
5) Incorporar el término invasión militar, a la tradicional denominación
de JI Viaje o Expedición realizada por el Almirante Colón, en
tanto tal denominación cualifica el carácter de la operación militar
de conquista, que se desarrolló a partir de esa expedición, que bajo
su mando partió del territorio ibérico el 25 de septiembre de 1493,
con el definido objetivo de invadir, conquistar, ocupar y apoderarse
del oro y las riquezas de la isla caribeña de Haití y sus pobladores, y
extender la exploración y conocimiento de esa región con similares
fines de dominación y expropiación económica.
La historiografía de matriz colonialista que hemos heredado, con el
interés de negar y menospreciar la resistencia indígena, y desdibujar la
violencia genocida de tan dramático acontecimiento de dominación,
ha silenciado que la conquista y colonización se llevó a cabo mediante
una guerra de rapiña colonialista que el Estado español desató contra
los pueblos aborígenes que vivían en las islas del Caribe y en el territorio
continental que llamamos hoy América. Sobre esta guerra iniciada
por el Almirante Colón contra los cacicazgos de Haití, a principios
de 1494, proponemos que el XXII Congreso Nacional de Historia:
6) Precise las conceptualizaciones de querra y querra de rapiña, para
el acontecimiento que tratamos.
7) Subraye que la guerra de rapiña iniciada por Colón en Haití fue
a su vez la primera guerra colonialista del proceso mundial de internacionalización
y acumulación originaria del capital, y la primera
guerra colonial contra los pueblos indígenas de Nuestra América.
La guerra colonial del Estado español contra los pueblos caribeños y
americanos, tuvo su episodio cubano a partir de 1510, con la expedición
militar, la invasión y ocupación que la historiografía nacional ha
denominado conquista y colonización o primera colonia (1510-1542).
Esta sería, por tanto, la primera guerra colonialista en la historia de
- 471 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Cuba. Los indígenas que habitaban Haití, Borinquén, Jamaica y Cuba,
no fueron mansos ni se dejaron victimizar impunemente.
8) Proponemos que el XXII Congreso Nacional de Historia, reconozca
el conjunto de las resistencias aborígenes en Haití, Borinquen,
Cuba, Jamaica y las demás islas caribeñas, como genuinos episodios
de guerra justa, que cualifican a aquellos hombres y mujeres, quienes
a pesar de la abrumadora superioridad militar de los invasores,
bajo el liderazgo de caciques-jefes militares, defendieron su libertad
y espacio vital.
9) Proponemos que el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural y
la Comisión Nacional de Monumentos, promuevan en municipios
y provincias la colocación de tarjas y monumentos en aquellos lugares
donde se efectuaron acciones armadas de la resistencia aborigen
durante la primera guerra colonialista de la historia de Cuba.
Estamos al tanto sobre qué ocurría en el siglo xv en las cortes de
España y Europa, pero no hemos fertilizado estos saberes, con la sistematización
y el análisis de la historia propiamente aborigen-caribeña.
10) Proponemos que el XXII Congreso Nacional de Historia se
pronuncie por una relectura que incorpore al sujeto histórico aborigen,
que estudie como parte indisoluble de la historia nacional, la historia
de los pueblos caribeños, y si de la irrupción europea se trata, que se
profundice en el momento histórico particular -en el orden social,
cultural y político- en que se encontraban estos pueblos a finales
del siglo xv.
11) Proponemos que el XXII Congreso Nacional de Historia exprese
al MINED y al MES, la necesidad de revisar los programas
docentes, con el objetivo de enriquecer los contenidos sobre las
culturas aborígenes y los hechos de su resistencia frente a la guerra
de rapiña colonialista del Estado español, acción opresora a la que se
incorporarían con similares objetivos y criminalidad las principales
monarquías europeas de la época.
Hay propuestas muy serias desde las instituciones universitarias y
académicas cubanas, incluso premiadas como resultados de estudios
por la Academia de Ciencias de Cuba, que aún no se introducen en
la escuela y universidades cubanas.
12) Proponemos que el XXII Congreso Nacional de Historia insista
en la necesidad de que esas obras se editen y pongan al alcance de
nuestros profesores y estudiantes.
13) Al contar con el Censo de sitios arqueológicos aborígenes de Cuba,
importante aporte de ciencia del Instituto Cubano de Antropología
-472-

ANEXOS
(lCAN),' con la colaboración de un nutrido colectivo de especialistas
e instituciones del país, proponemos que el XXII Congreso Nacional
de Historia que recomiende la introducción de sus resultados en
los temas de historia local que se imparten en nuestras escuelas, así
como solicitar al Consejo Nacional de Patrimonio Cultural la generalización
de estos resultados en la red de museos e instituciones
culturales del país.
La plataforma histórico-cultural que defendemos, adquieren una
connotación sumamente actual, cuando celebramos en Cuba los
quinientos años de fundación de las primeras siete villas. Alrededor
del tema acerca de los primeros asentamientos hispánicos, realizados
en los espacios de la ocupación aborigen, la mayoría en las inmediaciones
de sus cacicazgos y pueblos, se nota con frecuencia los
silencios, sobre la presencia y el acontecer del sujeto indígena. No
se puede olvidar que estas poblaciones nacieron en medio de la guerra
de conquista, fueron pensadas y fundadas como parte de la estrategia
militar del mando colonialista, y que a la explotación y esclavización
en las encomiendas, deben sus más ilustres fundadores las riquezas que
acumularon.
14) Proponemos que el XXII Congreso Nacional de Historia, exprese
su preocupación porque en las conmemoraciones en curso, se
tenga en cuenta y exprese de manera significativa, el aporte de la
cultura aborigen, y los hechos de guerra justa y de resistencia por
ellos manifestados.
15) Debemos, definitivamente abandonar las lecturas complacientes,
acerca del mito fundador, y ratificar que en tiempos de la conquista,
no existió un "encuentro de civilizaciones y culturas", sino un
hecho de guerra de rapiña, de apropiación forzada y depredadora
del territorio y sus recursos naturales y humanos, que devino en
genocidio y etnocidio. Precisamente la afirmación sobre la extinción
y desaparición de los aborígenes cubanos, y los debates que sobre
3 José Fernando Jirnénez Santander, Juan José Guarch Rodríguez, José Yero Masdeu, Raúl
Villavicencio Finalé, Roberto Orduñez Fernández, Silvia T. Hernández Godoy, Enrique Manuel
Alonso Alonso (t), Juana María Cardoza Rafael, Pedro Pablo Godo Torres, José Chirino
Carnacho, Valentín Gutiérrez Rodríguez, Lorenzo Morales Santos, Alfredo Pérez Carratalá,
Eliecer Turó González, Raúl Rodríguez Solís, Yanelis Cordero Cabrera, Liamne Torres La
Paz, Dany Morales Valdés, Lisandra Jirnénez Ortega, Maikel López Cabreja, Anderson
Calzada Escalona, Iriel Hernández Cobreiro, Esperanza Blanco Castillo, Racso Fernández
Ortega, Alfonso Pablo Córdova Medina, y José Ramírez: Censo de sitios arqueológiCOS
aborígenes de Cuba, Departamento de Arqueología, Instituto Cubano de Antropología,
CITMA, La Habana, octubre de 2013.
-473 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
esta problemática se puedan sostener, tienen como incuestionable
realidad histórica, el exterminio en masa de la población aborigen
que se ejecutó por los conquistadores europeos, superiores en técnica,
armamentos y personal frente a aquellos. El genocidio y etnocidio
colonialista redujo de manera significativa la presencia física de los
aborígenes cubanos, pero no lograron exterminarlos. Forjaron la
raíz múltiple que hoy nos identifica genética y culturalmente. Sus
huellas están en la historia del archipiélago durante toda la época
colonial y republicana, en el indómito cimarronaje, en las primeras
villas y familias, en la formación del campesinado cubano. Somos
herederos directos de la resistencia armada y la resistencia cultural
de nuestros aborígenes, fertilizada con el indomable espíritu de
combate de los africanos y otros grupos humanos que poblaron la
Isla, especialmente sus descendientes.
ACUERDO
Continuar el apoyo que realiza la UNHIC a la Dirección Provincial
de Educación, y a los departamentos de Historia de las universidades
capitalinas, para la introducción, debate y generalización en la
práctica docente de la riqueza histórico-cultural aborigen, y de los
contenidos y enfoques epistemológicos desde lo historiográfico, de
carácter descolonizador.
En beneficio de que se conozca la presente Resolución, se mandata al
Secretariado Provincial de la UNHIC para que la haga llegar: A la Primera
Secretaria del Comité Provincia del PCC y a su Oficina de Asuntos
Históricos, a la Presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular,
a las Direcciones de Educación y Cultura, a los especialistas de la prensa
y los medios de comunicación, a todos los historiadores, maestros,
museólogos, padres y madres, trabajadores y ciudadanos de la capital,
a las organizaciones e instituciones habaneras.
Que apoye la labor de la Comisión aprobada en el XXI Congreso
Nacional de Historia y se envíe la presente Resolución al Instituto
Cubano de Antropología, la Sección de Historia y Literatura Político
Social de la UNEAC, la Sección Cubana de la Asociación de Historiadores
de América Latina y el Caribe (ADHILAC), la Funda'ción
Fernando Ortiz, la Fundación de la Naturaleza y el Hombre Antonio
Núñez jiménez, la Academia de Historia de Cuba, la Sección de
Ciencias Sociales de la Academia de Ciencias de Cuba, el Instituto
-474-

ANEXOS
de Historia de Cuba, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural,
el Centro de Estudios Martianos, la Casa de las Américas, la Casa
del Caribe, Casa de la Nacionalidad, el Gabinete de Arqueología de
la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana, y a cuantas
instituciones y asociaciones interese.
-475 -

VOCABULARIO
ADN: Ácido desoxirribonucleico (ADN), material genético de todos los
organismos celulares. El ADN lleva la información necesaria para
dirigir la síntesis de proteínas y la replicación. Se llama síntesis a la
producción de proteínas que necesita la célula para realizar sus actividades
y desarrollarse. La replicación es el conjunto de reacciones
por medio de las cuales el ADN se copia a sí mismo cada vez que una
célula se reproduce y transmite a la descendencia la información que
contiene. En casi todos los organismos celulares el ADN está organizado
en forma de cromosomas, situados en el núcleo de la célula.
ADN mitocondrial (ADNrnt.): La mitocondria es diminuta estructura
celular de doble membrana responsable de la conversión de nutrientes
en el compuesto rico en energía trifosfato de adenosina
(ATP), que actúa como combustible celular. Se encuentran mitocondrias
en las células eucariotas (células con el núcleo delimitado
por membrana). El ADN mitocondrial se utiliza para rastrear
ciertas enfermedades genéticas y para buscar los ancestros de
organismos que contienen células eucariotas. Desde la primera
extracción de ADN a partir de tejidos humanos momificados en
1980, y gracias al desarrollo de nuevas técnicas en biología molecular
como la reacción en cadena de la polimerasa, fue posible
amplificar y caracterizar ADN conservado en restos humanos y
otros organismos extintos. Para esta especialización de estudios
que involucren el análisis de ADN se ha propuesto el término
de Arqueogenética.
-477 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
AJUAR: 1) Conjunto de evidencias materiales correspondientes al
modo de vida de una sociedad o cultura. 2) Conjunto de objetos
de muy diverso tipo que suelen depositarse junto al difunto en
la tumba.
AMELOGENINA: Es un gen que codifica para una proteína que regula
el esmalte dental. Este marcador se utiliza en casos forenses y es de
gran importancia en arqueología, ya que permite identificar el sexo
de los individuos.
ANIMISMO: (del latín, anima, 'aliento' o 'alma'), creencia en seres
espirituales. Todas las religiones, desde las más simples a las más
complejas, entrañan alguna forma de animismo. Este fue el rasgo
más característico de la mitología taína.
ANTES DEL PRESENTE: Abreviado con las siglas AP y, en ocasiones, BP
(del inglés Before Present) es una escala de tiempo usada en arqueología,
geología y otras disciplinas científicas como estándar
para especificar cuándo ocurrió un evento en el pasado. Se adoptó
debido a la multiplicidad de calendarios y de fechas usadas en
el presente. A principios de 1954, los metrólogos establecieron
el año 1950 del calendario gregoriano como el año de origen
arbitrario de la escala temporal para su uso en la datación por
radiocarbono, usando muestras de referencia de 1950 de ácido
oxálico. Por ejemplo 1500 AP significa 1500 años menos que
1950, es decir, el año 450.
ANTROPOLOGÍA: Ciencia que estudia las características físico-biológicas
y socioculturales de las sociedades humanas. La peculiaridad o particularidad
de la antropología radica en que aborda su objeto de
estudio en el espacio y el tiempo, así como la interacción de los
múltiples factores (exógenos y endógenos) que intervienen en esa
diversidad, el complejo de las producciones técnicas y artísticas
comunitarias, las creencias espirituales, y sus relaciones con su
entorno humano y natural, desde una perspectiva tanto sincrónica
como diacrónica, y atendiendo a las cuestiones de sus orígenes,
evolución, estructura, significado y función. Fundamentalmente
la antropología usa como marco temporal toda la secuencia del
desarrollo humano, es decir la filogenia y la ontogenia, y esto le
permite encarar con relativa comodidad fenómenos cuya duración
exceden, por lo general, los parámetros de las demás ciencias que
se ocupan del estudio del ser humano. Se divide en dos grandes
campos: la Antropología física, que trata de la evolución biológica
y la adaptación fisiológica de los seres humanos, y la Antropología
social o cultural, que se ocupa de las formas en que las personas
viven en sociedad, es decir, las formas de evolución de su lengua,
-478-

