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había sido disparada a modo de
ejecución con un tiro de gracia en
la nuca. Se daba la casualidad
de que una fiscal con aparente
ansia de notoriedad, una joven
y atractiva Jeanine Pirro, había
decidido abrir el caso de Kathleen
McCormack debido a ciertas
inconsistencias del relato de Durst
(detalles como haber ido a tomar
una copa con un vecino tras dejar
a Kathy en la estación se habían
esfumado por completo) y tenía
muerte y desmembramiento
de Morris (porque, en efecto,
increíblemente Robert Durst
fue declarado no culpable
de la muerte de su vecino)
decidió contactar con el director
Andrew Jarecki para, según
sus propias palabras, dar su
propia versión de todo lo que
había sucedido en toda su vida,
desde el suicidio de su madre,
que presenció siendo un niño,
hasta aquel entonces, explicando
ghjhj
Odin Quincannon
(“Preacher”).
El Rincón
de Paulie.
De la libre adaptación que HBO hizo de
“Preacher” en su primera temporada
sobresalen su ambientación en
la América desierta, su guión
alucinógeno y su potente banda
sonora, pero son sus personajes los
que marcan a fuego la historia. Jesse,
el predicador, Cassidy, el vampiro…
pero sobre todo ese retorcido Odin
Quincannon, magnate de la industria
preparada una entrevista con
Susan, que había sido confidente
durante años de Durst. A pesar
de la distancia a la que Durst se
encontraba en ese momento de
la casa de Hollywood de Susan,
Pirro, vio evidencias suficientes
para procesar a Durst. Pero en un
giro de los acontecimientos, Durst
decide escapar y perderse a pesar
de gritar su inocencia. No se supo
de él hasta que aparecieron los
restos de Morris Black flotando
en la costa de Galveston, con lo
que su búsqueda se intensificó.
¿Cómo apareció? Pues como si
quisiera ser encontrado, decidió
robar en un supermercado
un jodido sándwich mientras
tenía cientos de dólares en el
coche… junto a la sierra con
la que presumiblemente había
cercenado el cuerpo de su
vecino. Y no es un detalle sin
importancia el que pareciera que
hubiese querido ser encontrado
porque dentro de la enigmática
personalidad de Durst subyace
el inevitable ego, el ingobernable
deseo de ser reconocido. Y así,
una vez pasado el juicio por la
las dramáticas vicisitudes que
le habían acontecido, y es esta
misma charla la que vehicula
todo el documental, que se
articula a través de su relato y el
de todos los implicados (amigos
y familiares de Kathy y Susan,
familiares de Durst, abogados,
fiscales, policías…), pero
mostrando primero a un Durst frio,
inteligente y seguro de sí mismo,
pero que sin duda casi produce
escalofríos (su voz se escucha
helada y seca, sus tics nerviosos
parecen reflejar a alguien con un
peso nervioso descomunal) y en
segundo, una historia repleta de
claroscuros que hacen de esta
una historia fascinante que no
me atrevo concluir aquí para que,
quien quiera dejarse atrapar por
los seis episodios que componen
“The Jinx” disfrute en su totalidad
de esta experiencia documental
tan brutal. Y no, me es imposible
hablar del final, pero advierto que
difícilmente verán ustedes NADA
parecido.
Y un consejo: nunca se fíen.
javistone
cárnica local y dueño del pueblo.
Quincannon perdió a toda su familia
en un accidente y mandó reunir sus
ataúdes alrededor de su escritorio para
encontrar a Dios entre sus entrañas
(“Which is my daughter? and which
is the cow? There is no difference”.)
en una de esas secuencias que se
te quedan grabadas. Su costumbre
de pasar horas viendo videos de
los sacrificios de sus vacas (el
escalofriante y angustiante sonido
que emiten al ser cercenadas es
una constante en sus apariciones
en su despacho), su desprecio a sus
empleados (a los que hace combatir
entre ellos), la forma tan sádica con la
que gestiona una reunión de trabajo
con varios empresarios… Odin
demuestra una completa ausencia
de sentimientos, es tal su locura que
siente haber tenido una epifanía al no
encontrar alma alguna en los cuerpos
inertes de sus familiares y le reclama
al predicador que demande a Dios
por su estafa. Y si hay un momento
realmente turbador es al comprobar
cómo Dios ha rehusado de su cargo
en los cielos, Odin se crea a un niño
de carne de vaca al que viste y acuna
como si fuera su propia hija. Un tipo
realmente entrañable. javistone
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