VOCABULARIO
cultura y costumbres. Una antropología propiamente construida
no es separable en antropología física y social. La antropología
es el nexo entre los biológico y lo social, una síntesis biocultural
que abarca una gran gama de materiales comparativos, históricos
y dinámicos.
ANTROPOLOGÍA FÍSICA O BIOLÓGICA: Estudio de los seres humanos como
organismos biológicos en el marco de la evolución. Se ocupa de
la anatomía y la fisiología de la especie.
ANTROPOLOGÍA SOCIAL O CULTURAL: También conocida como Etnología
se ha encargado de conocer y entender a su nivel más íntimo las
motivaciones, los comportamientos y las prácticas dentro
de los diferentes grupos sociales. las relaciones e interferencias de
los conceptos "antropología", "etnografía" y "etnología" han
dado origen a innumerables reflexiones teóricas y debates de los
especialistas. En la actualidad, la concepción más extendida a
nivel internacional es la que considera la etnografía y la etnología
como estudios disciplinares englobados dentro de la ciencia
antropológica general.
AREÍTO: Danza sagrada y también festejo, acompañado de diversos
instrumentos musicales, principalmente de flautas, silbatos, maracas
y tambores
ARQUEOLOGÍA: Ciencia histórica que se enfrasca en el estudio de aspectos
del devenir de las sociedades acerca de los cuales no existen registros
escritos, o cuando estos resultan contradictorios o insuficientes. En
tanto tiene directamente como objeto de estudio a las evidencias
materiales remanentes de las sociedades pretéritas, y su objetivo final
es el de reconstruir por medio de la inferencia y de la reconstrucción
de los contextos o elementos asociados cronológica y espacialmentehechos,
aspectos de la vida cotidiana y acontecimientos y, rehacer la
historia que no conocíamos.
ARTEFACTO: Elemento físico de expresión cultural alterado voluntariamente
por el hombre.
ARQUEOGENÉTICA: Se referiere a estudios que involucran el análisis de
ADN antiguo, que junto con la información existente en poblaciones
actuales incorpora la dimensión temporal en los estudios
genético-poblacionales
ARuAco ARAHUACO: Se refiere específicamente a una cultura del río
Essequibo en las Guayanas, y es un grupo todavía relativamente
numeroso. También aparece como arawak.
ARUAQUISMOS: Que procede de los aruacos.
BEHÍQUES o BOHÍQUES: Chamanes, o sacerdotes en la organización
social taína. Omo en otros pueblos de similar nivel de desarrollo
también realizaban tareas curativas.
-479 -

-'.~~-'~-_.~______________...
J
Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
BOHÍO: Vivienda común circular de los habitantes de una aldea taína
BIG MEN: Se refiere a los los jefes de poblados y comunidades.
BIOTA: Conjunto de animales y plantas que ocupan un lugar determinado.
La biota de un lugar conforma una comunidad, aunque
el concepto no implica más relación entre los organismos que la
relativa a la presencia común en ese lugar. La coexistencia de
organismos de diferentes especies origina interrelaciones entre
muchos de ellos, ya sean directas o indirectas, entre las cuales
están la depredación, el comensalismo, la simbiosis y el parasitismo.
Puede distinguir entre biota marina y biota terrestre,
aunque el espacio puede circunscribirse a cualquier extensión
que se defina y delimite.
BURÉN: Plancha generalmente de barro cocido que se utilizaba en la
confección de una torta con harina de yuca conocida como casabe.
CACICAZGO: Organización social superior a la tribal en productividad,
densidad de población y complejidad. Funciona como centro de
coordinación del poder económico, religioso y militar.
CARBONO 14: Átomo radio activo del elemento carbono que se utiliza
para fechar o estimar la edad de objetos y restos antiguos como
fósiles y otras materias orgánicas.
CACIQUE: Era el jefe de la organización social taína. La palabra cacique,
contiene el morfema ca (de cauni: 'oro') porque el cacique
representaba el poder solar 'del dios del fuego. Hay que hacer
notar que también hubo cacicas y que la línea de sucesión era a
través del hijo o la hija de la hermana del cacique.
CANEY: Vivienda más grande, rectangular y con ventanas de la aldea
taína, donde habitaba el cacique con su familia.
CEMÍ: Ídolos de algodón, piedra, hueso, concha, etcétera. En la cosmovisión
taína los cemíes tenían poderes sobre el hombre, ya que en
ellos residían los espíritus que regulaban las actividades humanas.
CIVILIZACIÓN: Estado y acumulación de conocimiento y desarrollo
económico, social y cultural.
CHAMÁN: sujeto que realiza la función de sacerdote, y media entre
las personas y los dioses, en él están invocados poderes sobrenaturales,
así como técnicas y conocimientos de sanación.
CHAMANISMO: Se aplicó inicialmente a las poblaciones siberianas,
abarca creencias y prácticas con un fundamento común, compartidas
por numerosos pueblos del mundo hasta el día de hoy.
Se considera una de las formas con que los hombres, a través
del tiempo, han inducido, manipulado y explotado los estados
profundos de la conciencia alterada.
-480-

VOCABULARIO
CÓDICE: Proviene del término en latín codex, que significa "libro manuscrito",
y se utiliza para denominar los documentos pictóricos o
de imágenes que fueron realizados por los aborígenes de México y
América Central. Los encargados de elaborar los manuscritos debían
poseer aptitudes para el dibujo y la pintura, así como profundos
conocimientos de su lengua. Se les llamaba tlacuilos término que
procede del verbo náhuatl tlacuiloa, porque escribían pintando. Sus
escritos eran anónimos. Se guardaban en lugares llamados amoxcalliamoxtli,que
significa "libro" y calli "casa". Se clasificaron de acuerdo
con sus orígenes, época, soporte, formato y contenido temático. Al
nombre genérico codex se le agregaba el nombre propio del lugar
en que se conservaba el manuscrito, como en el caso de los códices
Víndobonensís (de Vienna), Dresdensis (de Dresden) y Borbonicus
(Palaís Bourbon); o bien del poseedor: Borgia, Fájérvary-Mayer y
Cospi; de la institución que lo guardaba: Vaticanus; o del investigador:
códice Nuttal.
COMUNIDAD: Grupo de personas unidas por lazos que pueden ser
familiares, económicos, étnicos, religiosos, sociales o culturales,
por una o varias de estas variables.
COMUNISMO PRIMITIVO: estado de existencia en sociedades basadas
fundamentalmente en el parentesco, el intercambio de funciones
y el uso colectivo de los utensilios, instrumentos y bienes.
COSMOGONÍA: Conjunto de creencias, leyendas, mitos y teorías filosóficas,
religiosas, y praxiológico valorativas sobre el origen del
mundo, el ser, su existencia y destino.
CULTURA: Manifestación más particular dentro de una formación
económico-social. Conjunto singular de formas fenoménicas
espirituales y materiales que presenta toda sociedad real, como
efecto multideterminado por las condiciones concretas de existencia
de una formación económico-social.
CASABE: Torta fina, hecha con harina de yuca que constituyó uno
de los alimentos principales de los indocubanos agro alfareros.
CIMARRÓN: Es cualquier animal doméstico que escapa de sus amos y se
convierte en silvestre. O en su diferencia, los animales salvajes con
parientes domésticos. Y fue término despectivo utilizado por los
colonialistas hispanos para designar a los indígenas rebeldes que
huían de las encomiendas y se mantenían en resistencia y lucha.
Luego, este vocablo se generalizaría, también, para nombrar a
los esclavos fugitivos.
DUJO: Asiento en piedra o madera que era elaborado por miembros
de las antiguas culturas indígenas antillanas, y que a menudo
representaba figuras mitológicas de animales y deidades.
- 481 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
ERA COMÚN (EC O E. C.) Y ANTES DE LA ERA COMÚN (AEC O A.E.C.):
Nombres alternativos para referirse a los términos "después de
Cristo" (d. C.). Tales designaciones son usadas como alternativa
a los términos "a. C." y "d. C." que denotan un matiz religioso.
En algunas ocasiones, en lugar de EC se puede encontrar la abreviación
e. v. (en latín, era vulgaris: 'era común').
ETNOGRAFÍA: Disciplina cuyo objetivo es la recogida de datos, la
documentación y la descripción de procesos, estados y hechos
socioculturales referidos a un grupo o comunidad humanos. Es
una disciplina eminentemente descriptiva.
ETNOLOGÍA: Antropología social o cultural.
ETNÓNIMO: Es el nombre con el que se refiere a un grupo étnico.
Se habla de un exónimo cuando el nombre ha sido atribuido
por otro grupo, o de un autónimo si ha sido autoasignado. Esta
palabra no está aprobada por la Real Academia de la Lengua
Española, pero como otros términos que se refieren a la ciencia y
la tecnología, es de generalizada utilización ente los especialistas.
ESTRATIGRAFÍA: Ciencia que estudia los estratos, su composición natural
y cultural, sucesión y clasificación, con el objeto de ordenarlos
en una secuencia cronológica.
ETNOCENTRISMO: Actitud de superioridad cultural con relación a
otras culturas.
FECHADO: Procedimiento para medir el paso del tiempo. Algunos de
estos métodos son la dendrocronología, la datación radiocarbónica,
el método OCR (Proporción de Carbono Oxidable), la
termoluminiscencia, y la datación mediante la tasa de cationes.
FORMACIÓN ECONÓMICO-SOCIAL: (FES) Carlos Marx en su texto:
"Trabajo asalariado y capital", definió Régimen económico y
superestructura correspondiente a una sociedad en una etapa determinada
de evolución histórica. En el proceso de producción los
hombres se reúnen para producir en común los bienes materiales.
Las relaciones de producción forman en su conjunto lo que se
llaman las relaciones sociales, la sociedad y concretamente una
sociedad con un determinado grado de desarrollo histórico [ ... ] de
cardcter peculiar y distintivo. Si el modo de producción, o sea,
la manera en que una sociedad humana se organiza para realizar
sus actividades económicas, está determinado por las relaciones
de propiedad fundamentales, y estas cambian, entonces nos encontraremos
ante un nuevo modo de producir (nuevas relaciones
sociales establecidas entre los individuos).
-482-

VOCABULARIO
FENOTIPO: Expresión visible de la información genética. Son las
características que exhibe un organismo como expresión de su
información genética y resultado de la interacción de los genes
con el ambiente.
FRECUENCIAS ALÉLlCAS: Cada gen humano posee dos alelos. Los alelos
son las variantes alternativas que muestra esa característica en
los humanos. Los marcadores genéticos poseen varios alelos para
lograr estudiar el comportamiento de una misma característica
en diferentes individuos/poblaciones.
FORMACIONES SECUNDARIAS: En las cuevas de disolución, la cal disuelta
precipita con frecuencia de tal manera que forma depósitos de
formas peculiares, como las estalactitas, que cuelgan de los techos
de las cuevas, y las estalagmitas, que crecen hacia arriba sobre el
suelo de las cavernas. Si ambas estructuras crecen hasta unirse,
se forma una columna que ayuda a sostener el techo.
GLACIAR: Gran masa de hielo, normalmente en movimiento descendente
desde el área de acumulación por acción de la gravedad.
Los glaciares se forman en las altas montañas y en las latitudes
septentrionales, donde las precipitaciones en forma de nieve superan
la cota de innivación. Presentan formas variadas, pero una
anchura limitada en contraste con la capa de hielo continental, o
manto de hielo, que ocupa una superficie mucho mayor.
GEN: Los genes están compuestos por ADN (ácido desoxirribonucleico)
y están ubicados en el núcleo de todas las células del organismo
Los genes son el vehículo que traslada información de una
generación a la siguiente y garantiza el parecido entre los miembros de
una especie. Mientras más genes comparten los individuos, mayores
serán sus semejanzas.
GÉNERO: Atributo esencial aplicable a una serie de realidades que
difieren entre sí específicamente.
GENÉTICA: Ciencia biológica que estudia los principios de la herencia
y sus variaciones en plantas y animales, incluido el hombre.
GENOCIDIO: crimen de destruir o cometer conspiración para aniquilar
y exterminar de forma premeditada y sistemática un grupo
nacional, étnico, racial o religioso. El genocidio fue definido en
la Convención para la Prevención y Sanción del Crimen de Genocidio,
declaración adoptada por la Asamblea General de Naciones
Unidas e19 de diciembre de 1948. El preámbulo de la declaración
precisa que en todos los períodos de la historia el genocidio ha
causado grandes pérdidas a la humanidad, y que es objetivo de las
partes firmantes eliminarlo mediante la cooperación internacional.
- 483-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
El primer artículo de la Convención declara al genocidio un
crimen, ya sea cometido en tiempos de paz o de guerra.
GENOMA: todos los genes (secuencia completa de ADN) que contiene
una célula. El concepto se aplica igualmente a todos los genes de un
individuo, una población o una especie.
GLOTOCRONOLOGÍA: Técnica para calcular la separación temporal o
divergencia entre dos lenguas que se suponen emparentadas.
Está basada en el porcentaje de palabras o cognados que son
substituidos por otras palabras a lo largo del tiempo. Está propuesta
resulta significativa para la investigación de la evolución
de aquellas lenguas que carecen de textos escritos.
GUANAjATABEYES (o GUANAHATABEYES): Nombre que los taínos del extremo
oriental de la isla de Cuba daban a estos grupos étnicos.
Se desconoce tanto el nombre que se daban a sí mismos como la
lengua que hablaban. Se sabe que eran lingüísticamente diferentes
de otros grupos de la Isla, porque el intérprete indígena de
Cristóbal Colón no pudo entender nada de su lengua. Los que
encontró Colón, vivían de la caza y la pesca, estaban organizados
en grupos más que en aldeas
HÁBITAT: Lugar de habitación humana, asentamiento.
HERENCIA: en el ámbito de tema que tratamos puede definirse como el
legado cultural y biológico que la gente contemporánea ha llevado
en su pasado ancestral y que forma una parte de su identidad
comunal en el presente.
HISTORIA: La palabra historia tiene al menos tres significados: 1) El
pasado o lo acontecido; 2) La narración del pasado histórico y la
forma de narrarlo; 3) La ciencia que estudia la naturaleza de ese
pasado, para entender el presente y prever el futuro. Se entiende
como materia de un conocimiento y conocimiento de una materia,
por los procesos reales acontecidos, así como el proceso angustioso
intelectual de conocerlos, interpretarlos y concatenarlos. Siguiendo
la terminología más consensual, llamamos Ciencia histórica a la
disciplina o rama del saber cuyo cometido es la reflexión acerca
de la naturaleza del pasado, de la actividad del historiador y de
la disciplina misma. Cada vez es más difundida y aceptada la
concepción que afirma que la historia es la ciencia de los hombres
en el tiempo, punto de razonamiento aportado por Marc Bloch en
su obra Apología de la Historia. Se denomina Historiografía a
la disciplina que se ocupa del desarrollo de la ciencia histórica.
Aunque la llamada escuela de los Annales con Lucien Febvre y
Marc Bloch difundieron la idea de una sola historia, hoy se ha
-484-

VOCABULARIO
diversificado el objeto de estudio: Historia política, económica,
cultural, social, de las mentalidades, de la marginalidad, oral, de
la gente sin historia, la micro historia, son algunas de las áreas o
sectores históricos que hoy se trabajan. Con el término Teoría
nombramos la intelección sobre la ciencia histórica, su metódica
y metodología y métodos, las escuelas, corrientes o doctrinas de
la historia. Un paso trascendental hacia el carácter científico de la
historia lo tiene el pensamiento de Karl Marx y Frederick Engels
al proponer una teoría general de las sociedades en movimiento a
través del materialismo histórico y dialéctico. Sus métodos fueron
utilizados por los historiadores y se han desarrrollado diversas
escuelas como la inglesa y la latinoamericana, con múltiples interpretaciones.
Cabe aclarar que esta diferenciación, con todo y
que goza de cierta difusión, no es aún aceptada universalmente,
ni siquiera en el universo de los historiadores.
INDÍGENA: Que tiene su origen en la región del país o del mundo en
el que se encuentra.
INDUSTRIA: Las industrias arqueológicas, son aquella gama de artefactos
elaborados en un mismo material: por ejemplo la "industria
lítica o de piedra tallada", la "industria de piedra pulimentada",
la "industria del hueso".
INTERCAMBIO SOCIOCULTURAL: Comporta mucho más que la simple
transferencia de materia prima y objetos. Se entiende en sentido
amplio, como lo civilizatorio cultural, incluyendo las formas
vivenciales de la cultura de los pueblos, donde lo cultural se
convierte en vía y clave de realización de la intervención, y los
aspectos socioeconómicos en última instancia tienen un papel
preponderante.
LINGÜÍSTICA: Ciencia que estudia el lenguaje, y la historia y el desarrollo
de las lenguas.
MAGIA: Procedimiento para lograr el control de pretendidos poderes
sobrenaturales.
MARCADORES GENÉTICOS MOLECULARES: Son segmentos de ADN ubicados
en una posición particular de un genoma que poseen características
propias de una región y población.
MATRILINEAL: Descendencia por la línea materno filial.
MICROSATÉLITES: Son secuencias de ADN no codificantes y de repeticiones
cortas (en inglés: Short Tandem Repeats, STR). Están
distribuidas en todo el genoma humano. Se estima que conforman
aproximadamente 20% del genoma total. Están caracterizadas
por repeticiones de los mismos nucleótidos (entre dos y seis pares
-485-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
de bases) y están presentes en todos los cromosomas, incluyendo
los sexuales. Son utilizados en investigación forense y también
para la identificación y determinación del parentesco entre individuos.
Desde la década de los noventa se emplean para el análisis
de muestras antiguas.
MITO: Relato que narra una historia que es verdadera para el pueblo
que lo ha creado; es de inapreciable valor porque es sagrado,
ejemplar y significativo. Ha tenido un lugar en el tiempo fabuloso
de los comienzos de la humanidad y es, por consiguiente, muy
diferente de las expresiones de la vida cotidiana. El estudio de
los mitos indo americanos es una valiosa contribución al esclarecimiento
de la historia de los pueblos americanos.
MITOCONDRIAS: Pequeño organelo situado en el citoplasma celular.
MODELO DE APROPIACIÓN: Las sociedades enmarcadas en la formación
social pretribal basan sus actividades económicas fundamentales
en la apropiación de los recursos subsistenciales que les brindan
los diversos nichos ecológicos. Estas actividades están encaminadas
a la colecta y procesamiento de frutos, bayas, raíces, semillas,
tubérculos y a la captura y pesca de diferentes especies animales;
es por esto que la actividad fundamental, o sea, la obtención de
los recursos alimenticios se realiza esencialmente a través de un
modelo apropiador. Este esfuerzo no incluye la intervención
en el crecimiento de especies vegetales ni animales; al menos a
gran escala. Sin embargo, en el seno de estas sociedades también
encontramos procesos productivos de suma importancia para el
sostenimiento de estas. Consisten en la construcción de diversos
artefactos de trabajo, ya sean embarcaciones, viviendas, utensilios
diversos y adornos corporales, para lo cual han de invertir los hombres,
energía y tiempo, mediante la puesta en práctica de sus
habilidades manuales; así como las experiencias aprendidas de
generación en generación, y el profundo conocimiento del espacio
geográfico, ciclos de reproducción de especies biológicas y de las
condiciones climáticas del entorno donde habitan.
MODELO PRODUCTOR: Sin lugar a duda, la revolución tribal trajo aparejado
cambios de orden socio económico, que transformaron
profundamente el modelo apropiador anteriormente analizado,
en aquellas sociedades humanas que estaban aptas para transitar
a una organización más compleja. En el marco de la tribu las
diferencias son de orden cualitativo y cuantitativo, en lo que se
refiere a las actividades económicas. Al controlar el crecimiento
de algunas especies animales y vegetales, se pasó de un modelo
-486-

VOCABULARIO
t
l'
eminentemente apropiador a uno productor; lo que permitió la
intensificación de las actividades agrícolas. Si bien las actividades
de colecta, captura y pesca permanecieron, aunque enriquecidas
por el desarrollo superior de las fuerzas productivas; se adicionó
la posibilidad de poseer recursos excedentes de manera estable,
que además podían ser conservados con éxito durante determinados
períodos de tiempo. Debido a esto es que podemos hablar de
un modelo esencialmente productor dentro de la formación tribal,
en que el hombre hace más efectiva su capacidad de transformación
del entorno, al poder disponer de un desarrollo económico
más exitoso en la consecución de los recursos subsistenciales de
primer orden.
MODO DE PRODUCCIÓN: El concepto de modo de producción se refiere
a la producción de bienes materiales (dimensión económica), y
demás niveles de la realidad social (dimensión jurídica, política e
ideológica). Esta estructura global compuesta por las dos dimensiones
apuntadas, está determinada por las relaciones sociales,
que para producir, establecen los hombres en una sociedad determinada.
Entonces, podemos afirmar que el concepto nos permite
analizar y conocer una totalidad social concreta, aunque sabemos
que en la mayor parte de las sociedades conocidas, podemos
encontrar diferentes tipos de relaciones de producción; aunque
estas sean de carácter secundario y se encuentren subordinadas
a las relaciones de producción dominantes. Para designar las
diferencias esenciales en el modo de producción, de las comunidades
aborígenes objeto del presente estudio, es que se emplea
el concepto de formación económico-social.
MODO DE VIDA: Expresiones que designa de una manera genérica
todos o en cualquiera de los ámbitos del comportamiento de una
sociedad o sujeto (trabajo, ocio, sexo, alimentación, indumentaria,
etcétera), fundamentalmente en las costumbres O la vida cotidiana,
pero también en la vivienda y el urbanismo, en la relación con los
objetos y la posesión de bienes, en la relación con el entorno o
en las relaciones interpersonales.
MONOGAMIA: Relaciones matrimoniales basadas en una sola pareja
sexual.
MONOTEÍSMO: Religión que se sustenta en la creencia de la existencia
de un solo Dios.
NEOLÍTICO: El neolítico ha estado tradicionalmente asociado a los
orígenes de la agricultura, la cría de animales, la vida sedentaria
y al uso de la cerámica y de instrumentos de piedra pulimentada.
-487 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Sin embargo, en la actualidad se sabe que algunos de estos rasgos
son anteriores a esta etapa. Se produjo entonces la aparición de los
primeros poblados con casas edificadas de materiales diferentes,
según las disponibilidades y los imperativos del clima.
NABORÍAS: Aldeanos y trabajadores de la tierra en la organización
social taína.
NITAÍNOS: Considerados los nobles, los guerreros y la familia del
cacique en la organización social taína.
NUMEN: Deidad dotada de un poder misterioso y fascinador.
NUMINOSO: Perteneciente o relativo al numen como manifestación
de poderes religiosos o mágicos.
OPÍAS: denominación taína de los espíritus de sus muertos.
ORGANOLOGÍA: Tratado de los órganos de los animales o de los vegetales.
PALEOCLIMA: Ciencia que estudia el clima prevaleciente en las épocas
primarias de la Tierra, antes de que los seres humanos empezaran
a hacer mediciones instrumentales de temperatura y otras
variables climatológicas.
PALEOECOLOGÍA: Ciencia que se ocupa del estudio de los seres orgánicos
del pasado a través de sus restos fósiles.
PALEOLÍTICO: Se refiere al vasto período en que el horno sapiens comienza
su evolución como sujeto inteligente. Los primeros útiles
líticos reconocibles hallados en yacimientos de Etiopía, están fechados
hace unos 2,5 millones de años, pero se sabe que los primeros
seres humanos debieron haber usado útiles mucho antes de esa
fecha. Los que fueron fabricados con materiales orgánicos se han
desintegrado y los de piedra sin trabajar son irreconocibles como
instrumentos. Los útiles tallados a partir de piedras son los únicos
que permiten ser reconocidos como tales.
PALEOPATOLOGÍA: Es la disciplina que estudia las enfermedades padecidas
por personas y animales en la antiguedad.
PARENTESCO: Conjunto de reglas que determinan el lugar que el individuo
y el grupo ocupan en la estructura social. Entre las reglas
más significativas están las de filiación, matrimonio, residencia,
sucesión y herencia. Interpretación cultural de las relaciones
genéticas entre las personas.
PATRÓN TECNOLÓGICO: Características específicas que poseen determinado
conjunto de productos y artículos elaborados por un grupo
o cultura. La tecnología invariablemente combina información
codificada, retirada de la experiencia previa y de la actividad
científica normal, con el conocimiento no codificado, específico
para cada industria o incluso para cada producto personalizado,
y todo esto brinda información al arqueólogo. El concepto de
-488-
I
I
I
J

VOCABULARIO
patrón tecnológico supone una discusión previa sobre el concepto
de tecnología, del cual es derivado
PATRILINEAL: Descendencia a través de la línea paterna.
PETROGLIFO: Dibujo grabado en piedra o roca, particularmente los
del período neolítico.
POLITEÍSMO: Religión que se sustenta en la creencia de la existencia
de más de un Dios.
POLIGAMIA: Matrimonio plural.
PREHISTORIA: Convencionalmente se refiere al período de la Historia
de los hombres durante el cual no existió la escritura. Desde la
aparición del hombre hace casi tres millones de años (el llamado
Horno habilis), su evolución sus primeras manifestaciones culturales,
sus primeras migraciones planetarias a partir de lo que
hoy conocemos como continente africano. Se extiende hasta el
surgimiento de la historia escrita alrededor del año 4000 años
AP. En este extenso período de la Historia, el hombre primario
hizo de piedra gran parte de sus útiles de trabajo, caza y lucha.
Luego los fabricó de otros materiales que aprendió a utilizar, el
bronce y, finalmente el hierro. Ha sido dividido, por razones de
estudio y de mejor comprensión, en dos edades, siendo la primera
de ellas la Edad de la Piedra y la segunda la Edad de los Metales.
La Edad de la Piedra se divide en otros subperíodos: Paleolítico,
etapa antigua de la piedra y Neolítico, etapa nueva de la piedra.
El período de transición entre uno y otro período se denomina
Mesolítico, etapa media.
RAZA: Categoría de plantas y animales (incluido el hombre) que
comparten una descendencia común, marcada por características
físicas y genéticas comunes. Aunque existe una sola especie humana,
se utiliza peyorativamente para marcar las diferencias entre
humanos por su biotipo y en particular por el factor somático.
RACISMO: Es la expresión institucionalizada de opiniones, actitudes,
y prácticas de poder tendentes a perpetuar la discriminación
de unos hombres sobre otros con el pretexto de sus diferencias
somáticas, biofísicas físicas y/o culturales.
REGIÓN GEOARQUEOLÓGICA: Es aquella donde se concentran diversidad
de sitios de un mismo grupo socioeconómico y que no se
corresponden con las áreas físico geográficas establecidas por
los geógrafos. También se utiliza esta definición desde el punto
de vista cultural.
RITO: Sistematización de actuaciones para el logro de un propósito.
-489-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
RITUAL: Sistemática o plan de ritos. Procedimientos o camino para
que una persona se relacione con lo mágico o lo religioso.
RUPESTRE: (Dellat. rupes, roca). Relativo a las rocas. Se dice especialmente
de las pinturas y dibujos antiguos existentes en algunas
rocas y cavernas.
SIBONEYISTAS: Movimiento poético nativista de mediados del siglo XIX
que se inspiró en el pasado indígena. Tuvo en José Fornaris (1827-
1890) su principal articulador. A partir de la aparición de su libro
Cantos del Siboney (1855) se sistematiza la aparición de poemas que
tenían como tema al hombre y la mujer aborigen que habitó y
resistió la conquista española en nuestro archipiélago. El grupo
publicó la revista La Piragua (1856-1857) y entre sus miembros
más destacados está el decimistaJuan Cristobal Nápoles Fajardo
(1829-1862), El Cucalambé.
SITIO: Área de interés arqueológico.
SITIO MULTICOMPONENTE: Lugar donde a lo largo del tiempo se han
asentado grupos de comunidades aborígenes de diferentes filiaciones
socio económicas u otras de etapas posteriores. Contextos
arqueológicos en los que se registra la presencia, a través del
tiempo, de múltiples "usuarios" del lugar que dejaron, por tanto,
un complejo y variado universo de evidencias muy difíciles de
interpretar objetivamente.
TAÍNOS: Los arahuacos taínos fueron una oleada de indígenas procedentes
del área de las Guayanas, que a lo largo de los siglos
fueron poblando las distintas islas del arco antillano. Cuando
los taínos llegaron al Caribe, este ya estaba habitado por otros
pueblos más antiguos aún arcaicos. El nombre taíno significa
bueno o noble en arahuaco.
TOTEMISMO: Mito que afirma la descendencia en una planta o animal.
Tal creencia es base de determinados rituales.
TRADICIÓN ARQUEOLÓGICA: El conjunto de conocimientos específicos
causados por una necesidad social y que transmiten, doctrinas,
ritos, costumbres, conservados por un pueblo al correr el tiempo
y sucederse las generaciones, que las transforman mediante mecanismos
evolutivos o procesos de transculturación. Es el producto
de un proceso empírico-espontáneo del conocimiento y se forma
históricamente junto con el proceso del trabajo y la actividad
social del hombre. El contenido fundamental de la tradición, está
en transmitir las soluciones a los problemas y la supresión de las
dificultades cotidianas.
TRANSCULTURACIÓN: 1) Cuando conviven dos o más grupos humanos
portadores de culturas diferentes e intercambian conocimientos,
modos de vivir y hacer, herramientas, materias primas, etcétera.
- 490-

VOCABULARIO
En conjunto producen una nueva cultura, con elementos de las que
le dieron origen, pero cualitativamente diferente a las de partida.
Sin conocer los variados fenómenos que se originan por las
complejísimas transmutaciones de culturas que ocuren en este
proceso, es imposible entender la evolución del pueblo cubano,
tanto en lo económico como en lo institucional, jurídico, ético,
religioso, artístico, lingüístico, psicológico, sexual y en los demás
aspectos de su vida como nación.
TRIBU: Hay evidencias arqueológicas, relatos históricos y hechos
actuales que permiten establecer una serie de características básicas
de las tribus: grupos sociales con producción no intensiva
de alimentos (agricultura rudimentaria y pastoreo) y propiedad
colectiva, con una organización pre-estatal, basada en la agrupación
de familias que se atribuyen orígenes similares, sin una
estratificación social determinante, relaciones de organización
sobre la base de linajes que ratifican a los antepasados comunes,
generalmente con órganos que deciden o consultivos colectivos,
y un gobierno central responsable de la coordinación laboral, de
la ejecución de las decisiones y el cumplimiento de las tradiciones
culturales.
YACIMIENTO: Lugar de restos arqueológicos donde se encuentran de
forma natural, minerales, rocas o fósiles.
- 491 -

,
BIBLlOGRAFIA
ADAM, LUCIEN: "Du parler des hommes et du parler des femmes dans
la langue Cara"ibe", en Extrait des mémoires de l'Académie de
Stanislas pour 1878, París, 1879.
ALCINA FRANCH, JosÉ: Religiosidad, alucinógenos y patrones artísticos
taínos. Boletín del Museo del Hombre Dominicano, no. 17,
año10, Santo Domingo, 1982.
ALEGRE, R., Moscoso J., MARTÍNEZ-LASO,]., MARTIN-VILLA, M., SUÁREZ
J., MORENO A., SERRANO-VELA]. I., VARGAS-ALARCÓN G., PACHECO
R., ARNAIZ-VILLENA, A.: HLA genes in Cubans and the detection
of Amerindian alleles. Mol Immunol, 2007.
ALEGRÍA, R.: Apuntes en torno a la mitología de los indios taínos de
las Antillas Mayores y sus orígenes suramericanos. Centro de estudios
Avanzados, San Juan, 1978.
___ ----,: "El problema aborigen antillano y su relación con otras
áreas de América", CEA, La Revista, 1984.
ALONSO ALONSO, ENRIQUE M.: "Cueva de La Lechuza. Un campamento
aborigen en Sierra del Rosario", en Revista Cubana de Ciencias
Sociales, no. 21, Editorial Academia, La Habana, 1988.
__ ---:---,-: Cueva del Arriero. Un estudio arqueológico sobre comunidades
aborígenes del occidente de Cuba, Editorial Academia,
La Habana, 1995.
_----:-_:--: Fundamentos para la historia del guanahatabey, Editorial
Academia, La Habana, 1995.
-493 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
____ : "Reflexiones sobre la historia naval prehispánica de Cuba".
Revista digital ECOVIDA http://www.ecovida.pinar.cu/rev _ ecovida/
htmVarticulos.html. (Consultado 4 mayo 2008), 2003.
_----::--=---=:-: Las evidencias arqueológicas de Cueva Funche y de la Cueva
de la Pintura, Departamento de Arqueología, Delegación Provincial
de la Academia de Ciencias en Pinar del Río, 1979 (inédito).
ALVARADO, J. A. Y HERNÁN TIRADO: Los usos rituales del Tabaco, Editorial
Academia, La Habana, 1995.
ÁLVAREZ NAZARIO, MANUEL: "El influjo del arahuaco insular: sustrato
lingüístico de Las Antillas Mayores y Menores", en Studia Hispanica
in Honorem R. Lapesa, Editorial Gredos, Madrid, t. III, 1975.
AMORIN PONCE, JULIO A.: "Poblamiento" en Serie. Tras Cosculluela en
el humedal", Boletín de la Oficina del Historiador de la Ciénaga
de Zapata, Girón, 2003.
ANGLERÍA, PEDRO MÁRTIR: Décadas del Nuevo Mundo, 2 t., Sociedad
Dominicana de Bibliógrafos, Santo Domingo, 1989.
ARCHIVO GENERAL DE INDIAS: Colección de documentos inéditos, relativos
al descubrimiento conquista y organización de las antiguas
posesiones españolas de América y Oceanía [Luis Torres de Mendoza],
Imprenta de José María Pérez, Madrid, 1869.
ARRAzCAETA, ROGER y BORls GARCÍA: "Guara: Una región Pictográfica
de Cuba", Revista de Arqueología, año Xv, no. 160, Madrid, 1994.
ARRAZCAETA, ROGER y FIDEL NAVARRETE: "Cueva de la Cachimba.
Nueva localidad del arte rupestre cubano", Stone Watch, no. 8,
Bern, 2003.
ARRoM, JosÉ JUAN: "Aportaciones lingüísticas al conocimiento de la
cosmovisión taína", en Revista EME EME de Estudios Dominicanos;
Universidad Madre y Maestra, vol. 1I, no. 8, Santiago de
los Caballeros, República Dominicana, sep.-oct., 1973.
____ : Mitología y Artes Pre-hispánicas en Las Antillas: el Ser
Supremo (estudio lexicográfico), Editorial Siglo XX, México, 1975.
____ : "La Virgen del Cobre: historia, leyenda y símbolo
sincrético", en Estudios Afrocubanos, t. 1I, Facultad de Letras,
Universidad de La Habana, 1990.
____ : Relación acerca de las antigüedades de los indios. Fray Ramón
Pané. Selección, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1990.
____ Y GARCíA, M. A.: El Murciélago y la lechuza en la cultura
taína, Ediciones Fundación García Arevalo Inc., Serie Monográfica,
no. 24, Santo Domingo, República Dominicana, 1988.
ARRoyo, ANrrA: Anacaona. La Revista del Centro de Estudios Avanzados
de Puerto Rico y el Caribe, ene.-jun., pp. 63-66, Puerto Rico, 1988.
-494-

BIBLIOGRAFíA
ARUCA ALONSO, LOHANIA J.: "Entrevista al arqueólogo e historiador
Gabino La Rosa", en Anales del Caribe, Centro de Estudios del
Caribe, Casa de las Américas, 2006.
----
y CAMERO ÁLVAREZ, JOSÉ MARÍA (coord.): Expediciones,
"Exploraciones y Viajeros en el Caribe", Antonio Núñez Jiménez:
sus exploraciones en Cuba y el Caribe. Primera Conferencia
Científica Regional, 2004, Ediciones Unión Colección Clío, 2006.
BACARDÍ, EMILIO: Crónicas de Santiago de Cuba, t. I1, Tipografía de
Carbonell y Esteva, Barcelona, 1909.
BACHILLER y MORALES, ANTONIO: Cuba Primitiva. Origen, lenguas,
tradiciones historia de los indios de Las Antillas Mayores y las
Lacayas, La Habana, Librería de Miguel Villa, 1883.
BAGU, SERGIO: "La conquista de América un cataclismo social". Casa
de las Américas, (165), año XXVIII, nov.-dic., La Habana, 1987.
BATE, L. E: El proceso de investigación en arqueología, Editorial
Crítica, Barcelona, 1998.
BARNET, M.: "Editorial", Revista Catauro, no. 8,2003.
BERMAN, MARY JANE: ''A chert microlithic assemblage rica", Museo
Nacional de Historia Natural, CD, La from an early Lucayan
site on San Salvador, Bahamas, La Habana, Edited by Miguel
Rodríguez, San Juan, Puerto Rico, 1993.
____ Y PERRY L. GNIVECKI: "The colonization of the Bahama
Archipielago: A reapprisal", en World Archaeology, vol. 26, no.
3, 1995.
----
and D. M. PEARSALL: At the Crossroads: Starch Grain and
Phytolith Analysis in Lucayan Prehistory, Latin American Antiquity
19,2008.
BOSCH, JUAN: De Cristóbal Colón a Fidel Castro, el Caribe frontera
imperial, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, Cuba, 3ra
ed., 2003.
BOSCH, E D. Y J. SÁNCHEZ GUERRA: Rebeldía y apalencamiento, jurisdicciones
de Guantánamo y Baracoa. Centro Provincial de
Patrimonio Cultural, Guantánamo, 2003.
BOTI, REGINO: Guantánamo, breves apuntes acerca de los orígenes
de esta ciudad, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1985.
BRETON, R.: Dictionaire Caraibe-Franqais, Edition Facsímile reimprime
par Jules Plalzmamm, BG Teubner, Leipzig, 1892.
BRITON, DANIEL: "The archeaology of Cuba", American Archeaologist,
2(10): 225, 1898.
-495 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
BRETON, RAYMOND: Dictionnaire franr;aise-cari"be, B. F. Teubner,
Leipzig, 1982.
BRINTON, DANIEL GARRISON: "The Arawak language of Guiana and
its linguistic and ethnological re1ations", en Transactions of the
American Ethnological Society, Nueva York, vol. 14, parte 3a.
arto 4, 1871.
BURGOS, FRANCISCO RAFAEL: El Olimpo, Un preludio colonial en el
lado poniente de la plaza de Mérida, Yucatán, y análisis cerámicos
comparativos, México DF, Instituto Nacional de Antropología e
Historia de México, Talleres de Artes Gráficas Padura, S. A., 1995.
BUCH LÓPEZ, ERNESTO: Historia de Santiago de Cuba, Editorial Lex,
La Habana, 1947 ..
CABRALES, MAGALY: "La mayor vergüenza del Mundo", La ¡iribilla, 2007.
CALVERA, JORGE Y R. FUNES: "Método para asignar pictografías a un
grupo cultural", Arqueología de Cuba y de otras áreas antillanas,
Editorial Academia, La Habana, 1991.
CALVERA, JORGE, EVA SERRANO, MANuEL REY, IRÁN PERDOMO Y YUDELSY
YPARRAGUIRRE: "El sitio arqueológico de los Buchillones", en El
Caribe Arqueológico, no. 1, La Habana, 1996.
CALLAGHAN, R. T.: "Comments on the Mainland Origins of the
Preceramic Cultures of the Greater Antilles", Latin American
Antiquity 14, 2003.
CAMPS IGLESIAS, AUNA: Caracterización de la toponimia indígena
cubana,Instituto de Literatura y Lingüística, La Habana, (inédito),
2003.
CANN, REBECa, STONEKING, MARK Y WILSON, ALLAN: "Mitochondrial DNA
and human evolution", Nature, no. 325, 1987.
CASAS, B. DE LAS: Historia de las Indias, Fondo de Cultura
Económica,México. 3 t., 1951.
__ -,--_: Noticias de los Indios de Cuba, Selección de Hortensia
Pichardo, Instituto de la Víbora, La Habana, [19-?].
CASSA, ROBERTO: Los indios de Las Antillas, Edit. Mapfre. Madrid, 1992.
CASTILLO MELÉNDEZ, FRANCISCO: La defensa de la isla de Cuba en la
segunda mitad del siglo XVII, Sevilla, Talleres de Artes Gráficas
Padura, España, 1986.
CLOTTES, JEAN y LEWIS-WILLIAMS, DAVID: "Les chamanes des cavernes",
Archeologia, no. 336, 1997.
COLÓN, CRISTÓBAL: Textos y documentos completos. Relación de viajes,
cartas y Memoriales, Alianza Editorial, Madrid, 1984.
COLÓN, FERNANDO: Historia del Almirante: Crónicas de América,
Ediciones Luiz Arranz, Madrid, 1980.
-496-

BIBLIOGRAFíA
COLECCIÓN PALABRA DE CUBA: Nicolás Joseph de Ribera, Introducción
y Compilación de OIga Potuondo, Editorial de Ciencias Sociales,
La Habana, 1986.
CÓRDOBA, P. L.: Pesca Indocubana. De guaicanes, guacanes, bubacanes
y de corrales se trata, Editorial Academia, La Habana, 1985.
____ : "Artes y embarcaciones de la pesca marítima", Atlas
Etnográfico de Cuba, La Habana. CD Rom, 2000.
CÓRDOVA, ALFONSO (Inédito): "Informe sobre la clasificación faunística
de la Solapa de la India". 1990, Fondos Departamento Arqueología
ICAN-CITMA.
COSCULLUELA, JosÉ ANTONIO: Cuatro años en la Ciénaga de
Zapata,Comisión Nacional de la UNESCO, La Habana, 1965.
COUCEIRO RODRÍGUEZ, A VELlNO VÍCTOR: «Trascendencia precolombina
para la cultura ecológica cubana contemporánea". Maestría de
Antropología, Universidad de la Habana, 1998.
CRESPO, CRISTIAN M., DE]EAN, CRISTINA B., POSTILLONE, M. BÁRBARA,
LANATA, JOSÉ L., CARNESE, FRANCISCO R.: "Historias en código
genético. Los aportes de los estudios de ADN antiguo en antropología
y sus implicancias éticas", Runa, vol. XXXI, no. 2,
diciembre, 2010, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.
Disponible en: http://www.redalyc.org/src/inicio/ArtPdfRed.
jsp?iCve= 180819162002,2010.
DACAL MOURE, RAMÓN: ''Artefactos de concha en las comunidades
aborígenes cubanas", Museo Antropológico Montané, Editado
por el Centro Información Científica y Técnica, Universidad de
La Habana, La Habana, 1978.
__ ----:-_ y MANUEL RIVERO DE LA CALLE: Arqueología aborigen de
Cuba. Editorial Gente Nueva, La Habana, 1984.
____ Y Lo URDES DOMINGUEZ: "El arte agroalfarero de Cuba",
Revista Revolución y Cultura, La Habana, no. 4, 1998.
DAVILA, OVIDIO: "Los niños taínos". Rev. De promoción Cultural, año 11
(7):3, jul-agt.sept, 1979.
DE LAS CUEVAS y TORAYA, JUAN: 500 años de construcción en
Cuba,Servicios Gráficos y Editoriales, S. L., Madrid, 2001.
DE LA BORDE, S. R.: Relation de l'origine moeurs, costumes, religión,
guerres et voyages des caraibes sauvages des Isles Antilles de
L'Amerique. Paris. Crónicas Francesas de las isles Caraibes. Univ.
Puerto Rico y CEA, Puerto Rico, (1674) (1981).
DELGADO, L, S. T. ANGELBELLO Y S. SILVA: "Primer Reporte de Semillas
Quemadas de Maní Residuario Birama", Trinidad, Sancti Spíritus,
Reporte de excavación (Inédito), 1997.
-497 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
DILLEHAY, TOM: "The settlement of Americas. A new perspective,
South American regions: the caribbean and pacific sides of the
continent", Dillehay, Tom (Eds.), Perseus Basics Books, New
York, pp. 109-138,2000.
DI ZEREGA W ALL, DIANA: The archaeology of gender, Planiun Press,
New York, 1995.
DOMINGUEZ COMI'AGNY, FRANCISCO: La vida en las pequeñas ciudades
Hispanoamericanas de la conquista, Edic. Cultura Hispánica den
Centro Iberoamericano de Cooperación, cap. IX, Vida social y
familia, Madrid, 1978.
DOMÍNGUEZ, LouRDEs: "La transculturación en Cuba [siglo XVI-XVII]"
en Cuba Arqueológica, Santiago de Cuba, Editorial Oriente, 1978.
____: Arqueología colonial cubana, dos estudios, La Habana,
Editorial de Ciencias Sociales, 1984.
-----:-
: "Algunos aspectos del arte de los grupos aborígenes
agricultores ceramistas de Cuba", Edit. Nauka, Novosibirsk,
Siberia, 1986.
_-:-:--_= "La mujer aborigen al inicio del siglo XVI en el Caribe". Gabinete
de Arqueología, Boletín (1):88-91, año 1, La Habana, 200l.
DOMÍNGUEZ, LOURDEs; y ALEXIS RIvERo: Procesos étnicos y transculturación
en Cuba en vísperas del encuentro entre el Viejo y el Nuevo Mundo,
Departamento de Arqueología, Centro de Arqueología y Etnología,
Academia de Ciencias de Cuba, La Habana, 1990.
___ --::-: Arqueología, parentesco y transculturación en el aporte aborigen
a la cultura cubana, Centro de Antropología, La Habana, 1993.
DOMÍNGUEZ GONZÁLEZ, LEONEL: Ídolos aborígenes de Niquero, Ediciones
Bayamo, Bayamo, Granma, 2002.
Du Pms, G.: Relation de l'establessemend de une colonie Francaise
dans la Guadaloupe, isle de LAmerique e des moeurs de sauvages.
Biblioteqhue d'Histoirie Antillaise, Societe d'Histoire de la
Guadaloupe, Basse-Terre. Guadaloupe, (1652), 1972.
Du TERTRE J. B.: Concernig the Natives of Antilles. Histoirie Generale
des isles de S. Christhophe de la Guadaloupe, de la Martinique
et autre dans LAmerique (1667), M. Mackusick and Pie re Verin,
edit., París, 1958.
ESQUENAZI, M.: Del areíto y otros sones, Centro de Investigación y
Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello, Editorial Letras
Cubanas, La Habana, 2001.
EVANS-PRITCHARD, E. E.: La mujer en la sociedad primitiva, Edic.
Península no. 84, Barcelona, 1975.
FARIÑAS, G. M. DAISY: Religión en Las Antillas, La Habana, Editorial
Academia, 1995.
-498 -

BIBLIOGRAFíA
F ARR, STARR: "Gender and Ethnogenesis in the Early Colonial Lesse
Antilles", Actas del XV Congreso International de Arqueología
del Caribe, pp. 367-375, Guadaloupe, 1999.
FEARON, JAMES D. Y DAVID LAITIN: Ethnicit y Insurginey, and Civil War,
Americas Political Science Review, no. 97, pp. 75-90.
FEBLES DUEÑAS, J.: "La piedra tallada del sitio arqueológico Punta del
Macao", Guanabo, La Habana, Cuba, en Arqueología de Cuba y
otras áreas antillanas, Ed. Academia, La Habana, 1991.
____: Las industrias de la piedra tallada de los aborígenes de
Cuba, Ed. Academia, La Habana, 1988.
FERNÁNDEZ DE OVIEDO, GONZALO: Historia General, Natural de las
Indias, Autores Españoles, Madrid, 1995.
FERNÁNDEZ ORTEGA, RAcso, GONZÁLEZ, J. B.: "Los petroglifos de la
Caverna de Patana, Maisí, Guantánamo", Revista Cavernes, no.
1, Federación Suiza de Espeleología, Neuchatel, Suiza, 1999.
____: El enigma de los petroglifos de Cuba y el Caribe Insular,
Editorial Juan Marinello, La Habana, Cuba, 2001.
____: Dos personajes mitológicos en los petroglifos de la caverna
de Patana, Maisí, Guantánamo, Cuba, Boletín del Museo
del Hombre Dominicano, año XXVIII, no. 29, República Dominicana,
2001.
: "El mito del Sol y la Luna en el arte rupestre aborigen
----,-----::--
de las cuevas de Cuba", Revista El Caribe Arqueológico, no. 7,
Casa del Caribe, Santiago de Cuba, 2003.
FERNÁNDEZ ORTEGA, RAcso, J. B. GONZÁLEZ y D. GUTIÉRREZ: "El dibujo
rupestre como clave semántica de la mitología aborigen en
las cuevas de Cuba". UNAY RUNA, no. 8, Revista de Ciencias
Sociales, Instituto Cultural, Runa, Lima, 2009.
_--::--:-_: "Por la ruta del agua en la Punta de Maisí, Guantánamo,
Cuba. Un estudio de funcionalidad en el arte rupestre", año 1, vol.
1, Sociedades de Paisajes Áridos y Semiáridos, Revista Científica
del Laboratorio de Arqueología y Etnohistoria de la Facultad de
Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Río Cuarto, Río
Cuarto, 2009.
FERNÁNDEZ ORTEGA, RAcso, y J. CUZA: "Opiyelguobirán y Maquetaurie
Guayaba. Nueva propuesta de interpretación", Revista electrónica
Cuba Arqueológica, año III, no .. 2, julio-diciembre, 2010. http://
cubaarq ueol ogica. orglindex. ph p? q = node/317.
FERNÁDEZ DÍAZ, DAVID FELIPE: "Decolonizar la enseñanza de la historia.
Una neceesidad insoslayable". XXI Congreso Nacional de
Historia, Camagüey, 2014.
-499 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
FERNÁNDEZ RAcso y JOSÉ B. GONZÁLEZ: El enigma de los petroglifos
aborígenes en Cuba y el Caribe insular, Centro de Investigaciones y
Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello, La Habana, 2001.
FIGUEREDO, A. E.: ''Ancient West Indian arrow-heads", Indian Notes,
Museum of the American Indian, vol. X, no. 2, Nueva York, [En
línea:] hnp://www.cubaarqueologica.orgldocument/aef42.pdf, 1974.
; ''A chert point from Krum Bay Sto Thomas", The news-
----
paper of the Virgin's Islands the Society of Archeological, no. 9,
Frederiksted, V. 1. http://www.cubaarqueologica.org/document/
Coaef12. pdf, 1980.
GARCÍA ARÉVALO, MANUEL: El Murciélago y la lechuza en la cultura
taina, República Dominicana, Fundación García Arévalo, 1988.
GARcÍA DEL PINO, CESAR: "Corsario y Piratas en Santiago de Cuba", en;
Revista Santiago, nos, 26 y 27, junio y septiembre, Universidad
de Oriente, Santiago de Cuba, 1977.
GARCÍA MOLINA, JosÉ ANTONIO, GARRIDO MAzORRA, MERCEDES, F ARIÑAS
GUTIÉRREZ, DAISY: Huellas vivas del indocubano, Editorial de
Ciencias Sociales, La Habana, 2007.
GARCÍA MOLINA, JosÉ ANTONIO: "Literatura sobre el tema indígena
en publicaciones cubanas del siglo XIX", Revista de la Biblioteca
Nacional José Martí, año 97, nos. 1-2, enero junio, 2006.
____: El indígena en la identidad cultural cubana. Disponible
en http://librinsula.bnjm.cu/secciones/278/nombrar/2 78 _ nombrar
4.html.
GARCÍA RODRÍGUEZ, F.: "Hipótesis sobre el poblamiento temprano
de Cuba a partir de estudios paleoclimáticos del cuaternario",
Estudios arqueológicos 1989, Ed. Academia, La Habana, 1991.
GATES, R. R.: Studies in race crossing". The indians remnants in
Eastern Cuba. Genteic, no. 27, 1954.
GODO, P. P.: ''Arte aborigen de Cuba: una mirada desde la Arqueología",
Revista Catauro, no. 9, Fundación Fernando Ortiz, La Habana, 2004.
GOGGIN, JOHN: Spanish Mayólica in the World. Tipes of the sixteen
to eighteenth centuries, Departament of Anthropology, Yale University,
New Haven, USA, 1968.
GONZÁLEZ HERRERA, U., M. PINO RODRÍGUEZ, G. IZQUIERDO DÍAz y E.
ALONSO ALONSO: Nueva propuesta de periodización y nomenclatura
para las formaciones sociales aborígenes de Cuba, Instituto
Cubano de Antropología, CD, La Habana, 2006.
GORE, R.: "Mundos en expansión", National Geographic Magazine,
Edición especial, Washington D. e, 2000.
- 500-

BIBLIOGRAFíA
GRANBERRY, J and G. VECELIUS: Languages of the Pre-Columbian Antilles,
The University of Alabama Press, Tuscaloosa, 2004.
GUANCHE, JESÚS: "Cinco siglos después del genocidio", en Revolución
y Cultura, no. 74, La Habana, 1977.
____ : Procesos etnoculturales de Cuba, Ediciones Letras Cubanas,
La Habana, 1983.
__ --::-_: "Presencia aborigen en la etnogénesis cubana", en Revista
cubana de ciencias sociales, no. 27, año IX, La Habana, enero-junio,
1992.
____ : Componentes étnicos de la nación cubana, Colección
Fuente Viva, Fundación Fernando Ortiz, Ediciones UNIÓN, La
Habana, 1996.
GUARCH DELMONTE, J. M.: El taíno de Cuba, Dirección de Publicaciones
de la Academia de Ciencias de Cuba, La Habana, 1978.
____ : Arqueología de Cuba. Métodos y Sistemas, Editorial de
Ciencias Sociales, La Habana, 1987.
__ --:--_: Estructura para las comunidades aborígenes de Cuba,
Ediciones Holguín, Holguín, 1990.
__ --:--_: Estructuras para las comunidades aborígenes de Cuba,
Ediciones Holguín, Holguín, 1990.
GUARCH DELMONTE, J. M. yA. QUEREjETA: Mitología aborigen de Cuba.
Deidades y personajes, Publicigraf, La Habana, 1992.
GUARCH DEL!v10NTE, J. M. Y A. QUEREjETA: Los cemíes olvidados, Publigraf.,
La Habana, 1993.
GUARCH, DELMONTE, J. M. y L. DEL R. PÉREZ: Arte Rupestre. Petroglifos
Cubanos, Ediciones Holguín, Holguín, Cuba, 1994.
GUERRA SÁNCHEZ, RAMIRO: Manual de Historia de Cuba (Económica,
Social y Política) con mapas, La Habana, Cultural S. A., 1938.
____ : Historia elemental de Cuba, Cultural S.A., La Habana, 1957.
GUAS LLANzo, A.: Cien años de antropología física en Cuba (1868-1968).
Serie Cien Años de Lucha, Cien Años de Ciencia, no. 4, Academia
de Ciencias de Cuba, 1968.
GUERRA, R.: Manual de Historia de Cuba, Editorial de Ciencias Sociales,
La Habana, 1971.
GurIÉRREZ RODRÍGUEZ, V ALENTÍN: ''Acerca de la fundación de la villa de
San Salvador", en Anuario El Caribe Arqueológico, no. 1, 1996.
HERNÁNDEz GODOY, SILVIA TERESITA: Los estudios arqueológicos y la
historiografía aborígen de Cuba (1847-1922), Instituto Cubano
de Investigación Cultural Juan Marinello, La Habana, 2010.
HARRINGTON, R. M.: Cuba antes de Colón, Colección de libros cubanos,
Cultural S. A., La Habana, 1935.
- 501 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
HAVISER, JAY. B.: Amerindiam Woman of the Caribbean. Mundu Yama,
Fundantion Publicación, Curazao, 1992.
HERREM, RICARDO; La conquista erótica de las Indias, Edit. Planeta,
Barcelona, 1991.
____ : "Informe sobre una exploración arqueológica a Punta del
Este, Isla de Pinos", realizada por el Museo Antropológico de la
Universidad de La Habana, Revista Universidad de La Habana,
oros. 20 y 21, La Habana, 1938.
HERRERA FRITOT, R. (1964): Estudio de las Hachas Antillanas, La
Habana, Empresa de Artes Gráficas, 1964.
LABAT, R. P.: Voyages aux Isles de rAmerique (Antil/es) (1693-1705),
Edit. Ducharte Paris, Casa de las Américas, La Habana, 1931.
IBARRA CUESTA, JORGE: "Las grandes sublevaciones indias desde 1520
hasta 1540, y la abolición de las encomiendas", en J. Ibarra
Cuesta: Aproximaciones a Clío, Editorial de Ciencias Sociales,
La Habana, 1979, 1979.
INSTITUTO DE HISTORIA DE CUBA: La Colonia, evolución socioeconómica
y formación nacional de los orígenes hasta 1867. Grupo de
redacción María del Carmen Barcia, Gloria Garda y Eduardo
Torres Cuevas, Editora Política, La Habana, 1994.
ITURRALDE-VINENT, M.: La Paleogeografía del Caribe y sus Implicaciones
para la Biogeografía Histórica, Museo Nacional de Historia
Natural, CD, La Habana, 2002.
> : Las Corrientes Marinas del Caribe y sus Implicaciones
Biogeográficas, CD, La Habana, 2004.
IZQUIERDO, GERARDO, RICARDO SAMPEDRO y RAÚL VILLAVICENCIO: "Oquedades
cársicas: fauna pleistocénica y evidencias arqueológicas.
Provincia de Villa Clara, Cuba", en El Caribe Arqueológico, no 7,
Casa del Caribe, Santiago de Cuba, 2003.
IZQUIERDO DÍAZ, G. y A. PÉREZ CARRATALÁ: "San Felipe. Un Solar
Arqueológico de las Comunidades Pre-Tribales Tempranas en
Caibarién, Villa Clara, Cuba", Ponencia presentada a la X Conferencia
internacional de Antropología, Instituto Cubano de
Antropología, La Habana, 2010.
JIMÉNEZ PASTRANA, JUAN: Guamá, Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 1985.
]OURAVLEVA, l.: "Origen de la alfarería temprana de las comunidades
protoagroalfareras de la región central de Cuba", El Caribe Arqueológico,
no. 6, 2002.
KAuFMAN, TERENCE: "Language history in South America: what we know
and how to know more", en Doris L. Payne (Ed.). Amazonian lin-
- 502-

BIBLIOGRAFíA
guistics. Studies in lowland South American languages, University
of Texas Press, Austin, 1990.
KEEGAN, W F.: The peoples who discovered Columbus: The prehistory
of the Bahanyas. The Ripley P. Bullen series, Florida Museum of
Natural History, University Florida, Gainsville, 1992.
KEYEUX, C.: "Indígenas de la región andina de Colombia y su relación
con rutas migratorias en América del Sur: huellas del pasado y
del presente", en M. Vidal, A, Struck y D. Castro (comp.) Actas del
VIII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Antropología
Biológica "Doctora Adelaida de Díaz Ungría", Caracas, Venezuela,
Depósito Legal no. If25220043012989, 2004.
KOZLOWSKI. J. K.: "Las Industrias de la Piedra Tallada de Cuba, en el
Contexto del Caribe", Serie Arqueológica, no. 5, Ed. Academia,
La Habana, 1975.
KOZLOWSKI. J. K. Y B. GINTER: Técnica de la talla y tipología de los
instrumentos líticos, Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 1975.
LABAT, JEAN BAPTISTE: Viaje a las islas de la América, Casa de las Américas,
La Habana, 1980, 1777.
LACHATAÑERÉ, RÓMuLO: El sistema religioso de los afrocubanos, Editorial
de Ciencias Sociales, La Habana, 2001.
LADERO, M. A.: "El horizonte histórico español de cara al Nuevo
Mundo". Bulletin D'Information (15):8-20, Martinique, 1992.
LALUEZA-Fox C, F. L. CALDERON, F. CALAFELL, B. MORERA, J. BERTRAN­
PETIT J.: MtDNA from extinct Tainos and the peopling of the
Caribbean. Ann Hum G .. 2001.
LALUEzA-Fox e, M. T. CILBERT, A. J. MARTÍNEZ-FuENTES, F. CALAFELL,
J. BERTRANPETIT: "Mitochondrial DNA from pre-Columbian
Ciboneys from Cuba and the prehistoric colonization of the
Caribbean". Am J Phys Anthropol, 121,2003.
LA ROSA CORZO, CABINO: "La selección del espacio fúnebre aborigen
yel culto solar". El Caribe Arqueológico, no. 6, (77-85) Santiago
de Cuba, Casa del Caribe, 2002.
LAVALLÉE D.: "Secuencias y consecuencias de algunos procesos de
neolitización en los Andes Centrales", en Archéologie de Amériqueso
(CNRS) Maison archeologie et de etnologie, 21 Allée de
üniversite, Nanterre, 2006.
LE RIVEREND, J.: "El indigenismo en la historia de las ideas cubanas",
en Islas, (9): 53-62, Santa Clara, La Habana, may.-ago, 1991.
----
: Problemas de la formación agraria de Cuba. Siglo XVI-XVII,
Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1992.
- 503-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Lo PEZ BARALT, MERCEDES: El mito Taíno. Raíz y proyección en la
Amazonia Central, Buenos Aires, Editorial Huracán, 1976.
----
: El mito taíno Levi-Straus en Las Antillas, Ediciones
Huracán, Puerto Rico, 1985.
LUMBRERAS, L. G.: "Un Formativo sin cerámica y cerámica preformativa",
en Estudios atacameños, no. 32, 2006.
MACEO VERDECIA, JOSÉ: Bayamo, (Edición corregida y anotada Ludín
B. Fonseca García), Ediciones Bayamo, Bayamo, 2009.
MARCHECO TERUEL, BEATRIZ: "La huella del mestizaje en el ADN Y
la pigmentación de la piel de los cubanos", Antropológicas, no. 47,
disponible en http://intranet. uh.cu/servicios-de-informacion/
publicaciones-de-nuestra-universidad/antropologicas-publicacion-semanal,
2012.
MARCOS, J. G.: ''A reassessment of the chronology of the ecuadorian
formative", In Dumbarton Oaks Symposium on the Formative of
Ecuador. Editors R. Burger, J. S. Raymond y J. Quilter, Dumbarton
Oaks, Washington, D.C., 2001.
MARRERO, LEv!: Economía y Sociedad, Siglo XVI, t. 11 Y III. Editorial
Playor, S. A., Madrid, 1974.
MARRERO, LEVI: Cuba: Economía y Sociedad, t. 1, Editorial San Juan,
Puerto Rico, 1972.
MARTÍNEZ, ARANGO, FELIPE: Registro de todos los sitios arqueológicos
investigados por la sección de Arqueología Aborigen de la Universidad
de Oriente, Editorial LIMSA, S. A., México, D.F., 1982.
____ : Los aborígenes de la cuenca Santiago de Cuba. Ediciones
Universal, Miami, Florida, 1997.
MARTÍNEZ-FuENTES, A., C. LALUEZA, T. P. GILBERT, A. LAZO, F. CALAFELL
y J. BERTRANPETIT: "El poblamiento antiguo del Caribe. Análisis
de ADN mitocondrial en preagroalfareros de la región occidental
de Cuba", en Catauro, 5 (8), La Habana, 2003.
MARTÍNEz-FoRTÚN, A.: Anales y efemérides de la Villa de San Juan de
los Remedios, La Habana, 1956.
MARTÍNEZ GABINO, A. VENTO CANOSA, ERCILIO y ROQUE GARCÍA, CAR­
LOS: Historia Aborigen de Matanzas, Ediciones Matanzas, 1993.
MÁRTIR DE ANGLERÍA, PEDRO: Décadas del nuevo mundo, Buenos Aires,
[1600], 1944.
MATOS, M.: "La cultura de los círculos concéntricos: computación
aborigen", Revista Santiago, (59) 73-86, Santiago de Cuba, 1987.
MAURA, GABRIEL VICENTE: "Una teoría sobre el semi", en Boletín de
la Academia Puertorriqueña de la Historia, vol. VII, no. 28, 1ro.
de julio, San Juan de Puerto Rico, 1982.
-504-

BIBLIOGRAFíA
MCEWANS, BoNNY: "The Archaeology of Women in the Spanish New
World". Historical Archaeology, 25 (4):33-41, Washington, 1991.
MEGGERS, B.: "El significado de la difusión como factor de evolución".
Revista Chungará, no. 14, Tarapacá, 1985.
MENDIZABAL l., K. SANDOVAL, G. BERNIELL-LEE, A. MARTÍNEZ-FuENTES,
D. COMAS D.: "Mezcla genética y asimetría sexual en los linajes
materno y paterno en Cuba", en Nieto Amada, J. L., Obón
Nogués, J. A. Y Baena Pinilla, S. (editores) Genes Ambiente y
enfermedades en poblaciones humanas. Prensas Universitarias de
Zaragoza, 2007. ISBN 978-84-92521-49-4.
MOLLlN, W OLKER: Guerra pequeña guerra olvidada, Editorial Oriente,
Santiago de Cuba, 2002.
MOREIRA DE LIMA, LILLlAN J.: La sociedad comunitaria de Cuba, Editorial
Félix Varela, La Habana, 1999.
____ : "¿Hubo Cacicazgos en la mayor de Las Antillas?", en
Catauro Revista Cubana de Antropología, año 5, no. 8, Fundación
Fernando Ortiz, La Habana, jul.-dic., 2003.
MORALES PATIÑO, OSWALDO: La Rebeldía de los Indocubanos, La
Habana, 1946.
MOSQUERA, GERARDO: "El arte abstracto de los aborígenes preagroalfareros
cubanos", Revista Santiago, (37): 83-88, Santiago de
Cuba, 1978.
NAVARRETE, RAMÓN: "Tras las huellas del protoarcaico en Santiago
de Cuba". Inédito, Delegación de la Academia de Ciencias en
Santiago de Cuba, Santiago de Cuba, 1990.
NAvARRETE, RAMÓN Y JORGE TRAPERO: "Nuevos elementos para el estudio
del poblamiento protoarcaico en la provincia de Santiago de Cuba".
Inédito. Delegación provincial del CITMA, Santiago de Cuba [s.a.].
NOBLE, J. KINGSLEY: Proto-Arawakan and its descendants, Indiana
University Press, Bloomington, 1965.
NÚÑEz JIMÉNEZ, ANTONIO: Cuba: La Naturaleza y el Hombre. Bojeo.
Editorial Letras Cubanas, La Habana, Cuba 1984. Introducción.
Nota de agradecimiento. Primera parte: Periplo, capítulos I al XLV;
Segunda parte: Estudio de nuestras costas, cap. XLVI al L, 1984.
____ : El arte rupestre cubano y su comparación con el de otras
áreas de América. Proyecto regional de patrimonio cultural y
desarrollo, Ministerio de Cultura, UNESCO, La Habana, 1985.
____: El Arte Rupestre de Cuba, Editorial Jaca Book, 1985.
----: Nuestra América, Editorial Pueblo y Educación, La
Habana, 1990.
-505-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
OLACHEA LABAYEN, JUAN B.: El mestizaje como gesta, Edit. Mapfre,
España, 1992.
OLSEN, FRED: On the trail of the Arawaks. The civilization of the
American Indian, University of Oklahoma Press, Norman, 1974.
OROVIO, HELIO: Diccionario de la Música Cubana, Editorial Letras
Cubanas, La Habana, 1981.
ORTEGA SASTRIQUES, F.: "Una hipótesis sobre el clima de Cuba durante
la glaciación Wisconsin", Ciencias de la tierra y el espacio, (7):
57-68, 1983.
ORTEGA SASTRIQUES, F. y M. ARCIA: "Determinación de las lluvias en
Cuba durante la glaciación Wisconsin, mediante relíctos edáficos"
,Revista de ciencias de la tierra y el espacio, Ed. Academia,
La Habana, 1982.
ORTIZ, FERNANDO: Las cuatro culturas indias de Cuba, Editorial Avellano
y Cía., La Habana, 1943.
____: El engaño de las razas, Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, Cuba, 1975.
~ ___: Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar, Editorial
de Ciencias Sociales. La Habana, 1983.
____: El pueblo cubano, La Habana, Editorial de Ciencias
Sociales, 1992.
____: LaVirgen de la Caridad del Cobre. Historia y etnografía,
Fundación Fernando Ortiz, La Habana, 2008.
OTS CAPDEQUí, ]. M.: El Estado Español en las Indias, Editorial de
Ciencias Sociales, La Habana, 1975.
OVIEDO, GONZALO FERNÁDEZ DE: Historia General de las Indias (Sevilla
1535), Madrid, Biblioteca de Autores Españoles, 1959.
----
: Sumaria de la Natural historia de las Indias, (Toledo11526),
Madrid, Edic. Manuel Ballesteros, 1986.
PAGÁN J IMÉNEZ J.: "Nuevas perspectivas sobre las culturas botánicas precolombinas
de Puerto Rico: Implicaciones del estudio de almidones
en herramientas líticas, cerámica y de concha". CubaArqueologica.
Revista digital, año 11, no. 2. Documento descargado desde www.
cubaarqueologica.org (Consultado 6 agosto 2010), 2009.
PANÉ (FRAY) R.: Relación acerca de las antigüedades de los indios, La
Habana, Editoria Ciencias Sociales, 1990.
PASTOR, BEATRIZ: Discurso narrativo de la conquista de América, Edit.
Casa, La Habana, 1983.
PELLEPRAT, P.: Relation des missions des P. P. de la Compagnie de Jesús
dans les isles et dans la terre ferme de I.:Amérique Meridionale.
-506 -

BIBLIOGRAFíA
Cróni(as Francesas de las Indias Caribes de Universidad de Puerto
Riw y CL\. (1655), Puerto Rico, 1981.
PEREZ DE L\ Rr\~\. FRANCISCO: Origen y régimen de la proPiedad territorial
en Cltb.1. ~\cademia de la Historia, La Habana, 1946.
PÉREZ C-\RR-\T-\L\, A.: "Una punta foliácea bifacial en Baní, Caibarién
Villa Cb.r a. Cuba", Revista Catauro, año 5, no. 8, La Habana, 2003.
----
Y G. IZQUIERDO: Cuba. Intercambios socioculturales en el
periodo aborigen, con el Caribe. Documento descargado de Cuba
Arqueológica www.cubaarqueologica.org., 2003.
e
----
1. BRITo: Paleoreconstrucción geobiológica ideal, del Holoceno
en \ ¡lb Clara, en función de la arqueología, Informe Científico,
Archiyo Delegación CITMA Villa Clara, Santa Clara, 200l.
PÉREZ CRlZ. FELIPE DE J.: Los primeros rebeldes de América, Editorial
Gente :\ueva, La Habana, 1988.
PÉREZ FER.""-"DEZ, ROLANDO: "El culto a la Guadalupe entre los indios
del Caney·' en Del Caribe, no. 29, Casa del Caribe, Santiago de
Cuba. 1999.
PEZUEL-\. J-\COBO DE LA: Diccionario geográfico, estadístico, histórico
de /.:¡ ¡sl..1 de Cuba, Imprenta del Banco Industrial y Mercantil,
Madrid. 1863.
PIGHRDO y T-\pL-\, ESTEBAN: Diccionaro provincial casi razonado de vozes
y frases Cltballas, Imprenta El Trabajo, 4ta. Ed. La Habana, 1875.
PICHARDO. ESTEBA:-':: Diccionario provincial casi razonado de vozes
[sic] y (r..1ses cubanas, La Habana, 1976.
PICHARDO ~loH, FELIPE: Los Indios de Cuba en sus tiempos históricos.
Academia de Historia de Cuba, Editorial Siglo XXI, A. Muñiz y
Hno. La Habana, 1945.
P¡CHARDO ~loYA, F.: Caverna, costa y meseta, Editorial de Ciencias
Sociales. La Habana, 1990.
PICHARDO, HORTE'\SL\: Documentos para la Historia de Cuba, Editorial
de Ciencias Sociales, La Habana, t. 1, 1971.
----
: La fundación de las primeras villas de la Isla de Cuba,
Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1986.
----
: "Esbozo histórico de Guantánamo", en Facetas de Nuestra
Historia, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1989.
____: "Los Orígenes de Jiguaní", en Facetas de Nuestra Historia,
pp. 77-100, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1989.
PINART, A. L.: Los petroglifos y antigüedades de Las Antillas Mayores
y Menores (1890), Revista del Museo de Antropología, Historia y
Arte de la Universidad de Puerto Rico, San Juan, 1979.
- 507-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
PINO, MILTON: "Procedimientos cuantitativos en el estudio dietético".
Cuba Arqueológica 11, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1980.
____ y A. CORDOVA: "El problema de las comunidades aborígenes
protoagrícolas y mesolíticas con cerámica de Cuba", Ponencia
presentada en la Séptima Conferencia Internacional Antropología,
La Habana, 2004.
PLACER CERVERA, GUSTAVO: "La participación del Ejército español en la
fundación de las ciudades de Cuba", en Revista de la Universidad
de La Habana, no. 257, Dirección de información Científico
Técnica, La Habana, 2003.
PORTUONDO, OLGA: "Una sublevación de indios en 1758", en Revista de
la Biblioteca Nacional José Martí. La Habana, no 1, ene.-abr., 1981.
_---:-__ : Santiago de Cuba desde su fundación hasta la Guerra de
los Diez Años, Editorial Oriente Santiago de Cuba, 1996.
____ : La Virgen de la Caridad del Cobre: símbolo de cubana,
Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2001.
__ -,---_y JOAN ROVIRA: El Colegio Seminario San Basilio Magno,
Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2000.
PORTUONDO, FERNANDO: El segundo viaje de descubrimiento, Editorial
de Ciencias Sociales, La Habana, 1977.
POSPISIL, M.: Indian remnants from the Oriente province, Cuba.
Comenius University in Bratislava, 1976.
PURDY, B. A.: Plorida's Prehistoric Stone Tech Technology, University
Presses of Florida, Gainesville, 1981.
RANGEL RIvERO, A.: "El Museo Antropológico Montané y el desarrollo de
la arqueología en Cuba entre 1902 y 1960", Catauro, no. 8,2003.
REY BETANCOURT, ESTRELLA: "Algunos aspectos socioeconómicos de
Cuba colonial temprana (1512-1555)", Catauro, Revista Cubana
de Antropología, Fundación Fernando Ortiz, La Habana, Cuba,
año 5, no. 8,2003.
_----:-__ H. DILLA Y J. M. GUARCH: Arqueología de Cuba. Materiales
de estudio, Ed. Libros para la educación, La Habana, 1977.
REY BETANCOURT, ESTRELLA y CÉSAR GARCÍA DEL PINO: Conquista y
colonización de la Isla de Cuba (1492-1583)", Historia de Cuba.
La Colonia, Editora Política, La Habana, 1994.
RIBEIRo, DARCY: Las Américas y la Civilización, Casa de las Américas
Colección Nuestros Países, Serie estudios, 1992.
RIVES, A. y L. DOMÍNGUEZ: "Los documentos históricos sobre las
Encomiendas y las Experiencias Indias de Cuba y las evidencias
arqueológicas del proceso indo hispánicos" , Estudios Arqueológicos
1989, Edit. Academia, La Habana, 1991.
- 508-

BIBLIOGRAFíA
RIVERO DE LA CALLE, MANuEL: Las culturas aborígenes de Cuba, Editora
Universitaria, La Habana, 1966.
____ : "Informe sobre el trabajo de genealogías realizado en familias
con rasgos aborígenes del municipio Yateras", Oriente, agosto 1973.
Expediente Yateras, documentos del Grupo de Antropología, Facultad
de Biología, Universidad de La Habana, 1973.
_-,-__ : "Supervivencia de descendientes de indo cubanos en
la zona de Yateras, Oriente", en Cuba Arqueológica, Editorial
Oriente, Santiago de Cuba, 1978.
____ : "Informe del viaje realizado con fines antropológicos
realizado en la provincia Granma". Expediente Yateras, documentos
del Grupo de Antropología, Facultad de Biología, Universidad
de La Habana, 1981.
____ : Antropología de la población adulta cubana, Editorial
Científico-Técnica, La Habana, 1984.
____ : "Osteología de los aborígenes del Caribe. Balance y
perspectivas", en L. Arizpe y C. Serrano (comp.) Balance de la
Antropología en América Latina y el Caribe, UNAM, Instituto
de Investigaciones Antropológicas, Centro Regional de Investigaciones
Multidisciplinarias, México, 1993.
_---,-__ : "Resumen del trabajo de los indios de Yateras". Expediente
Yateras. Documentos del Grupo de Antropología, Facultad
de Biología, Universidad de La Habana [s.a.].
ROBAINA JARAMILLO, J. R., M. CELAYA GONZÁLEZ yO. PEREIRA PEREIRA:
La arqueología en la construcción de un discurso sobre identidad
cultural en Cuba, Revista Catauro, no. 8,2003.
ROBlou LAMARCHE, S.: Taínos y Caribes. Las culturas aborígenes antillanas,
Edit. Punto y Coma, San Juan, 2003.
ROCHEFORT, c.: The History of the Caribby Island Barbados, Sto
Christophen, Sto Vincents, Martinique, Dominica, Barbouthus,
Monserrat, Nevis, Antigua in all XXVIII, Printed J. M. Thomas
Dring., London, 1666.
RODRÍGUEZ EXPÓSITO, CÉSAR: Hatuey. El primer libertador de Cuba,
Editorial Cubanacán, La Habana, 1944.
RODRÍGUEZ, V. Y MARCOS A.: Indios al este de La Habana, Ediciones
Extramuros, La Habana, Cuba, 2002.
RODRÍGUEZ, PEDRO PABLO: "Raza y color a debate", La Gaceta de
Cuba, no. 3,2012.
RODRÍGUEZ RAMos, R., y J. R. PAGÁN JIMÉNEZ: "Interacciones Multivectoriales
en el Circum-Caribe Pre colonial. Un Vistazo desde Las
- 509-

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
Antillas", Estudios Caribeños 34 Documento descargado de Cuba
Arqueológica www.cubaarqueologica.org (Consultado 16 de
mayo de 2007), 2006.
RODRÍGUEZ SUÁREZ, ROBERTO: "Aportes a la Arqueología y la Antropología
de Cuba y Las Antillas", Sitio Arqueológico Canímar
Abajo, Museo Antropológico Montané, Facultad de Biología de
la Universidad de La Habana, 2009.
____: ''Aproximación a la dieta vegetal en el sitio Aguas Verdes,
Cuba", Ponencia presentada en la Convención Internacional de
Antropología, Anthropos, La Habana, 2011.
RODRÍGUEZ SUÁREZ, ROBERTO, C. ARREDONDO, A. RANGEL, J. G. MARTÍ­
NEZ, Y. CHINIQUE DE ARMAS, Y S. HERNÁNDEZ GODOY: Aportes a la
arqueología y la antropología física de Cuba y Las Antillas: sitio
arqueológico Canímar Abajo, Matanzas, Cuba, Premio Anual de
la Academia de Ciencias de Cuba, 2009.
ROCHEFORT, CÉSAR DE: Histoire naturelle et morale des Iles Antilles
de l'Amérique, Arnould Leers, Rotterdam, 1658.
Ross, A. H.: "Cranial evidence of pre-contact multiple population
expansions in the Caribbean", Caribbean Journal of Science, 40
(3),2004.
ROSTOWRWISKI, MARÍA: "La mujer en la época prehispánica", Cuicuilco
(18): 80-85 jul-méxico, 1987.
RousE, IIwING: The Tainos. Rise and decline of the people who greated
Columbus, Yale University Press, New Haven, 1992.
SANTOS, M.: La naturaleza del espacio, Ed. Ariel, Madrid, 2000.
SOLER, ARIEL: Museo en la caverna, Periódico Venceremos, Guantánamo,
16 de diciembre, 2007.
STEVENS-ARROYO, ANTONIO: Cave oflagua, University of New México
Press, 1988.
SUED-BADILLO, JALIL: La mujer indígena y su sociedad, Edit. Antillana,
Río Piedras, Puerto Rico, 1979.
__-:-_: "El mito indo antillano de las mujeres sin hombres".
Boletín de Estudios Latinoamericanos y del Caribe (40), Puerto
Rico, junio, 1986.
TABÍo PALMA, ERNESTO: "Nueva periodización para el estudio de las comunidades
aborígenes de Cuba", en Revista Istas, Santa Clara, 1984.
____: Introducción a la Arqueología de Las Antillas, Editorial
de Ciencias Sociales, La Habana, 1988.
: Agricultura Aborigen Antillana, Editorial de Ciencias
--::---:----:-
Sociales, La Habana, 1989.
_____ Y TABÍO PALMA, ERNESTO Y ESTRELLA. REY: Prehistoria de
Cuba, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1979.
- 510-

BIBLIOGRAFíA
TOIRAC, H.: Los instrumentos de trabajo agrícola tradicionales, Atlas
Etnográfico de Cuba, La Habana. CD Rom, 2000.
TORRES-CUEVAS, EDUARDO: La sociedad esclavista y sus contradicciones.
Historia de Cuba. La Colonia, Editora Política, La Habana, 1994.
____ Y OSCAR LOYOLA, v.: Historia de Cuba: 1492-1898. Formación
y liberación de la Nación. Editorial Pueblo y Educación,
La Habana, Cuba, 2001.
TORRONI A. M. D. BRO\\~, M. T. LOTT, N. J. NEWMAN, D. C. W ALLACE:
''African, Native American, and European mitochondrial DNAs
in Cubans from Pinar del Rio Province and implications for the
recent epidemic neuropathy in Cuba", Cuba Neuropathy Field
Investigation Team. Hum Mutat 5: 310-7, 1995.
TRINCADO, MARÍA NELS\: "El aborigen y La Caridad del Cobre". El
Caribe Arqueológico, (2):114-120, Santiago de Cuba, 1997.
ULLOA, J.: "Migraciones en el caribe precolombino", en El Caribe Arqueológico,
no. 4:14-19, Casa del Caribe, Santiago de Cuba, 2000.
_---=---;---::=_ y R. V\LC\RCEL: Cerámica temprana en el centro oriente de
Cuba. Ediciones Impresos Viewgraph, Santo Domingo, R. D., 2002.
VALDÉS BERNAL, SERGIO: La evolución de los indoamericanismos en
el español hablado en Cuba, Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 1986.
__ -,--_: Las lenguas indígenas de América y el español de Cuba,
Editorial Academia, La Habana, t. 1 Y 11, 1991.
____ : "Visión lingüística del Caribe insular precolombino", en
Catauro, año 5. no. 8, La Habana, 2003.
___ ----:-: "El nombre de Cuba", en Opus Habana, vol. 10, no. 3,
La Habana, 2007.
____ : "El poblamiento precolombio del archipiélago cubano
y su posterior repercusión en el español hablado de Cuba".
Contextos, estudios en humanidades y ciencias sociales, no. 24,
115-129,2010.
_~-:-:::-:-: ¿y nuestro abuelo indio dónde está? Antropológicas, no
36. Disponible en http://intranet.uh.cu/servicios-de-informacion/
publicaciones-de-nuestra-universidad/antropologicas-publicacion-semanal,
2012.
_--=-__ Y EUNA 1'ÍIR.-\.'>;DA CANCELA, IRENE FONTE ZARABOZO y LUIS
ROBERTO CHOY LÓPEz: "En torno al habla de campesinos de ascendencia
indocubana del municipio Manuel Tames, provincia
de Guantanamo", en Anuario VL, , nos. 27-28, La Habana,
1996-1997.
____ Y YOHANIS BALGA RODRÍGUEZ: "El legado indo americano
en el Caribe insular hispánico", en Convergencia, año X, no. 31,
México D. E, mayo-agosto, 2007.
- 511 -

Los INDOAMERICANOS EN CUBA. ESTUDIOS ABIERTOS AL PRESENTE
VALDÉS BERNAL, SERGIO Y YOHANIS BALGA RODRÍGUEZ: "El léxico indo
americano del español caribeño insular", en Anuaro LlL. Serie
Lingüística, no. 35, pp. 56-105, La Habana, 2007.
V ALCÁRCEL ROJAS, ROBERTO: "Seres de Barro. Un espacio simbólico femenino",
El Caribe Arqueológico, (4):20-34 Santiago de Cuba, 2000.
_____ y C. RODRÍGUEZ: "Muerte, desigualdad social y jefaturas
en Chorro de Maíta", en Catauro, Revista Cubana de Antropología,
año 5 no. 8, Fundación Fernando Ortiz, La Habana,
jul.-dic., 2003.
_____ e HIRAM PÉREZ CONCEPCIÓN: Indios en Holguín, Editorial
La Mezquita, 2014.
VEGA SUÑOL, JOSÉ, RENÉ NAVARRO FERNÁNDEZ y JOAQUÍN FERREIRO GONZÁ­
LEZ: "Presencia aborigen en los archivos parroquiales de Holguín",
en Revista de Historia, año 11, no. 4, Holguín, oct.-dic., 1987.
VELÁZQUEZ, DIEGo: Carta de relación de la conquista de Cuba, Publicaciones
del Instituto de La Habana, La Habana, [s. a.].
VELOZ MAGGIOLO, MARClO (1999): "Arqueología, historia e identidad",
en El Caribe Arqueológico, Anuario publicado por la Casa del Caribe
como extensión de la revista Del Caribe, no. 3, La Habana, 1999.
----: La mosca soldado. Premio Casa de las Américas José
María Arguedas, Casa de las Américas, La Habana, 2006.
WILSON, SAMUEL M.: The archaeology of the Caribbean, Cambridge
University Press, 2007.
WOOD, YOLANDA: "Repensar el espacio Caribe", Revista Universidad
de La Habana (236): 62-80), sept.-oct. La Habana, 1989.
YACOU, ALAIN y J. ADELAIDE MERLANDE: La decouverte et la conquete
de la Guadeloupe, Edit. Kactchala et CERC, Guadeloupe, 1993.
ARCHIVOS
ARCHIVO GENERAL DE INDIAS. Simancas. Secular 5-1-4.
ARCHIVO NACIONAL. Academia de la Historia de Cuba, Caja 31, signatura
298.
ARCHIVO NACIONAL DE CUBA: Fondo Correspondencia de los capitanes
generales, Legajo 445, Exp. 4.
- 512-

~
I!Id

Bolívar y la independencia de Cuba
Francisco Pérez Guzmán
Francisco de Miranda,
precursor de las independencias de América Latina
Carmen L. Bohórquez Morán
Cronología del Bicentenario
Sergio Guerra Vilaboy
Cuba en la vida y obra de Francisco de Miranda
Wilfredo Padrón Iglesias
América Latina en tiempo de bicentenario
Felipe de J. Pérez Cruz Icoordinador)
Albores históricos: Cuba-Venezuela
Nydia Sarabia
Cuba en el movimiento independentista Nuestroamericano
Felipe de J. Pérez Cruz

t'lOZ a.lqwap!G
:lp S:lUl¡:l U:l
Z:lq;:¡Ul}S OP¡llASQ H3Jl
1l¡ U:l os,udUlI
1